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Constitución de la subjetividad.

Diferencias (similitudes) entre Sigmund


Freud, Melanie Klein y Enrique Pichon-
Rivière.
Iliana Sventizitzky.

Pichon-Rivière habla de un individuo en permanente interacción con la


sociedad. Nosotros vamos a estudiar cómo se construye el mundo interno,
interno la
interioridad de este sujeto, para después ver cuáles son las diferencias, o no,
respecto del otro mundo, el mundo externo.

Vamos a trabajar a partir de los aportes de autores como S. Freud y Melanie


Klein, para ver las semejanzas y diferencias que tiene Pichon con ellos y ver
cuáles son los mecanismos que para Pichon estructuran este mundo interno.

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¿Cuál es el concepto de sujeto para Freud? Freud habla del sujeto de las
pulsiones Dice que la pulsión motoriza y permite que el sujeto tenga
pulsiones.
determinadas acciones que lo muevan hacia el encuentro de un objeto. Dice
Freud que es un concepto intermedio entre lo somático y lo psíquico. Buscar
alimentos sería una fuerza o una necesidad de tipo biológica. Pero si yo
hablo de la necesidad de afecto de un individuo, esa sería una necesidad del
orden de lo psíquico.

Por lo tanto, estamos hablando de pulsiones, que están en el medio de lo


biológico y lo psíquico. Estar en el medio, también implica afecto (y el afecto
también supone el alimento). Pero están en el medio. No son ni totalmente
biológicas, ni totalmente psíquicos. Es un concepto intermedio.

Dice Freud que hay un sujeto que debido a esta fuerza, a este motor, a esta
pulsión, necesita encontrar un objeto para descargar. Este es el primer par
que se plantea. Un sujeto.
sujeto Una pulsión.
pulsión Un objeto (en el cual se va a producir
la descarga).

¿Cuál es este objeto que le permite a este sujeto su satisfacción, o sea,


descargar de alguna manera y quedar satisfecho? Puede ser un objeto en
concreto. Puede ser un sujeto. Porque el objeto no significa que siempre sea
una cosa, sino que puede ser un sujeto. Puede ser algo material, como algo
del orden no material, como el afecto, o una caricia. Eso también se
constituye en un objeto.

De hecho, todo el desarrollo de la libido es depositación o búsqueda de un


objeto para depositar la libido. En estas fases de la libido el sujeto hace la
depositación en distintas partes del cuerpo. La boca (etapa oral), el ano
(etapa anal), la mamá o el papá (etapa fálica). El objeto satisface, permite la
descarga

Los objetos son variados, son diversos y son contingentes. Da lo mismo


uno que otro. Va variando.

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Lo que debe quedar claro es que aquí no hay una dialéctica. Para Freud,
Freud lo
importante es el sujeto,
sujeto este sujeto de la pulsión. Este sujeto es el
protagonista. El objeto es contingente (va a servir para satisfacer a este
sujeto). Este objeto no va a modificar a este sujeto (no va a haber un ida y
vuelta). El sujeto va hacia el objeto, satisface su necesidad, descarga, y este
objeto (para este sujeto) no va a ser significativo.

En cambio, para Pichon,


Pichon hay una dialéctica sujeto-
sujeto-objeto,
objeto donde el sujeto
modifica al objeto y el objeto modifica al sujeto.

Si el sujeto va en busca del objeto solamente para satisfacer, y no hay un


ida y vuelta, la dialéctica que plantea Freud es intrasubjetiva. Lo que importa
al interior del sujeto es lo que sucede con sus pulsiones y con la introyección
de esos objetos que encontró en el afuera. Freud dice: lo que me importa de
los objetos (por eso es una dialéctica intrasubjetiva) son las representaciones
mentales que yo tengo de ellos (no el objeto en sí). A mí el objeto en sí no
me interesa. Una dialéctica intrasubjetiva, al interior nuestro. Toda esa
revolución, todo ese interjuego de pulsiones y de objetos y de sujetos, al
interior nuestro.

En cambio, Pichon habla de una dialéctica intersubjetiva. Hay un sujeto que


va en busca de un objeto. Y hay un objeto que también modifica a ese sujeto.

Casi al final de su vida, en 1920, Freud postula que el individuo nace con
dos impulsos, o pulsiones. La pulsión de vida (eros). La pulsión de muerte
(tanatos). Son básicas, elementales y nos van a acompañar toda la vida. Son
inherentes al ser humano, independientemente del ambiente donde nos
movemos y del contexto social. Según los avatares de la experiencia, va a
predominar una, o la otra. Pero esto es relativo.

Para Freud lo que hay es una dialéctica intrasubjetiva. Hay dialéctica en


Freud, en el sentido que hay pulso de vida y pulso de muerte. No le podemos
negar la dialéctica. Porque la tiene. Pero es al interior del sujeto. No es tan
importante el contexto. Al Psicoanálisis no le interesan los objetos en sí, sino

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las representaciones. Cuando uno se analiza, uno va y habla (del esposo, del
primo, lo que sea). Y el analista le dice :

-¿Y usted que piensa....?-.

Al analista le importa nada más que lo que uno se representa de esa


persona. Nada más. Mi madre no es mi madre, sino la representación
histórica, mental, que yo tengo de ella. Y si hablamos de una familia donde
haya, por ejemplo, tres hijos, cada uno de esos tres hijos va a tener una
madre "distinta". Cada uno va a tener una representación mental diferente de
una persona, algo que aparentemente es objetivo.

Pichon toma muchos elementos teóricos de la escuela inglesa y


fundamentalmente de Melanie Klein. Le interesaba para aplicarlas a la clínica.
Pichon era psiquiatra y trabajaba en el tema de la psicosis. Freud, en cambio,
no trabajaba el tema de la psicosis porque decía que con el psicótico no se
podía establecer transferencia. Transferencia es esa relación que se da entre
el paciente y el analista donde hay un pasaje de afectos y contenidos. Freud
decía que con los neuróticos se podía trabajar. El neurótico es alguien que
tiene un lenguaje y un pensamiento determinado. Freud podía trabajar con la
neurosis. Pero con la psicosis, no. Freud decía que no podía establecer un
tipo de relación, de transferencia, apta para el trabajo analítico. Por ese
motivo Freud se dedicó a las neurosis. Y no es que Freud no hable de
psicosis. Lo que él decía es que no se podía trabajar analíticamente porque el
discurso del psicótico es un discurso fragmentado y era muy difícil que se
estableciera la transferencia y el analista pudiera hacer su aporte.

Pichon, que era médico y estaba por lo tanto en contacto directo con la
muerte, se había propuesto salvar a la gente de la locura, que es una manera
de salvarla de la muerte. La locura es una forma de la muerte. Pichon tomó
contacto con los pacientes. Cuando digo psicóticos, me refiero a
esquizofrénicos, oligofrénicos, aquellos pacientes, desde todos los lugares,
tratables.

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Pichon recurre a la escuela inglesa. Fundamentalmente, a Melanie Klein.
Klein
Uno de los motivos fue que Melanie Klein trabajaba con chicos. Melanie Klein
no era psicóloga, ni era psiquiatra. Se dedicaba al cuidado y enseñaba
materias artísticas a los niños. Había estudiado Psicoanálisis. Quiso estudiar
con Freud y Freud la derivó a otro analista. Este analista le dijo, después de
un tiempo de trabajar con ella, que podía dedicarse al análisis de niños.

Klein, que era una estudiosa, encontró en los últimos postulados de Freud
(el pulso de vida y el pulso de muerte) cuestiones teóricas bien interesantes
para el tratamiento con niños. Freud hablaba aquí que estos dos impulsos
producen, al interior del individuo, determinadas ansiedades, ciertos
sentimientos, que ella encontraba que eran similares a los que presentaban
los niños.

Klein consideraba que el niño recién nacido ya tenía un Yo. Esto también le
interesó a Pichon. Si el niño tiene un Yo y se lo puede analizar desde algún
lugar, dice Pichon, por qué no se va a poder analizar al individuo que tiene
una psicosis, si en definitiva él se daba cuenta en la clínica que estos
pacientes, cuando hablaba con ellos, lo único que hacían era remontarse a su
más temprana infancia. Pichon decía: hablando con ellos, me doy cuenta que
regresan a un primitivísimo mundo objetal, a un mundo de las primeras
relaciones objetales, a los primeros meses de vida.

Esto es interesante. ¿Quién le podía aportar a Pichon materiales acerca de


los primeros meses de vida? Melanie Klein. Cuando Pichon puede hacer esta
asociación entre estos enfermos, que por más que fueran adultos hablaban
cuestiones que tenían que ver con esos meses más tempranos, ahí Pichon
encuentra que Melanie Klein le puede dar la apoyatura que necesitaba.

Melanie Klein decía que le interesaba lo que tenía que ver con el pulso de
vida y el pulso de muerte, para entender la conducta del bebé. Hay un
individuo que nace con un Yo, que ya está escindido. La escisión es uno de
los mecanismos de defensa. Quiere decir: división. Que el individuo nazca
con un pulso de vida y con un pulso de muerte ya significa que se ha
planteado una división del psiquismo.

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Dice Klein: el bebé nace y ya hay un Yo. Freud decía que el Yo se iba
desarrollando con el tiempo. Klein dice que el Yo existe al nacer (a diferencia
de Freud que habla de un Ello, fundamentalmente). Klein dice: hay un Yo.
Pero es un Yo desorganizado, un Yo primitivo, un Yo totalmente débil. Como
una madeja de confusiones, no hay un orden en ese Yo del recién nacido.

Se pregunta: ¿cuál es la forma que tiene ese Yo, tan indefenso, ese Yo tan
rudimentario, para organizarse? Justamente, dividir.
dividir Lo bueno. Y lo malo. Se
divide su Yo, se escinde al nacer, entre los pulsos de vida y los pulsos de
muerte.

Esto es importante que quede claro. Se piensa que el bebé, en el exterior,


cuando va a tomar el pecho, ve que hay un mundo de cosas buenas y cosas
malas. La cuestión no es tan así. Al nacer, a su interior, ya está dividido en
bueno y malo. Hay una división al interior del sujeto y hay una división
también hacia el afuera.

¿Por qué hacia el afuera? Porque este bebé también es un bebé de


necesidades. Y las primeras necesidades obviamente son biológicas. Este
bebé necesita comer, que lo cambien, necesita abrigo y toda una serie de
rutinas ineludibles. En el afuera va a buscar ese objeto que lo tiene que
satisfacer.

La necesidad más perentoria es alimentarse. Por eso Melanie Klein, y los


seguidores, toman esto del pecho bueno. El alimento es la primera
necesidad. En el afuera va a encontrar el alimento. ¿En dónde? En el pecho
de la mamá.

Cuando decimos "pecho", convengamos que es simbólico. También puede


ser la mamadera. La mamá que le da el pecho, es igual a la mamá que le da
el biberón. Esta escisión al interior del bebé y la escisión y la división del
mundo, existe. ¿Por qué existe? Porque cuando el bebé tenía hambre va en
busca de ese pecho que lo alimenta y este pecho lo satisface. Este pecho se
convierte en un pecho bueno. Entonces, el bebé va a introyectar ese objeto
(fantaseadamente) como un pecho bueno.

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Y como este objeto en el afuera lo ha llenado de objetos buenos y de
sensaciones placenteras en el adentro, también lo va a proyectar sobre ese
mismo objeto, sobre ese pecho bueno. M. Klein dice que en esta división del
mundo introyecta ese objeto bueno, y lo pone, como si fuera para ordenar el
mundo, del lado de los pulsos de vida. Estamos hablando de los primeros
cuatro meses de vida. Está tan dividido el bebé que introyecta y manda para
un lado, o manda para el otro.

Pero no todo son "rosas". Este bebé quiere comer y algo falla.... No está la
mamá, el pecho no está. En esta etapa, la mamá es sólo un pecho, en
principio. Hasta acá vimos que es un pecho bueno. Ahora vamos a ver que
también es un pecho malo. Un pecho malo es aquel que no está, o es aquel
que a veces puede no tener leche, o que no tiene la leche suficiente.

Este pecho, según Klein, se convierte en un pecho malo, ponzoñoso, con


características negativas. Algo del afuera lo pone furioso al bebé. Klein habla
de furia. Este bebé va a introyectar, a incorporar a su psiquismo, un pecho
malo, un objeto malo. Lo va a poner del lado de los pulsos de muerte (en
este ordenamiento tan primitivo que tiene). Y va a estar lleno de odio, de
rencor. Y va a tener mucha ansiedad porque se va a sentir perseguido por
ese pecho que piensa que lo va a destruir (y además va a tener mucha ganas
de aniquilarlo). Es como el juego perseguidor-perseguido. Cuando yo le
tengo mucho odio a alguien, también pienso que ese alguien me va a hacer
algo malo a mí. Más aún si se considera que el bebé en esta etapa es muy
omnipotente y piensa que con ese odio lo puede destruir a este pecho (y a la
vez, el pecho lo puede destruir a él).

Frente a todo este panorama, estamos en una etapa que Klein llama
esquizo-paranoide. Está dividido el mundo al interior del sujeto.
posición esquizo-
Está dividido el mundo al exterior. Todo es bivalente (no ambivalente). Está
dividido el mundo en objetos buenos y en objetos malos. Y lo único que el
bebé puede hacer es introyectar y proyectar en esa vía. Proyecta, y si
encuentra lo bueno, introyecta lo bueno (y si encuentra el pecho malo,
introyecta lo malo). Se va dando esta dialéctica entre objetos buenos y
objetos malos.

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Unos meses después, la cosa se complica aún más. Nosotros hasta aquí
hablamos que si encuentra un pecho bueno, introyecta el pecho bueno (y si
encuentra un pecho malo, que no lo satisface, introyecta un pecho malo).
Pero a veces el bebé siente que es tan potente la maldad de ese otro objeto
que ha introyectado, que se dan otros mecanismos. Pichon también los toma.
Es el control omnipotente del objeto. Cuando el bebé está muy mal y los
objetos malos lo están acosando al interior de su Yo, y son muy destructivos,
el bebé proyecta el objeto bueno para mantenerlo lejos de su propia maldad
(para defenderlo de esos propios objetos malos que lo tienen totalmente
aturdido, ya que él piensa que la maldad de esos objetos externos es total, lo
ha sobrepasado).

Se llama control omnipotente del objeto cuando ese bebé expulsa, o


proyecta, el objeto bueno. Dice Klein, que para preservarlo de su propia
maldad interior.

Y a veces, es al revés. Confiado que esos objetos buenos son potentes,


introyecta (a pesar de haber tenido malas experiencias) el objeto malo, o
permanece en su interior ese objeto como tal, para controlarlo, para tenerlo
cerca y controlar ese objeto.

Uno piensa: "proyecto lo malo". No. Lo introyecta para tenerlo cerca y


controlarlo. Esto lo digo porque cuando veamos todo el desarrollo que hace
Pichon del mundo interno, más allá del pasaje que Pichon hace del
Psicoanálisis a la Psicología Social, hay explicaciones del psiquismo en las
cuales no se pueden obviar determinados mecanismos y postulados.
Después vamos a ver otra dialéctica. Pero esto, al interior del sujeto, yo diría
que Pichon lo sigue muy estrictamente por momentos.

En esta posición al bebé se le genera un gran monto de ansiedad. Es la


ansiedad paranoide,
paranoide una ansiedad persecutoria. Se siente perseguido (y se
siente perseguidor). Se siente odiado (y odia). Piensa que el pecho malo lo va
a destruir (además, él lo quiere destruir). El mundo está dividido, hacia su
interior y hacia el exterior.

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¿Cómo puede pasar a la etapa siguiente? ¿Cómo puede salir de esta división
del mundo? ¿Cómo puede integrar?

Melanie Klein no niega totalmente la experiencia. Si bien dice que lo que


sucede al interior del sujeto es predominante, no niega que las experiencias
van a producir una serie de modificaciones. Hablamos de cuando el bebé
llega a un cierto grado de maduración, cuatro a seis meses, que coincide con
la etapa oral para Freud, que es el primer año de vida. Klein dice que si las
experiencias son más gratificantes que frustrantes (si hay una mamá que lo
atiende al bebé, que lo cuida, que le da de mamar), lo va a ayudar a madurar,
a constituir mejor su psiquismo, como sujeto, más sano, y va a poder ir
integrando los objetos al interior de ese psiquismo. Klein habla de un
interjuego más aceitado entre los objetos buenos y los objetos malos. Va a
tener un Yo más armado, más fuerte (el bebé se siente más fuerte).

El bebé puede pasar a la otra posición: la posición depresiva.


depresiva Esta etapa, a
diferencia de la anterior, está marcada fundamentalmente por la integración.
integración
Puede integrar los objetos. En esta etapa el bebé ya se da cuenta que la
mamá es una sola. No hay varias. No hay una mala (y una buena). Hay una
mamá, que tiene un pecho malo y un pecho bueno. El bebé empieza a dar
cuenta de esta mamá como tal.

Dice Klein que entonces se producen sentimientos de culpa, ambivalencias


y una necesidad de reparar. El bebé ahora considera que esa mamá que
puede ser buena (y mala), que tiene un pecho bueno, que por momentos lo
gratifica, y un pecho que no lo gratifica, pero es la misma mamá, es esta
misma persona. A esta misma persona él la ha odiado y ha deseado su
destrucción. Estuvo furioso con ella. Y entonces empieza a sentir una culpa
espantosa. Por eso Melanie Klein habla de "sentimientos de culpa". Por esas
introyecciones tan negativas que ha hecho y esas proyecciones. Al bebé le
queda la sensación que le pudo haber hecho daño a la mamá.

Volvemos a pensar qué omnipotente que es este bebé. Piensa y entiende


que sus propios sentimientos pueden destruir cualquier objeto, que la furia y
el odio pueden haber destruido a esta mamá.

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Empiezan a aparecer otro tipo de ansiedades: miedo a perder esta mamá,
miedo a haberla destruido. Por eso surge la necesidad de reparar. Klein
agrega que además el bebé empieza a estar celoso, porque se da cuenta
también que aparece la figura paternal. Hay otra persona que puede robarle
el cariño de la mamá, que puede quitársela. Y que se une también a esta
cuestión de la sensación de culpa que tiene. El bebé piensa, entonces, que
esta mamá lo va a abandonar. Por eso Klein habla de culpa y reparación.

Quiero puntualizar dos o tres cuestiones antes de avanzar con el tema.

Klein considera el Yo constituido al nacer. Un Yo dividido. La división no se


da después, sino que ya está al momento del nacimiento. Y el tema de los
mecanismos, que vamos a trabajar más adelante.

Estas dos posiciones, tanto la esquizo-paranoide, como la depresiva, sirven


a los operadores para leer los aconteceres de los grupos.

¿Por qué Melanie Klein dice "posición" y no dice "fase"? Klein dice que fase
es algo que se transita (y pasó). Freud habla de fases de la libido. De la fase
oral se pasa a la siguiente fase. Después el individuo puede volver con algo
que le quedó pendiente, pero eso ya es otra cosa. En cambio, estas dos
posiciones -que plantea Klein- el sujeto las va a transitar toda la vida.
Nosotros vamos a pasar de la posición esquizo-paranoide, a la posición
depresiva, alternadamente, durante toda la vida.

Y en los grupos, que están formados por personas, también sucede que
pasan por estas dos posiciones permanentemente.

No sé si a ustedes les pasa, pero cuando tenemos una tarea muy engorrosa
que realizar y hay muchas variables para manejar y está todo mezclado, ¿qué
hace uno, primero....?

-Si es una cosa complicada, uno la deja para el final.-

¿Y cuando llega el final.....?

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-Organizar. Separar. Ver que va primero, que va segundo...-

Exactamente. Empieza a separar. Es como cuando uno quiere ordenar la


ropa que hay en un placard: quiere tener un orden. O como cuando se
discute en un matrimonio y uno dice:

-Bueno, separemos. No mezcles las cosas. Lo de los hijos no tiene nada que
ver...-.

Allí dependerá de los montos de ansiedad, pero es una posición esquizo.

Cuando estamos más tranquilos, y tenemos una sensación de orden, y


queremos hacer un trabajo y ya estamos en condiciones y podemos restaurar
la conversación, allí podemos integrar. Estamos en una posición depresiva.

Aquí la palabra "depresiva" no se refiere a la tristeza, ni a la depresión tal


como se la entiende ahora, sino con algo que tiene que ver con la reflexión,
con la posibilidad de poder escucharse uno y poder escuchar al otro, de
introyección. Todo eso que estaba desordenado, todo eso que estaba
dividido, se integra, sean objetos, sean personas, sean sentimientos.

En los grupos, la lectura es igual. Dice Pichon que en los grupos se pasa
permanentemente de posiciones esquizo-paranoides, a posiciones
depresivas.

A veces estamos en el grupo hablando todos juntos, hay un altísimo monto


de ansiedad (por determinadas razones) y donde además sentimos que en el
grupo hay algo (alguien) perseguidor, hay sensación de que hay sentimientos
negativos que pueden estar puestos en diferentes lugares. Esto tiene que ver
con una posición esquizo-paranoide.

Hay momentos en los grupos donde se puede reflexionar, donde se puede


"parar la pelota" y uno entra en una especie de calma y puede meditar. El
grupo allí está en una posición depresiva.

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Pichon toma esto para leer el acontecer grupal.

Lo que quiero mostrar es qué vuelta le da Pichon, cómo con todo esto él
llega a una definición de mundo interno, o sea, la construcción del
psiquismo, tomando a Freud y mucho más de Melanie Klein, y llega a una
determinada concepción de sujeto, en una dialéctica intersubjetiva. Porque si
bien Melanie Klein le da más importancia que Freud a lo externo, ella sigue
siendo, de alguna manera, una instintivista. Estos instintos, estas pulsiones,
son inherentes, no dependen de la experiencia del sujeto, nos vienen como
marca registrada. Klein dice que están independientemente del contexto en
que ese niño se críe, independientemente de la situación social, de las
experiencias. Será después el devenir más propicio, más sano, o peor (en el
sentido de más hostil), cuanto más gratificantes sean sus experiencias (o no).
Pero de todas maneras, van a estar los sentimientos de amor y de odio
permanentemente. En ese sentido, si bien toma más en cuenta el ambiente,
también es una dialéctica intrasubjetiva. A diferencia de Pichon que plantea
una dialéctica intersubjetiva (entre sujetos).

La relación de objetos es el sello del pensamiento kleiniano. La relación del


inglesa o escuela de las
bebé con la mamá, con ese pecho. Se llama escuela inglesa,
relaciones objetales.

Pichon avanza sobre eso, revisa estos postulados y acuña el concepto de


vínculo.
vínculo El vínculo es una estructura compleja de relación que incluye a un
sujeto y un objeto, su interacción, y su determinación recíproca en un
proceso de comunicación y aprendizaje. Es el símbolo de la dialéctica
intersubjetiva.

-Y hay un tercero...-

Siempre está presente un tercero, que va a colaborar, o a obstaculizar, ese


vínculo. Pichon dice: todo encuentro es un reencuentro. Ese tercero, fomenta
el vínculo, o lo obstaculiza. Esto quiere decir que si yo la conozco a usted, en
sí, algo de usted puede recordarme a mi hermana, a una amiga, etc. Y según
como hayan sido esas experiencias se van a dar ciertos avatares que tienen

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que ver con la tercerización. En la Teoría de la Comunicación Humana, al
tercero se lo llama ruido.

En realidad, la frase que tiene que ver con el vínculo y que está relacionado
con esto es:

"Todo encuentro es un reencuentro".

También tiene que ver con :

"Hoy
"Hoy aquí contigo,
como antes, hace tiempo,
con otro".

Vínculo,, es un concepto nodal. Es como el nudo pichoniano: dialéctico por


naturaleza. A partir de ese término Pichon arma su concepción de sujeto.

Vimos cómo se iba construyendo el psiquismo para Melanie Klein. Pichon-


Pichon-
Rivière se basa fundamentalmente en M. Klein para explicar cómo se
construye el psiquismo en nosotros como individuos y como sujetos desde el
momento mismo que nacemos.

¿Qué sugiere el término mundo interno? Es lo que hace a la interioridad, a


lo más individual. Ana Quiroga dice que el mundo interno es un sistema, una
estructura, una organización, destinada a formular y a definir estrategias que
sirven para el funcionamiento de un sistema o una estructura mayor, que en
el ser humano se denomina conducta.
conducta La conducta sería el comportamiento,
el accionar, del sujeto afuera.

¿Qué nos quiere decir Ana Quiroga con esto? Que el mundo interno es, al
interior del sujeto, esta organización, o este sistema, o esta estructura, que
nos va a decir cómo nosotros tenemos que operar, qué conductas o
comportamientos tenemos que tener en el afuera. No como una cosa
normativa, sino qué es lo que nos va a definir esa conducta. Se va a armar

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una estrategia que va a indicar cómo nosotros vamos a accionar en el afuera.
Sería el adentro, con una estrategia que se organiza hacia el afuera.

¿De qué estaría constituida esa estructura, esta organización, este sistema?
¿Qué serían los contenidos?

-En el mundo interno también entran las fantasías...-

Exactamente. El mundo interno está constituido por toda la internalización,


o la introyección, de los objetos, de las relaciones que tenemos y que vivimos
en el afuera. Internalización significa que se mete para adentro algo del
afuera. Las representaciones
representaciones.
entaciones No son los objetos en sí, ni las relaciones que
tenemos con las personas, lo que nos metemos adentro, sino que son las
representaciones.

El mundo interno estaría constituido, construido, a medida que el sujeto se


desarrolla, por todas las relaciones que va teniendo. La primera relación es
con la madre, el padre, los hermanos, la familia. En este punto, Pichon sigue
la línea de Melanie Klein.

Pichon dice que el mundo interno lo forman todos esos objetos, las
relaciones que tenemos con esos objetos, que nosotros introyectamos
(internalizamos).

Y agrega: eso que nosotros internalizamos entra a nuestro psiquismo de


manera fantaseada, deformada. No es el mundo interno una copia, o una
fotocopia, de la realidad, sino que entre el pasaje del afuera al adentro, hay
una distorsión (que tiene que ver con cuestiones que ya son contenidos
internos).

Todas estas relaciones que se introyectan, todos esos contenidos, están


sujetos también a los mecanismos de defensa del Yo, dice Pichon.

-¿Se puede hablar de postura innatista en Pichon?-.

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En realidad, si bien Pichon toma varias cuestiones de Melanie Klein, incluso
hasta habla de las mismas posiciones cuando se refiere al momento del
nacimiento, el planteo pichoniano de construcción del psiquismo, de la
subjetividad, no tiene ninguna posibilidad de una postura innatista, o
inmanente. Melanie Klein planteaba que el bebé nacía y ya antes de la
experiencia, ya antes de la relación con esa mamá, con el papá o quien fuera,
existía un impulso de vida y un impulso de muerte. Klein decía que la mayor
cantidad de experiencias gratificantes iban a favorecer el Yo del bebé, lo iban
a fortalecer y permitir que vaya avanzando y que tenga una mejor "salud
psíquica", y que las experiencias frustrantes no iban a colaborar con todo ese
desarrollo. Pero igualmente, aunque el bebé tuviera todas experiencias
gratificantes, que siempre fuera un pecho bueno (tomando la metáfora), aún
así, teniendo una mamá omnipotente, omnipresente, nutriente absoluta, el
impulso de muerte iba a estar presente. En ese sentido, dice que la
experiencia es importante, pero lo innato lo es más aún.

Pichón da vuelta esto y dice: antes de la experiencia, nada. No hay nada


antes de la experiencia. La primera inscripción que se da en el sujeto,
planteado desde la mirada de Enrique Pichon-Rivière, es desde la
experiencia.
experiencia Específicamente, nos tenemos que centrar en el par sujeto-
necesidad, sujeto-objeto, necesidad-satisfacción. Para Pichon no existen
pulsiones previas, no hay nada armado en el psiquismo anterior a la
experiencia.

Este mundo interno está conformado, constituido, construido, a partir de la


experiencia, por todo lo que el sujeto vive con los otros. Las primeras
inscripciones que el bebé tiene son las experiencias con la madre. No hay
nada anterior. A lo sumo, lo que podemos discutir -hay dos posturas- es si
esto comienza con el nacimiento, o si ya hay un mundo interno en la vida
intrauterina. La pregunta sería que ahí no hay experiencia (pero hay
intercambio, de distintas maneras, con la mamá). Esto está en discusión.

Lo que quiero que quede claro es que para Pichon no hay nada innato. Esta
es su fundamental diferencia con los psicoanalistas. Este es el corte que
Pichon hace. Está lo que toma de Melanie Klein y lo que deja de lado. Si lo

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que va a definir al sujeto son las cuestiones innatas, como dice Melanie Klein
(que no descarta la experiencia), o como dice Pichon, que es más importante
la experiencia (sin descartar que hay otras cuestiones que son
independientes de la experiencia, porque Pichon sigue hablando de algunos
mecanismos de defensa, pero no son innatos, se van adquiriendo).

¿Por qué Pichón dice Psicología Social, y no Psicoanálisis? Porque la


Psicología Social implica la interacción.
interacción Por lo tanto, una de las características
de este mundo interno es la interacción. El mundo interno es un conjunto de
representaciones de las relaciones que tenemos con los objetos. Tiene un
carácter de historicidad, porque se construye a lo largo de toda la vida. No es
que hoy lo construyo, y mañana ya está. Es la historia día a día, minuto a
minuto, que nosotros vamos conformando a medida que nos vamos
vinculando.

abierto Sistema, porque es un conjunto de elementos, una


Es un sistema abierto.
organización, una estructura, donde todos los elementos, todas las
representaciones, son interdependientes. Unos necesitan de los otros. En un
sistema sucede eso: si uno saca uno de los elementos, el sistema se
desorganiza. Por ejemplo, las representaciones que yo tengo de mis
primeros años de infancia, estas primeras incorporaciones, esas primeras
introyecciones de los vínculos, tienen (tendrán) que ver con mis siguientes
formas de vincularme (y con las representaciones que yo tenga). Si no tengo
estas y tengo otras, si las saco y pongo otras, me va a cambiar seguro las
futuras representaciones. Si yo tuve buenos vínculos al comienzo de mi vida,
seguramente podré establecer mejores vínculos después (y viceversa). Si algo
de esa historia cambia, cambia el futuro. El pasado cambia el futuro. Por eso
es un sistema. Son interdependientes.

¿Por qué es abierto? Porque está en permanente interacción.


interacción ¿Con qué está
en permanente interacción? Con el mundo externo.
externo Hay una doble vía.

Mi mundo interno va a hacer que yo tenga determinadas conductas. Las


representaciones de este mundo interno en el mundo externo, desde mi
parte, va a ser la conducta.
conducta Nosotros en el mundo externo, lo que

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presentamos a simple vista es la conducta. Cómo nos movemos, cómo
caminamos, cómo hablamos, qué decimos. Nadie nos puede mirar adentro.
Por lo tanto, este mundo interno lo ponemos a disposición del afuera
mediante nuestra conducta, nuestro comportamiento, con nuestros actos.

Y a la vez, este mundo externo, por los vínculos que nosotros tenemos con
él, y porque además nuestra conducta genera también respuestas, va a
modificar nuestro mundo interno. O sea, hay una dialéctica permanente
mundo interno-
interno-mundo externo.
externo

¿Qué quiero decir yo con dialéctica?


dialéctica La dialéctica es una manera de pensar
el mundo. El materialismo dialéctico es una de las construcciones teóricas
que Pichon toma para armar su teoría. Dialéctica significa pensar el mundo
en permanente movimiento, en constante cambio. Nada es estático. Un
filósofo griego, Heráclito, escribió :

"No entrarás dos veces seguidas en el mismo río,


ni siquiera una vez lo harás,
para los hombres que entran en ellos
estos ríos son siempre los mismos,
pero otras y otras aguas sobrevienen sin cesar."

Todo fluye. Todo se transforma. Pensar el mundo en forma dialéctica es


pensarlo en permanente movimiento. Cada minuto, cada segundo, todo
cambia. Tanto el mundo biológico, como lo histórico, lo social, lo económico.
Una de las leyes que plantea la dialéctica es que el mundo se mueve gracias a
que existen pares contradictorios. Esa ley se llama unidad y lucha de
contrarios.

Uno de esos pares podría ser mundo interno-mundo externo. Es un par


contradictorio. ¿Por qué? Porque una cosa es el interior y otra cosa es el
exterior.
¿Por qué se llaman unidad y lucha? Porque se necesitan y se repelen.

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Otro par contradictorio puede ser lo viejo-lo nuevo.

Otro par contradictorio es necesidad-satisfacción.

Este es uno de los puntos más importantes para entender esta cuestión del
mundo interno, porque de modo permanente se está construyendo esta
lucha y esta unidad de contrarios. Constantemente se atraen, se repelen y
uno termina transformándose en el otro (alternativamente).

Pichón dice que hay una dialéctica hacia el afuera, una interacción con el
mundo externo, que la llama intersubjetiva (entre sujetos). De mí, hacia
afuera. Juego con el afuera. Mi mundo interno lo pongo a disposición del
mundo externo y hay un interjuego.

Y hay una dialéctica intrasubjetiva (al interior de nuestro psiquismo). Todos


esos objetos están en permanente movimiento, cambio, contactándose entre
ellos, repeliéndose y uniéndose también hacia el adentro de nuestro
psiquismo.

Otro punto importante es ver qué toma Pichon del Psicoanálisis. Dice que el
mundo interno tiene tres niveles. Si recuerdan a Freud, verán que son
igualmente los mismos. Tiene un nivel consciente, un nivel preconsciente y
un nivel inconsciente.

El nivel consciente, es el aquí y ahora, lo que podemos dar cuenta. Es el


nivel que fundamentalmente habla de la conciencia de nosotros mismos.

El nivel preconsciente, son aquellos contenidos que tenemos ahí y que no


estamos en este momento pensando en ellos, pero que con un pequeño
esfuerzo acceden a la conciencia. Por ejemplo, si yo le pregunto a usted si
anteayer estudió, usted ahora no estaba pensando en eso, pero igual me
podría dar una respuesta. Ese contenido no estaba en la conciencia en este
momento, pero con una pregunta pudo pasar al nivel de la conciencia.

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El nivel inconsciente está dado fundamentalmente por el mecanismo de la
represión. Los contenidos inconscientes no pueden acceder a la conciencia
fácilmente porque han sido reprimidos. A los contenidos del inconsciente
sólo se podrá acceder, según el planteo del Psicoanálisis, mediante técnicas
especiales, o determinados sucesos que puedan ocurrir.

Estos contenidos del nivel consciente, preconsciente e inconsciente,


conforman el mundo interno pichoniano. Los objetos que conforman nuestro
mundo interno, las relaciones que incorporamos e internalizamos, todo este
movimiento, la estructura de este mundo interno, está sujeto a distintos
mecanismos de defensa. En este punto, Pichon también sigue la línea
psicoanalítica. Por supuesto, está el mecanismo de la represión (si no, no
habría inconsciente).

Pichon toma los mecanismos de defensa que plantea Melanie Klein. Pichon
no coincide con Klein. Dice que el sujeto se vincula,
vincula mientras que Klein habla
de objeto bueno, u objeto malo. Pichon toma de Klein lo de objeto bueno y
objeto malo, y lo reformula como vínculo bueno o vínculo malo. Por eso
mismo, Pichon va a decir que al interior nuestro vamos a incorporar vínculos
buenos, o vínculos malos. Klein decía que incorporábamos objetos buenos, u
objetos malos. Pichón habla de vínculos porque habla de la relación: no
incorpora el objeto solo, sino que incorpora la relación que yo tengo con ese
objeto.

Para Pichon, los mecanismos de defensa son los mismos. Cuando el bebé
nace utiliza los mismos mecanismos que planteó Klein: Escisión.
Introyección. Proyección.

Hay una escisión en estos avatares experienciales entre vínculo bueno y


vínculo malo. Lo experiencial, esa interacción, marca la introyección de
vínculos buenos, o vínculos malos. A su vez, puede proyectar estos
sentimientos buenos, o malos, según haya sido la incorporación.

-Cuando una introyecta, hay como un filtro...-

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Es interesante la idea de filtro. Se incorpora distorsionado (por estos filtros,
por estos mecanismos) y se proyecta recreados. En realidad, uno recrea al
interior. Al incorporar estos nuevos contenidos y encontrarse con otros
viejos, y por estos filtros, uno los devuelve recreados, modificados.

-Hace un proceso.-

Nada entra como si se tratara de una fotocopia, ni nada sale como si fuera
una fotocopia. Cuando ingresamos todos acá, hace un ratito, teníamos un
determinado mundo interno, con ciertos contenidos. Ahora, hemos
introducido, introyectado, nuevos contenidos. Esto está referido a los
conocimientos. Pero se entiende que también se refiere a lo afectivo, a todos
los contenidos. En este caso, por ahí estamos más centrados en
representaciones, en vincularnos con el objeto de conocimiento. Y estamos
transformados. Ya hemos transformado nuestro mundo interno.

Esto que decía el compañero: seguramente cuando hablemos de esto vamos


a hacer devoluciones distintas, vamos a proyectar cosas diferentes. Porque
vamos cambiando como personas. Lo que dijimos. Nada ingresa como
fotocopia y nada sale como entró. Los vínculos de nuestro mundo externo
son recreados en nuestro interior.

Y son recreados justamente por esto que estamos viendo. Hay cosas que
son del orden de lo más agradable y otras que a lo mejor no parecen tan
agradables. Como los mecanismos de defensa, que en realidad sirven para
vivir, porque si no tuviéramos mecanismos de defensa estaríamos todos
muertos. Uno dice que es malo la represión, pero si no tuviéramos un monto
de represión no podríamos vivir. Si no olvidáramos ciertas cosas, si estuviera
todo el tiempo todo en nuestra memoria, estaríamos totalmente locos. Los
mecanismos de defensa pueden ser muy embromados cuando hay una
estereotipia, o una conducta, a las que Pichon-Rivière llamaba "desviadas"
por determinadas razones que tienen que ver con la Psicopatología. Pero
dentro de lo que es el sujeto y la "normalidad", estos mecanismos son
necesarios. Estos mecanismos operan sobre estos contenidos que ingresan.
Y, por eso, los devolvemos recreados.

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Hay otro mecanismo, que Pichon llama control omnipotente del Yo.
Yo Tiene
que ver con esto de introyectar el vínculo bueno, o el vínculo malo. Y se
relaciona con lo que veíamos de M. Klein, de lo insoportable que se volvía, en
el ejemplo del recién nacido, introyectar, incorporar, los aspectos negativos,
en este caso, del vínculo. Cuando hablamos de M. Klein nosotros dijimos que
el bebé, cuando se contacta con el pecho malo, introyectaba ese pecho malo
y se ponía furioso, odioso, y proyectaba sobre ese pecho malo todo su odio.
Allí también se acentuaba la ansiedad paranoide porque pensaba que no sólo
podía destruir ese pecho, sino que ese pecho lo podía destruir a él. Odio
tanto, me produce tanto malestar este objeto, que lo quiero destruir, pero a
la vez pienso que me va a destruir. Es una postura muy omnipotente que
tiene el bebé. El piensa que los sentimientos se corporizan. Pichon toma
esto. El control omnipotente del Yo marca la depositación, la proyección de
los aspectos negativos en distintas áreas.

¿Cuándo comienza este mundo interno?

Es un tema interesante porque ni siquiera los discípulos de Pichon se ponen


de acuerdo en una respuesta. Tiene que ver con qué postura asume uno,
repasar un poco esto que por allí hemos visto cuando Pichon decía que ya en
el vientre materno hay vínculo (protovínculo). Y también, si avanzamos, hay
un protoaprendizaje. Allí habría que pensar. Eso ya ocurre cuando estamos
en gestación. ¿Hay un mundo interno ahí? Vamos a ver cuáles son las
posiciones que plantea Pichon (al igual que Melanie Klein, que habla de
posiciones) y cuáles son esas áreas, y con qué ámbitos tiene que ver este
mundo interno.

¿Este mundo interno se construye cuando el bebé se está gestando, o en el


momento del nacimiento? La duda va a quedar. Hay distintas posturas frente
a esto. Hay quienes dicen que ya hay psiquismo antes del nacimiento.

El mundo interno, en realidad, son representaciones de los objetos, de las


relaciones que nosotros tenemos con ellos. Adentro de la panza de la madre
no hay representaciones. Más o menos en esto se basa la gente que dice que
no hay mundo interno en la vida intrauterina.

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La compañera dice que no hay representaciones, sino sensaciones. Es
cierto. Adentro de la panza, más allá de los avatares que había con el cordón
umbilical (y demás), es cierto, hay sensaciones. Incluso está demostrado en
distintos experimentos que si le colocan el estetoscopio en la panza de la
mamá, después de varios meses de gestación, y ubican al papá que hable en
distintos lugares del consultorio, se comprueba, mediante la ecografía, que
este bebé gira la cabeza. Esta es una de las últimas experiencias que se
hicieron. Esto quiere decir que hay un cierto ida y vuelta entre este mundo
interno (vida intrauterina) y el mundo externo. Pero es verdad, como dice
bien la compañera, que allí no hay representaciones.

Yo creo que no hay una relación sujeto-objeto, por lo menos en el sentido


activo del sujeto. Hay un sujeto adentro de una panza que de alguna manera
está muy fusionado con esta mamá.

Cuando nacemos también somos muy débiles. No nos engañemos. Estamos


expuestos. No decidimos con qué nos vamos a conectar. Pero ya hay algunas
conductas que hablan de una acción sobre el medio.

Esto nos lleva a pensar que fundamentalmente lo que marca quizás la


formación del mundo interno es la protodepresión del nacimiento. Esta sería,
dice Pichon, la situación más traumática del ser humano. Quizás no tenga
parangón. Nosotros no la recordamos. Al no haber un psiquismo construido
de una manera importante, al ser tan primitivo, lo tenemos muy borrado.
Dice Pichon, que no es comparable ninguna situación que vivamos a esta del
nacimiento, donde dejamos de estar fusionados con un otro y en un segundo
pasamos a un estado por lo menos de una cierta independencia (podemos
llamarlo así, aunque después la mamá nos da alimento, abrigo, etc.).

Este es un momento tremendo para el ser humano donde aparecen dos


ansiedades fundamentales. En eso, Pichon-Rivière es kleiniano. Predominan
la ansiedad de la pérdida y la ansiedad al ataque.

Este ser que nace está, al momento de nacer, inhibido. Hay una situación de
inhibición total. El ser que nace no puede hacer nada. Frente a ese estado

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confusional del nacimiento hay una fuerte inhibición y aparecen dos
ansiedades fundamentales que lo dominan:

 ansiedad a la pérdida.
pérdida ¿La pérdida de qué? De ese claustro protector, esa
panza que era toda una situación favorable (estaba calentito, no tenía
que hacer nada, había como un devenir natural y espontáneo donde
todo era muy cómodo y muy placentero).

 ansiedad al ataque:
ataque es por este mundo que aparece. Son tremendos los
sentimientos de temor que tiene el bebé. Estaba calentito en una
placenta y de pronto siente frío, hambre... Y todo eso es hostil y
produce un alto monto de ansiedad.

En este punto, Pichon toma el modelo kleiniano. Pichon dice: frente a esta
situación el bebé va a tener que ordenar su mundo. No puede sobrevivir si se
mantiene en ese estado confusional. ¿Cómo lo va a ordenar? Si recordamos a
Melanie Klein, lo ordenaba, primero, en función que ya nacía con instinto de
vida y con instinto de muerte. Esto, Pichon lo descarta.

-No comienza con el nacimiento...-

Por lo menos, está planteada la discusión si comienza con el nacimiento, o


no. Esto entraría dentro del ECRO, dentro de la discusión pichoniana. Los que
están a favor que el mundo interno existe en la etapa de gestación es porque
en la etapa de gestación se habla de protovínculo (proto, significa primero,
primitivo, lo que está antes que todo). Para Pichon, el protovínculo es el
vínculo que se da cuando el bebé está en la panza de la mamá. Ahí sí ya hay
vínculo. Si hay vínculo, dice Pichon, también hay un protoaprendizaje.
Estamos hablando de un ser que todavía no nació. Se refiere a determinadas
conductas, a determinadas respuestas que va teniendo el feto en formación.
Eso que yo mencioné de girar la cabeza cuando escucha la voz del papá. Lo
podríamos llamar protocomunicaciones. Son estos primeros contactos de
este ser que todavía no nació con los hechos del mundo externo. A la mamá
le ponen música suave y le dicen que tiene que estar tranquila, que tiene que
cuidarse. ¿Por qué le dicen eso? Porque algo se transmite. Yo tengo amigos

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que dicen que le ponen tal estilo musical porque quieren que después le siga
gustando... Con esta idea que hay una continuidad, que esta "personita" ya
va dando respuestas a estos estímulos. Esto está comprobado.

Esto sería a favor. Así como vimos primero a los que dicen que no hay un
psiquismo prenatal, aquí tenemos argumentos para decir que podría haberlo.
Dejemos la discusión instalada. No la cerremos. Por allí, no cerrarla nos lleva
a investigar, a pensar, a discutir. Es interesante porque hay argumentos a
favor y hay argumentos en contra.

Volvemos a lo que hablamos antes, el momento del nacimiento, la situación


de protodepresión (que es sumamente traumática) y estas dos ansiedades,
netamente kleinianas. Pichon aquí coincide con Klein y se pregunta: ¿cuáles
son las primeras respuestas que da este bebé, este recién nacido, frente a
esta situación? ¿Cómo va construyendo su psiquismo? ¿Cómo se va
relacionando con el mundo? ¿Cómo va poniendo su mundo interno en
interacción con su mundo externo?

No hay allí instinto de vida, ni instinto de muerte. No hay nada preexistente.


Pero igual, dice Pichon, divide. El bebé va a tener sentimientos bivalentes: el
mundo se va a dividir entre experiencias buenas y experiencias malas.

Lo que va a dividir el mundo de este bebé es cómo son los avatares del par
necesidad-
necesidad-satisfacción.
satisfacción En tanto este sujeto recién nacido tenga situaciones
de gratificación, va a incluirlas en su mundo interno como vínculos buenos.
En tanto haya frustración va a incluir, a introyectar, estos vínculos como
vínculos malos. De allí que se produce esta escisión, esta división del mundo,
esta división del psiquismo.

A esta primera etapa, que Pichon la toma casi textual de Melanie Klein
(inclusive, en cuanto a los meses de duración), él la llama instrumental, o
patoplástica.
patoplástica Aquí están todos los mecanismos de defensa (introyección,
proyección, escisión, control omnipotente del Yo) en plena vigencia. Hay
altísimos montos de ansiedad. Y un mundo absolutamente dividido. Esta es
la primera posición. La van a escuchar mucho cuando toquen el tema de la

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Teoría de la Enfermedad Unica. Esto es una primera aproximación. Coincide
con esto de los 4 meses. Todos esos meses el bebé está totalmente
subordinado a este esquema.

Pichón también adhiere a Melanie Klein en esto que cuantas más


experiencias gratificantes, cuantos más vínculos buenos tenga este bebé,
más sano, más positivo va a ser su desarrollo. Y va a poder pasar a la
posición depresiva, o aloplástica,
aloplástica donde disminuyen en forma notable los
montos de ansiedad. El bebé ya puede integrar. En lugar de los sentimientos
bivalentes, aparecen los sentimientos de ambivalencia. El bebé reconoce a la
mamá como tal.

En ese sentido, el desarrollo que hace Pichon de la construcción del


psiquismo es bien kleiniano. Hay un cambio de terminología, pero las
posiciones tienen las mismas características. Lo que lo diferencia de Melanie
Klein es que ella decía que independientemente que todas las experiencias
sean gratificantes, igual este bebé iba a sentir odio, igual iba a haber
sentimientos de frustración, igual iba a depositar o proyectar en el afuera
sentimientos agresivos.

Pichon dice: depende de la experiencia. No hay nada previo. Lo que pasa es


que es muy difícil pensar que un sujeto no esté expuesto nunca a ninguna
situación frustrante. Siempre va a haber alguna situación que nos frustre. Por
lo tanto, siempre va a haber amor y va a haber odio. Pero, dice Pichon,
siempre va a depender de la experiencia, siempre va a depender del avatar, o
como sea la resolución de este par (necesidad-satisfacción). Después los
avatares van a ser tal cual.

Pichon trabaja estas dos posiciones en los grupos. Los grupos pasan de
posiciones esquizo-paranoides a posiciones depresivas y reflexivas
permanentemente. Esto sirve como instrumento para pensar lo grupal.

¿Para qué sirve entender todo esto? Para pensar en la concepción de sujeto
con la que nosotros tenemos que trabajar. Voy a usar un término difícil:
weltanschaung. Es una palabra alemana. Significa: un sistema de

25
representaciones, de conceptos. Fundamentalmente, todo lo que hace a lo
teórico, al fundamento, a lo que subyace. En este caso, a la concepción de
sujeto. Ana Quiroga dice que siempre hay una weltanschaung que nos va a
decir y determinar con qué modelo de sujeto nosotros vamos a trabajar.

La pregunta sería: un sistema de representaciones, de conceptos, una idea


de sujeto, como se quiera llamarlo, ¿es igual para el Psicoanálisis, que para la
Psicología Social, que para un científico empirista (los que priorizan sólo la
experiencia y no ven la otra parte)? ¿Son iguales? ¿Cómo son esos sujetos?

La weltanschaung del Psicoanálisis, por ejemplo, es netamente instintivista.


instintivista
No sólo Melanie Klein lo planteaba de esa manera, sino Freud mismo. ¿Cómo
era el sujeto? ¿Qué le importa al Psicoanálisis? ¿Qué importancia tiene lo
social para pensar el sujeto del Psicoanálisis? Muy poca. No es que lo niegue.
Tampoco vamos a pensar que Freud era tan tonto para decir que no existe lo
social. Pero en realidad, lo que podía influir el medio social era muy poco.
Ese sujeto iba a pasar entre lo innato, que eran los instintos, más el tema
fundamentalmente de las improntas familiares. Lo social, más allá de la
familia, era bastante relativo.

Freud dice: el sujeto queda conformado antes de los cinco años. Después
de los cinco años, mil avatares. Pero ya estamos constituidos como sujetos.

Coincidentemente, a los cinco años, más o menos, se da la resolución del


complejo de Edipo. ¿Qué es el complejo de Edipo? Es una construcción
teórica que hace Freud a partir de algo que él dice pasa en el sujeto
independientemente de las culturas, de las sociedades, de si el sujeto vive en
Asia o si vive en Africa. Porque el desarrollo de la libido se va a dar en Asia,
en Africa, en América del Norte, en Argentina, en España, de la misma
manera. Es un sujeto que, en ese sentido, queda como aislado del entorno
social. O por lo menos, en un primer planteo, o acercamiento, importa
recortar. Es una dialéctica intrasubjetiva. Porque él no niega la dialéctica,
pero es más intrasubjetiva. El Yo, el SuperYo y el Ello, son instancias
psíquicas que están relacionadas. Una no puede vivir sin la otra. El
consciente, el preconsciente y el inconsciente, también. Hay una dinámica.

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Pero es un sujeto, una weltanschaung innatista, instintivista, inmanente.
Igual, algo nos viene ya antes de nacer.

-¿Podría ampliar lo de desarrollo de la libido?-

Esto es como lo de los instintos de vida y los instintos de muerte. Nosotros


vamos a pasar, sí o sí, por determinadas etapas (oral, anal, fálica). Y el
complejo de Edipo. ¿Dónde sale este tema del complejo de Edipo? ¿Por qué
un sujeto, ya sea nativo de Asia o Europa, si es indígena, musulmán,
neoyorquino, o lo que sea, es lo mismo? Freud dice que esto sucede igual.
Independientemente de todo. Acá la sociedad no importa. La comunidad no
importa. El hecho social no importa. Lo que venga de afuera no importa. Esto
va a suceder así.

Es lo opuesto a la weltanschaung de Pichon: no puedo decir que esto va a


suceder aún hoy, no lo sé, dice Pichón. Ese no saber que lo lleva justamente
a investigar (y a saber más). Cuando uno reconoce que no sabe, es allí donde
puede empezar a motorizar (por esa necesidad de saber) ese necesito saber.
Pichon nunca va a decir "esto va a suceder". En esta fundamentación del
sujeto de necesidad, Pichon va a decir que esto va a suceder depende cómo
sean los avatares de los vínculos.

¿Por qué Pichon arma su concepción de sujeto, que tiene que ver también
con su ECRO (Esquema Conceptual, Referencial y Operativo)? Pichon sostiene
que el sujeto que tenemos que abordar, el sujeto con el que vamos a
trabajar, es un ser biopsicosocial.
biopsicosocial Son importantes los aspectos biológicos,
los aspectos psicológicos. Y es importante lo social. El sujeto es una
integridad, una gestalt. Somos un sistema, una permanente interacción entre
todos nuestros aspectos.

Bajando de esa definición, nosotros vamos a saber no sólo con qué sujeto
nos enfrentamos, sino, en el terreno de la teoría, cómo ese sujeto va a
aprender, qué parámetros de salud vamos a recortar, qué parámetros de
enfermedad, qué es lo que le va a servir, o no, a este sujeto.

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En el sujeto del Psicoanálisis, lo que se planteaba eran fundamentalmente
las interacciones familiares (o del grupo más reducido). La salud pasaba por
los temas de la historia familiar. No había cuestiones sociales que
modificaran el comportamiento. Por algo no se habla de aprendizaje. El
aprendizaje, en realidad, es secundario para el sujeto del psicoanálisis
(porque el aprendizaje es una acción del afuera hacia adentro).

Está esto del pasaje del Psicoanálisis a la Psicología Social que hace Pichon.
Veamos la parte interna también. Porque no se trata que Pichon considera
que nada es psíquico, que no hay nada al interior que tenga leyes propias.
Eso es mentira. Lo que creo que logra Pichon, y por eso es tan interesante, él
logra tomar lo que conviene del Psicoanálisis, reconoce y toma, pero a la vez
da toda esa vuelta y combina la Psicología con la Sociología, hace esa unión.
Reconoce, por un lado, los aspectos del Psicoanálisis. Pero a la vez, dice que
hay otro polo que también hay que tomar en cuenta.

¿Cuándo se da cuenta de eso? En parte, porque fue psiquiatra. El no entra


desde la Sociología. El entra desde la Psiquiatría, desde la Medicina, en
contacto con estos enfermos graves, psicóticos, esquizofrénicos, donde
empieza a ahondar en el psiquismo y comienza ahí a ver esta unión, esta
interacción entre lo interior, ese psiquismo hacia adentro, y los avatares que
él decía que se iban produciendo cuando se relacionaba con esos pacientes.
Pichon arma su cuerpo teórico a partir de su práctica clínica, aparte de
algunas otras concepciones teóricas que estudió. Es como que todo el
tiempo nos está diciendo que él se dio cuenta que esta interacción existe
porque los pacientes le daban las pautas a medida que él los iba tratando. Es
allí cuando llega al concepto de emergente.
emergente El recorrido de Pichon es de la
práctica, a la teoría. De sus pacientes él recaba muchísima información. Y
repiensa. Y dice: hay algo que a estos pacientes les modifica su psiquismo
desde el afuera.
afuera

Algo que a Pichon le llamó la atención fue el caso de los cambios de


terapeutas. El se daba cuenta que un paciente, con un determinado terapeuta
mostraba determinados síntomas y con otro terapeuta mostraba otros
síntomas. O mostraba cierta mejoría con uno, y con el otro había una cierta

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regresión, o estaba totalmente detenida la cura. Pichon decía que había
colegas de él que trataban algunos enfermos que no podían abordar, que los
pacientes permanecían mudos y que se daban entonces determinadas
sintomatologías, donde no había ni avances ni retrocesos. Y con otros
pacientes, trabajaban. ¿Qué quería decir esto? Que algo del afuera
modificaba. Algo pasaba más allá de la interioridad.

Cada vez que uno lee los diversos trabajos de Pichon uno nota que él vuelve
siempre a este darse cuenta. Pichon une. Y además se apoya en las corrientes
sociológicas que hablan de la acción desde el afuera. Además de sus propias
investigaciones, Pichon se apoya mucho en Kurt Lewin, George Mead. El
materialismo dialéctico. El surrealismo. Hay toda una epistemología
convergente para armar esta concepción de sujeto. Una epistemología
convergente en cuanto no es una sola fuente (sería el caso del Psicoanálisis,
Freud la creó). En el caso de Pichon, él toma de diversos lugares para armar
su ECRO, y por lo tanto, para armar esta idea de sujeto.

Como opuesto al Psicoanálisis también estaba la postura de los psicólogos


conductistas. Adentro nada. Tábula rasa. El sujeto nace con una hoja en
blanco. El afuera inscribe todo. Un sujeto pasivo y el afuera llenando
activamente un recipiente vacío. El conductismo es una corriente que tuvo
mucha importancia en el mundo y en nuestro país, sobre todo en el tema del
aprendizaje. Watson decía que le daban cualquier niño, cualquiera sea, y él lo
iba a convertir en un médico, o un delincuente, o un sacerdote. Porque el
sujeto es una tabula rasa, el docente va a ir al alumno y lo va a iluminar.
Pichon, por el contrario, habla de enseñaje.
enseñaje Ida y vuelta. Enseña y aprende.
Aprende y enseña.

La concepción de sujeto es importante para definir:

 cómo vamos a aprender.

 cuáles van a ser los criterios de salud que vamos a tener.

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Ese es el punto. Según cuál sea la concepción de sujeto, según sea la
weltanschaung, va a ser si el sujeto está enfermo o está sano, si va a
aprender de tal, o cual manera. Si yo pienso que los sujetos son tábula rasa,
llenemos el recipiente. Si pienso que el sujeto es un sujeto de interacción, un
sujeto activo, que tiene cosas pero a la vez toma del afuera, voy a pensar que
yo le voy a enseñar, pero que él también me va a enseñar, que va a aprender
pero yo también voy a aprender. Es la postura de Pichon.


según la concepción de sujeto,
van a ser las prácticas profesionales.

Algunas definiciones de sujeto que hace Pichon:

"El hombre es un ser de necesidades que sólo se satisfacen socialmente en


relaciones que lo determinan."

"Entiendo al hombre como configurándose en una actividad transformadora,


en una relación dialéctica mutuamente modificante con el mundo, una
relación que tiene su motor en la necesidad."

"La elaboración de un criterio de salud, al que nosotros llamamos adaptación


activa, significa el análisis de las fomas que reviste la relación del sujeto con
el mundo."

Para Pichon, la salud y la enfermedad dependen de la relación que ese sujeto


tiene con el mundo. Si son relaciones gratificantes, en mayor o menor
medida, dependerá ese grado de adaptación, o no, activa. Si la adaptación
activa se rompe y pasamos a una adaptación pasiva y se produce una
estereotipia de la conducta, no hay aprendizaje, no hay comunicación, se
rompen las redes y el sujeto enferma.

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-¿La estereotipia? ¿Es cuando se cortan todas las relaciones?-

Estereotipia sería la reiteración permanente de una conducta, lo que


provoca que el sujeto detenga su aprendizaje. Es un punto clave. El sujeto de
Pichon es un sujeto de necesidades. Pero se lo puede ver también como un
sujeto del aprendizaje. Para Pichon habría una especie de tríada:

 salud, adaptación activa, aprendizaje.

 Si hay un sujeto sano para Pichón, ese es el sujeto que aprende.

 Cuando se aprende, hay adaptación activa.

 Por lo tanto, hay salud.

 El aprendizaje es salud.
Por eso lo maravilloso de la propuesta de los grupos operativos de
aprendizaje. Y es interesante cuando se formula la pregunta de siempre: ¿Los
grupos operativos son grupos terapéuticos? Y la respuesta aparece
dilematizada. Sin embargo, se los dejo así planteado para que lo piensen, ¿Es
un dilema.....?

CFPS., Abril 2001.

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