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De la violencia física a la violencia simbólica: La

estructura de la ficción y el poder


Francisco Javier Gómez Tarín∗

Hemos avanzado. Desde la lucha por la reno de las revoluciones políticas y la revo-
supervivencia, pasando por el ojo por ojo y lución industrial. La burguesía pasó a deten-
las diversas formas de esclavitud; desde las tar el poder político como fruto de su hege-
guerras santas (alias cruzadas) a las guerras monía económica. La ciencia jugó un papel
rentables; desde las jornadas laborales inin- importantísimo, a través de los avances téc-
terrumpidas y sin descanso, a las 35 horas se- nicos; dio lugar a nuevos inventos pero tam-
manales (en algunos países). . . hemos avan- bién se convirtió a un discurso cada vez más
zado. Y esa es la esencia de nuestra cultura: poderoso: avance científico = progreso; es
Hay una estructura profunda que podemos un discurso en torno a la verdad, a la demos-
resumir en 1) dos estadios: Inicial-Final. Di- tración, al empirismo de la ciencia como po-
cotomía A ♦ Ω; 2) alguna clase de aconteci- sibilidad única. La fe en una mejora, en un
miento trascendental que abre el camino de destino feliz para la humanidad, en el impe-
A ♦ Ω, y 3) la irresistible creencia mesiánica rio de la razón, alumbró todas las manifesta-
de que el punto de llegada será mejor que el ciones sociales y culturales como resultado
de partida. La idea de que un acontecimiento de un hilo previo que provenía de Descar-
trascendental conlleva una mejora incompa- tes, Locke, Hume e incluso Francis Bacon.
rable en el curso de la historia (Jesucristo, La nueva sociedad precisaba de un proceso
Revolución francesa, Revolución soviética, acelerado de divulgación, de una desacrali-
Nuevas tecnologías de la era informática...) zación; se promovió el impulso de la crítica,
Quiere esto decir que la ruptura con el An- la libertad, la tolerancia, el diálogo, la divul-
tiguo Régimen, a la llegada de la Ilustración, gación del saber, se rompió el vínculo divino
no puso en cuestión en ningún momento el y se reivindicó la figura del artista, del genio
mecanismo conceptual de creencia en algo creador. Uno de los grandes lemas del siglo
mejor, en un destino universal (sólo se da una de las luces sería la divulgación del saber y
sustitución de Dios por la Razón, la idea de la cultura más allá de las fronteras del viejo
progreso). En el siglo XVIII se abrió un nu- régimen, en Universidades, museos, revistas.
evo mundo, ya enunciado por el Renacimi- Pero... eran relatos, discursos. La idea de
ento, que a su vez tendría como consecuen- progreso y final feliz de la historia se des-
cia el protagonismo de la burguesía en el ter- morona en nuestro siglo; el sujeto monolí-

tico ya había comenzado a ponerse en duda
Universidad de Valencia
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y sufría humillaciones: su insignificancia en Otros relatos. Otros discursos. Tampoco


el universo, a partir de la astronomía de Co- podemos olvidar que, con la llegada de la
pérnico; su resultado como suma de azares, Modernidad se produce el auge del Ejército
al desvelarse el evolucionismo con Darwin; y los Estados Nacionales, con su monopolio
y, finalmente, su propio desconocimiento, su legal de la violencia. Todo ello conlleva un
pluralidad íntima, descubierta por Freud y el proceso civilizador que asienta en las con-
psicoanálisis. La racionalidad instrumental, ciencias una normativa, una ética o moral,
denunciada por Weber, sojuzga al individuo una forma de entender la vida y las relaci-
y da protagonismo al poder económico; la ones sociales basadas en la autodisciplina y
sociedad es cada día más uniforme, la vio- el autocontrol. Este mecanismo lo resume
lencia ha sido domesticada, la dominación Giddens en cuatro puntos: Capitalismo, In-
del poder sobre el sujeto es anónima e in- dustrialismo, Vigilancia social y Ejército.
troyectada en muchos casos; viejas esperan- El gran logro de la Modernidad fue, en cu-
zas desaparecen, hundidas en el flujo de la alquier caso, la inauguración de un nuevo or-
guerra y el caos social. Recientemente apa- den social; pero, según Charles Taylor, lle-
rece el pensamiento único, la globalización, vaba consigo al menos tres graves enferme-
y la idea de postmodernidad dispuesta a ne- dades: El individualismo, que colocaba al
gar el sujeto desde la perspectiva de otra nar- hombre como ente unitario en el centro del
ración de modelos de vida. universo social; la razón instrumental, que
Michel Foucault habla de un afuera del abogaba por la obtención de los fines por cu-
pensamiento, en un uso metafórico del tér- alquier medio; y el pensamiento exclusivo
mino (parecido al llamado limbo de Kant). de los individuos en el propio interés, lo que
Ese afuera está hecho de nuestra resistencia Taylor denomina despotismo blando.
al poder, cualquier poder, no solo el oficial Algunos pensadores de la Modernidad han
y localizado; la resistencia a pensar que las servido como punto de partida para los teóri-
cosas son como son por necesidad, como si cos del postmodernismo; así ocurre con Ni-
hubiera un universal; por eso reflexiona a tra- etzsche o Heidegger. La duda sobre la razón
vés de su obra en el terreno de la locura, el y la herencia judeo-cristiana del peso onto-
sexo y el poder. Esa resistencia se dará cu- lógico en el seno de la historia (creación, pe-
ando nuestro pensamiento se resista (valga la cado, redención y salvación), se constituye
redundancia) a pensar que las cosas son por- en núcleo de esta nueva corriente de pensa-
que sí, necesariamente, y que los valores son miento. Daniel Bell habló de postindustria-
inamovibles. Todo lo que hay y sus funci- lismo y anunció que se estaba formando un
ones, relaciones de todo tipo, han tenido un tipo nuevo de sociedad en la que la primacía
umbral histórico, incluso valores como la li- correspondía a la élite financiera y de ser-
bertad o la igualdad; y esto lleva a pensar que vicios. Era la sociedad de la información.
nada es necesario porque sí y en consecuen- En esta nueva sociedad los sistemas de pro-
cia puede ser cambiado. Si todo ha tenido ducción han cambiado; el capital y el trabajo
su origen histórico, puede haber otro punto se desarrollan mediante conocimientos teóri-
histórico en que se cambie. cos específicos que se apoyan en nuevas tec-
nologías; hay una sensación de distribución

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más equitativa de los beneficios, pese al de- tos vuelve cada vez menos concebible la idea
sempleo y las desigualdades geográficas; la de una realidad. Así, la realidad pasa a ser
educación está dirigida hacia la mayor efi- plural, objetable; es el resultado del cruce
cacia del sistema social, hacia el logro de - o contaminación - de las múltiples imáge-
la especialización de los individuos. Junto nes, interpretaciones y reconstrucciones que
a todo lo anterior, nos hallamos en un mo- compiten entre sí, sin coordinación central,
mento de comunicación generalizada en el y que distribuyen los media. La pérdida de
que la extensión de las relaciones en el ti- sentido de la realidad quizás no sea, a fin de
empo y en el espacio se convierten en ilimi- cuentas, una gran pérdida. Fish lo formula
tadas; la tecnología ha permitido establecer indicando que se trata de regresar a una idea
medios de control electrónicos y que el cono- de la Verdad no monolítica, ya presente en
cimiento legitimado por los ordenadores sea los sofistas griegos, que sea el resultado de
tenido como real. Hemos llegado a una cul- un consenso, un acuerdo entre iguales que
tura del consumo en la que todo está mercan- permita fijar los mecanismos de interacción
tilizado, se producen necesidades y deseos; social. Incide en estos aspectos la nueva con-
el bagaje cultural y estético de la llamada cepción de la Retórica teorizada por Perel-
postmodernidad se opone al anterior econó- man, que insiste en la idea de la duda, en el
mico y funcional, todo tipo de producto está cuestionamiento permanente de la realidad.
sometido al mercado. La desindustrializa- Foucault pretende denunciar la naturaleza
ción de las ciudades las convierte en centros disciplinaria de la sociedad actual, tomando
de consumo. como fórmula general la prisión. De alguna
Según Baudrillard la postmodernidad se forma, la propia estructura social genera sus
separa de la modernidad cuando la produc- métodos de vigilancia y castigo en las distin-
ción de la demanda - de consumidores - devi- tas facetas de la vida humana, construyendo
ene esencial. Se habla de Los Angeles como enclaustramientos capaces de dirigir y perfi-
la primera ciudad postmoderna; el consu- lar el devenir vital del individuo, limitando
mismo no conoce límites, siendo capaz de sus posibilidades de elección y diseñando un
convertir cualquier cosa en un artículo de estatuto ético ante el cual toda desviación sea
consumo, incluso el significado, la verdad y punible; de esta forma el pensamiento indi-
el conocimiento; todo es fragmentario, hete- vidual es perfilado en el seno de la familia, la
rogéneo, disperso y plural, sujeto siempre a escuela, el ejército y el mundo del trabajo, y
las opciones de los consumidores. Esta frag- las desviaciones son castigadas con el refor-
mentación pone a prueba las concepciones matorio, el manicomio o la prisión (panóp-
de la verdad. Si es el consumo el que mueve tico). El individuo está pues condicionado
los engranajes; la coerción ya no es necesa- por el poder, atrapado en una telaraña de la
ria, el instrumento de control e integración que no puede escapar. Ya desde la antigüe-
social ha pasado a ser la seducción. dad, el “conócete a ti mismo” desplazó en su
La sociedad de los mass-media es una so- transmisión a través del pensamiento cristi-
ciedad transparente. Para Vattimo la intensi- ano al “cuida de ti mismo” original, donde
ficación de las posibilidades de información era una consecuencia lógica de éste. Medi-
sobre la realidad en sus más diversos aspec- ante un mecanismo similar, la confesión y la

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penitencia consiguen interiorizar en el indi- tir de relatos, de representaciones simbóli-


viduo la creencia a ciegas en una verdad ab- cas, generadas por las estructuras del poder.
soluta, el sentido del deber y la disciplina; El proceso actual de homogeneización, que
para el pensamiento cristiano no basta creer pretende hacer del género humano un ejér-
sino que es necesario demostrar que se cree cito de clones, que canta alabanzas hacia el
y aceptar institucionalmente la autoridad. fin de la historia y las ideologías, suprime ra-
El lazo que une la racionalización y el dicalmente la característica esencial del ser
abuso de poder es evidente. La existencia humano: la reivindicación de la duda, que
del poder se basa sencillamente en el rechazo es tanto como decir el libre ejercicio de su
hacia él; no puede haber poder allá donde no pensamiento. Puesto que nuestras convicci-
es rechazado, el poder necesita ejercer su au- ones son un constructo, no podemos dar vali-
toridad, necesita sojuzgar y someter al indi- dez irredenta a ninguna de nuestras premisas
viduo, y esto es una forma de racionalidad (creencias), por fuertes que sean. Durante si-
más que violencia instrumental. En esencia, glos se ha ejercido desde el poder (no nece-
el poder es una ficción. sariamente del Estado, aunque también) una
Por su parte, Baudrillard opone a la idea violencia sin límites, infinita, sobre el ser hu-
de poder de Foucault la de seducción, la de mano (aunque se le haya llamado ciudadano
deseo. La seducción es más fuerte que el po- y etiquetado con la hermosa, pero efímera,
der, por ser reversible y finita; detrás del po- marca de la libertad); los procesos de de-
der hay vacío e impresión de realidad. Vi- sacralización y expansión del conocimiento
vimos en un mundo de simulacros donde la han sido herramientas del sistema para ha-
lucha contra el poder sólo puede tener como cer rentable a sí mismo cada proceso histó-
objetivo desvelarlo como simulacro medi- rico (ahí tenemos el claro ejemplo de la soci-
ante el desafío a que sea ejercido total e irre- edad de bienestar occidental, ahora en franca
versiblemente, sin escrúpulos y con una vi- decadencia a partir de la caída de la Unión
olencia sin límites (lo que implica la muerte Soviética y el socialismo: a falta de modelo
de los dominados); sólo entonces comenza- contrapuesto, ya no es necesario ese bienes-
ría su desintegración. El poder no existe, tar, que solo se puede conservar mediante
ni la realidad tampoco. Las imágenes, los duras luchas reivindicativas cada día y sin
simulacros, en los medios de comunicación descuidar la guardia).
(esencialmente la televisión), se han conver- El discurso del sistema, hoy en día, in-
tido en realidad, ha desaparecido cualquier tenta imponer sus concepciones a través de la
distinción entre la realidad y el simulacro comunicación masiva difundiendo modelos
mostrado por los medios; así, la televisión para la creación de un imaginario colectivo
es el mundo. De esta forma, habla de hiper- basado en la individualidad, el machismo, la
realidad = hipersimulacro. privacidad, el nacionalismo, la competitivi-
Relatos. Discursos. Una nueva perspec- dad, un determinado estilo de vida que hace
tiva ante la historia (historia vs Historia), en uso de la violencia como medio, el racismo,
que coincidimos plenamente con Paul Rico- etc. En términos de Chomsky / Herman: el
eur, en cuanto el hombre construye sus iden- propósito social de los medios de comunica-
tificaciones, se reconoce a sí mismo, a par- ción es el de inculcar y defender el orden del

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día económico, social y político de los gru- forma de vida, ese imaginario colectivo (ya
pos privilegiados. La puesta en marcha de individualizado). Es decir, pasamos de la vi-
una industria del entretenimiento y el pro- sión de Orwell a la visión de Huxley, en la
ceso de espectacularización es una consecu- que el ciudadano desearía su estado.
encia lógica del mecanismo de regeneración Reflexionando sobre Freud, escribe Terry
del sistema. Eagleton: Una vez que el poder se ha ins-
Althusser hablaba acertadamente del apa- crito en la forma misma de nuestra subjeti-
rato ideológico de Estado y ya desvelaba que vidad, cualquier insurrección contra él pa-
su actuación permeabilizaba las capas socia- recería suponer una auto transgresión. Si
les. Con el instrumental mediático a su ser- bien Eagleton ve en estas indicaciones una
vicio, la reproducción de las concepciones y inspiración idealista que conecta con la posi-
modos de vida se convierten en un hecho a ción de Gramsci sobre la cultura y visión del
escala planetaria y a un ritmo acelerado: es mundo y las relaciones de poder, nosotros
la violencia simbólica. Puede aceptarse que proponemos un giro de 180o a la expresión
esa violencia simbólica no provoca muertes, de Freud en torno a la sublimación: Si la cul-
pero difícilmente se podrá negar que sí escla- tura dominante (como imaginario colectivo)
viza cerebros (procesos difícilmente desliga- se inscribe en nuestra subjetividad (es subli-
bles del concepto de muerte). Para Antonio mada) no se producirá ninguna transgresión,
Méndez la asimetría es la caracterización de porque la norma, lo establecido, lo política-
las nuevas estructuras sociales; una asime- mente correcto, estará en relación directa con
tría creciente que aleja cada vez más a gran- esa visión de mundo.
des capas de la población de los beneficios El enmascaramiento, como dinámica del
tecnológicos aclamados por las clases domi- sistema para invisibilizar los procesos de do-
nantes y frente a la labor de super visión del minación, ha repercutido en todos los discur-
Estado - como indica la morfología -, uno sos, desde el histórico al científico, desde el
y desde arriba, la acción de los movimien- ideológico al epistemológico o al puramente
tos sociales podrá considerarse sub versiva convencional. Puede considerarse un micro-
mientras proceda desde la pluralidad y la sistema de impregnación que llega a los tex-
interacción desde abajo. Pluralidad e inte- tos (relatos) a través del oscurantismo y esto
racción se nos antojan términos necesarios se padece especialmente en las áreas de la
(aunque utópicos) en la sociedad actual y, so- cultura de élite (no popular ni masiva), de la
bre todo, en la que presumiblemente se nos educación, de la investigación. . .
viene encima con el nuevo milenio. La riqueza del momento que vivimos es-
El concepto gramsciano de hegemonía ha triba precisamente en la capacidad para te-
sufrido muy sutiles cambios en la sociedad ner una visión múltiple del mundo que nos
contemporánea. El borrado no es tanto el rodea. Desde nuestra perspectiva, la tesis
del poder hegemónico, el de la imposición, del pensamiento único como nueva ideolo-
sino que se ejerce mucho más sutilmente: Se gía del sistema neoliberal, no es más que
trata de que sea el lector (interpretante del un mito, una necesidad ontológica del sis-
discurso masmediático: quizás el único dis- tema para regenerarse. Ahora bien, las prác-
curso actual) quien solicite ese concepto, esa ticas de producción sígnica, la industria de

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la cultura - arropada en la tecnología -, como nentemente en el seno de la sociedad. Ese re-


consecuencia inmediata de un sistema domi- lato no es sino una ficción más (story vs his-
nante que controla los medios a través de los tory) que se mantiene gracias precisamente
costes de producción, son reproductoras de a su fuerte impresión de realidad (verdad).
ideología y transmisoras de cultura. En con- En él confluyen el poder económico-social,
secuencia, las alternativas a ese sistema na- el político y el cultural, actuando en círculos
vegan en la utopía. La duda, una vez más, concéntricos cuya conexión es precisamente
estriba en la concepción del concepto dialó- la establecida a través de los mecanismos de
gico: diálogo entre qué y quién, y en virtud representación, los relatos, y, hoy en día, con
de qué. Quizás la honrada perspectiva demo- la aparición de las nuevas tecnologías y los
crática, no violenta, esencialmente vivencial, sistemas masmediáticos, las formas de repre-
sea un modo de tránsito lento hacia la conse- sentación simbólica, esencialmente la televi-
cución de parcelas del poder hegemónico o sión. Hay ahí todo un paradigma de la vio-
de cambios estructurales en el mismo; pero lencia, ejercida sin escrúpulos, abierta e ili-
ese poder, mucho nos tememos, sólo puede mitadamente.
llegar a un cambio real y efectivo a través de En el polo opuesto, una violencia desorga-
un proceso violento: Una contradicción in- nizada, que arrastra el caos como alternativa
salvable (para los que creemos (?) todavía y que brota inesperadamente en los momen-
en la fuerza del diálogo y el conflicto ideo- tos de crisis generalizada, ante la carencia de
lógico) o una tesis totalmente diferente: El perspectivas y la anulación de las esperan-
caos como alternativa. zas (Argentina, Argelia, Venezuela. . . y tan-
Lo cierto es que, si en el ejercicio de nu- tos otros ejemplos), o bien organizada en la
estras reflexiones amparadas en la duda per- creencia ideológica, fe ciega en sistemas al-
manente, concluimos que se ejerce desde el ternativos las más de las veces viciados por la
poder una violencia ilimitada sobre el ciuda- estructura del hegemónico (terrorismo, guer-
dano (concedamos al sistema el beneficio de rillas, fundamentalismos). Violencia frente
la etiqueta), es lógico deducir que el propio a violencia, legitimada por la institucional y
mecanismo sistémico, en su jerarquización, que interioriza su propia ilegitimidad porque
legitima el ejercicio de la violencia frente a se ha construido a partir de las estructuras
él, tanto más cuanto hay una evidente des- discursivas del poder.
compensación de los medios, sean físicos,
materiales o virtuales / simbólicos. La inte-
¿Qué hacer?
riorización del rechazo a la violencia en los
individuos se ha constituido históricamente El panorama esbozado en torno a la situación
en un medio de la hegemonía ideológica del actual se presenta como desesperado y sin
sistema dominante, que no duda en ejercerla vías alternativas. Oponer violencia a violen-
en aras de un bien común que satisface ple- cia, en una escala de fuerzas claramente defi-
namente sus ansias de enriquecimiento. citaria para la ciudadanía, reforzaría el poder,
El poder se ha constituido a sí mismo a que abiertamente se ejercería desde el princi-
través de un relato vehiculizado en el dis- pio de autoridad, transformando lo poco que
curso hegemónico que ha ejercido perma-

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resta de las democracias actuales en nuevas culo opresor (económico-social, político y


dictaduras. cultural) que se ejercita hoy en día de forma
Partimos de una posición teórica en la que esencialmente simbólica, - y física en deter-
hemos aseverado: 1) que la duda es un prin- minadas circunstancias de conflictividad - a
cipio esencial para poder juzgar nuestro en- través de los aparatos ideológicos, esenci-
torno e incluso nuestros modelos de mundo, almente mediáticos, capaces de generar un
a partir del imaginario social que, evidente- imaginario colectivo que subsume la ideolo-
mente, nos ha sido impuesto; 2) que la vi- gía dominante en el conjunto de la población
olencia que se ejerce hoy desde el sistema (que, a su vez, la hace suya). 3) Explicitar
(no como ente abstracto, sino en su calidad que todo mecanismo discursivo se construye
de poder - principalmente económico, que, mediante un relato de ficción que obedece
en última instancia, superpone sus decisio- a tramas en las que el poder se borra a sí
nes al político -) es ilimitada y se disimula mismo de la enunciación para aparecer na-
borrando su enunciación en el seno de los turalizado. 4) Postular discursos que se en-
discursos simbólicos (esencialmente mediá- frenten al sistémico (no como marginales o
ticos); 3) que la conclusión anterior, incluso alternativos, sino abiertamente en contra de)
en su desproporción, concede carta de le- desde parámetros cuyas premisas esenciales
gitimidad a cualquier violencia que se en- sean: a) desvelar los mecanismos discursi-
frente a ese poder omnímodo; y, 4) que el vos del poder; b) cuestionar todo tipo de re-
caos - no existente, sino sobrevenido - po- presentaciones, nociones de mundo e imagi-
dría entenderse como una alternativa acepta- narios sociales, enfrentando a ellos la duda y
ble para el planeta, al margen del ser humano la ambigüedad; c) actuar esencialmente en el
como ente biológico, y alcanzable mediante terreno de la cultura, mediante producciones
la destrucción de los valores simbólicos ac- simbólicas en la línea de una resistencia ac-
tuales: Estado, mercado, economía, poder, tiva que abra marcos teóricos; y, d) destruir
medios. . . incluso sociedad. los modelos discursivos hegemónicos y sus
En consecuencia, no podemos disfrazar en maquinarias de producción mediante el uso
falsos escrúpulos la necesidad (única espe- de la violencia simbólica (artefactos cultura-
ranza) de (re)construir para el ser humano les) y/o real.
un entorno que apunte hacia el imperio de Cada paso en esa dirección, por ínfimo que
la equidad, solo posible sin el ejercicio de sea, quiebra la estructura de la ficción que ha
poder alguno sobre él. Ciertamente una uto- dado llamarse poder en nuestras sociedades;
pía, pero, establecida como meta, nos per- impidiendo que se otorgue a sí mismo la po-
mite: 1) Desalojar de nuestros prejuicios la testad de legislar y condicionar nuestras vi-
creencia en la maldad intrínseca de la vio- das, sus cimientos se corroen. La resistencia
lencia, afirmando que es necesaria para rom- no es ni más ni menos que la puesta en mar-
per el círculo de poder - sumisión en que nos cha de productos (artefactos audiovisuales,
encontramos. Esto implica la supresión de en el caso que preconizamos) que asuman
cualquier principio ético que permita al po- su función: 1) Como artefactos simbólicos,
der asentarse en su ejercicio a través de un mostando y desmantelando los códigos de
discurso moral. 2) Identificar un triple cír- la producción de ficción hegemónica (MRI),

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estableciendo otros alternativos, propios. 2) LYON , DAVID (1996): Postmodernidad.


Evidenciando los parámetros de ejercicio del Madrid. Alianza Editorial.
poder y proponiendo instancias resolutivas
que pueden o no hacer uso de la violencia. M ATTERLART, A. (1994): Los nuevos esce-
3) Denunciando la ficcionalización (especta- narios de la comunicación internacio-
cularización) de lo real y la naturalización de nal. Centre d’Investigació de la Comu-
lo ficticio en nuestras sociedades mediáticas. nicació. Generalitat de Catalunya. Bar-
4) Interpelando al espectador sobre su posi- celona.
ción ante el mundo en que vive. M ÉNDEZ RUBIO , A NTONIO (1997): Encru-
La acción a través de productos simbóli- cijadas. Elementos de crítica de la cul-
cos puede desarrollarse esencialmente en el tura. Madrid. Cátedra.
terreno de la cultura y es ahí donde habría
que ser creativos y construir mecanismos de P ERELMAN /O LBRECHTS -T YTECA (1989):
difusión que permitieran una nueva forma de Tratado de la argumentación (La Nueva
ver (una nueva mirada) y contribuyeran a Retórica), Madrid, Gredos.
desvelar los engaños de la hegemónica. P OSTMAN , N EIL (1991): Divertirse hasta
morir. El discurso público en la era del
Sucinta bibliografia “show business”. Ediciones de la Tem-
pestad. Badalona. Barcelona.
BAUDRILLARD , J EAN (1994): Olvidar a
Foucault. Valencia. Pre-Textos. R IVIÈRE , M ARGARITA (1995): La década
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ción?. En EL PAÍS, 26-10-97. S CHUMPETER , J. (1969): Capitalisme, So-
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C HOMSKY, N., R AMONET, I. (1995):
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celona. S ERNA , J USTO: ¿Olvidar a Foucault?.
“Surveiller et punir” y la historiogra-
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F OUCAULT, M ICHEL (1990): Tecnologías
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del yo. Barcelona. Paidós.
nente. Ruedo Ibérico. París.
F OUCAULT, M ICHEL (1998): Vigilar y cas-
VATTIMO , G. (1990): La sociedad transpa-
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rente. Barcelona. Paidós.
L ENIN , V.I. (1974): El imperialismo fase
V IDAL V ILLA , J.M. (1996): Mundializa-
superior del capitalismo. Fundamen-
ción. Icaria. Barcelona.
tos. Madrid.

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