Está en la página 1de 11

Instituto Nacional.

Depto. de Lenguaje.

Viajes misioneros del apóstol Pablo.

Profesor: Nelson Trejo.


Asignatura: Lenguaje y Comunicación.
Integrantes: Carlos Ayala R.
Claudio Parraguez H.
Giacomo Pesce M.
Esteban Sánchez H.
Francisco Silva M.
Curso: 3ºÑ.

Índice.
Página.
Introducción. 3.
Conversión y travesía de Pablo antes de sus viajes misioneros. 4.
Primer viaje misionero de Pablo. 5.
Segundo viaje misionero de Pablo. 7.
Tercer viaje misionero de Pablo. 9.
Viaje de Pablo desde Jerusalén hasta Roma. 10.
Conclusión. 11.
Bibliografía. 12.

Introducción.
El tema que se tratará a continuación será el viaje de un hombre perseguidor
de la iglesia, cuyo fin era sólo ahuyentar, encarcelar y menospreciar a los cristianos o
a cualquier persona que tuviera contacto con ellos, es puesto y cambiado a una
posición completamente contradictoria y extremista, como es el pasar a ser uno de los
misioneros más recordados en el mundo del cristianismo. Iniciando un larga travesía,
dividida en varias partes, este hombre llevó la palabra de Dios a varios continentes, a
2
una infinidad de pueblos, a diversas culturas, y a un sin fin de habitantes. De quien
hablamos es Saulo de Tarso, llamado también el apóstol Pablo, cuyo origen se
remonta a la antigua Judea donde su encuentro con el Señor cambia completamente
su forma de ver y actuar en esta vida.
Analizaremos el viaje de su vida a través del libro de los Hechos de los
Apóstoles, libro que pertenece al Nuevo Testamento de la Biblia, escrito por Lucas
cerca del año 63 d.C., para conocer en profundidad su cambio, motivación, sus
objetivos, y principalmente relatar las situaciones que vivió, la gente que conoció y los
lugares que visitó.
El principal objetivo de esta investigación, a través de la exposición del viaje y
vida de Pablo, es demostrar que ha sido el más grande evangelista del que tengamos
testimonio, que a pesar de en un principio ser duro de cerviz y de corazón, cambió
radicalmente su vida para defender por todos los rincones del mundo lo que antes él
mismo perseguía.

Conversión y travesía de Pablo antes de sus viajes


misioneros.
Pablo antes de ser llamado así, era conocido por Saulo de Tarso, quien siendo
un experto conocedor de la ley judía, miembro de la secta de los fariseos, se
encargaba de asolar a la iglesia cristiana de Jerusalén, entrando casa a casa,
arrastrando a hombres y mujeres para entregarlos a la cárcel.
Saulo decidió un día, con la autorización del sumo sacerdote, ir hacia la
sinagoga de Damasco con el objetivo de encontrar cristianos en el trayecto para
encarcelarlos.

3
Cuando iba por el camino, ya cerca de Damasco, cayendo al suelo, fue
rodeado repentinamente por el resplandor de una luz proveniente de cielo, y oyó una
voz que le decía:
“Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy
Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El,
temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo:
Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.” Hechos 9:4-6.
Todos los presentes oyeron la voz, mas no sabían quien la emitía. Entonces
Saulo se levantó completamente ciego, por lo cual entró ayudado a Damasco. Allí se
encontró con Ananías, quien, enviado por el Señor ora por él, y al instante recibió la
vista y fue bautizado.
Ese es el momento en que el perseguidor cambia radicalmente su vida, a partir
de ese entonces se queda unos días en Damasco predicando la palabra de Dios, esta
era, que Jesús era el Cristo redentor. Todos quienes le oían quedaban atónitos,
sobretodo los judíos que no podían creer lo que presenciaban hasta que finalmente
resolvieron en consejo matarle, sin embargo, con ayuda de los hermanos cristianos de
la ciudad, Saulo fue descolgado por el muro en una canasta para luego huir a
Jerusalén.
Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le
temían, creyendo que todavía perseguía y asolaba a los cristianos. Entonces, un
discípulo llamado Bernabé, le llevó a los apóstoles, a quienes les contó su
experiencia, para más tarde comenzar a hablar con los griegos en el nombre de
Jesús, pero estos procuraban asesinarle, razón por la cual los hermanos le llevaron a
Cesarea, y le enviaron por mar a Tarso, con el fin de llegar a Antioquía de Siria.

Primer viaje misionero de Pablo.


Ministrando y ayunando Saulo en la iglesia de Antioquía, el Espíritu Santo dijo:
“Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” Hechos 13:2.
Habiendo terminado de orar y de ayunar fueron despedidos por los hermanos.
Llevando a Juan de ayudante, Saulo y los discípulos comenzaron el primer viaje
misionero, descendiendo a Seleucia, para navegar a la isla de Chipre, a la ciudad de
Salamina, en donde anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos.
Una vez que atravesaron hacia el otro extremo de la isla, llegaron a Pafos,
lugar donde moraba un cierto mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús que estaba
con el procónsul Sergio Paulo, este último deseando oír la palabra de Saulo, los
mandó a llamar. Pero el mago les impedía realizar su labor, por lo cual Saulo, que

4
desde allí también es llamado Pablo, le reprendió con autoridad dejándole ciego, y
viendo lo que había sucedido, el procónsul creyó maravillado de la doctrina que
enseñaban.
Continuando con la expedición, los discípulos zarparon hacia Perge de Panfilia,
pero Juan apartándose de ellos volvió a Jerusalén. Ellos, pasando de Perge, llegaron
a Antioquía de Pisidia, en donde Pablo entró a la sinagoga judaica en un día de
reposo para exponer sus palabras de exhortación. Cuando acabó la reunión, tanto los
judíos como los gentiles (todo aquél que no es judío) le rogaban que se quedase más
tiempo con ellos, petición a la que Pablo accedió. Entonces al siguiente día de reposo
se juntó casi toda la ciudad para oírle, lo que generó celos en algunos judíos, que
provocaron la persecución y expulsión de los discípulos de la ciudad.
El nuevo rumbo, fue Iconio, donde una vez más Pablo enseñaba en las
sinagogas, y su efecto fue nuevamente relativo, algunos creyeron, mas otros se
lanzaron a afrentarlos, por lo cual huyeron a Listra y a Derbe para allí predicar el
evangelio. Y cierto hombre de Listra, cojo de nacimiento oyó hablar a Pablo, quien
viendo la fe del inválido, clamó diciendo “Levántate derecho sobre tus pies”, y el cojo
saltó. Los habitantes de Listra, al ver este evento, creyeron que Bernabé y Pablo eran
dioses en forma humana, y los llamaron Júpiter y Mercurio respectivamente, y les
rindieron ofrendas como a dioses. Los discípulos sorprendidos, trataron de explicarles
la errada manera en la que estaban reaccionando, pero no pudieron hacerles
recapacitar y siguieron recibiendo honores. Entonces llegaron a la ciudad judíos
provenientes de Antioquía e Iconio con el fin de persuadir a la multitud, y habiendo
apedreado a Pablo le arrastraron fuera de la ciudad pensando que estaba muerto.
Reorganizados nuevamente los discípulos, alentados por palabras de Pablo,
algunos decidieron regresara Listra, Iconio y Antioquía para continuar anunciando el
evangelio, pero Pablo junto a Bernabé fueron a Derbe, y predicando descendieron a
Atalia, para zarpar hacia Antioquía de Siria, y se quedaron mucho tiempo con los
discípulos contándoles cuan grandes cosas Dios había hecho con ellos. Más tarde
Pablo desciende a un concilio en Jerusalén para exponer los consejos y
recomendaciones que los gentiles debían comenzar a recibir. Finalmente, Pablo y
Bernabé retornan a la iglesia de Antioquía.

5
Segundo viaje misionero de Pablo.
Este viaje se da inicio luego de una diferencia que tuvo Pablo con Bernabé, ya
que este último deseaba que Marcos se uniera a la misión, mientras que Pablo,
contrario a Bernabé, no lo quería en su misión puesto que Marcos se había apartado
de ellos en Panfilia.
Es así como Pablo inicia su viaje junto a Silas y Timoteo, joven proveniente de
Listra.
Poco tiempo después de haber iniciado su viaje, el Espíritu de Dios amonesta a
Pablo y le dice que no predique la palabra de Dios ni en Asia ni en Bitinia.
Continuando su viaje, llegaron a Misia, descendieron a Troas y fue en ese instante
cuando se le mostró a Pablo una visión cuyo fin era persuadirlo para que fuese a
Macedonia. Fue entonces esa dirección la que tomaron los tres siervos de Dios. Unos
de esos días, estando en Macedonia, Pablo y Silas fueron encarcelados, debido a que
Pablo había reprendido un espíritu de adivinanza en una mujer hechicera, y al ver
esto las personas que lucraban con la adivinación, entraron en furor y acusaron a
Pablo y a Silas de alborotar la ciudad. En consecuencia, Pablo y su acompañante
fueron encarcelados.

6
Una vez resuelto el asunto judicial, Pablo, Silas y Timoteo continúan su viaje en
dirección a Tesalónica, en donde el apóstol concurre a una sinagoga judaica para
exponer su enseñanza, la que produjo una discusión de grandes proporciones en el
pueblo judío. Escapando del alboroto, los viajeros prosiguen hacia Berea, en donde,
inmediatamente y sin medir la consecuencias, se vuelven a introducir a una sinagoga
judía, pero a diferencia de la sinagoga Tesalónica, en esta fueron bien acogidos y los
fieles de la sinagoga recibieron adecuadamente el mensaje que Pablo les predica con
amor. Cuando los judíos de Tesalónica supieron que también en Berea era anunciada
la palabra de Dios por Pablo, fueron allá, y alborotaron a las multitudes. Pero,
inmediatamente los hermanos cristianos enviaron a Pablo hacia el mar, en dirección a
Atenas, mientras que Silas y Timoteo se quedaron en ese lugar.
Pablo entrando en Atenas, se da cuenta de la realidad que se vivía en aquella
ciudad y mira con pena el gran poder idólatra que inunda aquella zona geográfica.
Producto de esto, Pablo nuevamente asiste a las sinagogas en donde discute con
grandes filósofos y peritos en la ley judía, con la finalidad de mostrarles el gran error
en el que estaban sumergidos. En una de las tantas discusiones en los areópagos,
Pablo dice lo siguiente: “Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos;
porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual
estaba esta inscripción: “AL DIOS NO CONOCIDO”. Al que vosotros adoráis, pues, sin
conocerle, es a quien yo os anuncio”. Claro ejemplo de la intención que tenía Pablo al
momento de debatir sobre la verdad.
Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto, lugar en el que
conoció a Aquila y a su esposa Priscila, con los cuales trabajó en el oficio de hacer
tiendas. No obstante, también en ese tiempo Pablo estaba dedicado a la predicación
de la palabra de Dios. A pesar de algunos problemas, el natural de Tarso continuó su
misión y su próximo paradero fue Efeso, en donde dejó a Priscila y a Aquila,
continuando su travesía hasta llegar a Antioquía.

7
Tercer viaje misionero de Pablo.
Dejando la iglesia de Antioquía, Pablo se dirigió a Efeso y en el camino volvió a
visitar las iglesias de Galacia y Frigia. Efeso era la capital y el centro comercial
principal de la provincia romana de Asia (parte de Turquía actualmente), era una de
las grandes ciudades en el Mediterráneo. Pablo permaneció más de dos años en
Efeso, donde escribió su primera carta a los Corintios para enfocar los diferentes
problemas que enfrentaban. Durante el tiempo que Pablo permaneció en Efeso
difundió el evangelio, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y
griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús (hechos 19:10).

Cuando Pablo predicó la palabra en Efeso, Demetrio y sus colegas no


estuvieron de acuerdo con su doctrina y su enojo era muy grande, ya que la
predicación atentaba contra sus ganancias. Pues ellos hacían estatuillas de plata de
la diosa efesia Diana y si la gente empezaba a creer en Dios y desechaba sus ídolos,
la fuente de estos plateros disminuiría. Diana era una diosa de la fertilidad. La
representaba una escultura femenina con numerosos pechos. Una enorme estatua de
ella estaba en el gran templo de Efeso. Ese templo era una de las maravillas del
mundo antiguo. La fiesta a Diana incluía orgías salvajes y juergas. Es obvio que la
vida religiosa y comercial de Efeso reflejaba el culto de la ciudad a esta deidad
pagana.
“Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a
desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en
nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venere toda Asia, y
el mundo entero.” Hechos 20:27.

En el versículo anterior se ve reflejada claramente la preocupación de Demetrio


ante la llegada de Pablo. La estrategia usada por el creador de estatuillas para

8
alborotar a la multitud fue apelar al amor que la gente tenía al dinero, la cual funcionó,
he hizo que la ciudad se llenara de confusión, creando disturbios en el teatro, en
donde se encontraban algunos compañeros de Pablo. Entonces Pablo quiso ir al
teatro para hablar y defender a los suyos, pero los demás creyentes cristianos se lo
impidieron por su seguridad.
Después que cesó el alboroto, el apóstol se despidió de los hermanos para
dirigirse a Troas. Más tarde, atravesando Macedonia llegó a la región de Acaya, en
donde fue a la ciudad de Corinto para tratar algunos problemas surgidos. Pablo tenía
planes de navegar directamente desde este lugar a Antioquía de Siria, pero descubrió
una conspiración contra su vida, de manera que, en vez de navegar, decidió retrasar
su marcha a través de Macedonia, para luego volver a Troas, en donde Eutico es
resucitado de entre los muertos. De Troas, Pablo viaja por tierra hasta Asón, para
abordar una nave con rumbo a Mitilene y Samos en su camino a Mileto, en donde
pidió a los ancianos de la iglesia en Efeso que los despidiera de sus miembros, ya que
sabía que tal vez no los volvería a ver, pues el Espíritu Santo le anunció que estaría
en prisión y que sufriría. La nave partió de Mileto en dirección a Cos, Rodas y Pátara,
donde el predicador junto con sus acompañantes abordaron un barco de carga con
destino a Fenicia, para luego pasar por Chipre y desembarcar en Tiro, más tarde en
Tolemaida y por último en Cesarea, donde Pablo desembarcó y marchó a Jerusalén
por tierra.
Viaje de Pablo desde Jerusalén hasta Roma.
Todo comienza con el arribo de Pablo a Jerusalén, en donde su llegada no fue
muy grata, ya que al asistir a un templo donde lo invita Jacobo junto con un grupo de
ancianos cristianos, es acusado de introducir a gentiles al templo, cosa abominable
para los judíos, y en consecuencia, repudiaron aquel acto, insultando, y por poco,
linchando a Pablo, quien fue preso en Antonia. Pero cuando el tribunal supo que los
judíos habían atentado contra el prisionero, lo enviaron escoltado por muchos
soldados a Cesárea, área bajo el mandato del procurador Félix. Pablo al negarse a
pagar su libertad, Félix decidió tenerlo preso hasta que terminara su cargo como
procurador (le faltaban dos años para ello), para que asumiese Festo. Una vez que
asumió el nuevo líder romano decidió mandar a Pablo a Jerusalén para que fuese
juzgado allá en presencia de sus acusadores (los judíos), pero el evangelista que
conocía como iban a actuar los judíos, decidió apelar al César. Situación que sólo se
llevaba a cabo en Roma, por lo tanto, inician la expedición a la capital del imperio,
zarpando primeramente en el puerto de Cesarea, para luego desembarcar en Sidón.
Antes de continuar el viaje, Pablo le advierte al centurión Julio sobre el
tempestuoso clima invernal de la época, pero éste decide proseguir la travesía sin
considerar estas palabras. Más tarde, a pesar de la advertencia del apóstol, la
tempestad se hace sentir con furia y provoca la desorientación de la embarcación
junto con grandes daños estructurales, mas sin muerte alguna. El barco permanece a
disposición de la tormenta durante varios días. La tripulación del navío intenta por
todos los medios mantenerlo a flote, pero al prolongarse el temporal, con el paso de
los días cunde el desánimo. Fue Pablo el que en todo momento intentaba que sus
acompañantes mantuvieran la calma y que se alimentaran, porque llevaban varios
días sin comer. De este modo, producto de una visión que el Señor le entrega al
9
apóstol, Pablo le asegura a la tripulación que no debe temer, ya que ninguno de ellos
perderá la vida. Tiempo después divisan tierra, era la isla de Malta, y los soldados que
iban en el barco deciden matar a los prisioneros, por temor a una posible fuga, pero el
procurador prohíbe que maten a Pablo. Una vez en Malta, Pablo es mordido por
víbora y los nativos del lugar pensaron lo peor para éste, pero al mejorarse se dan
cuenta del mal pronóstico presagiado. Al cabo de unos días se reanuda la
navegación, llegando a Puteoli, desde donde terminan el recorrido por tierra hasta
Roma.
Finalmente, en Roma lo reciben un grupo de cristianos de esa ciudad, y la
situación de su juicio se torna confusa, ya que por un lado se decía que Pablo aún era
vigilado y más delante se dice que éste gozaba de plena libertad. Dejando así nula la
acusación de los judíos que se suponía llegarían con este juicio hasta instancias
finales. Pero Pablo sin impedimentos ni tapujos pudo predicar libremente en Roma.
Conclusión.
A modo de conclusión, teniendo en cuenta el increíble viaje de Pablo tanto
interno, espiritualmente hablando, como físico, anunciando la Palabra de Dios,
podemos decir que este hombre fue, es, y probablemente será el mayor misionero
evangelista del que tengamos noción, quien sin importar las tribulaciones,
humillaciones, reclusiones e incontables padecimientos que sufrió, fue capaz de
cumplir el propósito por el que fue llamado, que era, anunciar el evangelio de Dios
tanto a judíos como a gentiles.
Finalmente, haciendo una reflexión, hoy en día ¿cuántos evangelistas y
misioneros estarán realmente dispuestos a “viajar” por el mundo?

10
Bibliografía.

11

También podría gustarte