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A MI MADRE.

(Lamberto Ibrez Sols) Madre, hoy es tu vspera te sueo y te amo, Hoy ms que nunca te recuerdo y no te olvido, Te busco, madre idolatrada, mujer, Mujer hija, madre, ciudadana, abuela. Tengo tus arrugas en mis labios te miro, Te abrazo, te hablo, te amo y te canto Nac de tu vientre de tu carne, de tu sangre, De tu pelo, de tus manos de esas manos generosas Que me ensearon a vivir; a trabajar; a ser yo A ganarme la vida desde nio y valorar el trabajo; Del cual vivo, me entrego y me bendice. Diez hijos Madre, prolfica, mujer hermosa, Te dibujan mis palabras, cintura tenue, Tu cuerpo pronunciado, lindo y generoso; Fiel enamorada, a tu hombre, a tu dueo a mi padre, Quien te llev al altar y bes tus labios virginales Y tocaron la luna, los luceros en una noche interminable. Llevo tus besos anidados en mis mejillas quejumbrosas, En las maanas del caf de las seis en punto madrugada, Del pan taciturno proletario de mi pueblo silencioso. Te recuerdo levantada en los fros del invierno; Del invierno costeo adolorido en el canto matutino, Sin alimento en el concierto visceral que se expresaba. Madre te recuerdo a cada instante que yo vivo, Cinco aos de tu partida y me haces falta Me hace falta tu mirada de orden fijo, Tus manos suaves de lana almidonada. Ay! Tus manos lindas, tersas y olorosas! Tus lindas manos que mecieron mi cuna, Tus manos de rosa prpura aprisionadas A mi cuerpo inerme, desvalido y moribundo; An huelo tu perfume permanente; ese olor A jabn carey en panes espumosos. Esas manos que busco y quiero tanto,

Esas manos arrugadas por los aos Al igual que tu frente ennoblecida y bendecida, Tus manos que me abrazaron en silencio Y con tu dulce amor mitigaste mi llanto. Este llanto que no cesa en esta noche amarga Sin tu sombra, sin tu abrazo, sin tus besos, Sin el almuerzo frugal cada maana... Madre ma recibe en tu lecho celestial Mi dulce canto, mi verso arrtmico compungido, Mi dolor, hecho de tu sangre empapada aqu en mi pecho, Con este dolor que no cesa y que camina ms doliente Cada da en que necesito de tu fuerza que me ayude A paliar los enconos grises y amargos de la vida.

Lamberto Ibrez Sols Zihuatanejo, Gro., 9 de mayo de 2013

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