cios prescritos y para corregir cualquier pequefia desviacién
que pudiese producirse, respecto de los parametros habituales
del tratamiento.
En este sentido, lo habitual es que los varones manifiesten
—cuando terminan el tratamiento, como lo ha hecho nuestro
consultante— que pueden durar en vagina, en movimiento,
con plena excitacién, aproximadamente diez minutos 0 mas,
antes de decidir con su voluntad el momento en que se produci-
ra la eyaculacién.
A quienes realizaron los ejercicios como autotratamiento, si
sus percepciones asi como las de sus compafieras les dicen que
alcanzaron las caracteristicas que se deben tener para lograr
con éxito el control eyaculatorio, sélo nos resta felicitarlos por
su constancia y dedicacién.
Les sugerimos, también, que continten por un tiempo mas
la ejecucién de los ultimos ejercicios para consolidar lo logrado.
Podemos dejar que se aleje nuestro imaginario consultante,
quien de ahora en mas encontraré en la sexualidad, ademas
del placer que produce, una segura fuente de estima hacia si
mismo y hacia su compafiera.
De acuerdo con la experiencia recogida, luego de tratar a
miles de varones con este problema, los altisimos indices de
mejoria que otorga el tratamiento —méas del 90 por ciento de
éxito en los casos que completan el tratamiento, en aproxima-
damente diez semanas— lo colocan muy por encima de los
resultados obtenidos con otros tipos de tratamiento.
Comentemos también que casi no hemos observado, luego
del aprendizaje exitoso, la temida recidiva o reaparicién de Ja
eyaculacién precoz. En estos casos recomendamos suspender
por un breve periodo las relaciones sexuales, volver al ejercicio
de parada y arranque manual u oral, recobrar la seguridad ¥
desde alli volver a avanzar hasta retomar el control eyaculato-
rio y culminar nuevamente en la penetraci6n vaginal.
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