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Este es el primer libra que plantea abiertamente la imposibilidad de transformar, reformar siquiera, el medio de comunicacién de masas ha revolucianaco nuestra vida cotidiana: la televisién. Para Jerry Mander los dafios corporales y mentales que fa televisidr produce, las peligros de control social que encierra y el tipo de real que nos impone son efectcs propios de sus caracteristicas camo tecncl y son tan nocivos que deberia ser eliminada para siempre. La televi es tan poco “reformable” come |o son las armas atomicas en mano de cualquier ejército. Los aciertos de Mander en Su andlisis del papel central de la televis en la acelaracién del consuma y de su dependencia del mercado s deban a su consideracién de la tecnologia come ideologia. Esta no car a pesar de las sofisticacas innovaciones digitales 0 la seduccién de interactividad. Sobre la base de una amplia experiencia personal y profesional, y una cuidedosa investigacién de los diversos aspectos medio, el autor combina el andlisis de los efectos cotidianos de la televi con las adveriencias acerca de lus efectos dafiinos que pueden ocasionarnos el abuso de la luz artificial, la manipulacién de las imag y el siempre temido control de las conciencias. El resultado es un libro de denuncia, Unico en su género, & Jerry Mander estudié en la Business School de fa Universidad de Cofumbia y dirigid en fa décacla de 1960 una importante egencia de publicidad en San Francisco hasta que comenzé 2 poner sus talentes al servicio del medio ambiente. En 1971 fundo la Public Interest Comunications, ia primera agencia de publicidad para grupos de accidn social y de polltica ambiental. En la actualidad es presidente del Foro Internacional de Globalizacién y autor y caeditor de numerosos libros, entre ellos 1a ausencia de lo sagradoy The Case against the Global Economy. Gedisa ha publicada también el libro caordinado por él y John Cavanagh Altemativas a la Globalizacidn econdmica. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Jerry Mander Indice Profacio a Ia segunda edicion espatiola La globalizacién de la propiedad de los medios de comunicacién La vida televisiva ... . La televisién en la region rtica El poder especial de la publicidad Reformas y alternativas eee EL papel de Internet... 0.0... cee cece ree eee Pasos hacia un medio de comiunicacién mas democritico ..... Iutroduccién I. El wientre de fa bestia Publicitario fracasado Atrapado por los afios sesenta La sustitucién de la experiencia ...... La unificaci6n de Ja experiencia... 2... Hi. La guerra por ef control de la maquina dela nnidad ...... Una vuelta a los afios cincuenta El estilo supera al contemdo . Televisi6n en Black Mesa . . La ilusién de una tecnologia neutral Antes de Jas argumentaciones: un comentario sobre el estilo .. . 13 15 20 22 24 29 31 3. 37 37 47 49 53 _ 55 57 62 66 68 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION: La primera buena razon LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA TH. La compartimentacion de la conciencia . 73 Entornos mediatizados ...........--- 74 Entornos insensibilizantes ...........- 80 Habitaciones dentro de las habitaciones . . 85 IV. La expropiacién del conociuiento . 389 Educacion directa ........... ot Educacién de motel 100 V. A la deriva en ef espacio mental .. . 108 Ciencia ficcién y realidad arbitaria .. 107 Ocho condiciones ideales para el florecimiento de la autocracia . 115 Filosofia popular y realidad arbitraria ....... 0-00-2225 0,6- 116 La esquizofrenia y el aparato de influir 52.2 124 La segunda bnena razén LA COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA VI. Publicidad: el ferrocarril de ancho de via estandar ........ 131 La creacion de avalom 2... 0. ee 133 Desarrollar de nuevo al ser humano .. 134 La gente-mercancia .......... 137 Rompiendo la barrera de Ia piel - 139 La necesidad inherente de crear necesidad . 141 La recompra de nosotros mismos «2.2.2... eee eee 144 E] sistema de distribucidn del sistema de distribucién .......- 146 VIL. La centralizacion del control 149 Crecimiento econémico y consumo patridtico . 150 La teorfa del escurrimiento .... 153 Los beneficiarios de la fantasia publicitaria 155 El efecto sobre los individuos 157 Fallos en la fantasia... 22.02... . 159 inpIce 9 La DepresiGn no termind nunca..... 2.2.2.2. ee 162, La dominaci6n del aparato de influir . 164 La terceva buena razon LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO VIL. Informes anecditicos: descompuestos, chiflados e hipnatizados . 169 El fenémeno invisible «6.0.00, 2.000.200.0022 2 2c eee 173 El desdibujamiento delo humano . 176 Tacto artificial e hiperactividad . . 178 La televisién es ausencia de sensorialidad ................. 179 IX. La ingestion de luz artificial 2... ee 181 Salud y luz... ee ee eee 182 Del aire libre a los interiores . 187 Buscando Ia luz .. 191 Investigaci6n seria 193 X. Como fa telewision oscuvece la mente 0.00.64 0 eee ee 201 Hipnosis 204 La television, un rodeo para evitar Ja conciencia . 208 La television es como las técnicas para aprender dur: miendo ee. 213 La television no es relajante 2.2.2.2... eee eee 219 XI. Cémo nos convertimos en nestras itndgenes ........... 223 Los humanos somos fabricas de imagenes ...........-..--5 224 El poder concreto de lasimagenes ... . : -. 225 De la metafisica a Ja fisica .. 02... . 231 Emulaci6n de la imagen: :Somos todos grabaciones de video?.. 236 Imitacién de los medios .. 2 eee “240 XII. La sustitucidn de las imdgenes humanas por la televisiin . 245 La supresion de la imaginaciGn ... 2.0.0... 0..0-.00--020 0 ee 246 La credibilidad intrinseca de todas Jas imAgenes 250 ‘Toda la television es real 253 La prueba cientifica 2.62. eee 256 La irresistibilidad de las imagenes 2.2.2... 6.0... eee ee eee 260 10 CUATRO BUENAS RAZONES PARA BLIMINAR LA TELEVISION La cnaria buena razon LAS DESVIACIONES E INCLINACIONES TENDENCIOSAS INHERENTES A LA TELEVISION XML. La pérdida de informacion... 0.000 265 Desviacién tendenciosa contra lo excluido 265 Im4genes manipuladas: desviacién tendenciosa contra la sutileza.. 0... eee 269 La desviacién que nos aleja de lo sensorial 6. .........0.0.. 276 XIV. Imagenes desconectadas de su fuente ...... 0.0000. 0005 283 La eliminacién del cauray 20. ee eee 285 La tendencia hacia la muerte . 288 Separacién del tiempo y Iugar - - 290 Condensacién del tiempo: la tendencia a desviarse de la precisi6n ©... 06. 204 XV. La excepcionalidad artificial ...... 20000 ee 297 La atraccién instintiva de lo extraordinario .. . 298 La tendencia a que [a técnica sustituya al contenido ......... 299 A favor de una actitud de «extrafiamiento» frente ala television ©... 2 ee eee 307 La tendencia hacia los contenidos excepcionales; rumbo a Jas cumbres, lejos de los valles .....-.225.....- 310 XVI. La bovra que pasa el filtro... 0.0. eee ee 319 ‘Treinta y tres desviaciones intrinsecas miscelineas .......-... 319 Apéndice PENSAMIENTOS IMPOSIBLES XVID. El tabsi de la televisién ©... 21. ee 339 Dedico este libro a utis padres Eva Manpen y Harry ManDER Prefacio ala segunda edicién espatiola El texto original de este libro fue publicado por primera vez en Estados Unidos en 1977 y en Espafia en 1981. Desde entonces me han preguntado a menudo si mis ‘puntos de vista sobre ¢l papel y el impacto de la televi~ sién y de los medios de comuinicacién de masa en general han cambiado en los aiios que siguieron. Algunos creen que los medios de comunica~ cién han mejorado, y mencionan particularmente el Internet y los siste- amas de cable y satélite que supuestamente traen promesas y alternativas positivas. Por tanto, ;mantengo tan firmemente mi critica original? Desde luego, la situacién de los medios de comunicacién ha cambia- do bastante en las diltimas décadas. Particularmente el Internet ha hecho ciertas contribuciones beneficiosas y, mas adelante en este Prefacio, voy a mencionar algunas, aunque, como veremos, también trae consigo muchos de los mismos problemas que conlleva la televisi6n. Los sistemas globa~ les de cable y satélite no cumplieron su promesa original de diversidad de contenidos y de propietarios y han quedado en gran medida absorbidos debido al problema sistémico general de Ja televisién,su forma y sus con- tenidos. (;Acaso la CNN globalizada o los Sky News, que se emiten has- ta en el iltimo rincén del mundo, son realmente algo enriquecedor?) Donde se han producido cambios significativos en las actuaciones de la televisién y de todos los medios de comunicacién de masas, lamento tener que decir que han sido para peor: se han comercializado y triviali- zado mucho mis, son mas repetitivos y estin dominados por corporaciones como nunca artes. Ademis son mucho mis distorsionados y tendenciosos en las informaciones més importantes, que los ciudadanos en sociedades democraticas necesitan para funcionar como participantes conscientes en CUATRO BUENAS RAZOWNES PARA ELIMINAR LA TELEVISION i el sistema. Por afiadidura, alora que somos varias generaciones mas desde la revolucion mediatica que representé la television a partir de la década de 1960, vemos una conciencia general del pablico mas profiendamente inmersa en el imaginario y la realidad de Ia television y que ha termina- do por depender de este medio desafortunado para comprender el mundo yasi mismo. Los mayores problemas sistémicos de la television y de su pareja,la pu- blicidad, eran el tema central de Cuatro brienas tazones para elininar la tele- visiéu, en el que vaticiné hace tres décadas que el problema acabaria siendo inevitablemente mayor, no menor. Pero, en fos tiltimos tiempos se puede identificar claramente la fuerza que nos empuja en esta direccién nega— tiva:son la comercializacién y el ntimero cada vez menor de corporacio- nes globales que mueven los hilos de este proceso. Ampliaré enseguida esta cuesti6n. En cualquier caso, esti claro que la televisién ha comenza- do a alcanzar su potencial orwelliano de ser el instrumento central de la realidad; el arbitro principal de la conciencia;la tecnologia que se impo- ne a Ja politica, la cultura y los estilos de vida en cualquier parte, al tiem- po que los hace homogéneos, es el factor que determina quién va a ser elegido para gobernar y quien no; es el instrumento que desencadena guetras y las termina, Debido a él estamos mucho mis desarrollados aho- ra que una generacién antes, pero nos movilizamos menos con respecto a él y hablamos menos sobre él que nunca antes. Nada de esto es positivo. Por ser el medio de la publicidad, esta merece una atencién especial, ya que en las Gltimas décadas se ha extendido a una escala global de una manera que pocos hubieran podido predecir. La publicidad tiene un poder especifico para alterar directamente Ja conciencia y el comportamiento sociales, culturales y politicos segin sus propios fines. Junto con el impac- to de la televisién, casi es materia para le ciencia ficcién. Sin embargo, también aqui la discusion en serio de los problemas del impacto de este medio casi ha desaparecido de los foros piblicos. Asi,en conjunto, creo que los contenidos y argumentos de este libro son tan relevantes ¢ importantes como Io fueron hace tres décadas, y casi pueden parecer hoy demasiado benévolos a la vista del nuevo material que presentaré mids adelante. Desde nego que algunas de las referencias originales a ciertos programas o figuras publicas han quedado anticuadas. Pero no importa si el ejemplo es Jimmy Carter en lugar de Clinton o Bush, o si discutimos el poder de homogeneizacién de la informacién centra- dizada hablando de Walter Cronkite en lugar de mencionar la CNN. Los PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANOLA 15 principios, la significacién y la intencién de todos Jos ejemplos signen siendo atin vilidos. En cualquier caso sera itil incluir algunos nuevos desarrollos para mos~ tar que las cuestiones basicas del texto pueden ilustrarse con casos ac~ tales Io mismo que con los de la década de 1970. De ahi que en lo que queda de este Prefacio, me centraré brevemente en Jos siguientes aspec- tos, Primero, las asombrosas estadisticas recientes sobre la concentracién. de los medios de comunicacién en manos de unos pacos a escala global, lo que amplia el grado en que los medios de comunicacién de masa son una herramienta casi exclusivamente para los fines corporativistas; segundo, Ja gran extensién del alcance de la televisi6n a todas partes del mundo y a todos los sectores de la poblacién, incluyendo a los nifios, y su uso como instrumento de clonaci6n de las conciencias a escala mundial; tercero, los impactos crecientes y el poder de la publicidad incluso como factor po- litico clave; y, finalinente, algunas palabras sobre ciertas posibilidades ap- timistas. La globalizacién de la propiedad de los medios de comunicacién En la edicién original de Cuatro buenas razones para eliminar la television, formulé el argumento de que la televisi6n nunca podria considerarse un instrumento de Ja «cultura populam, como se la lamé en algunos ambitos, porque est4 controlada por unas cuantas mega-corporaciones y agencias publicitarias que producen contenidos que en gran medida estén en con- sonancia con sus propésitos exclusivamente comerciales. El piiblico no tie- ne la posibilidad de involucrarse en las artes de la produccién televisiva o de peliculas, excepto en el sentido de ser receptores de lo que este reducido niimero de corporaciones crea y nos envia a todas Jas horas y todos los dias. Todo esto, sin duda, ya era cierto en 1a década de 1970, como poérén leer mas detalladamente en Ja Segunda R.az6n del texto, pero ahora Ja si- tuacion es mucho mis seria, puesto que los problemas politicos que des- cribi entonces se despliegan hoy en un escenario global. Uno de los propdsitos clave de la reciente tendencia hacia la globali- zacion econémica ha sido que cualquier lugar en la tierra tenga que pa- recerse mds o menos a todos los demas, Se pretende que todos los paises desarrollen los mismos guistos, valores y estilos de vida, que coman la mis- 16 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION ma comida rapida, leven los mismos tejanos y la misma ropa de moda, vean las mismas peliculas y escuchen la misma misica. Este modelo con- viene a las necesidades de marketing de las corporaciones globales, pues- to que pueden usar los mismos reclamos y mecanismos de eficacia ope- rativa, La diversidad, ya sea cultural, politica o bioldgica, socava la eficacia de las corporaciones globales. Lo que quieren es comercializar productos idénticos en todas partes cara a un mundo de consumidores en constante expansion. Las normas de las nuevas burocracias del libre comercio, como la OMC (Organizaci6n Mundial del Comercio), tienen el mandato espe~ cifico para crear y promover normas que fomenten esta tendencia a la homogeneizacién cultural (y politica) global, exigiendo que todos los paises miembros (incluido Espafia) acepten la adopcién de las mismas normas y estindares para el ambiente, el trabajo, la salud, el comercio, uso de recursos, medios de comunicacién, etcétera, de modo que la actividad comercial en cualquier parte de la tierra opera como si se moviera sobre un mismo «ancho de vias de tren estandar». Pero estas reglas ne son mas que el proceso externo de la homogeneizacién global. Lo que es mas importan- te es el esfurerzo de redisefiar el paisaje fnterne de los seres humanos mnis~ mas, o sea, nuestras mentes, ideas, valores, conductas, deseos y gustos; se pretende crear una moneenftir humana que se adapte al redisefio del paisa- je externo. La idea es que nuestras mentes y nuestra conciencia se comfi- guren segiin los sistemas corporativos de nuestro enterno, como los nu- chos ordenadores compatibles entre ellos. El encargo de esta clonacién interna se dirige a los medios de comu- nicacién de masa globales, particularmente a la television y la publicidad, aunque sin duda también podriamos afiadir el cine, la radio, la industria musical y otros. Se trata de instrumentos que hablan directamente a la men— te de la gente en cualquier parte del mundo, imprimiéndoles patrones de pensamiento, conjuntos de imagenes e ideas y marcos de referencia para entender cémo se debe vivir la vida. Es tragico que este proceso es de muy largo alcance y que sean muy pocos corporaciones gigantes quienes lo promueven. kk El hecho més alarmante de todos los medios de comunicacién globales es como uras pocas firmas los explotan y operan con ellos. El grado de PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANOLA 7) concentracién de la propiedad de los medios de comunicacién globales rivaliza con el de la industria del petrdleo, Pero la diferencia entre la mo- nopolizacién en la industria petrolera y en la de los medios de comuni- caciOn es que la primera hace sus negocios con cosas tangibles, mientras que la segunda Jos hace con la conciencia. Por esta raz6n puede ser el factor central en la configuracién de la evolucién de las sociedades y que deci- de si puede sobrevivir un minimo de democracia. Hace poco, Robert McChesney, una de las autoridades principales en medios de comunicacién de la Universidad de Illinois, hizo una com- pilacién de un conjunto de estadisticas y analisis extremadamente im- portantes sobre la monopolizacién global de los medios de comunica- cién que muestra sus implicaciones ominosas para el funcionamiento futuro de Ja democracia a escala planetaria. Alrededor de 1999, afirma McChesney, s6lo ocho corporaciones gi- gantes poseian el 70 por cien de los medios de comunicacién del mun- do, pero de todos los medios globales, no sdlo de la televisidn, sino de los periédicos, revistas, radios, sistemas de satélite y cable, produccién de li- bros, produccién y distribucién cinematogrifica, cadenas de salas de cine, recursos principales de Internet, carteleras y parques tematices. Desde entonces, las reglas de la Organizacién Mundial del Cometcio y de la politica interior de los paises no han hecho més que reforzar la tenden- cia a la eoncentracién. Estas ocho corporaciones ya estén en condiciones de hablar a miles de millones de personas en todos los continentes y lo hacen todos los dias y a todas las horas. Estos ocho gigantes globales son: Time Warner, Disney, Fox News, Viacom, Seagram, General Electric, Sony y Bertelsmann. Los primeros tres de esta lista poseen mas del 50 por cien del total sumado de las ocho compaiiias. La condicién del oligopolio del mercado mediatico global también se da en Ja mayoria de los paises y en categorias medidticas espectficas. «La industria global de la misica ~dice McChesney— esta dominada por sélo cinco firmas, de las que todas menos una (EMJ) a su vez forman parte de corporaciones mediticas transnacionales ms amplias.» También la propiedad de periédicos est4 altamente concentrada. En Canada, por ejemplo, el portavoz de Ia derecha, Conrad Black, posee el 61 por cien de los periédicos; también es propietario de 437 periddicos a escala global. En Gran Bretaifia, cinco firmas, incluyendo a Fox News, poseen el 90 por cien de tados los periédicos en circulacién. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMIINAR LA TELEVISION: 18 Este nivel de concentracidn en los medios de comunicacién no es facil de percibir con una observacién casual, ya que la mayoria de las f- liales locales o incluso internacionales siguen operando bajo nombres di- ferentes. La CNN, por ejemplo, actualmente es propiedad de Time Warner, como también HBO, Court TV, Warner Brothers y Cinemax Films, las revistas Time y Fortine, entre cientos de ottos. Fox News posee 22 esta- ciones de televisién estadounidenses, mas de 130 diarios en todo el mun- do, 23 revistas, la British Sky TV, el satélite Asian Star, la Latin Sky Broad- casting, entre cientos de otras empresas. Disney posee la televisién y la ted de radio ABC, adems de canales globales de televisi6n por cable como ESPN, Lifetime, A&E, History y E!Entertaimment entre centenares de olzas estaciones y otros tipos de medios alrededor del mundo. Muy diffcihnenie se puede sobreestimar la importancia de estas figuras o la influencia que estas pocas corporaciones tienes sobre los representantes de los go- biernos y la administracién piblica en todo el mundo. Dada esta situacién, uno podria preguntarse si puede haber la posibilidad de que sobreviva un flu- jo de informacién lo bastante libre para una democracia real. Tampoco se puede sobreestirnar los impactos de estas pocas y poderoses corpora- ciones en la opinién piblica cuando estan en juego temas de primera importancia, ya estén relacionados con el ambiente, la politica social 0 las elecciones nacionales. Un ejemplo muy claro del problema se vio en Estados Unidos a co- mienzos del 2004, unos nueve meses después de la invasién de Irak. Una encuesta nacional descubrid que Ja gente que recibia las noticias ¢ infor- maciones de Fox News (un 40 por cien de Ja poblacién) tenia una visién completamente diferente de las circunstancias que habian Ievado a Ja guerra que la gente que lefa periddicos o veia otros canales. Fox News habia mostrado persistentemente una tendencia derechista y pro-bélica en sus informaciones. Asi, el 80 por cien de fa audiencia de Fox News creia al menos una de Jas suposiciones siguientes: que habia una conexién de conspiracién entre Saddam Hussein y los terroristas de Al Quaeda, que se habian encontrado armas de destruccién masiva en Irak 0 que la mayoria de Ja poblaci6n mundial apoyaba a Estados Unidos en sus acti- vidades alli. El 45 por cien de Ja audiencia de Fox News crefan las tres cosas a pe- sar de que hacla mucho que todas los owos medios y el gobierno habian admitido que no habia terroristas ni armas de destruccién masiva y muy poco apoyo global. PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANOLA 19 Este es uno de los miles de ejemplos que se podria poner para de- mostrar el grado en que el conocimiento pablico se deriva directamen- te de Ios sesgos que toman los medios populares. ;Acaso podria ser de otra manera? Donde no hay puntos de vista contrarios, scémo el pabli- co puede creer otra cosa de la que se dice? La mayoria de los aconteci- miientos de los que hablan los medios ocurren tan lejos del contacto direc- to con la audiencia y el pablico que este tiene muchas dificultades para formarse una cierta perspectiva independiente. En el mundo moderno, las medios de comunicacién se han convertido en Ja base principal del conocimiento del publico.¥ entre los medios de comunicaci6n actuales es la televisi6n comercial a través de la que la mayoria de la gente en el mundo obtiene sus informaciones. La «televisién piblica» ha quedado pricticamente eliminada o drasticamente disminuida en la mayoria de los paises, lo que favorece a la televisi6n comercial con su tendencia a for- matos de entretenimiento y trivializacién en los que se presentan conte- nidos de noticias. Como decia George Orwell en 1984 (comentado detalladamente en la Primera Razon de este libro), «quien controla los medios controla el mun- do». Lamentablemente, este comentario es m4s directamente aplicable hoy que nunca antes. Aunque no hayamos Megado atin al contexto poli- tico de 1984,en el que el Gran Hermano es la tinica frente y toda Ja in- formacién es arbitraria, nos vemos reducidos a ser receptores de las emi- siones de un punaclo de corporaciones mundiales gigantescas cuya visién del mundo es monolitica ¢ idéntica. Orwell tal vez ya sélo ha quedado adelantado en pocas décadas. Una segunda consecuencia de este pasmoso grado de concentracién es su capacidad de influir en la politica de gobiernos locales y en admi- nistraciones globales coma la Organizaci6n Mundial del Comercio. Con la conclusién de las negociaciones actuales dentro del Acuerdo General sobre Comercio en Servicios (General Agreement on Trade in Services, GATS), hay sttevas normas de inversi6n promovidas por corporaciones gigantes que pueden hacerlo casi imposible a los gobiernos nacionales en cualquier parte mantener fuera a Jos conglomerados mediaticos mune diales. Estos tratan de hacerse con el control de las compafiias mediiti- cas locales, dejando asi poco espacio para Ja cultura y los valores locales y promocionanda la homogeneizacién antes descrita. Ahora mismo estamos asistiendo a una nueva y feroz ronda de adqui- siciones y fusiones glabales ya que compaiifas mediaticas de primer y se- 20 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION gundo nivel estén compitiendo para compratse unas a otras, dejando cada vez menos gigantes mediaticos globales y volviéndose mas y mas grandes. Todos ellos comparten los mismos criterios comerciales, valores y visio~ nes del mundo. Por lo tanto, estamos a Ja merced de Jos mas poderosos ¢ influyentes sistemas de comunicacién de la historia, dominados por un puflado escaso de gente que cree saber como deberiamos vivir y pensar. La vida televisiva Para captar plenamente el impacto del actual nivel de la concentracién de corporaciones mediaticas globales resulta Gti] ampliar un poco Jos as~ pectos del poder, escala y alcance de sus instrumentos principales de co- municacién: a televisién y la publicidad. En el primer capitulo de este libro encontraran algunas estadisticas sobre audiencias de television, par- ticularmente sobre el hecho de que el promedio de Jos adultos en el mundo moderno ve mas de cuatro horas al dfa Ja televisién. Entre 1981 y el presente estas ciftas no han cambiado sustancialmente. Entretanto, ciftas recientes de Estados Unidos muestran que nifios menores de 13 afos miran la televisién alrededor de tres horas y media diarias. Los nifios entre 2 y 4 afios Ja miran casi tres horas diarias, sin contar la televisi6n que ven en la escuela. Una investigaci6n reciente he- cha en Estados Unidos por Ja Fundacién Kaiser, dedicada a Ja familia, también averigué que cerca del 20 por cien de nifios tienen aparatos de television en sus dormitorias y que cerca del 10 por cien de bebés tienen Ja television encendida cerca de Ja cabeza cuando van a dormir (se piensa que sirve para hacerlos dormir). Reflexionando sobre estas estadistica, lo que significan es que mis 0 menos la mitad de la poblacién de Estados Unidos mira la televisién mas de cuatro horas diarias. 3Cémo puede ser (incluso mirando intensamen- te cada noche y todo el fin de semana}? En Estados Unidos, la gente se dedica mas a mirar la televisién que a cualquier otra actividad de la vida al lado de dormir, trabajar 0 ir a Ja escuela. (Estas ciftas ni siquiera han cambiado desde Ja llegada de los ordenadotes e Internet; lo tnico que ha pasado cs que han zumentado el tiempo que la gente dedica a maquinas de informacién.) En Estados Unidos, mizar Ia televisién se ha convertido en la actividad principal ala que la gente consagra sus dias. Ha sustituido la vida en comunidad, la vida familiar, la cultura. Ha sustituido el entorno. PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANOLA 21 De hecho se ha convertide en el entorno con el que la gente interactiia diariamente, tratandose de un entorno mucho mis agtesivo que los ar- boles y ja naturaleza. También se ha convertido en la cultura, y no me re- fiero a Ja asi llamada «cultura popular, que suena un poco a democracia. La televisién no es democratica. Los que Ja ven en casa no hacen televisién, sdlo son sus receptores. Nadie eligié a estas ocho corporaciones gigantes nia los canales locales afiliados a ellas. Estas ocupan su posicién debido a su fortuna corporativa y porque las estaciones piiblicas fueron casi total- mente privatizadas. La television expresa una cultura de corporaciones, no fa cultura popular. A la vista de estas estadisticas, es honesto decir que nuestra genera- cién es la primera en Ja historia que ha trasladado su vida al interior de los medios de comunicacién; que ha sustituido el contacto directo con otras personas, otras comunidades y Ja naturaleza por versiones simula- das, recreadas o editadas de eventos, incluyendo las noticias, de manera que tenemos pocos recursos para juzgar su veracidad. La television es la érealidad virtual» original. La situacién esti rayando en lo extravagante, se estd convirtiendo en materia de ciencia ficcién. Si un antropélogo Hegara de la galaxia de An- drémeda, enviado para estudiar a la gente en la Tierra y se lo soltara so- bre Estados Unidos, es probable que el informe que presentatia de vuel- ta en casa seria algo como esto: «Estan sentados noche tras noche en habitaciones oscuras. Miran una luz. Sus ojos 10 se mueven. No piensan. Sus cerebros estan en un estado pasivo/receptivo (medido camo “alfa” en aquellos que mitan més intensamente) y una serie ininterrumpida de im4genes penetra sus cerebros, imagenes de algunos lugares donde no estan, a miles de kilémetros de distancia. Estas imagenes las envia un gru- po muy reducido de personas y su contenido son pasta de dientes, co~ ches, ametralladoras, sangre y gente dando vueltas en trajes de bafio. Todo este asunto parece una especie de experimento de control mental». ¥ asi puede ser, en efecto. A escala internacional, la situacién no es muy diferente de la de Es- tados Unidos, Cerca del 80 por cien de la poblacién mundial tiene hoy acceso a la televisién y la mayoria de los paises industrializados muestran hébitos televisivos parecidos a los de Estados Unidos. En casi todos los paises europeos y sudamericanos el promedio de la gente mira la televi- sién de tres a cuatro horas diarias. En Jap6n y México Ja miran mas que en Estados Unidos. En algunas partes del mundo, donde hay muy pocos CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION rey Nn programas locales, la television que Ja gente ve viene de Estados Unides ¥y otros paises occidentales. Hasta en Ingares del planeta donde no hay ca- minos, en mindsculas islas tropicales, en heladas tundras polares o caba- fias de troncos, millones de personas estan sentadas noche tras noche mi- tando a gente blanca en Dallas conduciendo coches elegantes, pasando el dia alrededor de piscinas y bebiendo Martini mientras maquinan mane- ras de empujarse unos a otros al agua, o bien estin mirando «Baywatch», el show mas popular del mundo. La vida en Texas, California y Nueva York esta hecha para parecer lo mejor a lo que se puede Iegar en Ja vida, mien- tras que la cultura local, incluso alli donde aan es muy intensa y viva, lo que todavia es asi en buena parte del planeta, se la presenta de manera que parezca retrégrada, de poco valor, como algo no apetecible. El acto de miirar Ja television esta sustituyendo rapidamente a otras for- mias de vida y sistemas de valor. En todas partes, la gente comienza a pre— sentarse con Ja misma imagen, afora las mismas comodidades, desde co- ches a fijadores de pelo, de mufiecas Barbie a videojuegos. La television esté convirtiendo a tado el mundo en cualquier otro. Esta clonanda to- das las cultuzas para que se parezcan. En Ui ntndo feliz -como veran en la Primera Razén-, Aldous Huxley vio este proceso de clonacién global en forma de consumo de drogas e ingenieria genética. Esto también lo tenemos, pero la televisi6n casi lo hace igual de bien gracias al alcance y el poder de este medio. La televisién en la region artica A lo largo de Cuatro buenas razones para eliminar la television el lector en- contrara muchos ejemplos del impacto de la televisién en culturas nati- vas y en el tipo de visiones del mundo matizadas que no se prestan para ser traducidas a través de este medio. Unos diez afios después de finalizar el libro, tuve la ocasi6n de hacer una experiencia directa con el proceso de homogeneizacién cultural, cuando visité una commnidad de indios a ja que habja Mlegado la televisién y fa veian por primera vez. Me confir- m6 plenamente cémo este medio de comunicacién podia transformar negativamente una cultura, reconfigurandola para adaptarla més nitida- mente al mundo industrial de las corporaciones. Me habia invitado la Asociacién de Mujeres Nativas de los Territorios del Noroeste (Canada) para visitar a los pueblos nortefios de los indios dene PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANOLA 23 y jos inuit (esquimales) justo cuando la televisién legé alli. Fue a mediados de la década de 1980. Se trata de un 4rea extremadamente remota, a menu- do descrita como «tierra baldia, vacia y despoblada» cerca del circulo Arti- co, Sin embargo, lejos de estar «vacio», hay actualmente veintiséis comuni- dades nativas de némadas itinerantes (alrededor de 22.000 personas), que vivert ampliamente dispersadas en medio de los miles de lagos, bosques y, mis al norte, de la candra. En su mayor parte, estas comunidades hzbian conservado su econontia tradicional y sus practicas culturales:la pesca a wavés del hielo, la caza con tiros de perros y con trampas. Vivian en casas comu- nitarias, hechas de troncos de madera para varias familias que compartian el trabajo. En este lugar, Jas temperaturas invernales bajan a -30° Fahren- heit y la estacién de verano es extremadamente corta. Las precipitaciones son tan escasas que la zona casi se califica como desierto. Estos pueblos atin sobrevivian exitosamente y al parecer con alegria en este lugar don- de habitaban desde hacia cinco mil afios. Hasta que llega la televisién. Segiin la Asociacion de Mujeres Nativas, tan pronto como llegé la televisién, las cosas comenzaron a cambiar. El gobierno canadiense habia insistido en que estas conwunidades aceptaraa Ja oferta gubernamental de instalaciones de satélite gratis en Jas comunidades, admitiendo que que- tian que los indios cambiaran «para ser mas como canadienses». Un nue- vo descubrimiento de yacimientos de petréleo en los territorios del nor- geste requerfa una gran cautidad de obreros, y los indios aportarian mano de obra buena y barata con tal de que se los pudiera persuadir de abando- nar sus hébitos tadicionales.La television era el tinico instrumento que po- dia realizar esta desculturalizacién y reculturalizacién, que podia estimu- lar ef deseo de abandanar los habitos indios, hacer que se volvieran més urbanizados, que buscaran la comodidad y que tuvieran el deseo de for- maar parte de Ja economia de los sueldos regulares. La Asociacién de las Mujeres Nativas continuaba diciendo que en aque- Has comunidades donde Ja televisi6n habia comadeo pie, se habian proda- cido a menudo repentinos cambios en Ja vida familiar, especialmente en el comportamiiento y los valores de los jvenes y en cuanto a su interés por aprender las habilidades tradicionales de supervivencia en uno de los entornos mas duros del mundo. Las farnilias ya no se visitaban entre ellas con tanta frecuencia como antes, los nifios ya no querian aprender los juegos y lenguas nativos. Tampoco estaban dispuestos a acompafiar a sus mayores en Ja caza o Ja pesca. En cambio, ahora querian cosas: comida jrnk, tejanos bonitas y coches nuevos (no habia carreteras en esos territorios). CUAFRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Como decian las mujeres, lo mas grave era que se estaban extinguien- do las practicas culturales principales, sobre todo el «narrar historias». Hasta la llegada de la televisi6n, wna tipica actividad al caer la noche solia ser la comida en comunidad en la casa de troncos.A continuacién, todos Jos jévenes se juntaban en un extremo de la sala con los mayores para es~ cuchar su historias durante horas. Eran las historias fabulosas que habian Hlegado a través de cientos de generaciones. Eran sistemas de aprendizaje esenciales para la cultura, pero también eran algo més que esto. Las muje~ res se habian criado con. estas historias y habian apreciado este proceso tan- to coma las historias mismas. Estar sentadas junto a los mayores y escu~ char los antiguas cuentos habia sido para ellas como una ventana para mirar atras a sus propias raices ancestreles, a su existencia india. Pero tam~- bién estimulaba el amor de integracidn, la confianza y el respeto. Con la lle~ gada de la televisi6n cesaron las historias. Ahora todo el mundo estaba sen- tado delante de ese aparato, mayores y jévenes, mirando las «historias» de Los Angeles, Toronto y Nueva York sobre policfas, coches, casas espléndi~ das y comidas opulentas. Al cabo de sélo dos o tres afios, los jvenes co~ menzaron a manifestar hasta qué punto les parecia odioso ser indios, que querian ir a trabajar en el oleoducto y mudarse a las ciudades de barra- cas, construidas a Io largo del proyecto. E! poder especial de la publicidad Otro aspecto «escondido» o invisible del poder de los medios de comu- nicacién tiene que ver con el papel y la dimensin de Ja publicidad. Por supuesta que todo el mundo es consciente de la publicidad ~ia vemos ru~ tinarizmente cada dia-, pero la mayoria de la gente tiende a ser menos consciente de sit poder e influencia, Cuanto mayor es nuestro nivel de edu~ cacién, mas tendemos a considerarla como trivial y a creer que en reali- dad no nos afecta, que nuestro intelecto nos salvara. Si fuera asi, las cor poraciones despilfarrarian estapidamente un monton de dinero, ya que invierten decenas de millones de délares creyendo que los spots de publi- cidad ejercen un efecto decisivo sobre cémo la gente ve sus elecciones y satisfacciones, con independencia de si recibieron una educacién supe~ rior o no. PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANOLA 25 En Estados Unidos el teleespectador medio ve actualmente unos 30.000 anuncios anuales. Es decir que 30.000 veces se lo ataca con imagenes ex- tremadamente invasoras que dicen virtualmente lo mismo. Aunque uno sea de pasta de dientes, otros de coches, cosméticos o medicamentos, el propésito de todos estos anuncios es idéntico: convencer a la gente de que vean la vida como un torrente imparable de satisfaccion de las co- modidades.A escala global, cl efecto de comercializaci6n acumulativo de la publicidad es inmenso. Desde luego que no todo teleespectador de cualquier anuncio se va di- rectamente a una tienda a conyprar esta cosa, y los publicitarios lo saben. Estin jugando un juego de mimeros. Cuantas mis veces un teleespecta- dor ingiere una imagen publicitaria la repeticidn de las spats es el me- canismo principal para hacerlos eficientes— més se convierte en parte de la conciencia del teleespectador. La imagen se pega en la mente como una mosca en la cinta de moscas, y entre los publicitarios se ha convertido en.un sermén popular que una vez que las imagenes estin ingeridas, siguen permanentemente ahi. Howard Gossage, un aclamado ejecutivo publicitario y animador me- diatico de la década de 1960, hablaba a menudo ante su audiencia del ape- qhefio y sucio secreto entre los publicitarios de que sus imagenes apa- tentemente superficiales y tontas no dejan de set un tipo muy eficaz de lavado de cerebro. No importa cudn inteligente eres». En otras palabras, si estis mirando la television tendrds que ver e interiorizar las imagenes. Peor atin, una vez que la imagen estA incorporada, lo estari permanente- mente. Si usted no piensa que sea asi, ;cdmo es que si digo «Ronald McDo- nald» o «el equipo Britney Spears bebiendo Pepsi» le viene una imagen ala mente? ZSabia que estas imagenes existian en su cerebro? Lo decisi- vo de este ejercicio es que su intelecto no puede salvarle. Las imagenes publicitarias entran, son dificiles de erradicar y pueden convertirse en wna especie de panel interior de anuncios, dispuesto a centellear en los mo- mentos apropiados, Esta es la razén por la cual se gasta tanto dinero del cual la mayor parte se destina a la televisién.A diferencia de los medios de comunicacién impresos donde las imagenes son estaticas~ la televi- sién ofrece imAgenes en movimiento que penetran con precision la men- te de millones de personas como si viajaran por una autopista. El discer- nimiento y la inteligencia del espectador no tienen aqui papel alguno, y mientras todos los publicitarios conocen las posibilidades de este poder, % CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION la mayoria del publico no Jas comprende. (En los capitulos 10-12 del li- bro revisamos algunas de las caracteristicas de las imagenes de televisién y publicidad que hay que afiadir a su poder inmenso.) Los publicitarios s6lo en Estados Unidos gastaron cerca de 214 mil millones de délares en 1999, lo que represent mis del 2,1 por cien del producto interior bruto norteamericano de aquel aio. Alrededor de la titad de este dinero se destind a spots televisivos, mientras que el resto se repartia entre periddicos, revistas, paneles de anuncios, radio y otros me- dios. De las veinte corporaciones publicitarias mas importantes, once re- presentaron sdlo dos industrias: automéviles y medicamentos, Las otras categorias mayores incluyeron cosméticos, comunicaciones, venta a do- micilio de comida rapida, servicios financieros, productos de limpieza y lineas aéreas etcétera_ (Una categoria nueva de gastos de publicidad que se percibe poco son los destinados a nifios menores de ocho afios. Segin los psicélogos Tim Kasser y Allen D, Kanner, en su libro Pycholagy and Consumer Culte- re, la publicidad destinada a nifios jévenes representa hoy 12 mil millones de délares anuales slo en Estados Unidas, de los que 95 millones vie- nen de Burger King y de Quaker’s Captain Crunch cereals. Esta publici- dad para nifios recibe una inmensa ayuda de investigaciones psicolégicas, para las que se gastan decenas de millones de délares con el fin de detet- miunar qué es lo que hace que los nifios motiven a sus padres para ciertas decisiones en sus compras.) Los gastos de publicidad de Estados Unidos representan cerca de la mi- tad del total de lo que se gasta en el mundo, y los gastos en Europa au~ mentan mas del 10 por cien al afio. En China ~la gran esperanza de im- portantes mercados nuevos— Ja publicidad aumenté entre un 40 y un 50 por cien cadar afio en fa dltima década. La concentracién corporativa entre las agencias publicitarias es casi igual a la de los medios de comunicacién en general, en parte por la glo- balizacién del mercado de productos, que facilita a las agencias publici- tarias globales una mayor eficiencia en Ja creacién, produccién y coordi- nacién de la distribucion de mensajes globales. La agencia mds grande es Omnicom (con beneficios de 4,2 mil millones de délares en 1997); es pro- pietaria de otras catorce grandes agencias de publicidad, incluayendo BBDO Worldwide y DDB Needham Worldwide. Las otras dos agencias de pu- blicidad gigantes de alcance mundial son WPP Group (3,6 mil millones de délares) e Interpublic Group (3,4 mil millones de d6lares). Los ingre- PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANOLA a7 sos de estas tres agencias juntas son mayotes que las de Jas diez que les siguen en magnitud. La tendencia de consolidacién entre agencias de publicidad est cre- ciendo, ya que los comerciantes globales prefieren trabajar con una sola agencia en todo el] mundo, siempre en busca de una mayor eficiencia. Por lo tanto, tenemos un pufiado pequefio de corporaciones gigantes que trabajan con un puiiado pequefio de agencias de publicidad gigantes, in— virtiendo decenas de miles de millones de doélares en un4genes poderosas que se envian a cualquier poblacidn nacional y grupo étnico, diciéndoles cuanto puede mejorar la vida gracias a los productos industriales. Afortunadamente, algunos paises han comenzado a limitar el gasto, tipo y audiencia destinataria de Ja publicidad, porque reconocen el ex- tremo poder de este medio para influir en la conciencia pitblica y por el he- cho de que crea una sociedad que se mueve demasiado por valores co- merciales. Algunos paises prohiben toda publicidad dirigida a nitios, toda publicidad pagada en campafias electorales -ofteciendo en lugar de ello espacios de emisién gratuitos para que los candidatos puedan presentar sus puntos de vista durante un periodo limitado y prdximo a las elecciones; ademéas prohiben cualquier publicidad en canales piblicos, entre muchas otras restricciones, En muchos paises también se limita estrictamente el tiempo de emisién de anuncios por hora. En Estados Unidos no existe ninguna de estas restricciones, De hecho, la Gnica limitacién impuesta a la publicidad comercial en Estados Unidos es la ley contra el anuncio de cigarillos en television. Creo que este es un drea muy fecunda pata pro- testas firturas por parte de grupos de ciudadanos en cualquier pais, espe~ cialmente de organizaciones de padres que se preocupan de cuestiones que afectan a los nifios. Esta relacién de ensuefios entre television y publicidad también tiene una dimensién politica directa, lo cual es un buen ejemplo para cualquie- ya que dude del poder de esta combinaciéu para cambiar profundamen- te el pensamiento y las convicciones. , En 2004, el nuevo gobernador de California, Arnold Schwarzeneg- ger, el popular héroe de peliculas de accion, traté de promocionar una emisién de bonos de 15 mil millones de d6lares para conseguir que se le votafa en una eleccién especial. Al principio, cuando fue introducido, un 70 por cien del piiblico estaba enérgicamente en contra de él. Pero Schwarzenegger fue capaz de reunir 8 millones de délares para gastarlos en spots televisives comerciales, que se emitian de manera condensada 23 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 24 durante las filtimas dos semanas antes de las elecciones. El mismo hizo de actor en estos spots para dar ceiebridad a Ia causa. La oposiciGn a Ja emi- sion de bonos no fue capaz de encontrar ninguna reserva significativa que se oponia, de modo que la ausencia de un punto de vista contrario hizo que Schwarzenegger lograra Hevar a la opinién piblica en tan sdla dos semanas hasta el extremo opuesto. La votacién final fue del 70 por cien a favor de la emisién de bonos. Si hubiesen habido reservas desde la opo- sicién, hubijera sido posible mostrar cémo el estado carga una deuda fan- tastica sobre las generaciones futuras. Otro ejemplo que se puede poner es el de la campafia presidencial de 2004 en Estados Unidos. El equipe de George Bush comprendié pro- fundamente el poder de la publicidad y, particularmente, que en ausen- cia de una vision opuesta, generalmente se cree Ja que se afirma. Consi- guieron reunir 200 millones de délares para anuncios, la mayor cantidad nunca destinada a un candidato en Ia historia, y virtualmente toda se iba a gastar en televisién. Segiin el director de la campafia, este dinero se usa~ tia para «definir a John Kerry», el candidato demécrata, «porque el pibli- co no lo conoce bien». Con la palabra sdefinim se querfan decir atacarlo con medias verdades y mentiras sobre los tiltimos treinta afios del candi- dato, al tiempo que estilizaban al presidente como enérgico y valiente Hider de una nacién en guerra. El poder de Ja television es tal que sdlo después de pocos dias de falta de respuestas a las emisiones de Ia propaganda, las en- cuestas de opinién mostraron un retroceso del soporte a Kerry. Las entre- vistas en U.S.A. Today mostraron un publico que imitaba exactamente el Jenguaje de los anuncios: «Kerry es un charlatan», «Kerry subira todos nues- tros impuestos», etcétera. ;Cémo podria ser de otra manera? ¢Cémo una persona media podria saber qué es verdad y que es falso, mientras no se dice nada en contra, directamente, con el misino volumen y la misma habilidad. En ausencia de una perspectiva alternativa, el ptiblico aceptara lo que ve. En este caso, sin embargo, en el campo de Kerry se reconocié los pe- ligros de las acusaciones no respondidas y se hizo un Ultimo esfiierzo para reunir 100 millones de délares por su cuenta, obtenidos en parte de do- naciones republicanas de grupos decepcionados, Mientras escribo esto, en julio del 2004, no conecemos el resultado final de esta épica batalla mediatica y de dinero. Pero el problema es que las campafias electorales en Estados Unidos tratan ahora mucho menos de los asuntos clave del tiempo. Las campaias se han reducido esencialmente a batallas de televi- sién 2 imagenes publiciterias. Es una guerra de agencias publicitarias para PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANOLA 29 Ja entrada sin impedimento en Ia mente piblica con informaciones e imi- genes que pueden o no ser verdad, una campaiia virttal, en Ja que el mon- taje tiene el poder sobre lo real. x ee Pues bien, :dénde nos Leva todo esto? Nos lleva a estar en un sistema de co- municacién global en el que miles de millones de personas estan sentadas durante Jargas horas noche tras noche en salas oscuras, en un estado semi- consciente mirando las im4genes de la televisién, que les envia gente des- de muy lejos a Ja que no conoce, aquellas oscilaciones entre trivialidades sin sentido y mensajes con propésitos con Ja habilidad de persuadizlos de que Ja vida mejor es la que se rige por la comodidad. Esta situacién ya era mala hace treinta afios, cuando escribi este libro. Pero hoy es peor. Reformas y alternativas Ada vista de la sitnacién descrita més arriba, es de extraiar que na haya mis enojo entre el piblico, La oposicién a un modelo de medio de comunica- cién dorninante que sitia el hiper-comercialismo por encima del bien pi blico no fie un asunto candente para la mayoria de los grupos que promo- vian la agenda progresiva de reformas.A pesar de que millones de personas han protestado contra la globalizacién, no hubo protestas a las puertas de Disney y Fox 0 Vivendi y Time Warner. No obstante, todas estas compa- fijas forman parte de los principales vendedores que estan fijados avida- mente en la globalizacién. De hecho, son el «pegamento de la concien- cia» que cementa el modelo mis alld de todas las fronteras del planeta, y también son los primeros beneficiarios de la expansién de este modelo. La falta de una accién organizada contra este asumto puede tener va- rias razones. Hay el nivel desmoralizante del problema; los medios de co- municacion estan en todas partes, lo abarcan todo, dominan todo, y de manera aparentemente «neutral», No se sabe dénde comenzar. En se- gundo lugar, las corporaciones globales de los medios de comunicacion, y también los domésticos, no transmiten o hacen anilisis de temas que conciernen a su propio papel poderosa, 0 la concentracién dictatorial de propiedad, excepto al final, en las paginas de negocios, que dejan estos asuntos bien lejos de la conciencia del ptblico.Y, en tercer lugar, algunos 30 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION activistas y organizadores ven su propia dependencia de los medios prin- cipales para desviar informaciones cruciales sobre sus temas; o al menos siguen esperando que esto se pueda hacer. Pero los momentos ocasiona- Jes en que logran algo con sus esfuerzos son verdaderamente la excep- cién que confirma Ja regla. No obstante, hay sefiaies de que fas cosas comienzan a cambiar. Por ejemplo, en noviembre de 2003, ruvo Ingar en Madison, Wisconsin, el primer Congreso nacional de Estados Unidos sobre la reforma de los medios de comunicacion, apoyado por la Free Press y con asistencia de mas de 2.000 activistas de todo el mundo. Fue una constatacién importante de que finalmente habia comenzado un nuevo movirniento. Los asistentes discutian sobre temas que iban desde el problema de la propiedad y con- centracién de los medios, el acceso piiblico y la politica de enisién de programas pttblicos, hasta los éxitos de movimientos de medios de co- municacién alternativos en el extranjero, los impactos negativos de la WTO y la FFC, la baja calidad del periodismo ofrecido por los medios comerciales, etcétera. En su mayoria, subrayaron enérgicamente que to- dos los grupos de activistas, sea cual sea su preocupacién principal, tenian que centrarse en los problemas de los medios de hoy, pues de otro modo su trabajo se veria constantemente obstaculizado. La reforma de los me- dios tiene que pasar a ser el tera candente de cualquier grupo que traba- jaa favor de resultados democraticos y un libre flujo de la informacion. (Desgraciadamente no discutieron lo bastante el problema sistémico de ja publicidad y Ia televisién tal como lo hace este libro.) En el Congreso de Madison se ofrecieron algunos ejemplos del éxito sorprendente que estén teniendo los activistas de medios de comunicacién alternativos alrededor del mundo, especialmente en Sudamérica, donde ja oposicién al neoliberalismo es popular y creciente. En una interven- cién, Sally Birch, establecida en Ecuador, de la Agencia de Informacién Latinoamericana, insistia en que no podemos seguir suponiendo que los medios alternativos son invariablemente «marginales», y ella dio tres ejem- plos de campaftas sudamericanas ayudadas en gran medida por los acti- vistas mediaticos. E| primero es el intento de destituir el democraticamente elegido pre- sidente Chavez de Venezuela. Este intento de golpe fie organizado en gran media por intereses de negocios en estrecho contacto con Estados Uni- dos, y sus motivos se difundicron en voz alta por los grupos de medios de comunicacién venezolanos. Sally Birch sefialé que fueron sobre todo las PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANOLA 41 voces unificadas del extenso sistema de medios de comunicacién al- ternativos los que animaron a Ia poblacién a prevenir la destitucién de Chavez. Un segundo ejemplo era Bolivia, donde los principales medios apo- yaron las campaiias de privatizacion del Banco Mundial, inchyendo el agua, a pesar de los inmensos estragos que causé al ptiblico general. Los medios alternativos en Bolivia fueron un factor clave para mantener el flujo de la informacién y la conexién entre los grupos de oposicién.Y en Colombia, el gobierno detechista del presidente Juan Uribe perdid recientemente un referéndum importante, lo que fue una absoluta sor- presa para todo ef mundo salvo los periédicos pequetios y las fuentes de noticias alternativas que lideraban esta campafia «subversiva». Entretanto, en Estados Unidos se produjo un cambio importante du- rante los primeros meses del 2003; un levantamiento popular amplio contra nuevas leyes favorables a las corporaciones propuestas por La Co- musi6én Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC). La FCC habia propuesto nuevas medidas de desregulacion impor- tantes que habrian permitido, entre otras cosas, una fusién de propieta- tios de prensa y radio, asi como la eliminacién de de la mayoria de las restricciones de] niimero de estaciones de televisi6n que una sola com- pafija podia poseer a escala jocal y nacional. Asi,en cualquier ciudad, un gigante mediatico podria haberse hecho con los mayores periddicos y varias estaciones de television y radio, una prescripcién perfecta para el control casi total de Ja admninistracién padblica. Més de 750.000 personas escribieron al gobierno paza expresar su indignacién y desde entonces #riii- gtina de estas leyes fire aprobada. Todo el asunto fue qasiadado a un segun~ do plano de prioridades desde donde puede ser reavivado 0 no. Pero con independencia del resultado final, tal vez hemos Ilegado a un punto de viraje en que ej pablico pasivo ha visto sus derechos democraticos seve- ramente amenazados por fusiones de medios de comunicacién y ha aprendido que puede hacer algo contra ello, El papel de Internet Estas fuertes resistencias en Sudamérica y en el caso de la Comisién Fede~ ral de Comunicaciones de Estados Unidos fueron apoyadas en parte por el uso inventivo de! Internet. En Estados Unidos, tanto grupos liberales como 39 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION conservadores difundieron en el mundo su oposicion via Internet y era urgente que se les contestara. Muchos elementos progresivos ven el Internet como herramienta de- finitiva para hacer retroceder las corporaciones en funcién de una mayor conwnidad democratica y un aumento de Ia fuerza individual. ¥ este ins- trumento tiene mucho que se puede recomendar. No obstante, al tiem~ po de reconocer este potencial, también son necesarias advertencias de precaucién, ya que Internet puede estar sujeto en tiltima instancia a muchos de las mismas intervenciones comerciales de poderosas corporaciones que estan plagando el resto de los medios de comunicacién de masas; ni tam- poco actiia indefectiblemente para e] lado progresivo de Ja agenda. En su panfleto destacable, It’s the Media, Stupid, Jobn Nichols coopera con Robert McChesney para hacer una aproximacién mesurada 2 los po- tenciales de Internet para reformar los medios de comunicaci6n. Segin los autores, el argumento principal a favor de los potenciales utépicos de Internet es mas o menos este: «Puesto que cualquiera puede abrir una pagina web con relativamente pocos gastos, y porque cualquiera puede acceder a cualquier pagina web, las firmas gigantes de medios de comuni~ cacién se convierten en dinosaurios de otra era, y es seguro que su control de tigo monopoli terminara». Aunque ciertamente es una expresién de democracia el ser capaz de abrir una pagina web y hay millones de personas que Jo han hecho, muy pacas paginas web han tenido el apoyo promocional suficiente o una ges- tién lo bastante efectiva para incicir de manera significativa en la admi- nistracién piiblica, y esto a pesar de los ejemplos anteriores. La consecuencia mas inmediata de !a revolucién digital puede ser la convergencia, con Ja que compaiifas telefénicas como ATXT y compa- iifas de ordenadores como Microsoft entran en actividad en los medios digitales, las telecommunicaciones y las industrias de ordenadores. AT&T se ha convertido en la mayor compania de cable y Microsoft ha adquirido participaciones de comparifas de medios de comunicacién, cable y teleco- municacién en todo el mundo, con consecuencias potencialmente omino- sas para el futuro de un Internet «libre». Otro aspecto decepcionante es que el Internet, mientras sin duda apo- ya a las fuerzas progresistas en sus intentos de organizar comunicaciones y estimular respuestas por parte del pablico, genera los beneficios correspon- dientes para las corporaciones mas poderosas del mundo: empresas banca- vias, recursos naturales, manufactura y comunicaciones. Las modernas cor- PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ESPANIOLA 33 poracioues globales no existirian en suc actual dimensidu ni operartan con ta velo- cidad y eficiencta con que fo hacen sin esta red global de teleconnicaciones para imailener sus carpresas de mil brazos en constante contacto los siete dias de la se- mana y las 24 horas del dia, todos los dias del aito. No sdlo usan estas redes para Ja comunicacién, sino concretamente para mover inmensos recursos en cualquier parte del mundo con el apretén de una tecla; miles de mi- llones de G6lares pasan, por ejemplo, de un banco de Londres a Sarawak, donde se talan bosques enteros, 0 se prestan y venden monedas locales para desestabilizar gobiernos pequefios. Puede ser el filtimo reconoci- miento de la asi lamada revolucién de las comunicaciones que al tiem- po que beneficia a los oponentes del poder corporative cenrralizado, en filtimo término beneficia mas a las propias corporaciones. Asi que, en la medida en que seguimos usando la tecnologia debe- viamos ser conscientes de que no puede ser Ia soluci6n utépica definiti— va y que también otras areas de actividades organizadas son importantes. Pasos hacia un medio de comunicacién mas democritico Cualquier movimiento serio que cree en la reforma mediitica debe incluir cuarto metas paralelas: 1) reducir dristicamente el poder y la concentra-— cién de los medios globales comerciales, a escala global y dentro de cada pais; esto significa desafiar las leyes que permiten que hayan entidades como la Organizaci6n Mundial del Comercio y las correspondientes or- ganizaciones a escala doméstica, como el FCC en Estados Unidos; 2) hay que incrementar enérgicamente el poder y la viabilidad de los sectores no comerciales y sin afin de lucro de los medios de comunicacién, espe- cialmente dentro del sistema de emisoras de radio; 3) hacer tado lo posi- ble para crear, apoyar, extender y reforzar nuevas voces alternativas a es~ cala local, nacional o internacional; y 4) en el area personal, enjuiciar los habitos medidticos propios y de la familia, usando algunos de los recur- sos de las razones 3 y 4 de este libro. Convertir la televisi6n y otros medios de comunicacién de masa en algo positivo es, desde luego, una tarea que nos supera, pero cada perso- na y grupo puede progresar algo en direccién 2 metas de mas largo al- cance, trabajando a escala focal donde pueden tener una incidencia direc~ ta, al tiempo que puede buscar conexiones y oportunidades nacionales ¢ 34 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION, internacionales. Para activistas y familias, el printer paso finsdamtental es po- ner todo el asutito de los efectos de los niedios pare ta sociedad, la enltura y ia fa- inilia en cabeza de la agenda de lucha y de hacexse catgo de que todas las casas son cauisas perdidas, ya se trate del ambiente, de Ja salud o de asun~ tos politicos, si los medios de comunicacién comerciales pueden seguir atuediendo y obnubilando los anintos y la mente de las personas y de la so- ciedad a través de la tivializaci6n, del hiper-comercialismo y,a fin de cuen— tas, del interés propio. En la medida en que examinamos estos temas mas a fondo en este libro, podriamos estar finalmente de acuerdo en que, de todos modas, la refor— ma de la celevisién es de hecho tan dificil y los problemas son tan sisté- micos que toda la tecnologia puede traer mas daiios que beneficios. sSeria el mundo un lugar mejor con menos televisién o con ninguna? En una sociedad democritica una tal eleccién deberia ser al menos una opcién. Introduccion I El vientre de la bestia Si este libro tiene alguna «autoridads, ella proviene de los quince afios durante los cuales trabajé como ejecutivo de relaciones publicas y publi- cidad. Durante ese tiempo aprendi que es posible hablar directamente al interior de Ja cabeza de la gente a través de los medios de comunicacién y, asi, como un mago de otro mundo, dejar alli adentro imagenes capaces de lograr que la gente haga lo que de otra manera nunca hubiera pensado hacer. Al principio este poder me hacia gracia, después me senti asombrado y me fascind Ja mecanica de su funcionamicnto. Mas adelante traté de usar los medios para propdsitoes que me parecieron que valian la pena, slo para encontrarme con que también podian mostrarse renuentes y limitados. Llegué a la conclusién de que —al igual que otras tecnologias modernas que rodean nuestras vidas— Ja publicidad, la television y la ma- yor parte de los medios predeterminan sus propios usos y efectos alti- mos. Finalmente, llegué a sentir horror por todas ellos cuando reparé en Jas aberraciones que inevitablemente creaban en el mundo. Publicitario fracasado Mirando retrospectivamente, advierto que fue una pequefia y absurda rebelién contra mi familia la que me Ilevé a trabajar en publicidad. Mis padres querian que yo eligicra una profesién liberal o que me hiciera cargo de los negocios paternos. Pensaban que si bien la publicidad ya era tuna actividad lucrativa en esa época en que yo empezaba a buscar un des-~ tino, a finales de los afios cincuenta, todavia era un campo demasiado aventurado para un muchacho judio. Algo de razén tenian, desde luego: 38 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION recién graduado en la Wharton School of Business y la Columbia Gra- duate Business School, me negaron un trabajo en una agencia de publi- cidad de Park Avenue diciéndome «su cabello es un poquito rizado: zpor qué no prueba en Ia Séptima Avenida?» Era justamente de la Séptima Avenida de lo que yo estaba huyendo. Mis padres arrastraban esos tipicos temores de inmigrantes. La segu- ridad era su valor primero y primordial; todo fo demis era secundario. Ambos habjan escapado de varios progromes en la Europa oriental. La carrera de mii padre habia seguido el camino de tantos inmigrantes de Nueva York: primero las zonas bajas del East Side; educacin bastante es- casa; niacha calle; trabajo duro en cualquier cosa para sobrevivir; boda a temprana edad; lucha constante para escapar de la miseria. Curiosamente, el éxito le lego durante la Depresién. Fundé la que luego seria Harry Mander & Company, una pequefia empresa proveedo— ra de la industria del vestido, que fabricaba cordoncillos, pretinas y en- tretelas para cuellos y bolsillos. Una de las razones de que mi pacire triunfaza en esos tiempos dificiles fue la Segunda Guerra Mundial. Ya tenfa mas edad de la requerida para el servicio militar y qued6 libre para hacer muy buenos negocios come proveedor de los fabricantes de uniformes militares. Después de la guerra el negocio se reorienté y crecié en nuevas direcciones mientras la econo- mia ponia rumbo hacia una era de ripido crecimiento. A pesar de todo, yo habia decidido que su negocio no era para mi. Yo habia planeado algo mucho mis vistoso, algo mucho mis leno de glamour. Supongo que era esnobismo. En aquella época, cuando pensaba en mi carrera —un tema siempre conflictivo en nuestra casa— ciertas imad- genes solian atravesar mi mente. Puesto que tantas de esas imagenes pro- venian de la publicidad de la época, el mundo de los publicitarios pare- cia el mas apropiado. Habia algo en ese estilo de vida, en aquellos coches enormes, en esos grandes yates blancos, en la elegante gente que los tri- pulaba y en su vida de ocio y placer: el Steiio Americano, No es que yo estuviera especialmente interesado en hacerme rico ni tampoco que me muuriera por tener todas las cosas atractivas que mostra~ ban la publicidad de !os afios cuarenta y cincuenta. Yo no deseaba tanto poseer los coches y los yates, sino ser como la gente que los poseia. Es mis, yo deseaba contribuir a crear esas imdgenes, queria verme todeado de mocelos, artistas, fotagrafos y escritores a quienes imaginaba como la gente més fina y sofisticada. INTRODUCCION 39 A pesar de algunos contratiempos iniciales, como aquella experien- cia de Park Avenue, hacia 1966 gran parte de mis sucios se habia hecho realidad. En ese entonces yo ya habia terminado wna exitosa carrera como nimero uno en una agencia de publicidad teatral y me habia incorporado a una renombrada agencia de San Francisco que desde en- tonces pasé a llamarse Freeman, Mander & Gossage. Nos dedicébamios exclusivamente a los llamados «clientes de presti- gio»: coches Triumph, Land Rover, camisas Eagle, vinos Paul Masson, ca- denas de audio KLH, Scientific American, Advent Corporation, ropa Al- vin Duskin, libros de Random House. Las nuestras eran las oficinas més elegantes de Ja ciudad. Viajaba se- manalmente de costa a costa, tomaba vacaciones de cinco dias en Tahiti, coma exclisivamente en restaurantes franceses, volaba a Europa para es- quiar unos cuantos dias. En um momento determinado, no mucho tiempo después de haber iniciado esta nueva carrera, empecé a advertir una sensacién de vacio den- tro de mi. Me sorprendi a nii mismo sonriendo con una sonrisa de yeso. Advert! que, a pesar de todo, ne Jo estaba pasando bien. Creo que toqué fondo emocionalmente en 1968, mientras realizaba un crucero a trayés de los estrechos de Dalmacia, observando los acanti- lados rocosos, el mar ondulante, el cielo radiante y esos colores que bri- llaban como en el desierto. Miraba todo esto con los codos en la barandilla de cubierta, cuando me di cuenta de que entre todo aquello que estaba viendo y yo mismo habia como una pelicula. Yo podia «ver» esas vistas espectaculares. Yo sa- bia que eran espectaculares. Pero la experiencia no pasaba de mis ojos. No podia hacerle un lugar en mi interior. No sentia nada.Algo no anda- ba bien en mi, Me acordé de algunos momentos de mi infancia cuando Ja sola visién del cielo o Ja hierba me provocaba oleadas de placer fisico. Y en cambio ahora, en esa cubierta, me sentia muerto. Sentia el impulso de repetir una frase que era muy popular entre mis amigos: «La Natuza- leza es aburriday. Lo que me aterrorizaba atin entonces era que yo sabia que el problema estaba en mi y no en la Naturaleza. No era que la Na- turaleza fuera aburrida. Exa que la Naturaleza se me habia hecho indife- tente, que estaba ansente de mi vida. A causa de Ja mera falta de exposi- cién y practica, habia perdido Ia habilidad de sentir su presencia, de conectarme con ella o de preocuparme por ella. Mi vida era, ahora, de- masiaco répida, 40 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Si uno intenta evocar ciertos momentos criticos para explicar acciones posteriores, como el escribir libros, entonces quiz4 aquél fuera para mi uno de esos momentos. Estaba claro que habia elegido un camino fraudulento hacia una imagen igualmente fraudulenta de una especie de «felicidad» bastante fria. Haciendo un balance retrospectivo, empero, quiz4 ese «gran momento» haya sido probablemente menos significativo que ¢l lento desarrollo de una conciencia politica, y tal vez no fuera por accidente que yo estaviera sintiendo de aquella manera. Atrapado por los afios sesenta Uno de mis socios en Ja agencia de publicidad era Howard Gossage, una especie de genio que durante afios, antes de morir en 1969, vivié la agonia que le provocaba lo absurcdo de trabajar en semejante profesién. «Odio ir a Ja tumba —decia— para ser recordado como el hombre que inventé las camisetas Beethoven o los concursos de avioncitos de papel.» Le gustaba contar la historia de un publicitario ya retirado, quien una vez le habia dicho: «Me fui de este negocio cuando una mafiana me des— perté dindome cuenta de que me importaba un carajo que se vendiera mas Quaker Oats de lo que yo vendia Cream of Wheat». Gossage sabia que el problema de Ia publicidad no residia solamente en la forma en que enfatizaba cosas triviales. Le ponia furioso la fiuncién misma dela publicidad, y hablaba de ella como de una invasién de la in- timidad mayor que una llamada telefénica inoportuma, un vendedor de los que van puerta por puerta o el correo publicitario del banco. Era una in- vasién de la mente que alteraba la conducta y cambiaba a la gente. La publicidad expresa una relacion de poder, decia Gossage. Hay uno, el anunciante, que invade y millones que lo absorben. ¢Y con qué fin? iQue la gente compre algo! Un acto profundo y perturbador Mevado a cabo por unos pocos contra muchos y con un propésito trivial. Todavia fascinado por la vida que estaba viviendo, tales consideracio- nes no me parecieron al principio del todo significativas. Pero estibamos en Jos afios sesenta. Mientras yo hacia pasar a mis clientes a mis oficinas de amplios ven- tanales, un montén de gente apenas un poco mas joven que yo estaba ti- rada alli abajo, en el suelo de los restaurantes, hoteles y salas de espec- taculos de San Francisco, exigiendo que en esos lugares también dieran INTRODUCCION Ai trabajo a los negros. En Berkeley, mis alla de Ja bahia, los estudiantes pa- raban Jas clases para reclamer su derecho a participar en Ia politica universitaria. Miles de personas se sentaban en las vias de los trenes que acarreaban material bélico para Vietnam o bloqueaban las entradas a los centros de reclutamiento. En aquellos afios, y viviendo en la zona de la bahia, mal podia uno li- brarse de reflexionar y aun de sentirse comprometido con todo lo que estaba pasando. En mi propio caso, el compromiso muy pronto se hizo directo. Como todo publicitario, yo conocia a muchos periodistas y tenia una sensibilidad exquisita para el trato con los medios influyentes. A can- sa de esto, y por medio de mi amistad con algunos actores con inclinacio- nes politicas de una froupe de comediantes llamada E] Comité, empecé a reunitme con algunos dirigentes contestatarios y al poco tiempo me en- contraba actuando como consejero de prensa a media jornada en algu- nas de las manifestaciones. Al igual que algunos jévenes abogados, yo era parte de lo que se Ilamaba «el grupo de apoyo liberal». Casi nunca llegué tan lejos como para realmente participar, y ni si- quiera estar presente en una manifestacién. En cambio, fui el anfitrién de muchas reuniones nocturnas en mi oficina para discutir lo que estaba pasando. Nuestra principal preocupacién era cémo influir en la prensa para que publicara articulos sobre las reivindicaciones y no se ocupara de los brotes de violencia. He aqui un problema tipico: un grupo de manifestantes ocupaba la recepcién de un hotel, exigiendo que los negros fueran contratados para atender al publico en el mostrador, y no sélo para fregar platos en la ca- feteria. Los diarios y la televisi6n dedicaban cada vez més atencién a grandes historias acerca de las manifestaciones, al mismo tiempo que de- nunciaban editorialmente las tacticas como «contraproducentes para unos propésitos que quiza valian la pena». Los articulos se concentraban en el aspecto desalifiado de los manifestantes, en los momentos de violencia y en lerguisimas declaraciones de dos funcionarios acerca de la ley y el or- den. A lo mejor en las noticias de toda Ia semana apenas se mencionaba como de pasada el hecho de que durante los Gltimos cuarenta afios el hotel no habfe contratado ni un solo negro para un trabajo de atencién a los clientes. En aquellos dias yo no tenia ninguna teoria acerca de los medios de co- municacion, y no creja ser de mucha utilidad como consejero, Pero lo que 42 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION tenia muy claro era que estas manifestaciones no eran contraproducentes, que por primera vez esos temas habfan sido noticia, promoviende lenta- mente la aplicacién de reformas que de otro modo jams se habrian aprobado. Obviamente los medios de comanicacién necesitaban refor- mas tanto come los demas. Poco a poco me estaba dando cuenta también de otra cosa. A medi- da que iba y venia mentalmente de Jos intereses de los manifestantes con quienes charlaba por la noche a los intereses de mis clientes comerciales, enipecé a sentirme cada vez mas impresionado acerca del efecto que la mera posesién de dinero tenia sobre el tipo de informacién que se dis- pensaba a través de los mecios. Mis clientes nocturnos, que hablaban de problemas sociales, necesi- taban organizar a centenares de personas en actos de confrontacién para obtener de parte de los medios una amplia cobertura, aunque a menudo desfavorable-Y si elegian vias menos irritantes, podian emplearse semanas de tiempo y todos sus ahorrillos duramente ganados para organizar progra- mas de informacién a través de la prensa que sélo merecian, en e] mejor de los casos, unos pocos centimetros en las “iltimas paginas de los periddicos. Al mismo tiempo, cualquiera de mis clientes diurnos, llevado por pro- pésitos comerciales, podia comprar y compraba espacios y tiempo publi- citario por valor de decenas de miles de délares.Y a la semana siguiente volveria a hacer lo mismo. Yo ya sabia que, en Estados Unidos, dos anunciantes gastaban mas de 25.000 millones de délares por afio para diseminar su informacién. Sin embargo, justo entonces empecé a prestar atencién a un aspecto obvio, aunque no siempre advertido, de esta situacién. La casi totalidad de esos 25.000 millones eran gastados por gente que ya tenia muchisimo dinero. Eran ellos los Gnicos que podian afrontar el pago de 30.000 délares por una pagina de publicidad en Tinie (54.000 hacia 1977) 0 50.000 por un minuto de publicidad en un horario central en televisién (125.000 en 1977). La gente corriente y las pequefias empresas, aun aquellas exitosas segitn la mayoria de los criterios, sdlo excepcionalmente podian afrontar cualquier tipo de publicidad mas allé de los anuncios clasificados o un pequeiio cartel de ofertas en el escaparate. Solamente los muy ricos compran publicidad masiva en toda la nacién.Y esto los hace todavia mis ticos. ¢Qué otro motivo podrian tener, si no? A.J. Liebling dijo en una ocasién: «La libertad de prensa estd limita— da a aquellos que ya gozan de ella». Yo estaba aprendiendo que el acceso INTRODUCCION 43 ala prensa estaba igualmente distorsionado por Ja posesién de riqueza. La gente con dinero tenia, respecto de la gente sin dinero, una ventaja de 25.000 millones a cero. Los ricos podian simplemente comprar el acceso ala mente del publico en tanto que Jos no-ricos tenian que buscar ca~ miinos mas tortuosos. Esos 25.000 millones de délares son aproximadamente tanto como lo que el pais entero gasta cada afio en educacién superior. Empecé a dar- me cuenta de que una distorsién grave estaba teniendo lugar en la calidad. y el tipo de informacién offecida al p&blico, En una medida cada vez mayor, la mente de Ia gente estaba siendo ocupada por informacién de naturaleza puramente comercial. Como ejecutivo publicitario, yo eta un. instrumento idéneo para llevar cada vez ms adelante esta distorsin. El movimiento ecologista fue el que me terminé de convencer. Nues- tra agencia fue contratada primero por el Sierra Club y luego por Ami- gos de la Tierra y otras organizaciones. A diferencia de la mayorfa de los otros grupos bienintencionados, éstos al menos tenian un poco de dine- To como para pagarse de vez en cuando un anuncio breve sobre algiin tema critico. (Durante los primeros afios de la década de 1970, tados Jos grupos ecologistas juntos gastaron alrededor de quinientos mil déla- res por afio en publicidad con la intencién de neutralizar un promedio de alrededor de tres mil millones gastados por las grandes empresas so- bre esos mismos temas. Esta proporcién era relativamente pequefia, de solamente seis mil a uno, lo que permite explicar en parte los éxitos ini- ciales del movimiento ecologista.} Pronto me encontré escribiendo anuncios conma la instalacién de em- balses en el Gran Caiién, tratando de detener el desarrollo desmesurado de Jas ciudades, colaborando contra los proyectos de aviones del tipo sst* ¢ intentando lograr que la gente dejara de comprar y de usar pieles naturales. Los anuncios atacaban el estilo de vida predominante en el pais, lo cual por cierto incluia mi propio estilo de vida. Hablaban de un conflic- to inevitable entre el crecimiento de las grandes empresas y el bienestar del planeta. Estaban imbuidos de un pensamiento capaz de captar las in- terrelaciones existentes entre todos los sistemas naturales, incluidos los humanos, Describian una creciente destruccién del medio ambiente que * Denominacién genérica de los transportes stipers6nicos de pasajeros del tipo del Concorde anglo-francés, En Estados Unidos su: produccién se detuvo por falta de subsidios estatales a fa industria, (N. de! T) 4 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION se reflejzba en las vidas de los individuos tanto como en las politicas econdémicas. A medida que escribia estos anuncios y teflexionaba sobre ellos, se fue haciendo cada vez mis dificil separar mi nueva perspectiva de la con~ ciencia de que estaba en conflicto con nuestro trabajo para las empresas. E] martes estaba escribiendo acerca del impacto que los coches y otras tecnologias tenian sobre el medio ambiente, y e! jueves estaba promo~ cionando la venta de coches. El gran chaque ilegé un dia de 1969 cuando un joven periodista del Wall Street Journal lamado Henry Weinstein solicité hacernos un repor~ taje sobre la tarea cumplida por nuestra agencia en temas de interés po~ blico. En aquel entonces habiamos suscitado cierta atencién del publi- co al haber inventado un nuevo estilo de publicidad movilizadora de Jos intereses de la comunidad. Nuestros anuncios se caracterizaban por unos cupones que reclamaban cambios de politica. Esos capones podfan ser arrancados del periddico o revista por los lectores y enviados a las corporaciones y entidades del Gobierno. Provocaban un volumen enor- me de correspondencia sobre temas conservacionistas que hasta enton- ces habian sido considerados s6lo interesantes para un pufiado de excur- stonistas como los que salen a mirar los pajaros y algunas ancianas con zapatillas de tenis. Los anuncios no s6lo afectaron a ciertas politicas, sino que actuaron como catalizadores de la organizacién del puiblico al permitir un nuevo nivel de compromiso. Al mandar los cupones por correo, la gente se com- prometia més con el tema. Por primera vez la gente se sentia haciendo algo mas que sentirse mal. Algunos senadores observaron piiblicamente que esos anuncios tenjan cl mérito de llevar cicrtos temas a la considera- cién de todos, y en The New Advertising Robert Glatzer ilegé a atribuirnos el mérito de «haber iniciado todo el boom ecolégico». Weinstein nos contd que el Jourial estaba interesado en la forma en que habjamos desarrollado esta técnica. Sin embargo, cuando el reportaje apa- yecid en primera pagina, nos dimos cuenta de que era un periodista mAs avis- pado de lo que nos habfa parecido. Al mismo tempo que elogiaba nuestio trabajo, se explayaba largamente sobre nuestras contradicciones y nuestro pa- pel conflictivo. Citaba mi propia ansiedad al hacer anuncios para una cuen~ ta de automéviles, la British Leyland Motors (Land Rover, Triumph), al mismo tiempo que escribia discursos en los que decia que los automévi- les estaban en el corazén de muchos de nuestros problemas actuales. INTRODUCCION 45 A la Leyland esto no le gust6.A las dos horas de haber aparecido el reportaje, anulé el contrato. Al dia siguiente el Journal salia con el si- guiente titular: PUBLICITARIO NO NECESITA PREOCUPARSE MAS POR LAS CUENTAS DE COCHES Podsia describir otras cincuenta incidentes, menos espectaculares pero similares a éste y que siempre me supusieron peleas con clientes acerca de politicas empresariales que yo cempezaba a ver como Ja antitesis de las sencillas reglas del bienestar humane, la justicia o la supervivencia plane- taria, Todos ellos finalmente pueden resumirse en una énica generaliza- cién: las grandes corporaciones estan intrinsecamente desinteresadas de toda consideracién que no sea comercial. Empezamos a sentir que nuestros intentos de actuar en forma equi- librada nos estaban agotando personalmente. Finalmente vimos que es- tabamos condenados a la ruina. Mantener cuentas comerciales con Ia espe- ranza de utilizar los ingresos que nos proporcionaban para financiar otros proyectos que nos preocupaban mas profundamente era un sistema que no podia funcionar. Pronto decidimos disolver la agencia y yo comencé a trabajar con otra gente para establecer tna oficina de publicidad y relaciones pa- blicas no lucrativa y que funcionara con fondos de fundaciones. Fue la primera que hubo en el pais, se Ilamaba Public Interest Communications y estaba exclusivamente dedicada a trabajar en pro de las organizacio- nes comunitarias que estaban casi completarnente excluidas de los me- dios de commnicaci6n. El proyecto se puso en marcha en 1972 con un subsidio de la Fundacién Stern. Tuvo éxito durante un cierto tiempo al prestar un servicio util a los ecologistas, trabajadores rurales, grupos de consumidores, activistas en pro de los indios y grupos pacifistas. Pero mantenerla en funcionamiento resulté bastante dificil. Surgieron proble- mas similares a los que nos habiamos enfrentado en Freeman, Mander & Gossage. Del mismo modo en que antes me habia visto obligado a gastar la mayor parte de mi jornada laboral haciendo que Ja agencia cuidara de las necesidades de Jas corporacioncs, en Public Interest Communications gastabamos la mayor parte de nuestro tiempo buscando subsidios de las pocas fundaciones interesadas en una reforma de los medios. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 46 Lo que es peor, habia un sentimento de que todo lo que estébamos haciendo era inatil. Un monstruo arrollador, inexorable y anénimo se- guia avanzando sin que nada lo detuviera, nos sentiamos como si estu— viéramos arrojando pelotas de nieve contra tanques de guerra. A través de un enorme esfuerzo concentiado, podiamos frenar la construcci6én de un embalse en un rio; pero mientras tanto, una docena de otros diques eran construidos en otzos ros. Si la produccién de los aviones ssT norte- americanos era detenida, los sst europeos aterrizarian en los aeropuertos norteamericanos. Si la crisis energética seguia desarrollindose, en vez de senalar los limites de los recursos planetarios, o el absurdo de vivir de la manera en que viviamos, lo que producia era una tendencia ain mas marcada hacia la energia nuclear y la mineria. No éramos nosotros los anicos que nos enfrentabamos a este proble~ ma. La guerra de Vietnam habia terminado, pero la carrera armamentis- tica y la ayuda militar a los regimenes derechistas seguian avanzando. Nixon habia sido desplazado, pero las reformas en el sistema gubernamental aterrizaron en una desvaida declaracién ética del Senado. El desempleo seguia creciendo y también la ayuda social, pero al final todas las medidas de reforma econémica siempre terminaban perjudicando justamente a los sectores de la poblacién a los que intentaba ayudar, en tanto que los ticos seguian haciéndose cada vez mis ricos. Un joven activista me dijo: «Es como si estuviéramos corriendo como una ardilla en una rueda; avanzamos y avanzamos, pero siempre estamos en el mismo lugar». Cada reivindicacién exigia comenzar a luchar de nuevo comio si fue- xa la primera. La gente parecia incapaz de conectar un tema con otro, de encontrar un hilo coman en la lucha contra los rascacielos para oficinas y las plantas nucleares, por ejemplo, y las guerras coloniales. Eran posibles victorias especificas, pero la comprensiGn amplia y completa de Jas fuer- zas que estaban moviendo la sociedad parecia disminuir. Las mentes de la gente parecian ir por canales unidimensionales que me recordaban Jas antopistas, los edificios de oficinas y los barrios residencia- les, que evan las manifestaciones fisicas de ese mismo petiodo. ;Podian unas estar afectando a las otras? :Podia ser que la vida dentro de esas nuevas for- mas de confinamiento fisico produjeran un confinarmiento mental? Por pri- mera vez, empecé a pensar que eso era posible, Se nos decia que teniamos la mis alta tasa de alfabetizacién en la his- toria del mundo y la poblacién mejor informada, pero la informacion INTRODUCCION 47 parecia estar cada vez peor procesada. A medida que los medios de co- muunicacion crecian hasta convertirse también ellos cn una suerte de medio ambiente, yo empezaba a pensar que eso realmente no contribuisia a crear ningtn acopio colectivo de conocimientos ttiles. Me sentia muy confundido por lo que percibia y al principio adop- té una perspectiva tradicional acerca de lo que debia hacerse. Todo ello significaba simplemente que todos debiamos trabajar mds duramente para Ilegar a mas gente con cada mensaje. Puesto que en cada lucha es- pecifica nosotros seriamos superados en el presupuesto centenares de ve- ces, necesitébamos ser mAs inteligentes y mas creativos. Esto me indujo a pensar que el problema era el exceso de informa- cién. La poblacién estaba siendo inundada con versiones contradictorias de sucesos cada vez mas complejos. A la gente se le estaba haciendo cada vez mis dificil entender nada. La avalancha de informaci6n estaba embotan- do la conciencia, no ayudindola. Las lineas estaban sobrecargadas. Todo esto alentaba la pasividad, no el compromiso. Entonces empecé a ver algunas estadisticas fascinantes acerca de Ja televisidn, La sustitucién de la experiencia Las primeras ciftas que realmente me chocaron aparecieron en los perié- dicos a principios de los afios setenta. Se informaba de que en una generacién, contada desde 1965, el 99% de los hogares del pais habia adquirido al menos un aparato de television. En una noche promedio, mis de ochenta millones de personas mixaban su televisor. De ellos, unos treinta millones estaban mirando el mismo programa, En algunos casos especiales, unos cien millones de personas podian estar viendo un niismo programa y al mismo tiempo. El ama de casa promedio tenfa su televisor fincionando mis de seis horas al dia. Si en la casa habia un nifio, el promedio subia a mas de ocho horas diarias. En promedio cada persona miraba Ja televisi6n unas cuatro horas por dia. De esta manera, y calculando ocho horas para el suefio y otras ocho para el trabajo, casi la mitad de Ja vigilia de un adul- to, en el periodo de tiempo libre, se gastaba en ver television. Conside- rando que éstas eran ciftas promedio, eso significaba que la mitad de la gente de este pais vefa atin més televisién que lo que indicaban las ciftas. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION A medida que me hundia en estos mimeros, me daba cuenta de que habia habido un cambio muy extrafic en Ja forma en que la gente reci- bia informacion, y ain mds en la manera en que experimentaba y en- tendia el mundo, En una generacién, después de centenares de miles de generaciones en la evoluci6n humana y a pesar de ellas, Estados Unidos se habia convertido en Ia primera cultura que habia sustituido una expe- riencia directa del mundo por versiones secundarias y mediatizadas de esa experiencia. Las interpretaciones y las representaciones del mundo estaban siendo aceptadas como experiencia, y la diferencia entre una cosa y la otra seguia siendo opaca para Ja mayoria de nosotros. He oido decir a mucha gente: «La television es algo fenomenal, hay tantas cogas en televisién que de otra manera nunca habriamos experi- mentado...».La gente vela imagenes televisivas de las selvas de Borneo, de los ballets europeos, de las vicisitudes de la vida familiar, de acciones policiales distantes, de hechos de Ia actualidad, o de recreaciones de cri- sis hist6ricas, y creian que eran ellos los que estaban experimentando esos lugares, esa gente y esos hechos. Claro que Ja imagen televisiva de las selvas de Borneo o de las noticias o de los sucesos histérices ne eran Jo mismo que Ja experiencia de ellos y tampoco eran tan de fiar como Ja propia experiencia. Era sélo la experiencia de sentarse en una sala en pe- numbras, clavando la mirada en una luz parpadeante, ingiriendo ima— genes que habian sido seleccionadas, cortadas, dispuestas, modificadas, aceleradas, ralentizadas y manipuladas de cien maneras. :Se daba cuenta la gente de la diferencia? A pesar de mi trabajo en publicidad nunca hice una investigacién cttidadosa del poder de Jas imagenes cn si mismas. No sabia cémo reac- cionaban las mentes de la gente ante la imagineria,* 0 si podian separar un tipo de imagen —la que es experimentada directamente— de otro tipo de imagenes, que han sido pracesadas y alteradas, y que son absorbidas fue- ta de contexto, Ni siquiera estaba claro para mi si la gente daba la misma * En toda la obra se ha traducide como simagineriay la palabra imagery, aunque amas palabras tienen —cada una en su idioma acepciones secundarias no coinciden- tes. Sin embargo, ef autor la usa casi siempre para decir «conjunto de imigenes (visua- les 0 de otro tipo) creado por alguien, o por wn grupo, que coincide con la cimagine- tla» entendida como «conjunto de imigenes (litererias) usadas por un autor, escuela o épaca» (Galvat). Queda claro, entonces, que cimagineriaw no se refiere aqui al arte de ta— Ihr o pintar imégenes sagrndss, sino al conjunto de medios expresivos de la televisién, el cine, etcécera. (N. del Z) INTRODUCCION 49 credibilidad a ambas, consciente o inconscientemente, y como cambiaba esto la calidad de su conocimiento. Asi y todo, era obvio para mi, a partir de mi propio trabajo, que algo andaba mal con lo que la gente comprendia y con lo que no compren- dia. Se estaba desarrollando un nuevo tipo de atontamiento de Ja mente. Las pautas de discernimiento, discriminacién y comprensién de la gente se estaban hundiendo. No parecian capaces de distinguir entre la infor- macién preprocesada y luego filtrada a través de una maquina, y la que Jes egaba completa, a través de su experiencia real. Quiza lo que se veia era creido en una forma que sobrepasaba a Ja mente consciente. Al mismo tiempo, nadie escribia nada acerca de cémo la maquina cambizba la in- formacién. Muy poca gente entendia esto. Sélo los publicitarios es- tudiaban la forma en que la maquina alteraba los datos, porque el trabajo basico de la publicidad es justamente alterar y confinar la informacién con anterioridad, de manera que tenga el efecto deseado. Centenares de miles de délares se han gastado para descubrir como hacerlo. Lentamente empecé a ver c6mo la ubicuidad de la televisi6n, com- binada con un fiacaso general en comprender lo que la televisién ha- cia con la informacién, pedia afectar a Ja tarea politica que estabamos haciendo. $i la gente crefa que una imagen de la naturaleza era igual o similar a la experiencia de la naturaleza, y quedaba por lo tanto bas- tante satisfecha con la imagen que no habia obtenido de su experiencia real, entonces Ja naturaleza estaba en un apuro mayor de lo previsible.Y si la gente erefa que las imagenes de los hechos histéricos o de la actua~ lidad eran iguales a los hechos mismos 0 al menos una muy buena apro- ximacién a ellos, entonces la realidad histérica estaba en problemas. A medida que la televisién se convertia en el mayor campo de experiencia mental y fisica para la mayor parte de Ja gente del pais, a medida que em- pezaba a confundirse con el medio ambiente, la confusién de Ja infor- maci6n televisiva con un modo de experiencia mas amplio y directo avanzaba rapidamente. La unificacién de la experiencia A causa de que tantos de nosotros confundiamos experiencia televisiva con experiencia directa del mundo, no nos dabamos cuenta de que la experiencia misma estaba siendo unificada en Ja conducta Gnica de mi- 50 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION rar la television. Cambiando de un canal a otro, creyendo que ver un programa deportiva era una experiencia significativamente diferente de ver un documental 0 las noticias de una guerra en Aftica, ochenta millo- nes de telespectadores estaban sentados por separado en salas oscuras ocupados en exactamente la misma actividad y al mismo tiempo: mirar la televisién. Era como si Ja nacién entera se hubiera reunido en un gigantesco circo de tres pistas. Aquellos que estaban mirando las pruebas de ciclismo creian que su experiencia exa diferente de Ja de aquellos que estaban mi- ranco a los gorilas o al hombre que traga fuego, pero todos y cadz uno estaban en el mismo circo. Lo que es peor, como todos mir4bamos des- de nuestras salas por separado, era como si nos sentéramos en cabinas aisladas, incapaces de intercambiar nuestras respuestas acerca de lo que estabamos haciendo todos juntos. Todos y cada uno estabamos enfiasca- dos en la misma accién y en el mismo momento, pero cada uno lo esta- ba haciendo solitariamente. {Qué situaci6n tan extravagante! Sdbitamente se habia hecho posible para toda una nacién de doscien- tos millones de personas el que se les hablara como individues, uno por uno, directamente de la pantalla de television a a persona o a la familia, todos a una. Me daba escalofrios esa sola idea al darme cuenta de que esas condiciones de Ja visiGn televisiva ~confusién, unificacién, aisla- miento, en especial cuando estaban combinadas con la pasividad y con lo que mas tarde supe sobre los efectos de Ja «imagineria encantadar— eran precondiciones para Ja imposicién de una autocracia. Claro que en ese tiempo mis propias definiciones acerca de la na- turaleza de la autocracia estaban limitadas, como le pasaba a los demas norteamericanos, al modelo de los lideres anicos y carismaticos: Hitler, Stalin, Chiang Kai-shek, Pranco, Mao. Las diferencias entre ellos esta— ban subsumidas en el modelo general del lider poderoso que impone su voluntad y rige en forma absolutista, Eso era autocracia, y la televi- sién parecia el instrumento perfecto para ayudar a instaurar ese tipo de control. Mis miedos aumentaron cierto dia de 1971, mientras sentado en mi despacho leia el matutino New York Times, cuando descubri una breve noticia. Se referia a una propuesta del Pentdgono al presidente Nixon que sugeria incorporat un pequefio mecanismo electrénico a todos los televisores del pais. Capaz de ser activado directamente por el presiden- INTRODUCCION 51 te, ese circuito encenderia todos los televisores del pais al mismo tienipo. Era para ser utilizado, por supuesto, sélo en caso de emergencia nacional extrema. Mi mente eché a volar por un camino paranoico: Son las cuatro de Is mafiana. Descientos millones de personas son despertadas por el Himno Nacional, ;De donde proviene ese sonido? 2 Qué es esa luz en Ja habitacidn? Es el televisor. /¥ alli est el presidente! «Conciudadanos norteamericanos, lamento muchfsio despertarlos de su bien ganado descanso. Pero nos enfrentamos a una crisis tan grave que ha sido imprescindible obrar de este modo. >Una exhaustiva investigacién por parte de diversas agencias al servi- cio de la ley ha puesto al descubierto una conspiracién masiva para des- truir nuestra democracia, una conspiracién que cuenta al menos con el apoyo tacito de miles de estudiantes, periodistas, abogados e incluso al- gunos jucces y fimncionarios clegidos por votacién. »Como vuestro Comandante en Jefe, he ordenado el arresto inme- diato de los terroristas y de los individuos que actian en los grupos de apoyo, indistintamente de su prestigio a rango oficial. »También me he visto obligade a hacer uso de dos poderes impli- citos del presidente para gobernar, en tales momentos de grave crisis, sin Jas limitaciones que usualmente lo restringen. »Lo he hecho confiado y esperanzado en que estas medidas de emer- gencia, tomadas para salvaguardar nuestra democracia, seran de corta du- racion. »Muchas gracias, que Dios os guarde y buenas noches.» Los televisores se apagan automiticamente. :Es que ha sido un sue~ fio? A. dormir nuevamente. Unos pocos meses mis tarde lei una nueva noticia sobre e! mismo tema en el Times que decia que la propuesta del Pentigono habia sido desestimada. Aparentemente la Administracién pensé que la gente podia «cinterpretar mal las intenciones» de un proyecto de tal tipo. Pensando retrospectivamente, me doy cuenta de que mi guidn era demasiado fantasioso y falto de sutileza como consecuencia de mi inge- nua nocién de que las intervenciones autocraticas s6lo pueden tener lu- gar a través de un der tnico o de un golpe militar. Pero cualesquiera que fueran las intenciones del Pentégono y del presidente Nixon, quien siempre ha asegurado que los presidentes pueden crear sus propias leyes, est claro que la existencia de la tecnologia en si misma ha creado una nueva posibilidad. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR. LA TELEVISION 52 Se nos puede hablar a todos al mismo tiempo, de noche o de dia, desde una fuente centralizada de informacién. De hecho, eso es lo que ya esta sucediendo. Cada dia, un pufiado de personas habla mientras los demas escuchan. Quizi los métados brutales y de mano dura de limitar Ja conciencia, la experiencia y la conducta sean actualmente cosa del pa- sado, En muchos sentidos, la televisi6n hace que el golpe militar y los arrestos masivos de mi imaginacion resulten totalmente innecesarios. Po- demos empezar a figurarnos la irrelevancia de tales acciones zhora que un golpe més sutil esta en camino. Ese golpe tiene Ingar directamente dentro de las mentes, de las per- cepciones y los estilos de vida de la gente individualmente. Una tecno- logia lo hate posible, y quizA inevitable, mientras embota toda nuestra conciencia de lo que est4 sucediendo. It La guerra por el contral de la maquina de la unidad Marshall McLuhan no nos ayudé mucho en nuestros primeros esfuer- zos para entender Ia television. Para la época en que se hizo popular, a miediados de los afios sesenta, ya habiamos tenido las audiencias Ejérci- to-McCarthy, los Kennedy-Nixon y mas tarde Jos funerales de Ken- nedy, acontecimientos todos que ya habian conectado a ochenta millo- nes de personas en la misma experiencia y al mismo tiempo. Ninguno de estos hechos causé alarma; al contrario, produjo una oleada de elogios a nuestra nueva entidad electronica. La visi6n masiva del funeral, en particular, fue elogiada en términos teligiosos, como si fuera una suerte de piedra miliar en Ia evolucién de la conciencia: todos unidos en la pena, el dolor, trascendiendo las condiciones de nuestras vi- das individuales. La ingenuidad humana habia avanzado hasta el punto de que la tecnologia podia producir una experiencia mentalmente uni- ficada, por todo lo ancho del pais, algo que antes se creia posible sélo en el terreno de Ja mistica. McLuhan, que vio con claridad tantas cosas, pudo habernos ayudado a ver a través de toda esa basura. En cambio, porque celebraba nuestra conexién electrénica, nuestra aldea tribal planetaria, alenté nuestra uni- ficacién tecno-mistica. Sus ideas se convirtieron en un campo para el lucimiento lingiiistico y los juegos de palabras. «Caliente y frio.» «El medio es el mensaje.» La gente juchaba para encontrar un significado concreto en estas expresio- nes. Se convirtieron en el tema de centenares de conferencias y miles de discusiones en las reuniones sociales, La mayor parte de Ja gente queda- ba satisfecha cuando entendia algo, cuando Iegaba a captar que, a causa Ba CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION de la television, ahora todos estabamos vibrando juntos al son del mismo tambor electrénico. Contentos con lo que parecia una nueva y positiva unidad, no pudimos percibir, ni McLuhan nos ayudé a tomar conciencia de ello, tres hechos criticos: 1) habia solamente wn tambor; 2) este tam- bor sélo podia ser tocado por un pufiado de ejecutantes; y 3) la identi- dad de los miisicos estaba determinada por la propia tecnologia. McLuhan no fue una persona que presentara sus alegatos en térmi- nos politicos, de manera que puede perdonarsele el haber descuidado parte del anélisis al contarnos lo que debia haber sido el significado mas urgente del medio televisivo. Quiz’ quedara desconcertado corno el res— to de nosotros, Ios mortales, sufriendo ante esta nueva tecnologia Ja mis- ma reaccién que el ciervo que se encandila con fos faros de un auto. Al igual que otros unificadores religiosos que lo precedieron, él nos aclard las diferencias entre una y otra forma de unificacién, dejandonos al resto la tarea de resolver este asunto. Pero no Io hicimos, En aquel momento cualquiera que estuviera interesado en los proce- sos sociales, psicologicos, educativos o politicos deberia haberlo dejada todo para comenzar estudios intensivos sobre Jos efectos de este nuevo fenémeno que era capaz de unificarnos a todos y cada uno dentro de una nueva experiencia reconstruida. En cambio, todos vieron la cuestién desde un 4ngulo oporiunista. Cada uno de los que tenian un mensaje para transmitir ~Gobierno, grandes empresas, militares, grupos de la comunidad, guras, maestros y psicélogos— comenzé a engolosinarse con la posibilidad de tener acceso aesta maquina increible capaz de poner imégenes en Jas cabezas de mi- llones de personas al mismo tiempo. Estaba claro que a medida que la vida abandonaba cada vez mas las calles, los centros comunitarios y los mercados, un mensaje en television —digamos 30 segundos en un tele- diario de gran audiencia— valia més que mil horas de organizacién o de cuchicheos o que centenares de anuncios en los periddicas. Comenzé una guerra para controlar Ja maquina y su utilizaci6n.To- das las facciones competidoras compartian Ja idea de que si lograban ac- ceder a ella, la televisi6n podria comunicar su mensaje tan bien como cualquier otro, es decir, que la tecnologia de la televisién era solamente un instrumento neutral. Tratando de cambiar la mente de otras personas, no pensaron que la televisién podria cambiar también la mente de quienes da usaban. Todos se reunieron en una conspiracién implicita para incre- mentar el uso de Ja televisidn. INTRODUCCION 55 Una vuelta a Jos afios cincuenta Mis propios sentimientos acerca de los efectos de la televisi6n comenza- ron a progresar mAs alla de las fantasias del tipo Nixon-Pentigono a me- dida que fui observando sus efectos sobre los grupos comunitarios y la gente del Movimiento, quienes, creyendo en su neutralidad, intentaron utilizarla. Pude observar y participar mientras ellos iban cambiando el com- promiso inicial de sus organizaciones —la organizacién comunitaria, los ptocesos de reforma legal y otras formas de cambio evolutivo— hasta centrarse en esa preocupacién sobre la televisién. El trabajo educativo fue cada vez menos comunicarse con los individuos, gobiernos o comu- nidades, y més influir en los medios. Las acciones empezaron a ser elegi~ das menos por su valor educativo o contenido politico que por su capa— cidad de atraer Jas camaras de televisién. El tratar directamente con la burocracia o con les grandes empresas era frustrante e infructuoso; nego- ciar con Jas comunidades era lento. Todos hablaban, invariablemente, de victoria inmrediata. Se desarrollé toda una jerarquia de acciones orientadas hacia la pren- sa: las conferencias de prensa podriaa servir para obtener cobertura pe- riodistica la primera vez, pero Jos desfiles con carteles lograban mis aten- cién que las conferencias de prensa, las manifestaciones y marchas més que los desfiles con carteles, Jas «sentadas» en la via publica més que las marchas, y los actos de violencia mas que las «sentadas». Se fue desarrollando una teoria; habia que acelerar el dramatismo de cada accién sucesiva para mantener el mismo nivel de cobertura. De al— guna manera esto era lo que la televisién exigia. Mientras subian las apuestas, se incrementaba la presi6n para generar acciones cada vez mis burdas. Hacia 1970 los movimientos de los afios sesenta se habian vuelto to- talmente dependientes de los medios. Los elementos mis radicales tes- pondieron a los desafios de Ja accién acelerada y savanzaron» hacia los secuestros, de personas y aviones, asi como al uso de las bombas. A me- nudo el unico propésito de estas acciones no era mas que lamar la aten- cién de los medios. Sintiendo gue la television era entonces el principal transmisor de realidad del pais, los individuos comenzaron a emprender acciones per- sonales para modificar el mundo. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 56 Un joven chicano secuestré un avidn para obtener una entrevista de cinco minutos por televisién acerca de los malos tratos sufridos por su gente. Un joven de Sacramento (California) tomé como rehenes a algunos empleados de banco para que los telediarios informaran de que ni él ni su padre podian conseguir trabajo, Lynette Fromme disparé un tiro al presidente Ford, segin dijo ella misma, para que los medios advirticran a Jas grandes empresas de que debian cesar en su destruccién del planeta. El rapto por parte del SLA (Ejército Simbionés de Liberacién} de la heredera de una gran editorial de periédicos sefialé la etapa final de abs— traccién. Fue un verdadero aborto de la naturaleza que esto le permitie— ra al SLA exigir y lograr que sus comunicados fueran publicados sin cor- tes ni restricciones. Sin embargo, porque debia su vida entera a los medios, y no existia fuera de ellos, el Sta quedé sujeto a ser cancelado en cualquier momen- to,y efectivamente fue minuciosamente desmantelado, como cuando, sin ninguna cousideracién, se le da el hachazo a wna serie cuya audiencia comienza a declinar. Algunos elementos menos radicales no sufrieron el dramético des+ vanecimiento del SLA, pero el ciclo de ascenso rapido/caida rapida fae similar para la mayorla. Ralph Nader* florecié en los medios por poco tiempo al resultar pesado a la audiencia. E! movimiento ecolo- gista, ajustandose al modelo «holociustico» de las noticias de televisién, fue una Ilamarada en escena y pronto entré en declinacién. E] Waterga- te excité las expectativas de reformas gubernamentales, pero en segui- da se convirtié en noticia vieja. Una vez que Estados Unidos se retiré de Vietnam, el que fuera ar- diente movimiento antibélico desaparecié de las pantallas. Unos pocos afios mAs tarde Jimmy Carter lleg6 a convocar a algunos de los artifices de esa guerra para que ocuparan altos cargos en el Gobierno. Era como si la guerra jamais hubiera ocurrido, o fuera meramente otro drama enlata- do, reemplazado por la nueva programacién de temporada, con los mis~ mios actores representando papeles nuevos e igualmente crefbles. * Famoso periodista, adquiri6 celebridad al defender los derechos de los consu- midores, mostrando una gran yalentia al atacar a las grandes corporaciones sin ceder a presiones ni inentes de soborno. (N. del T) INTRODUCCION 57 Entretanto, aquella gente del Movimiento seriamente comprometi- da con los afios sesenta y que no quiso entaar en el terrorismo comenzé a alejarse, instalandose en el campo, sobre todo en los estados de Vermont y Oregon. © bien —conozco a unos cuantos que hicieron esto— consi- guieron trabajo escribiendo series para televisién. Lo justificaron con la explicacion de que asi podian seguir alcanzando a «la gente» con un oca- sional mensaje revolucionario, ingeniosamente encajado en el didlogo. «La gente»,sin embargo, estaba donde habia estado desde hacia afios, sentada en el sofa del saldn, con Ia vista clavada en Ja luz azulada, sus mientes Ienas con las imagenes de television. Un movimiento era lo mismo que el que les seguia; una accién a través de Jos medios era suplantada con el programa de ficcién que la sucedia; una linea revolucionaria era bosra~ da por el siguiente anuncio, llevando a un nueva nivel de alejamiento, des- preocupacién y acomodo. En el fondo, los afios sesenta mostraron ser como el relampago de luz antes de que el bulbo se queme. Asi, al final, los afios setenta pasaron a ser una versién avanzada de los afios cincuenta-Y como veremos en el capitulo vu, esto ya era inevitable en los aos treinta. El estilo supera al contenido Los cambios que se produjeton en los movimientos contestarios por el sur~ gimiento de Ja televisién fueron similares a los cambios en los procesos po- liticos tradicionales. Richard Nixon, probablemente la primera gran figura piblica que entendié profimdamente Ja televisién, advirtié que cuatro horas de de- bate con Kennedy frente a las cémaras de television habian convertido su probable victoria en una derrota. Entendi6 que las apariciones en televi- sién eran mas importantes que las personales. Para la época en que vol- vid a presentarse a las elecciones nuevamente, habia revisado su imagen, convirtiéndose en el «nuevo Nixon». Aun a pesar de que mucha gente comprendiera que este cambio era solamente una capa de maquillaje, Nixon gané. Esto me confirmé en la idea de que algo en la naturaleza de Ja imagineria televisiva permite que Ta forma se imponga al contenido. Una vez elegido, Nixon llamé como colaboradores, en primer lugar, a Ziegler y Haldeman, a gente que pro- venia del campo de Ja publicidad, cuya funcién era reenrplazar la sustan- cia por el seudocontenido. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 58 En su tercera campatia, Nixon aparecio solamente en televisién; nun- ca lo hizo en piiblico personalmente. McGovern, entretanto, cometia el error de tratar de repartir «contenido» a través de un medio predispues- to a resistizlo. Habiende usado tan bien los medios, Nixon desarrollé una arrogan- cia fatal al respecto. Quiz él y Agnew hayan estado en Jo cierto al procla- mar que sus numerosas transgresiones mo eran nada especial en Ja histo- ria politica norteamericana. Pero al igual que el sta, olvidaron que ellos mismos eran ilusiones de los medios. El error mas grave que puede ser cometido por una criatura de los medios es asaltar la maquina. A la ma- qguina no le importan esas fantasias. Una nueva también sirve. Derribar a Nixon cra tan bueno para Jos indices de audicncia como apoyatlo. Mejor atin: ms accién. Los Gnicos objetivos de la mAquina son continuar siendo el verdadero poder detras del trono, no importa quién sea el rey, y per- manecer siendo el factor primario de toda percepcién publica. La televi- sién tiene el poder de crear presidentes, y también el poder de destruirlos. Aparentemente, también Lyndon Johnson entendié este poder.Tanto era su deseo de dominar la televisi6n que solia tener en su despacho tres televisores encendidos a todas horas, Nunca tuvo éxito en controlar los medios de masas, pero tuve algunos poces momentos asombrosos. Por ejemplo, jamas existié el célebre incidente del Golfo de Tonkin, pero éste fue aceptado como cierto por todos los servicios informativos. Esto con- vencié tanto al Congreso como al ptiblico, y Je dio a Johnson el respaldo que necesitaba para comenzar la escalada bélica en Ja guerra de Vietnam. Este acontecimiento fue mas tarde expuesto como sélo uno de los muchos «sucesos que nunca sucedicron» propagadas a través de los me- dios para vendernos aquella guerra. Esto me hizo pensar que el propio hecho de que todo esto pudicra haber pasado —noticias ficticias acerca de acontecimientos militares ficticios haciendo que se expandieran gue- rras que nadie entre los que miraban las imAgencs podia observar direc- tamente~ era un serio motivo de alarma acerca del poder de los medios para propiciar realidades ficticias. Pero finalmente también Johnson fue sacrificado por su estilo perso- nal. Se volvié mis interesante para la televisi6n caricaturizar su manera de hablar y su conducta alcahueta, hacer de él una figura de comic o un personaje pintoresco que presentarlo bajo una luz favorable. Para la campafia de 1976, los politicos tuvieron que convertirse en exitosos artistas de los medios o fracasar politicamente. Esta campatia fue INTRODUCCION 59 algo Gnico por cuanto no desplegé ningtin contenido en absoluto, sola~ mente forma. Se traté de una competencia entre imagenes y estereotipos publicitarios. Se nas oftecié al héroe carismatico del Oeste, encantador y valiente si bien previsible perdedor: Reagan.* El nostalgico renacentista cam- pedn de la verdad** en envoltorio de gran empresa: Carter. El gura, ha- blando con aforismos, en un papel de una conciencia nueva y agresiva como el héroe representado por David Carradine en Kung-Fu: Brown. El viejo, venerable y confiable guerrero de las imigenes de los teledia- rios: Humphrey-Y el presidente, una imagen televisiva meramente en vir~ tud de ser presidente, investido con una aucoridad aparente basada sélo en esa imagen: Ford. Todos los candidatos basaron su poder para conseguir votos en esas imigenes y dejaron fuera los contenidos come irrelevantes y capaces de confundir. Acertaron al obrar asi. Como veremos, una campafia basada en los contenidos posiblemente no funcionaria bien por television. Carter aprendié bien Ja leccién. En mayo de 1977, e] New York Times publicé un divertido memorandum de Carter; mostraba que su equipo de asesores organizaba conscientemente sus planes de reeleccién para enfatizar el estilo por encima del contenido. Carter ya utiliza la televi- sién como nunca antes habia sido utilizeda, distribuyendo sus interven- ciones directamente a la gente que estA en el salén de sus hogares antes de tratar con el Congreso o con les periodistas. Su talento para el lide- razgo, bastante agudizado a partir del modelo evangelista con el que comenz6, crecié con su conocimiento de la tecnologia. x ke Durante los afios en que la televisi6n pugnaba por su preeminencia como factor central en Ja vida personal y politica norteamericana, sti na- turaleza basica y los efectos que ten{a sobre los seres humanos y sus ins- tituciones muy rara vez fueron estudiados. Los problemas que la gente discutia se concentraban en tres areas principales: la comercializaci6n, el acceso y la programacién. * El triunfo de Ronald Reagan en Jas elecciones presidenciales de 1980 redujo este pronéstico pesimista, (N.del E.) wot oThe truth-saying reviva », en el original. (N. dei T;) CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 60 Pensando que la televisidn podia ser reformada de manera que sus potencialidades benéficas pudieran realizarse, los reformadores de los me= dios buscaron nuevas leyes, controles gubernamentales y politicas de regu— laciGn.Yo estuve entre Jos trabajadores de los medios que hacharon para limitar la dominacién de los anunciantes y el efecto de |a publicidad en las politicas de las grandes redes televisivas. Trabajabamos para que se deja- ta de lado el énfasis en los niveles de audiencia, un énfasis que iba en de- trimento de las necesidades del piiblico. Muchos de nosotros luchabamos por abrir vias de acceso apropiadas en las que los grupos comunitarios pudieran ofrecer una alternativa a Ja sociedad de consumo, Tenfamos la esperanza de que, de esta manera, todos los segmentos de la sociedad y todos los puntos de vista pudieran tener acceso a la mente del publico, cumpliendo lo que parecia ser el potencial democrAtico del medio masivo. Ouos luchaban en otros frentes. Psicélogos, grupos de padres y edu- cadores se unieron contra el predominio de programas sensacionalistas, superficiales, irrelevantes y violentos. Buscaban programas con «valores prosociales». Deseaban especialmente un nuevo énfasis en los programas de corte humanistico y educacional para los nifios. Estos grupos no veian por qué raz6n valores tales como Ja cooperacién, el amor y el cuidado por los demas no podian ser tan apropiados para la programacidn televisiva como la violencia y la competitividad. Siguieron adelante, cada vez més. Los historiadores exigieron mds documentales, creyendo que la televisi6n no tenia mayores limites in- trinsecos a su capacidad de presentar la verdad histérica que los medios que Ja habian precedido. Tuvieron éxito al lograr leyes que obligaban a Jas redes de televisi6n a almacenar sus informativos y filmaciones docu- mentales. Ahora podemos imaginarnos un futuro en el cual Ja era pre~ sente sera interpretada en términos de lo que el tratamiento televisivo capté de ese presente. Los ecologistas supusieron que la televisién podia ser una herra- mienta potencialmente titil al permitir un mayor conocimiento de cémo mmestras especies animales interactian con las fuerzas naturales, Los politicos radicales creyeron que la televisin podfa estimular una comprensién mas profiunda de algunos temas complejos. Los grupos de indios creyeron que era posible desarrollar una sensi~ bilidad mayor ante su cultura y su filosofia a través de la television. Com- partian esta creencia con otros grupos que deseaban obtener mayores derechos civiles: negros, homosexuales, ferninistas y otros. INTRODUCCION él En algin momento de los comienzos de los afios setenta, empecé a recelar de la suposicién de que Ia televisién era el medio ideal para todos estos grupos. Adverti que, a diferencia de los mensajes publicitarios co- mierciales, muchas de estas perspectivas alternativas de alguna manera no fancionaban en televisién. Perdian cuerpo, se desinflaban.Ademis de esto, estaba claro que mientras las organizaciones enfocaban todos sus esfuer— zos de comunicacién hacia la television, ellas mismas estaban siendo afec- tadas negativamente. Un dia de 1971 sostuve este mismo punto de vista con dos grupos diferentes. Uno buscaba una reforma educativa en los colegios de secun- daria, y el otro trataba de presionar en pro de nuevas leyes de planifica- cién urbana. Les dije que aunque comprendia su intenso deseo de atraer una co- bertura televisiva, eso estaba dariando sus orgamizaciones, y que de todas Taaneras fracasarian en cuanto a transmitir su mensaje adecuadamente. Que estaban perdiendo sus raices, sus cimientos. Me preguntaba en voz alta si no perderian mas de lo que pretendian ganar. La respuesta fue: «Escuche, todo el mundo ve la televisi6n. Podemos Uegar a todos si manejamaos las cosas conveniientemente». Sefialé que cuando un mensaje es comprimido para que entre en un anuncio de 20 segundos durante el telediario, es tanto lo que puede per- derse que lo que queda sera incapaz de movilizar a nadie lo suficiente como para hacer que apague su televisor y realmente haga algo. Entre- tanto, los televidentes podian creer que ya sabian todo lo necesario sobre el tema y se aburririan la préxima vez que oyeran algo al respecto. Cada grupo respondié de la misma manera. Recordaron los movi- mientos pacifistas y de derechos civiles. Aquéllos, sin duda, habian «fun— cionado» por televisién, de modo que zqué estaba tratando de decir? En ambos casos la discusién acabé ahi. Sélo mis tarde comprendi que tanto el movimiento de los derechos civiles como el movimiento antibélico eran excepciones que confirma- ban la regla. Al adoptar tacticas de enfrentamiento en un ciclo progresi- vo de accién y reaccién consiguieron una cobertura extensiva y se con— virtieron en el modelo para todos los movimientos que buscaban un éxito rapido. Pero ¢deberian fodes los movimientos utilizar tales ticticas para obte- ner su porcién de tiempo en Ja pantalla? ;Eran las demostraciones calle- jetas y los encontronazos violentos, que habian acaparado cobertura te- 62 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION levisiva para algunos movimientos, apropiados para obtener reformas educativas o urbanisticas? jLo eran para los ecologistas, para los grupos de consumidores o pata los minusvalidos? Quiza si. Seguramente podrian lo- grar que se acercaran las cémaras. Pero gqué pasaba con sus mensajes cuando estos grupos hacian esto? ;Qué les sucedia a las organizaciones? Finalmente, ;qué sugeria todo esto acerca de la naturaleza presuntamente neutral, o aun benigna, del medio? ¢No significaba todo este que la tele- visi6n estaba determinando el estilo y contenido (0 falta de contenido) de toda accién politica, que los movimientos se estaban convirtiendo en derivados de las necesidades de Ja tecnologia? ‘Yo no conocia la respuesta a estas preguntas y adverti que nadie mas pazecia siquiera estar formulindoselas. Pero lo que realmente me llevé mas lejos en cuanto a investigar la television fae una experiencia que tuve cuando trabajaba con los indios hopi. Creo que vale la pena describirla con todo detalle porque su com- plejidad es parte del tema. Television en Black Mesa Fue durante el verano de 1972, justo cuando estaba terminando de li- quidar Freeman, Mander & Gossage, cuando se me pidié que ayudara a algunos ancianos y tradicionalistas indios hopi que estaban luchando contra la apertura de una mina a cielo abierto en su reserva indigena de Black Mesa, en Arizona. Black Mesa era un territorio sagrado para los hopi tradicionalistas, Desgarrar la tierra, abrirla y remover su contenido era una violacién de sus ms antiguas Convicciones religiosas. El problema de Black Mesa era tipico de lo que le habia pasado a muchas reservas indigenas. Los indies hopi tredicionalistas siempre se habian negado a tratar con Ja Oficina de Asuntos Indigenas, que funcio- naba como terrateniente de todas las reservas, y por lo tanto habian sido ignorados, Desde su posicién privilegiada, la Oficina los habia reempla- zado creando un consejo tribal compuesto principalmente por indios que ya no vivian en la reserva. En realidad, los miembros del consejo tri- bal ya ni siquiera seguian siendo realmente hopis: se habian hecho mor- mones. La mayoria se habia mudado a Salt Lake City, tenia sus negocios alli y volvia a la reserva sélo para sus reuniones de consejo. Estaban de ENTRODUCCION 63 acuerdo con la Oficina en que su trabajo era vender los recursos de Ios indios, asi como su tierra, al mejor precio posible, ayudando de esta ma- neta a que se convirtieran en norteamericanos mas rapidamente. La ven~ ta de derechos mineros a una compariia productora de carbén era sim- plemente parte de Ja logica de este proceso. El «gobierno» tradicionalista que habia precedido al conseje tribal no habia sido realmente un gobierno. Mas bien habia sido una suerte de agrupacién informal de lideres religiosos de entre las docenas de cla- ses independientes que en su conjunto conformaban el pueblo hopi. No estaban colocados en una posicién jerirquica sobre el resto de los hopi; funcionaban como maestros o como guias de sus concepciones religiosas. La religi6n misma se basaba en lo que ahora podriamos describir como sleyes ecolégicas de equilibrio». La tierra era algo vivo y la fuen- te de la vida. Excavarla, extraer su contenido y comercializarlo era tan ultrajante como inimaginable. Para los Hopis mormones y norteamerica- nos, sin embargo, era perfectamente legitimo abrir una mina a cielo abierto. Con el tiempo, los tradicionalistas habian legado a darse cuenta de que mientras ellos habfan ignorado a la Oficina y al consejo tribal, Ja tie~ tra estaba siendo destruida y Ja religién junto con ella. Los ancianos de- cidieron luchar¥ para luchar necesitaban aprender los sistemas legales de los blancos, las tacticas de los blancos y los medios de manipular a los medios de masas de los blancos. Para aprender todo esto, tuvieron que reestructurar sus mentes y sus concepciones.Y asi, para luchar contra el enemigo, los hopis tradicionalistas comenzaron el proceso de autodes- truccién de lo que quedaba de su propia identidad india. En cierto momento, los telediarios descubrieron esta lucha. Equipos periodisticos de las grandes redes televisivas fueron enviados desde Hollywood. Tomaron imagenes de los desiertos, im4genes de las gréas de 15 metros de alto, imagenes de los ancianos y ancianas apostadas pintorescamente cerca de sus kivas 0 construcciones tipicas ceremonia- les, Respetando la consigna de los telediarios en pro de una ebuena te- levisi6n» trataron de lograr un «informe equilibrado». Entrevistaron a miembros de la Oficina de Asuntos Indigenas, miembros del consejo tribal y representantes de Ja compaiiia minera, todos los cuales discutie- zon el tema en términcs de contratos, derechos, puestos de trabajo y energia. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 64 Estas opiniones fueron yuxtapuestes con tomas de algunos de los hopis mas ancianos, que, agrupados en el desierto, hablaban del Gran Es- piritu que estaba presente en todas las cosas. Los periodistas agregaron algunas filmaciones de danzas sagradas hopi y algunas imagenes del lugar mas espiritual para ellos: la kiva. Los ancia— nos inipusieron limites acerca de cudn lejos podian llegar los reporteros dentro de su religién. Es contrario a Ja religién hopi, por ejemplo, permi- tir que sean fotografiades los «objetos poderosos» o las ceremonias, por- que los ancianos piensan que fotografiar estas cosas «puede robarles su aura». (Como veremos en el capitulo XIV, ésta no es una noci6n tan sim- ple como parece.) Ellos también creian que exponer sus ceremonias a gen- te que no estaba preparada para entenderlas —1n proceso que a los aprendi- ces hopi levaba muchos afios— podria socavar el significado de aquéllas. Una semana mas tarde vi por televisién el reportaje. Le dedicaron cuatro minutos en el telediario de la noche. Era un reportaje serio. Los periodistas confesaron que sus simpatias estaban con los tradicionalistas, pero habian creado —no tenfan otra eleccién posible— una formula para su historia: Progreso contra Tradiciény, Cuarenta millones de norteameri- canos tuvieron su primera, y quiz4 tinica, posibilidad de conocer a los in— dios hopi, si bien en forma de imagenes que mostraban grias mineras yuxtapuestas con indios de traje y corbata, responsables fancionarios gu- bernamentales preocupades por Jos puestos de trabajo y un montén de tipos viejos de aspecto salvaje con ropas divertidas, hablando acerca de una religién que dice que cavar Ja tierra es peligroso para Ja supervi- vencia de todas las criaturas sobre el planeta. A continuacién, esos cuaren- ta millones de televidentes vieron también a un periodista blanco elegan- temente vestido explicando lo que se movia por debajo de la lucha y preguntando Hanamente si no habria que dejar que sobreviviera algo de una cultura tan antigua. «Desde Black Mesa, Arizona, les ha informado Jehn Doe.» A esto siguié un anuncio de ja Pacific Gas & Electric acerca de la creciente crisis energética y la necesidad de echar mano de todos los recursos energéticos. E] siguiente relato del telediario hablaba del atraco a un banco. Apagué el televisor y me pregunté qué efecto podria tener esta his- toria en los televidentes. :Ayndaria a los hopi, sacarian algo bueno de todc esto? Era seguro que los ancianos no habian salido tan bien como los em- presarios, los funcionarios y el reportero que habia hecho an anilisis INTRODUCCION 65 objetivo y prictico. Los viejos slo parecian tragicos y un poquite ton- tos, aunque eran conmovedores, Intentaban transmitir algo muy sutil, complejo, extrafio y antiguo a través de un medio que no parecia ser capaz de captar ninguna de estas cosas y que estaba mejor prepara do para los datos objetivos, los conflictos y la informacién rapida y bien envasada. Me preguntaba, habiendo destinado esta historia para el telediario de Ja noche, si hubiera podido hacer un mejor trabajo con ella. ;Habria sido capaz de explicar a los norteamericanos blancos que para comprender todo lo que estaba sucediendo alli abajo deberian prestar toda su aten- cién a la percepcién de ta realidad de los hopi, a la mentalidad hopi y a su integracién con las fuerzas naturales? Los televidentes deberian haber tenido que preocuparse por la tierra, el tiempo, el viento, el color, el sen- timiento de Ja terra y los lugares y objetos sagrados. 3COmo podria haber- les transmitido algo a través de ese medio de modo que cada uno se preocupara, cuando cada uno estaba sentado en su casa en una sala oscu- ra, mirando la televisién? Era un viaje por el tiempo lo que necesitaba ser transmitido. ;Cémo habria padido transportar a un televidente desde sti casa,a través del tiempo y del espacio, hacia otra realidad que slo po- dia tener sentido si era experimentada directamente? Llegué a la conclu- sién de que mi reportaje no habria sido mejor que el que habian hecho los equipos informativos. En efecto, el suyo era probablemente todo jo bueno que permitian las Himitaciones del medio. Pero, a fin de cuentas, los hopi habian sido perjudicados mas que ayudados. Su lucha era ahora conocida, ciertamente, pero ellos mismos habian sido estercotipados ain mas en el telediario. El medio no podia moldearse para transmutir su mensaje debidamente. Por otro lado, jqué habria pasado si yo hubiera tenido cuatro minu- tos, incluso un minuto, para transmutir lo esencial de un producto co- mercial, por ejemplo un coche, un equipo de miisica o un juguete? aPodria haberlo levado a cabo cficazmente? Claro que habria podido. Sibitamente me parecié obvio que un producto comercial es mucho mis facil de Hevar a la pantalla que un de- sierto o un estado de 4nimo cultural. Comprender la forma de ser de los indios lo bastante bien como para poder preocuparse y cuidar de ellos requiere entender una diversi- dad de dimensiones, de matices y de conocimientos. Uno no necesita nada de esto para entender un producto comercial, uno no tiene proble- 66 CuaTRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION mas de sutilezas, detalles, tiempo y espacio, contexto histérico o forma or- ganica. Las productos comerciales son intrinsecamente comunicables por television por su cualidad estatica, bien defimida, clara, de lineas bien visi- bles, y porque no llevan consigo ningtin significado informativo més alla de lo que son en si mismos. No tienen vida y por ende son incapaces de adquirir dimensién. Nada se adapta mejor a las telecomunicaciones que Jas imagenes de productos. éEs que la televisién misma no tenia ningiin propésito més elevado? La ilusién de una tecnologia neutral La mayor parte de los norteamericanos, de izquierda, centro o derecha, dir que la tecnologia es neutral, que cualquier tecnologia es meramente un instrumento benigno, una herramienta, y que segiin cudles sean Jas manos en las que caiga podra ser utilizada de un modo o de oto. No hay nada que impida que una tecnologia sea utilizada bien o mal; nada intrinseco en la tecnologia misma o en las circunstancias de su predominio que pueda pre- determinar su utilizaci6n, su control o sus efectos sobre las vidas humanas individuales o sobre las formas politicas o sociales que nos rodean. Este alegato plantea que la televisién es meramente una ventana o un conducto a través del cual cualquier percepcién, cualquier posicién o realidad puede ser transmitida. Tiene entonces la potencialidad de ilus- trar a la gente que Ja mira y es también potencialmente titil a los proce- sos democraticos. Sera el punto central de este libro demostrar que ese supuesto acerca de la television, como sucede con otras tecnologias, es totalmente equi- vocado, Si usted acepta el principio de un ejército —un conjunto de tec- nologias militares y gente capaz de operarlas— creado con el propdsito de luchar, sobrepasar en poder a otros, matar y ganar, es obvio que los su- pervisores de los ejércitos, es decir, los generales, serdin Ja clase de gente que desea luchar, superar en poder a otros, matar y ganar, y que sirve para cumplir con esos deberes. El hecho de los generales, entonces, se puede predecir desde la creacién de los ejércitas. El tipa de generales que surgira también est4 predeterntinado. Los generales humanistas, amantes y pacifistas, aunque puedan haber existido de tiempo en tiempo son extremadamente raros en los ejércitos. Es intitil pretender que sean mayoria. INTRODUCCION 67 Si usted acepta la existencia de automoviles, tambien debe aceptar la existencia de autopistas que atraviesan el paisaje, del petréleo para hacer- Jos funcionar y de grandes instituciones que se ocupen de buscarlo, ex- tracrlo y distribuirlo. Ademas, aceptara un estilo de vida acclerado y el movimiento de los seres humanos a través del territorio a velocidades que le haran imposible prestar atencién a cualquier cosa que crezca alli. Los seres humanos que utilizan automéviles se sientan en posiciones fijas durante largas horas siguiendo una angosta linea de pavimento gris, con los ojos clavados en Ja carretera, ocupados en la tarea de conducir. A medida que estan conduciendo, estén viviendo en lo que podria des- cribirse como wna intoxicacién con «rutaformol». Lentamente se con- vierten en auto-gente. McLuhan nos ha dicho que los coches «extien- den» el pie humano, pero lo ha dicho de una manera equivocada. Los coches susiitryen el pie humano. Si usted acepta las plantas rucleares, debe aceptar también fa existencia de una élite técnico-cientifico-industrial-militar. Si esta gente no se hubie- ra hecho cargo, usted no podria tener centrales nucleares. Usted y yo, jun- to con algunos pocos amigos, no podemos hacer uso de la energia nuclear, No podemos construir una planta de este tipo ni podriamos hacer un uso personal de la energia que produce, ni manipular o almacenar los desperdi- cios radiactivos que siguen siendo peligrosos para la vida durante miles de anos. Esos desperdicios, a su vez, determinan que las futuras sociedades deberan mantener uma capacidad tecnolégica para vérselas con el proble- ma y una capacidad militar para proteger esos desperdicios. De modo que Ja existencia de la tecnologia determina muchos aspectos de la sociedad. Si usted acepta la produccién en masa, debe asumir que un pequefio ntimero de personas supervise la existencia cotidiana de una cantidad de gente mucho mayor. Usted acepta que muchos seres humanos gasten Jaxgas horas, dia tras dia, atados a un trabajo repetitivo, mientras suprimen todo deseo de experiencia o actividad mas alla de este trabajo. La con- ducta del obrero queda sometida a la maquina. Con la produccién in- dustrial, usted también acepta que un gran nimero de articulos idénticos son necesarios para que puedan ser eficientemente distribuidos a un gran nimero de gente y que las instituciones tales como la publicidad ayuden a que esto sea asi. Un proceso tecnolégico no puede existir sin el otro, creando relaciones simbisticas entre las propias tecnologias. Si usted acepta la existencia de Ia publicidad, debe aceptar a su vez un sistema disefiado para persuadir y dominar las mentes que altera las 68 (CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 6 pautas de pensamiento de la gente. Si es asi usted también acepta que el sistema sea utilizado por esa clase de gente a la que le gusta influix ea otra gente y que sirve para ello. Ningunz persona que no haya deseado do- minar a los otros habria elegido utilizar la publicidad, o habitndola ele~ gido, habria triunfado en ella. Asi, la naturaleza basica de la publicidad y todas las tecnologias creadas para servirla serin coherentes con este pro- pésito, alentaran esta conducta en la sociedad y tenderin a empujar la evolucién social en esta direccion. En todas estos casos, la forma basica de la institucién y Ja tecnologia determinan su interaccién con el mundo, la forma en que sera utilizada, in clase de gente que la utilizar y con qué fines. Lejos de ser «neutrab, la television predetermina quién la utilizara, cémo la utilizara, qué efectos tendra en las vidas individuales y, si conti- ma siendo tan ampliamente utilizada, qué clase de formas politicas pre~ dominarin inevitablemente. Estos sean los temas abordados en el cuerpo principal de este bro Antes de las argumentaciones: un comentario sobre el estilo Antes de seguir adelante con las cuatro buenas razones para eliminar le te- levisiOn, pienso que seria dtl sefialar que conllevan un cambio deliberado en el ritmo narrativo respecto a lo que usted ha lefdo hasta ahora. Esta introduccién fue escrita para que se moviera sobre la superficie de un punto a otro mas bien rapidamente, a la manera del tempo televisivo. Su propésito era proporcionarle un resumen rapido de mis propias y cam- biantes perspectivas sobre el medio televisivo, hasta Hegar al momento en. que comencé a sentir que habia muchos més aspectos en el problema de Jos que yo comprendia, lo que me hizo abandonar temporalmente todas Jas demAs actividades y analizar el fendmena de la televisién. Fue solamente después de mucho tiempo y de muchos cambios en mis puntos de vista cuando llegué a enfrentarme con el hecho de que la television no es reformable, de que debermos desembarazarnos de ella toral~ mente si es que nuestra sociedad ha de retornar a algo que se parezca a un funcionamiento saludable y democratico. De tal modo, presentar mi alegato sobre el caso, especialmente considerando que se trata de una tec- nologia aceptada tan rapida y ficilmente como Ia luz eléctrica, no es algo INTRODUCCION 69 que pueda acometerse répidamente o a Ja ligera. Tampoco ese alegato po- dia quedar limitado a Ja tecnologia misma, como si ella existiera fuera de todo contexto. Lo que sigue a continuacién se desarrolla en lo que podria Hamarse un «tiempo de libro» a través de las cuatro dimensiones del papel. Cada una de ellas puede ser observada separadamente de las otras, pero tam- bién estan interconectadas y superpuestas unas con otras. La primera argumentacién es teérica y ambientalista. Intenta estable- cer el contexto en el que podemos entender el lugar de la televisi6n en la sociedad moderna. Asi y todo, esta argumentacién fo se refiere a la televisi6n en si misma. De hecho, Ja televisién sélo sera mencionada de cuando en cuando. Se refiere a un proceso que ya hace tiempo que esta en camino, y que ha limitado y reorientado exitosamente Ja experiencia humana y, por ende, el conocimiento y la realidad percibida. Todos nos hemos mudado a un canal de experiencia tan angosto y desprovisto que un instrumento peligroso como la television puede Megar y parecer util, interesante, saludable y valido al mismo tiempo que sigue encapsulando ala gente en una condicién mental y fisica apropiada para el surgimien- to de un control autocratico, La segunda argumentacion se ocupa del predominio de los controla- dores. Que la televisi6n sea utilizada y se desarrolle bajo los presentes de- tentadores de poder era inevitable, y habria sido posible predecir esto como salida necesaria en la que desde un principio estaba escrito que desembocaria. La tecnologia no permite otros controladores. La tercera argumentacidn se ocupa de los efectos de la televisign so- bre los cuerpos y mentes ce los individuos, efectos que se ajustan bien a los propésitos de la gente que controla el medio televisivo. La cuarta argumentacién demuestra que la televisién no tiene po- tencial democnitico. La propia tecnologia pone limites absolutos a lo que puede pasar a través de ella. El medio, en efecto, elige su propio conteni- do a partir de un campo de posibilidades muy estrecho. El efecto es con- finar drasticamente toda la comprensién humana dentro de un rigido canal. Lo que mantiene unidas a estas cuatro argumentaciones es que to— das ellas tratan de aspectos de la televisi6n que no se pueden cambiar. Lo que se revela al final es que hay una ideologia en Ia propia tecno- logia. Hablar de la televisi6n como si fuera «neutral» y por lo tanto suje- ta al cambio es tan absurdo como hablar de la reforma de una tecnologia como la de las armas de fuego. La primera buena razon La mediatizactén de la experiencia A medida que los seres faumanios se instalas dentro de un inedio arubiente totalmente artificial, nuestro cou- tacto directo y nuestro conocimiento del planeta se ve- dice. Desconectados, como unos astronauttas que flotan en cl espacio, 10 podenios distinguir el arriba del abajo ni la verdad de la ficcién. Esas condiciones son apro- piadas para [a iniplantacién de realidades arbitiarias. La televisiénr es un reciente ejemplo de esto, y ut efern- plo grave, ya que acelera enormemente el problema. it La compartimentacién de la conciencia En 1973, durante un periedo de seis meses, el New York Times informs acerca de los siguientes descubrimientos cientificos: Un gran institute de investigacién gast6 mas de cincuenta mil déla- tes para descubrir que el mejor cebo para los ratones es el queso. Otro estudio establecié que la leche materna estaba mejor equilibra- da nutricionalmente para las bebés que los preparados comerciales. Este estudio también demostré que la leche materna era mejor para los bebés humanos que la leche de vaca o de cabra. Un tercer estudio concluyé que, tanto para la respiracién y circula- cién humana como para la salud y vitalidad en su conjunto, una camina- ta era mucho més saludable que un viaje en coche. Ademés, se descubrid que ir en bicicieta también era beneficiaso. Un cuarto proyecto demostré que el zumo de naranja natural tenia mayor valor nutritvo que el enlatado o congelado, Un quinto estudio probé de modo conchryente que los bebés a quie- nes se acaricia con frecuencia se convierten al crecer en adultos mas confiados en si mismos y manifiestan una relacién mds integrada con el mundo que aquellos que nunca fueron acariciados. Este estudio encon- ted que las caricias, no necesariamente de caracter sexual sino cualquier contacto fisico entre personas, parecian beneficiar tanto a Ja salud como al desarrollo mental, en los adultes tanto como en los nifios. El aspecto destacable acerca de estos cinco estudios, por supuesto, es que alguien haya creido que eran necesarios y se haya hecho cargo de ellos. El que alguna gente los creyera necesarios slo puede significar que ellos creian que habia alguna incertidumbre acerca de cndles serfan Jas respuestas. 74 CUATRO BUENAS RAZONTS PARA ELIMINAR LA TELEVISION Es mas, cualquiera que haya visto a un ratén comiendo queso o que haya side acariciado por otra persona ya sabe bastante acerca de estos dos hechos, siempre que confie en Ja observacién personal. Del mismo modo, cualquiera que se haya planteado Ja pregunta de si es mejor la leche artificial o la humana es poco probable que haya su~ puesto que Nestlé o Similac puedan haber mejorado un sistema de ali- mentacion responsable del crecimiento de todo bebé humano hasta ahora. Que alguna gente atin tenga didas acerca de estas cuestiones es sintomatico de dos desgraciadas condiciones de la existencia moderna: Jos seres humanos ya no confian en Ja observacién personal, aua la que es evidente por si misma, hasta que es confirmada por instituciones cien- tificas o tecnolégicas; los seres humanos han perdido la visién interna de los procesos naturales -c6mo funciona el mundo, el papel humano como una de las partes interconectadas del ecosistema mundial— porque dichos procesos son ahora extremadamente dificiles de observar. Estas dos condiciones se combinan para limitar nuestra compren- sién y nuestro conocimiento a aquello que se nos dice. También nos incapacitan para juzgar sila informacién de que disponemos es 0 no de fiar. Los problemas comienzan con cl medio ambiente fisico en el que vivimos. Entornos mediatizados Mi hijo Kai me pregunté una vez, cuando tenia cinco afios: «Papi, ¢quién construyé el monte Tamalpais?». La pregunta de Kai me estremecié. Le dije: «Nadie construyé el monte Tamalpais; crecié emergiendo de la tierra hace miles de aiios. Ningunz persona puede construir una montafiay. No creo que mi respuesta lo dejara satisfecho, pero trvo la virtud de orientarme hacia un nuevo rumbo de pensamiento. Creo que fue la primera vez que realmente observé con atencién el mundo urbano en el cual vivimes él y yo, el resto de nuestra familia y la mayoria de la gente de este pais. Quise saber cémo era posible que mi hijo hubiera Ilegado a la nocién de que los seres humanos eran respon- sables de Ja construcci6n de las montafias. Pronto adverti que su impre~ sién equivocada era facil de entender. LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 75 La mayor parte de los norteamericanos pasan la vida en entornos creados por seres humanos, Este no es tanto el caso si usted vive en Mon- tana como si vive en Manhattan, pero hasta cierto punto sigue siendo cierto para todo el pais. Los entornos naturales han cedido el lugar en gran medida a los entornos creados por el hombre. Lo que vemos, oimos, tocamos, degustamas, olemos, sentimos y com- prendemos acerca del mundo ha sido procesado para nosotros. Nuestras experiencias del mundo ya no pueden ser Hamadas directas 0 primarias. Son secundarias, experiencias mediatizadas. Cuando caminamos por un bosque, podemos ver y sentir directa- mente lo que produce el planeta. Los bosques crecen por si mismos sin intervencién humana, Cuando miramos un bosque o lo experimenta- mos personalmente, podemos contar con ja experiencia, que es directa entre nosotros y el planeta. No est’ mediatizada, interpretada o alterada. Por otro lado, cuando vivimos en ciudades, ninguna experiencia en- tre nosotros y el planeta es directa. Virtualmente todas las experiencias estan mediatizadas de alguna manera. El cemento cubre todo lo que po- dria crecer del suelo. Los edificios bloquean todas las vistas naturales. El agua que bebemos sale de un grifo, no de un arroyo o del cielo. Todo el follaje ha sido confinado por necesidades humanas y redisefiado de acuerdo a los gustos humanos. No hay animales salvajes, no hay terrenos rocosos, no existe ya el ciclo de florecimiente y declinacién. Ni siquicra existen el dia y la noche. En ningiin lado crecen los alimentos. La mayor parte de nosotros concede paca importancia a este cam- bio en Ja experiencia humana del mundo, y apenas si nos damos por enterados. Estamos hasta tal punto rodeados por un mundo recons- truido que es dificil visualizar cuén sorprendentemente diferente es de cémo cra cl mundo de hace séle cien afios, y de que casi nise parece al mundo en el cual los humanos habiamos vivido durante varios mi- llones de afios. Esto puede afectar a la forma cn que pensamos, inclu- yendo nuestra comprensién de cémo nuestras vidas estin conectadas a cualquier otro sistema no humana, pero este punto rara vez es consi- derado. De hecho, la mayor parte de nosotros supone que el entendimiento humano es ahora mas minucioso que antes, que sabemos mis de lo que nunca antes hayamos sabido. Esto es asi porque tenemos tal fe en nues- tros procesos racionales e intelectuales y en las instituciones que hemos creado que no somos capaces de ver sus limitaciones. 6 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION: He oido a algunos nifios preguntar si las manzanas y naranjas crecen en Jas fruterias. «Por supuesto que no les decimos-—. La fruta crece de la tierra en alguna parte del campo, y entonces se traslada en camiones has~ ta las fruterias.» Pero es esto cierto? ;Lo ha visto usted? :Tiene usted la sensacién de que lo que esté comiendo fue alguna vez algo vivo, que crecia por si solo? Aprendemos en la escuela que la fruta ctece de Ja tierra. Vemos pe~ liculas 0 fotos de las frutas creciendo. Pero cuando vivimos en ciudades, recluidos entre las paredes, techos y suclos de nuestros entornos de hormi- gén, no vemos realmente ei lento proceso de un capullo que aparece en el arbol, se convierte en flor y crece hasta llegar a ser manzana. Aprende- mios esto, pero no podemos reahnente «saber lo que significa,o que un completo proceso ciclico est4 ocurriendo: del cielo a Ia tierra, de 1a raiz a través del arbol al capullo, y de éste a Ja flor que se convertira en el fu- to comestible, Tampoco apreciamos que este conocimiento tenga un ve~ jor particular. Signe siendo para nosotros una idea, una abstraccidn que es dificil de integrar en nuestra conciencia sin una experiencia directa del proceso. De modo que no Iegamos a desarrollar ningtin sentimiento acer- ca de eso, ninguna preocupacién. Al fin y al cabo, ccdmo podrian nues— tros hijos o nosotros mismos captar que la fruta que crece de los arboles tiene algo que ver con los humanos que s¢ nutren al comer esa fruta? Hemos aprendido que el agua no se origina realmente en Jas tuberias de donde la obtenernos. Hemos sido educados para entender que viene del cielo (esto silo hemos visto, por cierto), aterriza en lejanas montafias, fluye hasta los tios, que corren a su vez hasta pequefios embalses, y en~ tonces de alguna manera viene a través de tuberias hasta los fregaderos de nuestro hogar y de alli de vuelta a los océanos. Aprendemos que hay algo llamado evaporaci6n que toma el agua que no necesitamos y Ja eleva hasta el cielo. Pero gsera esto cierto? :Hay en esto un esquema que se repite? ;Cémo es almacenada ese agua en el cielo? gEs correcto modificar la disposicién del ciclo realizando una siem- bra de nubes?* :Es licito retener el agua mediante presas? :Alguien mas ne- cesita agua? Las plantas beben? ;Como consiguen el agua? ¢Acaso el * Se reflere a las experiencias paca provocar artificialmente Huvias arrojando sobre Jas nubes (esembrandon) desde un avin, ciertas sales metilicas, especialmente ieduros, (N.delT) LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 7 agua va por debajo de la tierra? En las ciudades el agua se escurre sobre el cemento y finalmente alcanza las alcantarillas. Como no somos capa- ces de observar la mayor parte del ciclo, sabemos de él gracias a los mu- seas del conocimiento, a las escuelas y los libros de texto. Estudiamos para saber. Lo que sabemos es lo que hemos estudiado. Sabemos lo que los libros dicen. Lo que los libros dicen es lo que los autores de los libros han aprendido de los «expertos», quienes de tanto en tanto resultan estar equivocados. Todo el mundo sabe lo que es el dia y la noche. La mitad del tiempo esté oscuro y la otra mitad hay luz. Sin embargo, esto no funciona de esta manera en nuestros hogares 0 fuera, en las calles: alli siempre hay luz, y esa luz es siempre la misma, controlada por algiin mecanismmo automatico en alguna parte. Las estre- las estan oscurecidas por los brillos de Ja ciudad. La Luna esta destefiida por un filtro de luz. Se ha vuelto una semiluna y nuestra conciencia de ella inevitablemente se ha empaiiado. Decimos que es de noche, pero los habitos y sentimientos propios de Ja oscuridad yacen durmientes en nosotros. Enfrentados a una auténtica oscuridad, nos sentimos atemorizados, nos ponemos nerviosos, como un. nifio cuyos padres dejan siempre la luz encendida a Ja hora de dormir. En tres generaciones a partir de Edison nos hemos vuelto criaturas exclusi— vamente «dinrnasy, kk OK Una noche de 1975 fui con mi familia a un pequefio parque en el cen~ tro de San Francisco para observar un eclipse parcial de Luna. La vimos emerger por encima de los edificios, pero tenia poca «potenciay. Cen- tenares de luces callejeras, anuncios de nedn y edificios iluminados mermaban su luminosidad. Los focos de iluminacién de las calles, esos nuevos atcos de vapor de mercurio que despiden una cruda luz rosa- da, fueron el peor problema, Era dificil sentiz nada por la Luna vista a tra~ -vés de este filtro rosado. Los nifios se aburrieron en seguida. Nos fuimos a tomar un helado. Mas tarde, esa misma noche, me fui solo a un parque diferente situa- do en lo alto de una colina. Imaginé que las luces de la ciudad se habfan apagado, Las apagué yo en mi imaginacién. Sin los edificios distrayéndo- Ine, recuperé por un momento el sentimiento de cémo debian experi- 78 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION mentar la Luna los seres humanos de siglos pasados, cuando culturas y religiones enteras se fundaban en ella, como debian conocer eada matiz de este ciclo y el de las estrellas, y como debieron entender su conexién con las épocas de siembra, las mareas y la fertilidad humana. Sdélo recientemente nuestra propia cultura ha originado nuevos es- tudios que confirman el efecto de la Luna sobre nuestros cuerpos y mientes, asi como su efecto sobre las plantas. Las culruras primitivas, que vivian sin filtros, no necesitaban redescubrir esos efectos. La gente per- muanecia personalmente sensibilizada a sus conexiones con el mundo na- tural. Para Ja mayor parte de nosotros, esta sensibilidad y comprensién, o ciencia, de las viejas culturas se ha perdido para siempre. Si es que hay ta~ les conexiones, estamos poco advertidos de ellas. Nuestro entorno ha sido intervenido, No mucho después del eclipse del que acabo de hablar, Ja abuela de Anica, mi mujer, que tenia noventa arios, le dijo que no deberiamos per- mitir que nuestros nifios durmieran donde pudiera darles la Inz de la Luna. Nacida en Ja regi6n de los Balcanes en la época preindustrial, y después de pasar la mayor parte de su vida sin tecnologia, la anciana de- cia que Ja Luna tenia demasiado poder. Una noche, nuestro hijo mayor, Yari, que entonces tenia ocho aiios, pasé la noche en la casa de un ami- go, en lo alto de una colina, durmiendo cerca de una ventana sin corti- nas orientada hacia el sur. A la mafiana siguiente nos llamé por teléfono para contarnos una cosa perturbadora que le habia acontecido durante la noche. Se habia despertado advirtiendo que estaba parado de cara hacia la ventana, mirando la Luna Hena. Habia salido de Ja cama mientras ain estaba dorniido, caminé hacia la ventana y se pard de cara a la Luna. Sélo entonces despertd, Estaba aterrorizado, dijo, mas por lo ominoso de la ex- periencia que por sensacién alguna de peligro real. Habia sido educado en el concepto de que aquello que Je acababa de pasar no podia ocurrir; hubiera deseado que asi fuera y asi habia sido hasta entonces. A Yari, como a Ja mayoria de nosotros, no le gusta aceptar 1a validez de su experiencia personal. Quienes ahora definen Ja Luna son los cienti- ficos, astrGnomos y gedlogos, que nos dicen cudles interacciones con el! mundo son posibles y cudles no, ridiculizando cualquier evidencia en sentido contrario. Los ciclos de Ja Luna afectan a los océanos, dicen, pero no al cuerpo. zLe suena correcto esto? A mi no.¥ aun asi, privados de cualquier conciencia personal de la Luna, incapaces incluso de verla bien, privados de experimentarla, :cGmo podriamos saber qué es lo cierto LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 79 ¥ qué lo equivocado? La mayor parte de nosotros ni siquiera puede decir si esta misma noche la Luna estara alli afuera. kk Ow Quiz usted practique joggitig. Yo no lo hago, pero algunos conocidos me han contado cémo esa experiencia ha quebrado en ellos Jas nociones de tiempo y distancia creadas tecnolégicamente. Tengo un amigo en San Francisco que corre desde su piso en la colina Russian hasta la playa y de alli de vuelta a casa todas las mafianas. Es un recorrido de unos trece ki- lémetros. Hubo un tiempo, me conté, en que la idea de recorrer esa dis— tancia caminando o en bicicleta le parecia imposible. Ahora esa distancia le parece asequible, incluso le parece facil. Cerca, no lejos. Ha recupera- do un sentido personal de Ja distancia. Yo también he hecho algunos descubrimientos similares. Hace algu- nos aiios decidt ir a trabajar cada dia caminando en vez de conducir mi * coche. Esto cambié el camino al trabajo en una experiencia placentera ~sin congestiones de trinsito o complicaciones para aparcar— y podia de- tenerme aqui y alla para tomar un café y conversar con algin amigo. Lo que es mds importante, esto cambid mi concepcién de la distancia. Mi oficina quedaba a unas treinta manzanas de mi hogar, alrededor de me- dia hoxa de caminata. Adverti que caminar esa distancia era summamente facil. Yo no habia advertido que mi concepcién previa de cudnto eran treinta manzanas era una de las que habia creado la tecnologia, Mi cono- cimiento era autoconocimiento. Me habia convertido mental y fisica- mente en una coche-persona. Ahora estaba conectando la distancia a mi cuerpo, haciendo que el concepto fuera personal mas que mec4nico y exterior a mi. En otra ocasién, mientras estaba de acampada con mis dos hijos, aprendi algo acerca de los ritmos internos en oposicién a dos ritmos tec— nolégico-institucionales. . Al principio nos aburriamos terriblemente. Mis hijos se quejaban de que no habia nada para hacer. Estabamos todos tan acostumbrados a los acontecimientos que pasan al ritmo de la ciudad y en grandes y pro- minentes envoltorios que nuestros cuerpos y mentes no podian sintoni- zat con los acontecimientos mas pequeiios y sutiles de un bosque. Hacia el segundo dia, sin embargo, los niios comenzaron a arrojar piedras al arroyo y me encontré escuchando cosas que no habfa ofdo el CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 80 dia anterior: el viento, el crujido de las hojas al pisarlas. El aire estaba como mis transpatente y fresco de lo que parecia haber estado un dia antes. Empecé a deambular por alli, sin propésito alguno pero con mu- cho interés. Hacia el tercer dia los nifios comenzaron a descubrir pequefias cria— turas. Se quedaban observandolas de cerca y aprendieron mas de sus ha- bitos en ese dia de lo que yo haya logrado saber hasta ahora en toda mi vida. Pronto aprendieron a imitar a las ardillas, los pajaros y las culebras, y comenzaron a inventar algunos animales. Hacia el cuarto dia nuestra memoria del ritmo urbano se habfa disi- pado para dejar paso al ritmo natural del bosque. Comenzamos a prestar atencién a toda clase de cosas de las que ni siquiera éramos conscientes. Fue como si nuestra conciencia fuera un sistema desecado de raices que debia ser alimentado. Al volver ala ciudad unos pocos dias mas tarde, pudimos sentir la ace- leraci6n que se iba produciendo. Era como correr para alcanzar un tren. Entornos insensibilizantes El moderno edificio de oficinas es el ejemplo arquetipico del entorno mediatizado. No contiene nada que no haya existido previamente como plan de disefio en la mente humana. Los espacios son cuadrados, planos Yy pequerios, eliminando toda sensacién de altura, profindidad e irregu- laridad. La decoracién esta rigidamente controlada hasta lograr una sola uniformidad entre piso y piso y entre oficina y oficina. El efecto es aho- gar todo interés por el espacio que uno habita, La mayor parte de los edificios de oficina madernos tienen ventanas herméticamente cerradas, El aire es procesado, la temperatura est regu- Jada. Siempre es la misma. E] mayor drgano sensorial de! cuerpo, la piel, no siente viento, no siente cambios de temperatura, esté totalmente em- botado. El hilo musical homogeneiza el ambiente sonoro, Algunos edificios utilizan incluso «ruido blanco», una mezcla deliberada de sonidos elec- trénicos que dan como resultado una especie de murmutllo. Aparente— mente inocuo, llena los oidos con un permanente sonido de fondo, amor~ tiguando los ruidos azarosos o las conversaciones al pasar que podrian suscitar interés o distraer. La MEDIAFIZACION DE LA EXPERIENCIA 81 La luz permanece constante de Ja mafiana hasta Ja noche, de una ofi- cina a otva, hasta que nuestra conciencia de Ja Iuz est4 tan embotada como nuestra conciencia de la temperatura y no podemos advertir el paso del tiempo. Se nos ha dicho que un nivel constante es bueno para nuestros ojos, que alivia el cansancio. gEs cierto esto? g¥ qué pasa con la pérdida del campo de enfoque y jos muchos cambios en la direccién de Ia luz para los cuales nuestros flexibles ojos estin disefiados y a los cuales pueden acomodarse? Quienes construyen entornos artificiales ven los sentidos como co- sas aisladas y monoliticas, mis que como capacidades que por alguna ra~ z6n tienen un determinado alcance. Sabemos, por ejemplo, que nues- tros ojos pueden ver tanto en wna muy oscura penumbra como en una Juz extremadamente brillante, a lo lejos o de cerca, lo diferente de lo in- distinto, y desde lo obvio hasta lo sutil. Perciben objetos que se mueven rapidamente y también aquellos que estén quietos. El ojo es un érgano maravillosamente flexible, capaz de ajustarse instantéaneamente frente a una desconcertante disposicién de Ja informacién, cambiando constan— temente, percibiendo en varios niveles objetos cercanos y lejanos que se mueven a diferentes velocidades simultineamente. Una capacidad visual que funcione plenamente equivale a que todo el entorno natural y cada cosa en él aparezca como informacién visual. Esto debe haber sido ast debido a que ia interaccién entre los sentidos y ef entorno natural crea- bala escala de capacidades que necesitibamos tener. La vista no fue algo que llegé un buen dia, como la costilla de Adin; coevolucioné junto con todo aquello que la rodeaba y era para ver todo aquello para lo que estaba disefiada. Cuando nuestros ojos son ejercitados continuamente, cuando se alientan Ja flexibilidad y el dinamismo, entonces son lo mis+ mo que la variedad de estimulos que offecen la noche y el dia. Por lo tanto, es probable que no sea muy inteligente tener siempre abuena luz» o estar durante mucho tiempo a una distancia fija de las cosas. El resul- tado puede ser Ja falta de ejercicio y finalmente la atrofia de la capacidad del ojo. Cuando reducimos un aspecto del entorno desde lo variado y mul- tidimensional a lo fijo y sin cambio, también estamos cambiando al ser humano que vive dentro de ese ambiente. Los seres humanos se des- prenden de su capacidad para adaptarse, asi como Ja persona que sola~ mente camina no puede manejar facilmente la experiencia de correr, Los pulmones, el coraz6n y otros érganos no han sido ejercitados. El ser 92 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION humane se convierte entonces en una criatura con una escala de capaci- dades mas estrecha y también con menos sentimientos acerca de esa pérdida. Se vuelve ms tosco, mds simple, menos variado, igual que ese entorno. La respuesia frecuente a esto es que si bien perdemos la experiencia sensorial de amplio espectro, ganamos en una experiencia mental mas profunda. Esto no es cierto. Simplemente, 2! tener menos experiencias no-mentales, la vida mental parece enriquecida por comparacién. De hecho, la vida mental seria mas rica con una vida sensorial en pleno fin- cionamicnto. En afios recientes, los investigadores han descubierto algunos as- pectos fascinantes acerca de las conexiones entre la vida fisica y Ja men- tal, haciendo experimentos en condiciones de privacién sensorial. Ex tales experimentos se le impide a un sujeto humano tener informacién sensorial tanto como sea posible. Esto puede lograrse, por ejemplo, con un entorno totalmente «blancoe: paredes blancas, ningain mueble, nin- gin sonido, temperatura constante, luz también constante, nada de co- mida ni de ventanas. Un imétodo més cuidadoso es poner al sujeto con los ojos vendados dentro de un traje especial que controla su tempera- tura y flotando en un tanque de agua dotado solamente con tubos para proveerle de aire y agua. Este tanque para la privacién de estimulos scnsoriales anula el sentide tactil tanto como la conciencia del arriba y abajo. Los investigadores han descubierto que cuando se suprimen de esta maneza los estimulos sensoriales, el sujeto al principio mantiene una vida mental activa, ya que sus imagenes mentales son su tinica estimulacién. Pero después de un tiempo estas imagenes se vuelven caéticas y pueden ser atemorizantes. Desconectado del mundo fuera de su mente, el sujeto esti desarraigado y sin apoyo. Si la experiencia se prolonga bastante tiempo, se-desarvolla una suer- te de locura que sélo puede ser curada mediante la reintroducci6n de es- timulos sensoriales procedentes de un contacto directo entre el mundo externo y la mente del sujeto. Antes de que se produzca Ja desorientacién total, tiene lugar un se- gundo efecto. Consiste en un dramAtico incremento de la atencién sobre cualquier estimulo que sea introducido. En un ambiente tan despojado, un estimulo finico adquiere un extraordinario poder ¢ importancia. En e] més literal de los sentidos, el sujeto pierde perspectiva y no puede ubi- LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 83 car el estirmalo en un contexto, Este tipo de experimentos ha demostra~ do ser efectivo para detener el habito de fumar demasiado, por ejemplo, haciendo que el experimentador dé al sujeto instrucciones para dejar de fumar o le describa a través de un micréfono los aspectos dafiinos y de- sagradables de fumar, Estos experimentos han mostrado que los voluntarios pueden ser programados para creer y hacer cosas que no habrian hecho en condi- ciones funcionales plenas. La técnica bien podria ser llamada «avado de cerebro». Seria ir demasiado lejos Hamar a nuestras oficinas «cimaras de desen- sibilizacién», pero lo que si son, ciertamente, es cAmaras para reducir la sensorialidad. Quiza no sea lavado de cerebro, pero la eliminacién de dos estimulos sensoriales decididamente aumenta la atencién en la tarea que se tiene entre manos, en el trabajo que debe ser realizado, con la exclu- sién de todo lo demas. Las oficinas modernas estan disefiadas para este propésito por gente que sabe muy bien lo que hace. Si los sentidos de la gente fieran estimulados para experimentar todo lo que entrara en su campo potencial de alcance, seria muy impro- bable que la gente se sentara durante ocho largas horas frente a una mesa de escritorio, leyendo informes, pasando a maquina documentos, estudiando columnas de niimeros o ponderando estrategias de venta. Si los péjaros volaran a través de la habitacién y el viento soplara arrastran— do los papeles, si el Sol brillara alli dentro o la gente estuviera tonteando por alli en divanes o tomando un bajio mientras escucha misica varia— da, esto seguramente distraeria al trabajador de oficina de su ocupacién mental, que es para lo que esta alli. Desde luego, si las oficinas fincio- naran de ese modo, poco trabajo se haria en ellas. Bsa es la razon de por qué no funcionan de esa forma. Cualquier vigilia de los sentidos, apar- te de sus usos aislados para leer y a veces para hablar y escuchar, seria desastroso para un entorno de trabajo que exige que la gente perma~ nezca con la atencién concentrada en modalidades funcionales estre- chas y especificas. También los sentimientos son desalentados por estos entornos. Re- ducir Ja variedad de sensaciones es una buena manera de mermar las emo- ciones, ya que unas estimulan a las otras. Pero también hay una jerarquia de valores que impulsa mis lejos este proceso. La objetividad es el mas alto valor que pueda ser exhibido por un ejecutivo en una oficina.¥ Ja disciplina es el mas alto valor para un trabajador subordinado. Ambas ed CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION cualidades se logran més fAcilmente si el ser humano es desconectado efi- cazmente de las distracciones de sus sentidos, sentimientos ¢ intuiciones. Con el campo de experiencia tan drasticamente reducido, los es- timulos que permanecen ~lectura y elaboracién de informes, trabajo mental, negocios— adquieren una mayor apariencia y obtienen una im- portancia que no habrian tenido en un entorno mas amplio, variado y estimulante. E] trabajador se interesa por ellos en gran medida porque es lo tinico de que dispone para interesarse. Curiosamente, sin embargo, aunque la gente de las oficinas trata de esquivar sentimientos ¢ intuiciones, a menudo no puede evitar utilizar~ los. Emergen como aberraciones: una feroz tendencia competitiva, furor ante los menores inconvenientes, decisiones que no encajan en los mo- delos de objetividad. Esa conducta en los negocios a veces me hace pen- sar en hojas de hierba que consiguen crecer a través del pavimento. Un ejemplo mis conmovedor quiz4 sea el hecho de que estas oficinas modernas hayan demostrado ser enternos sexualmente tan «calientes». Aparte de alguna planta en su maceta, las tinicas criaturas con las que es posible experimentar algo en una oficina son los otros seres humanos. Ea ausencia de toda otra vida orginica y con los sentidos despojados de la mayor parte de las posibilidades de experiencia humana, el cuerpo oca~ sional que esta mas allé de la mesa se convierte en un acontecimiento sensual especialmente potente, la fmica manera de salir de esa condicién de suspensidn de la experiencia, y la finica manera de experimentarse a si nusme come algo con vida. De hecho, el confinamiento de seres huma- nos dentro de entornos artificisles puede ser una explicacién parcial de nuestra nueva obsesiGn por el sexo, que abarca toda nuestra cultura. xk ok * Hasta ahora he estado hablando especialmente de Jas ciudades. Lo he hecho porque sus efectos son mas obvios. No quisiera dar la impresién de que los barrios residenciales, las comunidades retiradas, los centros de recreacién y otras situaciones por el estilo tienen mAs acceso a un tango de experiencia mas amplio. Esos lugares tienen grandes arboles, por ejemplo, y mas animalillos. El cielo es mas visible, sin edificios gigantescos que alteren Ia vista. Pero en la mayor parte de los aspectos, los entornos de tipo suburbano estin atin mis lejos de revelar los procesos naturales que las ciudades. Al menos LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 85 Jas ciudades ofrecen un ingrediente critico del mando natural que es la diversidad, si bien una diversidad que est4 confinada a formas de vida dinicamente humanas. Ni de dejos se aproximan. a la complejidad de un metro cuadrado en un bosque cualquiera. En los barrios residenciales la totalidad de Ja experiencia esta traza- da de antemano y luego es vendida basindose en ese plan. «Tendremos todo lo necesario para las necesidades recreativas de su familia: salas de juego, campos de fitbol, campos de golf, canchas de renis, boleras y te- trenos para hacer picnic.» Todo esto, mas un jardin delante, un parque detras, dos grandes arboles y una atenta fuerza policial, terminan de dar forma a este recipiente total. Entonces los seres humanos viven dentro de ese envase. Las zonas originalmente tan diversas como bosques, desiertos, ciéna- gas, lanuras y montaifias, han sido unificadas en trazados suburbanos, Los sentidos humanas, buscando una salida para el conocimiento y la estimula- cidn, sdlo se encuentran con lo que ha sido previamente dispuesto por otros seres humanos. En muchos sentidos puede decirse lo mismo de los entornos rurales. La tierra que alguna vez albergaba centenares de variedades de plantas y animales ha sido transformada por Ja agricultura. Los insectos han sido eliminados en gran medida por las fumigaciones masivas. En centenares de kilémetros cuadrados, los tanicos seres vivientes que es posible encon- trar son jas alcachofas o los tomates dispuestos en surcos rectos, E] nifio que quisiera saber cémo trabaja la naturaleza sélo se encontraré con aviones fumigadores, cosechadoras automaticas y miles de hileras de una especie vegetal. Habitaciones dentro de las habitaciones Hay diferentes opiniones acerca de cuales fueron los momentos criticos que separaron a los seres humanos de las formas primitivas de experien- cia -entre persona y planeta— levandolos a entornos secundarios y mediatizados. Algunos retroceden tanto como hasta el control del fuego, Ja domesticacidn de los animales, la invencién de la agricultura o la im- posicién del monoteismo y el patriarcado. En mi opinién, sin embargo, el mas significativo de los momentos recientes llega con el control de la electricidad como energia utilizable, 86 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION hace unas cuatro generaciones. Esto permutié trasladar casi todas Jas fun- ciones humanas al interior, de puertas adentro, e hizo al exterior mas pa- recido a los interiores. En menos de cuatro generaciones, en una historia que se calcula en unas cien mil generaciones, hemos cambiado fundamentalmente Ja na- turaleza de nuestra interaccién con cl planeta. Nuestro entorne ya no crece por si solo, por su propio designio, se- gin sus propias pautas y en su propio tiempo. El entorno en el cual vivi- mos ha sido totalmente reconstruida sélo por la voluntad del ser humano. Nos encontramos viviendo dentro de una especie de gran habita- cién nacional. Miramos a nuestro alrededor y sdlo vemos nuestras pro- plas creaciones. Vamos por la vida creyendo que experimentamos el mundo cuando en realidad nuestras experiencias estin confinadas dentro de concepcio- nes enteramente humanas. Nuestro mundo ha sido imaginado. Nuestro entorno ha sido perfectamente dibujado. Nuestro entorno es la manifestacién de los procesos mentales de otros humanos. De todas las especies del planeta y todas las culturas de la especie humana, nosotros, los norteamericanos del siglo xX, nos hemos convertido en los primeros en Ja historia que viven predominantemente dentro de proyecciones de sus propias mentes. Vivimoes en una especie de torbellino, yendo cada vez mas profunda- mente hacia el interior de nuestros propios procesos de pensamiento en cavernas subterraneas, donde la realidad no-humana esta alla arriba, en algtin lugar, lejos. Estamos dentro de un sistema de circulos concén- tricos cada vez mas pequenos y profundes, y consideramos cada nueva cota de profundidad que alcanzamos como si fuera un progreso y una mayor comprensién. Nuestro entorao mismo se ha vuelto un censor, un filtro y un medio intexpuesto entre nosotros mismos y una altcrnativa no-humana, no censurada, no seleccionada, es decir, una realidad planetaria orginica de alternativa. Pedimos a los nifics que entiendan Ia naturaleza, la cuiden y se preo-~ cupen por ella, que sepan la diferencia entre lo que crearon los humanos y lo que ha hecho el planeta, pero ¢cOmo puede el nifio saber estas co- sas? E] nifio vive con nosotros en una habitacién que esta dentro de una habitacién, dentro de otra habitacién. El nifio ve una manzana en una fruteria y supone que la manzana y la fruteria estén orgdnicamente La MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 87 conectadas. El nifio ve calles, edificios y montafias y supone que todo eso debe haber sido puesto alli por los seres humanos, ;Cémo podria el nifio pensar otra cosa? La surya es la conclusion obvia en un mundo en el cual toda realidad es creada por los seres humanos. Como adultos, suponemos que no somos tan vulnerables a este error, que estamos educados y que nuestras mentes pueden salvarnos. Nosotros «sabemos» la diferencia entre lo natural y lo artificial. Sin embargo, no tenemos un contacto mayor con el mundo en sentido amplio que el que tiene el nifio. La mayor parte de la gente atin Je da poca importancia a todo esto. Aquellos que toman nota de estos cambios por lo comin hablan de ellos en términos esotéricos, estéticos o filosdficos. Es un buen tema de discu- sién para Jas reuntones sociales y las clases de filosofia. Pero si seguimios asi, sin embargo, espero que se hard evidente que el resultado mas compulsivo de estos stbitos cambios en el modo en que experimientamos la vida es inevitable y de indole politica. Al vivir dentro de entornos artificiales, reconstruidas y arbitrarios que son estrictamente producto de la concepcién humana, no tenemos ma~ nera de saber qué es cierto y qué no lo es. Hemos perdido contexto y perspectiva. Lo que sabemos es lo que otros seres humanos nos cuentan. Entonces, quienquiera que controle los procesos de recreacién rede- fine eficazmente la realidad para Jos demés y crea ef mundo entero de la experiencia humana, nuestro campo de conocimiento. Nos hacemos stbditos de ellos. El confinamiento de nuestra experiencia resulta el fan- damento de su contral sobre nosotros. Los medios estan para confirmar la validez del mundo arbitrario en que vivimios. El papel de la televisidn es proyectar este mundo, a través de las imagenes, en el interior de nuestras cabezas, todas al mismo tiempo. Iv La expropiacién del conocimiento Cuando el entorno natural se alterd mis allé de lo que podia ser obser- vado por cada uno, las definiciones del conocimiento comenzaron a cam- biar. Una vez que dejé de basarse en la experiencia directa, el conoci- miento pasé a depender de Jos cientificos, la tecnologia, la industria y de Jo que éstas descubrian. Los cientificos, los tecndlogos, los psicélogos, los industriales, los eco- nomistas y los medios de comunicacién que traducen y difiinden sus des- cubrimientos y opiniones se convierten asi en nuestras fuentes. Ahora son ellos quienes nos dicen lo que es Ja naturaleza, qué somos, c6mo nos relacionamos con el cosmos, qué necesitamos para la supervivencia y la felicidad y cuales son los caminos adecuados para organizar nuestra exis- tencia. No tiene nada de excepcional que empecemas a dudar de lo que muestra propia experiencia nos muestra y comencemos « no ver lo que es evidente por si mismo. Nuestra experiencia no es valida hasta que la cien- cia lo dice. {jLa leche materna es saludable!) Tampoco puede Hamar la atencién que nos sintamos despojados de toda participacién en la mayor parte de los aspectos mis importantes que conforman nuestras vidas. Nos sentimos despojados porque cstantos despojados. . A medida que continuamos separandonos a nosotros mismos de la experiencia directa del planeta, la jerarquia del tecno-cientificismo avan- za. Esto origina unos tremendos problemas en una sociedad que se su- pone que es democratica, En las democracias, por definicién, todas los seres humanos deberian poder expresar su opinion acerca de los desarrollos tecnolégicos que pue- den cambiar profundamente sus vidas € incluso amenazarla: la energia 90 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION nuclear, la ingenierfa genética, la diseminacién de sistemas de microondas, el avance de los satélites de comunicaciones y la ubicua utilizacién de los ordenadores, por mencionar sdlo unos pocos. Es mas, para poder participar plenamente en las discusiones sobre las implicaciones de estas tecnologias uno debe tener cierta formacién por lo menos en fisica, psicologia, biolo- gia, filosofia, economia y teoria social y politica. Cualquiera de esas tecno- logias tiene profunda influencia en todas estas 4reas. Como la mayoria de nosotros carece de esa formacién, toda la discusi6n tiene lugar entre repre- sentantes a los que no hemos votado: los profesionales y expertes. Tam- poco ellos poseen todo ese rango completo de formacién, pero tienen ac- ceso a una wu otra 4rea y pueden hablarse unos a otros en una tecno-jerga —wcomercializacién», «elacién costo/beneficio», cadministracién de los recursosp— y después discutir entre si acerca de un aspecto cualquiera de Ja cuestién mientras el resto de nosotros los observa. Pocas veces parece ocurrirseles que su formacién tecnolégica y el len- guaje que utilizan excluye de su marco de referencia un sistema de in- formacidn y de valores mas amplio y sutil. La alternativa a dejar toda Ja discusién en manos de los expertos seria tomar otro camino completamente distinto. Consistiria en definir una linea mis all de la cual el control democratico —o sea, una plena participacion de la poblacién en aspectos de las decisiones que nos afectan a todes— no es posible, implicaria que cualquier cosa que cruce esta linea es tabi. Des- de luego, la propia nocién de tabi es ella misma tabé en nuestra socie- dad, y la idea de ilegalizar tecnologias enteras es virtualmente impensable. Gil Baillie, un ecdlogo de San Francisco, en un brillante articulo en la edici6n de 1965 de Planer Drum, alega que los sistemas de tabi: de las culturas primitives no eran contextos tan oscuramente irracionales como ahora pensamos que fueron. Muy a menudo reflejaban un conocimiento tomado de la naturaleza y modificado por la experiencia humana a tra- vés del tiempo. Su propésito eza articular y preservar los equilibrios na- turales en un 4rea dada o dentro de un determinado grupo de personas en un momento particular. Bran aseveraciones acerca de cuindo dema- siado lejos es demasiado lejos. Esta sensibilidad para dos equilibrios natu- rales, que es la base de practicamente toda cultura anterior a la nuestra, ha sido suprimida ahora por nuestra moderna creencia de que la ciencia y la tecnologia pueden resolver todos los problemas y que, por consi- guiente, todas las tecnologias que pueden ser creadas deben ser creadas. La cuestién del equilibrio natural esta ahora subordinada. La evolucién La MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 91 es definida no tanto en términos de proceso planetario sino como un proceso tecnolégico. El planeta y su informacién son considerados aho- za menos significativos que el ingenio humano, un error idiota y peli- groso blindado solamente por los muros de los supuestos previos y el hormigén de las formas fisicas dentro de las cuales vivimos. Ivan Illich, un eritico prominente de la expropiacién del conoci-~ miento en un mundo de expertos y abstraccién, alega en Néutesis médica: Ia expropiacién de la salud que ia medicina profesional puede estar causando mis dafios que beneficios. Vamos al doctor como vamos al mecanico. Uno y otro hablan un lenguaje que nos resulta impenetrable. Tomamos sus cu— ras como articulos de fe. Illich subraya que esto puede estar produciendo més enfermedad que curaci6n: ha separado a la gente del conocimiento acerca de como man-— tenerse saludable, un conocimiento que en su momento pertenecié al seno de la cultura. A pesar de que algunos de nuestros métodos tecno- cientificos funcionan bien, otros no fumcionan, y les médicos que los uti- lizan pueden no entenderlos 0 ser inexpertos en su utilizacién. Los mé- dices, cree Illich, también estén tomando la validez de la tecnomedicina como articulo de fe. Su fuente es por lo commin Ja industria quimica y farmacéutica, que tiene interés en desplazar a los métodos naturales de curacian. ;De qué otro modo podrian vender sus medicamentos? Educacién directa Cuando era nifio me preguntaba cémo habian aprendido los seres huma- nos qué vegetales eran comestibles y cules no lo eran. ;Cémo aprendieron nuestros antepasados acerca de los venenos, o de Jas curas contra los enve~ nenamientos, si no tenian un médico cerca? Yo supomia que era a través del ensayo y error porque asi me Jo habjan explicado. Un grupo de cavernico- las o de abotigenes descubrian una nueva planta. Uno de ellos la probaba y caia fulminado ahi mismo. De este modo ellos sabian que no debian comer nunca mis esa planta. Indudablemente éste fue tm método, pero por la informacién que he podido reunir este «método de la degustaciéno no fue el medio principal para adquirir el conocimiento, no podria explicar el conocimiento tan finamente detallado que los indios tienen de las plantas. 4C6mo podria saber un indio que la baya de enebro mejora Ja funcién hepatica, modifica el color de la piel y aumenta la energia vital? Ninguno CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 92 de esos efectos podia ser evidente de inmediato. Podian requerir dias 0 semanas o aun mds tiempo. Y sin embargo, ellos io sabian. En una edicién de 1975 de Ja revista Indigenas, una mujer india bra- sileha, Carmen de Novais, informa de que jos aborigenes de la jungla amazénica «han sido capaces de identificar, localizar y utilizar ciertas plantas para Ja cura de dolencias especificas, para envenenar sus flechas o pescar con sustancias que atontan a los peces». En tanto la ciencia occi- dental atm no ha sabido desarrollar un contraceptive quimico que no perjudique a las mujeres, dice, da gente de] Amazonas ha estado utilizan- do plantas medicinales como un exitoso método anticonceptivo duran- te ntiles de afios», «Los medicamentos desarrollados y producidos por la “tecnologia moderna” son extraidos por lo comin de hierbas y plantas medicinales. Las mayores fuentes de informacién acerca de los vegetales y sus usos medicinales son los pueblos que viven en armonia y muy préximos a los ciclos de la Madre Tierra. A las compaiifas farmacéuticas les tomaria mu- chos afios si tavieran que investigar por sf mismas todas las plantas en un intento de descubrir sus usos medicinales.» De Novais menciona medi- camentos indigenas tales como Ja coca, la ipecacuana, la quinina y el cu- rare, entre otros, y describe como alguno de ellos permitié el desarrollo de anestésicos tales como fa procaina y la novocaina, asi como curas para la disenteria amebiana, la malaria, las enfermedades cardiacas y los venenos y el tratamiento de trasrornos nerviosos, epilepsia y otros. Todos estos medicamentos fueron utilizados primero por los indios. «Las companias farmacéuticas se aseguran una provisién adecuada del material vegetal bisico, a veces comprando tierra de los indios para la produccién, y venden los medicamentos derivados de estos vegetales al mundo y ala propia gente que originalmente los conocia», hace notar De Novais. «Obtuvieron grandes beneficios de sus “descubrimientos” sin ninguna recompensa monetaria para los indios de quienes ellos habian obtenido sus “drogas secretas”.» En realidad hicieron més bien lo opues- to. Al quedarse con la tierra y convertir a los indios en peones, al tiempo que introducian el sistema monetario e imponian los medicamentos al estilo occidental, las compafiias farmacéuticas ponian a los indios en la situacién de tener que comprar los medicamentos que anteriormente habian tenido en abundancia. Pero la cuestién sigue en pie: zc6mo conocian los indios los poderes curativos de las plantas? LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 93 Mientras investigaba la parte de este libro que trata de las consecuen- cias en los seres humanos de la exposicién a tanta luz artificial como Ia que tenemos ahora —en particular Ja luz de la televisisn—, me encontré con un extrafic informe publicado en el New England Jourual of Medicine. Un equipo de médicos habia descubierto que la ictericia de los bebés podia curarse con la Juz del Sol. Este descubrimiento produjo una epi- demia de articulos acerca de Ja posibilidad de que 1a luz natural pudiera ser saludable para los seres humanos. jVaya una revelacién! Los doctores habian emprendido su estudio de los efectos de 1a luz solar en los recién nacidos con ictericia cuando cierto dia una enferme- za sefialé que los bebés cercanos a una ventana abierta mejoraban mas rapido que aquellos que estaban lejos de la ventana, Fue entonces cuan- do, investigando sobre el tena, alguien descubrié que hace mis de siete mil afios los egipcios trataban la ictericia de los recién nacidos expo- niéndolos a la luz solar y dandoles de comer una hierba que tenia una benéfica interaccién con los rayos solares. Elarticulo no se lo preguntaba, y yo no pude encontrar a alguien que explicara cémo era que los egipcios, alli en el principio de los tiempos, descubrieron este importante efecto de Ja luz solar y de una hierba sobre Ja ictericia sin ningun subsidio de la Fundacién Nacional para la Ciencia. Una explicacién al conocimiento de Jas culturas primitivas, expuesta por gente como el popular escritor alemin Erich von Daniken, es que ciertos humanos —de raza blanca y pelirrojos~ habrian Megado del espacio exterior y enscfiado a los ignorantes salvajes todo lo que ellos sabian. Este tipo de explicacién, aparte de su implicito racismo y su valor recre- ativo, es todo un indicio de cun lejos estamos de entender los sistemas de conocimiento basados en la experiencia directa. ke ek Recientemente tuve la oportunidad de ver algunas peliculas sobre vege~ tales tomadas con el sistema time-lapse* realizadas por el doctor John Ott. Las filmaciones con este sistema permiten ver ciertos movimientos de las * Consiste en una camara fifa con un mecanismo de relojeria capaz de obtirar foragrama por fotograma dejando pasar varios minutos entre toma y toma. Al proyec- taro Gilmado se produce una gran aceleracién de la accién, ya que umn proceso de ho- tas de duracién queda reducido a algunos minutos y haste segundos. (N. del T) o4 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA ‘TELEVISION, plantas y revelan que los vegetales estin estirindose constantemente en busea de luz como pichones de ave con sus bocas abiertas. Los brotes tre- pan, se arrastran y ondulan, en tanto los tallos se hinchan y luego descan- san como si fireran un pulmén que inhala y exhala. Los vegetales vibran y laten como respuesta a las condiciones inmediatas de su medio ambiente. En una secuencia en particular, ciertas flores de pasionaria florecian en un proceso agotador de intensidad lentamente creciente. Los capu- Tos comenzaban a convertirse en una flor a medida que los pétalos to- maban forma y emergian lentamente del capullo que los contenia. Si- Ditamente se producia otro estallido de energia cuando los pétalos se liberaban hacia arriba, contrayendo y estirando cada uno de sus delica- dos bordes, mostrando una plenitud de expresién claramente andloga a un orgasmo y que daba la apariencia de que la planta verdaderamente sentia placer. Desde esta perspectiva, es obvio que Jas plantas estin vivas mas o me~ nos en Ja misma forma en que lo estan los seres humanos y otros anima- les. Nuestro fracaso en ver jas plantas como seres vivientes, y para vernos a nosotros mismos como una suerte de vegetales acelerados, es el resulta~ do de la limitada percepcidn humana, un sintoma de las limitaciones de nuestros sentidos o de] grado en que hemos permitido que se atrofien, o del hecho de que vamos demasiado rapide como para percibir los ritmos mis lentos de otras formas de vida. Es un lugar comin entre los naturalistas afirmar que el ingrediente clave de su trabajo es la paciencia. B] investigador tiene que demorarse lo suficiente como para esperar y observar hasta que los ciclos de actividad que eran previamente invisibles se hagan visibles. Cuanto mis espera y mis lento deja que se desarrolle su propio ritmo, se vaelve mas capaz de percibir los delicados detalles del crecimiento natural. Los pueblos pretecnoldgicos no necesitaban pasar por un proceso ra- lentizador. Rodeados de naturaleza, con todo lo que era vive envolvién- dolos por todas partes, desarrollaban una intimidad automitica con el mundo natural. Mas all de esa intimidad esta la sensacién de que los Le- chos del basque o el desierto no estan realmente separados de uno mis— mo, que los humanos son sélo una parte de una gran criatura viviente: el planeta. Esta no es s6lo una manera de hablar para los indios; es un he- cho concreto. Ellos lo entendian y podian dar testimonio de ello. Las co- sas que crecen entran en nuestro cuerpo y también nosotros crecemos. El aire entra en nosotros y vuelve a salir. El agua fuye a través de noso- LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 95 tros. El aire tibio de afwera nos entibia por dentro y viceversa. Nosotros sdlo podemos imaginar que ro estamos conectados a las cosas de esta ma- nera cuando nuestras conexiones estén bloqueadas, alteradas o atontadas. Para los indios, las plantas, el clima, el lugar, ef suclo, el agua y sus interacciones eran parte del organismo del cual ellos mismos eran una parte. Experimentaban estas fuerzas naturales como se experimentaban a si mismos. En Un brujo del Alto Amazonas, F. Bruce Lamb narra Ja historia apa- yentemente cierta de Manuel Cordova de Rios, un cauchero peruano raptado por los indios amaheuca por invadir su territorio y obligado a permanecer con ellos durante nmichos afios. Rios describe de qué ma- neta los indios aprendian cosas acerca de la jungla, que era tanto el objeto de constante estudio como su maestra, Primero la observaban individual- mente experimentando cada detalle. Entonces intercambiaban experiencias estableciendo pautas mas amplias conjuntamente en grupo, como si fue~ xan céhdas individuales informando a un organismo mas amplio, que es también como informan las células. Por las noches, la tribu entera se reunia y repetia cada detalle del dia que acababa de pasar. Describian cada sonido, la criatura que lo habia producido y su aparente estado de Animo. Se discutian las condiciones del crecimiento de todas las plantas en varias millas a la redonda. Aquella horda de monos aulladores, que habia abandonado Ja zona tres dfas an- tes, ha regresado. Ciertos arboles frutales que hace tres semanas mostra- ban tan sélo unos capullos ahora han comenzado a dar frutos. Un jaguar ha sido visto cerca del rio pero ahora ha subido a la colina. Parece estar de un humor extrafiamente melancélico. Las hierbas del valle estan se- cas. Hay un grupo de pajaras que no se ha movido durante varios dias. El viento ha cambiado su direccién y trae un olor a algo desconacido. (En realidad, un hecho tal como un cambio en el viento bien podria no ser comunicade pues todos lo saben. Un cambio del viento o un olor nuevo llamarian tanto Ja atencién de cada uno come un baldazo de agua fifa sobre la cabeza de cualquiera de nosotros.) Rios cuenta que muchas historias de los indios se refieren a las «per- sonalidades» de las plantas y animales individuales, asi como al tipo de avibracionesy que emiiten. Los suefios actuaban como wn sistema adicio— nal de informacién desde més all del nivel de la observacion consciente, dibujando pautas estructurales y significados desde niveles mas profun- dos. Quiza las predicciones se basaban en ellos. 96 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Las drogas no eran usadas para cambiar el estado de Animo, como las utilizamos hoy en dia, sino con el propésito de ampliar atin més !a per- cepcién. Las plantas y animales podian entonces ser vistas ms clara- mente, como en camara lenta o en time-lapse, como algo que se sumara a su poder de observacién proporcionande alguna informacién especial- mente sutil, como la manera en que actiian las plantas y cuales criaturas estarian mas proximamente relacionadas con qué plantas. Un animal in- teresado en ocultarse, por ejemplo, deberia comer una planta que tam- bién tienda a ocultarse. Leyendo estas narraciones se me hizo claro que toda la vida en la jangla es constantemente consciente de teda otra vida con un exquisito hujo de detalles. Gracias a esto los indios lograban informaci6n acerca de cémo interactian los sistemas naturales. La observacién era en si misma co- nocinmiento. Segiin fuera la interpretacion, el conocimiento podia o no ser fiable y itil. Cada detalle de cada acontecimiento tenia una fuerza y un significa- do especial, entendido como parte de una estructura mas grande de ac- tividades y fuerzas. La comprensién era tan compleja que eran solamen- te algunos hechos muy extraordinarios los que no podian ser explicados —una tama quebrada de una manera que no se ajustaba con Ia historia previa de las ramas quebrades —y que causaban preocupacién y una aler- ta inmediata. Rios recordaba la forma en que los indios solian capturar y matar cer- dos, Sabian que los pecaries o cerdos salvajes eran guiados por un fini- co marrano, y que andaban a través de Ia jungla muy dispersos, pero si- guiendo ciertos senderos especificos detras del lider, un poco ala manera en que las aves vuelan en formacién. Los indios sabian que matar al marrano principal arrojaria a los otros a un estado de confusion hasta que resolvieran quién debia ser el nuevo jefe. Durante esa confusién, los indios solian matar algunos pocos pecaries, poniendo gran cuidado en no matar a ninguno de los posibles nuevos lideres. En cambio, permitian que el nuevo marrano jefe surgiera y guiara a los supervivientes de la piara hasta ponerla fuera de peligro. Entonces recogian al marrane jefe muerto y Ie cortaban la cabeza. Ponian ésta bajo tierra, enterrada apenas superficialmente y orien~ tada exactamente en una direccién especifica. Si lo hacian asi,la piara ente- ra retornaria a ese punto exacto en tres hunas justas. Pero si equivocaban cualquier pequefio detalle del procedimiento, la piara no volveria y los indios tendrian que salir a cazar una nueva piara. LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 97 Rios presencié este proceso muchas veces. Nadie preguntaba por qué funcionaba tan bien; ese conocimiento era pasado de genexacién en generacién, y los indios siempre dispusieron de carne de pecari en abun- dancia. Muchos libros escritos por indios describen otro método a través del cual el conocimiento de plantas y animales podia ser amplificado e inte- grado dentro del observador directa y fisicamente: la imitacién. Imitan- do a una criatura, «metiéndose dentro» de ella, uno aprende a entender- la mejor. Una persona imita el aplomo y movimiento de una planta, sus caracteristicas de comportamiento, para ser como ella es, para integrar su animo y caracter dentro de sf misma. A menudo esto se Heva a cabo tribalmente o bien individualmente, en danzas y ceremonias, ¢ incluye no sdélo vegetales y animales sino tam~ bién las actitudes del viento, Ia uvia y otros seres humanos. Tanto la literatura india como la literatura de los pueblos pretecnolégicos (lo que nosotros Hamamos «mitos»), incluidos nuestros propios antepasados eu- ropeos, est llena de historias de seres humanos que se convierten en lo- bos, osos, aves, serpientes o insectos con Ia finalidad de superar algunas dificultades que de otro modo serfan insuperables utilizando los conaci- mientos de Ja criatura apropiada. Si la capacidad que los seres humanos necesitaban era la cautela, una manera de aprender a ser cauteloso era observar a las criaturas que lo eran —las panteras, por ejemplo— y después imitarlas. Si lo que se deseaba era protegerse mediante la capacidad de salir del reposo mediante un golpe fulminante, entonces la cobra era un buen modelo. Si lo que se buscaba era ‘a cualidad de fluir calmadamen- te, observaban los arroyos. Si lo que deseaban era la ligereza y liviandad, imitaban a Ja mariposa. Los indios no le daban a la gente nombres de criaturas particulares llevados por alguna clase de encantador sentido estético (Bifalo Blanco, Caballo Laco, Toro Sentado). Los animales y elementos naturales que formaban parte de los nombres tenian caracteristicas observables concre- tas: fuerza, constancia, agilidad, esbeleez, ferocidad, etcétera. La naturaleza no era solamente una metifora sobre la conducta humana, era literal- mente una maestra. La forma en que los animales resolvian los proble- mas, el modo en que se movian o cémo se comportaban se volvia un modelo para el ser humano. Adin hoy en dia, la imitacién y emulacién forman parte de Ja con- ducta humana. Asi, leemos que Muhammad Ali dice: «Yo bailo como 98 CUATRO BUBNAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION una mariposa, pero pico como una abejan. Al usar tales frases, asocia mentalmente sus propios movimientos con Los de esas criaturas. Si bien no puede comportarse exactamente de la forma en que ellas se compor- tan, probablemente ha logrado integrar dentro de si algunos movimien- tos de esas criaturas. Desde luego, si nunca hubiera visto una mariposa o una abeja, no habria podido aprender nada de ellas. Entre los nifios los procesos imitativos son automiticos, Imitan todo Jo que los rodea: padres, gatos, perros, insectos, plantas, coches, unos a otros, y todas las imagenes que les legan a través de los medios, Por cier- to que imitar a un animal visto en los medios no es lo mismo que ixaitar aun animal que uno ha visto en Ia selva. Fara alcanzar ese conocimiento del mundo que los rodea tan exquisi- tamente detallado, los seres humanos que viven en entornos no mediati~ zados han debido utilizar todas sus capacidades para observarse a si mis- mos, al planeta y a las cosas que crecen en é], Ni siquiera deben haberse planteado la posibilidad de que el planeta sea algo externo a ellos, ya que sus sentidos les decian que el planeta estaba también dentro de ellos. Su mundo estaba organizado a lo largo de lineas de flujo, no en comparti- mientos sepatados y distintos. El conocimiento surge de la experiencia personal y de la observa- cién directa: ver, oir, tocar, gustar y oler. Esto es auxiliado por varios sis- temas internos, Ahi esta el instinto, por ejemplo, reumido por innumera- bles generaciones previas y transportado hacia delante en el tiempo dentso de las células. Hay una intuicién, también: aquello que las religio- nes orientales Jaman «saber sin vere. Ademés estan los sentimientos, que pueden haber sido conformados por la experiencia previa. Todo esto -los cinco sentidos mas el instinto, la intuicién, los sentimientos y el pensamiento— se combina para producir la conciencia, la capacidad de percibir y describir come esti organizado el mundo. Los occidentales prefieren pensar en estas cualidades humanas como separadas unas de otras y como si algunas fueran mds «reales» que otras. Asi y todo las capa- cidades interacttian tanto entre persona y planeta como entre una perso- na y otra. Un sentido interactia con orto sentido, y los sentidos en con- junto interacttan con los sentimientos. La intuicién funciona junto con el instinto, a pesar de que va y viene, entrando y saliendo de toda experien- cia. El ser humano funcional, en su totalidad, puede ser entendido como una especie de ecosistema microcésmico dentro de un ecosistema mas amplio que a su vez esté dentro de otro mis amplio y asi sucesivamente, LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 99 todos los sistemas entrando y saliendo de los demas. Al ignal que con otros sistemas, cuando una cosa es alterada el balance del conjunto en su totalidad resulta alterado. Los cambios en un aspecto de Ia percepeién o experiencia humanas afectan a todos los otros. Cuando una persona tiene todos sus sentides en plena capacidad operativa, decimos que esa persona es sensible o que es «sensitivay. La gente que vive en entornos que estimulan la gama sensorial completa desde lo mis sutil hasta lo mas obvio es més sensitiva que aquella gente que no lo hace. Los sentidos se desarrollan en interaccién con las malti- ples pautas e influencias del medio ambiente natural; ninguna capacidad sensorial (sensual) se ha desarrollado por accidente. Ningiin sentido se mantiene a si mismo si no es utilizado.Y si un sentido permanece sin ser utilizado, se atrofia. kk En 1969 mi mujer y yo visitamos varias de las pequeiias islas de esa gran extensién que los colonizadores lamaron Micronesia. La mayor parte de estas islas son tan pequefias y remtotas —estan a centenares de kilometros unas de otras— que gran parte de sus culturas nativas permanecen casi in- tactas a pesar de la creciente presencia militar y empresarial de Estados Unides. En una isla nos reunimos con un hombre que tenia una pequefia lancha a motor. Habia ido a la escuela en Hawai, habia vivido durante al- gin tiempo en Los Angeles y hablaba muy bien inglés. Nos offecié lle- varnes a un recorrido por el océano para visitar algunas pequefias islas que él conocia. Esto exigia tomar una de las dos rutas posibles para pasar el arrecife de coral que rodeaba nuestra isla.Y nos dio a elegir: una ruta exigia viajar varias horas hasta un punto en que el arrecife estaba corta- do; la otra ruta, nos dijo, era seguir el ritmo de las olas hasta haberles to- mado bien el tiempo. Entonces podria saltar sobre el arrecife con su lan- cha. Finalmente escogimos esta dltima ruta. Cuando regresamos a la isla, él ya habia arponeado unos pocos peces. Hicimes un pequefio fuego y arrojé el pescado directamente a las Ila- mas. Después de unos pocos minutos, metié las manos en el fuego y les dio la vuelta. Le pregunté si alcanzar cosas que estaban dentro del fuego no le dolia. El contest: Sdlo duele un poquito». Cada vez estabamos mas interesados en este hombre. 100 CUAFRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Entonces empez6 a hablarnos del arrecife, uno de sus temas favori- tos. Le preguntamos por qué caminaba descalzo sobre los arrecifes cuan~ do a nosotros nos habian advertido de que siempre uséramos zapatillas de suela gruesa por las estrellas de mar venenosas que podian producir heri- das muy dolorosas y, a veces, paralisis. Entonces nos dijo: «Si, pero si usted pisa una todo lo que tiene que hacer es levantarla, darle la vuelta y colocar su vientre directamente so- bre Ja herida. Asi le chupara su propio veneno». Le preguntamos cémo habia aprendido esto, y nos contestd: «Aqui todo el mundo lo sabe. Donde hay algo venenoso su antidoto nunca esta my lejos. Todos saben esto, ¥ en todas partes es igual», Le preguntamos acerca de su vida durante aquellos afios en las gran- des ciudades del mundo, y su historia fue como cualquier historia de cualquier indio que deja su hogar para participar en la vida del mundo «desarrollado». Era una historia de luchas, ocupaciones miserables, carcel y borracheras. Un detallado conocimiento del viento, de la fluvia, del sol y les estrellas solamente servia en su mundo. Para sobrevivir en el nuestro le habria sido mucho mejor suprimir todas aquellas observaciones y desa- rrollar agilidad mental, persuasién, encanto, astucia y agresividad, Ingenuamente le preguntamos por qué habia decidido sacrificar su vida en la isla para ir en busca de las ciudades, para lo cual no tuve nin- guna contestacién, excepto decir que sit propia respuesta ante los coches y las maquinas le recordaba la forma en que los peces quedan atontados per el brillo del meta! en la mascara de un buceador. Al menos él habia regresado a la isla, donde permanecia a caballo de dos culturas. Educacién de motel En 1974 fui uno de Jos treinta «destacados educadores en medio ambien- te» invitados a asistir a un coloquio en Ann Arbor, Michigan, patrocinado conjuntamente por el Programa de Educacién en Medio Ambiente de Ia Escuela de Recursos Naturales de la Universidad de Michigan y la Divi- sién de Tecnologia y Educacién en Medio Ambiente del Ministerio de Salud, Educacién y Seguridad Social de Estados Unidos. El objetivo de este coloquio era establecer pautas generales para el Gobierno acerca de cual era la mejor manera de subsidiar econdémica- mente los proyectos educativos sobre medio ambiente. Debfamos decidir La MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 101 qué era y qué no era una buena y efectiva educacién sobre medio am- biente. Teniamos cuatro dias para hacerlo. En cuznto llegué descubri cue el lugar de reunién era un motel en las afueras de Ann Arbor, justo entre dos autopistas. Si queriamos ir a al~ guna partc, teniamos que hacerlo en coche. Las habitaciones en que dor- imifamos tenfian ventanas que no se abrian; en cambio, disponian de cale- faccién o aire acondicionado durante 24 horas diarias. Los salones donde se celebraban las reuniones estaban desprovistos por completo de venta- nas. La luz era fluorescente. El motel tenia una piscina bajo un techo de vidrio. Palmeras artifi- ciales habian sido dispuestas en el parque que la rodeaba. El techo de vi- drio no se abria, pero habia tumbonas y sillas aqui y allé y lamparas por- tatiles de luz ultravioleta sobre una base con ruedas. La conversacion en la conferencia se desarrollé por completo en tec- no-neologismo. Hablamos de «sistemas de suministro educativo», «inter- cambio de valores», distas de controls, «lineas de accién», «prioridad de necesidades», «grupos prioritarios», «telacién costo/eficaciay, «estrategias de impacto» y, por supuesto, mi especialidad, «educaci6n de y a través de Jos medios de comunicacién». Durante el segundo dia de la conferencia, un pequefio grupo de par- licipantes interrumpié Ja sesién pata sefialar que todos estébamos reci- biendo una educacién acerca de medio ambiente directamente de nues- tro entorno de habitaciones sin ventanas, paredes lisas y desnudas, y luces fluorescentes. Al mismo tiempo que habiamos hablado de ensefiar a los dems acerca de un medio ambiente orginico que quedaba alli afuera eu alguna parte, el entorno artificial en el que estbamos nos ensefiaba que Ja naturaleza era algo irrelevante, separado de nosotros y que sélo tenia valor intelectual. Fl entorno natural, si es que existia para nosotros en al- guna parte, estaba solamente en nuestras mentes, en nuestras me- morias, Nuestro fracaso en reconocer que esto era importante signifi- caba que una extendida aberracién mental habia avanzado més lejos de lo que queriamos creer. Era iniatil que hablaramos de hacer que otra gente fuera sensible a los valores ambientales cuando nosotros, supuestamente un grupo de lideres, nos sentiamos satisfechos en un entorno que ex- cluia totalmente el entorno orginico, y ni siquiera habfamos advertido esa situacién. Una bidloga sesentona empezé a dar una conferencia improvisada, sefialando que una seria distorsién habia tenido Ingar en e! concepto 102 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR. LA TELEVISION mismo de educacién y que todos nosotros éramos ejemplo de ello. Voy a paraftasear lo que dijo: «Hay procesos educativos objetives en los cuales operan modalidades racionales. Leer un libro de texto transmite un tipo de conocimiento, pero también hay modalidades subjetivas de receptividad informativa. Caminar a través de los bosques es distinto de asistir a clases acerca de Jos bosques porque cada una de esas cosas ofrece una informacién de tipo completamente diferente; las clases acerca de los bosques nunca nos ayu- darin a “relacionarnos” con los bosques 0 a preocuparnos por ellos en absoluto. Sélo estar en uno puede lograr esto, asi como Ja tnica manera de saber lo que es bailar es bailando. »Cuande estamos dentro de las paredes de este motel, empezamos a pensar que el mundo natural no tiene nada que ensefiarnos. Nosotros los ecologistas sufrimos la misma nocién distorsionada de la educaciéu que todos los occidentales. Pensamos en Ja educacién como algo objetivo, cuantificable y verbal. Nuestras propias palabras se convierten en nuestro fundamento. »Como resultado de ello no tenemos el sentido de lo correcto o equivocado de cada nueva maravilla tecnolégica. Oimos hablar acerca de una “revolucién verde” que alimentaré a millones de famélicos y cree- mos ciegamente en la palabra de los expertos, como todo el mundo. Sin ninguna experiencia acerca del equilibrio natural, nos olvidamos de que las cosas slo crecen a cierta velocidad. Si uno acelera artificialmente el proceso, algo se pierde. »Leemos estudios de cientificos que dicen que la capa de ozono esti a salvo a pesar de los aerosoles, y leemos otros estudios realizadas por otros cientificos que dicen que la capa de ozono esta en peligro. Nos preguntamos cual es la verdad, cuales son los cientificos que estan en lo cierto. Pero este cuestionamiento significa que hemos vendido nuestro conocimiento instintivo, Obviamente, cualquier alteracién artificial de la capa de ozone modifica la cantidad de radiacién que llega al planeta, y es dafiina. »Leemos que las ballenas estin suicidindose, arrojandose sobre las playas hasta quedar encalladas, y nos preguntamos por qué. Los cientifi- cos nos dicen que Ia ballena lider puede tener pardsitos en su cerebro, enloquecer y guiar a las otras hacia la playa. Millones de personas leen esta historia y Ja encuentran légica, porque su conocimiento de las balle- nas se limita a saber su longicad, su peso, sus habiros de apareamiento, las LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 103 zonas de cria, la utilizacién comercial y el nGmero Gptimo de capturas. Asi y toda, los nativos de las islas Salom6n brindan minuciosas descrip- ciones de ballenas y delfines que se lanzan cada afio contra las playas desde hace miles de afios. Los islefios dicen que es un ritual de comuni- caciones hombreanimal, parte de un ciclo que nos resulta incompren- sible. Yo no sé si ellos estan en Jo cierto. Lo que si sé es que Jas ballenas no tienen lideres, que operan en grupos, y que dado el tamafio de su ce~ sebro son probablemente los mamniferos ms inteligentes de la Tierra. Yo no creo que sea un problema de pardsitos.» Y terminé diciendo que habiamos confiado stodas nuestras esperan- zas a una sola carta; hemos supuesto que los procesos empiricos objeti- vos producen un conocimiento igual alo que el entorno offece como informacion. Hemos supuesto que nuestro conocimiento esta en aumen- to.Yo no estoy tan segura». Su discurso fite recibido con un respetuoso interés. Habia un acuer- do general en que sus afirmaciones eran tan conmovedoras como inspi- radas ~era una distinguida anciana—, pero también habia cierta incomo- didad ante lo tonto y roméntico de la idea de que e] entorno —ya fueran Jos muros sin ventanas o los rios— ensefiara por si mismo. Son los maes- tros las que ensefian. La educacién es cerebral y no sensorial. Nuestro papel era ayudar a que maestros y profesores supieran qué ensefiar. No- sotros éramos les que lo sabiamos. Los participantes estaban de acuerdo en que habria sido mejor que la conferencia hubiera tenido lugar en un sitio mds préximo a la naturale- za. De ese modo habria sido mas placentero. (jEso es la naturaleza: algo placentero!) Pero puesto que est4bamos aqui con esta importante mi- sién, debiamos seguir de todos modas con el trabajo y dejarnos de dis- tracciones. Un afio mas tarde, recibi un volumen de 548 paginas que resumia «los temas sobresalientes en educacién sobre medio ambiente», con deta- Nes sobre los descubrimientos de los «expertos» en esta reunién que ha- bia marcado un hito. Ese informe fue sometido a Ja consideracién de la Oficina de Educacién en Medio Ambiente, la cul, por lo que yo sé, puede ser que atin Jo esté utilizando hoy en dia. Si es asi, entonces supongo que entre todos hemios llevado adelante el proceso de alejar atin més el conocimiento de las fuentes naturales para que se hunda atin mas profiindamente en el territorio de los exper- tos. Esto, a su vez, hace més facil al Gobierno y a Ia industria expropiarlo Lod CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION y altetarlo, para luego devolvérnoslo a través de los medios en tecno-jer- ga s6lo inteligible para las tecno-mentes. Con la naturaleza ensombrecida, practicamente todo lo que sabemos nos llega procesado y puede ser cier- to 0 equivocado. Nosotros sabemos solamente lo que nos dicen. Para la mayor parte de nosotros, el telediario es ahora nuestra fuente. Sin ningu- na base de comparaci6n, nuestro conocimiento y comprensién cambian al cambiar los telediarios. La leche materna es antihigiénica. A los ratones les gusta el queso. En Marte hay vida. La tecnologia curara el cancer. Las estrellas no nos influ- yen. La energia nuclear es inofensiva, En Marte no hay vida. La energia nuclear no es inofensiva. Los colorantes artificiales son inofensivos. La sa- carina es inofensiva. La tecnologia provoca cancer. Colén demostré que el mundo era redondo. Los rayos X no son perjudiciales. La guerra de Viet- nam no fue una guerra civil. Tendremos una epidemia de peste porcina. La leche materna es saludable. La tecnologia limpiara la contaminacién. Los conservantes y otras sustancias quimicas agregadas a los alirnentos no provocan cdncer. El crecimiento econdémico salta a la vista. Los coloran- tes para alimentos de color rojo no son inofensivos. La peste porcina es inofensiva. La guerra de Vietnam fue una guerra civil. La jerarquizacién es natural. Los seres humanos son los principes de la naturaleza. La saca- tina no es inofensiva. La vacuna de la peste porcina provoca paralisis.Te- nemos e] mis alto nivel de vida. Las hormonas en la carne vacuna pro- vocan cancer. Acariciar a los nifios es bueno para ellos. Demasiado sol provoca cincer.¥ asi indefinidamente. Vv A la deriva en el espacio mental Muchos de aquellos que experimentan con drogas que expanden la men- te explican que —mientras estin bajo su influencia— comienzan a «ver» el mundo, especialmente las formas tecnolégicas creadas por el hombre y que dominan las ciudades, como absurdas, extrafias, hostiles y hasta cier- to punto repugnantes. La gente que toma LSD comanmente alucina ante Ja presencia de tr4fico pesado, entornos estériles, sonidos abrasives u ob- jetos y olores mecinicos. A menudo describen estas experiencias de Ja vida cotidiana como «irreales». Es clasico en la literatura del LSD que los «malos viajes» son mas pro- bables en los entornos urbanos que en los naturales. La preparacién del ambiente para una experiencia con LSD es muy importante. Se recomienda a la gente rodearse de objetos que les pro- porcionen sentimientos reconfortantes, escuchar misica con !a que se esté familiarizado desde antes, 0 rodearse de amigos intimos y permane- cer en contacto fisico con ellos. Recibir un abrazo de un amigo al que se tiene gran confianza es muy recomendable, tanto como los baiios en agua tibia y conversar de cuestiones muy personales. Estos elementos pueden lograr lo que se conoce por «tocar tierra firme»,* en el sentido de tomar contacto con lo que es innegablemente real, ni abstracto, ni in- terpretado, ni artificial, ni abierto a discusién. El psiquiatra radical R. D. Laing, entre otros, ha dicho que el cre- ciente desarrollo de enfermedades mentales en estos dias puede ser ex- plicado en parte por el hecho de que el mundo que Hamamos real y en el que invitamos a la gente a que viva y entienda, esta él mismo sujeto a > Gromnding en el original. (N. det T) 106 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 6 discusién, El entorno en que vivimos ya no esti conectado a la mezcla de procesos planetarios que nos trajeron al set. Es tmicamente el produc- to de procesos mentales humanos. Es real, pero sdlo en el sentido en que pueden ser reales una obra de teatro o la sala de los espejos de un parque de diversiones. Nuestro entomo artificial est4 ahi y podemos experimen- tarlo,si bien ha sido creado adrede por otros seres humanos. Es una in- terpretacién de la realidad, ya no tevela como trabaja la naturaleza y no puede proveernos de mucha informacién Util a os seres humanos que in- tentamos ver nuestras propias vidas como parte de un proceso natural mas amplio. Nos hemos quedado sin ningtin marco de referencia que no haya sido alcanzado por la interpretacion humana. Vivir dentro de este entorno acaba por proponernos uma eleecién absurda entre dos realidades igualmente desconectadas. Podemos decidir aceptar como real nuestro entorno humano artificialmente reconstruido, pasando por alto que es una recreacién arbitearia, y aceptando que esta interpretacién de la realidad es la nuestra. O bien podemos retroceder ante ella, permitiéndonos a nosotros misimos ver nuestro nuevo entorno como un decorado teatral o una serie de fachadas ficticias. Esta es la for- ma en que el esquizofrénico describe 2 menudo el mundo, Aquellos que hacen esta Ultima eleccién corren los riesgos inherentes a tratar de en- tender el mundo dinicamente:a través de sus propios procesos mentales internos y aislados. Cualquiera de tales elecciones, desde la aceptacién al rechazo, nos se- paran de la posibilidad de interactuar y aprender de Ja realidad orginica que existe fiera de la concepcién humana. Pero lo que llamamos cordu- ra est en la primera eleccién, en la aceptacion de lo arbitvario como real. Laing propone que el esquizofrénico de hoy en dia no est4 sufrien- do un problema psicolégico con una causa personal, en la medida en que esté dando una respuesta adecuada a una condicién cierta del mum- do moderno que tiene una causa politica o tecnolégica. El asi llamado sano est (estamos) sostenido con los dientes de un encuadre de realidad extremadamente endeble y arbitrario. Hasta ahora, los tedricos de 1a politica han fracasado en cuanto al efecto que nuestro moderno entorno ¢jerce sobre nosotros. Incapaces de captar que e] mundo fisico en que vivimos es en si mismo arbitrario € inclinados, por lo tanto, a resultar confusos a las masas de gente que bus- can apoyarse sobre una base firme, los observadores politicos no han po- dido realizar ciertas deducciones criticas. Primordial entre ellas es la de que, LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 107 cuando la gente no puede distinguir con certeza entre lo natural y lo inter- pretado, o Jo artificial de lo orginico, entonces todas las teorias de organiza— ci6n ideal de Ja vida dan lo mismo, resultan todas iguales. Ninguna de ellas puede ser entendida como més o menos conectada con Ja verdad planeta- via.Y asi las personas o las frerzas capaces de hablar mas alto o con mas fuerza, o con alguna Iégica aparente —aunque sea una légica desarraigada-, pueden volverse convincentes dentro del vacio de comprensi6n. Si bien los teéricos politicos han subestimado estos fenémenas, otros no Jo han hecho. Examinando los mundos de hoy desde aftera hacia adentro, y extra- polando desde el presente hacia el futuro, los escritores de ciencia ficci6n han sido politicamente visionarios. En sus andlisis y su utilizacién de las relaciones entre entornos artificiales, alta tecnologia, cordura y locura, y por lo tanto Ja inevitabilidad (0 mejor dicho, el hecho) del control hu- mano de la mente, algunos escritores de ciencia ficci6n han dado lugar a una obra que se confunde con Ia critica politica. Una segunda categoria de gente que ha advertido la relacidn del ser humano moderuo con el entorno son las lideres de los nuevos movimien- tos filoséfico-religiosos populares, tales como Scientology, Arica, est, Mind Dynamics y otros. Lamentablemente estos lideres no nos advierten de las consecuencias de la confusién, sino que se aprovechan de ella. Observando que Ia realidad y sus definiciones han entrado ahora en e] terreno de los juegos y estan a su alcance, los lideres se han vuelto me- jores jugadores que nadie, explotando y reformando las mentes desorde- nadas y desarraigadas e instalando un nuevo manto de suelo mental del cual inevitablemente surgiran monstruos. Observande la ciencia ficcién y los nuevos movimientos filoséfico- teligiosos, podemos desarrollar un modelo capaz de indicar el resultado probable de los procesos tecnolégicos que ya se han impuesto en nues- tro mundo. Ciencia ficcién y realidad arbitraria Una pelicula soviética bastante incomprendida, Solaris, dirigida por An- drei Tarkovsky sobre un libro de Stanislav Lem, relata los problemas a los que se ven enftentados algunos astronzutas en una estacién espacial en érbita alrededor del planeta Solaris en una Jejana galaxia. 108 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Sdlo quedan dos de un grupo original de 85 astronautas. Algunos han huido, otros se han vuelto locos y han debido ser reembarcados con rurnbo a la Tierra. Varios se han matado entte ellos. La superficie de Solaris es un vaste océano, que también es una Gni- ca mente viviente. Este planeta-océano-mente les est4 jugando alguna suerte de mala pasada mental a sus visitantes. En Ja Tierra, los desconcertados funcionarios espaciales envian a un psicélogo, Kris Kelvin, para que investigue. Antes de abandonar el plane- ta para salir al espacio exterior, Kelvin dedica sus Gltimas semanas junto asu padre en una casita en medio de algtin remato bosque. El psicdlogo se sumerge en Ja naturaleza y emprende largos y callados pascos a través de Tos arroyos. La pelicula avanza con exasperante lentitud en este punto. Hay largas secuencias en las que no sucede nada ante las lentes de Ja cd- mara salvo los hechos naturales del bosque, en tienzpo natural, A veces la camara siguc los ojos de Kelvin mientras absorben lo que le rodea. Llueve. Esta empapado. De vuelta en su cabafia, su cuerpo 63 entibiado por el fuego de una chimencea. Finalmente es hora de irse. Ahora la camara est4 en el asiento delan- tero del coche, situada donde est4 sentado Kelvin. Vemos lo que él ve. Ei terreno cambia lentamente. Los caminos rodeados de drboles dan lugar a carreteras rectas y uniformes. El follaje se retira ante el paso del camino. Ahora estamos en una autopista. El entorno esti formado por coches a toda velocidad, puentes, pasos bajo nivel, tineles. Pronto llegamos a una ciudad. Hay ruido, luz y edificios por todas partes. El paisaje natural esta sumergido, es invisible. Los paisajes homocéntricos y la realidad abstracta prevalecen. Un rapido corte nos leva de alli al espacio. Kelvin esta solo en un pequefio vehiculo espacial, dirigiéndose hacia Solaris. La Tierra ha desaparecido. Kelvin ha abandonado sus raices, Pisar el suelo es, por definicién, imposible. Todo su entorno es abstracto. Su hogar planetario ahora existe solamente en la memoria. Al llegar a la estacién espacial, Kelvin comprende cual es la trampa de Solaris: entra en las memorias de los visitantes y entonces crea vida real a partir de las manifestaciones que alli encuentra. Esto comienza a sucederle también a Kelvin. Su esposa muerta desde hace tiempo apare- ce en su habitacién. Al principio cree que es una imagen de ella; pero entonces advierte que no es tan sdlo una imagen, sino que es realmente ella. Asi y todo, ambos se dan perfecta cuenta de que ella es solamente una LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA. 109 manifestacién de Ia mente de él, De modo que ella es simult4neamente real e imaginaria. Otra gente surgida de la vida pasada de Kelvin aparece en el Jabo- ratorio espacial. Se encuentra con Jos recuerdos recreados de los otras astronautas; aparecen familias, viejos amigos, juguetes, jirones de ropa abandonada largo tiempo atts, equipos técnicos, macetas con plantas, perros, enanos de un circo de la infancia, prades de hierba. Las cosas se complican terriblemente al tiempo que Jos visitantes lle- gados de la Tierra tratan de pensar qué hacer con todo ese material real/irreal que sigue surgiendo de sus recuerdos. La estacién espacial va adquiriendo las caracteristicas de un suefio, un carnaval, un asilo de chi- flados. Los cientificos se plantean regresar a la Tierra como han hecho los otros. Kelvin est4 a favor de esta mudanza porque siente que su salud mental se esté desmoronando, pero se da cuenta de que irse significa dasesinar a su esposa ahora redescubierta. Ali en Ja Tierra ella sera sélo un recuerdo, del mismo modo que se ha convertido en un recuerdo Ia propia Tierra en esta estacién espacial. Ella lo comprende, y la situacién s angustiosa para ambos. Nadie entre los cientificos 0 sus creaciones mentales puede controlar Jo que sucederd. Carentes de una realidad concreta, es decir, de un con- tacto con sus rafces planetarias, estan a la deriva en sus mentes: estan locos. Toda la informaci6n sc ha vuelto crefble ¢ increible al mismo ticmpo. Se ha vuelto arbitraria. No hay modo de separar Jo real de lo irreal. Aunque los astronautas son conscientes de ello, puesto que no hay nada que no sea arbitrario, excepto el prdjimo, toda la informacién es igual. Es imposible determinar en qué informacién hay que basarse para actuar. Solaris ha hecho de los astronautas sus sibditos. Flos no pueden de- fenderse a si mismos de las imagenes que el planeta vuelve concretas. Hacia el final, los hombres ya no tienen otra alternativa que aceptar toda la informacién como real. Kelvin atraviesa un largo ciclo de imagenes de la Tierra, desde su infancia hasta su vida actual en la estacién espacial. Esta nuevamente en la casa de su padre, pero también esta en el espacic. Llueve nuevamente, pero ahora fa Iluvia es de puerias adentro. ;Por qué no? No puede distinguir. Acepta, Finalmente, el mensaje de la pelicula es transparente. El proceso de enloquecimiento comenzé mucho antes del despegue hacia el espacio. Comenzé cuando la vida abandoné la naturaleza por las ciudades, El re- CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 110 corride de Kelvin desde los bosques a la ciudad y al espacio fue una cabalgata desde la conexién a Ja desconexidn, desde la realidad a la abs- traccién, una historia de la tecnologia, instalando Jas condiciones nece- sarias para Ja imposicién de realidades reconstruidas por una inica y poderosa fuerza. kok O* Hace una generacién, George Orwell y Aldous Huxley escribieron dos obras sobre este tema que serian clasicos del siglo xx. Tanto 1984 como Un mundo feliz han sido analizados y reanalizados, pero con cada vuelta de tuerca dé la tecnologia adquieren nuevos niveles de significacién y re- Jevancia. En 1984, la técnica central de opresién es el control absoluto de to- dos los tipos de informacidn, tanto en el sentido tradicional —telediarios, libros, lenguaje— como también en el sentido de la informacién prove- niente del medio ambiente. Se ha impuesto un idioma asfixiantemente restringido: la «Nueva- lengua» no tiene un vocabulario que permita expresar muchas ideas y sentimientos humanos, y al no poder ser expresados, comienzan a atro- fiarse, Cada habitacién tiene un equipo de televisién que inunda constan- temente las mentes de la gente con musica marcial, noticias de éxitos militares y las abominables acciones del lider del Movimiento Subterré- neo, Goldstein. El pasado es eliminado por completo. La historia es revisada. Los libros destruidos. A] no haber medios grificos, no hay ninguna evidencia de que algo haya sido diferente. Incluso esta prohibido guardar periédicos. Se es- pera que la gente absorba y acepte la nueva informacién distribuida por los televisores aun cuando contradiga directamente las noticias de un mes atrds. Puesto que es imposible demostrar Ja contradiccién, es init tratar de resistir, Sin puntos de comparacién toda informacién ¢s igualmente real. El Movimiento Subterrineo, por ejemplo, o una lejana guerra entre Oceania y Asia Oriental, pueden haber existide o no; no hay modo de saberlo. Un elemento critico de 1984 en el que no han reparado demasiado sus comentaristas es que la gente esta confinada dentro de las ciudades. Para realizar cualquier visita al paisaje natural gue es eu sf mismo el pasa- do- se accesita un permiso especial. La MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA Wt El sexo es ilegal, excepto con propésito de procreaci6n. El placer esta fuera de la Jey. De este modo, el Gran Hermano puede penctrar y con- trolar la experiencia que la gente tiene de su naturaleza interna, del mis. mo modo en que controla su experiencia del paisaje. El humor, los senti- mientos, las sensaciones y las instintos también son parte del pasado. El efecto de todo esto es eliminar todas las referencias a cualquier al- ternativa. Nada de lo que se ofrece como real puede ya ser tenido por falso. Nada es demostrable por la experiencia directa, porque toda expe- riencia es manufacturada. Toda existencia se vuelve arbitraria, sometida a Ja creacién de Big Brother y el Partido, Los Solaris de Orwell. 4E] Partido ha dicho que Oceania nunca ha estado aliada con Eura- sia. El, Winston Smith, sabia que Occania habia estado aliada con Eurasia tan sdlo cuatro afios antes. Pero ;dénde existia este conocimiento? Sola- mente en su propia conciencia, que de todas maneras pronto seria ani- quilada.¥ si todos los demas aceptaban la mentira que impuso e! Partido, entonces la mentiza entraba en la historia y se volvia verdad. “Quien controla el pasado -decia Ja consigna del Partide— controla el futuro: quien controla el presente, controla el pasado.” »[...] El Partido te ha dicha que rechaces la evidencia de tus ojos y oidos. Era su mandamiento final y ¢l mis esencial. »[...] Al final ei Partido anunciaria que dos y dos son cinco, y 0 ten- drias que creerlo. Era inevitable que hicieran esa afirmacién tarde o tem- prano: Ja lgica de su posicién lo exigia. No sélo la validez de la expe- tiencia, sino la existencia misma de la realidad externa estaba tacitamente negada por su filosofia [...] Si tanto el pasado como el mundo externo existen solamente en la mente, y si la mente misma es controlable, jen- tonces qué? »{...] Con todo contacto con el mundo exterior y con el pasado eli- minado, el ciudadano de Oceania es como un hombre en el espacio in- terestelar, que no tiene manera de saber dénde es arriba y dénde abajo. Los gobernantes de un Estado como éste lo son de modo absoluto, de una manera en que ni los faraones ni los césares pudieron sezlo.» En tanto que Orwell estaba preocupado principalmente por los ex- cesos que habia visto en la Unién Soviética, Huxley dirigié Un mundo feliz ala sociedad tecnolégica occidental. En lugar de un Partido despia- dado que gobierna a través del miedo, el mundo feliz tenia un grupo be- nevolente de gerentes empresariales; las satisfacciones eran garantizadas por los «ingenieros emocionales». WwW CUATRO BUENAS RAZONES PARA BLIMINAR LA TELEVISION El mundo fitturo de Huxley se parecia al de Orwell en que toda ex- periencia fisica estaba rigidamente limitada. La lista de Orwell era consi- derablemente mas cruel, pero Huxley advirtid que Ja cuestién era una pequefia lista de cosas prohibidas mis que una lista despiadada. Los pla- ceres sensuales son alentados en Un mundo feliz, son programados en Ia gente cuando todavia son recién nacidos mediante mensajes «hipnopédi- cos» repetidos miles de veces durante su suefio. Estos mensajes alentaban Ja promiscuidad sexual, la concurrencia a los entretenimientos masivos tales como las «emoticulas»* (peliculas con estimulos tactiles) y, lo mas importante, la ingestién de drogas como el «soma» para todos y cada uno de los sentimientos desagradables o ante la menor molestia. E] objetivo era mantener a la gente concentrada en su propia satis- faccion y limitar sus necesidades a aquellas que pudieran ser convenien- temente satisfechas por los ingenieros sociales. Esto eliminaba toda posi- bilidad de descontento. Lo mis importante de todo era que la vida estaba contenida dentro de entornos planeados y controlados. La gente exa programada para creer que toda experiencia «natural» era inconveniente o repugnante. La idea del amor personal o de cuidar del propio bebé, especialmente de llegar al extremo de amamantarlo, se habia hecho tan horrible que la sola idea de ello hacia que la gente fuera corriendo a atiborrarse de drogas. En Un inundo feliz no hay ningin movimiento subterraneo de resis- tencia, pero si dos sociedades marginales contrastantes. Una de ellas, cal- eada de las aldeas de los indies zuni y hopi en las cuales Huxley vivid durante algiin tiempo en los afes veinte, es en el libro el hogar de los «salvajes», remanentes de un pasado no tecnolégico que se han converti- do en unos objetos de museo. La gente de Ja ciudad toma helicéptercs para Hegar a estos lugares y observar las extrafias y nauseabundas costum— bres de los salvajes. La segunda sociedad, confinada a ciertas «islas», est Ilena de los errores de la linea de montaje genética e hipnopédica, gente que ha expresado Ja aberracién principal: la insatisfaccién. En una advertencia previa que Huxley afiadié a las posteriores edi- ciones del libro, se refiere a las tendencias que veia se estaban dando en el mundo: «Para vérselas con la confusién, el poder ha sido centralizado y el control gubernamental se ha incrementado. Es probable que dos go- * «Peelies», en el original. Es juego de palabras entre «feeling» (sentimiento) y amoviesn (peliculas cincmatogrificas) (N. del T:) LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 113 biernos de todo el mundo Heguen a ser mis o menos totalitarios antes de que se pueda controlar la energia atémica; que Heguen a ser totalita- tios aun después de que el control parezca casi seguro. Sélo un movi- miento popular en gran escala dirigido a la descentralizacién [...] puede detener la presente tendencia [...] En el presente, no hay ningiin indicio de que tal movimiento llegue a tener lugar. »No hay, por supuesto, ninguna razén por Ja cual los nuevos totalita- tismos debieran parecerse a los antiguos. Gobernar con garrotes y escua- drones incendiarios, o mediante hambrunas artificiales, detenciones o deportaciones masivas, no sélo es inhumano [...] ha probado ser inefi- ciente, y en una era de tecnologia avanzada, la ineficiencia es un pecado contra el Espiritu Santo. Un Estado totalitario realmente eficiente seria uno en el que la ejecutiva topoderosa de amos politicos y su ejército de administradores controlaran una poblacién de esclavos que no necesitan ser obligados porque aman su servidumbre, Hacer que la amen es !a ta~ rea asignada». Esto podria lograrse, creia Huxley, mediante nuevas tecnologias que ofrecieran «una técnica de sugestién muy mejorada», por Ja diseminacién de las drogas, por los espectaculos masivos pata unificar la experiencia y los sentimientos, y por Ja eugenesia, que podria llegar a estandarizar a la propia gente. Puesto que escribié el libro en 1932, Huxley no pudo te- ner en cuenta ninguna tecnologia tiica que pudiera proveer esta esten- darizacién y unificacién, pero lo que si veia era que la tecnologia llevaria inevitablemente hacia esta direccién. Fue gracias a su particular genialidad, creo yo, como Huxley percibid que el elemento critico era la creacién de una gozosa cooperacién entre Ia gente que habria de ser controlada. Huxley partia del supuesto, natural para los afios treinta, de que los gobiernos serian los principales propagadores de los controles de placer en el futuro. Slo tltimamente hemos visto emerger corporaciones trans- gubernamentales que ejercen poderes similares modelando las pautas de vida y de transporte, recanalizando la experiencia Sumana, instilando ha- bitos de pensamiento y utilizando una tecnologia chipnopédica» para aplicar esta programaci6n. Huxley entendid que, quienquiera que sea el controlador, su éxito de- pende de que logre confinar la experiencia y la conciencia ajustindolas a patrones predeterminados. Huxley y también Orwell advirtieron que tanto los sentinuentos humanos como cualquier experiencia en solitario eran circunstancias y realidades complicadas e inmanejables y por ende CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 114 se revelaban como realidades alternativas, Eran, pues, peligrosos para los controladores. Tedo lo conectado con la conciencia de lo natural («con- ciencia salvaje») debe ser ridiculizado y eliminado, y toda experiencia debe estar contenida dentro de entornos artificiales controlados. En una socie- dad masiva, la tecnologia es un buen estandarizador, y el confinamiento funciona mejor si la tecnologia ha sido santificada. Podria seguir con ejemplos tomados de docenas de obras de ciencia ficcién sobre el tema del contro] de la realidad. A veces ese control es deli- berado, pero otras veces, como en Solaris, la utilizacion de la tecnologia para producir autocracia no ¢s tanto deliberada y consciente como evolutiva. A medida que la tecnologia ha evolucionado, ha ido poniendo limites entre Jos setes humanos y sus conexiones con las realidades mAs amplias y no-humanas. Mientras Ja vida adquiria una cada vez mayor atadura tecnoldgica, la experiencia humana y el entendimiento eran confinados y alterados. En Solaris estos cambios acontecen en un arden no especifi- co en el tiempo, hasta que las mentes de la gente y sus pautas de vida es- tin tan desconectadas que no hay manera de distinguir la realidad de la fantasia. Llegados a tal punto, no queda eleccién alguna salvo aceptar el liderazgo, aunque sea arbitrario. Un liderazgo de tal tipo puede muy bien no tener en sus planes st pro- pio éxito. Emerge orginicamente canalizado y confinado. En este remedo cultural de una privacién sensorial masiva, las aseveraciones claras y simples asuimen una autoridad y una profundidad mayores que las que merecen. Quienquiera que advierta que tal momento crucial ha llegado, que las mentes de la gente estan apropiadamente confundidas y receptivas, puede hablar directamente dentro de ellas sin interferencia. La gente a la que se habla esté precondicionada para aceptar lo que escuchz, como los astronautas de Solaris o las pobres y desconcertadas masas de 1984. La tecnologia juega un papel critico en este proceso porque origina formas arbitrarias estandarizadas de confinamiento fisico y mental. La te- levisién es la herramienta ideal para tales propésitos porque no solamen- te confina la experiencia sino que implanta ideas simples y claras. Vistas las cosas de esta manera, un nuevo hecho se hace evidente. La autocracia no necesita llegar en la forma de una persona, en absoluto, ni siquiera como una ideologia articulada o una conspiracién consciente. La autocracia puede existir en la tecnologia misma. La tecnologia puede producir su propia sociedad subordinada, como si estuviera viva, igual que Solaris. LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 115 Ocho condiciones ideales para el florecimiento de la autocracia Las tres obras de ficcién que he descrito, coando se combinan con aque- llos excepcionales escritores politicos que estudian las formas autocrati- cas desde el punto de vista de la tecnologia (Jacques Ellul, Ivan Illich, Guy Debord, Herbert Marcuse), comienzan a suministcar un sistema de precondiciones de las cuales se puede esperar que suxjan sistemas de con- trol monoliticos. Estos pueden ser autocracias institucionales o dictadu- ras. Por el momento, sera més sencillo utilizar el modelo dictadura. Imagine que, como si fuera algiin tipo de dictador de ciencia ficcién, usted intenta gobernar el mundo. Usted tendria probablemente sobre su mesa de escritorio una lista mas o menos como ésta: 1, Bliinar ef conocimiento personal. Hacerle dificil a la gente saber acer— ca de si mismos, cSmo funcionan, qué es un ser humano o cémo un ser humano encaja dentro de sistemas naturales mas amplios. Esto hara im- posible para el humano separar lo natural de lo artificial, lo real de lo irreal. Usted proveera las respuestas a todas las preguntas. 2. Eliminar los pnutos de comparacién. Las comparaciones pueden en- comtrarse en sociedades més antiguas 0 primitivas, formas de lenguaje y objetos culturales mas viejos, incluyendo los medios de comunicacién escritos. Eliminar o reducir a objetos de museo las culturas indigenas, la naturaleza virgen y las formas de vida no-hamanas. Recrear la experien- cia humana interna —instintos, pensamientos y sentimientos variados y esponténeos— de modo que no evequen el pasado. 3. Separar a las persouas unas de otras. Reduzca la comunicacién in- terpersonal a través de unos estilos de vida que acentiien las separacio- nes. Cuando la gente se retine, asegiirese de que lo hacen para participar de una experiencia previamente condicionada que ocupe toda su aten- cin al mismo tiempo. Los deportes espectaculo son excelentes, asi como los circos, las elecciones y cualesquiera especticulos en los que el foco esta en el exterior y el intercambio interpersonal esti subordinado a la ex- periencia masiva. 4, Unificar ta experiencia, especialuente alentando la experiencia itental a ex- pensas de la experiencia sensorial. Separe las mentes de Ja gente de sus cuer- pos, como en los experimentos privadores de sensorialidad, despejando entonces el canal mental para Ja implantaci6n. Idealice la mente. La expe- 6 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION, viencia sensorial no puede ser eliminada totalmente, de modo que deberia ser guiada hacia Areas restringidas. Un énfasis en el sexo como algo opues- to a le sensorial puede resultar til, porque es lo bastante poderoso como para sustituir a la totalidad y ademés tiene un efecto placebo. 5. Ocupar la mente, Una vez que la gente esta aislada en sus mentes, Ilenarles el cerebro con experiencias y pensamientos condicionados de antemano. E] contenido es menos importante que el hecho de que la mente sea rellenada. El pensamiento que discurre libremente debe ser desalentado a toda costa, porque es dificil de controlar. 6. Alentar el uso de drogas. Hay que teconocer que la represidn total 5 imposible, de modo que las expresiones de rebeldia deben ser constre- fiidas al nivel personal. Las drogas deben Ienar todas las brechas de insa~ tisfaccién, haciendo que la gente no responda a Jas expresiones organiza- das de resistencia. 7. Centralizar el conociwiento y fa informiacidu. Cuando tenga a la gen- te aislados unas de otros y sus mentes de sus cuerpos, con todo punto de comparacién eliminado, la experiencia sensorial desalentada y cuente con tecnologias inventadas para unificar y controlar la experiencia, en- tonces hable. En este punto cualquier cosa que venga de aftera entrard directarnente en todos los cerebros al mismo tiempo con gran fuerza y credibilidad. 8. Redefinir ta felicidad y ef significado de la vida en térmitnos de una filosofta niteva y crecientemtente desarmigada, Una vez que usted haya establecido las siete condiciones previas, esta tiltima es facil de cumplir. Todo tiene senti- do en el vacio. Todos los canales estan abiertos, son receptivos y no cues- tionadores. La estructuracién formal de la mente es facil. Lo mas impor- tante es que evite las fllosofias naturalistas porque llevan a una conciencia incontrolable. Las filosofias que oftecen menos resistencia son las més arbi- trarias, aquellas que tienen sentido solamente en términos de ellas mismnas. Filosofia popular y realidad arbitraria Hay considerable evidencia de que la visién de Ja ciencia ficcién segin ja cual la realidad arbitraria inevitablemente conduce a la autocracia ya ha comenzado a materializarse. Podemos constatarlo por nosotros mis- mos en las filosoffas seudorreligiosas que estin barriendo el pais y con- gregando a millones de devotos. LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 17 Las técnicas utilizadas para rechitar adeptos de estos florecientes miovimientos son basicamente similares en concepcidn a 1984, Solaris, Un mundo feliz y la lista de ocho puntos que acabamos de ofrecer. Los resultados también son similares. Los conversos, efectivamente, se some- ten a que sus mentes sean reconstruidas a lo largo de canales mas sim- ples, chatos, estrechos y sobre todo desarraigados. Esto les permite abra- zar la informacién arbitraria como si estuviera fundada en la realidad concreta. En un mundo donde la alienacién y la confusién son condiciones corrientes, estas nuevas filosofias ofecen un reconfortante orden mental que acepta y absorbe todas las contradicciones. El peligro es que, una vez que las mentes de la gente estin tan simplificadas y receptivas, se vuelven vulnerables a cualquier lider, gurii o sistema de fuerzas que en~ tienda la simplicidad del cédigo y pueda hablar una apropiada tecno- lengua. Como una masa de candidatos de la Manchuria,* la gente cuyas men- tes han sido reéntrenadas dentro de canales pasivos por estos procesos de base tecnolégica est4 disponible en todo momento para la impregna- cién. #* De esta forma se confunden con (y pueden aceptar) la forma de pensar publicicaria, televisada y otras intrusiones simplistas y simplifica- doras sin el menor asomo de rechazo. Utilizaré como ejemplo al grupo est para mostrar cémo las pautas de pensamiento son reestructuradas, y no porque sea peor que cualquiera de los otros sistemas actualmente populares. En muchos sentidos es be- nigno en comparacién con el grupo Seeutology o el control mental uti- lizado por el reverendo Moon.Y ninguno de ellos es peor que la publi~ cidad 0 la television. Sin embargo, est resulta interesante porque opera en un terreno to- talmente exterior a los medios de masas, si bien al mismo tiempo utili- za, de todas maneras, la recreaci6n de la realidad en una forma arbitraria. De hecho, su incapacidad para advertir su potencial como movimiento mundial proviene de la imposibilidad de su fandador, Werner Erhard, + El autor se refiere a la ereprogramacin» mental de la Rrevolucién cultural de la China maoista. (N. delT) %* Proceso por el cul ciertas aves adoptan como «madre» al primer ser en movi~ miento que ven al salir del huevo. Fue descrito especialmente por el etélogo Lorenz, quien experimenté a menudo con gansos. (N. del T) tis CUATRO BUENAS RAZONES PARKA ELIMINAR LA TELEVISION pata captar el uso de los medios de comunicacidn, a pesat de que fo in- tenta una y otra vez. Las sesiones de entrenamiento de est siempre tienen lugar en enor- mies salones de reuniones de hoteles, con luz artificial, aire acondiciona- do, sin ventanas, y caracterizados por el tipo de no-decoracién tipico de tales lugares. Los voluntarios son reunidos por los graduados y entrenadores de est, todos los cuales usan nombres codificados y ropas y expresiones fa- ciales sorprendentemente similares, siempre tan sonrientes como azafatas de avién en un anuncio publicitario. Incémodas sillas plegables son dis- puestas en filas bien trazadas frente a un escenario con micrdfono. Las instrucciones son absolutas: no hablar, no sentarse junto a los amigos, no comer ni beber. En una sesidn de £8 horas hay habitaalmente una pe- queiia interrupciGn para comer algo, y una o dos interrupciones para ir a los lavabos. Nadie se mueve alrededor del salén. No hay relojes. No se pueden hacer anotaciones Hay reglas absolutas acerca de cémo Mevar exactamente su propio cartelito identificatorio con el nombre sobre el pecho, cémo sentarse, cémo sostener el micréfono cuando se esti hablando, cémo enterarse de los informes de otra gente (cualquiera sea el contenido, lo que usted diga es «buenc»), como y cuando mirar a los ojos de la gente. Por enci- ma de todo, usted debe seguir las instrucciones de inmediato y al pie de la letra. Si, por ejemplo, alguien no lleva su tarjeta de identificacién exac- tamente de Ja manera prescrita, o aparece un minuto tarde, es phblica- mente humillado y amenazado con Ja expulsion. Se le dice al violador de Jas norimas que esta rompiendo con un acuerdo, aunque por su- puesto no hay ningiin verdadero acuerdo en el sentido usual de dos par- tes que establecen un contrato o un entendimiento. Es éste un «acuer- do» en el modelo jerarquico, como en una situacién militar en que las reglas estan predisefiadas y son impuestas. Usted esta «de acuerdo» o es castigado. Est no puede enviarle a prisién, asi que el castigo es la ex- clusion. Todas estas reglas rompen cualquier contecto con la tierra firme exterior. En este nuevo entorno flotante, los entrenadores asumen una autoridad aksoluta (1984) y se convierten en la fuente de toda salva- cién, pese a que ellos continuamente dan por buenas todas las reglas y actividades y las atribuyen como mérito a su autoridad absoluta, Wer- ner Erhardt. «Hacemos esto porque Werner dice que esta es lo que LA MEDIATIZACION DE LA EXPERJENCIA 149 funciona.» Claro que pai qué funciona nunca es explicado porque us- ted o do logra» o no lo logra. Pero tengo el placer de comunicarle que lo que usted dogra» final- mente es ser entrenado en una nueva pauta de pensamiento y una logi- ca flotante. Los entrenadores guizn a los entrenados a través de series de largos ejercicios repetitivos, lo cual incluye ka utilizacién de imagineria implan- tada e hipnosis. Esto se completa con una serie de juegos, incluso algunos juegos deliberadamente tontos y ridiculos, los cuales, sin embargo, re~ quieren una plena participacién, es decir, un sometimiento al juego an- tes de que a uno se le permita parar, Esto incluye autohumillacién y hu- millacién por parte del entrenador. El tice propésito de esto es romper las pautas mentales corrientes y desembarazarse de las anteriores «cintas y discos». Una vez aleanzado el objetivo, otros vendrin a reemplazarlos, Esto no quiere decir que romper «grabaciones» no pueda ser una terapia Gtil, pero en el caso de est usted tendra cintas grabadas por Werner para reemplazar Jas cintas grabadas por sus padres. El tiempo es un elemento critico en el entrenamiento, porque Heva bastante tiempo antes de que todos los voluntarios que estén siendo entre- nados queden unificados en la experiencia de responder a las instruccio- nes de los lideres, descubriendo las respuestas apropiadas y desarrollando una comprensién a nivel de grupo de pares de lo que se espera. Entretan- to, el entrenador mantiene una despiadada vigilancia. Ala gente que protesta se le dice que est trayendo su propio sistema de creencias, que es justamente lo que deben dejar de hacer y para Jo cual est4n alli. A la gente se le dice que no comparen Io que les va pasando en el entrenamiento de sf con ninguna otra cosa que hayan experimentado: de esta manera est mantiene su cualidad flotante y diferenciada, como aquel sujeto privado de sensorialidad que flotaba durante horas en un tanque Ieno de liquido, 0 el astronauta en la estacion espacial. Lenta- mente, el entorno aislado, la serie interminable de instrucciones, las pau- tas fijas de conducta, la repeticién y el aburrimiento valorizan el volu- men de la experiencia inmediata, de tal modo que cualquier conexién con el mundo exterior, incluida Ja experiencia pasada, retrocede y desa- parece como si ella fuera lo abstracto y el salén lo real (Solaris). La sala se vuelve el mundo entero. La gente en la sala es toda la sociedad, corporei- zando todos los valores como dados desde la montafia (Erhardt). Los en- CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 120 trenadores son las autoridades ultimas. La realidad es e aqui y ahora. No existe nada mas (198-4). Después de varios dias de este feroz ataque ambiental y contextual, cualquier confusién y resistencia que la gente haya traido consigo deja paso al deseo de aceptacién, y por tanto puede comenzar la construccién de una nueva «plataforma de realidad». Cuando los entrenadores dicen «plataforma de realidad» quieren decir literahmente la estructuracién de una realidad alli donde no hay ninguna (estaciGn espacial). He aqui un resumen de la nueva realidad de est: Todo es creencia. Todo lo que vemes o experimentamos del mundo es solamente un apéndice o excrecencia de nuestra creencia de que lo que vernos’o experimentamos ¢s la forma en que son realmente las co- sas, La realidad, entonces, no es nada mas que un acuerdo acerca de qué es teal. Por Jo tanto, los problemas que podamos tener o los que puedan existir en el mundo (napalm, genocidio, represién policial, pérdida del trabajo o de amantes, contaminacién y otros) solamente son reales por- que creemos que son reales; en realidad ellos existen solamente en nues- tras mentes. Si nosotros no los reconocemas, ellos no existen. Asi, noso- tros creamos efectivamente estas cosas con nuestro sistema de creencias; asi lo hacemos con los nifios quemados con napalm, los judios en la Ale- mania nazi y los obreros desocupados de las fabricas. Es ésta una actitud muy confortable para gran parte del mundo de hoy; aquella gente que «a logra», gusta de ella. No solamente es un juego diver- tido —mezclando todos aquellos trucos perceptivos en Ja cabeza de uno-, sino que es también algo que tiene mucho de mistico en la nocién de que uno crea su propia realidad y que, en consecuencia, el mundo no existe verdaderamente. Esto hace que la gente sienta que tiene poderes especiales. Y es reconfortante porque simultineamente alivia a los entre- nados de cobrar conciencia de su mundo artificial y arbitrario, lo cual es literalmente disparatade e¢ imposible de captar, y al mismo tiempo les asegura de que ellos determinarin el mundo que desean, cualquiera que éste sea. Silas cosas no van perfectamente, bueno, ésta es la forma en que lo hemos creado, y seguramente debe de ser para bien, Es simultineamente cracién y somctimiento, responsabilidad total ¢ irresponsabilidad, com- promiso y falta de compromiso, de acuerdo con la definicién personal. Ahora bien, seguramente es cierto que si usted cree que una cosa es de determinada manera —digamos, por ejemplo, que usted cree ser com- petente o hermoso, o que triunfara cn su nueva carrera~ entonces esto LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA D1 hara que su creencia tenga mas probabilidades de volverse realidad. Dale Carnegie pensaba esto hace cincuenta afios; y eso es lo que hace todo padre amante. Asi que est puede beneficiar a mucha gente que de otra manera podria huir ante cada conflicto. Si no hubiera nada atractive en esi, entonces obviamente nadie los seguiria. Cuando Ja gente acepta plenamente la idea de que toda la realidad existe exclusivantente en sus propias mentes, y que nada fuera de sus mentes es concreta y definitivamente real, cada persona tiene entonces un poder personal ilimitado para crear y definir la realidad. No hay causa. No hay efecto. Las relaciones no existen. El dinero no existe. El trabajo no existe. He conocido a varios entrenados de est que Hevaban esta creencia hasta alcanzar nucvos niveles de desilusién y una sensacién de fracaso personal porque eran incapaces de «crear» contactos significativos con otros seres humanos cuando los necesitaban. Lo que es mas importante, cuando estos supuestos de creacién per- sonal son extrapelados fucra del territorie del individuo y aplicados a la sociedad y a Ja politica (una filosofia que sostiene que un nifio quemado con napalm es responsable por haber creado su propia realidad, es una fi- losofia politica), entonces estamos frente a algo peligroso en un nivel sis- témico. El poder no existe a menos que uno decida que 1o haya; la opre- si6n no existe; Ja politica no existe ni tampoco la naturaleza. En su negacién de la realidad cotidiana, todas las realidades se vuel- ven totalmente arbitrarias, creando la perfecta precondicién para la im- posicién de cualquier nueva «plataforma de realidad» dentro del vacio. Aunque pueda ser disparatada o fascista, toda realidad es aceptable. Dice Orwell en 1984; «Cualquier cosa podia ser cierta, Las asi ama- das leyes de Ja naturaleza eran un disparate. La ley de la gravedad era un disparate. [...] [La falacia era creer] que en un lugar u otro, fuera de uno mismo, habia un mundo “real” donde sucedian cosas “reales”. ;Pero cémo podria haber un mundo tal? sQué conocimiento tenemos, como no sea a través de nuestras mentes? Todo lo que sucede est en la mente. Ya sea Werner Erhardt o Big Brother quien reconstruya la mente, lo cierto es que una vez que los procesos mentales estan desconectados de Jas fuentes planetarias, o sea, de las realidades concretas, entonces toda convalidacién de la verdad es imposible. Cualquier cosa es aceptable. Todo es aceptable. Uno construye una verdad propia. La guerra es la paz. EL odio es amor. Cualquier cosa puede empezar a tener sentido pero solamente dentro de su propia autocontenida y desarraigada burbuja de eey CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION logica. Sin embargo, una vez que la burbuja toca la tierra, Ja logica desa- parece, se evapora. Nada hay de arbitrario acerca de la realidad de un te- rremoto o de la colisi6n de coches o de la pérdida de un trabajo o en el hecho de que una persona apufiale hasta la muerte a otra. Tampoco hay nada de arbitrario en que un grupo de gente subyugue a otro ya sea con medios militares o cconédmicos, Cuando tales sucesos acontecen, enton- ces realmente pasan. Estén afera de la definicién humana. La realidad puede volverse arbitraria sélo dentro de los confines de un encuadre mental. La gente que vive en contacto directo con el planeta ne se pre- ocupa por ninguna de tales cuestiones ¢ interrogantes. La diferencia entre las religiones a lo Erhardt del presente y las reli- giones indigenas o basadas en la naturaleza de otras culturas o de otros tiempos reside en que la de Erhardt es abstracta. Sus ideas descansan so- bre su propio desarraigo. Las religiones basadas en la naturaleza, incluido el propio budismo zen, son concretas, involucran una observacién direc- ta, sistenias perceptivos totalmente funcionales e integrados que «venp las cosas como si fuleran directamente una experiencia de vida y tal como son: de persona a planeta, de persona a persona, de la persona hacia si misma. Cuando las religiones de los indios norteamericanos hablan de responsabilidad, no hay ningéin interrogante acerca de si la responsabi- lidad para consigo mismo es 6 no opuesta a la del grupo. Una no puede estar separada de la otra. Los movimientos al estilo del de Erhardt son excrecencias de esa alienacién mas amplia respecto de las fuentes que estoy describiendo en este libro, que hace todas las cosas posibles porque nada esti apoyado en tie- xra firme, nada es definido y personalmente verificable. Estas religiones sélo sobrevivirian como meras curiosidades 0 aberraciones si no hubie- ran calzado tan perfectamente en los entornos arbitrarios tecnolégica- mente creados. Por eso estan creciendo a un ritmo salvaje.A medida que crecen se van escorando cada vez mds a la derecha, produciendo verdade- ros monstruas como el reverendo Moon y otros que, a no dudarlo, atin es— tan por surgir. Ellos reemplazan el contenido de las mentes de millones de personas para que crean que todas las cosas son arbitrarias y, puesto que todo es de esta manera, y que nada importa realmente, entonces nada necesita ser mejorado. Voy a citar brevemente parte de una carta que recibi de una joven mujer, Magi Discoe, inmediatamente después de haber completado su en- trenamiento est. La carta narraba el momento catartico en que el entre- LA MEDLATIZACIGON DE LA EXPERIENCIA 123 uador revela a los entrenados la belleza del concepto de que no hay nada que hacer acerca de ninguna cosa: «Fue como una revelacion. Después de que nuestras mentes estuvie- ron en un estado apropiadamente similar al de una sopa, el entrenador se dispuso para lo que seria el gran momento. Nos fue mirando y comenzé a decir, dejando que su voz fuera creciendo hasta atronar:““No Hay NIN- GUNA ESPERANZA”, 0s dijo. Todo es iniitil. No cabe esperar nada. Eso es lo que es. No se trata de depresion o de ninguna otra cosa. Es simple- mente desesperanza. No sdlo todo es desesperanza sino que nosotros tam- poco tenemos esperanza. También nosotros somos méquinas. ¥ asi es lo que “logramos” como maquinas que somos, se nos dice que cortemos el contacto con nuestra propia vocecilla que dice “yo ne soy una maqui- na’. Hasta ese punto somos maquinas. Somos méquinas de respuesta a Jos estimulos. Asi es como son las cosas. Asi son. »Hasta este momento ninguno de los involucrados en el entrena- miento habia sonrefdo. Exactamente cuando estaba en mitad de esta aren- ga el entrenador comenzé a sonrefr, creo, aunque no estoy segura. Yo es- taba percibiendo algo diferente y finalmente se me hizo la luz: el hombre habia comenzado a sonreir. Una sonrisa que era un secreto compartido. Todo el entorne de Ja sala cambié en ese momento. El hecho de que fuéramos miquinas fue superado por el hecho de que éramos por pri- mera vez seres pertenecientes al mundo de est. »Un montén de gente atin esti funcionando bastante bien, pese al lar- go periodo transcurrido, como para sentirse molestas ante la idea de ser méaqutinas, Pero fue su ultima posibilidad de mantener su resistencia. Al final, sin embargo, la gente o dejaba de hacer comentarios 0 estaba de acuerdo, Si la gente se sostenia demasiado tienypo, el entvenador les proporcionaba un sonriente parrafo acerca de que ellos tenian que ser “cortectos”, que todo Jo que estaban haciendo era tratar de sobrevivir haciendo que otros se equi- voquen. Era otro de esos procesos circulares que siempre utilizaba y que hacia imposible discutir con él 0 incluso recordar, una vez que uno estaba nadando en sus palabras, que era @ quien necesitaba estar en lo cierto. Est descansaba sobre eso. Pero él tenia todos los naipes desde el primer dia. »Lo mas asombroso es que aun con todo lo que yo sé acerca de cémo trabaja el fascismo, después de un tiempo bastante largo, perdi con- tacto con mi légica y comencé a desear y necesitar la aprobacién de este sujeto despreciable y de Jos sonrientes robots de plastico que le rodea- ban; hubo un momento en que estuve de parte de ellos.» 124 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Yo no creo que Werner Erhardt sea una persona particularmente pe- ligtosa. Me he reunido con él varias veces. Suele concurrir a muchisimas reuttiones sociales en San Francisco, No me impresiond: es uno més de esos hambres agresivos, orientados hacia el éxito, que habia caido en el abismo a causa de todos los afios que habia estado dando vueltas por los salones de exposicién de automéviles, los seminarios sobre administra— cién de empresas y los laboratorios de Scientology, Lo que Jo hace ino- fensivo es que nunca ha utilizado la televisién. A pesar de que le habria gustado empujar a est a través de la televisidn, cuando pudo hacerlo, se eché atris. Para usar sus propias palabras: él no afimciona» en televisién. El sabe que.el medio modifica su mensaje, pero no puede imaginarse las dimensiones del cambio. Peligroso o no, Erhardt y algunos de sus colegas contemporaneos es- tin manipulando fuerzas asombrosamente poderosas. Han aprendido, como los dictadores de ciencia ficcién, que si uno controla el entorno bastante cuidadosamente y constrifie la experiencia humana de una for- ma bastante rotal, puede cortar toda apoyatura humana en tierra firme. Esto deja al sujeto en un estado tan desconectado que uno puede prede- cir facilmente (y por lo tanto controlar) cémo responder anie Ja adicié6n de tan sdlo una o dos estimulos. Son, de hecho, experimentos en masa de privacién sensorial. Dejan a la gente flotando sin conexiones, con sus mentes separadas de sus cuerpos, abiertos a la implantacién de cualquier tipo de légica arbitraria. Al final, sus mentes han sido reestructuradas como para aceptar todo lo que venga. Son canales despejados, simples, abiertos y receptivos. Toda experiencia personal es irrelevante. Toda complejidad, eliminada. Todos los puntos de referencia, descartados. Flo- tando libremente en el espacio. Toda informacién es arbitraria, producto de fa mente. Un telediario importa tan poco como el siguiente. Todo es crefble ¢ increible al misino tiempo. No hay realidad aparte de la mente. La tinica existencia es Ja creencia. Como veremos en la diltima mitad de este libro, la television hace Jo mismo, prieticamente de la misma manera. La esquizofrenia y el aparato de influir E! 27 de septiembre de 1973, un honibre joven se dirigié hacia el vesti- bulo central de Ja emisora televisiva de San Francisco KGO-T¥ y comenzd La MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA 125 a disparar. Lleg6 a matar a un productor publicitario antes de ser abatido por las balas de la policia. Los medios locales se ocuparon entonces de reconstruir la historia. El hombre habia estado internado varias veces en hospitales para enfer- mos mentales durante varios afios, y su queja era siempre la misma. De- cia que en su cuerpo le habia sido implantado un receptor durante una operacién secreta, y que el receptor constantemente estaba emitiendo hacia su cerebro, que él no podia apagarlo, que estaba desesperado y que todo esto le estaba volviendo loco. Su accién contra la KGO fae presumniblemente un intento de silen- ciar las emisoras. Anteriormente habia hecho un viaje a Hawai para esca- para las ondas de la emisora, pero no le habia servido de nada. Si bien son muy pocos los enfermos mentales que Ilegan tan lejos como para tirotear estaciones emisoras, el nliimero de personas perturbadas que dicen que no pueden sacarse a las emisoras de sus mentes aparente- mente esti creciendo. Una descripcién de este problema ha sido publicada por el doctor Joseph Robert Cowen en el Boletiit de fa Clinica Menninger. Alli describia a una mujer obsesionada por las sefiales de televisién. «Durante muchos meses en el curso de su internacién hacia fre- cuentes referencias a la televisi6n. Cuando se referia a ésta se observaba una mirada de terror desorbitada en su rostro. Describia de varias ma- neras cémo estaba siendo controlada, perseguida y torturada por la tele- vision. Tenia experiencias de clarividencia con otros pacientes, siempre mediante la television. Se describia a si misma de varias maneras, como si hubiese sido “engafiada” o “grabada” en television. Periédicamente solia decirme que “todo se arreglaria si simplemente no encendieran el televisor”» El Dr. Cowen describja la distorsién idiomatica que la paciente hacia sobre la propia palabra, reemplazando «televisiér por tell-a-vision («cuen- ta-visiones»), Sentia que esta distorsién del inglés explicaba como podia fantasear con Ia idea de que la televisi6n era una «maquina de infinito poder que exigia inexorablemente que ¢l Yo enajenara material para ser contado a través de ella (la televisién}».Y seguia diciendo Cowen: «Re- ducir con exclusividad a varios instrumentos como la fuente de los pro- blemas es comtin en estadios regresivos en los que la proyeccién es el as- pecto predomiinante. Con el advenimiento de la televisién se ha vuelto un aspecto clinico frecuente». CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 126 ~ La mayor parte de as instituciones para enfermos mentales en este pais mautiene en la actualidad los televisores encendidos durante todas las horas de vigilia para tener ocupados a sus pacientes sin un pensa- mnjento que pudiera tener un efecto negative, El Dr. Cowen no mencio- na si Ileg6 a considerar tan siquiera 12 mera posibilidad de apagar el tele- visor como pedia la mujer. En 1919, el Dr. Victor Tausk, un colega de Freud, escribié un asom- broso articulo llamado «Acerca de la génesis del aparato de influir en el curso de la esquizofrentay.* Tausk escribié que un nimero significativo de pacientes describian sus problemas diciendo que eran causados por un «aparato de influir operado por fuerzas extranjeras». Esos vextranjeros» representaban siste- mas de creencia que amenazaban a los de] paciente y que habian sido implantados a la fuerza en su mente. E) aparato de influir usualmente tenia gigantescas ruedas, engranajes y toda suerte de otros elementos, decia Tausk. A menudo tenia Ja capaci- dad de proyectar retratos y rayos invisibles capaces, de alguna manera, de dejar su huella en el cerebro de forma indeleble. Esos dibujos frecuen- temente emanaban de una «pequefia caja negra» y eran imagenes planas, es decir, que no eran tridimensionales. EI aparato y sus emanaciones po- dian producir sentimientos y pensamientos en la victima, al tiempo que desplazaban otros sentimientos y pensamientos, segin Tausk, «mediante rayos o fuerzas misteriosas que los escasos conocimientos de fisica del paciente no permiten explicar. Ello crea sensaciones que no pueden ser descritas del todo, porque resultan tan extrafas al propio pacientes que a veces son sentidas como de origen eléctrico, magnético o debidas a co- rrientes de aire», Segvin informa Tausk, enseguida la victima deja de distinguir la infor- macién —sentimientos, pensamientos, sensaciones, recuerdos~ que ha sido recibida desde esta fuente «externa» de Ja que él ha generado personal- mente o que es el resultado de experiencias y descubrimientos personales. La hipétesis de Tausk, similar a la de Cowen, es que los pacientes crean este aparato fantdstico como una manifestacién externa de una confusién interna entre los mundos interior y exterior; el mundo de los propios pensamientos y el mundo concreto que esta fuera de Ja persona. * Publicado en Victor Tausk, Thahajas psicoanatitics, Barcelona, Gedisa, 1977, LA MEDIATIZACION DE LA EXPERIENCIA _ . 127 Esta confusién tiene sus raices en la primera infancia, dice Tausk. A cierta edad, el nifio busca una realidad més allé de los padres, busca ponerse en contacto con un mundo extern y asi comienza a explorar. En la medida en que el nifto tiene éxito, aprende a integrar y procesar la informacién proveniente de ese mundo mis amplio que ha experimen- tado. Puede decir cu‘l es la diferencia entre los impulsos, imagenes y ex- periencia conectades con el mundo exterior, y aquellos otros que son totalmente autogenerados, flotantes, sin raices en el mundo. Si el nifio ha hecho esta distincién, entonces aquello que es proyeccién de su propia mente puede ser distinguido e identificade. Esto es la salud mental. El esquizofrénico, dice Tausk, no aprende a hacer esta distincién y no puede decir qué imagenes han emanado de su mente y cules estin co- nectadas en e] mundo. En ese momento, toda experiencia, ya sea gene- zada internamente o resultado de una interaccién con el mundo, es lo mismo. Las proyecciones de la mente asumen Ia misma cualidad que las experiencias directas del mundo. La propia experiencia del mundo se vuel- ve poco fiable, al igual que si fueran los propios procesos de pensamien- to.Ambos se vuelven flotantes, desarraigados. Todo es igualmente inter- no ¢ igualmente externo. En ese punto, sugicre Tausk, el paciente crearé una fantasia de «apa- rato de influir: como manifestacién fisica de la confusién, Capaz de im- plantar imagenes bajo la forma de rayos, capaz de implantar realidades extrafias fuera de las propias experiencias y capaz de cambiar los propios sentimientos, este aparato «es la causan de que el paciente caiga en una confusion ain mayor acerca de lo que es real y de lo que no lo es, acerca de lo interno y de lo externo. Indudablemente usted ya ha advertido que este «aparato de influiry se parece terriblemente a la televisién. El misterio es cémo el fenémeno pudo haber existido ya en 1919, antes de que el aparato fuera inventado. @Me permiten sugerir que la television fue inventada por gente con esas mismas preocupaciones, como una manifestacion externa de sis mentes? En todo caso, no cabe duda alguna de que la television hace lo que la fantasia esquizofrénica dice que hace. Coloca en nuestras mentes image- nes de realidades que estan fuera de nuestra experiencia. Las imagenes Tlegan en Ja forma de rayos provenientes de una caja, Cambian los senti- mientos y, como veremos, causan una confusion avin mayor acerca de qué es real y qué no lo es. Toda la realidad se vuelve etérea, como si exis~ ticra slo en nuestras mentes. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Como el aparato de los sufridos pacientes de Tausk, la television e una manifestacién final de una confusion ya evidente. Esta confusiér existia en los tiempos en que Tausk escribia, pero ha sido ahora institu cionalizada por la ubicuidad del entorno artificial en que vivimos. Ut mundo real que no puede ser cuestionado ha sido sumergido bajo un mun do reconstruido y creado por el ombre. Vivimos dentro de manifesta ciones de las mentes humanas. Como el nific que busca conexiones ex ternas, nos encontramos solamente con las proyecciones de otros sere humanos. No podemos saber qué es lo natural y qué lo artificial, porqu los procesos que podtian revelarnos esto no estan visibles por ningun parte. Nuestros contactos estan cortados, estamos flotando en el espacic viviendo dentre de wn tanque de privacién sensorial que abarca a toda | nacién.Vemos un estimula, wa luz, y nos aferramos a él. B] se vuelv todo. El causa imagenes en nuestro cerebro. Llamamos a esto experien cia, pero no podemos decir si es nuestm experiencia o la de algin otre Est4 en nuestras cabezas, pero nosotros no la hemos creado. No sabemo si es teal o no. No podemos detener las emisoras. Aceptamos todo lo qu nos llega. Una visin es igual a la siguiente. Un pensamiento es tan buen como el que le sigue. Toda Ja informaciGn se mezcla, se confunde. Tod experiencia se mezcla y se confunde. Tomamos cada cosa como articulo di fe. Una explicacién es lo mismo que la que fe sigue. Las contradiccione no existen. Hemos perdido el control de nuestras mentes. Estamos per didos en el] espacio. Nuestro mundo s6lo existe en la memoria, come w recuerdo. Todo es arbitrario. La televisién es la realidad del puri parlance Nos hemos entremezclado, confundido y fusionado con el aparato d influir. Somos los astronautas de Solaris. La segunda buena razon La colonizactén de la experiencia No es por accidente que la televisidu haya sido domi- nada por iui pufiado de fuerzas empresariales o estata- les, Taanpoco es casual gue ta television haya sido utili- zada para recrear a los seres Inimanes bajo una nueva JSoruta que se ajusta bien al entorno comercial y artifi- dal. Usia conspiracién de factores econdmicos y tecnols- gicos haces que esto sea inevitable, VI Publicidad: el ferrocarril de ancho de via estandar Hemos visto como el medio ambiente natural ha sido transformado en formas secundarias, artificiales y abstractas. Este proceso ha sido descrito como si hubiera ocurrido por accidente, sin ningin propésito ulterior. He estado evitando todas las teorias sobre una conspiracién, Es verdad que ningin grupo pequeiio podria confabularse con éxito para dominar procesos sociales y tecnolégicos que han tardado milenios en evolucionar. Aun asi, siempre hay gente que puede sacar provecho de Jas formas particulares de organizacién social y de las tecnologias que las acompaiian. Son los que estan situados en el eje de las instituciones mas televantes en un momento dado. Naturalmente buscarin consolidar su propia posici6n concentrando su control y expandiendo sus efectos. De esta manera, una tendencia que puede haber estado teanscurriendo du- rante centenares de afios, fuera del alcance de la conspiracién humana, incrementa su fuerza con el tiempo. Asi, la tendencia, la linea de desarro- Ilo social y tecnolégica, se vuelve m4s monolitica, mas dominante, mas dificil de detener, Tomemos, por ejemplo, el crecimiento y centralizacién de los siste- mas de produccién de energia durante las “iltimas centurias. Ning&n ser humano podria haber planeado acaparar los grandes beneficios que algu- nos han obtenido con la evolucién que llevé de las cocinas que quema- ban madera a las cocinas a carbén y de éstas a las instalaciones eléctricas, Jas gigantescas companias de electricidad con instalaciones nucleares y las compaiifas petroleras multinacionales. Cade tecnologia crece a partir de Ja anterior. En cada etapa, un pequefio niimero de gente ocupa los luga- res clave y es capaz de guiar el cambio de tal modo que concentre los 132 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION beneficios directos en sus manos, Actualmente, las tecnologias energéti- cas y las instituciones que las sirven son tan grandes que dominan toda nuestra vida y aun nuestros sistemas politicos y sociales, al tiempo que un niimero muy reducido de personas han Hegado a controlarlas. Entretanto, otros sistemas tecnoldgicos también se han vuelta mas gtandes y mas monoliticos. Los sistemas de transporte, por ejemplo, han avanzado de los caballos a los coches de caballo, los ferrocarriles, los au- toméviles y camiones (mas las autopistas) y los aviones supersdnicos de pasajeros. Las comunicaciones de larga distancia han ido desde el telégra— fo al teléfono, la radio, la television y el satélite. A medida que estas tec- nologias crecen, su poder ¢ influencia crece con ellas, pero el nfimero de personas que las controlan se reduce. En una economia capitalista y de libre empresa, el hecho de que los controladores de los sistemas de commnicaciones se relacionaran perso- nalmente con los controladores de los sistemas energéticos y de trans- portes, y que a la larga comenzaran a cooperar el uno con el otro, deberia ser obvio y predecible. Que no sea asi para la mayoria de nosotros, al me- nos no tanto como para que actuemos para detenerlo, ha permitido una estructuracién organica hacia pautas atin mas grandes y mas monoliticas de dominacién y control en cada vuelta del ciclo, afectando tanto a las vidas como a la organizacién politica de los humanos. En algiin momento se empieza a hablar de una conspiracién. Hay gente que se refine y discute cual sera la mejor manera de ayudarse mu- tuamente para concentrar poder. Pero la conspiracién humana no fue la que inicié el proceso. Este es el resultado de otra conspiracién menos personal aunque més basica: una conspiracién de tipo tecnolégico. Las pautas de vida, los sistemas sociales y politicos, el estilo de pensamiento acerca del mundo cada vez mis estrecho y las tecnologias —que son el re- sultado y a la vez tutelan estas tendencias— son la plataforma sobre Ja cual Ja conspiracion puede crecer. En este capitulo y en el siguiente veremos cémo la televisién y su madre e hija, la publicidad, han contribuido a este proceso de concentra- cién y como era inevitable desde el momento mismo de su invencién que la televisidn firera utilizada de esta manera. Mas adelante, también veremos que ningiin otro uso de la televisién tiene mucho sentido o si- quiera es posible de una manera practica. LA COLONIZACIGN DE LA EXPERIENCIA 133 La creacién de «valor Ea cuanto a transformar los entornos naturales en formas artificiales, Es- tados Unidos es el pais mas avanzado del mundo. Esto no es casual, es in- herente a nuestro sistema econémico. Para Ja mente capitalista, ditigida a Ja biisqueda de beneficios, no hay ultraje mayor que la existencia en Jas cercanias de algan rincén o brecha que continde estando como Dios los creé y no hayan sido convertidos a una nueva forma que permita venderlos por dinero. Esto es asi porque, en el acto de convertir lo natural en artificial, algo que no tenia un valor econémico intrinseco se vuelve «productivo» en el sentido capitalista. Un desierto es vimproductivoy a menos que pueda ser horadado en busca de uranio o irrigado para instalar granjas o cubierto con casas en hi- leras. Un bosque con 4rboles sin talar es improductivo. Un trozo de tierra sobre el que no se ha construido nada es impro- ductivo, El carbén o el petrélea que permanecen bajo tierra son improducti- vos. Los animales que viven en estado salvaje son improductivos. PrActicamente todo terreno, espacio, material o tiempo que perma- nezca en una forma original, no procesada, no transformada, es un ultraje a la sensibilidad de la mente capitalista. El hierto, el tungsteno, los 4rbo- les, el petréleo, el azuffe, los jaguares y el espacio abierto, son buscados, investigados y transformadas porque Ia transformacién crea beneficios econémicos para los transformadores. En economia esta transformacién tiene un nombre: «valor afiadido». E] valor afiadido deriva de todos los procesos que alteran un material virgen, una materia prima, y convierten algo que no tenia valor econémico en algo que sf lo Gene. Cada cambio en la forma, digamos de éxido de hierro bajo tierra a acero, a coche, a coche profusamente publicitado, afiade valor al material. Las Gnicas materias primas que tienen un valor econédmico intrinseco aun antes de ser transformadas son el oro y Ia plata. Esto es asi solamente porque la gente se ha puesto de acuerdo en sus valores para esta- blecer el valor del papel moneda que, por cierto, no tiene valor intrinseco, Pertenece, pues, a la naturaleza misma del beneficio, intentar conver- tir tanto como sea posible lo que no ha sido procesado y existe por de- recho propio en algo que tiene la potencialidad de producir una ganan- cia econémica. 134 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Un segundo elemento en la creacién de valor comercial es la esca- sez, la separacidn de la gente de cualquier cosa que pueda desear o nece- sitar. En Jos entornos artificiales, donde Jos seres humans estén separa- dos de las fuentes de su supervivencia, todo adquiere una condicién de escasez relativa y, por lo tanto, de valor. Hay un viejo cuento acerca de un nativo que vivia en una isla del Pacifico, panza arriba en una casa sobre la playa, recogiendo fruta de los Arboles y arponeando algin pez en el agua para comer. Un hombre de negocios llega a ja isla, compra toda fa tierra, corta todos los arboles y construye una fabrica, Entonces contrata al nativo para que trabaje en ella por dinero, de modo que algtn dia éste pueda pagarse algunas con- servas de fruta, algo de pescado de rio, importados del continente, una bonita casa de piedra pémez cercana a Ja playa con vistas al mar y fines de semana libres para poder disfrutar de tantos bienes. El momento en que ja gente se muda de fa tierra que Ia ha sustenta- do directamente es el momento en que las necesidades vitales escapan al control individual. Las cosas que la gente antes podia producir para su stipervivencia, ahora debera pagarlas, Quiz usted esté viviendo exactamente sobre el lugar en que un 4r- bol futal alguna vez daba alimento a la gente. Ahora la fruta llega desde 600 km de distancia y cuesta 35 centavos de délar Ja pieza. En esta sepa- racién reside la oportunidad para obtener beneficios. Cuando las necesidades bisicas no estan sometidas a una escasez —en aquellos lugares en que la comida atin puede encontrarse en estado sal- vaje y es abundante, por ejemplo~, el valor econdmico sélo puede ser aplicado a nuevos productos. Las golosinas, la leche embotellada o en polvo, el atin enlatado, los electrodomésticos y la Coca-Cola, todos ellos han side comercializados intensivamente en paises nuevos en eb sistema de mercado. Debido a que estos productos no habian existido antes en aquellos mercados, eran antomAéticamente escasos y potencial- mente valiosos. Desarrollar de nuevo ai ser humano Una vez comentado el proceso de acopiar todo metro cuadrado dispo- nible de terreno y toda la materia prima, es necesario convencer a la gente de que desea los productos transformados. La COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA, re En el final ambiental de 1a ecuacién, el objetivo es volver los mate- tiales virgenes del suelo, o el suelo mismo, en un bien de consumo.Y en el extremo personal de la ecuacién, el objetivo es convertir la naturaleza interna humana no programada en una forma que desee acumular esas mercancias. El proceso de conversién dentro del ser humano esté dirigido a la experiencia, el sentimiento, la percepcion, la conducta y el deseo. Estos deben ser catalogados, definidos, recontextualizados y remodelados. La idea es lograr que ambos extremos de ja ecuacién estén en sincronia, como los ferrocarriles de ancho de via estindar. El ser humano se con~ vierte en la estacién terminal para la conversion de las plantas, animales y minerales en objetos. La conversién de lo natural en artificial, inherente a nuestro sistema econémico, tiene lugar tanto en los sentimientos y ex- periencias humanos como en el paisaje. Cuanto mis suave sea ese discu- rrir, mejor funcionard el sistema y, en particular, mds se beneficiara Ja gente que mantiene en marcha el proceso. Al final Jo bumano, como el medio ambiente, es redisefiado de ma- neva que satisfaga las necesidades del formate comercial, La gente para Ia cual es mas placentezo hablar con los amigos que las méquinas, biencs y espectaculos constituye un ultraje al sistema. La gente que se refine con sus vecinos para compartir el alojamiento o los coches o los artefactos es menos «productivas que aquella que vive aislada de los demas, obteniendo por si misina cada objeto. Todo acto colectivo, desde compartir las lavadoras hasta viajar varios en un coche o tomar autobu- ses, es menos productivo para el sisterma en su totalidad que el hecho de que cada individuo fiimcione separadamente en unidades familiares nu- cleares y hogares aislados. El aislamiento maximiza la produccidn. Los se- zes humanos que est4n satisfechos con la experiencia natural, desde la sexualidad al amamantamiento, no son tan productives como los no sa- tisfechos, que buscan aerosoles vaginales, leche quimica y artificial, medi- camentos que suavicen los altibajas emocionales y bienes de consumo para susticuir la experiencia. Mientras se aliente el proceso de mediar entre Ja gente y la expe- Tiencia no consumidora natural, la gran rueda seguirA gitando y todos nosotros con ella. 136 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION No hace nuicho aprendi algunas cosas a partir de un experimento de Ja- boratorio que refleja muy bien este proceso de remodelar las necesidades para que se ajusten al entorno. Algunos chimpaaceés habian sido aislados, cada uno en una habitacién, y se les habia ensefiado a comunicarse con un equipo de cientificos por medio de simbolos. En cualquier ocasién en que tuvieran una necesidad o un deseo debian pulsar determinados boto- nes. Si deseaban un platano, debian buscar el botén con el simbolo de un platano, pulsario y el platano bajaba en paracaidas. Otros botones tenian otros simbolos. Habia uno para el agua y otro para cambiar Ja ilyminacién. Incluse habia uno para solicitar caricias fisi- cas. Cuando el chimpancé to pulsaba, uno de los cientificos entraba en la habitacién, lo alzaba y jugaba con él un rato, para entonces volver a salir de ella. El universe de experiencia de los chimpancés estaba reducido a aque- llo que podian pedir mediante los botones. Desde Inego, lo que podia ser solicitado quedaba limitado a lo que los cientificos habian pensado dispensarles, Puesto que los costes eran un factor a tener en cuenta en el experimento, los cientificos no intentaron reproducir todos Jos tipos de ex- periencia que los chimpancés habian disfrutado previamente en la jun- gla. Los cientificos proporcionaron las experiencias que convenian en un laboratorio. Creo que eran doce en total. Aparentemente, al menos durante algiin tiempo, esas pocas experien- cias eran suficientes para mantener satisfechos a los animales, a pesar de que es bien sabide que hay una tasa extvaordinariamente alta de muertes (incluida cierta tasa de suicidio) entre todos los animales en cautividad. Esto ¢s especialmente cierto con los mas inteligentes, como los delfines y los monos, Los animales también estan mis aletargados, como lo demmes- tra una visita 2 cualquier zoolégico, El propésito cientifico del experimento era demostrar que cuando los cientificos cambiaban un simbolo de un botén a otro —por ejemplo, el simbolo del platano era cambiado del botén 3 al botén 10- el animal se daba por enterado de que habia tenido lugar el cambio, Podia «leem el] simbolo con certeza y pulsar inmediatamente el nuevo botén apropiado. Esto era festejado como wn logro muy significativo porque demos- traba que estos animales tenian capacidad para abstraer. Es decis, eran ca- paces de seguir procesos asociativos mentales, como nosotros, y entonces podrian ser entrenados mas rapidamente para que siguieran las rutinas de los cientificos, LA COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA 137 Para mi,sin embargo, el experimento significa solamente que el chim- pancé cn el laboratorio estaba recorriendo una versién acclerada de la his~ toria humana, desde lo concreto hacia lo abstracto (como el astronauta de Solaris trasladindose desde los bosques al espacio). Mas importante y también més conmovedor era que el experimento también significaba que los chimpancés, al igual que cualquier otro animal confinado, haran todo lo que sea necesario para sobrevivir y tratarin de sobrellevar de la mejor manera posible una mala situacién que est4 totalmente fuera de su control. El propio confinamiento, la extracci6n de una criatura de su habitat naturel para meterla en un mundo reordenado donde sus técnicas co- rrientes para la supervivencia y la satisfaccién ya no son aplicables, oca- siona varios resultados inevitables: 1. La criatura depende para su supervivencia de quienquiera que controle el nuevo entorno. Utilizara su inteligencia para aprender todos Jos nuevos trucos que sean necesarios para adaptarse al sistema. Si hay que aprender triquifiuelas y aceptar cambios para seguir viviendo, qué remedio, las aprendera y los aceptara. 2. La criatura termina concentrandose y adaptindose (0 sea, se hace adicta) a cualesquiera experiencias posibles en el nuevo entorno. 3. La criatura reduce entonces sus propias expectativas mentales y fisicas para ajustarse a lo que puede lograrse. Los animales confinados que 10 pueden adaptarse a estas pautas en— loquecen, se rebelan o mueren. La gente-mercancia Si bien la analogia entre los chimpancés y los seres humanos no es, por cierto, muy precisa, tampaco es demasiado forzada o cogida por Jos pelos. Nosotros no somos capturados stibitamente por cazadores y encerrados en una habitacion o un zoolégico, pero durante un periodo de varias ge- neraciones nuestra especie ha sufrido un destino similar, Hemos sido arrancados del entorno en el que habiamos evolucionado, el Gnico con el cual esthbamos destinados a interactwar. Ahora interac- tuamos y coevolucionamos tinicamente con Jas formas comerciales mas 138 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION groseras y monoliticas hechas por el hombre y que son lo tinico que si- gue estando a nuestra disposicién en nuestro nuevo laboratorio: la esta- cién espacial. Porque vivimos dentro del nuevo entorno, no advertimos que se haya hecho ningim intercambio. Hemos tenido que sacrificar miles de millones de experiencias pe- queiias, sutiles y multiespectrales -emocionales, fisicas, instintivas, sensua- Jes, intuitivas y mentales— que eran apropiadas y necesarias para interac- tuar con Jos entornos naturales. Al igual que el islefio de la Micronesia de quien hablamos en el capitulo rv, atrapado entre dos modalidades de ex- periencia, nos hemos encontrado con que funcionar en un nivel mis primario y multidimensional no sélo se ha vuelto inftil sino ademés contraproducente. Si permanecemos tan en sintonia con la variedad de copos de nieve como para reconocer, al igual que los esquimales, 56 variedades; 0 con los suefios, como para poder distinguir centenares de patrones distintos, como los indios senoi; o con los distintos estratos at- miostéricos en altitud, medidos centimetro a centimetro a contar desde el suelo, ocupados cada uno por especies enteramente diferentes de insectos voladores, como fueron capaces de hacer alguna vez los indios en Califor- nia; toda esta sensibilidad podria paralizar cualquier intento de salir adelan- te en el mundo moderno. Ninguna de esas capacidades nos proporcio— naria trabajos que nos dieran dinero, el cual a su vez nos permitiria pagar comida, alojamiento, transporte, productos 0 esparcimiento, que son toda la tealizacién actualmente disponible en nuestro nuevo mundo, Hemos tenido que crearnos de nuevo a nosotros mismos para poder encajar. Hemos tenido que remodelar nuestras propias personalidades para ser competitivos, agresivos, mentalmente rapidos, encantadores y mani~ puladores, Estas cualidades triunfan en el mundo de hoy y ofrecen super- vivencia y cierto grado de satisfaccién dentro del ciclo de trabajo-consu- mo, trabajo-consumo, trabajo-consumo. En cuanto a cualquier ansiedad latente 0 primitivismo interno y no reconstruido, pueden ser suavizados hasta hacerlos desaparecer por medio del trabajo compulsivo, la comida compulsiva, la compra compulsiva, el sexo compulsivo y, por si eso fuera Poco, nuestras marcas registradas en materia de soma: alcohol, Librium, Valium, antidepresivos, marihuana y television. Nacidos dentro de las paredes de nuestro entorna reconstruido, inad- vertidos de cualquier otro entorno, somes como los chimpancés en el Ja- boratorio. Lo hacemos lo mejor posible frente a una situacién que pare- ce tan inevitable como ubicua. LA COLOWNIZACION DE LA EXPERIENCIA 139 Asi y todo, hay gente que no se ajusta, que no puede ser satisfecha ni funcionar dentro de estos confines. Siempre terminan por salirse de las pautas. Como usted habra advertido, un montén de gente parece estar volviéndose loca en estos dias. La gente se mata a tiros unos a otros como nunca lo habian hecho antes, caminan por las calles con Ja mirada en blanco, duermen en los zaguanes, haciendo de la carcel una forma de vida o viviendo privados de todo bienestar. Otros se prenden fuego, es- tallan, son incapaces de contener sus frustraciones: golpean a sus hijos, torturan animales, forman pandillas o, en otro nivel, entre aquellos que ven estos temas en términos de poder, constituyen movirnicntos revolu- cionarios. Esta gente no quiete o no puede deconstruirse a si misma para ajustar- se mejor al entorno tal como éste est4 dispuesto. En el mundo de Hux~ ley, todos ellos eran Ievados benévolamente fuera del sistenaa, a las islas. En el mundo de Orwell eran encarcelados y se los hacia cambiar me- diante Ja tortura y el lavado de cerebro. Nuestro propio mundo utiliza una combinacién de separacién, desplazamiento y reconstruccién, pero Jo que no puede hacerse nunca es cuestionar lo forzoso del modelo en su conjunto. Si demasiada gente se saliera de las pautas, el sistema entero seria puesto en peligro. Incluso si un pequefio porcentaje de la poblacién diera un paso fuera del ciclo de pulsar botones —trabajo-consumo, traba~ jo-consumo-— veriamos declinar el producto nacional brute y la econo~ mia comenzaria a desintegrarse. Después de cierto tiempo nadie distri- buiria nuestra comida, Jos autobuses dejarian de fancionar, los empleos desaparecerian, los hospitales cerrarian, el dinero seria indtil y, habiendo perdido todas las habilidades individuales para sobrevivit y todo contac~ to con la tierra misma, la gente se encontraria con que la locura y la rup- tura de todo orden seria la nueva realidad. Rompiendo 1a barrera de la piel Dado lo critico que es mantener el proceso de produccién-consumo funcionando suavemente, sin sobresaltos, la publicidad ocupa obviamen- te un lugar importante, Le ha sido asignado el deber especifico de mantener a la gente com- prando, comprando, comprando, y por lo tanto trabajando, trabajando, trabajando, para obtener el dinero necesario. Este es el sistema inventado 140 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION para romper Ja barrera de Ia piel, si la hubiera, para entrar en el ser hu- mano a remodelar sentimientos y crear otros mis apropiados tal como es necesario. Si los barrios residenciales son para el capitalismo unidades de com- pra idealmente separadas, y éstos pueden ser edificados con provecho, entonces debemos crear seres humanos a quienes les guste y que deseen vivir en ellos: gente suburbana. Puesto que antes de Ja existencia de los barrios residenciales no habia gente-suburbana, la publicidad tenia como tarea crearla, en cuerpo y alma. Puesto que antes de Ja creacién de las maquinas de afeitar eléctricas o de los secadores de pelo o de los cuchillos eléctrices la gente no sentia ninguna necesidad de estas cosas, la necesidad fue implantada en las mientes humanas por la publicidad. La publicidad es el instcumento de Ia transmutacién. Ella es la que tiende las vias del ferrocarril de ancho de via estandar desde lo primitivo hasta los sentimientos humanos, ayudando en Ja transformacién de am- bos en una forma comercial unificada. Desenchufados de nuestra co- nexién natural con el medio ambiente, somos reenchufados en un nue= vo entorno consumidor. En la medida en que la publicidad nos alcanza, acupando nuestro tiempo y nuestro pensamiento, nes mantiene vibrando dentro de limites estrictos. Si cuarenta millones de personas ven un anuncio sobre un co- che, entonces cuarenta millones de personas tienen un anuncio de coche en sus cabezas, todos al nxismo tiempo. Esto esta destinado a tener efectos més beneficiosos sobre el sistema de bienes de consumo que si, en ese momento determinado, toda esa gente estuviera pensando ideas separadas que, en algunos casos, podrian no estar referidas para nada a mercancias. Es seguro qne la gente de la publicidad estarA en contra de la nocién. de que el propésito y resultado de sus actividades es unificar y homoge~ neizar a la gente y Ia cultura. Ellos siempre estan hablando de la confu- sién que provoca la enorme cantidad de posibilidades que brinda nues- tro sistema de mercado y de cémo fa publicidad nos proporciona la informacién que necesitamos para poder elegir. Es un signe de mal agtiero que tanta gente pueda aceptar este argu- mento que confunde diversidad de productos a elegir con diversidad de estilos de vida o de pensamientos. Deberia ser evidente que si yo elijo un coche Ford y usted elige un Volvo, no diferimos; estamos expresando una unidad de pareceres. Es més, si usted y yo en un momento dado estamos LA COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA 141 ambos ocupados con imagenes mentales y sentimientos vinculados con productos —productos cualesquiera~ y no con alguna experiencia que no tenga nada que ver con comprar cosas, entonces, en términos del sistema de bienes de consumo, el producto nacional bruto y el mundo de Ja pu- blicidad, somos indistinguibles; nos hemos fusionado y confundide para ser cel mercado», Si bien a Upjohn o a los laboratorios Cutter les importa qué medi- camentos compra un consumidor, ambos estén de acuerdo en que se be~ nefician toda vez que Ja gente sale a comprar un medicamento cualquiera en vez de buscar una solucién a su problema sin medicamentos. La publicidad, entonces, sirve para evar adelante la mudanza de los humanos hacia entornos artificiates haciendo mis estrecha la concepcién de la divetsidad para gue encaje en el encuadre de los bienes de consu- mo, al Gempo que unifica a la gente dentro de esta concepcién. El resul- sado es una mentalidad singularmente canalizada, abierta de par en par para recibir mensajes comerciales, lista para confiundir la diversidad de marcas con la diversidad en si misma y la necesidad humana con la ne- cesidad que tiene el anunciantede vender mercancia. La necesidad inherente de crear necesidad La publicidad existe para suministrar a la gente lo que la gente no nece- sita. Lo que la gente si necesita, sea lo que fuere, lo puede encontrar, si esta disponible, sin ninguna publicidad. Esto es tan obvio y simple que a mi me sigue sorprendiendo constatar que la industria publicitaria haya tenido tanto éxito en enfangar y ocultar esta cuestién. Ningiin otto tema lleva a los publicitarios a gritar mas alto que esto. Hablan acerca de como estan satisfaciendo solamente las necesidades del pueblo proporcionindole un servicio de informacién sobre dénde y cémo puede la gente satisfacer sus necesidades. La publicidad es sélo un servicio piiblico, insisten. Hablando en privado con los clientes de las grandes empresas, sin em- bargo, los publicitarios venden sus servicios hasindose en lo bien capaci- tados que est4n para crear necesidades donde antes no las habia. Nunca he estado con una persona dedicada a le publicidad que cre- yera sinceramente en la existencia de alguna necesidad conectada con, digamos, el 99 % de los bienes de consumo que Ienan los espacios de ra- 149 CuaTRo BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION dio y television y los medios de prensa. Tampoco recuerdo siquiera una sole manifestacién callejera exigiendo un producto en particular en toda la historia norteamericana. Si hubiera habido una manifestaciGn, por ejem- plo, a favor de las botellas desechables, que fueron promovidas mediante decenas de millones de délares en anuncios, o a favor de los alimentos procesados quimicamente, igualmente dependientes de Ia publicidad, se- guramente no habria habido necesidad de anunciar esos productos. La tinica necesidad expresada por la publicidad es la necesidad de los anun- ciantes de acelerar el proceso de conversién de materias primas sin valor intrinseco en mercancias que la gente comprari. Si tomamos Ia palabra «necesidad» para significar algo basico para la supervivencia humana —alimentos, vivienda, 1opa— o para el bienestar humano —paz, amor, seguridad, compafierismo, intimidad, un sentimien- to de realizacién-, éstas necesidades serin buscadas y encontradas por la gente, exista o no la publicidad. De hecho, la publicidad interviene metiéndose entre la gente y sus necesidades, separando a la gente de su satisfaccién directa y presionandola para que crea que la satisfaccién sélo puede obtenerse por medio de los bienes de consumo. Es gracias a esta intervencién y separacion que la publicidad puede crear valor, justifican— do de ese modo su existencia. Considere fa lista de los 25 principales anunciantes de Estados Uni- dos. Venden los siguientes productos: jabones, detergentes, cosméticos, medicamentos, productos quimicos, alimentos procesados, tabaco, alco- hol, coches y refrescos, todos los cuales pertenecen a un terreno situado mis alla de Ja necesidad. Si realmente fiaeran necesarios, no serian anun- ciados. La gente si que necesita comer, pero los alimentos que son dados a conocer son los alimentos procesados: carne tratada industrialmente, re- frescos, cereales azucarados, golosinas. Un alimento en su estado natural, no manufacourado, no necesita ser anunciado. La gente nambrienta encontra- r4 el alimento si es que est disponible. Persuadir a fa gente de que com- pre la versién industrializada ya es otra cosa, porque entonces resulta mas cara, con menos atractivo natural, es menos nuttitiva y a menudo peli- grosa. La necesidad debe ser creada. Quizi haya una necesidad de limpieza. Pero no es eso lo que venden los publicitarios. La impieza puede obtenetse con agua y un pedacito de fibra natural o de grasa natural solidificada. Las principales civilizaciones del mundo se mantuvieron limpias de este modo durante milenios. Lo LA COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA 143 que se publicita es blanca, un valor mas alla de Ja limpieza; esterilidad, es decir, la eliminacién de todos los gérmenes; esprniosidad, un factar casméti- co;y el prestigic de marca, es decir, una lealtad subordinada a ciertos bie- nes de consumo. Existe una necesidad de tranquilidad y de sentirse bien. Pero éstas son las Gltimas cualidades que los anunciantes de medicamentos querrian que usted cbtenga; no al menos por usted mismo. Un anuncio de medicamentos niega su capacidad de vérselas con sus procesos internos: sentimientos, estados de animo, ansiedades.Y alienta la creencia de que las formas personales o tradicionales de encarar estas materias amigos, familia, comunidad, o esperar pacientemente una bue- na racha en el ciclo de la vida— no tendran éxito en su caso. Propone que una solucién quimica es mejor porque de ese modo usted elegirA el pro- ducto quimico en vez de apelar a sus propios recursos. El resultado es que usted quedari todavia mas separado de usted misma y serd menos capaz ce vérselas con lo que sea. Su capacidad morird por falta de pric~ tica y de fe en su eficacia. Un anuncio de desodorante nunca habla del valor inherente a apli- cara su cuerpo una fragancia que imite al limén; eso no tendria ningtin valor intrinseco. El deseo principal del anuncio es interponerse a cual- quier nocién que usted pueda tener acerca de que hay algo placentero 0 positive en su propio olor humano, Una vez que esta interposicién ha surtido efecto y la duda y la ansiedad han sido instaiadas, la situacién puede resolverse mediante olores artificiales. Solamente por medio de este proceso de interposicién y sustitucién existe Ja perspectiva de un valor agregado y un beneficio comercial. E] objetivo de toda publicidad es crear malestar o, para decirlo de otva manera, una escasez interna de bienestar. Esto debe fomentarse con- tinaamente, incluso cuando uno finalmente ha comprado algo. En ese casa, la publicidad Gene la tarea de cear malestar con lo que acaba de com= prarse, ya que tna vez que este acto se ha terminado, la compra ya no produce mis beneficio al sistema de comercializaci6n. El bien de consu- mo recientemente comprado debe ser descartada y reemplazado por la «necesidad» de un nuevo bien de consumo tan pronto como sea posible, El mundo ideal para los publicitarios seria aquel en el cual cualquier cosa que se comprase se utilizara una sola vez y luego se descartara. Muchos nuevos productos han sido disefiados para encajar en un mundo asi. a4 CuaTRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION La recompra de nosotros mismos La necesidad de un mercado en permanente expansién, es decir, la nece- sidad de crear nuevas necesidades, y la btisqueda de matices de malestar artificial dentro del malestar artificial previo han exigido penetrar atin més profundamente dentro de la psiqne humana para desenterrar as- pectos atin mas sutiles de la experiencia. Millares de psicélogos, cientifi- cos de la conducta, investigadores de Ja percepcién y socidlogos han en- contrade salarios muy elevados y un trabajo muy tranquilo e interesante ayudando a los publicitarios. Al igual que los mineros que buscan nuevos depésitos de carbén en las montafias, estos cientificos sociales intentan explorar el primitivismo interno de los seres humanos. Una vez que los sentimientos mas obvios han sido catalogadas, re- modeladas y desarrollados esta gente avanza mas adentro, hacia vetas mas sutiles, Esta excavacion puede ser asombrosamente minuciosa. El Instituto Stanford de Investigacién, uno de los mas grandes empleadores de cien- tificos sociales dedicados a Ja comercializacién ¢ investigacion publicitaria, logré recientemente una lista de dieciocito sentimientos internos asociados con la idea de ser «in hombre deportivo acostumbrado al aire libre». Than desde e] «amor a la naturaleza» hasta «cierto deseo de derrotar a los propios amigos que se quedan en casay. En su publicacién mensual Jnvestrients in Tororrow [Inversiones en el Mahana], el citado instituto practicamente offece un catilogo de las nue- vas areas donde los sentimientos humanos pueden ser convertides en necesidades. En la edicién de julio de 1975, por ejemplo, presenta las nue- vas oportunidades de alcanzar o llegar a la gente que tiene animales do- mésticos, que realiza manualidades caseras o que busca experiencias en 1a naturaleza. Todas éstas son categorias interesantes porque comercializan aspectos de la experiencia humana que sdjo se vuelven empaquetables cuando los humanos estan separados de cualquier experiencia directa de los mismos. Las manualidades, los animales y las tierras virgenes se vuelven publicitables en el momento en que se hacen escasos, No hace mucho tiempo eran la materia misma de la que estaba hecha la vida cotidiana. El hecho de que Ja mayor parte de nosotros se sienta incomodo en la natu- raleza, o le tenga miedo, hace que Ja venta de bienes de consumo para me- diatizar la experiencia —productos quimicos para mantener bien lejos a las cucarachas, gafas para quince variedades de luz solar, calzado de un tipo La COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA 145 para caininar y botas para otro tipo de caminata— sea mucho mas fact) de lfevar a cabo que antes. El miedo es una de las emociones mas deseables para los publicitarios, La soledad y Ja falta de confianza en nno mismo son bastante buenas. Lo mismo puede decirse de la competitividad, Una de las categorias de oportunidades de comercializaci6n estableci- das por Stanford era particularmente conmovedora: «autodescubrimien- to y exploraci6n interior». El catalogo pasa lista a algunas oportunidades de comercializacién y apelaciones apropiadas en materia de maquinas de bio-feedback, cursos de apravechamiento personal, libros, laboratarics {en el sentido de grupos psicolégicos), gurtis y sistemas de meditacién. Todos estas ejemplos son ahora comercializables ya que los seres humanos estén separadas de sus experiencias internas. En algiin mundo del pasa- do, la idea de que Ja experiencia mas intima hacia adentro fuera separa- ble de la experiencia «externa» cra desconacida. No existia tal diferencia. Lo interno y lo externo eran una misma cosa; no existia ni siquiera la posibilidad de supervivencia si uno no tomaba tal actitud. Ahora, sin em- bargo, estamos tan exteriormente enfocados que la experiencia interior ha entrado, también ella, en el terreno de Ja escasez, volviéndose empa- quetable y capaz de ser revendida a nosotros mismos como bien de con- sumo, Nuestras vidas interiores son ahora promocionables como productos, Nos vemos obligados a recomprar Jo que ya tuvimos alguna vez. Existe un oscuro movimiento de intelectuales curopeos que se la- man a si mismos «situacionistas» y que han desarrollado un andlisis muy completo del proceso de eliminacién de la vida interior —de hecho, de todo sentimiento humano- quitada de la experiencia inmediata de ella y luego reprocesada y revendida. Escritores como Guy Debord describen ala sociedad capitalista como constituida por criaturas que han sido re- disefiadas para vivir la vida como una representacién de si misma. De~ bord compara esta sociedad con otras en las que no existfa afan de lucro Y que, por consiguiente, no necesitaban ni encontraban deseable la ex- propiacién de la experiencia interior. E! papel de la publicidad, dicen los situacionistas, consiste en crear un mundo de espejos en el que la gente pueda obtener nuevas imigenes de si misma que se adapten bien a los propésitos del sistema en su conjun- to. A través de esta fincién reflejante y por su expropiacién de la expe- tiencia intima, la publicidad hace que el humano sea espectador de su propia vida. Es la alienacién Ievada a la décima potencia, La vida misma Se viielve un especticulo. 146 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 6 Al penetrar en el sancta sasictorum del ser humano, en nuestra natura- leza intima més primitiva y elemental, la publicidad, efectivamente, ex- trae nuestros sentimientos fuera de nosotros mismos, los exhibe y vende {nos los revende) come si fuera hierro extraido de una mina. Nuestros sentimientos mas intimos son distorsionados grotescamente hasta que adquieren una nueva forma: la de bienes de consumo. Buscamos deses~ peradamente recuperarlos, y pagamos altos precios por ese privilegio. Los situacionistas estén en lo cierto. Dondequiera que compramos un producto estamos pagando por la recuperacién de nuestros propios sentimientos. Nos hemes transformado, por lo tanto, en criaturas que son los bienes de consumo que nosotros compramos. Nosotros somos el producto por el cual pagamos y toda la vida se reduce a servir este ciclo, La vida y el bien de consumo se fusionan de modo abseluto, alcanzan- dose el estadio tltimo en Ja inexorable tendencia del sistema a convertir toda materia prima en formas comerciales evaliosas#. La publicidad es el sistema de distribucién interna de este grotesco proceso, El sistema de distribucién del sistema de distribucién Sin embargo, hay un factor adicional. La publicidad misma requiere de un sistema de distribucién, un sistema que nos la traiga a casa. Este ha sido el papel de los medios de comunicacién. Todos los medios han hecho un excelente trabajo metiendo la publicidad en Ja cabeza de la gente, pero algunos son mejores que otros en este aspecto, La televisién tiene nueve ventajas: ‘L. La televisién es en sf misma un bien de consumo, y también uno de los mas caros. Por lo tanto, es fisicamente coherente con la realidad imperante, Su venta da un gran empuje al sistema de bienes de consumo. 2, La televisién cambia Ja naturaleza del entorno artificial de pasivo a activo. A diferencia de los edificios y m&quinas, la televisién literalmen— te entra dentro de los seres humanos, dentro de nuestros hogares, nues- tras mentes y nuestros cuerpos, haciendo posible el reordenamiento de Jos procesos humanos desde el interior. 3. La televisién es una experiencia que puede ser tenida prictica~ mente por todos al mismo tiempo, En tanto sustituye a una mayor diver- La COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA 147 sidad de experiencias y unifica a todos y cada uno con ella, la television ayuda a la eficiencia comercial. Con toda Ja gente confinada a la misma condicién fisica y mental, un solo anuncio o una sola voz politica apro- Piados al estado de animo comin puede influir a todos. 4, Una vez que la diversidad de experiencias est4 reducida a la tele- visi6n, un pufiado relativamente pequefio de gente puede controlar la conciencia de todos. Afortunadamente para los anunciantes, en un siste- ma capitalista cualquiera que pueda pagarse la tecnologia tiene acceso primario a ella. 5. La television es tinica en cuanto puede allanar cualquier brecha en el sistema de bienes de consumo. Las ansiedades durmientes pueden ser embotadas por la experiencia televisiva. Mas alli de ser un sistema de distribucién para la vida de consumo, es Ja amalgama que sostiene a toda esta vida junta, el medicamento que calma el dolor de una existencia confinada y canalizada. 6. Si bien le television trata de reemplazar a Ja experiencia, realmente es ms bien un pasatiempo, como veremos mas adelente. Es una antiexpe- riencia. Su interaccién con el cuerpo y Ja mente humanos hace que la gen- te se vuelva adicta a ella, embotando la sensibilidad humana y eclipsando Ja conciencia del mundo. Al reducir el conocimiento de cualquier otra forma de vida, la televisién da relieve a la vida de los bienes de consumo, 7. Altenera la gente atenta a acontecimientos bien alejados de sus vidas, la television alienta la pasividad y la inaccién a Ja vez que desalien- ta la conciencia de si y Ja capacidad de vérselas con las cosas personal- mente, cosas ambas peligrosas para Ja publicidad. 8. Al expresarse en imAgenes, la television agrega una nueva di- miensién al proceso espejo-imagen.A diferencia de la radio o los medios impresos, la publicidad puede entonces implantar peliculas internas, dis- ponibles todo el tiempo para la autocomparacién. 9. La television estimula la separacin: Ja gente se separa de la co- munidad, unos se separan de otros, la gente se separa de si misma, crean- do mas unidades compradoras y desalentando la oposicién organizada al sistema. Crea una comunidad subordinada: ella misma. Se vuelve el con- sejero intimo de cada uno, el maestro y guia de las conductas y conciencias apropiadas. Por lo tanto, se vuelve su propio sistema de realimentacién, levando adelante su propio crecimiento y acelerando la transformacién de todo y de todos en formas artificiales. Esto permite a un puriado de gente obtener un grado de poder realmente tinico. vit La centralizacion del control Aunque la television se inventé en Jos afios veinte, no existié para nin- gan propésito practico hasta después de la Segunda Guerra Mundial. La publicidad, al menos como existe hay en dia, también es de esa época. En 1946, los anunciantes gastaron en conjunto alrededor de 3.000 millones de délares. Durante las dos décadas previas, los gastos de publi- cidad habian sido practicamente constantes y permanecian situados alre- dedor de ese nivel. Hacia 1975, sin embargo, el presupuesto nacional destinado a publicidad habia erecide un mil por ciento hasta alcanzar los 30.000 millones de délares. La mayor parte del incremento provino de la publicidad televisiva. Tan sélo en los diez primeros afios a partic de su inauguraci6n efectiva, la televisién fue absorbiendo el 60% de todos los gastos publicitarios y dejando a centenares de periddicos, revistas y estaciones de radio fnera del mercado. Se desarzollé una zelacién simbiética. La publicidad financié el cre- cimiento de la televisién. Esta fire el mayor sistema de distribucién de publicidad jams inventado. Podriamos Hamar a esto amor a primera vis- ta sino fuera porque en este caso el encuentro quiza haya sido concerta- do previamente. Si es usted lo bastante mayor, piense en Jos dias que siguieron inme- diatamente después de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de que yo sdlo tenia diez afios en 1945, recuerdo muy bien el sentimiento de ex~ pectativa e incertidumbre de aquellos tiempos. Todo el mundo se sentia aliviado porque Ja guerra habia terminado, y estaba a la espera de que las cosas volvieran a la normalidad. ;Pero qué era io normal? Los recuerdos de Ja Depresién asomaban continuamente. Recuerdo haber escuchado a mis 180 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION padres conversando con sus amigos en aquellas noches de verano de 1945, y todavia puedo sentir el miedo. Al igual que toda la gente corriente, mis padres sabian que la guerra habia aliviado la Depresién. Durante la guerra, la capacidad industrial norteamericana, que wnos pocos afios antes desfallecia, habia comenzado a expandizse para construir Ja maquinaria militar. El propio negocio de mi padre era un ejemplo. Ahora ya no habia uniformes que hacer, ni tampoco tanques. La guerra les habia dado a los hombres trabajo como soldados y a las mujeres trabajo como obreras fabriles. El pleno empleo se habia vuelto précticamente una realidad. Ahora Johnny volvia a casa, desocupado. Si ésta era la indole de Jas conversaciones entre la gente corriente, uno sélo puede imaginarse lo que se habri dicho en los consejos de ad- ministracién de las grandes empresas indusiriales o en los despachos del Departamento de Comercio. Con la capacidad industrial y la inversién de capitales expandidas como estaban, las consecuencias de una caida en Js produccién podrian hacer que, en comparaci6n, la Depresién de 1930 pareciera una fiesta. Un aspecto critico propio del capitalismo -el hecho de que sélo pudiera escapar a las depresiones ciclicas gracias a la guerra— parecia a punto de quedar confirmado. Crecimiento econémico y consumo patriético Repentinamente, en 1946, el Gobierno y la industria comenzaron a hacer idénticos pronunciamientos acerca de rearticular la vida norteamericana para aumentar el consumo de bienes a un nivel nunca antes contempla~ do. No era que Ja produccién militar estuviera a punto de ser abandonada. Atin ahora sigue siendo el factor individua) ms importante en Ja econo- mia de Estados Unidos. Sin embargo, en 1946, con la guerra recién terminada, no estaba claro si la declinacién en Ios gastos militares seria tan pasajera como luego resulté ser. Se necesitaba algiin nuevo factor de com- pensacién. Fue entonces cuando nacié una nueva vision que equiparaba la buena vida con los bienes de consumo. Una economia acelerada, continuadora de la explosiva expansién econdmica de los tempos de guerra, sumada a una ideologia consumidora, dicron como resultado la mayor tasa de cre- cimiento econémico en la historia de esta nacién entre 1946 y 1970. LA COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA 151 Para hacer posible tal crecimiento, ambos términos del proceso de transformacién descritos en el capitulo anterior tuvieron que ser narco- dzados. En primer lugar, necesitébamos asegurarnos una abundante pro- visin de materias primas para convertirlas en bienes de consumo. Esto Ievé a un estallido de inversiones norteamericanas fuera del pats, asi como también a enormes programas de ayuda destinados a simpaticas naciones «subdesarrolladas». Con frecuencia aseguramios nuestras provisiones me- diante ja creacién de gobiernos pronorteamericanos sostenidos con ayu- da militar. El ascenso del anticomunismo hasta la condicién de una gne- rra santa en los afios cuarenta y cincuenta proporcioné el fundamento politico pata esos prograinas militares y econdémicos y subrayé la convic- cién sobre las virtudes patriéticas de las inversiones extranjeras. En el otro término de la ecuacién de transformacion, era fundamental lograr un movimiento acelerado de bienes de constrmo hacia los hoga- res de los consumidores, La gente debia ser convencida de que Ja vida sin. todos esos productos era indeseable y antipatriética. Eva hora de olvidar el racionamiento de los afios de guerra y consumir para ayudar a la patria. La publicidad y Ja televisi6n fueron el déio dinimico que habria de reorientar al norteamericano consumidor. La capacidad de la publicidad para crear un sentimiento de necesidad apasionada por aquello que no se necesitaba ya estaba bien establecida. Puesto que el crecimiento eco- némiico y la economia de consumo debian estar basados en Ia venta de muchos mas bienes de fos que habian sido mecesarios para ponezse a la altura de las necesidades reales, e] crecimiento econémico pasaba a de- pender de la publicidad. La television, que dormia entre bolitas de naftali- na desde los afios veinte, fue desempolvada y puesta bajo banderas como el mejor medio para distribuir el estilo de vida publicitario rapida y di- rectamente hacia los hogares y cabezas de la gente. Habiles como eran para descubrir de un vistazo cualquier nueva tec- nologia que pudiera serles de ayuda en su urgente cruzada, los grandes anunciantes inmediatamente invirtieron centenares de millones de déla- res en desarrollar esta antojadiza herramienta de venta. Asi, la publicidad alumbré a la televisién, y la televisién le dio a Ja publicidad todo un nue- vo mundo para conquistar. Juntas hicieron posible una enorme —si bien temporal— bonanza econdmica. koe 152 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION gRecuerda usted los anuncios de television de los afios cuarenta y cin- cuenta? Gente sonriente y feliz. Nifios requetelavados. Amas de casa mostrando la increible limpieza y blancura de su ropa. Sonrientes mari- dos con caras de ejecutivos j6venes emergiendo de sus flamantes caches y recibidos en el jardin por sus limpias y sonrientes familias... Recuerda la felicidad con que cortaban el césped, las caras felices reflejadas en las relucientes tostadoras? La familia basica fue idealizada hasta un grado nunca alcanzado an- tes, porque Ja familia era la unidad de consumo ideal, Las mujeres debian salir de aquellas fabricas y quitarse de encima Jos monos para volver a meterse en sus vestiditos rosados y regresar a la cocina. Aquellos soldades que volvian necesitaban trabajo, y Rosita la ribeteadora debia dejar paso a June Allyson. Las unidades de familia separadas maximizaron el poten— cial de produccién. Hogares privados. Coches privados. Un segundo au- tomévil. Lavadora privada. Televisores privados. En unos pocos afios, el mundo comenz6 a cambiar. La cortadora de césped movida por baterias que vi en Ja televisién aparecié en mi jardin a Ja semana siguiente. Lo mismo le pas6 al coche. Todo el vecindario em- pezé a adquirir el aspecto de un anuncio de televisién. Los Arboles cer- canos a mi casa desaparecieron y fueron reemplazados por centenares de versiones idénticas a mi casa. Por todos Jados los vecindarios empezaron a parecerse unos a otros. Las autopistas reemplazaron a los caminos co- marcales. Los centros comerciales reemplazaron al mercado de la esqui- na. El pavimento comenzé a cubrirlo todo. «Prosperidad», «seguridad» y «felicidad» fueron palabras que saturaron por igual los anuncios publicitarios y los discursos presidenciales. Este in- creible brotar de bienes de consumo, esta completa redecoracién del pai- saje, este Hlenar Jas casas con baratijas, se suponia que constituian alguna clase de Nirvana. Eso era lo que todos y cada uno estaba pensando, di- ciendo y creyendo. Eso era lo que hizo, de América, América. Uno de mis profesores de secundaria durante los afios cincuenta nos dijo en clase que era el compromiso de Norteamérica con una econo- mia de consumo Jo que habia hecho a nuestro pais diferente de todos los otros y mejor que ellos. Nos dijo que al expandir nuestra economia ha- riamos que muy pronto todos fueran pudientes. América ya era la Gnica sociedad sin clases del mundo, decia. Los trabajadores y los gerentes eran socios paritarios en un glorioso proceso que beneficiaba a todos. En América todos eran iguales. Nuestro estandar de vida lo hacia posible. La COLONIZACION DE LA EXPERIENCLA 153 Todos podian tener un coche. Todos podian tener un televisor. Todos podian ser propietarios de una casa. Todos podian Megar a tener una em- presa. No éramos corno México o Nicaragua, esos paisitos de pacotilla, donde habia unos pocos ricos y todos los demés eran pobres y todos de- seaban tener Jo que nosotros teniamos. Unos pocos afios mas tarde, en la Wharton School of Business de Ja Universidad de Pennsylvania, zprendi como y por qué se suponia que esta vida de consumo y el crecimiento econGmico que produeia eran tan bue- nos para absolutamente todo el mundo. Aprendi de qué se bablaba en aquellos despachaos de las grandes empresas y del Departamento de Co- mercio. Se trataba de Ja «teoria del escurrimiento». La teorfa del escurrimiento La cosa es mas o menos asi: La expansién industrial, el rapido crecimiento econémico y la eco- nomia de consumo benefician a todos. Esa teoria —que es la base de las tesis econdmicas norteamericanas que siguen a Keynes— sostiene que cuando la gente compra mas y mas bienes de consumo, eso produce mis ganancias para la industria, permitiéndole expandirse. Cuando la indus- tia se expande, el resultado redunda en mis puestos de trabajo. Esto pone mis dinero en circulacién permitiendo que la gente compre mds bienes de consumo, aumentando nuevamente los beneficios, provocando mas inversiones, mids trabajo e iniciando una nueva vuelta del ciclo. He simplificado un poco el proceso ignorando variables tales como ahorros, créditos y cosas por el estilo. La forma en que lo he presentaco es mas o menos [a forma en que ha sido traducido a través de los medios y de nuestro sistema educative para Mevarlo a la comprensién popular: un hermoso circulo de actividad, todo el mundo ayudando a todo el mundo, capital y trabajo remando en el mismo bote, todos juntos sir- viendo al bienestar comun y creciendo indefinidamente. Esa manera de presentarlo explica la patridtica presién sobre Ja gente para que gaste cada vez mas en bienes de consumo. Los beneficios se «escurririan» hacia abajo para Megar a todos los habitantes del pais, incluidos aquellos ubica- dos en 1a base de la piramide. El trabajo, el dinero, la prosperidad, la feli- cidad, la democracia, Ja igualdad, todo era amontonado conjuntamente como resultado inevitable de este ciclo. 154 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION. 5. + Yo crefa en eso. Todos creiamos en eso, La mayor parte de la gente atin cree en eso. Los presidentes resulean electos segiin puedan 0 no con- vencer al ptblico de que estimularan el hermoso ciclo. Jimmy Carter fue elegido por haber dicho que él sabia cémo hacerlo, La teoria del escurriniienta es ese tipo de modelo econdémico sencillo y bonito que puede ser vendido a una poblacién despojada de toda com- ptensién mis profiinda acerca de cdmo son realmente las casas. Tratar de entender las sutilezas de la ciencia econdmica no es para la mayoria de no- sotros mucho mis facil que tratar de entender hasta qué punto la radia- cidn nuclear es «inofensiva». ;Quién lo sabe? Los «expertos» lo saben. Al igual que todos fos demas modelos organizadores de nuestra so- ciedad, los procesos econémicos han sido despojados de la participacién personal, expropiados y remitidos a un mundo vacio, lleno de graficos, analisis financieros y diagrams circulares. Al igual que los sistemas eco- némicos, alcanzan tal tamafio y complejidad que sdlo pueden ser controla- dos por fverzas que se hallan fuera del alcance del individuo o de la co- munidad, Una explicacién de su parte suena tan plausible como la otra. En ausencia de una formacion verdaderamente meticulosa en ciencias econémicas -formacién que de todas maneras sostiene muchas teorias arbitrarias y fantasticas—, este modelo del escurrimiento de los beneficios en una sociedad de consumo suena perfectamente valido. Desde Inego que parece valida s6lo durante algin tiempo. En ese pe- tiodo Ia gente tiene trabajo, la economia sigue creciendo y los hogares se Mlenan de baratijas. Solamente ahora, treinta aiios después de haber iniciado este viaje, podemos ver el proceso desde el punto de vista de la falta de trabajo, la inflacién, las quiebras y los desfalcos, y darnos cuenta de que algo ha fa- llado estrepitosamente. De hecho, era una fantasia. Fue empaquetado y nos lo vendieron como esos muebles para montar en casa que nos mostraba la pantalla de television. Compre ahora y pague mis tarde, cuando sea usted mis rico de lo que es ahora. Pero cuando Ilegé ese mis tarde, muy pocos de noso- tros éramios mas ricos que antes. Resulta que perseguir todas aquellas alegres mercanicias no hacia a Ja gente mas feliz; producia gente aislada, frustrada, alienada.¥ lo que es mas importante, los beneficios econémicos no se escurrian hacia abajo para crear alguna demoeracia igualitaria. Los beneficios se escurrieron, si, pero para arriba. LA COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA, 155 Los beneficiarios de la fantasia publicitaria El periodo de rapido crecimiento que duré de 1946 a 1970, y que coin— cidié con Ja expansién de Ja televisién y le publicidad electrénica, con- centré el dinero y el poder hasta un grado antes inimaginable en este pais. Puso el control efectivo de la economia en las manos de unas pocas corporariones. Concentré inmensas cantidades de dinero entre un pu- fiado de gente. Entretanto, Jas clases trabajadoras, y la atin mAs desaventa- jada gente sin trabajo, a quienes el modelo de vida de Jos bienes de con- sumo les habia prometido beneficios deslumbrantes, acabaron en una posicién mucho peor, mas desesperada y mas dependiente que antes. Un publicitario de Nueva York, Lawrence G. Chait, fire la primera persona en expresar claramente que el crecimiento econémico hacia inevitable Ja concentracién econémica. En un discurso ahora famoso que pronuncié en Detroit en 1968, Chait dijo: «El factor de mas des- bordante significado en nuestra vida empresarial y financiera de algunos afios a esta parte ha sido la tendencia hacia Ja concentracién del poder economicop. Sefialando que en 1965 habia en este pais 412.000 empresas de todo tipo, agreg6: «Las cincuenta mis grandes controlan el 35,2% del total de Jos recursos industriales». En cuanto a los beneficias, das veinte corporaciones industriales mas gtandes, que poseen el 25% del total de los recursos empresariales, se quedan con el 32% del total de beneficios econémicos de la nacién, luego de descontar los impuestos». Esto significa que solamente un 0,005 de las empresas de este pais disfrutan de un tercio de todos los benefi- cios de todas las empresas. Y¥ seguia diciendo Chait: «Recursos y beneficios son, por supuesto, indicadores importantes de la concentracién en la vida econdémica na- cional, pero también hay otros indices muy interesantes. En 1963, por ejemplo, habia 112 industrias, las cuatro compaiiias lideres acaparaban mis del 75% de la produccién, Hacia 1963, un 30% del volumen de produc- cién de bienes de consumo provino de industrias en las cuales las cuatro firmas principales daban cuenta de mas del 50% de la produccién». Chait citaba al profesor de economia Corwin Edwards para explicar por qué las corporaciones mayores inevitablenente se hacian mas grandes durante los periodos de crecimiento econémico, absorbiende o arrui- nando a las mas pequefias: «En su competencia con las empresas peque- 156 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR. LA TELEVISION fias las grandes corporaciones pueden conxprar materiales escasos y ubi- caciones atractivas, asi como patentes de invencién e instalaciones; ga~ narles la mano a Ja hora de contratar los servicios de los tecnicos y eje- cutivos ms caros; y adquirir reservas de material para el futuro. También pueden absorber pérdidas que consumirian todo el capital de un rival mas pequeiio. [,..] En todo momento, la gran compafiia puede subir la apuesta, superar el gasto en publicidad, tecnologia o talento, o elevar Jas pérdidas que pueden permitirse las mds pequefias; y asi, de una serie de ventajas parciales, deriva una ventaja general en alcanzar suis mayores re- sultados en forma acumulativan. Y¥ seguia diciendo Chait: «Los sociélogos pueden muy bien encon- trar excepciones a esta tendencia, pero siendo pragmaticos debemas re- conocer que ésta es de hecho ja direccién en la cual se esté moviendo la organizacién econémica de nuestro pais». Finalmente, citaba al doctor Edwin G. Nourse, quien creia que «no hay limites discernibles en los cuales tales concentraciones de poder econémico, una vez que se han puesto en camino, deberian cesar automaticamente». Un ejemplo conmovedor de la forma en que funciona este proceso es el ofrecido en The American Farni por Maisie y Richard Conrat. Los autores sefalan que hace tan slo doscientos afios, el 95% de la pobla- cién de este pais vivia en el campo; ahora lo hace menos del 5%. La granja familiar es una criatura del pasado, tanto como las explotaciones agricolas de dimensiones moderadas. La economia de escala tecnolégica beneficia solamente a las mas grandes empresas de explotacién agraria y a sus miquinas. El periodo critico en este cambio legé inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial: «Con asombrosa rapidez, el trac- tor de uso miiltiple con motor de hasta 60 caballos fue reemplazado por un nuevo modelo de 140 caballos y luego por una imponente maquina de 235 caballos con una etiqueta de precio donde dice 40.000 délares. La cosechadora de maiz de un solo surco cedié su lugar a maquinas que podian vérsclas con cuatro surcos simultaneamente, y después con ocho surcos. El coste de este nuevo equipamiento hacia econémicamente im- perativo a los agricultores disponer de més terreno. Entre 1950 y 1975 la superficie de cada campo norteamericano, en promedio, se duplicé, y el valor de la maquinaria agricola se triplicé... Aquellos que no pudieron seguir ese ritmo frenético fueron apartados y forzados a retirarse. En la nueva agricultura ya no habfa lugar para el hombre que simplemente deseaba vivir de la tierra y trabajar el suelo y vender lo bastante camo LA COLOMIZACION DE LA EXPERIENCIA 457 para pagar stts cuentas. El granjero con veinte vacas fue informado por su compaiifa lechera de que ya no volverian a recoger leche en ese lugar. De ahi en adelante, los camiones de la compaiiia s6lo se detuvieron en los campos de las grandes empresas agricolas. Los productores de horta~ lizas en pequefia escala, los floricultores y los granjeros en general fueron despreciados y segregados del mercado por las corporaciones de explo- tacién agricola y las cadenas de supermercados». A medida que el fenémeno del crecimiento rapido daba ventajas automéaticamente a los empresarios mds grandes, mejor financiados y tecnolégicamente més avanzados del sistema, lo que era cierto para los pequefios agricultores también lo fue para todo tipo de negocios. Los competidores mas pequefios fueron dejados fuera de combate por la escala misma de las inversiones requeridas en cada nivel, desde el costo de la automatizacion hasta los salarios de los ejecutivos o la dispo- nibilidad de créditos bancarios. Los bancos, advirtiendo bien pronto que las grandes compaiiias oftecian menos riesgos que Jas pequefias a Ja hora de pagar sus créditos, colaboraron activamente a que el monstruo siguie- ta avanzando, Las compaitias mas pequefias debieron afrontar con filoso- fia el hecho de que habitualmente era mejor vender antes que esperar a que las cosas empeoraran todavia més. En ningfin otro aspecto fueron mayores y mAs evidences Jas ventajas del tamafio que en el area de la publicidad. Selamente las mas grandes cor- poraciones del mundo tuvieron acceso a las grandes cadenas de television porque a través de ellas, si bien cada anuncio costaba 120.000 délares e] minuto, podian alcanzar a treinta millones de personas. La televisiGn es la con- trapartida, entre los medias, de la cosechadora de maiz de ocho surcos. El efecto sobre los individuas No fueron solamente las entidades abstractas como las corporaciones las que se beneficiaron desproporcionadamente durante el gran doom de los bienes de consumo. También se beneficiaron desproporcionadamente Jos duerios de esas corporaciones. El doctor Lester C. Thurow, profesor de Economia y Administracién del MIT (Instituto Tecnolégico de Massachusetts) y ex miembro del Con- sejo de Asesores Econémicos, publicé algunas cifras ilustrativas en cl Pu- blic Interest Economics News Letter de diciembre de 1975. 158 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION: Hacia 1962, decia Thurow, durante la ola final del mayor crecimien- to econédmico que cualquier nacién industrial haya logrado jamas en la historia, las cosas eran asi: El 18 % con mayores ingresos de todas jas fa~ milias poseia el 76,2 % de todas las riquezas en manos privadas de Esta~ dos Unidos, en tanto que el 25% situado en la parte mas baja de la es~ cala, algo asi como cincuenta millones de personas, no tenia mingéin tipo de recursos.* [...] Estimaciones recientes hacen pensar que na ha habi~ do cambios significativos desde entonces», Y continuaba Thurow: «El 5% de las familias mas vicas posee mas ri~ queza que el 81% més bajo. El 0,008 % posee tantos recursos como la mitad de abajo de toda Ja poblacion», Thurow sigue diciendo que «la riqueza y el poder estin atin mas concentrados de lo que indican estos datos, a causa de las interrelaciones entre los individuos mds ricos y las grandes corporaciones que ellos personalmente controlam. En otias palabras, este 0,008 % puede, a través de la posesién de ac- ciones de sociedades anénimas y su participacién en consejos de empre- sa interconectados, dominar efectivamente las pocas corporaciones que a su vez dominan la economia. Yo creo que Thurow esiaba sugiriendo la existencia de una cons- piracién, o al menos un altisimo grado de colaboracién entre esos po- cos. Quiza su posicidn académica le impedia expresarlo de esa forma, pero puesto que yo no Ja tengo, me gustaria extraer las conclusiones obvias. Sigue diciendo Thurow acerca de los ingresos: «La brecha de ingre- sos entre el 5% de las familias de mas arriba y el 5% de mas abajo guarda una relacién de 45 a 1,y la relacién de ingresos entre el 1% en ja ciispi- de y el 1% en el fondo, es de 525 a 1. Ese 1% de mis altos ingresos re~ cibe aproximadamente un ingreso anual tres veces mayor que todo el 20% mas pobre de la poblacién norteamericana. El hecho de que tnica- mente el sistema gubernamental de transferencia de pagos (seguridad so- cial, subsidios especiales a Jas familias de menores recursos, vales para ja compra de alimentos) haya impedido que la posicién de los grupos de * Se traduce como «recursos Is palabra inglesa assets, que se tefiere a los bienes vendibles mis valiosos (casas, tiertas, acciones) y saldos bancarios, y nada tiene que ver con Jos ingresos mensuales o el gusto en bienes de consumo na convertibles en meti- fico. (N. del T) LA COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA 159 menores ingresos declinara ain mis, indica que la disteibucién de ingre~ sos en el sector privado es cada vez mis desigual. [...] La quinta parte mas pobre de la poblacién recibe solamente el 1,7% de todos Jas ingresos en efectivo distribuidos por el mercado (la industria privada), wa cifra athe unds baja que ef ya wriserable 2,6 % que recibia et 1943, La quinca parte me- jor colocada recibe a través del mercado 28 veces mas ingresos como ga- nancias y salarios que la quinta parte mas baja». El punto de vista de Thurow es que si el Gobierno —es decir, el con- tribuyente— no hubiera solucionado en parte el negligente descuido que el crecimiento industrial habia provocado, el ensanchamuento de la brecha entre ricos y pobres habria sido totalmente evidente. En Ja falsa creencia de que el crecimiento industrial proveeria beneficios a los pobres y los parados, aceptamos exenciones impositivas para ayudar al crecimiento industrial. Entretanto, con nuestros propios impuestos, alimentamos al creciente niimero de hambrientos y pobres, quienes son culpados por el alza en los impuestos. Pagamos por aquello que nos ha sida escamotea- do. En cada vuelta del ciclo, la situacién se hace mas desesperada. Lo que estas cifras revelan es que Estados Unidos esta siendo poco a poco mas dominada y dirigida por una infime minoria de gente adinera- da, como aquella imagen de México o Nicaragua de Ia fantasia de mi profesor de secundaria. Si contermplamos los pasados treinta afios a través de nuestra nueva realidad de colas de parados, pequefias empresas en bancarrota ¢ inmensos beneficios de un pufado de gigantescas corpora- ciones, podemos ver que ahora estamos mucho mis lejos de una sociedad igualitaria de Jo que estébamos hace una generacion. El suctio americano era un suetio. Fallos en la fantasia Puesto que el suefio fue envasado y vendido por publicitarios, no hay por qué sorprenderse de que fos fallos en ese suefio nunca hayan sido men- cionados. Es inherente al proceso publicitario contar solamente aquellas partes de la historia que alientan la creencia deseada. Dos fallos principales fueron disimulados. El primero era que el con- sumo de bienes y el crecimiento econémico, aun cuando fuesen benefi- ciosos, ne podrian seguir indefinidamente. El segundo fallo era que el flujo econémico en una economia de empresa privada, durante los pe- 160 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION tiodos de crecimiento rapido, resulta inexorablemente distorsionado en favor del rico, El crecimiento econémico ilimitado es una imposibilidad planetaria. Sélo pudo haber sido concebido por mentes totalmente desconectadas de los limites naturales. Ese crecimiento ilimitado depende de un abuso suicida de los recursos y de un consumo de bienes a un ritmo imposible. Exige que todos los elementos del ciclo recursos-produccién-consumo operen a un ritmo tan acelerado que no pucde ser mantenido en el lar- go plazo. Ante los primeros signos de escasez de materias primas, de las cuales el petrdleo y el cobre fueron s6lo las primeras, la produccién comenz6 a declinar, se perdicron puestos de trabajo y el poder de compra decrecié, en tanto que —contrariamente a Jo que siempre habian dicho, en los i+ bros de texto, las leyes de la oferta y Ja demanda—los precios se elevaban. E] puftado de corporaciones que dominaba totalmente Ja oferta era capaz de elevar los precios, obteniendo mas dinero de un ntimero de gente cada vez menor que podia pagarlos. Adenais, muchos de nuestros gobiernos protegidos de mas all de la frontera, que habian estado allanando nuestra ruta hacia sus recursos, em- pezaron a caer ante los movimientos revolucionarios. Esto fue particular- mente cierto en Africa, Asia y Oriente Medio, dejando a la vista el fondo de ese barril «sin fondo» de las mercancias inagotables. Al mismo tiempo, comenzaron a aparecer los limites del consumo de bienes. La gente no puede comprarse dos coches nuevos cada afio inde- finidamente. Ni los constructores de caminos pueden seguir construyén- doles una vez que casi todo el territorio esté cubierto, La gente no puede reemplazar cada afio el mobiliario de Ia safa, los hornos de microondas o Jos televisores; no importa cudnta publicidad absorba.A la larga, Jas ta- sas de venta descienden. Hay un limite para el proceso de consumo. Los mercados sf que pueden mostrarse saturados y sobreexplotados, aunque las teorias optimistas lo nieguen. Si bien muchos norteamericanos no se dan cuenta de que esto es lo que ha sucedido exactamente, les corporaciones nds grandes si que lo sa- ben y desde hace algiin tiempo. Muchas de ellas, al ver un mercado ya que- mado, han estado desmantelando sus estructuras en Estados Unidos para establecerse como entidades transnacionales. Norteamérica, con sus ciuda- des devastadas y su territorio explotado, encara la perspectiva de convertir— se en una suerte de gigantesca ciudad muerta, explotada y abandonada. LA COLONIZACION DE LA EXPERIBNCIA 164 Dirigiendo sus operaciones hacia las naciones que est’in emergiendo como mercados, las corporaciones multinacionales estan Mevando la te- levisién a lugares de Asia, Aftica y Latinoamérica donde a menudo no hay ni teléfonos ni rutas asfaltadas. Los sistemas de televisién por satélite hen sido instalados en muchos paises antes de contar con medios de transporte modernos o sistemas sanitarios, La television proporciona un preentrenamiento para la vida de consumo que esta surgiendo r4pidamen- te, Gente que vive en aldeas donde la electricidad acaba de llegar ya es- tan mirando anuncios llenos de gente inmensamente feliz porque usa le- che artificial, Coca-Cola y maquinas de afeitar eléctricas, Aun en el caso de que el crecimiento econémico pudiera ser indefi- nido, seguir para siempre, eso no beneficiaria a toda la gente. El cre- cimiento econdmico beneficia solamente a los propietarios de las em- presas, no a los trabajadores, y segaramente no tiene nada que ofrecer a jos que est4n sin trabajo. No hace falta buscar a un economista marxista para explicar el porqué. Algunos distinguidos expertos del gran mundo de las empresas, como Louis Kelso, han estado pronosticando nuestro presente malestar durante décadas. En su brillante trabajo Céma couvertir a 80 millones de trabajadores et capitalistas cou dinero prestado, Kelso plantea que, a medi- da que una empresa capitalista crece, el rico debe volverse mis rico y el pobre mas pobre, porque los propietarios de Jas empresas tienen mas cla— ses de ingresos. Tienen un ingreso come salario u honcrarios por su ser- vicio, que es muchas veces mas alto que cualquier otro salario promedio en esa empresa, y ademds tienen un ingreso como dividendos. A todo ello se suma otra ventaja: en los periodos de crecimiento econdémico, dis- frutan de grandes beneficios que pueden utilizar para wna ampliacion de su inversién de capital, lo que mis tarde Jes proporcionard beneficios adi- cionales. Los trabajadores, sean administrativos u obreros, tienen solamente una Gnica fuente de ingresos: sus salarios. Ocasionalmente pueden ha- ber mejoras salariales, pero la tasa de aumento en los salarios nunca pue- de estar a la par de la triple oportunidad de los duefios de las empresas. De modo que los trabajadores van quedando més rezagados a medida que pasa el tiempo. Durante el periodo de posguerra, mientras la mayoria de nosotros cantaba alabanzas a nuestra economia en expansién y compraba tostado- ras, lavadoras, coches y cortadoras de césped con motor a explosién, ar- CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 162 ticulos todos disefiados para estropearse al cabo de cierto tiempo, alguna gente era capaz de usar sus dobles o triples ingresos para construir nue- vas plantas y comprar pequetias compaiiias, tecnologia que Je ahorrara mano de obra y fuentes de materia prima como Jas minas chilenas, dere- chos de explotacién petrolera o bosques en Brasil. Esto es ignorado o menospreciado por los tedricas del escurri- miento, quienes siguen diciendo que los propietarios de las empresas utilizan su riqueza extra en reinversiones que expanden el mercado de trabajo, dando a entender que en realidad cs descable que alguna gen- te tenga mas dinero que otra. Sin embargo, tanto la inversién en tecno- logia que ahorre mano de obra como la expansién de las instalaciones de ultramar disminnyen la cantidad de puestos de trabajo en Estados Unidos, La compra de pequefias conzpaiiias significa la fusién o elimi- nacién de algunas instalaciones productivas, reduciendo aun mas el empleo, Aparte de esto, una gran tajada de la riqueza sobrante no es gastada en inversiones de capital. Es derivada hacia bienes que la pongan a salvo de la inflacién, tales como piedras preciosas, obras de arte y terrenos, ha- ciendo que los precios de estos productos queden cada vez mas lejos del aleance de los asalariados. La mitad de las veces, la disparidad en ingresos se incrementa al mis- mo tiempo que el nfimero total de puestos de trabajo disminuye. En un clima econémico en el que unas pocas grandes empresas controlan tanto la oferta como los precios, a medida que Ja cantidad de puestos de traba- jo declina, cualquier empleado que se ponga demasiado altanero o exi- gente puede ser despedido muy facilmente. Alli donde los sindicatos son fuertes, empresas enteras pueden ser desmanteladas y trasladadas a Corea del Sur o Hong Kong, por ejemplo, donde los trabajadores toleran una jornada de catorce horas diarias a 40 centavos de dolar la hora. Mientras tanto, los asalariades norteamericanos se quedan con su tinica fuente de ingyesos, su fuerza sindical mutilada y una brecha atin ms ancha entre ellos y esa gente que controla sus vidas. La Depresién no terminé nunca A medida que comenzamos a entender lentamente que el sueiie america- fo no era meramente un suetio sine una impostura, y que lejos de bene~ LA COLONIZACION DE LA EXPERLENCIA 163 ficiar a una democracia econémica producia una terrible concentracién de riqueza y poder, podemos también captar Ia calidad de nuestra nueva de- pendencia. Es similar al sindrome de las viejas proveedurias de las grandes empresas. Estas pocas grandes empresas controlan los puestos de trabajo, y a medida que la competencia por lograr un empleo aumenta, consiguen también controlar los salarios. Como decia aquel cantante de Tennessee, Ernie Ford: «Trabajamos para la compafiia, rogamos no nos deje sin trabajo, no molestamos para nada, y adem4s compramos en la proveeduria de la compaififay. Mirando retrospectivamente podemos ver lo que deberia haber sido obvio durante todo este tiempo. La Gran Depresién de 1930 nunca ter- miné. Se volvié subterrinea, primero cubierta por una guerra que creé puestos de trabajo y expandia la capacidad industrial, y luego, cuando fa guerra hubo terminado, ocultada por una fantasia publicitaria, un sueno de drogados que nos fue vendido con un propésito. Ei nuevo estilo de vida norteamericano basado en el consumo de bienes, que alienta la compra a crédito porque es mejor que el plan nun- ca-nunca, y el crecimiento econémico, con su inevitable concentracién de poder econdémico, ocasionaron tan sdlo una versién mis virulenta de la vieja Depresin. En los aiios treinta,a medida que el ntimero de puestos de trabajo descendia bruscamente, al menos también lo hacian los precios. Ahora, debido a que Ja concentracién econémica ha avanzado hasta el punto en que la competencia de precios es cosa del pasado, mientras los emipleos desaparecen los precios siguen subiendo. Este nuevo fenédmeno fue resumido en Mother Joues de febrero de 1977 por los economistas David Olson y Richard Parker basindose en un estudio hecho por el doctor Howard Wachtel y Peter Adelsheim para el Comité Econémico del Congreso de los Estados Unidos: «Se encontraron con que las corporaciones en los sectores de ali- mentos, bienes de equipamiento, caucho, tabaco, ordenadores y aeroniu- tica habian elevado sus precios en épocas en que, segtin los libros de texto, debian haberlos bajade. ¢Cémo podian las corporaciones subir los precios cuando la economia estaba estancada, la demanda estaba cayen- do, las fbricas estaban operando muy por debajo de su capacidad y més y mas gente estaba sin trabajo? La respuesta —dice Wachtel~ es la con- centracion econdémica: sectores industriales enteros cada vez mas do- minados por un pequefio ntimero de firmas cada vez mis grandes. [...] Las grandes empresas necesitan cada vez menos competir a wavés de 164 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION los precios. Esto origina una situacién en la cual los precios pueden ser incrementadtos y la inflacién mantenida en alza durante periodos de re~ cesiony. Entretanto, e! gobierno de este pais, al igual que los gobiernos de otras naciones occidentales, ha estado perdiendo poder para controlar es- tas acciones. Al existir fuera de los limites geograficos de la nacién, las compafifas multinacionales, de comin acuerdo con los bancos, son capa- ces de lograr la dominacién econémica de naciones enteras. Los gobier- nos se deslizan lentamente hacia un nucvo papel subordinado a las com- panias multinacionales y de apoyo a ellas. E| doctor Lester Thurow terminaba su trabajo en el Public Interest Exouonties News Letter de esta manera: «No hay una respuesta satisfactoria a la pregunta de por qué el pueblo norteamericano ha sido tan compla— ciente y descuidado en dejar intacta Ja fantastica concentracién de ri- queza que caracteriza a esta economia. Es posible que Thurow fuera un poco timido cuando hizo esta afir- macién, puesto que ciertamente sf que hay una explicacién obvia. De- masiada poca gente ha oido hablar siquiera de las cifras mencionadas aqui, y muchos de aquellos que si se han enterado de ellas quizé han sido demasiado adoctrinados en las teorias econdémicas usualmente aceptadas como para captar su verdadero significado. Todas nuestras instituciones culturales nos ensefian que la economiia keynesiana v !a teoria del escu- rrimiento del crecimiento econéniico tienen un cierto efecto, cuando en realidad tienen un efecto opuesto al que se dice. Ya que la abrumadora mayoria de los norteamericanos esta despoja- da de cualquier participacién personal en los procesos econdémicos, he- mos llegado a creer en una construccién econémica artificial, de jugue- te, propagada por la gente que se beneficia de ello y que controla a los medios que nos la explican. La dominacién del aparato de influir En 1960, en el momento en que nuestra tasa de crecimiento econédmico estaba cerca de su punto mis alto y toda Ja nacién habia sido enchufada ala television, la publicaci6n comercial Adverfising Age comentaba: «Las grandes cadenas de televisién, en particular, son cn gran medida las hijas de las cien compariias mas grandes de la nacién». LA COLONIZACION DE LA EXPERIENCIA 165 En ese afio, los cien anunciantes més importantes del pais contaban con el 83% de la publicidad en las grandes cadenas de television. De ellas, las 25 mas grandes contaban con el 65% de ese 83%. De entonces a ahora, la proporcién casi no se ha alterado. La dominacién de los cien grandes es mis evidente en las grandes cadenas de televisién, pero también se presenta en otros medios. En 1974, por ejemplo, los cien grandes contaban con el 55% de toda la pu- blicidad en todos los medios, el 59% de la publicidad a través de las ca- denas de radio y el 76% de los anuncios en cadenas de televisién. Pues- to que casi todos los medios de este pais dependen de Ja publicidad para sobrevivir, deberia ser obvio que esas cien corporaciones, dominadas ellas mismas por un pufiado de gente rica, pueden en gran medida de- terminar qué revistas, periédicos, emisoras radiofénicas y estaciones de television deben seguir existiendo y cuales no. Las emisoras de televisién independientes, educativas o no comercia- Tes (lo que en Estados Unidos se ama television «piblicay para diferen- ciarla de la perteneciente o asociada a las tres gigantescas cadenas NBC, ABC y CBS), también han entrado en el molde. Durante 1975, mis del 40% de toda Ja programacién en televisién piblica fue pagada por esas mismas cien compaiiias, principalmente las productoras de petréleo, pro- ductos quimicos y medicamentos. Este no es un nivel de dominacién tan elevado como el que se observa en las grandes cadenas comerciales, pero el efecto es el mismo. La supervivencia depende de ellas. Tanto para Ja televisi6n comercial como para la ptiblica es entonces absolutamente necesario crear programas que cuenten con el apoyo de esos cien anunciantes. Ellos estén donde esta Ja accién, reza el dicho. Cla- ro que dados los costos de la televisién, ellos son Ja fnica accién. Estamos hablando del control ejercido por cien corporaciones de entre 400.000 empresas. El interés de las otras 399.900 es irrelevante por Jo menos en Jo que concierne a la television-Y¥ en lo relativo a los deseos, pensamientos y sentimientos de todos los segmentos no empresariales de Ja sociedad norteamericana —alrededor de 250 millones de seres huma- nos cuyas perspectivas varian desde el punto de vista de los indios, los ar- tistas, los humanistas, los ecologistas o las socialistas, para nombrar sélo unos pocos-, no tienen ni la menor importancia. La televisi6n, como otras tecnologias monoliticas, desde las cosecha~ doras de maiz de ocho surcos y la explotacién agraria intensiva hasta los superpetroleros, las plantas de energia nuclear, las redes de computacion, CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISIG 166 los edificios de oficinas de cien pisos, los satélites de comunicacione la ingenieria genética, los oleoductos internacionales y los transport supersonicos de pasajeros, sdlo esta disponible para las corporacion monstruosameate poderosas. Lo que vemos en televisién es lo que : ajusta y le va bien a la mentalidad y propdésitos de cien corporaciones. Si bien tiene el propésito de ser una tecnologia masiva disponib para todos porque todos pueden experimentarla, la television es poco m: que el instrumento de esas compafiias. Puesto que cuatro de cada cine dolares de ingresos televisivos proviene de ellas, es obvio que sin obten su beneplacito las cadenas televisivas dejarian de existir. E] corolario también es cierto, Sin un instrumento unico y monol tico comé la televisién, el poder efectivo y el control de estas grand corporaciones no podria haberse dado como se da en la actualidad. Ut economia de empresa monolitica necesita medios de comunicacién m« noliticos que dotados de su filosofia logren cambios rapidos en las paut de consumo. Sin un instrumento come la televisién, capaz de alcanzar todos al mismo tiempo y por todo el pais y de estrechar las necesidad humanas para que se adapten al entorno redisefiado, las corporacion muismas no podrian existir. La expansién de la televisi6n unificé a un pucblo entero dentro de sistema de conceptos y pautas de vida que hicieron posible el notab crecimiento de Jas grandes empresas econdémicas. A causa de ello, tox nuestra cultura y Ja forma fisica de] entorno, nuestras mentes y sent nientos, han sido computerizados, linealizados, suburbanizados, «autc pistificados» y envasados para la venta. Un punto a debatir es si aquellos que controlan la televisién sabiz cual seria el resultado cuando Ia desempolvaron después de Ja guerra salieron a venderla.Ya sea que ellos inventaran la television con este pr pdsito o que fuera la television la que los inventé a ellos, la relaci6n simbidtica y ya lo era entonces. Su utilizacién fue predeterminada por la evolucién de las paut econémicas y tecnolégicas que la llevaron hasta lo més alto y que des: entonces contintian recorriendo su inevitable derrotero. Come ya ver mos, su utilizacién y sus efectos también estaban determinados por naturaleza y limitaciones de la propia tecnologia televisiva. La tercera buena razén Los efectos de la televisién sobre el ser humano La tecnologia de la televisidu provoca respuestas neiro- Jisiolégicas et los espectadores. Puede ser causa de en- fermedad, y desde ttrega provoca confusion y sumision a uta inmaginerla externa, Cousiderados en coujunto, Tos efectos de la televisidi se acttimdan para crear las condiciones de un control autocritico. Vill Informes anecdéticos: descompuestos, chiflados e hipnotizados Durante los afios en que estuve preparando este libro, publiqué algunos articulos ocasionales sobre el tema. Cada vez que publicaba algo, el co— rreo me trafa algunas cartas a mi casa. Un solo articulo fie la causa de que yo recibiera mis de 250 cartas. La mayor parte de ellas eran apasio- nadas, llenas de preocupacién. Estaba claro que mirar la televisi6n era una experiencia que una asombrosa cantidad de personas estaba ansiosa por describir, Guardo un registro informal de las expresiones usadas por la gente en sus conversaciones corrientes para describir cémo se sentian acerca de la televisién. Reuniendo unas y otras, me he hecho de unas dos mil descripciones verbales 0 escritas. Aunque no pretendo decir que esta acumulacién de datos valga como un muestreo cientifico, las frases elegidas por la gente tienen una muy definida coherencia. Para dar una idea, voy a enumerar las quince frases mas frecuentemente usadas. Si usted puede dejar de lado todo preconcepto acerca de la televisi6n y leer esta lista como si Ja gente Je estuviera describiendo algin instru- mento que usted jamis ha visto, yo creo que la imagen que obtendria es la de una maquina que invade, controla y aletarga a quienes la miran. No es muy diferente de la «mAquina de influir controlada por los extranje- tos de la fantasia psicopatica: 1. «Me siento hipnotizado/a cuando miro la television.» 2. «La televisién me chupa la energia.» 170 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 3. «Siento como si me hicieran un lavado de cerebro.» 4, «Cuando me quedo rigido/a frente a la pantalla me siento como si fivera un vegetal.» 5, «La televisi6n me pone en drbita (tne lanza al espacio).» 6. «La televisién es una droga y yo soy adicto/a a ella.» 7. «Mis nifios parecen zombies cuando estan frente al televisor.» 8. «La televisi6n me estA destruyendo la mente.» 9. «Mis hijos andan por ahi como si estuvieran en un suefio a causa de la televisidn.» 10, «La televisiGn esta volviendo estipida a la gente.» 11. «La televisién esté convirtiendo mi mente en una sopa.» 12. «Si la television esta encendida, no puedo apartar mis ojos de ella» 13. «Me siento hipnotizado/a por ella.» 14. «La televisin est4 colonizando mi cerebro.» 15. «@Cémo puedo hacer para que mis hijos abandonen la televisién y vuelvan a vivir?» En cierto momento, le escuché decir a mi hijo Kai: «Quisiera no ver tena television pero no puedo remediarlo. Me hace mirarla». No quisiera dar a entender que no hubo muchos informes favora- bles.A menudo, la gente que se describia a si misma como «lanzada al es- pacio» gristaba de esta experiencia. Decian que los ayudaba a olvidarse de todas las demas preocupaciones de su vida. Muchos agregaron la palabra «meditativo» para describir en qué es- tado los ponia o dejaba la television; otros la encontraban «relajante», diciendo que los ayudaba a «olvidarse dei mundo». Algunos utilizaron. términos tales como «avado de cerebro» 0 «adicciém a pesar de que sen- tian que la televisidn les proporcionaba buena informacién o entreteni- mento, si bien no hubo ni uno solo que sintiera que Ja televisién eleva~ ra sui «potencialidads. En todo el tiempo que estuve recogiendo respuestas, s6lo ocho per sonas sugirieron que estaban viendo demasiado poca television. Yo también tomé nota de mis propias reacciones. Si bien actualmen- te veo muy poca televisién —quizi dos o tres horas por mes, lo suficiente como para mantenerme al dia, como suele decirse~, solia ver mucho mas. Mis reacciones frente a esta experiencia invariablemente se redu- cian a una o dos constantes. Aun si el programa que habia estado viendo habia sido de particular interés, la experiencia siempre la sentia como «an- LOS BFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO m1 tivida», como si yo hubiera sido despojado en alguna forma, o hubiera sido utilizado, Salia de esa experiencia sintiendo una especie de letargo interno, como si todo mi ser fisico hubiera estado durmiendo, victima de un vago y leve ataque. Cuanto mis miraba, peor me sentia. Posterioz- mente, casi siempre sentia el deseo de salir de casa o de irme a dormir para recuperar mis fuerzas y mis sentimientos. Otra cosa. Después de ver television, siempre adverti una especie de resplandor dentro de mi cabe- za: eran las imagenes. Permanecian incluso después de que el televisor estuviera apagaco, como esos gustos que quedan en Ja boca mucho des- pués de haber comido algo. Contra mi deseo, volvia a prestarles atencién varias horas mas tarde. Mi objetivo al guardar todas estas anotaciones no fire tanto catalogar a cudnta gente le gusta Ja televisién y a cudnta no le gusta, o cuintos se sienten culpables por ese habito, sino mas bien reunir descripciones de ja experiencia en los propios términos que la gente elige para descri- birla. Al cabo de un tiempo me di cuenta de que Ja gente estaba descri- biendo sintomas fisicos concretos que ni ellos ni nadie creian que fueran. reales. La gente que me conté que la televisién estaba controlando sus mentes se reia de su propia descripcidn. O decian que eran adictos a ella, o que se sentian como vegetales mientras estaban mirande y se reian de esto. La gente estaba diciendo que se sentian hipnotizades, controlados, drogados y aletargados, pero no asignaban ninguna validez a su propia experiencia. Sin embargo, si es que hay algo de verdad en estas descrip- ciones, no las percibimos como una fuerza muche més poderosa y sutil que las maquinas hipnopédicas de Huxley. $i la televisién shipnotizay, «ava el cerebro», «controla las mentes», «vuelve esttipida a la gente» o «con- vierte a todos en zombies», entonces habria que pensar que se esta en un area apropiada para hacer una investigacién cientifica.A decir verdad, al- guien deberia amar a la policia. La ciencia tiene un nombre para este tipo de descripciones. Se las Mama «evidencias anecdéticas» o «informes sobre la propia experienciay. Tales informes no son ignorados totalmente por los investigadores, si bien tampoco se los toma muy en serio. En el caso de la television, esta el pro- blema de que los sintomas no son fatales sino sutiles Poca gente acude al médico a quejarse de ello. Permanecen entonces debajo del umbral de visibilidad necesario para provocar la curiosidad cientifica.Aun cuando se 172 CUATRO BUENAS RAZONES PARA BLIMINAR LA TELEVISION preste atencién a tales informes, la ciencia no los acepta como vilidos a menos que hayan sido pasados por el tamiz de la prueba cientifica, Ya que esti més alli de Ja ciencia evaluar exactamente lo que se quiere de- cir con «zombi» o davado de cerebro» o incluso «adicciérm, 0, como he podido ver, incluso «hipnosis», es inevitable que estos sintomas perma— nezcan no comprobados, dejando a Ja gente descolacada cuando lo que necesita es una convalidacién externa. Ya he sostenido mi opinién de que uno de los principales resultados de la ciencia moderna ha sido lograr que la gente dude de Io que de otra manera habria aceptado como cierto a partir de su propia observacién y experiencia. La ciencia, Ja medicina, la psicologia y las ciencias econémi- cas dependen profundamente de que 1a gente sea engafiada por su pro- pia experiencia y permanezca ciega ante los estrictos limites del método cientifico. En este pais donde se ha avanzado tanto en entrometerse entre los se- res humanos y su yo intimo, el engatio es practicamente total. Si el Institato Nacional de la Salud hubiera proporcionado fondos por valor de cinco millones de délares para hacer un estudio durante tres afios que reuniera a todos los «expertos» pata que determinaran los efec- tos de la televisién sobre el cuerpo y la mente, ¥ entonces informaran de sus resultados al presidente de Estados Unidos, quien, asustado por los resultados, hubiera convocado entonces a una comisién de estudiosos y otros expertos para que resolvieran el problema, y uno de ellos se hubie- ra llevado de contrabando una copia de los «descubrimientos» originales al New York Tiiues, el cual entonces hubiera publicado en su primera pi— gina: Estudios anilados sugieven que la televisién es adictiva, hipndtica, detiene el pensamiento // Una especie de lavado de cerebro // Se observaratt otros efec- tos fisicos, entonces la gente habria dicho: «;Sabes? Yo siempre pensé que podia ser cierto», En mi opinién, si la gente esta viendo televisi6n durante cuatro ho- ras cada dia y dice que no puede parar y también que a televisin pare- ce estar programandolos en cierto sentido, y ve que sus hijos estan como muertos, entonces verdaderamente creo que no hay ninguna necesidad de estudiar la televisin. Esta evidencia es lo que los abogados Haman una prueba prima facie. La Gnica cuestién es qué hacer con esto. Yo estoy muy satisfecho al ver que la mayor parte de la gente se da cuenta perfecta- mente de lo que la televisién Je est4 haciendo, pero se queda de lo mis tranquila por aquello de Ja sabiduria popular que dice que el problema esta Los ZFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 173 en Ia programacion y que es indtil intentar cambiarla en ningtin sentido. La televisién est aqui para quedarse, dicen. Al final, sin embargo, quiz4 porque este engafio todavia me atrae, de- cidi preguntar a la comunidad cientifica quién, si es que habia alguien, estaba preocupado por la naturaleza de fa experiencia televisiva. El fenémeno invisible Me puse en contacto con el Servicio de Informacién sobre el Cerebro de Ja Biblioteca Biomédica de la UCLA (Universidad de California con sede en Los Angeles) y hablé alli con la doctora Doris Dunn. Le pregun- té si habia algiin lugar adecuado para buscar materiales que se hubieran publicado, incluso tesis doctorales, que pudieran vincular la televisi6n con tuna variedad de sindrames médicos y fisiologicos. Me dijo que el ordenador que tenian alli podia rastrear entre medio millén de registros que cubrian toda la literatura en temas neuroldgicos y afines publica- dos desde 1969. Me dijo que probablemente era el servicio de rastreo y busqueda m4s minucioso que pudiera existir para este tipo de ma- terial. Le conté que estaba interesado en cualquier cosa que pudiera esta- blecer alguna relacién entre la television y Ja hipnosis, las adicciones, la hiperactividad, la neurofisiclogia de la recepcién luminosa, el lavado de cerebro, los suefios, el pensamiento y la actividad electro-ondulatoria del cerebro. Le dije que también estaba interesado en cualquier cosa que se pu- diera descubrir respecto de cualquier tipo de respuestas neurofisioldgicas frente a la television y que le agradeceria mucho que agregara su propio criterio al plantear la bisqueda. Le pregunté si crefa que obtendriamos algo; me dijo que tenia sus dudas. Mas tarde Ja volvi a Hamar para decirle que, pensindolo mejor, me daba cuenta de que ella probablemente obtendria un montén de infor- macién sobre e] tema de la radiacién x proveniente de dos televisores y que yo no lo necesitaba. Para tener una medida de comparaci6n, le pregunté cudntos registros esperaba obtener en alguma cfra drea de investigacién. Me anticipaba al hecho de que la ciencia no ha logrado ver la televisi6n como un ins- 174 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION, trumento que produce reacciones bialdgicas y que este hecho revela por si mismo una aceptacién casi ciega del medio. Dos semanas mis tarde recibj una bibliografia de 78 referencias, que cubrian el perfodo 1969-1975. La carta de Ia doctora Dunn que los en- cabezaba decia que podia tener un criterio de comparacién en el hecha de que un tema como dormir y sofiar tenia mil referencias archivadas cada afo. En el tema de Ja actividad electroencefalografica del cerebro se fichaban «varios miles» cada afio. Sin embargo, ni uno de los articulos so- bre Jos suefios contenfan ninguna referencia significativa a la television, y solamente un articulo sobre la actividad eléctrica del cerebro se referia a cierta relacién con la televisién. De las 78 referencias, habia veinte articulos concernientes a una condicién Hamada «epilepsia televisivan —en la cual gente que no era epi- Jéptica habia tenido ataques mientras miraba la television— y varios so- bre daiios en los ojos y modificaciones del ritmo cardiaco de acuerdo con el contenido del programa, asi como algunos sobre radiacién X, como yo habia previsto. Del medio millon de articulos escrutados por el ordenador, slo dos hablaban de algtin tipo de relacién entre televisién ¢ hipnosis. Habia uno acerca de dolores de cabeza causados por Ja television, varios sobre sus efectos en la percepcién de distancia y tamafio relativo y alrededor de una docena sobre los efectos en los jévenes. (Estos tltimos articulos re- sultaron referidos a la conducta, no a la fisiologia, y evidentemente se ha- bian deslizado por error.) Esta claro que el efecto neurofisiolégico de la televis: tema candente para Ja investigaci6n cientifica. Para obtener mas informacién y a la vez tener una comprobacién doble de los datos del Servicio de Informacién sobre el Cerebro, le pedi a la periodista e investigadora Michey Friedman si podia investigar en Jos archivos de Psychological Abstracts, que contiene practicamente los mismos campos cue la computadora, pero que incluye en las categorias de temas material de muchas décadas. Friedman recorrié todo lo que habia a partir de 1940 y solamente encontré nueve referencias adicionales, incluyendo un trabajo sobre adiccién, el primero, y uno sobre hipnosis. Entonces, en la primavera de 1977, aparecid un libro sumamente in- teresante, el primero en plantear que la experiencia de Ia televisién —el acto mismo de ponerse a ver la televisién— es mas significativa que el conte- nido de los programas que se estin viendo. The plug-in drug [La droga que Mm noe es un Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 175 se enchufal de Marie Winn causé sensacién entre padres preocupados, psicélogos y educadores. El libro aseguraba que ver televisién era en los nifios algo que causaba adiccién, que estaba convirtiendo a una genera- cién de nifios en zombies pasivos e incomunicados que no jugaban, no creaban, ni podian siquiera pensar con claridad. Lei todo el libro buscando Jas firentes en que se habia basado Ja inves- tigacién de Marie Winn sélo para descubrir que habia tenido que desarro- iar el tema con la misma falta de investigacién que yo ya habia verificado. Esto no la hizo detenerse,lo que no es poco mérito, mientras seguia hil- vanando largas entrevistas de padres, nifios y educadores. Ella otorgaba plena validez a una serie de informes de experiencia que eran paralelos a aquellos que yo habia recogido, Los combiné con todo lo que pudo reu- nir de investigacién sobre aprendizaje (no vinculada necesariamente con televisién), sobre patrones de lectura, sobre pensamiento verbal y no ver- bal, sobre las observaciones de otros autores, asi como todo lo que pudo teunir a partir de su propia observacion de Ia experiencia televisiva. Con todo eso dibujaba un terrorifico retrato de una generacién de nifios que estaba creciendo sin las habilidades basicas que las generacio- nes anteriores habian usado para desenvolverse en la vida, nifios que no podian ni siquiera resolver el problema de disfrutar del tiempo libre. También describia los efectos disgregadores de la televisién sobre Ia vida familiar, en la cual la comunicacién e incluso los afectos directos y la participacién en las vidas de los demas estaban siendo procesados a través de la experiencia televisiva, muy en detrimento de todos. Habiendo ido tan lejos, sin embargo, Marie Winn no aplicaba sus descubrimientos a los adultos y no vinculaba ninguno de los efectos de Ja televisién con las tendencias de poder de la sociedad total. Decidi continuar hurgando y pronto me encontré a mi mismo ha- ciendo mi propio retrato terrorifico de los efectos de la televisién y de cémo se ajustan a las necesidades del supermonstruo.* La naturaleza misma de la experiencia de mizat, la tecnologia de adiccién (que yo ya conocfa de la publicidad) y nuevas investigaciones sobre los efectos bio- * En distintas partes del libro se taduce como el «monstruos, el «supermonstriio» o cla gran bestia» la expresion original she juggenraut, especie de Golem de la mitologia hindd y metaf6ricamente una fuerza (u objeto) masiva e inexorable que avanza irre- sistiblemente y destroza todo lo que est en st camino, segiin la descripcién del Hebs- ter’s Dictionary. (N, del T:) 176 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION légicos, junto con algunos descubrimientos acerca del poder de la ime- gineria implantada, se combinaban para dar lugar a un patrén en el cual el papel cada vez menor del ser humano se hacia mas y més evidente. El desdibujamiento de Jo humano La televisién se mira en salas oscuras. Alguna gente deja encendida algu- na luz, o se filtra algo de Inz natural, pero es una exigencia para ver la te- levisién que el receptor sea la imagen mis brillante en todo el ambiente porque si no, no se podria ver bien. Para aumentar el efecto, los sonidos de fondo son amortiguados tan— to como Ia luz. Se hace un esfuerzo para eliminar los ruidos propios de la casa. La cuestiOn, por supuesto, es concentrarse atin mas en el televisor. La conciencia del entorno externo se queda en el camino. Mucha gente ve la televisiGn a solas durante Ja mayor parte del tiem- po. Esto elintina otro aspecto mis de la conciencia externa. Aun cuando se esté viendo television con otros, se supone que hay que estar callados y quietos. Hablor interfiere la atencién prestada al receptor.¥ sia usted le gusta mirar a la gente cuando habla, no gire Ja cabeza porque distraera la atencién puesta en la pantalla. De modo que los demas quedan difumi- nados, amortiguados y desdibujados por completo, igual que la luz, los sonidos y el resto del mundo. Desdibujar el propio cuerpo es otra parte del proceso. La gente elige una posicién que le permita el maximo de comodidad y el minimo mo- vimiento, es decir, la minima conciencia de su cuerpo porgue, al igual que advertir luces y sonidos externos u otros estimulos, la percepcién del propio cuerpo puede distraer en el acto de ver la television. Las posicio- nes son elegidas de tal modo que los brazos y piernas no tengan que ser movidos. Uno puede echarse mas sobre un lado y cambiar de posicién de tiempo en tiempo, o ir en busca de un bocadillo, pero durante la ma- yor parte de Ja experiencia el cuerpo esta quieto. Este desdibujamiento también se da con los Grganos internos. Los la- tidos cardiacos se hacen cada vez mis lentos, el pulso tiende a ser mais débil, Jas ondas cerebrales se hacen unis lisas y con un ritmo mis sosega— do. Las consecuencias de todo esto seran examinadas mis adelante. Por ahora digamos solamente que los procesos de pensamiento también se amortiguan. LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 77 Sobre todo es importante destacar que mientras miramos television nuestros cuerpos estan en la condicién mas quieta y durante un periodo mis largo de tiempo que en ninguma otra experiencia de Ja vida excep- to el suefio, Esto también es cierto para los ojos, aunque suele creerse que estan muy activas mientras miran la televisian. En realidad, los ojos se mueven menos que en cualquier otra experiencia de la vida diaria. Esto es particularmente cierto si usted se sienta a cierta distancia del te- levisor o si su pantalla es pequefia: en tal caso usted puede abarcar toda la imagen sin hacer un barrido con la mirada. Aun en el caso de que la pantalla de television sea de un tamaiio considerable, los ojos no se mue- ven tanto como cuando estan viendo una pelicula, ya que el tamafio de Ja pantalla del cine requiere que los ojos e incluso toda la cabeza se mue- van un poco. Incluso cuando esta trabajando en una oficina o leyendo un libro, los ojos se mueven mas de lo que lo hacen mientras mira la televisi6n. En las oficinas siempre hay interrupciones. Mientras estd leyendo varia la velo~ cidad a Ja que lee, recorre toda la superficie escrita y ademés alza los ojos de la pagina de tiempo en tiempo. En el ancho mundo fuera de los medios, los ojos casi nunca paran de moverse, de buscar y recorrer. Para los seres humanos, los ojos son como antenas emocionales; son uno de nuestros contactos principales con el mundo y siempre estan buscando y estudiando. Mientras mira la televisién, ademas de que el globo ocular no se muc- ve, también el mecanismo de enfoque queda como congelado. El ojo per- manece a una distancia del objeto observado por un periodo de tiempo inas largo que en cualquier otra experiencia humana. Conminmente el proceso de enfocar, desenfocar y reenfocar mantie- ne al ojo ztareado y sin parar durante todo el dia, incluso mientras se duerme y se suefia. Pero cuando usted esta viendo 1a televisién, no im- porta qué esté sucediendo en la pantalla, 0 lo lejos que la accién del rela- to se suponga que esta dentro del televisor, el aparato misma permanece a una distancia fija y requiere solamente un cambio infinitesimal en el enfoque. Como veremos, el resultado es achatar toda la informacién en una dimensién y poner al televidente en una condicién cercana ala con- templacién totalmente inconsciente. A pesar de lo perezosos que se ponen los ojos cuando se esté viendo la televisién, son absolucamente vivaces si se los compara con los demas sentidos. EF] sonido esta reducido al rango extremadamente angosto de la 178 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION emision televisiva en lo que hace al oido, en tanto que e] olfate, el gusto y el tacto han sido eliminados en forma conjunta. Tacto artificial e hiperactividad McLuhan insistia en que la televisién estimulaba el sentido del tacto y decia que la televisién cra «tActil», No sé si pretendia hacernos una de sus. bromas, pensando que no seria tomada muy en serio, o si realmente que- ria decir le que dijo, pero en todo caso es una de las més peligrosas de en- tre las muchas aseveraciones engafiosas que ha hecho. Sugieré que Ja luz jugando contra la piel es en si misma estimulante. La tonteria de semejante afirmacién salta a la vista con sélo comparar esta estimulacién de bajo mivel con el tipo de estimulacién que la piel re- cibe al realizar un minimo movimiento del cuerpo. Tratar de alcanzar una uva para comérsela ya implica mucha mis estimulacién: las ropas contra la piel, el hecho de estirarse, las uvas frias estallando y derraman- do su jugo en la boca. Lo que es peor, McLuhan da a entender que al ver imagenes en la pantalla el ser humano se ve inclinado a actuar al respecto, incitando asi al sentido del tacto preparandolo para la acci6n. Es ésta una afirmacién realmente irresponsable. Las imagenes de la television no son reales. No son sucesos que ten- gan lugar alli donde est& sentada la persona que los ve. Las imagenes tie- nen lugar en el televisor, que entonces las proyecta hacia el cerebro del espectador, Una respuesta directa a ellas seria entonces mas que absurda. De modo que cualquier estimulacién que se sienta es reprimida instan- téneamente. Aunque McLuhan estuviera en lo cierto al decir que las ima- genes estimulan el impulso a moverse, éste se ve sofocado, El efecto es una especie de alerta sensorial, para decirlo generosamente. El humano inicia ian proceso y entonces lo detiene, luego !o inicia nuevamente, lo detiene, vibrando hacia adelante y atras entre estos dos polos de accién y repre- si6n, todo ello sin un verdadero propésito en Ja vida real. Hay cada vez més pruebas de que esta accién hacia atrés y hacia ade~ Jante es una de las causas principales de hiperactividad; es decir, de mo- vimiento rapido sin ningin propésitoe, como si fuera estimulado por electricidad. La energia fisica creada por las imagenes, pero no utiliza- da, es almacenadz fisicamente. Asi es como, cuando el tclevisor esta apa- LOS EFECTOS DE LA'TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 179 gado, sigue manifestindose a través de una actividad rapida, erratica y sin propésito, Lo he visto una y otra vez en nifios. Se estén quietos mientras miran, pero después se ponen superactivos, irritables y frustrados. Marie Winn cita al doctor Matthew Dumont, quien dice que la tele- visién provoca una tespuesta hiperactiva. Es ms, los psicélagas australia- nos Merrelyn y Fred Emery, en su estudio sobre Ja televisiGn, del cual yo tomaré algunas citas extensas un poco mis adelante, han llegado tan lejos como para predecir en forma absoluta que en la medida en que la tele- m avance en Australia habr4 un incremento directamente proporcio- nal en hiperactividad. Yo creo que en los casos extvemos Ja frustracién inherente a la experiencia televisiva puede llevar a una actividad violen- ta, cualquiera que sea el contenido del programa. Los sentidos artificial- mente exigidos requieren una resolucién. Es grotesco y atemorizante que muchos padres utilicen la televisidn como un medio para calmar a los nifios hiperactivos. Seria mucho mejor calmarlos con ejercicios fisi- cos, deportes, luchas, caricias, bafios de inmersién y un montén de aten- cién directa que les proporciona un rango més amplio de sensorialidad, asi como una estimulacién intelectual. Los cambios en la dieta pueden ser de ayuda, La peor cosa que uno puede hacer con un nifio hiperacti- vo es ponetlo frente a la pantalla de televisién. La televisién activa al nifio al mismo tiempo que lo separa (al nifio como al adulto) de toda es- timulaciGn sensorial real y de la oportunidad para su resoluci6n. vi La televisi6n es ausencia de sensorialidad Previamente he trazado un paralelismo entre la vida moderna y las con- diciones de privacién total de sensorialidad. Los entornos artificiales por si mismos reducen y estrechan la experiencia sensorial para que encaje en su propia nueva realidad confinada. El efecto y propdsito de este es- trechamiento es incrementar la atencién y el enfoque en el trabajo, los bienes de consumo, los entretenimientos, los espectaculos y otras drogas que la sociedad utiliza para mantenernos dentro de sus fonteras. Podemes considerar Ja televisi6n como un avance de una condicién que ya estaba latente. Sentindonos en salas oscuras, con el entorne natu- ral oscurecido, los otros humanos desdibujados, sélo dos de los sentidos operando, ambos dentro de un rango muy estrecho, los ojos y otras fun- ciones corporales aquietadas, mirando fijamente Ja luz durante horas y CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 180 horas, la experiencia se acumula hasta Hegar a algo cercano a Ja total au- sencia de sensorialidad., La television aisla a la gente de su entorno, a los unos de los otros, y a todos de sus propios sentidos. En una condicién asi los dos sentidos que se mantienen en fancienamiento parcial no pueden beneficiarse de Ja habitual mezcla de informacién que los humanos utilizan para dedu- cir un significado de todo aquello que los rodea. Toda significacién pro- viene de este campo de informacién tan estrecho. Sabemos que se da como verdad aceptada que en condiciones de ptivaci6n sensorial los sujetos no tienen mas remedio que concentrarse en las imvigenes que hay dentro de su cerebro.¥ sabemos que en condi- ciones de privacién sensorial, sin nada de qué echar mano aparte de las im4genes mentales, el sujeto es extraordinariamente susceptible a la su- gestion. Cuando usted esta mirando la television, esti experimentando imé- genes mentales. A diferencia de la mayor parte de los experimentos de privacién sensorial estas imagenes mentales ni siquiera son las suyas. Son las de otro. Debido a que el resto de sus capacidades han sido disminui- das y el resto del mundo desdibujado, estas imAgenes es probable que tengan un extraordinario grado de influencia. ;No dije acaso que esto es lavado de cerebro o hipnosis o socavamiento de Ja mente o algo patecido a esto? Bueno, nadie se lo ha pedido, pero hay alguien que esta hablando dentro de su mente y que lo quiere a usted para que haga algo. En primer lugar, que siga viendo la televisién. En segundo lugar, que eve siempre las imagenes dando vueltas en su cabeza. Tercero, que compre algo. Cuarto, que sintonice esta emisora mafiana a esta misma hora. Ix La ingestion de luz artificial Cuando usted mira la television, su actividad principal es mirar la luz. El filésofo John Brockman fue la primera persona en explicArselo, subrayan- do que esto representa un cambio enorme en la experiencia humana. Durante cuatro horas al dia, los seres humanos se sientan en cuartos os- curos, con sus cuerpos totalmente quietos, mirando una luz. Nunca nada parecido habia ocurrido antes. Las anteriores generaciones miraban Ia luz de las estrellas, del fuego y de la Luna, y no cabe duda de que estas experiencias les suscitaban im- portarites sentimientos. Hay culturas que pasan cierto tiempo mizando al Sol, pero no hay ninguna cultura en toda la historia que haya gastado tan enormes cantidades de tiempo, todos al unisono, cada dia, sentados en habitaciones a oscuras mirando una luz artificial. Anne Wandman, la poeta, ha sugerido que la televisi6n podria repre- sentar en si misma wna Luna sustituta; un reemplazo de Ja experiencia que nosotros, de alguna manera, debemos mantener. Si eso es cierto, no seria m4s que un hecho conmovedor si no fuera porque hay algunas diferencias muy importantes entre mirar a la Luna o el fuego y mirar la televisién. La luz de'la television, mas que ambiental, es intencional y dirigida. Es proyectada hacia nuestros ojos desde detras de Ja pantalla mediante cafiones de rayos catGdicos que literalmente apuntan hacia nosotros. Es- tos cafiones son alimentados por 25.000 voltios en el caso de la televi- sién en color y alrededor de 15.000 en los equipos de blanco y negro. Los cafiones catédicos disparan chorros de electrones contra une sus- tancia fosforescente que recubre Ja pantalla. Esto hace que esa sustancia brille y su luz se proyecte desde la pantalla hacia nuestros ojos. No es det CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 182 todo exacto decir que cuando miramos la television estamos mirando una luz, seria mAs preciso decir que la luz es lanzada hacia nosotros, Esta~ mos recibiendo luz en nuestros cuerpos a través de nuestros ojos, y esa luz. llega lo bastante adentro como para afectar a nuestro sistema endocrino. Algunos fisicos dicen que el ojo no distingue entre la luz ambiente, que ha sido reflejada por otres superficies, y la luz directa que llega directa— mente hacia el ojo sin haber sido suavizada, pero hay otros que piensan que esa diferencia es importante, Hay otro punto candente en discusién en Ia fisica sobre la cuesti6n de si la luz es materia en forma de particulas o energia en forma de on- das, Para nuestros propésitos, sin embargo, la que debe tenerse en cuen- ta es que, sca la luz materia o energia, es uma cosa que esta entrando en nosotros. Cuando usted esté mirando la televisién, esta experimentando algo asi come lineas de energia que pasan del cafién de rayos catddicos a Ja sustancia fosforescente y de ahi, a través de sus ojos, al interior de su cuerpo. Usted estd tan conectado al televisor como lo estaria su brazo a Ja corriente eléctrica de la pared —acerca de la cual también se da Ja mis- ma discusién de ondas o particulas— si usted hubiera metido un cuchillo en el enchufe. Esto no son simples metaforas. Hay un pasaje concentrado de ener- gia desde la méquina hacia usted, y ninguno en el sentido inverso. En este sentido, la maquina es literalmente dominante, y usted es pasivo. Salud y luz Cuando empezaba a buscar una explicacién que diera cuenta de los sin- tomas fisicos descritos por la gente, particularmente aquellos relaciona- dos con detargos», wensacién de ser un zombi, cirritacién» y otros —sin- tomas que normalmente se explican como inducidos psicolégicamente—, Stewart Brand me mandé un ejemplar de un libro Wamado Health and Light (La salud y Ja luz] del doctor John Ott, an ex banquero que dejé su profesién para dedicarse a la fotografia time-lapse y mas tarde fundé el Instituto para la Investigacién Ambiental sobre la Luz y la Salud, en Sa~ rasota, Florida. Ahora tiene unos setenta afios y preside un consejo de di- rectivos formado por médicos e investigadores que llevan a cabo trabajos sobre temas de vanguardia acerca de los efectos de la luz sobre el cuerpo humano. Los SFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO. 183 Yo habia oido que los trabajos de Ott eran una de las principales fiuen- tes de consulta para las agencias gubernamentales que buscaban pruebas de los efectos de la radiacién x que emiten los aparatos de television. El habia sido un factor decisivo para convencer a los legisladores de que re- dujeran los limites permitidos y tolerables de rayos X que podia emitir un televisor. En los dltimos veinte afos esos limites han sido reducidos mis de veinte veces. Hubo una época en que se permitian unos 50 mili- rems por hora, pero ahora el limite ha sido rebajado a la centésima parte, medio milirem por hora. Ott ha sostenido que incluso esa cantidad es de- miasiado alta. Bn una célebre serie de estudios, las raices de ciertas le- guminosas puestas frente a televisores en color empezaron a crecer hacia arriba hasta salir del suelo. Otro grupo de vegetales se fue haciendo mons- truosamente grande y distorsionado, Los ratones desarrollaron lesiones cancerosas. Ott sostiene que cualquiera que sea la cantidad de rayos X que emane de la televisiGn —y la mayor parte de los aparatos receptores atin producen algo de radiacién—lo mas probable es que sea dafiina para los seres humanos. En La salud y fa lux, Ott se ocupa menos de discutir los rayos X que de un peligro mas sutil en nuestro entorno: la luz artificial, en particu- lar la de los fluorescentes. En este caso, su investigacién no esta dirigida especificamente a la luz del televisor. Pero ya que la television emite una luz que es fluorescente, su trabajo es directamente aplicable a este caso. Mientras realizaba sus fotografias time-lapse de las plantas, Ott hizo sus primeros descubrimientos acerca de las interacciones entre las plan- tas y las luces que utilizaba para la fotografia. Advirtié que cuando cam- biaba la iluminacién incandescente por luz fluorescente, por ejemplo, las plantas sGbitamente dejaban de crecer segiin un determinado patrén para crecer de otra manera. Sus fotografias lograron registrar este cambio. Del mismo modo, cuando cambiaba de un tipo de lampara fluores— cente a otra, en la pelicula se apreciaban otros cambios peculiares al mismo tiempo. También se observaron diferencias cuando se sacaba a Jas plantas de Ja Juz artificial y se las exponia a la Juz natural, Ott se sintié mas interesado en estos cambios que por las fotogra- fias mismas. Comenz6 a cambiar las luces deliberadamente para ver qué podia pasar. Luego tomé fotografias microscépicas de las células vegetales para comprobar si era posible ver los cambios en la actividad celular. 184 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION La accion celular de Jas plantas es Hamada da corriente de los cloro- plastos». A través de un microscopio uno puede ver a millones de células moviéndose segin una pauta ordenada que en cierto sentido recuerda al trafico de una ciudad. Ott descubrié que cuando se mantiene a las plantas al sol dos cloro~ plastes continuaban moviéndose segfin suis pautas regulares. Cuando la Juz tenia que pasar a través de una ventana de vidrio comin, grupos de cloroplastes comenzaban a «salirse de Jas pautas de circulacién. Bajo ilu- minacién artificial, el comportamiento de los cloroplastos se alteraba no- tablemente. Cuando Ott cambis Ia luz incandescente por huz fluores- cente, o de un color de fluorescente a otro, los cloroplastos se movian mis rapido o més Jentamente, se agrupaban perezosamente o comenza- ban a superponerse locamente, completamente fuera de la sincronia que mostraban con las pautas anteriores. Los resultados fueron tan espectaculares que Ott comenzé a pregun- tarse si se podrian observar cambios celulares similares entre Ios animales de laboratorio al pasarlos de una luz a otra. La nueva ciencia de la foto- biologia ha comenzado a descubrir que !os seres humanos y los anima- Jes, que estin hechos casi de los mismos compuestos quimicos que las plantas (excepto en lo que respecta a la clorofila), también reaccionan a la luz de varias maneras. Recibimos luz a través de las células de nuestra piel, pero lo que es mAs destacable es que recibimos luz a través de nues~ ttos ojos y la absorbemos hacia nuestra estructura celular. Ott estaba in- teresado en determinar qué efectos tendrian los cambios en la luz sobre un tipo particular de rata de laboratorio sensible al cncer; deseaba saber si las diferentes fuentes luminosas daban como resultado alguna diferencia en la tasa de cAncer. Pues si lo daban. La fluorescencia rosada produjo las mas altas tasas de cincer en ratas; la luz natural, las mas bajas. En un experimento sobre trescientos ratones sensibles al cancer, éstos fueron los resultados: Tasa de Puente de luz superviventia Luz natural diurna 97% Fluorescentes en general 88% Fluorescentes blancos 94% Fluorescentes rosados 61% LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 185 En otro experimento con dos mil ratas, descubrié que aquellas que habian sido expuestas bajo fluorescentes rosados desarrollaron tumores y mutieron, en promedio, dentro de los siguientes siete meses y medio. Aquellas que se mantuvieron bajo otras fuentes de luz tuvieron una so- brevida promedio doble que las del primer grupo. El cancer no era Ja Gnica reaccién ante Ja luz artificial. Cuando las ratas eran mantenidas bajo una luz fluorescente rosada, en particular du- rante largos periodos de tiempo, sus rabos se secaron y cayeron. Bajo cierto tipo de fluorescente color azul oscuro, el nivel de coles- terol en la sangre de las ratas subié bruscarnente; los machos también se volvieron obesos, aunque no las hembras. Ott también experimenté con otros animales. Un filtro rojo ubicade sobre una luz incandescente corriente provo- cé el debilitamiento y la ruptura de las células del coraz6n en los em- briones de pollo. Una luz incandescente azul ubicada sobre las jaulas de las chinchillas aumentaba el ntimero de hembras en 1a camada; una luz similar incrementaba la poblacién de los ejemplares femeninos entre ciertos peces de un acuario, Otros cambios de luz provocaron agresividad, conducta hiperactiva y desorientacién, asi como cambios en las pautas sexuales, entre los rato- nes, ratas y otros animales. En su libro, y en un articulo posterior publicado en el periédico mé- dico Mensuario de ojos, gargatta, uariz y oldo (julio de 1974), Ort detalld cémo crejia que nos afectaba la luz. En primer lngar explica la conexién entre la luz que recibimos en los: ojos y muestra estructura celular. Asi es como se desarrollan los he- chos: la luz atraviesa el ojo y entra en contacto con la retina. La retina tiene lo que Ort Hama una «funcién dual». La primera es obvia: traducir Ja luz en imdgenes por medio de canales que llevan al cerebro. La segun- da funci6n, igualmente importante, hace que los rayos de luz, ademds de su papel como creadores de imagen, pasen por canales neuroquimicos a la glandula pineal y pituitaria, y a través de ellas Ilegue posteriormente a todo el sistema endocrino de los animales y de los humanes. La identificacidn de esta serie de conexiones no es original de Ott. Muchos investigadores, algunos de los cuales citaré més adelante, han descubierto que esta interaccién afecta a las estructuras hormonales, la sexualidad, la fertilidad, el crecimiento y muchos otros aspectos de Ja estruc~ tura celular, animal y humana. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION, 186 Ott dice que el tipo de luz que pase a través de los ojos determina las reacciones de las células humanas. Sus experimentos en plantas y anina- les fueron intentos de demostrar que aun los mas pequefios cambios en el espectro de longitudes de onda (lo que Hamamos «color) —al pasar, por ejemplo, de un tipo de Juz artificial a otra, o entre la luz natural y la artificial— causa importantes alteraciones bioquimicas. Para entender todo esto es de importancia critica la palabra «luz», que no es aplicable a un solo elemento Unico y monolitico. Cuando ha- blames de «luz» por lo comin no hacemos distinciones entre luz natural © artificial, ni tampoco entre diferentes clases de luz artificial. Tendemos a juntar conceptualmente todo esto, Une mueve el interruptor a la po- sicién «encendido» y lo que uno obtiene es «uz». Cuando el interruptor esté en «encendido» uno puede ver, Pero alli es donde termina la similitud. La luz natural del Sol esta hecha de todas las longitudes de onda de Ja energia radiante (todo el espectro) que se ajustan alo que nosotros lla— mamos «uz». Es mas, esa luz natural contiene tales longitudes de onda mezcladas segan unas proporciones especificas. Tanto de esto y tanto de aquello. La luz artificial de cualquier fuente ~ya sea incandescente o fluores- cente- deja afuera muchos segmentos del rango espectral contenido en Ja luz natural y eatrega una mezcla completamente diferente de ingre- dientes espectrales. La luz incandescente, por ejemplo, enfatiza la porcién del espectro més cercana al infiarrojo, en tanto las otras resultan minimi- zadas o quedan afuera. La juz artificial no es el mismo elemento que la luz natural. Utilizar la misma palabra para ambas es anular la comprensién del fendmeno. Aprendemos en la escuela secundaria que los vegetales ingieren luz y ja convierten en energia para crecer. E] proceso se llama fotosintesis. La planta toma Ja Juz en sus células y la convierte en sustancia nu- tritiva, Para una planta, la luz es una forma de comida. Ott ha demostra- do que cambiar la fuente de luz de modo que una planta ingiera un conjunto de ingredientes espectrales en vez de otros cambia las condi- ciones de nutricién y, por lo tanto, modifica las células y las pautas de crecimiento de las plantas. Si usted cria plantas en su hogar, ya sabe esto. Quizi no tenga un microscopio con el cual observarlo, pero si mueve a una planta ms cerca o més lejos de Ja ventana, la planta cambia. Los co- mercios que venden estas cosas ofrecen ahora ciertas bombillas especia~ les que ayudan al crecimiento de Jas plantas. Cuando usted mueve la plan- LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 187 tao compra esa bombilla, lo que esta haciendo es cambiar la cantidad y las caracteristicas espectrales de la luz que recibe la planta, Le cambia la dieta. A través de Ja fotobiologia, estamos comenzando, finalmente, a cap- tar que lo que es cierto para los vegetales parece ser cierto también para los animales y los seres humanos. Para todos, la luz es una especie de ali- mento. Los humanos la obtienen a través de los ojos; y por via del siste- ma retinal-pituitario-endocrino esa luz pasa a las células. La contribucién particular de Ott a la fotobiologia es que hace trein- ta afios comenz6 a decir que la composicién exacta en ingredientes es- pectrales de la luz que ingerimos afecta a muchos aspectos de la salud y vitalidad humanas.A medida que se pasa de una luz a otva, se modifica el espectro; al cambiar el espectro, también resultan distintos los nutrientes luminosos que Jlegan hasta las células; y si usted modifica las células, mo- difica cl cuerpo humano. Del aire libre a los interiores Para determinar qué mezcla de ingredientes espectrales ser la que mas probablemente produzca mayor vitalidad en los humanos, lo légico seria comenzar con [a luz natural, ya que es la anica luz que los humanos han ingerido durante millones de aiios, Durante todo este tiempo, la anica experiencia humana de luz fue la luz natural: Sol, Luna, estrellas y, mas recientemente, el fuego. Por lo tan- to, cualesquiera que fueran las posibilidades de recepcién de luz existen- tes en los seres humanos, y fueran cuales fuesen las reacciones celulares humanas frente a Ja luz, deben haber evolucionado para quedar sintoni- zadas con el espectro particular emitido por aquellas fuentes de luz. Hace cuatro generaciones, lo que representa el 1/50.000 de la expe- riencia humana, inventamos Ja luz artificial Y hace solamente dos gene- raciones que la luz artificial se extendié hasta tal punto que nos muda- mos a entornos artificialmente iluminados. Ahora la mayor parte de la luz que ingerimos a través de nuestra piel y ojos es artificial. Al mismo tiempo, ya no recibimos Ja luz que antes recibiames ya que no pasamnos mucho tiempo al aire libre. Es una especie de locura pensar que este cam— bio no nos afecta, otro signo de nuestra privacién de toda comprensién acerca de como interactuamos con el medio ambiente. 188 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR. LA TELEVISION Ott ha acufiado la palabra «analiluminacién» para describir los efec- tos sobre el cuerpo. Padecemos «inanicién» de cierto tipo de luz natural, dice, y estamos «sobrealimentados» con esa parte del cspectro que pro-~ viene de las luces artificiales: incandescente, fluorescente, de vapor de mercurio, de sodio, television y otras. Imagine que usted bruscamente dejara de comer frutas, verduras, ce- teales, legumbres y carne, y comenzara a comer pastas, golosinas y cereales azucarados exclusivamente. Todos estos productos son «alimentos», pero los nutrientes que contiene cada cual son sustancialmente diferentes. Cuando alga nutriente resulta ser el mismo —hay algo de proteina, por ejemplo, en las golosinas y hay algo de almid6n en algunas verduras ver- des-, esté presente en propoxciones enteramente diferentes. Comer pas- tas, golosinas y cereales lo mantendré a usted con vida pero a la larga afectaré a su salud.Y lo mismo sucede con las alteraciones en la dieta de luz al pasar desde la composicién «natural» de ingredientes espectrales a la composicién artificial. Ott sospecha que la maliluminacién ocasiona desérdenes que van desde la falta de vitalidad hasta una resistencia disminuida a Jas enferme- dades y Ja hiperactividad. Cree que también puede llevar a un compor- tamiento agresivo, enfermedades cardiacas y aun cincer. Sostiene que el cuerpo no puede manejar esta interrupcién de la relacion natural huma- na con el entorno del mismo modo que no puede resistir los aditamen- tos en la cornida o los contaminantes quimicos en el aire. El cuerpo se derrumba en el nivel celular. A medida que nuestro estilo de vida nos separa cada vez mas de una juz natural de espectro completo y nos introduce en entornos artificia- les, nuestra salud es cada vez peor. Incluso cuando salimos al aire libre, sefiala Ott, filtramos Ja luz que recibimos en los ojos con gafas ahumadas (las cuales climinan una parte del espectro, dejando pasar el resto), que tienen el mismo efecto que los vidrios coloreados de algunas ventanas. También el smog tiene su papel, dice, citando un informe del Instituto Smithsoniano en el cual se indica que durante los tltimos sesenta afios ha habido una disminucién del 14% en Ja cantidad de luz solar que al- canza la superficie del planeta. Mi interés en los efectos de la luz sobre los humanos tiene como origen mi investigacién sobre la television. Considerando que los seres humanos no sélo han pasado de la luz natural a Ja artificial, sino que ahora nuestra experiencia de Ja luz artificial est4 confinada durante cua- Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 189 tro horas ciarias a la luz de Ja televisién, comienza a hacerse obvio que un nuevo nivel de distorsién esta en camino. Los seres humans se estan empapando mucho mis en Juz del televisor, dirigida directamente hacia sus ojos, que en cualquier otro Gpo de luz artificial anterior. Me parece que si las variaciones en calidad e intensidad de Ja luz ar- tificial pueden afectar a los humanos, entonces deben haber efectos es- pecificos a descubrir dada la enorme cantidad de Iuz de televisi6n que absorbe la mayor parte de la gente. Si usted inspecciona de cerca Ja pantalla de su televisor de color Je sugiero utilizar una lupa—, descubrira que sus imagenes estan constituidas por puntitos rojos, azules y verdes. Cuando usted se aleja de Ja pantalla, los colores se entremezclan y confunden en sus ojos y patecen conver— tirse en otros colores, pero la televisi6n ernite solamente luz roja, azul y verde. Estos puntos estan hechos con metal fosforescente ubicado den- tro del tubo de vidrio. Esos puntos fosforescentes brillan cuando el ca- fién catédico les dispara electrones. Este proceso no es muy diferente del que se utiliza en la uminacién fluorescente. La television es un fluo- rescente. Estuve hurgando en otros libros y articulos de Ott tratando de ave- riguar si él habia pensado en indagar los efectos de Ja fosforescencia de Ja televisi6n mientras estudiaba otros tipos de fluorescentes. No pude encontrar ningGn tipo de referencias, asi que me fui a verlo personal~ mente. Le pregunté si habia estudiado los efectos de las particulares emana- ciones espectrales de la television en color: los puntos fosforescentes ro- jos, azules y verdes. Si eva el caso, queria saber qué habia averiguado, y st no, qué era lo que él imaginaba. Me dijo que no habia hecho tal investigacién, pero que reciente- mente habia empezado a pensar que deberia hacerla, y agregd: «Lo que si hemos estudiado son los verdes, rojos y azules que provie- nen de las luces fluorescentes, que por supuesto deben ser muy similares ya que unas y otras implican la excitaci6n de minerales fosforescentes. Quiz4 no sean exactamente lo mismo, pero ya he demostrado lo que puede suceder con ciertas fosforescencias, particularmente las rosadas. En todo caso, estay seguro de que las sustancias fosforescentes de la televi- sién presentan tres picos que abarcan franjas muy estrechas de longitud de onda, igual que en las amparas fluorescentes, pero lo que no sé es cual es el ancho de esas bandas.» (Un pico estrecho en Ja longitud de onda 490 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISLON indicaria una concentracién muy alta dentro del sector espectral; esto deberia hacernos sospechar, porque significa concentrar y distorsionar mis seriamente lo que ingerimos los humanos.) Ort me contd que la televisién en color probablemente era menos dafina que en blanco y negro porque los televisores en color producen un espectro mas amplio, si bien distorsiona seriamente el range natural de la luz solar. Por el contrario, los equipos en color producen més ra~ yos X. Ott me confié otra preocupacién. Me dijo que dltiniamente habia estado pensando que quiza bubiera una relacién entre Jas emanaciones de luz de los televisores en color y otras luces fluorescentes, por un lado, y los aditivos quimicos en los alimentos, por el otro, que pudiera causar hiperactividad en los nifios. «Todos esos colorantes artificiales tienen una cierta longitud de onda de resonancia. El doctor Feingold del Hospital Kaiser ha encontrado que eliminando algunos de esos colorantes y aromatizantes artificiales de las dietas de los nifos se reduce su hiperactividad y también sus reacciones alérgicas. Lo que yo quisiera hacer es tomar sus datos y unirlos con los picos de longicud de onda de las luces de vapor de mercurio, de Juores- centes y de Ja televisién, porque el meollo del asunto quiz4 esté en una interaccién de resonancias de longitudes de onda entre esos compuestos quimicas y Ja luz que el cuerpo incorpora. En televisién esto podria de- pender de cuales sean los picos espectrales. Si corresponden a las longicu- des de onda de absorcidn de algunos de estos materiales sintéticos, en- tonces podrian producirse tremendas reacciones. >Es lo mismo con la comida. Diferentes pigmentos tienen diferen- tes longitudes de onda de resonancia, de modo que diferentes ingre~ dientes alimenticios pueden resonar con diferentes ingredientes de la luz. Digamos que usted come una racién de espinacas y uvas, comidas ambas que contienen hierro, El hierro tiene una cierta longitud de onda de resonancia, como todos los metales. De hecho, toda la materia interactda con toda otra materia que tenga una resonancia similar. Es por eso que los soldados rompen el paso cuando caminan cruzando un puente. Si muchos de ellos caminaran pisando al mismo tiempo esta- blecerian un patron de longitud de onda que se sabe que puede reso- nar con el de los materiales del puente y toda esa construccién podria derrumbarse. Es lo mismo con Ja comida y la luz. Si usted come un poquito de hierro o de calcio en su dieta y esta longitud de onda falta Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 191 en la luz que usted recibe, entonces usted no saca ningiin beneficio. Por otro lado, si usted se encuentra en un pico de luz, sea luz de la te- levisién o cualquiera otra que reaccione con el hierro, entonces va a tener que controlar las cantidades, porque si recibe demasiada luz pue- de tener une reaccién excesiva (alergia ¢ hiperactividad). Podzia haber demasiada luz de un tipo o no haber suficiente de otro. Ahora bien, con la luz solar, usted no tienc esta clase de picos. Estoy seguro de que, de una manera o de otra, su dieta tanta de comida como de luz es res- ponsable de un montén de reacciones fisicas diferentes que atin no he- imos sido capaces de medir.» Buscando la luz Hubo un tiempo, mientras estaba trabajando en este libro, en que Hegué a estar realmente estremecido por las implicaciones de la ingestién de luz por los seres humanos. Cuando empecé a comprender por primera vez que hay una relacién concreta entre nuestros cuerpos y la luz, y entendi que Ja luz es una cosa que ingerimos para nutrirnos y crecer, igual que la co- mida, comencé a sentir que los seres humanos probablemente estuviéra— mos sintiendo hambre de luz y buscandola de la misma manera que Io hacen las plantas. Sabemios que los seres humanos buscamios alimentos. Un montén de tienrpo de nuestras vidas lo empleamos en esto. Podemos decir que la biisqueda de alimento es instintiva en todos los humanos. Incluso jos be- bés sahen cdmo hacerlo, dentro de sus limites. Si la luz también es alimento, sno deberfamos también buscarla como hacen las plantas? 3Sera por esto que miramos la Luna? ;Sera por esto que nos quedamos contemplando el fuego? :Hay una innata avidez de luz, como una especie de hambre celular? Si es asi, supongo que Anne Waldman podria estar en lo cierto. Al haberse ido Ja luz natural, busca~ mos una luz suplente: la television. Bueno, posiblemente no podria decir nada de esto en un libro. Pero lo escribi en una carta dirigida a un antropélogo amigo mio, Neal Da- niels, quien esta relacionado tanto con religiones «primitivas» como «eso- téricas». Me contesté asi: «Si los fotobidlogos estin en Jo cierto, y no veo por qué no habrian de estarlo, entonces quiza estén pisando el funda- mento biolégico del hecho de que toda cultura y religién en la historia CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 192 haya colocado Ja luz en el centro de su cosmologia, “Recibir Ja luz.” “Buscar fa iluminaci6n.” ‘La luz de la mente.”“E] alma luminosa.” »Los indios hopi hablan de una luz que entra en ellos a través de la coronilla de sus cabezas. Es para ellos fundamental mantener Jas coroni- llas abiertas a Ja luz. Desde luego estin hablando en términos espiritua- les, Sé que estis hablando més bien en términos de salud, como de una comida. Pero por qué no podrian ser ambas cosas lo mismo? Es muy efi- ciente y sensibilizante desarrollar las religiones alrededor de procesos na- turales que son la base de la supervivencia. La mayor parte de las cultu- tas indigenas lo hacen. Sélo Ja nuestra no lo hace. »gRecuerdas aquella pelicula que vimos sobre los indios bolivianos? Mantenjan una rutina de meditacién todos los dias a la misma hora, sen- tandose en Jo alto de algunos pefiascos de cara al sol. Liamaban a cso “tomar tuz”.¥ Je daban el mismo significado que la expresién “tomar baiios”. Aseguraban que tenia un valor medicinal, asi como también un efecto estimulante en la percepcién espontinea de Jo interior. »Ahora que lo picuso, si se excepttia la medicina occidental, casi no hay ninguna medicina o sistema de curacién en el mundo donde la luz no sea utilizada con el propésito de restablecer Ja salud fisica, mental o espiritual.» Anne Kent Rush, la autora de Luna, Luna y terapeuta profesional con e! método de Ja polaridad —una especie de sistema de masajes que utiliza conocimientos de la acupuntura china—, me dio wna amplia y completa informacién sobre este tema. Me conté que los sistemas chinos de curacién combinaban el tratarniento de los diversos Grganos con ali- mentos de color especifico. Por ejemplo, para los desdrdenes cardiacos mejoraban comiendo alimentos rojes como las remolachas y granadas. Esto debia combinarse con practicas de meditacién en Jas que se pide al Paciente que se concentre mentalmente en un determinado color. Las problemas del bazo se suponia que eran causados en parte por la insufi- ciente absorcién de las sustancias intestinales; de hecho, pueden ser causa- dos por una insuficiencia o una superabundancia de alimentos que con- tengan Juz rosada. (Ott me contd que la razén por la que los vegetales son verdes o azules se debe a su interaccién con un espectro de luz seleccionade. Cuando le pregunté si habia leido algo acerca de alguno de esos sistemas de curacién mediante el color me dijo que no.) En el budismo, particularmente en la escuela Mahayana, cada chalera {centro energético) del cuerpo es descrito como procesando ciertas par- LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO. 193 tes del espectra de color, en tanto otros entremezclan los colores que fueron procesados por otros centros energéticos. En la acupuntura, las dos principales glandulas de la recepcién de luz, la pineal y la pituitaria,son objeto de tratamientos luminosos especi- ficos, disefiados para mantenerlos en equilibric. Rush me conté que muchas culturas consideran la experiencia de co- Jor del cuerpo, es decir, el espectro, come un factor primario en la salud. Sin embargo, cuando se enfrenta con este tipo de evidencia, nuestea cul- tua la sittia en la categoria de lo «primitivor. La considerames supersti- cién a mitologia mas que conocimiento a ciencia Es solamente cuando una persona conocida, como James Reston, se somete a la acupuntura para que Je extraigan el apéndice en China, y en- tonces escribe un articulo sobre el tema en el Ties, cuando la mayor par- te de nosotros se digna por fin a reconsiderar el asunto. Tavestigacién seria Debido a la sensacién de que no debia confiar solamente en religiones esotéricas, practicas médicas primitivas 0 el trabajo de John Ott como mis tnicas pruebas de que fa luz de la televisi6n podia ser dafiina para nuestros cuerpos, hice una llamada telefénica al investigador médico en jefe de una conocida organizacién sin animo de lucro que, al igual que Ja organizacién de Ott, ha realizado una excelente tarea al dar a conocer los peligros de la radiacién x proveniente de la televisidn. (Solicits que no lo nombrara en este libro.) Le pregunté si se habia investigado algo sobre fa luz de la television. ;Habia investigado algo sobre los posibles efectos de las emanaciones rojas, azules y verdes? «De dande demonios ha sacado usted tada esa mierda?», me dijo. «Estoy asqueado y harto de charlatanes que no saben lo que es investigar en serio y van por todos lados desparramando este tipo de chismes y co- tilleas,» Le conté algo acerca de las investigaciones que se habian realizado, particularmente las de Ott. «Ya he ofdo hablar de ese tipo ~dijo—. No es un cientifico, y la gente Je esta prestando demasiada atencién. Ni siquiera ha estudiado biologia.» Le pregunté si habia leido alguno de los libros o articulos de Ott, que, después de tado, habian sido publicados en revistas mnédicas wserias» 194 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION y habian sido apoyados por escuelas médicas de todo el pais. Le sefialé que el consejo de médicos de Ott estaba integrado por personas muy respetadas. «Oiga —me dijo—, yo estoy demasiado ocupado para desperdiciar mi tiempo en conjeturas, Hay una gran diferencia entre lo investigacién cui- dadosa y Ia seudociencia.» Le respondi recordandole que el trabajo de su organizacién habia sido considerado a menudo «seudociencia» por los cientificos de las grendes corporaciones y del Gobierno, cuyas concepciones él mismo usualmente habia atacado, sAcaso estaba cayendo él ahora en la misma trampa? Le pregunté nuevamente si habia leido alguno de Jos trabajos de Ott. «Escuche —me dijo a gritos—, lo que estamos descubriendo ahora es que Ja luz artificial podria ser algo terrible, pero para usted, porque resul- ta que no le hace mal a Ja gente, sino que le hace bien. Si usted desea leer algo realmente serio, vaya y compre un ejemplar de Scientific American y lea el articulo del doctor Richard J. Wurtman acerca de cémo la luz arti- ficial cura todo tipo de enfermedades.» «Bueno —le pregunté—, me dice usted que algan tipo de luz artificial tiene efectos benéficos. De ser asi, sno podria otto tipo de luz artificial en otra parte del espectro tener efectos negativos? {Ha leido a Ott?» «No, no le he hecho —me espet6—, Yo no leo a charlatanes. Ni tam- poco hablo con charlatanes», y me colgé. Fui y compré el ejemplar de Scientific American {edicion de julio de 1975). Quedé muy asombrado con el articulo de Wurtman porque contra- decia por completo los puntos de vista que mi irascible entrevistado le habia atribuido. Wurtman, profesor de endocrinologia y metabolismo en el Instituto Tecnoldgico de Massachusetts, sostenia que el cuerpo puede ser severamente afectado por los cambios en el espectro luminoso. El mismo alegato hecho por Ott. Las descripciones de Wurtman son muy parecidas a las de Ort: «Puesto que la vida ha evolucionado bajo la influencia de la luz solar, no ¢s sorprendente que muchos animales, incluido el hombre, hayan de- sarrollado varias respuestas fisiolégicas a las caracteristicas espectrales de la radiacién solar. Los resultados obtenidos hasta ahora sugieren que la luz tiene una importante influencia sobre la salud humana, y que nuestra exposicion a la luz artificial puede tener efectos perjudiciales de Jos cua~ les no somos conscientes. El espectro solar es esencialmente continuo, LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 195 faltandole solamente ciertas longitudes de onda absorbidas por elemen- tos presentes en fa atmésfera del Sol, y a mediodia tiene un pico de in- tensidad en la region del azul-verde de 450 a 500 nanometros [...] »El tipo mas familiar de luz artificial es la lampara incandescente, [la cual] estA fuertemente inclinada hacia el rojo, o sea, hacia uno de los ex- tremos del espectro en cuanto a la longitud de onda. En realidad, alrede- dor del 90% de la emisién total de una lampara incandescente cae en cl infrarrojo. »Ya que los fotorreceptores (humanos) son mas sensibles a la luz amatillo-verdosa de 555 nanometros, la mayor parte de las JAmparas fluo- rescentes estin disefiadas para que gran parte de sa emisién esté concen- trada en esa regién de longitudes de onda [...] ya que los eubos fluores- centes son la fuente de Juz més ampliamente usada en oficinas, fabricas y escuelas. En este sentido, la mayoria de la gente en las sociedades indus- triales pasa muchas de sus horas de vigilia bafiada en una Inz curyas carac- teristicas espectrales difieren marcadamente de las de la luz solar.» Wurtman ofrecia un cuadro que seguia el recorrido de la luz a través del ojo mestrando grificamente lo que Ott habia llamado «la funcién dual», La luz pasa a través del ojo y provoca interacciones quimicas en la glindula pineal, Ia pituitaria, ef hipotdlamo, la médula espinal, varios sis- temas nerviosos y también los ovarios y testiculos, afectando por lo tan- to a la sexualidad y Ja fertilidad. «Cuando las ratas jévenes son puestas continuamente bajo Ja luz, las células fotorreceptivas de su retina liberan neurotransmisores que activan les neuronas cerebrales; esas neuronas, a sti vez, transmuiten sefiales a tra- vés de un complejo recorrido neuroendocrino que alcanza a la glandula pituitaria anterior donde estimulan Ja secrecién de las hormonas repro- ductoras que aceleran la maduracién de los ovarios.» ‘Wortman indicaba que entre Jas ratas a quienes se habia despojado de sus ojos o de su glindula pituitaria, el crecimiento del ovario ya no se veia afectado por Ja luz.Y sugeria que nadie ha identificado atin cdl es la luz del espectro que acttia come catalizador de la accidn ovarica. Lovise Lacey, en su libro Lunacepciin, sostiene que los ciclas mens- truales de las mujeres en épocas pretecnolégicas estaban «sintonizados» con la luz de la Luna. Wurtman, quien quiza no habia leido el libro, es- taba efectivamente presentando las pruebas de cémo podia ser que eso sucediera. (Doctor Wurtman: le sugiero un anilisis espectral de Ia luz de la Luna.) 196 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION: Waurtmaa también indicaba que existian algunas enfermedades de las cuales se sabia que podian verse afectadas por luz de una especifica lon- gitud de onda, Cierta enfermedad de la piel, la protoporfiria eritropoyética, es cau- sada por una reaccién desequilibrada ante las longitudes de onda en Ja region de los 400 nanometros, es decir, en la regién del espectro que co- rresponde al color violeta. Ciertos herpes y psoriasis representan desequilibrios dentro de un rango similar: los 365 nanometros, en el ultravioleta. (Ahora el trata- miento para esas enfermedades combina Ja terapia con luz junto con ja ingestién de ciertas hierbas y alimentos. La juz aparentemente interactia con los alimentos, tal como Ott habia previsto.) Con respecto a la ictericia de los recién nacidos, informa Wurtman: «Quiza sean unos 25.000 Jos bebés norteamericanos prematuros tra- tados exitosamente el afio pasado con Juz como la (mica terapia para la ictericia neonatal [...] La luz azul es la mis efectiva para descomponer Jas solucicnes puras de bilirrubina, un desequilibrio que es el que origina el problema [...] Sin embargo, Ja luz blanca de espectro completo en casi cualquier dosis razonable se ha mostrado efectiva para bajar los niveles de bilirrubina en plasma [...] La observacién de que la luz solar corriente o las fuentes de Juz artificial pueden alterar dristicamente el nivel plasm4~ tico de, aunque sea, uno solo de los compuestos del cuerpo, abre una caja de Pandora para el estudioso de la biologia humana. Ello representa una fuerte posibilidad de que los niveles, en el plasma o en los tejidos, de muchos otros compuestos sean afectados igualmente por la luz. Algunas de tales respuestas pueden ser fisiolégicamente ventajosas, pera algunas quiza no lo sean.» Wartman también considera la periodicidad de la luz y la relacién de los mamiferos con los ciclos de luz y penumbra. Dice que a medida que hacemos que nuestros dias sean més largos con la ayuda de la luz arti- ficial, se producen cambios importantes en nuestro cuerpo. Informa de ciertas relaciones entre la hora del dia o de la noche y la composicién de la sangre, la temperatura del cuerpo, el suefio y Ja vigilia, la produc— ciédn de catecolaminas, el magnesio, el sodio, el potasio, los fosfatos y otros minerales. «En nuestro laboratorio del MIT hemos investigado los ritmos dia- rios de temperatura corporal en Jas ratas para averiguar qué colores de luz eran més efectivos para inducir un cambio de ritmo a un nueva ciclo Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 197 luz-penumbra, y qué intensidades eran necesarias, La temperatura cor- poral de las ratas normalmente esciende en uno o dos grados centigrados al llegar Ja oscuridad y vuelve a descender cuando rompe el nuevo dia. Hemos deseubierto que la luz verde es la mas potente en cuanto a cam- biar la fase del ciclo de temperaturas y que, en cambio, las longitudes de onda en el ultravioleta y en el rojo eran las menos potentes.» ‘Wurtman finaliza diciendo: «Tanto el Gobierno como Ja industria no han tenido ningtin problema en permitir que Jas personas que com- pran bombillas y tubos de ilumtinacién eléctrica —primero incandescen- tes y ahora fluorescentes— sirvieran como sujetos involuntarios en una experiencia a largo plazo sobre los efectos de un entorno iluminado artificialmente sobre los seres humanos y su salud. Hemos tenido mucha suerte, quiz, ya que al parecer el experimento no ha demostrado efectos dafinos». Aunque apoya la idea de que Jas variaciones en Ja luz artificial afec- tan a nuestra salud, Wurtman no menciona ni una sola vez la luz de la te~ levision, la cual es actualmente una de las principales fuentes de luz arti- ficial para la mayor parte de los norteamericanos. Frustrado, decidi hacer una entrevista mds, en este caso al doctor Kendric C. Smith, profesor de radiobiclogia en ta Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y ex presidente de la Sociedad Norteame- ricana de Fotobiologia. Habia leido un articulo de Smith en BioScience {enero de 1974) que parecia prometedor. Decia alli que ala luz del Sol es probablemente el més importante de los elementos de nuestro entorno considerados separadamente, pese a haber sido largamente ignorada por Ia comunidad cientifica [...] «La luz visible tiene la capacidad de ejercer efectos biolégicos medi- bles. Los usos médicos del espectro visible han sido virtualmente ignora- dos por los médicos durante los dltimos noventa afios [...] »La intensidad de Ja luz puede alterar la productividad o el estado de Animo tanto como la especifica composicién espectral de la luz. En los bebés la sobrecarga sensorial por exposicién prolongada a una ilumi- nacién muy imtensa puede provocar efectos indeseables en el desarro- Ilo. De hecho, la manipulacién del medio ambiente Iuminico de los adultos también puede tener consecuiencias de las cuales quiz4 no nos da- mos cuenta.» (Uno se pregunta, por ejemplo, acerca de los efectos sobre un recién nacido del contraste entre la oscuridad de Ia que emerge y el impactan- 198 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION te brillo de Ja luz fluorescente en Jas salas de parto. La mayor parte de las culturas primitivas dan a luz a sus bebés en entornos privados de luz.) Cuando fui a ver a Smith, le pregunté qué se sabia acerca de los efec- tos de la Juz de la television. éSaben cud fue su respuesta? Quién sabe. «Sabemos poco acerca de los efectos de la luz sobre Jos humanos, menos que sobre cualquier otra cosa. Sabemos, sin embargo, que la luz ultravioleta es esencial para el hombre para Ja sintesis de la vitamina D, y que Ja Juz visible es esencial para Ja visi6n. Sabemos que necesitamos Juz para sobrevivir, pero demasiada luz puede ser peligroso. Debe haber al- gan punto de equilibrio.» Le pregunté por dénde empezar para poder determinar ese equi- librio. «E] primer paso ha sido copiar al Sol, pero quiz4 no necesitemos to- das Jas partes del espectro solar. Por ejemplo, algunas plentas utilizan una parte, mientras otras plantas utilizan otra parte del espectro. Si supiéra- mos qué Jongitudes de onda son Jas mejores para cada tipo de vegetal, podriamos disefiar lamparas que fueran éptimas para el crecimiento y bienestar de cada especie. »>Bxcepto por lo de la visiGn y la sintesis de Ja vitamina B, tenemos muy poca informacién acerca de qué parte de] espectro solar utiliza el hombre y cudles son las longitudes de onda que no necesita.» A pesar de creer que debe empezarse desde las caracteristicas de la Juz solar, Smith denuncié lo que él Yama «os creyentes en Ja Luz Sagra- da»: personas que creen que todo Jo que es natural es sutomiticamente bueno. No le dije a Smith que yo mismo era uno de ellos. En el fondo, yo espero que Ja ciencia Hegue a la conclusién de que, puesto que lo «natn- taly fue tado lo que tuvimas durante el curso completo de la evolucién humana, es también aquello con lo que nuestros cuerpos estan sinto- nizados. Cualqiier cosa que interfiera en esta disposicién de las cosas es potencialmente peligrosa. Smith, por otre lado, tiene més fe en la inter- vencién humana, creyendo que podria ser posible finalmente encontrar con exactitud qué parte del espectro necesitan los seres humanos para una determinada caracteristica de crecimiento, y que por lo tanto podriamos planificar nuestro ambiente luminoso de acuerdo con eso. Por mi mente pasaron visiones de entornos subterraneos totalmente artificiales y/o es- taciones espaciales, celebradas por todos como medio de obtener todo lo LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 199 que los humanos necesitan. Tantos drboles, tanta fuz, tanta recreacién. Suburbios en el cielo. Volvi al tema de la televisién. «E] motivo por el que estoy aqui hoy —le dije— es tratar de establecer una cuestién muy precisa y definida. Si consideramos que luz fosfores~ cente roja, azul y verde estd siendo proyectada a 25.000 voltios directa— mente hacia los ojos humanos y de alli al sistema endocrino, y si los seres humanos estén recibiendo este tipo de luz durante cuatro horas diarias de promedio, al mismo tiempo que se ven privados de luz natural, jqué puede decirse acerca de los posibles efectos de esta situacién?» 4No hay informacién cierta sobre esto», repitid. Le dije que estaba alarmade por el hecho de que nadie estaba exa~ minando esas cuestiones. «Yo también estoy alarmado —contesté—. Estoy asombrado de la falta de captacién intelectual de la situacién. Ha habido una cantidad tremen- da de investigacién sobre los efectos de la temperatura y la presién sobre el ser humano, Pero todavia no se ha puesto de moda estudiar los efectos de la luz sobre el hombre, y la luz es probablemente el elemento aislado mas importante de nuestro medio ambiente. »gQué significa, por ejemplo, que la gente que tiene tendencia al ma- reo se sienta mal de inmediato cuando camina por una habitacién ilumi- nada con luz azul? gPor qué sucede esto? ;Cuil es el efecto de la luz azul? Este es el tipo de informacién que se necesita antes de que podamos acercarnos siquiera a su pregunta. »Sabemos que Ja luz azul reduce la concentracién de bilixrubina en la sangre de los recién nacidas y en la actualidad se expone a los bebés a la luz para curarlos, pero atin no sabemos qué es lo que las otras Jon- gitudes de onda de Ja luz en las lamparas puede estar haciéndoles a los bebés. »En otra 4rea sabemos que nuestros cuerpos son relativamente trans— parentes a las longitudes de onda de la luz roja. Esto es facil de ver colo- candose una linterna dentro de la boca. Lo que puede verse desde el ex- terior en ese caso no es sangre; son Jos rayos de color rojo que pasan a través de usted. La gente esti empezando ahora a interesarse en los efectos de la luz roja sobre el hombre.» Smith me contd una iltima historia que me hizo evoear aquellas practicas de los indios hopi mencionadas anteriormente, que consistian en amantener abiecta la coronillay y que habia sido el punto culminante de mi visita. Me devolvid a mi sentimiento instintivo de que, en lo rela- 290 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR. LA TELEVISION tivo al conacimiento acerca de los efectos de la luz, las medicinas y précti- cas pretecnolégicas podrian ser tan fables como las nuestras. «Actualmente se est realizando una investigacién ~dijo Smith— para (tar de saber algo mis acerca de los efectos de la luz que entra en el cuer- po a través del craneo. He sabido, por ejemplo, que la luz afecta al cre- cimiento testicular de los gorriones y que se trata de Ja luz que Mega a través de la parte alta de la cabeza, y no de les ojos. Necesitamos saber si la luz que entra en los cuerpos de los mamiferos superiores por otros ca— minos distintos de los ojas tiene efectos biolégicos sobre ellos, y de ser asi, cuales son Jas longitudes de onda activas. Necesitamos hacer este tipo de investigacién en los mamiferos superiores, y necesitamos hacerla aho- ra mismo.» Puedo citar unas pocas entrevistas mas de muy variada significacién y aucoridad, pero todos los entrevistados dijeron lo mismo. No hay nila menor duda de que fa luz absorbida a través de los ojos afecta a las célu- Jas; no hay ninguna duda de que las variaciones en el espectro luminoso provocan variaciones en la actividad celular;no hay duda alguna de que sentarse y mirar Ja luz de la televisién afecta de un modo u otro a nues- tras células. Pero nadie puede decir como las afecta, y no son muchos los que se lo preguntan. x Cémo la television oscurece la mente Cuando usted esta mirando Ja television y cree que est4 viendo las wnage- nes, lo que realmente estd viendo es el brillo fosforescente de 300.000 di- minutos puntitos. Alli no hay ninguna imagen. Esos puntitos parecen permanentemente encendidos, pero en rea~ lidad no Io estin. Todos dos puntitos se apagan treinta veces por segun- do,* dando lugar a lo que se Hama el efecto de parpadeo de la television, similar al de las huces estroboscépicas e inchase al de Ja fuz fluorescente comin. Durante muchos afios se creia generalmente que, puesto que este parpadeo tiene lugar a un ritmo inayor que el Hamado witmo de persis- tencia en la retina» —es decir, el ritmo por encima del cual ese parpadeo deja de percibirse y las imagenes se fusionan en el ojo humano para dar una imagen continua, como en el cine cuando los fotogramas son pro- yectados a mas de 13 o 14 cuadros por segundo-, conscientemente no nlotamos ese parpadeo y presumiblemente no nos afecta. Sin embargo, recientes descubrimienias acerca de los efectos biolégicos de estimulos muy débiles hechos por W. Ross Adey y otros, asi como la creciente in- cidencia de la epilepsia televisiva entre las personas particularmente sen- sibles a los destellos parpadeantes, han mostrado que, observermos 0 no conscientemmente ese parpadeo, nuestros cuerpos reaccionan ante él. Un segundo factor es que atm cuando Jos puntos estin encendidos, no todas ellos lo estan al mismo tiempo. Qué puntos estan encendidos y + En Europa, Latinoaméries y otros paises con cerriente alerna de cincients cie clos, ese ritmo es de 25 por segundo, El autor habla de 30 porque ea Estados Unidos la corriente es de 60 ciclos por segundo. (N. del T) CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION ry 3 = qué puntos no Io estan, determina la imagen que se observa en la panta- lla. En cierto sentido, la pantalla de televisién ¢s como las fotografias de un peridédico o tas imagenes en una pelicula, que también estén com- puestas por puntos, excepto gue los puntos de Ja televisién se encienden de uno en uno de acuerdo con un sistema de barrido que comienza de- tras de la pantalla. Siguiendo una Hine que va del extremo superior derecho de Ja pantalla y la cruza siempre por arriba hacia la izquierda, ese barrido enciende algunos puntos y apaga otros,segtin Ia imagen que deba emi- tirse. Cuando llega al final, ese barrido baja un poco para recorrer una segunda linea, comenzando otra vez desde Ja derecha y cruzando la pan- talla horizontalmente hacia la izquierda-Y asi sucesivamente hasta cubrir con recorridos horizontales toda la superficie de Ja pantalla. Lo que usted percihe como una imagen es en realidad una figura que nunca existe en un momento determinado sino que mas bien va siendo construida en el tiempo. Su percepcidn de ella como una imagen total depende de la capacidad de su cerebro para reunir en un todo el conjunto de Jos puntos iluminados, recoger la imagen que han formado secuencialmente en su retina y formar con todo eso una figura. Sin em- bargo, la figura misma nunca ha existide.A diferencia de la vida corriente, en la cual cualquier cosa que vea verdaderamente existe fiera de usted antes de que penetre en sus ojos, una imagen de televisién cobra exis- tencia solamente cuando usted la ha recompuesto como si fuera un rom- pecabezas. Cuando esté mirando la televisién no «ve» como sucede todo este fantastico trabajo de montaje, pues esti teniendo lugar a un ritmo més rapido que el trayecto nervioso entre su retina y Ja porcién de su cere- bro que «ve; es mis ripido que su tiempo de procesamiento, Usted solamente puede ver las cosas que suceden dentro de un cierto rango de velocidades. Esto es asi porque cuatro millones de afios de evolucién humana hicieron que nuestros ojos se desarrollaran como para procesar solamente aquella informacién que nos era conctetamente util. Hasta esta generacién, uo habia necesidad de ver nada que se movieta a velo- cidades electrénicas. Todo lo que los humanos podemes hacer, lo hacemos sobre cosas que se mueven Jo bastante lentamente como para que fas veamos. ‘Todo esto sucede aun cuando usted no vea cada puntito encendién- dose y apagindose segiin una secuencia; sin embargo, su retina recibe la juz continuamente y las células de su cerebro registran esa recepciGn, La ‘LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 203 finica cosa que no sucede en una forma continua es la traduccion de la energia en imigenes dentro de su cerebro Esta sélo puede tener Iugar alrededor de diez veces por segundo. La television, recordemos, esté en~ viando todo el tiempo sus imagenes secuenciales a raz6n de treinta veces por segundo. Hace unos pocos afios hubo un gran alboroto acerca de la explota- cién publicitaria de la diferencia entre esos dos ritmos, Una técnica lla- mada publicidad sublituinal colocaba imagenes dentro de Ia secuencia de ba- rrido de puntos de manera que tuviera lugar a una velocidad mucho mis rapida que Ja vista. Usted veia todas las im4genes del anuncio, pero no podia procesarlas con tant velocidad, de modo que no sabia que estaba registrando las imagenes subliminales. Sus procesos visuales funcionan se- gun una velocidad no elec?rénica en tanto que Jos publicitarios tienen ac- ceso a la velocidad electronica. Su cerebro recibe el mensaje, pero su men- te consciente no. Segiin aquellos que han utilizado la técnica, provocaba una comunicacién lo bastante buena como para incrementar las ventas. Durante las cuatro o mas horas por dia de promedio que la gente de- dica a ver televisién, ese proceso de construir imdgenes con puntos, siguiendo barridos y vibrando con las pulsaciones del televisor y las exigencias del ritmo electrénico, se repite una y otra vez. Es esta repe- titividad, esta necesidad de no detenerse para poder reconstruir imagenes que puedan utilizarse conscientemente, lo que dio lugar a que McLuhan Hamara a la televisién una actividad «participatoria», otra de sus lamenta- bles elecciones sentinticas. Sugiere exactamente lo contrario de lo que realmente sucede. Yo habria preferido que hubiese dicho «sobrecargantes. La palabra «participatoria» (o «de participacién»)* ha estado presente en miles de reuniones sociales, induciendo a error a mucha gente que si hubiera sido ayudada a superar Ja obra de McLuhan habria descubierto que su senti- miento innato (su evidencia anecdética) de que Ja experiencia es pasiva y de que «aletarga mi mente» era de alguna maneta errénea. De hecho, mirar Ja televisién es participatorio sélo en el sentido en que pueden setlo una linea de montaje o la parpadeante lampara de un hipnotiza- dor. A la larga, la mente consciente deja de advertir el proceso y se en- * Qverpowering en el original. La otra palabra usada por McLuhan y el autor en inglés es partidpatory que 4 menudo ha sido traducida al espaol como «de participa- ciéne. (N. del E) 204 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION tremezcla y fusiona con Ja experiencia. El cuerpo vibra con esas pulsa- ciones y la mente se desconecta, abriéndose a cualquier imagineria que le sea ofrecida. Hipnosis Puesto que la mayor categoria de términos utilizados por la gente para describir su modo de ver la televisién se refiere a su efecto hipnotico, le pedi a tres eminentes psicdlogos, famosos en parte por sus trabajos en hipnosis, si se podia definir la experiencia televisiva como hipnética y, de ser asi, qué significaba eso. Le describi a cada uno los detalles concretas de lo que acontece en- tre el televidente y ef televisor: cuarto a oscuras, ojos fijos, cuerpo quie— to, mirando a una luz que parpadea de varias maneras, con el sonido constrefido a una estrecha gama y toda lo demas. La doctora Freda Morris me dijo: «Da la impresion de que estuviera usted dando un cursille sobre induccién del trance hipndticor. Morris, que fue profesora de Psicologia Médica en la Universidad de California {Los Angeles) y es autora de varios libros sobre hipnosis, me dijo que inducir trances era realmente muy facil. El método principal consiste en mantener al sujeto «quieto, Gjado, fuera de toda distraccién y separado de cualquier foco de atencién externo», dijo, para entonces «crear un nuevo foco, captar su atencién y lograr que el sujeto empiece a seguir su mente (la de usted). Hay una gran variedad de grados de tran- ce. Sin embargo, es comin a todos gue el sujeto deje de atender al en- torno y concentre su atencién en una cosa en particular, como un pajaro que mira a una serpiente». «:Quiere usted decir —le pregunté~ que el objetivo del hipnotizador €s crear un canal totalmente despejado, ne perturbado por nada que pro- venga del mundo exterior, de tal mado que el paciente pueda hasta cier- to punto “unificarse” con el hipnotizador?> Morris estavo de acuerdo con esta forma de expresarlo, agregando que la hipnosis tiene ciertas iuplicaciones de poder que ella detesta. Como resultado de ello, utiliza su primera sesién con los pacientes para ense- fiarles c6mo autohipnotizarse, disminuyendo asi su poder sobre ellos. «¥a no utilizo triquifiuelas para desconectarlos, ni les obligo a mirarme a los ojos. Esto alentaria que me dierar poder; sin embargo, lamento decir LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 208 que la mayor parte de los médicos no preconizan Ja autohipnosis. Su- pango que desean ese pader.» El doctor Ernest Hilgard, que dirige el programa de investigacién de la hipnosis de la Universidad de Stanford y es autor de los textos mas ampliamente utilizados en ese campo, estuvo de acuerdo en que la tele- visién podia ficilmente poner a fa gente en un estado hipndtico si ya es- taba predispuesta a ello. Dijo que, en su opinion, la condicién de estar sentado y quieto en un cuarte oscure, mirando pasivarmente la luz durante un periodo de tiempo, quiz4 fuera el componente esencial en la induccién. «Sentarse quietecito, sin estimulos sensoriales aparte de los de la pantalla, ni nada que Ilame su atencién fuera del televisor, es algo capaz en si mismo de sacar a la gente de Ia realidad corriente, permitiendo su sustituci6n por cualquier otra realidad que el televisor oftezca. Usted puede quedar tan involucrado en su imaginacién que toda alternativa se desvanece tempo- ralmente. «Un hipnotizador no necesita ser interesante, Puede usar la voz ordi- naria y el efecto es aquietar a la persona, puede invitarla a que se ponga en una situacién donde pueda seguir sus palabras o acciones y entonces dejar ir su imaginacidn segtin las pautas que le son sugetidas. Entomces se desliza hacia la hipnosis.» EI doctor Charles Tart, profesor de Psicologia en la Universidad de California (Davis) y autor de varios libros de gran difusién sobre los esta- das alterados de la conciencia, me dijo: «Hipnosis es probablemente la metafora mis cercana en cuanto al estado, pero no sé si podria equiparar ambas cosas (estar en hipnosis y ver la televisién). La hipnasis es un esta- do en el cual usted desestabiliza el estado normal y asi llega a poner a la gente en un estado alterada en que seguirin un particular estimulo de entrada mucho més fuertemente y con mucha menos reflexién critica que lo que harian normalmente; en esto, por cierto, hay muchos elemen- tos de compazacion». Tart explicd que la forma en la que uno induce cualquier estado alte- ado de conciencia es interrumpiendo y distorsionando los patrones de Ja conciencia habitual, y sustituyéndolos por un nuevo sistema reformulador de pautes para reorganizar las piezas descompuestas.¥ dice que esto se apli- caacualquicr estade alterado de Ia mente, desde las alteraciones inducidas mediante drogas hasta las danzas derviche o los mantras repetitivos de los budistas, y en su opinién también puede aplicarse a la televisiGn. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Morris dijo también que como las imagenes de television se mueven mis rapido que lo que el televidente puede teaccionar, uno Gene que perseguir esas imAgenes con la mente. Esto impide romper el contacto y, por ende, aborta cualquier via para evaluar Ja informacién a medida que ingresa. Detiene toda actitud critica. También me contd que habia una técnica de induccién Hamada «confusién» que fue desarrollada por un pionero de la hipnosis, el doctor Milton Erickson. «Usted le da a una per sona tantos elementos para manejar que no le deja Ja menor oportu- nidad de hacer nada por si mismo. Es algo rapido, continuado, que exige que esa persona se ocupe de una cosa después de la otra, cambiando constantemente de un foco de atencién a otro. El hipnotizador puede llamar fa atencion del paciente sobre algo en particular. A la larga se al- canza algo asi como un estado de sobrecarga, el paciente muestra signos de estar a punto de desmoronarse y es entonces cuando el hipnotizador interviene con alguna clara posibilidad de alivio, alguna instruccién muy simple, y el paciente queda inmediatamente en trance.» Cuanto mis hablaba con esta gente, m4s me daba cuenta de cudn obvio era todo el proceso. Todo publicitario, por ejemplo, sabe que antes de que usted pueda convencer a alguien de algo, primero debe fracturar y dispersar el contenido mental preexistente y entonces reestructurarlo segiin nuevas pautas que le serin ditiles. Puede lograr esto utilizando unas pocas técnicas muy simples como imagenes en movimiento rapido o sal- tos entre diferentes focos de atencién, asi como manejando estados de animo contradictorios. Morris describié una f6rmula aprendida en la Escuela de Medicina mediante Ja cual el hipnotizado acumula «atenci6n, compromiso, emo- cién y expectativa», que son al final liberados cuando Ilegan las insteuc- ciones del hipnotizador. Le conté entonces una formula que habia aprendido en la Wharton School of Business y que se reducia a la fa- cilmente memorizable sigla arpv. Atencién, Interés, Deseo, Venta. Las primeras dos son inseparables, la tercera es reestructurante. La «venta» es equivalente a la instruccién del hipnotizador. La repeticién en el tiempo refuerza la instruccién, como la sugesti6n poshipndtica. Jacques Ellul, en su ya clasico libro Propaganda, describe el procesa de influir a una gran cantidad de gente al mismo tiempo utilizando casi la misma formula de disociacién y reestructuraci6n, especialmente a través de los medios, que automaticamente confinan la realidad a si mismos. LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 07 Alguna versién. de este mismo método aparece en todas las relacio- nes de poder en las que una persona intenta dominar la conciencia de otras. Un predicador ensombrece la realidad cotidiana de sus feligreses y entonces, cuando estan en medio del desinimo y la confusion, sustituye aquella realidad por otra, por un sistema de percepciones previamente organizado; un lider politico intenta hacer lo mismo. La tarea es mas 0 menos faci] segim el grado en que la audiencia o la feligresia o el pacien- te o Jos partidarios hayan sido separados de sus conexiones previas, de su fundamento, de su tierra firme. Ya he descrito como Werner Erhard desarticula sistematicamente to- das las conexiones para incrementar el enfoque sobre su propia versién de Ja tealidad. El reverendo Moon pide a todos sus seguidores que se deshagan de toda conexién mundana y de todas sus posesiones, cediéndoselas a él. Entonces reemplaza el estilo de vida de sus adeptos por uno nuevo que consiste en casi nada, salve aforismmos, juegos y comidas repetitivas hasta que toda la vida asume Ja condicién de mantra. Esto despeja la mente para Jas instrucciones de Moon, y si usted alguna vez ha estado con algu- no de sus seguidores sabra que la palabra «trance» es bastante suave cuan- do se trata de describir el estado en que quedan. La gente qne ha dejado a Moon invariablemente describe su salida como un «despertarsen, arom per el poder y otras expresiones por el estilo. El método hipnétice puede funcionar no sélo en la intimidad de un cuarto a oscuras con. luces relampagueantes y una voz que repite suave- mente sus instrucciones; puede operar en cualquier circunstancia en que los ingredientes sean los adecuados. Es mis simple hipnotizar a alguien en un espacio confinada donde 1a realidad exterior ha sido eliminada. También es mas simple cuando el contexto ya esta desarticulado, de- jendo al sujeto en la confusién. Una de las explicaciones que he escuchado acerca del fendémeno Hit- ler es que, al haber quedado fuera de todo control las condiciones so- cioeconémicas de la Alemania de Weimar, la singularidad de su voz -am- plificada por radio y micréfonos y apoyada por la creciente ola de aplausos cosechados durante campafias que tenian lugar bajo la luz de reflecto- res colocados sobre unas esvasticas de doce metros de altura~ se convir- 46 ella misma en Ja resolucién del desorden nacional. Una via de claridad para salir de la confusién. Reestructuracién en medio de la desestruc- turacién. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 208 Uno puede encontrar ciertos paralelos con el actual Estados Unidos. En una sociedad confusa, en la que fos fundamentos se han perdido y las expectativas se estan hundiendo, tenemios en la televisién una especie de guri-hipnotizador-lider que ofrece un canal despejado hacia una cla- ridad engafiosa. Siempre constante. Sea cual fuere fa cambiante imagen sobre la pantalla, sienapre esta la Juz, parpadeando sobre nuestras retinas. Sean cuales fueren. Jas cambiantes palabras, la voz siempre tiene el mis— mo tono. Diga Jo que diga, la voz de Walter Cronkite* permanece cons- tante, infunde seguridad, nos reconforta. Sea cual fuere la accion, la ges- ialt continda, programa tras programa, un programa que se confunde con el que le sigue, imagenes, el anche mando como una distante sombra. No es necesario hacer nada mas que seguir las imagenes, escuchar las voces, mirar el ciclo de realidades construyéndose y luego derrumbindose para ser reemplazadas, programa tras programa, En cuanto a mi esperanza de encontrar alguna forma de probar a través de mis entrevistas que la televisién es hipndtica, lo cierto es que no pude, «Practicamente, la Gnica manera en que uno pitede decir si alguien esta hipnotizado —dijo Morris— es ver si hace alguna de las cosas que ha~ cen los hipnotizados [...] si estan perdidos dentro de Ja imagineria del hipnotizadar, entonces decimos que han sido hipnotizados. Pero no hay mediciones fisiolégicas para eso.» Sali de esas entrevistas dandome cuenta de que Ja hipnosis no es nada tan especial. Sucede en muchas de las experiencias de la vida: desde las canciones de cuna hasta las filmaciones teatrales para la televisién. El hip- notismeo funciona siempre y cuando las circunstancias den lugar a este singular y despejado canal de comunicacion. En la medida en que existe con la television, se trata de un canal unidireccional: el televisor hablan- do en la mente del televidente. La televisién, un rodeo para evitar la conciencia Yo no creo estar hipnotizado cuando estoy viendo la television. Prefiero otra frase usada con bastante frecuencia. «Cuando enciendo la television, después de un rato tengo Ia sensacién de que las imagenes * Célebre presentador de la television norteamericana. (N. del T) Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER. HUMANO 209 estan siendo vertidas en mi y que no hay nada que yo sea capaz de hacer al respecto.» Esta cualidad «liquida» de Ja televisisn proviene del hecho de que la televisién redne las imagenes segiin su propie ritmo visual. Una imagen esta siempre evolucionando hacia Ja siguiente, sucediéndose en una co- rriente de luz y aleanzando el interior del cerebro a sit propia velocidad electrénica. El espectador no tiene manera de disminuir Ja velocidad de ese flujo, excepta apagando el televisor. Pero si usted decide mirar la te- levisién, entonces no hay otra alternativa que aceptar la corriente de ima- genes electrénicas tal como vienen. E] primer efecto de esto es provocar una actitud mental pasiva. Ya que no hay modo de detener las imagenes, uno simplemente se entrega a ellas. Mas que esto, uno tiene que despejar todos tos canales de recep- cién pata permitir que entre mas limpiamente. Pensar solamente sirve de estarbo. Hay una segunda dificultad. La informacion de ja televisién parece ser recibida mas en el inconsciente que en las regiones conscientes de la mente, donde seria posible reflexionar sobre ellas. Me empecé a dar cuen- ta de esto abservande mi propia manera de ver la televisidn. Noté cudn dificil era mantenerse mentalmente alerta mientras uno mira la televi- sién. Aun asi, las imagenes seguian fluyendo dentro de mi. Mucha de la gente que me escribié trazé descripciones similares, Un amigo, Jack Edelson, describia su sensacién diciendo: «Las image- mes parecen pasar directamente a tavés de mi, van ditectamente hacia adentro, pasando a través de mi conciencia hasta Hegar a un nivel mas profundo de mi mente, como si fueran suefios». Cuando uno estudia cdma se forman las imagenes de televisian es facil entender hasta qué punto Ja descripcién de Edelson puede ser agu~ damente certera. Ya he descrito la forma en que Ja retina recoge Jas impresiones que emanan de los puntos, La figura sélo se forma después de estar dentro de su cerebro. La imagen no existe en el mundo, de modo que no puede ser observada del modo en que usted podria observar a otra persona, un coche o una pelea. Las imagenes pasan a través de sus ojos de una forma desmaterializada, invisible. Son reconstituidas solo después de que ya es- tan dentro de su cabeza. Quiza esta cualidad de no-existencia, al menos en una forma mun- danal concreta, descalifica esta informacién en imagenes para que pue- m0 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION da ser sujeta a los procesos conscientes: pensamiento, discernimiuento, andlisis. Usted puede pensar acerca del sonido, pero no acerca de las ima- genes. Ver la television podria pues calificarse como una especie de sofiar des- pierto si no fuera por el hecho de que es el suefio de un exeaiio, prove- niente de um lejano lugar, aunque se proyecta contra la pantalla de la propia mente. La Aijeza que se exige a los ojos cuando se est4 mirando la pequefia pantalla de televisidn es seguramente una importante contribucidn a este sentimiento de ser «sobrecargado» por las imagenes mientras éstas ingre- san alegremente en nuestras mentes inconscientes. Hay centenares de es- tudios que demuestran que el movimiento del ojo y el pensamiento estan directamente conectados. El acto de buscar informaciéa con los ojos re- quiere y a la vez es causa de que el buscador/observador esté alerta, activo, y no acepte pasivamente lo que venga. Hay estudios que demuestran que cuando los ojos no se estan moviendo, sino mas bien observando fija~ mente como los de un zombi, el pensamiento disminuye. Las imagenes de television. no son buscadas, simplemente llegan por un canal directo, muy a su aire, desde el citodo al cerebro. Si en efecto esto significa que la imagineria de la televisi6n toma un atajo para evitar el pensamiento y el discernimiento, entonces debe ser més dificil utilizar cualquier informacién que llegue a su cabeza por este camino. Si encuen- tra a una persona en medio de su sal6n, usted puede decir: «Hay uma per- sona; gqué opino yo de esto?». Si, en cambio, la persona no es percibida hasta que es construida dentro de su mente inconsciente, usted tendra que recuperar la imagen, por asi decir, para poder pensar en ella. El pro- ceso es similar al esfuerzo que hacemos después de despertarnes para no olvidar las imagenes que hemos sofiado. Si Jas imagenes de televisién tienen alguna similitud con la imagine- ria de los sueiios, esto puede explicarnos por qué hay una creciente con~ fusién entre lo concreto y lo imaginaria. La television se esta haciendo real para mucha gente mientras sus vidas tienen fa calidad de un sueiio. Esto también explica los resultados de estudios recientes, citados por Ma- rie Winn y otres, segiin les cuales les nifios estén mostrando una notable declinacién tanto en su memoria de evocacién como en la capacidad de aprender de tal modo que la articulacién y 1a palabra escrita sean utiliza- bles coma forma de expresién. Quizé hayamos entrado en tna era en que la informaci6n sirve para alimentar directamente el subconsciente de las LOS BFECTOS DE LA TELEVISION SOSRE EL SER HUMANO 211 masas. De ser asi, entonces la televisién ya es en todos sus detalles la ma- quina hipnopédica de Huxley y Ja maquina de influir de Tausk. 2Ha lievado usted alguna vez un diario de su vida? Yo lo he hecho en varias épocas de Ja mia. A veces anotaba en é1 mis suefios, otras veces ex- periencias de mis horas de vigilia. Este proceso me ha parecido siempre muy ilustrativo. El acto de anotar un suefio o Jos hechos o sentimientos del dia signifi- ca transferir informacién mterna de la mente inconsciente, donde est4 al- macenada, hacia la mente consciente donde uno puede pensar acerca de esa informacién, De este modo se pueden ver pautas y patrones generales, se desarrolla la comprensién y quiza se estimula el cambio personal. "Ya sea que usted haya o no llevado un diario, estoy seguro de que ad- vierte la diferencia entre un suefio que es capaz de describir en palabras y otro imposible de relatar, En el primer caso, cuanto mas habla, mds cla- ramente toma conciencia del suefio. E] hecho de hablar parece como si arrastrara al suefio sacandolo de un espacio inconsciente adonde tiende a volver, Una vez que le ha contado un suefio a un amigo, o lo ha escrito en su diario, literalmente lo ha mudado desde wn territorio mental donde era inaccesible a otro territorio (la conciencia) donde si es accesible. En este punto, usted puede ya pensar en él. Lo mismo puede decirse cuando uno pasa revista a las actividades del dia. Al final de Ja jornada, solemos sentir que el dia ha sido una masa confissa de actividades. Sin embargo, si uno lo evoca ordenadamente, ya sea para explicarselo a un amigo o para escribirlo, el dia pasa a tener cierto aspecto estructurado que de otra manera se le habria escapado. Los acon- tecimientos se vuelven concretos, integrados con su mente consciente, disponibles. Culturas enteras estan apoyadas en este proceso de transferir infor- macién desde el inconsciente a la conciencia. Los mas ampliamente es- tudiados son Jos seno, un pueblo de Malasia cuyos miembros comienzan cada dia describiéndose el uno al otro los detalles de sus suefios. Algunos nativos de Bali llevan a cabo este proceso de transferencia a través del tea- tro de sombras, en el cual la conducta de la gente es representada de tal modo que puede ser observada conscientemente y discutida. Otras cultu- ras conversen muchfsimo, describiendo los minimos detalles de las expe- diencias de la vida intima, y a veces pasan asi todo el dia. Describir los detalles ayuda a uno a «verlos» y comprenderlas. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ZLIMINAR LA TELEVISION W x a En Estados Unidos, donde la gente tiene poca costumbre de conver- sar sobre temas intimos, el papel realimentador ha sido depositado en los terapeutas, en particular aquellos que trabajan con grupos. La terapia esta en el hablar y en Jas respuestas de los miembros del grupo, que traen lo no dicho a Ja conciencia. En cierto sentido, leer un libro también tiene un papel realimentador porque la lectura es una especie de proceso interactivo, similar a la con- versacién o al escribir un diario intimo.A diferencia de las imagenes, las palabras que usted lee no se vierten dentro de usted. Es ef lector, y no el libro, quien establece el ritmo. Toda la gente lee a diferentes velocidades. Ademis, cuando usted esta leyendo, tiene Ia posibilidad de volver atts para releer, de detenerse para pensar o de subrayar algo. Todos estos actos pro- mueven fa captacién consciente del material que se esta leyendo. Puede realmente crear la informacién que desea colocar en su mente consciente. ‘Todos hemos tenido la experiencia de leer un parrafo y darnos cuen- ta de que no hemos podido absorver nada de lo que dice. Esto exige volver sobre ese pirrafo por segunda vez, dedicindole deliberadamente un esfuerzo consciente. Es slo con esfuerzo consciente y patticipacién directa a la velocidad propia de cada uso, cuando las palabras legan a te- ner algiin significado para el lector. Las imagenes no exigen hada de esto; solamente es necesatio que sus gjos estén abiertos. Las imagenes entran en usted y son registradas en la memoria tanto si piensa en ellas como si no. Lo inundan como un liqui- do en un tecipiente. Usied es el recipiente. La televisién, la fuente de la inundacién. Al fin y al cabo, el televidente es poco mas que un media de recep- cidn y la television, por si misma, no es tanto un medio de comunicacién o de educacién, como quisiéramos créer, cuanto un instrumento para impplantar imigenes en las zonas inconscientes de la mente. Nos quedamos pegados a esas imagenes cambiantes, pero como es imposible hacer nada al respecto mientras van entrando en nosotros, simplemente nos entrega- mos a ellas. Esto representa tanto un compromiso total —una inmersién completa en la corriente de imagenes— come un total desapege incons- ciente: no hay cognici6n, no hay discernimiento, no hay nada que ano- tar acerca de la experiencia que uno esté teniendo. Mi hipétesis es que estos efectos no son evitables, dada la naturaleza ininterrumpida de la imagineria televisiva, el proceso de construccién con puntos dentro de la cabeza y ciettas ultrajantes triquifiuelas técnicas in- Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER. HUMANO. 213 ventadas por los publicitarios y que serdn analizadas més adelante. Sin em- bargo, manteniéndome en mi intencién de buscar pruebas a través de mis propias observaciones, decidi de todos modos buscar evidencias cientificas. Hablé con los tres investigadores en e] tema de los suefios mas cono- cidos del pais. Queria saber cémo podrian commpararse las imagenes de television con los suefios, o si la imagineria televisiva en si misma podia o no calificarse de una especie de suefio. Ninguno de ellos habia pensa- do siguiera en investigar esto, y cada uno de ellos me aseguré que nadie mis lo habia hecho, a pesar de que seguramente les sonaba como una hi- potesis interesante. Les sugeri que podrian hacer algo al respecto. Fue entonces cuando me Ilegé un sorprendente estudio desde Aus- tralia. La televisi6n es como las técnicas para aprender durmiendo En el capitulo vin me referi a un fascinante estudio sobre la televisi6n realizado en 1975 por un equipo de investigadores encabezados por los psicélogos Merrelyn y Fred Emery del Centro para la Educaci4n Con- tinua de la Universidad Nacional de Australia (Gamberra), Ese estudio causé verdadera sensacién en Australia, pero pasé casi inadvertide en Norteamérica. E] informe Emery reconoce, con cierto grado de indignacién, que sus descubrimientos no han podido fundarse en una cantidad de pruebas muy grande. Los autores destacan que es poco menos que escandaloso el hecho de que haya habido tan poca investigaci6n sobre la neurofisiolo- gia del acto de ver la televisién. Asi y todo, finalmente lograron mostrar de modo satisfactorio que cuando vemos la televisién nuestros procesos habituales de pensamienta y discernimiento funcionan, en el mejor de los casos, a medio gas.Y le- gana la conclusién de que aunque la televisién aparenta tener Ja potencia— lidad de proveer de informacién ticll a los espectadores —y es aplaudida por su funcién educativa-, en realidad la tecnologia de la television y Ia naturaleza intrinseca de Ja experiencia que entablamos con ella inhiben el aprendizaje en el sentido en que suele utilizarse este concepto. Mientras se ve la television tiene lugar may poco aprendizaje que sea cognasciti~ vo, evocable, recordable, analizable y de base racional. CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Dice el informe: «Esta demostrado que la televisién a0 solo destruye Ja capacidad del espectador para atender, sino que también, al ocupar todo un complejo de vias y recorridos neurolégicos directos e indirectos, baja el nivel de alerta, es decir, ese estado general de preparacién que predis- pone al organismo para la accién en caso de que su atencién sea atraida hacia un estimulo especifico. »E] individuo puede estar observando algo inesperade o interesante, pero no puede actuar al respecto de un modo tai que complete el proce~ samiento gestaltico con algin propésito. vLa fijacién o adiccién continuada, tipo trance, del espectador de te- fevisién no es enconces arencién sino distraccién, una forma afin a Ja en~ sofacién o al pasatiempo». El informe explica que, puesto que la informacién televisiva refiere hechos que tienen Ingar en otra parte, el televidente no puede actuar tespecto a esa informacién. El televidente debe inhibir deliberadamente los caminos neurolégicos que van desde los datos visuales y el sistema nervioso auténomo, que es el que estimula el movimiento y la atencién mental. Hacer otra cosa que inhibir el proceso setia ridiculo, El especta- dor permanece en un estado pasivo pero también frustrado. Los autores incluyeron un tratado técnico de cuarenta paginas don— de se resume la investigacién mis relevante sobre el cerebro para rastrear los efectos sobre la mente de «un estimulo visual simple, constante, repeti- tivo y ambiguo», efectos que suelen ser mds notables en el lado izquierdo del cerebro, es decir, el Area donde se organizan el lenguaje, la capacidad de comunicacion y el pensemiento cognitivo; en otras palabras, la compren- sién en sentido amplio. «La naturaleza de los procesos llevados a cabo en la corteza cerebral. izquierda y en particular en el drea 39 (el Area integradora comin) es ex- clusiva del ser humano y opuesta a la que se da entre otros mamiferos. Es el centro de 1a légica, de la commnicacién y el anilisis igico humano, el jugar donde se produce la integracion de la memoria con los componentes sensoriales, la base de las acciones y capacidades conscientes, intencionales y atemporales del hornbre. Es la funci6n critica del hombre, que lo hace distintivamente humano.» Dicen los Emery que las pruebas mmuestran que los seres humanos se shabitian» a los estimulos luminosos repetitivos (luz parpadeante, dibu- jos de puntos, movimientos oculares limitados). Si se produce el habito, entonces el cerebro ha decidido esencialmente que no est4 pasando nada LOs EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO. a5 de interés —al menos nada acerca de lo cual pueda hacerse algo—y prac- ticamente deja de procesar Ja informacién que le llega. En particular, informan los Emery, e] érea integradora comin del cerebro izquierdo entra en una especie de pauta de baja actividad. «Ver Ja television esta al mismo nivel de conciencia que el sonambulismos, aseguran. La mitad derecha del cerebro, que se ocupa de procesos cognitivos més subjetivos imagenes oniricas, fantasia, intuicién-, continia recibien— do las imagenes de television. Pero como el pucnte entre los Hamados «cerebro izquierdo» y «cerebro derecho» ha sido bloqueado, todos los procesos cruzados, que hacen conscientes los datos inconscientes y traen esa informacién hacia la posible utilizacién, quedan eliminados. La in- formaci6n ingresa, pero no puede ser facilmente evocada (recuperada) o pensada. Silos Emery est4n en lo cierto, sus hallazgos apoyarian la idea de que Ja informacién televisiva entra en bloque y sin ser filtrada, directamente en los bancos de memoria, pero no estén disponibles para el andlisis cons— ciente, la comprensidn o el aprendizaje. Es como esas técnicas para apren- der idiomas mientras uno duerme. Todo esto ayuda a explicar recientes descubrimientos segiin los cua- Jes los nifios, después de ver televisién, tienen dificultad en recordar lo que acaban de ver. Si es que han adquirido algiin «conocimiento», éste es del tipo que pasa de largo a través de las regiones conscientes donde po- dria quedar disponible para su evocacién y utilizacién. La televisi6n como forma de ensefianza durante el suefio también ayuda a explicar mis propias observaciones, extraidas del trabajo poli- tico, de que cuanto mas confinados a la televisién estén los temas de interés pablico, menos conacimiento parece tener el pfblico acerca de ellos. E} votante no puede procesar la informacién que aparentemente est recibiendo, Cuando Carter y Ford hicieron su acuerdo ticito para evitar todo contenido y concentrarse en el estilo, estaban dando en el clavo. E] Informe Emery cita extensamente un estudio de medicién de la actividad ondulatoria cerebral durante el acto de ver la televisién. Ese es- tudio establecié que durante ese Hempo, no importa cual sea ei progra- ma, la actividad cerebral humana entea en tia disposicién caracteristi- ca. Es ésta una respuesta al medio, mas bien que a su contenido. Una vez que el televisor esta encendido, las ondas cerebrales se hacen més lentas hasta que cobran preponderancia las Hamadas «ondas alfa» y «ondas del- 216 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 216 ta» y esta disposicién se va haciendo habitual. Cuanto mas tiempo esté encendido el televisor, mis lenta es la actividad electro-ondulatoria del cerebro. Los Emery explican que la actividad cerebro-ondulatoria lenta y sin- crénica esta por lo comin asociada con «a falta de movimiento ocular, la fijacién, la falta de definicién, la pereza, la inactividad y una actitud corporal inerte».¥ citan aA. R. Luria, quien escribe jo siguiente en Psi- cofisiologia de los iébulos frontales: «Ningtin pensamiento organizado es posible en estos estados fasicos y las asociaciones selectivas son reem- plazadas por asociaciones no colectivas, desprovistas de sw carécter inten- cional, | El alfa es el estado mental mas comvimmente asociado con la medita— cién, pero antes de que a nadie se le ocurra que la meditacién es lo mis- mo que la televisién, importa hacer una distincién critica. En la primera, usted produce su propio material mientras que en la ultima le llega de afuera; no es generada internamente. La doctora Freda Morris, psicélo— ga-hipnotizadora citada anteriormente, me contd que la gente que es muy buena meditando se cuenta entre la mas dificil de hipnotizar, «Co- muenzan a ponerse en trance hipndtico, pero en cierto momento empie- zan a producir su propio material y ya no pueden ser influidos por ins- trucciones externas a menos que ellos lo decidan asi. Estan ocupados en lo suyo.s También me conté que dudaba de que los buenos meditadores vieran mucha television y agregd que la meditacién podia ser una exce- lente capacidad a desarrollar en la gente que ya esta afectada por la adic- cién televisiva. En efecto, segin Morris, la adiccién televisiva quizd sea en si misma sintomética de una incapacidad para producir una imagine- tia mental propia. Herbert Krugman, un investigador de Florida cuyo trabajo sobre EEG (Electroencéfalografia, es decir, el registro grafico de la actividad ondulatoria cerebral y la interpretaciGn de ese registro) fue la base de trabajo de los Emery, comparé la actividad EEG mientras se ve la televi- sién con los registros que se obtienen mientras alguien lee una revista. «Resulta evidente que las formas de respuesta a Ja televisién son [...] muy diferentes de las respuestas a Ja lectura de un texto [...] Ja respuesta eléctrica basica def cerebro depende claramente del medio y no de las di- ferencias de contenido -dice Krugman. La respuesta a la letra impresa puede ser descrita como mis bien activa [,..] en tanto que la respuesta a la television puede describirse mas bien como pasiva. |...] La televisién Los EFECTOS DE LA'TSLEVISIGN SOBRE BE SER HUMANG 27 no ¢s comunicaci6n en el sentido en que siempre lo hemos entendido. Nuestro sujeto de investigacién estaba tratando de aprender algo mien- tras leia publicidad impresa, pero era pasivo frente a la television. [...] La felevisidn es un inedio de conmicacidy que transsite sitt mayor esfirerze grandes cantidades de inforntactén que no es pensada en ef momenta de fa exposicidn» (La cursiva es mia.) + Llevé el informe de Krugman y el estudio de los australianos al doc- tor Erik Peper, un investigador ampliamente conocido en el campo de la EEG, antiguamente profesor en el Instituto Tecnolégico de Massachu- setts y actualmente profesor de Ciencias Interdisciplinarias en la Universi- dad Estatal de San Francisco. Sucedié que Peper habia trabajado junto con el doctor Thomas Mulholland en un estudio muy similar al de Krugman. «La afirmacién de Krugman es correcta—me dijo Peper-.Se obtiene una disminucién en las ondas beta (ripidas) y un aumento en la activi- dad Jenta con un gran porcentaje de alfa.» Le pedi a Peper que explicara el significado de esto, «Las formas de onda alfa, registradas sabre fas areas occipitales del cuero cabeiludo, desaparecen en el momento en que una persona eje- cuta una orden visual (enfocar, acomodar, desviatse), es deci, cnando se hace cargo del proceso de buscar informacién. Todo acto de orientarse en el mundo incrementa las frecuencias cerebrales y blognea la acti- vidad alfa. Las ondas alfa se producen cuando usted mo se esta orientan- do hacia algo. Usted puede sentarse y tener imAgenes en su cabeza, pero est4 en una condicién totalmente pasiva y sin prestar atencién al mun~ do mais alld de esas imagenes. La mejor frase para describir el ritmo alfa es que uno esta realmente “en blanco”. No orientado. Cuando una per- sona enfoca visualmente, o dirige la mirada hacia algo, o advierte algu- na cosa fiera de si mismo, experimenta un incremento inmediato en la actividad ondulatoria mds r4pida y la oscilacién alfa queda bloqueada. Muchas hambres dedicadas a la meditacidn estén en alfa, pero hay que considerar que durante la meditacién uno esta aprendiendo autocontrol y también a activar los propios procesos internos. No hay tal disciplina en el caso de Ja television. Usted no esta entrenando su mente para que se controle a si misina, algo que si puede obtenerse a través del biafeed- back y de la meditacion; la televisién sélo entvena a las personas para que sean zombis. En vez de entrenar la atencién activa, la televisién parece suprimirla.» 218 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION Le pedi a Peper que describiera el experimento de Mulholland, «Por lo que yo sé, éste es el Gnico estudio realizado hasta el momen~ to, sin contar el de Krugman. Se les pidié a diez nifios que nuraran sus programas favoritos de television. Suponiamos que, puesto que esos pro~ gramias eran sus preferidos, los nifios estarian interesados en ellos y po- driamos averiguar si habia alguna oscilacién entre Ja actividad alfa y Ja beta. Nuestra expectativa era que ellos irian hacia adelante y hacia atras. Pero no Io hicieron. Simplemente se distendieron. Permanecieron casi todo el tiempo en alfa. Esto significa que cuando estan viendo la televi- sién no estan reaccionande, ni orientando la mirada, ni enfocando; sim- plemente estan en blanco.» Le hablé a Peper de un estudio que mostraba que los nifios que estan viendo la television eran mucho mas lenios para reacctonar frente a una emergencia que los niftes que estaban haciendo cualquier otra cosa. «Eso era previsible —dijo Peper—. Cuando estan mirando la televisi6n no se estén preparando para reaccionar.» Me confié entonces sus propias ideas acerca de Ja televisién como medio educativo: «Para aprender realmente algo, usted tiene que interac- tuar con la fuente de informacién. Con la televisién usted no piensa real- mente. Yo sé por propia experiencia, y habla por mi mismo, que sdlo puedo aprender realmente algo si logro comprometerme con eso, como en el método socratico de ensefianza. El mejor aprendizaje es aquel que se realiza de una forma interactiva. Alguna gente aprende mejor, por ejem— plo, haciendo anotaciones porque el hecho de escribirlas es un sistema de realimentacién». (Como escribir un diario.) «Mirar la televisién es solamente recibir —siguid diciende— y no re- accionar. No puede hacerse otra cosa que mantener la atencidn; usted esti recibiendo, no mirando. La clave de por qué esos nifios estaban en alfa es que mientras observaban no estaban miranda a algo, no orienta- ban Ja mirada. Todo esto no hace sino coincidir totalmente con Krug- man. Si usted tiene una luz ala cual no esti realmente atendiendo, usted puede mostrar una infinita cantidad de alfa. Quizi se deba a que el objeti- vo est tan lejos, y Ja pantalla es tan pequefia, que suts ojos no necesitan mo- verse; usted est4 mirando al infinito, en cierto sentido, como si estuviera miirando la lampara de un hipnotizador. $i mira objetivos méviles, usted Gene al menos una leve interaccién activa; esto tenderd a ponerlo a usted en beta. Pero en la televisién, aunque parezea haber movimiento, usted se queda todo el tiempo en alfa.» LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 219 Le pregunté a Peper si estaba de acuerdo con Krugman en que leer era un proceso de aprendizaje més activo. «Definitivamente —dijo-. Leer produce una cantidad mucho mayor de actividad beta. Cabe esperar anormalidades en cualquiera que produzca un ritmo alfa mientras estA leyendo. Lo horroroso de la televisién —agreg— es que la informacién penetra, pero no reaccionamos a ella.Va derecho a nuestro depésito de me- moria y quizi reaccionamos ante esa informacién mis tarde, pero no sa- bemos ante qué estamos reaccionando. Cuando usted mira la televisién se est entrenando a si mismo para no reaccionat; por ello, mis tarde, usted es- tara haciendo cosas sin saber por qué las est haciendo o de dénde salieron.» La televisién no es relajante Si la televisién pone nuestras mentes en una actitud pasiva-receptiva, st inhibe los procesos de pensamiento come los comentarios precedentes tan precisamente sugieren, puede vérsela como algo positive? Como mencioné en el capitulo Vi, muchos de quienes me escribieron parecen disfrutar con lo que les sucede. La gente dice que «relaja mi mente», otros utilizan la expresién «estar en blanco», algunos llaman a eso «po- nerse meditativor. La prueba de que la televisién produce ondas cerebrales alfa, cominmente asociadas con estados de meditacién, alienta la idea de que de todo eso podria resultar algo beneficioso para nuestra cultura mentalmente obsesionada. En muchos sentidos, somos un pueblo aislade dentro de sus cabezas. La naturaleza esté ausente. Nuesiros sentidas condenados a la inanicién. El hombre de negocios vive en un mundo mental de oficinas: an trabajo entre papeles y procesos mentalmente dirigidos y enfocados hacia adelante. El habitante de los barrins tesidenciales vive segin pautas de movimiento mental y fisico predefinidas: autopistas, comidas automa- tizadas, rutinas repetitivas. El nifio acude a la escuela, clavado a su silla, concentrado en su trabajo mental, intentando canalizar los pensamientos de una forma que Jo ayudarin més adelante en este mundo. Como ei encorno ha sido reconstruido segtin patrones lineales mo- noliticos, y como nuestros dias han sido reconstruidos para funcionar dentro de esos patrones, nuestras mentes han tenido que adapzarse. Metemos atin mas ntiestras mentes en el trabajo obsesivo. Enfilamos nuestros pensamientos, marchando con precisién militar, objetivizados, 20 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION analiticos, aislados de nuestros sentimientos y de cualquier actitud men- tal alternativa. Necesitamos hacerlo. La mente creativa que discurre li- bremente no puede serle de ayuda ni al nifio a ira la escuela, ni al adul- to a pagar el alquiler. Hemos encumbrado «la vida de la mente», pero es ésta la mente que desedbamos? Cuando hablamos hoy en dia de relajar nuestras mentes, no es por- que las hayamos hecho trabajar ni mucho menos segtin toda su capaci- dad. Si nuestras mentes estan sometidas a un alto grado de exigencia, lo estan por el comfinamiento dentro de una pauta de pensamiento. La ma- yor parte de nuestras capacidades mentales se han puesto gordas y fofas, o se han muerto de atrofia. Es posible que nuestras mentes no estén can- sadas por exceso sino por falta de trabajo. Si ha realizado alguna vez ejercicio fisico con cierta regularidad, sa- bra que el resultado no es el cansancio extreme, sino la estimulacién. Cuanto mas se ejercita, mas desea practicar, y mas puede alcanzar. Sélo después de un esfuerzo extraordinariamente prolongado llega uno a sentirse agotado y necesita descansar. La relajacién es entonces muy pla- center. En nuestra cultura, la persona crénicamente exhausta es aquella que est sentada todo cl dia, o aquella otra cuyo trabajo fisico estA encadena- do a pautas inamovibles: la linea de montaje, la caja registradora del su- permercada, las colas para conseguir una mesa para comer. Yo creo que lo mismo sucede con nuestras mentes. Limitadas a un nico proceso mental, estan exhaustas por falta de uso y exceso de repe- ticién. Después de un dia de trabajo de oficina, tan distante de muchos campos de experiencia, tan compulsivo y obsesiva, deseamos de todo co- raz6n huir mentalmente. Dicen los psiquiatras que una cantidad creciente de gente se queja hoy en dia de que no puede detener su mente. Uno no puede desear si- quiera que su mente cese en sus fijaciones y en su rumiar. Aun cuando llega la oportunidad para dormir, para el sexo o para jugar, experiencias todas que exigen salirse de todo pensamiento intensamente concentra- do, la mente continia agitindose. No hay que sorprenderse, por lo tanto, ante el repentino crecimien- to de las disciplinas religiosas orientales, la practica del yoga, las artes marciales, los diversos sistemas de ejercicio y muchas formas de medi- tacién. Todas elias alivian las agonias de las mentes agitadas que van y Los BFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO. 221 vienen dentro de sus estrechas jaulas. Permiten detener el pensamiento obsesivo y abrirse a formas de conciencia mental alternativas. Facilitan la tecepcién de nuevas experiencias. Alientan Ia relajacién como algo opues- to a seguir constantemente hacia delante. Ensefan a la gente a «tomar» mis que a «volcary. Mientras mucha gente utiliza estas antiguas disciplinas para alcanzar cierta libertad en contra de la tendencia de sus mentes, otra gente —la mayor parte— no Jo hace, y en cambio elige las drogas. El alcohol es bue- no para eso. El valium es atin mejor. Algunos brebajes para dormir tarn— bién fancionan.Y esta la television. Todo sirve a su manera. Los medicamentos y las drogas proveen de una via de escape en tanto reemplazan a Ja experiencia y ja relajacion. La te- levisi6n también lo hace. Todo sirve para romper el pensamiento obsesivo, pero es en este punto donde termina toda semejanza con la meditacién y con Jas otras disciplinas. He citado a la doctora Morris y al doctor Peper sobre la cuestién de que en Ja meditacién uno produce su propia imagineria generada inter- namente. Ambos encontraron un contraste entre Ia meditacién y Ia tele- visién en que las imdgenes eran, cn este tiltimo caso, impuestas. Esta diferencia entre imagenes impuestas e imagenes internamente generadas est4 en cl meollo mismo de si puede decirse que la television telaja la mente. La relajacién implica renovacién. Uno corre, luego descansa. Mien- tras descansa, Jos musculos primero experimentan calma, y luego, a me- dida que entra en ellos nuevo oxigeno, experimentan una renovacién. Del mismo modo, uno piensa y piensa, dirigiendo la propia mente siempre hacia delante. Para relajarse uno necesita dejar de pensar, calmar la mente. En Ja meditacion zen, por ejemplo, es deseable lograr algo Hama- do «mente vacia», porque una vez que se alcanza ese estado comienza la re- novacién. Cuando la mente est quieta, uno produce su propia nueva ima- ginerfa o experimenta una nueva sensacién de su lugar en el mundo. Hay otras formas de meditacién, sin embargo, que estén menos in- teresadas en la autorrenovacién y el descubrimiento. Son las formas impuestas por el «ala derecha» de Jas disciplinas religiosas, aquellas some- tidas a un liderazgo autocratico: Erhard, Moon, Maharaj Ji, L, Ron Hub- bard. Estos lideres no estan interesados en «mentes vacias», sino en mentes que sélo estén vacias bastante tiempo como para poder rellenarlas. CUATRO BUBNAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 8 Ya sea que usted esté haciendo meditacién zen 0 los mantras espe- cificos del reverendo Moon, su mente se pondra en alfa. Pero una con- dicién no cs igual a la otra. Con la Gltima, su mente no es renovada, es ocupada. Y eso es lo que pasa con la television. Cuando esta mirando, absor- biendo tecno-guré, su mente puede estar en alfa, pero no es una «mente vacia». Esta volcando imagenes en ella. Su mente no esta quieta, ni rela- jada, ni vacia. Esti casi muerta, o wombificadan. Fsth ocupada. Ninguna renovacion puede provenir de esta condicién. Para que haya renovacién, Ja mente deberia estar descansando, o, una vez descansada, deberia estar buscando nuevos tipos de estimulacion, nuevo ejercicio. La televisi6n no ofrece ni descanso ni estimulacién. La televisién inhibe su capacidad de pensar, pero no Heva a la liber- tad de la mente, le relajacién o Ja renovacion. Lleva a una mente mas ex- hausta. Usted puede pasar un rato lejos de las pautas de pensamiento obsesivo previas, pero eso es todo lo lejos que Ja television puede Hegar. La mente nunca estd vacia. La mente es Ienada. Lo que es peor, es Hlenta- da con los pensamientos obsesivos y las imigenes de algin otro. En este sentido, la television sirve para continwar los mismos proce- sos mentales canalizados de los cuales uno esta buscando aliviarse. La mente esta tan cansada después de miraz Ja televisin como antes. Nada creativo, ninguna invencién, pueden ser el resultado de ver la television. Solamente dormir, si es que usted tiene suerte, como después del alcohol © del valium. XI Cémo nos convertimos en nuestras imagenes De todos los efectos de la television, el principal es poner imagenes en muestro cerebro. Resulta deprimente que ia mayor parte de nosotros conceda tan poca importancia a esta implantacién, quizé porque he- mos perdido contacto con nuestra propia capacidad de crear imagenes, con la manera en que las usamos y las funciones decisivas para las que sitven en nuestras vidas.Al no estar en contacto, no captamos la signi- ficacién de que las imagenes de otra gente estén reemplazando o equi- parando a las nuestras. ¥, sin embargo, no hay nada mis terrible en Ia television que el hecho de que interfiere entre los seres humanos y nuestra propia capacidad de crear im4genes, asi como interfiere entre los seres humanos y nuestra imagen de] mundo concreto que esta fue~ Ta de muestras inentes. En este capitulo, observaremos como las imagenes, cualquiera de ellas, afecta directamente a los seres humanos y cémo los seres humanos nos convertimos lentamente en las imagenes que llevamos en nuesttas men- tes. Mas adelante, nos concentraremos en las imégenes de televisién. Lo que hace mas graves estas cuestiones es que los seres humanos aGn no hemos sido dotados por la evolucién de los medios que nos per- Titan distinguir entre imagenes naturales y aquellas que han sido crea- das artificialmente ¢ implantadas. Tampoco estamos equipades para de- fendernos contra Ja implantacién. Hasta que se inventaron los medios transmisores de imagenes, tampoco habia necesidad de hacer ninguna distincién. Asi que el efecto final, como veremos, es que los dos tipos de image- nes ~artificiales y naturales— se confunden en Ja mente y somos Hevados 04 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION a un submundo de confusién. Como Ios astronautas de Solaris,no pode- mos diferenciar entre el presente y ef pasado, lo concreto y lo imagina- rio. Como los esquizofrénicos, no podemos decir qué imagen es el pro- ducto de nuestras propias mentes, cual es representativa del mundo real y cual ha sido puesta dentro de nosotros por una maquina. Los humanos somos fabricas de imagenes He ojdo decir a alguna gente que no puede visualizar, que no puede crear imagenes en su cabeza. Es cierto que alguna gente lo hace con mis facilidad que otra, pero todo el mundo lo hace. Si usted cree que se cuenta entre aquellos que no pueden, simple- mente traiga a la mente a su madre. O a su mejor amigo. :Ya lo ha he- cho? :Puede verlos en su cabeza? Es muy facil. Si le pido que evoque el dormitorio de su infancia, probablemente también podra hacerlo, Mucha gente es capaz de evocar este tipo de imagenes con muchisimo detalle. Si se las ha arreglado para hacer un retrato en su cabeza, ello es una prueba definitiva de que puedé hacerlo y de que el fenémeno existe. Me gustaria recomendar un libro Hamado Seeing with the mind’s eye [Viendo con el ojo de la mente] de Nancy y Mike Samuels. Es el traba- jo de divulgacién sobre imaginerfa més cuidadoso que haya llegado a mis manos. Los autores describen una lista de diez categorias de Ja ima— gineria natural humana: 1. Memoria. Puede recordar el rostro de la gente. Puede visualizar el lugar donde trabaja. 2. lmdgenes eidéticas (memoria fotografica). Puede recordar los deta~ lles de su habitacién. Los ha efotografiadon. 3. Imaginaciéu. Puede construir imagenes, puede crear 0 modificar imagenes en su propia mente. 4. Eusofiaciones o fautasia. Un tipo de imaginacién que ocurre mientras est4 haciendo otras cosas. Est4 trabajando en su oficina pero su mente estd creando imagenes... ide qué? :De aquella vez que metié un gol de pelicula? gLa diltima experiencia sexual? También son figuras en su mente. LOS BFECTOS DE ILA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO. 225 5. Imdgenes hipnagdgicas, Las imagenes que Hegan en ese espacio de tiempo en que esté en semivigilia inmediatamente antes de quedarse dormido. 6. Imdgenes hipropémpicas. Imagenes que llegan cuando estd en semi- a, pero después de dormir, antes de despertarse del todo. 7. Suefios. Puede ser que no los recuerde, pero virtualmente todos sofiamas. Generalmente son imagenes de tipo fotografico, como las del tipo 2 y 4 de esta lista. 8. Alucinaciones y visiones. Son imagenes que tienen lugar dentro de la cabeza pero que se confunden con algo que esta teniendo lugar afie— ra. Usualmente estan asociadas con las psicosis. Bajo condiciones de es~ trés casi todo el mundo suele tenerlas. También las drogas pueden cau- sarlas, al igual que la medicacién, Ja falta de suefio y Ia fiebre alta. Algunos conductores de camiones se han quejado de alucinaciones después de pasar muchas horas en las autopistas. 9. Posimagen. La pelicula ha terminada, pero la imagen permanece en la cabeza. 10. Iaagen recurrente. La experiencia ha terminado ya ha regresado a su casa después del trabajo—, pero el rostro del jefe sigue llenando sn mente. Los autores reconocen que esta lista es incompleta y que una catego- ria a veces se superpone con otras. Pero la intencién es solamente mos- trar cudn amplia es la variedad de imagineria natural existente y que todo el mundo experimenta algunas de sus variantes. Los humanos somos verdaderas fabricas de imagenes. Estamos produciendo constantemente imagenes y estamos absorviendo y almacenando imagenes provenientes del mundo exterior a nosotros. El poder concreto de las imagenes Los Samuels alegan que Jas imagenes que el ser humano Ieva dentro de si tienen un papel bioldgico y evolutivo definido. Al igual que Ja luz, ma- terial del que estan construidas, las imAgenes son concretas. Las imagenes son cosas. Vemos algo en el mundo, un rio por ejemplo, y su imagen en- tra en nuestros cuerpos a través de nuestros ojos, quedando engranada en nuestras células cerebrales. La prueba de que el rfo est4 atrapado alli es 226 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 6 —— gue podemos recordarlo. La imagen mantenida en nuestra mente, dicen jos Samuels, produce reacciones fisialégicas ademas de reacciones psicolé- gicas. Lentamente evolucionamos hacia las imagenes que levamos, nos vol- vemos lo que vemos, en este caso nos hacemos més parecidos a un rio. Hoy en dia atin nos estamos recuperando del trabajo de hombres ta- jes como el psicdlogo conductista John Watson, quien alcanzé una gran preeminencia a principios de este siglo adelantandose y popularizando la nocién de que si usted no puede comprobar un fenédmeno y medirlo, ese fenémeno no existe. La psicologia, en aquellos dias, estaba ansicsa por ganarse la admiracién de las ciencias mis respetables, por lo que se confing a si misma a medir todo lo que pudiera ser cuantificado, dupli- cado (repetido) y predicho. «En Estados Unidos, Ja psicologia se volvid tan desbordantemente conductista—dicen los Samuels— que virtualmente no se publicé ningiin trabajo sobre imagineria mental durante los si- guientes cincuenta afios.» An hoy en dia algunas escuelas de pensamien- to psicolégico sostienen que la imaginetia misma es ficcién. En cierto sentido, este punto de vista representa la negacién altima de la experiencia humana. Todos los seres hamanos Mevan imAgenes en sus cabezas, a pesar de que algunos cientificos puedan decir que esas imagenes 0 tienen poder o no existen.A su vez, esta negacion de la imagincria humana proporcioné Ja base para Ja nocién, muy difundida y todavia defendida, de que las imagenes suplentes, sustitutas 0 impostoras implantadas desde la televisién tienen muy poco efecto o ninguno. Muchas culturas primitivas reconocian la enorme fuerza de las ima- genes que albergamos en la mente, Los Sanmels han trazado tna exhaus- tiva historia de estos puntos de vista del pasado y presentado voluminosas pruchas fisiolégicas (jmediciones!) que finalmente se ajustan al modelo cientifico de prueba y demmestran que las imagenes que conservamos tie- nen una vinculacién muy importante con la clase de individuos en que nos convertimos. Yo no puedo, por cierto, hacer justicia aqui a su extenso trabajo ni es mi propésite reproducirlo. Pero algunas citas pueden sex ditiles. «Hermes Trimegisto crefa que los pensamientos tenian caracteristicas similares al mundo fisico, que los pensamientos tenian niveles de vibra- cién y de energia capaces de producir cambios en el universo fisico. [...] Desde un punto de vista “hermético”, la persona que mantiene en su mente una imagen sagrada experimenta los efectas producides por la energia especifica de esa imagen.» LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO- 297 Antes de Hermes, nociones similares fueron expresadas entre los su- merios, los asirios y los babilonios, hace nada menos que seis mil afios. Entre esas nociones se incluia la de que hay poderes o fuerzas concretas inherentes al color y fa forma. Si una cosa estaba conformada de cierta manera, su imagen era ingerida en esa forma y era retenida en el cuerpo como un sistema de energias. (Algo que comiienza a mezclarse con Ja moderna fotobiologia.) Las esculturas eran pensadas esencialmente como organizadoras de energia. Se creia que su sola visin provocaba estados menitales y sistemas de creencizs. Los Saniels dan a entender que las formas escultéricas especificas eran elegidas en beneficio de quienes las vieran 0 ingirieran su imagen. Esto explicaria lo amplia variedad de lo que hemos Mamado «dioses» o «diosas» con formas de animales, criaturas sobrenaturales 0 cuerpos ce- lestiales. Estas formas ofrecian un modo de integrar la naturaleza dentro de uno mismo, similar a lo que hacian los indios imitando a los animales. Las esculturas alentaban e] conocimiento de los procesos naturales. Aho- ya decimos que esas imagenes eran adoradas. Probablemente esto sea erréneo. No eran adoradas, como no puede decirse que los esquimales de hoy en dia adoran Ia escultura de Ja morsa. Al hacer esa escultuxa, el escul- tor experimenta la «morseidad», y lo mismo le pasa a quien Ja contempla. Los Sammels sefialan que los hebreos, que emergieron entre los afios 3000 y 2000 a.C., ganaron una importante victoria politica denuncian- do lo que Hamaron da adoracién de imagenes esculpidas». Al desteuir el poder de las esculturas de los sumerios y de otros que los precedieron, destruyeron efectivamente la religién basada en Ja naturaleza y la veraci- dad de las imagenes. Esto permitié sustituirlas por un Dios abstracto, nico, varén, humano y todopoderoso. Puesto que era pecado hacer es- culturas con su imagen, mantenia su naturaleza abstracta.A pesar de que absorbieron a Dios, los cristianos en cierto sentido solucionaron este problema. Crearon imagenes de Jestis, un paso atras (0 adelante) hacia el paganismo. Muchas religiones occidentales y todas las religiones no occidentales permanecieron inalteradas por la matanza de la imagineria diversificada y basada en lo natural acometida por Ios judeocristianos. Esas otras reli- giones y sus seguidores siguieron dando forma a su comprensién del universo a través de imigenes que representaban casi todas las tendencias y formas naturales. Esto sigue siendo cierto para la gran mayoria de la gente del mundo hoy en dia. También sigue siendo cierto, desde luego, 228 CUATRO BUBNAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION para aquellos hebreos que sigaieron las ensefianzas de Ia Cabala y que tepresentaron una especie de movimiento subterraneo entre los judios durante muchos siglos. Los discipulos de Jas disciplinas de yoga de hoy en dia estan aferrados ala ereencia de que enfocar fa propia mente sobre los objetos, ya sean exteriores © interiores af cuerpo, afecta por cormpleto a la propia natura- leza fisica. El sawadii, un estado de yoga ansiado, es la unién que uno experimenta con un objeto o una imagen —la forma de un huevo o un mandala, por ejemplo— cuando los mira. En este caso, la union significs que la imagen misma es una energia concreta que viaja entre el objeto y el cerebro del cbservador. La imagen se vuelve una especie de soplete que funde las tres entidades anteriormente separadas: la efigie (o forma), |: persona y la inagen.A diferencia de un soplete, la imagen —hecha de una cosa que llamamos Juz~ puede penetrar profindamente en las células. Cuando usted o yo miramos una escultura 6 una pintura ©, lo mismo da, un ight o un rascacielos, la imagen entra en nosotros en forma de ra- yos de tuz. Fs concreta y no metaforica. La forma de la escultura, obra de arte o estructura determina la calidad de la experiencia, lo que puede aprender de ella, los sentimicentos que sus- citar en usted, y la imagen que retendra dentro de su cuerpo/mente/células. La imagen se vuelve parte de su vocabulario de imagenes. Permane- ce en su mente. Es decir, permanece en las células de su cerebro. Tiene un caricter fisico. Las esculturas de Buda han sido hechas para inspirar a la persona que las mire la actitud de Ja figura de Buda, su estado de 4nimo, su forma de ser. Es su contenido informativo: forma, color, peso, actitud, relaci6n con la giavedad. La persona que contempla la figura de Buda durante mu- chas horas se vuelve ms parecida a Ja figura de Buda. Es simplemente una cuestiGn de tiempo. No es necesario ningiin pensamiento. La ima- gen penetra y ejerce su influencia. La persona que observa Ja forma cuadrada de un edificio literalments ingiere su imagen, absorbiéndola, recordaéndola, volviéndose ella; adop- tando en suma su caracter, La persona que observa una piramide ingiex su imagen; su forma tiene poder. La persona que ingiere la imagen de un arbol se «arboliza». La vist de un rio produce gente «rioficada». La visién de Cristo en la cruz inspi- ta Ja experiencia cristiana. La vision de los pajaros en vuelo origina ur vuelo de pAjaros en el observador. Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO WwW Ss . Ver a Kojak nos hace absorber su caracter y su forma de ser. Mientras uno pasa revista a las culturas no occidentales y a sus expre- siones religiosas, encuentra que ciertas formas se mantienen, repitiéndo- se a si mismas, Se ha dicho que representan formaciones universales de energia. Ya he mencionado ei huevo y el mandala. Considere el arte tantrico, por ejemplo. Usted encuentra la forma ovoide reproducida de mil maneras distintas. Se dice que la imagen de] huevo entra en la mente y el cuerpo del observador. Su suavidad y curva~ tura, Ja forma en que reflgja la luz, su calma, su modo de estar centrada y su perfeccién se wansmiten al observador si éste lo permite. El huevo es también la sermilla de la vida. De alli deviene todo lo demas. Como re- sultado, la imagen de un huevo est4 en el coraz6n de muchas practicas meditativas que echan mano de la imaginerfa. La fisica moderna esti descubriendo ahora que la forma de] mandala es casi literalmente una reproduccién de una forma organizativa esencial en el] universo. El nicleo del 4tomo es un mandala perfecto. Si pudiéramos verlo desde el espacio, tanto nuestro sistema solar como el universo en explosién con las estrellas despedidas hacia fuera a partir del centro for- marian un mandala. La contemplaci6n de la forma del mandala —ya sea a través de las thatkas de los tibetanos, las estrellas de David de los hebreos, las pinturas de arena de los indios, las visualizaciones tantricas o las im4genes sola- res de los hopi- existe en practicamente todas las culturas del mundo. dEs casualidad? ;O es que todos coinciden en lo mismo? xk OK En la actualidad, el poder de las imagenes me parece algo obvio y trans- parente. Estoy firioso por los afias de inconsciencia que gasté conside~ rando tales creencias como algo fantistico, caprichoso, brujeril, anticien- tifico y supersticioso. Ahora, sensibilizado principalmente a través de mi propia investigacion y lo que ha sido descubierto por otra gente como los Samuels, no puedo andar por ahi sin sentirme literalmente asalta- do por las imagenes proyectadas por el mundo artificial en que vivimos, ya sean edificios, signos, coches de bomberos o televisores. Una vez discuti el asunto con una joven amiga, quien me hablé de una época en que, al borde del colapso nervioso, estuvo confinada en una institucion mental. 230 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION «Fue la experiencia m4s abominable de mi vida —decfa~. Me habia colocado en una habitacién vacia con paredes acolchadas y una puert de acero. Hasta ese momento me habia sentido confusa y en conflicte pero fue alli cuando realmente exploté. Me idioticé.Viendo esto, los mé dicos me atiborraron de medicamentos. No podia ni siquiera darme cuen ta de lo que me estaban dando. Pasaba de un estado salvaje a otro, tratand simplemente de escapar a los medicamentos. Les suplicaba que no me me dicaran. Traté de escapar. Parecia que estaban intentando volverme loca Me sentia como si hubiera sido puesta en una camara de insensibiliza cién, encerrada bajo lave con nada que pudiera tocar, oler, ver o sentir. »Lo que me permitié salir de alli fae una mujer, una enfermera se sentona, grandota y gorda, con la forma de una casa. Venia a visitarme ostensiblemente para ver c6mo me encontraba, pero lo que hacia er permitirme visualizar playas, la Luna, la naturaleza. Me describia los cre pusculos con detalles realmente intimos. Yo absorbia profundamente esa descripciones y aunque eso no me liberaba de estar encerrada en esa ha bitacién claustrofobica, drogada, y a menudo atada, ella era capaz de sacar me de ese espacio y traer visiones a mi mente. Eso recreaba viejos senti mientos en mi. Mi corazén se sentia como si firera a estallar ante 1a vist de aquellos crepusculos imaginados, pero Ja mayor parte de aquellas vi siones creaban una caliia que me permitia derrotar a los medicamento: Aprendi cémo soportarlos, y entonces me imaginé que lo que aquellos doc tores deseaban era que yo me sometiera, de modo que fing! sumisiér Dejé de luchar y refiir y al cabo de un tiempo me dejaron ir. Mi arm secreta fueron las imagenes de los creptiscules y la calma que creaban e mi. Aferrandome a estas imagenes podia aferrarme a mi cordura.» 2Puede recordar su infancia lo bastante bien como para evocar el re cuerdo de sus objetos favoritos? Mas tarde, observanda a mis propios hi jos, viendo que habia ciertos objetos que ellos parecian manipular po razones que estan mucho mis alla de mi entendimiento, comencé a re cordar objetos similares de mi propia vida. Habia una piedra en particular, por ejemplo, de color muy oscur con unas pocas Iineas amarillentas que Ja atravesaban. La guardaba baj mi almohada y cuando estaba a solas la miraba durante rates asomibrosa monte largos. La acariciaba. Atin hoy, cuando escribo sobre ella, me inva de un aluvi6n de sentimientos. Me doy cuenta ahora de que tenia un telacién fisica con esa piedra; yo estaba literalmente enamorado de ell: Amaba su forma, su color, su textura. También me estimulaba, y me esti Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 231 mula ain ahora cuando la recuerdo. Me hacia pensar. Reconozco que esto no tiene ningin sentido. También habia una pequefia pelota de cuero, y una especie de tonto dibujo de un oso en Ja pared. No recuerdo de dénde salid, pero todavia puedo verlo con toda precisién en mi mente. Recuerdo que tenfa for- nas voluptuosas, una cabeza redondeada, un gran cuerpo ovalado. Habia algo profundamente acariciante en esta imagen, algo que me reconforta~ ba, me hacia sentir bien, ;Cémo podia pasar eso? De la metafisica a la fisica La gran mayoria de la gente esta de acuerdo en que la imagen, el color, la forma y el simbelo son concretos, fisicos y reales, capaces de afectar a quien los observa. Sélo entre las culturas tecnolégicas occidentales, una minoria en el mundo, esta nocién ha sido suprimida y ridiculizada. Pero ahora, como sucedié previamente con tantas areas de conocimiento que habian sido rechazadas, la ciencia occidental esti empezando lentamente a despegar. En Vieido cow ef ojo de ta iente, los Samuels presentan pruebas de que los neurofisidlagos son capaces de seguir ef recorrido de las imAgenes desde el cerebro hasta el interior de las células. «Se ha descubierto que las im4genes mentales poseen muchos de jos mismos componentes fisicos que las percepciones con los ojos abier- tos. [...] Nuestros cuerpos reaccionan ante las imagenes mentales de ma- nera similar a como reaccionan frente a las im4genes del mundo exter- no. El fisiélogo norteamericano Edmund Jakobson ha realizado estudios que demuestran que cuando una persona imagina que esté corriendo, tienen lugar pequefias pero medibles contracciones en los nrtisculos aso- ciados con el acto de correr. Los mismos recorridos neurolégicos son excitados al imaginarnos que corremos cuando de hecho estamos co- triendo. [...] Pero los anatomistas han advertido también ciertos reco- rridos entre la corteza cerebral, donde estan almacenadas las imagenes, y el sistema nervioso aut6nomo que controla los llamados misculos invo- luntarios. El sistema nervioso auténome controla la sudoracién, la ex- pansién y contraccién de los vasos sanguineos, la presién arterial, el son- rojarse y la piel de gallina, el ritmo e intensidad de las contracciones cardiacas, el ritmo respiratorio, la sequedad de la boca, la movilidad in- CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION nD oO no testinal y Ja tensién de Ios musculos lisos. También hay vinculos entre el sistema nervioso auténomo y la pituitaria y la corteza suprarrenal. La pi- tuitaria segrega hormonas que reguian el ritmo de secrecién de otras glindulas, especialmente Ja tiroides, las glandulas sexuales y las suprarre~ nales. Estas tiltimas segregan corticoides, que regulan los procesos meta- bélicos, y la epinefrina, que causa la reaccién Iemada “lucha o huye”. A través de estos circuttos, una imagen mantenida en la mente puede literalmente afectar a todas y cada una de fas célifas del crerpo, [La cursiva es mia}. »La enervacién de los mtsculos voluntarios e involuntarios esté tam- bién asociada con la expresion fisica de la emocién. Cuando una imagen © pensamiento tiene lugar en la mente, hay actividad neuronal en ambos hemisferios del cerebro. Algunas fibras nerviosas Ilegan del hemisferio ce- rebral al hipotalamo, que tiene conexiones con el sistema nervioso autd- nomo y la glandula pituitaria, Cuando una persona mantiene una imagen fuertemente atemorizante en el ojo de la mente, el cuerpo responde, a través del sistema nervioso auténomo, con una sensacion de “mariposas en el estGmago”, un pulso mis ripido, presién sanguinea elevada, suda- cion, piel de gallina y sequedad de Ja boca. De forma parecida, cuando una persona mantiene en la mente una imagen fuertemente relajante, el cuerpo responde con un ritmo cardiaco mas bajo, un descenso de la pre- sién sanguinea, y, obviamente, todos los mvisculos tienden a relajarse.» De modo que Ja imagen que usted retiene en su mente puede afectar asu cuerpo fisico real y a su estado emocional. Los Samuels describen investigaciones realizadas con personas que prac- tican yoga y que pueden controlar voluntariamente nimchos de sus proce- sos corporales aurénomos (involuntarios), desde el ritmo respiratorio has- ta la temperatura del cuerpo o los latidos cardiacos. No es inusual que un yogui entrenado sea capaz de modificar voluntariamente su ritmo cardia~ co desde ochenta pulsaciones por minuto hasta casi trescientas. La investiga- cién mostré que «as técnicas mediante las cuales eran capaces de contro- lar estos proceses corporales se apoyaban en visualizaciones muy detalladas». Los Samuels escribieron casi ciento cincuenta piginas de ejemplos que prueban el uso fisico de las imagenes, y que van desde los atletas que utilizan Ja visualizacién para aumentar su rendimiento, hasta el dramati- co incremento del uso médico de Ja visualizacién por parte de algunos médicos para ayudar a las victimas de cancer a controlar su propia enfer- medad, y por algunos psicélogos para hacer menos dificiles las agonias de situaciones estresantes incontrolables. LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 234 El articulo clasico sobre los efectos del repaso o repeticién mental es el del psicélogo australiano Alan Richardson, quien informa sobre los cambias en el rendimiento entre tres grupos de jugadores de balonces- to. Entre las sesiones de prueba, el primer grupo practicé fisicamente haciendo tiros libres a la canasta, el segundo grupo practicé mentalmen- te y el tercer grupo no hizo ninguna practica, Los resultados mostraron que, entre la prueba inicial y Ja prueba final, los primeros dos grupos mejoraron su rendimiento practicamente en ¢] mismo porcentaje. El tercer grupo no lo mejoré. «Estudios similares arrojando dardos y reali- zando actividades atléticas muestran el mismo tipo de resultados, dicen los Samuels. La imagen en la mente envia al sistema nervioso auténomo una se- rie de impulsos de repeticién. Cuando el hecho real Iega, ya ha sido practicado. La imagen, al estinvular el sistema nervioso auténomo, es en si misma una practica. Descripciones similares aparecen en un articulo del doctor Richard Suinn publicado en Psychology Today en julio de 1976, Suinn colaboré en el entrenamiento de unos esquiadores que debian competir en los Juegos Olimpicos. «Les di instrucciones de que practicatan sus habilidades atléticas uti- lizando imagineria mental. La técnica habia sido utilizada anteriormen- te. Jean-Claude Killy, tres veces ganador de la medalla de oro, ha relatado que su anica preparacién para una carrera habia sido hacer mentalmen- te el recorrido. Estaba recuperandose de una lesién en esa época y no podia practicar en las pistas. Killy dijo que la carrera resulté ser una de Jas mejores en que hubiera participado. [...] Sin excepcién, los atletas sien- ten que sus misculos estan en accién cuando repasan mentalmente su deporte. |...] La imagineria de la conducta visomotora, evocada muchas veces, aparentemente es algo mas que pura imaginaci6n. Es una copia muy bien controlada de Ja experiencia, una suerte de pensamiento con el cucrpa similar a las poderosas ilusiones creadas por la noche en ciertos suenos.» Suinn describe algunos casos en los que ciertos atletas que practican deportes que van desde Ja natacién y el esqui hasta el tiro al blanco con pistola utilizan la imagineria mental pata repasar la competicién real. Esto ha demostrado ser en muchas ocasiones un mejor entrenamiento que las practicas que suelen realizarse en condiciones ne competitivas. Con la imagineria, las condiciones competitivas son simuladas de una manera 234 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION més cercana en el sistema nervioso. Asi que Ja imagineria es una forma de repaso mas valiosa que la practica fisica real. «Durante un reciente experimento, registré las respuestas electro- muusculares de un esquiador alpine mientras reunia momento por mo- mento las imagenes mentales de una carrera. [...] Aparecieron trazados electromiogrifices de contraccién muscular mientras el esquiador evoca- ba un salto. Otros esfirerzos musculares repetian el esftierzo realizado du- rante las secciones mas duras de la carrera, y en cambio las agujas se aquietaron durante las partes faciles. [...] Su EMG (electromiograma) casi reflejaba la carrera misma. Hubo incluso un estallido final de actividad muscular cuando hubo traspasado mentalmente Ia linea de Ilegada, lo que me pareci6 misterioso hasta que recordé cudn dificil es frenar en una pista de esqui después de haberse lanzado cuesta abajo a mas de se- senta kilémetros por hora.» La imagen retenida en Ja mente produjo respuestas fisiolégicas medi- bles. El sistema nervioso involuntario es activado por la imagen. La ima~ gen es en si misma wn entrenamiento. La psicologia moderna est4 obteniende muchos resultados de esas técnicas, pero una persona sensible puede evocar automatcamente inia~ genes para repasar un acontecimiento sin ninguna insteuccién del tera- peuta. Podria llamarse a este epensarse» un suceso de antemano, ya sea un discurso o una entrevista dificil. Todos los abogados que he conocido lo hacen antes de concurrir a un juicio. La mayor parte de los hombres de negocios también lo hacen. Dedicando um tiempo al planeamiento de los acontecimientos, usted se hace cargo de ellos, preprogramando su cuerpo y su mente. Quiza sea atin mas interesante la creciente utilizacién de Ja visualiza- cién mental en la medicina moderna, técnica muy similar a aquellas usa- das por los curadores «primitives» y los actuales curanderos. La idea es hacerse cargo de que, come los yoguis, los pacientes pueden controlar su propia quimica interna, las fanciones de los drganos, el flujo de la sangre y otras reacciones por medio de imagenes retenidas en la mente. Entre quienes practican la visualizacion con fines médicos se encuen- tra un eminente neurdlogo europes, J. H. Schultz, quien uciliza una téc- nica denominada «terapia autogénican gracias a Ja cual sus pacientes reali- zan un viaje imaginario por sus propios cuerpos durante el cual descubren visualmente sus 6rganos y células, retratandose finalmente de modo que aparezcan saludables y en buen fincionamiento. LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 235 Al respecto cuentan los Samuels: «La terapia autogénica es ampliamen- te utilizada en Europa y ha sido extensamente investigada, [...] Un trabajo en siete volamenes recopila 2.400 estudios. Los investigadores, al examinar los efectos de los ejercicios autogénicos corrientes, han demostrado un in- cremento (0 una dismiinucion) de las temperaturas de la piel, cambios en el azticar sanguineo, modificaciones en la cantidad de giébulos blancos de Ja sangre, en la presion sanguinea, en Ios ritmos respiratorio y cardiaco, en Ja secrecién titoidea y en Jas formas de las ondas electrocerebrales. [...] El entrenamiento autogénico ha sido utilizado conjuntamente con medica- mientos corrientes y procedimientos quirirgicos para tratar en Europa una amplia gama de enfermedades, entre las que se incluyen tlceras, gastri- tis, ataques de vesicula, colon irritable, hemorroides, estrefiimiento, obesi- dad, ataques cardiacos, angina de pecho, hipertensién arterial, jaquecas, asma, diabetes, disfuncién tiroidea, artritis y dolor lumbar.» El doctor Carl Simonton, director de Terapia del Cancer en el Glad- man Memorial Hospital de Oakland, California, y su mujer, Stephanie Simonton, han merecido In admirada atencién de muchos por sus asom- brosos resultados al inducir Jas qué han sido [lamadas «remisiones espon- téneas» de tamores malignos utilizando técnicas de meditacién y de adaptacién de Ja actitud basdridose en la visualizacién. Se instruye al paciente para que fotografie mentalmente su c4ncer y se imagine a los mecanismos inmunolégicos fiincionanda como se su- pone que deberian hacerlo, recogiendo las células muertas o que se estin muriendo. «Se les pide a Jos pacientes que visualicen ese ejército de glébulos blancos que llegan, se lanzan sobre el cincer y se van Ilevando a las eé- lulas malignas. [...] Entonces los glébulos blancs destruyen a las células malignas, que son arrojadas fuera del cuerpo. [...] Los tumores pueden ser imaginados bajo Ja forma de animales, serpientes, ejércitos, campos de fuerza, cualquier cosa que parezca tener significado para un paciente en particular.» Los Simonton también utilizan fotos de células, fotos de tumores, radiografias del propio cAncer de la persona, para favorecer el proceso de crear imagenes; al mismo tiempo, piden a los pacientes que se visualicen a si mismos totalmente curados. Algunas criticas del incontrastable éxito estadistico de Jos Simonton suclen aducir que no son las visualizaciones mismas las que producen los tesultados, sino mis bien Ja creencia en ellos, el efecto placebo. Pero, des- de luego, ésta es una critica absurda, porque la creencia en Ja curacién 236 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 236 s6lo puede darse bajo Ja forma de una visualizaci6n del cuerpo sano. En cualquier caso, es la imagen la que realiza la curacion. El libro de los Sammels es una obra asombrosa y fascinante. En su tra- bajo mencionan casi todas las disciplinas religiosas, todos los sistemas de curacién en la historia del mundo acerca de los cuales existe alguna evi- dencia. Citan a los sufis, budistas, gndésticos, rosacruces ¢ indios, asi como los textos cristianos y hebreos. Citan docenas de psicoterapias y otros tantos sistemas médicos; a los artistas cuando hablan de la inspiracién y a jos cientifices cuando tienen «relampagos de stbita y profunda com- prensidn» (Einstein decfa que la teorta de la relatividad eclosioné en su Mente en el momento en que estaba imaginandose a si mismo mientras era transportado por un rayo de luz), pero hay dos notables ausencias en su trabajo, pues no discuten el papel de la emulacion de Ja imagen y ni una sola vez mencionan la televisién. Emulacién de la imagen: eSomos todos grabaciones de video? Hace algGn tiempo, cuando mis hijos tenian seis y siete afios, me pidieron ver la pelicula Ef colosp en Hlainas. Los llevé a verla junto con una amiguita de seis afios, Veva. Cuando volvimos a casa les escuché jugar en Ja habita- cién contigua y wanscribf Jo gue estaban diciendo, He aqui un fragmento: Yar: (A gritos) gQué estas haciendo alli? ;Te estas sosteniendo de la punta del edificio? Kat: (Taubién gritando) Si, pero mi soga y mi pistola se cayeron. 3Cémo Io estas haciendo? Yaru: Estoy en medio de un montén de firego aqui. Llama al Escua- drén 38. Veva; Tienes que bajar porque todo el primer piso est4 ardiendo. Yaru: No sé cémo voy a poder bajar; las escaleras estin bloqueadas y Jos ascensores estén ardiendo. VEVA: (Interrinupieudo ef fuego) Digamos que nuestros walkie-talkies se quedaron sin bateria y no podemos hablar. Yart: (Coutinuando la tutermnpeén) Digamos que estallaron los cables (hace entonces un ruido ditigido a Kai, quien esti echado sobre une silla, que se supone que es el edificio). Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 237 VEVA: (Alin interrumpiende) Digamos que el fuego salié. (Entonces, re- toraande al juego) Escuadrén 51, tengo que hablarles. Ya hay como trece hombres, cinco mujeres y dos nifios muertos. Yar: No soy ef Escuadrén 51, soy el Escuadrén 38 y estoy aqui abajo poniendo una multa de cinco délares por mal aparcamiento. Los juegos de los nifios estin fundados en gran medida en sus expe- riencias. Por ejemplo, si viven en el campo, sus juegos incluyen anima- les. Si van al cine, sus juegos reflejarin lo que vieron.Y si ven television, eso se refleja en sus juegos. En todos Jos casos, los caracteres y criaturas alos que imitan se basan en la imagen de si mismos que retienen en sus mentes. He estado observando a mis nifios después de que vieran Star Tiek (Perdidos eii ef espacio) en television. Yari, el mayor, hacia de capitan Kirk: eficiente, viril, decidido, al mando, intrépido, militar, Kai, el mas pequefio, era el segundo en autoridad. Encarnaba a Spock, imitando su conducta:si- nuoso, nada sonriente, sin sentimientos, cientifico, indiferente, cerebral. Los juegos duraron horas. A menudo repetian la misma historia va- rias veces, como si estuvieran repasandola o intentande memorizacla. Esto, desde luego, era exactamente lo que estaban haciendo: repasindola para metérsela bien en la cabeza. Otro dia adverti que Yari estaba dando enormes salts alrededor del jardin y haciendo un ruidito con su lengua contra el paladar. Me di cuenta de que frecuentemente repetia este rui- do mientras realizaba alguna actividad y que era una imitacién del sonido electrénico que acompafia todas Jas acciones biénicas del hombre nu- clear (El hoirbre de los seis millones de délares). Esa misma semana observé el programa junto con las chicos. Durante tna secuencia, el hombre bidnico est4 corriendo a veloci- dad biénica a través del campo, con e] acompafiamiento de esos ruiditos. Los movimientos eran mostrados a camara Ienta, lo cual los hacia espe- cialmente vividos. Les pregunté a mis chicos: Jerry: :Cuando estiis corriendo, imaginiis a veces que sois el hom- bre biénico y tratais de correr como él? Yari: Yo lo hago siempre. JERRY: ;Y qué pasa contigo, Kai? Kart: Yo también lo hago. ;Esta mal? CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION 238 iCémo contestar a esto? ;Esti mal? ¢Puede estar mal que los nifios hagan una cosa tan natural -emular, imitar—, que fue el modo en que los chicos aprendieron, durante millones de afios, camo era el mundo? Cier- tamente, no puede estar mal, Pero en este caso, estaban imitando a una persona mecdnica. Yo no podia decirles que eso estaba mal porque no queria que pusieran en ditda su propio proceso de aprendizaje,aun cuan- do el nifio, cuanto mas practicaba y mantenia sus imagenes bidnicas, mas las imitaba. Lentamente asumian ese papel en la vida real, el hombre bid- nico se iba haciendo lentamente real en Ja persona de... jris hijos! Les dije que no, que no me parecia mal, y cambié de tema. En el capitulo tv he descrito como la emulacién es un método utili- zado por los seres humanos para entender e integrar la naturaleza dentro de si mismos. Paya tener una idea de la naturalidad del proceso, simplemente pien- se en cudntos aspectos se parece usted a sus padres o sus hijos a usted. Yo creo que un padre puede tener menos que hacer con las caracte- risticas que un nifio recoge de él, que e! propio nifio, debido a los sim- ples procesos evolutivos de emulacién que se perpettian constantemen- te, Intentamos formar a los nifios en algdim Area, sdlo para descubrir que ellos han recogido partes de nosotros mismos que nosotras no habiamos advertido. Mi hijo Kai ha comenzado a caminar con los pies ligeramente gira- dos hacia fuera, como Jos patos, tal como lo hago yo, y también como lo hace mi padre. Recuerdo el momento, cuando nifio, en que sleg’ imitar la manera de caminar de mi padre, Hlevado por el simple deseo de aptoximarme mis a él, de saber cOmo era él por dentro. Ahon, treinta y cinco afios mds tarde, camino exactamente como él lo hacia a esta edad, aun cuando no es una manera muy c6moda de caminar. E) equilibrio de uno no es ideal, la espontaneidad fisica es limitada y las posibilidades de movimiento estrechas, La manera de caminar amplifica una cierta condicién emocional estatica que tenia mi padre y contra Ja cual lucha- ba y que, habiéndola encontrado también en mi mismo, no me gusta mucho, Retrospectivamente, puedo ver que esta manera de caminar es ilus- trativa de un instinto de «esconder» mas que de «actuarm, y quiza sus rai- ces haya que buscarlas en su nifiez en el gneto de Varsovia. ;Quién sabe? Ahora importa poco. Asi y toda, su manera de caminar ha pasado por tres gencraciones y esta empezando a reaparecer en Kai. LOS EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO. 239 La cuestién es que Ia imitacién de generacidn en generaci6n es au- tomatica. La herramienta utilizada es la imagen de Ja persona a ser imita- da. Cuando camino, imagino la manera de caminar de mi padre. Esto me permite repetirlo. Sin la imagen no podria. Después de muchos afios, por supuesto, la imagen ha quedado sumergida, si bien la manera de caminar permanece. Tenemos tendencia a hablar de emulacidn de imagen como si fuera algo aplicable solamente a los nifios, como si a cierta edad prefijada uno dejara de aprender de esta forma. Esto es absurdo. Asi como hay maneras en las cuales mis hijos me imitan, hay tam- bién formas en las que yo los imito a ellos. Kai, por ejemplo, tiene una manera de hablar y moverse suave y eficiente, y a veces me sorprendo a mf mismo copidpdolo. Yari tiene una energia y un entusiasmo —un brillo~ que he aprendido a exigirme a mi mismo. Me ensefia como, meramente siendo de ese modo. Yo lo copio como ios indios copian a una pantera y los budistas zen copian al rio. Lentamente me voy vol- viendo mas parecide a mis hijos, asi como ellos se hacen cada dia mas parecidos a mi. Lo misme puede decirse de maridos y esposas. Suele ser un tema de Jas tiras c6micas de los periédicos el que maridos y esposas (e incluso los animales domésticos) comienzan a parecerse unos a otros después de es- tar varios afios juntos. He visto numerosos casos de esto, y creo que mi mujer y yo somos un ejemplo. Después de vivir con alguien durante dé- cadas, uno reproduce sus maneras, expresiones faciales, incluso Jas lineas del rostro y las actitudes corporales. No hay manera de evitarlo, Es auto- miatico. Los humanos somos emuladores irremediables. No podemos de- tenernos ni aunque queramos. Miramos alrededor nuestro y todo lo que esté alli dia tras dia se vuelve el entorno para nuestra ingestién, ya sea del hombre biénico o de la propia familia. Lo absorbemos, lo metemos en nosotros mismos, nos convertimes en eso. Nos volvemos espejos del otro o budas o mandalas. Lentamente nos convertimos en lo que vemos. Es una de las formas basicas de aprender a ser. El proceso prosigue durante toda nuestra vida, San Francisco, a diferencia de Nueva York, obtiene su influencia cul- tural primaria no tanto de Europa como de Asia. Un ejemplo de esto se da en muchos parques de la ciudad desde las seis a las ocho de [a majia~ na, todos los dias. Cada dia recorro alguno de esos parques a eso de fas siete y media de la mafiana. La escena es ésta: alrededor de cuarenta per~ 240 CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION sonas, la mitad de ellos occidentales y la mitad chinos, estan de cara a un anciano chino que esta practicando tai chi. He observado Ia forma en que ensefia a sus alummos. Niaea habla (no sabe inglés). Simplemente se sitta frente a su clase y se mueve. Ellos copian sus movimientos. Si hay algo particularmente dificil, lo repite va- tias veces. No hay discusion tcérica; cl movimiento mismo es la teoria. Una vez que usted ha absorbido el movimiento, el significado del movi- mento invade su conciencia. Asi que el método-de ensefianza es ciento por ciento imitacién. Después de terminar la clase, los estudiantes prac- tican con la imagen del maestro en sus mentes. Imitacién de los medios Quiz se ha descubierto a si mismo besando a otra persona de la misma manera en que vio anteriormente besar en el cine o en Ia televisién. Mis hijos tienen una frase para describir esto: lo Haman cun beso de television». Es una suerte para ellos haber observado que hay besos de television y de otras clases, porque eso los ayudaré a protegerse de absorberlo. La mayor parte de nosotros no hacemos esta distincién cuando nos sentamos en los cines o en los teatros, como los nifios. Como no hemos visto mucho acerca de besas reales, el beso de los medios se convierte en nuestra imagen del besar. Nos encontramos reproduciendo este modelo de beso mis tarde en Ja vida. Yo tenia catorce afios cuando traté de besar a una chica por primera vez. Yo imitaba ¢] tipo de beso de Humphrey Bogart, pero no lo sentia. Sélo mas tarde me di cuenta de que quizd Bogart tampoco Jo sentia; es- taba besando meramente del modo que el director le habia dicho que debia hacerlo. De modo que yo estaba imitando un beso que nunca ha- bia sido real, preocupado porque pensaba que algo andaba mal en mi ya que no sentia lo que consideraba sentimientos apropiados y fracasando en cuanto a obtener una respuesta también apropiada, La periodista Jane Margold conducia una noche rumbo a su casa en Berkeley con su hermano Harlan. Sibitamente un hombre se abalan- 26 hacia la calle arrastrandose justo delante de ellos, Frenaron en seco y entonces, medio atontados, se quedaron durante un momento sentados. Finalmente bajaron del coche y con cierta cautela se acercaron al hom- bre, y vieron que habia sido apuiialado varias veces en el térax, estaba Los EFECTOS DE LA TELEVISION SOBRE EL SER HUMANO 241 sangrando profusamente y corria peligro de morirse alli mismo. En cuanto al atacante, ni rastro. Cuando me describia este hecho, Jane contaba que instantineamen- te se vie convertida en nna versién de si misma segtin los medios. Nun- case habia enftentado a ninguna situacién como ésa anteriormente y no tenia ningiin sentimiento directo al respecto. En cambio, en su mente habia imagenes de hechos similares que ella habfa visto en televisién o en el cine. Las imagenes de los medios se impusieron a sus propias res- puestas, hasta el punto de distanciarla del hecho mismo. Estaba viendo el suceso, pero entre ella y eso, flotando en su mente, habia la imagen de una realidad implantada que no queria salirse de en medio. Se le ocu~ rrian pensamientos como: «Esto es real; hay un hombre herido que yace aqui frente a mi, sangrando mortalmente, aunque yo no sienta nada. Pa~ rece una pelicula». En realidad, fie esa cualidad cinematografica la que finalmente la hizo reaccionar. Sin ninguna emoci6n, llevé a cabo actos mecdnicos. Ella y su hermano tranquilizaron al hombre, se pusieron a dirigir el transite, envia- ron a alguna gente para que fuera a buscar a la policia y una ambulancia. Se volvié extremadamente eficiente, pero durante todo ese tiempo tenia la sensacion de estar actuando segin un guién. En Myth America, Carol Wald y Judith Papachristou narran una his- toria de las imagenes de mujeres desde 1865 hasta 1945, tal como fueron presentadas en los medios impresos. Alegan que las imagenes, creadas exclusivamente por hombres, formaron los mitos operativos visuales acer- ca de las mujeres en Norteamérica y que a medida que las imagenes se difundieron y entraron en Ja mente de la gente se convirtieron en espe- jos de Ja realidad. Los hombres deseaban que sus mujeres fueran de esa manera, y las mujeres, viendo solamente aquellas imigenes, intentaban y a la larga se tansformaban en algo parecido a esas imagenes. Era una es- pecie de alquimia en Ia cual la imagen finalmente producia la realidad. «En la medida en que esos retratos parecian reales, la gente se incli- naba a aceptar lo que el artista (varén) veia de buena fe [...] A través de una disposicion tal de las cosas, el mito se hizo evidente [...] Los mitos prevalecen. Aqui, todos los papeles esperados de las mujeres son ilus~ trados, desde el encuentro roméantico hasta el sonrojado nevio y Ja luna de miel, desde las pesadas tareas del hogar hasta la esposa fastidiosa y abu- rrida [...] Todas son expresiones de sentimientos (masculinos) que se ha~ cen visibles a través del arte.» CUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISION bo = S Los autores pusieron gran cuidado en puntualizar que les imagenes de mujeres tenian poco que ver con la realidad de Ja vida de las mujeres, que estaba llena de sinsabores, y con la necesidad de resolver problemas frente a enormes dificultades, muchas veces por si solas. Sin embargo, puesto que las imagenes estaban por todas partes, comenzaron a dominar la realidad, haciendo que las mujeres desearan ser como las imagenes que los hombres tenian de las mujeres, alentando a los hombres a percibir a Jas mujeres en aquellos términos y ayudando a instituir un esquema de poder entre los sexos que hoy empieza a ser desafiado. Las im4genes se convirtieron en el espejo contra el cual la sociedad entera comparaba Ja conducta de las mujeres, y a causa de su poder lo- gtaron Volverse una realidad personal y también politica y econémica. Asi y todo, aquellas eran imagenes impresas, que ni de lejos son tan po- derosas como las im4genes en movimiento que a partir de entonces lo- grarian una presencia afin mayor en la mente de tados. El movimiento femenino de hoy en dia, al igual que todos los otros movimientos interesados en recuperar una definicién de si~negros, orien- tales, indios, obreros, hornosexuales y otros~, ha descubierto que su lucha debe ser orientada no solamente contra los creadores de Jas imagenes Ja gente y los medios a los que sirve esa gente—, sino también contra las mis- thas imagenes mentailes que las mujeres albergan en sus propias mentes; estereotipos, a los que ellas emulan con su propia conducta.A causa de esto, muchos movimientos politicos han adoptado ciertos aspectos de los movimientos de terapia personal. E] objetivo es desembarazarse de lo que ha sido Hamado a menudo «las cintas grabadas». Esta frase, escuchada igual- mente en boca de politicos y de gente involuctada en muchos sistemas te~ rapéuticos —desde la «psiquiatria revolucionaria» hasta el movimiento est-, es utilizada muy Jiteralmente. La cinta grabada es Ja imagen, el retrato que uno lleva en la mente y que esta continuamente repitiéndose, inconscien- temente, a pesar de ser inutil, autadestructivo o idiota. Cuando Jas mujeres llevan dentro de sus cabezas Ja imagen de Ia idea- lizada y subordinada ama-de-casa~madre-secretaria, tienden automatica— mente a imitar esa imagen. Esto contintia hasta el momento en que di- cen: «Eh, un momento, yo no he creado a esta persona en mi cabezal 2Quién lo ha hecho?», Cuando la comunidad afroamericana inventé el lema Black is beariti- Jul (Lo negro es hermoso»), la cuestiéa era una imagen previa instalada por igual en las mentes de blancos y negros, en el sentido de que lo ne-

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