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No Me Hables A m no me hables de progreso, No quiero el que te hace ms rico y a mi ms pobre, esclavo o sumiso.

No me hables de desarrollo, Cuando lo que aumenta son los nmeros que favorecen a las empresas y no a mi calidad de vida, que se estira y encoge segn tus necesidades de apropiacin de la ganancia y sin pensar incrementas el ejrcito de desempleados para no afectar nunca tus ganancias frutos del robo legalizado por tu sistema. No me hables de inversin, Cuando lo que esperas es retribucin a expensas del trabajo del campesino, del obrero y la subsistencia de la economa informal. No me hables de amor Cuando lo que me traes son dadivas, limosna y conmiseracin. No me hables de industrializacin, Porque hasta ahora no has encontrado la manera de devolver a la naturaleza la materia prima que agotas, divides las ganancias en proporciones desiguales y t que no trabajas te robas lo que le corresponde a quien la produce. No me hables de educacin, Cuando lo que esperas son autmatas, anulacin del pensamiento crtico, operarios eficientes para el control de tus maquinarias y la acumulacin de tus riquezas. No me hables de justicia, Cuando soy el nico al que se le puede aplicar y tu sales libre por tu influencia econmica y cuando las leyes estn hechas a tu favor para cercenar cualquier intento de enjuiciamiento a cualquiera de los tuyos. No me hables de democracia, Cuando el trmino solo es un adorno de los discursos elocuentes y adormecedores, cuando no es participativa, porque no mando yo, que soy pueblo. Mejor no me hables hasta que estemos de tu a tu, Cuando te demos la leccin de sacudirnos a la verdadera escoria social, a los parsitos que no nos dejan crecer con nuestros conocimientos ancestrales, que no dejan de llamarnos pobres porque no contamos con los dispositivos del alto consumo capitalista, que nos dicen ignorantes porque no supieron apreciar el bagaje cultural heredado, que nos llaman bandoleros, vndalos, revoltosos porque no somos como ellos y porque hemos aprendido a defender nuestros derechos. No me hables para adormecerme y ve al frente de batalla que ya no es hora de hablar sino de poner fin a este soliloquio. Jos Briceo 17 Febrero 2014

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