Está en la página 1de 1

Era el ao 1972, la semana final antes de irse de vacaciones, el tercer ao en bachillerato ya se haba acabado, pero aun guardaba una

sorpresa para l. Antes de irse el da mircoles se asomo solo por inercia hacia la direccin del plantel, ah estaba, sentada frente al escritorio de una secretaria, el aun atnito no saba que hacia ella aqu, por curiosidad fue a saludar, su padre estaba ah, de los nervios que senta solo pudo decir un par de palabras, intercambiar otras ms con ella y su padre, al ella marcharse, el sali corriendo a su bsqueda, al menos la despedida, un fuerte abrazo y un beso en la mejilla fue suficiente para aumentar los latidos de su corazn, fue como una inyeccin de adrenalina en sus venas. Luego de aquel encuentro no sucedi mucho, varias llamadas algunas cartas pero aun sin lograr verse a solas. Un ao despus, se presenta de nuevo la oportunidad, una llamada a ella para ir a ver una pelcula al auto-cine, seguido de un magnifico s, emocionado esa noche el no pudo dormir. Ya en el lugar, luego de ver la pelcula, comenzaron a pasear en la noche, bajo una inmensa luna llena rodeada de estrellas, como si fueran sus guardaespaldas, un abrazo provocado por un tengo frio de ella, abrazados hasta el auto caminaron, largas conversaciones de temas que no muchos comprenderan, pero ellos se encontraban bien el uno con el otro, se divertan sin necesidad de mucho. Luego de dejarla a ella en su casa sucedi lo mismo, algunas cartas y largas llamadas de hasta dos horas, pero ms nada, otro ao transcurri y seguan hablando por cartas pero aun sin poder verse por motivos acadmicos. Una vez ms, se vuelven a ver, casi 6 horas seguidas pasaron juntos ese da, una vez que otra se escapaban sonrisas, de esas que sin querer queriendo dicen me siento bien contigo, se hicieron las 22:00 horas y ellos aun paseando, cuando toco volver a casa, el durmi con una sonrisa toda la noche, y vuelven a lo mismo, cartas, llamadas, pero esta vez algo cambia, como que ella empezara a ceder, pero l no sabe si est logrando algo, o solo es la emocin que lo ciega, que lo hace pensar en esos ojos oscuros que son como dos ocanos en los que puedes nadar y su cabellera negra con aroma a ilusin.

También podría gustarte