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Esto dice el Seor: Yo mismo mostrar la santidad de mi nombre excelso, profanado entre las naciones, profanado por ustedes

en medio de ellas, y reconocern que yo soy el Seor, cuando por medio de ustedes les haga ver mi santidad. Los sacar de entre las naciones, los reunir de todos los pases y los llevar a su tierra. Los rociar con agua pura y quedarn purificados; los purificar de todas sus inmundicias e idolatras. Les dar un corazn nuevo y les infundir un espritu nuevo ; arrancar de ustedes el corazn de piedra y les dar un corazn de carne. Les infundir mi espritu y los har vivir segn mis preceptos , y guardar y cumplir mis mandamientos. Habitarn en la tierra que di a sus padres; ustedes sern mi pueblo y yo ser su Dios". 28 Un aspecto que lamento de mi vida anterior fue el haber quebrantado muchas veces mis promesas. Antes de vivir mi proceso de conversin, me resultaba muy fcil y habitual, pedir disculpas y prometer que las casas cambiaran, que todo volvera a la normalidad; sin embargo, casi nunca cumpl lo que ofrec. Ahora s que nuestra condicin humana es dbil, es imperfecta, y que inconscientemente nos mueve un impulso por satisfacer nuestras carencias y nuestros deseos. Este impulso inconsciente se arraiga tanto que llega a gobernar nuestra manera de ser. Por eso es muy comn decir que la historia se vuelve a repetir. Cuando experiment mi rencuentro con Jess, me di cuenta que esta promesa hecha por Dios al Pueblo elegido siempre se ha cumplido. A diferencia nuestra, l siempre cumple lo prometido. Ezequiel 36, 23-

La misericordia de Dios es infinita, no import nada de mi vida anterior, ante su presencia mi corazn fue renovado, purificado, y hoy late con su Espritu.

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