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Errores comunes en la innovación

Quienes lideran la innovación enfrentan desafíos formidables. Aunque no hay una fórmula
estándar para el éxito, es posible categorizar los errores más comunes de sus líderes. A
continuación, cuatro de ellos.

1. Confusión sobre el papel del líder


El error más importante —y que puede generar muchos otros— es que los líderes con formación
técnica crean que su papel es innovar en vez de crear el contexto en el cual otros innovan. Las
empresas fomentan este error cuando concentran la innovación en grupos específicos, promueven
sólo a los técnicos más brillantes, esperan que los gerentes distribuyan sus esfuerzos entre tareas
técnicas y de conducción y recompensan los aportes individuales en detrimento de los logros de
liderazgo.

2. Foco demasiado estrecho


Aun cuando los líderes de la innovación reconocen que su trabajo no consiste en hacer una
contribución individual, se equivocan cuando deben manejar las demandas básicas de sus nuevas
funciones.
Al dar instrucciones,por ejemplo, algunos ponen el foco exclusivamente en lo técnico e ignoran
las necesidades de los usuarios y sus expectativas respecto de la funcionalidad, la entrega, la
confiabilidad y el costo.Otros hablan sólo en términos de objetivos y cronogramas, sin crear la
sensación demisión que inspira a quienes lideran.
Los gerentes de proyecto en etapas anteriores de su carrera, a menudo se concentran en dirigir a
los subordinados y resolver los problemas técnicos,olvidándose (o sin darse cuenta) de que su
posición les exige operar en un ambiente más amplio y complejo que abarque las ventas, el
marketing y las finanzas.
No hay ejemplo más conmovedor de la importancia de liderar “hacia arriba” que lo ocurrido en el
Palo Alto Research Center (PARC) en los ’70, donde se produjo gran cantidad de las innovaciones
que
luego se convertirían en el núcleo de la computación personal. Fueron sus científicos quienes
diseñaron la programación orientada a objetos, las redes de computadoras, los menúes “pop-up”,
el procesamiento de palabras “amigable” al usuario, la interfase gráfica, el mouse y los íconos,
entre otras cosas.
Sin embargo, estos científicos no convencieron a los ejecutivos en la casa central corporativa de
que sus invenciones podrían ser éxitos comerciales.
De mala gana lemostraron sus logros a una persona que apreciaba sus capacidades técnicas, su
colega Steve Jobs, de Apple. PARC fue la fuente de inspiración en la creación de la computadora
Macintosh. Según escribió Michael A. Hiltzik en su libro Dealers of Lightning: Xerox PARC and the
Dawn of the ComputerAge (HarperBusiness, 2000), Jobs diría más tarde: “Xerox podría haber
dominado la industria de la computación… podría haber sido la Microsoft de los ’90”. En vez de
eso, Xerox zozobró y tardó años en recuperarse.
3. Mensajes contradictorios
Los líderes que subestiman la importancia simbólica del papel del liderazgo tienden a hacer
declaraciones de valor que no respaldan o transmiten mensajes contradictorios. Cuando esos
valores son puestos a prueba por los subordinados (como inevitablemente sucede) y las acciones
del líder no están en consonancia, se genera cinismo entre los subordinados. Por ejemplo, si el
líder dice que valora la experimentación,el riesgo y el fracaso inteligente pero sólo premia a
quienes obtienen resultados exitosos, el mensaje final es que sólo los resultados importan.
Muchos líderes nuevos, en especial los que tienen formación técnica, subestiman el impacto de
sus actitudes y acciones en los valores de la gente que los rodea. Sin embargo, esos valores,
transmitidos de manera consciente o no, afectan la cultura de la innovación, influyendo en la
predisposición de las personas para asumir riesgos, la importancia percibida del servicio al
cliente, el respeto y la cooperación entre los distintos departamentos y funciones y las actitudes
hacia el desarrollo personal, entre otras cuestiones.

4. La creencia en el “auto-desarrollo”
Algunos líderes creen equivocadamente que la gente talentosa se “auto-desarrolla” y,por ende,
inviertenpoco tiempo o energía en ayudarlos a mejorar y aprender. Las investigaciones
demuestran, más allá de toda duda, que el jefe inmediato tiene un papel central en el
crecimiento de los subordinados. Con frecuencia, el aprendizaje se brinda a través del
coaching.También hay que crear una cultura que lo fomente, es decir, establecer prioridades de
desarrollo del talento que determinen quién recibe ciertas asignaciones,darle
a la gente espacio para tomar sus propias decisiones, brindarle seguridad para la toma de riesgos,
fijar objetivos que los desafíen y facilitarle el acceso a los recursos necesarios. _

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