CUENTO INFANTIL LA HONRADEZ DE ANITA

Haba una vez una nia llamada Anita, ella era muy obediente. Naci en un hogar muy pobre. Tena seis hermanos y todos los das sala a vender caramelos en los micros, para ayudar a su mam. Nunca supo lo que era recibir un juguete. Un da encontr en la calle una billetera con muchos dlares dentro. Anita se sinti muy feliz al ver tanto dinero junto, pero senta su conciencia intranquila al pensar que alguien estara sufriendo mientras ella estaba tan contenta. Lleg a su casa y cont a su mami lo sucedido, ella le aconsej tambin que debieran devolver el dinero. Al no conocer el dueo, fueron a los diarios a poner un anuncio a fin de encontrar al propietario. Pronto, toc la puerta de su casa una seora, acompaada de una nia en una silla de ruedas. El dinero les perteneca y era para la operacin de Priscila, que se iba a realizar en el extranjero, durante muchos aos haban ahorrado, y justo, cuando iban a viajar, el dinero se les cay. Se alegraron tanto, que hasta lloraron de emocin, pues recuperaban la esperanza de que Priscila volviera a caminar. Anita y su familia quedaron muy felices con esta noticia. El alcalde del lugar, cuando se enter de esto, decidi premiar la honradez de Anita. La visit a su hogar y le pregunt qu era lo que ms deseaba. Una casa bonita de material noble (la casa que habitaba era de esteras) La cantidad de dinero que ella haba encontrado y devuelto, donado por una empresa privada. O, Un carro hermoso, ltimo modelo. Anita pens, antes de contestar y finalmente, respondi: Seor Alcalde, le agradezco mucho su inters. Si yo recibiera todo lo que usted me ofrece, eso slo durara poco tiempo y luego volveramos a pasar penurias; renuncio a todas ellas, a cambio de un empleo digno para m, para poder ayudar a mi mam, que se halla enferma y a mis hermanitos que estn pequeitos. No pido ms.

El alcalde se qued admirado por la sencillez de la nia y vio que no era ambiciosa, por lo que le dijo:

Anita querida, eres una gran persona, a pesar de tu tierna edad; no te preocupes, t y tus hermanos tendrn su educacin asegurada y tu mami gozar de una pensin segura. Para que te sientas tranquila, trabajars los fines de semana en mi despacho, hasta el medioda, con la nica condicin de que tus notas sean siempre aprobatoria. Anita llor de emocin ante tanta felicidad, no lo poda creer, en una sincera oracin, dio gracias a Dios por tanta bendicin. Su familia, desde entonces, fue smbolo de honradez y trabajo.