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BIBLIOTECA * oe AUTORES ESPANOLES. TOMO SEGUNDO. OBRAS (Fee reenG Gla Don Micolas,y de don Leandro Sernande; de Moratin. ° BIBLIOTECA \UTORES ESPANOLES, DESDE LA FORMACION DEL LENGUAJE HASTA NUESTROS DIAS, ordenada 6 ilustrada POR D, BUBNAVENTURA CARLOS ARIBAU, TOMO SEGUNDO. 4% % MapRip, TMPRENTA, LIBRERIA, FUNDICION Y ESTEREOTIPIA DE M. RIVADENEYRA Y COMP.A , CALLE DE JESUS BEL vaLLE, ¥.° 6, 1846. ADVERTENCIA. : La merecida popularidad de que goza el nombre de vow Lzanpao Feananpez px Mo- satin, como uno de nuestros mas insignes escritores, nos indujo 4 destinar 4 sus obras el segundo tomo de esta Biblioteca, después de Micuns, og Ceavanres Saavepna. Si alguno, por su particular predileccion 4 tal 6 cual género de. literatura, 6 4 determi- nados autores, hubiese preferido otra colocacion, podremos decirle para abreviar ra~ zones que, en una coleccion semejante, el érden de la publicacion es materia haste cierto punto secundaria, mera cuestion de tiempo, que satisfactoriamente para todos quedard resuelta, 4 medida que vayamos adelantando nuestros trabajos. Creimos desde luego que afiadirfamos un grande interés 4 este tomo, ai 4 las pro- ducciones de tan sefialado ingenio hiciésemos preceder las de su padre vox Nicotas; no precisamente por los vinculos tan estrechos de la sangre, que no siempre abarcan iguales disposiciones y tendencias , sino por la conformidad de miras con que sucesi- vamente procedieron padre é hijo, animados de una misma idea : la reforma del tea- tro espafiol con arreglo 4 los preceptos clésicos; empresa que el primero acometié con ardor, y el segundo rematé con singular felicidad. La breve vida de un solo hom- bre no fué suficiente para realizar el arduo pensamiento; pero hubo un heredero que lo acepté; y los esfuerzos de los dos formay una sola accion en esta parte de los ana- les literarios. Hay ademas la circunstancia de que las obras de Moratix el padre no son tan co- nocidas como merecen. Impresas separadamente en varias épocas, nunca han sido re- copiladas ; pues recopilacion no puede Ilamarse (ni tampoco lo pretende) el tomo de poesfas péstumas que salid 4 luz en Barcelona el aiio de 1824, donde to se compren- den sino muy pocas de las que en sus mocedades publicé en forma periédica bajo el titulo de El Poeta : algunas de ellas se hallari mutiladas y reducidas 4 lijerisimas mues~ tras, como el poema de la Caza, y se omiten las cuatro composiciones dramaticas que se le deben : monumentos preciosos , si no por su mérito absoluto, 4 lo menos por las bellezas que encierran, y por la influencia que sin duda ejercieron en los progresos del arte y en la revolucion de las ideas. " ADVERTENCIA. A esta falta hemos procurado suplir, valiéndonos de cuantos medios se han hallado 4 nuestro alcance; y para dar alguna muestra de su prosa (si bien en nuestro con- cepto la prosa casteltana no recobré su majestad y energia hasta los tiempos de Jo- vellanos) hemos reproducido los apuntes del autor sobre las fiestas de toros, que por su curiosidad parecerdn sobrado concisos, aun 4 los menos aficionados. De las obras del hijo existen varias ediciones mas 6 menos completas; pero nin- guna tanto como la que presentamos. Hemos comparado los testos, escogiendo los mas legitimos, y tales deben considerarse los de las ediciones revisadas por el mismo autor en los ltimos aiios de su vida; pues 4 nadie puede disputarse el derecho de pulir sus propios escritos, 4 guisa de codicilo de la herencia intelectual que lega la posteridad. Pero como algunos de los retoques fueron conocidamente hechos' por motivos ajenos 4 la literatura, y por respetos transitorios y caducados que no nos hallamos obligados 4 guardar, donde quiera que hemos adquirido este convencimien- to, notamos las variantes que resultan de las copias mas autorizadas y de las edi- ciones primitivas. Bastante inédito sacamos de la oscuridad, como verd el lector, aun- que sospechamos que existe algo mas. No queremos desaprovechar esta ocasion de rendir piblicamente las gracias 4 los amigos que nos han proporcionado tan precio- sos hallazgos. ‘ No sin cortedad anunciamos que nos hemos atrevido 4 poner algunas notas, mas de las que al principio nos habfamos propuesto. Si esto no se juzga como un mérito que recomiende la presente edicion, séanos Ifcito siquiera alegar algo en nuestra de- fensa. Monatin en sus Origenes del Teatro espafol trazé en grandes Iineas 1a histo- ria de él hasta Lor pe Vaca; luego en el Discurso preliminar 4 sus comedias nos describe la regeneracion dramética que se verificé en el siglo pasado. Sus repetidas ausencias en el estranjero, al paso que le proporcionaron el exdmen de muchos do- cumentos, le privaron de otros que hubiera probablemente descubierto y no han sido conocidos hasta después, qculténdole noticias tradicionales que hemos procurado re- coger, y hubiéramos hecho mal en no publicar, ya que tan oportuna ocasion se nos venio 4 la mano. Aun en esto hemos, para no errar, solicitado auxilios ajenos, péro tan autorizados que bastard leer los nombres suscritos 4 algunas de las notas para lograr que se disimule y aun se aplauda nuestra osadia. Finalmente, como Moratin no se desdefiaba, antes bien hacia cierto alarde de ser buen traductor, en fas composiciones que tomé de otras lenguas hemos copiado el testo original : prodigalidad, si se quiere, pero insignificante en una edicion tan eco- némica. Cuando esto no produzca otra ventaja que la de ensedar por ejemplos pric- ticos el arte de traducir, que en tan torpes manos suele andar hace dias, habremos logrado acudir 4 uno de los puntos débiles y poco defendidos por donde de contra- bando se introduce tanta corrupcion en el campo de la lengua castellana. La Vida de Moratin (D. Nicolas) es la que-escribié su hijo para la ion, péstuma de Barcelona : no podfamos escoger otra sin perder en el cambio, y sin defraudar 4 nuestros lectores de una obra que de todas maneras esté comprendida en el objeto de este tomo. La Vida de Moratin (D. Leandro) ha sido escrita con presencia de las publicadas hasta el dia, y fundada ademés en testimonios los mas auténticos. Espe- ramos que el ptiblico apreciaré nuestra sincera voluntad. sme amannnnanaa anuevenennanaaniitass Ak ARAOALASEUN “AASAURA AON ROAM MARL MAASAI AAA A ARRAN VIDA DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN, FLUMISBO THERMODONCIACO (1). Don Nicouas Fenxanpez pg Monatin nacié en Madrid, de familia noble de Asturias, en el afio de 1757. Era su padre jefe de guardajoyas de la reina dofia Isabel Farnesio, la cual, muerto su esposo Felipe V, se retiré acompatiada del infante don Luis al sitio de San Mdefonso , en donde permanecié durante el reinado de Fernando VI. Alli recibié Moratin su primera instruc- cion; y como desde muy nifio hubiese manifestado un talento, en gran manera superior al de otros hermanos que tuvo, quiso su padre que siguiera Ia carrera de Ias letras, y le envié @ cursar filosofia al colegio de jesuitas de Calatayud. Pasé después 4 Valladolid 4 estudier leyes, alternando Jas lecciones de Ja escuela con Ia amenidad de los poetas clasicos griegos y latinos, arrebatado de una inclinacion vehemente, que le hacia preferible aquella distraccion 4 cuan- tas ofrecen la juventud y la Hbertad. Graduado en leyes volvid 4 San Ildefonso, en donde se casé muy & gusto de sus padres (2) yde la reina, que inmediatamente le nombré ayuda de su guardajoyas. Muchas veces , procu- rando aquella sefiora alguna diversion 4 sus frecuentes melancolias, le Hamaba 4 su cuarto, le pedia noticias de la vida escolistica , y se reia con las graciosas desuripciones que la hacia Moratin del impertinente y ridiculo ceremonial de las borlas, de los trabajos y angustias de Jas posadas, las masicas , los vitores, las palizas y las incursiones nocturaas que padecian las calderas del malcocinado de Valladolid. Por la muerte de Fernando VI cesé el retiro en que habia vivido doce aos lareina madre, que entré en Madrid con alegrias de triunfo, y en calidad de gobernadora, en tanto que su hijo Carlos IfI Hegese 4 Espaiia. Restituido Moratin 4 su patria, que no conocia, tuvo ocasion de observaria sin las preocupaciones de la costumbre : vié sus bibliotecas, sus espectéculos, sus fiestas populares , sus tribunales, sus templos; procuré el trato de los que mas sobresa- lian en el estudio de as ciencias y de las artes; y pocos meses de haber legado ya era amigo (A) Esta Vida fué escrita por don Leandro Fernandes de Moratin, quien campliendo la voluntad de su padre, quiso rendirle este homenaje de respeto, cuando en 1821 publicé en Barcelona la coleccton de las obras postumas del mismo, ‘con arreglo al manuscrito que pocos meses antes de su muerte habla entregado corregido y firmado & su amigo don Ig- ‘nacio Bernascone. Podria quejarse et piblico de un grave perjuicio, si bubiésemos sustitaldo otra relacion, que nunca padiera competir con la presente, dictada por el amor filial, escrita con una elegancia digna de tan docta pluma, y enriquecida con noticias preciosas y bien agrupadas sobre los sucesos piblicos de aquell’ época, y el estado y pro- ‘gresos de nuestra literatura durante la mayor parte del reinado de Carlos Ill, (2) Llamabase su padre don Diego, natural de Madrid, y su madre dofia Inés Gonzalez Cordon, natural de Pastrana, de honrada famitia de labradores de la mismua villa: su esposa fué dofiaIsidora Cabo Conde, natural de Aldeaseca, cerca de Aréralo. m . VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. de don Luis Mison, insigne misico, del escultor don Felipe de Castro, de don Juan de Iriarte, del erudito maestro Florez, de don Agustin de Montiano, de don Luis Velazquez, y de la in- comparable cémica Maria Ladvenant. No habia dado en aquel siglo 1a poesia castellana paso alguno que no fuese encaminado & su decadencia. En vano el benemérito don Ignacio de Luzan quiso estimular 4 sus conciuda- danos con la doctrina y el ejemplo. Su Poética, impresa en el afio de 1737, no se leia en el de 1760, y sus composiciones lirics, en que celebré los esfuerzos que empezaron a hacer las bellas artes, se oyeron con privadé aplauso en la academia de San Fernando; pero no sirvie- ron de otra cosa que de abultar los cuadernos de sus actas. Pon Agustin de Montiano, su com- patriota y su amigo, con menos imgenio y no inferior cultura y celo de nugstra opinion li- teraria, habia publicado dos tragedias, arregladas y dlecorosas, que no se han representado nunca (3), y dos discursos criticos, en que resumiendo Ia historia del arte recomendaba los buenos principios, que nadie intentaba seguir. El teatro, agitado por las parcialidades de chori- zos, polacos y panduros, habia Ilegado a su mayor corrupcion. La poesia lirica toda era para- nomisias y equivocos, laberintos , ecos , retruécanos, y cuanto desacierto es imaginable : en el género sublime, hinchazon, oscuridad, conceptos falsos , metaforas absurdas; en el gra- cioso, bufonadas truhanescas, chocarrerias, chistes obscenos, ninguna imitacion de la natu- raleza visible 6. patética, ningun precepto del arte que moderase 6 dirigiese los impetus de la fantasia. Empezé su reinado Carlos Ill, seguido de aquellas lisonjeras esperanzas que siempre acom- Baitan 4 la exaltacion de un nuevo principe; y si en lo sucesivo no se vieron cumplidas todas, lo menos emperaron 4 darse acertadas providencias en beneficio publico. Adquirié la nacion nuevo espiritu, deseosa de adelantar y perfeccionarse en los varios conocimientos que cons— tituyen Ja ilustracion y la prosperidad de un.estado; y por todas partes se veian los efectos de su actividad, y los desvelos de un soberano interesado en estimularla. La prudente libertad que se did 4 la imprenta fué un aliciente poderoso para que muchos literatos publicasen obras tiles en todos géneros,, y la multitud de periddicos (que siempre escitan 4 que lean algo los que nada leerian, si no los hubiese) empezé 4 fomentar el buen gusto, la sana critica y la erudicion. Escribié Moratin por aquel tiempo la Petimetra, comedia sujeta al rigor del arte, la pri- mera original que se habia escrito en Espafia con este requisito, y la Lucrecia, tragedia igual- mente estimable por su regularidad. Estas dos piezas se publicaron impresas, pero ninguna de ellas se representé (4). El teatro, tiranizado entonces por estipidos copleros, administrado por cérhicos del mas depravado gusto, y sostenido por una plebe insolente y necia, solo se alimentaba de disparates (8). Gozaba Calderon en aquella época de tal concepto, que parecia atrevimiento sacrilego no- en 1762, con una dedicatoria & la duquesa de Medinasidonia y una disertacion prelimi- nar. A poco salié 4 luz la Lucrecia con otro discurso. (8) Hablando de Ja. Petimetra, decia su autor en los’ Desengafos al teatro espanol: « No me ha sido posible ba- » eerla representar, ni lo ba conseguido un mi apasionado que en viéndola lo ha solicitado en Cidiz; pues en oyendo »que esta arreglada la desprecian ; y advierta usted que no son los académicos de la Academia espafivla, ni los de la »de las ciencias de Londres 6 Paris, ni de los Arcades de Roma, sino los mismos comediantes , y aun mas los poctas- ‘+ tros 6 versificantes saineteros y entremeseros , que andan siempre agregados & las compaiilas : estos son los jueces » que ev Espaiia tiene la poesia.» Sin embargo, tal vez esta prevencion le evito un amargo desengaiio, que, recibido en la Juventud , es frecuentemente una herida mortal para el iogenio. Don Leandro, autor deesta Vida, en medio de la gran seneracion que profesaba a las obras de su padre, estainpé este severo juicio sobre la Petimetra »earece de fuerza comica , de propiedad y correccion de estilo; y mezclados los defectos de nuestras antiguas come- » dias con la regularidad violenta 4 que su antor quiso reducirla, result6 una imitacion ele caricter ambiguo y poco & >propésito para sosterierse en el teatro, si alguna vez hubiera intentado representaria: » VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. 6 tur defectos en sus comedias 6 en sus celebrados autos sacramentales, que repeti.tus anual~ mente en Ja escena con la pompa y aparato posibles, entretenian al vulgo de todus clases, y perpetuaban los aplausos de su famoso autor. Moratin publicé tres discursos, que intitulé Des- enguios al teatro espafiol, escritos con todo el acierto de un hombre de buen gusto, ycon todo el celo de un ciudadano interesado en los progresos y la gloria literaria de su nacion. En el primero de ellos manifest los defectos de que abundaban las piezas antiguas, igualmente ue las modernas con que los poetas chabacanos enriquecian 4 los eémicos, autorizando de cada vez mas Ia irregularidad y la ignorancia. En los dos siguientes discursos probé que los autos de Calderon, tan admirados de la multitud, no debian sufrirse en una nacion que se’ preciase de ilustrada y catdlica, asi Por, et abandono de todas las reglas que en ellos se ad- vierte, como por el desacierto con que estan tratados los dogmas de la religion, 1a violencia con que se interpretan y acomodan los testos de la Escritura, y el inconveniente gravisimo de presentar a vista del pueblo, con toda la ilusion que presta el:teatro, unas acciones cuya imita- cion dramatica degrada la majestad de la ley y sus altos misterios , dignos solo de existir para ensehanza nuestra en lus libros sagrados, 6 de oirse en el templo como asunto peculiar de sus mas elocuentes ministros. No hay para qué decir cudnta oposicion sufrieron estos discur- s0s, cuantos necios escritos se publicaron contra ellos, cuanto abominaron de su autor los eémicos, los protectores de las cémicas y los fanaticos mantenedores de la barbarie; baste solo advertir que , apenas salié a luz el tercer discurso , prohibid el gobierno la representacion delos autos. Epoca memorable en los fastos del teatro espaftol, que nunca podré recordarse sinelogio de aquel escritor juicioso é intrépido 4 quien se debid tan atil reforma. Dadas ya estas prendas,, y conocidas sus opiniones literarias, bien merecia tener enemigos, a paso que se hacia estimable entre los sujetos mas doctos, ‘asi nacionales como estranjeros. La academia de los Arcades de Roma Ie récibié en el niimero de sus individuos , dandole el nombre de Flumisbo Thermodonciaco. El marqués de Ossun, embajador de Francia en Ma- drid (en cuyo destino-permanecié diez y siete afios, mereciendo Ja confianza de ambas cortes yla amistad de Carlos Ill), favorecié 4 Moratin, le traté con la franqueza mas cordial, y le faci- 16 correspondencia con algunos de los mas distinguidos sabios franceses del tiempo de Luis XV. Napoli Signorelli, Bernascone, Conti, Bordoni y otros eruditos italianos; que resi- dian en Madrid, apetecieron su amistad. Reparé la pérdida de‘su buen amigo Montiano con la imidad que’merecié 4 don Eugenio de Llaguno, mas ilustre por la tradaccion de’la Atalia, que por los altos empleos que sirvié después , sujeto de fino gusto en la literatura y en las ar- tes, Don Casimiro Gomez Ortega, erudito botdnico y humanista, don José Clavijo y Fajardo, antor de la obra periddica intitulada ¢l Pensador , la mas estimable de cuantas se publicaron entonces , y otros distinguidos literatos, proporcionaban 4 Moratin ficil consuelo en los dis~ qustos que sus enemigos procuraban darle; y conociendo que seria perder el' tiempo ocuparse en contestaciones interminables, que irritan y no persuaden 4 quien no se halla capaz de con- vencimiento , aplicd su atencion a reunir algunas poesias sueltas, que tenia escritas, y las did a Ja prensa en forma de periddico, que intituld el Poeta (6). Poco después concluyé y publicé la Diana, 6 Arte de la caza , poema didactico, dirigido al infante don Luis Jaime de Borbon, aquien habia merecido desde su nifiez una aficion particular (7). En esta obra manifests Moratin cudnto podia esperarse de su pluma, y desde luego se cono- (6) Esta obra se pablicd en 1764 con un prolago en prosa, (7) La Diana salio precedida de su prologo, cuyo objeto es prevenir los ataques de la critica , que por aquellos tiem- es iba sobrado descarriada, por no baberse fijado todavia en la opinion los principios Hloséficos del gusto. También por entonces publicé una égloga sobre haberse colucado enla academia de San Fernando, de orden de S. M., bis efigies de Gonzalez ¥ Velasco, insignes defensores de la plaza de la Habana, cuando de ella se apoderaron los ingle- een 1782. VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. tis que, floreciendo en edad menos infausta para las letras, seria un digno sucesor de Luzan, y oaerian on desprecio y olvido las musas tabernarias del Piscator salmantino, Julian de Cas- tro, el marqués de la Olmeda, Nieto, Rejon, Bazo, Camacho, Montoro, Benegasi, Navarro, Lobera, Bidaurre, Ibahez, Furmenta, Nifo, Iparraguirre , Cernadas y otros mil, en cuyas ma- nos perecia la poesia castellana, sin doctrina, sin decoro, sin arte. Asi se verificé después; pero las turbaciones politicas ocurridas en el aio de 1766 interrumpieron por algun tiempo el progreso de las letras, mudaron la suerte y las costumbres del pueblo, hicieron suspicaz al gobierno, y alteraron en gran manera los planes y las ideas benéficas del soberano. No es de este lugar referir las causas, las circunstancias y les resultas del tumulto de Madrid baste decir, que muy de antemano conocieron los mas prudentes cudnto peligro amenazaba la quietud pablica, en vista de la poderosa influencis'delos que preparaban una revolucion, di- rigida 4 mudar todo el ministerio, poner otro 4 su gusto, y evitar por este medio las innovacio- nes y reformas que se meditaban, tan perjudiciales 4 los privados intereses de muchos, como favorables al bien general. Sucedié, en fin, el alboroto popular que unos solicitaban y otroste- mian ; anticipdse la ejecucion,, y se desvanecieron mil atrevidas esperanzas. La imprevista mu- danza de la corte, desde Madrid 4 Aranjuez, evité muchos dafios,'y quedé desmentido el fa- moso pasquin que aparecié el martes santo : Vicimus , expulimus : facilis jam copia reght. Nombré el rey al conde de Aranda presidente del Consejo y capitin general de Castilla la Nueva, fid de su prudencia y talento el remedio de tantos males, y es necesario convenir en que no fué desacertada la eleccion. En el aiio siguiente salieron espatriados de todos los: dominios de Espafia los religiosos de 1a Compafiia de Jesus, y mientras se pedia en Roma con el mayor empefio 1a estincion de la orden, se imprimian en Madrid una multitud de escritos encaminados 4 desacreditar los prin- cipios yla conducta, moral y politica de aquella corporacion. Ganabase dinero y favor diciendo mal de los jesuitas; y una turba de escritores famélicos (siempre dispuestos 4 vender su pluma 4 quien se la quiera comprar) sacié con esta clase de opisculos la curiosidad comun, si bien el mismo que los estimulaba y protegia se hallaba poco satisfecho de que la causa del gobierno hublera de encomendarse 4 tan ruines autores. Hablaba un dia al conde de Aranda con Mora- cerca de esto : hizole algunas insinuaciones, de las cuales no se daba por entendido; pero viéndose apurado en demasia, respondié con aquellos dos versos de la Jerusalén librada : Nessuna 2 me col busto esangue ¢ muto Riman pit guerra : egli mort qual forte. El conde, sonriéndose, dijo : escelente poeta era el Tasso, y siguié hablando de otra mate~ ria con los dems que se hallaban presentes. No ignoraba aquel gran politico cudn grande sea la influencia del teatro en la cultura de una nacion ; advertia el estado de abandono en que se hallaba el nuestro, y solicitaba que Mora- tin, en el ocio que le permitia la muerte'de a reina madre, ocurrida en el aio anterior, se dedicara 4 componer algunas obras dramaticas. El, entre tanto, mejoré los teatros de Madrid, arreglando su policia interior y esterior , cortando en su origen la discordia que reinaba en ellos, reprimicndo las parcislidades de los.que se amaban apasionados, y dando al especta— culo mucha parte de la ilusion yel decoro que le faltaban. Hizo traducir las mejores piezas del teatro francés 4 italiano ; y aunque no logré que desapareciesen todas las monstruosidades de que se componia el caudal cémico, mandé representar algunas buenas treducciones, en que vié el pablico una prueba certisima de que no estén vinculados los aplausos 4 los desaciertos. Cultivaba por entonces Moratin la amistad del célebre Cadahalso : juntos frecuentaban la VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. u caade Maria Ignacia Ubaier, sonsible, modesta, hermosa, jdven actriz, 4 quien el segundo de ellos amaba con la mayor ternura, y, para honor de Jas que pisan el teatro, era igualmente corespondido. La celebré en sus versos con el nombre de Filis, y apenas empexé-a lamarse dichoso , loré su muerte. No quiso Dalmiro que su amiga representase la tragedia de Sancho Garcia, hasta que Moratin la hiciese recomendable al publico en el papel de Hormesinda. Este tragedia hubo menester toda la proteccion del conde de Aranda para darla al teatro; talera la oposicion, que tenia la mayor parte de los cémicos, 4 lo que Hamsban estilo francés. Noes de omitir una anécdota que manifiesta con evidencia el estado de error en que se halla- bun los actores y el piblico en el atio de 4770. Espejo, barba de la compafia de Ponce, sujeto tan inatil para los papeles que piden nobleza y espresion patética, como inimitable en los caracteres de bajo cémico, era muy apasionado de Moratin. Leydse la tragedia en el ves- turio del teatro del Principe. Maria Ignacia no puso otf dificultad que la de creerse poco- hibil para el desempefio de su papel. Vicente Merino, 4 quien Hamaron El abogado, galin de aquella compatia, y amigo intimo del poeta, repitié lo que habia dicho la divina Filis ; los de~ mis dijeron despropésitos, 6 callaron entonces para murmurar después. Espejo, que debia representar el papel de Trasamundo, esperd Ia ocssion de hablar al autor separadamente, y ledijo con todo el candor de 1a amistad y de la ignorancia : La tragedia es escelente, seiior Mo- ratin,y digna de su buen ingenio de usted. Yo por mi parte hard lo que pueda ; pero, digame us~ ted la verdad: ; d qué viene ese empeiio de componer d la francesa? Yo no digo que se quite de la piesa ni siquicta ‘un verso; pero jqué érabajo podia costarle 4 usted afiadirla un par de gra- ciosos? Moratin le apreté la mano, lorando de risa, y le dij Usted es un buen hombre, tio Espejo, estudie usted su papel, bien estudiadito, que lo demds sobre mi conciencia lo tomo. En efecto, ni el corrompido gusta del péblicg , ni los anuncios fatales que habian esparcido los poetas tonadilleros, ni las voces de sedicion, con que uno de los mas audaces pedantes de aquel tiempo acaloraba debajo de le cazuela é la siempre temible turba de los chorizos, pu- ieton impedir” que aquella pieza se recibiese con aplauso en el primero, y los siguientes dias en que se repitio. Impresa después, mereci d los inteligeutes el concepto de ser lo mejor que en aquel género se habia visto, después de dos siglos continuos de ingenioso desatinar (8). Aste esfuerzo de Moratin se debieron las tragedins originales que desde aquel tiempo en adelante empezaron 4 componerse. El desmintié 1a opinion absurda de que los espafioles no gustaban de tragedias ; confundis 4 los ignorantes que suponian imposible que una obra es~ crita con regularidad y buen gusto agradase al pablico de Madrid; introdujo este género en el teatro, a pesar de Ja resistencia que Je opusieron, y hoy vemos con cuanto placer acude la multitud 4 ver los celos de Orosmén, la envidia de Etcocles y Polinices , y la funesta venganza de Orestes , cuando se sostienen en la escona con una regular ejecucion. En el aho siguiente de {774 se represents Ja tragedia de Sancho Garcia, y Moratin celebré en elegantes versos el mérito del autor (9) y el de Ia interesante actriz que desempedid, menos timida con los aplau- s0 de Hormesinda, el papel de la condesa de Castilla. ; Persuadido el gobierno, por Ja esperiencia, de que la espulsion de los jesuitas causaba un atraso funesto en la educacion publica, habia procurado remediar este mal, acelerando la ereecion de nuevos colegios , citedras particulares y escuelas generales en toda la Peninsula; mereciéndole el mayor cuidado la habilitacion delos estudios de Madrid, que antes se conocian con el nombre de colegio Imperial. Publicado el concurso para las cdtedras que +habian de es- (8) Elogiaron esta composicion don Juan de Iriarte con an epigrams latino, don Casimiro Gomez Ortega con otros dos v'a miama lengua , y don J. B. Conti con un soneto italiano. Don Ignacio Beraascone escribié el prélugo con esqui- “a erudicion. (9) El referido corone! don José Cadahalso , quien en equel affo publicé su tragedia bajo el nombre de don Juan de Valle, hasta que con el suyo verdaclero la reimprimiéd en 1784. ™ ‘VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. tablecerse, Moratin’fud uno de los opositores, y solo don Ignacio Lopez de Ayala pudo, entre muchos, hacer vacilar los dictamenes de la censura, que consideraba 4 los dos como los mas sobresalientes. Concluidos los ejercicios, le dijo un dia Moratin : No dude usted, Ayala, que la cdtedra de podtica serd para usted. En estos casos no basta el mérito, si falta la habilidad de recomendarle. Acabada la oposicion me he metido en nti casa, no he visto d nadie, y por consi- " quiente, nadie se acordard de mi. Usted, animado del deseo justisimo de lograr lo que solicita, no | babré diligencia que no practique, y hard muy bien. Usted ha sido discipulo, pasante y novicio de los jesuitas: todos las apasionados que ellos tienen lo serdn de usted , y yo, el primero de to- dos, aplaudiré una eleccion que va d recaer en un sujeto de verdadero mérito y amigo mio. En efecto, Ayala obtuvo Ia catedra, y ambos siguieron durante su vida en amistad inalterable. La censure de un critico tan imparcial como Moratin y que tanto se interesaba en el luci- miento de sus amigos , cra inestimable en el concepto de Ayala, y no quiso leer 4 nadie su tragedia de Numancia destruida, hasta que Moratin la viese y le dijera su parecer. Asi lo hizo, ysupo aprovecharse de sus instrucciones con aquella docilidad que es peculiar de los que fuerza de aplicacion y estudio legan 4 conocer la dificultad del acierto. Entre los pasajes que le taché fué el de mayor importancia una escena entera en que el poeta hacia salir al teatro 4 Jos jévenes de Licia con los brazos cortados. Didle 4 entender Moratin lo repugnante, lo inutil y ridiculo de este episodio; y el autor, agradeciendo el aviso, suscribié 4 su dictamen. Incapaz Moratin de resolverse 4 malograr el tiempo en las antesalas, de recomendarse al lacayo confidente, ni de acariciar 4 los falderitos de 1a sefiora,, ‘poco 4 propdsito para trinchar en sus mesas y animarlas con chistes y cuentecillos alegres, demasiado austero para sufrir ca- prichos y aplaudir desérdenes, initil en las eontradanzas, ignorantisimo y torpe en el manejo de los naipes, mal podia hallar los caminos. que dirigen con facilidad 4 la fortuna. Se conocia 4 si mismo, y no se quejaba de su suerte, persuadido de que era temeridad desear que los de- més mudasen de opiniones y de caricter, cuando él no era poderoso 4 alterar el suyo. Esta consideracion le retrajo siempre de entablar pretensiones que no habia de saber evar ade- Jante; y a pesar de la estimacion que debié 4 los infantes don Luis y don Gabriel, al conde de Aranda, & los duques de Medinesidonia y Arcos, 4 don Manuel de Roda, & Campomanes, Bayer, Llaguno, a los embajadores de Venecia y Francia, y a otros sujetos de grande autori- dad ¢ influjo, nunca se presenté 4 ellos en calidad de pretendiente : nada les pidié, y nada le dieron. Sin embargo , las atenciones de su casa, el amor 4 su esposa, la educacion cle un hijo {en quien ya descubria prendas no desconformes 4 la celebridad del apellido que habia de heredarle), todo le inspiré el desgo de solicitar los medios necesarios al desempefio de tan im- portantes obligaciones. Volvid al estudio de las leyes, y asistié en calidad de pasante en casa de un amigo suyo, todo el tiempo que fué menester para recibirse de abogado en el colegio de Madrid, como lo verificd en el ahd de 1772. La practica de los tribunales le dié 4 conocer muy presto que no era aquella la carrera que debis seguir. Lamentabase de la multitud, contradiccion y oscuridad de las ya envejecidas leyes ; del conflicto de jurisdicciones, de las clases privilegiadas, de lo arbitrario de los jui- cios, de la facilidad en admitir apelaciones, de la influencia funesta de los escribanos, nacida de Ia pereza 6 la ignorancia de los jueces; de los artiticios legales que han hallado la malicia y el interés para que los pleitos se eternieen ; det triunfo, casi siempre cierto, en favor del poderoso, casi nunea obtenido de la pobreza desvalida y oscura. No tomaba todas las defen- sas que se le ofrecian, desengaiiaba 4 muchos litigantes, yles daba 4 conocer que la obliga- cion de un letrado no es desfigurar lo injusto y lo falso con apariencias de justicia y verdad, no apoyar cualquiera accion que se presente, sino solo aquellas que segun su conciencia le parezcan licitamente intentadas. Aun en estas hallaba algunas, que por su naturaleza ofrecian la parte contraria medios ficiles de dilatar 1a resolucion 6 torcer a su favor la sentencia; VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. x suncisbaselo desde luego 4 sus clientes, yles esplicaba cuan diferente cosa es tener razon que obtener justicia. No es dificil de inferir que este ma, seguido por él constantemente, era el nediomenos seguro de enriquecer; pero ni la rectitud de sus principios, ni el deseo que siem- pretavo de conservarla estimacion de los hombresde bien, le permitieron obrar de otra manera. En tanto que continuaba, cofno le era posible, practicando la abogacia, no se olvidaba de pela naturaleza le habia formado para poeta, mas que para escribir pedimentos, y em- plesba las horas que le dejaba libres aquella drida ocupacion en componer algunas obras li- ris, sujetindolas con la mayor docilidad a la censura de sus doctos amigos, lo cual dié prindpio é una especie de academia privade, en que se reunian los literatos mas estimables de auella época. Hubia cesado ya en el mando el conde de Aranda. Ni su talento, ni su integridad, nila im- portancia de sus servicios, fueron bastantes 4 sostenerle por ‘mas tiempo en el puesto que tan digamente ocupé. Pasé de embajador 4 Paris, y todos los que habian sido favorecidos por a, esdecir, los sujetos mas distinguidos por su mérito en todas.clases, adoptaron el partido pridente de oscurecerse y no escitar los resentimientos de la envidia, que en las mudanzas polticas se manifiesta siempre de un modo feroz. Reunfanse frecuentemente Moratin,, Ayala, Cerdi, Rios, Cadahalso , Pineda, Ortega, Pizzi, Muioz, Iriarte, Guevara, Signorelli , “Conti, Bemascone y otros eruditos, en la antigua fonda de San Sebastian, para lo cual tenian to~ mado un cuarto con sillas, mesas, escribania, chimenea y cuanto era necesario é,la celebra- ion de aquellas juntas, en las cuales:(por tinico estatuto) solo se permitia hablar. de teatro, detoros, de amores y de versos. Alli se leyeron lasimejores tragedies del teatro: francés, las sitins y la poética de Boileau, les odas de Rousseau, muchos sonetos y canciones de Fru- goni, Filicaja, Chiabrera, Petrarca y.algunos cantos del. Tasso y del Ariosto. Leyé Cadabalso sus Cartas marruecas, Iriarte algunas.de sus obras, Ayala el primer tomo de las Vidas de es— pafolesilustres, que se proponia ir publicando con el titulo de Plularco espafiol, y una trage- di de Abidis , que probablemente se habré perdido también. Leyéronse, conforme iban sa- liendo, algunos tomos de El Parnago espaiiol, y la critica 4 que dié lugar su lectura inspiré & Moran y Ayala la idea de escribir un papel intitulado : Refleziones criticas dirigidas al colec- bor de el Parnaso , don Juan, Lopes Sedang. La junta les examin6, y habia: resuelto imprimir- iss; pero Moratin, considerandolo mejor, 1a hizo desistir de?su propésito. Conocié que tal verla publicacion de aquella obra desanimaria al colector, an vez de corregirle ; que siempre ma ludable su celo, aunque el.acierto no lo fuese; que en. aquella coleccion , aunque tan desigual y poco meditada, habia sin embargo escelentes composiciones, y que el benemé- filo don Antonio de Sancha, comun amigo de todog ellos, no merecia que se le diera un dis- fasto, cuando empleaba gran parte de su caudal en imprimir gquella obra con un esmero y an Injo tipografico desconocidos hasta entonces. Sin embargo, el colector de el Parnaso se arevié algun tiempo después 4 censurar en el tomo'ix'de su obra 4 don Vicente de los Rios !alriarte. Ni no ni otro le perdonaron esta agresion, y el ultimo publicé un difaso opis- tulo intitulado : Donde las dan las toman, en que se aproveché de las citadas Reflexiones de loratin y Ayala para la amarga critica que hizo de la coleccion de Sedano y de sus opiniones iterarias. La junta de San Sebastian vié con mucho sentimiento esta discordia; pero no Ia do calmar. All se leyé: también Ia tragedia de Numancia destruida, imprésa y representada poco antes, ‘seando su autor hacer una segunda edicion de ella con las correcciones que pareciesen mas venciales. Examinada de nuevo en aquella docta tertulia, y oidas las juiciosas reflexiones de ‘Ygnorelli, quedé no obstante aprobada la obra, con algunas cortas alteraciones, en gracia le los escelentes trozos que hay en ella, del espiritu nacional que la anima y de la seguridad {el éxito en el teatro. a VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. Conti, que habia pablicado ya la traduccion italiana de la primera égloga de Garcilaso, vi- via en la misma casa que Moratin , on la calle de Ja Puebla, nam. 30, junto 4 Dota Maria de Aragon , y en sus frecuentes conversaciones le persuadia Moratin 4 que emprendiese la tra duccion de algunas obras de poetas espatioles,, y les procurase nueva celebridad, dindolos conocer en la culta Italia. Conti se dedicé efectivamente 4 ello, consultando siempre los dic- tamenes de su amigo ; 4 cuyo celo deben agradecerse los bellisimos versos italianos en que s¢ halla traducido lo mejor de Garcilaso, Padilla, Herrera, Figueroa, los dos Argensolas y otro: | insignes autores nuestros. Solo Hegaron 4 publicarse cuatro tomos de esta coleccion; el quinto se perdié manuscrito entre los papeles de don Eugenio de Liaguno, y el sesto, aunque enteramente concluido en el aiio de 1793, le retuyo en su poder el traductor, viendo el pocd aprecio que merecia 4 la corte una empresa literaria que tanto favorecieron veinte afios antes los ministros que ya habian dejado de mandar y de existir. Ocupébase por entonces Signorelli en escribir Ia Historia eritica de los teatros ; y Moratin, que cuando hablé 4 sus compatriotas fad ol mas rigido censor de los defectos del nuestro, uc queria que Signorelli ignorase los rasgos de ingenio felicisimos, las situaciones patéticas ¢ cémicas, ni el mérito de lenguaje, facilidad y armonia que se encuentra en los desarregiadot dramas de Lope , Calderon, Moreto , Rojas, Salazar, Solis y otros de su tiempo. El puso en manos de aquel docto eseritor cuanto hallé de mas apreciable en este género; y efectiva- mente , ningun eritico estranjero ha hablado con mayor acierto que Signorelli del mérito de los draméticos espafioles, particularmente en la segunda edicion de su obra, hecha en el afic de 1787, diez aos después de publicada la primera. Entre tanto, las asambleas literarias de la fonda de San Sebastian continuaban siendo unt escuela de erudicion, de buen gusto, de acendrade critica; y las cuestiones que alli se ofre- cian daban motivo & los conewrrewtes de indagar y establecer los.principios mas sélidos, apli cados en particular al estudio y perfeccion de Jas letras humanas. Alguna ver se traté del me: canismo de las dos lenguas italiana y espafiola, y convenian en que Is nuestra, dedicada a género sublime, puede competir con su hermana, y aun escederla en robustez y majestad: que es aptisima para la epopeya, para la tragedia, para la historia, para la narracion elegant y ficil de las novelas , igualmente que para la malicia y viveza del didlogo cémico, en lo cus’ no:la escede ninguna de las mas cultivadas de Europa. En esta ocasion escribié Iriarte unat curiosss observaciones, que leyé 4 la junta, sobre la varia constraccion dé las voces castella- nas y su aptitud para las combinaciones arménicas : esorito muy apreciable, que reducido 1 mefor estension, le sirvié después para una de las notas con que ilustré su poema de k Misica. Una vex hablé Signorelli de le dificultad que se halluria en traducir al espaol, con iguale: estrofas y el mismo mimero de versos, cuslquiera buena composicion italiana, y ofrecié poi ejemplo aquel célebre soneto de Juan de la Casa, que empieza : Oh sonno! oh della cheta, umida, ombrosa Notte, placido figtio! Encargironse de traducirle en otro soneto castellano Ayala, Iriarte, Moratin y Cadahalso conviniendo en que la version que hiciese cada uno seria examinada y juzgada por los otro tres. Llevaron una noche las traducciones y las censuras (los italianos protestaron que no ha. blarian palabra, y scrian meros espectadores en aquel tribunal) ; leydse todo, y los cuatro opi naron de comun acuerdo que el soneto se habia traducido muy mal, y que no se podia tradu- cir. Moratin, poco satisfecho, recogié todos los papeles, los tiré al fuego de la chimenea, dijo : Scribimus, et scriptos absumimus igne libellos. Esta reunion , compuesta de individuos tan recomendables, fué amenorindose por la au- VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. w saci forsosa de algunos de ellos, y 4 los que permanecieron y la sostenian no les parecié sdnitir otros. La amistad , la identidad de principios é inelinaciones,, la moderacion y la pru- dencia habian formado y continuado por algunos afios aquella junta, y no era facil hallar es- tus prendas en los que aspiraban 4 reemplazar 4 los ausentes. Conti se fué 4 Italia, Cadahalso Selamanca , Iriarte pasaba muchas temporadas en los Sitios, Ayala padecia dolencias habi- tusles, para euyo alivio tuvo que retirarse 4 Graralema su patria, en donde permanecié largo tempo. Antes de-salir de Madrid solicité que Moratin se encargase de sustituirle en la cite- dra, no queriendo dojaria en otras manos, interesado, como todos los demas profesores de aquel establecimiento , en que no decayese el buen concepto-que ya habia empezado 4 adqui- fren el pablico. Nombrado pues Moratin sustituto de la clase de poética con una parte de sadotscion, halld en si misao toda la disculpa que deseaba para desistir de un empefio 4 que solo habia podido inducirle el anhelo de mejorar su escasa fortana. Dejé 4 un ladola Gu- tia philipica, el Gomes ad leges tauri, el Seior Covarrubias, el Villadiego, el Salgado de re~ tations , el Rojas de incompatibititate y otros dovtog libros no menos utiles; y traté de ense- iard Ips discipulos que quisieran oirle el camino mas florido, surique el mas estéril, de ls inmortalidad. Los instruis en amistosa conversecion, sin hacerles sospechar que los instrula. Indagaba con ellos la razon del arte , y advertian libremente en las obras mas célebres los descuidos y losaciertos. Repetiales con freensneia que él no ensefiaba & nadie 4 ser poeta, porque sin un favor especial de ia nataralesa ninguno lo 8; pero les prometia que con el estudio de la poé- tia adquiririan buen gusto y sdlida doctrina, para saber la dificuted que tiene el serlo, y es- timar el mérito de los mas distinguidos autores; 4 la manera que en una escuela de bellas ar- tes, sino se forman grandes ertifices, resultan 4 lo menos aficionados inteligentes. Burlabase deles démines do ‘aquel tiempo (pedantes por ofigio y verdugos por inclnacion), que apenas ‘ean pasar & los muchachos el temido puente de quis vel qui, les hacian perder las horas mas precioses de la"vida en medir dactilos y pirriquios, y componer epicedios y genetliacos en la lengua de Maron , cuando en la saya no eran capeces de escribir una carta. No ejercitaba en ns alamnos Ia memoria, sino el entendimiento; mas les hacia raciocinar que aprender; ni pera captarse la benevolencia de sus padres y tios les proponia un determinado’ nimero de preguntas, 4 que debia corresponder otro igual de respuestas, d manera de letania: ridicula instroccion , 4 1s cual se reducian todos los examenes publicos que se hacian entonces. Decia que no hallabe diferencia entre este género de ensefanza y Ia que se da & los papagayos, de Jos cuales nunca se exige que entiendan lo que dicen; basta que Jo digan; y cuando en los cetimenes de otros estudios oia chiHar 4 los diseipulos, respondiendo atropelladamente & las Preguatas que se les hacian, segun el arancel impreso, decia 4 los suyos: Vean ustedes agus i bandada de cotorras y tordes, que catén hablando de lo que no entienden. El que guste de ser pedante y fatuo , literato superficial y hablador éntr¢pido, venga 4 estas aulas, que el macstro elo emseRard. Asistia 4 la suya un jéven de escelente disposicion para la poesia, sobrino de m caballero muy acomodado, el cual deseando que continuase en aquel estudio, al ver su tonstante aplicacion y el ingenio que manifestaba, le dijo 4 Moratin que le indicase, entre los poetas clasieos, de cusl nacion deberia preferirlos, para arreglarie con ellos y algunos otros una selecta libreria. Moratin le respondié : griegos y espaiioles , latinos y espaitoles, ita- Hawes y expaitoles , franceses y espafioles , ingleses y espafioles. Los que tengan algun conoci- miento del arte advertirin cuanto dijo en esta respuesta. H estadio de nuestra lengua le merecié tan particular atencion, que Ilegé 4 ser eminente Prolesee en ella, y 4 este conocimiento debi Ia abundancia que hallaba de frases y giros pos~ ticos, de palabras scomodadas al género'y al estilo de sus composiciones, y aquella facilidad que ze adquiere tan dificilmente, con Ja cual parece que Jas obras de mayor mérito no costa~ a VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ. DE MORATIN. ron trabajo particular al que las compuso, y que otro cualquiera sabra hacer In mismo. Error comun, que solo con Ja esperiencia se desvanece. Prueba fué de su maravillosa afluencis una comedia que compuso sobre, la defensa de Melilla, en el ahto de 1773. Este suceso lend de alegria al rey, ala corte, a toda la nacion, viendo destruido el numeroso ejército de los mar- roquies delante de una débil plaza, que solo pudieron hacer inespugnable Ia prudencia, el valor, la generosa constancia de los jefes, soldados y presidarios que Ia defendieron. Instado Moratin , no solo de los cémicos, sino de.otros muchos sujetos quo le pedian lo mismo, toms sobro si el empetio de improvisar una comedia on que se pintase equelia accion gloriosa , di- ciéndole al duque de Medinasidonia, que era uno de los mas jnteresados en ello : Hard un dis- porate ; pero le haré pronto, una ves.que V. E. se declara jefe de esta conspiracion. Hagale usted, Moratin, respondis el duque; disparates de esa clase solo usted puede hacerlos. Desde akora le digo a usted lo que serd su comedia : un monstruo del arte, en que veremos la fantasia , la dic- cion, la sonoridad de Lope, ya que no sea posible hallar en él la regularidad de Racine. En sei horas, repartidas en tres noches, dicté la comedia 4 un escribiente, delante de algunos ami- gos que le quisieron acompatiar; y mientras los cémicos se repartian los papeles para estu- diarla, el duque hallé dcasion de ensehérsela 4 Carlos Ill, el cual, aplaudiendo los mas sobresalientes pasajes de ella, dijo : Mordtin es gran poeta; mi madre le quiso mucho, y yo aprecio su talento estraordinario ; pero no se represente por ahora esta comedia. La guerra con Marruecos no se ha concluido , y no es conveniente fiarnos demasiado de la fortuna; d estos su- ceaos présperos pudiera seguirse alguna desgracia. Esperemos é que s¢ haga la pas. En el mes de julio de aquel mismo aio sucedié 1a infelix jornada de Arjel. Talassi, célebre poeta repentista italiano, habia llegado por entonces 4 Madrid, y de todas partes le solicitaban, deseosos de oirle. Moratin asistié dos 6 tres noches en casa del embaja- dor de Venecis, y quedé sorprendido al:verle componer de repente sobre cualquier asanto que se le proponia, con buen plan, buenas imagenes, afectos oportunos, pura elocucion, fa- ciles y armoniosos versos. A ninguno de los que entonces-cultivaban en Madrid la poesia le ceurri¢ el temerario intento de alternar con él; pero el duque de Medinasidonia miraba co- ‘mo una mengua nuestra que Talassi pudiese decir que no habia hallado en Espafia quien se hubiera atrevido competirle , como ya lo decia de los franceses, entre los cuales habia luci- do esclisivamente.su habilidad. Signorelli, & quien el duque hablé sobre esto, le dijo: que aquella prontitud de poetizar se habia hecho peculiar de Italia, por la abundancia de espre- siones que presta el idioma, y lo cultivado y formado que esta ya para la composicion, en la cual el poeta repentista aplica facilmente hemistiquios, y aun vereos enteros que pertenecen otros autores, siendo muy dificil que se verifique con otra lengua,.mientras el arte de decir de repente no se promueva, no se cultive, y no seaun medio seguro de adquirir estimacion y recompensss. Dijole también que aquella practica (aun suponiéndola en hombres .de muy fe- cunda imaginacion, buen gusto y erudicion estensa) producia siempre composiciones mas brillantes que sdlidas, capaces de sorprender en el momento en que se oyen; pero no tales que puedan sufrir impresas el detenido exdmen de la critica. Afiadi6 que la mayor pesadambre que puede darse al mas eminente poeta estemporaneo , es ponerle al lado un amanuense que va! escribiendo lo que dice, y que si en Espaita y Francia no se hallaban , como en Italia, impro- visadores de crédito , también era de considerar que en ninguna de las tres naciones se ha- bian compuesto de repente aquellas obras mas estimables con que se ha ilustrado la moderna literatura. No obstante, el duque hizo empeho particular de que Moratin alternara con Talassi, y l fin lo consiguié una noche en su, casa, y 4 presencia de un concarso el maas capaz de apre- ciar el mérito de los dos poetas. A Talassi le tocé por suerte la muerte de Adonis, y4 Moratin el paso de los israelitas por el mar Rojo. Uno y otro escitaron la admiracion del auditorio; y es necesario suponer que en Ia preferencia que obtuvo Moratin no dejaria de tener parte el VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. arn espiritu nacional ; pues por mas imparciales que se quiera suponer a los oyentes, uno de los pootas era espaiiol,, y le juzgaban espaitoles. El duque se proponia repetir aquel certamen al- gana otra noche; pero Moratin, abrazando 4 Talassi, le dijo : sefior duque, eslo de hacer ver- $08 de repente no es para todos, ni para todos los dias. En mi podra ser una gracia, en Talassi es un ejercicio de muchos aitos. Si hemos allernado dignamente, bdstele 4 V. £. esta prueba. Ni ami me agradaria verme atropellado por otro, esponiéndome voldntariamente d ello, nid él le conviene que nadie le oscuresca ni le compita. Gocemos de su estraordinaria habilidad ; cante él solo, y estd seguro de los aplausos de cuantos tengan la fortuna de oirle; pero no se me eslorbe dm la dulce salisfaccion de ser su amigo. Dicho esto, y renovando 4 sy competidor Jas mas sinceras demostraciones de afecto, escité una aclamacion general del concurso, que repetia con entusiasmo : basta, sefior duque , basta; y sean amigos Talassi y Moratin. Concluy6 este por entonces lé tragedia de Guaman el Bueno, impresa poco después (10), y dedicada a su especial favorecedor el duque de Medinasidonia. De esta pieza hablé Signo- relli, con toda 1a estimacion que merece, en su Historia critica de los teatros, y alli puede verse el juicio que de ella formé. Nunca se ha representado, aunque en su lectura hallan los inteligentes muchas cuslidades dignas del mayor elogio. Mas de una vez han solicitadolosoé- micos que pusiera la mano en ella el autor de Elsi de las niftas, y siempre se ha negado 4 hacerlo. En medio de estas agradables tareas 4 que Moratin dedicaba su estudio, hallé ocasion de manifestar que la fantasia de un gran poota no impide, como presume el vulgo, Ia adquisicion de aquellos conocimientos peliticos y econdmicos tan necesarios 4 la buena administracion pablica, y tan ignorados muchas veces de 193 que tienen & su catgo Ia prosperidad de los pueblos. Escribié una Memoria sobre los medios de fomentar la agricultura-en Espafia, sin perjuicio de la cria de los ganados, y en ella'y un cuaderno de adiciones, dirigido todo la so- ciedad econdmiea de Madrid, did bien 4 entender cuanto le interesaba la felicidad de su na- cion, cémo conocia el verdadero origen de sus imales, y los medios mas eficaces para dismi- nuirlos; cudn particular estudio habia hecho de nuestra viciosa legislacion, del caracter nacional, sus prendas laudables, sus defectos, sus ertores, sus preocupaciones funestas. La so- ciedad le nombws socio de mérito, y estracté en sus actas lo‘ que hallé mas digno de estima- cion en aquella obra. Individuo ya de un cuerpo compuesto de celosos é ilustrados vocales, que protegia el soberano, y animaba el gran Campomanes (consumado jurisconsulto y econo- mista de aquella edad), creyé Moratin que alli podria ocuparse titilmente, y desahogar el de- seo que siempre tuvo de ver menos atrasada 4 su nacion, mas industriosa , menos ignorante, menos satisfecha de su ignorancia. Asistia sin intermision 4 las sesiones de su clase y 4 las jntas publicas, en que alguna vez elogié con sonoros versos 1a aplicacion y|a virtud (11); des- empeiiaba los informes que se le pedian, los encargos que se fiaban a su actividad y conoci- mientos; y en cuanto era relativo 4 la utilidad de su patria, ninguno le escedié en laboriosi- dad, teson y diligencia. 7 Esta fué la unica corporacion nacional de que quiso ser individuo. Nunca aspiré 4 ocupar an puesto ni en la Academia espaiola, nien la de la Historia, 4 1as cuales parece que debis - conducirle nsturalmente su mérito y su célebridad. No solo se abstuvo de solicitarlo, sino que habiéndoselo propuesto algunas veces , manifesté su repugnancia, y aun pudiera existir entre los papeles de don Eugenio de Llaguno una carta que le escribid Moratin al Escorial, en res- puesta 4 las instancias que aquel le hacia para que solicitase entrar en la Academia espafiola, asegurandole que seria admitido inmediatamente en ella. Deciale Moratin entre otras cosas : (10) En 4777. (1) Véanse la Anacredntica xxv, pag. 7, y le Elegia 411, pag. 2 de este tomo. ‘Toxo H. b amt VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. ninguno se mete monje de San Benito, si la regla de San Benito no le gusta. A mi no me agra- dan los reglamentos de la Academia, y mientras no se hagan otros, no seré yo miembro de aquel cuerpo. El sdlido mérito debe hallar abierto el paso 4 las sillas académicas , seilor don Eugenio ; no ha de facilitarle el favor ni la stiplica. La Academia, si ha de valer algo, necesita de los sa- bios, y estos para nada necesitan de la Academia. No puede concebirse absurdo mas torpe que el de extgir un memorial de los aspirantes , como si se tratara de pretender un estanquillo. Aun por eso nuestras congregaciones literarias significan tan poco enla Europa:culta. Cualquiera que repase la lista de sus individuos (esceptuando unos pocos) ereerd que estd leyendo la de los her- manos del Refugio. Esta escases de hombres de mérito no sesuple con bandas ni toisones, que allt no son del caso; tales dijes parecen muy bien al pid del trono; pero enuna corporacion cientifica son cosaintempestiva, ridicula ¢inedmoda. Tan injusto me pareceria ver & Ayala con la gran crus de Carlos II y la casaca de gentilhombre, por haber escrito la Numancia, como me loparece ver que d un ignorante le hagan académico , porque se Uama Osorio, Manrique 6 Telles Giron. Mientras estas equivocaciones no se.remedien (vuelvo d repetirlo), mientras no se hagan nuevos estatutos, nuestras academias servirdn solo de aparentar lo que no hay, y de afiadir una hoja mas 4 la Guta de forasteros. Es de suponer que con estas‘opiniones tendria poca seguridad de obtener el premio ofrecido por la Academia espafola , en el aio de 4777, al que mejor des- empefiara en un canto herdico el elogio de Cortés, cuando hizo quemar las naves en Vera- eruz; pero Moratin no pudo resistir al deseo de celebrar aquella sefialada accion, que tiene tan pocos ejemplos en Ja historia. Escribié efectivamente un canto en octavas, que intituld Las naves de Cortés ; le remitié 4 la Academia, y esta no hallé en aquella composicion mérito bastante, ni para el premio, ni para el accesit. Premié y publicé nicamente Ia de don José Vaca de Guzman; y como estas dos obras son ya muy conocidas del piblico , toda reflexion, que acerea de ellas quisiera hacerse, pareceria inatil en este lugar y fuera de sexon. En vista del poco aprecio que habia merecido su erisayo épico, no quiso Moratin aspirar de nuevo a los premios que la misma Academia propuso después; y pensé en ‘ocupar las horas que le quedaban libres en elegir de sus obras impresas y manuscritas las que mereciesen cor reccion, limarlas con esmero, formar una coleccion de ellas, y publicarlas. Ha sido no poca fortuna que entre la dispersion y saqueos judiciales, que han padecido en estos afos ultimos los libros y papeles de aquel titerato, se haya logrado conservar Ia coleccion de sus obras posticas, como hoy se publica, y en los términos en que él la tenle arreglada y dispuesta ya para la prensa; pero no ha sido lo mismo de muchas de sus obras en prosa, y de su corres— pondencia literaria, que toda ha desaparecido,, juntamente con una gran parte de su escogida libreria. . Entre sus eartas (que todas ellas versaban sobre materias de critica y erudicion) eran las mas estimables las que habia escrito en varias ocasiones 4 Bayer, 4 Llaguno, & Conti y a Ca~ dahalso. Este le escribia desde Salamanca, y le daba noticia de los jévenes que alli se distin- guian por su aplicacion al estudio de las buenas letras y su talento poético; prefiriendo entre ellos 4 don Juan Melendez Valdés, que empezaba entonces 4 componer en el género amato— rio algunas poesias llenas de gracia y de dulzura, imitando lo mejor de nuestros antiguos poe— tas, y absteniéndose de los errores en que tropezaron tantas veces. Moratin veia con mucho placer las composiciones de aquel nuevo alumno de las musas ; censuraba los defectos, aplau- dia las bellezas, y estimulaba a Cadahalso 4 que le hiciera continuar por aquel género, sin perder de vista jamas los buenos ejemplares griegos y latinos, y los que ofrece Ja literatura moderna en las lenguas vives. Sus advertencias, su docta critica, y sus apreciables elogios, contribuyeron en gran manera 4 que Melendez se confirmara en los buenos principios que ha— bia empezado 4 seguir, y que durante su vida le han adquirido tan bien merecidos aplausos. En los ultimos afios de la saya ocuparon 4 Moratin atenciones domésticas, encargos de la VIDA DE DON NICOLAS: FERNANDEZ DE MORATIN. ux sociedad, la ensefianea de sus discipulos, la correccion de sus obras y la correspondencia li- teraria con sus amigos ausentes.' Retirabase durante el verano 4 un pueblo de la Alcarria , y alli atendia al cuidado de su salud, que sucesivamente iba debilitandose. Asistia 4 los afanes risticos de aquella gente Iaboriosa, abatida y misera ; alternaba en sus conversaciones, se divertia en sus rudas fiestas, y hallando en su trato los mismos afectos, los mismos vicios que en las sociedades mas corrompidas (donde solo es diferente el objeto que los estimula), huia muchas veces de los hombres, para entregarse 4 la contemplacion de la siempre hermosa na- turaleza. La fecunda vega de Almonacid, las cumbres de Altomira, el castillo de Zorita, famoso anla historia (5a destruido por las guerras y el tiempo), los precipicios de donde se derrumba esfumoso el Tajo, y el desierto hérrido de Bolarque (morada que usurpan a las fieras hombres desengaiados y penitentes), todo aceloraba su fantasia y ejercitaba su talento. Alli encontraby Is independencia,, la tranquilidad que anhelé siempre su corazon, y en alguno de aquellos pueblos premeditaba establecerse en adelante, y prevenir Ia vejez y la muerte; pero no le fué posible verificarlo : ‘sus obligaciones le precisaban 4 residir en Madrid, en donde, agravan- dose los achaques de que adolecia, fallecié el dia 14 de mayo de 1780, 4 los cuarenta y dos abos de su edad. Vivié on aquella mediania que tanto recomiendan los sabios: ni padecié las angustias de la pobreza, ni los stimulos de la ambicion. Su templanza, su cortes{a, su ingenio, eu erudicion, su caricter indulgente y sencillo ,-le adquirieron muchos y escelentes amigos en todas las cla- ses del estado. La envidia le persiguié, como acostumbra, por los medios mas viles, y solo opuso a sus tiros la estimacion de los hombres de bien y su propia conciencia. Acompahado de una esposa inculpable y de un hijo, cuya-educacion merecié todo su desvelo, sabia olvi- darse de los desabrimientos y los aplausos que le adquiria.su celebridad, gozando en los de- beres de esposo:y padre aquellas delicias que solo saben disfrutar las almas sensibles y virtuosas. Conocié y practicé Ia filosofia del arte, aplicado 4 la composicion poética, examinando la razon y la necesidad de sus preceptos. Se familiarizé desde su primera edad con la lectura de los historiadores , oradores y poetas antiguos, modelos de la mayor perfeccion 4 que ha sa- bido Negar el talento humano. Estudis la lengua de su nacion, su historia, sus leyes, sus ya olvidadas costumbres, y 4 la imitacion de los mas eminentes poetas nuestros afiadié la de italianos y franceses , emulando de los primeros la fantasia y el sonido arménico, y de los so- gundos el método, la exactitud y la doctrina. Hallé la poesia castellana en el altimo grado de corrupcion ; y él se atrevid & sostener nuevos principios, y 4 combatir errores, nacidos del mal gusto que generalmente se estendia a todos los ramos de la literatura. Desterré del teatro aquellas composiciones absurdas, que habiendo tenido su origen en los siglos de barbarie, Nevé después tan alta estimacion el mas ingenioso de nuestros dramiticos. Dié ejemplos en a escena espafiola de una regularidad que se consideraba como impracticable. Adelanté los progresos de la poesia lirica ; y habiéndola encontrado grosera y trivial en manos de igno- rantisimos autores , se la dejé elegante, florida, patética, docta y armoniosa, & los que le siguieron después. Gran dificultad ofrecen las artes, si ha de sobresalir en ellas el que las cultiva; pero atre- verse 4 prescindir de la opinion y de la costumbre, luchar intrépido contra la tenacidad de In ignorancia , hallar nuevos caminos para conseguir el acierto, fijar el gusto, y demostrar con obras dignas de aplauso la utilidad de la innovacion, es fatiga reservada solo 4 aqacllos ta- lentos estraordinarios que produce la naturaleza no muchas veces. FIN DE LA VIDA DE DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. A OOOPOLOLOLOLOOOLOOAOLOASALUIAGLAMADIAEGLOOAANEASOAASLNUASSM AMAMAA AIOSAMAUUAMAASA AUN ASIMAS SALAS ASHES URAL AAR VIDA DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. La relacion que precede de la breve vida de pon Nicous Fennanvez de Monatin, al paso que nos descubre el bello fondo de un alma singular, nos esplica también hasta cierto punto las miras que se propuso en la educacion de su hijé pon Leanpao, anico que sobrevivié 4 tres her- manos muertos en la infan : Descendiente de una familia noble, no habia conocido mas orgullo que la modesta con- ciencia de sus propios merecimientos ; criado al lado de una reina apartada del bullicio de la corte, aprendié temprano & conocer la vanidad de la humana grandeza y los peligros del trato pelaciego; educado para la carrera del foro, hallé por esperiencia que para medrar en él era insuficiente el talento, inatiles ciertos estudios, y alguna vez nociva la franqueza, de que no ” podia desprenderse; halagado por los hombres mas eminentes de su tiempo en saber y en dignidad, prefirié el honor de su intima confianza 4 una proteccion aneja 4 cierla dependen- cia que le repugnaba : circunstancias todas que debieron influir poderosamente en su dnimo para dar 4 las inclinaciones de su hijo una direccion mas cierta y menos arriesgada. Verificdbase entonces en las clases elevadas de la sociedad una revolucion lenta, pero cons- tante, y todo tendia 4 una nivelacion, aunqué por camirtos enteramente contrarios. Iba desa- pareciendo aquel aislamiento que cerraba al pueblo la entrada en las altas regiones, salvas las puertas de la lisonja y la servidumbre. Algunos nobles se confundian con las gentes mas des- preciables; y entre chisperos, rufianes y mujercillas pasaban aquella vida que tan enérgica- mente nos,describié poco después Jovellanos en ana de sus sitiras. Otros empero, mejor ma- cidos, abandondndose 4 la corriente de la época y de las nuevas necesidades, no descendian de sualtura, sino que elevaban las demas clases, buscaban en ellas los hombres dignos, los admitian en su familiaridad , fundaban sociedades econdmicas, se instruian, se comunicaban, fomentaban las artes utiles y ennoblecian el trabajo y el ingenio. ‘Asi es como Moratin el padre, sencillo en sus costumbres, exento de preocupaciones, des- engafado de la privanza y nada ambicioso de honores y riquezas, llegé 4 concebir una idea fija de la doméstice felicidad, y descubriendo su genio poético nuevas bellezas en las humil- des manipulaciones que hasta entonces como de servil condicion eran despreciadas, se pren- dé de la decorosa aplicacion que cundia en los habitos populares, y por tres veces fué el can- tor de ella en presencia del concurso mas escogido que tenia la espléndida corte de Carlos III. Aun después de tantos afios trascurridos, en que la sociedad no se ha desviado de aquella corriente , preocupaciones renacientes, aunque débiles y sin fuerza, nos han conducido 4 con- signar aqui estas consideraciones, para que no se crea efecto de rareza de genio’ 6 ciego an- tojo la carrera que don Nicolas Fernandez de Moratin sefalé 4 su hijo don Leandro, quien al quedar huérfano de padre contaba veinte afios y trabajaba de oficial aventajado en una joye- aa VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE, MORATIN. ria, donde ganaba diez y ocho reales diarios. No propondremos por modelo absoluto esta conducta paternal ; para esto fuera preciso que Moratin hubiese salido un artista tan eminente como Benvenuto Cellini : no se ha inventado todavia el arte de conocer Jas predisposiciones del individuo para’el ejercicio 4 que le laman la gloria y la fortuna; y cuando este arte se in- vente, tendré todavia que luchar con el orgullo, la necedad y las preocupaciones. Una obser- vacion haremos, por si puede importar. No es este el unico ejemplo que nos presenta la his~ toria de grandes autores dramaticos salidos del taller, desde el batihoja Lope de Rueda hasta uno de los mejores ingenios que en nuestros dias honran el Parnaso nacional. Probablemente si la literatura hubiese proporcionado recursos productivos para una fami- lia de muy medianas conveniencias, bastante modesta para no ambicionar, y sobrado altiva para pretender, Moratin el hijo hubiera abrazado alguna carrera literaria. Nacido en Madrid el £0 de marzo de 4760 (1), habia mostrado desde luego felicisimas disposiciones. Por su viveza, despejo y amable travesura, y también por la estremada gracia de sus facciones, era el idolo de su familia, cuando 4 los cuatro afios de su edad fué atacado por unas viruelas malignas que, después de haberle puesto al borde del sepulero, le dejaron estremadamente destigurado. «El estrago que este azote de Ja infancia hizo en su fisonomia, dice su bidgrafo don Manuel Silvela, no fué menor que el que causé en su indole. » En efecto, desde entonces perdid su genio ale- gre, bullicioso y amable con todos, y volvidse timido, receloso, taciturno : calidades que, segun veremos, no tuvieron corta influencia en los sucesos del resto de su vida. Aprendié los primeros rudimentos en‘la escuela de un tal don Santiago Lopez, que por en- stonces debié de vivir en la calle de Santa Isabel. Un fragmento de su propia vida, que se halla todavia inédito , contiehe cutiosos recuerdos sobre aquella época de sensaciones primitivas, cuyo estudio ofrece tanto interés cuando se trata de hombres estraordinarios. « Sali de Ia es- , cuela, dice él mismo, sin haber adquirido vicio, ni resabio, ni amistad alguna con mis con- discipulos; ni supe jugar al trompo, ni 4 1a rayuela, ni 4 las aleluyas. Acabadas las horas de estudio, recogia mi cartera, y desde la escuela, de cuya puerta se veia mi casa, me ponia en ella de un salto. » Alli veia los amigos de mi padre; oia sus conversaciones literarias, y alli adquiri un des- medido amor al estudio. Leia 4 Don Quijote, el Lazarillo , las Guerras de Granada, libro deli- ciosisimo para mi; Ia historia'de Mariana, y todos los poetas espafioles, de los cuales habia en la libreria de mi padre escogida abundancia. Esta ocupacion y la de ir 4 ver 4 mi pobre abuelo, 4 quien ya reducian los achaques y los largos afios 4 salir muy poco de su casa, me entretenian el tiempo; y asi pasé los nueve primeros afios de mi vida, sin acordarme de que era un muchacho. » . “Entonces empezé 4 ensayar su musa en composiciones anacreénticas llenas de infantil ter- nura, que dedicaba 4 una nifta de su misma edad, hija de don Ignacio Bernascone, intimo amigo de su padre y vecino de Ia casa 4 que este trasladé su domicilio, que era la del namero 30 de la ealle de la Puebla, hoy del Fomento. Estos fueron sus primeros é inocentes amores, y el ori- gen de sus inspiraciones. Descubria al mismo tiempo felie! disposiciones para las artes de imitacion : aprendié el dibujo con ripido aprovechamiento; inventaba con facilidad, disefiaba con correccion y delicadeza ; y el gusto esquisito que reinaba en todas sus obras anunciaba un perfecto ador- nista. Hubo en Ja familia un proyecto de enviarle 4 Roma al lado del famioso Mengs, llamado . el Pintor fildsofo, que probablemente hubiera tenido un discipulo muy aventajado; pero la oposicion de su madre, que no podia soportar la idea de una separacion, las dificultades de un estudio largo, costoso y de lejanos productos , y el presentimiento que tenia su padre de (1) Naclo en Ia calle de Santa Maria, cuarto principal de la casa que forma esquina con la de San Juan, frente & la fuente del mismo nombre. VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. aa la prematara muerte que iba é arrebatarle, frustraron esta combinacion, é inclinaron la pre- ferencia de todos acia otro arte andlogo al gusto que habia manifestado, capaz de proporcio~ narle desde luego alguna lijera retribuciom, y ejercido ademas por personas muy allegadas, como eran don Victor Galeoti, casado con una tia suya, y su tio don Miguel de Moratin, quien se lo Itevé a su taller de joyeria, y emprendié su enseftanza con particular empefio de sacarle un distinguido artifice. Eralo en efecto el mismo don Miguel, y ademas hombre adornado de escelentes prendas, de buenos conocimientos literarios y mas que mediano poeta (2). Como tal fomentaba esta aficion en su sobrino, 4 quien profesabs un carifio casi paternal; y 4 su ejemplo y escitaciones se de- be tal vez que este no abandonase tan dulces entretenimientos, que fueron los priteros des- tellos de su gloria. Acogido 4 tan benévola proteccion, componia 4 hurtadillas de su padre, caya severa censura temia, y mas si hubiese legado 4 creer que estos inocentes ejercicios po- dian distraerle de su principal ocupacion. En el afio de 1779 la Academia espafiola abrié un concurso-de poesia proponiendo por asunto un canto épico sobre la Toma de Granada por los Reyes Catdlicos. Llevé el premio don José Maria Vaca de Guzmén, poets favorito de aquel cuerpo , que dos afios antes habia obte- nido otro por las Naves de Cort& destruidas, en competencia con Moratin el padre. Se conce- dié el accessit 4 un don Efrén de Lardnazy Morante, que presenté un romance endecasilabo (3). Bajo este pseudénimo se oculté su verdadero autor, el mozo don Leandro, que leno de sobre- salto tuvo que confesar 4 su padre su felizatrevimiento. La escena que pasé entre los dos en esta revelacion no puede describirse. Quien no sea padre, dice con razon el citado sefior Sil- vela, renuncie 4 sentir las delicias de una sorpresa semejante. Breve tiempo duré a don Nicolas esta paternal satisfaccion que le llenaba de orgullo y espe- ranzas; pocos meses después tuvo que acompadarle su hijo 4 Ja ultima morada, quedando atenido al corto salario que ganaba, unico recurso para su afligida madre , que sobrevivis po- cos aiios 4 tanto dolor. No pasaron otros tres afios sin que sus solitarias tareas consiguiesen un segundo triunfo, probablemente uo esperado. La Academia espafiola, en el concurso de 1782, distinguié con el accessit la satira contra los vicios introducidos en la lengua castellana, que com el titulo de Leecion podtica presenté Moratin bajo el nombre de don Meliton Fernandez (4) : con esta com- posicion, mas andloga que la anterior al tono de su musa, confirmé su buena reputacion en- tre los ingenios de la época; al paso que la nfemoria de su padre aumentaba el interés de los hombres de gusto en favor del modesto oficial de joyeria. El, sin embargo, seguia enteramente retraido de todo trato literario, y hubiera continuado en su oscuridad, si la suerte no le hubiese deparado algunos amigos que por la corta diferencia de sus edades lograron inspirarle con- fianza , pudiendo convencerle de lo mucho que valia y de lo mas que de su buena disposicion debia esperarse. Bajé una tarde al Prado en compaiifa de los padres Estala y Navarrete, de la Escuela pia, ambos jévenes y ya grandes humanistas : alli se juntaron con el poeta don Leon de Arroyal, que por aquellos dias acababa de publicar sin nombre de autor su fabula del Asno erudito, y con don Juan Antonio Melon, que se distinguié después honrosamente en la repiblica literaria. Prendése este ultimo de Moratin hasta el punto de contraer una amistad que dur sin inter- rupcion toda la vida, y adquirié sobre. él la mas poderosa influencia, que tuvo no poca parte en importantes ocasiones para vencer su habitual timidez é irresolucion. (2) Hemos tenido 4 la vista una voluminosa coleccion manuscrita de sus composiciones poéticas, en que manifiesta grande afinencia y facilidad , especialmente en el género erduco. @) Es el de la pigina 875 de este tomo. (4) Esta composition , corregida después y reducidz’a doscientos tres tercetos de doscientos ocheuta y cinco que antes tenia, es la inserta en la pagina 876 de este mismo tomo. am VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. Reunjanse estos amigos en la celda del padre Pedro Estala desde el anochecer hasta la hora de cerrar el convento, y en los dias festivos todas horas. Alli leia aquel aplicado religioso sus traducciones de varias rapsodias de Homero, y cada uno de les concurrentes llevaba sus borradores, que se examinaban con severa critica: se disputaba en grande sobre puntos litera- ios, se hincaba el diente sobre os escritos que salian 4 luz y sobre sus autores, se improvi- saban églogas y coloquios dramiticos sobre asuntos serios y burlescos, y se formabah mil pro- sectos de publicaciones interesantes , de los cuales ninguno llegé 4 sazon., Propisose entre otros el plan de un diccionario de hombres ilustres, espurgando las colecciones francesas, y aprovechando con preferencia las noticias recogidas por don Nicolas Antonio y otros bidgrafos espafioles: comenzése la obra; pero don Juan Pablo Forner, que se habia recientemente.agre- . gado 4 la tertulia, se empeiié on que antes convenia publicar las disertaciones biblicas del pa— dre.Calmet, empresa sobre cuyo buen éxito fundaban las mas lisonjeras esperanzas, con el fin de emplear su producto en otras ediciones que, aunque menos seguras, se conformaban mascon los estudios comunes y con Ia indole de sus respectivos ingenios. También se emperé este tra— bajo; pero tropezaron al momento con tantas dificultades, y hallaron tal discordancia entre su. parecer y las interpretaciones del autor, que & pesar de la insistencia de Forner, quedé este proyecto abandonado. Pensdse también en dar luz, en tonfitos pequefios, una enciclopedia de damas, en la cual Moratin debia encargarse de la parte relativa 4 la historia, teatro y nove— las; pero una alta sefiora se opuso, por mas que Melon con mucin gracia, y no sin ingenio y algun fondo de razon, quiso probar que el mejor modo de hacer aplicados 4 los jvenes era procurar que las mujeres comenzasen 4 pedantear sobre toda clase de conocimientos. La memoria de Moratin el padre quedaba entre tanto desairada por et poco aprecio que ha~ bia hecho la Academia de su canto épico de Las Naves de Cortés, que ni le merecié siquiera los honores de 1a impresion. Don Leandro consideré como un deber filial sacar de la oscuri~ dad esta escelente produccion, apelando al voto public, que no ha‘confirmado Ia sentencia de aquel cuerpo esclarecido. Con este objeto, & espensas de su tio don Miguel, publicé en 1788. en la imprenta real dicho poema, con unas reflexiones (8), las cuales deben cansiderarse como su primer ensayo de critica literaria, y.el simbolo de su fe en materias de gusto con arreglo los preceptos del mas puro clasicismo, que era entonces el tema de Ia escuela reformadora contra los abusos del ingenio. . Desde sus primeros afios habia sido muy aficionado al teatro, reducido entonces-al estado las— timoso que él mismo describié después on el discurso preliminar 4 sus comedias. Se ha visto ya cuanto se afano su padre para introducir en el arte dramatico las formas antiguas adoptadas por los franceses. El escaso resultado de sus conatos no arredré 4 Moratin, quien probando sus fuerzas iba-conociendo que se hallaba destinado 4 dar cima a tamafia empresa, que como pot herenoia le pertenccia. Ya por aquel tiempo habia concebido el plan de El Viejo y lanifta, y escrito algunas escenas que leyé en el pequefio circulo de sus amigos, los cuales con el ma— yor entusiasmo le animaron 4 seguir su buen propésito. Este repetido estimalo, de cuya sinceridad no podia dudar, la continuacion de unos ejercicios tan seductores para quien sentia yaen su alma la fuerza de la vocacion, y las muestras de apre- cio que recibia, asi del pablico como de los inteligentes, debieron irspirarle cferta indiferen— cia y desvio con respecto a su ocupacion ordinaria, no tan mecinica que dejase de absorberle, 4 mas del tiempo, una parte de sus facullades, ni tan lucida que pudiese satisfacer el natural deseo de alguna gloria. Con Ia muerte de su madre habia cesado la obligacion que le enca- denaba al taller; y podia ya entregarse con mas libertad 4 la incertidumbre de la suerte. El (8) Asiel eanto como las refexiones que le acompadian se ballan ema pagina 39 y siguientes de este tomo: una nota esplica Li razon que hemos tenido para atenernos 4 la edicion de 1783, con preferencia al testo de las obras postumas de don Nicolas , dadas a luz muchos afios después. VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE NORATIN. uy iiustre Jovellanos, honra de nuestra nacion, que ya le conocia personalmente, le llamé un dia para proponerle pasar 4 Paris en calidad de secretario de su amigo el conde de Cabarras, que encargado por el gobiernode una mision importante, se hallaba préximo 4 trasladarse 4 aquella capital. Al principio opuso el timido jéven mil dificultades : su tio don Miguel se resistié hasta cliltimo estremo; pero su amigo Melon, hombre persuasive y eficaz, lo allané todo & gusto de cuantos se interesaban en sus adelantamientos de saber y de fortuna. Pronto conocié Cabarris todo el precio de esta adquisicion, y mas que como subsltérno tnté & Moratin como amigo, haciéndole pagticipe y depositario de sus‘clevadas miras, En enero de 1787 emprendieron su viaje por Aragon y Catalufia, con bastante espacio para poder hacer sobre los paises que recorrian las observaciones que un genio despejado é indagador sugieren siempre los objetos nuevos en la edad de sensaciones mas vivas y profundas. Vid por primera ver el mar en Barcelona, donde se detuvo ocho dias; visité lag*ciudades de Monpeller y Mar- sella, donde se hallaba 4 fines de marzo, en Avion en 43 de abril, y habia Hegado. a su des- tino el 29 del propio mes. El viaje fué aprovechado, y en todo él no,cesé de escribir 4 tas per- soaas que en Madrid le habian escitado simpatias 6 prodigado obsequios. La mayor parte de esta correspondencia versaba sobre puntos de literatura y bellas artes, y demuestra lo mucho- que estimaban su trato los hombres de mas valer de la nacion, como eran Cean-Bermudez, Fomer, Jovellanos, Conti, don Eugenio Llaguno y oiros. De esta manera esploraba el voto de los jueces competentes, antes de presentarse al publi¢o, cuyo fallo temia tanto mas cuanto me- nosripida y eficaz era la accion de las ideas juiciosas contra los resabios del gusto estragado los destemplados antojos de ia muchedumbre. Levé & Paris el vivisimo deseo de conocer al célebre Goldoni, principe de la comedia ita- lima, que desterrado de su patria, Venecia, por motivos que no deshonran, vivia alli de una mé- ica pension, con el titulo de lector de la reina Maria-Antonieta. Buscédun amigo que le pre- sentase deste anciano, y fué recibido con la amable cordialidad propia del ingenio en su de~ cadencia, cuando se encuentra con la lozana juventud destinada 4 continuar la grande obra eabeneficio de 1a ilustracion del género humano. Se hablo por supuesto de teatro, serecitaron algunos pasajes de comedias, de que su propio autor habia perdido Ia memoria, y al llegar al punto de la condusta de los gobiernos con respecto 4 los ciudadanos que mas honran 4 su patria, ao pudo Goldoni contener algunas ligrimas, que Moratin recordaria después muchas ‘eces, cuando tuvo que verterlas por semejantes ingratitudes. En aquella sazon tuvo Moratin el consuelo de abrazar 4 su amigo Melon, que se detuvo algu- 10s dias en Paris antes de proseguir su vidje por Inglaterra y Holanda. Vivian juntos (6), y sin bs sujeciones y miramientos que debian guardar en Madrid, pasaron los diasmasregocijados de suvida charlando hasta deshora de la noche, y contrahaciendo los gestos y muletillas de algu- tos palaciegos ridiculos de la cérte de Carlos III; en cuyos remedos, cuando se hallaba a puerta cerrada, solia Moratin soltar sin dique el torrente inagotable de sus gracias. De acuerdo con el gobierno espaiiol did Cabarriss al francés algunas idens y planes para es~ quivar la revolucion que ya préximamente amenazaba; pero no fué escuchado, y dando por concluida su mision dispuso su regreso 4 Espaiia. Hallibase ya en Tolosa, cuando recibié una invitacion del gobierno francés, que le obligé 4 retroceder & Paris, dejando su secretario, hasta que volviendo & reunirse con él continuaron su camino por Vitoria; pero en Pancorvo recibie~ ton contradrden, entraron de nuevo en Francia, y por ultimo 4 fines del aio se restituyeron 11s pattia, hallindose ya en Madrid el 8 de enero de 4788. : Conservé el conde todavia por algun tiempo su valimiento en la corte; pero & poco susci- \ése contra él tan deshecha tempestad, que alcanzé desagradablemente su persona y 4 la do '5) Ocuparon dos cuartos contiguos en la Rue Vivienne, hotel de la Cour de France, despucs hitel des Elrangers. xa VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. sus allegados. Encarcelado, privado de sus papeles, que se le ocuparon, abandonado de sus an- tiguos amigos, perseguido y calumniado por sus émulos, sufrié todas las consecuencias de lo que en los gobiernos absolutos se llama desgracia: calamidad estrema y misteriosa, que ni al inocente ni al culpado deja los medios legitimos de defensa, y que tiraniza con vulgaridades Ja pablica opinion, obligandola 4 creer lo que ella resiste. La situacion de Moratin no dejaba de ofrecer peligros; pues aunque nadie tenia interés di- recto en su perdicion, ni motivos de odio é de envidia, basta en tales casos que haya quien se proponga hacer alarde de su diligencia en perseguig, solo por lisonja a los poderosos. Por esto apelé al anico recurso que resta al discreto, cuando cualquier paso que se dé es una impra- dencia que empeora la condicion del individuo sin mejorar la causa social ; es decir, que se oscurecié en medio del bullicio de la corte, refugiindose bajo el techo de su bondadoso tio, y Volviendo 4 ayudarle en su dbrador, que lo tenia en Ia calle de las Veneras- Ocupé entonces sus ocios en retocar su primera comedia, El Viejo y la Nifia, que admitida dos afios antes por la compafia de Manuel Martinez, no habia llegado a representarse por me- lindres de una actriz que rehusé cierto papel ; en 4788 otra actriz de la compsiiia de Eusebio Ribera se empeié en encargarse de otro que 4 pesar de su mérito no le correspondia; cir- cunstancia que retardé los ensayos, y entre tanto el vioario eclesistico negé la licencia, de- jando asi cortada la cuestion. Habia on aquel tiempo la peste de malos poetas que en todas épocas; pero con la desgracia ademés de que eran aplaudidos por gran“ parte del pueblo, que ya admiraba sus reboredos 6 ininteligibles conceptos, ya se recreaba con sus frialdades 6 insulseces. Quiso Moratin distraer el mal humor consiguiente 4 su posicion, ridiculizindolos segun merecian, y en 1789 publicé su folleto titulado La Derrota de los pedantes (7), en que algunos se vieron retratados, y no pu- dieron perdonar al autor, en quien traslucian bajo el velo del andnimo Ja misma pesada mano que en su Leccion poética les habia descargado sin piedad su primer azote. Seguia entre tanto Moratin sin medios para dedicarse con tranquilidad 4 las amenas tareas de su aficion, y la idea de ser gravoso a su familia le era insoportable. Solicité un empleo, ultimo recurso de los desocupados initiles para otra cosa, y nada logré 4 pesar de las buenas rela- ciones de Melon, que todo lo andaba para sacar su amigo de los apuros cada dia mas apre- miantes. Compuso una oda 4 la exaltacion al trono de Carlos 1V, mas ni por ella logré llamar sobre si la atencion de los que podian valerle, Era entonces ministro el conde de Floridablanca, 4 quien, segun dicen, divertian en estremo unos versos ramplones que le enviaba un tal Mar- colini, masico de la capilla real. Creyé Moratin obtener su proteccion por un medio semejan— te; y asi le escribié un romance (8), esplicdndole su necesidad y modesta ambicion, reducida. i ser abate, Si el ser abate es ser algo. Cayéle en gracia al atareado conde esta singular peticion, y encargé a don Sebastian Pi- fiuela, oficial mayor de la secretaria, que era también aficionado a coplas y las hacia, que pro- pusiese al suplicante para un beneficio simple; hizolo de 1a mejor gana el buen covachuelista, y creyé haber dado una muestrade régia liberalidad confiriéndole uua prestamera de trescien— tos ducados en el obispado de Burgos, con-la cual se ordené Moratin de primera tonsura, y quedé como antes, poco menos que pereciendo. Empezé luego a granjearse la privanza de los reyes el famoso don Manuel Godoy, después principe de la Paz, quien de la condicion de simple guardia de Corps, no sin murmullos de la publica opinion, fué encaraméndose hasta las mas altas dignidades de la monarquia. Su com- (7) Pigioa S61 del presente tomo. . (8) Es el romance x1, pigiaa 600. VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. 7 aw psiero en el cuerpo y grande amigo era don Francisco Bernabeu, jéven de prendas, amante de los hombres de mérito, y deseoso de favorecer. Conocia este 4 Moratin, 4 Forner y 4 Melon, los presenté al nuevo valido, quien se declaré su protector, dandoles desde luego de su buena disposicion mayores prendas que se atrevian 4 esperar. A Moratin se le confirié por-su media~ cion un beneficio en le iglesia de Montoro, dé valor de tres mil ducados, y una pension de eiscientos sobre la mitra de Oviedo, renta que le aseguraba una subsistencia holgada, exenta de toda obligacion, y propia para dedicarse é aquellos estudios que duran hasta la vejez. Tales eran en aquellos tiempos las anomalias de nuestra legislacion, que llamaran absurda nuestros hijos: dl monarea disponia 4 su antojo de las rentas del Estado, yue dividia sin proporcion entre las senciones pablicas y las exigencias de una corte disipadora;.no habia presupuestos ni por con- siguiente cantidades destinadas al estimulo de los ingenios y al progreso de la literatura na- ional; y entre tanto desérden, que hacia mas sensible la creciente insuficiencia de los recur- sos, no quedaba otro para premiar la aplicacion y el talento, que el de dedicar 4 este deber social los fondos de nataraleza eclesiistica, que por una larga y constante acumulacion habian Uegado 4 ser superabundantes con respecto 4 los fines para que fueron constituidos. De aqui la abusiva provision de los beneficios en personas seglares, las pensiones sobre las mitras,-y laridiculez de librar sobre la Iglesia los gastos de 1a reforma del teatro. Por fin, esta vez algo se hizo en favor de la ilustracion y las costumbres publicas, que no siempre fueron atendidas cals dispensacion de semejantes gracias. . SiMoratin, abandondndose al viento de la fortuna que tan propiciamente le soplaba, hubiese tratado de esplotar la benevolencia de su Mecenas, como hicieron otros adulandole con bajeza pan injuriarle después, hubiera podido con facilidad y on breve tiempo ser uno de los perso= najes mas influyentes de is corte de Carlos IV. Agradecido 4 un ministro en quien encontraba ls buena. acogida que en vano solicité de sus antecesores, debia renunciar el derecho de turmurar de él, sin contraer por esto la obligacion de adularle. Elogié si aquellos actos de saadministracion, que ahora forman su defensa y atentian hasta el punto posible sus errores, especialmente aquella proteccion que en algunas épocas y como por lucidos intervalos pro- digé & los conocimientos atiles en artes y en literatura, mas de lo que podia esperarse de un tombre de pocas letras, disipado y desvanecido por la ambicion. Pero jamés fue participe de sus disoluciones, cantor de sus orgias, ni cémplice de sus intrigas palaciegas: le trataba con™ respeto, le visitaba con poca frecuencia, y abrumado por el peso de tantos halagos le corres~ pondia con una cortedad que rayaba casi en indiferencia, con admiracion de los que codicis- ban su valimiento. Aceste se debis el que se allanasen los obstdculos que se habian opuesto 4 la representacion de El Viejo y la nifia, que se puso por fin en escena en el teatro del Principe el dia 22 de mayo de 1790 (9), y el pablico la recibié con aplauso. Satisfecho su autor con este primer triunfo en la carrera dratmatica, y deseoso de apartarse de una corte donde la corrupcion cundia mara~ ‘illosamente, se retiré é un pueblo de la.Alcarria para entregarse libremente al estudio y a lameditacion. Andarin incansable, recorria diariamente largas distancias, componiendo de me- moris, que Ia tenia felicisima, lo que luego trasladaba al papel de vuelta 4 su casa. Alli iban a \isitarle sus amigos de la primera juventud, para disfrutar de su instructiva conversacion y de sus gracias. Hubo un dia de decir que habia escrito un poema titulado La Huerteida, en bur- lesca celebridad de don Vicente Garcia de la Huerta; pero que conociendo se habia sobrada- mente deslizado en Ja senda del ridiculo, habia rasgado el borrador, aunque de algo se acorda- ba. Rogaronle todos que recitase los trozos que tuviese mas presentes, y después de muchas (®) Véase en ta pagina 533 Ia advertencia preliminar. Como esta y las que van al frente de las demés comedia ‘oatienen la historia de cada una, omitiremos en la presente Vida algunos pormenores , que hallardn los curiosos en su texpectivo lagar. xara VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. negativas y repetidas instancias, lo dijo desde el principio hasta el fin, imitando con tal propie: dad la fraseologia, el ahuecamiento de Ia voz, los visajes, manoteo y prosopopeya de su prote. gonista, que segun el testimonio de Melon, faé cosa de desternillarse de risa (40). Era Huerta como no ignorara la mayor parte de nuestros lectores, un poeta en aquellos tiempos famos y demomentos felices, jefe de una pandilla que le escuchaba como un orfculo, gran predicado en el café, intolerante, esclusivo y furioso émulo-de Moratin, tanto por el aplauso del publico como por la repentina mudanza de su suerte. Asi se vengd a sus solas quien le era tan supe rior, con la generosidad de condenar al olvidoun trabajo que hubiera lisonjeado su amor pro- pio a costa de su impertinente adversario. Alli arteglé Moratin su Comedia nueva, llamada conunmente El café (14), que se represent en el teatro del Principe, en 7 de febrero de 4792, precedida de una violenta conjuracion par hacerla naufragar para siempre en la primera noche. Razon tenian de alarmarse los pésimo autores que abastecian de necedades nuestro teatro; pues sitira mas graciosa y terrible contr: ellos era dificil imeginarla. El ouadro estaba bastante recargado ; pero; como pintado por man diestrisima, 1a misma exageracion aumentaba la ridicula semojanza. A pesar de le protesta de autor en el prélogo, no era necesaria gran désis de malicia para pillar al vuelo algunas alusio- nes personales. En el pedante don Hermégenes se creyé ver al abate don Cristobal Cladera: en don Serapio muchos asistentes al patio se miraron retratados ; y sobre todo, el protagonists don Eleuterio Crispin de Andorra presentaba numerosos puntos de contaeto con don Lucian Francisco Comella, natural de Vich; dramaturgo infatigable, que.trabajando a destajo apens podia acudir 4 las necesidades de su numerosa familia. No habia sido Comella, como don Etev- terio, paje de ningun consejero , pero si familiar y protegido desde su niez por un grande que habia militado con su padre, y le acogié en su horfandad, fomentando su aplicacion mal diri- gida; no se casé de sécreto con ninguna marisabidilla doncella de la casa, sino con una dams de su protectera, de la cual se separé con este motivo; no le ayudaba eu mujer en compones comedias, pero tenia una hija jorobadilla y muy lista que versificaba de repente, y le servis de amanuense 4 deshora de la noche, hasta que se caia de suefo y el candil se apagabe, come sucedié muchas veces, mientras el inspirado poeta le estaba dictando desde la cama con los ojos cerrados : por lo demis era, igualmente que el fingido don Eleuterio, hombre servicial con (10) Melon retavo en la memoria algunos pasajes que apunl6, y son tal vez los dnicos que de este poema se ban conservado. Concluia una octava, diciendo : a¥ Virgilio? Virgilio era un gandumbas. ‘Que he despreciado yo peas no sé 30 lo que &! sabia, Y hasta donde ifegaban sus aleances? ‘Que cotejen 4 ver su poesia, Que ta cotelen con mis tres romances. | jams de su asanto se desvia, Y-refiere sin gracia muchos lances ; El imits como cualquier bolonio: Y 30, ¢de quia imito¥ del demonio, Y hablando de Paris, dice Huerte s Paris, la gran Paris ya me vié un-dia, 7 pelotas! 5 Si qu kn sus Concurses man nereuitados’ 0 como wre La vena confundir y la armonta jleve la libres. De los cisnes del Sena cel il Cuando su Apolo, su Volta Esai blebs it bomen ose emplea; dita easta, ‘Aquel que en frigidisimos y belados Para acabar con tan m Versos canto de su saber por frato Gon que yo suelte un estornudo basta, La Aleira y Jaira, el Mahomet y el Brato. Basta... ,y no ha de bastar? jhaya virules! Alli vi de Racine alguna cosa, jNosoy entre los arcades activo, Cuando ta Dumesnil representaba. ladin? ; Saben los zotes juella actriz famosa lenguas do ta fama vivo? desde los rudos hotentotes La pesadez insul AL bio inglés, al musulman altivo, 1G Fegularidad quo Francia alaba : Escuchan las uaciones con espanto Reglas malditas, arte encarecida, Y religiosa adoracion mi canto? (I) Vease la pagina 358, VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. Ix indo el mando, deseoso de acertar, si hubiesen valido algun dinero los aciertos literarios, ma- iso, honrado & toda prueba, crédulo y tan décil, que da listima el ver que no hubiese topado con maestros mejores que don Hermdgenes 6 con favorecedores tan juiciosos como don Pedro de Aguilar. Poco después pidié Moratin 4 Godoy, y consiguié de él, permiso para emprender un viaje por Boropa, con el objeto de perfeccionar sus conocimientos, ¢ tal vez con el de vir los compro- nnisos 4 que se consideraba espuesto por su involontaria privanza, unida ala ojeriza de los que se mostraban resentidos por sus escritos. Acababa de llegar 4 Paris cuando, el dia 3 de setiem- de 1792, oye por Ja calle un grande alboroto, se asoma 4 la ventana, y ve la cabeza do la prin tesa de Lamballe que, olavada en una pica, iba paseando en triunfo una furiosa muche- dumbre, que consagré aquel dia terrible a toda clase de crueldades y abominaciones. Nd era propio del dnimo de Moratin el presenciar tales especticulos, que amenazaban reproducirse confreouencia. El mismo dia pidié su pasaporte para Inglaterra, y se trastndé apresuradamente iLondres horrorizado de tanto desenfreno, y ansioso de contemplar por primera vez la ver~ dadera libertad arraigada en los habitos populares, sin las mortales convulsiones de la licencia, sin la yermadora huella de la opresion. Obsérvé en Inglaterra y recogié en curiosisimos apuntes cuanto pudo causar en su espiritu ls sivas impresiones de que era capaz, en punto al caricter, ideas, tradiciones, legislacion y tendencia politica y comercial de aquelia.nacion singular, tan digna de ser estudiada. Era con- siguiente que todos estos trabajos, de indole tan diversa, viniesen & parar en el principal objeto de sus indagaciones : en Ia literatura, y especialmente en aquella parte do ella que juzgada por sensaciones momenténeas, ante un jurado numeroso y compuesto de todas las clases y gra- des dé inteligencia, es la que mejor espresa el condensado conjunto de las ideas predominan- tes, y el gusto instintivo de Ia sociedad. Empez6 este eximen desde sus primeras fuentes : procaré penetrarse del espiritu de Shakespeare; y preparado ya con el conocimiento de Lope de Vega, pudo medir el aleance dé estos dos grandos ingenios contemporineos, que estampa- ron un sello profundo en sus respectivas naciones. Quiso dar una muestra del primero con su ndsecion del Hamlet, que anoté y publics posteriormente de vuelta 4 su patria (42). Después de menos de un aito de permanencia salié de Londres, en agosto de 1793, con direc- tion Italia, previa licencia de su protector, quien al concedétsela le envio un socorro de treinta ail reales para gastos de viaje. Desembarcé en Ostende, pasé 4 Flandes y recorrié varios puntos fe Alemania, visitando sus ciudades mas famosas. Paso alli un buen sugto, que muchas veces sontaba, y fué : que viajando de noche en posta al través de la Selva-Negra, noté que se habia reanido al postillon un hombre desconocido yde mala traza, con evidentes muestras de su concierto para asesinarle 4 la primera ocasion, escitados sin duda los dos por el cuidado con pe miraba sus cajones de papeles, donde supondrian que iban tesoros de otra especie. Pero \eert6a aleanzarlos otra silla de posta, yno pudiendo por ordenanza pasar delante de la que pre- xedia, tavieron que andar juntas, hasta que salvados los puntos favorables al crimen, y llegado ‘dia, desaparecié aquella figura siniestra y cesé la zozobra del receloso viajero, cuyo miedo era infundado, atendida la muititud de desertores franceses y alemanes que 4 la sazon me- rodeaban en aquel pais cometiendo todo género de atrocidades. Continué su camino acia la Suiza, y visité en Lucerna 4 don Pascual Vallejo, secretario de aquella legacion , é quien habia vonocido en Madrid, y con quien se embarcé en ellago de los cuatro Cantones, bajando 4 Italia porel San Gotardo, donde se separaron el uno paraJénovay el otro directamente para Bolonia. Alli 66 Moratin su residencia habitual, obsequiado por sus amigos los espafoles que a Ia sombra de aquella universidad vivian ensefiando y aprendiendo en el colegio de San Clemen+ ', magnifico establecimiento que fundé en el siglo xiv el cardenal Albornoz, y que aun ‘12) El Hamlet se publics on Madrid en 4708. Véase la pagina 475. aur VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. entonces conservaba buenos restos de su antigua nombradia. Fué recibido con particular ca- rio por don Simon Rodrigo Laso, rector del referido colegio; y en compafia de don Juan Tineo, varon eruditisimo y de un mérito singular, fué 4 recorrer la Italia en diferentes escur- siones que ensancharon Ja esfera de sus conocimientos. Hacia muchos afios que deseaba exa- minar aquel pais clasico y rico de gloriosos monumentos literarios , & los cuales el ejemplo de su padre debia haberle inspirado la mas decidida aficion. Con tan escelente guia estuvo en Mi- lan, en Parma (donde en las prensas del eélebre Bodoni hizo una buena edicion de la come- dia El café), en Florencia, en-Pisa, en Roma, en Népoles, en Ferrara, en Verona, en Vicenza, en Padua, en Venecia y en otras ciudades, que en medio de las turbaciones de aquellos tiem- pos ostentaban mas que en otros de mayor sosiego la fecundidad de sus ingenios y los quila- tes d® su ilustracion. No cansado de Italia, pero si deseoso de volver 4 Ia patria, achaque que entre las mayores comodidades y distracciones suele acometer 4 los espafioles, tras de breve tiempo de ausen- cia, determind Moratin su regreso; y con este fin pasd 4 Jénova y luego 4 Niza 4 embarcarse, como lo veriticd, el 48 de octubre de 4796, en la fragata espafiola la Venganza. Pero fué tan poco afortunada esta navegacion, que después de una furiosa tempestad, en que tuvo tenta- ciones'de arrojarse al agua, y acortar por breves momentos una vida que consideraba ya per- dida, para no ver tanta desolacion en sus compaheros; después de huir por dos veces de una escuadra que avistaron y creyeron inglesa; tuvo que fondear el buque en Ia isla de San Pe- dro, inmediata 4 Cerdefia, y después en el puerto de Mahon, abstenerse de entrar en Cartagena, y seguir arrastrado por los vientos, hasta que. por fin, el 44 de diciembre, logré entrar en la ba- hia de Aljeciras. Entre tanto Melon, solicito siempre en procurar los aumentos de su amigo, le preparaba una agradable sorpresa. Habiendo quedado vacante la secretaria de la interpretacion de lenguas sin consultar mas qué su buen deseo, hizo presentar en nombre de Moratin un memorial pi- diendo para él aquel destino, bastante lucrative y descansado. Godoy, ya entonces duque de Ja Alcudia, se lo concedis sin vacilar; el agraciado, que recibié la noticia en Andalucia, se de- tuvo mas de un mes en recorrer sus mas importantes poblaciones, y 4 priticipios de febrero se presenté en Aranjuez, donde su protector le prodigé las mas lisonjeras distinciones de apre- cio. Era esto suficiente para que todos los cortesanos le rodeasen brindandole con su amistad, que 4 pocos dias hubo de trocarse en el desvio mas completo. Hallébase en aquel real sitio una jéven de singular belleza y travesura, por cuya mano, segun fama, se repartian los empleos y pensiones de la monarquia. Antojése al duque de la Alcudia que Moratin habia de celebrarla en unos versos; y por mas que le insté con aquellos ruegos que los mas encumbrados con ser- vil obediencia se apresuraban 4 satisfacer, no pudo recabar del desdefioso poeta, que asi pros- tituyese su musa é una deidad que no le inspiraba. Esta conducta, que en aquellas corrompidas antesalas se pintaba como un rasgo de ridiculez é ingratitud, hizo presagiar una desgracia in- mediata. En efecto, el duque manifesté descontento y aun amenaz6 castigo; pero “e borrasca se disipé sin tardanza, y este incidente no tuvo ulteriores consecuencias. Trasladése Moratin a Madrid para encargarse de su secretaria, arreglarla y despachar los ne- gocios de ella, que le dejaban espacio sobrado para dedicarse a sus preferidas ocupaciones solitarias, y para alternarlas con las reuniones en casa del ya nombrado don Juan Tineo : so- ciedad entre tertulia y academia, que é1 Ilamaba de tos Acaldfilos. Quiso el gobierno atender 4 la reforma del teatro, el cual alimentado por comedias del antiguo repertorio, mejor 6 peor refundidas, por-traducciones detestables y por dramas sin plaa, sin invencion y sin verisimi- litad, continuaba en la mayor postracion. A este efecto se creé una junta, recurso de cajon que antes y después ha sido la panacea de todos los males de Espafia. Era su presidente, por serlo del consejo de Castilla, el general Cuesta: hombre muy entendido en materias de guerra, VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. a0 pero lego en las de administracion y literatura, y lo que es peor, impetuoso, dominante y per- suadido de buena fe de que las funciones de su presidencia, con respecto 4 sus colegas, eran ni masni menos que las de un jefe de batallon al frente de sus soldados. Seguianle algunos go- lilas, mas propios para perorar sobre materias desconocidas, que para resolver con acierto caestiones de organizacion teatral; y entre ellos tenia asiento nuestro Moratin, el tnico tal vez qve so hallaba en disposicion de ilustrar los puntos que iban 4 controvertirse. Muy 4 los prin- cipios se manifests la discordancia.de opiniones que de tan heterogéneos elementos debia os— perarse, hasta que un dia se puso tal de irritado y descompuesto el referido presidente, que viéadole Moratin en disposicion , segun temid, de tirarle el tintero, juzgé prudente retirarse para no'dar un escéndalo, y presents su renuncia inmediatamente. Lo que la junta hizo en su ausencia no es cosa de contarse en este lugar ; basta para formér alguna idea de sus actos la larguisima lista de comedias, que 4 guisa de indice espurgatorio mands publicar 4 retazos, prohibiendo la representacion de centenares de ellas, algunas de las cuales no hubieran me- recido tan severa censura, aun cuando fuera licito y conveniente aplicar el sistema prohibi- tivo & materias que penden del gusto y opinion del piblico. Corregir su estravio y estraga- tiento se logra solo presentando ejemplos perfectos que puedan luchar con los depravados : esto no podia hacerlo mas que Moratin, quien, pesar de sus resabios de intolerancia en esta parte (13), no creemos quo hubiese autorizado semejante providencia, Conociendo el gobierno la insuficiencia de la junta para lograr el objeto que se proponia, resolvié crear otra magistratura bajo el titulo de director de teatros, destino para el cual nom- bré 4 Moratin por una real érden. No era para él contraer un empefio, que reclamaba un ca- ricler mas firme que el suyo, para desterrar abusos, luchar con dificultades de mil especies, ysobre todo para resistir y sortear con oportunidad y mafia las exigencias de autores, cémi- 0s, masicos y danzantes. Agradecié al gobierno esta distinguida confianza, pero no la ad- nitié. En vista de ello, hizole preguntar el rey si conocia otra persona acomodada al intento: su vida retirada , su larga ausencia de Espaia, la estrechez del circulo de sus relaciones (tal faé su contestacion) le ponian fuera del caso de hacer una propuesta acertada. Mediante un trato modesto y econémico, pudo Moratin juntar por aquellos afios algunos shorros, que hubieran sido mayores 4 ser él menos desprendido y dadivoso. En Pastrana, donde solia veranear, compré una casa que reedificé, plantando su huerto de acacias; en Madrid compré también una en la calle de Fuencarral, y otra en la calle de San Juan, cuya cor- liza convirtié en jardin, y alli pasaba largas horas. Tuvo idea de casarse, 19 consulté con Melon, y oidas las reflexiones de este, desistid de su pensamiento. Yadesde antes de su segundo viaje al estranjero habia compuesto, con el titulo de El Baron, ‘ma zarzuela, que asi se Ilamaban las representaciones mistas de declamacion y canto , é ma- tera del vaudeville de los franceses. Destinada esta pieza 4 una diversion particular que no llegé & verificarse , hubiera quedado entre los borradores, 4 no haber ocurrido las circuns- ‘ancias yue en su propio lugar se refieren (44), y que le obligaron 4 poner la mano en su ol- Tidada obra. El resentimiento de la compafia que, protegida por personas de poder y vali- niento trabajaba en el teatro de los Cafos del Peral, la prevencion con que el famoso \sidoro Maiquez miraba entonces al autor por influencia dei ya difunto Huerta, y la docilidad de un tal don Andrés Mendoza, oficial de la inspeccion de caballeria, que era, segun dicen, wn bienaventurado , fueron los elementos de aquella intriga, que se convirtié contra sus mis Mos promovedores, ridiculamente envanecidos por un triunfo aparente y momenténeo. El plagio que Mendoza intitulé La Lugarefa orgullosa ha caidoen olvido sempiterno : la comedia (13) Bo apoyo de esta observacion puede verse lo que decimos en Ia nota 45, puesta al discurso preliminar de las ‘comedias del autor (pagina 318). (14) Vease ta advertencia que precede & la comedia EI Baron, en la pigina 373. am VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. original de El Baron, representada en le Cruz, en 28 de enero de 1805, duraré mientras haya memoria de la lengua castellana. E149 de mayo del aio siguiente se estrend en el mismo teatro otra comedia de Moratin, la Mojigata (18), produccion que debié escitar contra él otra clase de contrariedades, & mas de las puramente literarias ; pues atacaba do frente la hipocresia; y la hipocresia, especialmente Ja de la mujer, no sufre la menor alusion, recelgsa de que basta Jevantar una punta del velo para descubrir toda su odiosa fealdad. Ya esta comedix’ se habia representado en casas parti- culares en el espacio de los doce aiios anteriores, en que coreié manuscrita, tsl como habia salido de las manos de su autor con algunas variantes. Cuando Hegé ya el caso de darla al piblico, quiso, como solia, corregirla minuciosamente; y como observase que alguna’ espre- siones pudieran parecer demasiado duras, las modificé 6 suprimié en obsequio de réspeta- bles miramientos. Pero esto no basté para desarmar a Ja envidia literaria, que desde este mo- mento se conjuré con el fanatismo religioso para armarle cruda guerra. El piblico recibié con muestras de satisfaccion este nuevo fruto de su ingenio; pero & mas de les criticaé mas 6 me- nos decorosas 4 que dié lugar la comedia, llovieron tantas intrigas y anénimos, se le asesta- ron 4 traicion tiros tan bajos y rateros, que bien se conocié que andaba en ello el vicio que emplea siempre las armas mas ruines : la hipocresia. Esta persecucion sorda é incansable llegé a su punto cuando, en 24 de enero de 1806, se re- presents la que consideramos por muchos titulos su obra maestra, Ia comedia El St de las ni- fias (16), cuyo triunfo fué completo en Madrid y en las provincias, en la escena y on la prensa. Ya no quedaba recurso. los enemigos de Moratin para disputarle una popularidad de que no podian disponer 4 su antojo ; apelaron al medio estremo, pero seguro, que entonces existia para inutilizar un ingenio : lo delataron 4 la Inquisicion. Con esto lograron su principal objeto, que era aburrirle, conociendo bien su cardcter timido y poco amigo de luchar sin esperanzas de buen éxito. Todo el amparo de sus valedores, que se consideraban omnipotentes, no era suficiente para librarle de desagrados; asi que, hizo firme propésito de dejar para siempre de escribir para el teatro, abandonando el plan que tenia trazado para cuatro ¢ cinco comedias que hubieran sido probablemente otros tantos rayos de gloria para la escena nacional. Dando pues de mano 4 estas tareas, dedicd sus ocios a otras de distinta clase que para mas adelante tenia reservadas, y activé la recoleccion de materiales para los Origenes del teatro espaiiol, dando tregua 4 las inspiraciones de su fantasia, y nueva materia de estudio & su talento jui- cioso indagador, facultad que poseia también en alto grado. Embebido en tales ocupaciones, que admirablemente se conformaba su sistoma de vida, ajeno de toda distraccion bulliciosa, le encontraron los acontccimientos del afio de 1808, des- tinados 4 dislocar tanto la situacion de los negocios generales, como las privadas condiciones y esperanzas de todos los espafioles. Jamis se habia mezclado en la politica, sin dejar por eso de tener ideas propias acerca del gobierno que on circunstancias dadas consideraba mas conve- niente 4 su patria, de la cual era amante sincero, sin aquellas exageraciones que sirven muchas veces de mascara, instrumento 6 pretesto para otros fines. Sabida es la odiosidad que habia ido granjedndose el principe de Ia Paz, y 1a tempestad que descargé sobre su cabeza en el memora- ble dia 49 de marzo de aquel mismo ato. Moratin no pertenecia al nimero de los ingratos que, después dé haber adulado bajamente 4 aquel hombre poderoso, le insultaban en el infor- tunio, olvidando los beneficios recibidos; y esto bastaba en aquellos dias para ser tenido por enemigo de la cosa publica: tal era el esceso 4 que habia Hegado el furor popular, y tal el vér— tigo que se habia apoderado de los dnimos. Retirdse temblando 4 su casa en aquella noche ter- rible, y4 la mafiana siguiente temi¢ ser victima de algun atentado al oir las desaforadas vocife- (13)- Véase la pagina 302. (16) Véase la pagina 418, VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. ark rnciones de una cabrera tuerta que tenia su puesto en el portal de enfrente, desde donde anima- tnilos grupos, provocdndoles & que asesinasen al picaro traidor de su vecino. La precipitada sucesion de los acontecimientos inmediatos, que no daban siquiera lugar 4 discurrir y resolver, amsiré 4 Moratin y & otros muchos & una senda, por la cual se vieran con sorpresa arrojados 1 impulso de una incontrastable fatalidad. El escritor apartado de todo roce con los bandos to literarios , el hombre independiente é inofensivo, dueiio de su opinion, el secretario de la imerpretacion de lenguas , no abandon6 su casa ni su destino; no emigré, no salié 4 coger un fasil ni d formar parte de las juntas que dirigieron el movimiento insurreccional del pais; ce- did euando cedia la cabeza del Estado , obedecié a sus jefes y permanecié en su puesto re- saeto a seguir la buena 6 mala fortuna que al cielo pluguiese depararle. A los que siguieron ets condocta Hamé entonces el pueblo afrancesados : los trances de lx comun desgracia hi- ceron de ellos un partido. Después de treinta y ocho ajios de discordias no interrumpidas, después de tantos desen- fais, escarmientos y vicisitudes en que ningun éspafiol, mas tarde 6mas temprano, ha podido lbnarse de dictados denigrantes y tenaces persecuciones, hora es ya de juzgar sin rencor 4 una parealidad que ya no existe desde que falts el objeto que pudo alimentarla. La deslumbra- dora gloria de un hombre cuya grandeza ya nadiese atreve 4 negar, el convencimiento de que era temeridad el luchar contra un poder que habia sojuzgado otras naciones de mayores re- cursos, la esperanza de ver establecida en Espaha una organizacion mas conforme que 1a pa- sada con el espiritu del siglo y con las‘necesidades de la moderna sociedad , eran considera- ciones que debieron influir en el énimo de muchos hombres mas previsores que arrojados, sin que por esto dejasen de ser patriotas. Otros hubo que se confundieron con ellos por miras meags elevadas : achaque es este de todos los partidos sin escepcion. El noble entusiasmo na- cioual, & fuerza de constancia y de sacrificios, desconcerté los calculos mas probables: alegré- - tuonos de este resultado; pero no infamemos a los que no esperaron en él. Tiempos de tanta turbulencia no eran los mas 4 propésito para las suaves y tranquilas ocu- piciones de Ia literatura; Ia irritacion de los animos era estremada, toda palabra de pruden- ia se interpretaba siniestramente y se calificaba de traicion ; cada uno se recelaba hasta de sas amigos. Los mas intimos de Moratin se vieron envueltos en igual causa, porque miraban ton los mismos ojos Ja situacion de la-patria. Al*anuncio de la batalla de Bailén el ejército tracés evacus la plaza de Madrid, y los que se creyeron comprometidos trataron de salvarse del furor del pueblo. Moratin fué uno de ellos : acompahado de su amigo Conde se retiré & Vitoria en un calesin, al través de grandes peligros y pasando los mayores trabajos. Volvié & Madrid con Tos franveses, y siguidé en su secretaria. En tan aciagas circunstancias hacia el bien que estaba en su mano , y muchos le debieron Ia existencia. Para esto solo cultivaba sus rela- ciones, viviendo enteramente aislado. La salvacion de un infeliz encausado por causa politica lemovié a recurrir 4 don Manuel Silvela, jéven dotado de sensibilidad esquisita y de ilustra~ on poco comun,, que cou una templanza admirable en el calor de los partidos estaba ejer- endo las severas funciones de alcalde de casa y corte. Esta buena accion fué el origen de la larga amistad que se profesaron hasta sus iltimos dias estos dos hombres benéficos que cada «ual en su linea han sido el ornamento de la nacion y el amparo de sus conciudadanos. En {814 recibio de José Bonaparte el nombramiento de bibliotecario mayor, que, prescin- dieado de toda pasion, no pudo a la verdad ser mas acertado. En el corto tiempo que pudo ‘sur al frente de aquel establecimiento traté de dedicarse sin descanso & promover las gran- es mejoras de que es susceptible, atendidos los inmensos tesoros literarios que todavia an- dan esparcidos en nuestra esquilmada Espaia, y pudieran formar un depésito de incalculable precio y de gloria nacional. Hallibanse entonces sus intereses en un estado poco lisonjero. La obrada confianza en un escribiente de su oficina le habia cargado con un desfalco de mas de Tomo u. . € xaxv VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. cien mil reales; por un descuido fatal no habia retirado de las manos de su apoderado de Cordoba una gruesa cantidad que representaba como tres anualidades de su beneficio de Mon- toro, el mas pingiie de sus recursos, y la junta,de defensa de aquella ciudad se eché sobre aquellos fondos como pertenecientes 4 persona residente en pais ocupado por el enemigo; habia cedido Ia casa de Pastrana en dote 4 su prima Anita, casada con Conde; ylasde Madrid, en cuyas obras habia empleado sumas considerables, casi nada producian en aquella époce de miseria y hambre espantosa; su emigracion fué una ruina, y al volver de ella encontré su casa enteramente saqueada bajo la forma de un inicuo secuestro ; sus liberalidades (17), su afi- cion 4 libros, pinturas y objetos curiosos, que desaparecieron en gran parte, habian absorbido todas sus‘economias, aun en las épocas mas holgadas. Hé aqui por qué, segun consta por recibos que se conservan en la biblioteca, tuvo muchas veces que tomar escasas partidas 4 cuenta de su haber mensual para subvenir & sus necesidades y remediar las ajenas. Por marzo de 1842 dié al teatro una traduccion de la Escuelade los maridos, de Molitre (48), autor & quien, profesaba el mas profundo respeto. Maiquez, que le habia conocido, y por con- siguiente habia desechado las antiguas prevenciones , se encargé de un papel; y el pablico, 4 pesar del mal humor dominante, asistié y aplandid. Pero el mismo ao las fuerzas francesas, de resultas de su derrota en los Arapiles, tuvieron que abandonar la capital y retirarse acia Valencia. Halldbase Monatim en los mayores apuros para emprender su segunda emigracion , enfermo, débil, sujeto 4 continuos vémitos y sin el mas pequefio recurso. Pero tuvo la fortuna de que lo acogiese en el coche, donde iba en compafia de don Manuel Garcia de La Prada, la apreciable actriz Maria Garcia, que le cuidé en este viaje con toda la delicadera y esmero de la amistad. Era La Prada hombre instruido, acaudelado y cumplido caballero. Habia sido corregidor de Madrid durante la invasion, y desde este momento cobré 4 Moratin un carifio que jamés se desmintis después. En Valencia encontré de gobernador militar al general Mazzuchelli, quien compadecido de su triste posicion le encargé la redaccion del diario, junto con su amigo don Pedro Estala, que secularizado ya y nombrado canénigo, habia venido d ser su compafiero de desgracia. Sus ar- ticulos en este periddico se limitaban la literatura : asi vivid con estrechez hasta que 4 la sa- lida de los franceses de aquella plaza pudo acomodarse on un mal calesin, que volcd en el ca- mino. Iba en él una sefiora llamada doiia Tertsa Iturburu, que se quebré una clavicula; y con este motivo se vié en Ja precision de encerrarse en le fortaleza de Pehtiscola, que 4 poco cerea- ron nuestras tropas, estrechandola por espacio de once meses. Durante el sitio, una casualidad le salvd la vida; pues convidado 4 comer por el gobernador, dejé pasar la hora entretenido en vestirse, cuando una esplosion violenta le derribé de la silla. Se habia volado la casa del gober- nador,-y cuantos estaban en olla quedaban sepultados on las ruinas. La plaza capituld al fin; y uno de los articulos convenidos fué que los espafioles refugiados pudiesen salir con las tropas. Cansado Moratin de tan continuas vicisitudes, tomé una resolucion tan superior a su natural apo— camiento, que bien da 4 conocer el estado de desesperacion en que se hallaba. Cogié su bas~ toncito; y solo, 4 pié, sin mas recomendacion que su nombre, salid al campo, llegé é la trinche- ra, y fué detenido por un centinela. Acudi¢ el oficial del puesto, y asi que supo quién era, le coliné de atenciones, y le dejé ir libremente & Valencia. El desgraciado fugitive tuvo con esto animo bastante para presentarse al general Elio, que en aquella provincia ejercia el mando su- perior; pero esta autoridad le hizo tan brutal acogida, que llegé a echar mano 4 la espada como para pasarle, quiso luego prenderle, y 4 duras penas le dié permiso para embarcarse en un falucho con direccion 4 Francia. El buque por el tiempo contrario tuvo que arribar 4 (17) De sus apuntes consta que en aquella época habia invertido la suma de cerca de seis mil duyos en socorrer a varios parlentes necesitados, a quienes bizo completa donacion de sus débitos. (18) Véase la pagina 442, VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. muy Barcelona, donde encontré jefes mas apreciadores del mérito, y mas considerados con la des~ gracia: tal fué el baron de Eroles, quien traté de persuadirle 4 que se quedase en aquella ciu- dad; y bajo su proteccion recobré algun tanto la calma, y pudo proveer 4 sus intereses. Pero entre tanto, viendo agotados todos sus recursos, y no sabiendo resolverse 4 ser molesto 4 sus amigos, intenté dejarse morir de hambre, para cuyo efecto buscé fuera de la pobjacion un cwarto en casa de unos pobres labradorés, 4 quienes se proponia dejar dentro de una carta el precio del alquiler. Un dia antes de ir 4 consumar tan funesta idea recibié de la corte noticias mas favorables. Llegado 4 su término el juicio.de purificacion que habia promovido, declaré rey Fernando VII que no le comprendia el articulo 4.° del decrato de 30 de mayo, lamado indulto, pero verdadera proscripcion; y mandé le fuesen devueltos los bienes secuestrados. La casa de la calle de San Juan habia sido ya vendida; racobré la de la calle de Fuencarral, cuy? . venta dispuso y logré eon los sacrificios que eran consiguientes & Ia urgencia de 1a realizacion. Con esto, con algunas cobranzas de su benoficio, y con la almoneda de varios efectos, tristes reliquias de su naufragio, pudo socorrerse, ¥ aun depositar unos cuatro mil duros en una casa de comercio que luego quebré, sin que este crédito haya podido hacerse efectivo. El obispo que era entonces de Oviedo, a pesar de las reales disposiciones, se obstind resueltamente en negarse al pago de la pension que gravaba sobre las rentas de su mitra, cohonestando su co- diciosa resistencia con los mayores denuestos contra su caido acreedor. A fines de 1844 escribié con el titulo de El Médico 4 palos (49), y con alteraciones impor- tantes y bien meditadas, una traduccion de otra comedia de Moliére, que fué representada en el teatro de Barcelona el 4 de diciembre. Asi.vivia con alguna tranquilidad , pero con intervalos de recelo : tal era la constancia de sus enemigos, no ya literaric’s (pues la literatura habia casi desaparecido de entre nosotros, y no renacié con algun brillo hasta muchos aiios después), . sino de otra clase peor, que nunca satisface sus odios. So pretesto de-ir 4 tomar los baiios de Aix en Provenza, solicité su pasaporte para el estranjero; y el general Castanos, que le aprecia- ba, y que como hombre de mundo y consumada prudencia conocia lo espuesto de su situa- cion, aprobando su plan, le indicé cuanto deseaba que no difiriese su cumplimiento. En efec- to, tardaban macho en Catalufia en entibiarse las pasiones que en pos de si dojé la ocupacion francesa; y & la verdad, ya por la tenaz resistencia del pais, ya por la desacertada eleccion de los jefes, aquella dominacion fué alli incomparablemente mas dura y opresora que en otras pro- vineias. El mariscal Suchet, humano en Valencia, fué cruel hasta el estremo en Tarragona; y desde el mando de Lecchi hasta el de Maurice Mathieu, Barcelona fué teatro de las mayores atrocidades. Esto ,produjo indispensablemente una terrible y duradera reaccion; y el pueblo escitado se alborots en varias ocasiones contra los que habian cedido é la fuerza fisica y mo- ral del invasor. Pero no estaba en esto el mayor peligro : la Inquisicion iba cada dia convir- tiéndose en instrumento de persecucion politica; y Moratin no podia soportar la idea de aquel osouro centro de delacion y espionaje. Averiguaciones posteriores le dieron 4 conocer que sus temores no eran infundados. Pasé en Montpellier la primavera de 1848, se trasladé luego 4 Paris, permaneciendo alli hasta principios de 4820 con su amigo Melon, quien no quiso seguir en su vuelta & Esp: prefiriendo ir 4 Bolonia, con dnimo de establecerse en compafia de don José Robles Mohino, también grande amigo suyo desde su anterior estancia en aquella ciudad. Ocurrieron al mismo tiempo las notables mudanzas de aquel fio. Una de les primeras providencias del gobierno constitucional nuevamente aceptado por el rey fué la de llamar 4 su patria 4 los espafiules au- sentes de ella por opiniones y hechos politicos: conducta que 4 los ojos de todo hombre ge- neroso de cualquiera opinion recomienda un sistema que asi se inaugura, bajo la piadosa creencia de que es posible estudiar con aprovechamiento en la escuela de la desgracia. E) (19) Véase la pagina 461. wa VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. principal motivo de la voluntaria espatriacion habia desaparecido para Moratin. La. Inqui acababa de sucumbir 4 las manos del pueblo para no volverse d levantar, como no leguen realizarse los suefios de los que, sin hablar de ella, nos van empujando miafiosamente acia to— dos los abusos é instituciones de siglos que nos pintan como modelo de felicidad. Participe Moratin de aquellas dulces esperanzas que animaban todos los corazones amantes de la reforma, se dirigié a Espafia, y legé otra vez 4 Barcelona, 4 cuyas comodidades , salu- bridad de clima, cultura intelectual y demés circunstancias, se agregaba otra para Moratin muy poderosa : el brillante ostado de su teatro, que era en aquella época el primero de la na— cion, asi en la declamacion espafola, como en el canto italiano. Alli encontré reunida buena porcion de sus amigos. Antonio Pinto, hombre honradisimo y cémico jubilado, que por una feliz ocurrencia habia salvado de un aparente desaire su comedia de El Baron, acababa de ser arrancado en triunfo de las mazmorras del santo oficio ; Felipe Blanco, en cuyo obsequio ha- bia traducido el Médico d palos, continuaba regocijando la escena con sus gracias inagotables La-Prada habia fijado alli su residencia, y el amable Cabanillas se lo levé 4 la casa que habi taba con vistas al puerto. Esta mansion le hubiera sido sumamente grata, sino la acibarara Ia noticia que recibié de 1a muerte de su deudo y amigo don José Antonio Conde, 4 cuya me- moria dirigié una oda rica en gusto y en sentimiento (20). Entonces le conocié el que esto es cribe , y aun recuerda con veneracion Ia benévola indulgencia con que fueron recibidos por aquel gran maestro los primeros ensayos de su pobre musa. Entre tanto las concebidas esperanzas de pazy de buen gobierno menguaban de dia en dia: la insubordinacion iba cundiendo, y las masas se insolentaban, como sucederd siempre, cuando después de reconocida una reforma aparece la vehemente sospecha de que no preside la sin— ceridad en las altas regiones del poder. Desde principios de 1824. los dudosos procederes de Ia Francia, la espedicion del Austria sobre Népoles, y la general disposicion de los gobiernos europeos anunciaban de lejos la invasion de 1823. Una nueva calamidad vino 4 complicar la situacion : la fiebre amarilla aparecié en Barcelona, y sus primeros estragos, preludio de otros mayores, ahuyentaron a todos los que no se veian encadenados al pais por intereses dificiles de trasportar. Don Manuel Garcia de La Prada precipité su marcha, y ofrecié 4 Moratin su com- paitia, que fud aceptada; sortearon del mejor modo posible las precauciones,sanitarias adopta~ das en los pueblos del transito y en Ia frontera, descansaron poco en Perpifidn, y se separaron en Bayona, donde permanecié Moratin esperando el consejo de los acontecimientos, que por cierto no convidaban 4 entrar de nuevo en Espaiia. Desde alli escribié 4 su amigo Silvela, quien después de muchas vicisitades residia en Burdeos al frente de un establecimiento de educa- cion para espafioles, consulténdole sobre Jo que mas le convenia hacer ; y en vista de sus jui- ciosas reflexiones y sinceros ofrecimientos, se fué a vivir con él, con propésito de pasar mo- destamente los ultimos afios de su vida en el seno de Ja amistad, libre de cuidados enojosos, v- dedicado esclusivamente 4 sus mas caras ocupaciones..En todo el curso de la vida de Moratin so observaré constantemente que para él era necesidad imprescindible el arrimo de algun ami- go con quien desahogar sus sentimientos, y dar algun ensanche 4 aquel espiritu poco espan- sivo, que se recataba de las relaciones superficiales 6 indiferentes : necesidad que iba creciendo con su edad ya provecta, y sujeta 4 las incomodidades que & clla estén vinculadas. Todo lo en- contré en aquella familia sencilla, afectuosa, bien educada, modelo de todas Jas virtudes do- mésticas y sociales : la vida metédica, la amena conversacion, el moderado ejercicio, la diaria asistencia al teatro, que nunca dejé de ser su principal pasion, Je mantenian en un estado de contento que jamés habia disfrutado. «He legado & 1a vejez, decia muchas veces, sin sentir todavia ninguno de sus achaques; y no cambiaria mi feliz independencia, mi plicida soledad, ni por Ia mas opulenta fortuna, ni por el esplendor de un trono. » : (20) Se imprimid suelta, y es la de Ia pagina $02. OBRAS DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. warm Entonces did la altima mano 4 sus, Origenes del teatro espafiol, obra formada lentamente en dlespacio de muchos afios, que no se publicé hasta después de su muerte, y por consiguiente no se halla comprendida en le edicion hecha en Paris, el aio de 1828, por don Vicente Gonza- let Ammao, quien por cesion del autor adquiris la propiedad de las obras dramiticas y liricas all recopiladas. Afines de aquel mismo afio tuvo un amago de apoplejia, el cual se resolvié después en una imtacion hemorroidal violentisima, que le mortificd por algun tiempo, y produjo un efecto sasible en su parte moral ; pues desde entonces empezé 4 darse 4 la vida sedentaria, perdi sualegria y basta mengué sa aficion 4 los especticulos teatrales. Solicitaciones de amigos, nnirs de conveniencia publica y personal y otros motivog honrosos para uri padre de familia y para un celoso institutor de la juventud, hicieron que Silvela pensase en trasladar su estable- cimiento de Burdeos 4 Paris. No quiso tomar su resolucion definitiva hasta saber si Moratin le seguiria voluntariamente , pues de otra manera estaba-decidido 4 desechar el proyecto, y 4 no abindonar 4 un anciano, que consideraba como un depésito precioso confiado porla Providen- cit & su cuidado. Moratin le animé ofreciéndole reunirse con él. Con esta promesa se adelanté, Sivele, partiendo 4 Paris una mafiana sin despedirse. Levantése Moratin, y afectado por esta. breve separacion y por la soledad en que quedaba, escribié aquel mismo dia su iltima volun- ‘ad, monumento de ternura y-espresion de dulces y dolorosos recuerdos. Ya anteriormente tino donacion & la Inclasa de Madrid de su casa de Pastrana, que, muerto Conde en pos de su esposa, habia vuelto 4 ser propiedad de su primer duefto. Con esto no le quedaba ninguna fin- a, yel dinero que habia juntado de sus ahorros, como que no tenia obligaciones péstumas, lo habia convertido en'rentas vitalicias, que le producian unos seis mil francos anuales. Por consiguiente apenas tenia de qué disponér: Legé 4 varios amigos algunos cuadros y objetos ar- tisticos, 4 la Academia su retrato pintado por Goya, sus libros y manuscritos 4 Silvela, in tuyendo & una nietecilla de este por unica heredera de lo que restaba, reducido 4 una inscrip- ion de cuatrocientos francos de renta, y 4 -créditos de alguna importancia nominal, pero de {ificl y dudosa realizacion. Se despidié carifiosamente do su patria y de sus amigos, pidié per- don 4 los que hubiese ofendido 4 olvidado, y cumplido este deber postrero, sintié que su alma quedaba aliviada de un peso enorme. Después de algun tiempo verificd su traslacion 4 Paris, y 4 poco vié en la mayor consterna- cion la familia que consideraba ya como suya. Silvela el padre estavo 4 pique de sucumbir 4 la violencia de una pulmonfa en enero de 1828; recayé en febrero, y apenas convalecido loré dos veces la pérdida del hijo que mas le auxiliaba en sus tareas profesorales; pero al fin lo vid silrado para consuelo de los suyos y utilidad de su patria. El espectéculo de tanta agitacion J tox0bra, de que como el que mas participaba, influys fatalmente en la salud de Moratin, y precipité probablemente el acometimiento de su ultima enfermedad. El 24 de mayo: aparecie- ron los primeros sintomas, que procuré: cuidadosamente ocultar, hasta que fué sorprendido arrojando en frecuentes vomitos una materia negruzca y de alarmante apariencia. A costa de nil instancias consintié en que se llamase al médico, que 4 pesar de sus csfuerzos y el auxilio de los mas hébiles profesores de aquella capital, no pudo lograr mas que pasajeros alivios: no ra dado al arte contener los progresos del mal; procedia de lesion organica. Por la noche 4el 20 de junio perdié el conocimiento, y 4 las dos de la madrugada del siguiente dia quedé su cuerpo en perpetua inmovilidad. El cementerio del padre Lachaise.recibié aquellos venerables restos, entre las solitarias ca- lies que corren a 1a derecha clo Ia capilla, en medio de las tumbas que cubren los cuerpos de Moliére y Lafontaine. Ningun espaftol amante de la literatura, al visitar la capital de Francia, deja de pararse 4 orar frente de un sencillo monumento, en cuyo pedestal, que sostiene una~ una cineraria, se lee la inscripcion siguiente : xxv OBBAS DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. gui YACE - DON LEANDRO FEANANDEZ DE MORATIN, INSIGNE POETA cOMicO ¥ LiRICO, DELICIAS DEL TEATRO ESPANOL, DE INOCENTES COSTUMBRES Y AMENISIMO INGENIO: munté EL 24 DE suNto De 1828, Alli en efecto, en tierra estranjera, yace un gran espaiiol, 4 quien la patria no ofrecié bas- tante seguridad para morir tranquilamente en su seno. Hombre apartado de todo bando poli- tico, obediente 4 la autoridad existente de hecho 6 de derecho, abetraido en sus estudios, propagador desde su retiro de una moral purisima y juiciosa, incapaz de daiar & nadie y de escitar, ni aun indirectamente, el desérden, anduvo errante largos aos, no proscrito, sino ahuyentado por recelos sobradamente justos. La opinion echaba dé menos su presencia ; solo el gobierno se mostraba indiferente. Después de su muerte, las ediciones de sus obras se reprodujeron con rapidez, asi en Francia como en Espafia. La Academia de la historia quiso honrar su fama europea, cuidando de darlas 4 luz aumentadas con los Origenes del teatro espafiol, que adquirié y facilité el rey Fernando VII ; en algunos pasajes alterd el testo por respetos que ya no existen, y en sus elogios le tribaté el homenaje que permitia la condicion de los tiempos. . A mas de los escritos sueltos y recopilados, existen otros trabajos suyos, ahora de propiedad particular, que no han visto la. luz pablica, entre ellos las observaciones heches en sus pri- meros viajes, y una voluminosa correspondencia literaria. Salié bajo su nombre, y dudamos que fuese con su anuencia, una traduccion del Céndido de Voltaire. Algunss composiciones se le atribuyen con mas 6 menos probabilidad : faltando su reconocimiento, serian precisas algunas pruebas para considerarlas auténticas. Ya hemos dicho que después de El St de las niftas tenia trazado el plan de otras comedias, que abandons por motivos de disgusto , superiores & su valor y no desvanecidos por los acontecimientos sucesivos. Con mayor tranquilidad de es- Piritu hubiera sin duda enriquecido con nuevos tesoros nuestra literatura. Si fué severo con las obras de los demis, no era mas indulgente con las propias. Cuando manifestaba satisfaccion por lo que habia escrito, este natural movimiento no era de vanaglo- ria, sino de fe en sus principios. Asi es que corregia y limaba sin cesar con una minuciosidad escrupulosa y descontentadiza, unas veces con acierto y otras con desgracia, como pintor, que suavizando los contornos les quita la rastica pero varonil energia de su primera concep- cion. Moratin Ilevé 4 feliz remate la empresa acometida por su padre de variar el gusto y las ideas del publico, y de reformar el teatro nacional segon los principios del puro clasicismo que ar- dientemente profesaba. Se hallé solo en esta empresa; pues en aquella época no se pre- sentaron ingenios capaces de ayudarle en tan dificil tarea, y cuando él desaparecio, al ins- tante se relajaron las severas reglas que habia prescrito con la disousion y con el ejemplo. En la literatura estaban concentradas todas las fuerzas de su actividad intelectual; solo en este campo era esforzado: hombre, y aun jefe de un partido, lo dirigia, pero no loacaudillaba. Tuvo innumerables admiradores, pocos secuaces y ningun discipulo. Retirado, frio, casi es- quivo, concedia dificilmente su intimidad; pero una vez concedida, la prodigaba sin tasa. Conocia a fondo la sociedad, como que tan.al vivo la retraté; pero se, mantuvo de ella 4 res- petuosa distancia, para mejor observarla desde todos sus puntos de vista. Variarén las opini nes sobre los medios de agradar y de conmover; pero Moratin , que agrads y conmovis, sera siempre venerado como uno de los grandes maestros del arte, como un autor de inmensa in- fluencia sobre su siglo, como el Moliere espafol. : FIN DE LA VIDA DE DON LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN. OBRAS DON NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN. OBRAS DE MORATIN o.scous ANACREONTICAS. L. Ami libro. < Dime : ,dénde caminas Tan solo ¥ confiado, Sin protector algun’, Librillo desdichado? iEn qué elegancia fias Tuaprecio y tu despacho? Qué eritice piadoso fe aseguro el aplauso? fe aseguré el aplauso? ‘Cuando en Ui contuvieses Los versos que cantaron on sonorosas liras 1 Pindaro y Horacio, De Mevios de Zotios No pudieras librarlos, Pues aun al propio Homero Sele atrevié Aristarco. ‘Siendo esto asi, no temas El verte censurado, ‘Que no es toda censura Prueba de que eres malo; ‘Y mas en este tiempo, Que en ta corte de Carlos Soa muchos los que juzgan, Mas los que aciertan raros. Ul. Ami Musa. Saldris 4 ver la corte, O inguieta Musa mia; Mas pues asi lo quieres, Oye mis profecias : Pararis en las manos De aquellos que critican Sin leer todas las obras, Yal punto las arriman, Despues iris 4 aqueltos, Que eo un verso querrian Ver armas, gaitas, muertes, hana y melancolias. Los necios presumidos, Leyendo lo que digas, Dirin muy satisfechos: Esto 50 me lo haria. ‘Los soberbios letrados, solo horror fulminan, = jque haya quien gaste El empo en niferlas! Seris en las tertalias Gato & mo, otros eas alguien dira : jes acaso Giencia la poesia? Mas aunque eres humilde, De los doctos conti, ‘Aunque no con aprecio, Que con piedad te admitan. ‘Tambien, j ob favor grande! Ente sus almobadillas Fi, que albergue amable Toxo Ht. POESIAS. Te den las madamitas, Solo para con estas Llevas permision mia De dar satisfacciones , Si acaso te replican. Dilas que ta sus gracias De cantar no te olvidas, Su beldad, el cortejo, 1a onda’ la basquiia, jue tengan paciencia, Yen in, 6 Musa, dias, Que como ellas te apoyen, Lograste ya wa dich. sta sera tu suerte, Y ast nunca me digas, Cuando mal te suceda, Que no fuiste advertida. IIL, Motivo de escribir mi obra (et Poets). Yo 4 cantar me aprestaba Las armas espaiolas, De Cortés y Pi Las inclitas victorias. ‘A nuestro ardor sujetos Los reinos de la aurora, Las gentes dominadas, Las tributarias flotas. ‘Al Cordoba escelente , Yal Cevallos, que ahora Del portugués en Indias ‘Conyuisté las cotonias. Alatrevido Aranda , Que cuando 4 Almeida toma, Con sus triunfantes armas Puso espanto 4 Lisboa. pl es Cation Tere, mandando sus tropas Del Sebeto la orilla Manobé con sangre roja. Pero la musa... tente, Me dijo imperiosa , Muchacho temerario, 4A cuil golfo te arrojas? La avilantez repites Del que con furia loca, Con derretidas alas + Did su nombre & las ond: Muy debil es tu aliento Para atrovar con roncea Vor tl orbe al estrueado De ta guerrera trompa. Solo a cantar aleanzas Tu pasion amorosa, Las damas de la corte, Sus lazos y sus cofias. ‘Mas si aspirar pretendes A empresas mas herdicas , impia 4 Madrid de velo, al Juvenal Roma. Con satirieo verso, Que al stzo contrapongas , Ridiculiza el vicio, Y baz la virtud famosa. Destierra el ocio infame , Y estravagaucias todas,, ‘A que por su capricho Los hombres se abandonan. Solo ast seris digno Del cristal de Beocia , Y asi solo en Parnaso Se adquiere la corooa. IV. Aventura, Era yo pequefito, Y aun no contaba ua lustro, Cuando Hegué jugando Aun romeral inculto. lla lanca rosa el clavel purpitreo, Y el lirio azul formaban Paraiso segundo. aie Flora esquisito dibujo Tendieron sobre el suelo ‘Tapetes amatantos. 8 ores y cantueso, Tomillo y sérpol mustio, Perfumes evaporan Hinchendo el aire puro. Sobre laureles nobles Alternan por su turao Las tortolas quejidos, Las palomas arrullos. ‘Aqut yo fatigado Una siesta de julio Me récosté 4 la sombra De un arrayén fecundo. Dormidome hube apenas, Cuando del valle oculto De abejas un enjambre Ami se viene junto, Unas se me pusieron Sobre mi rostro pulero, Que entonces no cediera, Ganimedes, al tuyo. tras sobre las manos Y sobre el pelo rubio, Y otras colmena hicieron Mis labios rubicundos. Allf un panal fabrican , Y yo entre suehos chupo Goloso la miel nueva, Yel paladar.endulzo. Despiérianme las aves Con su blando susurro; Y cantar dulcemente Desde entonces procur, No las terribles armas. De Marte furibundo; Mas si de amor y Venus El regocijo y gusto. Y. Los Dos Nios. Era yo nifio, cuando Por un bosque vagando, Hall oto iio bermosd, 1¢ alegre y presuroso Se acerca, y abrazéme; Un duice beso Yhalagieno 4 yo soy Cupido, de Marie y Venus. Mi ciencia te interpreta Que serés gran poeta ; Pero mayor amante Y asi nunca te espante Acometer osado ‘Almas alto imposible, Pues te sera accesible Side Ui soy cantado. | Yo, triste, confiado De’ sus voces traidoras, Cuerdas pulsé sonoras. Al niumen engatioso En verso numieroso Gelebré reverente, Y amé 4 Dorisa luego; Pero en ver del sosiego Que esperé vanamente, Mallé fatiga y penas, Prisiones y cadenas, En doloroso acento A.solas ne lamento Del nido aleve y doble : Pues yo obré como noble , Y¥ él como fementido : Yo,cumplt mi palabra, Yélno mela VI, EL Nido de Amor. El hijo de Venns, El falso Cupido, Entrise en mi pecho Cuando era yo nif, Los ojos cubria De un volante sirio, Aljaba en el hombro Sonaba con tiros. Batid sus alitas De luces y visos, Y al lado siniestro Fabrica su nido. ‘Alli se me esconde , Y alli es su retiro : De Chipre se olvida, De Pafos y Gnide Pero eft tales fuegos ‘Ardié el pecho mio, abrasé sus alas’: ‘Yolar no ha podido. Yo misero, loro, Lamento y 1¢ digo Que placer encuentras, ‘Aleve Cupido? 0 bien afrentado, 0 ya compasivo, Lleva tus incendios A lugar mas Hiere 4 los, Rindié tu dominio ; Que apenas soy sombra De lo que ya he sido, 'Y si ta me plerdes (Déjame decitio ), Quiénthabra que ensalce AES hechos insietos? Este acento debil, Este canto mio, Es la mayor gloria Que tienes, Cupido. camplido, OBRAS DE MORATIN (». micotas). Con ellos aplaudo Los ojos y rizos, La mano tornatil, El pie pequetito, ‘La boca fragante + Yel hablar divino De la ninfa mia Yast, hermoso nifio, Esfuerzate, y vuela A pechos altivos, Y rinde tos héroes ; Que 50 ya me rindo. ‘VIL. El Sueno. Hay una grata En la olorosa ‘Alcarria umbrosa , Entre zarzales Y pefascales De humilde arroyo, {Queen sus honduras Suena aguas puras, Y coge el Arlas Para llevarlas Al rico Tajo, Que est af abajo. 4 grota enfrian Los cefirilios, Que entre toraillos ‘Vagan soplando. Muy trasparente, Casi & la entrada, De agua filtrada (La cual resuda La pefia rada ) Poza ha formado El destilado Humor deshecho, oe desde el techo, jo grato De'rato en rato, Forma sonido Blando al oido, Y bace pompilias Ea las orillas. ‘A guarecerme De ardiente siesta Nibo y cobarde Llegué una tarde, De angustia leno Y acalorado. Levé en el seno . Diversas flores Que dan olores; Con poet ce con pueril. ceo , Siave suefio Me dejé en calma La débil alma; Las florecitas De las manitas Se me cayeron. Luego vinleron , ‘Trayendo corvas Largas tiorbas Las nueve hermanas, Nifias lozanas, ; Muy amorosas. Rojos claveles, Lirios y rosas., Forman caireles Al pelo de oro; Que con decoro Esconde trechos Los alhos pecbos Como Ia nieve. . Arrullo leve De la que alterna ‘Tortola tierna Oigo, y suspiro, Yen sueiios miro e las doncellas Je Nores bellas, Me dan corona, Y de Helicona Y Aonia fuente Bafian ovi frente. Erato hermosa, ue 4 Venus canta . ‘on gracia tanta, ‘Su dulce boca Une 4 la mia, Y alli imprimia Ardiente yy Con muy travieso ‘Abrazo junto, Desde aquel 1é infamado euamorado Siavemente. Solo De mi Dorisa, Yel cerco ondoso De oro precioso Que orna su frente, la hermosura Celeste y pura, fe absorto admira 1 universo, Canta mi verso, Suena mi lira, Vill. Lé Bargueriite, En la olorosa , ‘Aspera Alearriay Antes que el Tajo Reciba al Arias, Corriendo lentas Sus verdes aguas, En un rematiso Hay una barca. Nola que ofrece Zorita fa alta, Que al trato sirve De puente vaga; Sino en la selva ‘Mas solitaria, Con caiiamares, Nogueras anchas, Sabina, enebro, Junco ¥ retamas. Llegué agut el dia ‘Que en Libra iguala Gintio tas horas , Y él tramontaba, ‘Vina barquilla Muy adornada Gon galardetes, Tendal y varias Flores, que penden Haciendo sartas. Una barquera Hallé bizarra, De pocos afios Y muchas gracias. Sola y dichosa Cantando estaba, Libre de penas, De envidia y saiia. La barea piso, Que desamarra , ¥ 4 la maroma wanes pronta Con tierna palma, Tanto silencio, ‘Modestia tanta, Me deja abeoro IS que Sus gracias ; Nidiabiar ure aero, A quien la Alcarria No le ve anciano 2 Lusitania, eal Sobre pizarras. Y entre albarefias Olivas marcha, Enridioso La frente alzaba, Se hanin ogee, La vi ya humana, De mi serrana, Sa melodia, Donaire y gracia : Decid si oyeron Duliquias barcas Tanto 4 sirenas Sicitianas. Las soledades De aquella estancia, La sombra oseura e se adelanta, 0 favonio, Mareta blanda, Yel manso arrullo foe entre espadafas Forman las olas ‘De aquellas playas ; POESIAS. Todo suspeade , ‘Todo arrebata Naturaleza Padece calma. Canté las selvas Y sus ventajas, Con vor sonora Y regalada. Canté la pompa Fugaz y sana De la opulenta , Soberbia Mantua, Yo, 4 quien hechiza Dulzura tanta, jije : Barquera, duraran -Navegaciones ‘Tan fortunadas, Para que juntos Fuéramos hasta Do no bararon Quills higpanas! ‘upido mi mismo Seotado en la alta Popa, la nave Nos gobernara. ‘Venus en rica Concha de nécar, O Galata Sobre las aguas Te juzgaria 5 Mas d@bit aura Ya el leiio en esta Ribera encalla. Salgo 4 fa tierra No deseada, Cuando la noche Del cielo baja. ‘Adios, Barquera,, je, gallarda : ios... ¥ al labio La vor le falta. IX. Suplica desprectade. Erato, dulce musa, ‘con sonoras voces antas del ciego niio Delicias y rigores : Dictame aquellos versos, Que al son de lira acorde, fodulaba festivo El teyo Anacreonte. Asi dije, y la ninfa Gon agrado escuchome ; ‘Mas Cupido la mira, Y el pértido riése. De este amante, la dijo, Me alegran los doiores ; No perm.tas que eante, Yo le mando que llore. X, El Arroyo. ‘Vagaba por los montes Un arroyuelo humilde, Jamis acostambrado De ver el mar horrible, Movido de las cosas Que de él la fama dice. ¥ con ocultos pasos, Entre espadaiia y mimbres, Hizo que por el valle Sus aguas se deslicen, Ya que liegé 4 la orilla Que las ondas embisten, ‘Los peligros le asustan, Los golfos y las sirtes. YY cuando ver creia Palacios de viriles, ¥en trono de corales Neptuno y Anfitrite , allo las bramadoras Tempestades ternbles, Cadaveres y tablas De naves iifelices. tris voiver el paso Quiso ; pero lo impiden Erizados peascos, Montes inaccesibles. Sin amparo en la tierra, El de los cielos pide : jHuho marinos dioses {Que é1 no invocase humildet ero 4 su ruego sordos La siplica no admiten ; Que haber suele ocasiones En que el llanto no sirve. ‘Asi sucede al hombre, Que su quietud despide, Y 4 los vicios se entrega Que halaguefios le brinden. Que al verse aprisionado Entre pasioves wiles, Sali intenta cuando Salir es imposible, XI. Fuga inétit, Armaba Amor el arco Para con él tirarme; Yo en fuga presurosa Evitaba su sleanco, 'Y cuando me creia Seguro por los aires, Vino un dardo, y mi pecho Pas6 de parte 4 parte. Ridse Amor, y di Necio, huir es'en balde, fe nhis flechas aleanzan fe poniente 4 levante. XIL Canto d Doriss. Basca, busca, Pizarro, uien ta aliento bizarro Celebre dignamente Al son de la trompeta ; Busca, busca poeta, Que ts hazabas euénte 4 todo el mundo asombre Con tu famoso nombs Porque yo no me strevo, Ni puedo enfurecerme. No me trasporta Febo: Venus y Amor me ‘nfluyen, Tus triunfos se me buyen, Y no me arrojo 4 tanto Mi voz es tierno Manto; Busea pus quien te cante, Que yo & Dorisa canto. XIIL, A Dorisa. Yo por region tranquila Libre me paseaba, Cuando encontré 4 Cupido Armado con la aljaba, ‘Al punto el arco toma, Y contra mi dispara Con sinrazon alev Con eétera inhum: Yodel rigor huyendo. a en el bosque me entraba, Ya formaba mi escudo De pefis y de ramas vo, acosado, ‘Vine dar'donde estabas, Dorisa, cuyos ojos Me hirieron en el alma, 'No sé.qué nuevo hechizo tuvieron tus miradas, Que el riesgo que iba buyendo Ya le solicitaba. 'No escapé 4 tus ojuelos, ‘Aunque escapé 4 las jaras, Yast huyendo del fuego, Vine 4 dar en las lamas. XIV. Amor aldeano. Hoy mi Dorisa Se va Sla aldea, Pues se recrea Viendo trillar. Sigola aprisa ‘Caantos placeres, Mantua .tuvieres, Voy 4 oindar. ‘ue ya no quiero Mas diguidades : Las vanidades Me quitd Amor. Ni fama espero, Ni anbelo 4 nada; Solo me ay Ser labrador. ‘Voy amoroso Para servirlay ‘Quiero seguiria Por donde va. Veri el hermoso Trigo amarilio, + Luego en el trillo Sesentari. Yo iré con ella, Yel diestro brazo En sure Reelina La ninfa bella Me dara vida Agradecida, Viendo mi fe. De esotros trillos Que estén mas lejos Los zagalejos Me envidiaran, Nil cupidillos, Viendo 4 la bella, En torno de ella Revolarin. Yo alborozado Con dulces sones, Tiernas canciones La cantaré. Nibabré cuidado, Ni habré fatiga, Que con mi amiga Ro aliviaré. XY. A los ojos de Dorisa, Ojos hermosos De ini Dorisa : Yo os vi al reftejo De luces tibia... jNoche felice, Ko te me olvidas! Turbado y mudo Quedé a su vista, OBRAS DE MORATIN (. nicouas). Susto de muerte Me atemoriza, Y solo huyendo Pade evadirla. Ojos hermosos : Yo ast vivia, Cuando Amor foro init de envi iso que al yugo Ia cervierinday Y 0s me presenta Con pompa altiva Una maiiana, Cuando ilumina Febo los prados Que abril matiza. Vi que con nuevas, Flores se pinta El suelo fertil, La cumbre fria : Los arroyuelos Libres salpican, Sonando roncos, La verde orilla: Gratos aromas El viento espira, Cantan amores Las avecillas ‘Ojos hermosos : Yo me aturdia, Cuando me ciega Luz improvisa Con mas incendios Y mas ruinas’ Que si centellas, Jupiter vibra. Nunea posible Sera que diga Que pena entonces Me martiriza. jue feliz era, Qué bien hacia ‘Mientras buyendo Sas fuegos tba! 7 0j0s hermosos! $i eonocida A vos 0s fuese Yoeste tr misma, en el espej La reflexiva ‘Tanto mostrara, Conoceriais Qué estrago al orbe Se le destina, Bien con enofos , Bien con delicias. jAy. como atraen, Goto desvian, Como sujetan Como acaricia Piedad, hermosas Lumbres ‘divioas, De quien amante Os solempiza. Y si 4 mi verso La suerte amiga Da que en el mundo Durable exista, ‘Aplauso eterno Hare que os siga, ¥en otros siglos’ Dareis envidia. XVI. A Dorisa, exhorténdola alestudio| de la poesia. Dorisa, si pretendes Aplauso ¥ fama eterna, ‘A obsequios de las musas ‘Tus afos encemienda. Estas dulces, afables, Rellisimas doncellas , Haran que de la muerte Siempre vivas exenta. Ellas dan regocijoy Yel consuelo franquean : Ellas dan el deseanso, Y el jabilo dan elias. La gracia y el donaire, La vor y la belleza, Los afios lo arrebatan, Y4no volverlo llevan. Pero 4 los dulces versos, Y¥ sonoras cadencias, Del arte producidas, Er tiempo no hace ell Del alto Guadarrama Las rocas y | ‘YVerds faltar Que estos versos perezcan. Fué Safo la mas docta De las muchachas lesbias, Y si no mas horrible, No fué 1a menos fea. ‘No obstante, por sus versos Empez6 vida nueva, Despues del precipicio De a leucada pei, ‘endo la burlaban, Muriendo la celebran, Por ser grande evel namen a que en cuerpo pequeiia. Nia feaidad sola, Mas la misma belleza ‘Al valor de la musa Rendida se confiesa. Hermosa fué Corina Entre las damas griegas, Y enauestra edad ninguno De su beldad se acuerda. Pero celebran tod ‘en métrica contienda nfo por einco veces Del Pindaro de Tebas. Marebitaran los afios Tu juventud risuefia; Pero borrar los vers0os Al tiempo se le veda. Viviras celebrada En la edad venidera, ¥ no como 4 los necios Te ocultard la tierra No son a las mujeres Imposibles las ciencias ; Nicostrata responda, Saba é Nipsicratéa. imo pues, hermosa, jeme, y'no temas; tate conmigos Y basta el Parnaso vuela. brefias XVI. El Premio def canto. Dame ta limetitta Con el Pedro-Jimenez, orisa, si me pies Que tus aftos celebre. De este néctar los dioses En sus conrites bebea, Y en copa de oro a love Le sirve Ganimedes, Este licor suave favores alegres, Disipando del alma Inqu ietudes erdeles. ste licor el namen Para cantar enciendes Y asi, mientras de rosa Me corono las sienes, '¥ afado cuerdas de oro Aarne sscn Para que el plectro dic Son delicado preste: Dorisa, si me pi Que tus atios celebre, Dame ta limetilia Con cl Pextro-Jimenez. XVIIL. Grato recuerdo. {Noche postrera Del mes de marzo, ‘Que ultima fuiste De mis trabajos! Todo tu xiro Yo dese envidié el suefio, su deseanso. Noche dichosa! Tengo jurado De senerarte Todos los afios, Para memoria De bien tan alto, Yagradecido Daré holocaasto. alt cordera ote consagro, Que entre 135 altas Yerbas del prado Grece con brincos ¥ relorando: De atlormideras ¥ de mastranzos, Tobas y murtas Te la enguiraaldo. terse aos mart 5 Que ser felices Vals esperando; Gaando tal noche Llegue, alegraos, Yaun Sbligodia, Gon el encanto, ra que of tralga Propicios hados. 0 a sus tinieblas Prometo, en tanto * el cielo oscuro los astros, Decelebrarias or bimoo sacro ; Pres ellas fueron Las que premiarou Gna esperanza De muchos afios, * Coo las delicias Que gozo y callo. AX. Diseulpa de un error. Nia, mal baya Miva siempre, Siyo lo dije Por ofenderte. Fulmiae el cielo Rasos crucles, Yel mar en ondas Fiero me anegue. es elementos a injaria venguen, S30 lo dije Porofenderte. Teome por bombre Falaz y aleve, Nunes me jozgues Porigocente; Jamas tus ojos Mire yo alegres, POESIAS. La luz que al orbe Ee dan, me nieguen ; in ta desgracia Eternamente, De Ui apartado, Muriendo pene ; Nunea sin odio De mi te acuerdes, Si yo lo dije Por ofenderte. XX, Amante feliz, Veriei, venct, Cupido, Madre Venus, Amores, La celestial Borisa ‘Ya por tin apiadése. Ceiidmie de guirnaldas, Goronadme de flores, Y deshojad los mirtos Sobre mi frente joven. Yo vi los claros ojos Yibrando resplandores, Que entre negras pestaiias Amorosos se esconden, Yo vi la hermosa hoca, Que respiraba ardores Y fragantes aromas Y el néctar de los dioses, Pronuneiar entre perlas ‘Suavisimas razones, el pecho me colmaron }e un consuelo sin nombre. Dichosas mis fatigas Y mi ardimiento noble, Que merecer pudieron fan ricos galardones. ‘No, Aurora, te apresures ‘A humedecer los montes, Ni a Febo le permitas Que con su luz los dore. Haz que su carro vwuelqu. Y dilate ta noche, ¥ eternamente cubra De tinieblas el orbe. ‘No desveles tan presto ‘A los cansados hombres; Deja que ellos sosieguen, Y que un amante goce. ‘XXL El Vino dulce, Venus y Baco un dia Quisieron! que yo apare, lla sus coufituras, El otro sus azumbres. Cada cual a su bando Procura que me junte: Yo dije, que ninguno ‘Tomase pesaduml Que 4 entrambos serviria Con mil solicitudes; Y porque ni Dione Ni Bromio sedisgusten, Ser goloso y beodo Es cosa que me cumple; Yast, beberé vino, En siendo vino dulce. XXII. La Vida poltrona, Ahora que he comido ‘Aun mas que troglodita, Y como un sibarita 0 un tudesco he bebido, Y el cielo oscurecido En el diciembre helado Tiene el suelo mujado, Y la tarde es pesada, Y el teatro me enfada Por tanto desatino, Echame ctra vez vino, Y tigndeme la cama, Muchacha remolona, Y sobre mi persona La manta paleneiana Be veinte y cinco libras (Que es tara de mosquete), ¥ desde el pié al copete Envuelveme, chiquilla. El lover me'molesta, Y dormiré una siesta Poltrona a maravilla. Y si algun majadero ‘iene, no hay que Hamarme ; Que despertar nio quiero Sino para acostarnie. XXIII Todas merecen, Agridanme las feas Porque son agradables, Y las que son hermosas No es mucho que me agraden. ‘Me gustan las morenss, Que son algo marciales, las blaneas , que tienen El rostro como un angel. Las de lus ojos negros Gon imperio me atraen, Y los ojos azules Son ojos celestiales. ‘Me encanta el rubio pelo Al oro semejante, Y el negro, que ed los hombros Candidos se dilate. ‘Son para inf heroinas Si sonalias y grandes, Y damas sefioritas Las que no fuesen tales. La gruesa me parece Matrona respelable, Yoninfadeleada ae a que es un poco gricil. Que el ser de buen contento Bs cosa muy loabley un dicen antiguos Filosofos morales Por eso todas eilas Logran enamorarme; Y¥ gveis como soy hombre Pradente y razonable? XXIV. Gocemos hoy. Hernando, si la vida Es circulo tan breve, Que apenas se comienza Ya vemos que fenece; Si el dia que se pasa Jamas al mundo vuelve, 0 bien se tlore triste, O bien se goce alegre; Si los graves cuidados Aceletan la muerte, Y solo sabe huirtos Quien como ti es prudente ; Merezea tu desvelo Lo que enmendarse puede; Y de loinevitable Ni aun quiero que te acuerdes. Brindemos dulces vinos En placidos banquetes, Y con laurel y yedra, Coronemos his sienes. Despues de baber bebido La citara se temple, Y cantemos staves Amores y desdenes. Recibe 4 la fortuna Si4 tus umbrales viene; no para aleanzarla Te afanes y desveles. Pues es virtud y fuerza, Mostrar animo alegre En las adversidades Que remediar no puedes. XXV. Todos son locos. Burla y desprecia el joven Los juegos de los uiiios, Y ya varon se Delo que jor Estos al viejo Rezador y abarri Que en su dietimen terco No se allana & sufril ‘Ninguno se retracta: ¥ yo en diseordia digo , hie torlos razon tienen, todo es desatino. XXVI. Corto poder de los hombres. ime dénde se oculta El dia que se pasa, Con qué llave se encierva, O si es de brorce el area Odime, si ta sabes, Con qué inaujuia 6 trampa Se suspendera el curso ‘Que nuestra vida acaba; 0 sicon cien millones, Ocon mas, sino bastan, Retardara su golpe La muerte sobornada. ‘Sicon dinero 6 letras ‘Se puede hacer, despacha, Si no, tu hacienda es polvo, Y ta ciencia iguorancia, XXVIL. Mi golosina. No como Anacreonte El litico poeta, ‘A quien siempre beoda Dicto ta musateya; ‘Ni como el otro amante De Lilage y Glicera, Cuya lira latina Compite con la griega; ‘Tengo por Hipocrene La tinajilla aieja, ie mai Libetra el jarro,, Ni Helicon la botella, ‘Ni tampoco reparo, ‘Si mi vino se acuerda Del viiiadero nmoro Que le apreté la tuerca. ‘A mf las nueve herinanas Su inflyjo me franquean Mejor cor: la dulzura Que no con borracheras.. ‘Antes que de mosquitos Cereado iré de abejas; Mas por los colmenares, Que no por las bodegas. Y ast, Dorisa, al put Saca de la despensa La almibar lusitana, Con plato & la chinesca; Oe! tarro en que se guards La pinciana conserva, Con acitron de Mure Las oraas de Valencia; 0 un terron duro y blanco De la mie! alcarrefia, OBRAS DE MORATIN (p. ricouas). Jue en romerales liban is aves aristeas. Y en una rebanada, . Como las hostias mesmas, Estiéndela ta propia Con esas manos bellas. 'Y luego dame un vaso De cristal de Ver ec Con agua clara y fri Que en los dientes la sienta. ‘Con esto si que el pecho Se endulza y se consuela, Y ya la voz slave Para cantar se apresta. De laureles y rosas La guirnalda me tejan Las pinfas delicadas Como a joven poeta. Que no quiero corona Coino la que nos muestran Del Baco semeleyo, ‘Con pampanos y yedra. Entonces si que alegre ‘Cantaré de mavera, Que haré ee suene ronca La citara de Tebas. ‘Despacha; mas si gustas Que yo del vino beba, Alcavza de Peralta La ensogadsa limeta, ‘La de Jerez y Rola, @ el cnarino nectar aquella que escogi Renlite Valdepeias. Gustaré cou templanza, Pero no ala twdesea si 4 brindar me obligas, Con golosina sea, XXVIII, Escelencias del ingenio sobre las riquezas. Fortuna puede hacerme Rico, dandome renta, Y a ti no podra, necio, Hacerte un gran poeta, Que al fin re haga & mi rico Puede ser que suceda Mas que te dé a No es posible que sea. XXIX. A un'rico ignorante. Dios y el rey & porfia Parece compitieron Con los dos en favores, Y¥ nos enriquecieron. El rey, de sus bajeles Deseargé el rico peso Para llewar tus areas Del oro macilento. El soberauo , el grande, Elalto y el inmenso Dios no me dié riquezas; Pero me did el ingenio. ‘Con él me di la gracia De noser avariento, Yel rey no puede darte De, ta hacienda desprecio. Y asieres vil esclavo De tu propio dinero, valor de gastarlo, Con temor de perderlo. Yo no temeré nunca Perder lo que no tengo, Niel no tenerlo loro, Nia conseguirlu anbelo, Consumiran tu hacienda Notarios y herederos, Yen lamiano tiene Jurisdiccion el tiem, Cuando té y tus doblones Esteis cenizas bechos, ‘Cuantos amen las musas Celebraran mis versos. XXX, Mi pobresa. Confleso que soy pobre, Y que lo be sido sempre ‘Mas no de ruin estirpe Nisiles procederes. ‘Todos me leen y dicen , El Moratin es este, ¥ tengo fama en vida Mas que muchos en muerte. Desde el Nilo te sirve La torvida Siene, Yen tu rancho trasquilas Rebabos como nieve. Yo soy pobre, tu rico; Pero con cuanto tienes No es posible que compres El numen que me enciende. XXXL Hambre ¢ inapetencia. Muchos que comer tienen, Pero no tieven ganas; Otros estan hambrientos Y-que comer les falta EI tener uno y otro No debo 4 herencia 6 trampa, Solo 4 Dios se lo debo ; A Dios pues doy las gracias, XXXJL. El sabia y el rico ('). Soy pobre, pero tengo Yirlud que me consuele; Y no envidio, Licino, ‘Tu grandeza y tus bienes. Admirscion y aplauso Mis nameros adquieren, Y tengo fama en vida Mas que muchos en muerte. 8 lech lum de tu casa nantienen, tus areas Las niinas de occidente. Mas no con todas ellas Y aun si dobladas fuesen, Adquirir lograrias El numen que me euciende. 4Y he de envidiarte, cuando Lo que sos ser no puelles 7 Lo que eres ti, cualquiera De la igooranie’plebe. XXXII. La mujer humiide. Claudio , en toda la tierra No hay cosa mas sublime, Ni de valor nvas grande, ‘Que fa mujer huinitde. En tal virtud se cifran Escelencias insignes : Niel oro de la Arabia, Ni Tarsis la compiten. Asi vencié Briseida La colera de Aqui Y apiadd Sisigambis, Al macedon terrible. Una mujer soberbia Aunque mirando hechice , ce anacresnticn parece ser la rit cor. al heme supriznide low vere Con toda su belteza Es monstruo aborrecible. Por eso, ya que el pecho ‘Avna pasion rendiste , Leonora te ta inspira , Que es hermosa y humilde. XXXIV. La fama péstuma. Musa, dame coronas , Dije, que ya he cautado, Y es'conseeuencia justa El premio, del trabajo. ro desde la cumbre Florida del Paruaso Yolo ta uinfa, y dice 0h, joven temerario! ‘Si algun honor merecen Tu nimen y tu canto, La vida siempre estorba Para adquirir aplausos. Porque la torpe envidia Con aitevida mano, Arranca de las sienes Coronas que reparto. Mas para que uo jurgues Que el odio puede tanto, ed olvido uscurezca Jersos que yo he dictado, Sabe que un monumnento Erigiste mas alto, Que el de tu rey jlustre Maguifico palacio. ‘ettando Libitina Enel sepulero avaro Te precipite, y callen Los afectos bnimanos , Entonces fama eterna Bara ta nombre claro, Y sobre tus cenizas Se baciuaran los lauros. XXV, A don Agustin de Montiano y Luyando. SoBé que al hijo rubio De Latona dije esto : Para aprender, Apoio, Ensebume tus tersos. Enséhamelos, dij Y él me respond: hecio, « No los hago, que solo InBuyo para bacerlos ; Pero si ver procuras Los mejores wodelos , Y tanto, que por mios Los adopto yo mesmo , ‘Vete a la imperial corte Del gran Carlos Tercero, Y al tragico Leginto Busca, busca al momento. Hallarasle en su estudio Consonancias midiendo , : Cotejando las obras De latinos y griegos. Veras alli un estante su lado derectio, Y um legajo precioso Con diferentes metros. Los mas son manuscrilos, Y muchos hay impresox, estarlo nierecian marmoles eternos, Por sefias que alli dice : Montano los a hecho; pasalos, y apren Que aquellos son mis versos. POESIAS. XXXVI. A Jos dias det coronel don José Cadahalso. Hoy celebro los dias De mii dulce porta, Del tragico Dalmi Blason de nuestra escena. la hermosa Filis, Y mi Dorisa veng: Dorisa ta que cat Con la voz de Sirena, Urindaremos alegres Hasta perder la cuenta En las tazas penadas Del oloroso néctar. (0 si mas nos agrada La antigua usanza nuestra; Muchachos diligentes, Sacad la pipa aheja, ‘Yen aquel mar de vino, Como naves de guerra, Naden con altas asas Las anchas tembladeras. Bien hayau nuestros padres, Que en sus barbaras mesas ieron con toneles, en gamellas. Asi hacerlo debemos, Daliniro, y vayan fuera Los cuidados molestos Que la vida atropelian, Y si viewe la muerte , En semblante severa, No podra ya quitarnos. La celebrada tiesta. Pues si para evitarla No sirve la tristeza , ¥ es su venida al hombr ‘Tan pronta como cierta Brindemos muchas veces EI tiempo que nos queda ; Dancenios y cantemos, Ydéjala que venga. XXXVIL A mis dias. Las wellas de los clelos Hoy trajeron mi dia, Para que le aplaudamos Con regocijo'y grita. Otros he eelebrado Gon placer y alegria; Pero yo no $6 como Se huyeron tan aprisa, fonde se escondieron, Que no tengo noticia De ellos, para volverios A gozar todavia. Upreseute se pasa Con la prontitud inisma, Y no se si el futuro Me encontrara con vida. Pues, ;no es una locura Que yo athelando viva Bor fo que, aunque me afane, Noes clerto que consiga? ‘Si no sé si waiana Veré la luz vecina, j Por qué pierdo ua instante De aliviar mis fatigas? ‘Pues, hasan los pesares, Y baile mi Dorisa, ¥ venga la botella Del licor de Montitta, Y de arrayan 3 yedra La guimalda mé cia Ka rubia sien, y luego Venga, venga'ini lira. ‘No cantare las armas De Aquiles, ni de Atridas; Mas sl de Amor y Venus ‘Las amables deltctas, Y de mis camaradas, Sentado en compaifa Recostado en la mesa, No escaa, aunque no rica, Mantendé hasta fa noche Plitiea divertida, Tocando las especies , Al paso que se brinda; estaré tan-contento, Como si fuesen mias Las flotas orientale Yel oru de las linlias Y pues su curso el tiempo No es posible reprima: Mientras viene'la muerte, Gocetnos de Ia vida. IXXXVIII. En elogio. de las nifas pre- miadas por la Sociedad econdmica de Madrid. No pido, saero Apolo, La trompa penetrante, Que pende en las columns De porto y de jaspe. Pues no cantar intento Fatigas militares, Las armas y varones , Banderas y'estandartes. Qué card de doneelias, Hermosas en semblante, En manos oliciosas ¥en celo infatigables Con premios y prescas Hoy miro congregurse, Do Mantua eu el aleazar; De Mantua, que es su madrét ‘Asi dije,'y la Fama Yolando por el aire, Gon su elarin de plata Pronuncia voces tales : Su olimpica palestra a Grecia y2 0 emilee, Ni carros disparados Desde la eléa carcel ; ‘Que Espaiia la dictiosa, Espafia la triunfante Bajo el augusto Carlos, ‘Al mundo saber lace , Que'no solo fa lustran Sus fuertes eapitanes , Sino hasta lo mas tierso Del sexo bello y frigi. Esa puericia honesta, Que es la vrtud su esmatte, ‘el ocio vil y torpe Bo su planta yace juyd las ancbas plazas, Las populosas calles, {Los tratos licenciosos, as danzas y donaires: Fué de su casa al templo Cuando et lucero sale, ¥ antes que el alba asome, Ya casa se retrae. « En ella se ejercita Be Palas en las artes, ¥ asi como la diosa + Veneer pudiera 4 Aracne. ‘Aruificloso torno Sonoro, esta delanie Que provida acomoda Gon manos virginales. ‘No forma tal susurro De abejas el enjambre , Ni es mat grata al oide Laccitara suave. ‘Afiade & su armonta arfsimos canlares : Con ellos se divierte, La alivian y distraeo. El pié sin descubrirse Llevando los compas Hace volver la rueda En giros circulares Searmenado copo Del lino que la plage Goge en uliles dedos, De rosa y azahares. Y en delicadas hebras Hace que se dilate, En bebras invisibles , En hebras ne palpables. Discipulos de Apeles, Alumnos de Timantes , La doncella espatola Asi ba de retratarse. ‘No la pinteis moviendo El cuerpo en torpe baile, Con lujos peregrinos , Ve ios 4 sus madres; no al trabajo aleota Sin perder ua instante, Lienas de rubor casto ‘Sus luces adorables. Huyendo, roto el arco Y arpones penetrantes , Al perfido Cupido, Y 4 su alevosu madre. Con miedo y reverenela, Ante ella se retraen’ Los ojos libertinos Del atrevido amante. ‘Las matronas del pueblo Y ancianos venerables , Por nuera la apetecen , Y sa virtud aplauden. Como aroma de arabia Que el pehetero esparce, Asi vuela su nombre, ‘Cual balsumo fragante. gueasans ‘se espera fe ella se propague 5 Las prendas de arya Son gloria de sus padres. Toma, doncella, el premio Debido a tus afanes, Corona merecida De tu virtud constante. Y cuando las tareas: Con tuios acompaies 5 Canta al piadoso Carlos Yu estirpe adorable. Canta como desean Yerter por él su sangre Sus claros espaholes Guerreros 5 leales. Naciones ener es De Espaiia formidable, Cubtid la faz adasta Con sombras y celajes. ‘Que si un tiempo la Belicosa y trianfante, Hoy se ilustra : esto solo La bard temida y grande. Y si esforzada y docta Cultiva nuevas artes , Su gloria, su potencia Creceran admirables. Esto dijo la Fama, Yos, de la patria padres, jEs cierto, 6 quiere Febo bulcemente engaharme? Mas ya el eco resuena Por plazas y por calles, ¥ tal vez al anuncio . Esceden las verdades. Yen tanto que de vuestro Celo debe esperarse Guanto el arado rompe Como la mano labre; ‘No 0s desagrade el rudo OBRAS DE MORATIN (9. micouas). Concento disonante , Si aplaudiendo virtudes ‘Yuestro merito aplaude. ‘Que al paco que se aumenten Primores inmortates , Ya sucederda cisnes ‘Que mas sonoros canten. XXXIX. Los lectores: Hay algunos lectores En este ingrato mundo De complexion tan rara, De genio tan adusto,. Que no cual las abejas Que en romerates A las mas bellas flores Liban el dulce jago; ‘Sino que como el torpe escarabajo oscuro , Que ama el cieno y estiércol Del muladar inmundo, Aslen cualquiera Niro ‘conceptos mas puros Sio reflexion los pasan, Ni se detienen mucho, Mas ballando algun yerro (Que es un milagro sumo) Parece que esto solo” Procuraban algunos. Y 4 voces lo exageran Gelebrando su triunfo , Y tildan a mis versos Escondiendo los suyos. ‘Mas la musa d Tan frivolos insultos 5 YY yo, 6 bien de malicia , O envidia les arguyo. ROMANCES. 1. Amor y honor. De la hermosa Belerifa Era Bentaide el querido, ‘Moro disereto y gala Pocos aiios , mucho brio. fiestas yzambras Con cifras de su apellido, Desembarazar la lanza Nunea le vié el enemigo , Sin que sacae del folpe En el adarga portillo. Gozibanse dutcemente De la dama en el retiro, ‘Sin que tanta posesion Originase fastidio. einte lanas se pasaron Sin dar algano motivo De recelo en la amistad, De tibieza en el caritio. ‘Ya no se ven ni se bascan : ioe cans puede haber sido a que lego a separar Dos corazones tan finos? i La ingrata Fortuna sola Que por costumbre ha tenido A quien favorece Amor Mirar con cefios esqutvos. ET rey le nego los gremios En la guerra merecidos, Retirando a la aleazaba Sus despojos y cautivos. Triste Mega 4 los umbrales De su dama y afligido, Sobre una encintada yegua Con el boral de oro fino. ‘Vidla salir al baleon , Yeon ademin sumigo Tncliné et penacho altivo. Humilde, con vor turbada, Mil Guarden tus aios foridos. 'No ignoras que pa Ni me sirves, ni te sirvo; ‘Aunque estén los corazones Reciprocamente unidos. Para Ilamarnos esposos (Et honor at to quso) (os debe allanar primero Suerte feliz el camino, Y¥ es tan escasa la mia, Como ya, mi bien, lo has visto: Que nads alcanzanh . Mi alo al mis servclog juédate en paz, y alos ce! Por altimo don les pido, Que antes de llegar a Loja ogre ballar & don Rodrigo , festre de Calatrava, Del rey Fernando caudillo ; Pues con su muerte 6 la mia Mi desgracia fnalizo. Sile venzo, volver De recompensa mas digno, Yel rey no sabra negarme Las mercedes que le pido. Y sime vence, la vida ‘Acaba que desestimo , Pues ne la quiero sin, Desdichado ¥ ofendido. Beleria le responde : [No temas, Benzaide mio, Que thirando al interés Ponga ta amor en olvido.. "Antes saldré de Granada, Huyendo sola contigo , ‘A-que nos dea su favor Los cristianos fronterizos. "Toméla et moro a mano, Alzandose en los esteibos, Y arremetiendo la slfana, La lanta pedazes hizo. ‘A tu noble anor le toca Despecho tan atrevido, Y toca a mi pundonor Esta accion, el moro dijo. 'Y viéndola acongojada Gon lagrimas y suspres, Escaramuzando triste Siguié de Loja el camino. I, Consuelo de una ausencie. Ausentibase Alboraya De los niuros de Madrid , La mora que mas hermosa Plegé almaizar tunecl. Blanea , rubia y colorala Con los ojos de zatr, En la zambra muy maestra,, En el adafe y lili. ‘A despeditla salié El gallardo Abenozmin, Un morillo que 4 1a belia La sacé fuera de si; Ea Jas calas y sortija El mas diestro ¥ mas gentil, El que de un golpe divide La faramefia cerviz. ‘Servia 4 la mora el moro, Y rendidos en Ta lid, Enviaba 4 sus mazmorras Los eristianos mil a mil, ‘Sobre un atazin cabalga Hijo de Guadalquivir, Y le falmina al tocarie El acicate sutil. Lleva adornado el bonete Con hebras de oro de Ofir, Digo, con rubios cabellos Que prendié su dama alli. ‘Las plumas y martinetes Coofanden colores mil, Yl cielo estrellado imita ica marlota torqul. corvo alfanje su Del bordado taball, spent Muchas veces vencedor En el alcance y Ia lid. ‘Pinto en la adarga de Fez Un corazon de carmin, Coa un mote que decia Basta ¢1 corazon te dt. Preciosa cadena de oro,. Sobre el pecho, en un viril, ‘Cuelga el retrato adorado Entre el diamante y rubi. ‘Tan bizarro salié el moro, Que las damas de Madrid Ni dejan los miradores , Nile cesam de aplauc El, viendo ya de las puertas Su liada mora salir, Escaramuzando en torno “Acrespondile sgradsbl le agradable, Diciéndole : Abenormin, tia road fel feliz. fi sabes corresponder i a * ppemio Y paedes ta amor el premio’ Ata voluntad medir. Para probar los amantes (Prueba que nunca tem!) Es oportana la ausencia, ‘Ausencia que tiene fin. Si, como dices, me adoras, Ko te debes afligir; Pues conoci¢ndome mas, ‘Muestras Ja fe que bay en u. Humilde responde el moro : Gallarda sefora, asi Permita el cielo que venta En batalla al Gero Cid, Como yo seré constante, Aunque llevan sobre mi” Mas lichas, que al cristiano ana nuestro Tarif. oe te guie , pues sabes Con ngenfo ta Sutil, Esperando merecer, Hacer Ia ausencia feliz. Ml. Abéelcadir y Galiana. ‘Ya cabalga Abdeleadir Cuando Febo se escondia : Noebe en queacuerda elcristiano BY natal de su Mesias. Y sin temor de rebatos El fuerte moro se anima, Camara Ns legen de Mart, Adatie 4 Amor pruchas fijas. Era el gallardo afticano El campeon de la morisma, Aleaide en Guadalajara, Y adalid de su mili Galaa danzando la zambra, Diesiro en caiias y sortija, Ysmesfuerzo era el asombro . De eotrambas 4 dos Castilias. Galiana de Toledo, May hermosa 4 maravilla, Lamora mas celebrada De toda la moreria. POBSIAS . i boca de claveles ols, Ito pecho que palpita, Frente ebiruea, que adorns Oro famante de'Tibar.—* Esta, con sus ojos bellos ¥ atractivos de su risa, Tiene el corazon del moro Y toda el alma cautiva. Cada vez que 4 verla va, Una vereda practi ue desde Guadalaj lasta sa jardin le guia. ‘Nueve noches vive ausente, Que las nieves fo impedian s ya no puede sufrir Celog que su pecho agitan. Ese famoso Bernardo Que del Carpio le apellidan , Sobrino del rey Alfonso, Joven de grande valia, ‘A Leon viniera entonces ‘Triunfante de Francia altiva ; El emy vencido, Y arrolladas sus insignias. ‘Maté 4 Roldan encantado, Cuerpo & caerpo, en lid reBida, Ya espada Balisarda Saco de su sangre tinta. El rey cristiano su tio Con embajada le envia AN toledano Abench Y 4 Galiana su Grandes presentes Hlevaba De joyeles de alta estima, Y un rico brocamanton,, Cosa que par no teni Bl broquel de Durandarte Con Belerma alli esculpida, Y la almadana espantosa Que a Urfel de la Maza quita. Con esto, y cien estandartes De las naciones vencidas, Sale de Leon Bernardo ‘Con muy gran caballeria. Abdefeadir arde en celos, Que de ello tuvo noticias, Y teme que el leonés No le interrumpa su dicha. ‘Mandé sacar de sus anchas Y bermosas caballerizas Su yegua, la mas velox Que produjo Andalucia. Es fama que la alszana Del raudo céfiro es hija, Y le vence en ta carrera Cuando at padre desafia, Dos cristianos curan de ella Y a recaudo la tenian : Nuiio Fernandez de Salas, Fortan de Lara Garcia. Las erines y riendas de oro Con ta izquierda mano agidas, Sin poner pe en el estribo, Airoso el barbaro brinea. Lanza toma de dos bierros Que acealados lucian, in sangre de.sus contrarios No pocas veces tefida. Dos alas en el eseudo Pipto, que al sol se encaminan, Con una letra que dice : Alas mi amor necesita, El bonete & quien adorva Tembladara argentria, Con plumas gualdas y azules, Avlddo diesto derriba. Debajo det alquifa Jaco apreto ¥ coracinas, Que le diera Jaira, hermana De Abenrajel de Zorita, Desde el hombropendeallado + De aceradas cadenillas, Presa con el almatzar, Cimitarra damasquina. Yen seiial de estimacion Se puso la manga rica Que le bordé Galiana, De inestimable cuantia, De perlas y de rubles Recamada y de amatistas : Que la aprecia el moro en mas Que 4 Zeca y Meca y Medina. ‘Toma el oculto camiao Por la senda conocida, De alhazor y de carrizos, De retamares y olivas. Ab, Galiana cruel ! Iba diciendo con ira, Plegue a Alah que @ tu lindeza ‘Tu Inconstancia no com, Bella infanta de Toledo, Por qué a un cristiano ‘agando a tu amartelado Con rigores y falsias? ‘Mas ya clerra negra noche De vendaval y ventisea : Larga la apetece el moro, Y oscura la necesita. ;Ab, miseros amadores, Que of da el peligro oradla, a esperanza os convierte’ Los afanes en delicias! Lijero, mas que el Henares, Caminaba por su orilla, En la vega deleitosa Que sus aguas fertitizan, Inclina el rostro de lejos ‘A Meco, la santa villa, Je acuerda la que tiene | Profeta las cenizas. Pasa en silencio el lugar Donde el secreto peligra, {Que en sus lomas te repito 0, Ia parlera ninfa. Huyé la antigua Aicald, Torciendo un poco la via Por la cnesta de Zulema, Entre sus brefas ergui Ya de Titulela atraviesa Los olivares y vihas, Donde Jarama & Tajufia ‘Aguas y nombre le quita. radeando pasa el tio, ‘Aunque soberbio venta, Y en medio de sus toradas Cruza galopando y silba. Saluda def nuevo sol La luz que se descubria, ¥ durante su carrera Mas vagaroso camina. Deja a un lado los, majuelos Que enriquecerau & Esquivias, 4 otro el inculto Aranjuez, Hoy jardin de Falerina. Ya llega a la alta Boroj, Aire toledano espira, Y a la yegua el fuerte moro Mas la acosa y mas la pica, ‘Las Ilanuras atraviesa, Parte 4 carrera tendida, Suelta al aire el alquicel, Da en el cadon la mochila, ‘Jamis olimpico circo Vio escapada tan Iucida; Si es quien le conduce Amor, Este si que es buen auriga. Siguiendo el dorado Tajo, Entre copadas encinas, A’Moceyo dej6 atras Despues de la arida villa. La noche su negro manto Estiende callada y fria, Y solo el viento se eseucha Que los arboles agita. 10 Llega en paz, amante moro, Y el vano temor disipa; Que los hechos temerari A Ias mujeres obligaa. Ya esta en Toleto, y oculto Busca cute la sombra amiga, cesa aura Los aleavares que habila, Ella impaciente le aguarta ; Nabla 4 sulas y suspira, Y maldice e} temporal Que asi dilata su dicha, Por los dorados andenes Vga incuieta, y no se enfria : Quien sabe lo que es amor, Si esto es imposible diga. Pomposo zuragucet De blanco tian vestia, Hasta el morado chapin, ‘Con muchos pliegues y listas. Labrada con gran primor Lleva una mariota encima, ‘La mitad era turqui, La otra mitad amarilla. Un velo sobre el tocado, fre un peine de nacar riza, igando el sutil cendal Con invencion nunca vista. Verde liston 6 diadema ‘Sn frente hermosa cela, Con zafiros y balajes, Y una media lana encima. Rojos corales al cuello, Fragante y satil camisa, ‘Y un apretador azul ‘Con dos lazos que pendian. eae Otro le responde adentro, Y el postigo facili Y atando la yegua al tronco e un ancho moral cabria, ibe por un caracol Con la esclava Gelotra. Cual fué de los dos amantes El salodo y bienvenida, Sorguelo quien 9} De sus amores suspira. ‘Solo la fama conto, asi que Hegé a su vista, Jued6 ef inoro satisfecho los celos que traia. ‘Vanse 4 abrigado retrete De persianas alcatifas, Dorado guadameci, Cafamatos y atauyla, Oculto perfumador De marmot, ambar espira, Y el alto zaquizanit Desde el suelo aromatiza, Hay rico escaio de alerce Xiunblando almadraque encima: Alli reposan, y en dulces ‘Miradas su gozo esplican, La esclava se reti Y entre dos almas tan finas, El amor, la soledzd, Y la noche, ; qué no harian? IV. Don Sancho en Zamora. Por ta ribera del Duero ‘Tres jinetes cabalgaban, Caballeros eastellanos De gran nombradia y fama, otones Wevan lijeros Y¥ ganesos de batalla, De acero luciente armados Desde la frente 4 las ancas. El aire manso tremola Pendoncillos de sus lanzas, OBRAS DE MORATIN (». micotas). La de enmeidio va en la cuja, Los de! lado ta enristsaban. Martinetes y garzotas En las penachieras alias Coronan dorados yelmos, Que al rayo del sol brillaban, re los quijotes penden patie Sie Y al mover de los caballos: Than sonaudo las armas. Con escarces y bravara ‘Llegan batiendo la estrada : Mirando van 4 Zamora, ‘A Zamora y sus muralias. En ellas la plebe observa, Los ricos hombres y damas, Que quedan, aunque contrarios, De su apostira prendadas. De todos son conoeidos Cuando las viseras alzan, Jue ese noble rey don Sancho Es el que en el medio marcha, Y los que van asus lados, Puestos 4 son de bat Eran ba flor de Castil El de Vivar y el de Lara. De pechos sobre una almena Mira y llora dota Urraca; Con in delgado alfureme Esti cubriendo la cara. Por la mverte de su padre, Que ya en el cielo descansa, Leouado color se viste Y negro monjil arrastra. Sus escuderos y duefias Mesurados la acompaan : Ellas traen ricas patenas, Ellos flojas martingalas. YY quitando el antifar, La vor un poco levanta, °¥-s.0n bermano le decia, Que se detiene & escucharla : Rey donSancho, rey doa Sancho, El ardido en las batallas , Valiente contra une débil ‘Mujer, sin culpa.y tu hermana. {Ast del rey nuestro padee La disposicion se guarda? 0b, mal baya el caballero je al finado no le acata ! Sufren Elvira y Garcia Los rigores de tus armas, Y alli en Toledo a lor moros Favor Alfongo demands, ‘Cuando debiera Castile Libertar & toda Espatis, Gon foso cercas mi muro, ‘Tu bueste mis campos tala, 'Y azanques y sarracinos En Segovia juegan cafias, Yen Zocodover con cifrat Resplandecen sas 4 Y ‘bo Hegue el dia ye dandoles ti la cams, fengan a beber sus yeguas Del Buraton yet Arlanra. "Ambiciouando Jo ajeno jue tu padre nos dejara, Con Ins eristianos aceros Viertes la sangre cristiana. 70h, cuinto fuera mejor Esas iras emplearias Contra quien viera lo que es Unido ef poder de Espaia! Eso mismo quiero yo, Responde don Sanebo, infanta. Mi padre erro, juzgue el mundo, S y basta. [Ah, soberbio castellano El de la amarilta banda, Ede grabado poral Y rapacejos de plata, El de la dorada espuela, Que yo le caicé, euitada i Quién creyera que Tizona Contra mi se desuudara, Cuando cabezas de reyes. Pensé me diera por arras? Esto espere del amor La mujer apasionada : Bien se lo que mereci, Bien sé emo se me paga. Don Rodrigo de Vivar Gon i color derundada, ‘urbado la respondi Formando inal las Sefiora, sirvo & mi rey, Tu afin me pesa en el alma; Lo dems bizolo anor, tra amor ningano basta. Entre malutod plebeya Bellido Dolfos estaba, Hijo de Dolfos Bellido, Muy artero de asechanza dijo : & pesar del Cid No ira a sus tiendas maiiana El rey don Sancho con vida, Si mil vidas me costara. Osendo tales razones, Con semblante y vista airada, Arremetio su caballo Don Diego Ordofiez de Lara. ‘Traidores sois, ramoranos, Dice en voz tremenda y alta, Y oslo haré bueno enel campo, Cuerpo & yy lanza a lanza, “Aran Gonaao, a oir 4 su ciudad 'denostaban : balleros, los del rey, Grit, no digais infamia; (Que hay hidalgos en Zamora De nobleza tan Que ni en vntad ni en valor Otro aiguno los iguala. Y en cuanto alreto, mis bijos Yiven, y si honor los lisma, Caballeros de mi sangre Estiman la vida en uada. Esto dijo Arias Gouzalo ; Y con astucia villana El traidor Bellido Dotfos Se aparté de la muralla, ¥. Empresa de Micer Jaques orgonon ('). Eu la villa que Pisue Gon diafanas Sndas eine Por alcazares real Entre huertas y jardines, ie, Para fa sangrienta liza Que publican los clarines. Ose, maguifico duque (1), Esia la esparcida arena c 4 marciales lides ; El poeblo anbelaute corre, ‘Anchos andamios oprime, pall solo se levauta el gran rey que preside ‘Con manto real, que adornan Esaseraldas y amalistes; Y dee Alvaro de Luna, Gran condestable, le sigue, Algo inferior, escarch: be aljéfar los borceguies. Yde rica orfebreria leva an collar de oro insigne, fee el rey de Arigon le ders, timo en mil forives, sa fico estrado De brocados 5 tapices, Isabel de Portugal, Reina de Castilla, asiste Que en los bowabros se recogen Con dos lazadas turquies. Bad tas bascar por stras paren d 24 Coaanct ar conde don Goazal ls eriatien- Goran. *tuduan de Mevto j comose! dunn de Torres ¢ ‘Laan de Polanco, Alfarta de Vivero 64m: yedea, & Cuderre Qui ‘teas ¢ per elian gaosron boars pera ‘tevoliemes ¥ enfrsedos eabaloros par los | smbres podie- Unicaues, en 1484, 90 evlebed jonto 4 Ia puente fete Orbign ol pase de Scere de Quienes, que ‘taba éaran a vucstra merced contentamiento, Neavoe:-que ox hermano va Diea de laferida Je shacmete con la plasta de Serro soul ‘sablendan, que al el rey vedado ae lo no onlera, ‘ard acer va riato al que tal divolgo; cx jurd| carta cooformided set docu. “demouesirencl cardcter de tparn que ee deseribe. i) Bl de Hedinasidonta, & quien drigs et wu- ‘srelpresente romance. POESIAS. ay garia, al lado soy0, Color de pirpara viste Blanca, infanta de Navarra, [ujer del principe Enr "Ambas estan Fodeadas De las damas que las sirven, De meninas y donceles, Y duedas con sus monjiles, Salid la condestablesa Gon preciosos faldellines, Y¥ una aljuba 4 la morisca’ De cuchilladas sutiles. El principe, en rico eseaio, Entre Cerdas y Manriques, Y don Beltran de la Cueva May en aos juveniles, 'son de bastardas trompas, De un pabellon que se erige En un eanton de la plaza, Con damascos y ormesier , De todas armas armado Salié.un guerrero ternible ‘A qaien de la frente al pi Pavonado acero viste. Ba de bronce el escudo, Y en francés la letra dice : deja el alma eautiva a los ojos de Amatilde. ‘A.un corpulento frison Los anchos lomos oprime, Con paramentos de malla, Y aun las rieudas que le rigea. Plumaje azulado oscuro, Que sacude si se engrie, Y al fuerte batir del casco Diran que la Uierra gimme. El mantenedor valiente, Despues que el palenque mide, Alta a visera, al rey ‘Gon vor atrevida dice : Rey don Juan, si mis bazafias Llegarou a estos confines, Babras quien soy, y si no, Tay tus vasallos oidme ? Jaques de Lalaing me llamo, De antigua prosapa inslgoe; Que soy noble y borgoiion, De mi empresa se colige. Soy geueral de las armas, ¥ del senado sublime De Borgoia, y camarlengo De su gran dugue Felipe, ‘En mil justas y torueos Logré vieloria difiel, Yalu corte generosa Por el lauro ultimo vine. Concédeme pues que en ella Rete, emplace y desafio ‘A todos tus caballeros De los que mss se distinguen, Esto, en pablico pregon, Gon trompeta se repite Sordo rumor se difund Mucho furor se reprim yds fey A responde 1s por la calle que sigue Desde el chavo 4 San Pablo Resouaron ministnles, Y eure el vulgo que le cerea Un caballero distingueo, Que ausioso de pelear Llegaal palengue, y le admiten. La lanza, asi coino entré, Paso de la cuja al rise: Banderilla verdegay ‘Tremolan los aires libres. El generoso caballo Desputé los tamarices Del Tajo eu la verde orilla, Entre eéspedes y mimbres, Los ojos son de esineralda, El color de blanco eisne, a" La cola Viste Wostdbe is crines. Eotré tan galin el joven, Que sin poder reprimirse, Los unos fe vilorean Y los otros le hendicen, Va un pajecito delante Gayos aos no son quince, De azul, amarillo y plata, Color del duefio 4 quien sirve. +" Lleva embrazado el escudo, Y el peso apenas resiste, Con siete cercos al canto De acero brunido y firme. “Todos del aventurero Alta esperanza conciben, Y¥ sospechan que secreta Licencia alli le encamine. El ponigndose delante De los reyes, hace bumilde ‘Arrosillar al caballo, ela cabera incline, as doucellas de la rein ‘Se alzaron en pié a oplaudirle ; Pero una el rojo clavel ‘Trocd en blancos alelies. Es fama que era la bella De los Toledos insignes, Condes de la casa de Alba, Con mas encantos que Circe. "Amor deseubrié un secrelo jue miuchas riendo euvidien ; En tanto que los padrinos E] sol & entrambos dividen. Micer Jaques borgotiou : Gallardo espaiol, le dice, ‘Alegra vuestra presencia De tal modo a quien ox mire, ‘Que aun yo, con ser estranjero Y enemigo que os compile, Me prendo de ese valor; Y si gustais de decirme Quien sois, lo tendré 4 merced, Pues sabiendo con quién 0 vencido, 6 vepcedor, Ser mi suerte felice. ‘Noble francés, le responde El espaol, ti me rindes ‘Antes con tu cortesia, Que la dura lanza vibres. Don Diego soy de Guzman, De tan generosa estipe, —” - ue no es mas ilustre aquella Jue en real dosel nos preside. Micer, que oyé que es Guzman Y los conoce, concibe Gran recelo, el trance teme; Cauto disimbla, y dice : Hermosisimo garzon Cuanto siento, no escreible, El que esponiéndete asi ‘Tan poco tu vida estimes. Por conservarte 4 tu rey Gombatiré y por servirte, Hasta la primera sangre; Despues te dejar bre. Sentido Guaman, respond ‘Todo tu esfuerzo apercibe Hasta matarme 6 morir, Que ast en Castilla se rife. ¥ revolviendo las bridas Hace al caballo que bringue, Yeon deuuedo y braveza Escaramuzando gire. ‘A media rienda gatopa, Le sosiega y le reprime ;, ‘Tomé gran ‘parte del campo, YY hace 4 Micer que le imite. Don Juan de Guzman, de laalta Medinasidonia insigne Primer duque, y de su casa Hscuderos y adalides, Con os de su acostamiento, La valla redonda cifien, levando doblescorazas jo ropas carmestes. VY crteao de rorpimiento Procuraron preventrse ¢ Que un estranjero en Espatia Halla siempre quien le admire. ‘Mas ya el condestable avisa, Y sonaron afaliles : Los dos fuertes caballeros Con impetu flero embisten, ‘Temblaron ambos caballos, ¥ ellos en la silla Ormes : Cerca don Diego 4 Micer, Ya lanzadas le persigue. Pero viendo el borgofion Que en sa caballo consiste La desventaja, y Guzman Tanto en el suy0 confi ‘Matarsele pretendid : Sacé la lanza del ristre, Que arreiada, al noble brato ijo del viento, divige. ero al ver el castellano Yeni el golpe terrible, Revuelve el veloz caballo Con prontitud de una tigre, 'Y aunque 4 su salvo pudiera Alancearle y berirle; Como hidalgo se ports, Como Guzman y Ramirez, Jaques «nuit6 del arzon La partesana que esgrime, Y¥ don Diego, & cuchilladas Trahandose,'te recibe. El francés de_un solo golpe aise que ta accion termine : Iza Jos brazos en alto, Guzman que le aguarda foge; Pero picando al caballo {gue at en vacio consigue licer al suelo cay Mal asido de las erines. ‘Ya esta el espatiol a pié; Entrambes 4 voces piden Hachetas de desarmar, Y escuderos se las sirven. Falté la esperanza en todos Cuando notaron que rifle Tierno un castellano Adonis Con un borgofion Alcides. Al golpe que da parece Que Marte 1a espada vibre, Despida Belona el asta, Y Jove el rayo fulmin Mas Guzinan, ejercitando Velocidad inerei le Entra y sale, ynohay encuentro En que el francés no peligre. El fiero batir confuso De los aceros que esgrimen, Hace al mas temptado peto Que se quebrante y se trice. ‘Ast anduvieron gran pieza Pero ; quién sabra uplaudirte, j0b Guzman! ev esta empresa Los heclios de armas que hiciste? ‘Avergonzado Lalaing De que dura y no se rinde El joven, con ambos hrazos Le fué, le descarga un golpe, Que el eco sordo repite, Haeiéndole Desatinado vacite: Ven ia desea frente Pequetta herids le imprime, Gon que el rostro matiz6 Saygre del Segundo Enrique, as no la pisada si allaenla barbara sire, instante OBRAS DE MORATIN (p. mcouas). Ni leon que la sacta Sintid en las anchas cervices, Lanzando fuego los ojos Y precipitado einbiste Por las puntas y los tiros De fulminante salitre , ‘Como arremete el’ Guzman, 5; ¥ tanto resisten sy que la segur dazos se divide el bo Be La corpulenta estatura Del de Lalaing se distingue , Que sobre el Ta altiva eabeza engrie ; Pero si no hay ea Castilla Luchador que le eompite, abe qué el cuerpo agigantado ‘AL mantenedor le sirve Los dos a brazo partido Asiéndose con ardides, El impulso de sus fuerzas Hace que en circulo giren Ikan piezas de las ar Rompen kas hebillas Nabe de polvo los cubre De sangre y sudor se then ‘Asi como dos montaiias De agua , que en el golfo triste Noto y aquilon impelen, Estremecen todo el lindes Huyen al centro profundo Tiburones y deliines, Hasta que la menos fuerte Llega al fin Asumergirse, ¥ esotra los anchos mares Corre, alborotando libre: Asi combaten los dos Pero el de Castilla in: Siente que el honor di En él entonces se cifre. Y ardiendo en vergitenza noble De herdico ardor se reviste Ase de nuevo al francés, ¥ en sus brazos le coustrife. errindole la gol Con ambas manos le opr Haciendo que el fuerte pech Descoyuntado palpite Dentro det yelmo se eseuchan Roneos suspiros y tristes Cayo 4 tierra el gran co Dudando todos st aun v Guztvan, la rodilla al Por si piedad Saca el brillant Levanta el brazo invencit Pero don Joan el Segun El cetro de oro que rige Tipd airado, y diligentes Los padrinds los dividen, Buen rey, vuestra sei Perdone, él manceho dice ; Que él eS vano y afrentome , Yo soy Guzman, y vencile El rey did a Micer | Rozagaite que se viste, ¥ el vencedor medicmas, Y un espléndido convite. Sus deudos , al son marcial De atabales y clarines, Le acompanan y condncen Al pig dat trond sublime. Espafia Turbado pregunta al r Si habra mas en qué ser Y él le respondio : Guzman, Como quien eres cumplis QUINTILLAS. Fiesta de toros ex Madrid, Madrid, castillo famoso Que al rey moro alivia el miedo, Arde en llestas en su coso Por ser el natal dichoso ‘De Alimenon de Toledo, Su bravo aleaide Aliatar, De la hermosa Zaida amante, Las ordena celebrar, Por si la puede ablandar 3 corazon de Slamante, vencida 4 sus ruegos, Desde Aravaca & Madrid; Hubo pandorgas y fuegos, Con otros noeturnos Jue Que aispuso el ada. en adargas y colores, Ep las eifrasy Hbreas, Mostraron los amadores, Y en pendones y preseas, Ladicha de sus amores. ‘Vinieron las moras bellas De toda la cercania, Y de lejos muchas de ellas : Las mas apoestas doucellas Que Espaita entonces tenia. ‘Ala de Jetafe vino, ¥ Zahara lade Alcotcon, 10 cuyo obsequio muy fino Corné de un wuelo el'eamino El moraicet de Aleabon. Jarifa de Almonacid, Que de a Alcarriaen que habita Llevé a asombrar 4 Madrid ‘Su amante Audalla, adalid Del castillo de Zorita. De Adamuz y la famosa Meco Hegaron alli Dos, eada cual mas hermosa, Y Fatima la preciosa Hija de Ait el lead El ancho circo se lena De multitud clamorosa, Que atiende 4 ver en su arena La sangrienta lid dudosa, Y¥ todo en torno resuena. La bella Zaida ocup Sus dorados miradores ue el arte afiligrau6 , con espejos y Nore: Y damascos adornd. Aialiles y atabales, Con militar armonia, Hicieron salva y seitales De mostrar su valenia orgs mas principales, No en las vegas de Jarama Pacieron la verde grama Nuvea aniniales tan fieros, Junto al puente que se lama, Por sus peces, de Viveros, Como los que el vulgo vid Ser lidiados aquel dias, ¥en! festa que gozb, popular alegria Muchas heridas costs. ‘Traia un ancho liston Cour uno y otro m Hecho wn lato por airoo, Sobre la inhiesta cerviz: Clavado con un arpon. ‘Todo galan pretendia Ofrecerte vencedor ‘Ala dama que servia : Por eso perdié Almanzor El potro que mas queria. 1 aleaide muy zambrero De Guadalajara, buyé Mal herido al golpe fiero, Y desde un caballo overo El moro de Horche cay. + ‘Todos miran a Aliatar, Que aunque tres toros hamuerto,. No se quiere arenturar ; ‘Porque en lance tan incierto El cavdillo no ha de entrar. Mas viendo se calparia, Va a ponérsele delante ; La fera le acometia, Y sin que el rejon la Le mato ona yegua pia. Otra monta acelerado : Le embiste el toro de un ruelo, Cogiéndole entablerado; Rodé el bonete encarnado Con tas plumas por el suelo. ‘Dio vuelta hiriendoy matando Alos de a pié que encontrara, E! circo desocupando, YY emplazandose, se para, Con la vista amenazando. pad ae sali plebe grita indign: Las damas se quieren Porque Ia fiesta empezada No pucde ya prosegur fgono al riesgo se entrega Yestilea medio otro fo: ndo un portero que llega De la poerta de la Ve Hincé ta rodilla, y dijo Sobre un cabailo alazano, Cabierto de galas y oro, Demanda licencia urbano ‘Para alancear 4 un toro Un caballero cristiano. ‘Macho le pesa a Aliatar; Pero Zaida dié respuesta Diciendo que puede entrar ; ‘Porque en tan solemne fiesta Nada se debe negar. ‘Suspenso el concurso entero Entre dudas se embaraza, Cuando en un potro Mero Vieron entrar por la plaza Un bizarro caballero, ‘Sonrosado, albo color , Bello abi, Javenieg lientos, inquieto ardor, En el floride verdor De sas fozanos abriles. ‘Cuelga la rabia guedeja Por donde el almete sube , Gaal mirarse tal vex deja Del sol fa ardiente madeja Entre cenicienta nube. Gorguera de anchos follaje De una cristiana primore En el yelmo los plumajes. Por los visos y celajes, Verjel de diversas flores. En la cuja graesa lanza, Con recamado pendon, Y una cifra a ver se alcanza ge, es de desesperacion, 4 lo mienos de venganza. En el arzon de la silla Ancho escudo reverbera Con blasones de Castilla, Y el mote dice 4 la orilla Nunca mi espada venciers Era el caballo galan, El bruto mas De mas gall ademin : POESIAS. ‘Cabos negros, y brioso, May tostado,¥ lazin. arga cola recogi a las plermas descarnadas, eta pequetia, erguida, Las nari eek dilatad = Vista feroz y encendida. Nunca en el ancho rodeo , Que da Betis con tal fruto Pudo fingir el deseo Mas bella estampa de bruto, Ni mas hermoso paseo. Did la vuelta al Los ojos que le velan Lleva prendados de amo j Alab te salve! deci jDéte el Profeta favor! Causaba listima y grit Su tierna edad floreciente : Todos quieren que se exima - Del riesgo, y él solamente Nirecela, ni se estima. Las dopcellas, al pasar, Hacen de ambar'y alcanfor Pebeteros exbalar, ‘Yertiendo pomos de olor, De. jazmines y azahar. las cuando en medio se para, ” ¥ de mas cerca le mira La cristiana esclava Aldara, Con su sefiora se encara, Y asl la dice, y suspira : Sefiora, suedios no son ; Asi los cielos vencidos De mi ruego y alliccion, ‘Acerquea 4 mis oidos Las campanas de Leon, ‘Como ese doncel, que ufano ‘Tanto asombro viens a dar A todo el pueblo africano, Es Rodrigo de Viv: El soberbio castellano. Sin descubrirle quién es, La Zaida desde una almena Le hablé una noche cortés : Por donde se abrié después aoe dela ae lena, ‘supo, que fugitivo De la corte de Fernando, El cristiano, apenas vivo, Esta 4 Jimena adorando Y en su memoria cautivo. Tal ver & Madrid se acerca Gon frecuentes correrias, ¥ todo en torno la cerca! Observa sus saetias, Arroyadas y ancha alberca. Por eso le ha conocido : gre ‘en medio de aclamaciones, caballo ba detenido Delante de sus halcones, Y lasalnda rendido, ‘mora se puso en pié, Y sus ‘Goneellas detra . Elalcaide que lo v« Enfarecido ademas, ‘Muestra cudn celoso esté. Suena un rumor placentero Entre el vulgo de Madrid : No babra mejor cabaltero, Picea, ea Z yrando eer algunos le lleman Cid. Grece la algazara, y €i Torciendo fas riendas de oro, Marcha al combate ciel : ‘Alza el galope, y al toro Busca en sonora. tropel. pera se le ba encirado le que le vid legar, De tanta gala asombrado, Y al rededor te ha observado Sin moverse de ua lugar. Coal fecha se disparé Despedida de la cuerda, De tal suerte le embistid : Detras de la ore iquerda La aguda lanza fe biri6, Brama la Gera burlada ; Segunda vez acomete, De espuma y sudor baiiada , Y segunda vez la mete Sulil la punta acerada. Pero ya Rodrigo espera Con herdico-atrevimiento, EI pueblo mudo y atento; Se engalla el toro y allera, Y finge acometimiento. La arena escarba ofendido, Sobre la espalda la arroja Gon el hueso retorcido ; El suelo buele y le moja En ardiente resoplido. La cola inquieto menea, La diesira oreja mosquea, Vase retirando atras, Para que la fuerza sea Mayor, y elimpetu mas, que en esta ocasion viera De Zaida el rostro alterado Claramente conociera, ‘euidado que sspantoso ! Jamas peBasco tremendo Del Claeato cavern lesgaja, estrag jaciendo, Niltsma asi fulmizante, GGruza en negra oscaridad Gon relampagos delante, Al estrépido tronante De sonora tempestad: Como el bruto se abalanza En tere Wrens as rola con gran pujanza La alta noca, fa ereza” Y el altimo aliento lanza, La confusa voceria Que en tal instante se oy6 Fué tanta, que parecia e bonda mina reventd, ‘el monte y valle se hundia. Acaballo como estaba Rodhigo, el lazo aleants Con que el toro se adornaba : Ens lanza le claro, Yd los balcones llegaba. 'Yalzandose en los estribos, Le alarga a Zaida, diciendo': Sultana, aunque bien entiendo Ser favores escesivos, ‘Mi corto don admitiendo; Si no os dignaredes ser Con él benigna, advertid: Que a mi me basta saber Que no le debo ofrecer ‘otra persona en Madrid, Ella, el rosiro placentero, Dijo, y turbada : sefior, Yo le admito y le venero, Por conservar el favor De tan gentil caballero. 'Y besando el rico don, Para agradar al doncel,, Le prende con aficion. Allado del corazon, Por brinquitio y por joyel. Pero Aliatar el caudillo De envidia ardiendo se ve, Y trémulo y amarillo, ‘Sobre un tremecén rosillo Lozaneandose fué. ‘Yen ronca vor, castellano, Le dice’? con mas decaros “ OBRAS DE MORATIN (p. mco.as). Suelo yo dar de mi mano, Después de veinte afios vino, Bi n0 penachos de toros, ML, Leudable templansa. Y¥-como ellos se parecen Las 8 del cristiano. , ‘Ayer convidé 4 Toreuato : ‘Mas cuidados le merecen; Y 8i vinieras de guerra Gon sopas y pucheros Y espantado dijo a dos: Cual vienes de fiesta y gala, ‘Media pierna de carmero, dards demonias de Dias, ‘Vieras que en toda Ia lierra, Dos gazapilics y un jrato. Queestas muchachosnocrecen. Al valor que dentro encierra Doile vino, y respondié : Madrid, ninguno se iguala. ‘Tomadio por vuestra vida, X. Aune dome. Asi, dijo el de Vivar, Que hasta mitad de comida * Respondo, y ta lanza ai ristre No acostumbro 4 beber yo. Me pienso ya el mas feliz Pone, y espera 3 Aliatar; De cuantos fueron y han sido, Mas sin que nadie admiaistre Pues en suerte me has caido, Orden, tocaron & armar. Picarra y, bella Beatriz : a ‘con gritos . Humillase micerviz ‘Sa muerte 6 prision pedi IV, Saber sin estudiar. De muy buena voluntad , Cuando se oy6 en los disiritos Yite digo de verdad Del monte de Leganitos Admirése un portagués ¢ es mi gusto tan estraBio, ‘Del Cid Ja trompeteria. De ver que en sutierna infancia 1 aunque me has caido en alo Enire la Monclova y Soto ‘Todos los nidios de Francia de ser mi eternidad, Tercio escogido emboscd, ‘Suplesen hablar francés : Que viendo como tardé , Arte diabélica es, ‘Se acerca, oy6 el alboroto , Dijo, torciendo el mostacbo, DECIMAS. Y al muro se abalauzé. Que para hablar en gabacho’ pot {10a veran salir Un daaigo en Portagal ' |En la deda de un sarjento mayor ("). la puerta 4 su sei Llega 4 viejo, y lo habla mal; , Y Zaida a le despedir, Y aqui lo sly un muchacho: Celio estaba confiado Than oeres 4 oboe : eee Ea ous pasades victorias; ‘Tal era ya su foror. — Pero nadie cantar glorias. Elalcaide, recelando ; Puede basta haber acabado = ‘en Madrid tenga partido, ‘V. Refleaion moral. No le vencié Marte airado, templé disimalando; ¥.p0r el parque onda Mas si an oiio enredador, Porque vencers el La calavera de un burro Sullé con él Fazonaudo. sarjenlos superio Mies ima uu aaa Yenterseldo esciasbs; Silos bier mayores De sd vencedora espada, 1Valgame Dios, lo que somos! Preciabase de inveocible, De no quitar a celada — Y Amor fiero &insolente ‘Hasta que gane 4 Madrid (*). Dijo = no ha de Cave ed en yo no sea temible : ‘Vi. La lengua patria. Jusge vencerle imposible ween Y asi armé treta gallarda, Pregimtasme, ya lo veo, No deseunbraz6 alabarda, EPIGI AS Gallo, por. oe seer ho n tiré oh RAMAS, Como elipreste de Berceo : 9 echas Te di Respondo, porque nach Los dos ojos de. Bernards. —_— Entre el mar y el Pirineo. Ellos solos por despojos . oe pueden, ener, 2010 pado c a ena Vil. El gran teatro. ‘Alan soberanos oe ‘De imposibles santa Rita Tee dos tt ima han sentido, * jos el . Es abogada, y Filena ye ran some Y asi en este lance ban sido, Gon deocten may contra Hoe ae cten tarele Sin contradicion sigan, san q jes en la fortuna ‘Afi de que la haga buena. ee Elveucedor ye! veacido. ‘Trueca, beldad soberana, Pues Vewus te bace hoy mujer, Vill. Dorisa engjada. Por su licito placer 1. Correcclon oportene, nee a austeridad de Diana 5 jada estis, Dorisa, td, esposo, a quien se humana "Anda, que con un indiano Y pocbenaie tu afliccion Deidad que pudo ensalzarte, Se casa Marica Peres; Mas que nunca se divisa : Sin temor puedes Hegarte, Pero es indiano que va, Note dé el cielo ocasion Yeras cuauto son mejor Que no es indiano que viene. Por donde moverte a risa. Las dulces guerras de Amor, Que los borruresde arte, (7) Bn el coneepto de los jteligentes ent es tecomposicion mas acabade del aut Angee algunas de las comporciones que IK, De un vizeaino. tntoramon fomursderconoase meio np Deatare pore En Madrid un vizeaino Admirado se quedé 00 de loagias Cuando pequesiito vid, ara poe ‘Tanto muchacho doctrino. POESIAS. SONETOS. 1. Resistencia initit, Tiréme Amor de su carcaj luciente Una amorosa jara penetrante : Resislila ralieute y arrogante, Pues quien resiste Amor solo es valiente. Con mi constancia allivo é insolente Yolvié 4 cimbrar el arco falminante Disparando 2 mi pecho de diamante Hasta quedar sin municion ardiente. Empeiidle 4 vencer mi inobediencia ; Tirome el arco yel Bechero de oro; ‘Mas viendo que aun no basta su violencia ; Se entr6 en mi corazon: ya amante loro. Cedi6, por fin, mi herdica resistencia; Piedad, ninfa, piedad, pues que te adoro. IL Poder de Amor. Aunque en abril y marzo las canales FPadercan supresion 3 mal de arna, ‘ angue provuncien carcel y paulina, Vesthdos'de rigor los tribunals: ‘Aunque los'tamboriles 6 atabates Roncos publiqaen guerra y chamusqui ‘Aungue a la flota en tamba cristalina Sepulte el ponto ta fa es bastante a perturb: Quietud poltrona ea que a vi Ni bay aprension, ni antojo que dirija Mialbedrio absoluto, soberano : Nada tiene este mundo que me afija; Solo el Amor: maldigale Solano. UL A Leandro. (Inmitacion de Marcas (9). Del ras constante amor nave y pirate, Faluca ardiente, y bergantin amante, Intrépido, amoroso y atrogante ‘Leandro en piélagos de plata, que inguieto el euro se desata: Gime el ponto con silo resonante, Tal iene batel 30 factnnta tropella, sumerge y arrebata. WVieadose de ia muerte smenazado, ‘Aas ondas con voz entristecida ‘asi claniaba el joven desdichado : Perdonadme (les dijo) abora en la ida; Y sofocad mi allento fatigado En volviendo de ver 4 mi querida. IV. Libertad perdida. Cual gira el soto, de temor exento, EV bruto que le asorda con ramidos, Silos yugos buyé desconocides La alta cerviz, no usada al sufrimiento; ‘Asien dichosa libertad contento, No viendo mis espiritus rendidos, Cayeron mil arpones rebatidos Del que en lagrimas hace su alimente. Mas cuando hallo que por violencia 6 arte Noes posible que siga su divisa, Rilleve las cadenas que reparte: Mira, dijo el Amor con falsa risa, Sime sobra poder para humillarte; Y sefialé 4 los ojas de Dorisa. () Maniatis, De Speetscats, XVIN, V, Jactancia amorosa. Dirin otros amantes venturosos, Que en el tiempo feliz que ellos atnaron in disgusto siquiera no pasaron, [Ni sufrieron ‘desdenes rigurosos ; Que no sintieron celos venenosos, ‘Nien Ia imaginacion se les pasaron; Que con fortuna prédiga lograron Del amor los contentos deliciosos : iran, que eatre mil ambares sabéos, Ea blando catre, 6 en mullida cama Saciaron apetitos y deseos Que apagaron con jabilo su Tama ; ue alcanzaron victorias y trofeos ; ‘ho que amaron tan bermosa dama. Vi. Esqutvesde Dorisa. ih Eresma, que por madre retorcida Gaminas presureso acia el ocaso, Juzgando que te viene el tiempo'escaso Para acabar en Duero tu pat if ‘Humilde te suplico por tu vida gue detengas un poco, el veloz paso, digas de quién huyes. Del hermoso desdén de mi querida? Si, respondié un triton con espantable, Ronea, sonora vor y faz terri Porque aunque asu heldad, sacra, admirable, i de adorar es imposible Su altivo, riguroso é implacable Fiero desden tambien es insufrible. VII. Reconvencion 4 Dorisa. a Si tanto te impacienta que te quiera, De tu propia beldad, Dorisa avara, aPor qué ine consentiste que te hablara? {Por qué ocasion me diste 4 que te viera? Si uua vez que te vf imposible era ‘Que tus divinas luces no adorara, Por que hiciste, cruel, que me sbrasara El amoroso fuego de tu esfera? No ealpes de mi amor la vigilancia, Gulpa‘en verme tus muchas lmpiedades, Tu vista fué ocasion de mi arroganel 'Y asi, 6 hien le enfurezcas, 6 te apiades, Te-condena el teson de mi conslancla ‘A suftir mi caro eternidades. VILL. Atrevimiento emoroso. Amor, ti que me diste los osados Intentos y ta niano dirigiste, Y en el cindido seno la pusiste De Dorisa, en parajes, no tocadé ‘Si miras tantos rayés, fulminados De sus divinos ojos contra un triste, Dame el alivio, pues el daho hiciste 0 acaben ya mi vida y mis cuidados. Apiddese mi bien. Dita que muero Del intenso dolor que me atormenta ; Que si es Umido amor, no es verdadero; Que no es la audaci en el carifio aftenta, Ni merece castigo tan severo Un infeliz , que ser dichoso intenta, IX. Amor constante, ‘Dos veces vi la hermosa primavera De rosas y jazmines eoronada, Que la hicieron cantando a la alborada Mil avecillas salva placentera: ‘Dos veces vi las tieses en la era, Y al padre Otofo la cabeza ornada De pimpanos alegres, yla helada Bruma empaii la esfera. OBRAS DE MORATIN (». nicovas). Despue’s, Dorisa, que tus ojos bellos Dieron al triste corazon enidado Y redes me tejieron tus cabellos, El tiempo alterna, y vuela, y se ba mudado; No tus rigores, que amedrenta el vellos.. Y yo ni estoy feliz, ni escarmentado. X. Aplauso 4 Dortsa. Bendita sea la hora, el afio, el dia, Y la ocasion, y el venturoso instante, En que-rendi mi corazon amante ‘A aquellos ojos donde Febo ardia, Bendito ef esperar, y la porfia Yel alto empeito demi fe constante, Y las saetas y arco fulminante Con que abraso Cupido el alma mia. Bendita la aiceion que he tolerado En las cadenas de mi dulce duefio, los suspiros, llantos y esquiveces, Los versos que 4su gloria he eonsagrado Y ban de vencer del duro tiempo el ceiio, Y-ella bendita innumerables veces. XI. Dorisa en traje magnifico. i Qué lazos de oro desordena el viento Entre garzotas altas y volantes ! {Qué riqueza oriental , y qué cambiantes Juz, que envidia el sacro firmamento! {Qué pecho hermoso, do el amor su asiento Puso, y de allt falmina 4 los amantes Absottos al mirar sus elegantes Formas, su delicioso movimiento! Que 'restiduraarrastra, de preciado Marice tinta y recamada en torng | De perlas que produjo el centro friot {Qué estremo de beldad, al mundo dado Para que fuese de é1 gloria y adorno! Qué herbico y noble pensamiento e! mio! XIL Modestia de Dorisa. Baja los ojos mi Dorisa hermosa Por no mirarme, con vergitenza, honest, Yen muy breves palabras da respuesta ‘A.una larga cuestion artificfosa. Mas si de,enamcrada 6 envidiosa Los vuelve & alzar, y halla mi vista puesta, Siempre eo la suya,, timida y honesta ‘Vuelve 4 bajarlos, ni moverlos osa. Y al encontrar los suyos con los mics, De purpireo color el rostro bello on rubor cast virginal enciende Y Ia afiaden taf precio sus destios, Que ni piensa arribar 4 merecelio, Ni hay voz que digalo que el alma entiende. XIIL, Dorisa mudable y hermosa. 4 Temes acaso que indignado abora, ‘Al'ver Ia ingrata y Gera alevosta, Procurando venginza el alma mia Con ira que escité tu accion traidora, ‘Acusara mi vor de engafiadora, salad wa bellera ygallardia, * que en pintarla procedia, Como todo amador que ciego adora? Ay! no el esceso fué de mi fneza, Ni mintié el labio con amante ankelo, Cuando alabé tu perfeccion, ;perjura! ues, siendo asombro en ia naturaleza, Para mi perdicion te forms el cielo ‘Monstsuo de ingratitud y de bermosura. XIV. Dorisa ingrata. Un alto y generoso pensamiento, Inspiracion del cielo soberano, ‘Me puso la aurea citara en la mano Para cantar el dulce mat que siento, Y¥ fué tan grato el sonoroso acento, Que la ancha vega, el apacible Ilano Y el cavernoso monte carpentano Mostraron compasion de mi tormento. ‘Turbése el rlo de cerileo manto, Oculto entre tos alamos sombrios, Al ver su clsne lamentarse tanto. ‘Moviéronse los brutos mas implos, Y los asperos troncos 4 mi llanto; Y no la que causé los males mios. XV. Funesto recuerdo. Hoy vuelve el cielo 4 recordarme el dia Falal y triste, en que miré postrada, Con duros eslabones amarrada , La indomita hasta alli libertad mia. Ay, como me estremezco todavia, sto en ensat de aquela Circe airada La vista fascinante envenevada, Que trasformado en brato me teniat ‘Yosotros, que escuchais mi caito ahora, Imaginad qué tales habrin sido Mis males, y mi pena angustiadora ; Pues con haber sus lazos ya rompido, La memoria no mas, vil y traidora Me conturba aun el alma y el sentido. XVL El escarmiento. Si faese que despues del fatal dia 1e oscurezca 4 mis ojos la luz pura ml larga Jornada y mal se mh 2 Beta rane el qaitaiamen es dey se eee Con lagrimas borrada; y la No probara de su infelice guia. (o le engafien las rosas y azucenas, El fresco arroyo, el floreciente prado, Niel acento de armdnicas sirenas, Niel triste semplo de otro que ba pasado, Niel aparente fin Ge tantas pes... ‘Mire cual premio el fiero Amor me ha dado. XVIL. Aviso é quien ame. 4Son estos los sagrados juramentos Que acompanaron la palabra dada Por Dorisa, 4 mis plantas bumillada Con Ligriaias, sollozos y lamentos? ‘La Tuna, el cielo, el sol, los elementos , Testigos de una fe tan mal da; Los celos que mintio, cuando irritada Acusé de mudables mis intentos? {Las luces, que yo vi tan amorosas En mi fjarse llenas de teruura, Los labios, en ficciones abundantes? ‘Estas, las espresivas, alevosas Garicias que estudiaba la perjura, Son?... Estas son, Escarmentad , amantes, XVII Desengaio de amor. ‘Yeris, me dijo el dechador tirano, Elestremo de gracia y bermosura ‘Mayor que miro el mundo : criatura Que en la tierra desmiente el ser amano, Yo te concedo amaria ; porque ufano Blasouar puedas on tu audar locura, ue ninguno adore dekdad tan para, presumirlo es pensamiento vano. No por belleza igual Marte suspira ; Los dloses de sas orbes no han bajado Por ninfa tal, que adoracion inspira. Ni tanta perfeccion han celebrado La griega, ausooia, ni la etrusca lira... Mas nunca esperes merecer su agrado. XIX. Amor platéntco. No fué la rica, inestimable trenza, Que al oro escede en las tartesias minas, Wet mails de enearnsdas arenas 1 rostro enciende en virginal vergitenza; Ni aquella boca, que si 4 hablar comienza, Ambar exhala entre las perlas finas; Ni aguellas luces de! amor divinas, Causa bastante que mi pecho venza; ‘Mas solo el yugo fué que me asegura Tanta virtud y uo alma soberana, Que ensalza al grande autor de tal hechara. Ni amé cosa mortal, ni la tirana Segur del tiempo perfeccion tan pura Puede volver en leve sombra y vaua. XX. Alabanzas del matrimonio. (Trataceion de Coldoat.) Qué gosto que es tener la esposa al lado Y escuchar decir papa 4 los hijuelost Del matrimonio muchos son los duelos, Mas los gozos son mas y en mayor grado. ‘£n el alegre 6 en el iriste estado : Se truecan los consejos y consuelos, ¥ de los rojos lahios sin recelos Se gora fiel deleite regalado. cuando llega a la edad anciana, oh cuanto alivia y cuan fil se esmera be ta consorte la piedad cristianz iSanto, padico amor! Antes que muera, Esta mayor felicidad humana Bazme lograt solo una vez siquiera. XXL. Ejecutoria de la verdadera nobleza. ‘Si como tengo el padre noble, faera Elerdago de Malaga mi padre, Y Flora, Lamia, 6 Tais fuera mi'madre, ‘Qué culpa en ser su hijo yo tuvierat? ‘Si uno al uacer los padres eligreta, Sin tener al oido quien le ladre, Que al mismo rey le pese 6 quele cuadre, No bay dada que por padre le escogiera. Pues si pudo nacer un sin ventura ELhijo del monarea y potentado, De qué es su vanidad ¥ su locura? Sepa que solo es noble y es honrado Aquel que con verdades asegura Ser de sus mismas obras engendrado. XXL A un presumido. Si una mojer que tienes altanera No sabes gobernar, indigno Fabio, Y esti, con tu pormiso y con tu agravio, Notada por chocante y cotarrera, 4Por qué con faz hipderita y severa Fiogiendote estadista esperto y sabio, Pretendes gobernar con necio labio De Espana la catdlica bandera? {jJuzgas que son cazuelas y pucheros Dé Carlos las fortisimas legiones, © como tu mujer los granaderos? N pues para mandarla aun no supones, 4Cémo quieres mandar soldados fieros, jomandando en tu casa aun tus calzones? Toxo 1. POESIAS. "7 XXIM, Difloultades del excritor. Si escribo en verso hersico y elocuente, — - No me entienden los simples fabradores; Si bumildes tonos canto de pastores, Me mira el docto con rugosa frente; Si acclonemprenda de Mayorte ardient, ‘Temblarin las doncellas sus borrores ; Si canto el frenes! de mis amores, No espero que 4 otro sino mi coutente. 'No sé en qué estilo adelantar procure, Ni donde encontraré reglas ni modos Para que fama eterna me asegure. Solo sé, que ballaré con mil apodos, Y que aun quien mas al arte el fondo apure, Es imposible el contentar si todos. XXIV. Al lector. 0 ti, cualquiera que del claro dia Las horas blandas, mudas y Ijeras, Faltando acaso 4 lo que bacer debieras, Gastas en repasar mi poesia; Si cuanto ves alabas 4 portia, De necedad son muestras verdaderas ; Y si todos los versos vituper: De envidioso tambien te argiirla. Que bay muchas cosae malas, es sin duda, Y que hay algunas buenas, yo lo digo, Otras medianamente se dispouen. Lo bueno, y walo, y lo mediano ayuda ; Pero te hag® saber, lector amigo, ‘Que ast todos los libros se componen. XX, A don Juan Bautista Conti, por su escelente tra~ duccion itatiana de 1a primera égloga de Garcilaso. Las bellas ninfas del undoso ro, En que hallé cristalino mauseolo jo audaz del rubicundo Quisferon escuchar al cisne Y dijo Febo : el instrumento flo A tu destreza, joh joven! pues ti solo Desde el oro del Tajo al de Pactolo Llevards de este amor el cruel desrio. Cantaste, Conti; y 4 tu voz volviron Atbaltas las ondas'd escucharte Las quejas de Salicio en son toscano. ‘Lampecia y sus hermanas no sintieron Mientras cantabas con dulzura y arte E! precipicio del perdido hermano. XXVL. A la reina madre en tos dias del rey. Hoy que 4 luz distes al mayor monarea, Que reconocen climas y hemisferios; A aquel, que en sus vastisimos imperios Entrambos orbes poderoso abarca : Mi bumilde musa, que fel se marea, En vez de sumisiones, cautivertos, Sentir hace en los imbitos hesperios EI jabilo que alienta su comarca. za, augusta Isabel, tan grande dia, Gélebré en nuestra historia sin segundo Pues fué oriente del Sol que 4 Espada envia ; Y aplanda con respeto muy profundo Los atios de este César mi Talla, Deeste Alejandro, 4 quién se humitta cl mundo, ROMANCES HEROICOS. 1. Aun amigo en sus dias. =~ Rompa la voz el timido silencio, ug basta aqut mi respeto embarszaba, haga pablico el numen en cadenciag OBRAS DE MORATIN (p. xicouas). Lo que en ecos pudiera hacer la fama. El torrente brllante de. Aganipe, Las niufas halagiienas de Castalia, El Penéo, que en perlas desatado Los Tempes fertiliza de Tesalia, El Pindo bello, el eelebre Parnaso, Y toda la peninsula de Acaya, Con su fino piadoso patroci nio Me influyan, me apadrinen y me valgan. Hoy en et nge licales coros, ¥ en la tierra la Iglesi las glorias y virtudes bien ejecutarlas, De aquel que solo para ser tan santo lnformes pudo hacer en la campaiia, De aquel valiente militar guerrero, Que dejando del mundo las escuadras,, En basia rop a conmuté gustoso La loriga, la cota y la coraza, Hoy mi afecto rendido te desea ‘Tau grande tien, felicidades tantas, Que por su muchedumbre se couflese El guarismo incapaz de numerarlas. fan prospero y feliz cl mundo todo Te reconazea enfin, que juicio haga Ser dispensable para U ef funesto Decreto irremisible de las parcas. Vive gustoso, y sobrete crecida De placer y de dichas abundanci Gon exe Adonis que te prestéel cielo, Con esa Venus que te did la Espaiia; Con esa rosa que produja el feruil Verjel de la provincia castellana, Y en bermosos pitupotlos por el orbe Muluiplique el vator de su fragancia. ¥ los dos en alegre compaiila Niofasnereidas, muss y uayadas s aplaudan, festejen y diviertan Con citaras, con trompas y con arpas; X pidlendo perdou rendido et oumen A.tu benevolence: Rey Con Ia lengua, 1a pluma y con el alma. IL. A.un amigo, desde San Ildefonso. Pe en el Ponto El infelis Ovidio, Sufriendo desterrado Los enojos del César ofendido, {Que acaso me imaginas, © Gabriel, imagino En esta de miserias Para mi pecador ultima Tibur; En este inculto valle,” Cuyos gigantes ri El Chorro, Peiialara y Siete-picos ; En este'seno en donde Sus nieves y sus frios ‘Temieran eriaad: Las irticas provincias de Calisto; En aquesta nevera, En aqueste real sitio, Mas malo que el de Troya, Y peor que el icbano y numantino, ‘or si aqui me imagioas De la suerte que digo, Coa tu olvido recelo A ml desatencion justo castigo. Le temo, y le recelo, Porque le be merecido, ‘Aungue en el mismo tiempo De tu benevelencia me centio. Pero al mirar mi ofeasa, Pero al ver mi delito, Dudo si su tijera De puestra amistad Grime corté cl hilo Dodo; pero ,qué dudo? Yo mi maldad repito; Pues nunca dudar pude De tu fe, tu firmeza y tu carifo. ‘Creo: pero no ered El que hayas incurrido En olvidar al triste Que en el alma te tiene, aunque no ha escrito. “Antes que yo tal crea, Greeré que haya tenido Medusa, la gorgoua, De serpientes y viboras los rizos ; Creeré que hay Quimera, Y creeré que haya babido Bajo de aua doncella Cachorros, que amedrente su ladrido ; ‘Cuadrupedos varoces Br ls pechos anos, in hombre de tres cuerpos Y un trifauce mastin en el abismo; Esfinge, harpias, y sierp De cuerpo desmedido, Gigante con cien manos, Y el guarda medio buey del laberinto : Esto creeré primero, Que crea aun por resquicios jae pueda haher faltado a constanecia fiel de tu caribo. Entre los dos hay muchos Valles, montes, carpinos ; Pero al amor de veras Nunea jamas ansencias le han vencido. dusts eu la Armedila, Yo estoy en este Ti cals oa fe eda on de Eh yoen 1e peor que los de Egipto. ‘Aqui estoy delterrado, Y ya destituido Dé mirar los alegres ‘Campos pincianos, para mi floridos. ‘Ya no veré en Pisuerga Las nifas de aquel rio, En cayas dulces aguas Repett las locuras de Nareiso. Yen fin, ya de tas leyes El gavilan oticio Menuncié; pues no quiero Ciencia que ofende al pobre y salva al rico. A estudios mas sublines Desde aqui me dedico ; Y fo que la fortuna Hacer quiera de m\ ye determine. ‘Aqui estaré esperando, Cual si fuera en cl limbo, ta pedad de los eiclos el amparo eficas de mis amigos. Seran en este lance om Sus acciones testigos Del qoe lo faé de cea fue 0 ‘el que en prosperidad lo fué fingido. Yate Vetho umenaie "e Pee el natalicio, liz tiempo en que espera Mi triste corazon tener alivio, Togratitud quien solo Por verlos hace fuga del empireo. ‘Ya se sujeta el tlerno Omnipotente Nifio A sufrir impiedades De aquellos 4 quien viene 4 dar auxillo. Ya por fin de fsafas Se cumple el vaticinio, Y ya de las Sibilas Se admiran verdaderos los escritos. Y ahora yo te deseo Tode gusto cumplido, Felicidad te anuneio, Y tu bien solamente solicito. 'Y ahora mandar puedes Al mas constante amigo, Que servirte desea, POESIAS. ‘Como por esperiencia lo habri Bajo la helada bruma Este romance eseribo, Tiritando las manos, Sonindome los dientes con el frio. SILVAS. I, Dedicatoria at lector de au periédico titulado el Poeta. At, lector amigo, Dedice yo las métricas tareas,, Y 4:s0las yo contigo, Porque piadoso seas, ‘Te quiero hablar un poco. No me jurgues por loco Al verme confesar que soy poeta; Porque 4 desdicha tanta se sujeta Quien pretende agradartes Pues todo aquel que escribe, jOb lector! solo anbela & contentarte, § yo tal consiguiera, {Qué dichoso seria! ocsto que 4m ecior yo compl sto que 4 mi lector yo complacia, Yimiedo no tendria De rigidos fantasticos censores Que cuanto ellos no han hecho No juzgan de provecho, Sin piedad despreciando & los autores. Y esta cierto, lector, que si supiese, Que no me era posible Que yo gusto te diese, Y¥ mi verso te fuese aborrecible, Tanto que le arrojaras, Yai aun por él fa visia ti pasaras, ‘Que no se cansaria En buscar ta aficion Ta musa mii Porque puedo jurarte, {al ho emprenderia, i acas0 So supiera | Que no hubiede de haber quien me lepers. Pero porque es estilo entre pedantes a Gallas dedicatorias retumbeates, Acudir ala historia, {¥copiarla en cualquier dedicatoria, Ynovsin voluntarias adicioues De ciertos 6 fantasticos blasones Del Mecenas loado; : Yo que me bale du necestado jogios eallaré? ,Cual alahanaa E2%ui Tatlo ballara paso cerrado? Es tanta tu nobleza, . Que al mismo rey de Espata, 6 lector pio, Le igualas en grandeza, i 1 acaso el rey leyese ub verso mio, Ta venciste un borrendo desafio, Ta rendiste una plaza, Como consta en la historia de Alcobaza. Ti edificaste un rio con su pucnte, Yiieres descendiente De Aguiles, de su padre y de su abuelo; Yhay'cierté medallon en Portobelo, Que se encontrd con inscripcion vascuence, Por el cual se convence ‘en tiempo del rey Wamba tus pasados fasta Italia vinieron derrengados. Con e! hijo de Anquises en Trayendo los penales 4 costilia, En fn, de mi lector ls alabanzas Sontales, que a0 tanto, 6 pluma, aleanras. Theres el absolato, , ‘A quien los sablos pagan su triboto. Tullirsiag 6 ta premiae ntas obras trabajan - Gon sar lag ro docs academias. Sita aprobacion falla, La tuasa se abauio mas grande y alta; 19 Y¥ tu voluntad solo La fama estiende en uno y otro polo; Porque ti lo has querido El gran Virgilio es grande y aplaudido; Y como ta quisieras, Cantar mis versos vieras Por cuantos aman la espaitola musa. Ni te sirva de escusa Para aceplar mis obras el asunto: Yo te daré un conjunto , Para que con tu gusto en él tropieces ; Cantaré algunas veces A la sombra del mirto deleitosa ‘Mi pasion amorosa, Y las gracis gue, ostenta singulares La ninfa angelical del Manzanares. Otras veces de yedra coronado » En los grandes les suntuosos , Diré el vino estimado, La fiesta y los manjares mas preciosos; YY 4 veces con zampoha Los sencillos amores Jae cantan en las selvas los astores. : ii dejaran mis versos olvidadas Mil verdades certisimas, que inspira ‘A.amar el eco de la dulce tira, ‘Aunque tal vez, lector, por agradarte, Violentando mi genio en esta parte, Cantaré la pavana Al gruiir de la gaita zamorana; 'Y aun viendo que esto abonas, Fandangos, zarambeques y chaconas. Ni tampoco se escusa De el vicio reprender mi estdica musa. Y alabardn mis versos numerosos La patria, y a sus bijos mas famosos. Y¥ acaso, 2¢aso cou horrenda trompa , Haciendo que furioso el aire rompa El impetu sonante, ‘Tronaré guerra, e: horrores, ‘Cantando en Cozco al espaitol triunfante. Si recibes, lector, con mil amores Lo que con ellos de verdad te ofrezco, Juzgaré que merezco. ‘Aplauso universal y alta alabanza, Pues dar gusto al fector mi musa aleanza:; Y juzgaré por vano Cualquier juicio que forme Quien mis versos no lea Porque gqué ha de juzgar quien no me vea? UW. A las bodas de 1a infanta de Fspatta dota Marta ‘Luisa de Borbon con el archidugue de Austria Pedro Leopoldo. Ven, Himeneo casto, Hijo de Urania bello, Que al talamo las virgenes conduces. ‘en con lijero paso, Suelto el rubio cabello Con Ia antoreba nupcial que arroja laces ; ¥ cuando el aire cruces,, Por toda su distancia ree la fragancia Del cinamomo indiano: de esto sea La esplendorosa tea. ‘Ven , joh mancebo alado! De rosas coronado Y de violetas , Hor de los amantes, Y vengan los cupidos Con cltaras sonantes , En coros divididor, Cantando alegres himoos y canciones, En alabanza justa De la funcion augusta fe hoy celebrarse veo. fen, Himeneo, ven. Ven, Himeneo. Ven, y trayendo el velo delicado Para la iigeva esposa , Gon grata melodi Y voces de slegela Todo resuene el arteson dorado. OBRAS DE MORATIN (p. mco.as). Jamés 4 tan hermosa Deidad en dulce ardor has ifamado, Y como linda, honesta, Al talamo dispuesta De Leopoldo dichoso , ‘Que ni el blason que hereda glorioso De la ilustre Alemania Y belicosa Hungria, Precia en mas que la mano de Maria, Las ninfas del Sebeto cristalino Con acento divino Cantan, ebmo la vieron En cuna de marfil que ellas mecicron , Y eémo la enseiaron Las primeras razones que escucharon Pronunciar dulcemente Gon labio balbacie los juegos puerile De sus bello abiles; Hasta que el cielo decrets que vaya A la espafiola playa, Dando paso oportuno Los ceriileos estanques de Neptuno. De nayades un coro, Palsando con el plectro cuerdas de oro, En las orillas dlel Danubio amenas Jue mueve entre metales sus arenas, Conciertan por las anchas praderias Mil danzas y armontas , Celebrando al esposo; Yat, no'sutriendo 48h pasion reposo, Con ellas alteroando Repite, suspirando En amante deseo : Ven, Himeneo,, ven. Ven, Himeneo. 'No asi las de mi patrio Manzanares , Que en otro tiempo ufano Salpicé el verde !lan0 De perlas que vertia, 7 Las veces que sus mirgenes veia Florecer con la planta De la divna jnfanta, joy, Henas de amargura, Su Tuego importundndola , procura Detener la partida, Diciendo con acento doloroso : «Como la flor que en el verjel umbroso Nace en sitfo ignorado , De espinas guarnecida, Nila toca ef arado, . Ni de planta mortal se ve ofendida ; Gon blanda lluvia crece Yel sol sus frescos tallos reverdece, Los eéfiros la orean , Virgenes y mancebos la desean; Mas ya cortada Pierde el aroma y Ia color preciadi js Son de todos queridas Pero si en las delicias amorosas De nudos conyugales Olvidan los rubores virginales Ni los aplausos af el amor merecen De nifios ni doncellas Esto en vano la dic La llama 4 las onllas Del Istro deleitosas, su semblante han de gozar divino, alll se escucban voces sonorosas Que repiten cantando : ‘«Cual vid desamparada , Tnculta y sola y sin robusto arrimo, Sus estériles ramos dilatando, Inaul rece 4 vive desprecinds io enriquecida de su frato opim ‘Mas si 4 un olmo galin tiende los brazos Yen torno le circunda Con amorosos azo, Bella se torna y prospera y fecunda : AAs{ Ia virgen que los af plerde En soledad esquiva, i fa que gord de su edad verde, dulée union , la gloria fugitiva, 0b, ven, alta princesal! el cielo se interesa dar a la virtud premios debidos: Guando suene agradable 4 tus oidos La risa bulliciosa De un generoso infante, ‘A sus progenitores semejante , Que atbotando algun diay En fiera lid dudosa, tas tides pendoies ¢ augustas y leones, Dard mas timbres a si estipe clara. Astia 3 Castle sarin dendoras Je los teiunfos que Marte le prepara, Siacaudila sus huestes vencedoras-* ‘Mas ya el Héspero viene : Corre, estrella velor, jqué to detiene ? Bajad los pabellones ‘Oh cupidos! y echad los aldabones ‘Alas doracas puertas, Que ya presente veo : instante feliz. Ven, Himeneo, “IIL Al conde de Aranda, capitan general y presidente ide Caatitia Yr Cuando mis versos 4 la edad futura, El tiempo perdonandolos, trasciendan (Que el vero iamortat dura}, 3s gentes entiendan Las alabanzas que me inspira Febo De este Escipion, de este Licurgo nuevo y De admiracion pasmadas darn recorriendo edades pasadas, Con afan, entre muchas, distinguiendo Las prendas que tu mérito engrandecen, Mustre Aranda. Y si al saberlas crecen ‘Mas 6us admiraciones; ‘Varon sablime, esclamarén,, seria ‘Aquel que merecia ‘Tanias aclamaciones, —- bio feliz i edad que ie ba logradoy el mundo aun por eu fama le respeta, fue tan reneradoy e tanto asunto en éi hallé el poeta. No fué , sefior, obsequio reverente, Ni ficcion ingeniosa y elocuente La que ha de hacer durables tus blasones ; Glorias son verdaderas. No las dudeis, naciones , No, clertas fueron, gentes venideras. Callaré tus primer Javentudes , que dieron Claro indicio de tl, cuando supiste En una y otra hazaiia . Las fleras buestes gobernar de Espai Bajando Malia, que temié su estrago Mas que cuando rompié los Alpes friog El heroe de Cartago Y y2 depuestos militares brios A Tos muros que el Vistala corona Paz y amistad llevaste. EI hijo de Fitipo No hallando 4 tu virtad premio que baste, iso cerrado el templo de Belona, 1 cargo alijerar de tanto imperio En que ejercita et mando, De tu sublime rectitud @ando; Y uno y otro hemisferio Te ve de la espatiola mon: Namen justo, benigno y poderoso, Yella por ti feliz, patrocinada De los temidos filos de tu espada. 1a gran Madrid, oraato y slegria Te debe, y paz. Su pueblo nameroso, WW. Adon Ignacio Bernascone, escelente en ta esgi POESIAS. Al ver que riges las soberbias gentes , De y costumbres diferentes , Coo facil sugo, tus aplausos canta, Ya tu noinbre levanta Mooumento inmortal, en donde unidos Coronan tu trofeo : La espada, la balanza , el caduceo. En tu escuela instruidos os alumaos de Marte femplaran con prudencia la arrogancia (Que el valor se deslace en ta iguoranca), siguiendo el catdlico estandarte , Siendo U6 su caudillo esclarecido,” = Sera el nombre temido De la nacion hispana Por cuanto ilustra el sol y el mar rodéa. ya te vid pertinaz peléa Desordenat falanjes poderosas, Y las torres de Almeida en llama ardiendo , Atropellar sus quinas generosas , ‘Yencer terrible, y perdonar venciendo. ‘Otros, al sou de citara save, Los animos feroces ‘Templen con estudiadas armonias : Otros bonor procuren , imitando Bellezas naturales , Dando espiritu al lienzo y piedras frias, 0 velen calculando . Delos astros la maxima distancia 0 del mundo el origen y la infancia : Que reprimir con énimo prudente malicia insolente, Dar justsimas leses la terra, 2 Segura prevenir la guerra, Ocapar envritad ia larga oa, fal le tiene el cielo prometida remido y grato a la nacion que manda), las artes son del grande Aranda, Dicte celeste Musa Moral ficcion y nimero elegante ‘A quien aspire & merecer corona Por alegrar ta multilud confusa Con el eémico verso ; otros, calzando El ceeropio coturn: Suspendan los sentidos en noctarno Especticulo tragico , que inventa Melpémene sangrienta.. (tro repita con acento blando, Entre olorosas flores , EL dulce lamentar de'dos pastores. Otro ensalce los timbres que engrandecen ‘A Hesperia belicosa; ue si tanto merecen, 14a insigne , los esfuerzos mios, ¥ décil 4 mi vor se presta Apolo, Ta bastas 4 mi cltara. Ta solo Seras por mi cantado Con alabanea justa, e ba de trinnfar del tiempo arrebatauio, de la envidia y de Ia parca adusta aves en el viento, olimpica palestra Los duros luchadores , 0 la braveza diestra De los que en voladores Carros, ganaron de laurel corona , Gtacaballeria* Vel e el siciliano suelo cria, V hijo de Latona gu ‘iospirar en mi mayor deseo. lar sera mi empleo, Y joh, corresponda al gran sujeto el canto! Del diestro Bernascone la alta esgrima Y su invencible espada Que el valgo ve can amarillo espanto a Y aquella gallardia, Don que 4 pocos el’cielo igual envia. Marte, dlos de la guerra, En la grama nacido, Si desciende 4 la tierra Cubierto con las armas de Vulcano, ‘Vera de envidia herido Al generoso atleta carpentano Preseatarse en el llano, La diestra armada del terrible acero, Que al revolver Hero, strago anuneia inevitable y muerte, En vano intenta el enemigo fuerte * Por muchas partes acosarle, en vano ; Que por todas le encuentra defendido = La resistencia su valor inflamia, Y triunfos le asegura A Su brazo vencedor, nunca veneido. El rayo por los aires despedido De Jove poderoso, En tempestad oscura , No fué tan espantable, Ni causo aque! asombro pavoroso Que infunde disparada Su ripida y prontisima estocada. CCual hiere desde lo alto El 4guila atrevida ‘Al dragon escamoso, y alza el vuelo; Tal con lijero salto, Al dar la pronia herida Brinca veloz., hallando estrecho él suelo; ue todo se estremece : jebajo de su planta, Y el polvo que con fmpetu levanta En torno le oscurece. Segura es su victoria, Yel aplauso, que en ecos resonantes Leva su nombre al templo de la gloria. Musas, pues no mayores fueron antes Las istmias y neméas, Ni las pitias hazai En el afin circense Dadme coronas de laurel febéas, Con que la frente adorne Al joven matritense , Maravilla y honor de’dos Espaias ; Y estro divino , y niimero sonante , Para que en verso lirico le cante. V. Al infante don Gabriel de Borbon, durante ta guerra de Espaiia con Marruecos. Celestes musas de belleza eterua, Que las altas virtudes Engrandecels con métrica armonia , Datime la que solia : Citara lesbla resonar Alceo, Ola lira dulelsima de Orfeo. Garzon real , con atrevido canto, Leno ya de su espirita, levanto Sobre el circulo azul de las estrellas. El joven Gabriel, & quien las bellas Gracias de nardo'y mirto coronaron Cuando 4 Venus sairaron Dar suspiro doliente y amoroso ; Mientras él, de su afln no euldadoso, Los bosques del Paroaso y la espesura ‘Am6, y sus lauros ¥ su fuente pura. Virtad en él reside generosa’, Que admira el hemisterio. jAlma real, digaisima de imperio! Si cantaré primero la hermosa fez sonrosada, los cabellos de oro, Ovel fulgor de Sus ojos rutilantes® 0 si a gentilera y gallardia, Que Libia con temor esta mirando Mal segura en ss huesasarroganies Y'su eaballerta? Sucnan las trompas y borridos cafiones, Y al viento tremolando ‘Verde pendon, que 4 dura lid esclta, Del duedo de dos mundos El pueblo de Ismael ta satia incita. en tanto que su gente numerosa Lievar intenta 4 desigual batalla, Si acuerda de Gabriel el ardimiento, Duda cobarde en su dorado asiento El fiero Ben Audalla : No mande el padre que sus armas gule, Y el Africa arenosa Reduzca & sujecion y vil tributo, Cuando 4 vencer le envie, Y 4 los muros de Fez y Tarudante Estragos lleve, y escarmiento y luto. ‘Tanto promete en afios juveniles El generoso infante,, Que las prendas unid de sabio y fuerte , Huyendo el ocio y sus deleits vile fanto la patria espera , Yoh clsnes de Helicdnat Mirad cuan digna al namero y al canto 0s da ocasion su mérito sublime ; ue fade ls injarias le redime el tiempo y de la muerte, Y de lauros eternos le corona. Vi. Al capitan general don Pedro Ceballos, por sm gloriosa ‘espedicion d la colonia del Sacramento, ‘Musa , cantemos al varon glorioso , Cuya fatna sonando Viene de las mansiones de occidente : De donde su corriente Vierte el Janeiro , raudo y espumoso. El gran monarea hesperio, Desde el trouo que ocupa, gobernando Al universo que le esta adorando, Miro en otro hemisferio Menospreciar sus heyes , Yala santa amistad con saa dura Rasgar la respetable vestidura; La fe publica hollada Implorar los auxilios de su espada Y Délica justicia; Y Hamando al blason de su milicia: Ye y vence, dijo, al luso fementid Y fué al punto el monarca obedecido. Porque ardiendo el soberbio castellano Con el ansia marcial de la victoria, Ganoso de alta gloria, Su armada enttega al movil Oceano. ‘Corre al mar con presteza EI valor de la hispanica nobleza. {a jurentud del Ebro, que alegre ila sus cuerpos en él Cinca y Segre, Y joh Duero! de tu orilla La flor de los guerreros de Castilla. El ancho Guadiana Y el que en los montes de Segura mana Guadalquivir famoso , Alistaron su pueblo helicoso. Y al escuchar la trompa resonante, La ribera del Jucar abundante, Y [a del Tajo con arenas de oro, Dejan sus hijos (que detiene en tano De anciana madre el loro). Por el puerto de Alcides gaditano. Levan el ancla, y el cation horrendo Con pavoroso estrucndo ‘Anuncia el buen viaje Que Neptuno concede en fle da, de nercidas grata compuita , Nadando alegres por las crespas «las, ‘Va siguiendo a las naves espaiiolas. Ya surcan las mai Del ardiente Bra: Llevando desde Europa La fortuna de Carlos en la po Y ya ocupando la enemiga tier. al lusitano eveierra, Ta suerte que su ¥ista asoiubre OBRAS DE MORATIN (p. sicouas). (Yatiendo po, eféreltos su nombre) | invasor audaz : pues viendo apenas De sus altas almenas Tremolar los pendones de Pelayo, Que listan eruces de oro , Asus genfes anbo mortal desmayo. . Cobarde atandoné la rica presa Y usurpado tesoro La fugitiva bueste portuguesa ; Alas ta dié el temor, mas la seguia + El adalid de Espaiia, Quy el paso la estorbé de la montaia, 4 su patria y su rey did en aquel dia Nuevo renombre y gloria, Coronado del rbot de victoria. ih Carlos! a pax que siempre anhelas No le reduce & deponer la espada Yeris, que ya la América humillada , ‘Tu gran caudillo las hinchadas velas Soltando al viento, el piélago profundo Surea bira vez con resonante proa Hasta el opuesto limite del mundo. Alf tus leyes Hvard triunfante Tos armas y pendones » Sujetando 3 tus pies fieras naciones Con nuevos timbres que la fama cante, EGLOGA A Velasco y Gonzales, famosos expatoles, con motivo de haberse hecho sus efigies en la real academia de San Fernando, por mandado de su Majestad. LUCINDO, CORIDON. fl conrpon. 4.Cémo, Lucindo, tanto bas retardado ‘Ta vuelta’d ta majada, ‘Que aguardandote estoy desesperado? Sin duefio tus terneros, Por las vegas y oteros Descarriados braman, Ynno pude cuidarlos, Porque me dejé Perche encomendadas Las vacas de fa reina, Y estos dias por m{ fueron sacadas De los hondos calderos las mantecas, Y en las molduras huecas Sus lises estampadas, Y 4 la corte enviadas. Donde tanto estuvistes divertido, fue te has mas de To justo detenido? Lvcanvo, Ay, Coridon amigo! si ta vieras Lo que yo he visto, mas te detuvieras; ¥ acaso, tu redil abandonado, Trocaraé el cayado Por cinceles sonoros, Por compases, buriles y pinceles, Porque eternizan fieles A los que con primor los ejercitan, Y de la muerte evitan, Como la sabia musa, A cuya vor en valle y monte suena EL verso pastoril con dulce avena. ‘contpox. Ya sé, que 4 t1 en ta margen De Eresnm arrebatado, Te mird el Valsain desmoronadio Manejar los pinceles, Y marmoles herir con los cinecles: Que estas fueron alli tus diversiones Gon la musa alternande, Mientras que tus becerros Gozaron del serdor de aquellos cerros. Lucero. Gierto es, que initar quiso mi rudeza ‘Ala madre comun naturaleza Con liquidos colores ; Diversion, aungue estraia, ‘No ajena i imposible a los pastores. convo! cémo en solver & la cabaia Tanto te has detenido? 4 Y qué viste en la corte suntiiosa ? LUcrDo, Yo, aungue en Mantoa nacido, Por ditatada ausencia rigurosa De verla ful privado, Hasta que quiso el ado Que Ia matrona escelsa y soberana, Semiramis fortisima y robusta, Grande Isabel augusta, Famosa en paz y en guerra, Catdlica Cibeles parmesana, Yimadre de los dioses de la tierra, Dos mundos admitio para mandarlos, Y 4 las plantas ponertos del grau Carlos. Entonces yo, cuidando sus vacadas, Atravesé los puertos eminentes, Dejando atras el monte carpentano; Yen este verde llano Seoté mi rancho, y los demas vaqueros Pararon en cafadas diferentes. Viniéronme 4 este tiempo los primeros Imputsos de ir a ver la patria mia: -Yo te creia ‘Que fuera semejante Anuestra aldea, Aunque un poco mayor, como solemos Comparar con los cliotos Hes taon brn, dete de tos soto. ero esta poblacion, con real grandeaa, Levanto la cabeza om Sobre esotras ciudades, Con mas escesos, mas desigualdades, alamo ve Aranjuez, al cielo osado, bre el tomillo humilde y desmedrado. Es rastico mi acento Para poder contarte su opulento splendor sin igual: sol te digo Con sencillez. de amigo, Que no es indigno astento {Aunque mil rence sa corona encierra) jel monarca mayor que bay en la tierra, Mas lo que arrebat6 la atenclon mia, Fué eleaber que aquel dia Las artes nobles bellas, De la naturaleza imitadoras, Hermanas de la docta poesia, Con honrosa porfia Al mismo original aventajaban: Yo vi como anbelaban Por el premio ofrecido Los jovenes ansiosos , Y +i los primorosos Frutos de sa trabajo esclarecido ‘Que nunes ha de ocultarlos el olvido, La docta arquitectura ‘Nosolo con murallas ‘Nuestro reino asegura: Tambien aqui se emplea, Y trazando soberbios frontisp La gran corte hermosea Con tantos edificios, Que yo para contarlos desaliento. Nite podré pintar aquel portento De la hermosura, admiracion del arte, Aleazar suntuoso Del gran Carlos augusto y poderoso. Campear alll se admira La tirantex vistosa embalaustrada Del gran lienzo que rasga el ventanaje, Allidoude a las hubes su homenaje Levanta sudaz la fabrica tremenda POESIAS. 23 Sobrepufando & algunas; Alli donde deseansa en clea colunas Fortsimas la maquina estupenda. No competiiaentionda Chota de mayoral 6 lavadero De rico ganadero De los de mas copiosa y pingie hacienda, Porque es mucho mas grande, & lo que creo, Que al anayor esquileo Donde vaut al esquilmo tos ganados, Que vaelven repastados jel suelo fertilisimo estremefio: Solamente es menor que su gran duvio, Las otras dos bermanas, Gon no menor esmero, Lo figurado dan por verdadero, Y¥ admirado y celoso, ‘Amigo Coridon, j quién lo creyera! ‘A-mi Dorisa he visto en blanda cera Tan al vivo copiada, Que dude s era propia 6 fgurada aunque no en [a hermosura, Solo la distingui por la blandara, Este arte y la pintura engaiadora En los asuntos dades, Dejaron los sentidos encantados Gon lienzas que el pincel sutil colora. Pero ; quién podra ahora Gontarte los primores que emplearon, Gon que al grande Velasco eternizaron? Yolo he visto pintado y eseulpido Tan bien, que afirmaré que vivo ha sido. Yo vi, yo vi encresparse el mar undoso, A quien turbaba intrépido el reposo Con quillas aceradas Pocok el almirante. Yo vi Albermarle fiero y arrogante Avasallar los muros de ta Habana, De pocos espafioles detendidos. Vi avanzar los ingleses atrevidos, En ser tantos fiados, Jue en vano contra inmensos escuadro.os ‘onaban sobre el Morro cien catiunes. Velasco, el gran Velasco, Conteniendo su ardor esta en ta brecha, Revolviendo la espada portentosa, Gon que A ser vieue mucho mas estrecha, Yen el modelo y tabla primorosa Ta io 60 seach Jue aun juzgué le escucbaba Lo que dicen que dijo en aquel dia: «Nome yercis rendir, fieros brilanos, Por mas que estels ufanos Gon tanta muchedumbre. : No, no ballareis barata la vietoria, jus hoy sera 4 yuesira costa bien comprada; ereis rendir primero Mi vida que mi espada; Mi rey, mi religion, mi patria amada Vera que soy cristiano y caballero, Y todo el mundo entero No bastard a rendir @ mis soldados, Curtidos 4 los bielos y a los soles, Pocos, pero arrestados, Y¥ todos verdaderos espafioles; A quien vereis eon sangre enrojecidos Hechos pedazos, pero no rendidos. » Ast el campeon decia, Y'Albermatle esto dijo, Que allen un lienzo escrito lo tenia: « Ya no es hazafia alguna Vencer la poca y fatigada gente, Que 4 nuestros piés ofrece hoy la forfuna. Aellos, nacion herbica, descendiente Del valeroso Artu Montad ta brecha y coronad el muro, Que solo guarda un mozo temerario, Gerrad sobre él seguro, De que ya no hay defensa en el contrari Nengueros hoy ta afrentarecbida De Almansa y de Bribucga, Las que Italia no niega; 4 OBRAS DE MORATIN (>. nicoLas). La que fué por el orbe tan sabida, Caando con nuestro oprobio ‘Vimos tetiirse en la fatal enpresa Los mares de Tolon con sangre inglesa, or quien se llama el vencedor navarro, Con mengua vuestra y mia, Marques de ta Victoria de aquel dia; 4a que sufrid a cblera anglicana En fa Cartago indiana De aquel espaol fiero, Que aun la envidia le alaba (Gon ‘vergiienza lo digo), el grande Eslaba. ‘anta sangre vertida De estimulo aqui sirva 4 vuestro enojo, Paguen, paguen su arrojo, Por mas que ellos se precien ‘Vanamente de estar toda su vida Acostumbrados 4 vencer los moros, Y 4 luchar cuerpo 4 cuerpo con los toros.» Ast dijo; y los Henzos Gguraban El horroroso estruendo de la guerra : Los tiros se escuchaban, Haciendo estremecer toda la ticrra, Que tembI6 algunas veces. Bicen que eran tos Asperos ingleses, Escogidos losmas determinados, Que en sus selvosos montes, Para el duro ejercicio de la guerra ‘Alimenta Inglaterra ; Pero poco les vale alll susafia, Porque contienden con la flor'de Espaiia. El capitan Velasco generoso La espada esgrime Iutrépido y fogoso, Con asombro ¥ terror del encmigo, De cuyos cuerpos muertos ciega el foso, De su valortestigo. Ninguno aguardar osa Deslambralos la espada ldminosa, Que los deja con fia eastigados ios vuel¥en el rostro amedrentados De tal ferocidad en un mancebo, De Marte envidia, y mas galin que Febo, Honor de {a alta Espai Arde Albermarle en saii Al ver que un hombre solo, Gon valor que fué asonibro en aquel polo, ¥ con temeridad tan importuna, Juiera servir de estorbo a su furtuna. 4 Pocok luego ordena Que con ronea y horrisona armonia Dispare ta espantosa artilleria, Biabolica invencion, que un monte allana, ¥ al punto de la inglesa Capitana, Con espanto y horror de ios trioues, ‘Trond toda una andana de caiiones. El humo y polvo que pintado habia Distinguir me impedia Lo que ver deseaba * Solo vi que legaba La muerte rigurosa Al pecho triunfador del gran Gonzalez: Gonzalez que en la honrosa Faccion no dejé el lado De su caudillo amado, ‘Tremolando de Espaiialos pendones, Guyo valor, del nuevo mundo espanto, Hizo 4 Léndres cubrir de tuto y llanto; Hasta que el pecho abierto En tierra cayo muerto, Vertiendo ef alma por'la herida fiera, Sirviéndole de tumba su bandera. El defensor det Morro La eabeza en dos partes separada, Con tin lienzo apretada, No se quiere rendir 4 quien te ruega. Por tres veces iutrépido se Nega, Y arroja las banderas anglicanas, Las pisa, y enarbola La bandera espatiola Gonzalez tendid s las auras vanas; ‘envidioso Velasco de su sucrte, Se abalauza a encontrar la bermesa muerte, Que hallé en la maltitad de los britanos. {Oh dichosas bispanos! 4j algo pueden mis versos, del olvido Sera vuestro gran nombre redimido, Obedeciendo a Carlos, ‘Aunque al son de zampoia, Con tan sonora vor, que tenga Homero La ventaja no mas de ser primero, Ob Carlos! que 4 mi pecho fatigado bas nuevo altento babléndote nombrado! Tiel mérito premiaste; De tu piedad mi musa a adivioado, Que, ples el premio al mério acomplia, Yuelve cl siglo de Augusto 4nuestra Espai Y si de Alcides corono la frente _ La antigiedad, porque limpié el inmundo Establo de Augia, ;cuéntas mas razones Hay para que inmortal ta te corones , Pues bas tu patria ya purificado! Empefio reservado ‘A.tn constancia solo, En vano pretendido 7 De cuantos en tu cetroban precedido. ‘Animo, pues: yo cantaré gustoso 4 la sombra tendido En tu Aranjuez, poblado de frondosos ‘Arboles, que respiran por las bojas No de amor las congojas , Pero si tu gobierno esclarecido 5 Ni tus virtils dard olvidadas, Cuando cante las Indias conguistadas. Tre, Liempo veloz. (Ob insigne Carlos ! ‘TBéritos yo propio he de cantarlos, Yo sere tu poeta : , ; 0h Carlos, gran monarea augusto y pio, ‘bh Carlos, dulce iman del canto mio! compor. Tente, Lucindo, espera: ;4 qué regiones Te remontas de Rebo trasportado? Be qué nuevo faror arebstado a espirita se inflama ? Un pastorcillo, que en menuda grama Se recuesta 4 cantar, no asi debia Prorumpir con osada fantasia En son de guerra, y tanto Que entre fas armas y el horrible estruendo De las trompetas suena ya tu canto. Paréceme, que oyendo tu zampoiia, Escucbo Ia bocina resonante Del ciego esmimo,, que canto inflamado La célera de Aquiles indignado. O pienso oir absorto A.esotro mantuano, Que con favor del grande Octaviano, Dejadas las camenas sicilianas, Canto con voz y espiritu diving Las armas y ef varon que 4 Italia vino. O'escuchar me parece El estruendoso y bélico aparato Con que suena ia trompa de Torcuato. Locino. No, Coridon, te espante, Que yo 4 tu parecer tan alio cante, Que un grande asunto herdico Noes posible cantarse bajamente, Aunque un vaquero hamilde hacerlo intente; ¥ estoy avergoozado, Porque el objeto es mas que lo cantado. CORDON. Pues ya que 1a academia El trabajo tan bien, cual dices, premi Lucindo, 4 los zagales encargauas Dejemos las vacadas, Yamos en su ntimero & alistamo: Para en las nobles artes emplearnos. LectxDo. Dices bien: vamos pues; y 4, famosa Academia feliz, por quien se allana POESIAS. La javented ardiente castellana A desterrar el ocio Gon el sat dsedo, to Que luego sirve al militar empeiio, Perdona la osadia Del que si mas supiera, mas haria Por solo celebrarte. Admite pues los résticos loores, Rasticamente dados Del mayor de tos siempre apasionados, Del menor de los arcades pastores. ELEGIAS. Ala muerte de la serenisima sefiora dota Maria Luisa, rchiduqucea de Austria, hija del yerenisimo duque de "arma. {De cual generacion sera engendrado? qué tigre fierisima de Hireania bra sido en su infancia alimentado? {De cual dragon, de qué leon de Albania, El que no sienta el'corazon rompido Del gran dolor que afige hoy & Alemania? La tierra un mar de légrimas ha sido, Eco triste en los montes no reposa Repitiendo el suceso con gemido. forié Isabel, murié la mas hermosa Beldad feliz, que en sus augustos lares Produjo & Parma Espaia belicosa : La princesa de gracias singulares, La bermosura del orbe idoatrada, ” La ninfa celestial del Manzanares. 4Qaién creyera, que alli la muerte airada Se atreviera 4 dar golpe no debido Con su guadafia trémula aflada? {iDe qué 4 la tiefna infanta le han servido Las Aguilas feroces del imperio, Nide Francia el ejército temido ? itil bas® tibear del cotvero poder tio, que se estiende Ded este hasa cl anirttohemisferio, {0b muerte inexorable! qué te ofende Nuestra vida, el gran bien de los humanos, Que tu envidia usurparnosle pretende? ‘Arrebataste con injustas manos, Y sin tiempo, la for mas delicada , Que prometié 10s frutos mas lozanos, ‘Quedése Eoropa atonita y pasinada Alver tatrieldad, y el caro esposo ‘Liama en vano 2 Ia esposa regalada. Sin alivio, esperanza ni reposo, Inconsolablemente el lecho frio Le es campo de batalla riguroso. El alma exbala en uno y otro tio, Tiende los dulces brazos ensefiados, Y solo halla el lugar triste y vacio. Los mancebos, dcjando otros cuidados, Se conduelen , 6 j6ven, cuando clamas, Y atienden a tu lloro lastimados. Las rubias trenzas (que de amor son llamas) Descompuestas, lord el caso Viena Con los ojos azules de sus damas. Las ninfas del Danubio, y fas det Sena, ellag del Eridano, que vieron Del loco Faeton ta triste escena, ‘Seas de su dolor acerbo dieron Con Hlantos y suspiros encendidos, ue a los montes sin alma enternecieron. Llorad, Venus, llorad ; Horad Cupidos, Y euanto’el orbe tenga mas hermoso Los juvenites rayos estinguidos. Ei micmo dios de Amor triste y loroso , Roto el arco, la aljaba sin provecho, La antorcha sin reflejo luminoso, Hiere con tierna mano el blanco pecho, Moere de enojo, angustia y desvario, Y aun es estremo corto af daiio hecho. 2 ¥ vosotras, 6 ninfas de mirio, Que humildes ta arvultabais en real cuna, Llorando acompafiad el canto mio. Vosotras, que lograsteis la fortuna De oir del tierno labio balbuciente Sa-vor. angelical como ninguna, 4Cuantas veces la did vuestra corriente Conchas, y caracolas, y corales, Que fué su diversion tan inocente ? ‘Yuestras anchas praderas desiguales Yieron srmar sus ojos de atractivo, Que aun tensieron los diosos celestiales.. Aqut empez6 a vibrar el fuego activo De sus divinos ojos, que ya abora De envidia 4 las estrellas son motivo. ‘Aqui cual la Diana cazadora Del Eurota en la margen florecida, 0 del Cintio en la cumbre que el sol dora, Bjercita las danzas divertida, Menospreciando amores y quefellas De mil ninfas y virgenes seguida. Asi con hermosisimas doncellas Estas riberas hizo afortunadas, Causondo admiracion 4 las mas bellas; Y bordando las telas delicad: Gon aguja Sutil pinté Ia historia De su estirpe y empresas sefialadas, Con las alas ahiertas la victoria De laurel coronaba a sus abuelos, De sus soberbios triunfos en memor Pintaba los infieles por los suelos De nuestras armas al rigor llevados, Que ausiliaron tal vez los mismos clelos; Mas ya contra nosotros enojados, Mostraron su rigor severamente, Dejandonos de tanto bien privados. ro si algun remedio se consiente, Solo es pensar que el alto firmamento Por astro la conserva eternamente. ‘yelosirados al regio monumento ferbena, apio, ci 10} publiquen Por illima inéva el sentimiento, Y nuestros votos timidos supliquen, Que el funesto lugar jamas se vea Sin lagrimas, que alli se multipliquen , Y que la ticrra al euerpo leve sea. Ul. Ala muerte de ta reina madre dota Isabel Farnesio. 4Cémo es posible que permita el Hlanto Lugar para la vor? ;Como la pena Podra calmar un poco en tal quebranto® De Lagrimas la Uerra miro liena, Con suspiros y afan se enciende el viento, Quejido roneo en todo el orbe suena. La invicta Espafia con funesto aceato Llorando esti angustiada y dolorida, Rasgado el preciosisimo oruamento, ‘Sin su reina esta ya muy afigida, Y trastornada la diadema augusta De tan grandes imperios guarnecida. De! leon fiero la altiver robusta Yace mus pigs alelargada Coo espantable far, triste y adust ‘La Europa melancolica, enlutad: Tambien llorando, consolaria inte Mas no su afliccion es para aliviada. El padre Tajo , en vista macilenta De sus ojes con darbidas corrientes, Su niuy triste raudal Norando.aumenta; Taray morado y hojas diferentes De negtos olmos eifien su cabeza, Trastornadas las urnas de sus fuentes. {0h Tajo! ; Oh Tajo! {Oh barbara aspereza De tus riberas lébregas, adonde El oro con la arena se tropieza! Funesto buho y cirabo responde Con agiero 4 mi Foz : zen donde, dime, ’ Mi gran reina augustisimna se esconde? {Oh muerte horrenda, dle rigor sublime! OBRAS DE MORATIN (». nicotas). jh inexorable, injusta, temeraria, barbara, indigna, que 4'la vida oprime! ‘iQuéhas becho, tera, 4 nuestro ser contraria, Faria implacable} isabes lo que biscistet De todas tus erveldades la sumaria, GA la escelsa Isabela te atreviste, {a heroina augusta y excelente, ‘Que en campo celestial de luz se'viste? Con esto bas dado muestra solamente De ser rigurosisima tirana, Y de ser tu guadafia omnipotente. El despotismo, que en [a especie humaua Ejerce tu impiedad, yo no crema Que alcanzase & mi'reina soberana. ‘Quién pensara que tanta tirania Se’ pudiera entender con tal persona, Y comquien tal rigor no merecia ? ‘A laallta, 4 la catélica Belona, aun mas que de victorias, con ser tautas, iid de sus virtudes la corona. ‘A aquella herdica, cuyas regias plantas Resaron las mas barbaras naciones En honor de las cruces sacrosantas. ‘Aquella, que de Espaiia los pendones Hizo mil veces t triunfantes, Produciendo ea el orbe 2dmiraciones. Sus hechos con trompetas resonantes Publicara la Fama en todo el mundo, Y atenderin los siglos mas distantes. Cantara Apolo en impetu fecundo Las herdicas magosaimas acciones De su valor y espirita profundo. ‘Ya les falio el asombro 4 las naciones, . Fall6 su reina 4 la triunfante Espafia, Estinguido el mayor de sus blasones.. ‘Te, muerte aleve, con injutahazaia, Manifestaste el impetu inclemente Del birbaro poder de tu guadaiia. {0h muerte inicua! deja que reviente Mi dolor en baldones y en ultrajes Contra tu infame eblera insolente. , jcua, & decir yuelvo! jen qué-parajes to Lerrestre no Hloraron El fanebre rigor de tus carcajes? Del Tajo 1a8 orillas resonaron Gon eco femeail y tierno Horo, Y at6nitas las boridas se pararor Donde entre el agua al mar vaciaun tesoro, Y Ia augusta Lisboa se engrandece, Se.o76 Manto trisisimo y sonoro. 'Y Ia alta Italia, que inmortal florece , {Cuantos suspiros desperdicia al viento! i Ay, cimo sin consuelo se entristece! {Quien bastard 4 contar el triste acento Gon que la ninfa real del Arno llora, Del Arno que resuena en fiel lamento? Niel Sebeto, ni el PO pueden ahora + Contener fos divs pechos varonil. De aumentar su eorriente brillado Pero la suma de tus hechos viles , Mayor que el consentic que a Polizéna Degielle Pirro al timulo de Aquiles, parca horrible, com inmensa pena, De la bija amada, y en Saboya amable, Amortiguar Ia Jaz clara y serena, ‘Cuando no hicieras, muerte detestable, Mas que esta sola infamia, ella bastara ‘A acreditarte infiel y abomiuable. 4 Cuil sera el gran dolor de la hia cara? Dos vidas bellas una nueva impia ‘Amenazando est con ira rara.. Huérfana esta : ya no como solia La escribira escribiendo tiernamente : JAY, qué pesar! Querida madre mia, {Habra acaso furor, para que cuente De aquel dia fatal, triste y horrendo E] liagubre catdstrofe inclemente ? ‘Cuando la imagen de sa horror tremendo Con pavor se presenta & mi memoria, ‘Tiemblo de horror tal cosa reliriendo. impeta se atreve 4 1a alta gloria * De ser cl coronista diguamente ‘De tan funetta y lamentable bistoria ?_ El Aranjuez sagrado y floreciente, Que un tiempo 4 las delicias lisonjero , Hizo que Chlpre y Ménalo se afrente, Con eco dolorido y lastimero, Al valle averno eo quejas semejaba, Y aun le escedié en martirio mas severo. Es fama que la ninfa que se lava Del turbio mar de Antigola en las fuentes, Efitre el musco y verdin lorando estaba. 9 Yafos dl real vere an escclenes, ‘envid sus aguas negras_y sangrientas, O retiré del todo st Somicates Las bovedas fortisimas que asientas Sobre tus muros, inclito palacio, ‘Sonando estan con quejas may violentas. Asi el de Dido, en muy pequeiio espacio , Se anegé en loro, y en clamor confaso, Guando el hijo de Anquises huyé al Lacio. ‘Yel aleszar de Troya, al ver intruso ‘Tanto escandalo, al fio del engaiioso Cerco que el griego ejército le puso; ‘Cuando buyendo Polites presuroso de Aquiles implacable, Al padre anciano acude temeroso : élcon la espada argolic: table En los brazos paternos le degiella, Yeselama ansioso el viejo miserable. Y oyendo su justisima querella, De Hécuba el ruego, el Horo y el regazo, Y los sacros altares atropella. No fué menos critel aqui tu brazo, Pérfida muerte, cuaudo de tal vida Corté tu filo corvo el firme lazo, ‘Si el ser omunipotente y atrevida Quieres que te concedan los bunianos, laz. que mas justa accion tal nombre pida. {Por qué no echas del mundo 4 los tiranos, Que arman soberhios «le traidor acero. Las robadoras execrables manos ? Este si fuera triunfo verdadero, Kimpiar ae Seen palais el mundo, sstaurando el cando, que bubo primero, ‘Mas ; privarle con ceito faribundo De su mas grande bien ! ; Como afrentada Note sumerge el baratro profundot iQué te hizo mi gran reina? , Por qué airada Usaste tal rigor ? ; Qué te ba ofendido ‘Tada Europa, que esta desconsolada? ‘Al monatea espaol te las atrevido : 4No sabes que este golpe le ha tocado, lo mas tierno al corazon le ha herido ? Menos, menos le bubieras perturbado, Si todo un mundo commovide babierss ‘Con inmensas naciones conjurado. Oh la mas r gurosa de las fieras: |Ab, como te arrepientes Lemerosa, te ocullas del Lete en las riberas ! Pero si sorda estus, {como ufrentosa- Mente te nombro, aun para abominarte ? Bate las alas, y huye, negra diosa. Y ti, reina, me vuelso: hoy quiero bablarte La oo pace ‘a, 14 te bas huido , Que nadie se atreviera a molestarte, 4A donde vas? ; Tan mal te benios servido? ; Asi dejas tus hijos y criados En desconsuelo y en eterno olvido ? ‘Ya de madre las nombres regalados En fa boca de Luis no escucharemos, De Luis, el Benjamin de tus cuidados. Ah, qué presentes Leugo los estremos Con «qie’a tW estancia sin entrar miraba! Nosotros consolarle nu podemos, ‘Al rey tristes notictas le anunclaba : Enternecidse el béroe poderoso, Yun mundo y otro atonito tevblaba, Fué aqui hien menester su porteutoso Corazon, *Callare? Decidio, Musas, {Que to es tanto ni allento sonoroso ‘Un mar fué el rio en lagrimas difusas = ‘Tus ietos de pesar se desalaron EI 5 mentables ¥ confusas. POESIAS. ‘Los ojos de ls infante, que ensefiaron ‘A.amar bonestamente, vi lorosos ; Diarios de los nuestrée rerentaroa. aquel Y amorocos, Con que hace en un mirar con sefiorio La deidad del Eridano, dichosos, ‘Templaron el espiritu y el brio, Y asomandose estan Idgrimas bellas, Como en la concha el oriental rocio. La bermosa juventad de tus doncellas, Como las Drias por Orfeo en Hebro, ‘Con sas manos ajaron las estrellas, La ninfa celestial, que yo celebro, Ya po atiende con pirpados enjutos De mi canto amoroso al dulce quiebro. ‘Tus damas, ya arrastrando largos lulos, ‘Los arrogan eu ligrimas batiados ; (ae sos te ton jusisimos tbat, muy fiel escuadron de tus criados Estabamos alli por los rincones Sofolientos, rendidos, trasnochados. Las largas noches, ilenas de aflicciones, Llevabamos 4 bien : ; Oh tiempo breve ! ih si duraras siglos 4 millones! j.Ay, como nos volvimos con pié love in ti divisos, del dolor trasuntos, Coal grey sin'el pastor, que pace nieve! Cuando nos volveremos 4 ver juntos? Sin dada no sera basta aquel gran valle Donde se juzguen vivos y difuntos. Para esto tanto afan? ,¥ que yo calle Sera posible? Que si el cielo puede, No quiere el cielo & mi alma alivio dalle. sspués de tanto afan esto sucede? ste es de nuestros males trabajosos. remio que la suerte nos concede? suando miro tus ricos y preciosos Orpamentos, y albajas celebrad: Que baran 4’ los monareas envidiogos, Las piedras del Mogol tan estimadas, ‘Sin poderme templar digo llorando : 0b dalces prendas por mi mal halladas! 1 Ab infil memoria! Yo me seuerdo cuando angustos piés te las servia : Wor qué ahora no lo estoy ejecutandot i(uién usa de tan grande tirania! pislnos defas, y te vas, Sehora? 'a escuchar 00 te agrada la vor mia. ‘Algua tiempo juzgastela sonora : Yo ful tu cisue: j quién me lo dijera, Que bubiese de cantar tu muerte ahora? Mientras yo lave el thmalo reciente , Durara td memoria en la fe humana. 7 Ab, cémo triste agitero bien patente ‘Ominoso anuncié tambien ruina, Si no fuese liviana nuestra mente! Yo vi setpentear roja culebrina, YY un cometa : grazné con ronco grajo La siniestra corneja en hueca encina, ‘Donde se abrazan en el bondo bajo, Entre ova y limos (trasponiendo Apolo), Las uinfas de Jarama y las del Tajo. Vi, yendo por el bosque triste y solo, gre, fas verdes donceltas levantatian .” - In cristalino y grande mauseolo. ‘No entendi para quién le dedicaban; Solo of con asombro, que Horando Las ninfas en el hondo susurraban. ‘Entonces vi, que una Aguila chillando Deja los tristes pollos con mancillas, Y se remonta al cielo revolando, At6nito con tantas maravillas fede inmovil con buella tembladora , estan en mis mejillas. Divina Elisa : pues el cielo ahora. Te consiente mirar el ancho suelo, Desde Cadiz al Ganjes, y la Aurora; Pues que te es dado interceder que al ctelo Vamos & verte, ruega te veamos, Que es en tal pena el nico constelo, Arboles mustios de marchitos ramos, Fresca ribera, disfana corriente, Grata una y oira & los silvestres gamos; Surtior ronco de marmirea fuente, Bosque opaco, palacio farnesino, ‘Tibre romano, honor de aquella gente, ‘Yosotros, que pasais por el camino, a rer alta pird ~ espantosa, . suspéndete, estranjero peregrin« Gran semideo, alto nfo de la diosa, Carlos augusto, calma en tantas pena, No desmayes 4 Espafia poderosa. Vosotras, Gracias, dadme 4 manos llenas, En cauastillos de purpdreas flores, Mirtos, aromas, lirios y azucena YY ti, ensefiado 4 tragicos amores, Pobre instrumento, queda eternamente Por lo cantado, no'por tus primores , De un fanebre ciprés aqui pendiente: Esta es, sin duda, mi oblacion postrera, HI. A las niftas premiadas por Ia Sociedad econdmicu Eo ago de mil bienes : ; Ob! taladre de Madrid en la distribucion de 1779 (* Mi el corazon, y al panto muera. zy Gontaré tu pledad mas que de padre, Pues tanta fue, que dudo agradecido, Bi canto § mi setiora, 6 4 mi madre, Despaés, augusta reina, que te has ido, No ba visto Espa el rostro 4 a alegria, Tiniebla por el cielo se ha esparcido. Mi citara perdié la melodia, ‘Yaelta en lagabre son, ronco fi acento, Yano puedo cantar como solia. sCuanto mandabas desde aquel asiento? ‘Sacra historia, dime otra semiejante, Veremos si es verdad lo que yo cuento. Qué dira Eresma fet, cuando levante La cabeza en sus urnas recostada, Al verte ast quien te miré trianfante? GEstos dones al Tajo enviar le agrada? {Chantas veces la vi (dirs) vallente , iando al bridon Ia erin rizadat ‘Cool Berecintia con torreada frente, Por Helesponto va en los frigios carros, Yen torne tanto dios su descendiente; Ast desenterrando los guijarros, En la caza la vi ensayar Ia guerra Qae ejercié con alientos tan bizarros, Grande amazona, ormato de esta sierra, Catélica Cibeles parmesana, Ymadre de los dioses de la tierra, Mientras dure la cumbre carpentana, 4Hobeis ya, padres de Ia patria, dado El’premio justo, el galardon debido, Que la virtud y el mérito ban ganado? 4 Haheis ya con preseas distinguido, ¥ Con preciosos dones este coro De virgenes hermosas escogido ® Habeisle honrado con gritar sonoro, Venciendo sus elogios las arenas De! mar que baiia desde el indio al moro? GEstan de joyas y de gozo Ilenas, ‘Como en Elis 10s fuertes luchadores De las pitias y olimpicas faenas? 4Confiesa el mundo ya con mil loores Cémo el brazo espafiol sube igualmente. Rendir monareas, que ejercer primores ? Pues si nadie verdad tan evidente Roy ya disputa , ;oh sacra poesia ! ja del cielo 4'itaminar mi mente, aja, y date tu voz, que este es mi dia, Y si yo no levanto 4 las estrellas ‘A ese hermoso escuadron, lo estrafiaria. Mi verso aspira & celestial por ellas, Taproduciaos ambien come objelo de laleresante curlosidad. Por ellss soy en Maredit (1) némbrado El honesto cantor de las doncellas. '¥ pues 70 falto solo, y escuchado Soy, gremio escelso, y el oido inctinas ‘Aveco que otra vex has celebrado; ‘Repito sus virtades peregrinas , ‘Como cuando 4 la cltara espaiiola Puse aqui cuerdas griegusy latinas, 'Y porque no lo goces, Madrid, sola, Y woele su vitud por do triuufante El pabellon de Carlos se tremola ; ‘La amiga musa en patrio verso cante A despecho de espiritus maligaos , Y de fa envidia, que rabiando aguante. ‘Ya con infiajds que verti benignos ‘Sesgo el zodiaco ifaminando Febo Las doce casas de los doce jippos 2 ‘Después que @ impulsos del honroso cebo, De mano femenil vimos primores , Que estimularon a trabajo nuevo; Cuando la fama en ecos voladores A nuevo empefio & Ia palestra llama ‘Al virgineo escuadron y sus labores; ‘Las nifas espafolas, que la fama A ejemplo, de sus, padres ‘apetecen, Arden en tie! pundonorosa llama. De Minerva al estrépito se ofrecen : Alzé la frente el patrio Manzanares , ‘A guien lirios entre 4lamos guarnecen; ‘vid, ao sin asombros singulares, En sus hijas la célica hermosura, Con sien no es justo, 6 Venus, te compares. ‘Vi6 la gala , el donaire y compostura , cia inimitable que enamora, Yoalina mas que de humana criatura, La pompa y garbo, y la invencion sefiora, E!'modo, el atractivo y cuanto encierra La estrema perfeccion encantadora. 'No creeré que eran ninfas de otra tierra Las que hicleron los dioses animales, Y 4 las diosas con celos cruda guerra ; Sino pacidas junto 4 los umbrales (2) Que el rey Leon de Armenia un tiempo babita Con pozos de agua dulce y pedernales. Donde reina el esmero ¥ esquisita Discrecion y lindeza cortesana, Con fuerza que arrebata ¥ precipita. No bechizos dieron en la edad anclana Las de Tiro y Sidon (3) mas halagiefios , Ni hoy belleza de Persia 6 georgiana. Si esto juzgais de la pasion empetios, Confesadlo, est jeros, abrasados ‘Al volcan de los ojos madriletios. Mas tales dotes, aunque no negados, No admiran tanto al carpentano rio Como el yerlos tan bien aprovechados. Pues sin virtud es todo desvario: ,Ni de qué sirre cuanto acopia el cielo fn los mortales con influjo pio? La virtud, el trabajo y patrio celo worleron has aos fadebates ‘Ala contienda y laborioso duelo. Vinieron de los barrios diferentes De Mantaa, emperatriz de entrambos mundos, Reina augusta y setiora de las gentes. Vinieron con semblantes pudibundos Las que babitan al austro, donde (4) lava - Los piés el agua de arboles fecundos. ‘Ninguna de estas fué del ocio esclava, Y antes que suba 4 la piadosa escuela, Diestra en tejer condones, los acaba. ‘Nilas que miran de justar ta Tela (3) I ey dom Leet meals, (©) Pusra de ia puerta de Segovis, 4 la derecha hoy teatro. dion Joaquin de Perla UBRAS DE MORATIN (o. ricouas). Faltan, ni las que estin éta los juegos (6) De Rulina y Camplilo de Manuela. Desde alli hasta la cuesta de los Ciegos, TB gate () 4 quien deren sons 1a Roda, fogitivos : Las que el cristal del Ave de Maria Beben muy puro en misteriosa (8) fuente , Las de la nueva y vieja Moreria. ‘Tambien vosotras, que el salitre (9) ardiente Yes destilar en el reciente hornillo, Y los bafios (10) de fabrica reciente, De la Huerta del Bayo (11) y del Cerrifio Vienen, y del corral de las Naranjas, Y del moro Atamin (12) y hoy Alamitio. Estas saben tejer flecos y Tranjas , Qbra morisca, y saben que el jurgato, Sago all estuva entre ol arroyo y zanas, i, labrador (13) divino, que has sacado De la Almudena el agua & maravilla, ‘Como el trigo en su cubo reservado arte de tu calle y la Vistilla ‘Nias honestas en virtud iguales, Y de los Torrejones (14) dela Vila. Ni holgaron con el fresco en sus portales Las que de San Cebrian la antigua (18) ermita Buscan en torno, y no hallan las seftales. 'Ni del ciego Alcoran ven la mezquita (16) Que ya apéstol principe melora i del maese (17) Hazan la obra esquisita, ‘Tambien Hegaron 4 la primer hora Las del Cerrilio (18) de ta Cruz, que atruena Con ridicula farsa que desdora. YY de la plazoleta donde suena Solo el nombre del Angel (19), que es segura Menos que aire la fabrica no buen: Las de la fuente (20) que condujo el cura De Colmenar, se offecen placenteras , Y de la calle que por teson dura (2t), Y de la de las Conchas (22) 6 Veneras Con su casa hospital de Peregrinos (25) , Paes no hay vagas hipderitas romeras, El profundo arenal (24), que dié caminos ‘Al agua, y dié llanura, que no habia ‘Tragando en sf los cerros convecinos, ES ya calle que nidias mil envia, Y¥ es casa (25) de doncellas laboriosas La que lo fué de vil manceberta (26). Dos calles (27) remitieron presurosas De sus pueblas las inocenclas , Y tres (28) Cavas sus bijas oficiosss. Yel pretil y escarpadas eminenci Del Castillo (29) y Estudio, porque el moro une eran, (49) Mubo all ermlta del Angel terraplend con lo que desmooiaron de a de + freate 4 tas cove (a3) Calle fueron heehas por (G8) alts, Beja y Ge San Miguel. (20) Donde esta hoy In plaruela de Revequey parroquia de San Nievtay 3) Dine de easa re (6) Marios de waded. POESIAS. Tellamé, 6 Maredi Presentaron sus. niiias con decoro, (Que se admiran de oir en su barriada Cimo retumba el céneavo sonora. Yes que alli la Aleazaba torrea Un tiempo fiué del moro y el eristiano Con minas (30), silos, euevas y escapada , Que duran pesar de? tiempo cano, ¥ cuatro torres (51) en la casa antigua, Obra real 4 estilo castellano. Moslema (52) tuvo habitacion contigua, joastrOloge moro, en Majerito, jos hados futuros averigua. recercas de fuego en tal distrito Al rey (35) hallaron los embajadores Sobre un leon con dinimo iuaudito, Y por el aire y situacion mejores Loego en la torre (54) de Hercules, robusto Palacio deja que el dragon (53) esplores. Y Carlos quinto, emperador La did su nombre, y el que vive, y viva Desde lla manda con imperio justo, con oliva que. Que tnvo Blajerit Con pilas de fogosos pedernales, Viven, dejaron el metal luciente, Ocalle (57) rica, que del trasmierano Herrera ves la segoviana puente. Yrvinieron tambien del altozano, Qt fué campo del rey, hoy su armeria (58), Ydel porton de Balnada (39) afticano. No hs detavo Ja alta valentia Del gran Palacio, ni la nueva (40) puerta De Castilla, sus fuen Niel justo elogio deja La virtad de vosotras, que habitando Junto al pozacho (41), Lrabajais alerta Nila que ve que ya no estan manando Los Caiios dei Peral, antiguamente De Paratlo, queda en ocio blando. Olasque labran junto la eminente Atalaya deshecha, que. su calle Nombran de Espejo (42) equivocadamente. Nid las que aparta el legamoso valle De Leganitos con su alcantarilla (45), Yallana (44), teman que mi verso calle. 0b, monte espeso de la Ursaria villa, Quinta'del rey don Pedro, donde yace (43) Laluzdel eandiejo de Sevilla! Tu gran barriada, que atiadir le place Al segundo Filipo én anchurosas (alles que forma, y mil eruceros hace, Envid nifias honestas y hacendosas, Que acia el artico polo éstin mirando Al dragon enroscado entre las osas Nidejaran mis versos de ir loando Las que, hechas las hazanas de De Maravillas (46) vienen en fi bando. ‘yal profondas minas y eseapee. ema, vatural de Matrid en tiempo de moros. (Bibtioth. Arab + come lo dice Juan de Mena que luego 40 lam de Carlos V, es ta det Aras antiguas de Made fy €8 Gaya de los Consejos estaba Ios baton. Seguvia, mas abajo dela parroquia de Sun Pedr de Moneda ide Nuestra Sefiora de la Caridad, que des mid 4 cofradia do In Paz. dd, eslaba junto Ia calle del Tesoro () Obes suntuosas dal rey CaPlos IIL, puerta de San Vicente , Spada, bos del Espefo Lrganiton ere decir huertax 6 de as huertas, dela ‘Yenwsra Figueroa, gobernador del cou (G) te etconvento real de Santo Domingo, 1 qu (G1) Fl eoavento de San derénimo, que (G9) Plasuel (60) Lon tabricantes de broqueles vivian en tempo de Carin Tt. Y del Barquillo, término (47) que De Viedleareal yo, que sigan due om {0 patria humilde! en tierra fuiste éscasa. ardad, que ya va la musa mia Acelebrar las de fa Red (48), en donde El ganado, en iy tieinpo se vendia. ‘ien silencio arte corresponde Gran (49) calle, anden de Olivo jebuséo, Que hoy tanta regia le esconde. Tos hija legun con fix deseo, Que ven venie al sol del-claro oriente, Las damas de los toros y el paseo. ‘Ningun precepto hara que yo no cuente A las que suben de la Redondilla (80), De mil ninfas verjel antiguamente; en el tiempo que ensanché la villa, Y fund6 e! monasterio (51) edificado Del rio al paso en la juncosa orilla, El Cuarto Enrique en el antiguo Prado Hizo ruar las damas muy galanas, Y alli su caballero amartelado : Ells en potros, y ellas en lozan: Mulas con sus gualdrapas, andariegas, Y con sillas jinetas y rudanas. . ‘Mas aunque’; oh tiempo! todo lo trasiegas, No evitaras por mi ser alabadas Las de otras calles, cuyo autor no nie ‘De Jécome de Trezo (33), y las bai De Juanelo, del de Alba, del Bastero, De las Urosas y las Maldonadas. ‘Muchas vienen tambien del Mentidero (83), De tas Damas (54), plazuela de Moriana, aan Martin, que fué primero. ares de Jénova (85), y la anciana Permision de los Francos, y de oriente La abada horrenda (96), ¢ elefanta indiana, ‘Dan 4 sus calles nombre permanente, Que hoyle afirman las nia sus vecioas, €l de los Octoes (57) juntamente. Y las que llenan alcarrazas finas De agua en Puerta-Cerrada, y de Toledo En la calle, San Juan y Cuatro Esquinas. Suplid, sedores, que olvidar no puedo De Atocha la ancha estrada, y la pequena Calle del Nifio, en que vivid Quevedo (38) ; ‘Ni la oculta plazuela (39), caya lea . Alli trajeron mil carreterias, Como el nombre en la calle nos lo enseiia. Los eomuneros, en turhados dias Por aqui vieron de la villa el foso Gontra la rebelion y tropelias. Después siguiendo el iempo bolicoso El gremio la ocupé de broqueleros (60) : ‘Ya no usamos adorno tan honroso. Las madres, hs babitando en los cruceros, De la Puerta del Sol ven el gentio, Miestnaro. Sap Lule. Llamfbanse red los parajes en que seve fe hlarro, como ea eraunde el Catolico trl ‘evtabs junto alcampillo de Manue bora en poco Ta Lena yealle de Carretas, ‘acalle de tes Carrots wu derribaron en 16 (00) Alfouso 1 gano OBRAS DE MORATIN (p. xicovas). Estruendo y confusion de forasteros, ‘No dejaron criar 4 su albedrio ‘Sas hijas, que en labores divertidas Hoy de aspirar at premio tienen brio. 'No serels en mis versos omitidas Las que de Santa Cruz en clara fuente Lavals manos en lana entrelenida, jubo aqui gran laguna antiguamente De Lujan, del viario aqui fa sudieucia, Hoy la torre oberbia y eminente- alto capitel, y la eminencia Se ven llegar las ninas, sin castigo, ‘Se admira sin los aos fa prudencia, Desde el piadoso (61) albergue del mendigo A\ altillo de Losa (62), y hasta donde ‘Gil Imon (65) de la Mota abrid postigo. Y en fin, la muchedumbre que se esconde Eo esta regia Babilonia bispana "Al superior infu corresponde El blando lino, la preciosa lana, @ al refino Melendez (64) fué tarea, ‘en Segovia amarro (83) la flota indiana ; La hebra que al espadar mas hermosea Dada al desgargolar de los viclosos Cafiamares, que huelen a ajédrea ; Fueron los materiales : con ansiosos Impulsos una y otra lo arrebata, Pone el copo con actos bullicioxos. La sefia espera & su deseo grata, Y en sendos tornos, que en la sala habia E} impetu de todas se desata. ‘Allf ge ve el afan y la porfia La noble emulacion, y volteando Los rodetes sonar con armonta, La mano, el pié, la vista, et dedo blando, El brazo, ei pecho casto y anbelante, Sin tregua ni descanso trabajando , Cual enjambre de abejas susurrante oe en la fuente (60) Locara Alas riberae 1 Arlas (67) liba el toronjil fragante. ‘No hay doncella laconia @ quien pudieras Comparar su virtud, bilando lana, Que en parpura dos veces la tiieras, : ‘Ast serian en la edad anciana Del buen Garcian (68) Ramirez ambas hijas, ‘Que amparé la de Atocha soberana, Ellas insisten al trabajo jas Con teson incansable porfiado, ‘Acusando las horas de prolijas. en al brazo espafiol ha sindlcado De lento, admire y su opinion desmienta, O'8 ota cana to acague, st ha acertado : 1¢ ya mi tropa femenil contenta Dio fb la carrera comenzada, E jotrépida, aunque bonesta, se presenta. De amantes curadores escolta Viene con su labor por ia corona Tan dignamente en tal edad ganada. ‘De la ancha plaza el término abaudona, De dotia Nacla el Pozo (09) atras dejando, ‘Que de Isidro los méritos pregona. El gremio vinginal camiaa eatrando Ya por la puerta de Guadalfajara Pordoentré Alfonso (70) 4hollar elmoro bando. 'No fué mayor Ia grita y algazara, Cuando 4 su rey sirviendo generoso, Entré & alzar el pendon en'su almenara, Y 4 ser primer aleaide (71) valeroso Con Babieea y Tizona relumbrante odrigo de Viva el victorioto, La hermosura pueril sigue adelante, La preciosa arte de la plateria La rinde al paso e! oro y el diamante. ‘Llegan al utrio, en que (72) se reazia El reino en cortes, y se amenazaba Al birbaro poder de Andaluei ‘Torre (73) que vid la majestad esclava Dejan, {0 patria! y suben al asieato Donde el coneurso amplisimo esperaba. Osténtase el maguilico aposento En el Aleizar (74) de Madnd la Ursaria, Que terrones (78) de faego es st cimiento. La arquiteetura y compostura varia, Y el real follaje del dosel augusto Del que es noche y aurora tributaria; ‘Todo respira amor, respeto justo: ul esta el patriotismo entronizado Sobre el ocio vilisimo y adusto. ‘Agu eotin las virtudes, el sagrado ‘Templo aqui tienen, y 1a envidia calle, De proceres insignes frecuentado. La Musa el nombre en claro verso entalle Del (76) que dirige en la primera silla Con guinaldas de linios de gu valle: Del pretor (77) justo de la imperial vil Del pontifice (78) ilustre toledano, Yel gran (7) jurisconsulto de Castila. ‘Todos admiran de la tierna mano Primores increibles, todos sienten ‘Que es corto premio aun el tesoro indiano. Ellas que el ocio é interés desmienten, Solo de honor el noble pecho leno, Ni otra palabra articular consienten. ‘Aqui Ia aclamacion, roto ya el freno, Retumb6 por las bovedas zimbando, Yel ruido estiende 4 imitacion del traeno. Sies licito decitlo, como cuando AAl prado baja la divina Luisa (80) on las praia en taro rovlando el pueblo denso con amante prisa Corres nil gran tropel de los ardieates Cabatios rompe la lealtad sumisa. ‘Alzan alegre voz todas las gentes, Las subterraneas minas escacharon, Los ecos de clarines diferentes. ‘Timbates + plateles resonaron De misica al Inanesa, que en Sicilia Los valientes (81) de Alcdntara ganaron. Que asi aplaude la hispanica familia ‘A su princesa, que con real bellera Los animos dé todos se concilia. Y ella en carroza de oriental riqueza Ya estimando finezas tan estraias Con tanta majestad,y tal grandera, ‘Cuanta infunde esperar de sus entrafias Un magaffico principe heredero De dos mundos, dos Indias, dos Espafias. ‘No es menor el aplauso verdadero De la sociedad regia, que ha amparado El que fué entre los Carlos el tercero. spStete Setor! bablendo pronunciado Portentoso nombre, gquién pudiera Roser de humilde amot arrebatado? El respeto perdone : la alta esfera (1 BI cid tas fia aaria Laine, m a iv, In cual por ‘mera Jntracton Tecibidn en Paras av grenes entre ts eapatae sopularidad que desgraciadamente perdid reeimieaio de cibalerie POESIAS. Resuena con aplausos repetidos Del pueblo que por namen os venera. El Dios de los ejéreitos, erecidos Premios dé al celo y religion constante, mente por ella merecidos. Eche su bendicion, que al reo espante Sobre tuestras fortisimas legiones, Y poderosa armada fuiminante , 6 ninfas inocentes, oblaciones Al cielo dirigid, por quien merece Ser duefo universal de las naciones. Agradecedle el premio que os Ya veis lo que es virtud, y su alto vuelo Hasta donde arrebata y engrandece. Ya veis : por ella elogia a vuestro anhelo : Sin ella, ,ewindo fuerais en tal dia Con versos levantadas hasta el ciclo? No desmayeis, que ya la musa mia Dulees epitalamios os empieza, Sino el valor y De yuestro pensamiento generos Yeuestra edueacion irreprebensibie Dichoso el tiempo que aplicais, dichoso Al que le deis la Con el nombre amantisimo de esposo. Mayor felicidad al reino hispano Dara vuestra labor, que la que pende De Ia instabilidad del Oceano (82) Y pues la patria 4 yuestro pr ‘Trabajad, levantando al alto Saplica humilde, que los aires redid que de esta patria el Se logre pronto, y que con pompa altiva La paz afirme por el ancho suelo, Sas armas triunfen, y que Carlos viva, SATIRAS. Satirica la Musa castellana, Altiempo que riéndose Ia Aurora El oriente pinto, con oro y grana, Se me ofrecié & la mente : & aquella hora Bajaba 4 los antipodas huyendo La noche de pesares causadora. Entonces en el lecho revolviendo El cuerpo, de estar quieto ya A-sueiio mas gustoso me encor Porque el sentido apenas erah: Fué en dulees suspensiones de Morfeo, La musa imaging ver 4 mi lado. Era la bella ninfa, & lo que creo, Tan estrafio portento de hermosurs, Que aun no fa furgé tanto mi deseo, De sus eandidos miembros Ia blancura, La riqueza pomposa del vestido Bizarro, con airosa compostura, Me dejaron del todo persuadido, 10 e8 tosea la sitira, ui fea i su inflajo 4 buen fin va dirigido La mirra de Ceilan, ¥ la orontéa Sas dorados cabell ban, Que presumen vencer la luz febéa; Por la espalda bri Gon alarde hermosisimo y prolijo, tociedades Ilan bre Ia base eb qu fundd en Vergara la vascongada en el aao de 1705 “de los primeros socios de Ta ds Madrid, contribusendo otros trabajon de no love a vida) Yel cuello ebdmneo de oro perfilaban. ‘Al fin en mi poniendo el rostro fjo, Vor sonora, duleisima y divina, Por boca de coral sacé, y me di Pues j.cémo tu pereza ast imagina Cehiirte del laurel gioriosamente, ‘Que 4 tus sienes ef cielo le destina? “No el premio se consigue ociosamente, Ni Apolo con el Arbol ha adornado De Dafne inflel 1a no cansada frente. El furor que en tu pecho ha derramado Fué para que sollcito en su enmienda Fuese al mundo por ti comunicado. Y asi de otra manera nadie entienda , astento ha de lograr en el Parnaso, ‘mas que con dineros lo pretend dadiva del cielo no fué acaso; Y pues fecundidad te ha coucedido De nimen, aunque humilde, nada escaso, ‘Tyaliento vuete ya mas atrevido , Y 4 fu patria, del vicio inflel morada, Amedrenta con cinico ladrido. Pues no basté la comica joraada, Niel calzarte el coturno sofocléo, Para que la virtud fuese estimada. Ejecuta los fueros de tu empleo, Pinta de la maldad, que la sujeta, Lo infame, lo ridiculo y lo feo. Que estas son del dignisimo poeta Justas ocupaciones, y su verso Reduce la repablica & Solo para ensefiar al universo Con dulzura, a él el cielo osha enviado, Terror del ignorante y el perverso. pai tomas contro ci er ono; ‘yo en nombre sayo te aseguro {La noble proteccion del magisindo, ‘Yuelvo los ojos, vuelve al patrio muro, Yerisle en mil errores sumergido, De los cuales sacarle yo procuro. iNo adviertes entre el trafago y ruido, (Qos hspana metrépol slborote, noble y el plebeyo confundido ? No ves que la verdad esta remota, Porque de tus pateicios la enajena La envidia que veneno infernal brota? WNo adviertes cémo audaz se desenfrena La juventud de Espatia corrompida De Calderon por la fecunda vena? 4No ves 4 la virtud siempre oprimida Por su musa en el cOmico teatro, Y la mafdad premiada y aplaudida, Y desde el Tajo aurifero hasta el Batro, Esta vuestra nacion desestimada, Porque ast lo quisieron tres 6 cuatro? “No ves el arte comicaj ‘Y Si a accion empieza en 8 En Lima 6 en Jetafe es acabada? iNo ves, no ves salir de las cortinas ‘Cosas que’ni en el mando ban sucedido, Ni pueden, si con juicio lo examinas? {No ves cuil ignorancia ba ya cundido, Y que con desvergienza ya penetra ‘Aun lo mas reservado y escondido? iNo ves que el no saber, ni aun una letra, En tas damas es hoy lo qué mantiene aire y presuncion de petimetra, ‘¥en sa courersacion 4 caento viene Solo el corsé, la bata 6 la basquifia, Que la amiga prestada 6 propia tiene? No ves que no bay quien su desorden rif, Por no desazonar, como ellos dicen , Los chistosos gracejos de la nitia? ‘Que aguantan que su cuerpo martiricen La‘cotilla, ef zapato, el sofocante, Hasta que de apretados se destricen? ‘No ves que el que se precia de su amante Por méritos atega monerias, Para que en sus favores adelante ® pbscttlen en sosplros & Mactan, lacen vil profesion de lisonjeros, Yas pasat las noches y lon dias, OBRAS DE MORATIN (p. moras). aquellos que se precian de mas Geros Y valientes, pretenden por vilezas El titulo de fuertes y guerreros. ‘Vilmente encenagailos en torpezas reeuentan las zaundas, que oyen solo Sacrilegios , blasfemias arezas, No solicitan ver el otro polo, Ni del indio los elimas apartatos Debajo de los tropicos de Apolo, ‘Ni tampoco 4 los libros dedicados Buscan la heroicidad que las historias Pablican del valor de sus pasados. Pues siendo estas verdates tan notorias, Elestenderlas ,e6mo no a tu verso Dara contra los pérlidos victorias? ‘Verase avergonzar todo perverso Al escuchar patentes sus maldailes Por tu nimen en todo el universo. Estas son propiamente heroicidades : Rendir los indomables corazones, Como rendir batallas y ciudades. ‘No te escuses con timidas razones, ‘bven incauto, que si me obedeces Haré que con laureles te corone: Ast dijo ia Masa: yo mil ece La quisé replicar : pero escondi Del suedo en las fingidas lobregueces. Y viendo que no es facil que yo ose Resistirla, 4 su mando me someto : Satirico mi nimen inlamése ‘Contra el viclo; mas no contra el sujeto. En este siglo, Fabio, imagi Hallar el lustre y esplendor antiguo, Que en los doctos varones admirabas ? {Juzgabas que tuviesen ahora abrigo Las obras de los inelitos autore Que celebraste alguna vez conmigo? De todas clencias sabios profesores. Lograron suspender el universo, Desde el pastor idiota a los doctores. ‘Ahora esta, Fabio, todo tan diverso, {Que solo por ser bueno dessgrada rosa elegante 4 sentencioso verso. Disputa el labrador sobre la armada ; Jazga el soldado, porque fué su vida Solo en vender cigarros empleada , Que puede gobernar la esclarecida Ibera monarquia, que ha dejado El cielo al grande Carlos sometida. El mereader, queesta desocupado, Desde su mostrador con magisterio El consejo gobierna y cl estado ; one severa ley al ministerio, Y trata con despego y sin caricia A los hombres mas grandes del imperi Todo es, Fabio , soberbia é imperici Nadie quiere bajarse & aquel que sab Que to tiene por mengua su matic Reina en el siglo mas maldad, si cabe, Que llord Roma en tiempo del lascivo, DignoWe que la fama no le alabe. ‘A todo 1a ignoranela da motivo, YA aquel que entre unos y otros mas dispula, Le jazgan digno del laurel y olivo, ‘Aplauden la comedia disoluta, Que mas se estiende en aprobar el vicio, Y hace amable la vida resoluta. * Mas la que enlaza el ebmico attificio, Y aplaude las virtudes, reprendiendo Log perro. que noe siren de prjuicio: En que castiga al aspero y horrendo ‘Traidor, 6 al alevoso fementido, Con suplicio critel eu error tremendo; O vitupera al falso y atrevido Amante engafiador,, y premia en ella ‘Al virttioso, al cuerdo y comedido: No solo n9 se admite, se atropelia, Se desprecia, se infama, y aun acaso Contra el autor'se forma una querelta. 10h triste! ;Oh triste, 6 lamentable caso, (Que 4 la virtod triunfante y gloriosa, La ban de cerrar en toda parte el paso! ,Qué mas imaginara la ambiciosa Libertad de Aristipo, que fundaba En deleites la gloria venturosa? {Qué mas se vid en el tiempo que reinaba La barbaridad fiera, que el pagano Pueblo gentil feroz representaba? Daba muerte eritel violenta mano ‘Al que supone con accion fingida Ser él el delincuente 6 el tirano. ‘No hay tan flera maldad, ni aborrecida, ‘causase horror, y vivamente jird en el teatro repetida. ‘Teatro fué de vicios claramente, Y.se gloriaban todos, y goz0s0s Del peligro se holgaban inminente. 'No se ven ya delitos tan odiosos En las tablas, veridicos, ni horribles, Espectaculos torpes, sanguinosos. ‘se ven premiadas insufri ‘Maldades, latrocinios y horrorosas Acciones, dignas de un furor terrible. Pintanse en ellas con las primorosas, Frases que Demostenes ha ignorado , Falsas las virludes mas Con retéricas voces es Disimulan el victo apetecido, 'Y hacen amable aun el mayor pecado : Lo doran con tan vivo colorido, Que pervierten sus voces la honesta Doncell al mancebo inadvertido. ‘Mas ; qué admira maldad tan manifiest: Si en Espafia no tienen mayor arte, Qie Ia imaginacion mas descompuestat ‘rima los preceptos 4 una parte ien pretende escribir una comedia, tres joroadas 6 actos la reparte. Finge ser el principio en Nicomedia; Y acabando el suceso en Barcelona , En Filipinas 6 en Tetuan la media. Una fabula inventa fanfarrona, En que agradando al piblico profano, ‘La moral instruccion y arte abandona. Hace al galan soberbio ¢ inhumano, Sofistico, embustero, jurador, falso 6 liviano, No le falta un amigo y compaiiero, Que agregados los dos, 4 cuchilladas, Se burlan del alcalde mas severo; Persiguen las doncellas y casadas Con escandalo horrible, profanando Las casas mas honestas y guardadas. Pone un tercero y cuarto de otro bando, ‘Opuestos los dos antecedentes, Con quien se andan continuo acuchillando. El barba es de los viejos mas valientes, En las leyes del duclo ejercitado, Ejemplo de los hombres imprudentes. ‘En lugar de ser cuerdo, es arriscado, Qos ensea log monuelos con afrenta, ‘o la virtud, el duelo endemoniado. Bajo un honesto velo representa na dama gallarda y soberana, Que hasta del amor casto vive exenta; 'Y luego se descubre mas profana, Mas desenvuelta y mas provocadora Que la lasciva emperatriz romana; Mas que la incasta reedificadora De los muros de Tebas, y que aquellas ‘Rameras torpes Lamia, Tais 5 Fi {Qué honesto ejemplo para las doncellas, Que déciles é ineautas asistiendo, Les dan motivo de seguir sus huellas! i Qué consejos les da el estar oyendo Premiados como gracia esclarecida ‘Su desenvuelto proceder horrendo ! ‘Ve alli la libertad apetecida Ia mas honesta dama y-recatada , Y aplaudirse la infame y libre vida. La autoridad paterna despre Y sacar 4 pesar de sus parient La dama de la casa mas guardada. Los papeles, | Los eriados, amigos, | Las viejas ale: Ocultar en la cas Y perdiendo el decoro y el recato, Hacerles mil carifios lisonjeros. Alli se aprende el licenicioso trato , La vanidad, soberbia escandalosa, Yel horrible y fantastico aparato Paes jqué diras, si notas la furiosa Dara imaginacion disparatada Falsa, ademas de ser tan perniciosa’ No aparente verds Veras, ni una acci Que eo un lugar y nbres popul ‘Se mezelan con las nnestras. mas modernas, Nas estimadas, enanto mas valgares, Los que al principio son personas tiernas, En el medio son jovenes crecidos, Yal fin (por vejex ya) tiemblan las piernas. En distintos lugares divididos Se hablan dos personajes claramente, Gaal si estuvi tun euarto unidos. in aeayo veris ser muy prudente, Veras ser imprud Y aprender los mancebos las maldades le los que ser debieran sus espejos. Infinitas veras impropiedade jeer de hombres . y los hombres mil deformidades, jai que los desprecia, 10: ho te asombres, nas se apreci comprelicude Seaplanden mas que el vidrio de Veneers Nibasta al necio vei que no lo entic mesurado : otr0s ¥ Taciencia mas que a mi se esticude, Perciben del concepto las razoues, Sio conocer que es falta de doctrina No saber concordar las ora ‘Alo que el poetastro mas se inclina , Y toma por preciso y fijo norte (Porque que somos todos im Como una labradora de vil porte, Que se admira de ver con plata y oro Las galas de las damas de la eorte ), Es 4 llenar de miquinas el foro, Y en lucido teatro suntiioso, Mostrar de las tramoyas el decoro. Es su cuidado hacerle asi vistoso, Y el ignorante juzga primor suyo Lo que 4 otro le ha quitado su reposo, Mas vale, Fabio amigo, un verso tuyo, Que habla én claro lenguaje castellano, ‘Que cuanto en estos con razon arguyo. Y asi no olvides, no, no dés de mano Tu niimenshechicero, que enajena A quien oye ta plectro soberano, Maciéndofe olvidar la propia p UL No eallo, aunque me estés amenazanlo; Ya que he empezado, proseguirlo quicro, Porque por escribir éstos rabiando. ES ser uno holgazin 6 majadero No escribir hoy cuando hay tantos autores Que les falta impresor, venta y librer Con earteles pequefios y mayores En postes, en escinas ¥ coluns Toxo u. POESIAS. Entretienen las horas tos lectores. Por fachadas, ya breves, ya importunas , Con obras y volimenes couvidan , Buenas y nialas, y medianas uoas. Sin que varios veasos se lo impidan Alguno picusa, y picusa bien a veces. Pues logra que Sus nimeros se pidan. ‘A otro rompiendo cinchas y jaeces, Balija y postillones semanarios, Desde Londres despachan sus Maximas bellas, con arb Le remiten de Europa los correos , Que le traen desde Estranja los Prométase ya el ristico trofeos, Si no ama, no desprecie la estafeta, Que a lo menos son nobles sus deseos. Uso metido a huron todo interpreta, Otro quitar abusos determina , Y otro, amigo del piblico, se’afecta. Hay ueu observa, y bay quien adivinay Y otro escribe al cortejo el catecismo Con sal, con gracia delicada y fina, Sale el montante por el tiempo mismo, Miscelaneas politicas instables Porque luego padecen parasisiio. igi Maximas religiosas y loables ‘Nos da la pensadora Gaditana , Andnimia con faldas respetables. Uno 4 escribir sin titulo se allana, Otro sueia, a Feijéo comenta alguno, Y va todo a parar a la aduana. El hablador discreto, no importuno, Dio cimicnto y materia'a este euificio Entre los literatos‘cual niuguno. Pues siendo el escribir ya casi oficio, jPor qué no poilré yo como cualquiera ‘Dar de mi suliciencia algun indiclo? Porque si un poco alsbancioso fuera, Mis actos positivos mostraria , Como dicen los hombres de carrera. ‘Antes de verte, 6 sacra poesia, La férula sufri, y'4 Quintiliano, Demostenes y ilio vi algun dia. El rapido Jalon bilbilitano, Con el Jiloca, de Marcial espejo, Filésofo me vid, malo 6 mediano. A Aristételes vi con sobrecejo, Por ser en lo moderno la gran moda, Aunque no lo merece el pobre viejo. Pues ni Descartes,.ni la turba toda De alumnos hacen mas que solamente Madar nombres, sezun les acomoda. Pero es lo cierto, amigo, que se miente Sin limite, y que solo hemos ballado De alguna cosa luz escasamente. Anadase, que ya me be electrizado, Y¥ que vi 4 un ratgncillo, cuya vida ‘La maquina neumatica ha cbupado. Por tubos de larguisima medida Los atoinos he visto desiguales, Con que es la aguja del iman traida. ‘Hasta el instinto via los animale: Y si un dedo es mas largo el telescopio, Quizas viera las almas racionales. ‘Vi un cuerpo evaporar del modo propio, Y algun otro secreto 39, escudrifio, Comv aquel de las tubas de Falopio. Yi la lustituta, siendo casi niiio, Y of leyes de Pincia en el Liceo, Esplicando en la eatedra Patio, ues aunque es evidente que poseo ‘Tanta ciencia como hombre acaudalado, 0 como cualquier mulo de acarreo; No obstante, es uuo siempre respetado, Pues le juzgan un Séneca fumoso ‘Con estos perendengues adornado. 'Y no jusgues que tanto vanidoso Con relacion de méritos impresa, Gon grados, y tabaco fastidioso , Es segundo Cnsostomo por esa Sola razon ; pues no hay que dar fe algun ‘A lo que 4 un escribano le interesa. 3 OBRAS DE MORATIN (0. couas ). Si medito estas cosas una & una, Marcuit en malfines y bardajes Por qué no he de dar yo mi arremetida Abrié franca la entrada & las naciones. Xiprovar con los otros an fortuna? Las modas volanderas de los trajes, it casa A nadie le es mas eonocida Tracral cuello un patrimonio entero, Que 4 mi de Cohadonga tas montaiias, Yen el dedo esmeraldas y balajes; " Donde fué la morisma rebatida. Y¥ que este sin pagar ¢l covineroy La historia sé muy bien de las Espafias, Rabiando el mercader, desesperado Y tambien los apocrifos autores, Con cucatas atrasadas el platero : Que lo fueron de enredos y patrahas Esto sulo es ser noble y ser honrado, Pero ns estan de suerte los humores , Hacer que de las tramp3s el importe Que pueda prometerme algun aprecio , Al principal esceda del estado. Si me remonto a empresas superiores Jué cusa es ver andar por esa corte Porque iqué hombre de bien, aunque mos necio Vago un robusto y aspero mauchego, Si escribe, no hara satiras ahora, Verdiendo medias sin destino & norte, Persiguienilo 4 lus vicios con desprecio? Gritar su horecuda vor ants y espliego, Pues ,cudndo la cosecha daitadora A pesar del fusil y su libranza, De este wénero fué tan ahundante Y cantar malas coplas tanto ciego! ue el cuerdo Hora? estado la tardanza Como Ia de esta edad , 4Quién sufrira ver ir'tan relambrante ‘Mecanica de wil olicislillos, ‘Lleno del barrigon «le Gelestino, ‘Que st presumen dignos de alabanza? Su forlon, que a cubrirle aun no es bastante? eis ahos escolar de canastillos Yo bien me acuerdo cuando a Madrid vino Esti aprendiendo 4 hacerlos Epitaci YVestido de sayal, acompaiiado Y otro tanto el que amuela los cuchillon. Con los mozos que pesan el tocino Si vilmente no fuersn tan despacio, ‘Canales en mi casa ha destazado, De artifices la corte abundaria, Yy8 cuando me ve, si es que me mira, Y holgaran las solanas de palacio. Aun nome corresponde saludado. La dama que al galan eutrado habia, 4A quién no ha de encender en mortai ira Si el marido impensadamente llega, Tal caterva de eriticos , que al templo Laalborotada sangre se le enfria; De Ia sapiencia impunemente tira? Y toda de pavor trémula y ciega Con indiguada admiracion contemplo Altierno y perfumado caballero Tanto herit y ensefiar con su-censura, Va corriendo , y le esconde en la Y griega : Y no dar wna muestra para ejemplo. El eritico pedante y palabrero, Soy In mas desgraciada criatura Que censure sin jugo ni sustancia, jue se halla desde Antartico 4 Calisto, Preciado de farsante y vocinglero menos de los erilicos scgura. - De los hombres en fin la estravagancia, Yo estuviera de todos muy bien quisto, La diversion, los gustos, el halago, ‘Si solamente criticado bubiera , ‘Los vicios, el temor y la ignorancia, Y mis dramas ninguno bubiese visto. Y A tode cuanto bicieren daré el pa Lo que hacen estos guapos , yo lo hiclera, Pues todas sus ridiculas acciones Tirar sobre seguro , sin recelo Seran de mis librillos el fatrago. De que nadie a mis obras rebatiera. ‘Mas ya advierto, que rigido te pones, Muchos me encaramaran hasta el cielo, Descontiando ta de mi talento, Como hacen con otros eriticones E jntentas disuadirme con razones : ‘Que tracn 4 Calderon al redbpel "Que para la alta hazafa que yo intenta, Pero sin atender 4 mis razones, Dices no bastaran mis fuerzas Solas, Al instante que ves que yo censuro, ‘Ni aunque me acompadiaran otros ciento ; Eas gafis, 6 causidico , te pones : Las satiricas musas espaiiol: Y en lugar de mirar io que procure De Rodrigo de Cota y Castillejo, Decir cuando al teatro desengaiio, Y¥ de los dos hermanas Argensolas, His esernas eonvoeas 4 conjuro. Aliades, que con fiero snbrecejo Yen hallando un defecto (no lo estraiio, Los vivios atacaron tan dichosas Que yo niinca neyué que soy falible, Que no merezco entrar en su cotejo, Espuesto 4 la ignorancia y al engufio), ‘on algazara y jubilo terrihle Muestras a tus amigos y eriados Canta NY que ocupado cu mas utiles cosas, Mas dignamente el tiempo gastaria, id nuestras armas vicloriosn Los errores del critico inflexible, Que al campeon de Vivar cantar podia , 10h muchas veces bienaventurados © anuestro Euéas el feroz Pelayo, Los que disparais tiros @ metralla , Que funds la espatiola monarquia, Detras de fa trinchera agazapatios t © al mancebo del Carpio, que fué ray. Sin riesgo veis de lejos ta batalla, En los valles del bronco Pitino, Eusefiais desde el puerto al naveganie, Causando a un grande ejército desmay ¥ los toros herts desde la sall Mas yo correspondiera a tu deseo, Pero, por fin, pasemos adelante, ¥ horrorizara eon guerrera teompa, ‘Veremos tras causas que yo tengo Sia nuestra edad no viese cual la veo. Para que escriba en satira picante. No es hien, que el eco sonoroso rompa Conta ti, que nos cuentas tu abolengo Con c: panto: 0 estruendo armisonante , Y de tus aseendientes degeneras , Con regia majestad, ean alta pompa. Ya dluro azote rigid prevengo. Porque estando hoy el vicio tan pujante, Y vosotras, mujeres embusteras, No es facil eseribir, sino que sea Fragiles , sin razon . antoj Sivira avinagrada y'monlicante: Presumidas, ingrata Y siendo contra'el vicio k. peléa, ¥ no ccntra el sujeto, aunque vicloso, No tiene que enojarse el que me lea, Porque no le imagine sospechoso. Ya vercis mis enojos ¥ oj Mle de hacer 4 los hombres ma ‘Vuestra sida y eostambres cofermizas. No hablo de la pruionte ni ta honest Siacaso siguna houesta hay y pradente, — Mi musa a honrar sw niérito se presta. Ni se como cn el uninido se consiente, Que un ciudadano tenga cien millones, Y hambrienta perecer la prbre gete. Llegaroa 4 eu colrao las t IV. Sobre 1a fama de tes poetes. (Feadsceion de wateat)(t) iQué sera, que & los vivos es negada La'fama, y raras veces los lectores. Fon a su edad aventajada? stos son de la envidia los eencores, Que siempre despreciando a los preseates, Piensa que los antiguos son mejores. Busscanse asi las sombras delincueates De Pompeyo ; asf huscan lof ancianos Ue Catalo los templos indecentes. Enio es leido (Reina, los mantuanos Versix te salvo), y del divino Homero En su siglo burlibanse villanos. Poco aplauilio el teatro al plicentero indro, ¥ de Nason Corina sola cid en vida el namen hechicero, + ti, 6 Musa rica espaiola, wet’: porque si solamente La fama con la niuerte se acrisola, No presamias que ser fanioso intente. ODAS. L. (raduccion de Horacio) (2). - Lib. 42, 04. 2. Bl de la vida, Fusco, religiosa Ni dardos asa, ni moriscos arcos, ‘Ni de la aljaba Mena de saetas Envenenadas ; 0 por las sittes calidas camino, 0 por el alto Caucaso desierto, © por 1a terra, donde fabuloso Gorre el Hidaspe. Mientras inerme la sabina selva Grazo cantando a Llaje; distante Ya de mi quinta, de mi vista un lobo Fiero se aparta, Monstruo que nuuea Daunia belicosa ‘Vid mas terrible en dilatados bosques, Ni Mauritania de leones bravos ‘rida madre, (W Martiati, Ub. , epg. 2. AD REGULUM DE FAMA POETARUM. hoe dicam i By ‘me siltatupoe to asbina, ‘canto Lalagen, ctultra curs vagor etpeaitan, agian ‘sit meeuleatle, Quod fata ena Pose sub curea POESIAS. Ponryg en los campos frigitos, adonde ‘Ninguna planta goza el aura estiva, ‘Término al mundo, que la niebla y vientos Sufre matignos. Ponme debajo del vecino carro Del sol, en tierra de habitar negada : Seras mi amada, ; oh Lélaje! que duice Cantas y ries. M1. La poesta inmortaliza dé la hermosura. Dorisa, el dulce verso armonloto, Por Apolo dietado, ‘que enciende con sagrados fuegos ego Cup el corazon amante, No solo obliga & anvar 4 los presentes La hermosura por.ellos ensalzada ; Pero a los no nacidos. + Del misico del Ponto el abundoso Namen nos ha mostrado Cuan grata fué Corina en dulees juegos. Hoy enamora Cintia, y la inconstante Lesbia, cantada en versos elocuentes. Némesis y Licoris celebrada, Cautivan los sentidos. ‘Quien oye atento el son tierno, amoroso, Del cisne faureado, uisiera ver la causa & tales ruegos, al mirar que su mérito levante Con gracias no comunes & as gentes, La ‘niofa de la Sorga es adorada Por siglos repetidos. Esto mismo, con verso numeroso, Intento enamorado, Y celebrar de mis errores clegos La causa bella : que en la edad distante ‘Tus prendas se conozcan escelentes, Dama gentil, y vivas admirada Con aplausos debidos. IML. Porisa ausente. En fin, Doriea, en fin, jquo to partiste De mi presencia, y aun me tiene Vivo ka angustia del ‘erible sentimiento, Cuando el fiero dolor que yo reeibo, Enel cultado eorazoa y tiste, Descanso no me da por un momento! jOh barbaro tormentot—* jh rigurosa ausencia! Cuya dura violencia, Aunque de mil temores prevenida, Es mucho mas de lo que fué temida ; Y aun mi pasion desesperada siente Que no acabe-mi vid La vida odiosa, que aborrezco ausente. on tanto afin y tanto desconsuelo Paso las horas y molestos dias, Y las noches larguisimas velando Fi Maro aha las melas man; ‘ene mi queja importunado al cielo, _ Yenfatange fos hombres escushndo Miteisteacento. ; Cuando Vendra seiora mia, El suspirado dia, En que 4 mis ojos tu belleza pura tos colme de placeres ¥ ventura, Y¥ yo, admirando tu genil presenci Te logre ya segura, Sin mas peligro de temer ausencia ? Jamas tortola amante y lastimada, En los opacos olmos y fresnedas, Liora at consorte que robé la muerte Con mas gemidos que estas arboledas Oyen de mi vor ronca, fatigada, “ ‘Yen invocarte cada vex mas fuerte, ¥ de la misma suerte Me deja el sol partiendo, OBRAS DE MORATIN (p. micozas). Y me encuentra volviendo, ‘Amortecido del dolor pasado: * Habiendo, en larga noche derramado Lagrimas tristes. Que al tormento mio El sueto le es negado, Ni a mi se acerea silencioso y pio. Pero es mayor mi pena, cuando ¥eo Eloro relumbrar de tus balcones, Con la serena luz del nuevo dia. AY tristes ojos, llenos de aflieciones, Gudntas veces os alza mi deseo, Pensando que all et como solia Y ballandose vacia Mi gloria y mi coutento, Fe sigue el pensamiento or ainchas ealles, templos suntioses, Soherbios. espeetaculos vistosos, Donde te bable y segul continusmente, Y afectos engahosos Imaginan que estas alli presente, Mis Iuego los parajes conocidos Me dan tristeza, si esperanzas dieron (Peopia fortana de infeliz amante }: Y como elbien meacurrdan que tuvieron, Padecen nueva angustia mis sentidos. Y se me representa en el instante Tu celestial semblante Placentero y modesto, Y aquel amor honesto Tan dificil de ballar, que t0 has batlade Tu vista vencedora y dulce agrado , El labio hermoso de enceudita gran, ¥ el hablar delicado, Que otra cosa parece mas que humana. ‘Si de ta bamilde tierra al alto asiento De Olimpo rutilante Las voces de un aingnte Llegan, ;Dios ciego. el de las fechas de oro! Cuenta’ la hella que doliente adoro {ites que ausente de sus luces ruera) afanes que lloro ; Que ella me amara, si penar me viera. IV. A Don Pedro Napoli Signorelli, autor de ta Historia critica de los teatros. De Febo las hermanas, Hepimene Fala verde os bosques dejan y la verde yerba: Ya cultas ciudadanas, Absorta las oia La celebrada Atenas de Minerva, Y Apolo las reserva En Roma la triunfante, Proscenio, en que sondros Alternaron los coros, Donde el coturno lidio so levante, Y las catorce gradas De togados quirites ocupada Mas ya tremendo suena El implacable godo, ‘Armado de furor, espanto ira. Oh barbara cadena! Cede & su impalso todo : Destruye y tala cuaato el orbe admira. Y¥a palido retira EI miedo 4 ambas bermanas El tiempo las oculta ¥en olvido sepulta, ‘Al rigor de tas armas inbumanas ; Hasta que en aurea copa Brindd con santa paz alegre Europa. Del Tibre vid 1a orilla Lucir reatablecidos Los teatros, con marmotes de Paro, Y en la rica Sevilla Ingenios escogidos Dieron nuevo esplendor al Retis claro, El Sena did su amparo A entrambas dulees musas, El Danubio, honds rio , Y el Tamesis umbrio Mas aun amedrentadas y confusas, Procuran monumento De 1as injurias de la edad exento, Entonc Pierio, Digno 0 de Apolo Hustre ¢ inmortal le has erigido. Un reino y otro besperio, Admiran que ti solo Las musas consolar hayas podides A fin de que el olvido No su gloria consuma, Y en los siglos futuros Los aplausos seguros Goven, que deben 4 tu docta pluma, De la Fama en el templo , Para durable admiracion y ejemplo. V, A Pedro Romero, torero insigne. Citara aurea de Apolo, & quien los dioses Hilton comatera wh sogpad regios banquetes, y joh sagrada Musa! que el bosque de'Helicon venera, No es tiempo que reposes : Alza el divino canto y la acordada Yor hasta el cielo osada, Con eco que supere resonante Al estruendo confuso y voceria, Popular alegria 'Y aplauso cortesano y triunfante, Jae se escucha distante 0 el sangriento coso matritense, En cuya arena intrépido se planta El vencedor circense, Lleno de glorias que fa Fama canta. Ouras quiere adquirir, y asi de espanto Y de placer se lena La villa que domina entrambos mundos. Corre et vulgo anbelante, ramor suena, x te corona en Lanta — Je bizarros galanes sin ¥ atletas. fartbundos, El ancho anfiteatro. Allt se asoma Todo el reino de Amor, y la hermosura Que § Venus desixura, to hay humano pecho que no doma {Baldon de Grecia y Roma), en opulencia y aparato hesperi Muestra Madrid cuanto tesoro encierra Corte de tanto imperio, Del mayor soberano de la tierra. . Pasea la gran plaza el animoso Mancebo, que la vista Lleva de todos su alliver mostrando, Ni hay corazon que esquivo le resista. Sereno el rostro hermoso, Desprecia el riesgo que le esta esperando Le va apenas ornando. E! hozo el lahio superior, y el brio Muestra y valor en atios juveniles Del iracundo Aquiles. Va ufano al espantoso desafio : iqué geotitera! Jes la venia, hispano atleta, y sales En medio con'bravera, Que Hanan sa las trompas y timbales. 'No se miro Jason tan lierameate En Coleos embestido Por los toros de Marte, ardiendo en llama, ‘Como previpitado y encenditlo Sale ef hruto valicnte Que en las margenes corvas de Jarama Humio ta seca gram. Tale esperas, 3.1m nimen semejante, Solo con Uébil, aparente escato, Que dar mas témor pado = Er pié siaiestro y mano esté delante, POESIAS. Otrécesle arrogante ‘Ta corazon que biera, el diestro braro Tirado atras con alla gallardia; Deslumbra hasta el reeazo La espada, que Mavorte envidiaria, Horror palido cubre los semblanies , En trasudor batados, Del at6uito vulgo silencioso : Das a las tieroas damas til cuidados Yenvidia i sus amantes * Todo el cencurso atiende pavoroso Elia de este dudoso Trance. La fiera que llamé el silbido ‘AW corre veloz, ardiendo en ira, ¥ amenazando tira Elrojo velo al siento suspendido. Da tremendo bramido, Como el toro de Falaris ardiente, Hacese atras, resopla, cabecea, Eraa la ancha frente, 1aNerraescarba y lrg can ondéa. “Ta anciano padi, el gladiador ibero '4 Grecia Espana opone, one sliveste liv coronados r quien la 4spera Ronda ya se pone Sobre Elis, y ef lijero po 0 el Faado curso la refrenado, Cedendo al despehado Gaadalentin : tu padre, que el famoso Nombre y valor en ti ve Fenovarse, No puede serenarse, Hasta que mira al golpe poderoso El brato impetioso Mocrto 4 tus piés, sin movimiento y frio, Con temeraria y asombrosa bazaia, Que por nativo brio. Solamente no es barbara en Espai Quien dira el grivo el aplanso inmenso tw accion voeitera i el precio de tus méritos pregona La envidia, con adorno 4 ja-estranjera, —~ Que dice : en el estenso Mundo, ¢ cual rey que cifta la corona, Enire bijos de Belona Podra mandar a sas vasallos fleros (Como el dueno feliz de las Espaiias) Hacer tales bara j.Cual venceran 4 indémitos guerreros fn lances, verdaderos, Stesion sus juegos sony su alegia? 0b, no conozea Espana que varones Tan invencibles cria! dselo 4 los cielos job naciones! 1a, por quien Vandalia nombre toma Caal a agoiva Corinto {Ni tal vid el elreo miximo de Roma), Si algo ofrece 4 mi verso el dios de Cinto, Tu gloria llevaré del occidente ‘Ald aurora, pulsando el plectro de oro : La patria efernamente Te dara aplauso, y de Aganipe el coro. ‘VI. A Don José... en sus dias. La hermosa primavera, De flores olorosas coronada, Vieve 4 templar la fiera : Riguridad del cano inviemno airada : en tu dichosa casa, i0h amigo dalce! iofluye en este dia Felicidad sin tasa, Placer tranquilo, hieues y alegria. Y yo, que tus favores No escasamente algun tiempo he logrado, Pretendo que no ignores Cainto agradecimiento en mi ha durado. El dia ventaroso, Que acuerda la viriud sublime y hella Del inocente esposo De la bermosa de Dios Madre y doncells, Goza alegre y ufano, Y repetitte asi por sigios ciento Conceda el soberano Gran padre, a quien es basa el Grmamento, Humilde la fortuna ‘Te jure esclavitud siempre durable ‘Sin repugoancia alguna, Y detenga 4 tu vor Ia rueda instable. Vierta piadoso el cielo Copiosa y blanda lava en tus sembrados colmen con desvelo ‘Tus paneras los siervos fatigados. ‘Tus hatos y majadas, Que cerros y montatias desparecea , Fingiéndolas nevadas, Sus vellones, que blaneo abrigo ofrecen, ‘Tan aumentadas sean, ‘Que en todo bosque ,erial,, prado 4 repecho Solo tuyas se vean Desde el gallego mar hasta el estrecho. Su candida cuajada, ‘Tu mesa alegre, con 1 queso cano, Mas que 1a coogulada Leche al esmero de holandesa mano. Con larga desceudencia De nietos héroes, generoso abuelo, ‘Admire la opulencia De. tu prosapia el rico hispano suelo, En talamo de armi Logra por mil edades con favores 08 houestos carifios De esa madre feliz de los amiores Ni dejes nunca, no, desocuy De Barbara la bella el tierno VIL. Al dugue de Medinasidonia, iAY, no 4 la hercilea enfermedad rendido Y¥ Al acerbo dolor con mil afanes Te postres, oh mi duetio esclarecido, Blason de los Guzmanes! No asl te entregues 4 la pena dura Con quejas, que amansaran mares bravas, Que mi tu stervo, tu feliz hecbura, El corazon me clavas. : Porque eres la mitad del alma mia, Y me fa tiene tu afliccion confusa Acorde union, sagrada simpaulz Ys ftese, ja) dolor’ que 1s si fuese, jay dolor! que 4 los bumanos El cielo te robara, , qué pudiera Hacer sin tf? Pusigrome en las manos De Libitina fera : Un mismo dia a entrambos iguatara : Niel imperio del orbe y de sus bellas, Opulentas coronas, me estorbara, ara seguir tus huellas. 4.Ni qué hiclera la Espaia generosa, De quien eres el lustre y la grandeza, Huérfana incongolable, en dolorosa 'Y funeral tristeza? Sus cisnes sin amparo y de la avara Suerte quejosos, en comdo lamento, iA quién lallar pudieran, que aprectara Su armonioso acento? j,Quién cantara las ninfas y pastores Y¥ el bosque umbroso leno de frescura, Donde Venus habita y los amores, Fallando tu dilzura? No el numen, de.mi vor importunade, te : Los ailos inmortales De la fenix te tienen acordado Lae lumbres celestiales. Y¥ asi ser’, que inspiracton divina Me lo anuncia': no engaita mi desea, Nierror cabe en Ta mente que ilumina Espiritu febeo. Y aunque el dolor te cause ofensa dura, Ta le amenoras con valor estdico No siente, no, como la plebe oscura EI corazon herdico, Vive, sedor, de tu consorte hermosa, dolatrada en ios honestos lazos, Y temple tus afanes amorosa ‘Con sus dulees abrazos. VIN. Madrid antigua y moderna, Los soberbios palacios Gon que joh Madrid alti cupan los espaci Anchos que en tus nifieces ‘Los arados rompieron tantas veces. Viiiedos y aranzadas Del suelo que ocupaste bas apartado, ¥ toy tomes levantadag Donde en tiempo pasado Greci6 el olivo, 4 Palas consagrado. Por donde con el trill Gircutaron las yuntas de los bueyes Sobre el baz amarillo, ‘Yan dando al orbe leyes En carro ebirneo principes y reyes. Paiste ignorada aldea, Y eres cabeza ya de entrambos mundos : No aparta la febea Luz sus rayos feeundos De tus tierras y piglagos profundos. Mas no de la grandeza Presente fies : todo es vanidades, Y acaha cuanto empieza, Pues ya en nitestras edades Ni Trosa. ni Palmira son ciudates, > Atlantica famosa ‘Se hundid en el mar: voraz el tiempo altera El globo, no reposa, No es hoy lo que antes era Ni ya Tule tampoco es la pv ! te engrandeces, vsteera, IX, Vanidad de tas riquesas. De qué te sirve el oro aturmentado Bajo los duros cufios con ruislo, Con el rostro de Carlos estampado, En cireulos pequefios dividido, ‘A turbar tu quietud acd venido Desde el indio remoto, A mereed de Euro y Noto, Fiado 4 un leiio enfermo y fugi Por el inquieto mar no compasivo? {De que el alcavar, ni el dorado teco En-marmoles de Paro sostenido, Mas de cuidados, que de piedras hecho, Con famoso pineel enriquecido? gi el vino en clima estraio producido be sabor deticado, Ni el manjar sazonado ijero ploton, que el gusto adula 1 ministro de la gula ? Tigo, no te envidio ta riquezs, De pesares intel producidora, Que no me es tan molesta mi pobreza, Que me estorhe cantar versos ahora : Aqut donde daleisima y sonora Entre estos atochares Del patrio Manzanares Se desliza la diafana corriente Me tiendo yo a cantar alegremente, De un arbol la alta copa al suelo envia Sombra apacible: y yo aqui me reclino : Ni alfombra de Florencia 6 de Turquia, Ni menos del damasco granadino Compiten sus matices : del vecino Soto una aura suave Con respiracion grave, Como suele soplar blanda marea, Las hojas de los arboles menea. OBRAS DE MORATIN (b. sicot.s). Su libertad las simples avecillas, Con pico de marl vuelan cantando, Jhigo, no aqui Horan las mancillas, Que en tu jaula de hierro estén Horando = Los simples conejuelos van saltando Por Ia luermosa ribera, Yo miro su carrera Desile ct pig de este fresno divertido De la ferviente siesta defendido, Gora, goza tu casa editicada A costa de pesares y cuidados, No te consientan hora deseansada Sustos y pretendientes porflados : Gérquete el escuadron de tus eriados Necios, y aduladores, Pension de los seaores, Que yo sin tantos rlesgos divertida Paso mas quieta y mas alegre vida. Asastate, si oyeres que el britano Pirata infiel prendié la flota indiana, 0 si acaso voraz el Oceano La sumergié con ambicion tirana : Que mi confornidad mejor se alana, es que perder no tengo, ‘asi 4 estar siempre vengo ~ Con no turbado restro prevenido, ‘Y nunca un susto el suesio me ha rompido. X. Quietud del dnimo, , Doy que dejes las Indias saqueadas, Y empobrecido & ocaso, y al oriente Despntrafiado con avara mano, Y con duro cerrojo inobediente En tu sotano encierres apiladas Las areas con el oro mejieano : Procuraras ballar descanso en van Descanso, el bien mas grande de esia vido, Que no basta a comprarie et gran tesoro, ‘Que al persa, al tureo y moro Rinden el Asia y Aftiea oprimida : Niel reluciente marmol granadino, Ni de cedro las vigas olorosas, Que estriban en comisas estucadas, Es i el jaspe de Liguria en animadas atuas, de la vida no dudosas, Ni las ricas molduras de oro fino, Niel pincel del Protogenes de Urbino, Ni poseido el mundo todo entero Bastan 4 dar deseanso verdadero. Mas solamente la conciencia pura, Hustre Ganioneda, al varon justo. Le da invencibles {ueraas, inocentes': remigo mas robusto, Nile amedrenta 1a flereza dura De los tigres, leones y serpientes : Eu vano los earcajes insolentes, Pesados eon tos dardos africanos, Se aprestan contra él, ni la eucendida Pelota despedida De los caioues turcos, 6 britanos. Esta es seguridad, y este apacible Descanso verdadero, poco hallado, Esta es vida feliz, y esta es guslosa Fortuua abundaniisima y dichosa, Mejor que la de aquel siglo dorado En nuestra mano esta, ¥ es consequible Arribar de la dicha a lo posible, No con desvelo hidrdpico avariento ; ‘Mas con desinterés y entendimtento. Cancion, si quien te viere se espantare De la estéica ductrina en ti cantada, Impropia de mis aiios juveniles; Responde, que tierra hay que en los abriles Da tambien flor, y fruta sazonada, Sin que por no sér tiempo se repare; Antes merece quien adelantare Los frutos a la Nor cuerdo y astuto; Yen especialidad, si es bueno el fruto. POESIAS. CANTO EPICO(’). Las Naves de Cortés destruidas. Canto cl valor del capitin hispano Que echo 4 fondo Ia armada y galeones, Poniendo en trance, sin auxitio humano, De wencer 6 morir 4 sus legione: El que hold el ancho imperio mejiean A pesar de tan barbaras naciones, Empresa digaa de su atiento solo; Siu verso cabe , y si me inspira Apoko. Yta, soera Pidride , si alguna Wi pecho encirnide en liama cual ningun: Vierte en mi labio cantico divino, Que esta esperando la impaciente Espa: Del gran Cortés la prodigiosa hazafi. Dictame, Musa, cémio ya arrollado El mejicand golfo turhulento, En mil combates vencedor det hado, Goyunda impuso al barbaro sangriento; ‘Y como 4 Veracruz et nombre ba dado, Edificada en solido cimiento; . Freao 4 las gentes fieras y remotas, Escala y puerto a las indianas fotas. cAtuiostentabn su milcia an dia mn pompa y gala , y en vistoso alarde : Asombra ia eros cabaleri, Tales el fuego gue en los brutos arde. La robusta espafola infarteria Alientoinfande al echo mas cobarde Tocan clarines, y las eajas suenan, Mares y playas'y montaias truenan, Wuestrase allivo ol inclito guetrero, Sondoval digo, en un Monte parece ite brutide ‘Apenas por su duedo sujetado : Ancho pavés sin cifra ui letre Yel petiasen de Amaya relevado, Solar de su linaje ; y por decoro eta i para que each ‘Sash jaugo tan autorizano et de velntey cinco aos, fab et ‘Las Naves de Cortes, para La banda negra subre campo de oro. Con un sayo galin de fino pao, Con gorbion de encarnado y amarillo, En un revuelto pisador castafio Monta Pedra Gonzalez de Trujillo ; Y Davila soberbio en genio estrano Fatiga los ijares 4 un tordillo, Lievando en el escudo sin cusrteles Por antiguo blason trece roeles, . De pecho firme y ancha de cadera, Con lazos jaldes y ‘con horlas blaucas, Muy briosa de juego y de carrera, ‘Sin temor de arrecifes ni harrancas, De bordada melania la pechera, ~Y bélicas eubiertas de las ancas, Rige una yegua Pedro de Alvarado, Que 4 tierra no pasd mejor soldado. Tirada atras la roja sobreveste, Descubre el peto y espaldar bra ‘Yuelan las plumas dé color celeste Sobre el almete de oro guarn E indicando cuan poco fe moleste, Roto el arco y las fechas de Cupido Era su empresa ; en potros jerezanos: {Le siguen y respetan sus herman. Ordaz, con fuertes armas pavon: Fiero en palabras, rigido en semblante, Monta un peceiio, y Heva recamadas De azul y negro las haldetas de ante : Ni las mudas edades ya pasadas, ‘Niel alto olvido haran que yo no cante, Ob insigne Lariz! tu valor que vuela beste Panuco #Peabo de fa Vela. Ni seras en mis versos olvidado, Célebre Alfonso, honor de los Mendozas, Que un corcel, cahos negros y melado, Gobiernas, y corriendo te alborozas : El escudo en triangulos cortado Muestra las rojas bandas de que goras, Y por orla y riquisima tesoro, El Ave de Gabriel quitada al moro. Y Juan Velazquez de Leon movia iente caballo, y con la espuela Le allige, y con el freno le oprimia, Sondndole'ta esparla ew la escarcela, Yelino con tembladora argenteria, ‘cuerpo y en el ristre la arandela : En él cnenentra la razon abrigo, Deudo Velazquez, y Cortés amigo. ‘Un leon rojo por blason ponia En sus cuarteles con dorados marcos, Jactandose con él, que descendia De los Leones de la casa de Arcos : Una soberbia alfana, cuya cria Vio el mar nacer en los veleros barcos, Scdeio el rico a paso lerto teva, Yun negro asido a la nielada greva. Y ti, Morla, tambien en blanco armado: Yas escsramurando largo trecho Sobre un fuerte bridon azabachado, De moscas blancas salpieado el pecho ; acheco un bayo arremictiendo alade, Muestea, eorriendo al general derecho, Aucha faja de azules euiis llena, Blason de los seiiores de Villena a desfilaba con niover aitoso” = weed, lierao joven rubicundo, Que el chal otro no fuera mas hermoso, Xi paso tan gallardo al Nuevo-Mundo : El mirar de un Adonis ameroso Y uniendo a to galan lo furibundo, Va con esearces, vacltas ¥ reveses Sobre un potro alazén de treinta meses. Una easaca verde acuchillada De Uastlor y sutiles caniquies, Nostrando fica tela naca'ads Gon broches y allsamares de rubies : Gadena de labor may estremada, Verjel de muchas y diversas flcres, Y el lazo del codon de wil colores. En un rucio ro‘lado muy brioso OBRAS DE MORATIN (0. sicouas). Sale Escobar con malla y finos antes: = Yen un caballo negro poderoso Villaroel con ojos eentellantes. Gelebrara mi verso numeroso Tus hechos, y las armas radiantes, Gon que, ;oh diestro Dominguez! ti retuces, Domador de caballos andaluces. "Admira tan lacida cabalgada Y¥ especideulo tal dofia Marina, India poble al caudillo presentada, De fortuna y belleza peregrina, : De la injuria del clima reservada, Yael color del alba matutina, Moestra que berir bien puede el peeho humano Capido con harpon americano. ‘despejado espirita y vivera Gira la vista en el conenrso mudo : Rico manto de estrema sutilera Con ebapas de oro autorizarla pudo, Prendido cop hizarra gentileza Sobre los pechos en siros0 nudo; Reina parece de la indiana tona, Varonil y bermosisima amazon, Ella atdnita mira, y asombrada De tanta pompa 5 tanta gailardia Yansiosa no queriendo dudar nada, Informarse de todo pretendia : El paso adelanto determinada ‘Acia el casto Aguilar, que alll venia, Primero haciendo en muestras de obediencia, A Cortés su sefior la reverencia. Evinguieta dice : ;oh noble compatiero! ‘Am| por tus desgracias semafante, Guéotame de este ejército guerrero Quien son aquellos que se ven delante;_ Que aun no & todes conozco, ¥ yo no quiero Ignorar ni si nombre ni semblante : y acaba; y Aguilar se sonreia Dé ella, ¥ con fa alta permision decia : "Aquel membruilo, de mirar sangriento, Que cinco lirios por empresa iene,” Argiello es de Leon, que violento’ Vive en quiewd, y asi aa guerra viene; Mirale cain rohusto y corpulento, Gémo eruje ta fanza y Ia sostiene, Gon la ancha cota de dobleces one, Yel escudo eon laminas de bronce. Najera es aquel rubio riajano, Diestro en la esgrima ; aquel otro Garcia ; Yel que sigue el intrépido Lezcano, ¥ Juanes por quien Turia se gloria, Y Ortiz, casa vihuela con su mano ‘Tanto arrebata en célica arnionia, Que entar mos que a tacia meriera fan diez tuceros en fa octava esfera, Ese determinado madnilenio Es un noble Ramirez de los Vargas, Que ml veces al moro en dao empeto arg con os tant as atargas Mira en ta suya el maro malagueho, Yel puente rot; ¥ en leas larga, _ Meahonazos maltitud de infieles Muertos entre marlotas y alquicele Soto el de Toro, Olea el de Medina, Son aquellos que ves; aquel Portillo; Pizarro, 4 qpien del rambo descamina De sus'primos nuestro inclito caudillo; Juan es aquel do la coraaa fina, Que el Tormes entre junctas y'tomillo Le arrullé en laaula de las clenclas sola La celebrada Atenas espanola. Mira aquel batation de infanteria Del aguerrido Heredia gobernado, Que el francés en Italia le temia Cuando el Gran Capitan le vio & su lado; Farfin es aquel alto gue blandia La pica, y de su patria amartelado, Se ta siempre acordando en sombra sana Dela dulce Sevilla y de Triana, "Aquel de Ia loriga, y ambos lados Con pistoletos, lenos de osadia, fesa cI montaiics, que sin chidados El maneja un eaiion de artillerta; Usagre y Catalan van a sus Iados, Porque son de la misma comps Y diestros artilleros los pregona La inveneible nacion de Barcelona. Aquellos de escaupiles acolchados: Siguen al alcarreio Jaramillo ; ‘Mas le riguen tus ojos inflamados, {ob cacica! permitesme et decillo > ‘Aquel que alli escuadrona los soldados se fel Berval Diaz del Castillo, Que sirve en esta célebre jornada Cual César, con la pluma ¥ con la espada. Prosiguiera Aguilar ; pero venia Batiendo el acicate de ambos lados, Mercado en una remendada pia, El mas nifio de todos los sol : Por su doncel al general servia, Apartaba los indios apifiados, iciendo plaza infinidad de gente, Plaza, que pasa el general al frente, Hacenle salva, y alta vocerla Se levanta 4 los cielos, resonando Gentil descarga de arcabuceria, Que hasta Méjico el eco faé bramando ; Atruena la espantosa artillerta, Por las concavidades retumbando. Corral, Volante con Ranjel lijeras Abatieron al suelo las banderas, Cortés, el gran Cortés... ;Divina Clio, Ta alto influjo mi espiritu levante ! {len james tuvo objeto como et mio, ii tan glorioso capitan triunfante ? Con qué aspecto real y sefiorio Sele muestra a su ejército delante! 0b qué valor que ostenta y qué nobleza? {Ob cuanta hervicidad y gentileza ! Ricas armas de esmero'y maestria, Listadas de oro puro centellantes, on pernos de preciosa pedreria, Hebillas y chatones de diamante: Gorjal grabado, en cuyo canto habia De perlas y crisélitos pinjantes, Gegando como el sol, 4 quien parece El arnés con armado resplandece. Deslumbra la finisima cela Gual falgido cristal resplandeciente, Con pluinajes y airon empenachada, Que el cétiro lialagaba mansamente; El brazal,y jinela burilada Rayos saca de luz como el oriente; ‘Masica forman guaruecidas de oro ‘Templadas piczas al crujir sonoro. ‘Al hombro izquicrdo el capellar tremola Favonio airosamente, 5 con fazadas De plata y seda atado en ana sola, {Que vuelve las sislambres duplicadas : je banda afollada en la pistota muchos rapacejos, y enredadas Puntas al einturon,y sill pendiente De Toledo la espada omnipotente. Ancho escudo embraz6 de fuerte acero , Con labores en torno ratilante, Que mas reverherando que cl lucero, Parece de un limpisimo diamante ; Esculplé en medio por blason guerrero Eutre lag uias do un leon rapante, Un mundo encadenado, y quebraniadas Las columnas de Alcides derribada: La gruesa lanza, estriada y rebutida De batras ce meta eva eno euja Y un pendoncillo 6 banderilla asida Que bord6 con primor sutil aguja ; Y al encuentro y veloz arremetida Hace corriendo que at impulso cruja, Gaando con duro y resonante callo Embiste el bermosisiino caballo, alazin tostado, corpulento, De ardiente vista, y con feroz ultraje Rate el suelo, mirindose opulento Cou tan precioso y hirbaro equipaje : De ormesi recamado el paramento, De seda y oro y borlas el rendaje, De brooces entallados la estribera, ‘ros y balajes la testers. El soberbio animal la erin estiende, Como quien sabe el duefio que pasea, Con agudo relincho el aire enciende Elodomito 3 ufano se pompea En cuanto ; ob Betis! tu raudal comprende, Que con verdes olivas se hermosea, Tal monstruo no aborts paturalez: Ni unio tanta hermorura en tal fereza ‘Cortés recorre asi os escuadrones Gam visos ojos, placido semblante, Siendo por ademan y por acclones ‘Acosa mas que buntana semejaute Yahable dice : ;oh fuertes campeone: {Cuil organo mortal sera bastante ‘A cantar tanta hazafia celebrada, ‘Que debo yo al valor de vuestra espada? Héreules nuevos, de portentos fleros Bers funfado con asombro mig: o ignore Espabs, ilusires compafieros, Cainig la ensalza vwestro herbico brio. j Quién seran los audaces mensajeros due et mar salado por el note fi, Corten al seago con tajante Sierartaies nuevas 4 Casta; Vial rey don Carlos, al monarea hispano, + Refieran esta accion tan sefialada, Y'cbmo tiene ya por vuestra mano Su Espaiia en tierra y nombre duplicada? Decid primero, como el ménstruo insano Dela envidia en Velazquez hallo entrada, Yrestorbar quiere heréieos pensamientos A pesor de enemigos elementos; ‘que triunfando de él y de las olas, Y seneedores del terrible inferno, Vio Corumel las naves espatiolas, Yel simulacro con escaruio eterno : Yenel rio tambien de Banderolas, A Grijalva siguieado su gobierno, ‘Tomamos puerto en ta obstinada tierra , Que el paso defendio con cruda guerra, phen a de calla lo memorable alls de Tabasco y gran 7 Ei poder de les inde forsale, Su arrogancia increible por no visia? ficbae el tren de gente innumerable los eampeones que la cruz. alista, Humillé af fin ta indomita eabeza, Yel barbaro teson de su braveza? Contad los arcos y las arinas fleras, Los escudos con fuegos abrasados, Y que besan naciones tan guerreras Los piés del rey catolico sagrado: Loe cempoales de largas cabelleras, Los de las sierras con el dardo osados, De Cimpacingo y Quiabislan, que ataques ‘on los robustos Toloaaques. Decid, en fin, que al fuerte y poderoso peraor de Scaso,Moteruma: ien su inmensa Méjico en precioso Balsamo adora, y entre aroma § pluma, Marchamos vedar el horroroso. Holocauso en que al Iolo perfume Con victimas bumanas y anbelantes, Corazones y eutraias palpitantes. Dijo : 74 todos timido recelo Mas que la guerra la respuesta ataja; Pues sabew que Velazquez con desvelo Bor venga soleito taba, Val mar eubriendo su ceruleo velo, Desde Cuba al Darien de naves cuajo, Cerrando altivo con velera popa, Las sendas de la América 2 la Europa. Sobre un potro de Cordoba lijero, Lleno de carmes! plamajeria, Con fecos en el verde mosquitero, Montejo estaba andaz con ufania : Yrolviendo al galan Portocarrero, Que en un rucio rodado le seguia,, De coracina y fuerte lanza arniado, POESIAS. Carptas 7 guatrenas de brocado Joven, le dijo, si dejar la guerra Pareciere ‘za y cobardia, No ya por las delicias de mi tierra Esta abandono en tan urgente dia: ‘Tantos peligros que ese golfo encierra, Yconstante desprecia mi osadia, Serin resnuesta al que decir intente Que de este suelo timido me ausente. ‘Yo solo por los mares procelosos Rompiendo de Velazquez las armadas, Bararé con mis buques presurosos De Espaiia en Jas riberas apartadas : Nas ttt com alentos generosos Seguirme quieres, y los alterada Hondas surcamos en nadante pino, ‘La fama nos dara blason divino. Estremeciése el generoso mozo Con ansia de la gloria concebida, i rostro enciende, donde el blando bozo juesira la tierna juventud florida; Y dice: la nobleza de que goto Sabes bien : ves mi empresa conocida, Con escaques azules jaquelada, Tas quiuce banderas de Granada. tl sabes del de Eales ba scclones, mo presumes que el segue dele Kolasditeuosas beast jo, y se derrib6 de los crzones, Moniejo siu saber qué le aconseje, Le abraza afable, los caballos dieron ‘A sus amigos, y 4 Cortés se fueron. Los principales cerca de él estahan En gruesas y altas lanzas apoyados : Unos en los mosquetes descansaban, ¥ otros en los escudos muy pesados, Del mensaje dificil razonaban, Cuando ofrecen los dios determinados Lievarle al rey, volviendo desde Espafia Con nueva gente a hallarse en Ia campafia, Entonces de contento alborozado, Torres el veterano esclama : ;oh cielo! Y job deidad, que en tu auxilio se ha fiado Mi patria con'solicito desvelo! No esta el brio espafol tan apagado, Ni aun en tal clinia y tan distante suelo, Cuando aun se admira entre enemigas gentes Tal esfuerzo de jovenes valientes. ‘Asi diciendo él venerable auciano Cou Lagrimas ternisimas Horaba Muestra el cabello bajo el yelmo eano, Y sollozando apenas rrontinerabs Gon la antes fuerte y ya trémula mano Ciiie sus euellos, y sus rostros lava, Palpandolés con amorosas muestras ‘Loe furtes pechosy robusta diestras; Y joh maneebos fortisimos! decia, 1d 4 la dulce Espata, 4 quien no espero Ver ya jamas, que al templo de Marla, Mi alti edad'sacrificarla quiero : Y al punto det alto hombro desprendia El rico taball, que en trance fiero El quito cuerpo 4 cuerpo en ancha plaza Al malique Alahéz, ganando 4 Baza. Este quo en perlas y esmeraldas orna Le da al mas joven con luciente espada Mallorquina ; 4 Montejo luego torna, Y.al morrion quit6 fuerte lazada = Gon ¢1 la frente en otro tiempo adorna, Le dice, Boabdeli, rey de Granada, Quel alcaide prendié de los Donceles, ‘Terror de los Zegries y Gomele ‘Abrizanlos esotros capitanes, fos despiden ancrosamente, Y con el fruto traen de sus afanes De Motezuina el birbaro presente: - Gortés con amistosos ademanes Les fia su justicia, y reverente Al caro padre y tierna madre envia Bones, que ya por muerto le tenia. ‘Ya patten los des inclitos guerreros a OBRAS DE MORATIN (o. stcoxss ). Con ansia de la fama presurosos ; Ya les dan los amauos compafieros Mil dones de la América prveiosos : ‘Adornados de bandas y plumeros ‘Tremolaban yalanes y auimosos De oro en bilbilitancs capucetes Garzotas et tre blancos martinetes. Todos los aconipaiian al navio, Desde cuya alta popa sa tomando Esti Anton de Alaminos sefiorio Del mar, que cede a su timon y mando ; Al conal'de Bahama y su bajio Esta la vista y proa endererando, Por donde nunea se atresi6 ninguno ‘A romper los estanques de Nepluno. Cuando el rabioso espiritu, que enciende La discordia y rencor en los mortales, Oponerse al designio audaz pretende Desde tos calabozos infernales, El centro infiel del baratro se hiende, Pues ya se ven patentes las sefiales Que larga edad se estan alll temiendo, Gon el Fecelo al Oreo estremeciendo. En el abismo antigua fama habia, Que li gente espaiiula vencedora Alcatelico yugo bumillaria Las gentes del ocaso y de la aurora. El principe infernal, que ya veia ‘Cummplirse los prouéstlcos ahora, Concilio horrendo de la negra gente ‘ybablo ecn colera impaciente 4 Coa que solo habels de ser vencidos Del alto arcéngel, que brillé en luz pura, Sino de hombres infanes abatidos, 10 (;que horror!) de humana criatura ? 30h espiritus eleruos, que alrevidos Puisteis al Hacedor! gtemeis su hecbura? 4 Sultireis con ultraje y vituperio ‘Que un hombre emprenda el fin de vuestro imperio? Mas ay! que ese inancebo el mismo dia Que nacet vinios al sajon Lutero, Le vio Espafia nacer con ausia mia, Pues pierdo en el cuanto en esotro adquiero. ‘Visteis con cuin escasa compafia, Misero fagitivo y comunero, Le llev6 el mar 4 incégnitas regiones, ‘Que no vieron Colon af los Pinzones. ‘Ya alll los sacrificios no consiente, En que yo contra el hombre vengativo Victima te bago 4 un tiempo y delincuente, De vida eterna y temporal le privo; Y ya templo consagra reverente ‘A esa Madre del lnjo de Dios vivo, ‘A esa Mujer, que lo es, aunque divina, 'Y-a quien mi frente 4 tol pesar se inclina, En ella estriba todo el gran denuedo De la espafola intrépida osadia ; Ella al indio eriiel dio espanto y miedo; Porque sin ella Espafa ,qué setia ? Ya miro que la fe de Recaredo Alumbr6 Tos antipodas del dia, Y el sacerdote (asombro alli no visto) Baja 4 sus manos con su vor & Cristo. Con pacilicos ramos en hilera Los soldados cantaron et Hossana, Con tal seguridad cus! si all fuera La basilica iusigne toledana; Y présaga la mente verdavera Ya ve que la soberbia castellana Va por su rey y religion triunfante A-hacer porteitos, que al inlieruo espante. iAy, que ya me'parece que mira Estoy ecadenalo 3 Motezuma Por ese homibre fervz, digno del bando Que resistié Ia omnipotencia suma! Mil naciones humildes tributando ‘Adoracion con oro, aroma 5 pluma : ;Tremendo Dios! tanto favor a sola La soberbia ferisima espaiiola! Mas no nos acobarde el grande intento, Espiritus rebeldes, que mayores Fueron los nuestros, cuando al alto asiento Del mismo Divs claarames con furores.— — La grande empresa escite nuestro aliento, De ellos mismos nos valgan los reneo Pues para Espaia no hay en la campatia Mavor contrario que la mnisma Espaha, Mientras Narvaez a impedirlo Nega Hincheudo ef leste su volante lona, Con sedicion amotinada y ciega Ard: tun e paeblo de Belona- Dijo; y al punto el baratro se entrega A hiorrer da confusion, giinié Gorgona, Sitban y braman monstruos diferentes, De quimeras, dragones y serpientes. No de olra suerte, 6 con menor estruendo, Desgajandose el poio ceutellante, Su clara luz el ciclo oscureciendo , Reventando el infieruo horror tronante, Los asiros de sus errculos cayendo, Naturaleza absorta y vacilante, ‘Temblaran cielo, tierra y mar profando Eo a profetizada fin def mundo. Mas ya Portocarrero las amarras De un iajo rompe, al piélago sonante Los lleva el viento, ondean ya las garras En las banderas del leon rapante ; - El rumibo anbelan de espaitolas barras, Y 4 lo lejos el peto relumbrante Muestra Montejo, € izan presurosos, Defand largos sorcos espumonos, Lagrimas los sigueny gemidos, Y el buen vioje gritan desde tierra : Los tésigos de averno enfurecidos En los Animos flacos bacen guerra. Grado con los Pebates atrevidos, ‘Mal en el pecho su furor encierra; Junta en corrillo el vulgo bajo Lenguaroz a la chusma hablo Bseud 4Y hasta cuando, infelices, les decia, Durara vuestro engafio? gy hasta cuando Creereis fa Lemeraria ultaneria De ese imprudente, 4 quien le dats el mando? No es valor la frenética osadia, Niel ir a up mundo entero contrastando Con tan corto escuadran, que aunque triunfemos, Que crédito le den no lograremos. Ya sé que el macedon, s¢ que el romane Vencid hatallas ¢ infinitas gentes; Mas qué ejército impulso dié & su mano? &Y qué preparativos diferentes? Ko negaré el esfuerzo castellano, Supondré 4 los contrarios no valientes ; Mas qué espiritu’basta 4 [a defensa De quien resiste a multitud inmensa? Finja el eaudillo que animados troncos Yolcais cual ta segur en la montafa, Y que so antara y caracoles roneos Ni ala venganza incita, ui a Ia hazafi Jue san cohardes, barharos y hroncos, ¢ el fulminante azure los engafia; Gue cual centauros juzgue su rudeza Hombre y caballo todo de una pieza. Mas ; como negara la machedumbre ‘Temible, que 4 flechazos descendiendo Sobre nosotros, hizo ya costumbre De las bombardas el ierrible estraendo? Ni el impulso y tremenda pesadumbre, ue muestra ef que evit6 su tin horrendo En roto escutlo y ahollado casco De las fuertes macanas de Tabasco? Y cuando el clima y la naturalera Contra nosotros mismios no se armaro, — - ‘Cuanta ventaja leva ls fierera 1 indio montaras y astucia rara? Guin iguora el ejrcito y grandera je Moteruma atroz, que ¥a prepara A sus deidades en banguete infausto De nuestros cuerpos horrido 1.olocausto ? jAY, cuanto afan y muerte nos espera! {Y cuan pocos 4 Espaita volveremos! Va esperimentareis el alma fiera Di Cuaubtemuch, sa furia y sus estremos; De Miscaae, que un caiman trae por cimera, POESIAS. Tarde el impetu sudaz conoceremos: Y es, si acaso triunfamos, solamente Porque otro en torpes vicios se alimente You a Teutile y Pilpatoc severo Caayo volvi6 espreciando 118s se que guerrero innumerable bat eniadero, Niel gran deseo de bumillar al ma Del monarea espatiol Ia Lierra opre Disculparan tan Leiieraria empresa, Oh'locura! ; Los moros africanos, 0%, Yecinos, mores y valientes, estan nuestras costas ; y lejanos Venimos a ver garlo en otzas gentes ! Sin trabajo, jolt famosos castellanos ! reiaos Tes Lomramos poteutes {ms nos cuesta aga Slo usarlo, oe lo que alla costara el conquistarlos ON'No os afrenta del pueblo bautizado, prisiones ‘ya Itegado wadir y el tamulo del. dia? jue catdlico soldado Con fe Yalierite desalojaria De ta muralla el barbaro gentio, Santa Jerusalen, el brazo mio. si € nn imposible bazafia Ta obedieneia; Pues no es razon Espafia buse en Lanta contingencia rudenci Seguid grita la gente, Candé el tammulto arrebatad: Como etando eu la octara maravilla ratide Escorial tan celebrado Soeve ef coro, donde el arto brill Al furioso buracan desen'renado Tiembla el pan {a altisima capilla Yestupendo cimborio agigantado, Por los claustros bramando el aire zumba, Yel portico maguitico retumba Ast la zaiza militar en tierra, Y a bordo fa maritima zaloma Se eseuchia con mnotin y civil guerra, Yocaita rebelion el rostro asoua. Cortés, en euyo co era Valo 0 de Compaheros hervicos, les 1, Qué es esto, generosos espaiioles ? i Gud es de vaestro valor? ; qué estoy oyent’ {Vosoteos sois de a milicia soles? {A muestro beazo el orbe esta temiendo vuestras mesanas y peuoles. ron del Ponto el wioustruo horrendo ae osasteis lo mas con alma presta, preciais lo poco que tos rest? Paes no lo despreciels, que altis haraiias Digaas de vuestro ardor nda itl riesgo de las campaiias? {vas spanola valentia Yan aus Empresas, qu iia Latina con escelso y nnexo canto Pondra ear et mando admitucion y espant No el il temot atoja vuestro brio, Ni olvido tanta haz gine ests, donde, aul sutdado mi, espa? 4O el que en el espantoso desafio {on Tummpoton de maza barreada De una estoc Al barbiro el ‘Aqui estais todos, compai Yo por vosutros moriré el pri Vamos, dijo, a veneer. Se arn 2s los.noveles olinan en tumulto fiero ; Coa las dagas hiriendo en lus broqueles Tasta por Cuba el vulgo vocinglero, Crece en las voces el teson é instancia, Y en el caudillo iuvieto la constancia. Bien como cuando el mar embravecido Se allera, se entumece y alborota 10 y de otro viento compelido ta Gades la muralla azota A cuyo choque, aunque Lin repetido, Eternamente permanece inmota que 4 fas olas su constancia amanse, ‘embestirla el piélago se canse. Mas viendo que eran sus esfuerzos vanos, Arremeti el.cuballo poderoso, ‘Que alza menuda braja con las mancs Al impetu feroz y sooroso ; Y dice : auuilios débiles bumanos No den favor al corazon medroso : venza, 6 muera; sw dniea esperauza,, Caiga desheela al tiro de mi lanza. Y alta la diestra atras con gallardia, En los estribos todo el euerpo alzando, Fulmina el fresno, y rapida.crujia La banderilla, y siiba reguilando ; Y 4 la nao capitana, a quien mecia Blanda mareta, llega atravesando De una otra banda, y al impulso internas Rewumbaron las Lobregas caverns. ieras la chusma y fos grumetes lucy Saltar 4 nado la cereanaorila, ° el ancho boqueron con agua cie R borbotones tle is eset eee La amura de estribor cede al trasiego, Cae de costado, y la alta popa ht ‘Su balconaje, y las furiosas olas Eotran por las abiertas portafiolas. AA pique va sin tempestad la armada, Porque los espatioles animados De la alla accion, con prisa acelerada Dan barreno a los buques ancorados EI fiero Hernan Cortés con vista airada Terror infunde, y 4 los alterados. Que en la conjuracion mostraran brio Hace dar al través con su tavio. Esto mismo Carrasco; y esto hacia Alvarez Chico; Yatiex arrebata {oa aca de armas, la Cartingo hera Dando al golfo su golpe entrada grata; Ginés en el bajel que conducia, Cast si fuera enemigo desbarata Toda ta eslora, & cuyos roncos soues Huyeron los voraces tiburones. El fuerte galeon empavesado, Que comandaba Ordaz el te, ‘Su mismo capitan le ha despalmado Por ilar satisfaccion de si bastante ; Y Arvenga el levantisco ha disparado Al brangue le otro un tiro fulminante, Y Ia proa y bauprés desaparecen Entre pompas,y circulos que crecen. ‘A fondo van ast los corpulentos Bajeles pero clegos los soldados, Tos estrayos lel agua juzgan lentos, Tal los tiene el caudilio ya inlamados. Impacicntes, furinsos y violentos, De alquitran’ mil bachones y embreados Faegos arrojan, prenden al instante Los restos de la flota naufragante. ‘Arde la pez ¥ estopa resinosa, Yel hetun y fortisimos tablones; De Vuleano la edlera furiosa Desune el calafate y trabazones, Estiéndese la lama sonorosa, Ya formar condensados rtubarror.es Con vapor negro asciende hasta lorsumo En confusas pirdmides el humo. Frnece asi el bellisiio navi Del hermoso Saucedo hombardeado, Al que en Sanlicar vio zarpar el rio De famulas y jarcias adornado : Tambien, Godoy, al tuyo fuego Implo Quems, ¥ al de Moron bien artillado, Al que condujo a Davila violento, Morta el fuerte, y Argucilo el corputento, ‘Ya en la Hlantra inmensa aparecian De tanta armada troz0s solamente Medio quemados : popas se veian Y proas de oro envuelto en llama ardiente, Peidazos de banderas que se hundian, jue el agua 6 fuego nada alll consiente, aniguitan los miseros fragmentos : ‘Ya unidos los opuestos elementos. Todo es horror, cuando hasta los oxcuros Senos del mar con impeta silbando Giega legion de espiritus imparos Se precipita, el pontorebramando, icias, noble Espaiia! que seguros ‘us vencimientos son, y al cielo alzando La alegre vista, mira como el cielo Te da el premio, esperanzas y consuelo. ‘Pues candida paloma descendiendo Sobre los pabellones, el alado Giro tendid acia Méjico, luciendo Con tos visos y albor tornasolado, EI aire en luz purisima vistiendo Gual descogiendo el arco variado. La ninfa de Taumante acia poniente ‘Trae mil colores con el sol enfrente. Cortés ambas las mia.os levantadas Dice : ya entiendo, espirita divino, Que no de mi fervor te desagradas; Sigo pronto tu anuncio y mi destino. Los suyos por Ia cruz de las espadas, duran no desistir del gran camino, Hasta ensalzar, en ver del dios horrendo , Lacruz que tremolada van siguiendo. Eo la hazafia el ejército se empefi Ya resuena el vlarin y cajas luego, Grece la aclamacion, y hecha la sea, Marcha el campo espaiol : ya no hay 'sosiego; Equilibraso el bronce en la cureh Y aplicando la mecha al botafuego, Con ronco estruendo globos inferuales Reventarou los c6neavos metales. ihesidelos de Méjico temblaron timbombe, ¥ que 4 su culto 9 Modanza trite, absortos recelaron’ Giegos ministros con terror cobarde, Si las musas mi verso eternizaron, Mientras flero el leon de Espana guarde Con las terribles zarpas ambos mundas, A pesar de enemigos furibundos ; jerbico Hernan Cortés, seri canada Tu accion por cuantos doblan la rodilla ‘Al monarea espatiol, que en fe acendrada El orbe que ganaste se le humilla Tu accion, que dio 4 la fama voz no usada, Al universo espanto y maravilla, Jabilo al cielo, Hlanto al oreo implo, Y alta materia'al rudo canto mio. REFLEXIONES CRITICAS dete edicion de 1185, QUE SE ATRIBUYEN A MORATIN EL HNO. Eneste canto se propuso el autor seguir el rumbo de Jos mejores antiguos y modernos , sin ceiiirse ri- ‘gurosamente 4 la historia, ni alterar 6 confundir loshechos principales de ella; pues uno y otro seria culpable. Ast es ‘que Ereilla por seguir lo verdadero, se olvidé de la ficcion ppodtica ; y querietido despuss unir en algunas partes una y otra circanstaneia, como la falta consistia cu el plan, ‘no consiguié to que deseaba , haciendo una obra que ni eshistoria, pi menos epopeya. Valbuena, porimitar en su Bernardo a desarreglada abundancia de Ludovico Ariosto, toc’ el estremo opuesto. Alli todo es fiecion , todo adorno pottico, todo episodios : el suceso principal se confunde ‘entre tantos accesorios, que hacinados sin oportunidad ni coxexion, fatigan allector, yno le deleitan ; le evan de OBRAS DE MORATIN (5. micotas). ‘una 4 otra parte, sin dirigirle & la contemplacion del prin- cipal y anico objeto, mostrindole infinitas riquezas para no dejarle gozar ninguna, Evitando pues Moratin tales defectos, ordend su fé- bula de esta manera. Despues de la proposicion € iavo- cacion, se deseribe la reseda del campo espaol en las cercanias de Vera-Cruz. Cortés, deseando enviar mensa- jeros 4 Castilla, pregunta 4 los suyos, quién seré de ellos el que se atreva i hacerlo, Preséntanse Alonso Hernandez Portocarrero y Francisco Montejo; admitelos el general, se previenen para el viaje. Luzbel en tanto convoca tos espiritus infernales , mandindoles que se opongan 4 las ideas de los espafioles. Hicénlo ast, y escitan la discor- dia y motin en el campo, cuando Montejo y Portocarrero se hacen al mar. Cortés procura aplacar los 4nimos quietos : habla 4 sus gentes ; pero viendo la obstinacion de los sediciosos, resuelve dar al través ton toda la ar- mada : arroja Ia lanza 4 la nave capitana; y advirtiendo sus parciales 1a determinacion, queman y. destrayen los navios. Cortés, viendo manifiestas sefiales de la proteccion que el cielo le concede, se inflama en nuevos deseos , le- vanta el campo, y marcha con los suyos la vuelta de Méjico. Convenia dar noticia de los famosos capitanes que sir- vieron en aquella jornada : por esto introduce el autor con oportunidad la reseéia del ejército. Los principes de la épica, Homero, Virgilio, Tasso, y entre los nuestros Lo- pe de Vega, Vaibuena etc., lo hicieron tambien con el mismo intento, En los demas poemas, ademas de pintar las armas , caballos ete. en particular describieroa alli sus autores varias naciones guerreras, cuyos trajes, pai- ses , costumbres y olras particularidades ofrecen ancho ‘campo para lucir la fantasia y erudicion del poeta, como Homero lo practicé felizmente en el segundo libro de la ‘Mada. Pero el autor de este canto se vid reducido 4 mas estrechos limites. ;Cémo podria hacerse una tan pomposa descripcion de un ejéreito tan pequefio? ;como hacer al mencion de naciones diversas en patria y costumbres? ‘Aun usando toda la licencia de exageracion, que se con- cede al poeta en tales circunstancias, no pudo este ha- cerlo sia nota de inverosimilitud. Ciidse tinleamente & pintar con los mas vivos colores los ilustres personajes, que tan nombrados fueron por sus hazaiias en aquella conquista; estendidse cuanto le pudo permitir el asanto que manejaba; y no dudo que hallari el lector mucbo que admirar en este punto. No basta que baya variedad en las cosas que reflere an poeta : es necesario que la haya tambien en el modo de Feferirlas; pues suele suceder en una narracion pottica que siendo todas las partes de que se compone escogidas ¥ diferentes, resulta no obstante el todo desagradable por demasiada uniformidad en el plan de la narracion. Por esta causa varié el autor artiliciosamente este pasaje, va- iéodose de la narracion épica y de la dramitiea, como Lope de Vega en el canto xix de su Jerusalen. En ias pei ‘meras octavas habla por si solo el poeta; y después, guiendo la misma materia que habia comenzado,, intro- duce 4 la india dota Marina, que deseosa de saber quién son aquellos que ve presentes, hace 4 Jerdnimo de Agui- lar que Ia diga sus nombres y circunstancias : ast pone el autor en boca de este todo lo restante, y anima el discurso por este medio con agradable variedad. En la epopeya habla el poeta, é introduce personajes, que ocultsodose 1, alternan en Ia narracion con discursos, que él por si soio no podia proferir. De aqui resulta que el lector ve pre- sentes aquellos sucesos ; pierde de vista la ficcion ; ya no es Homero el que habla ; es Aquiles que se queja de Aga- ‘meoou por las injurias recibidas ; es Priamo, que pide an- gustiado el cuerpo de su querido Héctor, 6 Andrémaca, que viendo 4 su esposo difunto, llora inconsolable sa pro- pia desventura, la del tierno Astianacte y Ia total desolae cion de Troya, POESIAS. ero observemos eudnto lucié la fantasia del autor en el sje que se va examinando. Todo él forma un cuadro Tistoso y agradable ; y el motivo de serlo es, que un poeta dstado de fecunda imaginacion (didiva de la naturaleza), pasa a gurarse presentes las cosas sucedidas 6 posibles : te distintamente todos los objetos que realmente s¢ oftece- ran segun las cireunstancias, después valiéndose del arte, ce lo que es mas oportuno para su intento; y aquello lo inejora, adorna y ordena posticamente. No todos tienen igual viveza de fantasia, no todos tienen gusto delicada pansaber elegir lo mejor, 6 lo mas conveniente;;y esta es bh causa de que manejando dos poetas un mismo asunto, el a0 y arrebata, cuando el otro disgusta, 6 por- que le flo abundante fantasia, que le presentase image- tes, 6 porque no supo escogerlas y mejorarlas, 6 porque 1 las supo ordenar. ‘son de la misica militar se presentan sucesiramente aquellos héroes 4 quienes debe la nacion sus mayores glo- ras. Los escudos con divisas diferentes, ya con blasones de sas familias, ya con empresas particulares ; los yelmos coroaados de plumas, que mueve el viento; los trajes de ixersos colores, las bandas, las armas, los caballos Ue ge- erosa raza : ; qué vista presenta todo esto lan agradable! Enotra parte Aguilar, que razona coo dofia Mariva vestida 4b usapza india, ofrece otro objeto diverso y hermoso. Mercado, soldudo de corta edad, paje de Cortés, viene 4 caballo apartando multitud de indios, que admiran aquel mero espectaculo; y- avisa al ejército que el general se ‘werea, Snena confusa voceria por todo el campo, dispara laareabuceria y artilleria, cuyo estrueado llega retum- baado hasta la opulenta Méjieo. Corral, Volante y Rangel abaten al suelo las banderas. Ya lleg EL poeta apiado estraordinariamente invoca 4 la divina Clio, para que levante su ingenio 4 cantar con digno espirita tan gran cautillo; y pasa después 4 pintarle con toda la fuerza y espresioa de que es capaz la poesia y la lengua nuestra, Bello es 4 mi parecer este pasaje ; pero sus perfecciones 0 soa de aquellas cuyo conocimiento esté reservado 4 la ‘ntetigencia de los profesores del arte : cualquiera que con atencioa le leyere no puede menos de alabar el acierto eon que lo espresé el autor; y el que noballeen él cosa apreciable ,no sé si diga que tiene mucha ignorancia, 6 mucha envidia, 6 tod o junto. Ep el razonamiento que hace Cortés 4 sus soldados re- fiere brevemente los sucesos mas notables de aquella jor- nada, para que asi lo cuenten en Espaiia los mensajeros que ha de enviar. Por este medio se informa al lector de la oposicion de Diego Velazijuex 4 Cortés, del viaje de este, dela destraccion de los idolos en Cozumel, la entrada por d rio de Grijalva, la resistencia de los indios y su venci- miento; y por Ultimo se da noticia de Motezuma, 4 cuya carte diige el capitan su marcha para estorbar la crueldad de sas horrendos sacriticios, y establecer en aquel vasto imperio la fe catélica. En la Odisea, Encida, Henriada y otros poemas tene- anos ejemplo de estas narraciones episédicas, en las cuales mia el autor de lo que precedié al principio de la accion de sa obra. La relacion de Eneas 4 Dido, en el segundo y tercero libro de la Eneida, no era absolutamente necesa- ‘ia para que la accion fuese completa : esta comienza en la lemapestad que arrojé las naves troyanas desde Sicilia 4 las, costasde Africa : asi que, dichos dos cantos son una parte ‘pisédica del poema ; pero sin ellos quedaria Ia obra im- perfecta precisamente, por ignorar el lector sin este auxi- liolas causas anteriores de que resultaron después aque- llos sucesos. El poeta épico elige un solo pedazo de la historia para dispooer sobre él la fibula de su poema; pero munca dejar4 en silencio los antecedentes que tengan pre- dea conezion con el asunto que trata ; si bien necesita no Poco estudio para saber cuiles-cosas debe manifestar, y eadles omitir, en cusl ocasion y de qué modo debe refe- as ritlas, En el presente canto se insinéan por boca de Cortés los acaecimientos anteriores al que sirve de asunto, como ya advert; y aunque pudiera el autor haberse dilatado imas en ellas, cif su discurso cuanto fué posible ; pues siendo toda la. obra de corla duracion, debia guardar en todas sus partes la proporeion correspondiente, para que ninguna de ellas fuese monstruosa por su demasiada gran- deza. En una epopeya completa podia el escritor ocupar algunos cantos con la narracion de tales sucesos, pero en esta obra seria defecto dar 4 aquel pasaje mayor estension. Cuando Montejo y Portocarrero se ofrecen 4 llevar el mensaje 4 Espaia, Torres, soldado anciano , esclama al cielo leno de regocijo, viendo el esfuerzo intrépido de aquellos jdvenes ; se acerca 4 ellos, y apenas pronuncia sollozando tiernamente , vierte lagrimas de alegria, los abraza, y con trémula mano los tieuta el pecho y las dies- tras robustas ; quitase de los hombros el tabali, que fué un tiempo del Malique Alabez, y el morrion que cubria sus canas venerables ; él mismo da estos despojos 4 aquellos dos guerreros ; despidese de ellos amorosameffte ; ya no espera volver & ver su dulce Espaia, y fatigado de los afios y los trabajos, desea acabar su vida en aquellos pai- ses, cuidando del templo de la Virgen nuestra sefiora. {Qué afectos tan tiernos escita este pasaje! Aquel fuerte sol- dado, que vencid en Baza 4 Malique Alabez, hoy cubierto de canas ofrece sus armas, para que las manejen en nue: vas empresas los que gozan florida edad, fuerzas y, valor se regocija de ver que aun si0 se ha estinguido el ardi- miento espaol ; que todavia, como cnando él era man- ceho, hay varoues osados que aometan grandes peligros; se despide por ultima vez de aquellos jévenes guerreros, ¥ conoce que ya no vert mas 4 Espatia. ; Qué sentimiento, ‘morir entre geutes birbaras, en regiones ton apartadas de la patria dyleisima! Pero quiere ya descansar de tantos afanes : su edad y su virtud no deben fuspirarle sino ideas de religion : él se ofrece & cuidar del templo y aras de la Virgen : él solo se va 4 quedar entre tantos millares de idélatras, y se queda contento : despnés de una carrera tan larga, tan lena de glorias , en que espuso su vida al furor enemigo por la fe, por su principe, por la publica fe- licidad , habitador del santuario, quiere dedjcar en él los ‘altimos instantes de su vida al culto de Dios, coronando con esta religiosa accion toclas las otras. ‘Aeeste tiempo Luzbel congreya en los abismos 4 sus se- cuaces , para estorhar los desiguios de los espafioles. En esta oposicion consiste lo maravilloso de la fabula. En la ‘epopeya luce particularmente lo majestuoso y admirable de la poesia. Infamado el poeta de un ardor divino, se ar- rebata 4 lo mas grande, 4 lo mas sublime : ve nuevas re- giones, produce, digémos o asi, nuevos mundos : lo cierto, Jo posible, lo ideal, todo contribuye a facilitar al héroe las empresas mas dificiles. De aqui resultan aquellos sucesos maravillosos , que deciden de la suerte de los imperios, ‘yencidos los mayores obsticulos, y ensalzando 4 lo sumo, 4 un hombre, que favorecen las mismas deidades. De la union de acciones bumanas y divinas, posibles y sobrena- turales , resulta lo que se llama maquina en las obras épi- cas. Los antiguos introdujeron en sus poemas los dioses que veneraban, y estos favoreciendo 6 estorbando con su poder las empresas de los hombres, componian lo mara~ Yilloso de la fébula, su progreso, nudo y solucion. Si debe 6 no usarse la mitologia , después que la verda- dera religion ha destruido aquella vana creencia , ha sido siempre materia muy disputada entre los eriticos. Pero gquién ser el que haciendo reviir Jas fabulas del paga- nnismo, se atreva 4 usarlas en un asunto sacado de la his- toria moderna? 3A cuintos errores y contradicciones tiene que esponerse? Sannizaro, Camoens y otros incurrieron en esta falta. El mas ciego partidario de la fecion antigua, leyendo las Lusiades ballara en elas una general confu- sion de ideas, y una mezcla de lo mas sagrado de nuestra ry religion coa lo mas profaao de la gentllica : defecto que ‘Oscurece en gran parte el conocido mérito de aquel autor. Y Ala verdad, ,qué cosa puede hallarse mas repugoante que el concilio celebrado por Japiter para tratar de las co- as del Oriente, y del éxito que deben tener las navega- clones de los portugueses? Baco los aborrece sobrema- ‘era, y pretende par todos modos estorbar su llegada 4 la India, Venus los ampara, porque tieve entendido de las ‘parcas, que aquella gente ha de celebrarla por todos los paises que domine. Marte sigue el partido de esta diosa ; y de aqui provienen despues todas las felicidades y des- Gracias que esperimenta el héroe en su larga uavegacion. Pero donde & mi parecer hay mas que notar sobre este punto, es en el.canto segundo de dicha obra. Vasco de Gama, habiendo partido de Melinde , navega acia la Iu- dia; Baco baja 4 los palacios de Neptuno; roégale que convoque 4 los dioses marinos : Triton los llama, y es- tando juntos, Baco implora su favor contra los portugue- ‘se8 gus enemigos : los dioses prometen ayudarle ; y loha- een, do una furiosa tempestad, que pone 4 la ar- mada cristiana en préximo riesgo de perderse : Vasco de Gama, 4 vista de tal conflcto, esclama diciendo Divina guarda, angélica, celeste, Que os ceos, o mar, et terra senhoreas, ‘Ty que 4 todo Israel refugio deste Pot metade das agoas eritreas, ‘Ta que libraste Paulo, et defendeste + Das sirtes arenosas &t ondas feas, E guardaste eos filhos 0 segundo Povoador do alagado et vacuo mundo, etc. No fim de tantos casos trabalhosos, Porque somos de ti desamparados Se este noso trabalho naon te ofende, ‘Mas Antes leu servico s6 pretend De esta manera pide al cielo le libre del riesgo en que se halla : y parece que 4 tal siplica debia descender un pa- raninfo euviado del Omnipotente 4 sosegar con sola su presencia las embravecidas ondas del mar. Pues no es asl; 41 invoca al verdadero Dios, protector del pueblo de Is- rael, de Noé y lel apéstol Pablo ; y 1a diosa Venus viene & socorrerle a¢ompaiiada de varias ninfas. No es necesario detenermne mas para hacer ver lodesatinadode este pasaje, Tales inconvenientes resultan del uso de las fabulas an- tiguas en la epopeya : hoy son despreciables para noso- tros aquellas Gcciones ; como no son ereidas, no pueden mover el corazon, ni causar los efectos que deseau los quelas usan, ‘Une merveille absurde est pour moi sans appas : Liesprit o'est point ému de ce qu'il ne croit pas. 4Ni como podré espresarse con propiedad el caracter de Jos héroes, si se mezclan en la fabula las deidades geati- licas? Pelayo, Alfonso VIII, Fernando V no pueden tener ‘otro cardcter que el de principes religiosos, restanradares de la monarquia espafiola, azote y terror de los infieles : sus acciones y liscursos deben mauifestar, en cualquier poema que de ellos se forme, estas prendas suvas;; pero siun poeta nos preseutase 4 cualquiera de ellos comba- tiendo ejéreitos enemigos con el favor de Juno 6 Minerva, destrutria peecisamente lo verosimil , hallaria 4 cada paso ideas opuestas y dificultades que no es po:ible vencer, formando dg su obra una masa inform, des reciable & los ojos de cualquier hombre de mediano talento. Y &i observamos nuestra religion , qué no. hallaremos en ella adaptable 4 la poesia herdica? Un Dios omnipo- tente, que forms el universo con sola su palabra, que to- do lo cria, lo alimenta y lo sostiene ; un Dios, & cuya voz terrible tiemblan los cielos y los abisines ; los angeles, ininistros suyos 6 para el favor 6 para el castigo ; los aventurados, otros tantos héroes fortisimos, que en pre- ORRAS DE MORATIN (p. ricozas). mio de su virtud gozan de un eleruo é incomparable galardon protectores de los hombres que los invocan y Teverencian. Por otra parte el priucipe de las tivieblas y secuaces infelices, que ven con dolorosa envidia levan- {Grse el linaje humano & ocupar las moradas celestes, que ellos perdieron por su soberbia, ;Cudn abupdaute materia ofrece todo esto & un poeta, que ayudado de ingenio y ‘gusto, quiera unir en la epopeya lo verosimil 4 lo mara- Villoso? Ni solo 4 esto se reducen sus facultades : las cosas mo- rales y fisicas toman uueva forma, las da cuerpo, vor y accion, La envidia, el suedio, la discordia, la guerra, la muerte, el furor etc. suplea muy bien por otras deidades que perdemos abandonando la mitologia. Ademas que esta privacion no se estiende-& ciertas frases y modos de decir poéticos con que los mejores escritores han espresado clertas cosas, que sin imitar 4 os antiguos no podrian de- cirse tan gallardamente. Llamar Febo al sol, al iris la ninfa de Taumante, 4 la aurora esposa de Titan, y otfas espre- siones semejantes 4 estas, ademis de no alterar ellas por sf solas la composicion de la fabula, estin ya recibidas de suerte que no es posible ni conveniente desecharias. EI Tasso reformé con mucho acierto este punto, y en sa Jerusalen abrié nueva senda, que han seguido otros muchos con mas 6 menos felicidad. El autor de este cauto, firmemente persuadido de la solider de estas ideas, adopté lo mejor. Resta saber si usé lo maravilloso con oportunidad yacierto. 'No debe el poeta, por ostentarlosobrenatural y prodi- gioso, mezclar 4 cada instante las deidades sin aparente necesidad. Nec Deus intersit, nisi dignus vindice modus inciderit, Homero, segan algunos eriticos , no guardé es- crupulosamente este precepto; y parece que Virgillo pa- diera haber omitido la intervencion de Iris en la moerte de Dido : para morir no necesitaba aquella reina amzilio celestial; la espada de Eneas bastaba para matarla. Luzbel se declara enemigo implacable de Cortés; que es decir, va 4 estorbar las empresas de aquel famoso ca- itan ; aquel 4 cuya prudencia y valor ha de rendirse el dilatado imperio de Méjico: piedad y ciega idolatria de iendoen ellos ta fe de Jesueristo. Apenas se hallaré en la historia de muchos siglos otro héroe y otra conquista, que den igual motivo 4 introducir en una epopeya semejante Bc- cion. Veamos pues si el autor la usd en lugar oportuao. Habla Luzbel 4 sus secuaces cuando se embarcan para Espaiia los dos enviados de Cortés, soldados que han sido 1 testigos de la suficiencia del general ; que haa visto ya os primeros ensayos de su constancia, valor y atrevi- miento en los peligrosalel mar, que ha superado dicbosa- mente: en Cozumel, doude 4 vista de inoumerables gen- tes ha destruido los horrendos idotos , en que el demoaio ecibia adoracion ¢ inciensos; y en Tabasco, cuyos habi- tantes, que le recibieron como enemigos, ya vencidos y escarmentados, le reverencian. Ya saben las ideas de su caudillo; tienen noticias ciertas de Méjico, la estensioa de sus limites, las calidades del clima y demas circunstas- cias. Esto, acompafiado con los maguiticos presentes que evan va 4 escilar en el animo guerrero de los espaioles deseos vivisimos de cruzar el Océano, ¥ set participes de las fatigas y la gloria de aquella jorvada. Carlos ¥, priucipe belicoso y grande, se agradara de ver estendido ‘su imperio hasta aquellos remotos paises. La ocasioa se acerca eu que las monarquias de oceidevte van & rendirse al yugo espaiiol. Todo esto mira presente Satanas, y co- nociendo lo que podra resultar de tales principio, va a estorbar (si le es posible ) el disgusto que le amenaza. Como so halla agitado de la indiguacion y el furor, no es creible que en tal ocasion se valga de largo exordio y predmbulos artificiosos para manifestar 4 los que le esca- chan su deseo, «,Cou que no solo, dice, sereis vencidos del arcangel.. que resplandecid con pura tur. sivo t itien de Jos abatidos hombres? j Qué horror! Vosotros, veleruos espiritus, que 0s atrevisteis contra el Criad ‘ahora temeis & los que soa hechura suya? ;Suftireis, con altnje ¥ afrenta vuestra, que uo hombre intente la des- wroccion de Yuestro imperio? » Asi empieza, Después jura esetarlos 4 1a vengauza pinta el estado en que se ve i idalatia : ya Cortés probibe los sacrilicios de vietimas uplos i la Madre de Dios, y en ellos sacendote hace coi su vor qu 10s Jest. evo eu aquellos paises, Pasa despues & carlo que resultara precisamente, para que no se dilate remetio, vieudo manitiesto el peligro. Ya ve que la so berbia espaiola va por su religiou y su principe & ejecu- st wrodigios que da mismo inlieruo; ya le wee que Ye aprisiouado al gran Motezuma por aquel owbee terrible ; ve mil naciones tributarias rendirse utes al poder espanol. jae debea ayudarle : be Pero conviene no desanimar 4 la piutura del riesgo se ditige 4 reves su astucia, no 4 escitar en ellos el desaliento; jor ysto acaba su diseurso animandoles la, empresa syor atrevimiento faé el nuestro, les dice, cuando as- ‘wires al alto-tr020 de Dios : escite auestro brio la ‘sisma difeultad : para vencer 4 los esp ‘nos sean el instrument ; y mientras I tuba® sus trnfos, haced vosolros que reine el tunulto ssedicion por todlo el ejército cristiano.» Asi concluye, sol inlierno se conturba : oyese por todas partes | nltso estruendo que cansan los monstruos que eran en él. Va el poeta a dar una ¢ jon de este honor, ydice que no-seri de otra suerte el wastorno ve wnl de la uaturaleza, cuando la inwensa maquina det ode Negue-é su fin gnoro ciertamente euil comparacion adierahallarse mas propia 6 mas postica para deuotar le aleracion ¥ trastorno horrendo que causaron en el las palabras del indiguado Satanis. Ya sebhacen al mar los dos enviados de ¢ tiempo espareen la sedicion y alboroto eu spifius infernales. Alonso de Grado, los Peiiates de Gi- baleoay Pedro Escudero renuevan la inst versed Gubayno biew hallados con la rigida diseiplina que foci observar el general os de baber ellos sido astigo de sus delitos. evido, habla 4 los sold + la conquista que ha proyectado Cortés ; le moteja d temerario; espone los peligros y afanes que van 4 pade- st: para esto pondera la ferocidad y multitud de « os que los aguardan, sw astucia, sit intrepidez, sus ar nas, fa diferencia del clima, Ia escasa noticia que se ae de aquellas tierras, el poder de Motezuma, su cjér to, s0§ eapitanes cu ba te 5: todo esto Io ae {audiendoles temor ve podra tener aque Doles, ellos mis- jortés, y deste ales. todas sus tropas, 6 indigna- con ey eudero, mas que todos inquieto y nto los demi o ya 4 los espanio- wos & su voluntad, doles que duden del 1o de la religion y el deseo justisimo de estender en ‘quel imperio Ja fe eatdlica, sou motivos suficientes para atreverse alas mayores diticultades, previens esta obje ion dieiendo, que si tal de nima, en el Africa, cist’ Espa, pueden cumplicte, 6 ya esponiendo glo viosameste $a vida por libertar del yugo barbaro la ciuclad santa de Jerusalen. Asi indigoado ea los mas débiles ta rebelion, procurando pe frlos 4 que neganda la obediencia al jefe, le desamparen Coumueven sus razones 4 los que le eseuchan; eunle 1 motin y alboroto por todas partes; compara el poeta ste mido al.que forman los aires impetuosos en 1a real fibriea del Escorial. ;Pero qué ideas ofrece en esta com vancion tan admirables! La robustez y magoitid lesea de aquel edificio, el estrendo horribie que se es- enche por todo él, ¥ el impeta furioso del huracan , 4 tra el caudlillo PORSIAS. a ayo impulso retiembla el coro, el pautcon yla sober bia capula, Cartés, invencible 4 vista del p'ligro, corre las Glas, y con alegre semblaute dice a los suyos : «; Qué es esto, respaiioles, compaiteros mios? 4 Vosotros sois honor dé la milieia? ,Vosotros sois el terror del orbe? jqué estoy voyendo! Con que supisteis despreciar intrépidos los ma~ res alterados : oon que os atrevisleis 4 vencer mayores diticultades?... ;0 despreciais lo poco que nosresta...» A la verdad no pudiera Cortés valerse en tal ocasion de mejor exordio : en estas breves razones va a captar 6a beuevolencia , ¢ iufundir eu ellos estimulos de verdadera Bloria : los alaba, les acuerda su patria, para que el ho- or los anime 4'no hacer bajezas indignas, porque son espaioles ; los Hama compaieros suyos, partiendo con ellos el mérito de tantas huzafias ; ensalza su constancia y valor en los trabajos padecidos, para que arrostrea los Yeuideros con animo noble; y cuando parece que iba 4 reprender su debilidad, corrige el pensamiento cen aquella espresion : +;0 de-preciais lo poco que nos restate Como si dijera : no es posible que esta conmocion sea efecto de inconstancia 6 temor : vosotros creeis que & tan altos hechos no pueden seguir otros mayores, y des- preciais lo restante como indigno de todo vuestro aliento. «Pues vo 1o desprecieis, prosigue, que algun dia admi. »rareis nuevas empresas, muy digoas de tales varones. >gApeteceis los riesgos de la guerra? propio es de voso- atros. que sois espanoles , este deseo; pero ya llegara tiempo en que me agradezcais haberos conducido adonde alograreis victorias, que publicara despues la fama, para dar con ellas admiracion al mundo.» De esta manera, olvidando el defto, los acuerda unicamente su obliga~ ion ; y con singular artificio, cuando los aconseja, los alaba, proponiéndoles el medio de borrar la cometida culpa. Después hace mencion de aquellas hazaias parti- cealares, en que mostraron su valor otras veces. «; Donde esti aque! soldado mio que dividié Malla? ;Dénde rest, afiade, et que en el desafio do Tumpoton cla »birharo contra la tierra? Aqui estais todos, 6 leales ‘»compafieros mios. Yoel primero sabré morir por la pa- » tria : vamos a vencer. » Pero obstinados los sediciosos en suintento, ya no escuchan las razones del capitan : él ex medio de tal desérden resiste invicto el teson horrible de aquellas gentes: ;qué heroismo! ;qué grandeza de alma! Comaparale el porta cn tal situacion al peiasco de Cédin, que resiste inmoble el furioso impetu de las ondas; y re- flete después la altima determinacion de aquel candillo, que forma la solucion de la fabula. Viendo pues el capitan que no era obedecido, pica el caballo, y corriendo acia el mar, habla airado y resuelto : tira su lanza 4 la nave capitana; acuden de una y de otra parte Jos que le son fieles ;'y obedeciendo sus intentos, destruyen 4 porfia toda la escuadra. Por no dilatarme fuera de lo justo, hablaré de aquello mas notable que se halla en todo este pasaje. El modo coa que esta dispuesto es verdaderamente poético; y juzgo el autor ser cosa oportuna apartarse algun tanto de la historia en él, para hacerle digno de la trompa épica. El que juzgue ser un defecto no haber. seguido con escrupulosa uimiedad 4 Solis 6 Bernal Diaz, seguramente ignora los principios del arte. Su mérito pues consiste ya en lo admirable y sin- gular del suceso, que se debe 41a buena disposicion de {a fabula, y ya en las imagenes, que voy citar, con que lo adorné felizmente el autor. Cortés picando al caballo, que esparce con las manos menuda arena, se levanta sobre los estribos, alzd atras la diestra féruisima, arroja su lanza, «que vasilbando por el aire,y atraviesa de una & otra parte Janave capitana, que mecia en las aguas blanda mareta; al golpe retumban las cavernas lobregas ; la chusma se ar- roja al mar para ocupar la cercana rihera; el gran hajel se ‘sumerge poco 4 poco entre Ias ondas; los soldados destra— . ry yen prontamente las naves restantes, y buyen al centro Jos peces timidos ; Arvenga el artillero dispara un cafto- navo 4uno de los buques, cuyo bauprés y proa desapa- Fecen, formando al hundirse grandes circulos en el agua : ‘otros aplican fuegos, suena la llama, y asciende el humo por los aires en negra nube; ya solose veo por aquella inmensa llanura popas y doradas proas medio abrasadas y deshechas ; una legion de espiritus matignos se pr 4 os profundos senos del mar, y descendiendo una palo- ‘ma sobre los pabellones, dirige después su wuelo acia Meéjico : Cortés y los suyos, reconocidos 4 los beneficios del Altisimo, prometen no apartarse de aquella empresa hhdcese ta sefia, suenan los instrumentos belicos, desfi- Jan las tropas, y 4 las descargas de arlilleria tiemblan en ‘Méjico los simulacros abominables. Tales son las imigenes poéticas con que adomné Mo- ati el filtimo pasaje de su obra. Como todas ellas son Propias y escogidas, resulta una pintura agradab‘e y viva, ‘en-que se presenta 4 nuestra idea aquella herdica accion de Cortés, digna sin duda de los mayores encarecimien. tos. Sibnbieran de notarse las demas circunstancias dig ‘nas de aprecio, que se hallan en esta composicion, se alargaria este eximen demasiadamente : baste haber dado ‘una idea de su mérito, esponiendo lo que me parecié oportuno en la disposicion de la fabula, sus principales partes, y los afectos, caracteres, comparaciones, pensa- mientos y adornos de la fantasia, por ser esto lo mas no - ble y digno de consideracion en cualquier poema. Mis lec- tores podrin observar lo restante, ya porio que toca 4 la moralidad que encierra la obra, ya por las miximas y el ejemplo que ofrece de una virlud no muy comun, y de un heroismo el mas digno de imitacion y aplauso. Podran asi- mismo refiexionar sobre la observaneia de los principales preceptos, y tambien el mérito singular en la versilicacion, colocacion de ideas, imitaciones, lenguaje poético, y otras cireunstancias menores (aunque esenciales) que omit! por no dilatarme en demasia. Pero quisiera advertir 4 los menos instruidos en este estudio, que si estraiiaren algunas frases y modos de decir no ya muy comunes, que usd Moratin en su canto épico, antes de reprobarlos consulten las obras de nuestros me- jores poetas; examinen con atencion el lenguaje que hay en ellas , y cotejindole con el de la presente, hallaran entre este y aquel no poca semejaoza. Es verdad que en sentir de algunas seri culpable esta imitacion; pero no lo juzgan asi los pocos que cultivan con acierto la poe~ ‘sa castellana. Heroando de Herrera en sus comentarios 4 las obras de Garcilaso dice ast : «Por nuestra ignoran- cla habemos estrechado los términos estendidos de nue: tra lengua, de suerte que ninguna es mas corla y me- snesterosa que ella, siendo 1a mas abundante y rica de »todas las que viven ahora; porque la rudeza y poco ventendimiento de muchos la han reducido 4 estrema po- »breza ; escusaudo por delicado gusto, siendo muy aje- nos del buea conocimiento, las dicciones puras, propias ay elegantes... Los italianos , hombres de juicio’y erudi- clon, y amigos de ilustrar su lengua, ninguo vocablo de- »jan de admitir sino los torpes y risticos. Mas nosotros volvidamos los ouestros nacidos en la ciudad, en la corte, ven las casas de los hombres sabios, por parecer sola- smente religiosos en el lenguaje; y padecemos pobreza yen tanta riqueza y en tauta abundancia, Permitido es que vel escritor se vaiga de la diccion peregrina cuando no la >tiene propia 6 natural, 6 cuando es de mayor significa vcion. ¥ Aristételes alaba en la poética y eu la retorica vel uso de las voces estraiias, porque dan mas gracia 4 vla compostura, y la hacen mas.deleitosa y mas retirada »del hablar ordinario. Pero nosotros, solo por huir el nom- »bre de ignorantes, publicamos la ignorancia de la pru- sdencia, y el poco juicio nuestro, desechando las que son yen nuestra lengua puras, hermosas y eflcaces, y sirvién- OBRAS DE MORATIN (o. xicouas). »donos de las ajenas, impropias y de significacion menes »vehemente. Si esto es enriquecer la lengua y adornarla »con joyas peregrinas, jazguento los que saben y Genen »verdadero conocimiento de estas cosas. » Y qué podri decirse de muchos de nuestros moder- ‘os escritores, que despreciando Ia diccion poética, que tanto ornamento y gala afiade 4 las obras de los antiguos, tusan en las suyas un lenguaje comun, débil y ajeno de toda betleza ; de tal suerie que quitando las voces con- sonantes y la medida de los versos , quedan coavertidas sus poesias en una prosa despreciable ? Dirén que no hay razon para admitir en nuestros dias 1a locacion poética de los antiguos, porque el uso la desterrd. Podria ser cierto cuando una dilatada serie de hombres doctos eu esta ciencia hubiera ido desechando sucesivamente las voces y frases antiguas, usando en su lugar otras mas pro- pias y elegantes. Pero sabida cosa es que asi como todas las demés ciencias y artes, la poesia castellana decayo notablemente en el pasado y presente siglo. A aquellos hombres grandes, cuyas obras merecieron general aplauso, sucedié tuna turba servil de copleros infelices, coaceptis- tas ridiculos, que careciendo, si no de ingenio, de pru- dencia y buen gusto, inundaron el Panaso espaiol con escritos insipidos, dignos solamente de aprecio entre el ‘vulgo de los ignorantes. gSerdn estas obras las que han de probar que el leoguaje poético no debe usarse tal ccual fué en los tiempos de nuestra buena poesia? Dire ‘mos que estos autores se valieron de nuevos mods: de decir, porque los recibidos hasta entonces erau de me- nos estimacion, 6 porque no supieron otros? Y si de ia- tento adoptaron otra diccion, ;por qué adoptaron tam- bien otra poesia? ; por qué 410s pensamientos sublimes, 4 las pinturas admirables , 4 las felices imitaciones de griegos y latinos, que tan abundantes son en nuestros bue- ‘nos poetas , sustituyeron tantas figuras de palabras, tau- tos equivocos, tanta falsedad en los peasamieutos, tan- tas puerilidades, que se hallan 4 cada paso en sus escri- tost Confesemos con ingenuidad que asi como ignoraroa Jo que era buena poesia, asi tambien carecieron de gusto y eleccion para lo demas. Después de Herrera, Garcilaso, Fr. Luis de Leon, Jauregui, Lope , Ercilla, los Argenso- las, y otros de su tiempo, solo hallamos copleros , no poelas. ; Pues quién tnvo autoridad para desterrar la an- tiga locucion poética? ; Deberemos buscarla en las obras de Montoro, Gerardo Lobo, Beuegasi, Cetuadas , Leon Marchante , y oltos de esta secta; 6 en aquellos cuyas producciones tan alabadas son entre los hombres de buen gusto? Lo sabrin sin duda algunos modernos, que 4 fuerza de querer puriticar nuesiro idioma, le enervan y destra- yen enteramente; de tal modo, que sillega 4 seguirse ‘este errado método, dentro de pocos aos hablara el poeta el mismo lenguaje que el orador, y perdera la divina poesla aquel precio singular que siempre la ba distinguido y realzado sobre Ja prosa mas elegante. Por lo que toca 4 esta composicion no hallo otra cosa mas esencial que poder afiadir; si bien imagino que aun- que logre entre algunos estimacion, no faltaréa tam- poco censores que la critiquen ; pues como no se trata de hacer otra obra original mejor que ella, cosa harto dificil, el nolar defectos y despreciarla es bastante fi- il para cualquiera que se dedique 4 ello. La corte abunda de eruditos, que no habiendo mere- cido 4 la naturaleza un talento sublime, cual se necesita para empezar & ser poeta; no habiéndose molestado tam- poco en cultivar el drido estudio de los preceptas , el de la filosofia y demas ciencias que deben acompafarla, y mucho menos 1a lectura de buenos originales, suplen esta pequefia falta con la vana ostentacion de’ noticias sueltas, halladas por acaso, retenidas sin conexion ni discernimiento, y producidas con trastorno é ignorancia. Estos censaran libremente lo que no entienden : las obras. POESIAS. mss perfectas son defectuosas A su vista; y como Ia sa- biturla y la igaorancia hacen atrevidos 4 los hombres, ‘ots por el segundo motivo se erigen en jueces arbitros del mérito de los demas, Otros menos advertidos pre- tenden adquirir el mismo derecho por tal cual obrilla despreciable que han escrito : un elogio insulso, una tra- duecioa, una comedia desatinada, digna por sus mons- trussidades de representarse en nuestros teatros, dan salicente autoridad 4 cualquier atronado para creerse capat de nolar errores en los Homeros y Virgilios. Si fue- sen de esta clase los criticos que han de juzgar el _pre- ‘sente canto, seran sus fatigas despreciadas de los hom- les inteligentes y de buen gusto. Si por el contrario bubiese alguno, que scgun los principios infalibles del arte, sebale Jo que hay en él diguo de alabauza, y lo que necesiaba corregirse, seri en tal caso acreedor & los masores elogios. Elautor de esta obra vid muchas veces levantarse con- ta sus escritos numeroso tropel de criticos impertinen- tes; peto siendo iguales en ellos la malignidad y la mo destia, nunca osaron dar al pitblico una obra suya origival, jar demostrar por el modo mas breve cuil era el ca~ imino de los aciertos. Facil es censurar; pero muy dificil producir obras estimables. Para conocer los delicados primores de un Virgilio 6 un Torcuato, acaso no bas- tasaberde memoria cuantas potticas hay escritas : es vecesario tener la grande alma de aquellos hombres para sober je el que no sea capaz de aiiadir un canto 4b Jerusalen librada, calle y admire, y deje el empeiio de ka censura 4 quien sea capaz de competirla. Muchas veces un preceptista rigido juzga defectos los @@e s0n acaso primores inimitables en una obra de poe- sia: lodo quiere reducirlo 4 ciertas medidas geométricas, AGerta posibilidad fisica, que en las produccioues del ‘iogeaio 6 no hallan cabida, 6 si la tieven, es en tales Greunstancias y de tal modo, que uo es comprensible 4 quiea carece de un genio superior, que burla y confunde ‘aa la prictica las dridas especulaciones de los tedricos. POEMA DIDACTICO. CANTO PRIMERO. Antigtedad, origen y escelencias de Ia caza. io, como suelo, del Amor titano Canto injustas hazaiias dolorosas, Nitampoco de Marte el inhumano Las furbundas armas espantosas, ore, cubren de cadaveres la tierra ; evo la viva imagen de la guerra. Con cual arte fas fieras y las aves Sajete el hombre, 6 ta, deidad campestre , Casta Diana, que ejercerio sabes, Dicta 4 mi inculta musica silvestre, Pues nunca otro espaiol subié al Parnaso Por donde yo dirijo el nuevo paso. iLuis, ob gran Luis! mi amparo, y ornamento! Dame Cie y valor Para ‘invocarte, aquel soy, que con alto pefisamiento aron los delos A cantarte, Yyo te llamaré con nombre justo, Mecenas espatiol,ibere August." q rao benign 10 y plicido escuchaste Aun ietenula Ami Musa balbuciente, No la has de oir abora? Ta lenaste mundo de la fama de clemente : ‘Ta virtud, ta piedad fallar no pudo = Anim, 6 Musa, arrojome : qué dudo? A dos hermanos hijos de Latona Los dos seguimos, y esto nos ha unido : ‘Apolo la ifera corona Toxo t, De! triunfante laurel me ba prometido, Yat, Dictina, enriquecerte traza De abundantes despojos de la caza. ‘Ti has dado testimonios relevantes De que en los premios clasicos se interuan De la literatura los amantes, Siempre que sabios priucipes gobieruan, Y que 4 pesar del odio mas perverso Los versos ama quien merece el verso. Sin duda tu gran madre soberana , A cuya planta augusta yo me postro, Para cantarte el arte de Diana Me dara tiempo con sereno rostro, Que un breve rato es mérito muy fijo Dejar la madre por servir al hijo. I acaso el gran Monarca me escuchare Benignamente con oido ateoto, ile que 4 mas empresas ee prepare ; Pues prorumpiendo en fmpetu violento , Ya vendré tiempo, y cantaré con sata ‘Log grandes triunfo de la horrible Espata, Mientras tanto contigo por la umbrosa Selva feliz discurriré, siguiendo La caza, de tus tiras temerosa : Mil ninfas dulees coros disponiendo En la espesura, alll con voz arhiga Aliviaran de entrambo s la fatiga. Dictame pues la musa castellana Versos dignos de un principe, cual eres : Ni asiste & formacion de docta plana Mejor que 4 aquella en que alabado fueres, Y reducido & nomeros staves, Cazador diestro, escucha lo que sabes. Hubo algun tiempo en los remotos aiios Del mundo infancia, en que la dura tierra No le causaba al hombre algunps datios, Ni con zarzas ni abrojos hizo guerra, Y sin cultivo prodiga y esclava Los frutos de sus arboles le daba. ‘Todo era paz : aun no nacido babian ‘A turbar la quietud los monstruos fieros De ambicion y politica ; escondian Los moates no labrados los aceros . Y aquel siglo inocente con decoro,, Por no le conocer, se llamé de Oro. Retozb con los tiernos recentales El lobo earnicero, y humillados ‘Amaban los mas fleros animales ‘Ser con humanas palmas halagados » Yen la ley natural, que alli observaban,, Los hombres y los brutos descansaban. Mas corrompiendo la malicia humana La seneillez y cdndida inocencia, Naturaleza se mostré tirana, {jue aa lo iso eterna Providencia juyeron de la mano audaz los frutos, Bramaron rebelindose los brutos. Y el hombre miserable coudenado ‘A ganar con sudores e! sustento, {a primer vex romps con tosco irado De la gran madre el rostro macilento, Encerrando en su seno las semillas, Que luego son garzotas amarill Pero impaciente el hambre porfiada De la tardanza, aun antes que él arase Le dié principios de la eaza osada, En que con prontitud se remediase, 'Y fué la primer arte que él procura’, Antes que la robusta agricultura, Los ramos de las selvas desgajados. Rueron primeras armas, los crecidos Befiascos de la cumbre derribados , Los garrotes volteando despedidos, Perniquebraron cabras y corderos,, Y alguna vez los corzos mas lijeros. Poco después las hondas haleares, Con guijarros, que salen al chasquido, Llevaron 4 10s vientos y 4 los mares a muerte al per al pijaro del nido, Hasta que al tin Lamech en feliz dia Diestro facilité 1a cacerla. El primero dobld las fuertes vares 4 OBRAS DE MORATIN (0. nicotas). Para hacer arcos ; bizo & los estremos Distantes acercarse con muy raras. Fuerzas, y at la cuerda, como hoy vemos: * Este cate} para volar derechas Con las plumas del aguila las flechas. Las reses en el monte perseguidas Su nuevo antid con llagas publicaron ,_ De este al que ejemplo dio 4 los homicidas. Los primeros arpones traspasaron ; Pues juzgindolo (oculto en un grimazo) Por flera, lo mato de un saetazo. Ast fueron los hombres cazadores, Sin mas arte que el arco y la fauiga, Hasta que halld los altimos primores Con sabio acuerdo, 6 Luis, tu nde ‘Tu grande amiga, de mi Apolo hermal La Casta y hermosisima Diana. Esta beldad, del parto temerosa, Aborrevié Jos tilamos nupeiales: Por la ciudad trocé la selva umbrosa, ‘Yhabita en los espetos robledales, En fos bosques y paramos montunos, Hayendo los amores importunos. fa primera y linda cazadora, De los perros not primeramente Las diferentes castas; fue iaventora De la alta red, que cerca el continente , En la que sin remedio al fin cautivos Los anlanale sou muertos 6 vivos. Y como hija de Jove, por quien crecen Al cielo sus ones, bien sabia La hermosa infanta cudnto se parecen El arte de reinar y moateria, Y que la astucia ene tanta parte, Como en las duras querras del dios Marte. "Y como el gran Monarca se previene Con ejércitos, naves y legiones, Con que 4 ser respetado dan de Jas mas indomitas naciones , Asi la real doncella hallo Ja traza De todos los pertrechos de la caza. Sonando va la aljaba do Corinto Con las etolias fechas en el hombro, Debajo de los pechos brilla el cinto, Donde miran las leras con asombro Del javali de Arcadia la cerdosa Testa, y del ciervo epireo la : La rubia trenza, afrenta de sa hermano, Prende blanco liston, que acaso plerde, Dos broches alzan con donaire ufano ‘Aun lado y otro la basquifia verde, Las columnas de Paro descubriendol, Que el real coturno calza y va luciendo. En medio de cien nintas sobresale Como alta palma entre el centeno biando, Pues no hay otra gallarda que la iguale : {0h deidad! ycomo estoy de Ui cantaudo? jOh virgen | ,con cuil verso en este dia Te podra elebrar la mass mia?” or qué, e, te agrada en la floresta Hide los bets y sufrir robusta EeAD et de la alta siesta, qué el estrado persa no te gusta, Ni las delicias del genial retrete , O el espejo en pintado gabinete# Guarda los ojos, aint’, pues ai vieras A. Luis, joven galén, que yo celebro, El propdsito Orme ti perdieras, Tale ras desde el Ebro al Hebro, ‘Si el sonrosado rostro le miraras, De nuevo Endimioa te enamoraras. ‘Ta fuiste la inventora del gran arte, Que con el conquistar se ha equivocado. ardides aprende el fiero Marte, Mucho el cazador tiene de soldado : owen folie, — Ra . el tayo dari nombre 4 aii poems. ‘{Cudntos provechos 4 la especie humana Tu deidad eoseno? Ningua indigno Podr4, cazando, la traicion villana cou fiero espirita + Pues robas la atencion, y los cuidades Penosos por tl fueron recharados. ‘Ta al hambre mal sufrida socorriste,, ‘Los dnimos alegras : con tus manos Las artes podalirias escediste, Util gusto, y salud de los bumanos : ‘Ta mantienes el cuerpo duro y fuerte, Que ni teme 4 la querra ni 4 1a muerte. Nite agrada alistar en tus banderas La generacion débil y bastarda, {fue nega 4 aus abuclos,y que‘alteras cl trueno jufernal de la bomberda, Ni afeminados lindos deliciosos , Con dijes y perfumes olorosos. Y vosotros, que en ocio abandouados ‘Torpemente vivis, la fama oculte ‘Yuestros nombres del cielo detestados, Y en olvide oscurfsimo sepulte ‘Mreate vuestra infamia abominable Del gran Luis el real pecho infatigable. De prlucipes y dioses aplaudida Grecid el arte : siguid su afan violeuto Hipélito, que ball6 dos veces vida, io, Baral, Orion, Calo stent, Carpéforo, Meleagro, Cipariso, ‘AU Apolo, Adoule ¥ Narciso, Ni el grande emperador callar pretendo, Que de la caza piscatoria 4 Opiano Los elegantes nimeros oyendo, Con franca, liberal y larga mano, Di6 al poeta dulctsimo y sonoro Por cada verso una moneda de oro Fué asi Ia caza hasta que halld el averno Lajinvencion de la pélvora tremenda Ces6 en las selvas el silencio eterno, Y viéndose morir con muerte borrenda El bruto se espanté de olr el trueno, Estando el cielo plicido y sereno. No fue hecho este durisimo ejercicio Para complexion leve y enfermiza © encenagada en el deleite 6 viclo Gente quiere fortisima y rolliza, De aguante pertinaz, nunca veucido, De gil euerpo y espirtuatrevido, Ni importa menos que elegir la geute, Saber cual vario género de eras Cada lugar, cada region sustente En bosques, peiascales 6 en praderas , Ni serd para el arte menos bueno Saber las diferencias del terreno, ‘Asi el caudillo esperto reconoce Del enemigo fuerza y calidades, De cual cielo y ambiente el clima goce , N deja sin veneer digcultades, Y anilcipada y cierta de su gloria, Le ofrece sué laureles la victoria. Los gatos apetecen las lanadas Huye el lobo 4 los rudos peftascales, Se acoge 4 las malezas intrincadas El puerco, y los frondosos huecadales , Seguidos de sabucsos y ventores, Procaran los venados toladores. El oriental idélatra sujeta ‘Al velos tigre, el birbaro africano ‘Al leon sata y rela Pronto el alfanje y él venablo en mano, ¥ el lapon blanco cara andar al 080, Terrible, guedejudo y espantoso. El Pera de sus Andes, asombrado Tiembla los formidables ‘culehrones, En el desierto lihico abrasado Dan silbos las cerastas y dragones, Yal caimin sigue el indio americano , ‘Vasallo occidental det rey tu hermand. De la Espafia ansentd nataraleza Piadosa tales monstruos : no en el monte ‘Al cazador asusta Ia brovera Del indémito audaz rinoceronte, N temas que al ilano le amedfente Lon sus muy grandes roscas la serpiente. Mas no dejésin cata as montahen Eo que el valor y el gusto se ejercite No hiay fleras borre y estraias ; Pero porque esta falta'se desquite, Con pradencia y agrado (no te asombres) Un feros de los brutos did 4 los hombres. De esta patria feliz, no del Sabéo Las fértiles campitias, los floridos Verjeles de Ceilan, ni del Hibleo Ni del Pactolo yerimo enriquecidos, Nicuanta amenidad, 6 Tempe, alcanzas, Pretendan competif las alabaiizas. Los cindidos rebaios desparecen ‘Las mas altas colinas, y los prados Con irholes y trigos reverdecen , Bteroa primavera dan los bados ‘ Neptuno puso estala en esta tierra De eaballos lijeros y de guerra. Afade tanto tren, tantas ciudades, Tantos reins vencidos, tantas gentes Esclavas, tanta pompa y majestades, Los sobetbios palacios eminente De aquel que rige tierra y m: Cérlos Tercero, emperador del muuco. Salve, O patria feliz, region de Marte! Inclita engendradora de varones! Los cielos me inelinaron 4 cantarte, {0h Luis! da herdico aliento 4 mis iSalve, 6 madre de tanto esclarecido Famoso capitan, nunea vei fa produjo al fuerte Viriato, Terror de Roma ¥ Romulo de Epa A Trajeno y Teodosio : el moro ingrato De Bernardo y el Gid liord la sata Alos Laras, Bazanes y Girones , YPonces, que domaron los leones. Esta arrullo de acero en los paveses, Los Gerdas generosos , y sin miedos ACordobas, Pizarros y¥ Corteses, Esta 4 los daques de Alba, 4 los'Toledos , Que envié Felipe a reprimir los grandes Alborotos y escindalos de Fla Esta dio cuna 4 Carlos soberano, Xu, gran Laie; mancebo esclaredido, Que si bubiera algo mas, que ser su hermano, Ya ta virtuad lo bubiera conseguido : Celebrad & mi patria, 6 mis Camenas, Por ser tambien de Diana, eiegamente enam Por las Selvas al sol te va buscando , Jamis vio juventud que asi la agrada , Por fama te esta solo idolatrando : Ella te did presteza, aliento y traza Para el duro ejercicio de la eaza, En la flor de tu edad robastamente Latiendo los espiritus, que agitan Elbien formado cuerpo y eminente, Al afan venatorio le habilitan Con movimiento. grave, mas no tardo, Despejo airoso, intrépido y gallardo, Al céfiro con oro le enriquece La vaga inundacion del rubio pelo, El rizo mal peinado bien parece , Ojos azules del color del cielo Plantel de acanto, rosa y maravillas Vertiendo leche y sangre las mejilas, ‘Al lado izquierdo inclina el galoneado Castor fino, y con vista muy gallarda Brilla un diaipante, y el favonio osado Ya al desgaire moviendo la cucarda Con cambiantes de visos y celajes, Hiaciendo tornasoles los plumaje: Mas, joh cudn incansable et hi peso de Ia falgida escope Que vomita relimpagos de Sino va la punzante b . Del ancho cinturon resplandeciente Pende al lado la espada omnipotente. Pero ;cual verso esmirno @ mantuano, Bastara ‘i celebrar las perfeccione: Del espirita herdico, soberano ? De tanto empeito, 6 Fama, no blasones Pues sa. nombre, que al mundo se der ‘Aun no eabe én las lenguas de Ia fama. ¥ no solo 4 las fieras lazos pones, abro sufre re! POESIAS. El'semblante real, ben st Quo, 6 jéven, tu piedad ha cautivado, Aun'los mas intratables corazones ; Nadie se fué de ti desconsolado, ‘Que este es el gran cuidado que desvela Al bilo de Filip y de lsabeta, 10h, qué amante shoe que difunde 90 plot Solo el mirarle al pérfido confunde : 10h qué agrado! y jcon cuanto seiiorfo! i Qué hermosa Juventud que ali dorece! Ob! cudnta majestad que resplandece! Cuauta ninfa real en sus retiros, Tu tilamo nupeial procuta ansiosa ! {Oh eudntos ardentisimos suspiros Esta por tf exhalando alguna diosa! ejandose envidiosas y severas ‘Yer que las desdeiies por las eras. Solo asi al duro Amor se le quebrant Ni la fuga con él es afrentosa; Pero jay dolor del triste que te canta! Pues ol el bur i ida tan pens Nila fiel musa, ni tu ejemplo apenas Me pueden libertar de sus caden Fatigando los montes todo el di Menosprecias los hielos y los soles, Y no te da temor la noche frfa : ‘Adoran tu valor los espaioles, ¥ esperan verse dueiios de los hados, Por tan fuerte adalid acaudillados, Ni temes precipicios ni asperezas,, Los riesgos, intemperie y batideros Por las fragosidades y malezas Rovuelves los caballos mas lijeros ; Ni de la sed te rinde la fatiga, Nidel hambre, doméstica enemiga. El gran Fernan Gonzalez vio cazando EI pronéstico fiel de su victoria, El casto Melanion, el bosque amando, Su pureza libro con alla gloria, Y Ganimedes fué con presto vuelo Desde la caza arrebatado al cielo. En la caza, Alejandro macedonio_ Engendrd aghel valor, que al orbepisa, El Hercules jayin amfitrionio, Y el arrogante Aquiles de Larisa Fueron con ejercicio tan terrible Bl gng venceden, ol ivenatble, ire (y no juzgo que el discurso yerra Mirando tanto ata, peligro y traza, Que no es la caza iinagen de la guerra ; ‘Sino la guerra imagen de la cara, Yana esta ha menester mayores brios, Porque ¥ence cootrarios mas implos. Felices, si sus bienes conocieran, Los cazadores, que en el campo ameno El premio encontraran, que cierto esperan : ‘Aunque no su ancho pértico esté leno Del gran tropel de entrantes y salientes Nile justen importunos pretendientes el techo artesonado En doricas columnas suspendido, Nicon oro el vestido realzado: ” Ni con uso estranjero han corrompido Las costumbres patricias, ni & su lana Blanquisima manch6 tintura indiana. Mas no les falta con quietud segura De varios bienes rica y sana vida, Los anchos campos, lagos de agua pura, Las cuevas, la floresta divertida, Las presas, el balar de los ganados , Los apacibies suetios no inquietados. Mis dulces snusas, cuyo amor me ha herido, Me ensefien qué fue'el caos 6 Ia nada, ‘Antes que el universo bubiese habido’s ‘Gaal del alma inmortal es la morada 5 ¢ origen tuvo el hombre y negro fiero; dijo al ver sus manos el priovero ; En gué consiste lo que llaman vida ; Si.es de los astros vida el movimiento (Qué es a tax; si hay mas mands & medida los soles que ostenta el firmamento ; Como el nuestro en el aire esta librado OBRAS DE MORATIN (1. nicouss }. Si esth inmouil, 6 en torno es volteado 5 ‘Como al hombre las islas dieron casa ; ssi hay esferas, 6 gran region vacia + Qué es muerte; ;mas quicn sabe lo que pasa De esotra parte de la muerte fria? Feliz el que en materias tan dudosas ‘Averigus las causas de las cosas. ‘Has si estas partes de uaturaleza ‘Al huinano indagar no se consieute , Del Escorial y el Pardo la aspereza Me agrade, 3 Araniuet cl foreciente, El Parque, el Valsain y Eresma frio, Caudaloso tal vez.con Tanto mia, ‘Dicboso el que en obsequio de Diana ‘Busca la opaca sombra en las fresnedas = Estos huyen la pompa cortesana, El fausto y ruido en peligrosas ruedas, Con que suena el coufuso laberinto De lavilla imperial de Carlos Quinto, ‘No les turba el tambor que incita & guerra, Niel saber que 4 Ia mar estén botando aves los aslilleros de Inglaterra Ni los reinos, que se ban dle [Nios altos palacios de los reyes» Nila verdad confusa entre las leyes. ‘Pero ellos de 1a caza sustentados , Logran de las meriendas muy sabrosas, ‘Almargen de una fuente recostados + En casa aguardan dees eu espa» Los hijuelos estin junto 4 la madre, Ea torao de los besos de su padre. ‘Con el trabajo el cuerpo est robusto, ¥ los fornidos miembros se eJefeitan; No cual los viles, que con nombre injusto Del ocio en los ejércitos mi Desprecian con los hielos y calores La virla sin afan los cazadores, "Tal vida los antiguos eastellanos ‘Tavieron : los Alfonsos, los Bernmudos , Ramiros, ios Feraandos soberanos , Ordofios, Sanchos Bravos y saiudos, Y tal vex Manzanares vié al famoso Gracian Ramirez alanceando 4 un 030. ‘Con tal gente crecid la fuerte Espaia, Y ast la gran Madrid ha dominado uanto el sol dora y cuanto Doris baiia : ‘Sus fabricas al cielo ha levantado . ¥ ofrece en sus bellisimos espacios, Para albergue 4 su rey siete palacios. indivil Argantonio, y los primeros Espafioles tal vida ejercitaron Cuando aun no El yunque y los martillos resonaron : ‘Tanta promete el que con juicio Elmgy noble ejercicio de fa caza. Esta arte basta la cumbre has subi Y¥ esta te canto, 6 real garzon de Espa Wentras me euciendo &celebrartearmado, jendo de en ja eampaiia : v0 des 0 Joven, de Pelayo descendiente, O consuelo y blason dle nuestra gente. CANTO Hl. Peligros de la caza;; pertrechos necesnrios, como instru; ‘mentos, animales etc., y su ensenanca. Pero on todas las cosas se requicre Cierta medida : luce con templanza Gualquiera accion; mas si eu esceso fuere, ‘Nemesis jasta niega la alabanza, Y nada-con pasion obrardebemos, Pres sempre son viciosos los estremos. ‘Quien creyera que esie arte que yo alabo, catttrembeleso yatractivo hechizo Reduzea al hombre de ta infamia al cabo? Pues, 6 fiel Musa, cuenta lo que él hizo Bn quien no le ejercio con juicio tanto, (Conto el real eazador & quien 70 canto. ‘No ba de seguitse con aquel anhelo, Que Nicins, que siguiendo los venados yen un! Horno, ardiente Mongibelo = silio emperador, y el Cidao rico ‘Ahogo después de caza & Federico. ‘De tal manera al hombre arrastra y doma, Que olvidados los triunfos y combates, Y'cl gran valor con que fatigo & Roma El asombro del Ponto, Mitridates , ios al bosque abandonaido » ‘buco, jamas entrd en poblado. ‘De Adriano rompié la caza un dia Con dolor una pierna : ;quién ignora ios hados de Acteoa? Al joven Hay Hijo de Atlante, un leon cruel devora: Por vil precio Esait despues de caza ‘Vendid el ser mayorazgo de tal raza. El boseaje de Urriols 4 Juan Primero, Que un tiempo tuvo en Aragon la silla, Llora : salidle al rey un lobo fiero, con que brilla, cia & alanceallo , Cayo muerto 4 los pies de su Mas la tragedia mas horrenday Que Espaiia lamento, fué de Favila 7Oh moute Anseba, que el suceso viste! ia lo refiere, porque ya destila i vista fiel de Lagrimas un rio, aun monarea mio. pe de Pelayo, $ucesor de su padre y terno jiven: ando callé el moro con desmayo, 1, para que los ocios no le roben’ imo heredado, en las laderas taba en perseguir las lieras. Una tarde, siguiendo € Membrudo, corpulento, en Gon zarpas y melenas esp: De sus perros y gente des} Gebado en el aleance, se En a fragosidad de la’ montati '¥ calando el cerdoso papahigo, El bruto vaelve la espantable cara, ue el garzon se mira sin testigo, fando ua venablo le dispara : Errdle el golpe, ¥ como el riesgo crece, cha espada resplandece. wvintase en dos piés, y abre las manos El tremendo animal, y 4 brazos viene Con el segundo rey de los hispanos = jnque el estoque ya envasado tiene Se traba entre 10s dos con fuerza mucha Dura, aunque desigual, dudosa lucha. Cada cual, segun puede.al otro aferra En torno revolviéndose, y bregando 10 Alcides y el hijo de la tierra Esti la iera al rey sobrepujando Con muy alta cerviz; pues teme y sabe, Que un leve golpe allt su vida acabe. Pero enojado el rey de la tardanza, Dos veces por el vientre le ha metido EL brillante pul eon gram pajanaa : Dié el oso un horrendisimo bramido , Y aprieta estremecié Que 4 ambos dieron ‘Cuando veis de monteros la, euadrilla Con dardos y con lanzas, ¥ auhetantes Los perros forcejeando en la trabillay con ropas de eaza rozagantes yosa joven Feina, que aquel dia ‘quiso alegrar ia caceria. ise todos de suceso tanto, La ronca vor se pega 4 la garganta’: jMabra acaso furor, lira, ni canto, Que pondere el dolor de Ia alta iafanta? Si atbaitos pinte los eireunstantes , Mi ingenio apele al velo de Timantes. ‘Muerto y despedazado un rey de Espaiia Yace, y mizerta la fiera su homicida , Y 4 entrambos la mezclada sangre baila. Pues tanto importa st preciosa vida. {Oh cielos! por mi ruego importunados, lo. triste POESIAS. De mi Luis apartad tan fleros hados! Jamis el general ha de arriesgarse: De quien Ia salnd pitblica depend, Mas debe que un ejército estimarse Que un fuerte brazo, que atropella y-hiende, Se halla pronto; mas no con tal presteza Una herdica y eientitiea cabea 8, asi los eazadores azar desde este al otro polo, ‘Tu heroicidad los r para serlo; plies no solo ‘dor enseia tn desvelo: De prineipes tambien eres modelo, De un principe han de ser primeramente Las soberanas cieneias alto empleo, Las eiencias que distinguen noblem Al hombre racional det bruto feo; Pues un hombre ignorante , aunque se alae, Noes mas que el bruto,y si es, él no lo sabe Y sian plebeyo necio asi es or jCnil moastruo fuera un principe ignorante, Dprobio de su patri le? Contal azote, 6 Jupiter tonan No castigues jamas : Ni aun 4 los tureos, persas, ni japones. Pero si quieres dar felicidades Aalgun pueblo tu amado, da un famoso Principe como Luis : ,Qué habilidades 0 ciencias ignord? Pues yo no oso, i i podeis tanto, Hal divino canto. ate Asi esti com 10s | El que hizo su maestro en guerra y corte Alhéroe de Veletri, al rey tu hermano, El Alejandro, el gran César del norte, El gran eampeon cientifico ¥ robusto, El rey de Prusia Federico Augu Ep manejar las armas fulminai Se ejercite ya un principe instruido = Retratos de la guerra semejantes La cara y su ftiga siempre han sido: En esta Siga 4 mi Diana bell Mientras el flero Marte Hlama i aquella Pero ante todas cosas es preciso Saber qué prevenciones de lnstrumentos Ln niofa hermosa para el arte quiso Estos son los primeros fandamentos, Pues la esperi a camina sin armas a la gt ‘Tacos de enjuto esparto, la Yeseas, bolsas de pélvora y de balas Deben Siempre Hevar los cazadores : Redes de malla grandes y no ralas Con estaeas de hierro, en que lijeras Caen las timidas liebres prisioneras. Para los'simples conejuclos, chillos, ¥ lazadas de alambre escurridizas, Peretias de blancas cerdas y capillos, Fraseos y sacatrapos, ¥ to mre yerra Ganehos de muelle , Cuerdas y podones, Hachetas, pedernales y azadanes. ‘Ni olvides al martillo con boqueta, Trahillas y coll es pespuntados, ada Ia corneta, Seftuelos de palomas y perdices. Eleazador se adorna y se detiende, Llevando al cinto el cuchillon de monte, Yealada penetra, rasga y hiende, Aun contra la pujanza de Tifonte , ‘Aquella arma punzante de Belona, Que el moderuo furor hallo en Bayons Para el cerco de telas 6 de redes, De caitamo toreido prevendria Varales, que Con recaton de Los estacones de aspera c 0 por la prontitud 6 la tirmexa. is cuerpos elegidos de mancelvs buena paga esten bien mantenidos Alégranse en llevar vestidos nuevos, ¥ vigndose robustos y lucidos, Se empefian en saber su ministerio; Y aquel que sabe, en todo tienc imperio. Este es el gran seereto en que consisle El cantado valor dé las naciones : No teme un cuerpo que brocado viste El falmiuante horror de los eafiones, Y serén mas valientes los soldadlos, ‘Mas galanes y mas disciplinados, ‘Asl las reales guardias, que lucidas Resplandeciendo estin cbn los galones, Son la tropa mejor: lo distinguidas wencibles Its hace en las funciones : Después de ellas, ninguna gente iguales A los carabineros siempre reales. No ves cuan arrogantes y cuan fiers con fas gorras,terelads 1 files, Marchan los espantables granaderos, ‘Trasunto cada cual del bravo Aquiles Gon bizarra y triunfante gallandia, Honor de la espafiola infanteria ? Pues lo mas 4 Ia gala le es debido, ‘Que otros vieras no serles inferiores Con su hacha, berretina, y su vestido: Con la escopeta dié 4 los cazadores Principios detirar el muy bizarro, Valiente capitan Pedro Navarro. De Ricla, de Fernandez, 6 de Algora, De Bis, 6 de Esquivel, 5 el Soto diestro Se elegira el caiton: siempre, ¥ abora El que fos en Madrid algon maestro ropa todo principe le agra Con llaves de Ripoll 6 de Igualada. ‘Con sus hojas contenta esté Toledo, Roma ostente pinturas rafaelas, Cristal Venecia, del sirviente miedo, X Londres y Pats sus bogatelags mi pattia guerrera armé al hispano - Easmaquinas Rorrendas de Vatearo.” Las céleras del pueblo reventaran Oprimido con cargas insufribles : Los caiones y el pueblo se-comparan, {La pledad ypottieaapacibies Gontienen los dos, y la esperiencia De ambas cargas dara segura ciencia. Cubrirés con el punto fa cabeza Del ave que esti enfrente y repinada, Descerraja al pausat : tira 4 Ia pieza Pronto y & tenazon, si va emboscata, Si lleva el eurso rapido 6 lijero Dispara el tiro un poco delantero. Justo es que sepas, porque te sefales, Cémo 4 los animales debe hacerse Ea guerra con los mismos animales: ‘Mando asi la politica entenderse, Y es atbitrio, que el triunfo trae con La ‘A costa hacer del enemigo. ‘Asi Roma 4 las gentes no domadas ‘Veneié con las vencidas : con sus brazos Hizo soberbias fabricas preciadas, Y asi mi rey los toscos embarazos Del alto reventon allana y doma Con los ciegos secuaces de Mahioma. De ta Africa vinieron los hurone: Contra la muchedumbre innumerable De conejos: contra ellos protecciones A. Augusto por legado respetable Pidié algun pueblo, pues si audaz pelea Cualquiera ofende, aunque pequeiio sea. Mezcla el queso manchego bien rallad« Con agua tibia, y los mantiene fuertes: ‘Los conejos en vano se han flado De sus cuevas; que alli con duras muertes Los atormentan, y con presa flera, Arrastrando los'sacan acé fuera. coli tendo las fasta afrieanas Con los prontos javeques de su mando, Rompiendo el séno 4 las espumas eanas, ‘A vela y remo caza les va dando: Ellas 2 Arjel procuran acostarse Debajo del cafion a refugiagse. « Yaunque de sus fortines al abrigo OBRAS DE MORATIN (p. xicouas,. ‘A\ corsario espatiol vencer desean, Las rinde, y 4 remolco trae consigo, Por mas que sin cesar le acafionean ‘Con retumbante. estrépido sonoro, El fiero Barceld, terror del moro. ‘Niha de costarte el altimo cuidado La cria de los perros ; ante todos Elige el blanco, el rojo y el melado, Y el negro, y porque eviten de mil modos La rabia, hards que verlos nacer pueda El signo’ aquario y Geminis de Leda. Y con su inclinacion y la ensefianza Los haris diestros: unio al ciervo sigue, Otro 4 la zorra 6 puerco se abalanza, Otro 4 la liebre, al lobo otro persigue, Uno los anchos rios atraviesa, Otros de sangre son, y otros de press. ‘Luego que los cachorros la luz, viesen, Y empiecen correr, un gato vean Con carne, y cuando todos le siguiesen, ‘De aquellos que mas ladran y jude Saca el mayor, y es bien le engolosines Con carne de la caza a que le inclines. ‘Ni te agrade adestrarlos de maiiana, al fresco ambiente en la serena tarde; Sino cuando cuajé In nieve cana, 0 ta alta siesta con bochornos arde: ‘Aman limpieza en jalbegada casa, ‘Las aguas puras, frescas y sin tasa. Salvia, retama, ruda y el romero, ¥ el vinagre les cura enfermedades; Y el zumaque da alivio al pi¢ lijero Del despeado en las fragosidades, Y el vitriolo, azulre y vedegambre De la sarna molesta quit6 el hambre. Son menester acémilas de machos Lozanos, con bordados rej " Con borlas, cascabeles y penachos : Esta recua lev 4 los cazadores Las redes, arcabuces y estacones, Y el convoy de las otras prevenciones, Y basta entrar en el bosque el coche tiren Las fuerzas de las molas corpulentas, Las pardillas de Almagro en é1 se mi Ana con diligencias muy violentas Hallé esta especie cuando insté al jumento Al no usado y monstruoso ayuntamiento. Este humilde animal sirte de cebo Del vorat lobo 4 la ansia caruicera, Pues trabajando bien cuando era nuevo, Este consuelo en la vejex fe cxpera Oh infeliz bruto, ejemplo desdichado De aquel que sirve bien y es mal premiado! Por el monte el caballo muy brioso ‘Sigue la caza con veloz carrera, De él esta el cazador menestereso: Procure que la raza muy lijera Se multiplique : Gago fué el primero ‘Que entrego los cahallos al montero. ‘A conocer aprende los bumores, La vivera, arrogancia y calidades Por la diversidad de los colores Yo el bayo elegiria : es bien te agrades Del negro, el tordo y alazan tostado, Que antes le veras muerto que cansado, ‘Son los potros del Betis generosos, Debajo de sus piés los campos truenan : ‘Con agudos relinchos sonorosos Los establos de Cordoba resuenan Igual es de Aranjuez la casta mesma, Los tuyos beben del nevado Eresm: Tnguieto en sus praderas el potrillo Esta temblando intrépido, y levanta La frente con muy alto cerviguillo, Corre por el contorno, y no se espanti Sube al cerro, y bajando velozmente, - Corta al rio la rapida corriente. ‘Si acaso alguna vez oy6 clarines, O estruendo de armas, salta desgrefiando Al diestro lado las espesas crines : Al viento en el correr desafiando, Pide con los relinchos el jinete, Y ciego por los campos arremete. Eine! go y las solidas junturas Al buey imite, al ispero muleto En el drme sentar las herraduras Al gato en el andar limpio y secreto: Bu fa vista y voltear muy velozmente Al eaeamdsa lubricaSerpiente. Del leon la arrogancia y fa fiereza, De zorra oreja y cola, del jumento La uiia, el cuello del lobo en forteleza, Yel pecho de mujer: para este iatento, {Qué otro modelo mi atencion divisa, Sino el angelical de mi Dorisa? Nota, si lo-consiente su desvio, ion qué arte el pecho dividido dstenta' {Gon éuanta gracla mira y seborio! icon qué mafeialidad que se presenta! como es de cuanto ve reina y sefora, odo lo mira, y todo lo enamora! "Tal el Babieea fué, y el quo & Castilla Quito el feudo : los tusos muy valientes ‘Tascando estan en la montuosa orila Los espumosos frenos, impacientes En los altos pesebres emputrados De un tiron muchas veces arrancados. ‘Las yeguas son fariosas, oprimidas Del fiero amor, que & nadie es mas datioso, Destilan de las ingles encendidas El espeso hipomanes ponzoioso, Qe la madrasra en yerbas venebosas palabras mexcl6 supersticiosas.. “Trepan estimuladas de la ardiente Indomita lujuria al encumbrado efialara, y al soplo de poniente, Sin otro aigun causorte han engendrado Potro veloz, que al vieoto ha de igualarse: Cosa por cierto estrafia de contarse! Este bruto galéa nunca ha sabido La vil adulacion : al mal jinete Jamis sobre sus lomos ha sufrido: Del loco hijo de Febo se promete Los tristes hados et que wo se ajuste Con gentilera en el Borréa yl fuste. La iguorancia y lisonja envilecida, Monstruos de los palacios execrables, Jamas ante el grab Luis tendran cabida Los lisonjeros son mas detestables, Que el traidor, que de aceros inbuasanos, Kejército rebelde armé las manos. acpi iuisten 3 su ado aduladores Jo un principe esta, aunque acompatiado, En melo ds Weeslos'y aidores Es vicio en ignorantes vineulado Y ofenden, aunque astutos disimulan, Pues juzgan incapaz a aquel que adulan, Oh ingratos 4 la patria y vuestro duefio! Affente un animal tanta vileza: Tit, Luis, no temes del caballo el ceao= Gi Lala monte cou tl desteza? i Héctor troyano en su caballo Etonte , Nien Pegaso el galin Belerofonte. Queriendo acaso remontarte al cielo, Sin ser bastante el freno 4 sujetallo, Galan jinete, haces temblar el suelo Debaja de los piés de tu caballo, Wwe ufa o con tu peso y faribundo, Va amenazando al viento , al mar y'al mundo, ‘Cuando en tu resplander salir dicpoves, ‘Trocaundo tox guijarros en centellas, Lagran Madrid asoma a los balcones a hermosa juventad de sus doveelias, Que te aclassa en estremos amoroso, Dejando & mi y 4 muchos envidiosos. CANTO It. Cura de los Cabatios , Pesqueria y Astrologia , come necesaria 4 lus Cazadores Tambien tiene el caballo enfermedades ; ‘Mas j quién fa esplicacion de un bruto mado POESIAS. Ni mi musa os burld, ni hacerlo pudo; Que antes bien ama su aficion rendida irtud en Los libros escondida. ‘Ni querré yo negar que la esperiencia Algo enseid tal ver; mas fuera de esto Delira en vano imaginaria eiencia Con arbitrario antidoto motesto, Y prueba los dudosos A costa de los brutos Ni quien persuad Y 4.13 horrenda serpi Al toro, lnave Les did i Para cararse y conservar Sin que la humana medicina apreci Y al potro inquieto, mucho antes criado Que hubiese albéitar, le ha destituido De instinto, y a su error le ha abandonado? Y el hombre de otros bratos ha aprendido La cieneia de eurarse ; de manera, Que ella sola es la fija'y verdadera. La amable libertad, que el gozque tiene, Giervo, grulla, leon € hipopotamo, Le did despaciv, con que 4 buscar viene La pilosela, quina y el 1» La sangria y elister ; y Progue lista Con celidonia da al poltuelo vista. Si ti al eaballo libertad le dieses, Silehay, hallo remedio a su dole Pazea sin frenos asperos las mieses, Esparzase en el campo 4 la inclemencia, Hasta que asf eobrando nuevos brios, Se atreva 4 yadear los anchos rios. Pero el hombre ignorante y presumido De saber mas que ta, Naturaleza, Al animal que doma ha sometido A la timida ley de su simpleza: {Tanto pudo ¢on él la aprension fuerte , Yin limite el miedo de la muerte! Apenas destemplados los humores Ve, cuando el infeliz desatentado Maitiplica remedios datiadores : ‘Acade & este ¥ aquel, acongojado, ¥ sin conformidad en tal abismo, Cree que otro sabe de él mas qué no él mismo. Ni bastan treiita lustros que ba vivido, Que aun sin ejemplar, quiere mas de vida Y aun ser eterno, loco y atrevido Y esta imprudencia, y algo de adq Ciencia, que el mundo fisica ta A.Esculapio y @ Apolo dieron fama. Mas joh del hombre afrenta vil! jeon cuiuta Serenidad la muerte el bruto espera! Es héroe el jumentitlo, y no le espanta: Gonoce que es forzosa, ¥ perseve Y son los mas humildes animales Temistocles y Marios y Auibales. ‘Afjade la grandeza jenerosa Del caballo espaol: lleva 4 su dueio, A quien hablar el siervo apenas osa, ¥ él no le mira, 6 mirale con cefio, Pues jazga por la banda 6 la venera, Que es de otra especie 6 superior esters ¥ el noble bruto, al que al eriado lev: Sin vanidad se vuelve carifoso, Xi tiene por baldon, que se le atre Conoce que es suhermano, y amoroso, Al pienso que le pynen con'medida, Ensu mismo pesebre fe conv Nile engrien las cinchas tachonadas, Paramentos, gualdrapas y jireles , Nila plata én hevillas martilladas pues asi los hombres infieles No obran consigo, justo es preguntallo: {Cail es mas brio, ef ducio 6 el caballo? ‘Mas pues juntas ya estiin las provenciones, A caza salga el cazador famoso : Caza es la pesea, si ir alla dispones: Moja cortezas de color verdoso Denuez, que porque tiznan huyen de elas Las manos de mariil de las doncellas, De alli nacen lombrices para cebo jEstrafia metamérfosis! 6 sea Semilla oculta en invisible huevo, 0 que el calor de nuevo la procréa, Segun el tbertino yl impuro Dulce Lucrecio y célebre Epicuro. Porque uno ¥ otro barbaro ateista, Tnventor de maldad la mas horrenda, ‘Atomos juzga cuanto ve la vista,” Y¥ acaso esta gran maquina estupenda, Negando independenciaycelro de ory ‘Alnamen santo, al gran Dios que yo adoro. Esta es de Ia ignorancia a insolencia, Negar que hay duefio, aun del supuesto caso, Porque no alcanza comprender su esencia: Jamhs confesard su ingenlo escaso, ue es conceder, que alguno le adelante, siempre es presumido el ignorante. Gon sedales y redes prevenido {Rolando & desoar elo abajo) jeris 4 Andrés y 4 Pedro parecido, Llenas tas redes en el hiondo Tajo! ‘Quien de la caha amé la impertinencia, ‘Simulacro sera de la paciencta, : ‘Tambien al pez con yerhas se adormece, Y se pesca de mimbre en los eases, tapando el agua desparece : Bespojs te darin uo desiguales Als del Tajo de Aranjuez, que un Dio mil libras de peces en ta ri ero huye siempre el viento dedevante. Baral cazay pesca: abrego es bueno Y no pesques de Ciptia en el menguante, Ni con cielo enojado y no sereno, Nien mafianas con vientos destemapladas Del Eresma las truchas regaladas. 'Ni tienes que estrafar que to aconseje Para cazar la observacion del cielo: Jamas tn vista ese cuidado dejo, + Borque de él pende el regimen det suelo, su aspecto puedes ir seguro Ei adivinacion de lo faturo, ‘Mas no imitar pretendas vanidades Del fanatico astrélogo agorero, Que sobre el libre arhitrio voluntades Del hombre juzgar quiere muy severo, Pues soto alcanzarén tus predieciones Del vario temporal las mutaciones. Las plantas, as estrellas y animales, Y aun fas cosas sin vida al Hombre enseiian Advirti6 estas certisimas sefiales El noble labrador, que hoy le desdefian, Y¥ el ocio que enlfetiene & los pastores Eajel campo, 3 tambien los caradores. speraras (qie lluvia inunde el prado, CGuando las puntas de fa luna nueva, Se ven oscuras, 6 si ya ha llenado, ¥ algun cireulo espeso i ney a Sila graja se espulga, 6 si fla orlla De los estanques se zambulley chilla. “Tambien los gansos de la diosa Tetis La lluvia anunelan con sonoras alas, ¥ los eaballos que alimenta Bells Refregindose mucho en las estal La paloma y la abeja, esta cobarde Se recoge temprano, aquella tarde, El grueso buey tendido aPdiestro lado, Imporiuna la mosea porfiada, Ellobo en enbeatis precipi, gallo que canto de madrugada, {a rana sumergida, 6 con estruendo Las querellas de Lycia repitiendo, “Todo te avisara tiempo Movioso, Y la eampana que aumenté el sonido, X de a gratia el vueo presuroso, O el reldmpago y trueno ensordecido : ’ Si las Limparas altas cemtellean, Y¥ los bufetes de nogal chasquean. El rego de Libia trae las ubes, Y cuando en ellas desde el claro oriente ‘A ocaltar tu semblante, 6 Febo, subes, 0 cuando vas cubierto al occidente, OBRAS DE MORATIN (n. nicotas). 0 cuando te oscureces de Improviso, Jamis ave casera el campo quiso. ‘Conocleron tambien las bilanderas De Abades, del Otero y San Garcia Por el mechon las luvias venideras: Eotouces los carneros 4 porfia Se topan, y a Ia aurora el solitario. Mas alegre canto que lo ordinario. fudo la hormiga el nido, y la becerra Con las romas narices levaniadas Coge el aire después que olié la tierra: Los charcos ven sus aguas calentadas, Grazoa la infiel corneja, y se pasea, Las gotas hacen pompa y menudea. ero si el sol est rojo al ponerse, Y una encendida nube arrebolada Le cubre, 6 sila luna deja verse De rubicunda cinta rodeada, Si el nubarron se eleva al alio cielo, con figuras amedrenta al suelo; Si acaso en las alturas de los montes Se oye un sordo ruido, como cuando En las fraguas de Lipari los brontes Estan con anchos fuelles resoplando, 0 si representiodose mas bellas, Corren 4 todas partes las estrell Si trou en el invierao a la matiana, mas que lo que suele en primavera, Y el eco se perdio de la eampana, Ode Aracnes la tela muy lijera Volé, y los perros a estregarse acuden, Las dnades y gansos se sacuden 0 si las nubes blaneas y pequefias Amaneciendo raso, en las alluras Se divisan : son todas ciertas setias De que rotas las fuertes ligaduras, Que amarran siempre & los furiosos vientos, Trastoruaran del mundo los cimientos. Porque advertido el Padre omaipotente Los encerrd en cavernas muy profundas ; ‘Ano hacerlo, con célera inclemente furibundas, ycruda guerra Por todos los confines de la tierra. Un calabozo horrendo en las montaiias Del grande Escorial los aprision: Ellos braman con furias muy est Del monte que esti encima la corona Tiembla al murmireo; sus furores erecen, Y por forzar la edrcel Se enfurecen. alli salen fortisimos zumbando Por la ancha lonja en donde el arte brilla, Los carros de gran peso arrebatando: ‘Trastornase la octava maravill, Corren la tierra con silbido horrendo, Los mas profundos mares revolviendo. Y en la carrera de ludias el piloto Céntabro, roto el mastil del navio, Ronco y falto del arte apela al voto, Y 4 la violencia del nordeste frio: Las armadas inglesas y espaiiolas Suben hasta los cielos con las olas. ‘Tambien conocer puedes los serenos Y alegres dias con seftales clerias : En los bosques fructiferos y amenos Masica dulce, 6 pajaro, conciertas, Niel aleion aparto del inar sus 0j05, Niel lechon sucio hociea en tos manojos. El cuervo grazna, Scila hija de Niso aga la culpa del eabello de oro Y el gavilan la asalta de improt La garza en vuelo rapido y sonoro Coria los aires, sopla el tramontana, Y abunda de rocio la maitana, Febe despues del cuarto aacimiento ‘Se muestra alegre, limpia y afilada, ¥ esta clara en Hegando al compleinento : El cielo con la tebe derfamada De duno (instando el Hercules infante } Se ostenta mas hermosa y rutilante. La Aurora el lecho de Titon dejando Sale fresca de oriente 4 las barandas, Las sierras descubiertas plateando, Y por el Hlano, 6 niebla sutil, andas, Y al plaustro dando Apolo riendas flojss De verde se vistid con bandas rojas. ero si se volvieren blauquecinos Los nublados oscuiros, y el solano ‘Te cegare con sucios remolinos ; Si en torno de la luna y de su hermano Cerco pilido & rojo se mostrare, Ol aire por la bruma se engruesare; Caeran calladas aguas en vellones De blanca nieve, la aspera Foenfria Tendra en sus ventisqueros cien montones: Ningun precepto mande que aquel dia Suba por el camino alto y cubierto Hasta los pinos del dafioso puerto, En la cuajada nieve el rastro avisa 4s perrasalbanis y lao Siel lobo, gamo 6 liebre buyd de prisa, O de Tracia las grullas estrimonias: Manda entoaces, que usando su gjercicio Cierna los plomos liquidos Mauricio, Dicen que este en las fraguas de Vuleano ‘Trabajé con los ciclopes un dia, Forjando rayos la eterna mano, Que eon ells terror al mundo eavia, ‘en derretir metales salié diestro, ‘Yen los globos mortiferos maestro, ‘Mas solamente el aquilon sopland. Cuando el carbon de arranque arde mas vivo Lo ejecuta, cautisimo evitando Que se introduzca e! tufo muy nocivo Del plomo en ta cabeza, cuyo peso Sera mortal, si fuere con esceso. ‘Asi orillas del barbaro Orinoco El maligno Curare, que esta hiriendo Con pestilente vaho en tiempo poco Tres ancianas reduce 4 fin horrendo, Antes que miren con veneno ungidas De sus fechas las puntas homicida te admire cl plomo introducido : De las yerbas las fibras delicadas Con lialla sutil se ban advertido, Yal crisol zamorano examinadas Se encuentren muchas veces (no te asombres) Con hierro las entrafias de lus Lombres. Si en otofo y estio a la mafiana Grece el calor, y el torbellino ba alzado El suelo, y se espesé la nube cana, Y descogiendo el arco variado La ninfa de Taumante acia poniente Trae mil colores con el sol enfrente ; Gran tempestad se apresia. jAy, cuintas veces ‘Temerd el pavoroso marinero Monstruos marinos y diformes peces! Borbollari bramando el surgidero Terrible, que 4 pesar de mil afanes Rompid et unuy temerario Magallanes. El padre Jove en noche tan horrible Falmina él propio rayos y centellas ; Greyeras ser del mundo el fin teinible, Desplomandose el cielo y tas estrellas, Las estrellas, que (6 piélago ) oscureces Mojadas con iu ols muchas veces, sial tiempo que el toro 4 Agenor fiero Con 10s dorados euernos relucientes ‘Abre al afio las puerias, y el frontero Can te cede y se esconde 4 nuestras geutes, La oveja escape mucho y tose ; en vano ‘Templaras los incendios del verano. Quema los pastos el ardiente sirio, Y.seco el veudaval corre furioso, La saraa es a los brutos cruel marti Nila caza evitd el contagio odi Llueve sin viento, esticndese la peste, Y a rabi estotro can celeste. ‘Azogue y fuego matara la sarna, La sarna, que 8 gusanos engendrados, Guyo diente voraz mordiendo encarna: Herodes y el gran Sila atormentados, Y Seusipa el lildsofo ast fueron; Insectos asquerosos los comieron. Finalmente en el sol hallaris cierto Pronéstico de todo: z quién creyera Que el sol engaiia ? St naci6 cabierto De nieblas, 6 con mancbas en su esfera Variare el nacimiento, 6 si le sube Al lado izqquie pequeita nube; jo un 0 si ceruleo sale, Ia eampaiia Deaguas se inunda’; rojo viento indica; El sion de Espaiia, 1a intiel conjuracidn inicua Al empezar el siglo se movin Contra la ibera escelsa monarquia, Jamas bubo prodigios tan monsiruosos, Ni asombrarou mas crinitos cometas, Gometas que ls necios temerosos Juzgan exhalacion, siendo planetas, Que Apolonio y Casini observadores Laos vieron a 10s siete superiores, Y como es ancho ¢] ambito dei orbe, No es maravilla snceder azares En tal tiempo: mas z quién habré que estorbe, Que con ciega ignorancia, que en millares Cunde, efecto de! astro malicioso No jazgue el vulgo vil supersticioso? Los rios trastrocaron sus corrientes, ¥ muchosacia el alto nacimiento Yolvieron asombrados i sus fuentes De horrenda vor se oyé nocturno acento, Yel mundo al ver de Apolo oculto el coche Temid. del primer caos la eterna noche. Palida interponiéndose su heFmana, Negando el paso de las luces bellas, Vistio de lato oseuro Ia maiana : Asi vid 4 media tarde las estrellas, Muerto Jesus con general estrago, EL fildsofo, honor del Areopago. Y el caballo feroz del rey tu padre Tres veces con horror buf , saltando Por las tinieblas, aunque no'te enadre Algran campeon que atudaz le est’ enfrenando, Y aquel joven mouarea vid en sus tierras, Mas que civiles intestinas guerras. Mas de una vez. se vid en com Las legiones filipicas y austriacas, Con iguales banderas ejerciendo Las cbleras, 6 Venus, que hoy apl La muerte procurindose enemigos Los dendos, los hermanos, los amigos, i. Cual furor, 6 espatioles, did licencia Tan grande al hierro? Ni los cielos santos Vedaron que con barbara inclemencia Con nuestra sangre y nuestros propios lantos Nuestros campos se inunden : otro acento Cante et dolor que rompe mi instrumento. ‘Tiempo vendra que el cazador cavando Las hondas madrigueras, él se asombre, Armas y grandes hiuesos encontrando Mas si para ensalzarse el regio nombre De Carlos fué preciso, arda la guerra, Yhartese con la sangre el mar y tierra. yeidades, cayo amparo ha protegido siempre i Espafia! ;Oh gran Madre concebida Sin micula! ; Oh Millan esclarecido Denuestros enemigos liomicida! {0h gran patron Jacobo el cebedeo, Por quien rompida Ia coyunda veo. Pues sabeis ewanto le promete el hado, ‘Al menos conservadme este real mozo Que yo canto: bastante hemos pagado La culpa de Rodrigo con solloz0 : Lais solo baste en penas tan internas A enjugar estas lagrimas tan'tiernas, Y pues ya a eaza sale apercibido De todos fos pertrechos y advertencias, De sus perros y gentes asistido, Fuera el ocio, y perdonen hoy las ciencias, Yoh Masa, Compahera fiel! disponte, Ven y sigamoslé los dos al monte. POESIAS. . Pues los brutos ensefia la esperiencia, aT CANTO IV. La Volateria, 6 Casa de las aves. Vario se ostenta, hermoso y adornado, Y parte de la gran naturaleza’ Desde el monte la vista ha registrado: ‘Vese alli de las sierras la aspereza, Los cerros, y los riscos, y las villas En la cuesta, yas fértiles campifias. Hondas canadas y frondosos sotos, ¥ los recién quemados verdugales, Bosque y los altos paramos remotos ; Los caminos y bajos mohedales, Y otra diversidad) donde hace cria La fuerte venatoria Dejemos 4 los Gan aero: panies gu puaic 6 azor Yel aleon de Tartana 0 Berberis, Eagan aves pears encrespindose el gropote. Las alas bate y rota la piuela, De la alcandara el sacre enfurecido ‘A ser pirata de los aires vuela: ‘Al bora y al cernicalo atrevido, ‘Al voltor y esmeril ceben, y salte ‘Sobre la presa audaz. cl jerifalte. ‘Tampoco trataré ta americana Caza volatil y terrestre, en pago ‘De ocultarnds su origen con tirana ‘Ansia de persuadir, que del estrago De aguas comun, que el universo abarca, No hall6 puerto, 'salvindose en el arca. Porque si esta es de aquella descendieute. Como paso 4 la America apartada, ‘Aun suponiendo anido el continente, Por el norte 6 Ia AUantica sofiada? cetreria. ios alemanes Que nunca abandonaron su querencia; Pero si la ombarcaron, ,es posible Que Hevaron ls géneros mejores? iTantas aves de canto apetecible, 8 por la variedad de las colores ? Y {tan de quicio el género arrancaron, Que un individuo sofo aun no dejaron? 208 diré del cuadrapedo, que habita Alli, por falta de alas mas pesado? Niel veronés, nil docto estagirita, Que 1a natorateza ban ind De él se acuerda, ni de otros animales Utiles mil y mil perjudiciales. En tanto que averiguan estas cosas, Y el transito a origen de su gente, Sila produjo el mar, pues populosas ‘Son las costas y yermo el centro ardiente : No menor duds, que la aun no acabada Del seco Egipto y de la Escitia helada. En tanto pues, las ninfas de Viduelas Seguir me agrade, 6 verlas en Bobadilla Danzando al son de alegres castafiuelas, en el alto corral de fa Lastrilla, Yen la casa del Campo y sus vivares, Que fecanda mi patrio Manzanares. Cuando en la primavera buyen los frion, Las Atlantides hijas de Pleyone, Que abren del mar la puerta a los navios ‘Te avisaran que entonces se dispone Cazar las codornices muy lascivas, 0 Spafrasenatos Oreclamos vivas. Jos and Si al cornigon, que siempre entre ellas anda Guiandolas, tus tiros van certeros, Dejarase tirar toda la banda : Busca su nido en los abrevaderos, ‘Soplando el vierso : un canto las levante, Y asi se adiestra el ilante, Entonces entre fusta y las sembradas, ¥en rastrojos por tienipo caluroso La perdiz con las medias encarnadas Buscaris : la perdiz, manjar sabroso, Digno de que en cazarle no reposes, Y digno de las mesas de los dioses. OBRAS DE MORATIN (p, xicotas) Fué un joven cazador antiguamente, Pero como 4 violar incestuoso Los maternales talamos se aliente, La figura mudé, no lo vicioso; Y empolla ajenos huevos, entre tanto ‘Que 4 su madre conocen por el canto. ‘Acuden de a hembra rectamados, ‘Que el aire 4 concebir hace se apreste, Yen los aportaderos son tomados : 0.4 la pechuga de color celeste Tirando, te dart despojos fijos La municion con nombre de sus bijos. ‘A estos el galgo cansa, y cuando Astrea ‘Los dias con las noches igualare ‘Siguen al sembrador: el ala sea Seiial de que acia el lado 4 que inclinare fee, al reboradero ega ansiosa, s asegurar Ia perezosa. La chocha encontraras en los chortales ‘0 huye siempre el cierzo y el solano) al margen de los lagosy humedates, Cuando al sentar de pico did en el Nano ‘Acia alli, gordos mas, sie hielo eriza, El rayuelo y parduzca liza. Yu, arza, que inguletapronosteas Graznando mucho, un temporal furios« ¥, 6 trigguetes, ves mas chi Y'os agrada el solano fastidioso, ‘Cuando pesqueis al margen de los rios ‘Senalan vuestro fin los versos mios. ‘Al pollo de agua al sol el diestro tira, ¥ dias auientes Anodes nevando, ‘perro de aguas los estanques A nado, cuando alli se estan pabndo, Y desde uu chozo qoelque ta escopela La avefria, alabanco y la zarceta. Tira en verano en los ag: En tollos a la ortega may hermosa Ferdigones mortiferoe ‘zorreros : ‘entre el buey y la vaca perezosa tt chorlito, a tordo le abandona, Jue vuela mucho menos que apeora. ‘Al tordo en las rebalsas'y chorreras Pescando le acompatia el anda-rio, ‘Yen otofio destruyen las higueras, Y¥ entonces ¢I sazone el plato mio: Sien las forestas y los verdes Asisten, seran de aguas inune Nita Inocensia, paloxétie tura, Niel carecer de hiel te ba aproveebado De que del cazador estés separa No un gran hurto la vida te ha costado; Sino et rebusco de lo que desgrana En campo hirial til alberjana. ‘Si ta hurtases provincias y regiones Fueras héroe ¥ monarea poderoso ; ‘Mas porgue vil semilla a hurtar te pones Te engafan con seiiuelo malicioso, eS este mundo de maldades lleno F es malo y conquistar es bacno. 'Y 4 la candida tortola viiida, ue en fos rastroslora 8s onsorte, ‘en la frondosidad solloza muda, Hizo Diana de su tiro el norte, Y llev6 desde el risco y selva espesa Los zorzales inquietos & su mesa. ‘Al bello abejaruco parecido ‘Alla hermosa oropéndola en colores: Gaza en un colmenar por atrevido: La nube de estorninos voceadores Cow la red eazarés en campo raso, 0 como los cazaba Garcilaso. Dicen que ellos se curan & sf mismios, Y su idioma admiré Roma y Ateuas En uno, sin notarle barbarismos : Por estas esperiencias harto baenas ‘Ves que noal hombre solamente ha sido BI don de Ia palabra concedido. ateison 9 aleotan agradeeo,” sison y aleotan 2 0, or fa capicula arde et suelo: de Ia vista humana cculté el nido, Respeta al muerto, al bienhechor da trato Bueno, que en esto escede al hombre ingrato, gangas,, que dan vuelos muy largos do, yen'el las , que los ojos de Argos, de Vertumno y de Pomona. ser reina jurada de las aves Con fuerte pica y aia corvé armada, Ni las piedras que al nido poner s Aguila, te libraron coronada ; Pero thas te remontas y alaas, Caes 4 los piés de Luis revolot Ni el ave &.guien did nombre tu tardanza é, con ofeo 6 eabestrillo nn desde donde el ti aleanza em Detris d De tal suerte, jah memoria, qué constante Que eres en dar tormentos 4 un ! De tal suerte me acuerdo, que en 1a undosa Margen florida entre Pisuerga y Duero Solid a verme eazar la ninfa hermos Gelestial , por quien vivo 6 por quien muero, Yal grajo astuto, que en su olfato fa, A falta de otra eaza yo seguia, ¥ oculto entre has yuntasy el villano, La polvora sintié, sin que sé queme, La negra vanda: tira, ¥ deja e} ano Volando eon esirépito : enojéme Mas viendo en uno herido menos Reime y se riyo tambien Dorisa Ni por qué callaré como se coge La cenicienta gralla desvelada? Al tiempo tiraras que se reeoge, Yendo acia el gorronal, que el rido enfada, 0 cuando baja el eétiro pe Formando de Pytagoras la let ‘Al buitre anacoreta en los desiertos De las sierras mas asperas su vista Y¥ olfato le enseiié los cuerpos muertos : Flores al gran Filipo su conguista Facilité del Pardo aleaide él era, Yel arco embovedd de la buitrera. Donde, Ascalafo, Hevas ya cansado Dé Luis al humildisimo poeta? Ascalafo, que en buho trasformado, Te miras hoy por no tener secreta (Justo pago) la inatil golosina De la desventurada Proserpina. ‘Aunque en las apartadas soledades, Del sol sborreciendo Ia luz santa Te ocultes, loraris fatalidades, Cuando 4 la tarde el tirador te éspanta, Niamparan 4 las choas nunea quedas De Aranjuez las frondosas alamedas. No dejaran mis yersos olvidados Los miembros juveniles muy bermosos Del hijo de Tereo trasformados: 0 sol, mas en convites tan odi0sos conder rayos celestes, fanda mesa de Tiestes. De ti digo, faisin, que en las orillas Del Wvegable, undoso ri A Colcos aumento las ‘Tu canto, navegando el eristal fri0, Y hecho despojo solo ti competes A los regios espléndidos banquetes. Saso, maestro mio, tus pinceles Con su'retrato obligan & tal ave A que se enrede absorta en los cordcles, Pues tanto su hermosura estimar sabe, Que la naturaleza en ella quiso Repetir las locuras de Narciso. Al picapuerco agradete al pasillo Tirarl as mirlas vocingleras Buscando en la boniga el gusanillo, en el zarzamoral y guiddaleras. on blaneas en Arcadia y con desvele Nanca mudan las plumas ui los celos. ‘Tampoco 4 ti te pasaré en silencio, Hermoso francolin escarolado, Cuyo amor a ta reverencio: La Serer ge eyed Wer deco: iéresla bien, pues no hay en esta vida Pena mas grande que tna despedida. ‘Con perro ¥ areabuz 4 morir vienes, Iofeliz, en invierno y en verano, Que en todos tiempos Ta desgracia tienes , os perdigones del eaion de Cano Yuelean al paso al rabilargo astuto, Cuando el otofio ofrece ef dulce frito. A los venicejos de cabera ehata ‘Tu gran padre Filipo et Animoso ‘Tayo en tirarlos diversion muy grata De un baleon del aleszar poderoso De la ciudad, que ser la hace escelente El ignorad » origen de su puente. Mas joh mudanza! el grav monarea Augusto, Elinelito, el magaanimo, et guerrero, El pio, el padre de Ia patria, el justo, Carlos, digo, en mansion de Maite fiero Lem jendo su marcial persona Las tremendas eseuelas de Belona. Porque advertido el militar eaudilto, Sabe que nto dan soto la escelencia Las hojas de Toledo, y del Perrillo: ¥ el soldado, que hallar quiere alta ciencia Mas volver debe, si triunfar le agrada, Las de los libros, que la de la espada. Y satisfecho del valor hispamo, Que vi6 el mismo en Veletri y en Bitonto, Adestrar pretendid la horrenida mano ie falminar el rayoaltivo y pronto, Pues vencido sera, si es ignorante, El mas soberbio espirita arrogante. Esto solo faltaba : ya ampliamente Lo remedh ol gran rey; ya es veterana La javentad indomita y ardiente ; ide Ia nobleza esstellana Elarte de la guerra furibundo Para ser lnego esedndalo del mundo. ‘Con infarmia arrojado al foso horrible Abocinado en asquerosa estancia Gime oprobios el monstruo aborrecible, Abominable yi de la izporancia Que tiuye et ateazar donde Alfonso el Sabio Temié que ef cielo en él vengue su agravio. Pues enojado el Padre omnipotente De que intentase corregir su hechura , Le arrojé un rayo al télamo luciente , Cayo fuego aelard la noche oscura : ‘Troné ¥ los altos techos se horadaron , Las toeas de la reina se abrasaron. Hay dentro un gransaton, que, 6 Febo, doras, Y en él esti ta armigera acadeni Aqui estin las virtudes triunfadoras, ‘Aqui el militar mérito se premi Y aqui estin las terribles prevencfones Con que arma Ta Castilla & sus leones. La cureia con fuerte chaperia Crajiendo esta debajo del gran peso Del tremendo eafion de attlleria : Fulminantes mosquetes con esceso , Balas, carcazas, hombas y fusiles, Morteros, culebrinas y esmeriles, Y porque 4 ejemplo de héroes valerosos La juventud se aliente, en las paredes Pendiendo est retratos primorosos to, que porque, 6 Rizzi, atras te quedes Los edmpitiera apenas el divino Sin segundo pincel de Palomino. Lede, Aguilar ¥ Santa Cruz, tres soles De fa guerra, baldon del de Farsalia, Monte-Mar, que paso los espaiioles , Como otro tiempo Anibal contra Italia , AEsiava y & Velasco, yal valiente Cevallos, triunfador del occidente. ‘A todos da lugar la regia sala, ¥ al joven de Austria asombro de Lepanto; Terror y admiracion el lienzo exhala , Figtrando a otros vives con espanto lise ve un ejército que manda, Después de gran camino, el grande Aranda. POESIAS. ‘Su gobierno te entrega ya ensefiado ‘A bumillar la frontera, que ha corrido De eanas, laureles coronado , efperto ¥ detenido; frente esta pintad EI Ponce de Leon, y en edad tierna Ei joven Huésear resplandece armado Con los earabineros que gobiern ¥ entre otros muchos, que nombrar no oso , Mendoza, y ti, Manrique el estadioso, “Tambien del mar la imagen espumosa De mil quillas de acero se ve herida , Sangrienta, y con oleadas espantosa 0 iltinio del norte viene unida Gran muchedumbre contra la alta Espatia En la escuadra holandesa y de Bretaba. De estotra parte est miestro armamento, Que comanda Navarro, el gran Navarro: {Oh campeon! al mirar tm vencimiento brendada de tn espirita bizarro, Ya por la fama autorizadas tienes Cou la naval corona entrambas sienes. ‘A un tiempo se embistieron , y alteradas Las ondas resonaron con estruendo : Greyeras que nadasen arrancadas Las Filipinas, 6 en combate horrendo Alterando los eanos horizontes Chocar los montes con los altos montes. La capitana real, que al golfo manda , A siete naves que la atacan tira Cien eaftonazos de tna y otra banda : La que no se va a pique se retira, Porque la municion no participe Del tronante caiion del Real Felipe. Con el bastom y Ia triunfante espada Esta a sus-espaicles animando Navarro en la alta popa embalanstrada : Neptuno, el rostro palito sacando , Vuelve a esconderle absorto del estruendto, Y al verse dominar del grande Oquendo. De Etna revienta incendios La Isabela ; 10h nombre augusto! yvence ya el San Carlos, Pues qui ie tal riombre io recela : jOh gran bajel! no dudes sujetarlos , Y¥ 4 10s das mandos de tu dueiio asombre La triunfante potencia de ta nombre. EL humo , el agua, el fuego, la algazara Los truenos ¥ espantosos alaridos La rabia falminante, el ansia avara , Les brulotes ardientes sumergidos Todo era asombro y confusion tan flera , Gomio si el cielo abajo se viniera, Mas nada impide, 6 hispanas naves Wellas, Que canteis la vietoria ¥ el trofeo : Las hijas de Nereo todas ellas ¥ el padre de las hijas de Nereo Danzando os acompaiia 4 la carena Debajo del calion de Cartagena. De Carlos Ia alta estatua en mirmol duro Preside 4 esotros reyes castellanos : Diras que con cincel de acero puro Del Fidias Castro las gallegas manos Lo hicieron, y al ver vivo al gran sujeto Dejaron de acabarle por respeto. Puesta se ve i sus piés en larga fla La multitud inmensa de vasallos Desde su real palacio hasta Manil 4 Quien podré distinguirlos, ni eontall ‘anta estraiia nacion ;{Cuan varias gentes De lenguas y costumbres diferentes Estin sus espatoles muy leales Alli, y los deseenides affieanos , ¥ los ultimos pueblos orientales': Un mando en reinos mil amerieanos, Yel Maraiion, que, 6 Nilo, hace te afrentes, Y no sufre los yugos de las puentes. Agu esl plaza de armas. aq viras De Marte al carro uncir cuatro animales : Con serpentinas vivas eabelleras Silbando estan las farias infernale: 5 , Google 9 OBRAS DE MORATIN (p. mico.as). Tiembla el alcdzar de su boca iamunda Moviéndose el pefiasco en que se funda. Sobre un gran monton de armas aherrojado on las manos atrés con clen cadenas Est alli el furor bélico amarrad Revientan sangre las binchadas ven: Y él morder quiere, estando a su despecho, Las pitas y arteson del alto techo. Revuelease rabiando con estruendo, Yuelve en blanco los ojos espantosos Encarnizados con visaje horrendo : Colérico los dientes espumosos Cruje, hace estremecer la firme roca Bramando horrible con sangrienta boca. Pero el gran rey sus impetus oprime, Cerrando & Jano el templo, y a la tierra Con larga paz del miedo la'redime, Los brazos descansados de la guerra, Domando a sus preceptos obedientes Con blando freno las soberbias gente: El hizo los soldados estudiantes Y ellos harén de hazaias grande serie, Y vencerdn altivos las pujantes Hambre, sed, desabrigo y la intemperie, Que esto, 6 rey espaol, son ws sldadce sto y aun mas serin bien gobernados. ‘Aqui el rayo se forja, que asustando Esta 4 las mas indomitas ‘naciones : ‘De aqui saldra la guerra, como ‘Con los carros los béticos bridones Se desbocan , los llanos apetecen , Nil duetio ni 4 las riendas obedecen. donde, 6 Musa, t me remontaste? Salga 98 del aleazar segoviano , ion de Riperda, donde te entraste: Y pues la caza con estilo Nano Propusiste cantar , deja la trompa, Y mas facil ta acento el aire rompa. CANTO V. Le Caza de las fleras, y su naturaleza. Desde el aire 4 la tierra descendiendo ‘No menos caza al tirador se ofrece : ‘Nembrot cuando 4 las fieras defendiendo La entrada, con bastion se fortalece, Con cuadrilias de gente armado y fiero Enseié & perseguirlas el primero. Este inventé los dioses, que invenciones Foeron del hombre vano en triste dia, Y el vil temor redujo 4 Jas naciones A la supersticiosa idolatria Y la ignorancia ; y él, que el mundo abarca, Le conocieron por primer monarca. Pero aunque con astucias delincuentes {Gute la bead tos humanos natural derecho de las gentes Reservé el campo de él y otros tiranos, Porque de esta opresion el ansia toda Fué privativa 4 la harbarie goda. Hoyendo de las Ursas temerosas De baiiarse en el mar, y del Bootes ‘Vienen clen mil escusdras wumerosas , Porque, 6 Roma, ya esclava ser denotes, Como cuando faltando Apolo rubio, Knegé el orbe universal diluvio. Rotas las cataratas de los cielos , Reveotados los cauces del gran fondo , Las fuentes del abismo hundicndo suelos, So ovalé el mundo, «ine antes fué redondo; Y asi gimid, dejando los triones ‘Tan inmensos enjambres de naciones. Mas ellos halagando 4 su flereza, Queriendo ser los ainicos atroces, De los montes vedaron ta aspereza 0 en el lobo 0 10s ciervos mu Y otros veras con a0 leves i Del hombre las virtudes y los La ingratitud 1a lealtad amiga, La codicla y lascivia no suciadas, La envidia, de los baenos enemiga, La traicion, la inocencia , y aunque Los vicios y virtudes mas morales, {Lo hallars en los brutos animales rorque advertido el i yo adoro, Cuando mezcld las masas de tas coat Al prineipio, que creo, aunque le ignore, Formé de mil materias muy dadosas Con organizaciones diferentes Las maquinas hidraulicas vivientes. Este es el gran secreto en que consiste De unas el miedo y de otras la arrogancia, Eo cada cual su inclinacion insiste , De ella se aparta poco, y solo 4 instaneia De rapidos contrarios movimientos, Accidentales si, pero violentes. ‘Porque mas fuego liquido amarillo Tiene el leon marmarico valiente, el conejuelo timido, y sencillo 's mas feroz, aunque cualquiera intente De eélera encender en este el fuego, Como no es natural . se apaga luego. {Mas cuil enojo ei Padre omnipotente En quien esta la autoridad suprema Le infundié 4 este animal, para que intente Sus hijaelos comer con ansia estrema? Decidlo, ;oh sabios! 6 admirar plausibles Los juicios del gran Dios incomprensibles. Al tiempo que los Hedos llov! Salen siguiendo 4 Arturo , y resplandece La cretense corona en los reposos, Que en Naxos 4 Ariadna Baco ofrece, Los montesinos timidos y alvares Basea entre la romaza y tomillares. Y agradete cazarlos en oje0s, Y en Jos frescos arroyos en verano » © con perchas de erin y burones feos : Hermafroditas juzga el vulgo vano Que son el macho y hembra, y que conciben Los dos, y engendran, y fecundos vive. ‘Mas la navuraleza ba dividido a sexes lo vivient : en las fragosas Lomas el perdiguero le ha cogido : Y las liebres, manjar de las hermosas , De blancas, fardasy tostadas peles Del color de las uvas morcateles : Cazar el diestro suele en primaveras En los panes crecidos, 6 criando En las recién segadas rastrojeras : Debajo de las cepas; 6 bien cuando A alcanzarias en llano , 6 galgo, Ilegas, 0 con redes tirazas y albanegas, Ni hallarias dudes, cuando estan eebadas En el poleo, que aplaudid Virgilio, En simiente de enebro, 6 tas moradas. Flores del odorifero serpilio , Del serpilio, del cual agradecida Mi musa hace mencion restablecida. ‘Tienen partido el labio inquieto, es fama {fae no clerrau los oos vigtantes, Corren mas cuando biela, hacen fa cama Contra el viento, y la dejan ellas antes De ealentarla, busea de agua lejos, lus bircenos tebratos y bermejos, Los montes de Toledo y altas sierras Dan el gato montés en caceria , Que may i el Castafiar y Cuerva por ‘Ven muerto de Castilla al tigre bircano. Ni seris ti en mis versos no aptaudido , 0 animal muy astuto, que rocianilo Detienes al basete que ha seguido : ‘Ast en las sucias armas confiardo , ‘Allon fer, borror desu dstit, sprecia el pequefiuelo mapurito. ‘Vs os informes osos aboradoe, Por rabias de sa madre, que lamiendo Los ve en sufealdad perfeccionados , 0 iréatos en ojeos remetiendo, © alguna cabra atada cebo sea, Cuando oprimida intrépida gartea, POESIAS. Pero tu bayoneta 4 su pojanza Se oponga, pues si no le acaba el tiro Golérico arremete 4 la vengam Bien la similitad que tiene admiro 1 hombre , no en esto solamente; Pero en las obras del amor ardiente, De una doncella robador y amante Un oso fué , depuesta Ia fiereza : j.Qaién de fal mezela baba que no se espante, ndo degenerar naturaleza’? El camina-en dos piés para que asombre, Jelo sin pulir del hombre. er choza en que viviera, Que antiguamente el hombre fué selvaje, Y acaso él ensefiado no lo fuera : Sa mano facilita a que trabaje , Que en lo animal no esceden los humanos Mas que en los cineo dedos de las manos. Porque para las obras y artiticios Tal division parece que se lia hecho; O heela, la aplicd el uso a los olicios : Cansa ef oso trabajo y no provecha Que en esto, insigne Luis, se parec ‘Tu real caza 4 mi dulce poesia, De Sahoya los célebres sabuesos Siguen at puerco jabali cerdoso , Cuyas navajas de tajantes huesos Los parte como alfanje rigaroso : Despanzurra un eaballo de alta fama Gual toro de mil libras de Jaram: En la pezuiia y asperos garrones, En la cama y su estampa en los En el hondo aguzar los remolones, Y en su eseremento, hozando en 10s barciles El eazador conoce con certeza, es macho, su gordura y su grandeza. La yerba oye nacer; ;1nas eual ha sido A quien él se lo dijo? Su flereza Comparacion acaso no ha tenido : {Qué es miratle acosado en la maleza, {on colmillos y vista amenazando Espumajos vertiendo y rebndiando ? imidos los monteros y lebreles , Y mastines de presa con collares De sombrero dudando, aunque fieles : El de gredosos barros esp Y de peto se armé cota Qae de Arjel celebrada jacerina. Dicen que un tiempo le intundid el dios Marte Tanta ferocidad cuando zeloso De en los brazos, 6 Venus, encontrarte De tu Adonis, galin muchacho hermoso, Del jabalt vistio brutal figura Poblindose la piel de cerda dura. Y arruando ¥ las cerdas erzadss, Pasa el colmil Las ingles de mat Venus llord, lord | les, jo al joven descuidadlo sobredc adas prado, Que con su’s pre vivo. Recuerdo fw ¥ al noct jon, que panza arriba Rifle, y para limpiar Ia tejonera Es carro en que la tierra Se rectba Y otro le arrastra y'vacia, estando fuera , En trampas cogeris, 6 con destreza Dal goipe en la cabeza cia rel Supersticion gentilica, a Tndigna de Ti estorba, Del Priapo obs igara Mas si los cuerpos grandes, diligeutes Del mas galan venado procura Que apetece las aguas de las fuente Aprende en los frondosos gamallares ¥si se oculia luego ie 4 la ballesta el lazo ciego. de él tus tornos couocidos Dejes que sean ; cuando esti paciendo , Catnina tit con pasos no sentidos , O al mismo instante que él se esié moviendo; Y el quo lacear un clerro bien desea, Nile eche el viento, ni su errs J gente cnbausrepaniies ygenteen Pero huye del arroyo las cellan? Los que 4 estribo le tiran, escondidos ‘Tras de un eaballo van con mnda planta, Que siendo de su pelb no le espanta. ‘Ti elige los castatios generosos , Y anda con tiento y no a carrera 6 sallos , Mas si slatié tus pasos silenciosos, Y de las cuernas los candiles altos ‘Alza, el lado 4 que mire la esperiencia Manda ganarle, que esta es-su querencia. abtonces con denuedo y gallardia lta el perro goloeo,& quien yo acaso Gon vinagre el olato afinaria: 7 lovid, ua matapolvo ya es escaso, Xl rato pier ado en oe vordore, e prdvidos quemaron los pastores. ee el Dat ead Teva la cama perro, y coge el rastro nuevamente; Mas el engatio y maquinas que trama Para librarse, 4 quién habré que euente, Nila velocidad que por los cerros Lleva, seguido de anhelantes perros? ‘Asi pues en esta altima campafia imidos hula, ~ Los enemi », ciendo & voces : cierra Espaiia, ‘A quien, {Los voldntarios de Madrid seguian » Resplandeciendo, alzadas las eucbillas, Con las casacas verdes y amarillas. Pero si el ciervo se eutra en las vacadas, Sobre una res se pone cauteloso, Las peaubas del suelo levaniadas : O-da mil giros por el bosque umbroso , 0 de alguna manada que ha encontrado Levanta de reftesco otro venado. Mas el Go lebrel disuingue astuto Al que de tt caBon dié el pelotazo, 9 eBhonda ls del ido rio, en que a el ga kedbeng eae ‘Que 4 la seca nariz le trajo el viento. ‘Amor que con durisimos arpones Las fieras doma y las pintadas aves, Enel clervo encendio vivas paslones : Si en tiempo de la brama imitar sabes ‘Su voz, agamitarle con reclamos Debes, y a tiempo esfuerza los rebramos. ‘Ciego corre 4 las hembras, y la muerte Suele hallar, que este premio amor ha dado, Yo lo sé, jay clelos! con infausta suerte : Con Ja yerba sanicula ha curado Su herida el ciervo, y en el parque herboso Pace el haros y el aéeelis, sal . Su corazon de antidoto ba servido, Y es su cola mortifero veneno {,Quién tal contradiecion en él ha unido? ‘Saca las sierpes del terrestre seno Su aliento cual iman, todo le admira , Parase al silbo , y asombrado mira. ‘As{ se quedé un tiempo, cuando ansioso Por Diana las selvas discurria Flor 4 flor, tronco 4 tronco sia reposo : Mas j qué espanta sa anbelo y su porfia ; Pues qué oculto rinean no es indagade fe un hombre cazador y enamorado ? Hay en la Espaba elterior un monte, Canalo los antiguos le liamaron , Y hoy Pefialara : si el feroz Tifonte ‘Cuando el Pelion y el Osa colocaron ‘Sobre Olimpo, este risco carpentano Pone , tocara el cielo con la mano. Bajo una pelia coneava pendiente Se ve grutesca hoveda escavada_ Conta el rayo estival del sol ardiente = De nayades y niofas es morada,_ Y en larga vena ofrece cristal frio Por caue lnteruo oculto manantio. Reviértese, formando gran laguna De agua dulce, 7 de alli como en tramoya oa OBRAS DE MOHATIN (p. xicotas))- ‘A probar de otros rios 1a fortena ja precipitandose el Lozoya,, Y botalete es ya petrificada La nieve de mil siglos conjelada. ‘Aqui Diana en el fogoso estio Venir suele & bafarse calurosa, Por ser albergue lobrego y sombrio : Y de sus ninfas la cuadrilla hermosa ‘Tejerla sucle con ebirrneas manos, Cenador de cerezos y avellanos. Mas siempre esta agua so mird con unta ‘Yeneracion, que no la ban profanado De brato ni varon la inmunda planta : Ni ramo de algun arbol desgajado Cay6 4 enturbiarla, ni alterar las ondas, Porque 00 altivo, 6 Baratro, respondas. Pues si tal vez tiraron los pastores Con el sonante caiiamo algun canto, Que dilata los eirculos mayores, Con gran tormenta y horroroso espanto Responden desde adentro, y 4 montones Cubren el cielo oscuros nubarrones. YY Ia sonora tempestad creciendc Granizo espeso con furor da al valle; La laguna de Gredos respondiendo Desde las sierras de Avila, 4 encontralle Despide otro turbion, y con desmayos ‘Todo es truenos, relimpagos y rayos. ‘Aqui pues con sus caslas compatieras, Dorando al Canero el sol, llegé Dictina, Soberbia con despojos dé las tieras , Y dijo : con el agua cristalina (Los euerpos de las ropas despojados) Refresquemos los miembros fatigados. Vel aren de oro y el careaj de pata Con las tirfidas lechas deponiendo, El cristal ya desnuda la retrata, ‘A quien sa hermosa tropa va siguiendo: Mas veis aqui & Acteoa, que entonces era Galan mozo, y eazando persevera. Levantan gran clamor las ninfas bellas ‘Nunca usado en tan mudas soledades , Y 4 Cintia rodearon todas ellas , Quel rostro vuelve, y mauesia cries, ‘Yergonzosa al jéven traspasara, ‘Si 4 mano las saetas encontrara. YY asf al rostro le arroja con la mano Colériea tas aguas vengadoras : Si puedes, dice, blasonar ufano, Que desnoda me bas visto y 4 estas boras, + Cuéntalo; y luego que rociados fueron Las orejas y hocico le erecieron. palatal aloe en degadas piers» spero vello el 'se ha poblado, YY empiézante 4 crecer [as artas tiernas : En puifal el piton se ha prolongado , Ya escorrea el aspon , que antes fud usero, Garzotas ech, y bosca escodadero, fiendo en el agua sit bestial gure, oil Tue'su gran Golor y sentiment? ientras medios indies procura {Paes no perdi al instante wu talento), 1 ‘Melampo el atrevido, Y Yenobates alzaron el ladrido, Embiste Dromas, Canache y Dorceo, Pnfago y Oribaso , arcades todos , Harpalo, Too, Esticte y Melaneo : Pemenis , Alce , Labros y Agriodos, ‘Teron, Ladon, Nebréfonos valiente, Leucon blaneo y Aelo el diligeate. Con dos hijo Harpla, la engendroda ape de un lobo y Prels lero, ‘Asbolo con Liclsca acompaiada De su bermano Ciprion ¢ Hilactor fiero , El mas bravo Lacon 7 petade iene, & quien Tigre y Lélape la ayuda. *Vanslosos de tapresa ie se Por Ja ruda montafia inaccesible , Y aun sus quejas parece que decian : Conoced vuestro duefio, si es posible, KKetgon soy; nolo oyen? repeidon Vuelve et eco aumentados los ladridos. Melanquetes le dié una dentallads Primero por detris, Teridamante Otra cerca, Ores fo se enfada, Y un bondo mordiscou hace que aguante ; Y sus perros asi desconocieron ‘Alamo, 4 quien poco ha que obedecieron. ‘Ast en el parque y al Porquecitlo Del fresco Balsain queda espantado Del cazador que sigue al cervatillo : ‘Aun no sus ojos tristes ba enjugado, Y en su semblante muestra que aun Por el antiguo bien perdido Nora. ‘A la cabra montés, corzo y paleto, Y al gamo caza de la misma suerte, Pues 4 la propia regla esta sujet Sa fuga es pico 4 viento aguda 5 fuerte, Yen fas hembras no tanto; gustan ella Del agridalce humor de las. maellas. ‘Las hembras de esta especie han demostrado ¢ no el materno peclo es muy preciso ‘que el hombre llegue a firme estado : Amor, el Gero amor asi lo quis > Con el nieto de Gargoris, de estrafia Fortuna, antiguo principe de EspaGa. Di6 4 luz la infanta en parto clandestino Al montaraz Abidis, y una cierva Lo crié al pecho, 4 ser cazador vino , ¥en correr diestto por la verde yerba : El nos dié leyes ; dividi6 con maha Le juridicos la Espafa, izarro, que aunque mas la repagnasen , Lievo sa audacla, 6 temeraria 6 cuerda, Los uuestros al Pera , porque admirasen Bl ver sas sombras a la mano izquierda, Espuesto 4 la inclemencia fué encontrado Gual Jove por la cabra amamantado. Ni por qué callaré cémo se caza El'pardo lobo de ojos relucientes , ¥ sbierta boca, con gue des pedaza . aguza con orégano los dientes? 2 bracos , lebreles y golosos , Y¥ de hierro cod cepos espinosos, Tomarle debes; 6 con red ungida Con su estiércol, los perros atrevidos Serdn por agasajo ¥ Ia cumida : Gustan ser halagados y queridos, Cual mayorazgo necio , mal eriado, Mimoso, consentido y regalado. Ea la ribera del Meandro cana Esta el ciervo veloz amedrentado Del latir de los perros de Diana : El lobo en Sietepicos se ha albergado, Y 4 vista 4 veces del pastor atento Lleva la res, ganado el sotavento. ‘Nota siempre en lo inculto del boscaje Cuando Ilamase el perro de parada. e ‘alli es facil que acuda el carnalaje : wuto le notaras la retirada ; ‘Mas porque no se ofenda el dato callo, No siga sus pisadas tu caballo. Son brutos tan voraces y tan fieros, fre ‘ni & su misma especie han perdonado , miendo al flojo alla en sus abulladeros , Donde naciendo Eresma despehatlo, ia el aledzar de Segosia y torre, Mas que los corzos de so orilla corre. Su gran ferocidad el rato indica» Poes del alma es sefial no muy dudosa ; ‘aunque Fara, ello se implica ‘Con maravilia : 381 la niofa hermora A quien oj & amaria, oi & aplandirla bast, Tiene el rostro laseivo, el pecho casto, Pero el ingrato Amor ha prohibido Echar ‘4 la Joba ; pues del duefia Se olvida y la enamora en lo escondido : Yo & po far en leaitad te enseiio: Pe Ge ce oe oe dom hboorado, i es de alguna ion muy dominado. ‘Mas el cazador diestro a lebrela Fuerte con prontitud desatrabilla, Y en su alcance no corre, sino vuela; Ni tiene que causarte maravilla , Que 4 ser posible, inquictarin los ci Las hembras instigadas de los zelo: Hombre fué el lobo y rey antiguamente, ‘A quien boy Licaon la Arcadia llama; Pero como butlar 4 Jove intente (Si ciertas sou las voces de la fama) , Yoelto en bruto , las yermas soledades Habita, no olvidadas las maldades. Cosa estraiia! 6 los brutos fueron hombri O el hombre ha de mil mezclas resultado Generacion mejor, 6 con renombres Tal vez al ser antiguo se ha tornado , lo que mas con la razon confor El hombre por sus vicios se trasforma, Yo en blanco eisne, como aquel de Leda Seré asi por mis versos Lrasformado , Sin que el tiempo 6 la envidia herirme pueds; Un padcon ami nombre he levantado Mas duradero con mi-humilde estilo Que el bronce y las piramides del Nilo. Ni faltara janis quien me leyere Mientras que con doradas refulgencias La rueda de los siglos se volvie El alma que haces A vista de tal precio, ¢ Cuanto se acutia en Mejico A Ia edad mas distaute y venidera Seré inmortal llevado, y aunque espire No seré tuyo, 6 tierra, cuando mu En su ignoraneia sumergirse mire El necio o¢ioso, que encerra Los intactos tesoros de I f Que yo cantando & Luis seré dichioso, Side él joh gran favor! soy escuchadd ; ‘A Luis, & quien vencer el portentoso Méastruo de mi fortuna esta guardado , Y 4 quien esperan darse pi En la hatida general las eras, CANTO VI. Batida general. Ahora, ninfas de mi patrio rio, Niyades'frescas, verdes hamadri Que del soto habitais en lo sombriv': Napeas de los pastos, bellas dr Pues en mi pleetro el tono se le pirad dulees versos al que can Y [6 sitiros, 6 faunos y silvanos, Y¥ ti, padre Sileno, que tendido Bajo de tu emparrado en los veranos Estas del resistero defendido, Todos venid, que en valles y praderas La batalla eampal se da 4 las tieras. Si la dulzura de Luzin cantara, Los montes con su me! ia, A quien solo Montiano le igualara : 10h antigua fe! ob piedad ! oh muerte 0b Montiano! ob pesar! oh desvario! {0b malogrado y dulce amigo mio! 4, Qué dolor me trasporta arrebatado? {Donde estas, que no me oyes cual solias? 1 Gomo te has de mis os ausentado? ‘Por qué regiones nuevas y sombrias Vagis ahora’ Acuérdaste, Montano, Cuando bablabas conmigo mauo a mano? Dime, 6 mi amado, como te pa ‘un difunto la voz es concedid m0 al fit poco & poco Qué hubiera prolongadote {Como cuando cadaver vi Yo te llamaba, ¥ ta no respond jEres ta aquel con quien (oh muerte fiera! Mis obras consultaba, y mutuamente Las doctas tuyas? ; Guiéo me lo dijera! jCuinto te holgaras viendo la presente Obra rastica, al fin de poea esti Como cosa que sale sin tu lin {Como se muere? dime : joh si te viers! 0h cuantas cosas yo te preguntat POESIAS. Dela conversacion que entonces era Materia nuestra! ; Ob qué de veces cara Te fue mi vista! 4A quiéa en esto caso Dara Apolo el gobierno del Parnaso? Ta al Leatro espafiol restableciste El honor, 4 quien yo segut inmediato, Aunque inferior ; mas no vencer pudiste De nuestra dura patria al pueblo ingrato, Y boy debo (los malévolos aparte) Sin lisonja, ni envidias celebrarte. Si algo pudiere, 6 dulce amigo, en cuanto En laminas mis nimeros se escriban, Su luz esparza Apolo al azul manto, Las musas duren, y mis versos vivan, Ta Montiano serds : 4 manos llenas Dadme purpireas flores y azucenas. Dadme perfumes, y aunque initilmente ‘Tendré este vano y frivolo consuelo, Y suban desde el itmulo reciente Mis lagrimas y suplicag al cielo Mas calmen algo aquellas entre tanto, Que es fuerza siga el empezado canto. Siguele, 6 Musa, y dime con cual arte En la alta Cogollada, en las Pamplinas, el hondo Quintanar, 6 en otra parte, A.son de las coruetas y bocinas Hinden tas fieras la daibosa vida Ena ruldosa y general batida, Esta es de los campeones digna bazafia, Limpiar de monstruos barbares el mundo Como Alcides : del hombre la alta saia Larazon vence con pensar profundo; Mas las fieras que en céleras esceden Matan sin mas razon, que porque pueden. Cada cual conociendo 4 su enemigo Se guarda, y asi el mundo es conservado : ‘Ti elige cn la batida el puesto amigo Gara al viento : si el sol ba tramontado Entre encarnada niebla hameda y fra, Hara abrego 6 gallego al otro dia. Ni menos couvendra alos eazadores, De la caza saber la retirada, Requeridos villanos y pastores : Al que es prudente preguntar le agrada, Pues siempre ventajoso ira 4 la guerra El que fuere mas prictico en la tierra, i dejen de inforinar las atalayas, Que al sol verim sali dl claro orente, atentas estas cosas, es bien vayas A ver el puesto con el aire enfrente, Del monte al paso de carrascas mochas En las encrucijadas Asi el famoso capi Los célebres tomo destiladeros, Y degollé en Termépiles vencidas Perslanas muchedubres de guerreros Con trescientos de Esparta Y Pues tanto ayuda el puesto al que es prude Y¥ después que 4 [a cola de un caballo El evbo se arasir, conta into, rque pique la caza es hien dejallo : Y prontas a cumplir tu mandamiento Estén con prevenciones y cautelas Las murallas portatiles de telas. Yaalerta, Luis, estan tus cazadores La firme juventud de tus monteros, Los mozos de tratilla y ojeadores, Fieles guardas y nobles ballesteros, Y.con fuertes caballos de parada Cien mancebos monté la regalada. Ya la espantosa prevencion horrible De cafiones de Aguirre y de Metola, De Maioz la recamara ternble, De Corral, Leguizamo y espatiola Maldtud desir, que Valeano ensesa, Con muestras de Palacios y MirueBa En los grandes arcones conducida ra ser escandalo del monte, Y la tropa auxiliar muy atrevida De-perros, de quien tiembla el horizonte, (Coo mastines que arastran grandes rese Los anhelantes dogos irlandeses. OBRAS DE-MORATIN (p. micoLas). la Perlucha foreejeando Casi rompe el collar, fina lebrela , (Que esta tas blancas presas demostrando, Con la piel del color de ta caneta, Que Pizarro encnnird, manchaula a trechos De blanco, y las pezuias y los pechos. De tal casta, pelaje y escelenci: FFu€ aque famso perro sa ascendiento, Que sirvio al arcediano de Palet Llamado Bruto; y siendo tan valieate, Para dejar sus miembros bien pagados Contaron por millares los dueados. Ni tu gran magnitud ser callada De mis versos, Sultan, perro atrevido, Por quien la altivez turca es imitads ! De hermosa capa blanca te ba vestido Naturaleza, y potque te adornaras De grandes manchas barcenas y claras. “Yas dos perdigueras ambas diestras, La Mona con 1a Linda van trabadas, Las dos en toda caza muy maestra Y ti, 4 quien las moliendas celebrat De Caracas dan nombre, que derrama De Guayaquil y Maracaibo fama, 'Yaen filas ordenadas las cuadrillas - Obedecen a Hilario y a Galero : Ya de aldeas, lugares y de villas Salid de moz0s escuadron guerrero A caballo y 4 pig, batiendo ufanos De callada los montes comarcanos. ‘Como cuando el gran rey publico guerra, jue con denuedo, estuerzo y alegria imo asustada al impetu la Uerra : ‘Todo el reino 4 las armas act Con victorioso y bélico deseo Desde el Calpe al quemado Pirineo. Ya 4 trechos en tas mangas einbusadas En hutas ciento estin asegurando De caballos y perros las paradas : [Ni la caza que est contramangueando Puede bacer punta en los aportaderos, Que lo estorba el afan de los rederos. ‘Ya la gente de campo hacer la entrega | sarjento mayor de la Persona Espera, pues se dice que ya llega: ‘Ya mas veloz que Apolo y que Latona Corriendo, automedon de mas destreza, EL latigo el Mala-cabeza. 04 caballo, gran Luis, vienes al puesto Sobre un animal barbaro, arrogante, Galan, osado, faribundo y presto, Brillando el precioslsimo frontante, Con ricos paramentos recamado De aleachofas de plata en tos dos lados. ‘Scaso al lado vas del grande hermano, A quien con miedo y con temblor profundo La tierra y el undisono Ocento Le da el {mperio universal del mundo, Q el principe don Carlos te acompata, ranza feliz de la alta Espaiia. Joven Augusto, si a mi humilde trompa Le es dado alzarse, con seguir tus b Haré que el aire diifano se rompa, Levantando tu nombre a las estrellas, Alas estrellas que en visloso alarde Ruega mi afecto que visites tarde. Ya vendr4 tiempo en que mi voz te cante Herbico triunfador de las naciones ; ‘Ahora tieroo y castamente amante ‘te contemplo : Cupido, tus arpones Al primer descollar en sus abriles ‘Traspasaron dos pechos juveniles. Ojala pronto, pues del mirto amado Espera coronarte el Himeneo , por Himeneo coronado De la union felicisima trofeo) blando catre de mullidas flores La duice posesion de tus amores. {0h cudnta pronostico en tu semblante Grandeza y heroismo en breve idea, Cuando enapaiies el cetro de diamante Aliviaudo al gran Padre! ; Oh, nunca sea! 4 Y entrambos orbes eon invicta mano eee eee eal snag guciano! sspués que 4 la hermosisima prideesa Liegues ansioso con amantes lazoe, 01, cuanto al universo Te foteresa {La resulta feliz. de estos abrazos! Yhara que, 6 Espaiia, en jabilo reboses La progenie adorada de los dioses. tay deliclas de la hispana gente, Hermoso Gabrie tatrado, ‘A admirar las hazafias del gran tio. Y en carroza imperial sobredorada Liega la hermosa infanta archiduquesa, (Joes no estar de su hermans scompatada iris que la hermosura sola espresa, Yl Gers davies 2 ‘Antono berminos, cian los juguetes de mis manos. Agee del concurso y la nobleza Feliz del Tajo aurifero hasta el Batro? De Espaia poderosa la grandeza, i corona el soberbio aniiteatro, ide las Geras Luis homillar quiso, ‘Como el hombre en el sacro paraiso. El perro pico 4 viento inquieto ha dado Sefial que esti la res ya levantada, ‘Ya han los fuertes mancebos empujado Blandamente la caza concertada : No cual la sefia alegra al coliseo La solfa de Mison, que envidia Orfeo. ‘La comneta soné, y indica el {Que por la ronea el hondo picadero Gara, la mano ablerta un verde rao De blandas pi corta vista. El lent blanco tremolado al vento’ Fa que entre badenes y garranc! Se esconde el lobo andar sanguinotento, De manos fuertes y de pechos anchos, ‘A quien ti esperas, Luis, del triunfo cierto, O en.un tollo, 6 Apecho deseubierto. EI pié siniestro al diestro adelantando, fa. ambos firme con gentil despejoy Y¥ el cuerpo muy airoso perfitando: Descomptesto con gracia el entrecejo, Aprieta el pecho rebutida plata Del brudido marfil de la culata. La mano inguierda corres al nielado Limpisimo cafion resplandeciente, La res con media vista has apuntado : Tocandoja derecha mene Porque » 6 pedernal, te estrelles, Nituran o6 fuera Casia lr muclles, Peina el rastrillo, y con la chispa breve La salitrosa polvora eacendiendo, Nocabe dentro, y rigida se atreve A salir con estrépitos, haciendo AV instrumento que ti mano tiene, Sin licencia de Jupiter, que traene. La cierva del Menalo cayé al tiro, Galion de Ortiz alarga el ballestero, En quien come en espejo yo me miro: De Erimanto el borror con su escudero Mataste de otro con destreza tanta, Como Meleagro, que ofrectd & Atalanta, Ni las muy grandes liebres catalanas, Ni la astuta raposa se han librado De las postas mortiferas tiranas : De Loper y Cenarru el arulado Caton de ala en plomo may lijero, Envié la muerte al lobo caraicero, Cay: mas no & las fleras espantosas Joven berdico, vences solamente, Los vicios y maldades mas monstruosas, Desvaneciste, estando ta presente, Pues solo hiciste con tronante rayo En los brutos Berisimos ensayo. Oprimiste el orgullo y la soberbia, Con el ménstrao mayor de la ignoranclay POESIAS. Abatiése la pérfida protervia, {a presuncion,lisonja y la airoganeia Deshiciste la vil pobreza, en donde Sus iras la infernal envidia esconde. Ya vencedor, triunfante de las ficras, Erigiras magallico trofeo : Pompeyo asi, domadas las iberas Gentes, le alz6 en el alto Pirineo, Y 4 tu gran padre, que en quietud descansa, Su triunfo escribe en gran coluna Almansa. Con la testa ganchosa y colmilluda Del jabali, que encama rabo 4 viento, La del lobo traidor y astuta anuda, La boca abierta, en ademin hambriento, Yestén aves y brutos diferentes Con las armas atados y pendientes. Entonces coroné la monteria Con los euernos de eaza resonantes, Las trompas, 1a algazara y voceria : Carga el despojo ; ni te olvides antes De premiar grato'al venatorio gremio , Que es eonsecuencia del trabajo el premio. El engendrd los héroes, este mueve , Y 4 él con vileza sigue disfrazado Con nombre de interés la humilde plebe : Cuando a Jos espatoles han premiado, Ellos mostraron del valor la suma, Eneadenando al Inca y Motezuma. Por él Epaminondas fué valiente , ¥ el soberbio Tarif abomin De nuestros padres: ni el decir afrente Que 4 él deben las hazafias que han obrado Bl grande capitin duque de Sésar, Cortés, Pizarro, y Alejandro, y César, Los irabajosos néimeros de Silio Faciles hizo, y remonto a los cielos Los versos del altisono Virgilio, ¥ encontrando en los principes consuelos Los humildes que siguen las Camenas, No faltarin Marones, si hay Mecenas, Luego 4 las plantas de tu madre augusta Ofrece el gran botin, que esta prestando La brava res , que con la Tlaga adusta Fosea empenb 4 gormar desatinando, Que esta ensefiada & semejantes doves, Vencidas por su mando las naciones. ‘Aqui, si de mi lira asunto fuera, Yo de esta gran Semiramis cantara EL ‘4 que ensalzé Ia gloria ibera ; Su Tuz al sof primero le faltara, Nieve al invierno, y el bochorno 4 estlo, ‘Que materia sublime al canto mio. Ya le acabé; feliz si por su ventura, Benigno Luis, me bubieses dado oido ‘Ami, que con incdgnita dulzura, Habiendo ballar tu agrado pretendido, ‘Te canté las empresas de Diana En mi florida juyentad lozana. Madrid, la gran Madrid me alimentaba Eo tan dichoso, y fué aplaudido ‘Sin méritos mi canto; aqui empezaba La ciencia 4 abrir su aledzar escondido : Vi en él los Malebranches, y Bacones, Hag Lobes, fa Lette, 3 Newtons eijod, mi gran Feijo6, las pirineas Cumbres ir los bizo, y ha mostrado El rumbo 4 solidisimas ‘ideas, La fisica 4 ahayentar ha comentado EL falso pundonor caballeresco* De la aacion, y el genio quijotesco. como el cisne mantuano Se ensayd en la gedrgica, y saliendo De las selvas, canto al varon troyano, Canté 1a ea2a : con terrible estraendo, ‘Triunfantes en las tierras y en las olas, Me esperan ya las armas espaiolas. Para entonces mis méritos pretenden La venia de aquella alma soberapa, De enya alta atencion dos orbes penden; E inflamada la musa castellana, ‘Seré nuevo Virgilio Mantuano, ‘A sombra de otro Augusto Octaviano, Cantando 4 este campeon tan escelente, Debelador de monstraos y vestiglos , ‘Su nombre llevaré de gente en gente, Hasta el fin de la tierra y de los siglos, YY pondra atento al orbe temeroso Armisonante estruendo escandaloso. ‘Luis : entre tanto mals pequefios dones ‘Admite, y reglas, que 4 admirar atento Como en ejecucion diestro las pones, Borat canta ated, un poco . ‘Alla sombra de una haya recostado. LA PETIMETRA, cousu. PERSONAS. DON DAMIAN. DONA JBRONIMA. | DON RODRIGO, &u tio. MARTINA, criada. DON FELIX. DONA MARIA. ANA, criada. ROQUE. : La escena se representa en Madrid en el cuarto de dota Jerénima. cea Del fresco ambiente gozando, ‘Segun ella me lo ha dicho. ACTO PRIMERO. Hallé una dama tan bella, Dona Maria Fajardo ESCENA PRIMERA. DON DAMIAN y DON FELIX. DAMIAN. Jue esperemos ea ceals espn veux. Bien digo, clon Damian, yo, Que vos debeis de estar loco : Cuando acabo de Negar Hoy desde Vallad ‘Apenas cntro en Madrid, 4¥ ya me haceis visitar? DAMIAN. Presto, don Félix, vereis, Que tenels que agralecetme, Feu. ues si quereis europlaeerme, Y si obligarme quervis, Dadme cuenta, don Damian, De lo que quercis de mi, Ya gul vetinos agus 4Qud casa es esta) ; qué afin fs el que tencis eon vos? aM Bon Félix, yo os lo diré Pero primero veré Si estamos solos los dos. rus, Solos parece que estamos. Dawa. Pues atended.... veux. Ya os escucho. pawn. Bien sabeis que habra tres afios oe a Valladolid partistis, Con harto pesar de entramnbos, X estudiar, y bien sabeis Guan fibre’ yo de los lazos Vivi, eon que amor enreda Los jovenes descuidados. Pues no ha, don Félix, tres meses Que una mafana en el Prado, Al pié de ua arbol sentada, 00 cabiendo en el labio perfeecion, no ls pinto ; Pues sendo Hermoso milagro, apace sila exagero, |La ofendo si la retrato. |Valido de la ocasion, [Con el sombrero en la mano, Disimulando 1o amante [Con muestras de cortesano, La hablé ; respondié discreta 'Y afable;’ mas no es estraho, 'Siendo discreta, que buyese Del valgar grosero trato De aquellas, que encubr La necedad'con lo ingrato. |Acompafidla a su casa, E Joguiriento y preguntando, Llegué & saber floalmente, |Por los vecinos del barrio, auieren En cuya casa hoy estamos. Es tanta su hizarria, [Su perfeccion y su garho, Que es lo menos su hermosura, [Con teverla en sumo grado, JAquel andar tan airoso, lAqucl chiste y desenfado, /Aquel primor con que juega De'la Masquiay ef manto, Su discrecion, su gracejo, La inveneion de su tocad« EI buen gusto en el vest 'Y¥ det vestido lo estraiio, |Admiracion de la corte Es, y aun de la Espa Que ya por {Si hacer cucnta ni caso tan bellas damas como Tiene el recinto mantuano ) La Petimetra la Naman, Titulo con que se ha alzado, ¥ en Madrid es eonocida, Discurre ta por un rato (Gual sera la que hace raya En pueblo tan dilatado. '¥ aun te aseguro quisiera [No fuese su primor tanto, Por el peligro que tiene [Lo culto con lo afectado. Es su dote, cuando menos, Diez y siete mil ducados, Es su prima, y ambas juntas Viven en un mismo cuarto; Pero es de dofia Maria ‘Tan circunspecto el recato, ue ni aun que la hablen permaite ; es su genio tan cerrado, Cuanto abierto el de su prima; Y en mi su modestia ba obrado lOcultamente, de suerte Que aunque estoy enamorado De Jeronima, si el dote Fortuna hublera trocado, Me trocara yo tambien {Que 1a hermosura ecb6’el fallo [En su rostro, y 4 gastar El adorno y aparat De estotra, no fuera menos; |Pero pues asi los hados Lo quieren, perdone el mundo, }Que 4 Jerdnima idolat A las dos las cela un tio, ‘Tan ridiculo abogado, (Que si por algun descuido [Nos hallara en este cuarto, [Con amas primas por fuerza Nos casiramos entrambos ; 'Y por saber que 4 estas horas oat Rodrigo esta estudiando, ‘eugo, porque por de noche Ni ae tarde es escusado, Segun la gran vigilancia Con que las esta guardando; Pues no hay Mercurio que baste Para adormecer tal Argos. reux, (Cierto, don Damian amigo, Que admiracion me ba causado, DAMIAN, [Pues aun es mas lo callado, [Don Félix, que lo que digo. réux, ‘Me bace admirar el saber Que es dou Rodrigo su tio. ESCENA I. Dicnos + MARTINA. matin, Usted 5 este seior mio volver 4 media hora, DAMIAN. Pues zqué hay de nuevo , Martina? mantra. mi ama esti en la cocina, en la cama mi seiiora. Daman. Tu ama, y tu sehora? di, {Cual es ta sefiora, y ta ama? Irse pueden, Como de aq prima v6 ahora Tima el chocolate, A emperarse 4 vestir. Damas. adios, Martina. . a martina. 1 entre los dos taa'cota que deci. Bi Sa > ey qi ESCENA Il. DON DAMIAN y MARTINA. Dawu. ques? sant. Usa friotera, Siusted no lo tiene 4 mal. AMAR. gYo? Ne cierto : di, cual bona guides? ° maRrinA, Yo iera Ua peso gordo, selon ‘Que tengo de menester. Dawn. Pues ,qué te quieres hacer? MARTINA, Ua delantal de labor, Y aun no se ba cumplido el mes, Yne le quiero pedir. DAWAR, Pues. tengo que venir, Yo te fe daré después. TINA, oes ocasion, Bo be tence volantad? Dawu. Estoy de prisa. maRTiNA. En verdad, Que aquesas diseulpas son... DAMIAN. ‘ied son? LA PETIMETRA. Dama: JANo te he dicho ya que st? wantin, El equtvoco entendi. DAMLAN. INo tlenes que interpretarle. Adio, hasta luego. ESCENA IV. MARTINA. En humo |Verle quisiera volver. FY jque haya simple mujer, Que 4 galin aco, da zumo, Por mas que le aprietan, quiera, 'Y por él esté muriendo, [Siendo un don Juan Pereciendo, ‘Sin blanca en la faltriquera! pY ce esta mujer se mucra or aqueste mentecato, ign denen y pelmass figa derecha y pelmazo! Si setior: mucto galon, Que ayer lo deseché el smo, lucha vuelta con feston, Buena media y buen zapato, [Sombrero fino, y la capa oa tanto terchpelazo, Espadin preso al ojal, [Cual venera 6 reticario ; Y¥ todo esto gen qué se fund: En que soy don Damian Pablos, Escribiente de an sefior, [Con racion de nueve cuartos, Acribillado de trampas, ‘A puro pedir prestado, 'Y andar engafando bobas Con fingidos mayorazgos. Pero 4 fe, que de los dos INo sé cul mas engaiiado Sera, porque la tat dama, [Sin ser juicio temerario, Entre veinte compatieros Valdré cuatro 6 cinco ochavos Ella, su dote y su ropa. ESCENA Vv. DONA MARIA v MARTINA. mania. [,Qué estés abt, Martina, hablando? i Quién era aquel forastero, ue con doa Damian ba estado? waRTINA. Yo no se lo he preguntado, mania. Pues yo de su traza inflero, Que es hombre de eatidad. MARTINA. |gEn qué lo conoce usted? manta, En su porte. mARTINA. Conoced ]Quién es é1 por su amistad. manta, [Pues ; qué amistad es ta suya? MARTINA, La del que te trajo aqui. wai Yo nunca en mi vida vi Libertad como la tuya. MARTINA JaQué es libertad? no, sefiora, 67 Bien la pura verdad ves, Porque cual la amistad és, Tal es el amigo ahora. Y él serd, aunque es tan galin, Siendo de su mesmo estambre, ‘Un don Rabiando de hambre, Como el sefior don Damian, mania. (Calta, no lo oiga mi prima, Que sale. santa, iY con qué alborozo! maria. No me parece mal mozo. MARTINA. Dale. ESCENA VI. DORA JERONIMA v ANA. senoxtaa. ‘Tengo en mucha estima, Anita, ese paubi Anda, y bascamele ta, (Vase Ana.) MARTISA, jNo era mejor Ia cofeta {Gon cinta del cigarrito? SeRONI No, que me la puse ayer, FY oy ponérmela es delito. manrina. Pues ,qué importa? JERONTMA, Mentecata, ceriado en las Batuecas? donde has visto ta, JQue una mujer de mis prendas Ose dos veces seguldas Una cosa mesma que eso Se estilara en tm lugar, ponds, todo el aio er propia saya y jubon Fae"? mujer de atctde, 'Y sino lo halla de balde, No se muda ni un cordon. /Mas yo que tal cual me veo, |A Dios gracias, poderosa, Por qué he de usar una ‘cosa |Como ta dices arreo? aanrin. Es que el buen gusto pudiera Eseldefecto suplir. JERONIMA. INo hay gusto en el repetir. 7 (Vuelve Ana). an, a é que con é! no diera, Beehn clube escondiios Pero eo fin ha parecido. JERONIMA. a el espejo? au. Ya esté aqui. mERONIMA lOyes, me parece & mi {Que mas limpio puede estar. aA, Pues jcomo le he de limpior? sERGNIMA. sCémo has de limpiarle? asl. ie (Limpiate), JaNo ves esas listas anchas? {Qué curiosidad tan pura! 1-4 ml se me figura (Que Lengo el rostro con manchas. « anh Yo bien le limpié. senoniaa. ‘eQué altercas? joes cierto para rabiar, jo poderse bien peiliat, Por el teson de estas puercas! jQue tal necesidad reine sun siglo tan contranio, _ Jue he de pagarla un salario, No mas de porque me peine! YY esti con su habilida ‘Tan vana la tal criada, Que bace esto, y uo hace mas nada; Pues por cierto y por verdad, Que veinte reales al mes, ‘Dos cuartos que almuerzo llama, Y los desechos del ama, 7 Moco de pavo no es. Yesto de que ¢s menester Estar por fuera decente Es lo que te bace insotente, Y te hace ensoberbece ‘Abora digo, y con razon, Habieode en vestir tal norma, ie las mujeres de forma ‘enemos gran sujecio 4 Vamos 4 peinar? he Seitora... Si usted sabe que en privat No la pudo contentur Otra criada hasta aliora YY que luego que yo entre, ‘Sin ser esto vanidad, Con mi grande habifidad coo la one pani’ Para que es tanto rigor, bor an descuido no mas? gERON! Cusndo ti refrenaris ki pico tan bablador ? ax. sPeegpe me tae de permit, hablar con modo debido, Habiérdote merecido (Dejameo ahors decir ‘coniianza tan grande, e no 4 todas se la dan, ‘| amor de don Damian? sends. Ya recele yo que ande Bieo en tu mi honor, Mas jdesdichada de ti! ash. No receles tal, y di, Sin lisonja ni favor : En acertarse 4 peinar, Y¥ en ponerse eb pititsa, Hay alguna come ta? sen No te lo puedo negar. ana. Ni negarés que tu porte Es ya por mi aplicacioa Endiahy sdcabacion De las damas de la corte. sends Cierto aa, Y si mas se penetra, ‘Segun todo i nae vi6y Fella la Votes sERoNUMA. Ss verdad. OBRAS DE MORATIN (0. xicoras). aN. Pues si es, que [Ai punto te has de enojar En oyéndome parlar Cualyuier cosa? sensi He enojé, . No tanto por lo que hablaste, Como que por tu descuido Llevo de potvo y torcido EL espejo me sacaste; '¥ no es modo de servir Este. am No me rifas mas, 'Y aplaude otras prendas mias. dendnima, Y tantas babladaris |,A qué asunto las diras? ana, Digolo, porque pudiera /Darme alguna estimacion El tener con perfeccios ‘Mi habilidad pefuquera. Y no es eso solamente [Lo que en mf se encontrard, Porque otra ninguna Babra Que pueda poner decente Gon menos costa 4 su ama, Pues de cualquier trapo viejo Formado un vestido dejo, Digno de la mejor dama: Qu los restos de hoy dia (0 son de coste, sefiora, Porque solo se usa Hojarasca y policia; YY los pocos que ti tienes (Ahora que solas estamos) Bien sabes que siempre andamos /Mudandolos. sendmm. Te entretienes Mas de lo que es menester. am. Porque distintas, parma A senOnKA. iQué habladora estis, mujer! ANA. En ta bata. SERONIMA, Dejald. ana. En la basquifa y la falla, drndsiaa. Vamos 4 peinarme, y calla. ashe Pero todo lo hago 50. FERONDEA. |Si, mas treme el peinador. ana, 'Ya Je tengo aqui, sefiora. JERONIMA, JAnita, digo que ahora Quitarme el vello es mejor, Antes que venga mas gente. ana. Pues qué, ,n0 se quite ayer? dendxiaa, [No importa, que da en erecer, Y apenas tengo los v Trae el vidrio, si te place, Sino, con pez 6 con cera. ana. ‘Tengo mi madre vellera, 'Y jno sabré cémo se hace? JenOniMA. /Mas calla, que Mariquita Ya con sus ridiculeces Viene aqui. ESCENA VII. DORA MARIA ¥ Dicuss. maria, jJesus mil veces! Es posible, Jeromita, ue 4 estas horas sin vestir stés en el tocador, Sin ponerte 4 hacer labor, Ni quererte persuadir |A que tanto sefiorio {Como el tuyo no esta bien, Nile corresponde 4 quien |A espensas vive de un tio? Ya sabes que la fortuna Hoy me tiene reservados Diez y siete mil ducados, Y que 4 ti mas importuna Te mir, No te alborote ; Pues no es vileza infamada El que una doycella honrada Lieve ea hovor todo el dote; ¥ tino contents, prima, ‘Con andar eee é ne €8 tuyo, me ests tratandy ese desprecio y sin estima. 'Ya ves que ti no baces nada, 'Y yo siempre cocinera Te sirvo, como si fuera La mas indigna criada. Pues no, fa, noe zon, ly e la que ha de ser mujer De ‘odoldebe saber, Del estrado y del fogon. Bien sabes que nuestro tio ‘Muy agrio contigo ests, Y por eso te habla ya on despego y con desvio, Todos se burian de ti, Y ti lo juzgas favor, el celebrarte el humor is chanza que se usa aqui. AERONTMA. Bueno es eso ; ti quisieras ue una puerca fuera yo, 2 gore erases, 6 96 indrajos y arpilleras, /Arpillera y calandrajos Fuesen ml udorno y mi treo, FY que Hevara tambien Por defuera los zancajos. [Quisieras que yo anduviese [Gon tanto moco colgando, '¥ que con los piés andando Hiciera una y otra ese. (Que ilevara el delantal /Arrastrando por un ladoy 'Y del otro levantado (Con las rodillas igual. ‘Quisieras que me peinara Bn bolsa, moto, 6 redete, que anduviera el copete (Ofascandome la cara. Jue el manto sin punta faese, 0 viuda 6 alcahueta, 'Y una cola de bayeta Con que las calles barriese. Quisieras... manta, No quiero nada : Entendimonos, mujer, ‘Que un medio se ba de escoger, Yesth la ria acabada. Pes ni tanto ai tan poco Bsloque te pido yo: Lo suclo no me gusto, Rimirar colgando el moco. sendxmna. ‘Una parte la Timpieza Es de la buena crianza, mania, > Gerto, y merece alabanza De alma y cuerpo la pureza. suxéxmma, Pres jqué tienes que notar? manta. Blesceso, sedxmua. No hay esceso 0 mi, porque para eso ote guise destuar Buenos padres. mania. Paes 4 mi {Tan malos me los ba dado? EROmIMA. No, pero ti has declinado 1 paso que yo subi. mania. Deeliar yo? ; qué motivo ‘una razon como esta He dado yo? ; por ventura asermarts ia noblera pa y con vanidad, Sin tener de donde veoga? eno yo 4 ml tinake vivo con modest , Bo escandal Bien limpia, y no deshonesta? ie Fande es mi desaseo, tiempo que ti empleas ‘wearte, le gastara Yoen la mesina diligencia, No hiciera bien mi papel Por cualquier parte que fuera? hetecores, prima mia, que te traigan en lenguas, Liamindote todo el mundo Aana vor Ia Petimetra? Yes lo peor que ta juzgas, es bonra para ti inmensa tavieran por nada maravilleras. jQoé utalo er Me da temor y ve Porque todos'son fantasmas, Postes, visajes y muecas. ¥ yo no sé qué interés Tan vano es el que te leva Por ese hombre vagabando; ues si quien es consideras, Veris que lo menes malo tiene es suma . ‘dinero, mucha hambre, Ymas aire en la cabeza. Bde t se esta burlando, Y como te Hsonjea, Eatiendes que es discrecion que es solapa y cantela, Yes eriada, que el diablo rjo, poryae 44 te pierdas, Eh ate dene la culpa Delas mas de tas simplezas. Bila con sas embelecos Teembrolla, y.. LA PETIMETRA, asa. Seiiora, buenas Noticias, por vida mia ; Pues no, yo no aguanto de esas. Si imagina que en Madrid Me faltaré conveniencia... Pues tasadamente en casa De cuatro 6 cinco duquesas Me estin rogando que vaya {Coa maucho emperio, y si fuera Alli me celebrarian [Lo que aqui me vituperan, ESCENA VII. Dicuas y MARTINA. mantra, Sefiora, don Damian viene, sERONIMA, Pues lo te rnega, Maria ex qu te asuenea [Que naciste con pradencia. maria, iViene aquel otro tambien? wantin, mania. No, no temas, ¢ una cosa es estar solas, ‘otra haber gente de fuera. MARTINA. Aprisa, que esta esperando. manta. ite que entre. denon. Dt que venga. MARTINA, Voy. (Vase.)) Si, sefiora, sendmtma. Al jnstante, al instante, Anita, limpia esa mesa, |Arrima esos taburetes, [Corre esa cortina apriesa, |Quita de alli aquella jarra, ¥ eso que empores la perra, L1évate ese candelero, Y las despabiladeras, 'Y venga quien venga ahora. ESCENA IX. Dicuos, MARTINA, DON DAMIAN y DON FELIX. MARTINA, JaY aquello? (De dentro.) Damian. No has de ser necia. marina, Pues no dijo usted que luego? pawn, Es verdad. want, Pues vaya. aenonmaa, 4No entra El sefior don Damian? DAMIAN. Solo (Saten, Esperaba esa licencia. aed denon Dichosos, sefor, los ojos Que os ven, DAMIAN, Moy enborabuena Wo los vwwestros, pido Para ellos dichas eternas. senna, Discreto venis. Pama. Scitora, Ya todo el mundo conGesa {Que To soy, no porque en nada Mis estudios lo comprueban ; /Mas por ver cuan acertada Es mi eleccion, pues venera Vuestras érdenes. JERONIMA, Mil gracias : ‘Tomad siltas. Le véux. La obediencia Diseulpe la confianza. SEROMA. 'Y aunque curiosidad sea Propia en nosotras, separpos, Si no bay cosa que lo veda, Quien es este caballero. mania. Eso mi atencion espera. reuse. Vuestro esclave, aendunaa. Seior mio. DAMIAN, Es don Félix de Contreras, ue de Valladolid ino » ¥ amistad muy estrecha Profetamos,y fad Yo en la benigaidad vuestra, Me tomé el atrevimiento De traerle. (Aparte.) andra. Y desde hoy sepa, (Que es muy suya aquesta casa, FELIX. Para acudir siempre 4 ella /A ofrecer mis rendimientos, [Como debo. manta, ‘A poseerla. sendniwa, Y gqué os parece la corte? veux. [No es para m{ cosa nueva. dendxima. |aHabeis otra ver estado? veux. Sefiora, si naci en ella, Jendnna. Pues no estrafiareis tampoco De hallarme 4 una hora como esta Tan indecente; y es clerto, [Que asi estar yo no debiera, Viniendo 4 favorecerme Vos. res. De cualquiera manera Bstais digna del aplauso, sequile y revere Del mundo.” . dendxmaa, Es faver que 0s debo. tum. 'No es en mi favor, que es deuda. 70 manta. jVélgame Dios, qué razones an Sentadas y'dlscretas! {JEROSIMA, 40s habeis desayunado DA Ya esté hecha esa diligencia, sendsinn. ‘Trae, Martina, el chocolate. DAMIAN. Mablemos de otra materia. JERONIMA, De la que gustareis vos. CENA X. Dicuos v ROQUE. Rogue. : Buenos dias. La lavandera, Seiior, pide aquellos cuartos. DAMIAN, iQue ahora con eso te vengas! noave. xPues no he de venir, si dice e tiene el marido én pena, ‘Rabiando de sabafiones, Con dos potras y una heraia, Yo puede trabajar? paws. ‘Anda, ve, y dila que vuelva Otro dia, y no me enfades. aanTInA, cuidado si cuentas ,, que tu seiior viene ama, Rogie. Neca, TA serds la que lo diga. MARTINA, No por cierto, no lo creas; Sé yo callar de mis amas Cosas mayores que no estas. (Aparte.) : ‘noaue. Y yo tambien de mis amos. MARTINA. Secreto eres. . ‘Rogue. ‘Ta secreta. DAMIAN. Si al instante no te vas, ‘Te he de romper la caheza. Rogue. Si ast dieses los almuerzos, Y por las noches las cenas, No ayunara yo al tras; Etermameaie, Daman. ine rezas? ogre. : El pan nuestro dinosle hoy, Y perdona nuestras dendas, Pawan. ‘Anda, infame. noaue. Usted, seiior, Quede cog Dios. nn OBRAS DE MORATIN (p. moras). ESCENA XI. Dicnos, menos Rogue, denOsic. Gasta flema, Que no hay diablos que le aguanten. DAMIAN. Que me perdoneis es fuerza Su ignorancia. réux, sos, sefiora, Os servimos de molestia. porquss OT or qué? : réux. Porque no os peinals. SERONIA, Fuera eso mucha Ilaneza. réux. Pues estotro es despedimos. JERONTMA. Pues por no perder tan buena ‘Conversacion, peinarme, Puesto que me dais licencia, Anita, vamos. an, Las flores De la altima moda estas Que traigo soa. JERONIMA, Qué os parecen? DAMIAN. De buen gusto. réux, Son muy bellas. JERONIMA, Lo hacels por no disgustarme? DAMIAN. No, sefiora, aunque no fueran Buenas de por si, es muy cierto, ‘Que 4 ser célebres empiezan, ‘Cuando esperan verse ufanas, Siendo airon de tu cabeza. JERONIMA, ‘i en otra acaso estuviesen, Bien sé yo que os parecieran Algo mejor. DAMIAN. Si en el cielo, Trasformadas en estrellas, Las viese resplandecer, Como la lira y la flec No las estimara mas. sendrnaa. Bien sé que otra cosa os queda. DAMIAN. jueda mucho que decir, si esplicarfo pudiera, hacer mi razon visible, Giertamente que no oyera De tu boea lo que escucbo. JERORMA. Que me pieas, ana, Si es que no entra Ese aliler, yes por eso. DAMIAN, Porque en mi fe verdadera Nowe tratuce esta Ni ficciones. senOmima, Que me aprietas, am. [Si es que no tienes, oyendo, Muy segura i eabeca. BERNINA [Pues gcémo la he de tener? ama. Siquiera un instante quieta. sendma, 1é og parece & don Fé as ticedipan af squbecoas De vuestro amigo? rt. (Que ni la hay, ni puede bab Jiuzgo, para no estimaros Unigentente en la terra. senOnmma, Pues é1 no es de esa opinion. ru, [Dado yo que cierto sea. vERONIMA, Por qué? - Porque no imagino }Que haya en el mundo tan necia INS cgo eorespotienels, corres [Que esto es mucho, sino oidos De vos, atrevido tenga ‘Animo para mirar En el mundo otra belleza, Yo) ao menos i lograra Tal favor, que no lo e: Mimi lodigotdad bumilge,, Ni mi encogida modestia, Girasol eterno vuestro Arrebatado viviera, ' absorto en contemplacion De cuanto naturaleza Apuré para formaros. sendxtw Pues aqui esté quien la ode id'que sais woe Daman. No me apureis la paciencia, Que eso es ya desesperarme. Con Yuestras palabras mesmas, Y las de don Felis tengo De mostrar con evidencia Lo que os amo : vos dec ice enka 6 vend sa) Jue soy discreto. aendmima. Y lo afirmo, Damian, Don Félix, que sols perfecta eaba do'cdnferrs veux, Lo confesara y confiesa. DAMIAN. [Laego siendo yo discret (Conte vos dees, es fuerst (Que ame lo que'confesais Vos que es perfecto; pues faera Necia discrecion la que La perfeccion no quisiera. JERONTHA. ‘Que me tiras, ash. Como estas Embebecida y suspensa, INo jurgué que te tiraba. senor, Ae das tormento de cuenda, ‘Moja, por Dios, un poco. No, sino 4 esta Toxta, que me mortifica. DAMIAN. «No me volveis Ia respnestat mendraaa, Ab! st: ya no me acordaba. paman. iValgame el cielo, qué pena! ioFiaye de aber uempre aeasos {qoe mis fortanas alteran sends. sy argumentos, seBor, (Qoe si solo & lo que suenan Se atiende, parecen claros, Pero si se ace ree) Se enta que algunos nome Yast, seBor dou Damian, Aunque la discrecton vuestra on sofisticos engaiios Me persuada que me quiera, Mas que de favores, leno De inrenciones y agudezse; Lo que prueba el stlogismo Fasiica la esperiencia. veux. Eda mojer habla como Scunase las escuelas. mania. Naoea vi, por mi desgracta, ‘mi prin tan discreta, aenONIHA, (p.) (Ap.) Si, seitora: Entreis muy satisfecha De que me habeis convencido. frees ewe 0, |, seora, Lantiiciosa elocuencia ‘Coa que me injuriais; por clerto Es que ea cualquiera materia Dende loce el artificlo, Setrasluce la cautela.” Sclcoron vaeatro herido, tengo yo, tavier S enaprnados tuvieseis Us sentidos y potencias, No estuvieran tan espertos Para con tanta presteza Persaadir lo que Bo es, Hocieodume a mi que crea Lo que ta boca me dicta, el alma me lo niega; Yad, de esto inferiremos, Com ta permiso y licencia, {Que may disereta anduvistes, Pero no may verdadera. ues yo no estoy sutisfecha. ana mania. ae JERONDIA. Mochacha, despacio, oe me tiras y repelas. ve -Ay que mano tan pesada! ‘Valgame Dios! jquiéa podiera LA PENIMETRA. | Ser cualquiera de vosotra Que de mes a mes se peina, ¥ cou todo esti decente ? Este trabajito lleva La que tiene obligaciones, Como yo. FELIX. Sefiora, es fuerza, Que las mujeres de modo Se rindan 4 la tarea Cotidiana de adornarse Como conviene 4 su esfera. aendxtaa, Es verdad. DAMIAN. Parece que De nuestra cuestion te alejas : Sepamos en qué te ofendo, Que hasta tanto que lo sepa No estaré yo sosegado. smnomma. Pues por ver si te sosiegas, Ya que eres tan importuno, ‘Anoche g qué dependencias Tusisteis, que no 08 he visto? . Aa. Como contingente sea, Y aun inn le el hablaros, Segun dijisteis vos mesma, ‘No vine anoche. JERONIMA, Es verdad Mas bien sabeis que 4 las rejas, al balcon suelo estar siempre, Y aquel que adora de veras, ‘Si hablar no puede, con ver Lleva el alma satisfecha, DaMLan. Es asi, pero..... Mi (Ap desus! ramos aries, V buscar donde esconderse. senna. /Meteros en‘esa pieza, Y tu, Martina, con ellos, Para’ que con aiia puedas Iunpedir, si quiere eutrar. MARTINA, iY que esto a mi me suceda! iYoen con dos hombres! bor Cristo, que nada sepa Roguillo. sendnnaa, Nada sabra, wat Entrad, y cerrad!a puerta. ESCENA XII. DONA MARIA, DONA JERONIMA, MARTINA, ANA v DONRODRIGO. RoDRIGo. Este caso, por mi vida, Me ba de perder la cabeza; No le ba habido semejante En consejos ni en escuelas, Niel Vinio me da razon, Ni Cujacio, ni Valencia, Nitoda la turba-multa ‘De los autores, que lenan Los estantes de mi estudio; ver si en Ortega, Y quiero Que me le dejé alvidado, n Hallo algo de esta materia: iValgame Dios! nia, Tio mio, 4 Donde vais con tan suspensa Adiniracion? nopnico. Calla, nifa, Porque no on cosas estas Para vosotras. si Malo, 6 la terciana os entra, 1d por Dios a recogeros, ‘Que yo con la diligencia Que acostumbro os cxidaré. No es tereiana, ; Que esto es cosa det honor. mania. elo santo! ya estoy muerta, osa del honor ha dicho. RoDRIGo. 'Y asi, & entrar voy 4 esta pieza. ‘JERONIMA. jA qué? (Ap) opnico, ‘A que he de menester Informarme con certeza... sendnaMA. 4De qué, sefior? RODRIGO. De una cosa. sendxiaa. iAy! ;qué cosa sera esta? mania, No entreis, sefior. ‘RovBico, Pues jpor qué? mania. Esth cerrada la puerta, ; RopRico. Pues abridla, Preciao que un libro vea, (Que me le dejé olvidado. manta. Esto es ya de otra materia, RopRico. Y va mi honor en sacar ‘Con lucimiento y presteza ‘A un litigante, que fla De mi vida, bonra y hacienda. aenénnM. Martina, tasefior tiene Que hacer dentro de esa piera, Y quiere entrar. wanTina. TAy, sedora! (Dentro.) Por san Blas y santa Elena, Que no le dejeis. rendnima. aPor qué? wantin. Porque estoy muy deshonesta. noprico, [gPues qué haces ast, muchacha? warrn. Ay, Seor! me da vergienza be'decito. (Ap) (4p) n nopaico. Aprisa, acaba: {Como estts de esa manera? aaRTINA. ‘Me estoy mirando las pulgas. nopnico, Pues que me abras aqui es fuerza, Que no quiero verte nada. wantin. Si estoy en camisa puesta, ;Como lo he de hacer, sin que ‘be empacho me caiga mnerta? nopRIco. ,Qué hien que 4 mi me parece iPrceaio elias donceise! Pues mira, dame ese libro Por debajo de la puerta, Que esta abit. RODRIGO. ‘Abf sobre esa papelera. WARTIRA, Sefior, aqui hay tres 6 caatro. nopnico, Veremos cual de ellos sea. (Béjase d mirar por debajo de la puerta.) TINA, iSera este? nopnico. Dicale Aver. (Bxtretiénese con los libros.) ESCENA XIII. Dicuos v ROQUE. RoQUE, Deo gracias, la lavandera Dice que esperar no puede. anon, Maldita sea tu lengua! Vete al instante. nove. No puedo, Gre sabe por la escatera 1 soplon del escribiente. senommun, ‘Todo to perdimos de esta, Si alli le abren, ve 4 los dos; Sivuelve act la cabeza, Ve 4 estotro; aprisa, enemigo, Métete bajo esta mesa. Bogue. Alla voy. (Hetese.) RopRico. j Valgate Dios! El pleito, y lo que me cuesta! ero el Barbosa ha de estar Jeago en esta cuadra mesma. j Ab Martina ! un libro grande No esta ali? ze waRTINA. Porque no le diera o esta matiana 3 agujetas Le até, y muy curiosamente Le meti bajo ta mesa Del tocador de mi ama, ‘nopnico. Y jque anden de esta manera OBRAS DE MORATIN (». micotas). wana, {Donde vals, tio? noDRico. flay algona otra doncela ‘ambien en cueros aqui? manta, No, sino que no es decencia, Que os arrastreis vos, que yo Puedo sacarle. nopaico. Pues ea, mania, ; Virgen del Cirinen t (Biscale.)| nopnico, {Qué sucede? ; Nolo encnentras? mania. Despacha. No, seBor. novnico. Quita, ty ee alana ep amndwnna, Eso temo. nopnico. Necta, Aparta ; le buscaré. Nadie hard mas diligencta Por daros gusto que yo. Yale encontré. nonnsco. Si me llega Nadie 4 mis Iibros, aunque De polvo no se les vea, ‘A palos con el baston La he de romper la cabeza. Dicaas, menos don Rodrigo, ana, Gracias & Dios, que salimos De tal confusion y pena. manta. Yo no soy para estos sustos, Jeromita, yo estoy muerta Yo no sé qué gusto tienes Eu esto. (Yase,) sendnmaa, Vaya, e20 deja. | Bn qué pocs agua t2 abogas mania, Voime 4 esparcir allé fuera. Vase.) arora, Ya podefs salir, sefiores. ESCENA XV. Dicmas, DON DAMIAN ¥ DONFELIX. DAMIAN. Ya impactente lo desea Mi afecto. senda, No bay que temer De que ya mi tio vuelva, Que aquello fué un accidente. se espejo Hega: DAMIR. Estis, Jeréaima bella, ‘Trasformada en una Venus. sexbrmma, da? Mis libros ! (Va d sacarle.)| Las flores, ; qué tal me sientan? rtur. Mejor que no en su jardin. adenoma. 4Y los polvos? Daman, Te bermoseaa. sendxtaa, 4Gémo me dice el lunar? rtux. [Como al cielo las estrellas. senor. Pues trheme, Anita, abanicos. ms, Cadi quereis? jel de la fiesta Secs Toros de Aranjues? smnOramA, Jesus, qué cosa tan vieja! au, {Bl de! Peneque? ‘sERONIMA. ‘Tampoco. m {Del empedrado? venom. El quieras, Como no sea entigualas, ’ am, BI de la moda postrera Es este. seni. Les sort bien: tas ctatan, ‘ortijas, las puleeras, El cotta, el ramillete, te: frasquera, Ereeloy ts areas, ¥ to que sabes que Hera ‘Usa mujer de mi porte. am, ‘Todas estas cosas puestas Porsuérden tengo ena alebba. (Vese.) aenoxmaa, Pues voy, con vaesira licencia, ‘Aacabarme de vestir. Damian. Si 0s faltase camarera, JAqal teneis quien os sirva. aenonnea. Lo estimo, (Wase,) sagem. Una trampa buena [Le armamos al pobre viejo; Mi astucia la paga espera. Voy & mirar mi comi ESCENA XVI. DON DAMIAN, DON FELIX y ROQUE. escondide. DAMN, Abora bien, mi atenclon habeis jurgado, doa Bet mento d {Ponderé sus escelencia {No respondeis? Qué, ;teneis Encogimiento 6 vergierza De decir que no os ‘Tan bermosa y tan discreta Como yo 0s he ponderado ? veux. i Pluguiera & Dios que eso fuera! (Yase.) Pais, ‘Noes mucho que no me entiendas, Pass yo tmpoco me entiendo, Daman. ‘Yamos claros. weux. LY si os De que os athe chro yo? AMUN, ede alogura manera je pessra, os aseguro, Que en amistad verdadera ‘he vale wo sentir patente, ‘Que un agrado con cautela. retux. res don Damian rom ise }. que Jeroaima be! Berea es ANAS. yeLsx. Y yo tambien. Loego, siendo asi, es ya fuerza Que ame Yo, aunque no discreto, Toda cosa que es perfecta. = ‘Lacgo 4 Jerbnima amais. tux. Is clara la consecuencia. = eacuc! de quit isan 7 rtux. los wo dijisteis que amabais SE : Batnais indiferen Toro de cosa, iera Dares de amar 4 ningana. \Wecho sparais la materia Eave Ot gre ton bo aals, Puedo escoger la que quiera. DAMIAN. S13 leréaima no es, A doda Maria sea. veut. Ko me elijais ba mojer ; Yoharé to paresca, oe eatte vos encargad, oe Damian, de mi tatela. pamman. Nitampoco de la mia Ta. para que ati pretendas (Quitarme ei gusto. réux, Yo nada Qeitod nadie. DAMIAN. No tan recia Aue woe que nos oigan. veux. agp que yo tengo hacienda, LA PETIMETRA. 'Y puedo casarme, y ros Es imposible, aunque quierais. Damian,” Ss nah names estat veux. De i amis 061 vena Damian, [Pues sabed que he de vengarme De cualquier suerte que pueda. ru, INo importa, que una traicion INo asusta &'mi fortaleza. DAMLAR. Pues de Jerdaima huid. rium. (Como me lo mande ella. DAMIAR, No os ba de querer tampoco. peux Bastame el que yo la quiera. DAWN, IPerderemos la amistad. réux. [Pues ta culpa sera vuestra. DAMIAN. [A Jerénima dejad. Peurx, 'Ya eso es machaca y cansera. paMAN. Yo por ella os traje aqui. FELIX. [Pues yo os mataré por ella. pawn, ¢ Vos & mi? Féuix. St, don Damian. Damian. Pues, don Félix, cuando quieras. tn Tal arrogancia merece [Con ta espaca ta respuesta: |Ahora es buena ocasion. DAWN, No : salgamos alla fuera, veux. Decis bien, que no es razon Armar aqui una pendencia, el tocador de una dama INo es bueno para palestra. (Vanse.) (Sale Roque de debajo de 1a mesa.) + ROQUE. /Andad con dos mil demonios, Canalias, malas cabezas, Que he estado alll devanado, Rotos brazos, piés y pieruas. INo hay que temer que se maten ; Pues la cobarde prudencia [De Damian ya hallara modo [Como evadirla quimera. Yao vera Martinilla, Que con los mojos se enciera: 8 Voy yo 4 ver lo que pasa, Hasta que otro rato vuelva A lmaitar & san Alejo Debajo de a escalera, ACTO SEGUNDO. ESCENA PRIMERA. DORA MARIA. Estoy sola 2S: parece {jee'nd me escucka aqui nadie, Porque 4 un triste solamente [Le acompaian sus pesares. [Pues ya que nadio es testigo Del fuego oculto que late En mi pecho, que ya pena ‘Tierna y castamenie amante, Procure aplacar sus lamas, Rompiondo mi vos el aire, Y¥ con lagrimas y que} ue puevo alin Amor Qué puero ieafo 4 pisae mis umbrales ie 4 la primer vista ay cielos! indi ml pecbo constante! Pero este es al que gustosa Junto al Pisuerga una tarde [Le respondi, aunque tapada, Mas amorost que able, a8 § au 130 prenda De hombre Tiegue oh esaes 0 afrenta! job ve ‘suma! undidme y acabadme. Primero, abriéndose en bocas La tierra, viva me trague Ep su oséurisimo centro {Ob pudor! que te quebrante. Hbero ; de qué sirven todos Mis enojos, si no es facil Dejar de creer que en Mi triste corazon arde? j.£s amar algun delito? io : que hay tantos ejemplares jae me disculpen, que aun juzgo el no amar es'yerro grande, Amar, es naturaleza, ‘Convéncenme estas verdades. j Qué facilmente que uno Lo que quiere se persuade! Don Félix, jcielos! don Félix Es la causa de mis males, Es galan, es entendido, Es... mas disculpa es bastante. Pero ide qué suerte puedo Mis intentos declararle? gDirésclo? ; Qué sé yo Ses de otra hermosira amante, ué sé yo si su gusto Mibetdad no es agradabl Ni, que sé yo si al oirme Me‘reputard por facil? Oh, mal haya el que primero ‘Reputo por fiviandades El que las mojeres sientan, Y¥ que lo que sientan hablen! Y Toh de los hombres dichosas Las eternas libertades, Porque dicen lo que quieren, Yalfin cuanto quieres hacen ; Mas ya que dle esta manera Lo quieren tos cielos, ame, Note, obligue, solicite, Sutra, advierta, espere y calle. ESCENA II. DONA MARIA y MARTINA. MARTINA, arece que se cansaron ‘Ya de esperar los galanes. mania. Si, Martina; y mis afanes ‘Alora de nuevo empezaron. marina. Pues ; qué tienes? manta. ‘Seri fel? warnisa. Pues qué, ;¢80 dudando éstis ? Mi idelidad veri . mania. Pues mira, Martina, aquel Que hoy desde Valladolid Vino, y trajo don Damian, ‘Tan discreto y tan galan, + Abacerme guerra en Madrid, Del alma se apoderd, Y yo el alma le entregué; No sabe nada, porqu Noes razon mostrarlo yo. MARTINA. Bien bayas td, qué te pagas, Para que 4 tu'priaa asombre, De un hombre, que en todo e8 hombre n qu tu amor sais, Este si que es grande hallizgo, Pues de los dos he entendido, Cuando estaba alll escondido, Que es un Fico mayorargo ; Este i gue es eaballero. De tu prima el disparate Se enamoré de un petate, Solo porque es lisonjero, mania. Pues bien, Martina, te encargo Notar, sin que te diviertas, Sus acciones, y me adviertas De esto, que queda 4 tu cargo. Mira, que en callar te esmeres, ‘Que te esta bien el eallar, Ten cuidado de avisar, Y toma para allleres. ESCENA III. MARTINA, Yo por aqui 6 por alli, Siempre tengo de pillar, Tal modo de negockar De mi amo lo aprendi; Paes vienen dos litigantes, 'Y aunque ellos contrarios son, ‘A entrambos da la razon; Y asi del «ue vino antes, Como del que fué el postrero, ‘De entrambos logra coger Por s 0 parecer Muchas gracias y el dinero, Doda Mariano sabe ‘Como los dos repuntados Salieron desafiados Porsu prima un duelo grav Y yo todo lo atisbé 5 ‘Mas no lo quiero decir, Quiérota asi divertir, Porque no lo perderé. ESCENA IV. MARTINA ¥ ROQUE. ROQUE. Ab Martinlla jab taimada ae con Los majos te escond j Asi a mi amor correspondes, {ast injuriarme te agrada? maneisa. Roque, como te escondiste ‘Ta, tambien me fue preci Y'aungue mi amor no To quiso, “Tave que hacer lo que vistes. OBRAS DE MORATIN (0. xicouas). Rogue. Lo que he visto nada es, Lo que no he visto es ef cuento : De puro zelos reviento (Convertido en portugués. MARTINA. Vaya, Roque, deja eso, Yabo que te soy el 'Y dime en qué pard aquel [Lance atrevido y travieso De los dos enaimoraios. Rogue. Pues que lo atisbaste ti, Alla va con Bercebé: Salieron muy mesarados, Eabinbsjos y mohinos, Haciéndose de valientes, Y murmurando entre dientes [Las coplas de Calainos. Don Félix iba delante, Don Damian, que no hi nacido A ido, Lo que pensaba no sé Pero cuando meat Le apestaban los calzones. |Acia el Prado enderezaron, Frente frente se pusieron, Y de que solos se vieron Las tremendas aprontaron, Damian perdi6 los estribos FY el color se te mudo [Al punto que a Félix vio (Gon la espada en eueros vitos; Y con tiple de capon, Muy preciado de prudente, Le dijo: no es ser valiente Esto, Félix, ni es razon De que dos’ amigos tales, [Como somos vos y yo, ISe maten por lo que tio Puede valer cuatro reale Yasi.su eleccion dejemos El que ella escoja al que quiera; Y haciendo de esta manera, Los dos nos satisfaremos, Dijo don Félix que si; (Con que juzgo, que & engafarla, Arendirla y obligarla Vendrn los dos presto aqui. MARTINA. Pues, Roquito, entre los dos No habra celos ni desdén ; |Querimonos los dos bien, HY venga la pax de Dios. ESCENA V. Dicnos ¥ DON DAMIAN. DAMIAN. JY don Félix ha venido? aanmina. |Nole he visto. Rogue. No, sefior. MARTINA. !Nunea vi ocasion mejor, De lo que habeis prometido. DAMIAN. 4De qué? MARTINA. De lo que pedi. DAMIAN, 4 Qué pediste? MANTINA, Aquellos cuartos. Daman. | Déjame, por Dios, que hartos es os Soroad ag wawrinA, Si adentro no me llamaran, Yo os pusiera como tn trapo. (Vase.) nogue. Vaya, seiior, Ss Cai ios dialos no pensaran, DAMIAN. Déjame, y calla. nog. Sefior : Yo en mi vida fui discreto; Pero ahora me prometo Un discurso st Esta madama fatal, Exsabumada con incienso, Que la faltan, segun pienso, Ocho cuartos para un real, j Posible es que te ha liga Gon tal fuerza, sefior mio, fe te tenga él albedrio ‘iego y embarraganado? No miras su presuncion, Su melindre y'su desdén, Y aguel andar ten con ten, Cual paso de procesion? Pensando en el uso ntevo, Y en darse en la cara el unto, Ni sabe coser un punto, Sabe echar sala un hnevo, ‘Yo por mujer escogiera ioe fresca mocetona Entre marquesa y gorrona, dre sacs ‘frutera, juzgardn tus opiniones, Si la vieras por debajo Entre tanto calat Jo, El solar de los Girones. DAMIAN. Calla, atrevido. nogue. Sefior, Si la vista no me engafia, Callando, piedras apatia, Félix tu competidor, DAMIAN. Pues ve, y espera en la calle. ESCENA. VI. DON DAMIAN ¥ DON PIELIX. éux, ian, 0 Uve'del dia tate” Puede haber que aqui no os bale. DAMIAN. Es mi centro. veux, Y tambien mio, DAMIAN. Don Félix, sentido estoy De que me ofendieseis hoy Con tan grande desvatio, Eun. Yo con nada os ofendi. DAMIAN. Faltasteis 1a amistad. ria. No probareis que es verdad. DAMIAN. {No lo probaré? pues di: (Es amistad, ni es razon, , Google cuando yo 06 aqui, ersten Por estrella y eleccion, Me lo querais usurpar, Faltndo 4 la cortesiay Y de una cosa que es tala Me querais enajenar? riux, Facil a sta es: Que los cielos son testigos, {Que no somos tan amigos, Como dices, ya lo ves. Y aseguro esia verdad Eridente, para que No me impateis que violé El sagrado & la amistad ; Pues, aunque nos conozcamos De algunos tiempos atras, Conocimiento no mas, Que no amistad profesamos. Pues va mucha diferencia, ‘Yhay muy gran desigualdad De ana intrinseca amistad ‘A mera correspondencia. No os debo agradecimiento De haberme traido aqui, Paes no ha sido afecto mi, ‘Sino es desvanecimiento, Para que yo me admirara, Yos tenga por advertido De haber por dama escogido y Fara, ¥ si yo 0s desali Colérico y enojado, ‘sabeis que provocado De vuestra arrogancia fué. Yal estar yo saistecho, Jae no sois para campaiia, So'bictera tn el barat, ‘Que me pesa baberla hecho. Que por Jerénima muera, Noes ofenderos 4 vos, Pues decis que entre fas dos Dadais cui! ywestro amor quiera. (oo que en un buen discurrir Con razon inferiré, Gee 06 enojastelsporgat Me adelanté en elegir. ‘Si por el dote lo haceis, Yo, que no le necesito, El dote 4 ka dama quito, Siendo mia, able teneis. DAMN, Noes separable. iu, Pues ea, ‘Solo digo en conclusion, Que defaste 4 su eleccion Elque de sa gusto sea. ESCENA VII. Dicuos + DONA MARIA. mania. Por jargar no es cortesta Sols lo dos dejaroe, fo vengo 4 mortidicares Coa la conversacion mia, veux, Feliz mortileacton : forindiera ansiozo cl culto jel, que siendo tan bello, Tan daices sus penas son, mania. Que siempre el lisonjear fBys de ser tan usado En hombres de todo estado! veux. Ved que os podeis engafiar ; LA PETIMETRA. 'Y que quien tiene osadia, Game vide rep jo querré lisoajeatos, ermossima Maria, wank. Pues jen qué me replicais? iu. Qos, soo pia bastante I que diga yo arrogante, |Seiiora, que os engat Pues yo dijera, por Dio, JAl querer lisonjear, Que'no se puede edgar Una dama como vos. ania. ‘Lisonja entonces no era, Porque si yo me nara, HEntonces se comprobara Que yo tan hermosa fuera. |Mas j ay, que viene mi tio! |Esconderos al instante. DAMN. Siempre da un misero amante De uh bajo & otro ball. (Eicondense.) ESCENA VI. Dicuos ¥ DON RODRIGO. novRico. ISobrina, ; qué haces? mania. Sefior : [Aunque estoy un poco mala. Ibame & entrar & fa sala [A ponerme a hacer labor. RODRIGO. De t, nifia, hien To creo. jOiala como ti fuera esotra Toca altanera, Porque de ella, segun veo, [Nada se puede esperar, . Solo emplear noches y'dias, En hacer mil cortestas, ¥en cémo se ba de adornar. j Qué esta haclendo? gesta cosiendo? 'O hace alguna otra De provecho? JJuzgo que se esth vistiendo. RODRIGO. Pues ; cémo? jaun no esté vestida? mania. Ya bien presto acabard. RODRIGO. Pues 6 no acaba. Yea d gusar la comida want, jas Bado que ests! is, res de aie, i ts aguardas que lo guise, Eno tds comtrae, © RopRico, [Pues ,cémo? mania, ‘A mi no me toca Decie de mi prima nad; lama & una & otra criada, 'Y sabelo de su boca, RODRIGO. JA ella tengo de Hamar, Y¥ de ella fo he de saber, 'Y darla bien 4 entender Lo que quiero ejecutar: Ve y llimata, manta. Yaesté aqui. ESCENA IX. DON RODRIGO y DONA JERONTMA. RODRIGO. haces? yen qué te 3 Qué jen qué te entretienes ? . - he's que ext pan ait aERONIMA. Ya lo bard. RODRIGO. Luego no bas hecho ‘Todo el tempo mas que bolgar, Nibemos podide logar De tf cosa de provecho. Pes mira; ohuma vex yo te doy reprension, Sie que es ests cation; Por tf, no por mi vejez. Dos hermanas me quedaron, {Una loca, otra pradente, Ya su tiempo competente |Ambas & dos se casaron, Tu madre, Dios la dé gioria, Neclamente se eas6 [Con tal sujeto, que aun no Paes despues de baer gato ues después de {Coanto de tu madre ers, No fué mucho que muriera Miserable y desdichado, Huérfana entonces quedaste , 'Trajete & pisar mis sala /Mas de tu padre las malas [Condiciones heredaste. [La madre de esa tu prima {Cas6 con don Luis Fajardo , /Mozo hacendado y gallardo, 'Y hombre al fin de toda estima. Este al morir la de{6 Diez y siete mil ducad ue se Ios tengo ia mis escritorios yo. Las dos os diferenclastels : Ella modesta ba salido, jonesto genio, encogido, '¥ en todo of desigualasteis * Porque ti, aunque ser debieras Mas bumilile por mas Eres muy soberbia, so Mil locuras altaneras. JAl mando andas engafiando (Ves con qué verdad te arguyo) iclendo, que el dote es tayo, (Que de estotra estoy en te Las cosas esta ella haciendo, Y¥ ti haces solo dormir. La otra noche aquella letra, Goe sons con metodla, fa sé muy bien que decia, rie Bo, gues quleres 328 vive Dios, que Echarte mas 4'perder, En otra parte ha de ser Donde allt te desesperes, Yo vivo muy afrentado De ver tantos /Bafonadas y paseos, (Que ya todos Io hat notado; ¥ asi, porque tanto yerro [Se haya una vex de enmendar, 10 a1 punto te bas de casan, (0 meterte en un encierro, 1% ESCENA X. DORA JERONIMA y DORA MARIA. wana, Enojado el tio va, 4Qué ba dicho? annonna. ‘Nada, Maria : Una ver que no lo ofa Nadie, nada me da; fe todo lo que pasa (Que'nada importa verse, Como no lo sepan Que le de dentro de casa. (ap) Novica perder fis (o quiero perder * ‘Que aunque corrtendo y de prisa No he de dejarla de olr. ESCENA XI. DON DAMIAN ¥ DON FELIX, ¥ duego DON RODRIGO. DAMIAN. * Don Félix, ;qué babels oido? rtux. Don Damian : 4 qué oisteis vos ? Dawn. Nada peretbt, por Dios. riux. Por Dios, que nada he entendido. Damian. aPosible es que a6 entendisteis ? mtux, ¢Posible es que vos tampooo? DaMUAN. Yo nada. réux, Nada 1 Ri un pocot pan. 4Yot lo que vos peretbisteis. riz. Pero aqui rueive su tio, axa. Escondim F anos ally ls de, layor pesar es el mio. (Escindense, y sale don Rodrigo.) RODRIGO. Un disparate iba 4 hacer, Sin juiclo al reflexion, AAl ver Ia disolucion De esta impradente mujer. (Vase.) Galen don Damian y don Fétiz.) PaMUAN. Pues salir hemos podido, Yor, Felix, en un instnio ‘clerta cosa important Que,es demi cargo, 7 10 olvido. uelvo. ESCENA XII. DON FELIX. solo quedé; ¥ que bapa howled coms 30, ide lo que le pasd hvergoorado no eat 4Posible es que me cegara ffan pronto y'de (3 manera, ‘a tal mujer yo quisiera, Y por ella me prendara? Siu Juicio estuve por cierto, OBRAS DE MORATIN (p. mcozas). Los sentidos tave en calma, © yo tuve sbsorta’el alma, 0 el entendimlento muerta. Vivo afrentadoy corrdo, Loco estoy de avergonsado, Bolo de haberme engatado ‘un presupuesto fogido. Yo 4 tna tan loca mojer, fan sin juicio ni razon, Me he de rendir con pasion, 'Y por mia be de querer? /Recobremos lo perdido, {Que el todo no be perdio, Pues aun tengo tiempo yo [De enmendarlo arrepentido. Hombre soy, no es mucho que Fan de proio me engaara Pero aqui es Gorregle to que yoeeré." Suet uno ineauto ‘engaaoso oropel, Yenamorado dex Falso lucir y brillar, Gro foto fmagiaa ero ya mas Gonoce que no ba salldo De tan eseelete mina, 0 asl, yo ast me engaié : Calidad la presancion, Lo atrerido discrecios tocautamente jorgue. Su locura es conacida, No solo en Madrid, mas fers, yo solo jargué que era Ba ried apes iso cla mia Mas de JerOnima aquel Engafador oropel,, eno el oro de Blaria. Aquella modest, st jonesto mirar ‘Aduel vergonzoso hablar, St'que me ha hechitado & mi. SSia'duda es dofia Marla, Quien me did conreracion, fapada en el espolon DeWalladetid und Y que tan clego esté yo, oe D0 la haya conocido, el alma me haya advertido entonces me evamoré ! eyo desafiado fatlese por a otra ok ctlos). ropio tengo zel Por baberto ejecutado, 'Y aun es pesar grande el mio, ¥ sin ponderacion siento EI que en mi arrepentimiento ‘Tuvlese parte su tio. Para don Damian es propia, * Pues yo estoy dudando cuit De los dos original Es, 6 cual de fos dos copia. Goce el dote y su riqueza, Pues mejor lg suerte mia Es, si logro de Marla La'tonestidad 3 pobress. rque se debe escoger, Por el vicio 6 por ia iamna, Desenvuelta para dama, honest pata moje Habiéndole yo atishado, Fortuna me ayuda bien, Porque sa tio es & quica 'Veogo yo recomendado. Sime doy & conocer, |Sé que me agasajard': Guanto tenga me da '¥su huésped me hara Ser. ESCENA XIII. DON FELIX y MARTINA. makrina. ‘Todavia no ba salido ‘seiora? réux. No, Martina, mani, Vaya, & mi me desatina Lo que dura este vestido, rtun. Yo respondo, que muy mal. veut x. De tus dos amas 44 cust [Quieres mas, 6 es la mejor? warn. jJesust no me digas nada De eso, porque esta sefiora Es mala trabajadora, /Presumida y entoldada. A todos tiene engafiados \Con fingida presuncion ; Pues dice que suyos son Diez y sieve mil ducad Que son de doiia Maria, eux. Esto no sabia Ahora digo que salié |Mas feliz la suerte mia. seg st 1es qué, 4 is = “Yost. wantma.. [Tambien ella os quiere & vos. tux. Calta, Martina, por Di Que Do me engafes asi. oon ena, SE te (0 os » en buena fe. [Proseguid y porfiad, '¥ encontrareis la verdad De lo que o aseguré. ius. Pues dila que yo la ador Que tenga pledad de mur” Que 4 sus ojos me rendi, Y que de ella amante lloro; Y toma esta niderta, Para que puedas entrar En mi nombre & refrescar En una botillerta. ESCENA XIV. DON FELIX y DON DAMIAN. DAMN. Me he dado prisa bastante, Por juzgar que ya tardaba. veux. [Que vinieses deseaba, Porque me voy al instante [A ver si ban venido cartas, (Que después que yo saldrian Bo ls que me avisarian mis dependencias, que hartas PPeogo, don Damian, que hacer. DAMIAX. véux. Guardeos el cielo. Id con Dios. ESCENA Xv. DON DAMIAN. [Solo queue, solo estoy: i abors & discurrir voy, euidado y con desvelo, lo que mas me conviene; esta loca mujer tan vil proceder sBado me tiene? cielo es justicia, ejecutado conmigo; I cielo es castigo jendar mi codi ido yo imaginabs, suyos Ids cantados fe mil docados, me pensaba fio este dia, hallo que la perfeccion, ‘bermosura y dote son 1 gallarda Maria. Felix no lo ha entendido, ‘€ me ha declarado; 3s élse ha enamorado, 4 rehir ba salido 2, sera 1e case con ella, lahacendada y bella Maria 4 mi cuenta esta. ee g Bi i & cf a in 3 PED; i i 1H a Sina Jerooima él; No dira que no soy fie Pues ya me legué & re iYo 4 Jeronima querer, Gaando pobre viene 4 estar! ee traiga ela que cena, i yo levo que comer. {pues au esto no tengo, ‘para mi mujer buena Si almuerzo, comida y ceva Pobre Jerénima esta, Pues liévela Félix ya, Porque estotra ha de’ser mia, Yesto no es mudable ser, Wiesafrenta en un sajeto, ‘Siao rendirse discreto A mas jasto parecer. ESCENA XVI. DON DAMIAN, DONA JERONIMA ‘ANA ‘con mantos. aenémaa, on Damian, jhemos tandado? Esta la culpa ha tenido; El collar me habia perdido, ‘Y hasta que le hemos hallado, Ro hemos podido salir. DAMIAN, Poerza aqui es distmala Keoque so tsrée en hallar, Yo.no tengo que decir; Pues yo contento esjaviera aqui, sefiora ‘Aunque no os mirara ahora, Nien toda la vida 0s viera. aendxmna. Chao es eso? pawtAn. Digo, que ‘Aunque no Hegue 4 lograr, ‘Tam solo con esperar May contento viviré. aBn6nmMA, Es que yo juzgué otra cosa. DAMIAN. ‘No jargueis vada, por Dios, (Ap.) LA PETIMETRA. Enon. os don Damian ? Nene Buena gests bien, pesto, me sienta bien todo esto ‘DaMAN. ‘Todas las cosas estin Como en su centro, sefiora. senOxTMa. Pues la bata y el brial Dijo que me estaba mal Esta criada habladora. " paMiaN. No hay tal, que 0s esti de modo, ue aunque ahora no se ve, fo aseguraré bien que Es do vaestra gala el todo, JEnOxMa. Este pafiuelo he estrenado, 'Y tambien estas manillas Gon muy graciosas hebillas, Y este rosario esirellado. an, Y como yo me esmeré En peinatte hoy 4 la moda, {Que que ta corte toda admira cuando te ve? denon, [Aunque tit no me peinaras, Ro mre has de poder qutar Este garbo en el andar, INi otras circunstancias raras, (Que me dié naturaleza, FY aquesto no es alabarme, Pues de ello quiso adornarme, Ya que no me did belleza. DAMIAN. bas cosas {Qué pesader! aturaleza te did, Porque nanea he visto yo No ser bellas las garboras ; [Que aunque la cara no sea, El alma, que encierran dentro [De aquel bien dispuesto centro, {Se da & entender que no es fea. sendnnwa. Lo mesmo me dicen todos, Todos no me ban de engafiar ; |A Dios tengo que alabar Por muy diferentes modos. DAMIAR. Vamos, si & misa hemos de ir, ue yo no puedo esperar, ‘no 0s podré acompaiiar, /Sies que tardais en salir. JERONIWA (Qué, 40s enfadais de ir conmigo? DAMIAN. No, sefiora. aeROxnaa, Es que crel, (Que ibais 4 decir que si. PAMIAN. Pongo al cielo por testigo. JERONIMA. Pues vamos acia alld fuera. Damian, dadme el brazo vos, 'Y ojala ‘que quiera e ballem lijera, as por ver si bien tocad: 10 algo olvidado me dejo, JAleanza, Anita, ese espejo Para darme otra mirada, ANA. Aqui esta: ; Jesus mil veces! 1 Ya van treinta miraduras, Yo suelo mirarme 4 oscuras, Sin aquestas pesadeces. sRRONIMA. Quieres igualate ta amigo? jqué gracia, nifia! Necesias banat, fanto, punta y pitiba Daca el espejo, habladora. ana. Abi ests, aerdxona. Pienso, seor, Que me est mejor la for, Jue no endenantes, ahora’; Y es que como fatigad: [Estoy de baberme vestido, }Con el afin que be tenido Estoy algo sonrosada. Dawn. ‘Todo esta bien: vamos pues. aenOxnHA. Vamos bajando, y en tanto, Repara, Anite, ese manto, No sea que vaya al revés. AY Jesus! yo me tba misa a Jos vuelos de dormir, Y asf no puedo salir; Ve, y traeme esotros aprisa. (aye, vaya, que la gente Que en ello repararia [Sin duda alguna diria [Que iba en estremo decente; Despachate, an. Voy, sefiora, aEnOnmMA. (Vase,) Ni on rato pude lograr De poderme sola hallar [Con vos, don Damian, y abora, }Que se ofrecié esta ocasion, Hablemos de una ver claros, Porque mis sucesos raros De todas maneras son. Bor vos anda el honor mio n peligro, don Damian, /Todon lsdrindole estan [Contra vos siempre & mi tio. [Macho escandalo se ba dado, Esto bien lo conoceis Y pues cual decis teneis, es mayorango colmado Sinos hemos de caar 30 me habeis prome Rolo echemos eu olido, "” INien esto hay que retardar ; Pues como estoy hacendada, 'Y el dote saben que tengo, A estar cada dia vengo De muchos importunada ; 'Y'si acaso os descuidais, [Aunque yo firme he de ser, Mirad que podreis perder [Lo que tanto des DAMIAN. Yo slempre me alegraria, Y¥ nunca soa mis intentos (Otros que mestros aumentos Y bien, Jerénima mia 'Y si os he galanteado, [Fné por solo imaginar ‘bo bubiera de intentar Radie lo que yo be intend, fo porque os j 2, Ni cn oscura esclavitnd; Sino porque la virtud Nunca suele ser buscada, Pero pues me decis vos 3 Que no falta quien os quiera, ‘Bi esto bien se ‘considera. Dar mil gracias debo a Dios ; Pues ya sabido se esta, Sin que el decirlo me asombre, Que otro eualesquicra hombre MES digns que go scrt Y asl estoy muy consolado, Sin que 4 mi peoa me aumente De que en lo que es conveniente, Seiiora, hayais mejorado. . JERONIMA, Con que sa ingrato decis, bon lisnje y mela fe, Que yo me case? ¥ Blen sé, ‘Que en cuanto me bablais mentis. 4gen que 3, tantas finezas, ‘Todoel tempo se bs perdido, OBRAS DE MORATIN \p. nico.as ). ACTO TERCERO. ESCENA PRIMERA. DON FELIX. ‘Abora que solo he llegado, YY Jeroninia y Damian Discarro que en misa estén , Porque yo tos he atisbado, Puede ser qne balle ocasion De hablar & dota Maria, Y decir la pena mia Con respeto y sumi Martinila puede ser [Que dijese alguna cosa, {Que una es parlera, curiosa Otra: una y otra mujer. ESCENA 01. Porque no fe ia ie ovar DON FELIX y DONA MARIA, Por tu ingratitud y olvido. mania. ; Pues vive Dios, que bas de ver, Don Félix , seais bien venido. Aunque me cuesie la nds, cae Baise ee ei storie, DAMN, mania, De lo que gracias debieras Sea feliz vuestra llegada. Rendirme; jquejas me dest veux. oy verds ‘ Mis palabras verdaderas. Peace ceo Pate No digo yo que no quiero mania. Gasarme contigo, digo, [Qué, ,n0 babeis acompatiado Que es mejor case contigo [A mi prima? AAlgun rico caballero, véur. Que con toda la decencia No, sefiora. Te trate que ti mereces, i Donde estés mejor mil veces aoe Y con mayor opulencia. Por qu viux. Mas sentiré yo el dejarte ee tl pusdes sent Porque estoy ahora ‘no me he de despedir, Mas altamente empleado. Aunque te pieda, de atarte, mania. Puedo hacer mayor portento, Pues no estavieraismejor de mayor escelenc : meee eencienia [tom miorint c0sta de mi tormento? 7 Leer aundrmaa, 0 estuviera, Bien con eso te disculpas. (Que & estarlo, lo disnustera DAWA. ans Mayor disculpa es, por Dios, 6 amor? (Que Félix os quite & vos. vol riux, JeRORIMA, El mucho que os tengo. Pues de eso 4 mi ;qué me culpas? wants, aM, ‘Abora es buena ocasion, Rendido & vos le miré ‘Que de vuestra adulacion Por vos no ha mucho que al Prado | A hacer burla me prevengo. Me sacé desafiado. riux. enon De mis afectos haceis Pues yo no se lo mandé, Barat cme Si, di vets ana jon Félix, sh, Agal estin. Porque lisonjero os vi, muna, YE bles Mocooveel. ead rae ellos causa fire cen pei eo ABs lisonja la verdad? miss, Hd dataote! Joye oy. (Varo Damien )| 4004 verdad? Un poco mas consolada, Pocsto que galaoteada El que yo 0s quicro. Yano tote Hes ec we tuo0 & otro bien ee intiere Qos caeran, y v0 10 espero: Dato ol cue sea verdadero ‘el uno porque lo quiero. véux. O el otro porque me quiere. En qué hallas dificulted ? mans. El corto mérito mio Me hace dudar. veux. Pues, sefiora, Rompa de una veri grilled ‘A mi silencio, y aunque El atrevimiento indigno De proferir qu os a ague con un cello esquivo, eae que mori de cobatdes Vale morir de atrevido. Don Félix soy de Contreras, ‘Tengo un mayorazgo rico, Y erperando por instantes Estoy, sefiora, el aviso De un pleito que 4 mi favor [Se habra sentenciado y visto; Y por si acaso saliese En contrario, yo be venido A hacer esta digencias; sepais que os Lem csr [Cuando tina posada arribo, Hallé 4 este Damian, que un tiempo Solo fué mi conocido, ‘Aunque ¢!, por lo que le importa, Dice que somos amigos. Trajome al instante aqui, Ponderandome el hechizo De vuestra prima, a quien ama Econ afecto escesivo. Fe craters (shorn rere cee ¢8 verdad lo que yo 0s digo Que Sta primes bcs foe Me arrebaté suspendido De sus aparentes gracias. Devos detingatado, ‘ya desengafiado, Y hablendo bien advertido Cuan diferentes tas dos Sois (y agradeced que omito [Contar vuestras perfecciones ), Yo de veras me he rendido ‘A vos; voestro esclavo soy : No querais que amor tan fino [Se malogre; que yo os juro Por los elelos eristalinos, (Que no dejaré de amaros, ientras me miraren vivo. Yo vengo recomendado Por carias & vuestro tio, Y al instante que me vea, \Como yo le he conocido En Valladolid, me bara Cuanto agasajo imagino Pueda hacerme; y vos, sefiora, Noolvidets to que os e dicho. Tespon ye ahora, Sin stir de aqueste sito, Espero de vuestra boca La libertad 6 el suplicio. mania. Para responder, don Félix, ‘Muchas cosas necesito. réux. Decidme. sania. Satisfacerme [Primeramente es preciso De vuestro amor, porque quien. 'Sin consideracion quiso ‘A mi prima, y la aborrece Casi en el inétante mismo, Es claro que no podra Mostrar constancia conmigo. Lance es ya muy prevenido. Ysio, 400 08 acordais fel que en Valladolid fino a dichosa tarde ‘i ibeb de aquel peligro? mania. Es rerdad:: bien 0s conozco. rtur. i amor es antiguo. mania, Pres jcbmo amaste 4 mi prima? veux. fo oshabia conocido. mania. Ni ahora coooceis tam Deono meno mio. ru. ‘Paes yo 06 respondo tambien, ¥ con toda el alma os digo, Que el artidce supremo strat su habilidad quiso, Ved si Para decirme sf 6 00, (Que bay bastante tiempo he visto. (ee ba quise 4 vaestra prima % jeg Anaberio dicho, Tire Dioe gue la quisiera, réux. Yo para r le teny Iss cezndo Ia verdad digo, ‘Ha mesona me da alientos Alablar lo que solicilo. —~ manta. Pues démete & mi tambien : Noestraies, don Félix mio, ue este recato, en mi propio, LA PETIMETRA. Me tenga el labio encogido. Niesteaibes, que ya que suelto La vor, parezca af decirlo, Que yo estoy acostumbrada ‘A semejantes estilos ; Porque el que ana mujer mire A sto fo aue yo mio, ies de su calidad mengua Nies de eu fama delto, Te vi, y bien me pareciste; Perdana, st note digo jue te quiero, que me abrasa Pe cerglence a proteila, jiez y stete mil ducad Y aun mas es el dote mio, Yo soy tuya, ast los cielos Lo ban dispuesto y 1o han querido: Y siento no tener cuanto Engendra el Potos{ rico, Para ofrecerte por muesiras, Felix, de lo que te estimo. veux. No al oro y plata, seiora, Ati solamente aspiro. Me faltaris? riux. joudes altar? Primero que fo que digo Falle, veras desplomarse Los cireulos de zafiros. manta. a¥ mi primat riur, Que tal cosa No me nombres te suplico. manta. Es que temo... ™ véux. Pues jqué temes? manta, Si serés para cumplirlo. rtux. |Mas temo yo tus mudansss, man. [Que no las temas te digo. raeLIX. Con que. jno temo? manta. No temas. vELIX. ‘Adios... pero aqui mi tio Viene. riux. No importa, que yo Saldeé bien de ests peligro. ESCENA MI. Dicnos y DON RODRIGO. nopnico. tabas hablando? qué es lo que miro? veux. A vuestras plantas Estoy, seBior don Rodrigo. RODRIGO. Enhorabuena 4 mi casa Vos seais muy bien venido ; Y gcuindo fué la Negada? reux, [Poco tiempo ha: de mi tio El catedratico traigo Esta carta, que 4 vos mismo Dijo que se fa entregara. ‘Ropnico. Somos mu andes at S jee col eae on saad pars ers. ‘RopRIco. a¥ toda la demis gente? tux. noonieo, ‘Todos los anti Concurrentes tla mess De naipes de vuestro ticy 4Cémo estan? Con salud todos, ‘ngpnicp, 24 bien que nos divertimos ‘noches de !0s inviernos! véux. 'Y ahora hacen todos lo mismo. noonico. Me alegro; y vos ya sabels, Aunque es ocioso el deci ue tengo casa en Madrid aunque deba haber sentido, ue sin atender 4 aquesto ‘una posada haysis ido, Gon todo, aun tiene remedio. Buenos. véux, Es fineza que yo estimo ; Mas no quiero molestaros. opRIco. HNinguna disculpa admito ; En ml casa habels de estar: Dile al eseribiente mio, Mariquita, que se llegue Por los trastos mas precisos A la posada, que as [86 yo honrar 4 mis amigos. veux, lObligado me confleso. nopRico. '¥ en el cuarto junto al mato [Poned la cama i don Félix. manta, Voy, seiior. (Vase.) oDRIGO. Debo advertiros, (Que al euarto de mis sobrinas [No entreis con ningun motive, Porque no parece bien, 'Y tal Naneza no adinito, /Ni aun de sas mesmos pariente: Esto ach es cierto capricho, No de viejo, sino de Hombre de maduro juicio, ue sabe lo que 8 el mundo: ‘cuando a casa rendido Vengais de pasear la corte, 80 OBRAS DE MORATIN (p. micotas). Podeis muy bien divertiros Uo aderezo que vi, En mi estudio con mis cuadros, Mejor ao se puede hallar, Con mis mapas y mis libros. ‘Con su peto y su collar, Ved, que lo dicho, don Félix, ‘Con lazos y escusali. No lo pongais en olvido. Por no buscarle no estreno, ‘A todo cuanto mandais que tengo gu Obediente me resigno. pod aon ‘bueno. Gale dona Marta.) ‘Cierto que esto es penitencia manta. ‘Pero con vuestra licencia Ya todo dispuesto queda. Voy 4 entrarme & desnudar, aoa ESCENA VI. Pues ahora yo me retiro {Con vuestra licencia 4 leer DONA MARIA ¥ DON DAMIAN. La carta. mania. veux. Yo tambien me voy. En ella mi tio DAMIAN. Os informa por estenso, ‘Sefiora, Sefior, 4 1o que he venido. 4Solo me quereis dejar? RoDRICo. mania, Ved que lo dicho, don Félix, Si. No lo pongais en olvido, oom ae Es que 06 tengo yo que hablar, ea mania. DON FELIX y DONA MAR 4.Qué quereis bablarme ahora? Dicoaa ba sido mi ure ee occa * ‘Suspended un poco el paso, véux. Feteuchadmes Mas foi mia ba ald, santa, orque asi hal . A'meoudo bablarie y verte; Yan oscucho uicre inpedito ta tly Gon amory miedo lacho. 0 tu tio, . 's ‘un ‘oes denranio Todo me hielo yme abraso. —(Ap.) Poner rendas al amor. mania, ora. YO ia 4, poes. Mendota us a aeio 5 , sefiora, Porque ‘no 8¢ olvide nada, ‘Que antes eet postrado mania. A vuestras plantas os pido Mos veux, boc be de andar nfo diga: . ¢ de andar en lo que diga Adios. (Ve1e.)/ 35 yo solo condado manta. En vuestra piedad, espero {Santo cielo! Que no formareis agravio. Hoy voestro poder me valga, Yo , sefiora, conociendo Permitidme que bien salga Los quilates y los grados Mi cuidado y mi desvelo. De vuestra hermosara, digo Renee tha, eam iat ry 2 Y balle en vosotros am Vinay que & il ida os amo; La encogida honestidad. Venta mania, ESCENA V. No me digais mas. DORA MARIA, DONA JERONIMA DAMA, ‘DON DAMIAN. [Con que 408 habeis enojadot sendroua, manta, Jesus! Jesus! ; qué cansada, ,No me he de enojar, si veo Prima, vengo, y qué molida! ente un desengafio Una silla, por tu vida, De vuestra inconstancia ingrata? Arrima, y poola una slmohada, naan mania. Pues sabed, que porfiando Ya dos sillas aqui estan, Se vence on muro, y un monte sERONDMA. Saele venir desplomado, ues vendrelscansado vos, ita0s un poco, por Dios, (oe ya oe iris, don Daria, DAMIAN. Poco estaré. JERONIMA, Yaya, vaya, sth la calle Mayor tanta gala y primor, ‘Que casi pasa de raya. 'Se labra un diamante, y'todo Se le rinde al tiempo cano. manta, |Menos mi pecho, esth De vos muy desengatado. _ DAMN. Pues por mas que os retireis, Yon be de dejar deamon; Y en oyendo mi razon Us reducirels acaso. manta. Primero que me reduzca, Domesticareis un marmot. DAMIAN. INo hay mujer que 4 la lisonja Rosy, ma Grande pn (Vase) ESCENA VII. DON DAMIAN ¥ DON FELIX. riux. 'Doa Damian. DAMLAR. Don Félix. veux. Te Un grinde gusto que tar. pests Yo & vos una enborabuena. rtux. Las abricias que yo lo, or odeilysdo a, |Son muy grandes. He pensado, (Que stn me tas dareis mayores [Por las nuevas que yo os traigo. eux. 'Yo quiero hablar el primero. DAWAN, Antes yo pretendo hablaros, Ho de ser yo. Daman. No has de ser. viux. [Pues bablaremos estrambos De una ves. pamax. Es imposible, vitux, Mas ; qué of estais recelando Deis due soy 4 decay” DAWAR, Mas ,qué vos habeis pensado?... tux. Nada pensé : old. Dawn. No escucho. véux, Pues to diré al aire vano. DAM. Fuerza es oir; oigo pues. veux. [Pues ya veis que ha poco rato, Miefoaa, eajsie [Con razon de que os quitase Lo que ha tanto estzis smando, }Con dolor de la amistad Salimos desafados. DAMUAN, Es verdad... veLIX, Pues, porque no ha; Estpanens Svte” " ves No lo sabré, ue yo tambien la he dejado, Cp) viux. ~ Aguardad acabe, Yos escucharé. Epacie. pasuan, Abora me toca 4 mi. veux. ‘Wentras no he finalizado 7 Tazopamiento, 4e8fsi0, vos Escochadl 6 vive Dios... ° DAMIAN. Aias vabiera no escucharlo, riux. inner Lieroaims dejey Tel corazoa me ba robado ‘So prima dofia Maria. DAMIAN, {Qoe esto escucho, y no le mato! (Ap ) vinx. iQee decis? DAMIAS. Hombre, & quien juzgo (ue trjo a hadrid ef dablo, Solo por mortificarme, ‘Ypara ser ani contrario! ‘Fosible es que & euantas cosas ~ yep, imaging y trato Telas de oponer? rin. ape ssabors alegre estaba ¢: Biostigadccmente Por la fineza que 0s hago, {Sin caidar del beneficio ica ingratitud os hallo? Damar. 4(Qeé beaesicio me has hecho, Boabre, que el inflern Pen esosbaril quoted? Sie foe po imagloando ream and favor te hacia, Fie pablo, tebe cedido . 0 ‘A leroaima : milagro Eseste de mi amistad ; {enm0 nunca inctinado | fe visu prima, escogila : Up que um me bas quitado, Paraqoe si yo! la et en quién pongo Y de contado. eux. logge + ls betta Maria ©, ojos, DAMIAN. Estoes, Felix, claro. veux. Sosé cémo con Ia espada Larespoesta no 08 he dado. {Con que tal atrevimiento foseal er ae 50 honrado, antiguo vues rin, os be dejadot Damas. Pucsya de parecer mado. veux. Nose ai podreis lograrlo. Pann. Lograrélo con la espada. veux. BA PETIMETRA. X aunque el honor aventare ambas primas, porque osado Mas no seas, no tabels de Salir vivo de este cuarto; ‘Sacad Ia espad: DAWN. ‘Aunque cierto Es que et sacarla es estraio Contra un amigo, alld voy. veux. Siempre andais muy remirado (Cuando legais& rent. DAMIAN. 'Y ahora mas que nunca ando. Lo primero y principal Por el paraje en que estamos; ke oir Re do antes jue eligiese ella dejamos, Bera‘blen beeko ee aa [Lo que all{ hicimos hagamos. réur. icone 4.su eleccion quereis i@ este duelo remitamos ? AN. si. veur. Pues aungue sé muy bien, (Que afrenta 4 un enamorado [Consentir competidor ]Que se muestre apasionado, [Como sé que contra mi SSois tan pequefio contrario, (Que aun me afrentara el venceros, Para ver sios desengato He de consentir en ello; 'Y ast obliguémosla entrambos, 'Y esté en su eleccion el ser 10 dichoso 6 desdichado. Dawtax. Pues mi me es preciso Ir 4 hacer cierto recado, Iréy volveré, don Félix, De ‘aqui 4 brevisimo rato. rium. Id.con Dios. ESCENA VII. aenbwmaa. Sefior don Félix, ;Cuénto me alegro de hallaros! réux, Pues ,qué mandais ? aendxtaa. Seré breve. Feuax. sends. Yos sois avisado, '¥ sabels muy bien lo que Una mujer de miestado [Se corre al decirle 4 un hombre, (Que de su amor se ba prendado; bien sabeis que ra Debe estar muy obi JA semejante favor. ‘Yo (aunque me afrento al hablario) }Os quiero bien, ya lohe dicho, Ved que respuesta no aguardo, Porque sapongo que & vos INo os conviene ef ser ingrato. Decid. , Mes, aunque viole el sagrado, rowo n, ‘Ved que una mujer os ruey De mf sangre 7 de ml estado. DON FELIX y DORA JERONIMA. ESCENA VIN. DON FELIX. ;Valgame Dios! ,qué be de hacer En un lance tan estrafio? Si lo que & mi me sucede [Se fingiera en un teatro, Lance propio de comedia Lo juzgara el valgo vano. |Apeuas 4 Madrid llego, "sun maz cosas no ke ‘emperado ‘A disponer, y tan pronto: |Tantas confusiones hallo. . Despechada una mujer, JQueme quiere me ba mostrado: otro quiere 4 la otra, Que es 4 quien de veras amo. |A esta, cierto, no la quiero; he como he de ser ingral sto ‘una mujer que me ruega? Mas si 4 su prima idolatro, ,Géme be a6 poner en ata ‘mi amor ni mi cuidado? Y stel otto me ba cedido [Cauteloso 6 cortesano ‘La que él primero adoraba, yarn a on adorando, ‘| quiere la que yo quiero, Le hago grandisimo agravio Bn avesder pues cl Yel su gusto ha sujetado. Pero todas estas cosas 'Vinieran muy bien al caso, Sino hubiera en medio amor: Pero, pues amor ha eutrado, Ni Jeronima 6 Damian, . Ni el mundo esté en contrario, Ni uno con sofisterias, Nila otra con hhalagos Me apartaran , 6 Maria, Del amor que tehe mostrado. RSCENA IX. DON FELIX, DON DAMIAN, ¥ Juego ANA, aM He tardado? Feu. No por cierto, no habeis tardado. DAMIAN. Pues vo ya habia juzgado ue el cilarto estaviese abierto, que hubiesen ya salido Las dos 4 conversacion. Fai. Aun no serit la ocasion. DAMIAN. Pues 4 buen tiempo he venido. eure. Pues mientras tanto que ‘Ya que no hemos de re Mirad si quereis venir Fuera. Don Dami len, DAMIAN. Tus palabras valen [Mucho hoy conmigo : gustoso, Aunque yo que hacer no tengo, ‘A seguirte me prevengo, Por no hacerme sospechoso (Con quedarme. aa. Andad con Dios ; Mas presto volver podeis, i par ventura querels Si Hablar despacio 4 las dos. 6 réux. Ya volvemos. ESCENA X. DORA JERONIMA ¥ ANA. = TERONIMA, Yate di ‘Anita , como le hablé;, La respuesta no aguardé, Y el aguardarla me allige. No se debiera buscar Bien alguno, ni querer, ‘Tan solo por no tener E] trabajo de esperar. Yes tan grande este dolor, Que segun lego 4 pensar, 6 Si es malo el desesperar, Elesperar es peor ; . Porque e bie si es que se alexa, ‘No causa placer cumplido, Como esti el pecho rendido Al rigor de la esperanza. Y 4 no haber sabido cierto, Que por mi desafiado Saco 4 don Damian al Prado Primero me hubiera muerto, Que decirle mi pasion ; Pero como suamor 86, Por e50, Auita, le hablé Con tanta resolucion. Don Damian ya he conocido , Yime lo diel eriad, ue es un tramposo , preciado De discreto, y presumido. Estotro es rico y galante, ¥ es sin duda que me quiere; Y como se dispustere Nuestra hola en un instante, Ta seris mi camarera, ¥ por de dia y de noche Siempre bemos de andar en coche, ‘Ta al vidrio y yo 4a testera. Si una bata entonces saco , Sacaré otra para ti, Un retoj y escusali, Con tu caja de tabaco. Estando ast tan bonitas, Tendremos mil galanteos, Por lucir en los paseos Y campar en las visitas. ANA, ZY las cosas no escusadas, due'en casa sean menester? seroma. Para lo que haya que hacer Recbiré otras era Bien, smésma. Compraré manteletas Be unas que he visto 41a moda, Bata hecha de aguja toda, Paletinas y cofietas ana. Gualquiera moda que salga, Por Dios, seiiora, que sean Las primeras que se vean Nosotras con ella senbsia. Y valgan Las cosas lo que valieren, Yo mi nombre he de perder, Si habré en la corte mujer Que antes con ellas las vieren. as, No tengo que responder, Nireopboders st was dicho; OBRAS DE MORATIN (». nico.as). Ahora me afirmo en que es mucho Lo que alcanza una mujer. -rendnran. Pues ahora solo me falta Componerme mas y mas. Van bien los pliegues de atras? {La cbinela a resalta? ana, ‘Todo esta bien. sensu. La verdad, Di: te parezco donosa? ana, ‘No vi mujer mas hermosa Ni con tanta xravedad. JERONIMA, 4Bsth este peinado igual? aN El esta, que nf pintado. JERONIMA, Es porque ti me has peinado? aa. Por Dios que no digas tal. aundsmea, ‘Con que j puedo parecer ? ana. Y tan bien, el que te viera, oni a cas 'Sin poderse contener. JERONIMA, GA Félix le gustaré? ana. Al instante que te vea Se ha de hacer una jales, dERdNIKA. Pues yo albricias te dard; Pero entrémouos lijeras, Verés oon la astucia rara Que me compongo la cara. Entrame aqui las salseras, ' ANA. e querais entrar me espant Paes duo ex agl el tocddors” JERONIMA, Sf, peroadentro eb mejor, or si vienen mientras tanto. ESCENA XI. Dicuas y DONA MARIA. anh. Aqui esta dofia Maria, JERONIMA. Adios, que tengo que Racer. mania, Pues vuelve presto, mujer. aenbxtaa. Alinstante, prima mia. iA XII. DORA MARIA y MARTINA. manna, Contenta estas. manta. Si lo estoy, Martina; y el caso fuera Que el caso se compusiera, Y quedara acabado boy. Puede ser, manta. No es imposible. santa, [on que ,¢1 de veras te quiere? mania. Lo cierto es que por mi muere. wantin, Mas ya sabes lo terrible [Que’4 las dos hahlé tatio, Sobre que no entrase aqui. mania, Pero 4qué se me da 4 mi, Si ha de ser esposo mio? aanTiNA, Ya presto vendré 4 comer. mania, Mucho no puede tardar. sare. Pisadas olgo sonar. manta. /Alargate un poco 4 ver. waRTINA. + No es él, que es el pisaverde. mania. Damian? Voime como un trueno, e este hombre en malo ni en bueno ero que de mi se acuerde. ESCENA XItl. MARTINA, DON DAMIAN y ROQUE. Daman, Calla , Roque. ogee. Sies verdad... Calla , diablo, " ogue. Lo que digo. wantin, ‘Yoime, pues no hablan Por no oir su necedad. DAMIAN. Calla, y da gracias 4 Di id te he roto all fra cabeza altanera. ooce. Pues ya que estamos los dos ‘Solos, y no me tas blanca, |Cobrar quiero en modo raro, Porque por hablarte claro El corazon se me arranca. Dime, infeliz mequetrefe, Pobre trompeta, y Gos eres un pobre Dausts, andas ndote un jefe = ; Quin demonios te ha soplado, Por arte de Bereebi, 'O de dénde sacas ta Que he de ser yo tu criado? Bien sabes ta que sirviendo Estamos c®n cierto usia, ¥en su casa todo el dia Te llaman Juan Pereciendo. El tal amo lameron, Que el soltar cuarios le amarga, Bien ves que la paga alarga, Y que acorta la racion. Ti estos daiios resarcidos Benes en lost bienes suyos ; ‘ues diciendo que son Vas 4 lacie sus Nestea, (Wase,) DANK. Ya conosco ta malicia, Infame, y tu infiel capricho; Ya yo bien sé lo que bas dicho, Mas no ha de faltar justicia, noaue. : Mas que me aborquen en hablando. DAMIAN. Calla. hoove. No quiero callar. DAMIAN. Satro, por no alborotar. nogce. iv estés enamorado be a intetix pobretona, no tiene ni ha tenido + ¥ ta tienes ereido eS una gran seiiorona! ‘verla es cosa de risa, Pues con agujero tanto Parece punta de manto El faldoo de su camisa. Y aunque anda tan 4 lo majo’ Por encima ¥ pulidito, Nolo creas, pobreci Que esta la maula debajo. Ademés , voy 4 otra cosa Siesta ba de ser tu mujer, gSabes ti qué sabe hacer, i 'y hacendosa? ‘Ahora bien, yo la preguato, Digame esta bifa : jcual Se lama punto pastaal? iCaal es de stbana el punto? Como se pone un guisado? (Como se arrima una olla? Cuintos cachos de cebolla fe chan en un esofado? Vaya, que no nada be"esiay ni ella lo ba estadiado! Solo en hacer un guisado jumgo que seri estremada. DAMIAN, iCual'es? ROQUE. El carnero verde. Solo de esta cosa infiero, hacer carnero BB asioens ao seats, DAMLAN. Calta, tonto. noaor. Yo, ,por qué? PANN, Porque hablas equivocado. noauE. La dejaste, 6 te has casado? DAMA iQue es casar? ya la de} ‘ogee. Me alegro, por vida mia, iNo tenes Gamat pan, si. | Rogue. Bien : Pero jno sabremos quien? Dawu. Sa prima dotia Marla. LA PETIMETRA. ESCENA XIV. DON DAMIAN, DON FELIX v ROQUE. veux. |Aquel de Valladolid, on Damian, me ha'detenido ; El no sabe que he venido Esta maiana 4 Madrid, |; Han salido? DAMIAN. Todavia; Mas abora digo que si. |Jerdaima viene aqui, Y tambien dofia Marla, ESCENA XV. Drewos, DORA JERONIMA, DONA MARIA, ANA y MARTINA. FEux. [Sefioras , & vuestros piés. Dawn. Mi rendimiento se inelina. Rogue. 'Y yo 4 los tuyos, Martina, manta, Ya es bien tarde; 4 qué hora es? genom Ved el relo}, don Damian. Rogue. /Adios, fueros guapetones; Costdis 4 ios ealzones Las cadenillas estan, DAMIAR. ilofame! veux. No 08 inquieteis, Dejadle por donde estas. Sehiora, la que, buscais En mi feloj la hallarets. (Da el reloj 4 doha Marta.) ‘Tarde es ya. aendxima. Sillas tomad. 108 B08. Con ruestra Heencia, manta. he Fijamente a bora vi; ‘Tomad el reloj. ru Dejad. vEROmma. lOyes, necia, descuidada, Sosa, dime Bi jué no Me trajiste el Thy qui an, /T¥ene una punta rasgada, mania, veux. Miradle despacio. ants, Yale he mirado bastante. riux, Ved, qué firme este diamante, TY qué hermoso este topacio. ANA. Mas ,quién viene? dendntaa. 'Tened. sara, JAhora aqui seré la risa, marks. ‘Tomad el reloj aprisa. veux. Yo le tomaré después. ESCENA XVI. Dicaos ¥ DON RODRIGO. RopRIco. j¥élgame Dio honrs mia, Que f tan infeliz estado gPosible es que hayas llegado Bor la infamia y picardia De dos sobrinas ‘malvadas, De un buésped que infiel ha sido, De un picaron atrevido 'Y dos perversas eriadas? Mas no quiero alborota Con par averiguar quiero Lo que responden primero, Y después determinar, No culdo de este bribon; De Félix quiero saber, Que 4 estotro yo le haté hacer Lo que fuer de razon. Don Félix, bableraos claros, {Qué 0s hie dicho cara & cara? veux. La verdad : que aqui no entrara_ Por los motivos mas raros Que seofrercan. Ropkico. Y que 4vellas, Sin 4 nadie esceptuar, Nadie 4 este cuarto ba de entrar, [Que no se ease con ellas. réux. Cierto, RODRIGO. Yno lo habeis cumplido. veux. {o.gamplt? 4 ebmo que no? fuestro honor licencia did {Que el gue fuese su marido re ulsa alguna, Yaunque hay vine, y entré boy, Yo camplo como quien soy En casindome con una. ROQUE. Yo con otra. RoDmico. Ta, aleahuete, Ja Tambien estabas aqui OQUe. Yo vengo 4 tratar por mi, (Queno por ningue pobrete, RODRIGO. Y vos podeis de contado ‘A la otra prima elegir, Pues ninguno ha de salir /Sino que salga casado, oouE. Esto va bueno, por Dios. DAMIAN. Yolo acepto. Solo resta el ver 4 quién Los dos quereis delas do AMX. EI tio es. Yo, seBor... rhus. ‘Tened un poco. DAMIAN. Ami me toca escoger. veux. No sé cémo podré ser, Porque yo ya me sofoco. DAMIAN. Yo tambien. noprico. No haya quimera : Mientras lo hablamos los tres, Vosotras, ninas, bien es Que 0s retireis alla fuera, ESCENA XVII. DON FELIX, DON DAMIAN ¥ DON ‘RODRIGO. DAMIAN. rendado ella. veux. ‘Yos me trajistets por ella, Siendo de ella enamorado. Dawa. Yode ella ya no lo estoy. reux, Don Damian, sino lo estais, Por ventura os acordais, Quo de ella me hicisteis hoy Una arenga tan famosa, parecié relacion De don Pedro Calderon, Alabandola de hermosa? Pues queredia vos, que 4 mi Me toca dofia Maria; Ella tiene prenda mia, DAMIAN. Don Félix esta De Jeronima la Cuil? . eux, Bi reloj que la di. DAMIAN. Viste 4 Jerénima; al verla, Sin respetar mi amistad, Con ciega temeridad Te inclinastes 4 quererla. Feu, Ya dejé, aunque la quise, Por solo ver que era vuestra. DAMIAN. Yo os acedi. reux, Yo tambien, Y mi afcion 4 las prendas Rendi de dofia Maria, DAMIAN. Con tal que no sea 4 ella, Servid y amad 4 la otra, réux, No ba mucho que en esta pieza Ne dijisteis , persuadiendo Que mi afecto Ia rindiera : OBRAS DE MORATIN (p. sicouas). 8i 4 Jeronima no es, ‘A dofia Maria sea. Doiia Maria hade ser, ‘Aunque el mundo se opusiera. DAMIAN. Pues os haré mil pedazos ‘Antes que caseis con ella. Feu. Yani atencion, ni cordura, Ni respeto, ni prudencia Bastan; la eepada responda [A semejante insotencia, DAMIAN. Tambien la mia. ‘RopRico. Teneos : Ninguno 4 violar se atreva El decoro de mi casa; Dejémoslo a eleccion de ellas. FELIX. Soy contento. pamax. ‘Muerto estoy, Mas el conceder es fuerza. (Ap.) Ropnico. Salid. ESCENA XVIII. Topos. Las Dos. 2 Qué mandas, sefior? oDnico. Yue cada cual al que quiera Sige para, marido. Ress LAs Dos. Don Félix, mimano’es esta. Ronco. iQuées esto! DAMIAN. Perdido soy. seRONIMA. Que Don Félix me corteja, ¥ es mi amor ; hoy por mt’al Prado Fué 4 refir una pendencia, mania. Don Fétix me ha prometido Hoy ser mi esposo, y en esa Suposicion bablo asi. nopnico. ‘Nueva confusiou es esta. JEROXIMA. Mi esposo es. |Apuremos la materia Don Félix, ,4 cual quereis? veux, Di palabra, y campliréla, Setor, 4 dota Marta; Su prima se engaia ciega, Pues juro que no la debo Obra, palabra ni oferta, Mas que su necia esperanza. Ropnico, Pues sin acomodo queda, Dad la mano al punto vos. DAMIAN. ‘Yo no me caso con ella. nopeico. Pues ;por qué? DAMIAN, Por ser quienes. JERONIMA, Easeme,9 sca dlque ture, [Sombra de marido tenga; Cum, Me |, don Damian, lo que is por estas letras. (Saca' wn papel.) joDRICO. No hay remedio. DAMIAN. Si no le bay, Preciso es que me convenga, JAunque desde aqueste instante IMiinlleroo ya en vida empieza [Con tal mujer. Rogue, Chica. MARTINA, Rogue. JaTe cansas de ser soltera? MARTINA. Yo si. ROQUE, Pues daca esa mano. MARTINA. a¥ comer? Rogue. Aqueso deja. congue ha de comer tu ama, ‘se casa? pues pasa clla, Nobay que temer. RODRIGO. p x6 com’ esizinfame, ‘orque obré como quien era, Losvestidos de su prima [Quitadia. No. Ropnico. Vayan fuera. (Quitaniaiabata,y queda muyridicuta.) Rogue. Si 4 él quitaran lo prestado, }Sin duda que pareciera, Por 1a desaudez de enirambos Matrimonio de Adan y Eva. ania. : ‘ro0s. ¥ todas las que a imiten , Si para tias no quedan, Pararin en el estado Que pard la Petimetra. HORMESINDA, aceon PERSONAS. PELAYO. GAUDIOSA, ‘MUNUZA. (GUARDIAS Di MUNUZA. HORMESINDA. | ELVIRA, ‘ZULEMA. GUARDIAS DE PELAYO. ‘TRASAMUNDO. FERRANDEZ. ‘TULGA. La escena se representa en una sala del alcdzar de Jijon. >. Ay Elvira! mi barbara fortuna ACTO PRIMERO bid tanta libertad a su deseo, ‘Sin poder los cristianos resistirlo. he El verme en el ultraje que me veo ESCENA PRIMERA. Kdlcunodo el obeegui destetabs* RMESINDA, ELV! De tanto conde godo; cuando flera HORMESINDA, ELVIRA. Despedi nobles en la Galia, eae Y me negué 4 los principes de Italia? Bella Hormesinda, templa el sentimiento, Ab memoria! ; Ab memoria! | Qué tormento Suspende tu continuo y triste Ianto; ‘Tan barbaro me das! ,No soy yo aquella Da lugar al consuelo , amada, y tanto Por quien mas de una vez la real Toledo No llores y suspires afligida. De Princlpes augustos se poblaba? Mucho tardar no puede ya tu hermano 4.No soy la que los 4nimos prendaba En volver 4 Jijon; su brazo herdico Aun tiempo de los godos y espaiioles? Dejara la insolen igada Pues cémo (jay de mi!) pudo un falso moro Del tirano Munuza : ta vengada render ‘mi libertad con torpe nudo ? Por sa acero seras; no descouties , ‘Como aspirar 4 ser mi esposo pudo Y wuelve a serenar el rostro bello, bun ‘no merece ser esclavo mio? Que contemplan los miseros cristianos 'o, de la sangre astura descentiiente , Como ‘nica sefial de su fortuna, Con la real casa goda emparentada;, La miseria en que gimen importun Yo espatiolay eristiana ; yo hija amada heredera Consuelan con mirarte como herm: De Pelayo, su asilo y su esperanza ; a Y asf, porque su alieuto no desmaye, Ja vida espondran por su sefiora, ‘Suspende el Ianto, esfuerza la alegria, en cautiverio vil me miro ahora! HORMESINDA. zune. {Como podré alegrarme, Elvira mia, Consolarte, seiora, ya procura. Ni-como facil-es que se consuele wonazetnoa. La infeliz eee que infamada ast se ba mal imi hermosura. Se mira por un barbaro villauo ? iQue ast se ba mal : anh iQhcieto santo! Ob temereso dat 3 Qué lobrego amanece! Qué funesto + No es cual juzgas tan dspero tirano 7 A una alma triste ajena de alegria! Su mucho amor |-AY, como yorme acuerdo def pasado “enipo feliz, en que basla el rey Rodrigo Se viv por mi desdén martirizado! jCuantas veces de envidia fué tocada Gon desesperacion la hermosa y linds En el modo que pudo, pu Aunque infeliz, bellisima Florinda* cha de jCuantas veces de mi fué repatada NonMESINDA, or infeliz! ;Mas ay! ; Oh cudntas veces Vengo 4 ser yomas que ella desdichada' Por lo que otro ¢ Que no fuese t Pero th dio satisfac baimoroisty lames extrtie, jEs esta la fortuna que envidiaton Entre tostados arabes nacido,” Cuando mis fieros émulos juzgaron Que el talanio reat yo le ocupase , eh ea ets esr Despreciadas las prendas de Egilona, Qc ents fanesas degen del Lele i cation pres enlaces bs corona AL africano ejéreito faé rayo. ELVIRA. Un moro, que en escuela abominable Consuélete, sedora, la desdicha Los dogmas aprendié torpes y rudos, ‘Comun gue lamentamos; no eres sola : . Con que ensetia falaz su errada seta Ya ves la uacion inelita espatiola La falsa religion det vil profeta , En su patria cautiva y sojuzgada Pudiera presumir que una eristiana Por ta canalla vil que Africa efivia. Le admitiera por diguo de sus brazos 4.Quién ignora el conflicto y agonia rilega €on no lites lazos ? Be aquella horrenda y pertinaz batalla OBRAS DE MORATIN (p. micouas). Que de nuestra prision la causa ha sido? ‘Hay por ventura alguno, 4 cuyo oido jestra infelicidad no haya llegado? No se escucha en desierto ni en poblado Sino quejas y miseros lamentos ‘De madres infelices y de esposas, ‘Que vagando afligidas y Norosas. Ba vano con su vor bieren los vientos. Los hijos de los padres separados , En hondas y oscurisimas mazmorras. Lloran su desventura encadenados ; Los templos, los altares profanados, Sirven ya de pesebres y mezquitas. No bubo infamias horrendas oi malditas ‘no ejerciese el barbaro enemigo: as su culpa asegura su castigo; Pues Dios no sufrira por mucho tiempo ‘Tanta prosperidad en un tirano. Acaso po esta lejos ya tu hermano, Ea cuyo amparo el ciclo se desvela, Y él pondra fin & tu dolor acerbo. nORMES Esa esperanza sola me consuela, 4 Mas qué dira jay Elvira! cuando Negue A comprender Pelayo mi deshonra? ‘Qué dira cuando entienda que engatado en flngidas promesas fué eaviado A Cordoba & tratar aleves paces? Ab Munuza, ah Munuza! ; Qué bien haces Eo alejarle ast! ;Mas qué sangriento Catastrofe te espera! ; Cuan sediento De sangre arrancara la espada fuerte! BB esirago menor serd in muerte, Pero j con we lelant De Palayo ‘contafle mis afventas! En vano, en vano, 6 corazon, iotentas Esforzarme 4 decirlo; mas si callo ‘Muerte ¢ infamia en mis silencios hallo; ‘Toda soy confusion, horror soy toda. muvima, Munuza y Tulga, de la sangre goda Bastarde deacendlente, Lreneendo, De la eristiaua ley, que ha abandonado , ‘Acia aqui salen. ESCENA I. MUNUZA, TULGA ¥ picus. woNTzA. ‘Adorada infanta, Te,r28 Porgue yo rengo? Qué fe espantat io me presento del acero armado Feroz guerrero con semblante airado ; Sumiso busco tu real clemencia Para lograr el fin apetecido, . Por que tanto anhelaron mis deseos, De uuestros empezados himeneos. HORMESINDA. Munuza, si con fuerza y rito impio Puedes Hamarte al fin esposo mio, ‘Qué mas quieres de mi? Ya se ha acabado ‘Caanto en mi cabe'; y ojald no fuera Jamas nuestro bimeneo comenzado. Permiteme lorar Es contigo cual di i mi hermosura 3 poderosa, Déjame lamentar mi desventura. jilmaginas que poco has conseguido? wonvza, Jazgo que nada, 6 que muy poco ha sido Mientras no logre ver tu rostro bello Bafiado en alegria. Qué, ,es posible ‘Que aun no obligé a ta amor Ia aficion mia? Que no te he de mirar sin confusiones Sin lagrimas, suspiros, ni lamentos ? ue no han de tener fin tus sentimientos , acrisolan mi amor y fe? Que uunca arpados enjatos he de verte? HORMESINDA. ‘Yerds primero mi violenta muerte, ‘Que un agrado ; mi ley no lo permite : Antes al centro inflel me precipite Mi desgracia, que yo dé seha alguna De no acusar’ta arrojo temerario, auxuza, Yo, Hormesinda, juzgué muy al contrario De'mi amor verdadero ¥ ta nobleza. Juzgué que mas prudente tu belles ‘No olvidara el blason de agradecida; 'Sé que de mi piedad es don tu vida, Y no lo recongces. HORNESINDA, {Ab inbamanos Jue en no matando, imagioals dar vida! ta e8 Ia condicion de los tiranos-, Yesta es, moro, la taya. + wonuza. Yo amoroso No he podido hacer mas que ser tu esposo, YY th me has despreciado ; el gran ‘Me es testige flel, que abandonada Mi lealtad y fe, de estas regiones Te quise hacer Jararreina Y sefiora, Ponlendo afectaosisimo en tu mano El cetro del califa soberano, Cuando aball 4 pesar de tu fortuma ‘Aus piés mi soberbia y media luna, Estas son las injurias recibidas Por mi, y en recompensa ti me premias Con no correspondicntes galardones. wonwesompa. ‘No malogres, aleaide, tns razones Gon quien no entender puede sa eficacia Pues no soy yo absoluta : tengo hermano, Yacaso de ion ya esta ceresno. El sabra tus razones y Ias mias, ‘Y pues en tu bondad tanto confias, De tus obras espera clertamente el premi correspondiente. Finca. 7 mum. Sigote,, seiora. ESCENA UI. MUNUZA, TULGA. rou. ‘i Querris, sefior, desengafiarte abora ? stds ya satisfecho? 4No conoces, La indomita soberbia de esta gente? Despechada, 4 qué dudas gue ella ten Sino tu perdicloa ? No, gran Manuza , Tengas seguridad de ta enemigo, ‘Tu vida la asegura sa castigo. woncza. ‘Yo le prometo, ytal que asombro sea * De mujeres ingratas a la dicha ‘Que en ellas Alah santo en vano emplea. ToL, Y aun jsi evitar pretendes tu ruinal Fuerza es que muera, y tu rigor se aboaa , Pues mujer ofendida no jNoadvertste cudn era y coniada one las esperanzas en su hermano? 4.No te he dicho mil veces que es en vano Gon ta santa piedad rogar & 1 ponen ex las armas su 2 leoguard la triunfapte media luna Si olvidas el rigor, y si v0 arrancas De raiz la semilia aqui escondida En la fragosidad de estas montabas. wonvza, ‘Nuevo asombro he de ser de tas Espaias, ous. Soo alos, dey aes prokb ‘ellos, pues su ley se lo prohibe. Hencor elrao en ag extathe iv, yo siem sospechosa, Pees Rae moxvza. Desde que en campos de Jerez fué rayo Destrosindo las buestes africanas , m No sé con cual horror , con cual asombro Contemplo su semblante ; Que algun terrible fin me vat ‘Mas yo pondré por obra su ruioa ‘Segun hemos tratado ; ya, cual dije , Por la postrera vez la he suplicado, Yal ver tanto desdén, el amor mio En aborrecimiento se’ha trocado, TOLER. ‘A-estas gentes irrita la clemencla En lugar de obligarlas; no presumen ‘cumplen con su ley, sino aborrecen fon mortal odio 4 cuantos agarenos Siguen el Alcoran de tu profeta, Jam4s entre ellos, sin desprecio y rabla, Escandalo y horror , tu nombre, ‘suena. (0 presumas que ignore ya Pelayo Gaanto ha pasado; acaso a vengauza Vieng soberbio ya premeditando, wureza, Y aprovechara su atrevimlento Bane srodes de la Africa, que rijo Como nador de estas regiones ? Vive Alab sacrosanto, que al momento Que ilegue, ba de sufcir violenta muerte A los agudos filos de mi alfanje. Ni imagine tampoco que no aleance A su berman: itisima mi furia. ‘No blasonar4 indenme de la injuria ie hizo en mi foal nacion alarbe. ‘mas horrible, por mas grave Queel lance Hegue 4 ser, itenais alfento De apoyar mis vastisimas ideas ? oes, : Espero, gran Munuza, que aun no creas Lo que obrar me verds | tam grandes cosas De mi altiver y espirita prometo! Pues ya previne las fingidas letras , De lo ceal soy artifice escelente. (Mostrando unos papeles.) i monctA. Pues yo 4 disponer voy , que con secreto Mis ordenes se cumplan. oLcA. »s muy facil Saber el corazon de los cristianos , Pues aunque abandoné sus ritos vanos, Les ba mi fie! astuefa persuadido {Que solo soy apdstataingido, Por penetrar la mente del califa, Y 4 su intento servir con el secreto, wuseza, Premiaré con los brazos de Jarifa Ta lealtad : 50, so te lo prometo. ESCENA IV. TULGA, TRASAMUNDO. TaAsAnuxDo, Si, como dices, Talga,, son tan sanas Tes oteroes osetia inienciones, cibe el parabien; ya 4 estas Tegiones , Efielo nee condujo al gran Pelayo, Como quien vuelve de un mortal desmayo , Los miseros cristianos foragidos Recobran los espiritus perdisdos Solo en ver & su principe. HORMESINDA. ova. wW esclerto Que Pelayo de Cérdoba ya ha vuelto? . ‘TRASAWLNDO, 4Pues qué no lo acredita mi alegria? 4No te lo dice el corazon que viene Qaien nos ha de librar de Urania? 4No te alegras que al fin haya venido ? “roth. Noticia para mi gustosa ba sido; Mas dilatar no puede mi fineza Elir 4 saludarle. Trasamundo, Penniteme ir & ver & nuestro infante. ESCENA V. TRASAMUNDO, GAUDIOSA. cavmiosa, ba notable ha sido, que all instante elayo echd de wence 8 su hermana, ‘TAASAMUNDO. lo estrafio, Gaudiosa , pues la sangre visa al corazon : j qué cortesana, dulcemente bablo! Pero aqui viene. Mira, hija mia, al joven valeroso, Restaurador insigue de su patria, Que el cielo destind para tu esposo Haz reverencia al principe de Espaia, ESCENA VI. PELAYO, FERRANDEZ ¥ picnos. PELAYO, Mi admiracion, Ferrander, no es estrafia. eanaxoes. Aun no sabra Hormesinda que has venido. ‘TRASAMUXDO. placer ba rovivido a ; ya ks esperanzas De libertad renacen ; ,qué tardanzas ‘Tan largas nos privaron de tu vista? - GAUDrOSA, Desde antes de la barbara conquista No lograron mis ojos el consuel De mirar tu semblante, 7 PELAYO. Sabe el cielo Cuan importunamente le he rogado; jPero ay de mi, princesa! ;Cuan distintos Estan los tiempos! ;Guanto yo be pasado Hasta legar 4 conseguir el vertet GavDIOsA, De nuestra adversa desgraciada suerte Cuéntame los sucesos lastimosos , Pues no te puedo oir otras razones, Y te hallaste presente. Di, Pelayo, De aquella pertinaz batalla horre El conflicto, la angustia y el desmayo. Refiéreme cuan barbaras naciones: ‘Acaudillaba ef arrogante Muza, {fuida fut aquel que emperd la escaramuna, Yel primero ompio nuestras legigoes? Gon qué armas Alcamin resplandecia? Come eran los cabaos que trala ‘Arabia y Persia el Humani sangriento? fué Olit? 4Cudn robusto y corpulento el caudillo? {Como gobernaba Las inmensas falanges que mandaba? Relatame, por fin, cuantos estragos, ‘Cuantos horrores, cudntos homicidios Haya hecho sia piedad con mano impia, Por castigo del cielo act enviado, ‘Tarif, soberbio y birbarcssoldado. PELAYO. Por qué me mandas que renueve el triste, Limedtable dolor de aquella historias OBRAS DE MORATIN (p. micotas). (Quszitve de martizio & la memoria e8 Ua lo sabes y lo sabe el mundo? iN podra sin lagrimas amargas ferirte, princesa, la agonia ¥ el lamentable estrago de aquel dia? « La piedad y el borror confusamente Retiran de mi lengua las palabras ; [Nies posible tampoco que yo cuente ‘Tanta calamidad, a: tanto. Vieras alli mezclarse con espanto ‘Los unos y los otros confundiendo Armas é io: con atroz desorden , Y en infernales céleras ardiendo. Alli en sangriento estrago se miraban ‘Mil lastimas, mil géneros de muertes : Alli los mas robustos y mas fuertes En tierra con furor se revolcaban. Siete veces el 5o, siete la luna, ‘Sin cesar admiraron el combate De que pendié el aumento 6 el remate De la africana y gotica fortuna; Hasta que (ay clelos!) al octavo dia , 0b dia triste! ob lagubre, funesto, lndigno de la luz del sol divina’ i Quién bastard con lagrimas y voces ‘A ponderar el horroroso estrago ‘De aquel dia infeliz y desastrado, Que ojala nunca entre los otros cdenten, Y perezea en olvido sepaltado , Pues en él solo se amancillé toda La altivez , presuncion y pompa goda! Al dia octavo : ;oh cielo oh suerte impla! Me borrorizo dicléndolo : joh amada Patria infeliz! ob Espafia desgraciada! ‘Oh gloria goda! oh generacion fuerte Be teauidos varones! oh Rodrigo j.Ob amor y 0 del cz r bp antigua religion! ob eulto santo! ‘No puedo referirlo sin que el lanta Confunda mis acentos : el infame ‘Traidor Julian, apéstata, y los bijos Dae see a eh y fi prelado, entregé al voraz lobo el fiel ganado, Pasaronse al contrario. Desde entonces Fué la ruina total do los cristianos ; En montes trasformandose los llanos , De hacinadoe cadaveres son pira. ‘Marié alli Atanagildo por la tra Del furioso Alboal; marié lidefonso: Al rigor de Maley; mi primo Andeca El 4nuna exhalé por el impulso De la diestra fatal del vil Audalla, Ob almas nobles! que en esta cruel batalla, No al valor , sino al himero cedisteis, Mi dese: icion y arrojo visteis. Fe vivo de cob y sed testipos Je que no evité el riesgo mas urgente. No 2 fué criel 6 fue clemente ‘Conmigo el cielo : entonces no le plago Lievar mi vida ; quiso ¥, yo solo, Quedase por testigo del sangriento Destrozo lamentable de mi patiia. Me abalancé mil veces con intento De morir; ni temblaba aunque mil veces Contra mi peeho viese ya enristrada La lanza del Tarif ensangrentada. Masta preguntaris cui! baya sido El suceso de! rey : en tanto tiempo Como durd el combate, ni podido Verle yo habia ; al fin se me presenta Casi al morir la'luz del postrer dia. Pero jah cielos' ;qué horrible y demudado! jAy de mi, cual estaba, y cuan trocado. De'aque! Rodrigo 4 quien Toledo augusta ‘Vi6 en las flestas de galas adornado! La faz terrible, palida y adusta,, Todo sangriento y del sudor y el polvo. Y beridas con horror desfigurado. La barba yerta; suci@y erizado Tenia el cabello, que empapado en sangre, Ajena y propia en hilos destilaba. loroso, triste, acongojado estaba Con el manto real todo rasgado, Y la corona ya no la tenia. Del carro de marfil saltado habia, Porque grandes montones de difuntos El curso de las ruedas impedian, Y con largos gemidos y profundos Tristisimos suspiros , sollozando Dice : joh Pelayo! todo lo perdimos ; Fuimos un Wlenipo godes y vencimos Fué Toledo, fia ; fué Rodrigo ; ‘Mas Dios de’mi lascivia por castigo Contra mi levanté cuantas naciones La media luna en Africa y en Asia ‘Tremolan en sus barbaros pendones. ‘A Damasco de Siria y & la Arabia El gotico poder ha trastadado, Huye, hijo de Favila, que encargado ‘Te dejo el reluo; ta eres la esperanza De nuestra religion, que yo he perdido; as voy por mi castigo merecido, Pues injusto violé las sacras leyes,, ‘Yen mi infortunio escarmentad j oh reyes! Dijo, y viendo 4 Tarif cuin orgulloso, Con'bomicidios mil tha insoleate Gritando furibundo, 4 grandes voces, Dando aliento 4 sus barbaros soldados, Para mas no volver ante mis ojos, A matarle 6 motit determinado ; Por el tropel de las confusas armas Batis el ar 4 Orelia su cabaio, ‘e arroja al contrario, poderdso, Andaz, desesperado y espantoro. Ya 4 todas partes que me vuelvo veo Mezclarse con'mil lantos la ruina Del bando tiel y el birbaro trofeo. Pore campo tendo vlan le capitanes, de magnates Despedazados y sangtientos buslos , Gadaveres de jovenes robustos. Guadaete en sus ondas revolla, io ya con la sangre, los penach [Las caballo y escudes de varones, >” 13! foror dela iabes legiones Roto el campo, el monarca fugitivo, Cebada el ansia en su riqueza iomensa , Las Udndas de Rodrigo sagen eadas. Pero gpor qué en contarta me detengo El suceso fatal? La : (Que la roca tarpeya Sumi on ‘Wempo ; La‘que invencible sojuzgd, poniendo « Coyunda dla cerviz, esto Cayé abatida ; fué el honor perdido; La patria 4 esclavitud se ha reducido, Con mortandad horrible de sus fuertes Hijos amados ; 1a religion santa, Que, ‘uestros padres con fervor y tanta ‘eneracion siguieron Lantos aiios , Todo violado los estrafios. Y ast lloran sus hijos profanados Los templos sacrosantos ; los altares , Y los vasos divinos ultrajados ; ‘Violadas las purezas virginales , Y la nacion cantiva y aherrojada En poder mas sacrilego y tirano (Sin que Dios ofendido se lo estorbe) De la nacion mas birbara del orbe. Todo al fin 50 perdib...... Pero ;qué es esto? «Princesa, te enterneces? ,Y vosotros Sentis tambien el pecho lastimado? TRAsAwuND0, 4 De: jeneracion ser en, rad foal Sorter arenas Cualquiera que no se haya enternecido Habiendo nuestra lastima escuchado? YeananDxz. ‘Yo estoy absorto y todo conturbado, GaUDI0sa, No puedo mas con mi dolor; j ob patria! ‘Ob antigua libertad ! oh rito santo’ HORMESINDA. + Dejadme retirar, porque yo sola La rienda suelte’amargamente al llanto. ESCENA VII. PELAYO, TRASAMUNDO, FERRANDEZ. TRasaanDo, Si agai fnalizara el desconsuelo, Fuera el dabo mayor; pero jah Pelayo! Que aun hay mas grande mal. PELAYO. Sefior, que dicest Pennaxez. Mayor mal, Trasamundo, es imposible. PELAYo. Que aun tiene fuerzas el rigor del hado! RASAMUSDO, Ese gran corazon acostumbrado Preveole para el golpe mas horrible , Que acaso nunca habris imaginado, PELAYO. el haberse mi hermana retirado 4 tiempo que yo vengo revengo acabe an grave ; Di, Trasamundo, que te oiré constante, TRASAMUNDO. H Hay cosas que es preciso dilatarlas, Yasi perdona mi silencio, infante, respeto y la afrenta me acobardan La causa de esie mal Munuza sabe i De él te importa saberlo; mejor puede Que ninguno inTormarte. PELAYO. fs ; Santos cielos! Qué mas queréis de mi? ; No me bastaba Ver lo visto; Morar to que he Horado ; i Sino que cuando al puerto ya he legado Juxgando hallar bonanza, fagitivo De la mar borrascosa y turbulent Encuentro aqui mas brava la torn ACTO S$} NDO. ESCENA PRIMERA. PELAYO, FERRANDEZ. ENRANDEZ, Note entregues, Pelayo, al sentimiento Con tal obstinacion : nuestro contento Estriba solo en Ul; ta rostro miran os miseros crstidmos, que suspiran a rilesclavitnd ys aigdo fe imaginan, sn celo, sti esperanza, Y todo su valor esta perdido. PELAYO. Sicon ta muerte el mal que me amenaza Podiera remediar, dichosa suerte Fuera la mia en conseguir la muerte. PERRANDES. Manuza de su gente acompafiado Viene acia este lugar; el retirarte iscurro que sera mas acertado. Nosin la pompa y tren correspondientes De didivas, esclavos y presentes Uegues 4 su presencia : mucho abona La ostentacion y fausto 4 la persona. , ESCENA nL. FEBRANDEZ, MUNUZA, TULGA, ZULEMA. PERRANDEZ. Pelayo, mi seiior, de su embajada Acaba de Hleger, y la licencia ‘Aguarda de ponerse en tu presencia. unten. No solo 4 mi permiso, 4 mi deseo Pelayo es acreedor : di que impaciente El rato viviré que no le veo. FERRANDEZ. Vendré & gozar tal dicha prestamente. ESCENA II. MUNUZA, TULGA, ZULEMA. aunuza, Ab, como sus trenéticos intentos Le atajaré Je.pronto! ;Ab, cuan ufano Le abatiré fos altos pensamentos! TOLEMA. Todo cuanto emprendieres , gran Munuza,, Serd 4 ta valor flcil; mi persona Tus ordenes aguards solamente Para que al vil cristiano, al insolente Necio despreciador de su fortuna Dé a entender que a la cruz de su profeta Del nuestro bumillara la media inna. aoneza, Su esterminio fatal he decretado. zoLEHA, La beldad que Pelayo ha destinado Para su esposa ocapara mi lecho, De todos los eristianos 4 despecto, ‘Si me ayuda el poder del gran Mi corazon terrible solo doma Su vista soberana, desde el punto Que acaudillando ta valiente topa, flue el sagrado Alcordn a fuerea de armas trodujo en los términos de Europa, Su palacio abrasé, que en as montaias —* Puestas al septentrion de las Espafas Era defensa a forajida gente; Pero jah cielos, y cuia mas vorazmente Mi pecho se abras6 con su hermosura! vnvza., Zalema, el lograr de ella te asegura EL suceso feliz que pronto espero. roca. Si el parecer admites, que te ha dado ‘Tu mas fiel y sumiso consejero , Presto, Munuza, te veris vengado, monuta. Su esterminio fatal he decretado ; El disimulo importa solamente. ESCENA IV. PELAYO, con varios presentes; MUNUZA, ‘ZULEMA, FERRANDEZ, TULGA ¥ acoura- RamIExto DE woROS ¥ CRISTIANOS. PELAYO. Gracias, sefior, al sumo Omnipotente , salvo tu presencia me condujo. MONUZA. Pelayo, Aldb te salve’; no rehuses Admitir fino los estrechos lazos - Con que te briadan mis amantes brazos. FELAYO. En ellos se confirme la firmeza De nuestra amistad fiel, de la alianza Y confederacion establecida Entre nosotros. Alabor, que el mando Esti en nombre de Uli ejercitando, Por sustituto suyo eu las Espatias, Salud y paz de Cordoba te envia. woneza. A Alahory 4 Pelayo la fe mia OBRAS DE MORATIN (». micotas). ‘Siempre agradecerk lo que es debido. Paaro. Pequefia muestra de su amor ha sido La linens que ves: con ser tan grande Es menor que su afecto, mona, acer inet ‘Mayor que pudo bacerme, fué enviarme eset ers os Pero jah cielo! bor ‘qué no permitiste ‘Que reciba 4 Pel yyo menos triste ! PELAYO. ué te altera, Munuza? 4 Qué? ;Imaginas {ors csst an bttadameats ferade Las delicias de Cordoba mi pecho? De nuestra amistad firme el nudo estrecho ‘Affojas, si no rompes, acusando Mi falta de valor con tu La pena mas horrible, la fierera De todos los abismos conjurados En vano asaltaran mi pecho herdico ‘Apoder de trabajoe inflexible. moncza. ¢ tu valor, tu espfrita invencible, Y tu sangre real: eso me anima, Ano cscasare el golpe mas horrible doe lmaginad babras; no Lo Gare Je menor corazon, aunque importara Mas, si posible fuera, ni 4 otro alguno , ‘Aunque igual amistad con é1 taviera, PELAYO. [No me tengas suspenso, ni impacieate, wonvza. Tolga, Zulema, retirad Ja gente, YiSiea depen om PELATO, Ferrandez, pronto ‘Mindalos apartar. ESCENA V. MUNUZA, PELAYO. onc, 4Estamos solos? PELAYO, ‘Segun pareee, nadie nos escucha. onus. Veris si de tm mal la causa es mucha; Pero es tal, job Pelayo! que recelo {Que ml verdad peligro en tus oldos, no parecen tal, sino fingidos Por maligna traicion de amigo falso Los sucesos que oiris, ai valor tienes De escuchar tna infamia tan horrenda. PELATO. {Una infamia! ; Qué es esto! ;Tan tremenda Es mi suerte , que aun juzgas que me falte Constancia para oirla! j Qué, es posible no me faltd el animo, aunque viese 1 altimo conficto de mi patria! j.Que he risto con aliento no turbado ‘Mi sangre derramar! ; Que vi mi estado Con fuego arder, mis gentos degolladas, Cantivos los cristianos jafelices , Las basilieas santas profanadas, Ynunca me falt6 valor herdico! Y jaun de mi dudas' 4Cémo tanto tarda, Siendo tan grande el dafio que me aguatda? aonata. Pues, gran Pelayo, no de alevosta aiero gue scuses ta Ta amistad mi Jue To fuera may grande mi silenc ‘persona y estirpe reverencio , Y'no.es biew que un borron en W consienta, ‘Hormesinda, tu hermana, poco ateota ‘Al decora y blason de su prosapia, cos de peligros ta mantiencs, ‘como mujer, de los desdenes No se armé cual debiera : esto fué causa De que (tu honor manchando) cometiese El mae Lorpe y mas vil de los deslices. FELATO. iTente, Munaza birbaro! , Qué dices? munca, 4Conocerds tas firmas de tu hermana? ues por ellas sabras... PELATO. jSerh posible!, {A herman inet? ;Qub horror! ;Qué dices, moro? MONUEA, Pocen soucis cruel perp 5 0 7 10 Bes'ice un igo. OP PELAYO. iCilelo santo! ‘Macho mal 4; mas no tanto. Pata sto dela armas espantosas piedad me libr6? ; Para este golpe Gonservaste mi vida (Oh, cuanto fuera ‘Mejor morir en la batalla flera, Que no rer mi deshonra {Oh Hos eterno, 6 no fué 4 Pelayo permitido Quedar én campos de Jerertendido, ide tantos varones eminentes ‘Murieron por la patria ; donde yace En flor el bermosisimo Leandro, Teodoro y Ranimiro, y los valientes IBigo y Sancho! ;Oh! Jarafin soberbio, El mas cruel del ejército africano, Por qué.no exhalé esta Anima m Alrigor de taint 3 desis mano? por qué no despedaz6 mi cuerpo Geando conto agudo'y radiate fantos eristianos miseros desgarra De Tarifa espantosa cimaitarra? $0 072, Alboa, capitan bravo os fuertes matiques Alabeces? Oh , bienaventurados muchas veces ‘que alli fenecleron trastoraados De las sangrientas turbulentas ondas Del Guadalete, que llevé con safia Tanto cuerpo difunto al mar de Espafia! xonozA. , 4 tus promesas corresponden brake resents De corazon de porfido invencible ? PELATO. Quién pensara que pena tan horrible {ce bobiese de asalar? La rmerto era, Be logue yo.no tongs bomor min grande s lo gue yo no temo; ms 7 Si acaso puede haberle, a Pero tanto dolor no i Nia mi nobleza obliga el sufrimiento. Mas, 4 c6mo sin vengarme al an momento Pueto vivir? Pero, Mana, diate 4Es posible que es cierto, que no hay duda, Bove had engatato, que evident s cuanto de Hor ime has contado? moncza. Es el sceso ta, que yo no en rato verdad juzgué que dudarias ; Pero, dime, Pelayo, ;te conflas De li fiel amistad que te profeso? PELATO. $é tu amistad y mi desgracia , y e80 Me confirma en mi mal: ;qué pena fuera La que 4 mi corazon no acometiera? 4 Caal dolor me fatt6 para acabarme? MONDE. Aunque para contigo acreditarme Ro necesito apoyo, es boen testigo De mi verdad Yalosaa, ELATO. ‘Qué, ,Zulema ‘Tambien lo sabe ya? | Que tan estrema Es mi infelicidad, que aun el consuelo De ser oculia me ha negado el cielo! iY que inflame he de ser pifblicamente! woncta. Conorco ta razon; no ine conslente Mi amistad verte con serenos ojos. ‘Veras las firmas, de mi fe testigos, Y Alsh santo dirja tu veoganza. ESCENA VI: PELAYO, FERRANDEZ. FERRANDEZ, YY & tu infiel pecho el hierro de mi lanza. (Ap.) PELAYO. jQué es lo que me sucede! jAcaso el clelo jjurd contra mi todos los males Para rendir mi pecho solamen! Tan grandé es mi soberbia! {Tan vallente Contra el cielo mi espirita he mostrado, Sefior, jadonde vas? PELATO. El que no quiera Conmigo de leal perder el nombre, Nome detenga. rennaiorz. Deja que me asombre Be ta resolucion y n premio slo De mis servicios, la atencion merezoa De escucharme un instante, PELATO. 7 1a ignores causa de mi m: es imposible Gecpa en mi boes, gue ena echo cabe, Me intentas detener : si lo supieras, ‘De cobarde & mi brazo reprendieras. FERRANDEZ, dolo , ninguna alevosia Par junuza y los suyos fabricada, De mi noticia. hyy6. PELAYO. 4C6mo en Munuza Caber puede traicion, ni en mi consuelo? ” WERRANDEZ. Sefior, si escuchas, apiadado el cielo Quizh abrird camino, PELATO. {4Qué camino Sin matar 6 morir ba de encontrarse® EARANDEZ. Mas ; cual ob!igacion mand6 fiarse De uh inflel tan del todo? peiaxo. No equivoques Las cosas malicioso : no los ritos, ia contraria religion al hombre ‘el otro hombre 4 ser infle! obliga, i impide que la ley cada cual siga ballé en su educacion 6 su destino 10 que venero, y no examino ), epee HORMESINDA. z el pecho, & quien razon . Sonaile A wanigad aie bomeso. Corresponda, 4 pesar del dogma vano. FERRANDEZ. Si el pensamiento noble y generoso, (Que adorna la grande alaa'de Pelayo, Se difundiera en todos igualmente, Pensaras sin errror. PELATO. rare No bas escuchado, ¢ el mismo Trasamundo, que enca De Hormesinda qued6, testo al yo es Sa culpa? Aun cuando fuese aleve el moro, {Tambien serd el cristiano delincuente? FERBANDER, iClelos,, qué confusion ! PELAYO. Mi impactencia esperar®. ere que taro? clencla e 5 jQué asombro! ;Qué ‘tomo Ot hermane Se #PoF qué lviana atreve sin hobor ‘A buscar mi presencia FERRANDEZ, Esperanza y blason de ? 2a y blaon de nuestra gente ? Si eres berblco, sl cual free ropa De luz, de Cindasvinto y Recaredo La ilustre sangre enardecid tu pecho, Dame palabra de escuchar templado La razon de. 6 de ta No melon. 7" 0° ™ Pune YRLarO. Desconfiado Prometo la atencion ; mas no ¢s posible. ESCENA VII. HORMESINDA, ELVIRA x picuos. um. Legal sefiora. HORMESINDA, Ay, que dolor terrible ae oprime et dada! Be a cope Desfullezeo tensblando ; soy de hielo. PELATO. Su delito la aumenta el desconsuelo. FERRANDEZ. No es delito el rubar, MORMESIDA. Sefior. Qué digo? jAy infeliz! PRLAYO. En vano, en vano Me apellidas con nombre que aborrezco. HORMESINDA. HA cletas iQué es de mit Qué, 100 meresco, ii atencion, ni piedad? Qué es esto? ,Cémo? Loe ojos vuelves con alrado rostro? iHermano! ;0h dulce hermano! " PELATO, hermano,; . ilofie! hermana ! monursinDA. jQué nueva ansia! | Cual barbaro tormento be nuevo me acomete ! ; Cuando aliento De mi hermano me did confarza» lallo este alivio! jEs esta la es, za Queen t funde, Beyo? PELAYO. i Qué mas quieres ker que con indigna tolerancia, Yiendote sin honor, mire primero ‘Tus lagrimas fingidas que tu sangre ? Pero remedie el vengador acer ‘Mi tardanza y tu culpa. ORRAS DE MORATIN (». icotas). ELvina. iCielo santo! HORMESINDA. iy de mi! vannaxe2. ‘Ten la cblera y la espada, Por mi, por eltay la palabra dada. PELAvO. Pues ya que de leal 6 de immprudente Me intentas detener, recto Juez quiero Sa descargo escuchar; nunca se cuente oe but Juez sordo; nt lamas volenta aon obsis al que aspira 3 justciero {Mas, qué disculpa (joh cielos!) dar intenta? i Cémoes posible ballarla? ;Oh sila ballara! Qué feliz fuera yo! pero son vanos, {nities deseos, Di, infelice, Desgraciada mujer’, que hermana es nombre Que se estremece el labio, silo dice. . Di: json estos los frutos de tan grandes ‘Trabajos por la patria tolerados ? 4Son estds los laureles deshojados Sobre nuestra prosapia generos Es posible que es esa tu alevosa Sangre, sangre del justo Recaredo? Que eb medio de ia cdlera espantosa, e oprime 4 tu nacion, ta inicua pue Mirar su ruina con enjuios ojos? {tiene tembies de Boror viendo depoios a muerte & los tuyos , que & Isidore y ‘Tu Joven primo en piezas dividieron? ‘Mario grilando el bravo Teudiselo Del estribo arrastrando, y su caballo Le lleva revoleandose en el suelo. vexnanoet. Esciichala, sefior. ELMnA. Piedad, infante. Paavo. Cuil puede ser satisfaccion bastante ‘erimen tan horrendo t jAst mantienes EI honor de tu estirpe, que sostengo A precio de mi sangre y-de mi vida? gPara esto ver de Cordoba yo he vuelto, Abdatasis mi cuello ha perdonado? {Qué! gen poco tiempo que fallé 4 tu lado s periste» que en tania ffortnios Gon famensa$ fatigas yo he ganado? Oh ley barbara injusta! ; Oh imprademte Legislador, que promulgd prinero Lalley eriel, que el crédito y la fama, Por 1a virtad mil siglos conservados, Pendan de los volubles pareceres De la fragilidad de las mujeres! Mas no pudo embotar con fleros hados La punta 4 las durisimas espadas. HORMESINDA, Hermano... ;Ay demi triste! Infante... Hermano... Yowrste Y arrastrando el cuerpo , Con ignountads BE el vaigo al fuego” iQue veo! ‘Que antes para Hormesinda fué encendido. : ‘Tonos. jAlbricias ! que ya el cielo se ha apiadado. ESCENA XII. PELAYO, FERRANDEZ,, picnos ¥ cristiAnos con espadas desnudas. FELATO. Perdonas & un hermanno, que engafiado ‘tanto indicio , aunque’por tiempo breve, Dudé de tn virtud? PELAYO. de ser hermana de Pelayo, iMi hermana! Mi Hormesinda, hermana amada... iQue logro verte viva y verte honrada ! . HORMESINDA. En qué peligro estuve ! PELATO. Destilando Viene aun mi espada ta caliente sangre De tu enemigo 4 Vesia aun exhalando Et ultimo vapor? + wonaestna. Dios soberano ‘Volvié por mi inocencia, PELATO. Pues to allana Todo el cielo, marchad 4 Cobadouga. Desde alli la conquista se dispony De Espafia, y escarmienten los tiranos , Y en su prosperidad no estén ufanos ; Ni jamis desespere el inocente, Pues Dios hace justicia; y si endjado Nos castigé en Jerez, ya'se ha apiadado. ‘cono. 0h si plugaiese al cielo Que Pelayo lograse Como ta logrado, est feliz haa La mas gloriosa de librar 4 Espaf LUCRECIA, srsceou. PERSONAS. LUCRECIA, smairona romana, mujer de COLATINO, sobrino de Tarquino Prisco. TRICIPTINO TARQUINO, padre de Lucrecia. SEXTO TARQUINO, hijo de Tarquino el Soberbio ESPURIO LUCRECIO, ayo de Targuino. MEVIO, ew aduledor, VALERIO PUBLIO, hijo de Valerio, amantede Claudia. BRUTO LUCIO JUNIO. _ CLAUDIA, amante de Valerio, FULVIA, amante de Terquino. ‘La escena so representa en Roma, en el salon de Lacrecia. ACTO PRIMERO. ESCENA PRIMERA. TARQUINO, COLATINO. ‘TARQUINO. Colatino, hemos Hegado & Ror como sabes, hemos discurrido ” a ciudad, y'ya de la conducta De sus matronas vamos informados. Ya sé, que tantos nobles capitanes, {Goe por la patria eapuestos pele 1 muro pertinaz de Ardea cercan , Ibfelizmente viven engaiados. Gada cual celebrando 4 su consorte, Alas de los demas la anteponia, Pintando su virtud y perfecciones ; Yala docta esperiencia nos avisa Caén fragil la mujer y cudn mudable Es, Colatino, en todas sus acciones. Ya'vistes como hallamos divertidas, ‘A algunas en chistosas asambleas, ‘Caando estin en campata sus esposos Teniendo compasion del Ilanto de ellas; Pero la tengo yo mayor de esotros Cavas mujeres en nocturnos jaegos Esponen a una suerte el patrimonio. A algunas en los coros indecentes, ual las bacantes de fa antigua Tracia, ‘Yemos danzar con torpe movimiento Provocando al galan que la acompatia ; Otras vimos prestar beuigno oido, ‘Al deshonesto mozo, que cantando Janta con blando son verso lascivo, 'Y muchas, que ya el miedo abandonando, El infame adulterio consentian ‘Aun antes de mirarse importunadas. Porque no haya maldad sin cometerse, ‘Aun no quieren dorar con la disculpa De ta violencia un hecho tan aleve. [No juzgo, Colatino, que 4 Lucrecia ‘Tan indecentemente entretenida Hallemos, que es de esotras diferente ; ‘Sé quees bonesta, y que es tambien prudente; Pero es al fin mujer , cayo marido En sa entender & Roma no ba venido, Y asiste en el ejército ; y segura, ¢ es ocasionada la hermosura, Puede ser que, n0 aleve, cortesana, Por aliviar la ausencia amor tirana, Alguna fiel visita haya admitido : (Queen I vlad es permitido | trato raclonal, 7 uo es seguro, Que estés tan conlado en mujer frigil : Pues no siendo contraria 4 su decoro La urbanidad, al menos sospechoso Puedes vivir de que aunque sin afrenta ‘Algun carifiolicito consienta. coLATINO. Ooraeee sslagietaey shares Con voces hz as y suaves A que imagine el dabio que ests lejos, Para si acaso llega no temerie; Pero estoy altamente satisfecho Del amor conyugal de mi Lucrecia, Y no me bastan tantos ejemplares ° Como hemos visto , ni otros cien niillares, Para que de sa amoe yo desconfie. Tangurno. No hay fe con un ausente , Colatino, coLATtNo. Que hay en Lucrecia fe verds, Tarquino. ‘Tanguino, Posible es que te juzgues mas dichoso, Que Todos les ‘demais’ tambien los otros, (0 mismo que ta afirmas, afirmaban ; Ya adviertes como entonces se engafaban. coLarino. Entonces dije y te repito ahora, Que,20 ‘eran menester palabras vanas, Y jendo remitirse 4 la esperiencia, ‘con mayor prisa que prodenci: A Roma, como ves, hemos venido, Y nos ban ya mis lares recibido Con silencio en la estancia mé De mi casa, verds acreditadas Gon obras iis palabras refutadas Tanto por ti, quedando satisfecho Bel noble corazon ¥ casio pecho De mi Lucrecia fiel y amada esposa; Y pues en el ejército forzosa ; Nuestra fa'ta ha de ser , démonos prisa, Y antes que venga el alba con su risa, Yolvamonos 4 nuestros pabellones. ‘TanguiNo. Puesto que 4 la esperiencia te dispones, Mira qué hemor de hacer, que obedecerte En todo determino. interna . Ya la suerte ‘Nos presta la ocasion, porque he sentido El quicio de esas puertas con ruido, YY nosotros aqut , sin ser notados Podemos informarnos retirades. = Mira a Lucrecia sobre aquel tapete Con sus damas velando en su retrete: iVes? ‘TARQUENO, Yala veo. coLaTino. Escacha lo que dice. ESCENA I. LUCRECIA, CLAUDIA, FULVIA, ¥ picuos (retiradon). . verEcta. j Ay do ta esposa ausente ¢ infelice, o consorte en Ia enemiga lierra el rigor de la espantosa guerra Al frente de contrarios tan feroces, Solo por ensalzar la patria! ;Oh diosest {Santos genios domésticas ; Oh lares! {0h deidades de Roma tutelares ! ‘avasallad las barbaras naciones, ‘Que su yugo resisten , no los nobles Lechor desampareis de las romanas, Que en triste vindedad temiendo viven; Sea a la patria el muro ya rendido, Y Colatino & mi restituido. “eau, Templa, heraioss Lucrecia, el sentimiento, No con lagrimas ajes tu hermosura, Que presto vendra tiempo en que triunfante Llegue 4 Roma feliz tu esposo amante, Pues ya por largo espacio defendida No puede ser. segun esta oprimida La barbara ciadatl ya temerosa, De injustas alas pertinaz albergae. ours. De sa ignorancia e! cielo ya apladado Permitira que advierta cuinto ba errado En no admiltir por dueto 4 la gran Roma, Pues no absoluta libertad se fguala Altimbre herdico de vivir rendido ‘Ala ciudad que Romulo ha erigido. wocREciA, 4 Olstels por ventara algunas nuevas, fees vocctras soleisoif bastantes, Del ejército nuestro? ; Habra empezado ‘Avser del ariete atormeniado Bi muro infiel? ; Acaso nuestras gentes Con faegos de alyjnitrin resplandecientes Abrasaran las fabricas soberbias Contra Boma y el cielo levantadas ? ‘Ob nacion dura! ; Oh pueblo enfurecido, bee obligas 4 olvidar el dulce nido elerno dolor de las romanas ‘Aloe patricios nobles! ;cuauto temo {a joven intrepidet y brio Dei bizarro y galan esposo mio! Bien toda ocasion sera el primero,. ‘el peebo herdieo esponga al dito acero sobresalto mio y honor sayo. No duraras en pié mucho, rebelde Indémita cindad , si Colatino Combate audaz th muro diamantino. capi. a potia en eso mira como expejo Dela fe, det valor y del consejo. acerca. ‘Ahora es mevester, doncellas mas, ‘Que 0s apliqueis cov diligente mano ‘Aeonclair al son de mi saspiro La clamide con parpara de Tito, Ge ba de vest ml esposo rozagante I dia ventaroso. que trianfante Volver le mire Roma, coronado Del eterno laurel de Febo amado; ero dejadme sola y encerrada, En tanto que con lagrimas hamildes ‘los clelos aril stplieas envio, Porque me restitayan el bien mio. 105 ESCENA III. COLATINO, TARQUINO. coLatixo. Has visto? TaRQuiNo. " couartxo, Qué dices? ‘TARQUINO. edo absorto, * — couarino, No te respondo porque el tiempo es corto; Pero antes de marebarnos determito,” Que no quede sin verte Trieiptino, De mi casta Lucrecia padre anciano, Y padre de la patria; su prudencia Retin6 con larguisima esperiencia, Ensalzando el honor de tus abuelos, Y sentira no vernos, y ofrecerte Su hacienda y su persona hasta la mueyte, ESCENA IV. : TARQUINO , ESPURIO ; MEVIO, ‘Tanguino, ie me el Cielo! , Qué invasion de dudes, is farioso tropel de confusiones i triste corazon han inquietado? je cuantos pensamientos agitado, ke split rail! «A qué he vendo? 4Qué he visto? ,Qué me angustia? ;Quién me ha: Een raye ccledealt DeNstiat aus ae ESPURK Seftor. EVO. Mi duefio, Qué tienes? SPORIO, Lo que miro yes cierto, 6 suefio? TARQUO, No es suefio, amigos, ojala que fuera, Y yo quieto en el campo me estuviera, Y ho bubiese venido adonde creo Que victima he de ser de mi deseo. ESPURIO. : Si acaso, pues merezco tu privanza, Y me juzgas capaz de conflanza, Puedo en alguna cosa yo aliviarve, Con fe leal te juro acoosejarte. xeMo. Yo aunque indigno, sefior, tus escepciones, Tus favores logré no pocas veces : Alto agradecimiento en mi ha durado, Siempre fiel me tuvistes 4 tu lado, Y si esta vida 4 tu servicio proota Hubieses menester, para eso solo, Desde Ardea, como sabes, te he seguido; No dudes de mi amor. TARQUINO. Agradecido Me contieso 4 los dos, de los dos tengo Satisfaccion igual ; ya me preven ‘A descubrir mi pecho : A Roma (jEstamos solos, nos escucha alguno’) ESPURIO. Ninguno percibir puede tus voces. TARQUINO. ne, y vi a Lucrecia hermosa , ‘A Roma 0h cuanta perfeecion miré en ug punto! En ela vi un dechado y un conjunto De toda la heldad que el mundo tiene, Y aun dudo si él proddjo tal helleza. Rindiéronme sus ojos; recogida Estaba en sus labores divertida, 106 OBRAS DE MORATIN (p. icotas). Llorando por Ia ansencia de su esposo; Me rob6 mi quietud y mi reposo, ‘Aun mas su bonestidad que su hermosura; Si tan rico tesoro no poseo, De qué me sirve ser de la altaestirpe Je los valerosisimos Tarquinos? De qué ef haber domado 4 los gabinos on industria y hediegatrevilentat fo hay mas remedio al grave mal que siento : Nada reparo, nada me acobarda, —* Al tiempo solo acuso porgue tar La industria el interés, la violencia ‘Me han de ayudar, no basta resistencia Para mi intrepidez y mi denuedo, 14 Colatno temo, ni Los sus, i aunque todo el efército conjure N tem el ser esosadato 4am pata, ‘Ni escuso por mi gusto destruiria, + Nicon voraces llamas consumirla, Niel baldon, ni la infamia me horroriza, Ni el mirar rozobrando el Capitolio En ondas puras de inocente sangre, Nime acobarda el riesgo, aunque evidente , Ni la muerte, ni el cielo, esronto. _Sebor, tente, 4 Qué dices? ; Quién te priva del sentido? {Qué loco frenest te ba poseido? {0h cuintos infortunios considero . Que estén yaamenazando! Oh Patria! joh patriat 70h antigua libertad ! eno. Lo que ba pedido, Espurio, nuestro principe no ba sido Reprension, que al vasallo no compete; Consejo te pidid, para que I Gon el sigilo y brevedad posible ‘Su intento, que aun nionarca es consequible. EsPuRIO. No hallara en mi Tarquino consejero, fe con semblante falso_y lisonjero fedrar procure 4 costa de su ruina : Mi fe, mi gratitud.... Tanguixo. Este no es tiempo De cuidar de otra cosa; que mi vida Sino logro mi amor, esta perdida, ESPURIO. No consideras? TARQUEO, Nada considero, ESPURIO. 4No quieres escucharme? TARQUINO, Nada quiero, Sino es solo mi amor. ESPURIO. Pero jes posible, Que con tal prootitud te haya rendido, Cual repentino insulto, 6 cual desmayo? Tangurxo. Es el amor de condicion de rayo. EsPURIO. No es eso amor, es hirbaro deseo, ¥ el principe magnanino no debe ejar que indigna una pasion le arrastre; El debe dominar a todas ellas. TanQutxo. Ast lo dispusjeron las estrellas. Esrunto, Aunque inclinen, al sabie no compelen. ‘TARQUINO. A mi el cielo y el hado me bacen fuerza. Esponto. jCun bien yo la desgracia prevenia Desde el punto fatal que la porfia ‘Malvada se empez6, mojado el seso Con el licor ferviente y e: 050 (Que on las Carquesias prodigas de Baco rindé la ociosidad y el desatino! Considera el escandalo, Tarquino, Que 4 Roma vas 4 dar: ,qué dira Roma Al ver que sus matronas mas honestas, Mientras que sus esposos en campaha ‘Al peligro la amable vida esponen, No se ven libres de sufrir la injuria ‘De la barbaridad de tu lujuria? sentira su esposo Colatino? {Qué dira el noble anciano Triciptino® TangUINo, No vivo de sos dichos yo pendiente. esPonto. Qué dra el grande Bruto, de la patria de la libertad de sus patricios © Defensor obstinado, si tus vicios Amenoran tal vez su atrevimiento 7 gNo ves su militar furor violento, ¥ como estan de Roma las legiones Debajo de su mando y su conducta? TARQUINO. ‘Son yanos los peligros me espones : Quin se puede atrever al soberanot EsPuRIO. Responda Amulio , y Numitor su hermano. ‘Alba longa, de Avcanto edieada , Con la tirana Sangre rociada. TARQUINO. No fué el amor autor do esa desdicha, ESPURIO. Es causa de mayores infortunios : Et coumoyo las espantosas armas, Y envuelta en odio y en engafio griego Llevé 4 Troya el amor desatinado La cblera de Aquiles indignado. Tangoino. ‘Menos sabio pretendo y mas sumiso, Espurio, al inferior; de mi presencla Te aparia al punto. EsPoRIO. Triste te obedezco. Porque es para tu inal. ESCENA V. TARQUINO, MEVIO. emo. ‘Ya que merezco Tan noble distiacion, manda y ordena En qué puede servirte tu cliente ? 4Qué presumes bacer? ‘TARQUINO. Deja primero Confesar que lo justo y verdadero. Espurio me amonesta::jOh cudntal job cunta Razon y fuerza la verdad desnuda Tiene, aunque ballada en boca humilde y ruda! Bien la conozco, y no puedo abrazarta » ‘Mi amor me trajo al mas fanesto estado Que arrojar 4 un amante pudo el hado. west0. Mira, seiior, por tu preciosa vida, Que'mas que no el honor de Colitino, ide Lucrecia importa; ; qué te inquieta? No es gran dificultad Ia que pretendes. No es combatir a la ciudad de Nino De sus floridos muros coronada : Una fragil mujer desamparada Ha de ser ta enemigo y tu trofeo; ‘LUCRECIA. No acometié alta tu deseo. Al principe, seitor, Heito es todo ‘Cuanto gustare. Tangurro. Con que de ese modo $No adquiriré de injusto infame nombre? 10. \Ningun arrojo puede haber que asombre Un corazon real. ‘TARQUINO. No, no , Mevio, no he meneser qe a me digas. xen. , Solo te advierto el disimalo cauto; Goa alanaris toe altos monter, Y a \e Triciptino Con el tirano que tu biea usurp, Yo me retiro hasta el umbral , Tarquino, Yno me alejo mas; en m{ confia (Pees salnd solicito pretendo), vigitante y que leal te atiendo, ‘ESCENA VI. TRICIPTINO, COLATINO , TARQUINO. ‘mcrrino. Eahorabuena el joven valeroso,, Delicias de su patria, sea venido ‘A aumentar los blasoves de mi casa ‘Con su presencia’: andavo muy escasa Conmigo Ja fortuna basta este dia , ‘Mil triunfos concedid & mi bizarria; Mas nioguoo se iguala al bonor grande, fre. ‘consigue el anciano Triciptino . do Boopedye al hijo de Tarquito. ‘TangUINo. Justo premio debido 4 tus hazafias Foerap mayores escepciones; pero La patria, cuyo amparo y honor eres, ‘Con pablicas estatuas y altos arcos, En honra de tas triunfos erigidos, Satisface por mi. ‘micro, Be ven cumplidos, ‘Colmada Ia za, mis 0S, / Pero, 6 inclitos, volveos, No 4 la patzia priveis de wuestro auxilio. COLATINO. Concede, padre, que 4 Lucrecta vea, Yal acide vesks volver & Ardea. ‘TRICLPTINO. Hai casmalided to manis Patente el gabipete retirado : Mira, Tarqeino, ‘a matrona honesta, De Tanaquil ta abuela fil trasiado. ESCENA VII. LUCRECIA, CLAUDIA, + picuos (desviados ). LUCRECIA. No te parezca el incesante lloro, 0 Claudia, porfiado i escesivo , Que es gran causa un esposo qué estausente. cuavpia, Nome + pero algun consuelo Aws aftigido coparon consicate ! ‘Ta javentad no'es justo que estragada ‘Se mire por tu angustia inconsolable. ‘LoGRECIA. |Ay Clandia ! tengo yo por varlable, \ Ta santa fe no guadadera lor cualquiera mojer, que fiel no Noches y dias incesantemente, Mientras el dulce esposo tiene ausente : Yo misera infeliz 4 Vanto eterno Con esta ausencia vivo condenada; 108 Ni me consuela ni divierte nada, Mas siempre la memoria me fatiga, Representando 4 mi querido esposo, Cuyos amores solicito en vano, Y es tan iutenso este dolor tirano, Que 4 la tenacidad de su tormento ‘Me falta (; ay cielos ') el vital aliento. ; coLATINO. Recbbrate, Lupred ‘ia, esposa mia, (a vengo, aqui me tienes amoroso; . Consudlaie, sefora. LucnEciA. aVelo, 6 suefio? CoLATINO. No suefias, que yo soy. + vborecus, Mi bien, mf duefio, Colatino, mi amor, mi dulce esposo, GA qué vinistes ? conarmo, ‘A volverme al punto. LocrEct, ;Cuindo el mal con el bien no Hegé Junto, A un corazon amante! ; A qué has venido? coLarmo. ;No en el joven real has reparado be quien para honra muestra vengo al lado? vocercta. La vista apacentada solamente En ti que eres su objeto, nada ha visto Sino es a ti, Tarquino; t6 perdona La licita pasion de una matrona, Del amor conyugal ejemplo casto. ‘TARQUINO. El tiempo solo en admirarte gasto. couarmo. Lucrecia, 4 lo que solo yo he venido, Acompafado de Tarquino, ba sido ‘A admirar tu recato y tu modestia. De la desu consorte cada uno En las tiendas estaba boy altetcando, ¥ con viva pasion exagerando. ® dies alas ence (o creais, remitidlo & la esperieneia; ‘Vinimonos aqui con diligencia... , ‘rangomo, Y vimos que mereces mil coronas. coLATIRO. Ejemplo de castisimas matronas. were, Yo me retiro 4 que los santos dioses Miren mi gratitud. TmicirTiNo, ' Y yo contigo, Que de tan gran fortuna soy testigo, TARQUINO, COLATINO, couarixo: Nada me digas. Tanguino, Callo, y te obedezco. COLATINO. Pues aun hay mas que ver. TARQUINO, fer pe pon it cer mayor je : He visto que Luctecla,l fio romana, Es dnica en Ta fe y en la hermosura. OBRAS DE MORATIN (p. micotss). coLarino, Desengatios mayores te procura, Pingu, at ‘asco, TARQUIO. Satisfecho Estoy, y convencida, ‘COLATINO. ‘No repugnes, Que procuremos ver otras malrouas. TARQUINO. Por abuyentar recelos de tu pecho ‘Te sigo, aunque forzado. coLArINO. ‘Varhos, vamos. tangemo, * En vano competir otra belleza Con ella intentar4 : yo estoy rendido, Lucrecia, 4 tu hermosura mas que humana; Yo infeliz procuré ocasion de verte, Yesta curlosidad sera mi muerte. ACTO SEGUNDO. ESCENA PRIMERA. FULVIA, CLAUDIA. oui, No 1¢ que Valerio te debia Ted Sehalde, Chola, como dices. cuacbia. Falvia, con él espera mi deseo. Unirse’al yugo santo de bimeneo. oust, . Nanca de mi amistad te he dado muestras Mayores que las que hoy pretendo darte, Pues un secreto quicro revelarte, ‘Que siempre en mii interior tuve guardado. cLaDpLA. ‘Serd con gratitud recompensado, YY con silencio grande retenido, vous. B14 otra menos pradente que ti fuera, Tal cosa no dijera, que peligro Moy grande me seri que se publique. ‘CLAUDIA. Sial jo es menester que aplique, Nowle Degare. veronen row. Pues sabe, Claudia, Como es Tarquino oculto amante mio, ‘Yen sus promesas y eni su amor conflo gue de oma he de ser jurada reina, suando Megue 4 empuilar su augusto cetro: Por verme solamente hie presumido Que del acampamento haya venido, junque otra cosa con engafio finja. Y no te maravilles de que aspire A presumir ser reina, pues lo fueron Ya mis antepasados; descendiente como sabes, del antiguo Evandro, Con cuyo auxilio el fugitivo Enéas, Dejé 4 sus nietos de Saturno el Lacio; ‘Y no presumo que mi amor desdefie, Pues no me escede, ni en la noble sangre, Nien otros dotes, Claadia, no tamafios. canons. Pero te escede, 6 Fulvia, en los engafios Con que 4 tu sencillez burlar praocura, jab ie ‘no le conoces cuan aleve, suan falso engaBador y lisonj Tiene el semblante, y cudm ingrato y Gero Eldoble corazon, lieno de astaciaa! sPosible es, Fulvia amiga, que imagines, ue tepid ardor de nus pleas 0 Ree rendir la razon Tarquino? LY que por fin 4 sola una belleza sujetara su Py antojo? [No permitan los dioses que De bu cautela ser te mire Candia. i ‘eadnto yerra la doncella incanta Greyeudo ef Hlanto del fingido aniante, Que no repara en aumentar promesas ! rua. ‘Macho et: mi desengaiio te interesas: ‘Tanto debes de amarme, Claudia amiga, Cuanto a él aborrecerle. CLAUDIA. Le aborrereo. ° roma. «Por qué? CLAUDIA. ‘Ahora veris si yo merezco Que ta cualquier secreto no me celes, Pues con saber tu amor no me rebuso De ponerme 4 peligro que reveles ‘Lo que voy & decir. rou, En mi confla, CLADDIA. Mi padre en posesion quieta regia La opulenta ciudad de los gabinos, Los. gabinos feroces y guerreros Eo asperas batallas indomables, Y en arrojarse al riesgo los primeros. ‘Aqui llegé ana noche acongojado ‘Tarquino aleve, engabador nialvado Con no menor astucia y disimulo, ¢ el ingrato Sinon, que & Troya solo 6, leno el pecho de traicion y dolo. ‘Arma toc6 la juventud gabina Al instante que cerca le miraron, Y con presto furor desenvainadas Las filgidas espadas relumbraron. Matadme, dijo 4 voces, 6 gabinos, ‘Arak el thas infeliz de Tos Tarquigos. Ningunas armas Jagaré en defensa De esta ‘miserable vida, Sin razon Por voluntad {pre anslosamente por mt Gn anhela 5, icon azote rigido mi espalda Cruelmente, como vels, ha ca Dijo : y las toluntarias cicauees Les mostré los gabinos intelices, ‘Ajenos de juzgar que sus horidas De propésito fuesen recibidas, Para enigadar mejor su piedad simple, ‘ecibele mi padre, y los magnates ‘Admitiéndole amigo te abrazaron, Y las manos derechas se apretaron ; Pero él ingrato al inclito Lospedaje, A Tarquino el soberbio un nuncio envia, Pidiénuole consejo depravado, Porque con él al punto determina Vender injusto ta ciudad gabina, Encuentra al duro padre el mensajero En an jardin ameno, y con la espada Los vastagos mas alics y macollas, Sin responder, al suelo derribaba. Sabelo el hijo, y dice : ya comprendo a mente de i padre, 9 furbundo Reduce la cludad a fago inmundo De senatoria y de patricia sangre ; Yen tanto las murallas sin defensa Sus prevenidas buestes araltaron, Y de ellas con traicion se apode raron. Y no contento de hecho tan infame, Solicito pretende que yo le ame, Sin advertir, que fiero y alevoso Hluérfana me dej6 con mano impla, Yo vi, yo misma vilos daros filos De su terrible espada ensangrentarse Al discurrir con impetus crueles, En a presencia de mi propia madre, Por la garganta de mi anciano padre, Que sa noble piedad llev6 tal premio, Considera 1a, Falvia, mis razones, Y mira si las hay para que ansiosa Yo le aborrezea, y para que ti temas Verte engafiar de un pecho fementido, FULYiA. El mio, Claudia, queda agradecido Por advertencia tal; y sospechosa, Yo observaré desde hoy en adelante, Sies verdadero 6 si es fingido amante. ‘Laut. Tampoco juzgmes, que por solo verte Haya Tarquino 4 Ia eludad venido, Alguna otra maldad le habra traido. FULYIA, De cualquier suerte, Claudia, te prometo Averiguar mis dudas con secreto. ESCENA M. VALERIO, CLAUDIA. YALERIO. Temiendo la venida de Tarquino, Pues no su proceder injusto ignoro, Mi ejéreito dejé ; los altos dioses Me condujeron, Claudia, 4 tu presencia: Muy receloso es de su insolencia, Y asi vengo & asistirte, y saber quiero Sien ti dura el amor tan verdadero, ‘Como antes de partirme. cxavora. Las doncellas ual yo de iluggre y generosa sangre Aan duefio solimente su fe entregan, Y conservan la fe que han entregado, ¥ aunque Tarquino intrépido y osado Tarcerla procurd, mi pecho herbico Rechaz6 con desdenes su osadia, Que es mas mi pundonor que su porfia. VALER Tarquino, 0 atento 4 tu decoro, Tan insolente fué? ; Qué dices, Claudia, ? bues-sabiendo mi amor, ; c6mo este aleve Al hijo de Publicola se atreve ? No sabe que mi voz y 4 la de Bruto ‘De Roma laslegiones maviplares ‘Atienden obedientes? ; Duda acaso, Que algun hado contrario le amenaza? A Brato predi Jas estrellas, Sobre Tarquino imperio : ya 1La cindad de tm padre, y aqu Sacrificios solemnes se ofrecian, 1d0 una sierpe eon rabiosos ojos Escamosa, con boca silbadora, ‘Salid desenroseandose de en medio De los sacros altares, ¥ apagados Los misteriosos fuegos, arre! Con furia los espuestos intestinos Que el ministro solicito espiaba, A Febo reverentes y medrosos Consultan, y el oraculo responde : El que ésculo de paz diese primero ‘A su madre, sera este el verdadero Y anico vencedor ; la turba fragil, Crédula, facil y engafosamente Corrié precipitada, y cada uno Did @ su madre de’ paz Osculo santo. Pero de Bruto fueron advertidos Los ocultos misterios no entendidos ; Porque de las cautelas y asechanzas Del soberbio Tarquino se librase, A tierra se arrojé disimulado, Y 4 la madre comun bes amoroso, Delo cual se mosted Febo servido, LUCRECIA. Y si Tarquiuo injusto no ba entendido aun tiene Roma espiritus romanos Ta'ver primera que agraviae teste, Eas ras, los enojos de Valeri. , Seri bien que el tirano esperimente. ‘CLAUDIA. A Lucrecia, Valerio, he divisad No me serd'placer que aqui te vea ; 4 Volveremos & vernos VALENIO. Luego, Cla Primero que al ejérelto mo archon” CLAUDIA, ‘Guirdete el cielo. vauieno, El cielo te prospere. ESCENA mI. CLAUDIA, LUCRECIA. tamerte tags 0m ‘suerte de mi ke + Ya no pretend alivio a foncialoee* cLaubu, Ahora te oig causa hes ye Concedié vert eposee ucmectA, Sts 3 4 itctoda ioe drones te ben aldot ‘Aun si ha sido ilusion estoy dudando, Yilego & imaginar que noe be visto, CLAUDIA. No volveré al ejército sin verte. vcREct + Lo que quisiere haga de mi la suerte. ESCENA Iv. ~ TARQUINO, CLAUDIA. Claud, sitaber vedo verte ‘Abandonadas las romayes buostes,” Merece algun favor, solo deseo » Que seguir 4 Lucrecia me permitas; "Ala patria y & mi decitla importa... cui. Mientras no eats dlant Coativo, a wuerecla Ba vdio sollte que te essecho? TARQDUINO. Lucrecia me conoce, y yo bien puedo... cuavora. No puedes, porque & nadie es permitido... ‘TARQUNG. ‘A mi me es permitido entrar... cuAtDIA. Te engaias, tARguINo. Donde Lucrecia esté. | ESCENA V. FULVIA, TARQUINO. ous. No se permite, ‘Tarquino, que ningun amante mio Tobie dein ates y mi desire, Yer otra dama en mi presencia intente, Mientras no se conflese fementido, TARQUINO. Fulvia, si para amarla bubiera sido Mi pretension, 4 tl te agraviaria;, 407 108, OBRAS DE MORATIN (0. ricotas). Pero como intereses de la patria ‘A tal solicited me compelian, No juzgué que tu edlera escitasen De la causa comun las pretensiones. ruin. jAb Tarquino! Si piensas que yo ignoro « be tu ingrata cautela el doble trato, Por mas que disinvule con recato Indicios que ya Negan 4 evidencias, Comprobados con largas esperiencias, Te engafias, porque ya tus procederes No puc estar mas tiempo ocultos A quien de averiguarlos se 5 ‘Tangumo. © Falvia, para mi tan nueva es esa Espresion, que no 6 qué responderte. ‘oLaUDIA. Con tu maldad delante tiemblas verte. TARQUINO, Qué maldad ? Pues ; en qué yote he ofendido? vom. Eso preguntas? Dime: ;4 qué has vendo fetedmpo ala ciudad? © ‘argon. A verte solo. Foun. 4A verme solo? Dame algun seguio. Tanguryo, Lo juro por los dioses. roma. , iAb, perjuro! ;,Asi para que apoyen tus engatios kites as teetlsimas deldades? TARQUINO, Crédito ellas me dan, ti me le niegas; Dudo cémo poder satisfacerte. roma, Si libre de mis zelor quieres verte, ‘Campteme una palabra que bas de darm ‘TARQUITO, A todo cuanto quieras obligarme Para salisfacerte, ‘Ro rebuso. rom. Pues supuesto 4 Roma solamente Por verine, comp dices, has venido, 'Y ya verme por fin has conseguido, Y aca no te condujo mas intento, Qos ruclas al eléfito a momedto jo que mi recelo y mi amor pide. TaRgUino, No sé por qué pretendes apartarme De tus *aivinos os Falvie mia, PULA. Por solo acreditar tu alevosia. ‘TARQUIXO. Elirme lo sera. Foun. No has de engatiarme Gon aleve ficcion ; nada te escucho, Porque si ver no esperas otra dama ‘Mas que la que ta afecto dices ama, ‘Al campo tornaris , sia darme plazos , Para venir mas digno de mis brazos; ‘Mas si en Roma te quedas esta noche , ‘Ta logrards el fin 4 que has venido, Persuadiris (a amor, que yo no creo, A la Infellz. que digas que es tu amada Pero yo deseogatiads. ESCENA Vi. COLATINO, TARQUINO. COLATINO. Tarquino , ;qué motivo ba ocasionado redesempares, ta mi compabia? ekstibate tan mal i ami eu Roma {0 te avergienzas de que Gaijo de ai rey conmigo vest, Pues note avergonzaste en Ia plea {Anogue el decirlo no me es decoroso ) tir 4 mi lado en el fogoso Y aventurado aprieto del combate. Alli no te eché menos , y aqui al punto Que tuviste ocasion de mi te apartas Ipnorindolo yo, que.te guiaba ; ‘después que por Roma te he buscado En vano, de tu vida cuidadoso , Debajo de mis teghos te he encontrado ; Para venir 4 honrarlos no imagino e de mi cautelarte necesites , Jono sé tu accion 4 qué atribuya, TARQUINO. Solo 4 malicia y vil presuncion tuya, Porque yo no discurro que un acaso’ ‘Anadie dcasionar pueda sospechas. couarino. gPues qué acaso infeliz te ha sucedido? Tanguino, Solamente el habérteme perdido , 'Y aunque por la ciudad yo te he buseado, No me ba sido posible haberte ballado , Yinete a buscar donde pensaba Que era preciso que acudir debieses. coLanino. ‘Tarquino , ello seré. como quisieses , Y pues que satisfechos ya nos vemos, Yalvernas al efereto podemos.” ‘tangumo, Yolramonos; mas ,qué ocasian & Bruto ‘Tambien le pudo & Roma haber traido ? ESCENA VII. BRUTO, TARQUINO, COLATINO. BaUTO. El amor de Ia patria, que perdido . Miro en vosotros. | Ob desgracia muestra! Y job desgracla de Roma!'; Que sus hijos , A quien ella juzgd por los mas fijos ‘Apoyos de su firme consistencia, ‘Asi a desamparen'! {Caal argoncia, ‘Tan grande os arrasir6 del campo i Roma? i Ss Cate 70 iode ice fa Joe tasdcosos ogrtvones® ie ‘desamparais los escuadrones , @ de la patria el nombre soberano latan por los términos de Esperia , Indémitas naciones dometiando? No es esta Roma, no: Roma es aquelta ; No es tanto Roma el suntoeso De edificios soberblos adormado , Cuyas campidias fertiliza el Tibre, Como aquel noble ejéreito famoso Formac de ss hijos escogidos e el nombre augusto inion romana jenen, 4 mori aperctbidos. All asistie debeia, alli el honroso Karel se adquire ,y no en el perexoso smo,conyugal , ‘jue aunque no obsceno , Con licitos placeres afemina 4No advertis por veotura la ‘A que sin capitau estin espuestas Las buestes que dejais desaroparadas ¥ Por qué adalld jusgats serin mandades , Si el atento enemigo las embiste De vuestea sinrozon aprovechado * No ast, noasf el gran Romulo olvidatlo Vivid de su deber; al crudo hielo Las noches del invierno riguroso Con la sabina lanza sufrié armado. De tal modo a la escelsa monarquia, gre al mando rendira , did fandamento; no dura en vosotros tal intento. i is por ventura, que los hados A Roma seddlaron por cabeza. Del universo, cuaudo fué una hallada Donde boy erguido se alza el Capitolio? ¥ no a vosotros el romano solio Debera su esplendor , ni sois romanos , Ni sois..... couartto. Romanos somos no la afrenta Sin limite ba de ser. ;Qu6! Brato, ; intenta Con tanto vilipendio to osadla Deslastrar la Robleza y sangre mia, Roto de la amistad el undo santo? avr. Mucho quiero decir ; pero no tanto. ‘TANQDINO. Bruto,, 4 mi tu oracion nome comprende , Pues to de mi pensar el tuso dista ; Querno bare dal eereitoTargaino, Niescusa batallas Colatino. acto. aPues en qué os deteneis ? ' ‘Tangumno. ‘No de Lucrecia ‘menos airoso Magar Ia cortesia. CoLATINO. tan urgente no querria oe fueses tan Hento ved despedirme ‘eltiempo he de gastar que 4 Roma debo : Armontar & caballo voy alpunto. Vase.) . ‘Tanguino. Es iobumanidad, Me quisiera Qoe'h Jo que da macro. 08, eran romano! jBlijo fel de tu patria! El soberano tre padve debs oces celestial Te dé los triunfos al deseo iguales ,"_ Pues nos bas con tu ejemplo. ya ensefiado, Que aunque reine en el pecho enamorado De la hermosa consorte regalada Eltierno afecto, dulce y verdadero, El amor de la patria es lo primero. ‘TARQUINO. Fuerza es seguir ; mas no , Ni temo que se frusiren mis jutentos , Pues sa ausencia y mi engatio me aségura Conseguir de Lucrecia la hermosura. ACTO TERCERO. ESCENA PRIMERA. MEVIO, FULVIA. xEt10. No asi debe un afecto despreciarse ‘Tan noble , Fulvia ingrata , como el m0; Ya llega a'ser desprecio tu destio Indigno de mi sangre y mi persona, - ULNA. ‘Mal con esto tif mérito se abona , Pues no debieras ser tan atrevido , Que al hijo de tu rey, que te ha ascer ‘Ala altura que tanto te envanece, Habieses de aspirar competirio Eo la eleccion despética del gusto : aParécete , que acaso sera justo , (Vase,) 10 desconfio , ‘LUCRECIA. 100 ge ensefiada 4 eseuchar quejas reales, as bajas de un vasallo desiguales Benignamente admitan mis oidos? Si Tarquino tu esceso no ignorara, ‘Tan opuesto 4 su amor y a su designio, Aunque tt en su privanza te confias , Despojo 4s su colera serias ; 4Y aun 4 decir te arrojas que me quieres? xEM0, {Oh loca ceguedad de las mujeres! {Que siempre al verdadero y fino amante, Gual yo lo soy, menospreciais Ingratas , Y estimais al que falso y halagitcfio Solo alega por mérito ef engai Pues que, el mal que amenaza tan estraiio A Roma, 6 Fulvia , ;no llegé 4 tu oido? ‘A mi suspiro solo es prohibido Que pretenda llegar & tus orejas? rom, En grande confuson, Mevio, me dejas:* Qué mal est 4 la patria amenazando? xenio. No imagino posible que 10 ignores, ‘Aunque ba poco que el mal tavo principio. ‘Tarquino ciegamente enamorado, La patria, el riesgo, y cielo despreciado,. La beldad de Luerecia solicita Con barbara intencion y atrevimlento. Algan insulto rapido y violento Weris en deshonor de su hermosura sntonces quedaras; Falvia, segura De mi verdad su ficcion aleve. Y nunca mi lealtad la publicara, Si el injusto arrancarte go intentara Del pecho donde sabe que ti vives. Por Luerecia esti en Roma : bien conozco Que ta de mi verdad estas dudando; ‘Mas lograré te desengafies, cuando Llore afrentada su rigor Lucrecia, Y sera tanta infamia abono mio; ¥ de Tarquino en las maldades fio, Que abogarin por mi, pues la esperiencia Te empenard 4 estimarme, cuando injusto Logre Tarquino el vil intento fiero, Juzgindome ya ti por verdadero. ESCENA I. CLAUDIA, FULYIA. cuavpia, En qué el tiempo diviertes, Fulvia amiga ? FOLIA. ‘Ay, Claudia, yo no sé lo que te diga, Nise que me sucede, CLACDIA. Di, no temas. FULYIA. Ese Tarquino, ese Tarquino aleve, ¢ aun contra el cielo intrépido se atreve, Con engafiarme, Claudia, no contento, Aestremo lego ya su atrevimiento, Que ni aun seguro de él esta el recato Y honor de la hermosisima Lucrecia. La infamia aborrecible que pretende, Jo pensarla, a mi discurso ofende : Tan grande es su malicia detestable! ; Mevio su indigno confidente, ‘A mi atrevido, al priticipe es ingrato, Y obligarme pens0 con sus traicione: Mira si algun remedio, Claudia, Porque no ast la patria escandalice. CLAUDIA. Mi oracion fué pronéstico infelice. FOLMIA. Apenas te apartastes de Le wl ya por mi mal ve lon Porque ver a Lucrecia pretendiendo, es, do, 10 OBRAS DE MORATIN (p. micouss). Incumbencias polices fingia; ‘Mas no pudo cheubrir la pasion ciega De sus viles y barbaros antojos, Y aunque ¢1 se afecto ajeno de la culpa, Fuego ealaban los impurs ojos, Y luego solicjta que yo crea, Persuadiendo con labio fementido, Que solo del ejército ba venido Por verme 4 Roma. cuavbiA. Con el mismo engaiio Pens6 mirar templada mi repulsa, Y no le sucedié como pe 3 ‘Su error manifestar determinab: Yo Lucrecia; mas helo suspendido, Mirandola anegada en tierno flauto Por ia ausencia velor do Colatioa: pues que en Roma no esta ya Por diligencia audaz del noble Bruto, No ocultaré estas cosas 4 Valerio, A Valtrio , que espero prontamente, Primero que al ejército se ausente, Y dé cuerdo remedio & tantos males. MEVIO (scechando), ¥ pices. aero. ‘Aun no la casa esti con el sllenclo necesito yo; mas ya parece dejan libre el campo. roma. Esté blen, Clandia, ‘Vamos pronto, que & todo me resuelvo. ESCENA Iv. MEVIO, y después TARQUINO, ESPURIO. arvio. ‘Ya bien puedes entrar. ‘TaRQUINO, ‘Temblando vengo, Y no es de miedo, Mevio, te aseguro, Pues no temiera el asaltar el muro De borribles enemigos coronado; Pero esto de atreverme 4 quien adoro, Yno poder vencerla sin injuria, Y morir clertamente, si no venzo, Es hazaia temible, no Me avergiienzo, Me avergiienzo, seiior, de callar tanto; ‘Ayude 8 mi razon mi triste llanto, Por si puede ablandar tu pertinacia, jAun no te has convencido? ;Aun imaginas , 1¢ Espurio te engaiid con su consejo? lo desprecies el tlel de un cauto viejo, foe desde us niduces ic ha educado, , vuelve por ti. Mira, Tarquino, siempre asiste al principe divino Seat Aspira, aspira 4 distinguirte herdico De la plebe comun, baja € lofame : Ella de sus pasiones arrastrada, - Sin ser 4 resistirlas poderosa Precipitar se deja en ciego 2 abismo; No ha de le al lo mismo ei vombre if del ebati ralgo. io te horroriza la maldad horrible ce Ententan ree reams fenclén propio, te acredit Justamente de invicto y soberano, Digna bazaBa de un principe romano. TaRgorNo. Espario, si no quieres ver perdida Lavatencion que 4 tus canas tee debe, Desiste de la plitica emprendida, asronio, INI yo debo callar, ni ta debieras No escucharla, Tarquino, ‘TARQUTNO. No fe mas ya no respete ‘Ta anclanidad tan lena’ de imprudescia, xsromo. Ese serd tu mal, que yo te deje Entregado 4 un infame lisonjero, e finda su interés en tu ruina. perdicion, Tarquino, se avecina, - Pues no puede venirle mayor dao A.un principe, que ver que se retiran ‘Los que la verdad justa le aconsejao, Y que en poder de aduladores falsos Entregado 4 sus masimas le dejan. ‘Ya te abandono, ya; mas, 6 infelice, Qué males mi recelo te predice! io olvidard, no olvidara el ¢: Debido 4 tu insolencia el alto cielo; El cuidara de sostener indemne La liberiad y la opinion romana, Destrayendo tu cblera tirana. ESCENA Vv. TARQUINO, MEVIO. ‘TARQOINO. No 86 e6mo ha sufrido mi paciencia ‘Tan obstiaada y barbara impradencia. x0, No es digno de escitar tu real eno} Un trem decrepto, demontey Que apoya su razon soto en sus 208 ; Y asi, dime, sefior, ;por cuan estraios Modos dejaite 4 Brito y Colatino? Tanqurxo. Al comenzamos el camin: Ghando fingida rapida carrera,” Mostrando desear que mi persona Me see deel yvlttedo at panto fe alejé de ellos, y volviendo al Ta riendaal ‘elogisimo caballo. Aq! Hegué por senda desusada. Po ran seguidy, y én Ardea ensaran encontrarme, ¥ presuros Viendo que alll no estoy, daran la vuelta Acé sin duda alguna sospechosos ; ‘Mas ; qué aprovechara su diligencia Contra mi pertinaz atrevimieuto? Pues no espero que Apolo me salude el oriente esperanzado amante, ie mire ( de fyb tardanta ) fuelta en si lulce mie: 3 Y asi, Mevio, Prevente @ todo Hesgo,, ientras a mi lado esté mi espada, el no me faltes de ml lado, 1 que temer:; ya tengo aca ideado El éxito feliz, que cierto espero, ve tanto piensa ta los galardones e pretendes ver recompensada Talealiad, 0, Si Fulvia mi adorada Fuese mia, seior, nada mas quiero. ‘Tangotno, Sa gusto 6 mi poder lo facillta. xem. Objeto de ta amor yo ta juzgaba. ‘Tanguino. No era & ella, era 4 Lucrecia 4 quien buscabs. xBMo. Bes slendo asl, no tenias descabrirte, . Sefior, que emprenderé alev [La maidad mis horreada por servirie.” ‘TARQUINO. Retirate, que ruido alli he sentido, LUCRECIA. ESCENA Vi. VALERIO ¥ CLAUDIA, -cada cual por ew Puerta, y dichos se retiran. cumbia. ‘Valerio? yaurnio. Claudia? agino. Escucha aqui escondido. cuawon. ‘Temi que no vinieses, por to mismo, sree et e ‘mal ; ti solo puedes, Jantaddo tas parciales, atajarlo, Defendiendo, el bonor de las ronetee oe ‘Tarquino el ingolente...mas ; esesto? ‘Salmo ruido.) vaLemo. aquién es eF loco temeratio, fs Sf seauers entrar ‘TARQUINO, ‘Yo soy, Valerio, vALERIO. Pues th en este paraje recatado, iQue pretendes, Tarquinot ,A qué has veoido? ‘rangurno. No este de mi totets tt encargado, Para tomarme as! la residencia, [Nies facil te conslenta esa licencia Quien en Roma te encuentra delincuente. ° Asi tas eseuadrones desamparas, {Roma vienes eon noctarna fo ‘YALERIO, No finporta que prevenga tn malicia Lo que cocuchar aebieras eon justicia De mi boca en oprobio de tu infamia. 4008? Son acaso aqui tas pabellones? TaRQUDNO. Yo para estar aqui tengo razones. vaLent0, $1 fmaginas que ignar ol il motio, Tecogatan: e6 mia, y quien quisiere “I” quaup. Suspended, romanos, Las iras, que hacen falta al enemigo, No quiera el cielo bacerme 4 mi testigo De una desgracia; & Triciptino al punto Woy’ llamas: que no puiese, clos, A Valerio avisar fo que iotentaba! 'Y la intencion de Sesto ha equivocado. YALERIO. Gedo, no & tu valor, sino al sagrado Que de mi ciega célera te indulta ; ‘Mas no cuentes desde hoy seguridades, Pues mientras de tus viles procedcres La nobleza romana esté ofendida , No faltaran peligros 4 tu vida. ESCENA VII. TARQUINO , TRICIPTINO. Pues, ,edmo agai volvistes , 6 Ea hora tan del todo intempes No estraties mi venida, Triciptioo, ‘Pues no me vale menos que la vida, Biscurro que los dioses ban guardado. ‘TRICTPTING. cirTixo, in, TARQUIXO, Que para bien comun de nuestra patria Pues, ;eual el daiio fué que has evitado? att TaRgUINO. Adelante 4 Erato y Colating, ime pot yerro del camino, ‘Yen fa red eogatosa y enemiga De contrarias partidas avanzadas Cat; anhelaron por prenderme osadas , Y 4 precio de no pocas de sus vidas Admiraron herdica mi defensa. Libres siguieron Colatino y Brato, Porque en prenderme todos obstinados, No culdaron de mas ; bati los lados Al caballo de ‘Tracia’ 4 Roma llego, Y a tu amparo doméstico me entrego Mientras la oscura noche ofasca al mundo, ‘TRIGIPTINO.. Las gracias rindo al cielo y dioses santos, ue para nuestro Ben, libre de tantos igros mi casa te han traido Y aun 4 tu riesgo estoy agradecido , Pues me hara en los anales memorable, Por los muy honorlficos blasones, consiguié el anciano Triciptino, ospedaje al hijo de Tarquing, ’ ESCENA VIII. ‘TARQUINO, TRICIPTINO , LUCRECIA. TARQUINO, Mi diestra con ta tuya amablemente Junto por tal favor. ;Lucrecia hermosa! TRICIPTINO. Hija, Roma le encarga 4 in desvelo, Le cides 4 supriacipe Tarquino» Como & tu mismo esposo Colating.” (Vase.) LoceEcus, Deudora seté siempre 4 mi fortuna Portal honor de mi no merecid0 Y ser 4 milinaje herdico timbre, Que en sus ares Lucrecia la romdna ‘Tarquino hosped6 con fe sencilla; Ven, sefior, 4 ocupar sin susto ajeno La estancia’é tu reposo destinada. TARQUINO. Vene/, venci, mi astucia estd lograda. ‘Vamos, sefiora, trémulo te sigo, {Tanto respeto en mi tu vista causa! ¥ no olvides que dijo el padre anciano, Discreta y hermosisima Lucrecia, ue atiendas 4 tu principe Tarquino, Sooo fis palpi ont ag ACTO CUARTO. ESCENA PRIMERA. LUGRECIA,, CLAUDIA con ius. cnc, Ya esta toda la case recogida, Y iStquino mi buesped albergado ‘Segun le corresponde , ya entregado ‘Al suetio habra su fatigado cuerpo, Y asl ve, Claudia, y goza del repose Con que brinda Ia noche 4 los mortales. cuavbLA. A obedecerte voy ; mas mis leales ‘Afectos advertirte procuraban. LUCRECIA. No da lugar mi pena por ahora MondaSetay Gud” CLAUDIA. Voy, sefiora. e OBRAS DE MORATIN (p. micous). ESCENA I. LUCRECIA , TARQUINO. TARQUINO. Gracias , sefiora , que tan buena suerte El cielo'le concede & mi destiao. UCRECIA. Qué es esto! jes ilusion!’; Como, Tarquin, Estis 4 tales horas desvelado? ram ‘Tanguino. Nunea sosiega un pecho enamorado. ‘WocnEctA. é me dices? Ignoro tu designio. Bea tu techo dopnido te fuses, TARQUINO, jb Lucrecia! ; es posible que te hablaba {ai corazon con tan oculta frase. . e bo me has entendido? ,qué? aun mis ojos ‘o publicaron bien su sentimiento gat is tan libre el triste pensamiento be Tarquino infeliz , que al sueio blando Se pudiera rendir? Lucrecia, ycuindo ‘Viste tal dicha en desgraciado amante? wearcia. Permite que me admire 6 que me espante De tan ‘oneva Faron ; {nO ha traldo ‘A Roma una desgracia?: TARQUINO. Fué fingido . Loque 4 tupadre dije, 4 tte atajo Con ‘una desgracia quien me trajo, Desglacia due penarde el sins Hor LucnectA. Pues, ; qué desgracia hasido? TangUINO. . Amor, sefiora; Mirad si babrA desdicha que le iguale. uoncia. Vudlvete & +7 en miconfla, Sefior, que cuanto eats de parve mia Intercederé flel por complacerte. TARQUINO. Lucrecia, no es posibte obedecerte. Qué, jaun no me has entendido? women ‘a comprend Lo que ello puede ser : alguna dama ? En tu pecbo encendié de amor la llama, ‘ranguino, ‘Tan voraz, que 4 morir me precipita, LocnEciA. AY por ventura en esta casa habita? TangUINo. Habita, y yo por verla solamente Estoy de mis ejércitos ausente, Y no volveré & ver los escuadrones Sin evar de su amor prenda segura. LoCRECIA. Seftor, ve & reengerte, que te j Mite por sore Ci virte en lo que pueda. Ya imagi Ta dama que sera. eee Tangctxo. Pe tens (Que el alma me rob” mB Locarcia. Folvia tw amada Tangerso. (AY misero@e mi! j que asi engafiada Vives, setora a costa de mi afecto! ;Yo 4 Fulvia be de querer? Mas altamenle rensa mi regio corazon valiente. tuenecia. Pues slendo 4 Claudia hermosa, no desmayes, ‘Que no ba de ser iograta & su fortuna. ‘TARQUINO. ‘Té me barlas flerisima ; ninguna De ellas compite 4 la beldad que adoro. . ‘ucRecia. Confusa estoy ; qué te responda igaoro, Pues no siendo 4 cualquiera, he discurrido hhabris alguna dama ta escondido 0 m{ casa; pues 00, Do desconfles, (Que yo fa ampararé, TaRgoInO. Tantat pledades Las necesito yo: jsantas deidades: ‘uién se vié nunca en paso tan horvible ? wncrecia discretisima , 2s posible Que mi turbado aliento, mi flel Into, Mi alterado semblante,, ni vor ftaca, Mi trémulo mover, mi'cobardia, ‘Mas no te ban dicho que lo que Mi lengua ponderar? j Ab! ;qué ignorantes Sols, cuando os tlene cuenta, las mujeres! 'No'te oblig6, sefiora , mi Ko tacerme penar? j Quieres que acaso Desmerezca mi lengua de atrevida Lo que el alma merece por rendida ? * Locneta, Tarquino , ve ase e aun La causa do ta als af ‘Admitird 4 mi instaneia ta bimeneo (Temblando estoy) ; di , que servir deseo Al hijo de mi rey. anqoino. Si yo te digo La dama & quien adoro , tus rigores Se templarin conmigo? ‘wucrecia. Santos cielos! Qué me querri decir? Dime, y no temas. TARQUINO, 4 Cumpliris ta palabra? LocREctA. No retardes En descubrir el fuego en que te ardes, ‘TABQDINO. Formara contra mi tu bonor querella Locurcus. Di. Tangurxo. Pues, sefiora, es... LUCRECIA. Quin? TARQUISO, Lucrecia bells. Lecazcts. iAy misera de mt! ; qué horror , Tarquino! i Qué dices? {Ay espasa Colatino! ‘Tangtiso. Qué, sefiora, ; te pesa el que te adore Un corazon real? voeneen. iNo ba de pesarme Delito tan atrox 1"; Como es posible Que th pnedas amarme, ni ye pueda Gorrespondere sin nani herbie’ (0 loca , so imprudente te habré dado Motivo para tanto atrevimiento. TANQEINO. Lucrecia, sabe el cielo cuinto siento Ser causa de tu enojo; mas no puedo Con mi dolor : tu gracia, tu belleza, Rindieron & tus plantas ai Berea. Por u me hice 4 Is patria Yabandoné el ejérdito; no wuelvo ‘Sia que mire cumplida ini esperanza. 4 Por qué dudas amarme? Ut soberano ae gebieraa al sabing 1 a1 Foran 2s tan pequetio triunfo de tu planta? ‘wocnzcis. Tarquino , digna yo de tanta de fortuna tedgo espe, tengo mi amor. TARQUISO. Es infinito Elamor; no 4 uno solo se limita, Lucarcis. No sofistico arguyas : quita, quita, Mira que soy Luctecia y Colsting Bs mi esposo. Nan} Yeo ‘TARQUIXO. Pues: Mostraré mi poder Rinden tu is to el rendimiento’ Foo desprecinnt Procare ds vsleto Faror arrebatado el amor mio; Costarate bien caro tu desvio , Y al impeta y rigor de mi violencia Ioatil bas de ver tu resistencia : Goraré 4 tu Gespecho 41a hermosura, Ynno be de tardar mucho. wcREciA, ‘ pe tal locura, Respéndate mi mi clo. Deja que venga a cha Colatino, Que d dara’ Pago a (u maldad, Tarquino, ESCENA mI. TARQUINO, MEVIO. TaRQUINO. : Primero que él presuma dar el pago, Vera sa 10F, 6 yo tu estrago, MEVIO. ‘No vi constancia igual ; alli escondido Lo escuché todo. Tangurxo, ho

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