Está en la página 1de 2

Mira con que tranquilidad y delicadeza troza la carne.

El gran cuchillo refleja su sonrisa al mismo tiempo que la ampla y muestra el filo de sus caninos demostrando su aficin exclusiva por la carne. A pesar de tener el cuerpo rollizo sus ojos eran enjutos y parecan estar resecos igual que los nervios que cortaba firmemente. Un canal de sangre discurra por debajo de la carne llegando ste a chocar y ser absorbido por la fina tela que compona el ropaje de la hacendosa cocinera. Todo ese ceremonioso ritual siempre me haba deleitado, ver cuajar la sangre, escuchar el crujir de la carne, y observar que los pliegues sean cortados finamente. Al ver que la cocinera fue a lavarse las manchas fui a prisa por un trozo de la cena que aun no estaba completamente cocinada, lo que me entusiasmaba aun ms en comerla. En cierta ocasin mi padre, mis tos y yo fuimos en pesca hacia un pequeo ro, provistos de una extensa red de pescar cubrimos el ancho de la corriente del ro con la red, luego la sujetamos firmemente de un extremo a otro y aguardamos a que los peces encallaran y se envolvieran aun ms con la red a causa de su desesperacin y afn de huir. Al cabo de una hora de esta labor juntamos los extremos y la dirigimos hacia la ribera para develar que era lo que el rio nos haba trado, dentro de la variedad de peces encontramos tres tortugas

Cuntame en detalle, no cesabas de repetirme luego que t misma habas presenciado todo, negaste que fuera morbo saber mi punto de vista de lo sucedido y que por lo contrario que t no recordabas nada de lo acontecido.

Su corazn era un minibar que atraa a bebedores como yo algunos alcohlicos, otros ocasionales, otros ya alcohlicos y otros que venan ya bastante ebrios. No dudaban en posar su cuerpo semi-inerte avidos slo de glida brisa.

También podría gustarte