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Ciencias sociales Max Weber La ética protestante yel«espiritu» del capitalismo ‘Traduccién, nota preliminar yglosario de Joaquin Abellan El libro de bolsillo Sociologia Alianza Editorial TITULO ORIGINAL: Die protestantitcbe thik und der que habian de celebrarse.el 19 de enero de 1919. Weber fuepro puesto inicialmente por la direccién del partido para una lista del DDP por el distrito de Frankfurt, de la que fue €x- cluido posteriormente para ocupar otro puesto en la lista de Hessen-Nassau, con muy pocas posibilidades de salir elegi- do, como asf ocurris en efecto. Durante la campania electoral R Joaguine AMELLAN pronuncié varios discursos? sobre temas muy diversos, Habia numeroses eriticas al régimen anterior, especialmente por sus omisiones en la politica exterior. Pero también se mostré con toda claridad contra la revolucién, cuyas realizaciones con: deraba negativas. Si al comienzo habia hecho concesiones a la idea de la socializacién de algunos sectores industriales, des- de enero de 1919 se opuso a todos los experimentos socialistas, Crefa que, con unas industrias nacionalizedas en Alemania, les serfa més facil a los aliados poder echar mano de ellas para cobrarse las indemnizaciones de guerra, y que la socializa- cin de las empresas reduciria el prestigio y la credibilidad de Alemania’, Para la reconstruccién nacional pensaba qué era indispensable la creacién de una repdblica democratica con una direccidn fuerte; estaba a favor de una estructura federal, ena que los estados federados tuvieran una importante par- ticipacidn en los procesos de decisién politica y en la admi- uistracida. Habia también en sus discursos un clerto tono na- cionalista, sobre todo en relaciGn con los territories del Este que Polonia reclamaba, ‘Weber, como ya se ha dicho, no result6 elegido como dipu- tado para la Asamblea Nacional constituyente, aunque su par- tido, el DDB, obtuvo el 18,6 por ciento de los votos. La decep- cidn que produjo a Weber el comportamiento de su partido y su fracaso electoral le levaria finalmente a abandonar la politica, Antes de eso, sin embargo, expuso su vision de la 2. Sobre estos discursos, véase W: J. Mommsen, May Weber und die deutsche Politik 1890-1920, 2.° ec, Tubinga, 1974, 542-543. Weber pronuncié discursos para el DDP en Wiesbaden (5-12-1918), en Ber- lin (20-12-1918), en Heidelberg (2-1-1919), en Karisruhe (4-1-1919) y en Farth (4-1-1919), 3. Wolfgang Mommsen sospecha que la enérgica oposicisn de Weber ala revolucion fue la causa de que finalmente no se realizaran los planes del pre- sidente Friedrich Ebert de nombrar a Weber Secretario de Estado del Inte- rior o de enviarlo como representante diplomstico a Viena (W. Mommsen, ‘Max Weber und die deutsche Politik 1890-1920, Ed, cit., pp. 324y's.). SSTUINO PRELIMISAR 4B politica en las sociedades de masas y sus reflexiones sobre el nuevo tipo de politico profesional que habia surgido en ellas en una famosa conferencia orgenizada por la asociacién libre de estudiantes (Freistudentischer Bund), en Muinich, en ene- rode 1919, En esta conferencia, «La politica como profesisn» «Politik als Beruf, su andlisis académico del concepto de po- Iitica, de los tipos de politico que se han dado a lo largo de la edad moderna y de la peculiar relacin existente entre la po~ Utica y la moral permite entrever también su propia valora- cign de la politica en la Alemania de la época y su propia pa~ sién por la politica, Pero, aunque la politica era su amor se- creto’, Weber se consideraba a s{ mismo antes que nada como un cientifico, consciente delas diferencias que existen entre un politico y un cientifico: «El politico debe y tiene que llevar a cabo compromisos. Pero yo soy por profesién un cientifico [1 El cientifico no puede hacer compromisos y tampoco ovulta las inculerencias»® En la primavera de 1919, a pru- puesta del principe Max von Baden, Max Weber formé parte de la delegacién alemanz que, encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores alemidn, conde Brockdroff-Rantzau, viajé.a Parfs para redactar la respuesta alemana ala propuesta de los vyencedores sobre las reparaciones de guerra, A mediados de junio de 1919 se incorporé z la universidad de Mainich, como sucesor de la cétedra de Economfa que habia ocupado Lujo Brentano, y entre 1919 y 1920 impartid clases sobre «las cate- gorfas mis generales de la ciencia social», sobre historia eco- némica, sobre «teoria general del Estado y politica» y sobre el socialismo, 4. Carta a Mina Tobler, en Max Weber Gesaratausgabe, vol. 1/15, p. 19. 5. Carta a Karl Petersen, de 14 de abril 1920, en W. J. Mommsen, Max Weber: Sociedad, politica e historia trad. cast, Buenos Aires, 1981. p. 208. Lasalida de Weber del partido DDP estuvo ocasionada por la negativa de Weber a pacticipar, en representacién de st partido, en la segunda comi- sién de socializacion formada en 1920, 4 JOAQUIN ABELLAN En junio de 1920 cay6 enfermo de pulmonia y muris el dia 14 de ese mismo mes. 2. Sobre el objeto de investigacién de La ética protestante y el wespiritu» del capitalismo La investigacién que realiza Weber en este libro parte de un hecho constatado estadisticamente en un trabajo de un disci- pulo suyo: que, en un pais con poblacién protestante y catéli- a, los protestantes ocupan un nivel més alto en la direccién de las empresas industriales modernas y en la posesién de ri queza®. A Weber, sin embargo, no s6lo le llama la atencién este hecho de las diferencias patrimoniales entre catdlicos y protestantes -las cuales podrian explicarse por diferencias debidas a los patrimonios recibidos por herencia-, sino tam- bién otros fenémenoe que tienen que ver directamente con una actitud diferente ante la técnica, ante las profesiones in- dustriales, ante la vida burguesa en definitiva. Un ejemplo de esta actitud diferente entre catélicos y protestantes seria el tipo de educacién que unos y otros eligen para sus hijos: mas humanista entre los catélicos y mas técnica entre los protes- tantes. Dentro de este ambito dela relacién entre protestantismo y economia capitalista, sobre la que existian ya algunos estu- dios, Weber precisa con claridad el objetivo de su investiga~ cin, el cual sittia ya la relacién entre protestantismo y capita- lismo fuera de los planteamientos usuales. Estos plantea- mientos usuales solian partir de la afirmacién de que los catélicos se dedican menos que los protestantes a las activida- des mds caracteristicas del mundo moderno por estar imbui- 6. Martin Offerbacher: Konfession und soztale Schichtung. Eine Studie fiber die wirtschaftliche Lage der Katholiken une Protestanten in Rader, ‘Tubingay Leipzig, 1901. ESTURKO) PRELIMINAR 15 dos de un espiritu de alejamiento o distanciamiento del mun- do, mientras que los protestantes, al poseer un espiritu més materialist, mas mundano, estan mas dispuestos para las a tividades econdémicas del mundo moderno. Weber no consi- dera acertada esta equiparacion y piensa que la afinidad in- terna entre protestantismo y capitalismo no hay que buscarla enese supuesto espiritu materialista o antiascético del protes~ tantismo, sino més bien en los caracteres de la propia religio- sidad protestante (de un tipo de protestantisrno al menos), pues sucede que la mayor implicacién de los protestantes en la actividad econémica moderna no s6lo no es resultado de tuna postura antiascética o hedonista, sino consecuencia, en realidad, de una religiosidad més intensa que supone un ma- yor control religioso de la propia vida del hombre. La cues- tidn a explicar entonces es el tipo de relacién existente entre la actividad capitalista moderna y un tipo de religiosidad carac- terizada no ya por tna supuesta actitud mundana, sino preci- samente por todo lo contrario, por un profundo ascetismo. Pero antes de profundizar en el andlisis entre la vida econd- mica capitalista y ese tipo de religiosidad ascético y racional, Weber explica lo que entiende por «espiritw» del capitalismo, cuyo origen histérico se trata de explicar, Para definir este “espiritwy del capitalismo, aunque de manera provisional, pues el concepto definitivo del mismo sdlo podria formular- se, segiin dl, al final de la investigacién, Weber acude a dos textos de Benjamin Franklin, escritos en la primera mitad del siglo xvii, en los que encuentra de manera condensada lo que él entiende por «espiritu» del capitalismo, es decir, por esa nueva mentalidad econémica que se forma en la edad moderna, Weber encuentra en los textos de Franklin la formu- lacién de una ética que considera como un deber moral el ga- nar dinero, prescindiendo de toda consideracién eudemonis- {a, es decir, sin tomar en consideracién ningén interés de tipo individual como la felicidad o el placer del individuo. Ganar dinero se convierte en un fin en si mismo, al que todos los de-

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