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La libertad tiene su costo; el hambre aprieta. !aprisiona, aprisiona, aprisiona! aprisiona sus estmagos; denle en sus manos.

Casona cuadrada, antigua y colonial, casa corredor y patio; aulas desnudas. camas al aire de vientos fros nocturnos, autmatas, !brurr, brurr! -Le solt las manos hasta que no se movi. -Y los custodios? - Ellos rean adelante. -Estaba semioscuro; era la hora de la cena. -Era el ltimo de la fila. -Shif,shif le murmur. -Nadie te oy o vio? -Pues claro, no ve qu lo hice. -Porque lo hiciste? -Estoy colrico, enojado, muy enojado! -Pero por qu. -No dejaron que cumpliera mi meta. -Cul meta? -Eran seis, y slo fueron tres. La actividad se intensific y desde el cuadrado patio la noche era apagada. La regadera nmero cinco no se abri en la media noche, el hombre tiburn no se not en el conteo del desayuno. Ni repararon en el hombre tiburn ausente de sus soleadas maanas. ...En medio patio frente a los cuatro costados de los corredores; ah en el centro, un garrobo, un tiburn desnudo, sacudiendo como manguera sus aletas. Desde la ventanilla enrejada; la mujer de vestido blanco; agrandaba sus ojos llenos de estupor... -Te acuerdas, Vini, No te acuerdas! -Gorgora, claro que s. -El hombre tiburn, l se soleaba por las maanas... pipiripi, piripi, piripi!

Cmo en los tiempos de los anuncios de la radio telenovelas. Abraham Guevara.

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