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Peter Gregerson

Tiempo atrás, al asistir a las asambleas de distrito en Alabama, conocimo s y nos familiarizamos con un Testigo llamado Peter Gregerson. Posteriormente nos invit& oacute; en dos ocasiones a visitar Gadsten, Alabama, y así poder hablar a las congregaciones locales de esa área. Esta es la persona que la norma de la organización más tarde catalogó como "hombre inicuo" con qu ien uno no podía siquiera comer. El haberlo hecho de mi parte en un restaurante en 1981 result&oa cute; en mi juicio y expulsión de la organización.

Peter había levantado una pequeña cadena de supermercados en la zo na de Alabama y Georgia. En 1978, cuando un "viaje de zona" nos llevó a mi esposa y a m í tan lejos como Israel, Peter y su esposa se unieron a nosotros allí y pasamos parte de dos semanas visitando las tierras bíblicas. En ese entónces, Peter expresó seria preocupación por los e fectos producidos debido a las predicciones (¿predicciones "insinuadas"?) sobre el a&ntilde ;o 1975. Dijo que pensaba que sería un grave error el que la Sociedad continuase insist iendo en su fecha de 1914; que la desilusión resultante del año 1975 no sería nada en comparación con lo que sucedería si la Sociedad se viese forzada a dejar de lado la cronología del año 1914. Yo expresé reconocimiento de qu e su estimación de la situación era indudablemente correcta, pero no profundizamos más e n el tema. Cuando Peter supo de nuestro deseo de ausentarnos de Brooklyn, nos invitó a que pasáramos algún tiempo en su compañía, para lo cual él y su esposa hicieron

arreglos para que pudiéramos usar una casa móvil que pertenec&iacu te;a a uno de sus hijos. Me ofreció trabajo en cuidar los terrenos de su propiedad para as& iacute; ayudarnos a cubrir a algunos de nuestros gastos y al mismo tiempo que nos sirviera de ejercicio físico vigoroso tal y como me lo habían reco mendado los médicos. El padre de Peter se hizo Testigo de Jehová cuando éste era a&uacu te;n un niño y asistía con sus padres cuando cuando tenía cuatro años. Cua ndo era joven ingresó en el servicio de "precursor de tiempo cabal" y aún después de cas arse y tener su primer hijo se esforzó por mantenerse dentro de esa actividad, haciend o trabajo de limpieza en edificios y oficinas para sostenerse económicament e. (Él y su esposa tienen ahora siete hijos y un número aún mayor de niet os). Fue enviado por la Sociedad a "zonas problemáticas" en Illinois y Iowa a fin de ayudar a allanar dificultades y poder edificar a los hermanos en las congregaciones. En 1976 él fue uno de un grupo de ancianos invitados a Br ooklyn para participar en sesiones conducidas por el Cuerpo Gobernante para discutir condiciones y problemas en las congregaciones, y dos años más tard e se le solicitó servir como instructor en un seminario para ancianos en el &aacu te;rea de Alabama. Sin embargo, un año después de haber asistido al seminario, Peter decidió renunciar como anciano de congregación. Hacía poco había en tregado la presidencia de la compañía de supermercados a uno de sus hermanos, y ahora se valía del tiempo libre de que disponía para estudiar más la Biblia. Se sentía inquieto por algunas enseñanzas de la organización y quiso reafirm ar su convicción de la veracidad de las mismas, y reestablecer su confianza en la religión que había abrazado toda su vida. (Para entónces &e acute;l tenía más de cincuenta años). El resultado fue exactamente lo contrario. Mientras más estudiaba las Escrituras, más se convencía de que existían serios errores en la teología de la organización. Esto lo llevó a la decisión que tomó r especto a su cargo como "anciano." Como me dijo en una conversación, "No puedo pararme delante de la gente y conducir estudios bíblicos sobre cosas que no veo que tengan apoy o en las escrituras. Me vería como un hipócrita haciendo eso y mi conci encia no me lo

permitiría." Aunque la primera vez que le escuché decir eso le est imulé a que lo reconsiderara, no podía por otro lado negar la validez de sus preguntas y tuve que respetar su conciencia y su disgusto ante la hipocresía. Había llegado a su encrucijada personal antes que yo a la mía. Esta es la persona que la norma de la organización más tarde catal ogó como "hombre malvado" con quien uno no podía siquiera comer. El haberlo hecho de mi parte en un restaurante en 1981 resultó en mi juicio y expulsión d e la congregación. En el período de séis meses de mi retorno a Alabama, la Sociedad m andó un superintendente de circuito nuevo al área. El anterior superintendente er a un hombre moderado, inclinado a minimizar la importancia de problemas en lugar de exacerbarlos. El hombre que lo reemplazó tenía reputación d e tener disposición más agresiva. Éste fue también el tiempo en que sali&oacute ; la carta de la Sociedad dirigida a los superintendentes de distrito y circuito en la cual se decí a que la "apostasía" incluía a personas que tan solo creyesen algo difer ente a las enseñanzas de la organización. En su segunta visita a la congregación Gadsden Este (en marzo de 1981) el nuevo superintendente de circuito, Wesley Benner, hizo arreglos para reunirse con Peter Gregerson, llendo a su casa acompañado de uno de los ancianos local es, Jim Pitchford. ¿La razón? Benner le dijo a Peter que se "comentaba muc ho" de él en la ciudad y en circuito. Peter le dijo que lamentaba oir tal cosa. ¿De d& oacute;nde venían los "comentarios"? Benner no estaba muy dispuesto a contestar, per o Peter le señaló que él necesitaba saberlo para poder remediar la situación. Benner entónces le dijo que la fuente era uno de los parientes de Peter. Peter dejó claro que él se había esforzado en ser prudente en sus declaraciones y que cualquier conversación en asuntos de las Escrituras que él h ubiera sostenido con alguien localmente se había limitado estrictamente a parien tes suyos. Él estaba profundamente preocupado en cuanto a qué personas fuera del círculo de parientes estuvieran "comentando" mucho," como había di cho el superintendente de circuito... ...Benner trajo atención a un punto en un artículo de La Atalaya a l cual,

supuestamente, Peter había objetado. Bajo ninguna circunstancia se pod&ia cute;a decir que el punto era una "enseñanza mayor" de las Escrituras; de hecho &eacut e;sta tenía que ver con un tecnicismo. (El artículo de La Atalaya del 15 de agosto de 1980, se dedicó a p robar que el término griego naos -templo o santuario-, usado en Revelación 7:15 con relación a la "grande muchedumbre," podía aplicar a los patios del templo. Al hace r esto expresó que Jesús había expulsado a los cambistas fuera del naos. -Vea en la página 15 el recuadro-. Dado que la Biblia misma, en Juan 2:14-16, claram ente usa otro término -hieron-, la alegación era obviamente falsa, como cierto anciano lo expresó, "o un ejemplo de deshonestidad intelectual o ignoranc ia intelectual.") Aun así, ya que Peter no había concordado con la organizaci&oacute ;n, el asunto cobró importancia. Después de una larga discusión, el superintendente de circuito se vió finalmente obligado a aceptar que el punto en cuestión pod&iac ute;a ser erróneo. (Es un hecho que subsiguientemente el punto se eliminó de la revista La A talaya en todas las traducciones a idiomas estranjeros, aunque a los lectores de habla inglesa nunca se les informó). Peter dijo más tarde, "Yo estaba decidido a no dejar que se desarrollara una situación de 'confrontación' e hizo todo lo posible por mantener l a conversación en un todo calmado y razonable." Cuando el superintendente de circuito y el anciano local partieron, Peter pensó que el asunto había conclu&ia cute;do en una nota amistosa y se sentía contento de que hubiera sucedido de esa manera. Pero no fue así. La semana siguiente, el superintendente de circuito envió palabra haci&ea cute;ndole saber que quería una segunda reunión para discutir el asunto m&aac ute;s extensamente. Peter me dijo que pensó que había llegado el momento de tomar una decisión. El espíritu que había sido generado por el Cuerpo Gobernante, su Depa rtamento de Servicio y la carta de éste del 1 de septiembre de 1980 (en España , del 20 de diciembre de 1980), y una sucesión de artículos en La Atalaya, hab ía ido acomulándose hasta el punto en que la atmósfera prevaleciente era una de "caza de brujas." Él sentía que era ingenuo de su parte no darse cuenta de la gran posibilidad de que se estuvieran haciendo esfuerzos para lograr su expulsi&oacut

e;n. El haber hecho amistad conmio, sentía él, era al menos un factor cont ribuyente. A su parecer, tenía ante sí dos alternativas: O desasociarse volunta riamente de la congregación o dejar que los esfuerzos en marcha prosiguieran hasta la me ta, su expulsión. Ambas alternativas le eran indeseables, pero de éstas, pensó que la primera era por la que debería optar, es decir desasociarse voluntariamen te. Cuando yo le expresé mi duda de que los asuntos hubieran llegado a esa et apa aún, él dijo que había sopesado el asunto, que había orado con relación a éste, y sentía que ése era el curso más sabio a tomar. Lo que m&a acute;s le preocupaba dijo él, era su familia. De sus siete hijos, tres estaban casados, algunos ten ían niños, además tenía tres hermanos y dos hermanas que viv&ia cute;an en la localidad y muchos sobrinos y sobrinas. Todos ellos eran Testigos de Jehová. (La fami lia de su esposa también incluía muchos Testigos)... Desasociación voluntaria como él la entendía, parecí a la opción mejor, ya que esto solo quería decir que él no era más un miembro de la c ongregación. Pero no implicaba (entónces) la estricta terminación de relaciones que la norma de la organización prescribía en caso de expulsión. Peter presentó su carta de renuncia el 18 de marzo de 1981. Se ley&oacute ; a la congregación. Aunque el comentario normal siguió a la lectura, dad o que Peter había sido Testigo desde su niñez y había tomado la delante ra por muchos años en la actividad de la concregación local, el hecho de que la carta presentab a sus razones calmadamente y no expresaba ninguna animosidad, ésta pareci&oacut e; servir para calmar los ánimos. Con muy raras excepciones, los Testigos de Jehov&aacut e; de Gadsden, trataron a Peter al menos de manera cordial al encontrarse con él. Yo cre o que ellos hubieran continuado así, si es que se hubieran gobernado por su pro pio sentido de lo correcto o incorrecto. Parecía ser que una situación crítica se había evitado. No habían pasado ni séis meses cuando la revista La Atalaya public ó artículos cambiando el panorama completamente. Algunos me comentaron, ellos hicieron todo menos poner tu nombre y el de Peter Gregerson en la revista." Yo no creo que la situación en Gadsden fuera únicamente responsable por los art&iacu te;culos. Pero sí

creo sin embargo, que tuvo algún efecto en los que estaban motivados a prepararlos. ¿Cuál fue el cambio hecho en estos artículos? ...La Atalaya 15 de noviembre de 1981...llevó el asunto marcha atr&aacute ;s a una posición aún más rígida... Un cambio mayor tuvo que ver con aquellos que voluntariamente se desasocian (como Peter Gregerson había hecho unos meses atrás). Por primera v ez se publicó la postura oficial de que alguien que hiciera tal cosa sería tratado como si hubiese sido expulsado de la congregación.

Si lee la narración completa en el libro CRISIS DE CONCIENCIA, le sorpren derá.

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