Está en la página 1de 1

Rquiem Suena el cuero agitado por los bolillos; sudan las manos fieros hilos de negra agua.

Levantan olas humanas las emociones en el redondel de madera crujiente, en donde los astados fueron obligados a hundir su intacta furia. Doce cuerdas doblan la manzana; dos bancos de pino blanco esperan la luz roja de la noche. Caliente la madera del bombillo colgado en la solera del pgil en agitacin. Es noche loca de alcohol, humo y cigarro; gritos; apuestas, micrfonos; alaridos por la sangre que brota y baa y enardece. Cae la brisa maldecida por las barras sedientas, menguan las gotas y elevan altos sonoros gritos de vivas a equipos perderos. Relincha fiero en oro chispeante un trozo de hierro azotado por un erecto fierro. se tambalea la noche para los que caminan al estrado de los verdugos. Las manos quietas inflamadas; miedo, sudor e hielo; espera; ansiedad, bofetadas o auto flagelo, relincha la angustia detrs del fiero rugido del metal agitado. Un doctor se pone y separa el hilo para que vierta el lquido libre por los impactos. Un comps traza los desplazamientos; un teorema se expone en la conciencia gris de sa noche de estrangulamiento. Voraz el tiempo se detiene, hay ahogo y muerte, la diestra vuela al cielo negro, la otra cabeza hunde sus huesos, Levanta fiera la ola humana la emocin! Abraham Guevara

También podría gustarte