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RAZONES

PARA
CREER

* * *
ANTONIO COLAO GRANDA

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I.- PRÓLOGO

Antonio Colao Granda nos obsequia con un


nuevo libro en el que recopila una selección de
ciento sesenta artículos, publicados en distintos
medios de prensa sobre temas variados.

Su pasión por la verdad, anidada en su fe


inconmovible, le compromete a gritar las verdades
frente a toda clase de mentiras que le salen al
camino.

No huye sometido al miedo del qué dirán. No


se aturde, porque la oración le da una serenidad
probada. No soporta que la libertad se convierta
en el libertinaje del «todo vale».

Respeta la proposición contraria, la analiza sin


ironía y sugiere, si es preciso con contundencia
evangélica, lo que el espíritu le dicta.

Sale a la palestra en defensa de los intereses


de Dios y de la Iglesia, y no se rinde ante sonrisas
que son muecas ni ante gestos que son burla.

Cuando el espíritu humano se alimenta del


manjar divino de la mesa del altar, el pan de los
fuertes produce las calorías de lo sobrenatural hasta
las últimas consecuencias.

Carece Antonio Colao del protagonismo


presuntuoso, porque sabe muy bien que no tiene
nada que no haya recibido de Dios. Carece de
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malicia farisáica, porque el examen de conciencia
descubre su interior.

Y medita escribiendo ante el Crucifijo, porque


no hay mejor Maestro ni mejor mensaje que el del
Amor.

Por eso, resulta muy difícil dejar a Antonio


Colao fuera de combate.

Espigar entre estos ciento sesenta artículos en


ratos libres, es amasar harina del mejor trigo y
sabroso pan; es descansar de la fatiga al atardecer;
es otear el horizonte del más allá con la alegría de
la fe que no disimula en todas sus páginas.

Avilés, 7 de Abril de 1997


Fiesta de la Anunciación del Señor.
ÁNGEL GARRALDA GARCÍA

Sacerdote. Licenciado en Filosofía,


Teología y Derecho Canónico por la Univer-
sidad de Comillas.
Profesor de Historia de la Filosofía en
el Seminario Metropolitano de Oviedo.
Párroco de San Nicolás de Bari de
Avilés, desde 1957.
Autor de varias obras y miles de
artículos en periódicos y revistas.

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II.- LA VIDA DE DON ANTONIO COLAO

La vida y los libros de Don Antonio Colao -es-


critor y poeta- han estado siempre sirviendo a la
verdad. Y esta verdad ha sido buscada por él de
forma incansable. En Dios a través de la fe, en el
estudio concienzudo de buenos libros y en las en-
señanzas de la propia existencia, don Antonio es
maestro de la vida que escribe con total indepen-
dencia. A lo largo de sus páginas se percibe el aro-
ma inconfundible de la buena doctrina. La misma que
Jesús transmite a los espíritus que se abren a Él.

Y aunque se define «como escoba que Dios


viene usando para extender su Reino», pienso que
esta escoba está hecha con plumas de aves que
escriben a los hombres sobre Dios y que nos animan
a buscarle. Mucho escribe también sobre la Virgen
María, poniendo en práctica la definición de San
Bernardo: «De María nunca bastante».

En tus manos tienes, querido lector, RAZONES


PARA CREER, es el quinto libro que ha escrito, o si
lo prefieres el quinto hijo de su espíritu. Fruto de
su oración, de su amor y también de su esfuerzo,
porque el Espíritu Santo no prodiga su luz sobre
los holgazanes, y Don Antonio ha sido un luchador
infatigable, desde la más tierna infancia en la aldea
donde vino al mundo. Siendo huérfano, pobre y
poco distanciado del analfabetismo, consiguió
dominar el idioma portugués en tierras brasileñas
-como emigrante-, y ganarse el título de Agente de
la Propiedad Urbana por oposición.
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También logró erradicar la pobreza en que
vivió su infancia y juventud. Y ahora, en el
atardecer de su vida, está preparando el viaje
definitivo. Lo prepara con la oración, con los
sacramentos y también como bienhechor de cuantos
le solicitan. Su fiel y abnegada esposa, sus hijos y
nietos, constituyen una iglesia doméstica. Él sabe
que se aproxima el cambio de familia. De sarmiento
fecundo en Cristo-Vid, pasará a formar parte de la
familia de Dios. De Dios Padre, de Dios Hijo, y de
Dios Espíritu Santo, el Dios Amor.

Y con espíritu de cruzado medieval nos dice -


y dice bien- que «después de muerto, continuarán
vivos mis libros, haciendo el bien a mis hermanos
vivientes». De esta manera seguirá -como cuentan
que le aconteció al Cid Campeador- ganando
batallas después de muerto con las almas que
encuentren salvación leyendo las palabras de Dios
que él nos escribe ahora. Mil veces bendita Comunión
de los Santos y mil gracias, Don Antonio, por el
ejemplo de su vida. Por ser Hombre con H mayúscula.

Francisco Sánchez de Muniaín y Gil


Coronel del Ejército y escritor

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III.- ANTONIO COLAO Y SU QUINTO
LIBRO: «RAZONES PARA CREER»

(El periodista que abajo subscribe, ha tenido a bien


hacerle una entrevista al autor, la que sigue a continuación,
y que será publicada en el periódico próximamente,
ilustrada con la fotografía del entrevistado).

Antonio, el denominador común de todos sus escritos


es la Religión. ¿Cree que actualmente la Religión puede
interesar a una mayoría?.

- La última encuesta hecha pública por la Conferencia


Episcopal Española, nos muestra que el 92% de los españoles
se declaran creyentes, y trece millones de fieles asisten a misa
los días festivos. Esto quiere decir que sí existe un interés
mayoritario por todo lo concerniente a Dios. Lo que nos falta
a los cristianos es ser consecuentes con las exigencias de
nuestra fe. Por eso conviene profundizar en los evangelios y
hacer públicos los testimonios de los mejores creyentes. Los
temas de religión sólo pueden importunar a los que creyendo
no quieren creer. Pues si el ateo sabe que Dios no es nada, lo
que nada es a nadie le puede molestar.

Antonio, ¿cuál es su meta?.

- La más común a todos los cristianos que han tomado


en serio el Evangelio, es decir, llegar a esa perfección que
Dios nos exige a todos: «Sed perfectos como vuestro Padre
celestial es perfecto».

Antonio, ¿cómo le gustaría morir?.

- Todos los días le pido a Dios que me ayude a vivir y


morir santamente. Hace treinta y ocho años que dejé de ser
ateo, después de hacer unos cursillos de Cristiandad, y si
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bien es verdad que no he dejado de avanzar en la senda
angosta y costana que Jesús nos anuncia, también es cierto
que lo vengo haciendo con demasiada lentitud, y si no me
apresuro, a medio camino me quedaré, sabiendo el purgatorio
que me espera. Pienso que la mayoría de los cristianos somos
así... Y este ejemplo pésimo es el que les distancia de la Iglesia
a muchos creyentes; lo que significa una gran responsabilidad
para los que diariamente comulgamos.

Antonio, ¿para usted qué es triunfar?.

- Triunfar es ser santo y mártir. La vida es la primera y


última oportunidad que Dios nos concede para ser
eternamente felices, es decir, perder un granito de arena para
poseer todas las playas del mundo. Ya sé que me quedo
cortísimo, pero no encuentro ejemplo más ejemplarizante. Los
santos nos dicen que si un pájaro absorbiera una gota de agua
de los océanos cada cien mil años, cuando terminara con las
aguas de todos los mares, comenzaría la eternidad. Ahora
fíjese usted cuánto luchamos por el bienestar de esta vida
ínfima y qué poco hacemos por la eternidad.

Antonio, muchas personas creen que es usted sacerdote.


¿Ha sido frustrada su vocación?.

- No. Es verdad que Dios me ha dado una vocación


ardiente que me incita a colaborar siempre con la Iglesia. Y
así lo vengo haciendo desde hace treinta y ocho años. Pero
mi disposición innata se vuelca con la familia. La soledad
me entristece mucho. Es verdad que mi esposa, hijos, nietos
y yerno, todos pensamos igual en lo concerniente a la religión
y a la moral. Y en lo político nos ocurre lo mismo. Hace pocos
meses mi hija me obsequió con la biografía del Rey Balduino,
y con la dedicatoria que me hizo en ese bendito libro, terminé
llorando en la soledad: «Para el mejor padre del mundo, y
este coincide que es el mío». Este amor y esta paz que reina
en nuestro hogar, es el que quisiera llevar a todos los lares
del mundo. Y esto sólo se puede conseguir cuando el hombre

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profundice bien en la persona humana y divina de Jesucristo.
A Dios hay que amarle sobre todas las cosas. Haciéndolo así,
rápidamente anexionamos ese amor a la familia y al prójimo.

Antonio, ¿de qué libro le hubiera gustado ser autor?.

- Del Evangelio de San Juan. El hombre que mejor ha


sabido dar una definición de la transcendencia de Jesús. Es
claro que después de llegar al cenit de la sabiduría humana,
iluminado por el Espíritu Santo, consiguió levantar las
esclusas y rasar un poco con el ámbito celestial.

Antonio, ¿cuál es el santo al que le tiene más devoción?.

- A San José. Hace treinta y cinco años que le hacemos


diariamente la novena. José no disfrutó de nada en la vida
terrena. Siendo esposo fue virgen. Siendo padre fue casto.
Siendo justo vivió siempre envuelto en injusticias. Siendo
Santo nos dice la tradición que murió en los brazos de Jesús
y María pidiendo a Dios perdón por sus faltas. Y su Hijo
adoptivo lo define como un varón justo. Más que él es
imposible.

Antonio, he leído sus cinco libros: Catorce mil versos


de temas religioso y moral, Tierra Santa, Ciento veinte
testimonios cristianos, Pruebas de la Existencia de Dios, y
el que ahora tengo en mis manos: Razones para creer. ¿Me
puede decir algo de sus pérdidas o ganancias?.

- Todo son ganancias para mí. Cuando se escribe con


verdadera vocación lo que menos importa es el dinero. Pero
respondiendo directamente a su pregunta, le diré que los
libros vendidos en Asturias apenas cubren los gastos
editoriales. Pues el 90% de los mismos son entregados a la
unión sacerdotal Lumen Dei. Los exponen en las librerías que
tienen en Madrid y Barcelona, hacen buena propaganda

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en Radio Salud de Barcelona y en Radio Nacional de España.
Los locutores leen los capítulos que les parecen mejor. Y así
los venden todos en beneficio de los pobres que están
muriéndose de hambre. También me han dicho que los
venden en Hispanoamérica. Asimismo me hacen entrevistas
sobre los libros referidos a través de las emisoras susodichas,
y como todo es provecho para el bien común, todo es ganancia
para todos. Lo que más me ilusiona de mis libros, es que
después de muerto, continuarán haciendo el bien a mis
hermanos vivos.

Antonio, ¿hasta cuándo piensa seguir escribiendo?

- Tenga en cuenta que Dios nos ha creado para alabarle,


bendecirle y trabajar; y mientras tenga unas horas de ocio en
mi vida y no me falte lucidez, continuaré desdoblando los
repliegues que ensombrecen a muchos hombres antirreligiosos
para que puedan ver la luz de la verdad y salvarse de lo peor
que nos puede ocurrir. Y esta labor apostólica que vengo
haciendo cada día que amanece, tiene dos funciones
esenciales: estudio continuo de los hombres que nos
precedieron en la santidad, y divulgación de los mejores
efectos que se quedan en nuestra retentiva. Dios nos ha dicho
a los cristianos que tenemos que ser sal y luz de la Tierra, y
San Agustín nos dice que «el que no es apóstol es apóstata».

Termino de leer este libro y también he descifrado


los cuatro que fueron escritos por usted anteriormente,
y exceptuando los «Catorce mil versos de temas
religioso y moral», los cuatro que lo siguen los ha
divulgado enteramente en periódicos y revistas. Y como
esto mismo lo han hecho Antonio Gala y Jaime
Campmany, le pregunto: ¿esta idea genial que han
tenido estos literatos sobresalientes, le ha servido a
usted como ejemplo para hacer lo mismo?.

- No. Tenga en cuenta que el libro titulado «TIERRA


SANTA» comenzó a divulgarse en los periódicos hace más
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de 20 años, y Antonio Gala y Jaime Campmany lo han hecho
con posterioridad. La verdad es que yo nunca había pensado
en ser capaz de publicar un libro, luego pensé que la mayor
parte de mis artículos eran librificables. Y así, decidí
seleccionar unos cuatrocientos escritos y componer un libro.
Seguidamente me propuse escribir el titulado «CIENTO
VEINTE TESTIMONIOS CRISTIANOS», llevando a los
periódicos todos los capítulos y, felizmente lo he conseguido.
Igualmente me ha ocurrido con el titulado «PRUEBAS DE LA
EXISTENCIA DE DIOS», y también con el que ahora tiene en
sus manos: «RAZONES PARA CREER».

Antonio, cuando escribe ¿se preocupa más del


contenido que deja para el futuro libro o de encontrar salida
publicista en los periódicos? y, ¿cómo consigue combinar las
dos cosas a un tiempo?.

- Pienso que Dios y su Santa Madre son los que lo hacen


todo. Si usted encuentra una casa muy limpia nunca
preguntará por el escobajo con que ha sido aseada, y sí por el
talento que la maneja. Pues bien: yo no soy más que la escoba
que Dios viene usando para extender su Reino. Pues si
incapaz me siento para escribir un libro con mi propio valer,
mucho más incompetente me encuentro para conseguir que
los directores periodísticos me concedan un espacio gratuito
donde siempre hablo de Dios, de Jesucristo, de su Santa
Madre, de los santos, de los mártires, de la Iglesia, de ética,
de moral, del Santo Padre, de mística, de ascética o de
religión, y alguna sátira que les propino a los politicastros
inmorales.

Antonio, ¿ya tiene estructurado el próximo libro?.

- No suelo estructurar nada. Me siento en mi despacho.


Hago unas oraciones. Les pido a Jesús y a María que me
redacten lo que más les guste, y el artículo para el periódico
y el capítulo para el libro nunca falla. Es un milagro que veo
cada vez que me siento para escribir con la mente en blanco.

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Antonio, si los periódicos y revistas dejaran de
publicarle -como lo han hecho con tantos escritores-,
¿seguiría escribiendo lo mismo?.

- No. Tengo en mente escribir mi autobiografía en una


novela muy ajustada a la realidad de mi vida, y también a la
desestimación y menosprecio de algunos «personajes» que
contornearon mi vida con la murmuración y un silencio que
me parece morboso y muy elocuente en el sentido peyorativo.
Pero si esto llega a materializarse, tendré buen cuidado en no
difamar a nadie, usando pseudónimos y cambiándoles la
profesión que cada uno tienen.

Antonio, ¿cuánto tiempo necesitaría para escribir esa


novela?.

- No lo sé. Pero necesitaría más de mil páginas para


escribirla, y haría un esfuerzo sobrehumano impregnado de
oración y penitencia para testimoniar con toda la brillantez
que Dios me concediera lo que llevo muy dentro de mi alma.
Pienso que lo mejor sería prometerme a mí mismo no escriir
más de un folio por día, retocándolo minuciosamente en el
transcurso de todas las horas que me sobraran después de
escribirlo. Sólo así se puede escribir bien. La carrera literaria
no tiene término, aún los que llevan el Nobel de Literatura,
siempre lo pueden hacer mejor. El poder que tienen las 29
letras de nuestro alfabeto es infinito.

Me congratulo con usted. Le felicito por su perseverancia


y le deseo mucha suerte.

- Gracias, don Julio.

JULIO GONZÁLEZ GARCÍA


Periodista y ex director del diario REGION
y de HOJA DEL LUNES DE OVIEDO

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IV.- PRESENTACIÓN

El libro que tienes entre manos es un libro original:


ha sido leído antes de ser publicado; todas sus páginas han
visto la luz «por libre» en diversas publicaciones diarias de
nuestro país, antes de ser conjuntadas. Ahora, juntas,
pretenden evitarnos el esfuerzo de buscar a lo largo de la
geografía y de la historia los originales. Pero posee, además,
otra originalidad: ANTONIO ha escrito este libro conjugando
el difícil beneplácito de los directores periodísticos con el
mismo querer de Dios, y ha dejado en manos de la
Providencia el tema inmediato. Cada día sugería el propio
temario. Y ahora vemos que el conjunto posee una gran
unidad y coherencia en sus planteamientos.

Al titularlo «RAZONES PARA CREER» no


quiere suponer que la fe sea consecuencia necesaria de
un razonamiento intelectual. De sobra sabe que la fe
tiene mucho más relación con la amistad -amistad con
Dios- que con las matemáticas o las ciencias abstractas
en general. Surge la fe de la confianza en esa relación,
que da pie a la confidencia íntima, y de este compartir
confidencias surge la fidelidad. Es la fe y la creencia
como el substrato necesario para una vida plena. Y por
ello, es el primer paso para una vida religiosa y cristiana.

A ANTONIO le preocupa la respuesta que el hombre


está dando a las sugerencias que le llegan desde la vida
moderna. ¿Es cierto que ser hombre moderno es ser un
hombre descreído? Los silencios conscientes acerca de Dios,
las dificultades de hablar de él, los ateísmos crecientes más
la indiferencia religiosa parecen llevar a afirmar que la
increencia es el hecho mayoritario. Siendo esto así, ANTONIO
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trabaja por descubrir las «creencias últimas» que constituyen
los móviles de la conducta humana actual.

A NTONIO nos habla del mundo y de Dios desde una


experiencia humana densa y, religiosamente, profunda.
No habla de música desde la sordera, ni describe el color
del paisaje desde una radical ceguera. Habla de Dios y
del mundo con la pasión de quien está intensamente
amando los dos polos. Le preocupa la presencia de Dios
que quisiera más reconocida, y le preocupa también la
cotidianeidad de este mundo inquieto por una mayor
felicidad al margen de los proyectos de Dios.

Las páginas que siguen han sido publicadas en los


periódicos y han sido leídas por muchos lectores. Los
Redactores Jefes saben perfectamente cual es la
sensibilidad de los lectores y sus preferencias. A NTONIO
ha sido acogido en las páginas de la prensa escrita porque
habla con el corazón en la mano y reflexiona acerca de
la realidad que vive desde su lugar, desde su experiencia
de vida, y desde su fe explícita. Tenemos, pues, un
conjunto de páginas que sin duda, deseoso lector, te
animarán a tomar postura y a sentirte interpelado por un
Dios que quiere contar contigo en sus proyectos.

JUAN J. BLANCO OLIVER


Sacerdote
Licenciado en Ciencias Sociales y Políticas por la Universidad de Lovaina
(Bélgica).
Licenciado en Filosofía.
Bachiller en Teología.
Profesor de la Facultad de Teología «San Vicente Ferrer» de Valencia
Síndico del Real Colegio del «Corpus Christi» (Valencia)

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V.- INTRODUCCIÓN

He titulado este libro RAZONES PARA CREER


porque todo cuanto me ha sucedido hasta cumplir los 68
años que cuento actualmente, mi raciocinio reflexivo a
los pies de Jesús, me da más razones para creer. Y al ver
el comportamiento de los hombres antirreligiosos y de
los pseudocristianos, viene a mi cerebro una luz
refulgente que me permite conocer el bien que Dios nos
trae cuando le adoramos, y el mal que cosechamos
cuando vivimos como si Él no existiera, dejándonos
llevar por el gozo inmediato y el egoísmo feroz. Es decir,
por la maldad del demonio que todos heredamos de
nuestros primeros padres, Adán y Eva.

Y esa gravedad que el hombre sin Dios lleva dentro


y la pone en práctica, constituye el caos en la Tierra y el
a v e r n o d e s p u é s d e l a m u e r t e . Vi s t o d e s d e e s t a
perspectiva real, es claro que siento la obligación de
transmitir la fe que Dios me ha concedido al mayor
número posible de gentes. Desgraciado de mi si no lo
hiciera.

Nadie ignora que la fe no está relacionada con la


inteligencia del hombre ni depende de la cultura.
Tampoco se puede anexionar con la ciencia. La fe no es
un sentimiento religioso. Es un asentimiento intelectual
que nos hace copartícipes con la sabiduría divina, es
decir, es un principio sobrenatural de conocimiento. Pero
es de tener en cuenta que «la fe sin obras es inútil, es un
cadáver» (Santiago 2, 17).

Para tener fe, amén de una voluntad imperante, es


imprescindible la oración y la penitencia, porque la 15
oración profunda y meditada nos lleva a servir al prójimo
y al apostolado. La fe es comunicativa, pues por ser un
bien sobrenatural no se puede guardar debajo del
celemín. Estamos hablando de una fe consecuente con
los preceptos de Jesús, sabiendo que si deja de serlo,
también es compatible con el pecado mortal.

He ahí que algunas personas amancebadas y


divorciadas se atreven a recibir la Eucaristía diariamente.
Pero esta fe no es más que un sentimiento religioso que
para nada sirve. Pues lejos de ser comunicativa es
insociable, agria, cerrada e inaccesible. Volvemos a lo
mismo: es inútil, es un cadáver. Por eso creemos que el
primer trasunto para mantener viva nuestra fe debe ser,
pues, aportar una vida consecuente a la voz silenciosa
de nuestra conciencia, antes de que ésta haya sido
deturpada.

Bien puede ser verdad que el mundo haya conseguido


embotar nuestra alma sin que el pecador se lo merezca.
Pero esa injusticia que Dios ha permitido, Él mismo
puede resarcirla con la gracia del Espíritu Santo, lo que
no pocas veces sucede de maneras muy numerosas: como
puede ser la llamada a unos ejercicios espirituales, el
premio de una enfermedad irreversible, la desgracia de
un querídisimo familiar, la lectura de un libro piadoso,
el testimonio o ejemplo de un buen cristiano, y un largo
etcétera.

Y lo que ahora pretendo con la humilde lectura de


este volumen, es que entre los numerosos lectores que
pueda tener, alguien se convierta y encuentre la salvación
de su alma. Pues aunque sólo sea una, bien merece la
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pena este trabajo. Y cuando doy por terminado este libro,
gracias a Dios, ya tengo 19 artículos publicados para el
próximo libro, los cuales constituyen 39 páginas. Dios
dirá si puedo terminarlo y luego escribir la novela que
tengo estructurada en mi pensamiento.

Y por último quiero dedicar este libro a mi


queridísimo hijo, Antonio, fallecido en accidente de
tráfico, a mi abnegada y solícita esposa, a mi santa hija,
Fé Colao, a mi yerno, a mis queridísimos nietos Antonio
María y María de Fátima. También quiero tener un
recuerdo entrañable para mis queridos hermanos y
sobrinos.

Rogándoles a todos los que me sobrevivan, que


nunca me olviden en sus oraciones cuando Dios me lleve
al purgatorio que me espera, y desde allí, poder ser
llevado al cielo, donde seré eternamente feliz abrazado
a mi hijo, a mis queridísimos padres y a todos los que
han tenido la dicha de salvarse de las penas eternas. Pues
la muerte para mí, lejos de ser una pesadumbre, es una
ilusión gloriosa, sin dejar de sentir profundamente el
dolor lacerante que ha de pesar sobre los que más me
quieren.

ANTONIO COLAO GRANDA


Gijón, 2 de Junio de 1997

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I NDICE GENERAL

1.- DIOS Y LA CIENCIA


2.- UNA RAZÓN MÁS PARA CREER
3.- CAMINO DE SENCILLEZ
4.- LA VIRGINIDAD DE MARÍA
5.- LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD
6.- CARMEN ROMERO
7.- UN MILLÓN Y MEDIO DE FIRMAS
8.- TIERNO GALVÁN
9.- LA NAVIDAD
10.- EL PADRE PÍO Y LOS ESTIGMAS
11.- LAS SACERDOTISAS
12.- PARA SALVARTE
13.- LUMEN DEI
14.- UNA MOSCA BLANCA
15.- A PASCUAL Y MANUEL
16.- BALDUINO, EL REY SANTO
17.- LA IGLESIA Y EL PAPA
18.- ¿A QUIÉN VOTAMOS?
19.- LUMEN DEI Y FÉ COLAO
20.- LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
21.- HURTÉ UN ABC
22.- GLOSA AL EVANGELIO
23.- HA GANADO EL P.P.
24.- TIENE DUDAS DE FE
25.- PENÉLOPE CRUZ Y MADRE TERESA

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26.- PARA UN HOMBRE BUENO: DON MANUEL
27.- LA SABIDURÍA
28.- LA FÁBRICA DE SANTOS
29.- JOSÉ MARÍA ALDAYA
30.- SIGUIENDO SUS HUELLAS
31.- EL BIEN QUE HACE LA IGLESIA
32.- ENRIQUE ROJAS Y LA PSICOLOGÍA
33.- PESO Y VOLUMEN DE UN BILLÓN Y DEUDA PÚBLI-
CA
34.- CAOS EN EL MUNDO
35.- EL PAPA HA RECIBIDO A LA FAMILIA DE
ANABEL SEGURA
36.- EL MATRIMONIO FELIZ
37.- MEDITACIÓN SOBRE LA FE
38.- EL PAPA Y ALÍ AGCA
39.- TV Y DROGA
40.- UNA DUQUESA CUBANA
41.- LA HUMILDAD
42.- ES UN BUEN COMUNISTA
43.- LA ENSEÑANZA RELIGIOSA
44.- LAS ETAPAS DE LA VIDA
45.- LOS TRAPENSES DEGOLLADOS
46.- LA VIRGEN DE GUADALUPE
47.- EL PP SALVARÁ MUCHAS VIDAS
48.- SE LLAMABA DOLORES
49.- DESEABA Y DESEO
50.- EL PAPA JUAN PABLO II
51.- MATARON A NUESTRO PERRO
52.- QUIEN MÁS DA MÁS TIENE
20 53.- AZNAR, AZNAR
54.- ¿CREE EN LOS MILAGROS?
55.- VISITA A LA TRAPA
56.- EL GRAN RABINO Y EL PAPA
57.- EXPERIENCIA Y EXPERIMENTO
58.- EXCESO DE POLÍTICA
59.- EL MEJOR CANDIDATO AL NOBEL DE LA
PAZ
60.- SÓLO HAY UN MAESTRO Y SEÑOR
61.- JULIO IGLESIAS
62.- VISITA AL SANTUARIO DE FÁTIMA
63.- MÁS SOBRE FÁTIMA
64.- UN GITANO SANTO
65.- GRACIAS DIOS MÍO
66.- LA CRÍTICA DESTRUCTIVA
67.- HA MUERTO JAVIER ESCRIVÁ
68.- CORRECCIÓN FRATERNA
69.- CREER EN EL EVANGELIO
70.- LA SANTA DE LOS POBRES
71.- CUANDO CRISTO CUMPLA DOS MIL AÑOS
72.- DIOS PREMIA, DIOS PREMIA
73.- EL PAPA Y LA MADRE TERESA
74.- PRESERVAR LA VIRGINIDAD LE COSTÓ LA
VIDA
75.- LA INDIFERENCIA RELIGIOSA
76.- FRANK SINATRA TAMBIÉN CREE EN DIOS
77.- UN DIARIO MUY LEÍDO
78.- LA GRANDEZA DEL HOMBRE
79.- SERÁ INFINITO, COMO DIOS
80.- PEREGRINANDO EN PONTEVEDRA
21
81.- LAS MALAS NOTICIAS Y EL PAPA
82.- ¿SE PUEDE ANULAR UN MATRIMONIO CONSUMA-
DO?
83.- EL PAPA
84.- PARA DOÑA MANOLITA, FRATERNALMENTE
- (No, a la absolución colectiva)
85.- LA VIDA ES MARAVILLOSA
86.- LA PRINCESA KIMERA
87.- LA DEVOCIÓN A MARÍA
88.- DIOS, JUSTICIA Y ETA
89.- EL BODORRIO DEL SEÑOR CASCOS
90.- APADRINAR A UN NIÑO
91.- EL DIOS DE CADA UNO
92.- JUSTICIA VESÁNICA
93.- BODA CIVIL
94.- LA VIDENTE DE FÁTIMA
95.- MARIA
96.- SANTO Y HÉROE
97.- RELIGIÓN: ¿IGUAL A INJUSTICIA?
98.- A VUELTAS CON EL SR. CASCOS
99.- CARIDAD CON UN TETRAPLÉJICO
100.- JUAN PABLO II
101.- ERA SABIO Y DISCRETO
102.- NO. A CINCO ROSARIOS
103.- CREER EN LA OTRA VIDA
104.- CRISTIANO Y VALIENTE
105.- ¿EN QUÉ CONSISTE LA LIBERTAD?
106.- EL EJEMPLO ARRASTRA
107.- EL DERECHO A VIVIR
108.- ESTOS DAN CON ALEGRÍA
22 109.- UN CIENTÍFICO ATEO CREE EN EL INFIER-
NO
110.- EL OBISPO Y LA COCINERA
111.- RELIGIÓN Y NEUROSIS
112.- LA NAVIDAD
113.- EL 0,7%
114.- EL FRUTO DE UN LIBRO
115.- HUMILDAD Y LÁGRIMAS
116.- EL NACIMIENTO DE JESÚS
117.- GLOSA A LOS EVANGELIOS
118.- LA PENA CAPITAL
119.- EXCOMULGADO
120.- ANÉCDOTA RAZONABLE
121.- EL PAPA Y SU AMIGA
122.- EL ESCRITOR
123.- FRANCO
124.- LAS APARICIONES
125.- A DON PRIMITIVO PÉREZ
126.- LA BUENA LECTURA Y LA TV
127.- EL PADRE RIVAS
128.- FAMILIA Y TV
129.- LA VIDA
130.- DISLATE SOCIALISTA
131.- LA INCONSECUENCIA DE UN NOBEL
132.- PIENSO QUE EL ATEO NO EXISTE
133.- VENIMOS DE LA TRAPA
134.- ESCRIBIR
135.- AL SEÑOR MUNIAÍN Y GIL
136.- CRISTIANO DE VERDAD
137.- LA ENVIDIA

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138.- EL PAPA HACE EJERCICIOS
139.- ME VOY A SUICIDAR
140.- LA MUERTE
141.- DESPRECIO DE LA VIDA
142.- PROGRESO Y RETROCESO
143.- MEDITACIONES SOBRE LA FELICIDAD
144.- PREDICAR
145.- ¿ES DURO EL EVANGELIO?
146.- GADAFFI Y EL PAPA
147.- DON Y MISTERIO
148.- LA IGLESIA
149.- RÉPLICA A DON DIEGO TEJEDO
150.- UN SACERDOTE ME INFORMÓ
151.- SER CRISTIANO
152.- LUCÍA CUMPLIÓ 90 AÑOS
153.- LO QUE DIOS QUIERA
154.- LOS MILAGROS
155.- PASÓ LA SEMANA SANTA
156.- GOBIERNOS SIN DIOS
157.- ASIGNATURA DE RELIGIÓN
158.- ¿VUELVEN LOS MUERTOS?
159.- MORALEJA
160.- PAREJAS DE HECHO

* * *

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1.- DIOS Y LA CIENCIA

El fundador de la unión Lumen Dei, P. Rodrigo


Molina, S. I., no recomienda la lectura del Antiguo
Testamento a los católicos incipientes. Él sabe que se
trata de textos que resultan enmarañados para las
personas inexpertas. Y lo curioso es que no les dicen
nada los Sagrados Textos a no pocos hombres de ciencia
y continúan siendo ateos sin caer en la cuenta de las
verdades científicas que ha demostrado la Biblia muchos
siglos antes de que fueran descubiertos por el hombre.
Veamos algunos ejemplos:

a) La Biblia declara que la tierra es esférica, algo


que todos los sabios antiguos negaban, y hoy nadie lo
duda (Isaías 40, 22).

b) Que la tierra está suspendida sobre el vacío. Esto


aparece en el libro de Job 26, 7, muchos siglos antes de
que Newton descubriera la ley de la gravitación
universal.

c) Que la corteza de la tierra reposa sobre un fuego


interior, tal como leemos en el libro de Job 28, 5.

d) Que la tierra está envuelta por una atmósfera


que la rodea por todas partes (Génesis 1, 7), y que el
aire, un elemento impalpable, es, sin embargo, pesado
(Job 28, 25).

e) Que el agua de los ríos procede del mar, a donde


vuelve, cosa que los sabios de aquella época no tenían
medios para comprobarlo (Eclesiastés 1, 6).
25
f) Que los vientos marchan en circuitos y vuelven
a su punto de partida (Eclesiástico 40, 11), verdad
científica que sólo a los científicos fue posible descubrir
muchos siglos después, posiblemente cuando descubrieron
las estaciones meteorológicas y las telecomunicaciones.

Está claro que Dios ha precedido a los descubrimientos


de la ciencia una porción de siglos, y esto no lo quieren
reconocer un sinnúmero de sabios. Es verdad que
también son muchos los científicos que nos demuestran
una actitud muy respetuosa ante la religión, y no pocos
son practicantes. Veamos algunos ejemplos: Albert
Einstein, premio Nobel de Física: «Me basta contemplar
el misterio y reflexionar sobre la maravillosa estructura
del universo para descubrir la admirable sabiduría de
Dios en la Naturaleza».

Isaac Newton: «Hay que reconocer la voluntad y


el dominio de un Ser Inteligente y poderoso». Alfred
Kastler, premio Nobel de Física: «La idea de que el
mundo se ha creado él mismo me parece absurda. Yo no
concibo el mundo sin un Creador, Dios». Edmund
Whittaker, profesor de la Universidad de Edimburgo, se
convirtió al catolicismo como fruto de sus
investigaciones sobre el origen del universo. Y el
descubridor del planeta Neptuno, Leverrier, fue ferviente
católico.

Laplace murió como fervoroso cristiano. Incluso


Galileo, a pesar de su proceso, murió cristianamente, y
Copérnico y Lemaitre fueron sacerdotes. Heisenberg,
premio Nobel de Física con 31 años, uno de los pioneros
26
de la energía nuclear, dijo en Madrid en 1969: «Lo que
sí creo es en Dios. De Él viene todo, por tener una
inteligencia infinita». Y Alexis Carrel, premio Nobel de
Medicina, muerto en 1944, dijo: «Yo creo todo aquello
que la Iglesia católica quiere que creamos. Y no
encuentro ninguna dificultad, porque no encuentro en la
verdad de la Iglesia ninguna oposición real con los datos
seguros de la ciencia».

Ante las pruebas teológicas y los testimonios que


anteceden, nos parece sensato reconocer que el ateísmo
carece de fundamento sólido, y deja sin resolver muchos
más problemas que todos los misterios que acepta
nuestra fe.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 12-Agosto-1996 y en “LA


VOZ DE AVILÉS” 30-Agosto-1996

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2.- UNA RAZÓN MÁS PARA CREER

Se puede creer o no creer, pero negar tajantemente


la existencia de Dios nos parece un dislate. Nadie puede
demostrar con fundamento sólido que Dios no existe.
Sobre el tema que nos ocupa se cuenta una anécdota
razonable: Un personaje ilustre se relacionaba con gran
adhesión al soberano de un hogar piadoso, y cuando fue
a buscarlo para salir juntos, el jefe de familia estaba
terminando de asearse.

Entretanto, el visitante augusto y ateo jugueteaba


en la sala de espera con el hijo menor de su amigo, y
fiel al demonio que le impedía ver el candor angelical
del niño y la fe que sus padres le habían inculcado, le
dijo: «Si me dices donde está Dios, te doy un caramelo».
El chico, inspirado divinamente le profirió: «Si usted
me dice dónde no está le regalo dos».

Pienso que sólo es increyente el que no ha intentado


buscar la fe que Cristo y su Sagrada Historia nos
transmiten. Pues desde que el mundo es mundo, sólo se
ha escrito la vida de un hombre antes de nacer. Ese
Hombre es Cristo. Su vida de calvario, piedad y
prodigios estaba escrita, muchos siglos antes de nacer,
en el sublime Libro de la Biblia. De Jesús nos habló
Isaías ochocientos años antes de encarnarse.

Este gran profeta nos ha dejado escrito que Jesús


nacería de una madre Virgen y que tendría un Precursor
que le anunciaría. Igualmente concreta con toda
precisión las circunstancias de su Pasión y de su muerte.
Y Miqueas (5,2) nos dice que nacerá en Belén de Judá.
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Finalmente el profeta Daniel -entre otros- fija los años
que le faltan para aparecer en el mundo. En los Sagrados
Textos se puede leer que el Mesías estaría con el pueblo
cuando un rey extranjero dominara Judá, es decir, el Rey
Herodes de origen idumeo, comarca que comprendía
parte de la Arabia Pétrea.

Asimismo nos manifiestan que un precursor (Juan


el Bautista) le anunciaría, y que nacería en Belén de una
Virgen descendiente de David, que obraría innumerables
prodigios y que de niño vendrían a adorarle unos reyes
de Oriente, que tendría que huir a Egipto; que al ser
Hombre entraría triunfante en Jerusalén, montado sobre
un pollino; que sería entregado a los enemigos por un
discípulo traidor; que sería azotado, escarnecido,
taladrándole sus manos y pies sin quebrarle un sólo
hueso.

Pues bien, todos estos pormenores se han cumplido


en Jesús, como se hace evidente en los Evangelios. Y
sabiendo que el porvenir de todo ser humano nadie lo
puede conocer, nos encontramos con que Dios sí lo
conoce y nos lo ha revelado a través de los profetas,
luego vemos que Dios existe, y por eso encontramos
razones y pruebas fehacientes para seguir creyendo los
cristianos y hacerlas reflexionar a los que, posiblemente,
siendo mejores que nosotros, no creen en nada.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 18-Febrero-1997

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3.- CAMINO DE SENCILLEZ

La vidente de Fátima (sor Lucía) nos ha dicho que


la santidad consiste en hacer las cosas ordinarias
extraordinariamente bien. El aserto de esta expresión es
habitual en muchos santos. Y ahora lo estoy leyendo en
el libro que lleva por título Camino de sencillez; escrito
por la Madre Teresa de Calcuta, con la colaboración de
Lucinda Vardey.

Este libro que aparece ahora en las librerías


españolas, pronto será divulgado en los ciento veinte
países donde la Madre Teresa ha dado esperanza de una
vida nueva y feliz a los moribundos, amor a los
despreciados, alimento a los hambrientos, albergue y
hospitalidad a los enfermos, y placidez a los que sufren
las injusticias de sus semejantes sin saber que Dios
existía y les proclamaba como bienaventurados.

La Madre Teresa, conocida en todo el mundo por


su abnegada labor en favor de los pobres, ahora, con la
expresión íntima de su alma, nos deja plasmadas en este
libro las experiencias que le han servido para llevar al
término feliz que le corresponde, las innumerables obras
de caridad que diariamente se practican en las ciento
cuarenta fundaciones que tiene diseminadas por los cinco
continentes, con cinco mil monjas y un sinnúmero de
seglares.

Pienso que toda persona que fije su atención en


esta ingente y piadosa labor, ahuyentando por un
momento el fanatismo o cerrazón que puede producir
una ideología política destituida de sentido o que puede
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anidar en la mente de un apóstata dogmático y sin
fundamento probable, se tiene que hacer estas preguntas:

¿Cómo es posible que un manojo de arrugas haya


llevado a tan glorioso fin la obra más ingente y caritativa
de todas las que se conocen hasta hoy? ¿Cuáles son las
directrices que han conducido a esta humilde monja a
causar ese efecto tan profundo en la vida de millones de
personas que negaban la existencia de Dios?.

Creo que todo esto sólo tiene una respuesta


contundente: «Todo lo puedo en Aquél que me conforta»
(Filipenses 4, 13). Y para comprender cómo a la Madre
Teresa le conforta y consuela el que murió en defensa
de los pobres y de los pecadores -Cristo- es necesario
leer Camino de sencillez, pues con sencillez y firmeza
nos cuenta la vida de pobreza de sus Misioneras de la
Caridad y la raíz fundamental de todas sus obras y
labores:

Fe, oración profunda y meditada, penitencia,


humildad, amor a Dios y al prójimo como ellas mismas,
pobreza comparativa con los mismos mendigos,
obediencia, castidad, pobreza y un cuarto voto de servir
siempre a los más pobres entre los más menesterosos, y
en medio de todo esto que los hombres mundanos
detestamos, se encuentra la paz, la sonrisa ardiente, la
alegría de vivir y la ilusión de morir:

«La gente me pregunta -dice la Madre Teresa- sobre


la muerte, si la espero con ilusión, y yo respondo: Claro
que sí, porque iré a mi Casa. Morir no es el fin, es sólo
el principio. La muerte es una continuación de la vida.
31
Los que tienen miedo de la muerte son los que creen
que aquí se acaba todo. No he visto morir con temor a
nadie que haya sido testigo del amor de Dios».

Y es que la Madre Teresa sabe cuánto es el amor


que ella desparrama sobre Cristo cuidándole sus
queridísimos pequeñuelos, y cuánto es el afecto y
amistad que Cristo le prodiga. Siendo así, ¡cómo no va
a sentir vehementemente el deseo de conocerle en la
eternidad y abrazarse con Él!. Y termino con una frase
de Santa Teresa: «El placer de morir sin pena, merece la
pena de vivir sin placer».

Publicado en “EL COMERCIO” 30-Noviembre-1.995

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4.- LA VIRGINIDAD DE MARÍA

La máxima autoridad de la iglesia anglicana tras


la Reina de Inglaterra, el arzobispo de Canterbury,
George Leonard Carey, estuvo en España para ordenar
obispo del anglicanismo al madrileño de 33 años, Carlos
López Lozano. Un joven intelectual que carece del
conocimiento sobrenatural que irradia a los hombres esa
fe profunda que nos transmiten todos los santos y
doctores de la Iglesia católica.

Me gustaría saber en qué se basan los anglicanos


para negar la virginidad de María, pues si sólo creen en
la doctrina del Antiguo Testamento, 740 años antes del
nacimiento de Jesús, Isaías ya profetizó que Jesucristo
nacería de una madre virgen: «El Señor mismo os dará
por eso la señal: He aquí que la virgen grávida da a luz,
y le llamará Emmanuel» (Isaías 7, 14).

Y si lo que más les mueve a los anglicanos es el


Evangelio, que profundicen en el pasaje de San Mateo,
capítulo 1º, versículo 23: «He aquí que una virgen
concebirá y parirá un hijo, y se le pondrá por nombre
Emmanuel, que quiere decir Dios con nosotros». «La
concepción de Jesús fue así: Estando desposada María,
su madre, con José, antes de que conviviesen, se halló
haber concebido María del Espíritu Santo» (San Mateo
1, 18). Pero intentaremos llegar hasta el fondo de la
cuestión, para que los testigos de Jehová no pretendan
también engañar a los católicos con su falta de
discernimiento, sin tener en cuenta la sabiduría de la
Iglesia católica y la experiencia que le confieren los dos
mil años de existencia y estudio.
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Pues estos señores que niegan la virginidad de
María, sin un mínimo de preparación teológica, nos tocan
el timbre para enseñarnos el pasaje donde en San Mateo
12, 46, dice así: «Mientras Jesús hablaba a la muchedumbre,
su madre y sus hermanos estaban fuera y pretendían
hablarle». Y con esta denominación, los herejes, quieren
atacar la virginidad de María, afirmando que ésta tuvo
otros hijos además de Jesús. Y para entender estos
pasajes bíblicos debemos tener en cuenta que «hermano»
en la Biblia tiene el sentido amplio de pariente, primo,
sobrino, además del específico de hermano.

La razón de esta ambigüedad radica en el hecho de


que en hebreo y arameo no hay término equivalente para
decir primo. Tenemos el caso clásico de Lot, al que se
le llama hermano de Abraham (Génesis 14, 14), cuando
en realidad era sobrino de éste. También a Jacob se le
llama hermano de Labán, y era también sobrino. Por
consiguiente, nada tiene de particular que en la
catequesis primitiva aramáica se les llamara a los
parientes, o primos de Jesús, hermanos. Asimismo,
vemos muy claro que cuando Jesús fue hallado en el
templo a los doce años de edad, aparece como hijo único
(San Lucas 2, 41).

Por otra parte, jamás en los Evangelios aparece la


designación de los hijos de María aplicada a los
supuestos hermanos de Jesús. También nos encontramos
con que los «hermanos» de Jesús aparecen en los
Evangelios como mayores que Jesús en edad, pues éstos
se permiten aconsejarle sobre su misión (San Juan 7, 3
y 4). Y, finalmente, otro indicio claro de que María no
tenía otros hijos es que, al morir Jesús, este confía su
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madre al cuidado de San Juan (San Juan 19, 26 y 27), lo
que no es concebible si Jesús tuviera otros hermanos
verdaderos.

Y el hecho de que José y María hayan vivido la


castidad perfecta, no me sorprende en absoluto, más bien
me parece el cumplimiento del deber que tenían
conforme a las gracias recibidas, pues en el día de hoy,
conozco matrimonios muy jóvenes que se han
consagrado a una determinada obra religiosa cumpliendo
fielmente con los votos de castidad, obediencia y
pobreza, y se sienten felices misionando entre los más
pobres de los pobres y durmiendo cada uno en su lecho.
Con la gracia de Dios, todo es posible.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 11-Diciembre-1995

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5.- LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD

Cuando el mundo disoluto se enfurece contra la


Iglesia y su Magisterio, el Espíritu Santo, prometido por
su Fundador, siempre aparece para suplir las deficiencias
sufridas y reemplazarla nuevamente al lugar que le
corresponde. En esta etapa de descristianización que
viene soportando la Iglesia, nos presenta un Pontífice
con todas las virtudes necesarias para sobrellevar
estoicamente los embates de sus detractores.

Y cuando un Papa santo -Pablo VI- carecía de la


virtud de la fortaleza y el carisma personal que
caracterizan a Juan Pablo II, el Espíritu Santo comenzó
a soplar en los llamados Cursillos de Cristiandad,
fundados en 1949 por miembros de la Acción Católica
en Palma de Mallorca.

Este movimiento de cristianización jubilosa está


representado en los cinco continentes, y han pasado por
los cursillos más de nueve millones de jóvenes y adultos.

En España están siendo impartidos por las


cincuenta y seis diócesis, y Asturias cuenta actualmente
con más de doce mil cursillistas. Sabiamente, don
Gabino Díaz Merchán, conoce muy bien cómo este
movimiento cristiano es capaz de difundir la palabra de
C r i s t o y, a s í , l a d i ó c e s i s d e O v i e d o , c o n s u s
colaboradores, no ceja en promover tandas cada pocos
meses.

Los últimos cuarenta cursillistas salieron de la casa


diocesana de El Bibio el pasado día 13 de noviembre,
36
después de darnos un testimonio de ese Cristo viviente
que a partir de ahora anidará siempre en sus corazones,
dándoles a conocer cómo es posible salir -los que estén
dentro- del hedonismo, de la droga, del divorcio, del
aborto, y de encontrar la solución única y dignificante
para no contraer el Sida, como es la castidad fuera del
matrimonio.

Todo esto sólo lo hace posible la gracia que Cristo


infunde en las almas que se acercan a Él con atención y
buen deseo, lo que no es posible comprender sin la
experiencia que se vive en los cursillos. Pero si todos
los que se sienten agnósticos o se dicen increyentes,
sintieran la curiosidad de hacer esos cursillos, seguro
es que se encontrarían con la sorpresa más agradable y
atrayente de toda su existencia. Lo digo por la
experiencia que me confieren los 36 años que llevo
vividos como cursillista.

Y si fuese posible ver en una pantalla el cambio


radical de esas doce mil familias asturianas, después de
pasar por los cursillos, no quedaría un solo español que
no solicitara plaza a su respectiva diócesis para hacerlos.
Lo que sucede en los Cursillos de Cristiandad, es
inefable, y sólo se comprende cuando se viven los
mejores días de nuestra existencia, mientras el intelecto,
paso a paso, y hora a hora, paulatinamente, se va
volteando hasta llegar al punto que marca los ciento
ochenta grados, es decir, hasta entrar en un mundo nuevo
el cerebro realmente lúcido y converso.

Y en esa plenitud de clarividencia -tanto mayor


cuanto más execrables sean los pecados cometidos- es
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cuando se siente la alegría incontenible de haber nacido
y de vivir, pues no conozco a nadie que no lo haya
experimentado después de haber hecho los benditos
Cursillos de Cristiandad: en ellos se consigue la EGB
del cristianismo y el consuelo que conlleva la vida de
gracia, con el incremento que día a día nos proporciona
la oración y el bien que practicamos.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 12-Diciembre-1995

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6.- CARMEN ROMERO

La diputada socialista y esposa de nuestro


presidente don Felipe González, Carmen Romero,
continua porfiando para que su esposo agote la
legislatura y el Parlamento tenga tiempo suficiente para
aprobar la ley de ampliación del aborto. Y esto me hace
recordar cuando en un viaje de peregrinación a Tierra
Santa hizo públicas unas declaraciones donde comentaba
la visita efectuada a la basílica del Santo Sepulcro,
deteniéndose en la Piedra de la Unción, donde se dieron
los últimos óleos a Jesús después de crucificado y
muerto.

Hasta aquí -pensando bien-, se puede considerar


como un viaje cultural donde se puede adquirir un
conocimiento más profundo del mundo religioso, pero
ahora nos encontramos con que doña Carmen Romero
también adquirió varios rosarios en un bazar palestino,
y como el Santo Rosario no es un objeto que sirva para
ornamentar o embellecer el exterior, es claro que sólo
es útil como instrumento para exaltar la devoción a María
y pasar ante los ojos del alma los episodios principales
de la vida de Jesús.

¿Es atea doña Carmen Romero?. No lo sé. ¿Es


católica?. No lo sé. Lo que sí parece muy claro es que se
encuentra en el grupo de los excomulgados, conforme
al magisterio de la Santa Sede, y nos parece justo que
todos los que practican el aborto o hacen diligencias para
que se pueda perpetrar, estén excomulgados, mientras
no surja el arrepentimiento y se confiesen con un
sacerdote autorizado por la jerarquía eclesiástica para
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perdonar el crimen cometido o la connivencia del mismo,
porque están en pecado mortal y, lógicamente, no pueden
recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

En contraposición al ambiente anti-vida que


estamos viendo de forma monstruosa e indignante,
tenemos ejemplos maravillosos en todos los rincones de
la tierra. Sirva como una sola muestra aquella madre que
con el riesgo de perder su vida si no se sometía al aborto,
en vez de recurrir a las clínicas abortivas, se refugió bajo
el amparo de la Virgen, cobijada en una de las montañas
de Córdoba (Argentina), y el feto que llevaba en su seno,
lejos de ser masacrado, hoy es Carlos S. Menen, actual
presidente de Argentina.

El mismo que se ha destacado en la V Cumbre


Iberoamericana por la dilección y respeto que siente por
los marginados, por la defensa del hombre concreto, por
el derecho a la vida de todos, por la solidaridad y la
justicia, y por una educación sin restricción de la
enseñanza religiosa para que todos los jóvenes puedan
disfrutar de una educación concreta y puedan ser la base
fundamental de una sociedad más justa y piadosa; todo
esto lo sabe el presidente de Argentina por ser hijo de
una madre católica y heroica.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 15-Diciembre-1995

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7.- UN MILLÓN Y MEDIO DE FIRMAS

Una parcela considerable de la Iglesia alemana


están perdiendo el tiempo con pretensiones destituidas
de sentido. Casi un millón y medio de católicos y ateos
están presionando al Santo Padre para vetar el celibato
en la Iglesia católica. No es extraño que los increyentes
intenten rivalizar con la Santa Sede a los fieles, pues
casi todos llevamos dentro la tentación de someter el
mundo bajo el arco de esa ideología que nos fue
apresando por un sinnúmero de circunstancias adversas
o favorables.

Pero si reconociéramos a Cristo como salvador de


las almas buenas, y si comprendiéramos que sólo Él
conoce el camino recto que nos conduce al bien eterno
y temporal, todos los seres humanos opositaríamos por
el cumplimiento de sus leyes, confiando plenamente en
su legislación. Y es en esa fidelidad y obediencia a sus
preceptos, donde el hombre nunca se equivoca. Por eso
tiene el Santo Padre el privilegio de la infalibilidad. Él
ha conseguido erradicar el «yo» para seguir fielmente
las enseñanzas de Jesús y propagarlas por todo el mundo.
Y como sabe y cree que son las que más le convienen al
hombre y las mejores, nunca cederá a las presiones -o
chantajes- vengan de donde vengan las confabulaciones.

Y si ese millón y medio de firmas que pretenden


poner en cuestión ese postulado de la Iglesia, como es
el celibato, conocieran bien el Evangelio y al Santo
Padre, comprenderían que están perdiendo el tiempo y
haciendo el ridículo al hacer frente al Obispo de Roma
y al mismo Dios, y lo más pasmoso es que en medio de
41
esa multitud, también se encuentra el teólogo más
universal que conocemos: Hans Küng.

Ahora, reflexionemos para comprender el porqué


Jesús ha determinado que todos sus apóstoles fueran
célibes o viudos, como es el caso de San Pedro: sabiendo
que en Asturias -sirva como ejemplo- se encuentran
dificultades económicas para sufragar los gastos de unos
seiscientos sacerdotes, ¿qué sucedería si cada uno tuviera
esposa e hijos?. Y, ¿qué preocupación les infundirían
las familias ajenas, teniendo en cuenta la carga de
problemas que nos presentan los hijos y el cónyuge?.

¿Sería compatible con la vida espiritual encontrar


los sacerdotes en las discotecas en busca de su
prometida?. ¿No sería lícito también galantear en el
confesonario al mismo tiempo que practican el sacramento
de la penitencia?. ¿Puede un sacerdote marcharse a las
misiones con su esposa y una prole necesariamente
numerosa?. ¿No sería lícito que los hijos y esposa de
los sacerdotes disfrutaran de un hogar adecuado a su
categoría?. ¿Continuarían existiendo las comunidades
religiosas donde ahora sólo conviven los clérigos?.

¿No es justo que esa prole coma, vista, calce, tenga


sus juguetes y estudie en colegios adecuados para la
formación que sus padres le exigirían?. ¿No es verdad
que la mayoría de las limosnas que recibe la Iglesia
proceden precisamente de la gente humilde?. Y, ¿no sería
un motivo justo el suprimir ese socorro al ver que los
hijos del coadjutor o del párroco viven por encima de
las posibilidades que tienen los que contribuyen con unas
monedas para servir a Dios?. Yo no sé si estas serían las
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razones que tuvo Cristo para determinarse por el
celibato, pero éste es mi raciocinio. Y termino con una
pregunta: ¿Quién le obliga a un hombre con más de 25
años a consagrarse sacerdote conociendo las exigencias
de la Iglesia y de Dios?.

Publicado en “EL COMERCIO” 20-Diciembre-1995

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8.- TIERNO GALVÁN

Cuando se cumple el 10º aniversario de la muerte


de don Enrique Tierno Galván, nos parece oportuno tener
un recuerdo para un socialista honrado y ecuánime. Muy
querido por la mayoría de españoles y respetado por
todos. Don Enrique siempre ha sido un agnóstico de esos
que no creen ni dejan de creer; son esos hombres que
nunca han intentado pasar por encima del poder que tiene
la razón humana. Por eso nos dice en uno de sus libros
que «el agnóstico no entra a discutir la existencia o no
de lo divino». Y deja muy claro que la actitud del ateo
es inaceptable por dogmática, sabiendo que sus
afirmaciones no se apoyan en el raciocinio, con esto
también deja claro que el ateo no puede tener evidencia
de que Dios no exista.

La ilustre periodista, Pilar Urbano, tuvo un


encuentro con el capellán de la clínica Ruber, donde el
viejo profesor y alcalde de Madrid se encontraba
internado y, como buena católica, intentó persuadir al
padre Misol para que éste le facilitara al paciente ese
«pasaporte» que todos necesitamos para entrar en la
eternidad con el visto bueno del arrepentimiento y la
absolución. Pero antes de hablar con el padre Misol, el
señor Tierno ya se encontraba en posesión de una carta
que le había remitido Pilar Urbano, y entre otras cosas
le decía: «Sé que está usted sufriendo virilmente, con
elegancia, en silencio..., como un estoico, y yo desearía
que lo llevase aún mejor: como un cristiano», etc.

Su respuesta, que alguien (J.) mecanografió, decía:


«Su carta me ha servido de base de reflexión y
44
meditación, y es algo que quiero agradecerle
profundamente (...). Tiene usted razón; no hay que
olvidarse nunca del fundamento espiritual, y crea usted
que yo no me olvido de esa cuestión esencial (...). Desde
su plano de elevación y concentración religiosa puede
ver las cosas con más lucidez que muchos de nosotros»,
etc.

Y en dos largas conversaciones que mantuvieron


Pilar Urbano y don Enrique, centradas en la vida después
de la muerte corporal, el profesor reconoció que
envidiaba la fe, porque él estaba en la búsqueda de la
verdadera explicación. Pero él se encontraba en un
verdadero dilema. Y es que si se produce la fe, la
trayectoria de una vida entera puede desmoronarse,
porque la fe todo lo invade con su luz y el materialismo
dialéctico queda totalmente pulverizado.

A pesar de todo, don Enrique agradecía a todos los


madrileños las oraciones que le ofrecían, y acerca de lo
mismo le dijo a Pilar Urbano: «La fe me parece
incuestionablemente un tesoro, una fortuna, algo que
nadie puede procurarse por sí mismo». También le
confesó que él estudiaba con su amigo Lázaro Carreter
los verdaderos significados de dos palabras que mucho
le interesaban: «Resignación» y «arrepentimiento».

Asimismo, le dijo que estaba bautizado, y


señalando el crucifijo que estaba en la pared le dijo:
«Deseo verlo allí porque es el símbolo de algo muy
grande y valioso». Y cuando estaba entre la vida y la
muerte, en la planta quinta del Ruber, el secretario del
señor Tierno, Vicente Cervera, se opuso tajantemente a
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que el padre Misol entrara en la habitación, y la señorita
Pilar que le acompañaba, le recordó a Cervera la gran
responsabilidad que asumía, pero encerrado en su
negativa le contestó: «Cargo con ella, pero el sacerdote
no entra».

Y así, un hombre que pertenece al partido de las


libertades, consiguió hurtarle a un hombre bueno y
moribundo la libertad más seria e importante de todas.
En consecuencia, pienso que don Enrique, al buscar y
querer, ha podido encontrar eso que tanto anhelamos
todos los cristianos.

¡Descanse en paz!.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 22-Diciembre-1995

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9.- LA NAVIDAD

Cuando hubieron cumplido los acontecimientos


que debían preceder al advenimiento del Mesías, de
acuerdo con los vaticinios de los antiguos profetas,
Jesús, Hijo de Dios, se encarnó en el seno de la Virgen
María y, hecho hombre, nació de Ella para la redención
de la humanidad, dejando en el ambiente sus palabras,
mientras materializaba sus obras con el poder espiritual
de su omnipotencia.

Transcurridos una porción de años, los cuatro


evangelistas, inspirados por el Paráclito, escribieron los
sucesos milagrosos y las palabras de Jesús; compendio
que lleva el nombre de Evangelio, y también se traduce
por Buena Nueva. La pedagogía que nos dejó el Maestro,
puesta en práctica, es la panacea capaz de remediar todo
lo que nos abruma y entristece, porque, «mi yugo es
suave y mi carga ligera».

Pero como sólo los santos anónimos y los que


registra la historia son coherentes con los preceptos de
Jesús, venimos sufriendo un sinfín de perfidias
diabólicas que no hace falta enumerar porque están en
la mente de todos. He ahí el resultado temporal de
nuestra rebeldía libertina, sin entrar en lo transcendente.

Y al llegar la Natividad del Señor, la alegría que


se infunde en el alma de los hombres contritos y
absueltos del pecado por la redención que nos depara el
que nació en un portal, se materializa en los hombres
disolutos que no saben de que va la fiesta, e impregnados
de concupiscencia y glotonería, se olvidan de compartir
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con esos cien mil niños que se mueren de hambre todos
los días, conforme a las últimas estadísticas que nos dan
por TV.

Luego, sufrimos la desazón y el decaimiento moral


que siempre conllevan los excesos y el egoísmo, porque
la satisfacción de la Navidad, consiste en la gratitud que
le debemos al Señor y en el bien que realizamos en su
nombre.

Por haber sido emigrante en el Tercer Mundo,


conozco muy bien la proba labor de los misioneros, y
también los miles de niños que duermen en las calles
por no haber conseguido con las limosnas que piden, el
dinero que les exigen sus padres con amenazas
despiadadas, y los pobres misioneros se preguntaban:
«¿Cómo podemos hablarles que Dios es bueno cuando
estos niños se encuentran hostigados y hambrientos?
¿Cómo podemos decirles que Dios es padre cuando éstos
llevan en la mente las palizas que les propinan sus padres
o padrastros?».

Y todo esto no existe solamente en Río de Janeiro,


donde el contraste de tantas maravillas y tanta opulencia
está rodeado de arbolado frondoso y selvático, sirviendo
de cobijo a los desheredados cochambrosos y a los
delincuentes forzosos.

Y esta es la injusticia que abarca los cinco


continentes. Por eso, querido lector, pienso y creo que
el 90% de los mandatarios políticos, de izquierdas y de
derechas, debieran de estar todos en un lugar que me
reservo, y en otro peor terminarán algún día hasta que
48
Dios les perdone, si es que tienen perdón, porque la
Buena Nueva dice lo contrario, y como Yahvé dicta muy
bien en los Sagrados Textos: «De Dios no se ríe nadie».

Siendo así, inundemos la casa de champán y


turrones, menospreciemos a los que sólo les queda el
pellejo y los huesos, amparemos la justicia que incita a
la injusticia, vivamos nuestra vida comiendo y bebiendo
con glotonería y acumulemos tesoros en los bancos. ¿Y
después... ?.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 29-Diciembre-1995

49
10.- EL PADRE PÍO Y LOS ESTIGMAS

En todo lo que va de siglo, no existe un sacerdote


con más popularidad universal que el padre Pío de
Pietralcina, pues amén de los milagros y profecías que
se le atribuyeron en vida, este personaje mundialmente
conocido, también llevó en sus pies y en sus manos -
más de 50 años- las llagas que lo identificaban con
Cristo. Y en más de una ocasión accedió al tratamiento
que le ofrecían los médicos agnósticos, sabiendo que
todo era inútil, pues los orificios sanguinolentos que
disimulaba con guantes recortados, le acompañaron hasta
el fin de su vida, en el año 1968.

Este misterio de la estigmatización, siempre ha sido


estudiado por la Iglesia, y la inmensa mayoría de los
santos, incluyendo los de primera magnitud, no fueron
estigmatizados, lo que resulta enigmático, si tenemos
en cuenta que la estigmatización no es otra cosa que la
redundancia corporal de la configuración espiritual con
el mismo Cristo. Pienso que se trata de la libérrima
voluntad de Dios, concediéndoles a unos pocos los
signos exteriores, mientras a tantos otros sólo les
concede la gracia suficiente para extender su Reino en
el mundo y ser intercesores de los milagros que se
comprueban después de muertos.

¿Se puede decir que todos los estigmatizados son


santos por la gracia de Dios?. No. La Iglesia nos dice
que el demonio puede producir los estigmas, y se ha
comprobado -en el orden puramente natural- que a base
del hipnotismo y de la sugestión, se ha conseguido
producir fenómenos de estigmatización en personas
50
desequilibradas, neuróticas e histéricas, con la fuerza
de un razonamiento diabólico, cuyo poder preternatural
es muy superior al de las fuerzas humanas.

Oigamos al sabio y piadoso cardenal Bona dar una


lección práctica de discernimiento sobre estas y otras
materias parecidas: «A los que creen y publican que han
sido coronados de rosas en una visión por Jesucristo o
por la Virgen María, se les debe tratar como engañados
por su propia imaginación o como juguetes del demonio,
a menos que se vea relucir una gran perfección de vida,
una muy grande santidad y un desprendimiento completo
de la esclavitud de los sentidos. Dígase lo mismo de los
estigmas, que, como se ha comprobado por algunos
ejemplos indiscutibles, pueden ser hechos por la perfidia
de Satanás». Por eso nos parece muy conveniente
conocer en profundidad la vida privada de las supuestas
videntes.

Distraído con los estigmas del demonio, retorno


hacia el hombre -padre Pío- santo y genial, que a pesar
de pasarse doce horas diarias en el confesonario, algunos
penitentes permanecían impávidos semanas enteras
esperando el turno para confesarse con él, y llegaban a
su iglesia de muy distintas naciones. Entre ellos, también
se encontraba el que hoy lleva el nombre de Juan Pablo
II, el mismo que muy pronto lo subirá a los altares.

Nos dice el arzobispo italiano, Paolo Carta, que


después de sostener una conversación privada con el
Santo Padre acerca del padre Pío, animado por la
amabilidad del recibimiento, entre otras cosas le dijo:
«Santidad, durante siente años he sido Obispo de Foggia,
51
muy cerca del padre Pío. Por ese motivo soy un testigo
de su santidad. Le encomiendo la causa de su
beatificación». Y el Santo Padre respondió: «Hay que
admirar en el padre Pío su vida heroica, el ministerio
del confesionario y los sufrimientos de las llagas. En
una ocasión fui a visitarle y me confesé con él. Recuerdo
también a una persona, enferma de cáncer, que fue curada
por la intervención del padre Pío. ¡Pero para la
beatificación se requieren milagros!». Después,
sonriendo dulcemente, añadió: «El padre Pío hizo
milagros en vida. ¡Que los haga también después de
muerto!». Y ahora leemos en la prensa italiana cómo tres
señoras han recobrado la salud perfecta después de ser
desahuciadas por los médicos, gracias a la intercesión
del padre Pío.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 17-Enero-1996

52
11.- LAS SACERDOTISAS

Tengo para mí que la dignidad y el honor de la


mujer siempre han sido un ejemplo a seguir para los
hombres. También creo que Dios no ha podido crear nada
más complaciente y fecundo que lo es la mujer para el
varón, y Jesucristo ha querido exaltar el valor de la mujer
engendrándose en sus entrañas.

Con este motivo consiguió que fuese una doncella


la Reina de todas las generaciones que se vienen
sucediendo, sin excluir a los apóstoles, los santos y los
ángeles. Dicho esto cabría preguntarse el porqué no ha
querido Cristo incluir a su Madre en el sacerdocio.

Y como todo lo que Él hace tiene un sentido infinito


y justo, merece la pena elucubrar hasta encontrar la razón
que Cristo tenía, y el motivo que le ha llevado a Juan
Pablo II a enviar una carta a todos los obispos del mundo
advirtiéndoles que prohibe terminantemente la ordenación
sacerdotal femenina.

Pensemos un momento lo que podría suceder entre


sacerdotes y sacerdotisas conviviendo en una misma
iglesia y cambiando sus atuendos en la misma sacristía.

Reflexionemos, viendo una joven supuestamente


elegante en un confesionario esperando el varón
hipotéticamente distinguido y airoso que lejos de
confesar sus pecados se acerca a la sacerdotisa para
emprender una conversación sentimental y amorosa,
dejando de lado el hecho de que también pudiera tratarse

53
de un desaprensivo casquivano que le confiesa los actos
impuros y las fechorías pornográficas que practica.

Prosigamos cogitando en lo que sería una señorita


consagrada al sacerdocio y deambulando por los
suburbios del Tercer Mundo para llevar la palabra de
Dios a los herejes, y visitar a los enfermos después de
media noche en los tugurios, sin carreteras y sin luz,
rodeada de maleantes, cabalgando en un asno o caballo.

Imaginémosla jovial, candorosa, con elegancia y


distinción, predicando la homilía desde el púlpito a una
multitud variopinta, donde no pocos feligreses asisten
de forma pasiva desoyendo la palabra de Dios. ¿No es
este un momento oportuno para hacerles centrar la
atención en la lujuria que propende entre hombre
y mujer?.

Pues como bien ha dicho monseñor Gabino Díaz


Merchán, acerca de la ordenación femenina: «En la
medida en que la Iglesia toma conciencia de que ese tema
fue establecido por Jesús, no puede cambiarlo».

No sé si por lo que yo pienso o por razones mucho


más poderosas, el Santo Padre ha considerado esta
prohibición manifiesta a todos los obispos como
«Depósito de Fe», y cuasi dogmática, para que sus
sucesores continúen este programa que se encuentra
inserto en las mismas determinaciones de Jesús. Y
termino con una frase de Santa Teresa: «Entre santa y
santo, pared de cal y canto».

Publicado en “EL COMERCIO” 24-Enero-1996

54
12.- PARA SALVARTE

Después de veinte años, estoy leyendo por segunda vez


el libro titulado «Para salvarte». No sé los millones de
ejemplares que se habrán vendido ni las traducciones que se
habrán hecho, pero sólo en España vamos con 44 ediciones.
El ilustre jesuita, Jorge Lóring, entró con pie derecho en la
ciencia, en la moral, en la conciencia y en la religión. Me
atrevería a decir que nadie con sensibilidad espiritual -
después de leer y rumiar el contenido de este libro- puede
proseguir excluyendo la existencia de un ser supremo que
ha creado todo lo existente -en la tierra y en el cielo- y lo
gobierna con precisión matemática, el mismo que los
católicos llamamos Dios.

Si nos parece asombroso los diez planetas que tiene


el sol y las distancias que nos separan de los mismos,
más pasmoso resulta saber que la Vía Láctea tiene cien
mil millones de soles. Y galaxias como la nuestra se
conocen diez mil millones. Es de notar que en la
diminuta parcela que se conoce de la inmensidad del
cosmos, el número de estrellas se calcula en 200.000
trillones.

Ahora pensemos que nuestro sol es un millón


trescientas mil veces mayor que la tierra, y en una estrella
ínfima caben 115 millones de soles, y digo ínfima porque
la estrella Alfa de Hércules, que dista de nosotros 1.200
años-luz, es ocho billones de veces mayor que el sol. Y
un billón de segundos son aproximadamente 32.000
años.

55
El hombre se jacta de haber llegado a la luna, es decir,
que ha conseguido distanciarse de la tierra un segundo y
cuarto de luz, mientras el astro más lejano detectado hasta
hoy -Quásar PKS-, se encuentra a 15.000 millones de años-
luz. Este es el límite de percección de los telescopios
gigantes, y como ejemplo tenemos el de Puerto Rico, con
305 metros de diámetro. Desde él se lanzan todos los años
señales al espacio en busca de civilizaciones extraterrestres,
pero todo ha sido inútil hasta hoy; pues parece que no existen
más hombres que los de la tierra.

Y estas bolas gigantes que se vislumbran en el espacio


van a velocidades enormes. La tierra recorre 100.000
kilómetros por hora. El sol va a 300 kilómetros por segundo
hacia la Constelación de Hércules. La Constelación de Virgo
se aleja de nosotros a 1.000 kilómetros por segundo. Y existen
estrellas que se distancian de nosotros a 276.000 kilómetros
por segundo. Es decir, al 92% de la velocidad de la luz.

Por eso el premio Nobel de Física, Alfredo Kastler,


declaraba en agosto de 1.968: «La idea de que el mundo,
el universo material, se ha creado él mismo, me parece
absurda. Yo no concibo el mundo sino con un Creador,
por consiguiente, Dios». Y Newton, hablando del cosmos
dijo: «Hay que reconocer la voluntad y el dominio de un
Ser inteligente y poderoso».

Pienso que nadie con docilidad y buen sentido


puede creer que la exactitud del movimiento de los
astros, se quede en pura coincidencia. Es necesario creer
que tiene que haber un conductor que los ha creado y
los domina. Por eso nos dice la Biblia: «Los cielos cantan
la gloria de Dios». Y termino con una pregunta: ¿Qué
56
sucedería en las plazas y carreteras de España si los ocho
millones de coches -puestos en marcha- se quedaran sin
chófer?.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 31-Enero-1996

57
13.- LUMEN DEI

Señor director: Lamento mucho las calumnias que


se le imputan a la unión Lumen Dei, a través de la
televisión y de algunos rotativos, y aunque no estoy
vinculada a esa bendita Obra religiosa ni a ninguna otra,
conozco perfectamente la prospección espiritual de
Lumen Dei, pues cuando estudiaba las últimas
asignaturas de mi profesión -psicóloga- estuve varias
semanas conviviendo y estudiando en el convento de las
hermanas de dicha Obra.

Y allí sólo he visto pobreza, castidad y obediencia.


También tengo una prima que ha sido testigo ocular de
las 9.000 comidas que se distribuyen todos los días en
el Tercer Mundo a los más menesterosos. Asimismo van
recogiendo ancianos sin ninguna pensión para sus
residencias. Tienen en Teruel una casa para la recuperación
de los drogadictos, sin exigirles un céntimo.

Y con respecto al Colegio Hispano-Inglés, que han


adquirido en Pozuelo (Madrid), ya quisiera yo tenerlo
cerca de nuestra casa para mandar a todos mis hijos al
cuidado y ejemplo que nos dan los sacerdotes de Lumen
Dei. Así podría evitar las lágrimas que vierten tantos
padres en mi despacho al ver que los hijos -por no creer
en nada- llevan una vida disoluta, envueltos en el
hedonismo y en la droga.

La santidad que todos le atribuyen al jesuita, padre


Rodrigo Molina, y a sus colaboradores, ha dado buen
fruto en muchas naciones. Por eso ha sido autorizada
por 56 obispos, y he oído decir al arzobispo del Cuzco,
58
monseñor Alcides Mendoza, que: «El padre Molina es
un enviado de Dios». Pero como él y sus colaboradores
viven el Evangelio sin glosa y lo predican entero, son
aborrecidos y odiados por muchos, como lo ha sido
nuestro Maestro y Salvador.

Fé Colao García

Publicado en “ABC” 29-Enero-1.996, en “LA VOZ DE ASTURIAS”


10-Febrero-1996 y en “LA NUEVA ESPAÑA” 12-Febrero-1996

59
14.- UNA MOSCA BLANCA

Después de leer la biografía del actor cinematográfico


-Mel Gibson-, me quedé estupefacto. Un hombre dandi
que aún no ha llegado a los cuarenta y está considerado
como el artista más atractivo de Hollywood, es decir, el
principal centro de producción cinematográfica de
aquella nación (Estados Unidos) y del mundo. Mel y su
esposa, Rabin, acompañados de sus seis hijos, asisten a
misa bien temprano todos los días. Los dos con el misal
en la mano sonriendo a la prole que les rodea y saludando
con simpatía y gracejo a sus colegas de iglesia.

Y cuando Mel se distancia para actuar en las


películas que le autoriza el director espiritual (como
«Arma letal»), su esposa se ocupa de pastorear a los seis
hijos y adentrarlos en el templo todos los días.

Y considerando que Juan Pablo II les parece un


poco liberal, Mel Gibson aportó 36 millones de pesetas
para la construcción de un templo donde se celebran las
misas en latín, conforme a las tradiciones del Concilio
de Trento, es decir, el párroco ha de estar de espaldas al
público, mirando a la cruz y al sagrario.

La capilla no tiene reclinatorios ni bancos, y así,


la familia Gibson y otros feligreses que asisten a esa
misa, tienen que arrodillarse en el duro suelo y continuar
así todo el tiempo que exige la ceremonia religiosa. Su
esposa e hija llevan el tradicional velo cubriendo la
cabeza, y eso mismo hacen también todas las señoras
que asisten a ese templo.

60
Los actos de culto comienzan a las siete de la
mañana con el rezo del Santo Rosario y terminan una
hora después. Lo cierto es que esta familia tan popular
en el mundo del cine, con su ejemplo de fervientes
católicos, ha conseguido -sin intentarlo- los prosélitos
suficientes para abarrotar el templo todos los días.

Mel Gibson también considera demasiado aperturista


al Concilio Vaticano II. Asimismo es contrario al control
de la natalidad sin excepción de métodos, pues cree que
en el planeta azul existe riqueza suficiente para que los
menesterosos puedan incorporarse a una vida digna de
todo ser humano, pero no desdeña en absoluto el
Magisterio del Santo Padre y comprende que no puede
hacer más por la libertad, la justicia y la paz.

Mel cree que el puesto primordial de la mujer es el


hogar. En su casa -nos dice- tiene una misión sagrada
como la Virgen María la tuvo en la gruta de Nazaret.
Ella se entregó por completo al cuidado de su Unigénito
y esposo. Meditaba en su corazón de Madre los altibajos
de la vida y aceptaba buenamente los designios de Dios.

Estas son algunas de las creencias de esta estrella


de Hollywood. Con Mel Gibson se puede estar de
acuerdo o discrepar, pero su ejemplo como padre, como
esposo, como actor religioso que pasa todos los guiones
a su director espiritual para saber si debe o no firmar
los contratos, creo que debiera servir como modelo para
todos los actores, y así el mundo cambiaría un poco para
mucho bien, teniendo en cuenta el menosprecio que
siente por el dinero, comparado con la dicha que le
infunde la ternura de su hogar y el consuelo que recibe
61
de Dios por la adoración que diariamente le prodiga y
las obras piadosas que realiza en su Santo Nombre.

Acumulando tesoros para el cielo, donde ni la


polilla ni el orín los podrán corroer; lo que todos
sabemos que no sucede con las riquezas de la tierra. Por
eso decimos que Mel es una mosca blanca.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 16-Febrero-1996

62
15.- A PASCUAL Y MANUEL

Desde hace tiempo vengo leyendo con verdadera


fruición los escritos elocuentes y mesurados de don
Pascual Antonio Blanco. Siempre con cortesía y respeto
hacia los demás. Siempre con pleno conocimiento de lo
que dice como buen pedagogo en temas de religión. Y
es precisamente en la carta del pasado día 11 de
diciembre donde deja fuera de dudas la virginidad de
María y también la maternidad de un solo Hijo, no
solamente porque siendo un dogma de fe estamos
obligados a creerlo todos los católicos, sino porque
también él lo expone con meridiana claridad.

Pero don Manuel de León (28-1-96) intenta


tergiversar estas verdades reveladas en el Antiguo y
Nuevo Testamento, después de ser aprobadas por unos
doscientos Papas, más de veinte mil cardenales, millones
de obispos, quinientos mil mártires y un sinnúmero de
santos que nos miran desde los altares, exceptuando
algunos disidentes. Y todo lo hace con una expresión
confusa y malsonante. Pues como buen protestante,
calumnia despiadadamente a Santo Tomás de Aquino
implantándolo en el puesto de los mismos herejes, al
decir que este gigante de la santidad y doctor de la
Iglesia, escribió en la más importante de sus obras -
Summa Theologiae- que «María también ha contraído
el pecado original».

Y cita a San Pablo en Romanos 5 y 3, donde dice:


«Así, pues, como por un hombre entró el pecado en el
mundo, y por el pecado la muerte, por cuanto todos
habían pecado». (También se dice en el mundo católico
63
que todos somos hijos de Dios, mientras el discípulo
predilecto de Jesús, San Juan, 1-12, solamente reconoce
como hijos de Dios a cuantos lo recibieron y creen en su
nombre). Sin tener en cuenta la forma de generalizar de
San Pablo ni tampoco haber caído en la cuenta de que el
dogma de la Inmaculada ha sido muy posterior a la vida
del Santo. Y, ¿cómo pueden los anglicanos creer en María
Virgen o en la Virgen María?. ¿Dónde ha quedado su
virginidad si dicen que tuvo más hijos?, o ¿es que todos
han sido engendrados por obra y gracia del Espíritu Santo?.

Claro que aparece también como hijo único al


comprobar que sus padres frecuentan la fiesta de la
Pascua sin más hijos que Jesús, y aunque usted trate de
tergiversar esta cita de San Lucas 2, 41, otras muchas
han sido mencionadas en el escrito de don Pascual con
evidencia evangélica y perfecta exégesis. Y la frase «no
la conoció hasta que dio a luz» no implica que después
tuvieran esas relaciones. Es una traducción griega literal,
de un original semítico en el que la preposición «ad ki»
resulta torpemente reflejada.

También en Génesis 8, 7 se dice, a propósito del


diluvio, que el cuervo no volvió al arca «hasta que se
secaron las aguas». ¿Es que esto incluye que el cuervo
después de secarse las aguas volvió al arca?. El contexto
deja claro que no (véase 2 Sam 6, 23). Por eso,
atendiendo al contexto, algunos autores traducen el texto
evangélico: «Sin que la hubiera conocido, dio a luz a su
Unigénito» (Buzy).

Ahora le recomiendo que lea el Magisterio de la


Iglesia, de E. Denzinger, edit. Herder, donde dice: «Fue
64
concebida Inmaculada, esto es, inmune de mancha del
pecado original» y siga leyendo los marginales 256, 734,
792, 1073, 1100, 1641 y 2147, de los cuales solamente
citaré el 256: «Si alguno no confiesa, de acuerdo con
los Santos Padre, a María como SIEMPRE Virgen y su
virginidad INDISOLUBLE, sea condenado» (Papa San
Martín I, Concilio de Letrán).

Terminaré diciéndole a don Manuel que Jesús -


como todo buen hijo- se alegrará mucho de que los
católicos, aunque imposible, faltáramos a la verdad,
situando a su Santa Madre en un puesto tan honorable
que no se lo merezca; pero ¡ay! de aquellos que la
calumnien rehusando el magisterio que Él confió a sus
apóstoles y, muy especialmente, a los sucesores de San
Pedro.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 21-Febrero-1996

65
16.- BALDUINO, EL REY SANTO

Se ha publicado la biografía del rey Balduino. El


eminente cardenal Suenens ha dado luz verde al libro
que lleva por título El rey Balduino, una vida que nos
interpela. Nadie podría escribir con más conocimiento
y rigor la vida privada del rey, pues el cardenal Suenens
ha sido amigo del monarca desde hace más de 35 años,
y en esa fecha le remite una carta que comienza con los
siguientes renglones: «Señor, quisiera ayudarle, en la
medida de mis posibilidades, a responder a la llamada
de vuestra magnífica vocación, al sueño de Dios sobre
usted. Porque Dios tiene un sueño y quiere realizarlo
con usted, a través de usted y en usted».

A partir de entonces, el cardenal Alfred Suenens,


se convierte en director espiritual del rey. Ahora se
descubre cómo conoció a Fabiola y cuáles fueron los
medios empleados: el cardenal Suenens tenía gran estima
y admiración por la mística irlandesa, Verónica O’Brien,
y puestos en contacto con Balduino, sabiendo que a éste
no le gustaban los bailes y siempre se escabullía de las
recepciones mundanas que le ofrecían las gentes de
sangre azul, le confiaron a la ilustre monja para buscarle
en la tierra de santos, místicos y doctores -España-, la
futura esposa.

Verónica O’Brien que cuenta actualmente 90 años,


tiene un sueño premonitorio. Sueña con una habitación
llena de vestidos rojos y un cuadro de una mujer y un
niño. Algunos días después se dirige a España para
cumplir su misión secreta. Discretamente hace una
encuesta entre las jóvenes aristócratas españolas. Y
66
alguien le pone en contacto con una chica aristocrática
de ferviente religiosidad: es Fabiola de Mora y Aragón.
Y ésta la invita a tomar el té en su modesto apartamento.
La monja capta inmediatamente la presencia de una
mujer excepcional, y le pregunta: «¿cómo es posible que
no tenga novio?».

«He rechazado a un joven diplomático en Washington,


porque me siento enraizada aquí», contesta Fabiola. ¿Se
casaría?, pregunta la hermana O’Brien. «Claro, como
todas mis amigas, no tenemos otro objetivo: perfeccionarnos
para nuestros maridos y dar a Dios y a España hijos
dignos de Dios y de la Patria. ¡Qué quiere, aún no me he
enamorado!. Me abandono en las manos de Dios y quizá
Él me prepare algo».

Continúa el diálogo y Fabiola le muestra el


apartamento. Y en ese momento, la religiosa descubre
en una de sus alcobas aquel cuadro de la mujer con el
niño que había visto en sueños y muchos vestidos de
color rojo. «Es ella», escribe a Balduino. «Ella es alta,
esbelta, deslumbrante de vida, de inteligencia, de
rectitud, de claridad. Rostro oval, hermosa frente...».

Así dio comienzo el matrimonio ejemplar de los


reyes belgas. Y aunque todos sabemos que no procede
el proceso de beatificación hasta que transcurran los
cinco años después de la muerte, como en todas las leyes
existen excepciones, el Vaticano parece dispuesto a
aceptar el proceso de Balduino inmediatamente, máxime
teniendo en cuenta que el milagro ha llegado ya: la
hermana carmelita María Pía está convencida: «¡Es el
rey Balduino al que le debo el que mi cáncer haya
67
desaparecido!». La metástasis cancerígena que se había
apoderado de su cuerpo desapareció por su intercesión.
Para ella, Balduino es ya un santo.

Juan Pablo II, después de postrarse de rodillas ante


la tumba del rey Balduino, dijo que el monarca había
sido un gran ejemplo, y lo seguía siendo para toda
Europa. Y monseñor Antonio Fabrici, que trabaja en la
Curia romana, le parece que un gesto de este tipo es casi
la promulgación del decreto de santidad del rey.

Ante el clamor popular de los belgas en favor de la


beatificación de Balduino, el cardenal Danneels mandó
imprimir centenas de millares de estampas con la
fotografía del rey y la oración que sigue:

«Señor, Tú que nos has dado como pastor a nuestro


rey Balduino, que estaba atento a las necesidades de cada
persona y sobre todo de los más necesitados. Por él, te
damos gracias. Con él te confiamos este país que tanto
amó. Bendice a la Pareja Real y a este pueblo al que
sirvió. Amén.» También en la agenda de Balduino se
encontró la que reproducimos a continuación: «Ser rey
es servir a la verdad y sufrir por su pueblo. Señor, hazme
sufrir con el sufrimiento de los demás. Señor, no
permitas que sea feliz yo sólo. Señor, dame la angustia
de la miseria universal y líbrame de mí mismo, si tal es
Tu voluntad. Amén».

Publicado en “EL COMERCIO” 23-Febrero-1996 y en “LA VOZ


DE ASTURIAS” 25-Marzo-1996

68
17.- LA IGLESIA Y EL PAPA

Existe una corriente progresista que está gritando


continuamente en los umbrales de la Iglesia conservadora,
para que ésta se sume a un evangelio inventado por los
creyentes que buscan la comodidad, y dado el conocimiento
que tiene Juan Pablo II de lo que Dios quiere y le exige,
nunca podrá retrechar un milímetro, porque el proyecto
de vida que Jesús ha diseñado para los que quieran
merecer el nombre de cristianos, es uno, único y eterno:
«Pasarán el cielo y la tierra y mis palabras no pasarán»
(San Mateo 5, 18; San Mateo 22, 35; San Marcos 13,
31; San Lucas 21, 33).

Y con esta certeza que le garantiza la fe al Sumo


Pontífice, tenemos que reconocer que son muchos los
disidentes que lo aborrecen y quieren enterrarle vivo.
Pero es mucho más considerable el número de fieles que
lo circundan siempre con ese influjo espiritual que sale
de las almas limpias y buenas.

Lo cierto es que la Iglesia sigue creciendo todos


los años, y no solamente por los agnósticos que se convierten
con la gracia santificante que va desparramando por el
mundo el Santo Padre, sino que también los anglicanos
abandonan la Reina «papisa» para sumarse a la Iglesia
católi ca y al Magisterio de Juan Pablo II.

Las conversiones en Inglaterra son muy numerosas,


y conforme a las informaciones de algunos diarios
nacionales, en el año que acaba de salir, han pasado a
nuestra religión más de seis mil anglicanos. Entre los
cuales merecen ser destacadas algunas personalidades
69
muy sonadas: la madre de la Princesa de Gales, Frances
Shand Kydd, la Duquesa de Kent, el ex obispo de
Londres, Graham Leonard y la primera sacerdotisa
anglicana de Irlanda, Phyllis Fleury, quien manifiesta
que «la convicción absoluta la tuve cuando fui recibida
por la Iglesia católica en octubre del 95».

Es claro que estos personajes tienen las


dimensiones de un fenómeno muy amplio y, claro está,
los secuaces creyentes que se dejan llevar por el carisma
e intelecto de los protagonistas más notorios, cuando
éstos se retractan de haber seguido una religión que no
es la verdadera, los que fueron adeptos a la misma, salen
en manada siguiendo a sus ídolos, y así, nos parece que
el anglicanismo terminará sometiéndose a la obediencia
que todos los cristianos le debemos al Vicario de Cristo.

Y como no hay mal que por bien no venga, los


escándalos de la familia Real británica, también
contribuyen a que todo esto suceda, pues teniendo en
cuenta que la máxima autoridad de la iglesia anglicana
es la Reina Isabel II, ésta -contrariando los preceptos de
Dios Padre y Dios Hijo- ha pedido con urgencia el
divorcio para su hijo el Príncipe Carlos y la Princesa de
Gales, y cuando la cabeza suprema de una entidad
religiosa menosprecia el contenido de la misma doctrina
que profesa, es claro que viene el desmoronamiento
de todo.

Y es que la secta anglicana tiene su origen en la


soberbia, el adulterio y el crimen que cometió Enrique
VIII, pues no conforme con repudiar a su esposa -hija
de los Reyes Católicos de España-, se enfrentó con el
70
Papa y se hizo proclamar jefe supremo y protector de la
Iglesia de Inglaterra, con lo que dio origen a la secta
anglicana del protestantismo.

Así consiguió la anulación de su primer


matrimonio, casándose después con Ana Bolena, a la que
mandó decapitar con el pretexto de adulterio. Y como
Dios nunca es viejo y «quien mal anda mal acaba», el
resultado aparece 463 años después.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 25-Febrero-1996

71
18.- ¿A QUIÉN VOTAMOS?

Conforme a las disertaciones del Gobierno y de la


oposición, no podemos dudar que las pensiones están
garantizadas por todos los partidos políticos de
implantación nacional. Siendo así, bien puede seguir
reinando el sosiego entre los pensionistas, gane quien
gane las elecciones generales. Y tengo para mi que el
cambio de poder nos puede incrementar la inversión y
producir más riqueza con menos corrupción. Dicho esto,
no vemos la posibilidad de excusarse las almas buenas
diciendo que son contrarias a la corrupción y al aborto,
pero que no pueden prescindir de una pensión mínima
que les garantice la supervivencia económica.

Tal vez por todo lo que antecede y otras razones


humanitarias, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, monseñor
José Gea, hizo público un comunicado en el que dice
con la mayor claridad que un católico no debe votar a
un partido político que promueve el aborto, y como
actualmente existen dos partidos -PSOE e IU- que tienen
previsto -si ganan- ampliar la legislación abortista, el
obispo afirma tajantemente que los católicos -y tantos
ateos de conciencia recta- no pueden votar favoreciendo
lo que ha sido calificado por el Concilio Vaticano II como
«un crimen abominable».

También cuatro de los obispos que componen la


Comisión permanente del Episcopado, nos han dicho la
influencia que debe tener la corrupción y el aborto a la
hora de votar, pues son temas muy decisivos que tenemos
que tener en cuenta los católicos que aceptamos la
sumisión que les debemos a los prelados y, muy
72
especialmente, al Santo Padre. Recordemos la encíclica
«Evangelium vitae», en la que afirma que la ley que
autoriza el aborto «está privada totalmente de auténtica
validez jurídica. El aborto es un crimen que ninguna ley
humana puede legitimar».

«Hay quienes protestan -dice monseñor Gea-


cuando se compara el aborto con el terrorismo. Pero
puesto que los dos son atentados contra la vida humana,
¿podría alguien aportar alguna razón que demuestre que
el crimen terrorista es peor que el crimen del aborto?.
No pueden condenarse unos atentados sin condenar
los otros».

Y aceptando la libertad que Dios nos concede a los


hombres, sería absurdo penalizar a las madres que
rehusan el sostenimiento y cuidado del hijo no deseado,
pero creo que la peor de las soluciones es matar a esos
inocentes, pues el Gobierno bien podría construir
residencias de maternidad en lugares recónditos para que
todas esas madres tuvieran acceso gratuito a las mismas
con los meses o semanas de antelación al parto que ellas
estimaran oportunos, y una vez llegado el
alumbramiento, regresar nuevamente a sus hogares
encubriendo la deshonra pública que no pocas veces les
induce a abortar.

Pues teniendo en cuenta que los 45.000 abortos que


se practican en España cada doce meses nos cuestan unos
250.000 millones de pesetas, pienso y creo que mejor se
gastaría un poco más para salvar esas vidas, presentando
a esos niños en las pantallas de TV y ofreciendo esos
bebés a los matrimonios que desearan adoptarles. Y si
73
la oferta fuese mayor que la demanda, ¿no sería una obra
solidaria y caritativa el costear los orfanatos necesarios
para salvaguardar la vida de los más inocentes?. ¿No es
mejor amparar y protejer la ley de derechos humanos
que legitimar el crimen abominable?.

¿¡Dónde está la conciencia y la moral de los


mandatarios políticos¡?. Después de lo dicho, ¿a quién
votamos?

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 28-Febrero-1996

74
19.- LUMEN DEI Y FÉ COLAO

Hemos leído con verdadera fruición la carta (10-


2-96) publicada en su Diario con este mismo título,
firmada por la Psicóloga Fé Colao. Y no pocos de los
mil simpatizantes que tiene la Obra en Asturias hemos
hecho fotocopias llenos de júbilo, pues todos estábamos
contristados por las imposturas que fueron vertidas en
algunos diarios desaprensivos y también en la televisión,
máxime los que hemos sido favorecidos por una Obra
tan santa y piadosa como es Lumen Dei.

Desde hace años tengo un hijo que padece


esquizofrenia, y siendo un joven crecido y corpulento,
nos tenía amedrentados a todos en un apartamento de
sesenta metros cuadrados. Pues él vivía atosigado con
el encierro y su enfermedad, y nosotros no encontrábamos
solución para evitar el riesgo de ser agredidos por él en
medio de una familia numerosa. Intenté internarlo en
alguna clínica psiquiátrica en Asturias, pero con el
sueldo de un obrero como yo, resultaba imposible
satisfacer las trescientas mil pesetas que me exigían
todos los meses, y en los centros de la Seguridad Social
no le aceptaban. Involucrado en este dilema, hablé con
el delegado de Lumen Dei en Asturias, y éste me puso
en contacto con el presidente general de la Obra, padre
Angel Casabón Vicente, quien rápidamente -sin exigirme
una peseta- me mandó llevarle al Centro que tienen en
Teruel para drogadictos y asistencia a los deficientes
mentales.

Allí me encontré con un joven sacerdote vestido


de sotana y crucifijo al cuello. Es un médico gijonés que
75
después de hacer los Ejercicios Espirituales con Lumen
Dei, dejó el empleo que tenía en la Seguridad Social y
las consultas, para entrar en el Seminario de Lumen Dei
y ser consagrado sacerdote seis años después. Ahora,
José Manuel Macho, atiende a los enfermos como
médico y les celebra misa todos los días, y cuál no sería
nuestra alegría al ver a nuestro hijo leyendo las lecturas
que preceden a la eucaristía y rezando el rosario en
compañía de otros enfermos y ex drogadictos. ¿No es
ésto defender los derechos humanos de los más
necesitados? ¿Por qué intentan destruir una Obra que
vive exclusivamente para servir a los pobres y
desvalidos?. Terminaré diciendo que, a unos y a otros:
«Por sus frutos les conoceréis». Y que Dios siga
protegiendo a «La Voz de Asturias» para que siga
defendiendo la verdad, la libertad y la justicia.

Manuel Mesa Herías


Tel.: 554 31 51
Avilés

NOTA: Escrito por el autor del libro con el beneplácito


del padre del enfermo y firmado por él.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 6-Marzo-1996

76
20.- LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS

Es muy difícil educar bien a los hijos si sus padres no


disponen de una formación moral penetrante. También
deben de ser circunspectos en la cortesía y la urbanidad.
Los buenos modales transmiten el amor que les une a sus
hijos y les impiden proferir terminachos y respuestas
negativas o malsonantes. No son suficientes las lecciones
verbales. El buen ejemplo tiene que presidir siempre el
hogar.

Y para las familias modestas que desconocen estas


reglas -y también para las que están en posesión de las
mismas-, tienen un soporte que lo abarca todo: la religión.
Pues el amor a Dios nos infunde en el ánimo un impulso
moral y afectivo. Él nos comunica en el alma un don de
gracia que supera todos los beneficios que aporta la cultura.
Pues una cultura sin moral puede darnos drogadictos y
criminales inteligentes, lo que no es concebible en el joven
que disfruta de una buena formación religiosa.

Esta experiencia o previsión la conocen perfectamente


un sinnúmero de padres que se gastan todos sus ahorros
en pagar las clases de sus hijos en colegios privados
donde se imparten clases de religión. Y lo más curioso
es que no son pocos los progenitores que no tienen
formación religiosa ninguna ni conocen las iglesias por
dentro. Pero algo les dice que por ese camino tendrán
hijos obedientes y honrados.

Los hijos necesitan ser castigados cuando cometen


faltas. El secreto está en saber el castigo que se les
impone y la forma con que se hace. La punición no puede
77
ser para expiar la culpa. Debe servir para la corrección.
Y cuando la falta es muy grave y nos mueve a la
venganza, es necesario reflexionar hasta que desaparezca
la ira y, después, persuadir al niño para que comprenda
bien la falta cometida y acepte razonablemente el
castigo. Seguidamente deben de hacerse las paces con
él para evitar el rechazo y la rebeldía.

Es muy importante saber manejar el castigo para


conseguir una educación aceptable, pero no lo es menos
el saber utilizar el premio cuando se lo merece. Un elogio
merecido les incentiva al esfuerzo y buen comportamiento.
Y por si el lector lo cree aceptable, me permito decirle
cuáles han sido los castigos que siempre utilicé con
nuestros hijos. Después de convencerles de que era
necesario, les hacía escribir a puño y letra cuatro folios
enteros de lectura religiosa, subrayando todas las
palabras técnicas que desconocían.

Seguidamente les exigía consultar el significado


de cada una en el diccionario y escribirlo también
(permítaseme decir que nunca se debe imponer un
castigo a los hijos si no es provechoso para ellos en un
sentido u otro). El resultado fue muy positivo, pues el
hijo comenzó a escribir en el periódico con catorce años
y la hija con dieciséis. El método también les ha sido
muy útil par sus carreras. Pero nos parece que tan mala
es una autoridad rigurosa como lo es la falta de
autoridad. Y termino con unas palabras de Dios, que yo
acepto y sólo parcialmente he puesto en práctica: «La
vara y el castigo, dan sabiduría; el hijo consentido es la
vergüenza de sus padres» (Proverbios 29, 15).

78
Publicado en “EL COMERCIO” 13-Marzo-1996

79
21.- HURTÉ UN ABC

Señor director: La señorita que me vende todos los


días el ABC, el pasado día 22 de febrero me dijo que
aún no había llegado debido al temporal de la nieve.
Unas horas después lo compré en otro quiosco y leí la
sección Religiosa que tanto me interesa siempre.
Después las cartas y el editorial. También leí la columna
de Jaime Campmany y otras. Y cuando venía de vuelta
camino de la iglesia, donde asisto a misa todos los días,
se me ocurrió regalarle el ABC a la buena chica que antes
no lo tenía, sonriendo lo cogió y me dio las gracias. Pero
luego me di cuenta que le había hurtado un periódico a
la Casa de ABC, teniendo en cuenta que el periódico
podía ser devuelto a la editora. Lo confesé con mi
director espiritual y me dijo que tenía que restituir el
valor del periódico al señor director. Ahora le envío
cuatro sellos de 30 pesetas cada uno y quedo en paz con
mi conciencia cristiana, para continuar comulgando
todos los días. Reciba un cordial saludo y mi admiración.

Respuesta del director de ABC, Luis María Anson,


con fecha 10 de marzo de 1996:

Mi querido amigo: Recibí su carta y le agradezco


mucho todo lo que en ella dice. Su actitud es ejemplar.
Un saludo muy afectuoso.

Firmado: Luis María Ansón

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22.- GLOSA AL EVANGELIO

Cuando salía de la iglesia me encontré una señora


conocida con lágrimas en los ojos. Me detuve un
momento y me dijo: «Ha fallecido mi marido y tengo un
hijo en la UVI con un infarto. Usted sabe que soy católica
y pido a Dios todos los días para que me haga el yugo
suave y la carga ligera, pero no encuentro respuesta a
Su promesa. La carga que llevo es insoportable.»

Creo que algo parecido lo hemos experimentado


muchos católicos en más de una ocasión, y si no tenemos
una fe robustecida por el ejercicio espiritual y una vida
coherente con los preceptos de Jesús, enseguida dudamos
de Sus palabras, y nuestra religión se puede desmoronar
a cambio de la rebeldía.

Y es que antes de decirnos que «su yugo es suave y


su carga ligera», nos ha dicho que seamos perfectos, y
como nuestras imperfecciones -y pecados- son como el
pan nuestro de cada día, nos encontramos con un pie en
la nieve y el otro en la calefacción.

Tengo para mi que sólo los santos más relevantes


sintieron y encontraron siempre la veracidad que Cristo
nos promete en sus Evangelios.

¿Quién es el católico que no ha sentido alguna vez


el consuelo espiritual que Él nos depara después de
abrirle el corazón al confesor y practicar una obra de
caridad perfecta?. Y si esto es así, ¿cómo podemos saber
el gozo y la alegría que han experimentado los santos
que viven el Evangelio literalmente las 24 horas de cada
81
día?. Pues el yugo que les uncía a Jesús y la carga que
les enviaba, estoy seguro que no excedía a la que Él nos
promete, a pesar de las cruces que, aparentemente, las
vemos espantosas.

No se puede conocer con perfección lo que no se


vive ni se siente.

Los que han sido ateos y un día se convirtieron al


catolicismo, tienen la experiencia facultativa para
conocer el intelecto de los que niegan la existencia de
Dios, y comprenden perfectamente el porqué de la
corrupción, del aborto, del divorcio, del hedonismo, de
la droga y de tantos males como nos acechan a causa de
no saber que sólo Dios sabe y también un poco los que
piensan como Él y se desvelan por cumplir sus
sapientísimas enseñanzas. Las mismas que se rehusan
impartir en los colegios estatales.

Con todo, no estoy reprobando despectivamente a


los hombres antirreligiosos; ellos también buscan su
felicidad como los creyentes buscamos la nuestra, y
como carecen del espíritu sobrenatural que se hace
imprescindible para conocer la razón del hombre
creyente, van legislando leyes conforme a lo que creen
el bienestar de la sociedad y de la carne, y como la vida
es tan corta, no son pocos los que no les da tiempo a
concienciarse de que cuanto más nos distanciamos del
querer de Dios, más desgraciados seremos en esta y en la
otra vida.

Pienso que los años que llevamos obedeciendo a


una Constitución sin Dios, nos pueden dar un ejemplo
82
aleccionador con todos los males que llevamos sufridos
en España, especialmente si pudiéramos ver en pantalla
las consecuencias nefastas de tantos jóvenes y familias
que han sido empujadas a la degradación moral,
dejándose llevar por las normas o leyes apóstatas que
muchos incautos -con buena intención- se abrazaron a
ellas rindiéndoles culto a sus ídolos. Y es muy posible
que hasta no llegar al fondo del caos continuemos así.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 19-Marzo-1996

83
23.- HA GANADO EL P.P.

Aunque el futuro de todos los españoles sólo Dios


lo conoce, juzgando con objetividad, creo sinceramente
que el pasado 3M ha sido un día jubiloso para todas las
personas que conozcan el caos político donde Felipe
González nos ha llevado a España, especialmente en los
últimos años de su desgobierno.

En primer lugar -obedeciendo a mi conciencia


como creyente y como persona humana-, el coladero
infame que se ha hecho en los tres supuestos del aborto,
y la intención abyecta y sagaz con que proyectaban el
aborto libre y gratuito, suprimiendo vidas inocentes, y
dejando a las mujeres incautas en una situación de
desconcierto moral, consternadas para toda la vida por
no saber lo que hacen.

En segundo lugar, la permisividad de las leyes que


han incentivado la ejecución de unas mil víctimas a
manos de ETA, sin tener en cuenta los secuestros y los
crímenes perpetrados por delincuentes u homicidas
comunes.

En tercer lugar, la propagación del hedonismo que


a tantas familias ha llevado a la perdición para toda la
vida, sin tener en cuenta los que sufren y mueren de SIDA
(no pocos por no haber propagado la continencia en vez
del amor libre), dejando de lado a los traficantes de droga
que han conseguido enriquecerse vulnerando las leyes
penales, mientras los pobres drogadictos y sus desgraciados
padres y familiares sufren como Cristo en la cruz. Y a
todo esto lo llaman progresismo.
84
En cuarto lugar -y muy importante-, la descristianización
solapada con que fueron hurtando la fe piadosa de tantos
millones de españoles que sólo pensaban en practicar el
bien y vivir felices en sus dignos hogares, llegando a
prohibir los crucifijos en los colegios y sometiendo a
los alumnos al ateísmo materialista para sumarlos a la
cúpula de un Gobierno hedonista con una gran parcela
de corruptos.

En quinto lugar, han contratado a dedo más de


300.000 funcionarios laborales, con contratos renovables
cada seis meses, sin conseguir frenar el paro más
galopante de todos los países de la Comunidad Europea,
sin tener en cuenta que llegaron al poder en 1982 con
una deuda pública de 5,8 billones, mientras hoy
reconocen oficialmente 45,24 billones. Entretanto, el P.P.
se teme que la deuda alcance los 60 billones. Ahora lo
sabremos.

En sexto lugar, han gastado un billón y medio de


pesetas en el PER, manteniendo deliberadamente la
pobreza en Andalucía y Extremadura para asegurarse más
de un millón de votos de subsidiados y familiares, que
han tenido que votar sin el secreto de las cabinas,
vigilados por quienes les subsidian. Y más de medio
billón de pesetas se han venido gastando en subvencionar
las televisiones públicas para obtener el fruto de la
propaganda favorable y encubrir las verdades de lo
que hacen.

Y en séptimo lugar, nos preguntamos: ¿nos han


devuelto algo del dinero usurpado por Juan Guerra?, ¿por
85
Mariano Rubio?, ¿por Roldán?, ¿por el caso Urralburu?,
¿por las tramas para la financiación irregular del PSOE?,
¿por los negocios de García Valverde y Alberto?, ¿por
la venta fraudulenta de Intelhorce con el beneplácito del
Gobierno?, ¿por el caso de la ex directora socialista del
Boletín Oficial del Estado?, ¿por el suceso de la Cruz
Roja?, ¿por los fondos reservados que se repartieron
entre los altos cargos del Interior?. Esto es una minucia
irrisoria de lo poquito que todos sabemos.

Y ahora pregunto: ¿Cree el amable lector que el


Gobierno socialista podría continuar pagando las mismas
pensiones a los siete mil pensionistas, teniendo que
abonar diez mil millones de pesetas diarias de intereses?.
Demos muchas gracias a Dios y a los españoles
inteligentes que nos han quitado esta plaga de estólidos,
optando por el cambio.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 7-Abril-1996

86
24.- TIENE DUDAS DE FE

Es un hombre muy bueno. Cuenta 85 años y está


jubilado desde hace más de veinte. Pasó buena parte de
su vida trabajando en el Banco de Bilbao, con un cargo
importante. Tiene esposa, hijos y nietos. Tampoco le falta
nada económicamente. Su recato y modestia dulcifican
a todos los amigos que le rodean. Participa en el rosario
que precede a la misa, todos los días, en la iglesia de
San Lorenzo, y después de comulgar, los amigos leales
le esperan en el Paseo de Begoña para dialogar con él.
Atiende a todo lo que le dicen y habla muy poco. Es
tímido y piensa mucho en la muerte.

- Creo en Dios -me dijo-, pero no comprendo que


todos esos cuerpos que bajan al sepulcro puedan
reconstruirse para resucitar en cuerpo glorioso, después
de haber sido devorados por los gusanos. También
comulgo todos los días y siempre me pregunto: ¿Cómo
es posible que una migaja de pan pueda transformarse
en el cuerpo y la sangre de Jesús?. Tú que tienes fe,
¿cómo ves todo esto?.

- Para Dios todo es posible -le dije-. Más que la


resurrección es la creación. Y ahora te contaré una
anécdota de Newton, pues cuando sus amigos negaban
la resurrección, el sabio mandó traer hierro en polvo y
arena. Los hizo amalgamar minuciosamente, y después
preguntó a sus amigos quien sería capaz de desjuntar el
polvo de hierro de la arena. Seguidamente cogió un imán,
lo puso en contacto con el polvo de hierro y la arena y
todas las partículas de hierro quedaron adheridas al imán.
En ese momento arguyó Newton: «Dios que le ha dado
87
fuerza al imán para recoger todo el polvo de hierro
perdido entre la arena, ¿por qué no ha de poder darle a
nuestras almas la fuerza suficiente para agrupar el polvo
disperso del cuerpo humano?».

El humilde amigo sonrió con gracejo y satisfacción,


y luego me dijo: «Y, acerca de la transubstanciación,
¿qué me dices?».

- Este gran misterio lo han ilustrado perfectamente


los santos: Si Dios nos ha dado un poder natural para
transubstanciar el caldo y las patatas, los tomates y las
alubias, el pan y la salsa, el queso y las frutas, y un largo
etcétera, en la carne y la sangre que forman nuestro
cuerpo, también ese mismo Dios tiene poder para
transubstanciar el pan en su cuerpo y su sangre. Ahuyenta
las dudas que te infunde el demonio y acepta las verdades
de Dios.

- Nunca había oído esto -me dijo-. Creo que esta


forma de raciocinar debieras de publicarla para levantar
un poco el ánimo de los que piensan como yo y se
encuentren en la recta final de la vida. Me alegraste un
poco y tengo menos dudas.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 15-Abril-1996

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25.- PENÉLOPE CRUZ Y MADRE TERESA

Creo que todos soñamos con algo en la infancia, y


si el sueño se afinca dentro del ámbito de nuestra
capacidad intelectual, sólo depende del tesón para
convertirlo en realidad. Penélope Cruz es una actriz
española que todos conocemos, y el sueño premonitorio
de su infancia siempre ha sido el mismo: «Cuando sea
mayor me gustaría hacer un par de buenas películas al
año y el resto del tiempo dedicarlo a los niños más
necesitados. A aquéllos por los que vela una gran mujer,
la madre Teresa de Calcuta».

Ahora -después de haber conseguido hacer sus


películas- la vemos en las instantáneas de las revistas
del corazón, en las zonas más pobres de Calcuta,
cogiendo en sus brazos un bebé mientras conversa con
un leproso. Y nos dice que «entrar en un orfanato donde
hay centenas de bebés es como entrar en un paraíso».

Todo parece que la llegada a Calcuta, capital de


Bengala, con quince millones de personas que viven en
esta ciudad mísera, donde más de siete duermen en las
calles por falta de techo y se mueren de hambre, es algo
que nos incita a practicar el bien. Esa utilidad beneficiosa
que nos ha sido dada de lo alto y que no pocos la tenemos
adormecida, hasta que un fermento suave y acariciante como
el de la Madre Teresa, despierta nuestra conciencia, y así,
miles de jóvenes y algunas actrices como Penélope, deciden
poner en práctica un deber que todos conocemos: compartir
lo mucho que nos ha sido dado con los que nada tienen.

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Penélope sabe muy bien que la obra ingente de la
madre Teresa de Calcuta (más de 400 fundaciones en
los 5 continentes) brota de ese manantial inagotable que
es la gracia que Cristo desparrama sobre las personas
que le siguen literalmente. Por eso, cuando llega a
Calcuta, después de entregar un sinnúmero de medicinas
para los tuberculosos y abundante material escolar, sigue
a las Hermanas de la Caridad hasta llegar a la humilde
capilla que tienen en la casa madre. Allí se arrodilla sobre
las esteras que substituyen a los bancos y reclinatorios,
y una hora después -al terminar el rosario y la Misa-,
Penélope se da cuenta de que la religiosa decrépita que
se encuentra a su lado con las manos pegadas al rostro,
es la madre Teresa.

La religiosa sabe quién ha tenido a su lado, y sabe


también que la joven bellísima quiere dar a conocer las
necesidades de su obra, y entonces, en un gesto de
ternura y amor, pone sus manos sobre la cabeza de
Penélope pidiéndole a Dios la bendición para la actriz
famosa.

- ¿Cómo ha hecho el viaje?, pregunta la madre


Teresa.

- Muy bien, madre. Me siento feliz de estar con


usted y con los más pobres.

- Tengo mucho interés en que conozca las casas, la


leprosería; que trabaje ayudando a los pobres, también
a los niños, que rece. La oración y el trabajo son siempre
mi recomendación. Si quiere hacer algo, ayúdenos a crear
centros en España para que los enfermos terminales de
90
Sida reciban amor y puedan morir en paz con Dios...
Hable con los obispos y escríbame.

- Así lo haré, madre.

Penélope termina diciendo que las palabras se


quedan cortas para expresar el consuelo que siente en el
alma después de practicar -día a día- la caridad que
infunde en su ánimo la Santa de Calcuta y la asistencia
a los pobres.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 16-Abril-1996

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26.- PARA UN HOMBRE BUENO: DON
MANUEL

Leí su carta (13-3-96) impregnada de réplicas, y


me duele profundamente el deshonor que le propina a
nuestra Santa Madre, la Virgen María, y creo que su
único Hijo, Jesús -al que usted ama-, se habrá
estristecido también.

Sabiendo el reducido espacio que nos conceden,


intentaré quedarme por debajo de las tres columnas que
me envía, dejando de responder a lo que me parece
menos importante. Acepto lo que me dice de Santo
To m á s , p e r o l e r e p r o d u z c o l a s ú l t i m a s p a l a b r a s
pronunciadas por él después de recibir el viático. Unos
instantes antes de morirse: «Todo lo que he escrito me
parece que no es sino paja, en comparación de lo que en
los últimos días de mi vida me ha sido revelado.
Tampoco persiste mi opinión obstinadamente, sino que
si alguna vez me expresé con error, yo lo someto al juicio
de la Santa Iglesia Romana, en cuya obediencia salgo
ahora de este mundo».

Ahora habla la Santa Iglesia Romana: Bula


definitoria «Ineffabilis Deus» de Pío IX, dice: «La
Santísima Virgen María, en el primer instante de su
Concepción, fue preservada libre de toda culpa original...
ha sido revelada por Dios, y, por tanto, debe creerse firme
y constantemente por todos los fieles». El Papa habla en
la Bula de Definición de la santidad y gracia de la Virgen,
«que no se concibe en modo alguno mayor después de
Dios, y nadie puede imaginar fuera de Dios».

92
Y en la Definición solemne de la Inmaculada
Concepción, dice así: «Con la autoridad de nuestro Señor
Jesucristo, la de los santos apóstoles Pedro y Pablo y la
Nuestra, declaramos y definimos que la Virgen María
fue preservada inmune de toda mancha de pecado
original, en atención a los méritos de Jesucristo,
Salvador del género humano.

Por lo cual, si alguno tuviera la presunción de


disentir en su corazón de aquello que hemos definido,
lo cual Dios no lo permita, sepa y sea consciente de que
se ha condenado a sí mismo por su propio juicio, que ha
naufragado en la fe, y que se ha apartado de la unidad
de la Iglesia. Y además, que, por ese mismo hecho,
incurre en las penas establecidas por el Derecho, si tiene
el atrevimiento de manifestar de palabra o por escrito o
d e cualquier otro modo externo lo que piensa
interiormente».

Todo esto ha sido aceptado por Santo Tomás de


Aquino, conforme a la confesión pública que hizo
cuando agonizaba. Y acerca de lo que me dice de
Inocencio III, he leído su biografía y no aparece nada de
lo que usted manifiesta. Ignoro de dónde lo ha sacado.
Pero es de tener en cuenta que los dogmas de fe que no
aparecen en el Evangelio, se han ido consolidando a
través de los siglos y un sinnúmero de revelaciones
divinas que Jesucristo ha tenido a bien el comunicarlas
a los místicos, santos y taumaturgos.

Es de notar que el Evangelio se ha ido descubriendo


a trancas y barrancas, y todavía nos queda mucho que
aprender de las palabras de Jesús. Y esto ha dado lugar
93
a los errores cometidos por la Iglesia e incluso por
algunos Papas. Pero hace más de 500 años que la Iglesia
nos honra y nosotros debemos de encumbrarla como se
merece, dejando de lado la ignorancia de los primeros
fieles y perdonándolos como nosotros queremos ser
perdonados.

Termino con unos versos que afluyen de la fe y de


la sabiduría popular:

«Aunque se empeñe Molina


el rector y el provincial,
el convento de Medina
y se cuelguen de un peral,
la Virgen fue concebida
sin pecado original.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Abril-1996

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27.- LA SABIDURÍA

Una vez más he leído con verdadero interés el libro


de la Sabiduría. La historia nos dice que lo escribió un
judío helenista de Alejandría, pero no tiene mayor
importancia conocer el origen del autor ni saber que fue
manuscrito cien años antes del nacimiento de Jesús. Lo
más importante es aceptar con júbilo espiritual la
sabiduría que encierra y ponerla en práctica, sintiendo
en el alma la ilustración del autor y el movimiento
sobrenatural con que lo redacta impecablemente, dejando
en parvedad todo el conocimiento humano.

Si sabemos que el principio de la sabiduría es el


temor de Dios (Proverbios 2, 5-6), muy poco nos pueden
enseñar los que no le temen. Y comienza diciendo:
«Amad la justicia los que gobernáis la tierra; pensad
rectamente del Señor y buscadle con sencillez de
corazón, porque en el alma maliciosa no entrará la
sabiduría ni morará en cuerpo esclavo del pecado». Si
ahora tenemos en cuenta que la última novedad de
muchas generaciones vivientes es el placer hedonista y
la corrupción, veremos que la verdadera sabiduría ha
desaparecido -en buena parte- de la tierra y vivimos en
un callejón sin salida dando palos de ciego.

Es claro que existen numerosas excepciones. Hay


un sinnúmero de jóvenes y mayores que rechazan el
permisivismo de forma exacerbada y doblan sus rodillas
ante el Poderoso, huyendo de la degradación moral que
están viendo todos los días en su entorno, pero el
ambiente contaminado y contagioso que nos propinan
la mayoría de los gobernantes y repúblicos, lejos de
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detraer los males, los van extendiendo como el riego
sobre el pavimento. Pero, «el espíritu del Señor llena el
universo, y el que todo lo abarca, tiene conocimiento de
cuanto se hace. Por esto nadie que hable impiedades
quedará oculto, ni pasará de largo ante él la justicia
vengadora» (Sabiduría 1, 7 y 8).

Lo que me parece más importante en el libro de la


Sabiduría es que en él nos encontramos por vez primera
en la Biblia con todo el espectáculo de la felicidad en la
otra vida, como recompensa a las adversidades y
consternaciones que vamos soportando en esta.

La Providencia nos deja muy clara la nueva luz que


nos espera, mientras los griegos de aquella época no se
atrevían a pensar en la inmortalidad, temerosos de
ilusionarse con un sueño. Pero el autor de la Sabiduría
no duda en afirmar que los que mueren «parecen estar
muertos, pero están en paz, viven para siempre».

El autor de la Sabiduría también hace una exhortación


a los reyes, aunque la cita es un poco larga, merece la
pena reproducirla: «Oíd, pues, reyes, y entended. Aplicad
el oído los que imperáis sobre las muchedumbres, porque
el poder os fue dado por el Señor, y la soberanía por el
Altísimo, que examinará vuestras obras y escudriñará
vuestros pensamientos; porque, siendo ministros de su
reino, no juzgasteis rectamente, y no guardasteis la ley,
ni según la voluntad de Dios caminasteis.

Terrible repentina vendrá sobre vosotros, porque


de los que mandan se ha de hacer severo juicio, pues el

96
pequeño hallará la misericordia; pero los poderosos serán
poderosamente atormentados» (Sabiduría 6, 1 a 6).

A los que todo esto les parezca un cuento de hadas,


les ruego me perdonen por la seguridad que tengo en
todo lo que Dios nos revela, y me lo confirma más aún
la confusa panorámica que nos rodea, y nos quiere
arrastrar al mismo lodazal donde viven los hombres
disolutos y voluptuosos por falta de luz.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 28-Abril-1996

97
28.- LA FÁBRICA DE SANTOS

Este es el título del libro que ha publicado el


ensayista Kenneth Woodward. Un libro en el que hemos
podido ver la labor ingente de Juan Pablo II. Un hombre
que dedica ocho horas diarias al ejercicio espiritual:
maitines, misa, acción de gracias, rosario, laudes,
meditaciones y penitencias exhaustivas, lectura religiosa
interminable para conocer en profundidad la vida de los
siervos de Dios que beatifica y canoniza, y un largo
etcétera que lo hacen cada día más exigente con esa
perfección a la que Cristo nos llama a todos, y muy
especialmente al que Él ha puesto para substituirle en
la Tierra.

Conforme a los datos que muestra este libro, más


de mil santos y beatos es la aportación del Papa al
santoral, es decir, más beatificaciones y canonizaciones,
en diecisiete años de Pontificado, que en el resto del
siglo. Y es necesario comprender que no se trata de
leyendas doradas. Sí es verdad que los santos son
hombres como nosotros, pero han sabido hacer frente a
las miserias humanas, a los traspiés que tantas veces les
fueron propinados por los hombres mundanos y también
por otros muchos de su misma profesión religiosa.

Los santos cayeron muchas veces de bruces en el


barranco de los escombros, pero siempre se levantaron
a tiempo con más ímpetu y más humildad, porque la
santidad consiste en saber y creer que Dios es
omnisciente y siempre le tenemos a nuestro lado como
Padre bueno y justo, y su misericordia sólo nos envía o
permite lo que más nos conviene para acrisolar nuestras
98
almas y detraer las penas que merecen nuestros pecados
cuando llegue el momento irreversible de abandonar la
tierra. Tengo para mi que este es el secreto de los santos
y la base fundamental donde se apoya el heroísmo para
poner en práctica el ideal sublime que los caracteriza.
Siempre con la razón iluminada por la fe.

Distraído con mis pensamientos, retorno a los datos


que me ofrece «La fábrica de santos»: Juan Pablo II ha
conseguido subir a los altares 728 beatos en 93
ceremonias, y 274 santos. También se encuentran en
Roma más de 200 causas listas para sentencia y varios
centenares de procesos y, como siempre, España figura
a la cabeza con 247 beatos. Francia ocupa el segundo
lugar con 191, la mayoría mártires de la Revolución
Francesa. También ha canonizado a 117 mártires
vietnamitas, mientras que en otra ceremonia proclamó
122 mártires de la Guerra Civil española.

Es de tener en cuenta que los mártires no necesitan


hacer milagros para ser beatificados, si bien que heroico
y milagroso nos parece el que, siendo el instinto más
fuerte en el hombre el de la preservación de la vida, se
enfrenten a las metralletas y torturas entonando
canciones piadosas y dando vivas a Cristo. Pues sólo la
fuerza de lo alto les puede dar el valor suficiente o
calidad de ánimo para soportar el trance más inclemente
de nuestra existencia.

Y todo esto por no decir una mentira en la continua


presencia del Señor, pues con retractarse de la fe que
tenían, casi todos los mártires hubieran salvado sus
vidas. Pero el ejemplo que nos dan y el fruto de los
99
millones de libros que se publican con sus biografías en
los cinco continentes, todo se hubiera perdido y,
finalmente, ellos hubieran muerto sin la corona del
martirio y sin la mayor gloria de Dios.

Publicado en “EL COMERCIO” 29-Abril-1996

100
29.- JOSÉ MARÍA ALDAYA

Los colaboradores espontáneos siempre llegamos


tarde con las noticias de actualidad, y para mayor INRI
nos hacen esperar una semana antes de la divulgación
del artículo.

Intentando justificar lo extemporáneo del suceso


Aldaya -conocido por todos desde hace doce meses-, se
me ha ido la imaginación por otro camino. Ahora quiero
decir que don José María Aldaya tiene que estar muy
agradecido al pueblo español por las manifestaciones
ingentes en favor de su liberación. Pero nos parece que
no han servido de nada, pues si la familia no hubiera
pagado el rescate, el cautiverio terminaría con un tiro
en la nuca, y tengo para mi que lo que quiere ETA es la
mayor publicidad de sus atrocidades.

Si el literato presume de su buena pluma y el artista


se jacta del éxito que le propinan sus secuaces, los
verdugos desalmados también presumen de su «heroica»
estrategia, y tanto más cuanto más la divulguen en las
plazas y en todos los medios de difusión, y si no fuese
así, ¿para qué reivindicar todas las barbaries que
cometen?. Pienso y creo que lo mejor sería silenciar
todos los atentados y actuar con más eficacia las fuerzas
de Seguridad del Estado, al menos les quitarían el placer
que disfrutan los etarras viendo la agitación que
consiguen llevar a todos el país.

Durante los once meses que estuvo secuestrado el


señor Aldaya, nos han bombardeado con noticias y
detalles de su cautiverio. Pero se ha silenciado mucho
101
el ideal sublime del valiente empresario, pues la víctima
ha confesado el amparo que le infundió la fe en Dios
para soportar estoicamente la soledad y el sobresalto
continuo que produce el riesgo de muerte en cualquier
momento.

Tampoco se ha dado pregón a las más de veinte


mil avemarías que ha rezado implorándole a la Madre
de Dios que intercediera por su vida y el consuelo de
sus queridos familiares; todo parece que nos infunde
miedo el hablar de Dios y confesar nuestra fe, es decir,
la virtud más generosa y sobresaliente que puede llevar
en el alma el que se siente hijo de Dios y heredero del
cielo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 10-Mayo-1996

102
30.- SIGUIENDO SUS HUELLAS

Han hecho llegar a mis manos el libro titulado


«Siguiendo sus huellas». La 6ª edición fue publicada en
1988. Confieso que nunca había leído un volumen con
tanta enjundia espiritual. Es una recopilación de párrafos
escritos por más 150 santos y beatos de todos los
tiempos. Y a pesar de los siglos que los separan, existe
una similitud pasmosa entre los 150 pensamientos. Lo
mismo los más modernos, que los místicos del siglo XV,
y los taumatúrgicos del siglo pasado; todos coinciden
en el buen provecho que han conseguido extraer de las
tribulaciones y el dolor.

Es claro que han sabido encauzarlo conforme a las


bienaventuranzas que nos narra Jesús en el Evangelio,
pues todos estaban embebidos del agua que Cristo le
ofreció a la Samaritana. Esa gracia que salta hasta la
vida eterna, y que aquél que la bebiera no tendrá sed
jamás. Por eso no reclaman nada; todos han hecho la
voluntad del Padre y sintieron el bien que les hacía con
las cruces espantosas que les enviaba. Creo que la lectura
de este libro sería muy conveniente para llevar con
longanimidad las aflicciones y el sufrimiento que a todos
nos visita con más o menos frecuencia.

No son pocos los católicos que se preguntan el


porqué Dios les envía o permite las desgracias que todos
conocemos, sin tener en cuenta que nadie es mejor que
la Virgen María ni tampoco ha habido otra dama que
sufriera más. Pues nadie puede saber con certeza si es
peor estar viendo morir a un hijo tan santo en la cruz o
ser crucificado uno mismo. Y los dos -Madre e Hijo-
103
tuvieron que pasar por el Calvario. Pero, ¿qué sería de
nosotros si todo esto no hubiera sucedido?.

Me refiero -claro está- a los fieles que creen en el


bien que hacen las apariciones reconocidas por la Iglesia
y a los que no dudan que Cristo ha dado su vida en
rescate por muchos. Y aquí es necesario reflexionar y
comprender que no siempre se trata de castigos, sino de
hacernos corredentores con la pasión y muerte del
Mesías, y si los católicos lo entendemos así, ya tenemos
el mejor lenitivo para llevar con optimismo todos los
males que nos acechan. Y si el grado espiritual es
elevado, nos sentiremos elegidos de Dios, tanto más
cuanto más espantosas sean las cruces que Él nos envía.

Bien sé que estos temas les parecen absurdos a los


increyentes, pero, aún dejando de lado la vida sobrenatural,
si desdeñamos lo que antecede, el dolor que no respeta
a nadie y a todos nos visita, lo incrementamos mucho
más y sólo nos sirve de rebeldía y desesperación, hasta
el extremo que no pocos han llegado al suicidio, mientras
a los hombres espiritualizados les ha servido de acicate
para agudizar el filo de la inteligencia y defenderse mejor
en la vida cotidiana. Por aquí vemos que si, aunque
imposible, Dios no existiera, merece la pena creer en Él
y seguir sus preceptos.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 12-Mayo-1996

104
31.- EL BIEN QUE HACE LA IGLESIA

Nunca he llegado a comprender bien a los detractores


de la religión, y menos aún cuando éstos nos hablan de
derechos humanos y de libertad. Entiendo que un hombre
pueda ser indiferente en el ámbito espiritual. Pero esa
inquina destructiva que nos muestran algunas veces en
la televisión y en algunos rotativos, proferida por
hombres y señores de vasta cultura, me hace pensar que
carecen de moral y de buena intención, porque ya se ha
dicho con mucho acierto que la moral es hija de la
justicia y de la conciencia, es decir, es una especie de
religión universal.

Creo que no puede haber un acto más respetable


que entrar en un templo y ver una multitud de gente
postrada de rodillas implorándole a Dios la paz que
necesitan y la solución de sus problemas, máxime
sabiendo que la mayoría de los fieles son hombres y
señoras decrépitos que se encuentran en la recta final, y
viven sus últimos días con la esperanza de hallar a sus
seres queridos en la otra vida, y encontrar esa felicidad
que nadie ha conseguido, en la vida eterna.

Por eso, intentar disuadir ese ideal cognoscitivo y


sublime, me parece un atentado contra la libertad y el
derecho. ¿Qué sentido tiene deturpar las creencias que hacen
al hombre magnánimo y generoso con una esperanza que
trasciende todas las fronteras?. Un ejemplo claro de lo que
antecede lo testifican los pobres mendigos que se pasan
mañanas y tardes con sus manos abiertas a las puertas de
las iglesias esperando la caridad de los fieles.

105
Creo que los señores antirreligiosos debieran de
respetar más a los 929 millones de fieles, sabiendo que
sólo en España tenemos más de un millón de personas
que reciben asistencia médica en hospitales dependientes
de religiosas, y cerca de dos millones de alumnos
estudian en sus colegios y centros universitarios.
También debemos de agradecer a las monjas de San
Vicente de Paúl -sólo en Gijón- las miles de comidas
que están dando en la Cocina Económica todos los meses
al precio de 100 pesetas cada almuerzo para los
indigentes y drogadictos.

Asimismo, nos parece admirable que las


Hermanitas de los Ancianos Desamparados -sólo en
Avilés- cuiden y alimenten a más de 300 ancianos que
no pocos han sido abandonados por sus hijos y
familiares, y que estos pobres -en su mayoría- reciben
todo gratuitamente a costa de las limosnas de los
católicos, exceptuando a los que tienen una pequeña
pensión. Pues todavía tenemos en España cincuenta y
cuatro mil monjas y más de veintitrés mil frailes.

Es decir, un piadoso ejército de mujeres y hombres


que llevan adelante cientos de colegios, hospitales,
orfanatos, asilos, parroquias y todo tipo de obras sociales
y religiosas, gracias a esa fe en Dios que actualmente
tantos la quieren destruir sin saber ¿qué interés les
mueve?. Pues aunque la Iglesia no sea tan buena como
Cristo nos exige, ¿quién puede acusar a un solo obispo
(entre los cuatro mil que regentan las 2.600 diócesis)
por haber usurpado riquezas?.

Publicado en “EL COMERCIO” 16-Mayo-1996

106
32.- ENRIQUE ROJAS Y LA PSICOLOGÍA

Desde hace muchos años vengo leyendo los escritos


de don Enrique Rojas. Me apasiona todo lo que se destila
de la psiquiatría y la psicología. El eminente psiquiatra
y escritor, después de licenciarse en la ciencia que trata
de las enfermedades mentales, parece sentirse más
adentrado en la psicología.

Pues como buen católico lleva escrito mucho sobre


esta parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades
y actuaciones. Y aunque la psicología haya sido
vulnerada por autores ateos, se define como todo lo
concerniente al espíritu. Es la forma que todos tenemos
de sentir en lo más recóndito de nuestras almas, es la
síntesis de la moral y las buenas costumbres que nos
caracterizan como personas responsables, por que
llevamos dentro ese termostato providencial que nos
alerta y nos marca una línea divisoria entre el bien y el
mal que practicamos.

Por eso se ha dicho muchas veces que la conciencia


es la ley de Dios escrita en el corazón humano. Ley y
Dios que sólo la religión nos hace conocer en profundidad,
y hasta los hombres antirreligiosos suelen despedirse de
la vida terrena diciendo que mueren con la conciencia
tranquila, pues en el fondo de sus almas quieren
demostrar a ese Dios que niegan, cómo han actuado
conforme al sentimiento de su corazón, subyugando el
daño que han podido hacer en pro de una felicidad
temporal y malograda.

107
Inversamente, los santos y buenos católicos que han
vivido con abnegación y sacrificio, practicando el bien,
se despiden de nosotros suplicándonos que roguemos a
Dios por la salvación de sus almas. Y es que sus
conciencias han sido iluminadas con la luz fulgurante
del Paráclito. Y Ésta les ha hecho ver los pecados de
omisión que casi todos cometemos a diario, y les ha dado
a conocer las imperfecciones que Cristo rechaza,
mientras algunos increyentes han buscado el amparo de
sus conciencias en la comodidad que propina la
lobreguez, obedeciendo al yo soy y yo valgo.

Don Enrique Rojas nos dice que la felicidad


consiste en tener buena salud y mala memoria, es decir,
no memorar nunca las tribulaciones del pasado. Pero si
el pasado les atormenta, es claro que estos señores
pletóricos de salud tampoco han sido felices. También
cree que no hay vida que merezca la pena si no está
presidida por la voluntad. Y es que la vida se nos concede
con la voluntad adjunta para moldear el cuerpo al querer
de una conciencia bien formada. Porque la conciencia,
además de ser una propiedad del espíritu humano, es
también el conocimiento del bien que debemos de hacer
y del mal que somos llamados a evitar.

Tal vez por eso nos dicen los más eminentes


exégetas, que al comparecer en el tribunal de la
Providencia, tendremos como juez a Jesucristo, y como
testigo de cargo, la conciencia. Siendo así, pienso y creo
que, en el breve camino de la vida, merece la pena
hacernos amigos de Jesús y reconciliarnos bien con
nuestra conciencia.

108
Publicado en “LA NUEVA ESPAÑA” 18-Mayo-1996 y en “LA VOZ
DE ASTURIAS” 21-Mayo-1966

109
33.- PESO Y VOLUMEN DE UN BILLÓN Y
DEUDA PÚBLICA

Hace unos días me decía una señora que Miguel


Boyer se había gastado mil millones de pesetas en un
chalet, y luego me preguntaba que de dónde habría salido
ese billón. Estamos en España -le dije-, y mil millones
sólo en América suman un billón. Ahora, pensando que
todavía pueda haber alguien que desconozca la cantidad
de pesetas que se agavillan en un billón, me permito
decirle a esa buena señora y a los que pudieran pensar
como ella, que un billón de pesetas es la suma de un
millón de millones, y en billetes de mil pesan un millón
de kilos, es decir, mil toneladas.

El volumen se puede imaginar distribuyendo el


billón en cien camiones de diez toneladas de billetes de
mil cada uno. También es concebible la balumba
sabiendo que un fajo de un millón de pesetas mide
catorce centímetros de largo, y para colocar el billón en
fila sería necesaria una vía de catorce kilómetros de
longitud.

Este comentario inocuo me lleva a pensar en el


déficit que nos ha dejado el PSOE, pues cuando esto
escribo se ha dicho en algún rotativo que la deuda
pública puede alcanzar los 60 billones.

Y como sólo hay dos formas de pagar las deudas:


esforzándose para aumentar los ingresos o luchar para
disminuir los gastos, nos encontramos con que si el
Gobierno del señor Aznar no disminuye los sueldos y
pensiones de todos los españoles, tendrá que aumentar
110
los impuestos, y si los impuestos se agravan más de lo
que están, el cierre de un sinnúmero de empresas es
inminente; consecuentemente, aumentará el paro y
decrecerá la recaudación de impuestos, y si recorta la
retribución de los trabajadores, ya tiene encima las
amenazas de los sindicatos.

Envueltos en este dilema, sólo se me ocurre una


salida que también puede resultar un poco enmarañada:
pienso que buena parte de la riqueza española que ha
sido usurpada, se encuentra depositada en los bancos
extranjeros. También creo que hay un sinnúmero de
millones negros que están guardados en las cajas secretas
de los bancos españoles y en las rinconeras de los
hogares.

Pues bien, si legislaran una amnistía para blanquear


esas fortunas inmensas que nada en absoluto aportan al
Gobierno mientras se encuentran en los lugares
susodichos, la inversión que podría producirse en pocos
meses sería incalculable. Y de no hacerlo, nada para
nadie y perjuicio para todos.

Sin ánimo de condenar a nadie, me permito decir


que esa moneda de los griegos de antaño equivalente a
60 minas o conjunto de dones naturales y sobrenaturales
con que Dios enriquece a los hombres, conforme nos
narra el Evangelio, más que enterrarla para no disminuir
su valor, ha sido endeudada por el Gobierno de don
Felipe y los repúblicos elegidos por él.

Ahora todos los españoles seremos cada día más


pobres. Todos no, porque don Felipe y doce de sus
111
ministros cobrarán dos sueldos del erario público,
alcanzando una media de 1.224.747 pesetas, al mes. Es
decir, 761.098 como ex ministros, y 463.649 como
diputados, datos que recojo de un diario nacional. Y
ahora me pregunto: ¿no sería razonable que se conformaran
con una de las dos pagas para coadyuvar a los
pensionistas y obreros que tanto defendieron en el
Parlamento?.

Publicado en “EL COMERCIO” 19-Mayo-1996

112
34.- CAOS EN EL MUNDO

El diccionario nos dice que «caos» es el estado de


confusión en que se hallaban las cosas en el momento
de su creación, antes de que Dios las colocase en el orden
que después tuvieron, y caos es también el desorden y
la confusión en que se encuentra el mundo en que
vivimos después de negar la existencia de Dios los
mandatarios políticos y hacer apología del ateísmo.

Caos y crimen execrable es también que una chica


se presente a la psicóloga y le diga que abortó a su hijo
con cinco meses, y que nadie le preguntó cuál de los
tres supuestos le autorizaba para hacerlo, interesándose
los ejecutores únicamente por las ochenta mil pesetas
que le cobraron. Y ahora esta pobre criatura tiene que
gastarse lo poco que tienen sus padres en consultas
psicológicas buscando el aliviamiento de una conciencia
contrita y humillada, de una depresión endógena que la
pone al borde del suicidio.

Caos y desgracia es también que un estólido e


inmoral como Bill Clinton consiga llegar a la presidencia
de los Estados Unidos y haya vetado la ley que prohibe
el aborto por decapitación, promoviendo el infanticidio
que tanto condenamos todos cuando llegó a consumarse
bajo la cruel autoridad del Rey Herodes. Pues el aborto
por decapitación consiste en sacar a la luz las piernas
del niño, el tronco y los brazos, y antes de sacar la
cabeza, el mochín pincha la nuca con una tijera e
introduce un tubo de succión para extraer el contenido
cerebral de la criatura, que lógicamente muere en ese

113
momento, y después ser arrojado al cubo de desechos
quirúrgicos.

Caos es también que más de treinta millones de


españoles se manifiesten en contra de los 160.000
verdugos de ETA, y un gobierno con todo ese poder no
haya querido cumplir con las leyes penales establecidas,
y así, continúen matando y rayando la impunidad y
siendo excarcelados y viviendo a lo grande en los
«santuarios» extranjeros y en España también.

Caos es también que los países bien desarrollados


se permitan todos los lujos suntuosos inimaginables,
mientras se mueren carnisecos por inanición unos cien
mil seres humanos todos los días.

Caos y crímenes execrables son todos los que se


comentan en las guerras, donde mueren los pobres
soldados e inocentes civiles sin saber el porqué. Pero
nosotros nos lo imaginamos: es el egoísmo, el orgullo,
la soberbia, la fantasía y la notoriedad que buscan los
mandatarios para encubrir el complejo miserable que
padecen y pasar a la historia como si hubieran sido
héroes admirables. Es la falta de conocimiento de sí
mismos y la negación de Dios. Sí, son los ciegos del
Evangelio que prepotentes y altaneros, tiranizan a las
masas y terminan muriendo como irracionales. Pero, algo
nos dice que recemos por ellos, porque la justicia
vengadora es eterna y es palabra de Dios (Sabiduría 6,
1-6).

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 22-Mayo-1966

114
35.- EL PAPA HA RECIBIDO A LA
FAMILIA DE ANABEL SEGURA

El éxito estrepitoso es el que hace famosos a los


personajes que pocos conocían, y el infortunio dramático
también es capaz de hacer grabar el nombre de los que
lo sufren en la mente de una nación entera. ¿Quién no
conoce hoy el nombre de Indurain o el de Anabel
Segura?. Y es que el éxito y la desgracia son dos
corrientes antagonistas y con mucho poder comunicativo.
Y son así porque la monotonía es muy aburrida y no nos
interesa. No es noticia. El hombre, maltrecho por el
pecado original, ha dejado de ser él mismo y siente la
necesidad de despertar sentimientos que afecten las
emociones morales.

Son muchas las familias de la clase media que


viven en España, y exceptuando el entorno de sus
convecinos, nadie las conoce. Esto es lo que sucedía con
la familia de Anabel Segura, hasta que un día fatídico
entró la desventura en su feliz hogar. Ahora, atosigados
por el sufrimiento, hasta el Santo Padre los conoce y los
ha recibido, y las revistas del corazón, en España y en el
extranjero, nos presentan instantáneas y comentarios de
consuelo y admiración, pues no todos hacen leña del
árbol caído, son muchos más los que tratan de erguirlo
y lo compadecen.

Tengo la impresión de que las familias más


cristianas son las más acrisoladas por las pruebas
tormentosas que Cristo les envía. Y esto se puede
constatar leyendo las biografías de los santos y de los
mártires. Pienso y creo que Jesús siempre ha querido
115
añadir a su pasión las aflicciones de los que le siguen
fielmente. El fruto de la sangre que ha derramado el
Mesías equivale a la redención de todos los que creen
en Él, pues si lo hubiera pasado bien en la Tierra, las
tribulaciones y el dolor para los cristianos no tendrían
sentido de existir y, en consecuencia, viviríamos
maldiciendo al autor de las mismas. Inversamente no son
pocos los creyentes que agradecen al Señor el hacerles
partícipes de su cruz.

La madre de Anabel Segura, Sigrid, nos habla de


milagros. Pues considera milagroso el haber salido
adelante gracias a la fe inexpugnable que tienen en Dios.
Y el mayor consuelo que han tenido hasta hoy, después
del drama que todos conocemos, ha sido el poder asistir
a la Misa privada del Santo Padre (en compañía de su
esposo José Segura y su hija Sandra) y dialogar con él
unos minutos.

- El Papa -nos dice Sigrid- es una persona


entrañable, me cogió las manos, me miró y nos dijo a
los tres: “No estéis tristes porque muy pronto todos
estaremos ahí arriba, qué más da que sea un poquito antes
que un poquito después..., tened paciencia, hay que salir
adelante”.

«La visita al Papa -dice Sigrid- me ha devuelto la


sonrisa. Hablar con él me ha confortado enormemente y
ahora me encuentro mucho mejor. Tengo la sensación
de limpieza, me siento más tranquila». Y es que el Papa
les expone la realidad de una vida efímera que, día a
día, sin detención, camina hacia la sepultura y la gloria
de Dios.
116
Pensar en la muerte continuamente es una actitud
mórbida, pero no tener conciencia de que vivimos
temporalmente, llamados a servir al prójimo y a divulgar
el bien, nos parece absurdo. Bien es verdad que este
concepto de responsabilidad suele incrementarse al
mismo ritmo que pasan los años y crece la decadencia.
Por eso es tan eficaz la ancianidad y la decrepitud para
desasirse de las cosas mundanas y encauzar el pensamiento
hacia lo transcendente. «Si el joven supiera y el viejo
pudiera...».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Mayo-1996

117
36.- EL MATRIMONIO FELIZ

El matrimonio feliz comienza en el noviazgo.


Después de un período de diversión incontenible y solaz,
empieza el preludio de reflexión, y el joven comienza a
moldear en su cerebro la persona que pueda suplir sus
deficiencias y comprender las razones que las justifican.
Necesita descanso en sus tribulaciones y busca el apoyo
que otrora lo tuvo en sus progenitores. Ahora ya carece
de la ternura que le dieron sus padres cuando los
admiraba, y siente la necesidad psíquica y fisiológica
que sólo la puede encontrar en su media naranja.

Durante el noviazgo sólo se ven las buenas


cualidades de la persona a quien se ama. Con los defectos
hay mucha indulgencia, y el secreto de hacer perdurable
esa lenidad, se encuentra en el respeto mutuo que nos
depara un ideal cognoscitivo y honorable: la castidad.

Alguien me dirá que la virginidad ha perdido el


sentido con el progresismo. Pero no es verdad, y no
solamente por tratarse de un pecado grave, sino también
por la sensibilidad y la ilusión que aporta al verdadero
amor. Estos jóvenes que frecuentan los sacramentos y
son consecuentes con las exigencias de los mismos, nos
muestran un rostro que caricaturiza a los fornicadores,
y es precisamente en la continencia donde el joven
encuentra el verdadero amor que desea.

Pues deben de tener en cuenta que el matrimonio


no es un contrato de servicios. Es, sí, una comunidad de
vida y amor. Y cuando vaya pasando el tiempo -aún
sabiéndolo- encontrarán defectos de carácter que no
118
advirtieron en el noviazgo. Pero si la práctica religiosa
continúa, ninguno de los dos los expondrá a su consorte
de una manera desagradable, pues ellos saben que una
réplica despectiva sólo serviría para fomentar el rechazo
mutuo, porque la religión nos invita siempre a
reflexionar sobre las virtudes que nos llevaron al
matrimonio y al amor.

El orgullo y el exceso del amor propio enfurecen


las disputas matrimoniales. El remedio es siempre la
humildad. Reconocer nuestros errores y dar
explicaciones convincentes en momentos de calma,
prevaleciendo el buen humor, es el mejor lenitivo para
restablecer la paz entre los cónyuges y disuadir las ideas
perturbadoras que les incitan a la separación.

¡Cuántos matrimonios que han sabido soportar sus


defectos se encuentran hoy felices con sus hijos
pensando en el desamparo y la desgracia que hubiera
supuesto la separación de una familia entera!.

No se incomode el lector si le digo que la familia


que reza unida permanece unida, pues Cristo nos hace
semejantes a Él cuando, a través de la oración, le
solicitamos una gracia tan justa como lo es el vivir
unidos los cónyuges hasta que la muerte les separe. Este
es el mejor método para el matrimonio feliz.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Mayo-1996

119
37.- MEDITACIÓN SOBRE LA FE

Fe es creer lo que no hemos visto. Es la virtud más


sobresaliente que caracteriza al ser humano. Por eso se
dice que es la más importante de las tres virtudes
teologales. Es una luz fulgurante que nos lleva a creer
todo lo que Dios dice y la Santa Iglesia nos revela o
propone. Fe es creer que Dios es infinitamente bueno.
Es tener la certeza de que nadie nos ama con más amor
que Él.

El hombre de fe siempre está dispuesto a posponer


todos los bienes que lo rodean antes de ofender al que
ha dado su sangre y su vida para concedernos la
oportunidad de ser eternamente felices. Pero la fe sin
obras es todo oscuridad. Consolidar la fe sin dubitación
requiere un esfuerzo continuo con pasadas heroicas, y
quien así lo hace, tiene tanta luz que vive muriendo a
todo lo que otros semejantes buscan incansablemente
como medio de ilusión, de vida mundana y de pecado.

La fe es el mayor de los consuelos. Una fe robusta


todo lo espera de Dios, y el que la posee solamente
rechaza el pecado. Nunca duda de que las tribulaciones
y desgracias que le acechan están implícitas en la
misericordia de Dios.

Sí es verdad que las recibe con dolor, pero tiene


certeza de que son tesoros que lleva consigo en el arca
de la eternidad. La fe también consiste en aceptar las
razones del alma. Pero la razón cerebral no debe
ejercitarse sobre los motivos luminosos que nos incitan
a la fe, porque la crítica excluye la creencia, pues creer
120
es casi lo contrario que pensar. El hombre de fe siempre
cree tener más de lo que merece. La inmensidad de Dios
nunca puede ser apresada por la inteligencia humana.
El espíritu y la carne son elementos antagónicos y no
tienen posibilidad alguna de entenderse.

La fe puede ser más veraz que lo que vemos y


palpamos. Yo creo que estoy escribiendo ahora, pero no
tengo absoluta certeza, puedo estar durmiendo y soñando
y, aunque muy remota, surge la hesitación. Pero si hace
más de ocho lustros que creo en la existencia de Dios
sin dudarlo, no es posible soñar tan largo periodo.

Por eso la Iglesia cuenta con más de 200.000


hombres que han sido torturados y muertos antes que
retractarse de sus creencias sobrenaturales. Y es claro
que en la actualidad tenemos más de un millón de fieles
dispuestos a lo mismo. Inversamente, si una multitud
de personas serias les afirmaran que no habían hecho
algo de lo que practicaron, es claro que dudarían de lo
que vieron y palparon. Por eso la luz sobrenatural que
constituye la fe, tiene más garantías que la realidad que
vivimos y tocamos.

Termino con la exhortación que nos hace el rey


Asoka, un hindú del siglo III antes de Cristo: «El hombre
debe de honrar su fe, pero nunca debe injuriar la fe de
los demás. Porque sólo de este modo no ofenderá a nadie.
El que obra así fortalece su propia fe y socorre la de los
demás. El que obra en sentido contrario, debilita su
propia fe y daña a la de los otros».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 26-Mayo-1996

121
38.- EL PAPA Y ALÍ AGCA

Tengo sobre la mesa una fotografía que me


conmueve. El Santo Padre besa y acaricia con amor y
ternura a la madre del ex terrorista turco -Alí Agca-. El
joven que después de asesinar vilmente al director de
un diario en Turquía, posteriormente se trasladó a Roma
para ejecutar al hombre de mayor responsabilidad y
nobleza que hay en este mundo, pues nadie ignora el
suceso acaecido el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de
San Pedro.

Ahora, la señora Muzyyen Agca, afligida por el


desconsuelo y la humillación que le propinan los quince
años que lleva en la cárcel el hijo querido, intenta
conseguir el indulto con la intercesión del Santo Padre,
sabiendo que ya tiene el perdón del mismo
repetidamente. Primero cuando sufrió el atentado, y
desde su lecho manifestó públicamente que le perdonaba,
y después cuando sintió el cristiano deber -como el buen
Pastor- de visitarle en la prisión para conseguir amistarse
con él e incluirle en el rebaño universal que pastorea.

Lo que no parecería razonable sería que Karol


Vojtyla intentara presionar a las autoridades para poner
en libertad a un hombre enigmático que nadie sabe lo
que puede hacer si le conceden el privilegio que su buena
madre tanto implora y desea. Es verdad que Dios nos
manda su ira con medida y su perdón sin ella. Pero a
todos nos exige el arrepentimiento y el dolor de
contrición; sin esas prerrogativas nadie merece ser
absuelto del pecado por más que se acerque al confesonario
de Dios.
122
Y el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro
Valls, observó que varias contradicciones entre las
primeras declaraciones de Alí Agca y las más recientes
podrían alimentar algunas dudas sobre la sinceridad de
sus recónditos sentimientos.

También se ha dicho que la justicia sigue ignorando


hasta hoy quiénes han sido los cómplices que estaban
con el agresor en la Plaza de San Pedro y quiénes fueron
los ordenantes del atentado. Parece claro que cuando
surge el verdadero arrepentimiento, éste, siempre lleva
implícito la sinceridad y el descubrimiento de todos los
males cometidos, y en este sentido todo es confusión.

Pero si el presidente de la República italiana quiere


concederle el indulto, en su conciencia quedarán los
bienes o los males que pueda cometer el hoy condenado
a cadena perpetua. El Santo Padre puede perdonar todos
los males que sus adversarios cometan contra su persona
-como ya lo ha hecho-, pero no puede asumir la
responsabilidad que entraña el poner en la calle a un
hombre de naturaleza sanguinaria.

Publicado en “EL COMERCIO” 26-Mayo-1996

123
39.- TV Y DROGA

Creo que si el nuevo Gobierno consigue moralizar


los medios de difusión a su alcance, puede hacer mucho
bien a todas las familias españolas. La libertad de
expresión debe de ser respetada todo lo posible. Pero
los hombres inmorales no tienen derecho a propugnar el
desarreglo de las buenas costumbres. El que hace uso
de la libertad en detrimento de la población, es necesario
privarle de la misma lo que sea necesario.

Los estragos que está haciendo la droga en España


se deben fundamentalmente a la libertad que les fue
concedida a los hombres indecorosos, y como hemos
tenido muchos en el poder, buena parte de una juventud
limpia, candorosa e ingenua, están sufriendo las
consecuencias impúdicas de los que consideraron sus
ídolos por los cargos preponderantes que ostentaban.

Hace unos días estuve en un hospital de Gijón para


visitar a un enfermo de neumonía, y como se encontraba
a punto de restablecerse y el lecho que ocupaba era
necesario para otro paciente de mayor gravedad, nos
dijeron que se encontraba en la planta de los drogadictos.
El espectáculo que vimos en aquellos pasillos y
h a b i t a c i o n e s f u e a s o l a d o r. N o s ó l o p o r v e r e l
hundimiento en que se encuentran tantos jóvenes que
han sido presa de la permisividad consentida, sino por
el drama que sufren sus padres al ver a sus hijos queridos
en la perdición. Ahora falta ver los que se encuentran
encarcelados y en las calles robando, matando y
contagiados por el SIDA.

124
Por todo lo que antecede y lo mucho que nadie
ignora, creo que todos los programas nocivos que nos
presentan por TV, debieran de substituirse por videos y
películas ejemplarizantes. Es muy urgente ir incubando
en la mente de la juventud el fruto sabroso que nos
deparan las buenas obras, y hacerles saber que el futuro
bienestar que desean, sólo se consigue siendo el hombre
tirano consigo mismo para vencer las pasiones desordenadas.
Este es el camino que nos enseña la religión como
panacea de un sinnúmero de males que van creciendo
en la misma medida que se descristianizan los pueblos.

Estoy leyendo a Benavente y quisiera reproducir


un párrafo que me parece interesante: «El día en que
cada uno fuésemos un opresivo para con nosotros
mismos, todos los hombres serán igualmente libres, sin
revoluciones y sin leyes». Y Simón Bolivar nos dice que
«más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que
soportar el peso de la tiranía».

Siempre busco incansablemente la lectura religiosa


que con tanta escasez aparece en la prensa, y creo que
algo parecido hacen centenas de miles de católicos que
hay en Asturias. Pero, infelizmente, son muy pocos los
rotativos que aceptan los testimonios que queremos dar;
todo parece que la libertad de expresión para los
católicos se va denegando tanto más cuanto más crece
el hedonismo y la corrupción. Falta muy poco para que
el hombre se enfurezca o sonroje si alguien le habla de
Dios.

Publicado en “LA NUEVA ESPAÑA” 26-Mayo-1996

125
40.- UNA DUQUESA CUBANA

La tiranía y desolación que acecha a la ciudad


cosmopolita cubana, desde 1959, no ha sido un
infortunio para todos los que tuvieron que abandonarla.
María Teresa Mestre, con tres años, acompañada de sus
familiares, se refugió en España y, finalmente, fijaron
su residencia en Suiza, donde consiguió licenciarse en
Ciencias Políticas. Allí -mientras cursaba sus estudios-
conoció a don Enrique, el gran duque heredero de
Luxemburgo.

María Teresa Mestre, con la belleza candorosa, la


sonrisa connatural, la mirada radiante y límpida,
deslumbrante de vida, con rostro oval y hermosa frente,
con su ferviente religiosidad, consiguió dar comienzo
al idilio que la llevó a desposarse con el duque de
Luxemburgo.

Una ciudad con poco más de 2.500 kilómetros


cuadrados, pero que según el último informe Eurostat
de la Unión Europea, entre las quince naciones
comunitarias, el país más rico es Luxemburgo, y Bélgica
la sigue en segundo lugar. Entretanto, España, tras trece
años de Gobierno sin Dios, se ha convertido en la tercera
nación más pobre de la Unión Europea.

Ahora pienso en lo que nos dice Jesús: «Buscad el


reino de Dios y su justicia, y lo demás os será dado por
añadidura». Y yo me permito decir: destruid el reino de
Dios y su justicia, y las hecatombes vendrán por
añadidura, y como ejemplo fijemos la mirada en las

126
naciones donde se impone el ateísmo, y veremos la
miseria que las acecha.

Siempre se ha dicho que la religión imprime carácter.


Idiosincrasia que aparece en el feliz matrimonio luxemburgués
y sus cinco hijos. La instantánea que nos muestra la revista
que nos informa, deja patente las declaraciones del joven
matrimonio: «La fe cristiana es nuestro equilibrio. Rezamos
todas las noches en compañía de nuestros cinco hijos, pues
como bien ha dicho un obispo: «Una familia que reza junta,
permanece unida».

La gran duquesa, entre otras actividades caritativas,


es presidenta de la piadosa Fundación Príncipe Enrique.
Ella misma -en acción de gracias- la ha constituido
cuando se casaron, hace quince años. La Fundación se
ocupa de niños con problemas físicos, mentales y
sociales.

También le duelen mucho las cartas que recibe de


Cuba solicitándole ayuda económica y medicamentos, y
como no puede hacer frente a todo lo que le piden sus
conterráneos, se pasa largos ratos en oración implorándole
a Dios que se resuelva el problema cubano, sabiendo
que no cesa de empeorar.

También nos dice que es siempre un desafío hablar


de las convicciones religiosas de uno. Aunque Luxemburgo
y la primera familia del Gran Ducado sean católicos -nos
dice-, estamos obligados a respetar las conciencias y una
cierta neutralidad.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 29-Mayo-1996

127
41.- LA HUMILDAD

Se dice que la humildad es una virtud cristiana que


consiste en el conocimiento de nuestra abyección y
miseria. Estas pueden ser las claves fundamentales. Pero
si la persona ha nacido con un carácter altanero y
pedante, ese complejo de superioridad que lleva en su
quijotesca imaginación, es bien probable que le
acompañe hasta el último aliento.

En Fátima he conocido a un sacerdote veterano con


estos defectos connaturales. Cuando le hablaba de algún
periodista famoso, me decía que en su tierra andaluza,
el diario provincial había salido muchas veces con todos
los artículos escritos por él mismo. Y en otro razonamiento
que tuvimos sobre don Juan de Borbón, rápidamente me
dio a conocer cuántas veces le había llevado el conde de
Barcelona en el coche hasta la puerta de su casa.

Al día siguiente almorzamos juntos en un convento


de monjas, e intentando persuadirle para hacerle caer
del caballo, le comentaba la humildad con que había
vivido el papado Juan XXIII, apenas tuve tiempo a
terminar, cuando me informaba de las visitas que le había
hecho y de las cartas cariñosas que le enviaba el Papa y
me las mostraría al anochecer. Le pregunté por las
mismas y me dijo que se había olvidado de traérmelas.

También me explicaba las pláticas amistosas que


siempre había tenido con Felipe González y las clases
que le había dado en el colegio cuando el niño estudiaba.
Confieso que al despedirme de aquel padre ingenuo y
bondadoso, más que desazón sentí pena cuando después
128
de besarle la mano me dijo: «Antonio, reza por mí,
comprende que soy una calamidad».

Por todo lo que antecede y tantos episodios


semejantes que vamos adicionando a través de los años,
tengo para mi que la arrogancia y el orgullo son actitudes
morbosas que todavía no han sido bien diagnosticadas
hasta hoy. Pienso que la altivez y ufanía sólo pueden ser
mitigadas con los fracasos, las enfermedades y el dolor.

Y para erradicarlas por completo tiene que hacer


Dios un milagro como el de Lázaro, y como estos
prodigios sólo aparecen tres veces en el Evangelio, no
puede sorprendernos el hecho de que también algunos
religiosos se les vaya la vanagloria por su vocabulario y
sus hechos.

También es verdad que la apariencia nos engaña


muchas veces, pues ni el asno es humilde ni el caballo
soberbio; todo son primicias de la naturaleza. Creo que
la humildad verdadera es fruto de un equilibrio mental
sobresaliente y una gran fuerza bien refrenada por el
dominio de una conciencia limpia y cristiana. También
puede existir la humildad rebuscada, y acerca de lo
mismo nos ha dejado una respuesta José María Pemán:

«No exaltes tu nadería


que entre verdad y falsía
apenas hay una tilde
y el ufanarse de humilde
modo es también de ufanía».

129
Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 4-Junio-1996

130
42.- ES UN BUEN COMUNISTA

Si consideramos la proliferación de las sectas en


los últimos años. Si pensamos en el crecimiento de las
bandas armadas en contra de la ley natural y la justicia.
Si observamos cómo un sinnúmero de narcotraficantes
consiguen secuaces suficientes para usurpar riquezas e
imponer ideologías indecorosas y hasta criminales. Si
nos damos cuenta del liderazgo bochornoso y destituido
de sentido con que refugian e incentivan a sus
gobernados, veremos que los católicos tenemos que ser
más eficientes en nuestra tarea piadosa y proselitista.

Pues mientras los detractores del bien universal


consiguen el triunfo, los cristianos, con el ejemplo
inefable que nos ha dejado el Resucitado, y con el
liderazgo estratégico y caritativo que tan sabiamente
viene poniendo en práctica Juan Pablo II, y tantos
prelados que lo secundan, poco a poco -especialmente
en España- nos vamos alineando en la fila de los
decadentes; todo esto nos hace ver que el mundo
terminará siendo de las minorías que actúan con más
ilusionada exigencia al servicio de sus ominosos ideales.

Y esto me recuerda lo que decía la revista


comunista francesa Paix et Liberté: «El Evangelio de
Cristo es un instrumento de renovación mucho más
poderoso que el programa revolucionario de Marx. Sin
embargo, al fin seremos nosotros quienes ganemos el
mundo... ¿Por qué?. Porque de nuestras ganancias y
salarios nos reservamos sólo lo absolutamente necesario
y entregamos el resto para la causa del comunismo.

131
A la propaganda comunista dedicamos nuestro
tiempo libre y una parte de nuestras vacaciones. En
cambio, vosotros apenas reserváis ningún tiempo, ni
entregáis ningún dinero para la predicación del mensaje
de Cristo. ¿Cómo va a creer nadie en el insuperable valor
de ese Evangelio si no lo practicáis, ni lo propagáis, ni
sabéis sacrificar tiempo o dinero por el mismo...?, etc.

Todo parece que el buen comunista y autor del


párrafo que antecede, conoce perfectamente que el
Evangelio es un mensaje de amor, de justicia, de paz;
válido para todos los hombres de todos los tiempos y de
todas las clases sociales. Pero es necesario vivirlo como
Cristo nos mandó y la multitud de prelados buenos que
tiene la Iglesia nos lo enseñan y proponen.

Por eso el Santo Padre nos exhorta a no tener miedo


a Cristo y nos manda abrirle las puertas de par en par.
Asimismo, nos dice a los seglares que debemos salir de
las sacristías y ser testigos del Evangelio, primero con
nuestras obras, y después, propagando la Buena Nueva:
«Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda
criatura» (San Marcos 16, 15). Así lo hace el Papa.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 9-Junio-1996

132
43.- LA ENSEÑANZA RELIGIOSA

Todos los padres deseamos el bien de los hijos, y


cuando llegan a la adolescencia, la mayor inquietud de sus
progenitores es el desafío de todos los males que viene
sufriendo un número considerable de sus coetáneos y
mayores: la droga, el alcohol, y el hedonismo que también
ha destrozado tantas familias, son los enemigos más
despiadados y feroces de la juventud. Y los matrimonios
que están viendo el espectáculo asolador de muchos hogares,
no saben cómo atajar el peligro que se les viene encima.

Una vez más continuaré diciendo que nada es más


eficaz y combatible contra los desmanes antedichos, que
la enseñanza religiosa. Las clases mesuradas de religión
y la catequesis que les dan gratuitamente jóvenes
ejemplares, son el mejor antídoto para evitar el riesgo
que conlleva el no creer en nada ni en nadie. Y sin entrar
en temas políticos, observemos con justo razonamiento
apolítico, cómo estaba España hace veinte años y cómo
está hoy en el sentido que nos ocupa.

La Iglesia, como madre buena de todos los seres


humanos, aunque se diga lo contrario, viene luchando
pacíficamente para que todos los gobiernos permitan y
colaboren con las clases de religión. Y no hacerlo es un
acto dictatorial que puede contribuir a la inmoralidad;
pues amén de todos los beneficios que ésto aportaría a
la Humanidad, hay que tener en cuenta que todos los
hombres venimos al mundo con ciertas facultades o
predisposiciones que nos capacitan para obtener el
triunfo deseado y ser felices en nuestra profesión.

133
Todos los alumnos son obligados al estudio de una
serie de asignaturas, gústenles o no, y ésto tiene que ser
así, y no solamente para que todos disfruten de una
cultura general, sino para que cada escolar pueda
descubrir la aptitud más sobresaliente con que ha sido
dotado, y así, seguir la carrera de su verdadera vocación.

Ahora viene lo que me parece dictatorial: si no es


obligatoria la asignatura de religión, se les puede enseñar
a los alumnos una serie de caminos sin que ninguno sea
el que le faculta a su naturaleza psíquica para descubrir
la vocación más excelente y generosa de todas.

Por eso, conculcada la asignatura de religión (lo


normal es que todos los alumnos rehusen cualquier
asignatura que no sea obligatoria), amén de ser una historia
impregnada de cultura, se les puede dictar un camino que
les haga infelices para toda la vida. En este sentido, centenas
de miles de ejemplos podríamos dar, pero sólo dos:

¿Qué hubiera sido Juan Pablo II si sus santos padres


le hubieran inculcado el ateísmo y le faltaran las clases de
religión?. Y, ¿dónde encontraría la madre Teresa de Calcuta
el cúmulo de satisfacciones que le aportan las obras ingentes
que ha realizado en beneficio de todo el mundo y el Triunfo
universal que ha conseguido, si alguien le impidiera
descubrir esa facultad gigante que llevaba dentro de su alma
cuando vino al mundo? ¿No sería dictatorial llevar esos dos
personajes y tantos miles de santos por otro camino, en
contra de su misma naturaleza?.

Publicado en “EL COMERCIO” 11-Junio-1996 y en “LA VOZ DE


ASTURIAS” 19-Junio-1996

134
44.- LAS ETAPAS DE LA VIDA

Cuando se vive la infancia es muy deseable llegar


a la plenitud de la pubertad. Al joven le apetece
adentrarse en el corrillo donde se viven y dialogan
cuestiones del amor erótico y los idilios cariñosos y
apasionados. Esta es la época que los abuelos bautizamos
con el nombre de «juventud, divino tesoro». Y es también
la más ilusoria de la vida del hombre, porque sólo se
vive el presente con optimismo desmedido.

Desde esa perspectiva, a los mozalbillos, ya les


parecen veteranos los jóvenes de treinta años, y los
consideran un poco distanciados de la juventud. Y éstos
que han cumplido las tres décadas, los miran como
cascabeleros sin timón, pues a los muchachos mayores
les urge encontrar al consorte adecuado para formar su
familia y despedirse de la juventud que ha pasado ya.
Ahí suelen comenzar los problemas normales de la vida,
luego surge la ilusión de los hijos y el esfuerzo continuo
en busca del bienestar social y familiar.

También los adolescentes consideran hombres


añosos a los que se acercan a los cincuenta, y los
septuagenarios les parecen tan arcaicos que no conciben
que algún día fueran niños o jóvenes como ellos,
mientras que el hombre setentón ha llegado a pensar que
los varones de cuarenta son jovenzuelos, y un poco viejos
sólo le parecen los que sobrepasan los ochenta. Y así
vamos consumiendo la vida llenos de confusiones sin
tener certeza de casi nada, hasta que se rompen las
fronteras de la ignorancia y el esquema engañoso que
nos propina la vida terrena, dejando siempre en pecado
135
y ridículo todo lo que no sea el bien que practicamos y
lo que al hombre le sea lícito hacer.

Y todo esto sólo lo comprenderemos después de


muertos. Pues el verdadero sentido de la vida lo
podremos entender cuando sea incinerado el cuerpo. Y
cuando el alma llegue a su plenitud y Dios nos haga saber
con toda claridad que viene de Su creación, por qué, y a
dónde ha llegado; entonces «seremos como dioses»
(Génesis 3, 5).

Los que creemos en las apariciones de la Virgen


reconocidas por la Iglesia, meditamos sobre la sabiduría
de aquella Señora -hija legítima de padres como
nosotros- que ha demostrado conocer el lugar donde se
encontraban todas las almas de todos los tiempos, y el
nombre de todas las personas que los poseían, pues los
pastores de Fátima le preguntaron dónde se encontraba
s u c o n v e c i n a f a l l e c i d a , A m e l i a , y l a Vi rg e n
espontáneamente les respondió: «Estará en el purgatorio
hasta el fin de los tiempos».

Después, los teólogos, sabiendo que Amelia era


católica, investigaron su vida privada, y sólo han llegado a
saber que tenía novio. Pero el grado de intimidad o pecado
nadie lo conoce. También le preguntaron por otras amigas
y les dijo que estaban en el cielo. Asimismo les manifestó
que a Jacinta y Francisco los llevaría al cielo brevemente, y
los dos niños murieron veinte meses después. Y a Lucía le
dijo que la dejaría en la tierra por más tiempo, y ha cumplido
89 años el pasado día 22 de marzo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 12-Junio-1996

136
45.- LOS TRAPENSES DEGOLLADOS

Pienso que a los siete trapenses degollados en


Argelia, se les puede considerar mártires en la primera
acepción de la palabra, es decir, que han entregado sus
vidas en holocausto por amor a Jesucristo y en defensa
de la fe cristiana, pues el testamento del abad asesinado,
revela claramente que estaban preparados para el
martirio.

Y la carta que le fue remitida por el superior de los


trapenses -padre Christian- al jefe del Grupo Islámico
Armado, Sayah Arrlya, responsable directo de la
masacre, también nos da testimonio de la disposición
espiritual y física con que los trapenses estaban
previendo cuál sería el fin que les esperaba, sin que por
ello dejaran de exponer razones convincentes y humildes
para preservar sus vidas como Dios manda. A
continuación reproducimos algunos fragmentos de la
carta:

«Hermano -le dice el sacerdote al líder fundamentalista-


, permítame dirigirme a usted así, de hombre a hombre,
de creyente a creyente. Nuestro estado de monjes nos
liga a la elección de Dios sobre nosotros que es vida de
oración y simplicidad, de trabajo manual, de acogida y
de compartir con todos, en especial con los más pobres.
Siendo así, nos comprometeremos hasta la muerte. No
pienso que sea voluntad de Dios que esta muerte venga
de ustedes. Pero si un día los argelinos estiman que
debemos morir, respetaremos el deseo de vernos partir.
Y a pesar del dolor que sentimos, continuaremos
amándoles a todos».
137
La respuesta de un corazón acerado y fanático ha
sido el degollamiento de los siete religiosos. Si este es
el conjunto de dogmas y preceptos morales que
constituyen la religión de Mahoma, ya sabemos quién
ha sido el hombre que después de casarse con Khadidja,
ha tenido catorce mujeres más.

Pero no hemos de escandalizarnos los católicos.


Esta sangre derramada por los que siguen a Jesús, es la
mejor semilla para que se vayan conociendo las sectas y
se consolide más la fe en el que también dio la vida por
nosotros. Por eso nos ha dicho que tengamos cuidado
con los falsos profetas -como Mahoma-, y nos ha dejado
muy claro que Él es el camino y la verdad y la vida, y
que nadie va al Padre si no es por Él.

Estos sucesos contribuyen a que los creyentes de


todas las sectas se les vayan cayendo las escamas de los
ojos y algún día seamos como Cristo nos mandó: un sólo
rebaño y un sólo Pastor.

Termino transcribiendo unas palabras del testamento


que ha dejado el abad asesinado: «Si termino siendo víctima
del terrorismo que parece querer acabar con todos los
extranjeros que vivimos en Argelia, yo quiero que mi
comunidad, mi Iglesia, mi familia, recuerden que mi vida
estaba entregada a Dios y a este país. Que ellos acepten
que el Único Maestro de toda vida no podría permanecer
ajeno a esta partida brutal. Que recen por mí. ¿Cómo
podría ser yo hallado digno de tal ofrenda?.»

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 14-Junio-1996

138
46.- LA VIRGEN DE GUADALUPE

La agencia EFE ha noticiado la dimisión del abad


de la basílica de Guadalupe, monseñor Guillermo
Schulembur; el clérigo presentará su renuncia al Papa y
al arzobispo primado de México, Norberto Rivera, tras
protagonizar una polémica -a nivel nacional- por
cuestionar las apariciones de la Virgen de Guadalupe en
1531 al vidente indígena Juan Diego.

El abad hizo unas declaraciones a la revista italiana


«30 Días», en las que calificaba de mito la existencia
del indio Juan Diego, y el escándalo inquietante
suscitado en su contra, le obligarán a dimitir.

Ignoro si en todas las apariciones que registra la


Historia existe alguna otra con las pruebas científicas
que se han constatado en Guadalupe. A Juan Diego se le
presentaba la Virgen frecuentemente y dialogaba con
ella. La Señora ordenó al vidente que fuese construida
una capilla en el Cerro del Tepayac.

Al pobre indígena no le quedaba más remedio que


descubrir el secreto y hablar con el primer obispo de
México, Fray Juan de Zumárraga, pero el prelado no
creía en esas apariciones.

Después de varias entrevistas con el obispo, el


jerarca le dijo que si esa señora no le daba una prueba
convincente de las visiones, no volvería a recibirle.
Algunos días después Juan Diego vuelve muy satisfecho
a visitar al prelado con unos capullos llamados «rosas
de Castilla», afirmando que se los había dado la Virgen,
139
lo que venía a confirmar la realidad de los hechos,
teniendo en cuenta que esto sucedió en el mes de
diciembre.

Las rosas las llevaba envueltas en una tilma, y al


desplegar ésta, se cayeron los capullos al suelo y la
Virgen se apareció a todos los presentes -unas diez
personas-. La imagen celestial se quedó grabada en el
basto tejido de la tela que contenía las rosas. La urdimbre
hecha con fibra de ayate de la especie mexicana que se
descompone por putrefacción a los veinte años, como
ha sido probado, se conserva hasta hoy en perfecto
estado.

Existen pruebas recientes y científicas, realizadas


por el peruano José Aste, profesor de la Universidad de
Cornell, Estados Unidos, quien mediante un ordenador,
inició un minucioso proceso de digitalización de la
imagen de la Virgen, demostrando que en sus pupilas
habían quedado reflejadas las diez personas que fueron
testigos del milagro que antecede.

La técnica pictórica fue examinada por el científico


alemán doctor Richard Khun, premio Nobel de Química,
quien afirmó la realidad del prodigio al no encontrar en
la composición de los colores empleados ningún
colorante de origen vegetal, mineral o sintético. Y este
estudio fue posteriormente ratificado por Philip
Callaghan y Brand Simth, científicos de la NASA
igualmente sorprendidos por el hecho sobrenatural, y
Juan Diego -si no me falla la memoria- ha sido
beatificado por Juan Pablo II, o está en proceso de
beatificación.
140
Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 21-Junio-1996

141
47.- EL PP SALVARÁ MUCHAS VIDAS

Confieso que soy un cristiano pésimo, y esto se


comprende mejor cuando se estudia el Evangelio en
profundidad una porción de años: «Amar a los enemigos
y rezad por los que os persiguen». Esto dice el Señor.
Pero si realmente amamos la vida de los inocentes, qué
difícil resulta bienquerer a los intelectuales que se
agavillan para ensangrentar España con la muerte de los
nonatos.

Cuando esto escribo estoy enterado -como todos


los españoles- que con el apoyo de CiU y PNV, el PP
derrotó al PSOE e IU, rechazando el aborto libre, para
salvar un sinnúmero de vidas humanas. ¡Qué cuarto
supuesto ni qué ocho cuartos!. Basta ya de hipocresía.
Si somos criminales execrables, manifestémoslo
públicamente como lo hizo Herodes.

Ya no hay más tontos o bobalicones en España; todo


el mundo sabe que el aborto es un crimen abominable, y
nadie ignora que todos los hombres que poblamos la
tierra hemos sido «nascituros» primero.

Como bien ha dicho Julián Marías, «qué más da


matar a dos metros de distancia que a diez». Comprendo
y perdono a esas mujeres casquivanas y estólidas que
salen a la calle imitando a sus ídolos con las pancartas,
diciendo que «nosotras parimos, nosotras decidimos».

También insisten en que son señoras y dueñas de


sus cuerpos. Pero el niño incipiente que llevan en sus
entrañas no es un apéndice del cuerpo de su madre ni un
142
lobanillo, es, cuando menos, un embrión que reivindica
su derecho a vivir, independientemente de lo que quieran
su madre y los que legislan las leyes.

Pero hay más: el padre que ha puesto su semilla,


su sangre y su amor para tener un hijo, (el aborto no es
sólo para los solteros), se le conculca el derecho de verlo
vivir y disfrutar de algo tan suyo y tan querido. Que Dios
perdone a los parlamentarios socialistas y comunistas
de España, y ¡ojalá! que nunca más vuelvan a gobernar
para evitar la masacre que pretenden legislar. La verdad
es que me cuesta trabajo creer lo que todos vemos.
¿Cómo es posible que tanto se respeten los animales de
vida protegida y se conculque el derecho de la vida
humana?.

También me repugna que Federico Trillo intente


incrementar el sueldo de los parlamentarios, conociendo
el déficit público y la miseria en que viven millones de
parados. Y el PSOE tampoco se opone, para engrosar
sus riquezas usurpadas, e IU, tan misericordiosa con los
pobres se calla también.

Tratando de otras cosas, el socialista y presidente


del Gobierno navarro -Otano-, pide la dimisión al
descubrirse la riqueza que tiene acumulada en una cuenta
bancaria de Suiza. El desconcierto que vivimos, es tan
grande, que ya no sabemos si es mejor la democracia o
las dictaduras. Pues si las dictaduras son tiranas, la
democracia española va tirando de los electores para,
juntos todos, tiranizar a las minorías que claman al cielo
por justicia.

143
Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Junio-1996

144
48.- SE LLAMABA DOLORES

Va de cuento: Era una chica solícita y esbelta, con


distinción y talla soberana. Su belleza deslumbrante
incitaba codicia a cuantos la veían. Dolores llevaba el
mundo bajo sus pies. Detestaba todos los idilios que
salían a su encuentro. Su autosuficiencia connatural
dejaba en entredicho la identidad de cuantos la
pretendían. Sólo se interesaba por actores de gran
notoriedad. Pero le parecía degradante su nombre.
Intentó cambiarlo y no le fue posible. El obstáculo que
encontraba para aquistar un artista era su denominación.
Le gustaría llamarse María de Fátima. Este era el nombre
premonitorio que llevaría la primera hija que tuviera.

Invitada a una recepción de artistas, se sintió


seducida por un actor sin escrúpulos. Al galán sólo le
apasionaba el amor erótico. Dolores -antes de perderle-
accedió a sus pretensiones impúdicas, y esas relaciones
sexuales prematrimoniales se convirtieron en lágrimas
y depresiones. Dolores deseaba ardientemente casarse.
Pero al joven distinguido y airoso, no le interesaba. El
placer que buscaba ya lo había conseguido. Ante la
convivencia diaria terminó la pasión. Ahora abordaría
nuevas aventuras y Dolores se quedó embarazada.

Sollozos y lágrimas en la soledad de su habitación.


No podía desvelar el secreto a sus padres y amigas. «Y
cómo voy a perder la juventud y quedarme soltera -se
decía y pensaba-; tengo que interrumpir el embarazo».
Se fue a la clínica de verdugos y en el cubo de despojos
quirúrgicos se quedó la niña de cinco meses que

145
albergaba en su seno. Era María de Fátima la víctima
que llevaba Dolores en su pensamiento.

La joven vivía acecinada y cabizbaja; todo su


donaire y belleza los había consumido el remordimiento
de conciencia, el dolor y la humillación. No alternaba
con nadie. Se fijaba en la paz que disfrutaba su madre
rezando rosarios y mirando a la imagen de la Virgen de
Fátima. Dolores no podía mirar a María; le daba miedo
y vergüenza. El pecado mortal cometido y la virginidad
de la Señora eran choques de fuego.

Un sueño premonitorio y poético se quedó grabado


en la mente de Dolores con los cuatro versos que siguen:
«Visita la Iglesia día a día / confiesa los pecados a un
buen padre / dialoga un rato grande con María / y ya
verás lo buena que es tu Madre». Dolores viajó
rápidamente a Fátima en busca de consuelo y memorando
el nombre que llevaría su hija, y al no encontrar a un
sacerdote autorizado para perdonarle el crimen que había
cometido, se acercó a uno de los obispos que habían
concelebrado la misa y la absolvió del pecado. El
prelado, al verla tan sumamente contrita, le sugirió entrar
en un convento de clausura. Dolores aceptó la propuesta
y se quedó tomando el nombre de Sor María de Fátima.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 24-Junio-1996

146
49.- DESEABA Y DESEO

Cuando pasaba por la infancia deseaba consumir


el tiempo para entrar en la juventud y tener novia.
Cuando tuve novia deseaba que pasaran los meses para
casarme y disfrutar del matrimonio. Después de casarme
deseaba que se fueran gastando los meses para celebrar
el alumbramiento de mi esposa y conocer el primer hijo.
Enamorado del bebé deseaba que pasaran los años para
verlo correr por los parques. Al verle caminar deseaba
que fuera mayor para dialogar con él.

Después deseaba que pasaran los años para ver su


carrera terminada. Posteriormente deseaba que llegara
el momento de verlo actuando en su profesión con esposa
e hijos. Ahora soy abuelo y deseo que pasen los inviernos
para disfrutar de las vacaciones estivales. También deseo
que pasen los cinco días primeros de la semana para
descansar el sábado y el domingo. Y cuando llegan las
vacaciones deseo que pasen los días que preceden a la
fecha que nos permite dar una vuelta por España.

Y después de recorrer algunas provincias, deseo


llegar a nuestra casa para normalizar la vida cotidiana.
También deseo que pasen las horas para salir del trabajo.
Y al remitir este escrito al director de LA VOZ DE
ASTURIAS, deseo que pasen los días para que algún
alma buena lo lea. Igualmente deseo que pasen las horas
aciagas que anteceden a la posible solución de las
dificultades y problemas.

Ahora, al meditar sobre lo que dejamos expuesto,


estoy pensando que la suma de todos los deseos puede
147
ser la prisa que tengo en recorrer el camino enrevesado
y tortuoso que me distancia de la muerte. También pienso
que este deseo continuo de consumir el tiempo, puede
ser promovido por esa substancia espiritual que Dios nos
ha infundido en el cuerpo con carácter de inmortalidad.
Pues el alma es la que realmente nos informa de la dureza
que conlleva la realidad terrena y el destino que
corresponde al cuerpo, sin dejar de reconocer que el
espíritu y la carne constituyen la esencia del hombre.

Esta observación me hace comprender mejor a la


doctora de la Iglesia y Santa de Ávila: «¡Ay, qué larga
es esta vida! / ¡Qué duros estos destierros!/ ¡Esta cárcel,
estos hierros / en que el alma está metida! / Sólo esperar
la salida / me causa dolor tan fiero, / que muero porque
no muero. / Quíteme Dios esta carga / más pesada que
el acero».

Parece claro que la carga que ha llevado siempre


Santa Teresa era la de soportar un cuerpo que vive
siempre con el deseo de vulnerar las leyes divinas que
salvan el alma, cuando ésta consigue someterlo a la
voluntad de Dios. Pero como la santa fortalecía su
espíritu diariamente con los sacramentos, las buenas
obras, la oración y la penitencia, hizo que su cuerpo fuera
esclavo del alma y siervo de Dios. Y ese antagonismo
entre el elemento espiritual y material, formaba el
vehemente deseo de la separación que conlleva la muerte
del cuerpo y la gloria del alma.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 26-Junio-1966

148
50.- EL PAPA JUAN PABLO II

Este es título que lleva la biografía de Juan Pablo


II. El amigo fiel y solícito del Pontífice -Tad Szulc-, ha
conseguido dilucidar minuciosamente la vida del Papa
y todos los secretos que nadie conocía. Y lo que más
nos conmueve son las tribulaciones y el dolor que han
hecho presa en él desde la más tierna infancia. Si es
verdad que Dios lo ha dotado de una contextura recia -
mide más de 1’80 m.- y enérgica, también es cierto que
no ha dejado nunca de someterlo al crisol de la
purificación.

La muerte de su madre cuando apenas contaba los diez


años, le convirtió en un niño serio, triste y responsable. Los
cuatro años de trabajo bracero en una cantera, calzado con
zuecos y vestido con un mono impregnado del polvo que
cubría las manchas de petróleo; los estudios clandestinos
en un seminario con riesgo de muerte. El encuentro de su
padre -oficial del ejército austríaco- muerto en el suelo de
su casa cuando Karol Vojtyla llegaba del trabajo y del
estudio, le han hecho salir del caserón donde vivía para
distanciarse del recuerdo que le consternaba el corazón, y
las paredes de su hogar eran como sombras tenebrosas que
no ha conseguido soportar, y así, se fue de su casa para
alojarse en un sótano y continuar simultaneando el trabajo
de peón en la fábrica y los estudios de teología.

También fue motivo de desazón y tristeza la muerte


de su único hermano -doctor en Medicina-. Y a pesar de
todos los inconvenientes y la falta de tiempo que le
propinaban los ajetreos de su vida, no titubeaba en
detraerle tres horas al sueño de la noche y dedicarlas a
149
la oración. También nos dice su biógrafo que lo
encontraban frecuentemente de rodillas en los recovecos
de las naves de la cantera donde trabajaba, y que
actualmente dedica ocho horas diarias a la plegaria,
meditación y penitencia.

Y ahora, después del atentado en la Plaza de San


Pedro, la operación de un tumor en el colon y la rotura
del fémur, nos dice que «el sufrimiento es un don de
Dios». Este paradigmático pensamiento, lo ha experimentado
muy bien el Santo Padre en su propia carne, y también
se lo han confirmado las obras completas de San Juan
de la Cruz y Santa Teresa de Ávila, amén de los 1.002
santos que lleva beatificados y canonizados.

Él sabe que el sufrimiento tiene un poder educativo


y es el mejor detractor de la soberbia y el elemento más
eficaz para alcanzar la humildad y la sabiduría mística.
Este cúmulo de obstáculos y desgracias que cuenta en
su vida (antes del papado), no le impidieron ser
consagrado obispo a los 38 años, y dos décadas después,
ascendió al Solio Pontificio como cabeza espiritual de
casi mil millones de católicos. Al biógrafo le parece un
estadista mundial de ingente envergadura e influencia.
Piensa que es la figura más monumental y carismática
que ha tenido la Iglesia en los últimos siglos.

Y como bien ha dicho el presidente de Eslovenia -


Kucan-, después de darle la bienvenida: «Si los esfuerzos
que Vuestra Santidad ha hecho por la paz fuesen
escuchados por todos los gobernantes, este mundo sería
mucho más justo».

150
Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 29-Junio-1996

151
51.- MATARON A NUESTRO PERRO

No ignoro que sólo nos comprenderán un poco los


que tienen perro, y se darán cuenta de la desazón y
congoja que sentimos los que lo han perdido después de
ocho años de convivencia cariñosa y continua. Rocky
era un perro de pura raza chihuahua. Había crecido
mucho por el esmero y atención con que mi esposa lo
cuidaba. Pesaba algo más de dos kilos.

Y como todos los de su clase era excepcionalmente


cariñoso y sibarita. Sólo comía dos alitas de pollo y leche
azucarada con pan remojado. Durante los ocho años que
hemos convivido, Rocky fue testigo permanente de todas
las horas que fui adicionando en los quehaceres de
nuestra biblioteca. Con ojos muy grandes nos miraba de
forma mortecina cuando vivazmente se sentía culpado.

Cuando tocaba el timbre, llamaban al teléfono o


lloraban nuestros nietos, su sensible audición y patente
entendimiento, lo llevaban corriendo de un lado para otro
gritando con ladridos en busca de auxilio para los
reclamantes.

Nuestra convecina, de armonía feliz con su esposo


e hijos, nos decía que nadie la había querido tanto en su
vida como el perro al que tuvo que aplicarle la eutanasia
por enfermedad. Es posible que tenga razón. El perro es
el amigo más fiel y solícito que tiene el hombre.

Hace poco comentaba la prensa cómo un chucho


llevaba acompañando a su amo en el sepulcro seis
semanas, y aunque con muchas imprecisiones, recuerdo
152
cuando por televisión nos dieron la noticia del can que
después de dejarlo abandonado en Bélgica los dueños y
regresar a España, unos meses después se presentó en la
casa donde sus amos habitaban.

Es absurdo pensar que estos animales no superan


al hombre en algunos sentidos: ¿Quién es la persona que
puede encontrar a sus familiares en otra parte del mundo
si le privan de todos los medios de comunicación?. Y,
¿cómo ha podido ese animal recorrer los bosques y
prados, pistas y fronteras hasta llegar a la nación donde
se encontraban y hallar la calle, el número y el piso.

Aquí tenemos que prescindir del olfato que no


pueden dejar los trenes, coches o aviones. ¿No sería
laudable un estudio profundo de este misterio que nos
presentan los perros?. Ahora me consuela pensar si la
substancia espiritual que lleva el soplo de Dios al
infundirles vida, ¿no puede hacerles inmortales en el
paraíso?. Juan Pablo II así nos lo ha revelado de alguna
manera.

Y Jesucristo no nos ha dicho nada sobre los perros.


No podía decirlo. Los perros no tienen pecado ni son
receptivos de consejos. Viven para servir al hombre y
reclaman el mismo cariño que nos transmiten. Se ha
comprobado que entregan sus vidas en defensa del amo,
y Rocky la entregó. Pues cuando un perro policía se
acercaba a mis nietos, el chihuahua se metió por el medio
para defenderles y fue víctima de la primer dentellada
que le clavó en la yugular.

153
Ahora se encuentra vacía nuestra casa. Ya nadie
nos recibe con aquel clamor amoroso derrochando
alegría e intentando subirse a nuestros brazos. Ya nadie
nos observa silenciosamente mientras rezamos el rosario.
Ya nadie siente el ladrido de Rocky cuando terminamos
la letanía. Ya nadie se sube a nuestra cama cuando raya
el alba para lamernos la cara y despertarnos. Pidamos a
Dios que no nos suceda algo peor, pero una parte de la
alegría que nos prodigaba Rocky y la compañía que nos
hacía día y noche, se ha ido dejándonos con lágrimas en
los ojos.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 2-Julio-1996

154
52.- QUIEN MÁS DA MÁS TIENE

La caridad del Gobierno alemán y los católicos me hace


recordar el título de una revista desaparecida hace muchos
lustros: Matemáticas de Dios, quien más da más tiene. Y
aunque en aquella fecha era un niño insipiente, ya sabía algo
de la ciencia que trata de la cantidad, la que hizo que le
preguntara a mi madre cómo podía ser eso. «En las cuentas
que enseñan en los colegios -me dijo- quien más da menos
tiene, pero como Dios todo lo puede y le agrada mucho la
caridad que hacemos con los pobres que tanto ama, quien más
da a los niños hambrientos, mayor recompensa tiene en esta y
en la otra vida. ¿No ves que nosotros damos limosnas a la
Iglesia y nuestro patrimonio va creciendo?».

Creo que algo parecido está sucediendo en Alemania.


Pues el Estado alemán pasa a la Iglesia el 9 por ciento de las
tasas sobre las rentas de los ciudadanos que se declaran
católicos. La cantidad que recauda la Iglesia sobrepasa los
4.000 millones de dólares, es decir, 504.000 millones de
pesetas. Este montante hace que la Iglesia germana sea la más
rica del mundo, y todo revierte sobre una serie de obras
escolares, sanitarias y, muy especialmente, caritativas, dentro
y fuera del país.

En consecuencia, Alemania se encuentra entre los


países más ricos de Europa. Entretanto, el Gobierno
cicatero de España, con el 0,5 por ciento que nos permite
pasar a la Iglesia, es el tercero más pobre de la Unión
Europea. Y aunque el señor Almunia nos haya dicho que
la situación económica que heredó el PP es infinitamente
mejor que la que el PSOE heredó de la UCD, hay pruebas

155
fehacientes del dislate que ha pronunciado, y él lo sabe,
pero calumnia que algo queda.
Cuando en 1982 ascendió al poder el Gobierno
socialista, la deuda pública era de 6,18 billones de
pesetas. Actualmente nos han dejado un débito de 50
billones, y la presión fiscal que soportamos los
contribuyentes en relación con el PIB se disparó del 28
por ciento en 1982 al 36,2 por ciento en 1995. La pérdida
de puestos de trabajo -si tenemos en cuenta las
jubilaciones con 12 y 15 años de antelación- se aproxima
a los dos millones.

La Seguridad Social estaba llegando a la bancarrota.


También las Administraciones Públicas, desde Ayuntamientos
al propio Estado, sin olvidar el endeudamiento gigante de
las Comunidades Autónomas, de tal manera que si esto
continuara pronto llegaríamos a no poder pagar ni tan
sólo los diez mil millones diarios de intereses. La
inseguridad de los ciudadanos, la droga, el crimen en
las calles y plazas, el aborto libre que pretendían, las
decenas de miles de jóvenes que viven a la desventura
después de desgraciar sus hogares, y las decenas de miles
de matrimonios separados con sus hijos llorando el fruto
de la permisividad de las leyes y la propaganda
televisiva.

La ínfima corrupción que todos conocemos y la


descomunal que ignoramos; todo en suma, es la herencia
que recibió el Partido Popular, gracias a don Felipe
González y a sus ministros y repúblicos nombrados a
dedo. Y esto es así porque quien menos da menos tiene,
y como a Dios sólo le han dado disgustos, eso es lo que

156
nos propina a todos. Y sólo Él sabe lo que nos tiene
guardado para la vida eterna.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 4-Julio-1996

157
53.- AZNAR, AZNAR

Conforme a los conocimientos que nos ha dejado


el doctor Vander, me pareces un hombre equilibrado,
armónico y flemático. Alguien con mucha seguridad en
sí mismo. En consecuencia, disfrutas de un poder
personal considerable. Y todos aplaudimos el éxito que
has tenido entre los Quince para combatir el terrorismo,
y teniendo en cuenta el egoísmo connatural del hombre,
nos parece que las privatizaciones son muy buenas para
que cada palo aguante su vela y para que «tu hacienda,
tu amo te vea».

Pero somos trece millones de católicos en España


los que frecuentamos la Iglesia (dejamos de lado ese 92
por ciento que se declaran creyentes), y éstos se sienten
defraudados al ver que se vulneran los acuerdos que son
fundamentales para el hombre. Tú sabes que el Estado
español y la Iglesia han establecido que la Religión
deberá ser considerada como asignatura académica, con
la puntuación correspondiente, y abundando más en el
tema, ¿cómo se pueden desoír las cuatro sentencias del
Tribunal Supremo emitidas en contra de lo que ha hecho
el PSOE y lo que tú estás a punto de hacer ahora?.

Aznar, Aznar, desde el punto de vista erudito, nadie


debe ignorar que la cultura se queda con respiración
asistida si le falta el conocimiento de la Historia sagrada.
Ninguna otra asignatura la puede sustituir. La verdadera
ética y la moral más profunda y sublime, han sido creadas
por el mismo que ha redactado los Sagrados Textos, y
nunca jamás tendremos esa España que todos queremos
si desoimos las leyes de Dios. Piensa que tuviésemos
158
un millón de españoles como San Francisco Javier. Y,
¿qué tenía ese pobre hombre que no le haya sido dado a
través de los Evangelios y del contacto directo con su
Autor?.

Aznar, Aznar, piensa más en ejercer el poder como


Dios manda que en el tiempo que pueda durar tu
mandato. Eres muy joven y no has tomado suficiente
conciencia de que un día -no tan lejano- serás un hombre
decrépito e inútil; es decir, como tantos miles que se
encuentran en los hospitales con bolsas de oxígeno y
entubados por todas partes, entonces verás que de nada
sirven los monumentos, las calles que lleven tu nombre,
las proezas y hazañas que puedan atribuirte los
historiadores que piensen como tu reflexionas ahora.

Cuando eso te llegue, podrás ver que sólo sirve lo


que se ha hecho conforme al querer del Señor y dueño
de tu vida y tu salud, y entonces, puede ser tarde, Aznar.
Pues «¿de qué te sirve ganar todo el mundo si pierdes tu
alma?». Aznar, Aznar, abre bien los ojos. La vida pasa.
Jesús sigue con nosotros. Mil millones -sólo en la
religión católica- lo siguen adorando. ¡¿Cómo se puede
menospreciar sus enseñanzas y su historia?!. «¡Oh!,
hombres tardos de corazón para creer lo que vaticinaron
los profetas». «¡Oh! hombres de poca fe». ¡Cómo os
engaña la vida!. Y cuánto daño hacéis a la Humanidad.
Terminaré con una frase de San Pablo: «Todo lo tengo
por estiércol comparado con Cristo» (Filipenses 3, 8).

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 7-Julio-1996

159
54.- ¿CREE EN LOS MILAGROS?

Se dice que el milagro es un acto del poder divino,


superior al orden natural y a las fuerzas humanas.
Consecuentemente, es un prodigio que sólo Dios puede realizar.
Algunas veces los ha hecho directamente, sin intermediarios,
como nos muestra la historia de San Pablo y tantas otras. Pero
los milagros más conocidos y numerosos, les fueron concedidos
a los santos intercesores. El Señor insiste en que le pidamos.

Quiere que tengamos confianza en Él, y cuando nos


conviene, y el pedido es justo, nos demuestra que podemos
tenerla. Sólo a su Santa Madre le concedió un milagro en contra
de su voluntad e indebido. En contra de su voluntad porque no
había llegado su hora y nada les iba con el problema de los
anfitriones, e indebido porque ya bebieran el vino suficiente.

Siendo así, ¿por qué lo hizo?. Pienso que a una madre


sólo se le puede negar un pedido pecaminoso, y el Hijo de
María y de Dios la respetaba y quería más que nosotros a la
nuestra. Y esta obediencia que todos debemos a nuestras
madres, quiere Jesús dejarla patente, y quiere, al mismo tiempo,
darnos a conocer que María tiene un influjo intercesor con
fuerza suficiente para concedernos lo que su Hijo no nos
otorgaría sin la influencia de su Madre. He ahí la confianza y
devoción que le prodigan los fieles marianos.

Aflora en mi mente este preámbulo, después de leer


una síntesis biográfica de la religiosa fundadora de las
Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor,
María Ana Magas y Fontcuberta, fallecida en 1866, y
natural de Corró de Vall (Barcelona). Ahora la Santa Sede
reconoce como milagro una curación prodigiosa por
160
intercesión de la madre María Ana Magas. La sierva de
Dios que será beatificada el próximo 6 de octubre.

El milagro: Isabel Cortijos, en 1953, dio a luz su


tercer hijo después de practicarle la cesárea. Extraído el
niño, la madre presentaba un cuadro con peritonitis
aguda, tromboflebitis abdominal, parálisis intestinal,
tuberculosis renal al único riñón que le quedaba y
absoluta supresión de la secreción urinaria (anuria). Los
médicos, más que convencidos de la muerte inmediata
de la paciente, la enviaron a la pobre casa donde vivía.

Pero las religiosas de la citada Orden la siguieron para


rezar por la salvación de su alma. Entretanto, una de las
monjas, Concepción Aguirre, colocó bajo la espalda de la
agonizante, una reliquia de la Madre María Ana. Poco
después Isabel estaba totalmente recuperada. La llevaron
nuevamente al hospital, y los médicos comprobaron que
todas sus dolencias habían desaparecido súbitamente. Y
aunque no todos eran católicos, cumplieron con la
obligación de certificar que la ciencia médica era totalmente
incapaz de curar sus dolencias. Ahora, 43 años después,
vemos a Isabel Cortijo sonriendo y esperando que llegue el
6 de octubre para asistir a la beatificación de la madre María
Ana Mogas y besarle la mano a Juan Pablo II.

Alguien puede creer que millones de sucesos como


este son cuentos inventados por los médicos y reconocidos
por la Santa Sede. A mí me parece que no. Creo en los
milagros que tan prudentemente reconoce la Iglesia. Pero
no soy milagrero.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 13-Julio-1996

161
55.- VISITA A LA TRAPA

Hace veinte años leí por primera vez la autobiografía


de Fray María Rafael. El joven distinguido y elegante
que pasó su infancia y juventud en Oviedo. Sus obras
completas lo caracterizan como el mayor místico del
siglo XX. Este es dictamen de los comentaristas
expertos. Ahora tiene una capilla conmemorativa,
(abierta al público todos los días), incrustada en la
monumental fachada de la Abadía Cisterciense de San
Isidro de Dueñas, en Palencia.

En el templete se cobijan los restos mortales del


joven erudito que Juan Pablo II elevó a los altares
recientemente. Nosotros visitamos la Trapa para ver al
hermano del santo, padre Fernando Arnáiz Barón, quien
después de celebrarnos una misa en la capilla que tiene
a su disposición, nos mandó pasar al comedor de los
peregrinos; seguidamente almorzamos con la mayor
sobriedad y pulcritud, sirviéndonos la comida un
trapense con hábito riguroso, y al pedirle la cuenta nos
dijo: “La voluntad”.

Instantes después nos pasaron a una sala rústica


con ese tufillo agradable que van acumulando los siglos
donde habitan los hombres de vida santimonia, y en esa
tarbea lo mismo se sienten relajados los mendigos que
las familias nobles. Es el clasicismo que conduce a un
recuerdo lejano que viene a nosotros sin saber de dónde.
Allí nos esperaba el padre Fernando, sonriendo, vestido
de blanco, la cabeza afeitada, 84 años y un bastón.
Dialogamos algunas horas sobre la posible canonización
de su hermano y los milagros que se le atribuyen en
162
España y en México, pues su autobiografía ha sido
traducida a once idiomas.

También nos habló cuando actuaba como capitán


en la guerra civil española, cuando cursaba sus estudios
de ingeniero en la Universidad de Lovaina, y cuando su
santo hermano le dijo: «Fernando, busca a Dios, deja el
mundo, la juventud y los títulos (eran sobrinos de la
duquesa de Maqueda que murió en olor de santidad en
el convento de las Carmelitas de Ávila, de la cual
conservo más de 50 cartas), entra en la Cartuja o en la
Trapa, y encontrarás la paz que desea tu espíritu y la
alegría de servir a Dios y al prójimo por Él, y después,
tendrás un tesoro en el cielo».

Y, ¿cómo sirven a Dios y al prójimo?. Pues tienen


doscientas hectáreas de tierra y prado, trescientas vacas
lecheras. Cultivan la tierra los 70 trapenses, producen
3.500 litros diarios de leche, consumen lo
imprescindible, y todo lo que excede, lo entregan para
los asilos y obras de caridad. Es el comunismo liderado
por Dios, es decir, el reverso de Marx y Engels. Es el
comunismo que yo desearía para todos los hombres, pero
hay que empezar por hacer cinco horas diarias de
oración, confesarse todas las semanas, comulgar cada
día que amanece, practicar la obediencia en nombre de
Dios y desterrar el egoísmo y la tiranía, como hacen los
trapenses.

El padre Fernando es el hombre más optimista que


yo he conocido; ni las quince operaciones que ha sufrido,
ni el parche de cincuenta milímetros que lleva para
proteger el corazón, ni la soledad de la celda donde vive
163
aislado de la comunidad por la precariedad de su salud,
han conseguido minorar la ironía noble y graciosa que
derrochaba cuando le conocimos, hace 22 años, cuando
llevaba 30 de religioso.

Y al preguntarle por la edad que tiene, con sonrisa


irónica y mucha alegría nos dijo: «En agosto hace 85
años que me engendraron, y aunque la vida de los
«nascituros» no cuenta para los progresistas, yo soy
conservador y realista, y sumo esos nueve meses a la
juventud que poseo». Luego, al despedirnos le pedimos
que nos bendijera el coche. «No hay inconveniente -nos
dijo-. Lo que no puedo garantizarles es que mi bendición
termine con cinco o diez kilómetros».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 14-Julio-1996

164
56.- EL GRAN RABINO Y EL PAPA

Cuando le dijeron al Santo Padre que el atentado


sufrido en la Plaza de San Pedro -13 de mayo- había
coincidido con el día y la hora en que la Virgen de Fátima
se presentó a los tres pastores, Juan Pablo II se reservó
la respuesta hasta el año siguiente -13 de mayo-, cuando
frente a una multitud calculada en más de un millón de
personas -en torno al santuario de Fátima-, nos dijo que
el atentado perpetrado hacia su persona no había sido
una mera coincidencia.

Pues él lo consideró como una llamada de lo alto


para incitarle a hacer la consagración de Rusia, como la
Virgen se lo había pedido a sor Lucía repetidas veces, y
el Papa agradeció a la Virgen el atentado e hizo la
consagración; muy poco después terminaba la dictadura
comunista y se abría paso a la libertad de religión.

Ahora me gustaría preguntarle al Sumo Pontífice


si lo que sigue es mera coincidencia o también ha bajado
de lo alto: con motivo de la visita del Gran Rabino
Azkenaki de Israel a Juan Pablo II, el jefe de la religión
judía y el Santo Padre, han desvelado un episodio que
también parece venir de lo alto.

Y es que durante la segunda guerra mundial, un


matrimonio judío -entre tantos otros- fue deportado a
un campo de concentración. El joven matrimonio,
intentando salvar la vida de su unigénito, lo confiaron a
una familia católica de Cracovia, y cuando los tutores
del niño se enteraron de que los padres del vástago

165
habían muerto en el campo de concentración de
Auschwitz, decidieron adoptarlo.

Seguidamente se presentaron al párroco para


bautizarlo. El joven sacerdote, y ferviente católico, bien
instruido en sus obligaciones, se extrañó de que llegado
a los ocho años no hubiera recibido el sacramento del
bautismo.

Sus padres adoptivos le expusieron la situación del


niño diciéndole que era de familia judía. Entonces
preguntó el sacerdote si conocían la última voluntad de
sus padres: «Sí, sus padres nos dijeron que si no volvían
le hiciésemos saber al hijo que era judío y que hiciese
todo lo posible para ir a Israel».

«Siendo así -concluyó el párroco- no puedo


bautizar al niño. Debemos respetar la voluntad de sus
padres». (Conviene recordar que la diferencia
fundamental entre sacerdotes católicos y el judaísmo se
centra en que los católicos tenemos una Iglesia
jerárquica, y en la sinagoga, por el contrario, no hay
jerarquía ni sacramento; en el judaísmo actual las
nociones de iglesia y de sacerdocio les son totalmente
indiferentes).

Ahora vuelve la gran coincidencia o premonición


que puede venir de lo alto intentando mejorar las
relaciones entre católicos y judíos: el gran Rabino
Azkenaki terminó diciendo en la entrevista con el Papa:
«Ese niño que respetuosamente no quisieron bautizar,
soy yo, y el joven sacerdote se llamaba Karol Wojtyla».

166
Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 16-Julio-1996

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57.- EXPERIENCIA Y EXPERIMENTO

La técnica ha hecho que la ciencia descubra lo que


nadie podía imaginar hace medio siglo; especialmente en
la Medicina y las comodidades. El esfuerzo constante del
hombre en las fábricas, en las oficinas, y en las faenas del
campo y en todo lo concerniente al trabajo bracero y manual,
era realmente exhaustivo. Nadie ignora el rendimiento que
nos aportan los ordenadores; todos conocemos las
facilidades que nos presta la técnica para servirnos en
bandeja inmediatamente lo que antes nos costaba semanas
o meses de agotamiento físico e intelectual.

Y es que en la ciencia y en la técnica se avanza


vertiginosamente. Se adelanta porque en los estudios
superiores partimos desde el descubrimiento que han
hecho los hombres de ciencia con reconocido saber
humano. El primer trasplante de corazón que realizó el
cirujano sudafricano, doctor Barnard, en la ciudad de El
Cabo, hace treinta años aproximadamente, fue una de
las noticias más estrepitosas de los últimos tiempos.
Ahora, los trasplantes de vísceras no sorprenden a nadie.
Y es, repito, que los estudios científicos, comienzan
donde han puesto fin los sabios desaparecidos.

Inversamente, no hemos dado un paso adelante en


lo que se refiere a la escuela de la vida, es decir, a la
experiencia que tienen los abuelos en el comportamiento
humano: esa forma de esquivar la imprudencia y los
vicios. Esa manera de saber perder un poco para ganar
lo más importante. Esa sabiduría que nos enseñan los
fracasos para ser cada día más sensatos. Ese tacto que

168
sólo se consigue después de perderlo tantas veces y sufrir
las consecuencias que conlleva.

Qué pena que nuestros hijos, y tantos jóvenes, no


cogieran el mismo tren que nosotros dejamos después de haber
sufrido los errores cometidos. Pero no es así. La infancia y la
juventud comienzan siempre en el primer peldaño de la vida,
y van escalando uno a uno con los mismos tropiezos que
cometieron sus progenitores. Y así, cuando llegan a la meseta
vejestoria se dan cuenta de los consejos que les dimos, y
entonces es cuando se dicen: «¡Qué razón tenían mis padres!».

Pienso que si el avance en la práctica de la vida se


fuera sucediendo de generación en generación -como la
ciencia-, ya tendríamos la felicidad al alcance de la
mano. Pero, desgraciadamente, en este campo, ya no sé
si estamos peor que en los tiempos primitivos. Y sólo
un remedio sería capaz de solucionar el mayor problema
de la Humanidad, es decir, el sufrimiento y la congoja.

Y aunque no todos lo comprendan, el mejor lenitivo


y la mayor comprensión para evitar los caminos
enrevesados y tortuosos que tantas veces nos hacen caer
de bruces, es una buena formación religiosa desde la
infancia. Pues el conocimiento del Evangelio con un
poco de credibilidad, nos haría entrar en la madurez de
los hombres añosos antes de llegar a la pubertad.
Teniendo en cuenta que este experimento nos enseñaría
un futuro honorable y pacífico, mientras que la
experiencia de los años sólo nos enseña el pasado y un
futuro efímero y decadente. «Si el joven supiera y el viejo
pudiera...».

169
Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 19-Julio-1966

170
58.- EXCESO DE POLÍTICA

Cuando las elecciones se aproximan, existe un


interés popular en conocer el resultado que pueda salir
de las urnas. Y esto queda demostrado con un 70 por
ciento de participación en los sufragios. Pero una vez
que el nuevo Gobierno se emplaza en el poder, no
solamente ese 30 por ciento restante que no ha mostrado
interés ninguno les abruma la política en la TV y en los
rotativos, sino que a éstos se suman la mayoría de los
que han votado. Pues son muchos los problemas
personales que cada uno tiene y, exceptuando a los que
directamente les beneficia el Gobierno, lo que desean la
mayoría de los ciudadanos, es que alguien les aliente en
lo que diariamente les corroe y les hace pasar de política:

El marido que ha pasado el día trabajando en el


hondón de la mina embadurnado y transido, y al llegar a
casa se encuentra con una esposa de carácter nervioso
que diariamente le impide el descanso y la paz. Los
padres que viven en tensión constante esperando la
llegada del hijo sin saber si ha vuelto a reincidir en la
misma culpa que otrora le llevó a la prisión.

La esposa que diariamente espera a su marido para


compartir sus problemas, y éste lo pasa felizmente
gastando en el bar lo que a la esposa tanta falta le hace
para sustentar la familia. Los hijos que no quieren
estudiar y engañan a sus padres con las asignaturas que
tienen pendientes, y se niegan a trabajar para seguir
alternando día y noche con otros compinches adinerados.
La madre viuda que tiene que menguar la pensión para

171
darle a su hijo ese mínimo de droga imprescindible que
exige el drogadicto, so pena de verle robar y encarcelado.

El marido que llora al saber que su esposa le viene


traicionando con otro, mientras él se consume en el
trabajo para obtener el fruto que le exigen la esposa y
los hijos. La madre que decide abortar contrariando al
marido e intimidándole con el divorcio si no acepta la
muerte del hijo incipiente; y un sinnúmero de problemas
que existen en millones de hogares; todo en suma, no lo
resuelven los comentarios políticos que diariamente nos
abruman por todos los medios de difusión.

Por eso, es necesario que los psicólogos, los


psiquiatras y los intelectuales con buena moral y
experimentados en los altibajos de la vida, nos escriban
columnas de aliento para mitigar tanto sufrimiento como
hay en el mundo. Y es necesario, también, que los periódicos
y revistas les concedan un espacio arrogante para tratar de
lo que más le interesa a la gente sencilla y humilde.

Felizmente, el que esto subscribe, no ha sufrido las


desdichas expuestas, pero tampoco le faltaron las adversidades
desde la más tierna infancia hasta el día de hoy, y el consuelo
y amparo en las desventuras -incluida la muerte de un hijo
queridísimo y bueno-, siempre lo encontramos en la práctica
religiosa, en María y en Dios, pensando y creyendo que todo
lo quieren o permiten para un bien muy superior al que nosotros
deseamos. Y ahora resulta que el Señor y dador de vida que
nos manda ir a Él para consolarnos, está siendo marginado
por casi todos los medios de difusión, y así nos luce el pelo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Julio-1996

172
59.- EL MEJOR CANDIDATO AL NOBEL
DE LA PAZ

Pienso que si Alfred Nobel viviera, Juan Pablo II


ya sería el Premio Nobel de la Paz, porque Alfred fue el
fundador de los premios Nobel, y fue también uno de
los hombres más emprendedores de los últimos tiempos.

El químico sueco fundó fábricas con las más importantes


manufacturaciones de todo el continente, y dejó una fortuna
de 30 millones de coronas para que, con sus intereses, fuesen
galardonados los cinco Nobel que actualmente todos
conocemos. El de Literatura -conforme al testamento de Nobel-
, le sería concedido al que escribiese la obra literaria de miras
más ideales; es decir, prototipo, modelo ejemplar de perfección,
esto es, respetando a Dios y sin tacos.

Y el Premio Nobel de la Paz le correspondería al que


trabajase con más eficacia en la obra de la paz entre las
naciones. Pero como esta decisión depende de cinco individuos
del Parlamento, y éste se encuentra bien politizado, es posible
que a Juan Pablo II no le sea otorgado, a pesar del colosal
esfuerzo que viene realizando -con riesgo de muerte- por la
concordia y pacifismo de todas las naciones. Es verdad que
alguien lo reconoce, pues, la prestigiosa revista «Time», le
nombró «hombre del año» en el 95. Es de tener en cuenta que
el Papa ya lleva recorridos 117 países en 66 viajes; pasó 480
días viajando en los cinco continentes. Pronunció 2.114
discursos y homilías. Fue recorriendo toda la nación italiana
en 118 viajes, y los cientos de millones de pesetas que le fueron
retribuidos por la publicación de su libro, los fue distribuyendo
entre los más pobres.

173
A los cuatro millones de jóvenes que le recibieron
en Filipinas, les dejó muy claro cómo es posible construir
un mundo mejor. Se reunió con leprosos sin miedo a
contagiarse; en el Brasil se acercó a las favelas donde
viven los más menesterosos y marginados; lucha por los
derechos de la mujer y de los niños; defiende la vida de
todo ser humano y condena sin paliativos el aborto y la
eutanasia, el capitalismo y la tiranía.

Se esfuerza como nadie para conseguir la paz en


los distintos escenarios bélicos; consigue la libertad de
muchos países. Y a pesar de su avanzada edad, no ceja
en continuar proyectando viajes en pro de los derechos
humanos; es víctima de un atentado y perdona y consuela
al agresor; con su ejemplo en obras y palabras, consigue
aumentar el número de católicos en unos cien millones.

Es de reconocer que nunca hemos tenido un


predicador tan infatigable como el Papa actual. Nadie
ha sembrado con más abundancia que Juan Pablo II.
Confiemos en que el fruto de la semilla que cae en tierra
buena será cada día más provechosa para la Humanidad.

Sin embargo, lo más importante del Papa, no es lo


que dejamos expuesto, es, sí, el considerar que se trata
de un hombre de Dios. Un hombre de oración y
penitencia, y aquí está el secreto del éxito espiritual que
disfruta. Por todo lo dicho y lo expuesto en las 600
páginas de su biografía, creo que si este hombre no es
acreedor al Premio Nobel de la Paz, es mejor que el
Parlamento lo deje desierto para no caer en la injusticia.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 23-Julio-1996

174
60.- SÓLO HAY UN MAESTRO Y SEÑOR

«Me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque


lo soy». «El Señor, nuestro Dios, es el único Señor».
Esto dice Jesús. Ahora, con más de 60 años de vida, y la
experiencia que me fue dispensada con la profesión de
agente de la Propiedad en el Tercer Mundo, comerciando
con indios analfabetos y honrados; con mulatos cafres,
y nobles; con negros sanguinarios, y prudentes; con
terratenientes avaros, y honrados; con acaudalados
avasalladores, y solidarios; con japoneses mesurados, y
ladrones; con políticos corruptos, y honorables; con
religiosos hipócritas, y santos; he comprendido mejor
que sólo existe un Maestro y Señor: Jesús.

Maestro porque su pedagogía es indefinible e infinita.


Y, ¿cómo es posible que la estolidez de algunos gobernantes
les lleve hasta impedir que Jesús nos enseñe?. Si es su
sabiduría la que abarca y resuelve todos los problemas que
acechan al hombre, porque todo procede -exceptuando la
muerte- de nuestras imperfecciones y pecados. Y siendo el
conjunto de toda la Humanidad el Cuerpo Místico de Cristo,
es claro que los hombres de perfección y santidad, tienen
que sufrir las barbaries que otros miembros cometen, y así,
se hacen corredentores con Él, porque la verdadera justicia
sólo la encontraremos en la vida transcendente.

Y es Jesús el único Señor porque, como bien lo ha


dicho Dios a Moisés: «Dile a los hijos de Israel que yo soy
el que soy» (Éxodo 3, 13 y 14). Es decir, que Dios no es
copia o imitación de nadie. Y nadie sería poco si supiera
ser el que es, sin artificio o ficción. Recuerdo haber leído
en la Autobiografía de Santa Margarita María de Alacoque
175
lo que le dijo Jesús: «Yo soy el que soy, tú eres la que no
eres; si aprendes bien esta frase serás dichosa».

Queremos ignorar que somos algo así como la


sombra de Dios. Adumbración creada a su imagen y
semejanza para seguir su ejemplo con obras, pensamientos
y palabras. Pero el hombre sigue siguiendo a los ídolos.
Sigue copiando sus costumbres y modas indecorosas.
Sigue el hedonismo que nos transmiten por TV. Sigue
entusiasmado con los programas políticos de los países
que propugnan el aborto, el divorcio y la eutanasia.

No quiere ser el que es. Quiere ser como los demás.


Son sus ídolos y nosotros vamos detrás. Por eso Juan
Pablo II -el hombre que toma como modelos a Jesús y a
su Santa Madre- se acerca mucho a ser el que es, pese a
que más del 80 por ciento de la Humanidad -y no pocos
de la misma Iglesia que él representa y gobierna- lo
rechazan y vilipendian. Pero él sabe que está en posesión
de la verdad que Cristo le transmite, que no es la suya, y
no retrocederá ni un milímetro aunque la vida le cueste.

Y en este ambiente familiar con ese Cristo a quien


representa, en la primera visita que hizo a España nos
dijo al despedirnos en el aeropuerto: «¡España, sé tu
misma!». Pero en España -algunos españoles- envidiaban
la inmundicia de los países europeos, y como el pueblo
llano y sencillo no comprendimos al Santo Padre e
ignorábamos la contaminación que nos esperaba, los
ídolos materiales hicieron que ahora a España no la
conozca ni la buena madre que la parió.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 24-Julio-1996

176
61.- JULIO IGLESIAS

Como el Evangelio es paradójico, nadie tiene la


facultad de saber los hombres que se condenan, y cada
católico escoge las hojas o capítulos que mejor se ajustan
a sus virtudes y menos le reprochan sus pecados. Julio
Iglesias también cumple uno de los apartados más
exigentes de Jesús: «Venid, benditos de mi Padre, porque
tuve hambre y me disteis de comer» (Mt 25, 34-35).

Pues el cantante español ha confesado


públicamente que es «padre» de cuatro mil niños que
tiene apadrinados, y si le cuestan tanto como los poquitos
que tenemos nosotros, son cinco mil pesetas al mes por
cada uno, es decir, veinte millones de pesetas cada treinta
días les pagará el actor.

Esta acción humanitaria del artista es laudable,


pero queda muy debilitada sabiendo lo mucho que habían
echado los ricos en el gazofilacio, y conociendo el
veredicto de Jesús. Pues Él sólo ponderó las dos monedas
que entregó una pobre viuda, sabiendo que le hacían falta
para comer. Tal vez por eso el Concilio Vaticano II nos
dice que no solamente debemos contribuir con lo que
nos sobra, sino también con lo que nos hace falta para
nosotros.

La verdad es que ni un vaso de agua fresca que


demos en nombre de Jesús se quedará sin recompensa.
Lo dice Él. Y pidiendo comprensión al lector por lo que
esto pueda tener de vanidad, me permito decirle que
cuando recibo cartas y fotografías de los niños que
tenemos apadrinados, llenas de cariño ofreciéndonos sus
177
oraciones e implorándonos que no les abandonemos, se
enternece cualquier hombre con corazón de carne.
Permitidme que copie literalmente la última carta que
recibí de un niño que vive en los Andes del Perú:

«Queridos padrinos: Rezo por vosotros todos los


días. Les agradezco mucho el poder comer y estudiar el
2º grado de primaria. No me abandonéis. Quiero ser
mecánico, y las misioneras de Lumen Dei me dicen que
si continuáis pagando las cinco mil pesetas mensuales,
continuaré estudiando hasta terminar la EGB y me darán
un oficio. No tengo padres, los dos murieron de hambre
y tuberculosos, etc.»

Visto lo que antecede, ya podemos imaginar las


cartas que recibirá Julio Iglesias si los niños son tan bien
atendidos como lo hace Lumen Dei, pero también se ha
dicho que más de cuatrocientas chicas le han calentado
la cama, y entre la magnífica obra caritativa que está
realizando con lo que le sobra y el sinnúmero de pecados
graves, sólo Dios tiene facultades para dar su veredicto
cuando le llegue el juicio final.

Pues contravenir el sexto mandamiento una vida


entera sin un acto de contrición, me parece un poco
arriesgado, y mejor será un sacrificio benemérito y
temporal, que sentarse en el banquillo del tribunal de
Dios, y escuchar su sentencia. Pido perdón a los que no
creen en Dios y niegan sus preceptos. Yo también fui
ateo y les comprendo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 2-Agosto-1996

178
62.- VISITA AL SANTUARIO DE FÁTIMA

Cuando un personaje conocido en el mundo visita


oficialmente un país extranjero, y es excelso protagonista
de galardones beneméritos, su presencia puede ser
acogida apoteósicamente, y en casos extremos se le
conmemora con un monumento como el que tiene Pablo
VI en la plaza del santuario de Fátima, pero la estatua
se queda en el olvido, y el personaje no consigue
memorar su historia si no es en las páginas silenciosas
de las bibliotecas.

Inversamente, cuando una mujer humilde y


pueblerina -como María- se aparece a tres pastores
infantiles y analfabetos, en busca de la paz y la salvación
de las almas, sus palabras se estudian siempre en los
cinco continentes, y su imagen se reproduce en el mundo
entero perpetuamente, y con más arraigo y veneración
cuanto más se distancia el suceso de los siglos que pasan.

Esto viene al unísono con los informes que nos han


dado en la sala de Prensa del santuario y lo que nosotros
hemos visto y vivido: más de cinco millones de
peregrinos visitan al año actualmente la capilla de las
apariciones y la basílica que ha sido construida en honor
a la Señora que subió a los cielos hace dos mil años.

Peregrinaciones de todos los países del mundo


pasan por Fátima implorándole a la Madre de Dios la
solución de sus tribulaciones, y los milagros espirituales
casi siempre se quedan en el sigilo de los confesonarios.
Sólo resplandecen las curaciones milagrosas que la Curia
Romana reconoce.
179
Las procesiones que diariamente tienen lugar a las
21’30 horas de la noche, con más de trescientas mil velas
encendidas siguiendo la imagen de María que llevan los
romeros, contorneando la plaza que supera en extensión
a la de San Pedro de Roma, y entonando el Ave... Ave...
AveMaría, pienso que le ponen la carne de gallina a los
más ateos que pudieran presenciar el espectáculo. Y estas
lucecitas que todas proceden del cirio, obedecen al
mandato de Dios en la Biblia para alumbrarle a Él en el
templo de forma perpetua, porque la luz nos hace falta a
todos para ver y conocer nuestra misión en la vida
terrena, salvar nuestras almas y vivir en paz.

Y como donde Dios entra, Dios aumenta, Fátima


es una ciudad rica en bienes materiales y bendita
espiritualmente. Es muy difícil encontrar un peregrino
en Fátima sin llevar un rosario pendiente de los dedos y
una vela en la mano para ofrecérsela a María.

Acerca de los bienes materiales, es fácil imaginar


las divisas que aportan los cinco millones de peregrinos
todos los años. Cientos de bazares y hoteles consiguen
el bienestar económico que Dios siempre concede a los
que respetan sus leyes y lo aman. Pues cuando un grupo
de negociantes desaprensivos abrió una discoteca en
Fátima, la ciudad entera se levantó en protesta y
rápidamente tuvieron que cerrar. Ahora, ese local, está
repleto de imágenes de la Virgen y toda clase de
utensilios relacionados con el lugar sagrado de la ciudad.

En la enfermería hay colas esperando para ser


desinfectadas las heridas de las penitencias que hacen
al pasar la plaza de rodillas con niños en los brazos. La
180
Virgen nos exhortó a todos el sacrificio de la penitencia
y el rezo del santo rosario, y los peregrinos cumplen su
misión.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 3-Agosto-1996

181
63.- MÁS SOBRE FÁTIMA

Pienso que la Virgen huye de las poblaciones. Tal


vez porque las grandes urbes son más propicias al
ateísmo y al pecado, mientras las gentes pueblerinas son
más dispuestas al trabajo y al pundonor. Así vemos que
el ángel se presentó a María en la pequeña aldea de
Nazaret, y la Vidente, más candorosa y humilde que
todos sus colegas, también vivía en una aldehuela como
Bernardette (Lourdes), como Lucía de Fátima y sus
primos, y como el indio, Juan Diego, en el Cerro del
Tepayac (México).

Y si la Virgen ha elegido uno de los lugares más


pintorescos y paradisíacos de España, en Covadonga, no
menos ha sido el escogido en Valinhos por el Ángel para
visitar a los tres pastorcitos, pues los periodistas ingleses
han considerado el lugar como un rincón del paraíso.
Allí se puede ver la estatua del ángel con el cáliz en una
mano y la hostia en la otra, y frente a él, postrados de
rodillas, tallados en granito y a tamaño natural, se
encuentran Jacinta, Francisco y Lucía, dispuestos a
recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesús, de manos del
ángel.

Y después de darle a Lucía la comunión y a Jacinta


y a Francisco el vino del cáliz, les pidió que rezaran con
él la oración que sigue:

«Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu


S a n t o , o s a doro profu n damente y os of re zc o e l
Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de
Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los
182
Sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que El mismo es
ofendido. Y por los méritos infinitos de Su Sagrado
Corazón y del Corazón Inmaculado de María os pido
la conversión de los pobres pecadores».

Pienso que los que dudan de todo esto, podrían


preguntarse si tres niños infantiles y analfabetos, serían
capaces de componer o redactar la oración más ortodoxa
que tiene la Iglesia, exceptuando el Padrenuestro,
conforme al estudio que han hecho los teólogos y el
veredicto emitido por el entonces obispo de Leiría,
Monseñor Correia da Silva.

Pero hay más: ¿cómo han podido esos niños


memorar esa oración si prescindimos del poder
sobrenatural?.

En otra de las apariciones del ángel (fueron tres),


nos dice Lucía:

“Al llegar el ángel junto a nosotros nos dijo:

- No temáis. Soy el Ángel de la Paz. ¡Orad


conmigo!.

Y arrodillado en tierra inclinó la frente hasta el


suelo. Le imitamos llevados por un movimiento
sobrenatural y repetimos las palabras que le oímos decir:

- «Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os


pido perdón por los que no creen, no adoran, no
esperan y no os aman».
183
Después de repetir esto tres veces se levantó y dijo:

- «Orad así. Los corazones de Jesús y de María


están atentos a la voz de vuestras súplicas». Y
desapareció.”

Siento que alguien pueda tener aversión a todo ésto,


pues ciertamente Dios es el campeón de la libertad, y a
todos nos ha concedido ese privilegio en la tierra para
discrepar libremente. Pero nosotros -los 23 millones de
socios que formamos el Ejército Azul de Nuestra Señora
de Fátima en todo el mundo- recitamos estas oraciones
todos los días, y no solamente porque el ángel de parte
de Dios nos lo haya pedido, sino porque tenemos el
beneplácito o asentimiento de la Santa Sede. Y Lucía -
con quien asistimos a misa en el convento de Coimbra-
, lleva más de 50 años entre rejas rezando las oraciones
que le mandó el ángel y haciendo las penitencias que le
sugirió la Virgen.

¡Cómo será posible no creer conociendo esta


historia!.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 11-Agosto-1996

184
64.- UN GITANO SANTO

Mis padres y abuelos siempre agasajaban a los


gitanos cuando llegaban a la casa de campo donde
nacimos doce hermanos. Los bohemios toqueteaban la
puerta del caserón envueltos en la nieve y el frío con los
pies en porreta pisando sobre el hielo. Seguidamente les
sentaban en los taburetes contorneando la hoguera y
comiendo las castañas calientes que les daba mi madre.

Después de recuperar el tiento, les obsequiaban con


algunas patatas y mazorcas. También les regalaban
almadreñas viejas forradas con hierba, pero los cíngaros
las abandonaban tan pronto como los perdíamos de vista
y continuaban con los pies descalzos sobre la nieve.
Entretanto, mis padres y abuelos contaban las gallinas y
no las dejaban salir hasta que los nómadas se iban a otro
pueblo.

Todo lo que se dice de los gitanos es muy extenso:


se supone que proceden de Egipto. Pero son diversas y
contradictorias las opiniones sustentadas de este pueblo
errante. En árabe se les distingue con el nombre de
«caramis», esto es, ladrones.

También se dice en Egipto que por no haber


hospedado a la Virgen y Madre de Dios cuando iba
peregrinando, les cayó la maldición de que ellos y sus
descendientes anduvieran peregrinando por todo el
mundo sin que jamás hallaran asiento ni tuvieran
habitación permanente.

185
Pienso que los gitanos -visto lo que antecede en lo
político y lo social- son tan ladrones y honrados como
los payos, y lo que más desean es salir de la marginación
en que los tienen sumergidos las naciones. Los bohemios
desean tener un empleo y adentrarse en la sociedad que
los detesta.

Tratando de lo más importante, nos encontramos


con que el primer beato de raza gitana será un español:
Ceferino Giménez Malla. Un clásico analfabeto que
n u n c a s u p o l e e r n i e s c r i b i r. P e r o s u p r o d i g i o s a
inteligencia le hizo famoso como tratante de ganado y
con fama de santo. Siempre entregado a la oración, se
hizo miembro de diversas asociaciones católicas:
Adoración Nocturna, Conferencia de San Vicente de Paúl
y Terciarios Franciscanos.

Ceferino compartía sus ganancias con los más


pobres, y siempre con el rosario en la mano, le
consideraban el verdadero apóstol de los niños. Este
prestigio de santidad que le propinaban los vecinos de
Barbastro (Huesca), incitó a los milicianos a detenerle,
pero al encontrarse con un sacerdote en el camino y ver
que también le hacían prisionero, exclamó: «Válgame
la Virgen, tantos hombres contra uno y además inocente».

Los milicianos se arrojaron contra él y le registraron,


y como su única arma de defensa era el rosario que llevaba
en el bolsillo, un soldado que aún no había llegado al
embotamiento total de su conciencia, le insinuó que
entregara el rosario y guardara silencio; entretanto, el
gitano exclamó: «A la Virgen y al rosario les debo todo

186
lo que soy y tengo, y los dos me acompañarán a la prisión
y a donde ustedes quieran llevarme».

Encarcelado Ceferino, consolaba a todos los presos


uniéndoles a él en oración y haciéndoles saber lo felices
que serían todos cuando llegaran al cielo; y en los
primeros días de agosto de 1936, tras haberse resistido
nuevamente a entregar el rosario, fue ejecutado contra
las tapias del cementerio de Barbastro.

La Congregación para las Causas de los Santos,


aprobó el pasado día 5 de julio, el martirio de Ceferino,
cuyo decreto de beatificación firmará el Papa en los
próximos meses. Si ahora tenemos en cuenta que sólo
en la Europa del Este existen más de ocho millones de
gitanos, es fácil imaginar la multitud de bohemios que
se agolparán en la Plaza de San Pedro, cuando Juan Pablo
II lo beatifique. A partir de esa fecha, todos los nómadas
del mundo tendrán un verdadero santo de su devoción.
Un ejemplo que perdurará siempre entre la raza calé.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 6-Agosto-1996

187
65.- GRACIAS DIOS MÍO

Aunque un grupo de la Adoración Nocturna no me


lo hubiera pedido, no dejaría de responder a la carta que
fue divulgada en este mismo Diario, el pasado día 10,
por don Javier González Vallina. Si es ateo -como intenta
demostrarlo- que nos deje en paz contemplando las
maravillas que Dios ha hecho en la Tierra y en el Cielo,
como nosotros dejamos sosegados a los anticristianos.
Y si usted juzga que Dios no puede existir viendo los
males que sufrimos, nosotros le hacemos saber que el
Todopoderoso es el campeón de la libertad con todas
sus criaturas.

Él nos ha dotado de talento y conciencia para que


practiquemos el bien y desterremos el mal. Él ha puesto
en nuestras manos sus preceptos para que los guardemos
escrupulosamente. Él -como Hombre- nos ha dado
ejemplo de amor, de castidad, de mansedumbre, de paz,
de solidaridad, de concordia y perdón; y nosotros le
damos el ejemplo del crimen, de las violaciones, del
hedonismo, del divorcio, de la corrupción, del aborto,
de las guerras, de nuestra antirreligiosidad y desprecio
por el camino que nos enseña, por todas las verdades
que resplandecieron siempre y siguen iluminándonos dos
mil años después, a los que creemos en Él.

Acerca del sufrimiento de tantos inocentes, téngase


en cuenta que todos los seres humanos formamos el
Cuerpo Místico de Jesucristo, y cuando uno o muchos
se corrompen, todos tenemos que resistir y soportar las
consecuencias de las ovejas negras, ¿le parece injusto
al señor Vallina?. Claro que sería improcedente si todo
188
terminara con esta pobre vida. Pero como Dios nunca es
viejo, siempre tiene tiempo para juzgarnos y hacer que
los justos brillen como el sol.

Le sugiero al señor Vallina que lea la parábola del


rico Epulón y el pobre Lázaro (San Lucas 16, 19-31) si
quiere saber quiénes son los desdichados y los venturosos.
Pues negar la existencia de Dios nunca dejará de ser una
insensatez, ¿cómo sabe usted que no existe? ¿quién se
lo ha dicho?.

Si usted hubiese dado una vuelta por el espacio y


se acercara al astro Quásar PKS, que se encuentra a
15.000 millones de años-luz, y contemplara los que hay
en su entorno alcanzando la velocidad de 276.000
Kilómetros por segundo, y luego nos dijera quién es el
chófer que los guía para evitar las hecatombes
celestiales, nos daría qué pensar. Pero si de un plumazo
quiere saber más que la Iglesia milenaria con todos los
santos, los papas, los cardenales y los obispos, vivos y
muertos, y encima quiere corregir a Dios, sólo nos queda
soportar el pasmo que nos propina su insolencia y dar
gracias a Dios por todos los bienes que nos concede, y
sobre todo, por tener fe. Gracias Dios mío.

Publicado en “EL COMERCIO” 15-Agosto-1996

189
66.- LA CRÍTICA DESTRUCTIVA

La crítica destructiva es señal infalible de la


inferioridad moral. El censor que intenta deturpar las
buenas obras, lleva dentro la carroña de los pecados que
no confiesa, y lucha denodadamente para acumular
adeptos a sus fechorías. Así vemos que, cuando un
hombre con estas características consigue el poder, lo
mismo puede surgir el nazismo que la degollina de los
inocentes. Son tan astutos estos personajes que buscan
las más diminutas fisuras en las buenas obras para
demostrar que sólo ellos son capaces de hacerlo
todo bien.

Y una vez que consiguen disponer de los medios


de difusión, elaboran programas con las mismas raíces
indecorosas que llevan dentro, y los presentan con tal
sutileza, que hasta a las personas bienintencionadas
consiguen seducir y llevarlas a las filas de la decadencia.

Y cuando la gente sencilla se da cuenta de la clase


de mandatarios y repúblicos que ha subido al poder, la
inmoralidad ya se encuentra extendida como el agua
sobre el pavimento, y las nuevas generaciones que han
crecido en ese ambiente, como les favorece en el
hedonismo que desean sus pasiones carnales, los
gobernantes ignominiosos ya tienen prosélitos que los
defienden, hasta que el alcohol, la droga y el sexo les
hace saber que sus vidas fueron destruidas por vulnerar
la ley natural que Dios ha infundido en los hombres y
desobedecer a los buenos padres.

190
Napoleón ya nos decía que no existen malos
soldados, lo que sí existen son malos oficiales. Y aunque
con alguna frecuencia encuentro jóvenes en los
recovecos de Gijón con las jeringuillas en la mano, sigo
creyendo que la juventud es muy buena, porque ese mal
que se adjudican a sí mismos, y lo propagan, no es
connatural, es el fruto que viene de afuera, es decir, de
una elite que se encuentra en la cúpula de los gobiernos
hedonistas y corruptos.

Si trocaran la crítica destructiva por una censura


constructiva, y la TV basura cambiara los programas
pornográficos, violentos y perniciosos por películas
como «Molokai», «Santa Rosa de Lima», «Fray María
Rafael», «El derecho de nacer» y un largo etcétera, en
pocos años no conocería a España ni la buena madre que
la parió. Pero como todo ha sido favorable a lo impúdico,
indigno e indecoroso, ahora tampoco la conoce esa buena
madre.

Pues la verdad siempre le ha hecho temblar a la


mentira. Y esto me recuerda el primer encuentro entre
Juan Pablo II y el general ateo y comunista Jaruzelski,
jefe del Gobierno polaco, el mismo que posteriormente
ha declarado: «Después de ver a aquel hombre vestido
de blanco exhortando a aquella multitud de millones de
fieles cayendo de rodillas, he visto personas, obispos,
escritores arrodillándose, besándole la mano.

Por eso, al encontrarme con él frente a frente, me


di cuenta de que me temblaban las piernas, y que las
rodillas chocaban una contra la otra». Y el Santo Padre

191
dijo a algunos de sus amigos que «desde luego» se fijó
en ello, pero «sólo al principio le temblaron las rodillas».
Vivamos uncidos al yugo de Jesús, como la lapa se
adhiere a las piedras, y aún los más débiles subsistiremos
tan seguros y fuertes como la hiedra enraizada en las
columnas de concreto.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 17-Agosto-1996

192
67.- HA MUERTO JAVIER ESCRIVÁ

«Estad preparados porque nunca sabréis el día ni


la hora». Esto dice Jesús. Y la muerte de este actor
famoso ha sito tan súbita como la chispa relampagueante,
al igual que tantas otras. Después de pasar unas
vacaciones en Asturias, regresaba a Madrid con su
segunda esposa y amigos, cuando terminó su vida en el
accidente que tuvo lugar en las inmediaciones de
Valladolid.

Después de todos los males que conlleva el


divorciarse, Javier Escrivá ha hecho un bien que perdurará
en la historia del cine. Su debut fue interpretando «La rana
verde». Numerosas son las obras teatrales y
cinematográficas que ha dejado en cuarenta años de
trabajo. Pero sólo una ha sido interpretada conforme al
mismo querer de Dios: «Molokai». La que ha dado vida
al padre Damián y apóstol de los leprosos, y también la
que le ha llevado al cenit de la fama en numerosos países,
lo que fue motivo suficiente para que Juan XXIII
recibiera al actor en audiencia especial en Roma.

Esta película declarada de interés nacional, ha


conseguido acrecentar la fe de los creyentes, y ha
removido el agnosticismo de muchos corazones
endurecidos para inyectarles la semilla piadosa del
heroísmo que fecunda la fe en el que todo lo puede.
También ha podido influir bastante en la beatificación
del padre Damián.

Javier Escrivá estaba considerado como un hombre


de bien. Era descendiente de los condes soberanos de
193
Lavagna (Italia), y de Soto Armeno, en España. Pero el
exceso de actividades, el éxito y la fortuna, unidos a la
elegancia y distinción, suelen ser encauzados por dos
senderos antagónicos:

El egocentrista que aprovecha los dones recibidos


para vivir el hedonismo y el placer, y el hombre que
busca la verdad y reconoce que todo le ha sido dado y
tiene que multiplicar los talentos para entregar las
cuentas al Premiador.

Esto es lo que ha hecho Ignacio de Loyola y tantos


otros. Pero Javier Escrivá no lo hizo así, y ahora ya no
tiene remedio. Quiera Dios que las vocaciones religiosas
que han sido estimuladas con el film «Molokai» y las
almas que habrá salvado y salvará esa bendita película,
en unión de las misas y oraciones que recibirá de su hijo
menor, Álvaro Escrivá González, lo lleven muy pronto
al paraíso.

Pues Álvaro nos ha dado testimonios de la fe


inquebrantable que le fue transmitida después de ver en
video la película «Molokai». Y lleno de dolor por la
muerte de su buen padre dice así: «Dios es bueno y elige
cualquier momento para llevarnos a su lado. Tengo
mucha fe. Gracias a Dios tenemos una familia muy unida
y saldremos adelante. Confiamos en el Altísimo y en
nuestras oraciones. Mi padre era un hombre bueno. La
película «Molokai» nos ha hecho mucho bien a todos y
la veo con bastante frecuencia».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 18-Agosto-1996

194
68.- CORRECCIÓN FRATERNA

Si por una vez he de ser un poco insolente con algunos


sacerdotes, es porque me siento saturado de oír algunas
homilías que discrepan totalmente con la lectura del Evangelio
o no tienen conexión alguna con el mismo. Pues hay algunos
padres que sólo predican en defensa de las adversidades que
les propina el mundo durante la semana, sin caer en la cuenta
que nadie consigue evadirse de sí mismo y de las ideas
perturbadoras si no es a base de penitencia y oración.

Y como esto de rezar resulta aburrido y monótono, si no


se hace diariamente y como Dios manda, y la penitencia o la
cruz es contraria a la naturaleza humana, prefieren llevar la
carga demoníaca que se va acumulando en el cerebro día a
día, hasta llegar al púlpito y desahogarse sobre una multitud
que, necesariamente, tiene que soportarles.

Y este aliviamiento que les proporciona el mismo


demonche, ya comienza a evaporarse al cambiar el atuendo
en la sacristía, y al día siguiente, lunes, se multiplica por dos
el desabrimiento y la congoja, y es entonces cuando el
presbítero se siente frustrado por haberse consagrado a Dios,
y no pocas veces abandonan la perla preciosa por el hedonismo
humano, y se hacen detractores de la religión y de la misma
Iglesia, en provecho de algunos medios de difusión satánicos
para testimoniar que Dios no existe y la Iglesia es muy mala y
hay que exterminarla.

Si estos sacerdotes prepararan sus homilías después de


confesarse contritamente y meditando el Evangelio en la capilla
privada frente al Santísimo, es claro que llevarían alivio, alegría
y esperanza a todos los fieles. Pero como algunos quieren
195
alumbrarle al sol con una linterna, es claro que a todos nos
dejan en la obscuridad. El apéndice que queda expuesto,
pertenece a la homilía que nos predicó el padre X acerca del
Evangelio «Vosotros sois la sal del mundo» dejando totalmente
marginado el excelente contenido del mismo:

Y, ¿qué tiene la sal?. La sal, corroe lo podrido de


la carne y preserva de la corrupción lo que todavía se
conserva salubre. La sal entrega su vitalidad y se
consume silenciosamente penetrando hasta el hondón de
las entrañas para hacer saludable lo pecaminoso del
cuerpo. Esta es la misión de los sacerdotes y de los
seglares católicos. La sal no se jacta de nada. La sal se
acomoda al gusto del paladar que le exige el consumidor
robusto y el hipertenso. Pero si la sal se desvirtúa -nos
dice Jesús- «¿con qué se salará? Para nada aprovecha
ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres».

Así es como sucede con algunos sacerdotes, y los


pobres fieles que no somos expertos en la buena teología,
enseguida terminamos con el óleo de nuestra alcuza y,
apagada la luz, perdemos el rumbo sobrenatural, nos
casamos por lo civil, nos divorciamos, nos aconcubinamos
con otro endemoniado mujerero, abortamos, luego nos
viene la congoja o depresión, recurrimos a la droga,
robamos, nos llevan a la cárcel, y terminamos coronados
con el Sida, ¿y después...?. Terminaré diciéndole a este
hermano sacerdote que tenga mucho cuidado con las
chispas demoníacas, porque el incendio nunca sabremos
dónde puede llegar.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 26-Agosto-1996

196
69.- CREER EN EL EVANGELIO

Si descartamos los milagros que Jesús ha hecho en


los tres años de vida pública, y retornamos a la época en
que fue sermoneando el contenido evangélico que todos
conocemos ahora, es claro que lo consideraríamos
vesánico o iluso al autor. Tengamos en cuenta los sucesos
ingentes que acaecen en el mundo con tanta frecuencia,
y que todos se van desimaginando.

Pero algo tan sumamente intrascendente como lo


es el hecho de que una mujer -María Magdalena-,
rompiera un frasco de colonia para perfumar al que tantos
consideraban como el hijo del carpintero, no tendría el
más mínimo sentido el oír y tener en cuenta las palabras
de Jesús: «En verdad os digo: donde quiera que se
predique el Evangelio, en todo el mundo se hablará de
lo que ésta ha hecho, para memoria de ella» (Mc 14, 8).
Ahora -dos mil años después- vemos que el fútil suceso
se rememora en todas las iglesias de los cinco continentes,
se estudia en todos los seminarios del mundo y por todas
las generaciones.

Pienso que sólo el poder de Dios puede eternizar


lo más insignificante. Y esto es así y lo estamos viendo
porque: «Pasarán el cielo y la tierra y mis palabras no
pasarán». Y no pasarán porque el hombre, lleva en su
conciencia el anhelo sediento de la verdad, y ésta es la
que vivifica nuestras almas y las lleva hacia el manantial
de toda evidencia, que es Jesús. Y por eso nos dice: «Yo
soy el camino y la verdad y la vida».

197
Camino porque siguiendo el sendero que nos
enseñan sus preceptos, vivimos en paz en la tierra y
vamos directos al paraíso. Verdad porque se enfrentó con
la falsedad de los pueblos, con la mentira de los fariseos,
con la tiranía de gobernadores y reyes, y con la muerte
de cruz que le esperaba. Y vida porque resucitó a los
tres día y les hizo revivir a Lázaro, a la hija de Jairo y al
único hijo que tenía la viuda de Naím.

Pues si sólo Él hubiera resucitado, encontraríamos


una fisura para dudar, so pretexto de decir que se trataba
de Dios mismo, y si se quedara con la resurrección de la
hija de Jairo y el hijo de la viuda de Naím, también los
hombres de poca fe podrían decir que estaban en estado
de coma. Pero -para mayor seguridad- nos encontramos
con un hombre que llevaba tres días muerto y en
descomposición, Lázaro, y también con una multitud de
gente que presenciaron la forma de revivir de Lázaro.

Asimismo nos dice la historia que -después de


resucitar- fue obispo de Milán. Pienso que esta miniatura
que se puede describir en un folio y el extenso contenido
de los Sagrados Textos, es más que suficiente para vivir
con optimismo sabiendo que no moriremos jamás. Pues
si bien es la muerte un trance doloroso, es motivo de
gran ilusión creer y saber que un día seremos
eternamente felices. Confiemos en el que dio la vida por
nosotros y por la verdad y todo irá muy bien.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 31-Agosto-1996

198
70.- LA SANTA DE LOS POBRES

Cuando el señor director de EL COMERCIO tenga


a bien el publicar este artículo, es posible que su
divulgación aparezca después de levantar el vuelo la
Madre Teresa de Calcuta. Pero su ejemplarizante ejemplo
perdurará en la Historia hasta el fin de los tiempos, y
las cuatrocientas fundaciones diseminadas por los cinco
continentes, continuarán libando el jugo de su santa
doctrina y de sus obras. Juan Pablo II pidió ser el primer
sacerdote aceptado en el programa de adopción de
presbíteros, sabiendo que un sacerdote y una hermana
pueden adoptarse el uno al otro en la oración.

Cuando dejamos nuestra existencia terrena, la fe y


la esperanza concluyen su misión, pero la caridad sigue
viviendo en la ultratumba; por eso lleva implícita la
santidad más fecunda de las tres virtudes teologales. Y
como la Madre Teresa ha practicado la caridad hasta el
límite del Evangelio, ahora todos elevan plegarias por
su recuperación. Musulmanes, hindúes, espiritistas y
mendigos de todas las sectas, se agolpan frente a la sede
de la Congregación para rezar por la religiosa que, sin
imponer nada a nadie, practicó la caridad con todos.

Entre un sinnúmero de labores caritativas que


realizan sus misioneras, se encuentra el cuidado de siete
mil niños en las 120 casas construidas para este fin.
También han conseguido adoptar a más de 1.500 bebés
cada doce meses. Y sólo en 1988 más de cuatro millones
de enfermos fueron atendidos en 629 enfermerías de la
Orden.

199
Reconocida y admirada por todo el mundo como
la Santa de los Pobres, la Madre Teresa ha conseguido
llevar sus misiones a lo largo y ancho de todo el mundo,
incluso en los países comunistas: China, Cuba y la
extinta Unión Soviética. También en Checoslovaquia,
Hungría y Nicaragua; asimismo ha inaugurado la primera
residencia que pusieron en marcha para indigentes las
Misioneras de la Caridad en Madrid, en el paseo de la
Ermita del Santo.

Y sabiendo los inconvenientes que encuentran las


novicias que intentan consagrarse a la Obra de la Madre
Teresa; todas son aleccionadas con el cartel que sigue:

DE TODOS MODOS:

Si las personas son irrazonables, inconsecuentes y


egoístas, ámalas de todos modos.
Si haces el bien, te acusarán de tener oscuros
motivos egoístas. Haz el bien de todos modos.
Si tienes éxito y te ganas amigos falsos y enemigos
verdaderos, lucha de todos modos.
El bien que hagas hoy será olvidado mañana. Haz
el bien de todos modos.
Si la sinceridad y la franqueza te hacen vulnerable,
sé sincero y franco de todos modos.
Lo que has tardado un año en construir puede ser
destruido en una noche, construye de todos modos.
Alguien que necesita ayuda de verdad puede
atacarte si le ayudas, ayúdale de todos modos.
Da al mundo lo mejor que tienes y te golpearán a
pesar de ello, da al mundo lo mejor que tienes de todos
modos.
200
Está claro que los seudocristianos que tanto
abundamos en el mundo y en las iglesias, somos los más
culpables de la incredulidad de tantos millones, y
mientras no vivamos el Evangelio -como la Madre
Teresa- los que vamos a misa, nadie nos hará caso y el
caos continuará reinando en el mundo. Mohandas
Karamchand GANDHI ya decía: «Me gusta Cristo, pero
los cristianos me huelen mal». Y como Teresa de Calcuta
ha seguido literalmente los preceptos de Jesús, ha
conseguido perfumear al mundo.

Publicado en “EL COMERCIO” 31-Agosto-1996

201
71.- CUANDO CRISTO CUMPLA DOS MIL
AÑOS

Cuando llegue el año dos mil, todos los publicistas


y gentes con un mínimo de cultura, tendrán mucho que
decir sobre el carpintero, sobre el hijo de María y José,
sobre el profeta, sobre la Segunda Persona de la
Santísima Trinidad, sobre el Mesías, sobre el Emmanuel,
sobre el Hijo de Dios y sobre Dios mismo; cada uno con
su creencia y su cultura. Los que no podrán decir ni
pensar nada de Jesucristo son las generaciones a las que
les fue impedido estudiar la biografía más monumental
y sagrada que existe en el mundo y en todas las épocas.

Y aunque imposible nos parezca, esta incultura o


incivilidad que se propaga, es el fruto de los hombres
talentudos y sabios que Dios puso en la tierra para
confundirlos con los ignorantes. Es el sedimento del
estólido y su ruin proceder que le cierra las puertas al
que todo lo sabe y todo lo puede. Es el hombre
autosuficiente con visión recortada por el materialismo
dialéctico.

Es el egocentrista que desconoce sus limitaciones


hasta que los adeptos o secuaces lo dejan solo. Es la
cerrazón del presuntuoso y del soberbio que se obstina
en saber lo que no sabe, porque la negación de Dios
nunca dejará de ser una insensatez.

Puede haber un punto aceptable en el que declara


ignorar si Dios existe o lo han inventado los hombres.
Pero negar su existencia sin la posibilidad de encontrar
la razón que lo justifique, es una posición de terquedad
202
sin ninguna probabilidad de diálogo. Esto me hace pensar
que no tiene cabida la sinceridad en el hombre que niega
taxativamente la existencia de Dios.

Y se ha demostrado que el hombre jamás alcanzará


la plenitud de su talento si no sabe de dónde le viene.
Examinemos las obras que han realizado los antirreligiosos,
parificándolas con el trabajo ejecutado por los líderes
del cristianismo y pronto veremos de dónde viene el bien
y el mal. Observemos lo que han hecho Hitler y San
Ignacio de Loyola. Contemplemos la labor de Stalin
comparándola con la misión desempeñada por San
Francisco Javier.

Analicemos los resultados del liderazgo de la


«Pasionaria» y el de la madre Teresa de Calcuta. Veamos
lo que está haciendo Fidel Castro y lo que viene
realizando Juan Pablo II. Examinemos las obras de
caridad que reinan en el mundo bajo la sabia doctrina
de San Vicente de Paúl, y consideremos los desmanes
que está haciendo Bill Clinton con los nonatos y los
países pobres, dejando de lado a Herodes y a Nerón, y
un largo etcétera con más páginas que la Enciclopedia
Universal Ilustrada.

Y a pesar de lo dicho, los hombres deslenguados


nos dicen que Dios tiene la culpa de todo, es decir, de
todo el mal que nosotros hacemos aprovechando la
libertad que generosamente nos fue concedida por Él
mismo. Por eso asisten a misa trece millones de
españoles, y el 92% se declaran creyentes.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 5-Septiembre-1996

203
72.- DIOS PREMIA, DIOS PREMIA

Anteayer estuvimos en un hospital del Principado


para visitar a un cuñado mío. Nos acompañaba mi
esposa, nuestra hija, su esposo y dos retoños; todo lo
hemos visto muy bien ordenado y con una asistencia
solícita para los pacientes y una atención agradable con
nosotros.

Enseguida se acercó al corrillo la supervisora de


la planta -nuestra sobrina- para comentar la dolencia de
nuestro cuñado y jugar con mis nietos, y como el mayor
-tres años- le fue profiriendo los nombres de los doce
hijos de Jacob y la dirección completa de su residencia
con el número del teléfono, nos hizo memorar lo
sucedido hace algo más de tres años:

Pues cuando nuestra hija se encontraba encinta de


cuatro meses, le hicieron el examen de hormonas para
detectar la posible anormalidad del feto. Seguidamente
la doctora le dio a conocer que el niño sería subnormal.
Le propuso el consabido aborto y la dejó estupefacta y
con lágrimas en los ojos, mientras nuestra hija le
respondió: «No seré yo la madre que elimina al hijo
aunque sea subnormal. Dios todo lo hace bien y cargaré
con todas las cruces que me envíe lo mismo que Él ha
cargado con la suya para redimirnos del pecado».

Pero, ¿te lo aseguró la médico? -le pregunté-. «No.


Ella me dijo que haríamos un análisis más preciso
extrayendo una muestra del líquido amniótico y la
certeza sería de un 90% con este análisis, aunque se corre
el riesgo de abortar en el 1% de los casos». Y tú ¿qué le
204
dijiste? -le pregunté-. «Le dije que no aceptaba ningún
riesgo de abortar y que daba por terminados todos los
análisis».

Al día siguiente le escribí a la vidente de Fátima (sor


Lucía) exponiéndole todo lo sucedido e implorándole que
rogara a su amiga -la Virgen María- por el niño que
esperábamos, y la respuesta sintetizada dice así: «Creo que
debemos confiar en Dios y en la maternal protección de
nuestra Señora, pues ellos nos han de dar un niño perfecto
y con buena salud». Y sabiendo que no tiene ningún mérito
por nuestra parte, me permito decir que nuestro nieto es un
párvulo hermoso que no pocos se fijan en él.

Volviendo a lo sucedido en el hospital antedicho,


hemos querido testimoniar los errores que se comentan
con los supuestos del aborto, y, mi hija, el niño y yo,
nos presentamos a la doctora.

Nos recibió en la cafetería con gran cordialidad,


sin conocernos, y al recordarle todo lo sucedido y
presentarle al niño, a pesar de hacerlo fraternalmente y
con la debida caridad, se sintió un poco incómoda y
sumisa mientras acariciaba al niño y le decía: «¿Cómo
te llamas? ¡Qué hermoso eres! ¡qué pocholada! Dios ha
premiado el valor y la fe de tu madre. ¡Dios premia!,
¡Dios premia!.

Confieso que salí emocionado y con mucho amor


a la doctora. Estoy convencido que si el hombre es malo
es porque no sabe lo bueno que es ser bueno y lo mucho
que Dios nos ama.

205
Publicado en “EL COMERCIO” 8-Septiembre-1996

206
73.- EL PAPA Y LA MADRE TERESA

Cuando el Magisterio de la Iglesia es vilipendiado


por todo el mundo. Cuando los pseudocristianos
presentan 500.000 firmas -en Austria- rampantes para
tergiversar el Evangelio, y cuando vemos que la Iglesia
católica y verdadera está sufriendo y soportando los
embates de un mundo que intenta sagazmente crear un
evangelio a la medida de sus desmanes, el Espíritu Santo
nos ha galardonado con dos figuras señeras que todo lo
pueden con el poder que viene de lo alto.

Juan Pablo II que no cesa de recorrer el mundo y


predicar el Evangelio a toda criatura, como está
dispuesto en los preceptos de Jesús, y la madre Teresa
de Calcuta con sus obras ingentes y caritativas en los
cinco continentes. Dos personajes lacerados por el dolor
y la enfermedad, hacen de contrapunto suavizando el
ambiente que viene a desgarrarlos. Y esto sólo lo pueden
hacer las personas que ya no pertenecen a este mundo
hedonista y corrupto.

Son los seres humanos dispuestos a levantar el


vuelo en cualquier momento, y sólo les importa llevar
las manos llenas y presentar el fruto de los talentos que
recibieron al supremo Pastor. Son las personas que
maltrechan su efímero cuerpo sabiendo que la vida
gloriosa les espera con la mirada acariciante de su
Creador. Juan Pablo II, después de haber conseguido
erradicar el «yo», ha dejado muy claro que sólo es un
instrumento al servicio del pueblo y de Dios; haciendo
suyas las palabras de Juan XXIII: «Yo no soy el Papa

207
para guiar la Iglesia; estoy aquí para reconocer lo que el
Espíritu Santo hace por la Iglesia».

Estoy leyendo la biografía de la Madre Teresa. Una


religiosa frágil, arrugada y pequeña. Pero bien nutrida de la
gracia divina, nos muestra la fuerza de un huracán. Pues sólo
en 1990 abrió 456 centros en más de cien países. Durante
ese año, 500.000 familias fueron alimentadas, 20.000 niños
de los suburbios recibieron formación cultural y religiosa en
124 escuelas, 90.000 pacientes leprosos recibieron
tratamiento, y 17.048 enfermos crónicos fueron visitados en
sus hogares. Seis residencias para afectados del sida
admitieron a 661 pacientes.

Desde clases de catecismo hasta visitas a los


prisioneros, desde hogares para niños abandonados hasta
residencias para alcohólicos y drogadictos, las
Misioneras de la Caridad han conseguido crear una
organización multinacional que acoge a los más
menesterosos y desamparados. Y dice la Madre Teresa:
«Si hay pobres en la Luna, iremos allí también».

Es curioso que en una época en que el descenso de


religiosos es muy preocupante, las Misioneras de la
Caridad suman actualmente cerca de cinco mil. Y cientos
de jóvenes esperan con ansiedad ser admitidas a una vida
de aflicción y tribulaciones casi inhumanas.

El que no vea el poder que Dios le ha concedido a


este manojo de arrugas -gracias a la entrega total de su
vida-, es que las dudas de su fe continúan toqueteando a
su puerta.

Publicado en “LA VOZ DE AVILÉS” 10-Septiembre-1996

208
74.- PRESERVAR LA VIRGINIDAD LE
COSTÓ LA VIDA

He leído con verdadera fruición la biografía de


Santa María Goretti. Una muchachita que rayaba con la
adolescencia al cumplir los doce años. Sus padres -Luis
Goretti y Assunta Carlina- trabajaban en las faenas del
campo. Y como estos labradores eran colonos y contaban
con seis hijos menores, la indigencia les obligó a
subarrendar la casa donde vivían a Juan Serenelli y a su
hijo Alejandro.

María Goretti era una niña crecida con atractivo


deslumbrante. Su rostro candoroso con pinceladas
majestuosas, sus ojos brillantes y negros, sus cabellos
castaños y ensortijados, su mirada piadosa y humilde;
la práctica religiosa y constante con los cinco hermanos
menores, que sus padres le habían inculcado; todo en
suma, le estamparon un carácter de heroína cristiana, de
virginidad y del martirio.

Y Alejandro Serenelli, más proclive a la


sensualidad que respetuoso con la virtud, intentó el idilio
con María Goretti repetidas veces. Pero la niña le dejó
muy claro que su vocación era consagrarse a Dios
después de sacar adelante a sus cinco hermanos y cumplir
la mayoría de edad.

El mocetón de veinte años continuaba intentando


ganarse a María para la deshonestidad y el placer, y
viendo que todo era inútil, en la tarde del 5 de julio de
1902, aprovechando la soledad de la pareja, Alejandro,
intenta violarla y María grita desesperada:
209
- ¡No! ¡No!... ¡Es pecado! ¡No, no!... ¿Qué haces,
Alejandro?... ¡Vas al infierno!...

El joven, viendo que nada conseguía, coge un


hierro afilado y se ensaña con su tierna víctima, que
prefiere la muerte antes que pecar. Hasta catorce heridas,
que le traspasaron el pecho y la espalda, pudieron
apreciar los médicos que la reconocieron más tarde. Unas
horas después acude su madre, loca de dolor, y le
pregunta a su santa hija:

- Marietta mía, ¿qué ha sucedido? ¿Quién ha sido?


Dime, dime...

- Fue Alejandro. El quería hacerme cosas malas, y


yo no quería.

Y así quedó intacta la tierna virgencita, conforme


a la confesión del mismo asesino y al testimonio de los
médicos. María, antes de recibir devotamente el Santo
Viático, le dijo al sacerdote: «Quiero perdonar a
Alejandro por amor a Jesús, y quiero que venga también
conmigo al cielo». Alejandro confesó después, horrorizado
por el crimen que acababa de cometer, lo que María
le dijo:

«No es nada, Alejandro... Yo te perdono». Dos días


más tarde, María volaba al cielo, mientras el agresor fue
condenado a treinta años de prisión. Y al salir de la
cárcel, 27 años después, entró en el convento de los
capuchinos donde permaneció hasta su muerte.

210
María Goretti fue solemnemente beatificada por
Pío XII el 27 de abril de 1947. Tres años después, el
mismo Pío XII canonizó a María Goretti en la Plaza de
San Pedro, ante la multitud más numerosa que se haya
reunido jamás con motivo de una canonización -más de
500 mil personas-. El asesino de la santa aún vivía, y la
madre de la niña, en una silla de ruedas, presenció la
ceremonia, mientras rezaba y pedía a Dios el perdón para
el hermano capuchino que había terminado con la vida
de su queridísima hija.

Está claro que si las abejas sacan miel de las flores,


los católicos podemos sacarla de las espinas, pero esta
ciencia está patentada en el cristianismo.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 14-Septiembre-1996

211
75.- LA INDIFERENCIA RELIGIOSA

Sólo un número muy exiguo de santos han sido


verdaderos intérpretes del Evangelio y lo han vivido
literalmente; entre los que se encuentran místicos como
Santa Teresa de Jesús, ascetas como San Ignacio de
Loyola, taumaturgos como San Martín de Porres, y
héroes como San Maximiliano Kolbe. Sólo éstos y sus
genuinos congéneres han conseguido alcanzar lo que San
Ignacio de Loyola ha precisado como «indiferencia
religiosa».

Son los hombres que iluminados por el Paráclito,


tienen la seguridad absoluta de que todo nos viene de
Dios, o Él lo permite para un bien muy superior al que
nosotros anhelamos, exceptuando, claro está, las
imperfecciones o pecados que tantos cometemos.

Este conocimiento sobrenatural, lleva implícita la


«indiferencia religiosa», es decir, la impasibilidad frente
a las adversidades y el dolor, el desafío a la pobreza y la
riqueza, el careo con la enfermedad y la salud y la
indiferencia entre la vida y la muerte.

Y es que los santos van adicionando las tribulaciones


y el dolor a la pasión de Jesucristo para contribuir a la
redención de los pecadores a quienes tanto aman, y si
les toca el martirio sólo cuentan con la gloriosa
resurrección.

Si les acecha la indigencia sienten el privilegio de


vivir tan pobres como el mismo Jesús, y si por su estirpe
o imperativo del cargo han tenido que vivir en un
212
ambiente palacial rodeados de riqueza -como los papas-
, aceptan buenamente el monopolio que Dios les ha
concedido, teniendo en cuenta que Jesucristo también
era dueño y Señor de todos los caudales del mundo.

Y así, persiguiendo la felicidad de los demás, se


sienten dichosos en esta vida y consiguen la gloria
merecida en la eternidad.

Esto me recuerda a León Nicolaievich, conde de


Tolstoi, el novelista y moralista ruso que renunció a
todos sus bienes y se puso a labrar la tierra, convertido
en apóstol del cristianismo primitivo, y que en una de
sus múltiples obras nos dice:

«Un hombre acostumbrado a soportar el dolor, no


puede no ser feliz. El secreto de la felicidad no es hacer
siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se
hace. No hay más que un modo de ser felices: vivir para
los demás».

Publicado en “EL COMERCIO” 15-Septiembre-1996

213
76.- FRANK SINATRA TAMBIÉN CREE
EN DIOS

Me parece que no hay una profesión admisible con


más riesgo de agnosticismo que lo es la de un cantante
famoso en el mundo, y Frank Sinatra ha sido la voz
universal de muchas generaciones. Y cuando se
encauzaba hacia el cenit de la fama -con 24 años-,
contrajo matrimonio en primeras nupcias con Nancy
Barbato. Doce años después, el matrimonio llegaba a su
fin acogiéndose a la ley del divorcio.

La siguiente esposa fue la famosísima Ava Gardner,


con quien se casó en 1951. Se dice que este período
conyugal fue el más difícil de su vida, pero fue en esa
etapa de crispación matrimonial cuando el hombre
dinámico consiguió uno de sus mayores triunfos con el
film «De aquí a la eternidad».

Este segundo matrimonio con Ava Gardner también


terminó con el divorcio seis años después de la boda.
Pasada una década, Sinatra se casaba con Mia Farrow,
treinta y cinto años más joven que él. Pero Mia Farrow
abandonó al veterano cantante 25 meses después
obligándole a divorciarse. Decepcionado de todos los
placeres mundanos, se retiró de toda actividad en el
mundo del espectáculo, de la política y de la vida pública
en general.

Pero como el hombre es sociable por naturaleza y


no puede plegarse a la soledad y monotonía cruzando
sus brazos y contemplando una fortuna de 10.000
millones de pesetas en aquella época, Sinatra emprendió
214
nuevo idilio con una de las mujeres más bellas de los
EE.UU., Bárbara Marx, y siendo los tres matrimonios
civiles, consiguieron casarse por la Iglesia con una
ceremonia sin precedentes, en la que también estaba
presente el ex Presidente de los Estados Unidos, Ronald
Reagan.

A partir de esa fecha, 13 de julio de 1976, su nueva


esposa consiguió poner en orden la vida del famoso
cantante, persuadiéndole de que no había nacido para el
ocio ni para la jubilación, y Frank volvió a cantar después
de cumplir los 61 años, sin dejar de hacerlo hasta los 80
que acaba de cumplir.

Ahora vemos a Frank Sinatra y a su esposa Bárbara


celebrando religiosamente el 20 aniversario de su boda. Los
dos se acercaron al altar para recibir el Cuerpo y la Sangre
de Jesucristo bajo las dos especies, de pan y de vino.

Atrás quedan los concubinatos, orgías, festines y


bacanales del mejor cantante de todos los tiempos, pero
como Dios es tan bueno y perdona setenta veces siete,
si el actor famoso se siente contrito y humillado, Dios
no lo desprecia; sólo que en el pecado se lleva siempre
la penitencia.

Esto me recuerda lo que me ha dicho un cartujo


después de confesarme: «Tus pecados te han sido
perdonados. Ahora prepárate para expiarlos en los años
venideros o después de muerto ese cuerpo, purgándolos
tu alma en el purgatorio».

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 15-Septiembre-1996

215
77.- UN DIARIO MUY LEÍDO

Se dice que el alma es la substancia espiritual que


no puede morir, con capacidad de entender, querer y
sentir, es decir, la que informa a nuestro cuerpo y,
asociada a él, constituye la esencia del hombre. Siendo
así, cierto es que sólo Dios tiene facultades para conocer
los pensamientos sigilosos que nos transmite constantemente.

Pero estos secretos terminan siendo dilucidados por


las manifestaciones verbales o escritas del mismo que
los posee. Y aunque el lenguaje de los más diplomáticos
sea la máscara del pensamiento, las obras que vamos
realizando terminan descubriendo lo que pensamos y
queremos.

Aflora este preámbulo en mi mente, después de


observar la sutileza de un periódico muy leído. Y aunque
nunca se me ocurrió comprarlo sabiendo que no
coincidíamos en nada, después de decirme un sacerdote
-que ostenta el cargo de presidente general de una pía
unión religiosa- que «el hogar donde entre ese rotativo
durante un año será descristianizado», sentí la curiosidad
de leerlo esporádicamente para constatar lo que el ilustre
sacerdote me había dicho.

En efecto, he visto que un equipo de hombres


perspicaces con gran ingenio y buenas letras, van
goteando sobre los lectores diplomáticamente, de forma
encubierta y solapada, el odio o aversión que sienten
por los religiosos, por la ética, por el pundonor y la
moral; y lo hacen tan sutilmente, que hasta los católicos
un poco adocenados y de buena intención, van
216
ponderando ese demoníaco rotativo, y terminan
posponiendo su razón y su verdad bajo la capa que cubre
el ateísmo del responsable y sus astutos colaboradores.

Por eso Jesús nos advierte que tengamos cuidado


con los hijos de las tinieblas, porque son más avisados
entre sus congéneres que los hijos de la luz. Y es que
los hombres antirreligiosos nos ponen al alcance de la
mano un paraíso de placeres que instintivamente todos
deseamos.

Pero la secuela de todo lo que no es lícito hacer al


hombre ya la sufrimos en la vida terrena, porque Dios
perdona siempre, los hombres algunas veces, pero la
naturaleza no perdona jamás. Esto lo saben muy bien
los hombres alcoholizados, los drogadictos y también
algunos mujereros que, desgraciadamente, han contraído
el SIDA.

Terminaré diciendo que la religión y la buena lectura


son los mejores antídotos para evadirnos de tantos males
como acechan al mundo de hoy. Pues mejor es un sacrificio
benemérito que dejarse llevar por los impulsos voluptuosos,
sabiendo que por este camino nunca faltarán los resultados
funestos. Eduquemos a los hijos sobrenaturalmente y les
habremos dado la mejor educación natural.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 19-Septiembre-1996

217
78.- LA GRANDEZA DEL HOMBRE

A pesar de nuestras limitaciones y endebleces, un


Hombre como nosotros en su dimensión humana, nos
ha engrandecido tanto con sus palabras y prodigios, con
su doctrina y su sabiduría infinita, con su muerte y su
resurrección, que amén de hacernos hijos de Dios y
herederos del reino -a todos los que tomamos en serio
sus preceptos-, después de pasar por el crisol purificatorio
adecuado a nuestras faltas y pecados, seremos como
dioses (Génesis 3, 5).

¡Cómo es posible que Dios se haya fijado con


infinito amor en la abyección humana! ¡Cómo es posible
que sabiendo el número de cabellos que pueblan las
cabezas de todos los hombres y en todas las generaciones
se haya humillado tanto ante los verdugos, implorando
el perdón a su Padre para librarlos de las penas eternas
y mostrarnos el amor que nos tiene!.

¡Cómo es posible que el coordinador de los


trillones incontables de astros que van contorneándose
los unos a los otros a velocidades que alcanzan los
276.000 kilómetros por segundo, hayan podido convivir
y dialogar con los hombres sencillos y rudos que sólo
sabían remendar sus redes y pescar!.

¡Cómo es posible que haya bajado desde las alturas


inefables con su poder omnímodo y su omnisciencia para
entrar en las entrañas de la modesta esposa de un
carpintero pueblerino!.

218
¡Cómo sería posible que le hubiera confiado las
llaves del reino de los cielos a un hombre que lo negó
repetidamente después de presenciar los milagros que
hacía, si fuera posible descartar la venida del Espíritu
Santo para transmitirle todo lo que tenía que hacer por
la eterna perseverancia de la Iglesia, y hacerle saber que
tendría que morir su cuerpo clavado en una cruz con los
pies en lo alto y la cabeza en el lugar de los pies!.

Y, ¡cómo es posible que algunos titulares de la


Cultura pongan impedimento o sientan aversión por la
vasta cultura que lleva implícita la vida de Dios en la
tierra y la pedagogía del único Maestro y Señor, y sean
obligatorias una serie de asignaturas que, algunas, llevan
incluidos personajes malvados y pérfidos!. Ignora si esto
puede ser un pecado contra el Espíritu Santo sin posible
perdón. Y a pesar de todo, la grandeza del hombre seguirá
siendo inconmensurable.

Publicado en «EL COMERCIO» 25-Septiembre-1996

219
79.- SERÁ INFINITO, COMO DIOS

Una señora que ejerce un influjo preponderante en


la National Aeronanties and Space Administration
(NASA), y que no sabría escribir su nombre, ha
declarado que si bien es verdad que han conseguido hacer
visibles algunos astros que se distancian de la tierra
15.000 millones de años luz, también es cierto que sólo
se conoce la diezmillonésima parte del universo.

Y con todo el respeto que se merece una señora


tan ilustre, a mí me parece que delimitar el espacio
cósmico nunca dejará de ser una fatuidad. Pues ningún
cerebro humano está capacitado para concebir este límite
que a nuestro entender no tiene término posible. Se podrá
llegar a un punto con ausencia de astros. Qué se yo. Pero
la nada o el vacío no tiene fronteras, y si las tuviera,
tras el límite habrá otras constelaciones o galaxias, y si
al fin de las mismas no hay nada, continúa el vacío
espacial sin frontera y sin límite. A mí me parece que el
universo es infinito, como Dios.

Pienso que este gran misterio sólo lo puede


dilucidar la sabiduría increada, es decir, atributo que sólo
corresponde a la perfección propia de la esencia de Dios,
porque en Él también se centra este secreto al que el
hombre no le han dado facultades para comprender.
Algunos filósofos creyentes han querido ir más allá del
origen de Dios. Pero se han encontrado con que Dios no
tiene origen. Él es el increado que existe desde toda la
eternidad. Es el creador de todo lo visible e indivisible,
de todo lo palpable e impalpable.

220
El maestro rural que me enseñó las primeras letras
nos decía que Dios era un señor infinitamente sabio,
poderoso, justo, principio y fin de todas las cosas,
premiador de buenos y castigador de malos. La
definición parece correcta, (esto de justo es lo único que
recelo porque no soy justo, y Él nos lo exige), pero a
Dios sólo se le comprende un poquito meditando horas
interminables junto al sagrario, y el proyecto de vida
que ha diseñado para el hombre cristiano, lo tenemos en
el Antiguo y Nuevo Testamento.

Dios le ha dado al hombre una inteligencia


preponderante sobre todos los seres vivientes en su
entorno terreno. Pero conociendo muy bien nuestra
innata insolencia, nos ha dejado incapacitados para
dilucidar los misterios creados por Él, y así, hacernos
sumisos y humildes ante la ignorancia que llevamos
encima, y el que no quiere anonadarse ante su grandeza,
vive dando coces contra el aguijón, ¿y después...?.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 25-Septiembre-1996

221
80.- PEREGRINANDO EN PONTEVEDRA

Pienso que la mitad del éxito que han tenido las


apariciones de Fátima, nos corresponde a los españoles.
Si leemos los historiadores de los prodigios y las
declaraciones de sor Lucía, veremos que lo sucedido en
Tuy (Pontevedra), tiene tanta importancia -tal vez más-
como lo acaecido en Fátima. Pero los españoles pasamos
por alto las apariciones en Pontevedra, y así, la devoción
a María de Tuy sólo la practican unos millares de turistas
extranjeros (a Fátima van más de cinco millones), y un
puñado de españoles que visitan el aposento donde la
vidente dormía.

Habitación que se encuentra en la calle Hermana


Lucía. Hoy convertida en una hermosa capilla. Allí
estaba Lucía con las monjas Doroteas cuando la Virgen
se le apareció con el Niño Jesús en los brazos para
pedirle la consagración de Rusia, y decirle que tan pronto
la hiciera el Santo Padre en unión con todos los obispos
del mundo, Rusia terminaría con la dictadura comunista
y se convertiría. Pío XII cumplió una parte del pedido
de María, con la declaración que sigue:

«Como hace algunos años consagramos todo el


género humano al Corazón Inmaculado de la Virgen,
Madre de Dios, así ahora, de un modo especialísimo,
dedicamos y consagramos todos los pueblos de Rusia al
mismo Inmaculado Corazón». Y hemos dicho una parte
del pedido de María, porque no la hizo en unión con
todos los obispos del mundo. Algo parecido también lo
hizo Pablo VI, mientras la dictadura comunista
continuaba exterminando todo lo que a Dios se refiere,
222
hasta que Juan Pablo II la hizo perfectamente y conforme
al pedido de la Virgen. El resultado todos lo conocemos.

Y estando Lucía postrada de rodillas en su celda,


en Pontevedra, se le apareció nuevamente la Virgen con
el Niño Jesús a su lado subido en una nube de luz. La
Virgen puso su mano derecha en el hombro de Lucía,
mientras en la otra sostenía su Corazón rodeado de
espinas, y en ese momento el Niño Jesús dijo: «Ten
compasión del corazón de tu Santísima Madre. Está
cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan
a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de
reparación para sacárselas».

En otra de las apariciones en Pontevedra, Lucía vio


cómo la Capilla donde rezaba se inundó de una luz
sobrenatural. Y en la claridad de la parte superior pudo
ver la cara de un hombre majestuoso y su cuerpo hasta
la cintura. En el pecho había una paloma de luz, y
clavado en la cruz veía el cuerpo de otro hombre.
También un cáliz y una gran hostia, en la que caían gotas
de sangre del rostro de Jesús crucificado. Debajo del
brazo izquierdo de la Cruz, grandes letras como si fuesen
de agua cristalina, formando estas palabras: «Gracia y
Misericordia».

«Entendí -nos dice Lucía- que era el misterio de la


Santísima Trinidad, que me fue revelado, y yo recibí
luces acerca de este misterio que no se me permite
revelar».

Muchos folios serían necesarios para describir lo


sucecido en Pontevedra, pero los católicos españoles nos
223
hemos dormido en los laureles, mientras los portugueses
lo han tomado en serio con todos los beneficios
espirituales y materiales que ahora conlleva para los
humildes lusitanos. Es necesario visitar Pontevedra y
recibir la información que nos dan las monjas Doroteas
para saber que Fátima también la tenemos en España.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 28-Septiembre-1996

224
81.- LAS MALAS NOTICIAS Y EL PAPA

Si todos los medios de difusión que tenemos a


nuestro alcance estuvieran comprometidos a divulgar lo
bueno que pasa en España -y en el mundo- cada día que
amanece, los sucesos escandalosos y protervos que nos
perturban, no encontraría espacio de tiempo en las
telecomunicaciones ni lugar disponible en las revistas y
periódicos que leemos todos los días, y así, las noticias
perniciosas que tanto se difunden, se quedarían
circunscritas al diminuto grupo que las padece.

Pero, en detrimento de la Iglesia católica y del bien


que practica en los cinco continentes (sólo en España
cuenta con más de un millón de personas que reciben
asistencia médica en hospitales dependientes de los
religiosos/as, y cerca de dos millones de alumnos
estudian en sus colegios y centros universitarios), lo que
más se ha divulgado en el mundo y en las páginas más
leídas de algunos rotativos son las malas noticias, como
el idilio del obispo escocés Roderick Wright con una
divorciada, la dimisión de un obispo suizo tras dejar
embarazada a una señora, el escándalo del obispo de
Vancouver, condenado por abusos sexuales, y la renuncia
de un obispo irlandés por sus amores con otra dama.

Estos cuatro sucesos lamentables, todo el mundo


los conoce, y sólo son cuatro ovejas negras entre los
4.000 obispos que tiene la Iglesia católica en las 2.600
diócesis diseminadas por todo el orbe. Pero, ¿quién se
preocupa de propagar la caridad, la justicia y la paz que
van difundiendo los 3.996 obispos restantes? ¿Ha
despertado tanto interés el hecho de que Juan Pablo II
225
escribiera un libro con el que obtuvo cientos de millones
de pesetas para donarlos íntegramente a los más pobres?.

¿Es noticia decir que el Santo Padre se


confraterniza con personas de las más variadas ideas?
¿Nos impacta saber que el Sumo Pontífice ha tenido un
encuentro con cuatro millones de jóvenes en Filipinas,
a los que alentó a construir un mundo mejor? ¿Nos
parece novedoso que se haya reunido con una multitud
de leprosos sin miedo a contagiarse? ¿Hemos
memorizado que en su viaje a Brasil estuvo entre los
más menesterosos que viven en las miserables favelas?
¿Alguien se esfuerza más que el Papa en conseguir la
paz en los distintos escenarios bélicos? Y, ¿quién como
él ha conseguido la libertad de varios países?. ¿No es
víctima de un atentado y perdona y consuela al agresor
y a su madre?

¿Nos parece poco la lucha que viene realizando por


los derechos de la mujer y la defensa que hace
exponiendo su vida en defensa de los niños incipientes
que tantas mujeres abortan?. ¿No es cierto que a
Jesucristo le han traicionado el 8 por ciento de los doce
cristianos elegidos (Judas)?, y no queriendo ser más el
discípulo que su Maestro (Lc 10, 24) nos encontramos
con que a la Iglesia actual le corresponderían 80 millones
de Judas, lo que tiene que motivar al fortalecimiento de
nuestra fe, al ver que los preceptos de Jesús son
infinitamente sabios, y sus profecías siempre se cumple.

Publicado en «EL COMERCIO» 2-Octubre-1996

226
82.- ¿SE PUEDE ANULAR UN
MATRIMONIO CONSUMADO?

Viendo el escenario político y social, que vienen


promoviendo los pseudo cristianos, agnósticos, ateos y
antirreligiosos, ¿¡quién como el Santo Padre con sus
4.000 obispos y los fieles santos forma una entidad
multinacional sin haber usurpado riquezas, pese a las
centenas de millones que pasan por las diócesis!?. Ya
sé, ya sé que la Iglesia católica tiene una historia
indeseable en los siglos que se fueron hace más de
cuatrocientos años, hasta que a trancas y barrancas se
fue descubriendo el verdadero sentido de las palabras
de Jesús en los santos Evangelios: «Hipócrita, quita la
viga que llevas en el ojo y entonces verás de quitar la
paja del ojo de tu hermano» (Mateo 7, 5; Lucas 6, 42).
Esto dice el Señor

Pero los detractores estólidos, rampantes y


deslenguados que tiene la Iglesia, van memorizando de
generación en generación todos los males cometidos por
los pseudo cristianos de antaño y solapando un
sinnúmero de obras caritativas e ingentes que hoy brillan
entre los más pobres de los pobres. Esto no lo quieren
ver los que llevan la viga en sus ojos y sólo se fijan en
las pajas que llevan los cristianos fieles.

Tratando de otras cosas, sí es cierto que se pueden


anular los matrimonios consumados y con hijos,
demostrando que el matrimonio nunca existió. Las
pruebas suelen ser de tipo psíquico, cuando uno o los
dos cónyuges no estaban capacitados para asumir las
cargas del matrimonio, y por eso su compromiso no fue
227
válido. También hay pruebas de nulidad cuando se
demuestra que no se deseaba guardar fidelidad o se
excluían los hijos.

Y la Iglesia pone a disposición, de los que demuestran


insolvencia económica, abogados y procuradores de
oficio. También la Iglesia les exime del coste de las tasas
que, como mucho, ascienden a unas 60.000 ptas. Y
siendo esto así, cada año se presentan en España unas
500 demandas de nulidad, de las cuales la Iglesia
concede aproximadamente el 95 por ciento. Y de entre
las 500 solicitudes de nulidad que se presentan cada año
en España, sólo un 10 por ciento, aproximadamente, son
de personajes famosos y familias acaudaladas, y más de
un 20 por ciento de los solicitantes son pobres que no
pagan un céntimo y la Iglesia les subvenciona todo.

También pueden presentarse las familias acaudaladas


y famosas con una porción de hombres sobornados que
testifican lo descrito por el letrado defensor, y así, en
algunos casos, consiguen la nulidad en apariencia y viven
en pecado grave el resto de sus vidas, asistiendo a misa
con el nuevo cónyuge y comiendo el Cuerpo y la Sangre
de Cristo, adherido a su posible condenación. Y en los
casos de matrimonios ratos y no consumados, no tienen
ni que ir a la Rota, el problema se resuelve en cada
diócesis.

Téngase en cuenta que los cancilleres son elegidos


entre personas de toda solvencia intelectual y moral;
todos son doctores por las mejores universidades civiles
y eclesiásticas, y están actualizados en todos los campos
de la ciencia jurídica, psicológica y psicopatológica,
228
dotados de un sentido de sana humanidad. Hombres muy
sensibles al problema humano que arrastran los
matrimonios en constantes desavenencias; siempre
buscando que dentro de la verdad y la justicia encuentren
una causa de solución que les lleve a la tranquilidad de
conciencia y a la felicidad temporal.

También se ha dicho por ahí que se niega la


comunión a una persona separada. Es una patraña más.
Los cónyuges separados por su incapacidad de convivencia,
si guardan la castidad y viven en gracia de Dios, pueden
comulgar todos los días, no así los divorciados que han
vulnerado la ley de Dios Padre (Levítico 21, 7; Levítico
21, 14; Ezequiel 44, 22), y Dios Hijo (Mateo 5, 32;
Marcos 10, 12; Lucas 16, 18), y el que no quiera aceptar
la Constitución de la Iglesia que Cristo nos dejó
plasmada en sus Evangelios, que viva su vida libremente
y deje la Iglesia en su lugar y en paz. Claro que todo
esto no sale en la TV, y sí lo contrario, porque la verdad
a todos nos aplasta, y el pecado y la mentira sólo nos
sentencian después de muertos, y como no creemos,
vivan el pecado y la mentira y abajo la Iglesia y la verdad.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 2-Octubre-1996

229
83.- EL PAPA

Cuando vemos que en más de ciento sesenta


naciones se aúnan los mandatarios políticos y repúblicos
para legitimar la muerte de los niños incipientes, es claro
que la sociedad humana -en su mayoría- se encuentra en
un proceso de decadencia degenerativa. Y para seguir
este procedimiento con todas las ramificaciones
hedonistas y disolutas que conlleva, es necesario
erradicar al que ha sido la única verdad perfecta (Cristo),
y a todos los que valientemente lo defienden con
magistral sabiduría, como el Santo Padre y la más alta
cúpula vaticana que está en perfecta comunión con él.

En efecto, la verdad es la propiedad que tiene la


expresión de mantenerse siempre sin mutación alguna;
es decir, el razonamiento sin rebozo y sin lisonja con
que los corrigen o reprenden a los hombres que prefieren
el placer que les ofrecen el dislate y la mentira. He ahí
que la mayoría de los noticieros no cejan en anunciar la
dimisión o muerte de Juan Pablo II. El hombre que ha
conseguido despertar la conciencia cristiana a más de
cien millones de paganos.

El Pontífice que tan fielmente representa a Jesús


en la Tierra. El mismo que a pesar de su precaria salud
(la buena salud no es la mejor amiga de la santidad),
continúa macerando su cuerpo para llevar la Buena
Nueva a todos los hijos de Dios. El que gobierna a los
mil millones de católicos en los cinco continentes, y los
seguirá exhortando mientras tenga lucidez, y hasta el
último aliento. Y que nadie se equivoque, porque, «detrás
vendrá quien bueno me hará».
230
Sí, Juan Pablo II ya tiene nombrados a dedo a 119
cardenales, y como los santos se inclinan por los santos,
el Colegio Cardenalicio que ha de formar el nuevo
cónclave -iluminados por el Espíritu Santo-, han de
escudriñarse, uno a uno, todos los purpurados para elegir
al más conservador y santo de cuantos electores se
reúnan. Y si los 119 elegidos por el Papa no son
suficientes, ya tenemos nueve vacantes más para los
purpurados que serán escogidos en el próximo consistorio,
y que será convocado en fechas muy próximas.

Creo que esta repulsa que sienten hacia el Santo


Padre los hombres materialistas, debiera ensalzarnos el
ánimo a los católicos y aumentar nuestra fe. Pues esta
actitud de los hombres voluptuosos que no piensan
levantar vuelo jamás, lleva implícita la predicción que
sale de la omnisciencia de Dios. Veamos lo que Él nos
dice: «Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado
antes que a vosotros.» (Jn 15, 18). «No está el discípulo
por encima de su maestro, ni el siervo por encima de su
amo.» (Lc. 10, 24).

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 11-Octubre-1996

231
84.- PARA DOÑA MANOLITA,
FRATERNALMENTE - (No, a la absolución
colectiva)

Si el señor director publica este artículo, se lo


agradeceremos todos los asturianos que estamos en
comunión con el Santo Padre, y los buenos y bienintencionados
que no lo están, (ver escrito del 28-9-96), al ser informados
por el Nuevo Catecismo que firma Juan Pablo II, estoy
seguro que se pondrán en comunión con el Sumo
Pontífice, porque, creyentes y ateos, todos queremos que
haya cielo y terminar en el mismo espacio que les espera
a la madre Teresa de Calcuta y al Santo Padre, ¿me lo
vais a negar?.

«Ciertos pecados particularmente graves están


sancionados con la excomunión, la pena eclesiástica más
grave, que impide la recepción de los sacramentos y el
ejercicio de ciertos actos eclesiásticos, y cuya
absolución, por consiguiente, sólo puede ser concedida,
según el derecho de la Iglesia, al Papa, al obispo del
lugar, o sacerdotes autorizados por ellos (cf. CIC can.
1331; 1354-1357; CCEO can. 1431; 1434; 1420). Y en
caso de peligro de muerte, todo sacerdote, incluso
privado de la facultad de oír confesiones, puede absolver
de cualquier pecado (cf. CIC can. 976; CCEO can. 725)
y de toda excomunión». Esto nos dice Juan Pablo II a
doña Manolita Suárez Valdés, y a los mil millones de
católicos que gobierna.

Y para la señora Suárez y ese santo sacerdote al


que defiende sinceramente con todo su corazón, y que,

232
tal vez, por exceso de actividad en beneficio de los
pobres y de sus feligreses no ha tenido tiempo para leer
el Nuevo Catecismo y desconoce el Código de Derecho
Canónico, les transcribo el canon 986: «Todos los que,
por oficio, tienen encomendada la curación del alma,
están obligados a proveer que se oiga en confesión a los
fieles que les están confiados; y a que se les dé la
oportunidad de acercarse a la confesión individual».

Y para que la señora Suárez y nuestro querido y


reverendo padre continúen santificándose después de
confesar contritamente estos equívocos transmitidos al
pueblo fiel y bondadoso, les reproducimos el canon 961
del Código antedicho: «No puede darse la absolución a
varios penitentes a la vez sin previa confesión individual
y con carácter general a no ser que: amenace un peligro
de muerte, y el sacerdote o los sacerdotes no tengan
tiempo para oír la confesión de cada penitente. Pero no
se considera suficiente necesidad cuando no se puede
disponer de confesores a causa de una gran concurrencia
de penitentes, como puede suceder en una gran fiesta o
peregrinación».

Cierto es, mi buena hermana en Cristo, doña


Manolita, que Jesús no nos habla de la confesión
individual o colectiva, pero el buen sentido y la
infalibilidad del único Vicario de Cristo en la Tierra,
sabe muy bien que no a todos los pecadores se les puede
absolver sin conocer la gravedad del pecado. Sirva como
ejemplo el señor que ha usurpado mil millones de pesetas
al gobierno o mil a un pobre mendigo; a estos ladrones,
carteristas o rateros, sólo se les puede absolver después
de restituir los daños cometidos.
233
Y aunque todo lo que sigue son pecados mortales,
no es lo mismo que una joven violada se acoja a uno de
los tres supuestos y aborte al hijo que le engendraron
por la fuerza, que un matrimonio, sin el menor atenuante,
elimine a un niño con siete meses de embarazo, y en las
confesiones colectivas, «ancha es Castilla», doña
Manolita. Pues el buen sacerdote, intentando ponerles a
todos en gracia de Dios y llevarles al cielo, su falta de
discernimiento y un poquito de estolidez, le llevan a dar
palos de ciego.

No quiero terminar sin transmitirle un cariñoso


saludo al acusado, señor Rodríguez. Espero la bendición
del reverendo padre de Moreda y sus colegas y secuaces
de Gozón, y, ¿cómo no?, un aplauso sincero para la
señora Suárez que suponemos intenta ser cada día mejor
cristiana y que, sólo por error, no ha sido obediente y
sumisa a nuestro queridísimo Santo Padre.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 11-Octubre-1996

234
85.- LA VIDA ES MARAVILLOSA

Pienso que sólo un número muy exiguo de personas


se acomodan al título que antecede. El estrés al que nos
subyugan los altibajos de la vida, la disparidad de
criterios entre jefes y dependientes, el ocio sin límite y
sin sueldo de los parados, la ausencia definitiva de los
que más han hecho por nuestro bien y más nos querían
en este mundo -los padres-, el dolor moral más lacerante
al que un ser humano puede ser sometido, cuando le
dicen que su queridísimo hijo fue víctima de un accidente
(esto lo sé por experiencia); todo en suma, lo ha
denominado el autor de la Salve como un valle de
lágrimas.

Pero si escudriñamos pacientemente lo provisional


y efímero de nuestra vida y meditamos el fin para el que
hemos sido creados, y el bien que nos hacen las
tribulaciones, el dolor, las enfermedades, la ancianidad
y la decrepitud; veremos cómo este proyecto de vida que
Dios ha diseñado para el hombre cristiano, nos lleva
forzosamente a la depuración de todos los males
cometidos (conduciéndonos a la humildad y haciéndonos
aptos para la gloria prometida), cuando nos parecía que
nuestros progenitores eran hombres arcaicos que nunca
habían sido adolescentes ni mozalbetes y que, la muerte,
sólo a ellos les correspondía.

Volviendo a lo dicho, el Redentor nos hace saber


que sin la muerte lancinante y sádica a la que fue
condenado, todos igualmente pereceríamos. Por eso los
santos, queriendo seguir sus huellas y cumplir sus
preceptos, sólo se consideran privilegiados cuando más
235
les acechan los infortunios. Y leyendo la biografía de la
madre Teresa de Calcuta, me encuentro una carta suya
de la que extracto lo que sigue: «¿Cómo estás? ¿Aún te
tiendes sobre tus espaldas? ¡Cómo te debe amar el Señor
para darte tanta porción de Su sufrimiento! Debes de
ser feliz, porque eres Su elegida» («Mi vida con los más
pobres», pág. 123).

Con todo, no pretendemos que nadie se ilusione


con el trance doloroso de la muerte, pero sí podemos
mitigar todas las desdichas con la firme esperanza de
descubrir el lugar donde descansan en la paz de Dios
nuestros seres queridísimos y convivir con ellos,
esperando la llegada rauda de los no menos amados que
dejamos en esta vida maravillosa por el porvenir que le
espera.

Publicado en «EL COMERCIO» 11-Octubre-1996

236
86.- LA PRINCESA KIMERA

No hay mal que por bien no venga. Esta frase o


adagio es desalojada por muchos y conocida por todos.
Y si nos falta el conocimiento sobrenatural, nos parecerá
que ha sido inventada por hombres ilusos con visión
recortada. ¿Cómo pueden ser buenos los accidentes de
tráfico? ¿Cómo pueden ser buenos el cáncer y el sida?.
¿Cómo puede ser bueno un secuestro?. Pues la cantante
de ópera coreana -princesa Kimera-, bendice y aplaude
el secuestro de su querida hija.

Cierto es que la princesa y su acaudalado esposo,


Raymond Nakachian, han conseguido rescatar a su hija
Melodie cuando fue secuestrada, hace ocho años. Y este
dolor moral tan lacerante, frente al cual el hombre se
siente tantas veces impotente, les llevó a pensar que si
Dios existía, sólo Él podría devolverles a la hija y
normalizar sus vidas. Esto les hizo conocer la iglesia
por dentro y contactar con un santo sacerdote y muy
talentoso, infundiéndoles el ánimo que nos conduce a la
conformidad con la santa voluntad de Dios.

Y con este conforto espiritual, soportaron pacientemente


la zozobra constante de las noches y días que pasaban sin
saber si estaba viva o muerta la hija querida. Y como
este mal se ha convertido en un bien inconmensurable,
ahora, refugiados en la religión y bajo la túnica de Jesús,
nos dice la princesa Kimera: «Sabiendo lo que Cristo
nos ayudó en aquellos duros momentos, he decidido
bautizar a los hijos en el cristianismo. La niña está
estudiando el catecismo, porque quiero que comprenda
muy bien el tema, y quiero hacerles saber que, gracias
237
al secuestro, nuestra familia está increíblemente unida,
y que somos realmente felices».

El testimonio de esta familia noble, hoy tan


cristiana, puede proyectarse en todo el mundo, teniendo
en cuenta que el famoso actor, Robert de Niro, va a
protagonizar una película sobre el secuestro de la niña
Melodie y la conversión de la familia Nakachian.
También nos dice la princesa Kimera que tras las
conversaciones con el actor para proporcionarle
información suficiente de cara al film ha surgido una
gran amistad: «La película está muy bien -declara
Kimera-. Con Robert hemos hablado mucho sobre el bien
que todos juntos podemos hacer a los espectadores que
vean el largometraje».

Hemos visto que hay males que vienen para bien.


Pero sólo los santos intuyen los bienes que se ocultan
tras el dolor de todos los males.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 20-Octubre-1996

238
87.- LA DEVOCIÓN A MARÍA

Estoy llegando a la raya de los treinta y ocho años.


Los que anteceden a esa fecha gloriosa no los quiero
contar. Han sido lustros de gamberrismo y de pecado,
de tristeza y desazón, de congoja y angustia, de placer
fugitivo y desplacer. No creía en nada ni en nadie. Era
un joven desencaminado y estólido. La ausencia de mis
padres desde la infancia y la pérfida compañía que me
circundaba me habían hundido hasta el abismo. Gracias
a Dios que la droga y el Sida nadie los conocía en España.

Por eso ahora siento amor y compasión hacia los


jóvenes que se pierden. Son buenos y víctimas del
ambiente que les rodea y los medios de difusión.
Desconocen la paz que se siente con un ideal cognoscitivo
y sublime. Están sedientos de Dios. Pero nadie les dice
con amor que Dios les ama hasta el extremo, y buscan
su felicidad en la fuente de las desdichas, en el pecado.

Le doy muchas gracias a Dios por haber encontrado


en aquellas fechas tenebrosas a un amigo bueno y católico,
que actualmente vive en Avilés y desconozco su dirección -
Félix Torres Fraile-, el que me amonestaba y me advertía el
bien que me harían unos cursillos de Cristiandad; y gracias
a él los hice el 13 de diciembre de 1958.

Allí me encontré con Dios cara a cara y mi alma se


levantó del lodazal donde se encontraba para adherirse
a su Creador. El que me hizo dar un vuelco de ciento
ochenta grados. El que me dio la luz para detestar los
males que hacía y practicar el bien. Pero algo muy
importante me faltaba. No tenía devoción a la Virgen
239
María. Los testigos de Jehová -llenos de buena intención-
me hicieron dudar de la Virginidad de nuestra Madre.

Y así viví diecisiete años practicando la religión


Católica sin devoción a María. Pero guardando el secreto
y las dudas en mi corazón. Mi esposa era -y sigue siendo-
muy devota de la Virgen y nunca le expuse las dudas
que albergaba, y mucho menos a mis compañeros de
Acción Católica. Entendía -y entiendo- que las ideas
perturbadoras son contagiosas si se manifiestan y deben
de sufrirse en la soledad hasta que sean erradicadas por
la gracia divina y el esfuerzo del que las padece.

Yo veía que los devotos de María y del rosario eran


católicos muy completos, y esto me hacía sentir una
especie de envidia e inferioridad ante las señoras y
señores que veneraban la imagen de María. Pero mi
buena Madre lo sabía, y con ese amor entrañable que
nos tiene a todos, hizo que llegara un jesuita a nuestra
casa con «Las Memorias de sor Lucía (La vidente de
Fátima)». Las leí dejando mis lágrimas en algunas
páginas y nunca más dudé de la Virgen.

Ahora estoy seguro de que nadie conseguirá consolidar


su fe si le falta la devoción a María. Y cuando llegan los
testigos de Jehová a nuestra puerta, siempre les digo:
Aunque imposible, si los católicos estamos equivocados
elogiando y venerando a la madre de Dios, Jesús nos dirá:
«Gracias por haber honrado a mi Madre más de lo
merecido». Pero ¡ay! de los que, como vosotros, la vais
deshonorando y deshonrando de puerta en puerta.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 25-Octubre-1996

240
88.- DIOS, JUSTICIA Y ETA

Nadie ignora que todos los Gobiernos de España


se han desvelado para combatir el terrorismo, cada uno
con el ordenamiento y dictamen de su estrategia. Y es
muy lamentable que esta lacra social continúe sumando
víctimas desde hace más de 20 años, máxime si tenemos
en cuenta que más del 99 por ciento de los españoles
detestan el crimen y el secuestro. Esto demuestra que
algo muy grave se viene frustrando. Y como también los
desmañados tenemos derecho a exponer nuestras
conjeturas, veremos lo que sale:

Tengo para mi que todos presumimos un poco de


nuestras hazañas, y nos parece lógico -y execrable- que
ETA también se regocije en las suyas, tanto más cuanto
mayor sea la publicidad que le hacemos y más extensos
sean los carteles que van exhibiendo las grandes
multitudes por las calles, y los lazos azules que se
exteriorizan.

Y aunque pueda parecer inhumano, me parece que


si desde el primer secuestro se formara un cerco a las
familias dolorosas que claman al cielo por el rescate de
un ser tan querido, y se les bloquearan las cuentas
bancarias, sin dejar de hipotecarles provisionalmente las
empresas y propiedades de las víctimas secuestradas, es
bien posible que pudiéramos contar con la desgracia
irreparable del primer secuestrado, dependiendo un poco
de las medidas sumamente drásticas que anunciara el
Gobierno para los etarras prisioneros y los que circulan
por las calles (pienso que los mandatarios políticos
tienen que ser honrados, perspicaces, justicieros y
241
valerosos, y quien intente ennoblecer el corazón de las
alimañas, sedientas de matar, terminaría descorazonado).
Pues al tener muy claro que no conseguirían un céntimo
por cada secuestro, y ver lo tempestuoso y desapacible
que se generaba en sus vidas con esas actitudes, creo
que los secuestros y el crimen terminarían.

Y si los miles o millones de buenos ciudadanos que


se manifiestan pidiendo la libertad del señor Lara, se
reunieran en secreto para hacer oración, implorando la
misericordia de Dios -como lo hacen para que vengan
las lluvias-, quien sabe si el miedo a la asfixia del
silencio y las plegarias, fueran más eficientes que todo
lo hecho hasta hoy, con muy deficientes resultados.

Téngase en cuenta que la mayor fuerza de la banda


terrorista, está implícita en los miles de millones que
vienen usurpando por los secuestrados que ponen en
libertad. Y no es el dinero lo que nos interesa. Es el
impulso poderoso que infunde en los criminales
perpetradores que matan a sueldo. Y esta oleada de
crímenes que les proporciona el dinero, es cien veces
mayor que la muerte de un secuestrado. Y como los
Gobiernos -en mayor o menor medida- se dejan
chantajear, el resultado todos lo conocemos. Por eso
decimos: Dios, justicia y Eta.

Publicado en «EL COMERCIO» 24-Octure-1996

242
89.- EL BODORRIO DEL SEÑOR CASCOS

No me extraña en absoluto que las señoras se pasen


la vida reivindicando los derechos de la mujer. Lo que
sí parece pasmoso es que tantas varonas como operan
e n las telecomunicaciones y en el papel impreso,
ensordezcan siempre ante el desvalimiento en que las
dejan los esposos con los bodorrios y concubinatos que
les propinan cuando consiguen el éxito y la fama, sin
creer en Dios ni en los ángeles.

Para todo esto, algunos ateos y mandatarios


políticos han ido más que goteando con astucia rampante
y buen ingenio, hasta convencer al pueblo sencillo y
bondadoso de que los derechos humanos consisten en
sálvese quien pueda, y la derecha conservadora de
sardinas, temiendo perder el tren que pusieron en marcha
sus antecesores en el poder, continúan permitiendo que
«legalmente» prosigan las madres y doctores atocinando
los niños en el vientre materno y aumentando los
impuestos para, también, llevar una parcela de los
mismos a la remuneración de los ejecutores.

Y quien conculca los derechos humanos, por ley


natural pierde el humano derecho que le correspondía
antes de hollar a su prójimo.

¿No es una vejación lastimosa que la legítima


esposa del señor Cascos tenga que contemplar este
bodijo que apareció en todos los medios de difusión, sin
que nadie le haya dado un atisbo de consuelo o razón?

243
¿No es una injusticia e inmoralidad que mientras
la esposa solícita y abnegada se desvela en atender el
hogar donde su esposo e hijos descansan y se recrean,
este cónyuge vaya escalonando puestos hasta conseguir
que una niña de 22 años ocupe el lugar de su buena
esposa y se convierta en madrastra de los hijos que ha
descuidado el padre?.

¿Dónde están esas señoritas y señoras que


defienden los derechos de la mujer y no se manifiestan
en favor de esas pobres señoras que después de haber
lacerado sus cuerpos en beneficio del esposo y sus hijos,
se quedan en la más triste soledad e indefensión
humillante?.

¿Quiénes son los católicos que siguen el ejemplo


de Juan el Bautista diciéndoles a los adúlteros que no
les es lícito adulterar?. ¿Es que tienen miedo a que les
corten la cabeza? ¡Oh!, ¡quién nos diera a los católicos
salir de la tierra con la cabeza cortada por defender la
justicia y la verdad, y así, disfrutar eternamente de la
gloria merecida como al Bautista!. «El más grande de
los nacidos de mujer» (Lucas 7, 28).

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 29-Octubre-1996

244
90.- APADRINAR A UN NIÑO

Se oyen voces autorizadas diciendo que


diariamente se mueren cien mil niños de hambre en el
mundo. También sabemos que no pocas familias
españolas han tomado en serio este desamparo aterrador.
Y sin contar las numerosas obras católicas y asociaciones
benéficas que casi todos conocemos, me permito citar
solamente a la unión sacerdotal Lumen Dei, y puedo
decir que sólo esta bendita Obra consigue distribuir
nueve mil comidas diarias entre los más pobres que se
encuentran en los Andes del Perú, sin un céntimo de
retribución por parte de los comensales.

Los beneficiados son algunos de esos niños


famélicos y carnisecos que nos muestran pocas veces
por TV. Y la importancia económica, que el lector puede
imaginar, procede de los donativos que aportan los
católicos y algunas almas buenas y caritativas. También
tiene la Obra susodicha más de mil niños apadrinados
bajo su custodia. Los padrinos se encuentran
diseminados por toda España, siendo Asturias la que más
contribuye a los apadrinamientos y donativos.

Teniendo en cuenta el roído poder adquisitivo de


los países tercermundistas, con cinco mil pesetas
mensuales consiguen los misioneros/as el vestuario
completo para un niño, el alimento necesario, el
alojamiento en sus guarderías, el estudio en sus colegios,
hasta terminar el bachillerato y, lo que a nosotros nos
parece más importante, instruirlo en la doctrina de la fe
católica, terminando con un oficio en los talleres o
fábricas que la Obra tiene para los más menesterosos.
245
Si ahora tenemos en cuenta lo que Jesús nos dice:
«Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me
disteis de comer...» (Mateo 25, 34 a 46), creo que merece
la pena fumar unos pitillos menos cada mes, abstenerse
de una comida en el restaurante, contar con un traje o
vestido menos en el ropero, controlar un poco más las
llamadas telefónicas, viajar un poco menos al extranjero
y conocer mejor las maravillas que tenemos en España,
y un largo etcétera que nos cuestan los gastos superfluos,
y con esos ahorros apadrinar un niño o una centena, como
tienen alguna familia pudiente que yo conozco y viven
con austera sobriedad.

Pues la satisfacción que causa recibir una síntesis


biográfica y la fotografía del niño que se ha librado de
morir de inanición -mueren de hambre más del 80% de
los niños- o sobrevivir envuelto en el ateísmo, el
latrocinio y la droga, merece la pena permitir que
desaparezcan de nuestra cuenta bancaria las cinco mil
pesetas cada mes, y así, verlo educado, robusto y
cristiano, y rezando todos los días por sus padrinos
extranjeros para que Dios les ayude y no le abandonen.
Madrid, tel.: 91-562 75 43; Gijón, tel.: 534 40 33.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 31-Octubre-1996

246
91.- EL DIOS DE CADA UNO

El famoso actor italiano, Vittorio Gassman, al


preguntarle si está buscando algo más de lo tangible, es
decir, si está embarcado en la búsqueda religiosa. Su
respuesta parece sincera: «Envidio a los que tienen una
fe profunda; a mi se me hace difícil dar una forma
humana a Dios. No puedo imaginar el cuerpo del
Omnipotente. Pero esto no es importante. Importante es
que muchas veces mando un saludo al techo. Quizá una
oración. Y me siento contento. Me siento querido.
Siempre he sido egoísta: ahora no tanto. Confío en que
Dios es una persona muy generosa y creo que, si Él no
existiese, yo sería de verdad un terrible monstruo».

Este dubitativo concepto de la existencia de Dios,


puede ser el comienzo del hilo para descoger el ovillo y
encontrar el corazón de Cristo. El peligro está en
acomodarse al libre albedrío del puede ser o quién sabe,
porque esta es la postura del tibio que Dios vomita
(Apocalipsis 3, 16). Y es también imaginar el concepto
de un dios que se adapta a la normativa de vida que
practicamos contrariando los preceptos que Él nos exige
cumplir con fidelidad.

Pienso que la actitud de este actor de cine y de


teatro es lo más semejante y común a nuestra cultura
occidental moderna, colmada de racionalismo, sospecha,
y hasta escepticismo, con una dosis considerable de
pudor ante la experiencia religiosa que somos llamados a
manifestar, sin ocultarla bajo el celemín (San Lucas 11, 33).

247
No podemos concebir un dios cada uno y a nuestra
medida. Él es el que es -(Éxodo 3, 14; Oseas 1, 9)-, sin
copia o imitación de nadie, y tenemos que adaptarnos al
que más nos ama y nos conduce al paraíso. La opinión
del hombre debe coincidir siempre con los preceptos de
Jesús. Los desmanes de la humanidad que vemos a
diario, es el fruto de opugnar las leyes del Omnipotente,
y mientras el hombre no se convenza de esta realidad,
todo irá cada día peor.

La vida de Jesús en la tierra, con su ejemplo y sus


palabras, es un claro testimonio de su divinidad. Hay
muchísimas escenas en el Evangelio verdaderamente
conmovedoras para convencernos de que Cristo es Dios.
Recordemos uno de sus múltiples ejemplos: cómo la
i n c r e d u l i d a d d e To m á s h u b o d e r e n d i r s e a n t e l a
evidencia, cuando después de haber palpado las llagas
de Cristo resucitado, exclamó: «¡Señor mío y Dios mío!».
Y no olvidemos lo que nos dice Teresa de Calcuta: «El
fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es
la fe. El fruto de la fe es el servicio, y el fruto del servicio
es la paz». Y nadie puede enseñarnos dónde se encuentra
la panacea de la paz con más autoridad que la premio
Nobel de la misma.

Publicado en «EL COMERCIO» 2-Noviembre-1996

248
92.- JUSTICIA VESÁNICA

Si realmente la justicia es la virtud que debe dar a


cada uno lo que le pertenece, la jurisprudencia en los
EE.UU. es vesánica. Recuérdese que en 1973, el Tribunal
Supremo impidió cualquier protección que pudiera
favorecer a los nascituros, al sentenciar que la madre
puede decidir en exclusiva sobre el aborto hasta los
nueve meses de gestación, sin que importe la opinión
del padre.

El Santo Padre y el concilio Vaticano II ya nos han


dicho que es un crimen abominable la supresión de una
vida inocente por muy incipiente que sea, sancionada
con la excomunión, la pena eclesiástica más grave, y
aún se agrava más cuando el padre del nonato tiene una
serie de obligaciones con su esposa e hijos, y le privan
del derecho inalienable y natural que tiene para
salvaguardar la vida de sus legítimos hijos.

Algún padre ha llegado al despacho de nuestra hija


-psicóloga- pidiendo clemencia para evitar que su esposa
ponga fin a la vida del hijo que esperaba con ilusión,
siendo coaccionado con amenaza de divorcio si
continuaba oponiéndose. El problema ha sido resuelto,
y sus padres y el gozoso bebé han venido a mostrárselo
y darle las gracias.

Pero no era esto lo que quería decir, lo más


pasmoso lo encuentro en una revista inglesa, al saber
que un chófer arremetió con su vehículo contra un coche
que circulaba correctamente, y la señora que iba al
volante sufrió lesiones sin importancia en el vientre.
249
Entretanto, el niño que llevaba en su seno -con siete
meses de gestación- fue contusionado en la cabeza, e
inmediatamente le hicieron la cesárea a su madre para
tratar de salvarle la vida al nascituro, y como esto no
fue posible, falleció 44 horas después.

Ahora viene la vesánica incoherencia de la justicia


estadounidense. Un jurado de siete mujeres y cinco
hombres, en menos de una hora alcanzaron su veredicto
unánime, recomendando la condena de 16 años para el
chófer homicida, y el juez la aceptó y la impuso.

Si ahora tenemos en cuenta que la madre del niño


estaba autorizada para eliminar el hijo hasta los nueve
meses de embarazo, ¿qué sentido tiene la rigurosa
condena de 16 años de prisión para un hombre que
fortuitamente ocasiona la muerte de un niño que todavía
no llegó a nacer?

Viendo la estolidez que tantas veces anida en


cerebros ilustres, nos hace saber la tenebrosidad que
puede existir en algunos hombres racionalistas que
carecen totalmente de luz sobrenatural.

Por eso la Biblia nos dice (Salmos 111, 10;


Proverbios 1, 7) que «el principio de la sabiduría es el
temor de Dios», y como estos hombres no han llegado a
conocer el empiece sapiencial, ahí tenemos el fruto de
los varones que se autoafirman en yo sé, yo valgo, y yo
soy. Siempre con todos los derechos sin ninguna
obligación justa y cristiana.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 5-Noviembre-1996

250
93.- BODA CIVIL

Venciendo la aversión que tengo a la controversia,


y con ánimo de dejar la ley natural -y la divina- en el
lugar que les corresponde, y la inmoralidad en el mismo
trastero donde suele ser incubada, intentaré persuadir a
don M. Suárez de los equívocos que nos presenta en su
carta del pasado día 31 de octubre. Pues con gran ligereza
de juicio y sin conocer las leyes eclesiásticas -siempre
con raíces evangélicas y muy por encima del techo
materialista- nos quiere parangonar las bodas del señor
Carrasco y Rocío Jurado con la boda civil del señor
Cascos.

El señor Carrasco y la señora Jurado, han conseguido


la nulidad de su matrimonio en el Tribunal de La Rota,
y allí se encuentra todo el expediente con pruebas
fehacientes de no haber existido nunca ese matrimonio
canónicamente. También es posible que haya existido y
los jueces eclesiásticos lo hayan anulado, dependiendo
del abogado perspicaz y defensor del matrimonio y, muy
especialmente, de los testigos verdaderos o falsos que
hayan conseguido presentar dándole asentimiento
completo a la defensa del letrado.

Y como los jueces no son adivinos, tienen que


atenerse a las pruebas testimoniales y dar el veredicto
conforme a las mismas, y si entre todos han conseguido
engañarles, el matrimonio sigue siendo válido ante Dios,
y el enlace matrimonial que han contraído con otros
cónyuges, es un concubinato más, y así, los dos vivirán
en pecado mortal el resto de sus vidas, si antes no quedan
viudos y lo confiesan contritamente.
251
Pues de Dios no se ríe nadie (Salmos 37, 13;
Proverbios 17, 5). Lo que no podemos hacer los fieles
ni los obispos, es negar la posibilidad de que el señor
Carrasco y doña Rocío, todo lo hayan hecho con justicia
y verdad.

Intentando dejarlo más claro a don M. Suárez, le


diré que si un señor se acerca al confesonario con 20
crímenes a la espalda y se confiesa de pecados veniales,
el sacerdote le da la absolución para los pecados
confesados ¿y los otros? ¿quién se los perdonó?. Pues
así puede ocurrir con las nulidades matrimoniales.

Acerca del señor Cascos, es público y notorio que


se trata de un hombre divorciado con menosprecio de su
abnegada esposa y sus hijos, y la Iglesia tiene la
obligación de denunciar el adulterio, máxime teniendo
en cuenta que se trata de un hombre preponderante en el
Gobierno de la nación, y no quiera ser el señor Suárez
más benévolo y caritativo que el último de los profetas
-San Juan Bautista-, el mismo que le dijo a Herodes que
no le era lícito vivir con la mujer de su hermano.

Por eso, el obispo de Mondoñedo, monseñor Gea


Escolano, ha puesto los puntos sobre las íes conforme a
los preceptos de Jesús y sin interferencias políticas. Pues
la Constitución -que usted refiere- del verdadero
cristiano es el Evangelio, y lo que nos pueda decir una
Carta Magna sin Dios, nos suena a música profana.

Pero, como la inmoralidad en España -y en el


mundo- crece más que la hierba en la primavera, se han
soliviantado los racionalistas y también los pseudo
252
cristianos, y pocos se preocupan de la desgracia que reina
en el hogar de la legítima esposa del señor Cascos, con
la vejación humillante que le ha propinado a su esposa e
hijos, metiéndoles por los ojos el pomposo bodijo que
tantos aplauden sin compasión de nadie.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 7-Noviembre-1996

253
94.- LA VIDENTE DE FÁTIMA

La vidente de Fátima (sor Lucía) ha cumplido


medio siglo de clausura, en el convento de las Carmelitas
de Coimbra, y cumplirá los 90 años de edad el próximo
22 de marzo. También el día 13 del actual mes de
Octubre, con motivo de la sexta aparición de la Virgen -
hace 78 años-, nos darán noticias de una multitud de
peregrinos que se agolparán en torno a la basílica de
Fátima y al lugar de las apariciones; con este motivo,
los actos religiosos serán presididos por el cardenal
Ratzinger, Prefecto para la Congregación de la Fe.

Lucía, tan fiel y solícita a los mensajes de la Virgen


y a la santidad que a todos los videntes les exige la
presencia y el diálogo de la Reina de los ángeles y
mártires, y más que todo eso, la Madre de Dios;
consiguió el permiso de Pío XII para pasar de la libertad
que disfrutaba con las monjas Doroteas, a vivir encerrada
entre murallas y rejas hasta el fin de su vida, lo que desea
ardientemente, «porque -nos dice- la muerte corporal no
aniquila la felicidad y el Amor eterno e infinito que nos
espera en el cielo».

Algunas personas mayores que han cursado


estudios en grado medio o superior, cuando se les habla
de Lucía, dejan entrever un aire de superioridad que
intenta menospreciar todo lo que haya podido hacer o
decir la que un día fue pastora de ovejas y analfabeta,
ignorando que no ha dejado de ejercer sus estudios desde
que, en una de las apariciones, la Virgen le pidió que
aprendiera a leer y escribir, y el original de sus Memorias
en portugués, nos muestra las dotes de una escritora
254
considerable, pues el florilegio y la sintaxis de sus
escritos han sido considerados por literatos cristianos
como textos selectos en materia literaria.

Y aunque muy deficiente en este tema de las buenas


letras, admiro la sintaxis bien coordinada de las cien
cartas y tarjetas que guardo de la vidente en el cofre de
mis secretos. Unas en castellano, otras en portugués.
Pues Lucía habla y escribe cinco idiomas.

Es una religiosa bajita, magra, con los ojos


brillantes que vieron tantas veces a la Virgen -y las que
no sabemos-, con hábito riguroso, siempre sonriente.
Cierto es que su vigor físico ha menguado en los últimos
veinte años, pero su vivacidad mental siempre parece la
misma, y aunque nadie lo crea, es necesario fijarse
mucho para captar las diminutas arrugas de su piadoso
y sublime semblante.

Acostumbrada a recibir a reyes como Humberto II


de Italia, Alfonso XIII; personajes como don Juan de
Borbón, jefes de Estado como Franco, Ramalho Eanes y
tantos otros que no recuerdo el nombre, presidentes de
Gobierno como Salazar de Portugal, Pinto Balsamão y
otros muchos; todos los nuncios de su Santidad en Lisboa
y otras naciones, decenas de cardenales, condes, duques,
marqueses, y algunos obispos con permiso de la Santa
Sede, papas como Juan Pablo I, cuando era cardenal (a
éste le dijo Lucía que sería elegido Papa y que su muerte
casi inmediata no le daría tiempo a hacer nuevos
proyectos para la Iglesia, y en poco más de 30 días de
papado no hizo ninguno y se fue), Pablo VI y Juan Pablo

255
II. También mantuvo correspondencia con Pío XI, con
Pío XII y con Juan XXIII.

Y entre la media de 30 a 70 cartas que diariamente


recibe de todas partes del mundo, se encuentran
archivadas para la Historia todas las que fue recibiendo
de personajes célebres y mandatarios políticos de casi
todos los países. Y es de notar que un señor gijonés, de
comunión diaria, hizo la promesa de ir caminando hasta
el Vaticano para obtener permiso de la Santa Sede y
poder hablar con Lucía y conocerla. La respuesta fue
así: «Un sacrificio más importante que el que ha hecho,
es renunciar a ver a la vidente». Quienes han tenido
frecuentes relaciones con Lucía -por carta y personalmente-
, han sido don Román Suárez Puerta, de Avilés, y su santa
esposa, Matilde Fernández, motivado por los numerosos
favores que hicieron al convento, en tiempos de mucha
miseria, y muy especialmente por la religiosidad que les
unía a la vidente.

Enterrada entre cartas de hombres humildes como


el que suscribe y figurones de la nobleza y el poder.
También le escriben científicos, astrólogos, ateos,
agnósticos, creyentes de las más diversas religiones, y
santos; pues la pastora de Fátima es una figura histórica
conocida universalmente y con un prestigio sin precedentes.
«Y si no fuera por la Virgen -nos dijo- continuaría en el
bosque apacentando ovejas y corderos, y aquí estoy
haciendo cinco horas diarias de oración por todos los
pecadores y correspondiendo lo que puedo a los pedidos
que me hacen».

256
Y pobre de mí cuando lea el libro de mi autoría -
Pruebas de la existencia de Dios- que me solicitó hace
pocos días, viendo los elogios que le hago en uno de sus
capítulos, y sabiendo la malparada que le hago a la
humildad personificada de la vidente, la que siempre
termina sus cartas con la frase de: «Ínfima sierva».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 9-Noviembre-1996

257
95.- MARIA

Me gustan más los sacerdotes que no ponen fin a


la homilía sin antes hacer una mención a la Virgen. Es
verdad que el Evangelio es muy lacónico en lo que a
María se refiere, y todas las elucubraciones marianas -
fuera del contexto preceptivo- son oriundas del grado
de devoción que cada sacerdote siente por la Madre de
Dios, y si la unción del presbítero es muy fervorosa, el
impacto espiritual está garantizado.

Pienso que lo más admirable de la Virgen es la


humildad y el equilibrio mental sobresaliente. Me
asombra el recato después de los misterios que la
circundaron y los prodigios que Dios hizo sirviéndose
de la pequeñez de su esclava, sin que ésta se haya sentido
poseída de nada, manifestando únicamente la grandeza
de Dios.

Y me deja pasmado la estabilidad emocional y la


armonía cerebral, porque todo lo guardaba en su corazón
sin ningún exceso de palpitaciones. De no ser así, cómo
hubiera podido mantener la serenidad mientras su Hijo
-mil veces santo- se contorsionaba en la cruz soportando
los tormentos lancinantes y los sádicos abucheos de la
multitud que presenciaba la muerte horrorosa del que
ha sido víctima por enseñarnos dónde se encuentra la
verdad, el camino y la vida, y mostrándonos cuán grande
era el amor que nos tenía y continúa teniendo a todos
los seres humanos.

Por eso, esta vida de excelente santimonia y colosal


heroísmo que la más evidente historia ha dejado
258
plasmada en la persona de María, la ha hecho acreedora
para ser la Madre de Dios, y su Hijo, poco antes de
agonizar, también le concedió el privilegio de ser Señora
y madre de todos los seres humanos.

Y cuando los comensales de la boda de Caná de


Galilea les faltaba lo más superfluo -el vino-, y sin haber
llegado el momento designado por Dios para comenzar
los múltiples milagros que hizo, el influjo dinámico que
tiene la humildad y la potestad de ser su madre, le
permiten contraponerse de forma solícita y caritativa
p a r a d e j a r e n b u e n l u g a r a l o s a n f i t r i o n e s y,
abundantemente, el agua se convierte en vino.

Practiquemos la devoción a María. Recordemos los


cinco millones de peregrinos que llegan -de todas partes
del mundo- a Fátima cada doce meses para venerarla.
Meditemos los mensajes que nos ha dejado en los seis
viajes que hizo a la tierra de Portugal, y tengamos en
cuenta los 23 millones de socios que tiene el Ejército
Azul de Nuestra Señora de Fátima (me lo han dicho en
la sala de Prensa del Santuario), y confiemos mucho en
que Ella conseguirá nuestra salvación, sin merecerla.

Publicado en «EL COMERCIO» 10-Noviembre-1996

259
96.- SANTO Y HÉROE

He leído con verdadera fruición la biografía de San


Maximiliano Mª Kolbe, y una vez más me rindo ante la
evidencia de lo que nos dice Jesús: «Si el grano de trigo
cae en la tierra y muere, llevará mucho fruto...» (San
Juan c12, v24). Y el fruto que ha dado este hombre
conocido universalmente como campeón del amor
cristiano y héroe del martirio sádico y voluntario, se
extiende por los cinco continentes. Sólo Dios puede
evaluar el bien que habrá hecho a las almas receptivas a
la substancia espiritual, y las gracias que todas las
generaciones venideras irán percibiendo hasta el fin de
los tiempos.

Uno de los monstruos más repugnantes que registra


la historia -Hitler-, en sus campos de concentración de
Pawiak ha tenido lugar una de las escenas más
dramáticas y sublimes que se archivan en los 102
kilómetros que suman las estanterías de la biblioteca
vaticana.

Del barracón o tugurio marcado con el número 14,


huyó uno de los 300 hombres que allí cumplían su
condena a trabajos forzados, hambre y tortura. Cuando
se pasó lista al día siguiente, apareció la falta. El
comandante del campo mandó formar a los 300 hombres
y les comunicó la solución sanguinaria y atroz.

«Por uno que se ha fugado, diez de vosotros iréis a


morir a la cueva del hambre». Y tuvieron que aguantar
el día entero de pie, bajo el sol de verano, sin recibir un
trozo de pan ni una gota de agua. Algunos caían desmayados
260
al suelo. Al atardecer se presentó n u e v a m e n t e e l
comandante del campo con un piquete de soldados, y
mirando a los hombres puestos en formación, recorriendo
las filas con ojos de verdugo, exclamó: «Tú, a morir...
Tú, a morir...».

Así hasta diez, los escogidos a capricho por él. Y


una de las víctimas lanzó un grito angustioso y
desconsolado. «¡Piedad para mi...! Mi esposa y mis hijos
me quieren con delirio y no soportarán el dolor ni podrán
sobrevivir sin mi ayuda!».

En medio del silencio impresionante de aquellos


hombres, bajo el poder tiránico del comandante que
jugaba con sus vidas y con la muerte misma. Un hombre
enamorado de la Virgen María y de Jesús, amando más
al prójimo que a sí mismo, se aparta de la fila para
encararse con el comandante. Y cuando el jefe advirtió
que se le acercaba, echó mano a su revólver y gritó:
«¡Quieto! ¿Quién es ese imbécil?».

Pero el llamado imbécil no se acobardó, con


admirable serenidad y el dinamismo secreto que da la
humildad y el amor, le respondió: «Sólo quiero pedirle
a usted el favor de que me deje ir a la cueva de la muerte,
en el lugar de ese padre de familia». Pues ... ¿quién eres? -
le preguntó el comandante-. «Soy un sacerdote católico».

El comandante, sorprendido y, tal vez impactado


por el heroísmo y la caridad de aquel hombre (con el
semblante de santidad que le fue reconocido por Pablo
VI al subirlo a los altares como beato, y por Juan Pablo
II al canonizarlo), hizo un gesto a sus soldados y aceptó
261
el intercambio. Así, el sacerdote católico, el padre
Maximiliano Mª Kolbe -mientras quedaba libre de la
muerte el hombre por quien él intercedió y que años más
tarde presenció su beatificación- fue llevado a la cueva
de la muerte, con los otros nueve sentenciados, para una
agonía escalofriante y sádica.

Allí consiguió darles ánimos para morir como


cristianos, confesándoles y anunciándoles lo felices que
serían todos en el cielo. Y después de pasar más de una
semana sin ningún alimento ni una gota de agua, cuando
ya sólo quedaba con vida el padre Kolbe, le pusieron
una inyección letal para terminar con una vida que,
milagrosamente, no se extinguía.

Estos ejemplos, hermano católico, que nos da la


Iglesia de Cristo, no aparecen en la TV ni tampoco en el
99% de las revistas y los periódicos, (sí nos presentan a
algunos sacerdotes que, desgraciadamente, abandonan
la Iglesia para contraer matrimonio), a pesar de tanto
propagarse la libertad de expresión y la democracia.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 14-Noviembre-1996

262
97.- RELIGIÓN: ¿IGUAL A INJUSTICIA?

Después de leer la carta que le han publicado (15-


10-96) a doña Manuela Antuña Gutiérrez, y viendo el
concepto que tiene tan pésimo y triste de la misma
religión que doña Manuela practica («yo no soy nadie
para juzgarlas en la tierra -dice-, pero cuando llegue su
hora tendrán que dar cuentas a Dios»), he llegado a la
conclusión de que con esas ideas perturbadoras y
arrojadizas que ha hecho públicas, no es apta para ser
profesora en un colegio de religiosas.

No se puede hacer tabla rasa de la congregación


universal que forma la Iglesia Católica, sabiendo que ha
sido fundada por el que nos amó hasta el extremo, y ha
sentado sus bases sobre el pecinal de la sangre de Dios.
Y como respuesta a todo esto nos dice doña Manuela:
«La religión es la injusticia, la mentira, la insolidaridad
y la inhumanidad».

El título que doña Manuela le ha puesto a su


malaventurada carta («la religión: fuente de valores»),
es el que realmente le corresponde a la devoción piadosa
de todos los santos y mártires que tiene la Iglesia. Pero
la señora Antuña lo ha convertido en un cebo perspicaz
y rampante, para que ningún católico que merezca llevar
ese nombre se quede sin leer el escrito que, por sí mismo,
delata la falta de credibilidad que nos ofrece.

Es necesario oír a las dos partes para dar la


sentencia (Deuteronomio 25, 1), y el más humilde
servidor que esto subscribe, ha leído con atención la carta
de doña Manuela, y también ha conseguido contactar con
263
la superiora del colegio de San José, pudiendo valorar
la mesura y discreción de sor Dolores Fraile Pinto, sin
el menor síntoma de vilipendio hacia doña Manuela.

Y al preguntarle el porqué no le dio respuesta a la


señora Antuña, después de oírla silenciosamente más de
veinte minutos por teléfono, me dijo: «El tratamiento
vilipendioso que me ha dado, es tan vergonzoso que no
puedo explicárselo, y aún más, si cabe, lo que ha dicho
al grupo de personas que consiguió reunir. Ante esta
actitud, entiendo que una religiosa debe guardar silencio,
evitando cualquier improperio que pudiera merecer,
huyendo de las polémicas, ofreciéndole a Dios la
vejación sufrida y rezando por los que nos persiguen».

De su carta, doña Manuela, se destila que es usted


católica, y nunca se puede ensuciar el plato donde
comemos los cristianos, y aunque todos sabemos el
sinnúmero de pseudocatólicos que quieren cobijarse bajo
la capa de la Santa Iglesia, no podemos echar por tierra
las obras piadosas e ingentes que viene realizando la
Iglesia en todo el orbe.

Sumémonos a las 448 fundaciones que tiene la


madre Teresa de Calcuta, a las cuatro mil monjas que
las atienden, a los cuatrocientos mil colaboradores que
tiene en todo el mundo, católicos y ateos, y
dignifiquemos la entidad más piadosa que nos queda en
el mundo. Pero, por favor, no haga juicios temerarios a
la religión universal, sin haber puesto una sola
excepción.

264
Acepte un saludo afectuoso de su hermano en
Cristo, y reflexione un poco ante el sagrario. Comprendo
la rauda indignación que le ha propinado el demonio, y
confío en que habrá de confesarse y encontrar la paz que
desea su alma y la mía.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 15-Noviembre-1996

265
98.- A VUELTAS CON EL SR. CASCOS

La verdad que procede de Dios nos deja


apabullados a todos. Y como don Luis García Díaz nos
presenta una sarta de petulancias en su dilatadísima carta
del pasado día 1 de noviembre, sin tener noción del
Evangelio ni conocimiento de la caridad, por muy
fraternal que se quiera hacer la respuesta, la medicación
que necesita es escocedora y ardiente.

Está claro que puede tener fe cristiana. Esto me


recuerda a una señora que vivía de la práctica abortiva,
y cuando los niños que atocinaba en el seno materno no
eran suficientes, se acercaba a la Madre de Dios haciendo
rogativas para que le diera trabajo en su profesión
criminal, y la Virgen -conforme a sus declaraciones-
siempre le presentaba una señora más para eliminarle el
niño incipiente y obtener su retribución.

El obispo de Mondoñedo-Ferrol, monseñor Gea


Escolano, es un varón justo y valiente, y es claro que si
un hombre no tiene el aguante suficiente para llevar la
soberanía de un hogar con su legítima esposa y sus hijos
mayores, difícilmente la tendrá para la vicepresidencia
del Gobierno de la nación, y menos aún para dar buen
ejemplo a las innumerables familias que diariamente se
disgregan en España, seducidas por la lujuria que les
ofrece el post-divorcio y el amancebamiento.

Estas aseveraciones que ha hecho el obispo


susodicho, tienen sus raíces en el Evangelio que usted
no comprende. Pues el último de los profetas y el más
grande de los nacidos de mujer (San Mateo 11, 11; San
266
Lucas 7, 28) -Juan el Bautista-, lejos de la política que
usted les imputa a los prelados injustamente, y
practicando la caridad más colosal que nos exige el
Evangelio a todos, le dijo al rey Herodes que no le era
lícito vivir con la mujer de su hermano. Y Cristo llamó
raposa al rey Herodes.

Y el divorcio que tanto defiende don Luis García,


y se nos presenta como abanderado del conocimiento
evangélico y de la caridad, y dice que Jesús le infunde
sosiego y esperanza, de su carta malaventurada se destila
que nunca ha leído el Evangelio en su totalidad, y menos
aún el Antiguo Testamento.

Observemos lo que Jesús nos dice del divorcio y


lo que manifiesta su Padre Dios: «Maestro: ¿Es lícito
repudiar a la mujer por cualquier causa?. Jesús
respondió: ¿No habéis leído que al principio el Creador
los hizo varón y mujer? Y dijo: Por esto (por lo que Dios
dijo y Jesús ratifica) dejará el hombre al padre y a la
madre y se unirá a la mujer, y serán los dos una sola
carne. Por tanto, lo que Dios unió no lo separe el
hombre» (San Mateo 19, 3 a 9).

Es claro que el divorcio, amén de opugnar las leyes


de Dios con el pecado que esto implica, es una
frustración más del ser humano con la tribulación
correspondiente, y no me apena el esposo/a que pide la
separación oficial injustamente, inducido/a por el
egoísmo y la lujuria, lo que me conmueve a compasión es
el cónyuge desamparado y los hijos que, inocentemente,
tienen que cargar con la cruz que al infractor le
correspondía.
267
Por eso, en el caso que nos ocupa, nuestra caridad
tiene que volcarse en el hogar desgraciado donde
habitaba el señor Cascos, máxime si tenemos en cuenta
que su abnegada y solícita esposa, en compañía de sus
hijos desamparados por su querido padre, han tenido que
soportar el bodijo pomposo que les metieron en el hogar
las revistas y las telecomunicaciones, sin que nadie se
haya solidarizado con la vejación humillante e
injustísima que sufren, y resulta que don Luis García
nos viene hablando de la caridad. ¡Cómo será la caridad
de este hombre, Dios mío!.

Ta m b i é n n o s d i c e q u e « R o m a v e d u t a , f e d e
perduta», es decir, que en Roma se pierde la fe, cuando
lo cierto es que hasta seis mil anglicanos se están
pasando anualmente a nuestra religión católica al visitar
Roma y mirar al Santo Padre. También nos dice don Luis
García que tal vez a estas horas se haya arrodillado el
prelado antedicho para pedir perdón por sus
despropósitos.

Creo que si usted meditara la actitud insolente que


va contrariando los preceptos de Jesús, y vilipendiando
a los prelados a quienes todos los fieles debemos
obediencia y muchísimo respeto, haría una confesión
contrita con lágrimas en los ojos.

Y le sugiero un poco más de acatamiento y


sumisión a la Iglesia que Cristo ha fundado derramando
su preciosa sangre por usted y por mí, pues ya tiene
bastantes detractores en el mundo sin que los que creen

268
estar dentro de la Iglesia, como usted, también intenten
envilecerla.

Reciba un cordial saludo de un pecador indigno de


pertenecer a la Iglesia de Cristo Jesús, y cuente con mis
pobres oraciones -si Dios quiere- todos los días que
faltan para terminar el mes de noviembre.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 16-Noviembre-1996

269
99.- CARIDAD CON UN TETRAPLÉJICO

Millones de españoles se conmueven ante una


situación tan lacerante y singular como la tuya. Después
de 28 años tetrapléjico, sin tener siquiera la dramática
posibilidad de poner fin a una vida que tu imaginas cada
día más oprimente hacia la desazón y la congoja, nos
parece muy razonable que implores a la justicia material
el asentimiento que tanto deseas para terminar el calvario
que llevas sufrido con heroica entereza psíquica.

Hermano Ramón Sampedro, en las declaraciones


que has hecho públicas a través de la TV, has dejado
muy claro que la vida del hombre termina cuando el
corazón deja de moverse. Pero nuestra razón iluminada
por la fe, nos muestra claramente lo contrario.
Reflexiona un poco sobre la vida del que murió por
nosotros y cómo ha sido su muerte. Es verdad que Él ha
completado la pasión, pero nos ha dejado las puertas
abiertas para que podamos adicionar nuestro dolor al suyo
y ser corredentores con Él.

Piensa que puedes tener el cielo bien ganado. No


pongas fin a tu vida, Él sabrá cuándo es oportuno y te
dará la esperanza y la paz.

Junto con esta carta, también te envío el libro


titulado «Siguiendo sus huellas», con más de 150
párrafos firmados por 150 santos. En él encontrarás el
porqué sufres y la gloria que te espera en la eternidad.
La vida del hombre en la tierra es muchísimo menos que
un grano de arena comparado con todas las playas del

270
mundo. No se te ocurra deturpar lo único verdaderamente
importante, tu eterna salvación.

Mañana entregaré los estipendios para un tríduo


de misas a los jesuitas del Sagrado Corazón, y estoy
segura de que cuantos católicos y sacerdotes lean esta
carta, rezarán por tí y celebrarán misas en favor de tu
conversión y del bien que todos te deseamos.

Sigue un párrafo del libro, análogo a todos los


demás: «Dígnese Nuestro Señor concedernos la alegría
del sacrificio; jamás nos da pruebas más señaladas de
su amor que con los sufrimientos, como si no pudiera
llegar al cumplimiento de sus designios, sino por ese
camino, único que conduce al cielo». Santo Cura de Ars.

En unión de oraciones, te saluda fraternalmente.

Publicado en «EL COMERCIO» 18-Noviembre-1996, en «LA VOZ


DE AVILÉS» 21-Noviembre-1996, en «LA NUEVA ESPAÑA» 3-
Diciembre-1996 y en «LA VOZ DE ASTURIAS» 4-Diciembre-1996

271
100.- JUAN PABLO II

Algunos publicistas no titubean ni se lo piensan


dos veces para enjuiciar todo lo que Juan Pablo II lleva
en su privilegiado cerebro. José María Gironella se
afirma en que la gestión del Santo Padre es polémica y
contradictoria, avanzada en lo social y retrógrada en el
campo moralista y doctrinal. Y para conocer un poco al
Santo Padre es necesario -en primer lugar- tener una fe
inexpugnable (como él) y haber seguido su itinerario
desde la más tierna infancia hasta el día de hoy, con
dieciocho años de papado.

Comenzando por leer su biografía, meditando las


doce encíclicas que lleva publicadas, más de mil
discursos y homilías en ciento veinte naciones, el libro
que ha sido traducido a veintidós idiomas -Cruzando el
umbral de la esperanza-, y dedicando siete horas diarias
a la oración y lectura religiosa, como lo hace él, y
conocer en profundidad la síntesis biográfica de los mil
veintiséis santos que subió a los altares, sin contar las
biografías que llevará leídas de místicos como Santa
Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, taumaturgos como
San Martín de Porres y el Santo Cura de Ars, ascetas
como San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, y
un largo, muy largo etcétera.

Y si a todo esto les falta la fe inquebrantable, todas


las conjeturas que se hagan sobre su persona no dejan
de ser una futilidad destituida del buen sentido que nos
exige la conciencia.

272
Téngase en cuenta que el Papa es un hombre de
Dios, y en todas sus manifestaciones -escritas o verbales-
, no hace más que glosar el Antiguo y Nuevo Testamento,
pues en una sola encíclica encontré setenta y dos
citaciones bíblicas. Él sabe que los santos evangelistas
no pueden mentir, teniendo en cuenta la gracia infusa
que recibieron del Espíritu Santo.

Está superseguro de que más del 90 por ciento de


los males que nos acechan es por vulnerar las leyes
divinas, porque el santo temor de Dios se ha perdido en
el mundo, y Karol Vojtyla sabe muy bien que nadie como
Dios puede enseñarnos el recto camino de la solidaridad
y la paz que todos deseamos en esta vida efímera, y así,
conseguir también la gloria prometida y eterna. Y esta
convicción absoluta que tiene, la va misionando por todo
el mundo. Y como es un convencido, ha llegado a
persuadir hasta cuatro millones de jóvenes que lo
ovacionaron en Filipinas, alentándoles para construir un
mundo mejor.

Por eso el gran filósofo, buen católico y académico,


Julián Marías, ha realizado un encendido elogio al Santo
Padre, del que extractamos lo que sigue: «Me parece una
figura extraordinaria. Es un hombre con una vida muy
interesante, con mucha capacidad intelectual e incluso
filosófica muy valiosa. Es un hombre de esos que
aparecen de siglo en siglo».

Y el político perspicaz, que no me gusta nada, Jordi


Pujol, nos ha dicho que «Juan Pablo II es una personalidad
muy fuerte, plenamente convencido de la actualidad de
la Iglesia católica y de la transcendencia del mensaje
273
cristiano. Tiene un carisma muy personal, es honesto y
auténtico y sabe comunicar con la gente. Ello explica su
credibilidad y la aceptación por el pueblo sencillo».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 18-Noviembre-1996

274
101.- ERA SABIO Y DISCRETO

Las biografías de los personajes católicos -como


científicos y santos-, llevan implícitas la panacea que nos
conduce a la plenitud de nuestra vida terrena y a la salvación.
Pero algunos hombres increyentes, queriendo llevar a todos
a la lobreguez donde se encuentran, no solamente no hacen
recomendables estos tesoros compendiosos, sino que hasta
los impiden en los colegios estatales. Después se quejan
diciendo lo mal que está una gran parcela de la juventud,
cuando en verdad debieran de decir cuán grande ha sido el
daño que les hemos hecho.

Aflora este preámbulo en mi mente, después de leer


algo muy provechoso para mí: En uno de los coches del
tren (York, París), viajaba un grupo popular muy
abigarrado, y entre ellos se destacaba un señor con pelo
blanquecino y barba ensortijada. Y un joven petulante,
con ansia de enseñar y saber, entabló conversación con
el venerable anciano. El hombre, paciente y educado, le
prestaba atención, y después de oírle y desearle buen
viaje, propuso a los viajeros:

«Yo suelo rezar siempre el rosario en mis viajes para


que la Virgen me acompañe y me lleve a buen fin. ¿Me
quieren acompañar?». El joven presuntuoso y confiado en
sus «brillantes estudios», le miró con menosprecio y se puso
a reír, intentando ridiculizar al caballero y a los
acompañantes que estaban dispuestos a seguirle,
argumentándoles lo anticuado de las plegarias y la Iglesia,
y cómo la ciencia había puesto al descubierto la ignorancia
de los católicos, mencionándoles algunos libros de
personajes ateos.
275
Prosiguió el joven insolente exhortándoles a no
perder el tiempo rezando rosarios y asistiendo a las
ceremonias religiosas, sabiendo él por la ciencia que todo
eso para nada servía. El buen anciano dejó pacientemente
que terminara su conferencia el joven engreído, y le dijo:

«Conforme a sus disertaciones, yo he perdido


innumerables horas de mi vida rezando rosarios, y bien
las podría haber aprovechado para tantas cosas como
sabe usted. Pero me temo que el que ha perdido el tiempo
ha sido usted, al estudiar tanta ciencia inútil para
alcanzar la salvación y la felicidad terrena que buscamos
todos los hombres».

El joven respondió con la misma altanería: «¡Oh,


la eterna ignorancia de nuestro pueblo!». El señor
hidalgo y sereno, le dijo: «¿Usted que sabe tanto, me
podría indicar dónde podría yo encontrar esos libros que
abrieran mis ojos? Porque según usted hasta ahora hemos
vivido en vano.»

Muy bien -le dijo el joven-, déme usted su dirección


y yo le enviaré una lista de libros que le orientarán en el
camino de la verdadera ciencia. El señor anciano,
pausadamente, sacó su tarjeta y se la entregó. «Ahí esta mi
dirección». Un rayo que hubiera caído allí no le hubiera
causado mayor impresión al leer la tarjeta: «Doctor Luis
Pasteur, Presidente de la Academia Francesa de Ciencia y
Medicina, París». El joven, acomplejado y nervioso, dio
vuelta a la espalda y desapareció, porque Luis Pasteur era
católico, sabio y discreto.

276
Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 20-Noviembre-1996

277
102.- NO. A CINCO ROSARIOS

«La madre Teresa (Mi vida con los más pobres)».


Este es el título de la biografía de la santa de Calcuta.
Escrita por un personaje que presta un servicio
preponderante al Gobierno de la India, y que lleva por
nombre Navin Chawla. Siento tener que resumir en un
folio el placer que me ha dado este libro al conocer los
medios sobrenaturales que tanto éxito le han dado a la madre
Teresa y a más de cuatro mil monjas y cuatrocientos mil
seglares que tiene en todo el mundo colaborando con su
bendita obra.

El libro -sin pretenderlo- nos deja al descubierto


el porqué faltan vocaciones en la Iglesia católica. El
servicio que intentamos prestarle a Dios y la extensión
del Reino de Cristo, tiene su punto neurálgico en la
oración, en el amor, en el silencio -Dios oye muy bien-,
en la pobreza, en la obediencia y en el trabajo. Y esto es
lo que hace ese ejército piadoso y multinacional de la
«santa de los pobres» en más de cien países. «Y si hubiera
pobres en la Luna -nos dice Teresa- allí estaría yo». Por
eso tiene más de cien jóvenes esperando ser admitidas
en su orden.

Cuando en el mundo se proyecta una normativa


progresista intentando adaptar el Evangelio a la
comodidad de nuestro tiempo y al pecado, la madre
Teresa y todas sus secuaces, no aceptan las lavadoras
que intentan obsequiarles, las radios, los ordenadores,
los faxes, las televisiones, las cocinas de gas, los asientos
para sus capillas, las invitaciones que les hacen para
comer y beber fuera de sus residencias paupérrimas. Y
278
al insistir una persona caritativa en entregarles una radio
para saber lo que ocurre en el mundo, la respuesta fue
contundente: «No -respondió la Madre Teresa-, ya
conocemos la realidad».

Y es que la religiosa sabe muy bien las patrañas


que la radio y la televisión pueden llevar a sus santas
monjas y el tiempo que se pierde prestándoles atención.
No faltarán católicos que discrepen de su actitud. Pero
el resultado de sus obras y el respeto que infunden en el
mundo las Misioneras de la Caridad y la fundadora,
vestidas con saríes que van anunciando el orden y la
limpieza, están en plena armonía con la pobreza que
tanto ensalza el Evangelio y Jesús la escogió hasta no
tener dónde reclinar la cabeza.

Volviendo a lo antedicho, esta indigencia de las


Misioneras de la Caridad, les granjea una especie de
veneración en las calles y en los medios de transporte,
donde casi todos se levantan para ofrecerles el asiento
que no aceptan jamás. Y cuando van caminando a visitar
enfermos son muchos los que quieren acompañarles. Y
como una anécdota -entre tantas otras-, nos encontramos
con un señor que les pregunta en la calle a dos religiosas
de la Orden:

- ¿Dónde van hermanitas?: A visitar un enfermo


de Sida. - ¿Me permiten que las acompañe?: Sí. Puede
venir con nosotras. - ¿Está muy lejos?: No. A cinco
rosarios.

Y es que las Misioneras de la Caridad miden las


distancias que les separan de los enfermos e indigentes
279
que visitan por el número de rosarios que pueden rezar
en favor de la gracia de Dios y la consolación que
intentan llevarles a los predilectos de Jesús. Al mismo
tiempo, consiguen silenciar la charla con las personas
que les acompañan y evitar la vanagloria que pudiera
extraerles el demonio. Y termino con la tarjeta que le
dieron al señor susodicho, cuando éste les pidió la
dirección al despedirse, redactada por la Madre Teresa
para todas sus monjas y seglares, y que dice así:

El fruto del silencio es la Oración.


El fruto de la Oración es la Fé.
El fruto de la Fé es el Amor.
El fruto del Amor es el Servicio.
El fruto del Servicio es la Paz.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 25-Noviembre-1996 y en


«LA VOZ DE AVILÉS» 3-Diciembre-1996

280
103.- CREER EN LA OTRA VIDA

Con alguna frecuencia nos dan cuenta de nuevos


libros que van siendo publicados, testimoniando las
historias recopiladas de algunos pacientes que han
llegado a la muerte clínica algunas horas o minutos, y al
recuperar la consciencia, casi todos parecen haber pasado
por un túnel oprimente y tenebroso hasta llegar al fulgor
edénico, sintiendo el desplacer y la congoja al ser
impulsados nuevamente a la vida terrena.

Bienafamado es el suceso de la niña italiana -


Beatrice Fuca- que después de estar muerta más de una
hora volvió a tomar consciencia, y abriendo los ojos y
dirigiéndose al doctor, le fue diciendo con todo detalle
que venía de un lugar bellísimo, de país Elíseo o
paradisíaco. Minutos después se cerraron sus ojos
para siempre.

Ta m b i é n a l g u n o s c i e n t í f i c o s d e c l a r a n s u
experiencia en el sentido que nos ocupa: el anatomista
británico -Auckland Geddes- relató cómo al sentir que
la muerte le acechaba una noche en la soledad de su
alcoba, con ánimo bien templado, aceptó serenamente
el reto que a todos nos espera.

Y a medida que se agravaba su dolencia y le


impulsaba a yacer sobre su lecho, se dio cuenta de que
su conciencia se deslizaba fuera de su cuerpo, y vio cómo
una parte de él estaba sobrevolando la cama en la que
reposaba la otra parte, mientras la substancia espiritual
contemplaba el «cadáver» y los jardines floridos de
su casa.
281
Y un abogado italiano -Lino Sardos-, ex presidente
de Acción Católica, después de haber perdido a su hijo
en 1985, éste le comunicó a través de un médium cómo
lo habían asesinado y el lugar dónde se encontraba. Su
padre escribió un libro narrando toda la historia -«Existe
el más allá»-, y ha sido un «best seller» con 24
ediciones vendidas.

Estas experiencias es claro que apoyan la concepción


cristiana que tenemos de la otra vida, pero no le sirven
de prueba a la Iglesia católica, porque la base de nuestra
fe en el más allá se encuentra en que más de 500 testigos
han visto a Cristo después de muerto y resucitado, entre
los cuales se encuentran varios santos que pagaron con
sus vidas la veracidad de los testimonios. Por eso
creemos en la otra vida.

Publicado en «EL COMERCIO» 25-Noviembre-1996

282
104.- CRISTIANO Y VALIENTE

Un ex marinero nonagenario me cuenta una historia


escalofriante: Cuando trabajaba en un vapor que viajaba
de Liverpool a Nueva York, en la mañana del tercer día,
se descubrió que también navegaba con ellos un polizón.
Lo habían encontrado escondido entre los toneles de
proa. Era un joven pequeño, pero muy valiente. El
capitán del barco y los tripulantes formaron un círculo
en torno al muchacho de cabello rubio, con elegancia y
distinción.

Y a pesar de la increíble insolencia, les daba la


impresión de que todo el barco le pertenecía a él. El
capitán del buque era un hombre recio y muy severo.
Pero el chico no se amedrentaba frente a él. El joven
permanecía erguido, y con sus ojos azules y brillantes
miraba fijamente al capitán, como muy seguro de que
nada malo había hecho. El jefe le preguntó:

- ¿Qué pretendes aquí? ¿No sabes que en tiempos


de guerra todos los espías tienen pena de muerte?. Al
hablar así, el silencio de los marineros era ilimitado.

- ¿Quién te ha traído aquí?. Mi padrastro me dejó


aquí, cuando el barco iba a Liverpool -profirió el joven
con voz atiplada y firmeza. Y prosiguió diciendo: -Mi
padre murió hace dos años, y mi madre se ha casado de
nuevo. Pero ahora mi padrastro me odia porque soy
cristiano. El me subió al barco y me dejó escondido entre
los toneles con alimentos hasta que el buque estuviera
en la mar. Me dijo que cuando lleguemos a Halifax me

283
vaya a casa de la tía Juana. Aquí tengo la dirección. Yo
no digo mentiras.
El capitán, incrédulo ante la evidencia, ordena a
sus dependientes que traigan una soga. El jefe la cogió.
Preparó un nudo corredizo en una de sus puntas, y
amenazando al muchacho le dijo: ¿Ves esta cuerda?. Pues
te doy diez minutos para que me digas a qué has venido
aquí. Si antes de ese tiempo no cantas la verdad, te
colgaré como a un perro. Colocó el lazo corredizo
alrededor del cuello del mozalbete. Pero este seguía de
pie, firme y en su puesto.

- Faltan ocho minutos. Quedan tres minutos. Y pasó


la punta de la soga sobre uno de los palos horizontales,
bien dispuesto a tirar de la cuerda y dejarlo colgado.
Ahora le dice: «Si tienes algo que confesar, es mejor
que lo hagas de una vez, el tiempo que te queda de vida
se ha terminado».

El joven, con un semblante angelical pareció


transfigurarse y le preguntó al gigantón: «¿Puedo rezar
las oraciones de la noche?». Cuando el joven comenzó a
recitar sus oraciones postrado de rodillas juntando sus
manos. El rostro duro y siniestro del capitán se deshizo
en lágrimas. Soltó la cuerda, arrebató al muchacho en
sus brazos, lo empezó a besar mientras le decía: «Dios
te bendiga, valiente. No dices una mentira ni bajo
amenaza de muerte. Pero si tu padrastro te ha arrojado
de casa por ser cristiano, yo seré tu padre de ahora en
adelante. Que Dios se olvide de mí si yo me olvido de tí».

Y cumplió su palabra el enorme capitán. Al llegar


a Halifax buscó a la tía Juana, y le dio bastante dinero
284
para que se ocupara de los estudios del sobrino. Después,
cada vez que sus viajes tocaban aquel puerto, los dos
paseaban juntos; el estudiante de ojos azules y cabello
rubio y el gigantón del barco, forman un cuadro tan
precioso, y enardecido como nunca se ha visto, esto me
dijo el ex marinero nonagenario.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 3-Diciembre-1996

285
105.- ¿EN QUÉ CONSISTE LA LIBERTAD?

Los dislates que suenan diariamente en España y en


todo el mundo, manifiestamente nos dicen que las
democracias que vivimos no son la panacea de la libertad
que toda persona bien nacida desea. Y el 99 por ciento de
las dictaduras son despóticas, opresoras y crueles también.
Y como bien nos dejó escrito Concepción Arenal:

«Cuando se ha cumplido con el deber de respetar


la libertad todo lo posible, hay el derecho de privar de
ella todo lo necesario». Y como este derecho inalienable
no se lleva a la práctica, las parcelas más dignas y
numerosas de las naciones, viven el amilanamiento que
les propina el libertinaje y la inmundicia. Por eso Cicerón
decía que «la libertad excesiva conduce a los pueblos y
a los particulares a una excesiva esclavitud».

Pienso que Benavente dejó una solución bien


completa para solventar lo que modestamente nos parece
una tragedia universal: «El día que cada uno fuéramos
un tirano para nosotros mismos, todos los hombres
seríamos igualmente libres, sin revoluciones y sin leyes».

Siendo Dios el campeón de la libertad, está claro que


de Él procede. Y nadie puede alienarla sin violar sus leyes.
Estupefacto me deja el libro titulado: «¡En la cárcel pero
libres!». Pues vivir una liberación profunda en medio de
una pena carcelaria es algo inaudito. Y esto es lo que está
ocurriendo en el centro penitenciario de Poggioreales, en
Nápoles.

286
Una de las prisiones más grandes de Europa, con más
de 3.500 reclusos y 1.000 agentes de policía penitenciaria.
Pues un grupo de seglares, acompañados siempre por un
santo e ilustre sacerdote de la cárcel, les fue impartiendo a
los presos que lo deseaban unas catequesis para anunciarles
de forma viva y directa el Evangelio.

Los presidiarios, hartos de la monotonía y las


tribulaciones, asistían a las conferencias que les daba el
sacerdote y observaban los testimonios de los laicos, y cada
día deseaban más conocer la vida de Jesucristo, haciéndoles
saber que el hombre Dios había sufrido más que todos ellos, y
que el Buen Ladrón, también encontró la dispensa y el paraíso.

Esta experiencia que hace al hombre tirano consigo


mismo, y libre de las cadenas que le sujetan en la prisión,
se fue acrecentando con la formación de grupos
neocatecumenales, hasta conseguir que sólo una minoría
de contumaces no pertenezcan a los numerosos grupos
que nos dan testimonios cristianos escalofriantes.

Creo que este es el camino que nos llevaría a la


verdadera libertad, a la concordia, a la solidaridad y, por
supuesto, a la paz que Cristo promete a sus secuaces, y
que al hombre sin Dios le resulta imposible conseguir.

Prestemos atención a los escenarios bélicos en el


mundo, a los 800 millones de hombres y niños que están
muriéndose de hambre, a los miles de millones de dólares
malversados en armas destructivas de vidas humanas y
poblaciones, y observemos la libertad que Cristo nos
garantiza y la que nos ofrecen los hombres sin conciencia y
Dios, y así veremos en qué consiste la libertad y la paz.
287
Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 5-Diciembre-1996

288
106.- EL EJEMPLO ARRASTRA

Anteayer me dio cara -muy discretamente- una


enfermera sugiriéndome que llevara a los lectores de EL
COMERCIO un suceso distante: Se extendía sobre la
mesa del quirófano una niña de diez años. Era necesario
extirparle un lobanillo en el pecho. El anestesista se
acerca a la joven con la inyección en la mano, y se
conmueve un poco al ver la sonrisa candorosa de la
muchachita, sabiendo las molestias que le esperaban a
tanta inocencia. A ver guapa -le dice el doctor- cierra
los ojitos, vas a dormir.

Ingenuamente y llena de quietud, la niña le dice


que no duerme de día. No importa -le dice el facultativo-
, tienes que dormir para curarte. La pequeña le responde
con admirable sinceridad: «Siempre rezo tres Avemarías
después de acostarme y antes de dormir. Si quiere que
duerma ¿me deja rezarlas?». El silencio en el quirófano
era absoluto y conmovedor, interrumpido después de
unos segundos por el anestesista para decirle: «Sí, puedes
rezar las tres Avemarías».

La niña, bien concentrada en lo invisible y con gran


unción, uniendo sus manitas en forma de súplica y
apoyando los codos sobre el pecho, recitó las tres
Avemarías, seguidamente profirió al equipo facultativo,
al mismo tiempo que cerraba los ojos: «Ahora ya
podré dormir».

Después del curso normal de la intervención, el


anestesista se adentra en la capilla y empieza a llorar.
Este señor llevaba dieciséis años huyendo de la Iglesia
289
y de Dios. Pero el testimonio angelical de la niña, le
hizo memorar el pasado de una vida piadosa y cristiana:
«Yo también le rezaba a la Virgen. Yo también confesaba.
Yo también recibía el sacramento de la Eucaristía, y
ahora, Dios mío, lo seguiré haciendo. Voy a confesarme
con el capellán de la residencia. No pierdo más el
tiempo» (él mismo lo ha confesado). Por eso decimos
que el ejemplo arrastra, las palabras sobran.

Publicado en «EL COMERCIO» 6-Diciembre-1996

290
107.- EL DERECHO A VIVIR

Alguna vez he pensado que si los legisladores del


aborto tuvieran que hacerlo con carácter retroactivo, y
esto fuese posible, el derecho a la vida del «nasciturus»
sería el más conminatorio e imperativo de todos los
derechos humanos. Pero como esta legislación egoísta y
macabra no les afecta a los hombres insensibles, y
objetivamente les depara comodidad, la bien llamada
«cultura de la muerte» se extiende por los cinco
continentes.

Me ha complacido leer cómo la Asociación de


Ginecólogos de Suecia ha solicitado un cambio
legislativo para que al llamado clínicamente «feto» se
le otorgue el nombre de «niño». Y en el supuesto de ser
abortado conforme a la legitimidad de las leyes, también
exigen que tenga nombre propio y sea inscrito en el
Registro Civil. Igualmente requieren que sea enterrado
en campo sagrado.

Quién sabe si al ver el blanco y diminuto ataúd


acompañado de una multitud de gentes que defienden el
derecho a la vida de los nonatos, y sentir el duelo que
anuncia el tañido de las campanas, los ejecutores del
crimen y las pobres madres que lo llevaron en sus
entrañas a las clínicas abortivas, se les despierte la
conciencia de lo que han hecho y terminen llorando en
el funeral del ser más querido que una madre puede
perder.

Terminaré diciendo al amable lector que yo también


he votado una Constitución sin Dios. Así lo hice porque
291
algunos personajes históricos muy cristianos y miembros
de asociaciones católicas nos lo sugirieron a través de
la TV. Y como la Carta Magna nos dice que «todos tienen
derecho a la vida», no podía imaginarme que los
gobernantes vulneraran el supremo derecho que
habíamos refrendado los españoles por aplastante
mayoría. Y si alguno de los legisladores irreflexivos no
ha sido un embrión con derecho a seguir viviendo, que
tire la primera piedra.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 2-Marzo-1997

292
108.- ESTOS DAN CON ALEGRÍA

Este es el título del libro que termino de leer. Una


joya de moral conglobada con la religión. Hay capítulos
que nos conmueven. Hoy quisiera comentar el que se
refiere a Luis Miguel. Hijo de padres acaudalados y
discrepantes. Su padre era antirreligioso por naturaleza
y rebeldía. Su madre era una señora muy piadosa que
vivía para servir al prójimo en nombre de María y Jesús.

Miguel era el número uno en un colegio de Jesuitas.


Estudiaba el primer año de bachillerato. El director
espiritual le había hecho saber que la comunión diaria
es el secreto de la victoria y manantial de perfecta
alegría. A los trece años seguía siendo un ángel. Él rezaba
el rosario todas las noches acompañado de su madre,
hermanos y sirvientas. La Eucaristía diaria era el
desayuno de cada mañana. También sabía que la mejor
eficiencia para convertir a un pecador era el sacrificio
que se ofrece a Dios por el pecante.

- ¡Pobre papá! -pensaba Luis Miguel-. Al no ir a


Misa, hará un pecado mortal cada domingo. ¿Cómo
podrá vivir así?... Y diariamente escribía en un papelito
el sacrificio que se imponía al día siguiente por la
conversión de su querido padre. Y cuando el obsequio
estaba cumplido lo rompía. La batalla persistía, día tras
día y semana tras semana.

Luis Miguel siente dolores de cabeza y una sed


insaciable; todo lo va ofreciendo a Dios por la conversión
de su padre. Ya no puede más. Se lo dice a su madre.
Pero no dejaba de escribir en su cuadernillo lo que
293
siempre rompía después de cumplir con la rogatoria y la
oblación en beneficio de su padre. Sus progenitores que
lo idolatraban, consultan su dolencia con los mejores
especialistas.

Luis Miguel tiene un tumor maligno en el cerebro.


Es necesario operarlo a vida o muerte. Su padre estaba
loco de dolor. Su madre buscaba el consuelo en el
oratorio y no conseguía pedir nada que no fuese: «Hágase
tu voluntad y no la mía». Así preparó a su hijo con todos
los sacramentos pertinentes para la operación que le
esperaba al siguiente día. Aquella noche, Luis Miguel,
internado en un lujoso sanatorio, escribe un papelito
más: «Ofrezco mi vida en holocausto por la conversión
de mi padre».

Y con el papel hecho un rulo dentro del puño, lo


llevan al quirófano, y sólo lo suelta cuando la anestesia
le deja inconsciente. Los ojos de Miguel se cierran para
siempre y el doctor le entrega el papel a su padre.
Lágrimas y sollozos exhala aquel hombre desconsolado.

- ¡Perdón, perdón, Dios mío...!. Así pasó más de


una hora soportando el dolor y desasosiego que le
infundía la voz de la conciencia. Se fue como un loco al
director espiritual del hijo, le mostró el papel, y después
de confesar sus pecados llorando, recibió la Santa
Comunión que le ofreció el buen sacerdote, y nunca más
dejó de hacerlo diariamente, porque «si el grano cae en
la tierra y muere, da mucho fruto» (San Juan c12, v24).
Este fue Luis Miguel.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 11-Diciembre-1996

294
109.- UN CIENTÍFICO ATEO CREE EN EL
INFIERNO

Tenía entendido que Jesús mencionaba el infierno


15 veces en sus Evangelios, y ayer pude constatar en la
pantalla de nuestro ordenador que son más de 20 veces
las que lo refiere Dios en el Antiguo Testamento y más
de 40 las que Jesús lo menciona en el Nuevo Testamento.
Y todo lo hace por el amor infinito que ha demostrado
tenernos y el vehemente deseo de que nadie sea
condenado eternamente y de que todos lleguemos a la
gloria prometida.

El infierno es un misterio que parece asediar a


nuestra mente cuando se medita. Pero también ha sido
motivo para que muchos hombres subieran a los altares,
inmolando sus vidas para evitar el suplicio eterno de
muchos hermanos.

Y no pocos hombres con gran ingenio y poca fe,


han opugnado el Evangelio y se han apartado de Dios al
no entender el porqué existe el infierno. Estúdiese la
turbulencia que ha despertado el infierno en pensadores
de la Iglesia, desde Orígenes hasta nuestros contemporáneos,
como Michail Bulgakov y Hans Urs von Balthasar.

Pues algunos señores consecuentes con sus ideas


saben muy bien que si Jesús ha faltado a la verdad más
de 40 veces, no merece credibilidad nada de cuanto ha
dicho, y la respuesta que nos dan personajes ilustres e
incrédulos -y muchos insipientes- es que carece de
sentido el condenar eternamente a un hombre que sólo

295
ha practicado la desventura y ofendido a Dios en el
diminuto período de su efímera vida.

Entretanto, el Santo Padre ha pedido a todos los


clérigos que prediquen el infierno con amor y sobriedad,
porque lo mismo él que todos los fieles que tenemos fe
y damos por bueno todo lo que Dios hace y dice,
entendemos que el castigo del ofensor está relacionado
con la majestad del que lo recibe, y nadie ignora que no
es lo mismo acometer contra un pobre mendigo que
embestir contra un rey.

Si ahora tenemos en cuenta la infinidad majestuosa


de Dios, ya no parece un despropósito que la pena o
castigo que nosotros mismos hemos cosechado, también
s e a i n f i n i t a c o m o l o e s É l . Ya s a b e m o s q u e l a
misericordia de Dios llena la tierra (pero «sin
misericordia será juzgado el que no hace misericordia»,
Santiago 2, 13). Y esto se predica en todas las iglesias
con mucho acierto y razón, pero son muy pocos los que
nos dicen que se trata de un Dios justo y celoso, y quien
pasa una sola página del Antiguo o Nuevo Testamento por
conveniencia propia o ajena, aunque sea con la mejor
intención, está omitiendo sus preceptos, y desalertando
a nuestros hermanos de un riesgo espantoso y eterno.

Pues Jesucristo no ha venido a abrogar la ley, sino


a perfeccionarla hasta que se cumpla la última tilde (San
Mateo c5, vv 17 y 18). Y el que quiera saber si vive su
vida religiosa en comunión con Juan Pablo II, le sugiero
que lea su libro «Cruzando el umbral de la esperanza» y
observe en las páginas 185 a 187 las afirmaciones que
hace acerca del infierno.
296
Dejando de lado la gehena que la Virgen de Fátima
les presentó a los tres pastorcitos en un abismo de gran
profundidad, y omitiendo un sinnúmero de revelaciones
divinas, con las cuales algunos santos testifican haber
v i s t o e l i n f i e r n o , c o m o S a n t a Te r e s a d e J e s ú s ,
quisiéramos comentar lo que ha sido noticia en el mundo
al escribir el doctor Azzakov: «Como comunista y ateo
yo no creo en el Cielo ni en la Biblia; pero como
científico, ahora creo en el Infierno».

Un grupo de científicos que han perforado un pozo


en la Siberia Occidental, con una profundidad de 14.400
metros, intentando estudiar el desplazamiento de las
placas masivas en el interior de la Tierra, han descubierto
un infierno. El respetable diario finlandés Ammenustatia
cita al geólogo soviético Demetrio Azzakov, quien ha
dicho que una criatura terrible, provista de alas,
abandonó volando el pozo, vomitando maldiciones antes
de que fueran descendidos los micrófonos al hueco de
la perforación.

Según el Dr. Azzakov, al introducir la mecha para


sondear el pozo, de repente empezó a girar con velocidad
desenfrenada, indicando de esta manera que habían
alcanzado un hueco grande o alguna caverna, y los
tensores térmicos indicaron un incremento dramático del
calor, ya que la temperatura ascendió hasta 1.075,6 ºC.

Después de quitar la mecha pudimos creer -nos dice


el doctor Azzakov- a nuestros ojos: una repugnante
criatura con garras y enormes ojos malvados apareció
en la nube de gas, y chilló como una fiera salvaje antes
de desaparecer. Una parte de los ingenieros y obreros
297
presentes escaparon, pero los que se quedaron como
nosotros pudimos aprender algo más. Hemos bajado por
el pozo un micrófono destinado a registrar los sonidos
relacionados con el movimiento de las placas
litosféricas. Pero en lugar de percibir el sonido del
desplazamiento de las placas escuchamos una voz
humana en la cual se sentía el dolor. Al principio nos
pareció que el sonido lo emitía nuestro propio equipo
de perforación, pero después de ajustarlo y verificar
todos los pormenores técnicos, nos aseguramos que las
peores sospechas se habían confirmado. Gritos, clamores
y sollozos de millones de hombres los hemos podido oír
claramente y los tenemos bien registrados en la cinta
magnética.

Visto lo sucedido, suspendieron el proyecto de


investigación y taparon la entrada del pozo, sabiendo
que estábamos -nos dice el doctor- horadando a través
de las puertas del infierno. Y continúa diciendo:
«Sabemos lo que oímos. Y estamos absolutamente
convencidos de que taladramos por las puertas del
infierno». Y termina con la frase dicha más arriba:
«Como comunista y ateo yo no creo en el Cielo ni en la
Biblia; pero como científico, ahora creo en el infierno».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 15 y 17-Diciembre-1996

298
110.- EL OBISPO Y LA COCINERA

Cuando el joven multimillonario -Guillermo


Ketteler- se divertía en un baile, consciente de que su
forma de recrearse no era lo más agradable a Dios, le
pareció ver el rostro sublime de una religiosa que rezaba
por él y le miraba fijamente al alma, y aunque muy
insipiente en todo lo relativo a la piedad, aquella
contemplación inmediata y directa sin percepción
sensible, terminó por turbarle la vida mundana que
llevaba el joven de 18 años.

A partir de esa fecha, Guillermo quedó muy


impresionado y ya no encontraba diversión en ninguna
parte. Convencido de que Dios se había fijado en él,
ingresó en el seminario, fue consagrado sacerdote, y 22
años después obispo de Maguncia (Alemania). En uno
de sus viajes pastorales, se dispuso para celebrar misa
en un convento de religiosas. Cuando distribuía la
Sagrada comunión, al llegar la última religiosa, siente
una emoción tan intensa, que ha de hacer un esfuerzo
para mantener la serenidad y concluir el acto litúrgico.

Después de servirle el desayuno la Madre Superiora,


monseñor Guillermo Ketteler le dice a la servidora que
le gustaría saludar a todas las monjas y bendecirlas antes
de marchar. Rápidamente sonó la campanita de la
Comunidad; las religiosas salieron a la tarbea y
monseñor Guillermo las va saludando a todas y
observando las facciones de cada una. Entretanto, el
prelado iba diciendo en su interior: «no es ésta..., no es
ésta».

299
Cuando pasaron todas las religiosas, monseñor
Guillermo le preguntó a la Superiora: «¿No queda alguna
otra religiosa en casa?». Sí, señor Obispo; queda la
hermana cocinera. Es muy abnegada en su trabajo y tiene
permiso para no tomar parte en estas reuniones. Pues
hoy me gustaría saludarlas a todas -le dice el prelado-.
La llamaré en seguida, Monseñor.

Tan pronto como llegó la hermana cocinera,


monseñor Ketteler, dijo en su interior: esta es la que he
visto en el baile, y mostrándose muy sereno le preguntó:
«¿Reza mucho por la Iglesia, por las misiones, por la
conversión de los pecadores?».

- ¡Oh, no, señor Obispo!. Tengo poco tiempo. Rezo


como todas las demás. Lo que sí procuro es ofrecer la
primera hora del trabajo por el Papa, y al final del día
ofrezco todas las oraciones y trabajos por los muchachos
para que Dios les conceda vocación sacerdotal y
escuchen Su llamada con generosidad.

El señor Obispo, queriendo dejarle íntegro el


mérito de sus oraciones y ofrecimientos en pura fe, no
le dijo nada a la santa hermana cocinera. Pero le explicó
la historia completa a la Madre Superiora implorándole
el más absoluto secreto hasta que Dios le llamara a la otra
vida, y al llegar la noticia de su muerte a la Superiora, todo
fue descubierto y publicado en L’Osservatore Romano.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 18-Diciembre-1996

300
111.- RELIGIÓN Y NEUROSIS

El doctor austríaco -Sigmund Freud- ha hecho


mucho daño a la religión. Es verdad que la psiquiatría
más elevada siempre ha sido recelosa con los dogmas
de fe. Pero las obras que Freud ha dejado escritas y las
numerosas conferencias que ha proferido en diversos
países -sobre todo el famoso psicoanálisis- arremetieron
sin piedad contra la religión, especialmente las
disertaciones que tuvieron lugar en los Estados Unidos
y en la primera década de nuestro siglo, donde Freud
consiguió convencerles de que el cambio de conducta o
estado de ánimo por motivos religiosos, se debían a la
inmadurez psicológica y a la neurosis.

Más de 80 años han sido necesarios para que la


psiquiatría norteamericana admitiera oficialmente que
la experiencia religiosa es el bien de la gracia sin el
menor síntoma de imaginación patológica, ni guarda
relación alguna con la neurosis, contrariamente, es bien
capaz de moderar el desequilibrio mental hasta llevar al
hombre a ser él mismo sin el auxilio de la medicación.
Ahora, la Asociación Psiquiátrica Norteamericana lo
reconoce en su nueva edición del Manual de Diagnóstico.

Los promotores del cambio antedicho han sido los


profesores de psiquiatría de San Francisco. En
declaraciones a «The New York Times», el doctor Robert
Turner relataba que «hace veinte años cualquier persona
o especialista en psiquiatría que hiciera referencia a lo
que ahora se ha descubierto, le tacharían de psicótico y
le atiborrarían de medicamentos».

301
Tengo una hija psicóloga y siempre nos dice que
más del 95 por ciento de las consultas que recibe sólo
les hace falta ordenar sus vidas religiosamente. Es decir,
dejar de pecar aunque sean ateos. Y esto me recuerda
una llamada telefónica de una señora que, siendo
convecina de una viuda y su hijo, me expuso el drama
continuo que formaban las discordias alborozadas de
madre e hijo.

Seguidamente me puse en contacto con los dos y


me di cuenta de que se trataba de un joven con problemas
psíquicos, acentuados por su incapacidad para proseguir
los estudios de psicología en el tercer año de carrera;
los dos tuvimos un encuentro y dialogamos unas horas,
le ofrecí una beca para hacer ejercicios espirituales con
un sacerdote de la Unión Sacerdotal Lumen Dei, y
aunque con mucha reticencia, aceptó la invitación y los
hizo.

Y cuando asistí a la clausura me sorprendió el ver


cómo había cambiado de semblante y lo bien que estaba.
Hizo las paces con su buena madre, terminó su carrera
felizmente, frecuenta la iglesia día a día, continúa
haciendo ejercicios espirituales tres veces al año, y ahora
está haciendo pruebas para entrar en el seminario de la
Obra susodicha. Este es el resultado de ordenar la vida
y actuar siempre en presencia de Dios.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 23-Diciembre-1996

302
112.- LA NAVIDAD

Navidad es la fiesta de la concordia y el perdón.


Es cuando las familias se unen con alegría. Es cuando
se distribuyen los premios lotéricos. Es cuando nos
recuerdan los amigos con postales y tarjetas. Es cuando
recibimos la gratificación o sobresueldo. Es cuando los
hombres endemoniados que propugnan las guerras
parecen oír al ángel bueno y les conceden una tregua a
los soldados para que dejen de matar y morir. Es cuando
los pobres reciben una bolsita de Navidad para saciar
el hambre.

Es, en suma, cuando el Niño sincero y puro que


todos llevamos dentro se agita y nos despierta la
conciencia esperando que no sienta más el sopor que la
embota y no continuemos buscando en vano el Cielo en
la tierra, porque la paz tiene que bajar de las alturas.

Pero cuántos hombres y mujeres les arguye la


conciencia al ver que se aproximan los Santos Inocentes,
porque a las madres de Belén les fueron arrebatados los
hijos de sus brazos para atravesarlos con la espada e
impedir que Jesús fuera Rey y nos redimiera del pecado.

Pero muchas madres de nuestro tiempo no quieren


soportar la «carga de sus hijos». Unas lo hacen porque
quieren divertirse y disfrutar de la vida, otras lo hacen
porque les atiborra la maternidad, otras lo hacen para
encubrir la deshonra y continuar disfrazadas de honor.

También comprendemos a las que lo abortan porque


sus maridos no colaboran y el Gobierno las absuelve y
303
les subvenciona la operación con nuestros impuestos.
Asimismo, no podemos olvidar a las que se sienten
incapaces de sostener una familia numerosa.

Pero en ningún caso se pueden emplear medios


criminales para librarnos de las cruces que todos
padecemos. Unas -las más- creadas por el hombre, y
otras las que Dios nos promete y nos envía para poder
seguirle, y todas juntas, como lección de humildad para
ganar el Cielo y hacer patente el valle de lágrimas que
diariamente proferimos los cristianos al recitar la Salve.
Sé muy bien que esto suena duro, muy duro, pero sólo
la verdad nos hará libres.

Publicado en «EL COMERCIO» 24-Diciembre-1996

304
113.- EL 0,7%

Desde hace algún tiempo se ha levantado una


campaña reivindicando el 0,7 por ciento del PIB para
los hombres y niños famélicos y carnisecos del Tercer
Mundo. El Gobierno se muestra reticente en cumplir sus
promesas. Es verdad que tenemos un sinnúmero de
pensionistas y parados que necesitan un subsidio para
vivir con dignidad. Es evidente que tenemos pobres en
España. Es una realidad que el endeudamiento heredado
por nuestro Gobierno pulula por todas las comunidades
y municipios de nuestro país.

Los economistas más expertos nos dicen que la


deuda pública asciende a 50 billones de pesetas, es decir,
que para transportarla en billetes de mil, se harían
necesarios 500 camiones con un peso neto de diez
toneladas cada uno; todo en suma, parece hacer
razonable la omisión del Gobierno. Pero no lo es. Pues
algunas voces autorizadas nos dicen que cien mil
personas se mueren de hambre diariamente en el mundo.

Y si estas criaturas misérrimas pudieran recoger la


piel o corteza de los frutos alimenticios que se lanzan a
la basura en España y en el mundo opulento, es claro
que con los miles o millones de camiones que cargan
todas las noches para llevarlos a los vertederos, las
muertes por inanición terminarían.

Y no entro en el despilfarro pecaminoso de las


familias racionalistas y acaudaladas que nunca se verán
hartas de millones y placeres, hasta que les llegue el
juicio final.
305
Y todo esto sucede porque los gobernantes se
olvidan o rechazan a Dios. Y ese enajenamiento anímico
y egoísta, nunca les dará a conocer que el que más da
más tiene: a Dios nada le cuesta concedernos el premio
de un clima moderado que aumente nuestra producción
el 200 por cien y evitar las hecatombes diluvianas que
tantos billones de pesetas le cuestan al mundo todos los
años. Y qué podríamos decir de las guerras.

Víctor Hugo ya nos decía que «la limosna es


hermana de la oración». Y como los orantes conforman
un número muy exiguo y los que viven en pecado grave
son innumerables, el miserable 0,7 por ciento que le
piden al Gobierno, será malversado en armamento, y el
mal ejemplo servirá de modelo para muchas naciones.
El general romano -Teodosio-, ya nos decía que «la vida
eterna sólo se comercia con las buenas obras, y advertid
que ningún cadáver queda pobre si el alma va rica».

Llevo 37 años militando en movimientos cristianos,


es claro que conocí y sigo conociendo muchos hombres
bienhechores y limosneros, y a ninguno he visto
empobrecer por compartir sus ganancias con los pobres.
Por eso tengo la convicción de que nuestro Gobierno
enriquecería más a todos los españoles si fuese más
generoso con esos desheredados que claman al cielo por
un trozo de pan.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 30-Diciembre-1996

306
114.- EL FRUTO DE UN LIBRO

Son tan numerosos y dispares los caminos que


puede emprender el hombre cuando llega a la pubertad,
que algunas veces no sabe el sendero que le conviene, y
después de tomar una decisión anticipada y adelantar el
primer tramo, qué difícil resulta desandar el recorrido
costano, máxime cuando se trata de hombres contumaces
con mucho ingenio.

Si pasmosa resulta la historia de Nerón, siniestra y


cruel ha sido la de Hitler, el hombre que se encargó de
la Cancillería el 20 de enero de 1933, y en las elecciones
del 5 de marzo del mismo año, sus partidarios obtuvieron
340 actas de las 639, es decir, mayoría absoluta. El
resultado no necesita comentarios.

Y del que fuera hijo de un zapatero y pasó los


mejores años de su juventud en un seminario, José Stalin,
hoy nadie duda de la opresión y tiranía con que ejerció
el poder, y aunque lo que sigue no se podrá confirmar
nunca, uno de los acompañantes del dictador, cuando a
éste sólo le quedaba un soplo de vida, le confesó:
«Emprendí una trayectoria de vida equivocada, ahora ya
es tarde, lo que Rusia necesitaba era un San Ignacio de
Loyola».

Se dio cuenta de que Iñigo de Loyola también había


sido un hombre guerrero y con gran ingenio, pero
respondió sinceramente a la llamada del Altísimo, y
aunque pocos lo ignoran, es de notar que, si fatídicas
fueron las heridas que le acometieron en una batalla en
Pamplona, providencial fue el libro que le dieron en la
307
enfermería, conteniendo la biografía de Jesucristo,
escrita por Ludolfo de Sajonia.

Todos tenemos una idea del fruto que ha dado este


libro al adentrar su contenido en el cerebro de San
Ignacio, pero nos permitimos enumerar los detalles más
importantes: cuarenta santos en los altares, ciento
cincuenta beatos, cien jesuitas en proceso de beatificación,
cincuenta editoriales que publican anualmente cinco mil
títulos escritos por jesuitas, 110 universidades, 35
emisoras de radio, siete emisoras de televisión, 1.026
mártires, 24 mil jesuitas en activo, un sinnúmero de
colegios donde los jóvenes y niños aprenden a ser
hombres con mayúscula, y un tan largo etcétera que sólo
Dios puede evaluar.

Así vemos el poder de Dios y las fuerzas ocultas


del demonio, es decir, el bien y el mal, dos elementos
antagónicos, cada uno con su respectivo líder.

Y por si alguien lo ignora y duda del demonio, le


diré que en el Antiguo y Nuevo Testamento, Dios lo
menciona 113 veces, y que nadie se incomode si le digo
que en la mayoría de los libros y escritos está el poder
de Belzebú. Por eso nos parece que los periódicos
democráticos y bien nacidos, nunca debieran de llevar a
la papelera las cartas o escritos piadosos, pues quién sabe
encuentren algún día un receptor como San Ignacio o
transformen el porvenir de un futuro Hitler.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 30-Diciembre-1996

308
115.- HUMILDAD Y LÁGRIMAS

Pienso que la altanería es fruto de un complejo de


superioridad. Una dolencia psíquica que aún no resuelve
la medicina. Lo mismo digo del complejo de
inferioridad. Pues uno y otro son las dos caras de una
misma moneda, siempre falsa. Y el que quiera acercarse
a ser el que es -el punto neurálgico de su grandeza-, tiene
que poner en práctica la absoluta conformidad de lo que
dice con lo que piensa y siente.

Es decir, el mayor grado posible de sinceridad. El


que nos abre la concha donde se guarda la humildad,
porque la verdad y la modestia son inseparables. Pienso
que el hombre es tanto más grande cuanto más conoce
su pequeñez y la confiesa. Por eso Concepción Arenal
nos ha dejado escrito que «para nada se necesita más
fuerza que para ser humilde».

Las peripecias fatídicas de la vida son una buena


lección de humildad. Creo que Dios las permite como
gracia santificante para sus hijos. Los santos nos dicen
que puede haber penitentes en el infierno, pero que los
humildes todos ganan el cielo. He ahí que el amor y la
misericordia de Dios también se manifiestan en el dolor
que nos propina. Pues no son las penitencias que nos
imponemos las de mayor dureza, son las que nos hacen
falta y vienen de lo alto.

La religión de los Brahmas consiste en anonadarse


hasta poder entrar por la boca del Minerva, y la católica
en hacernos como niños (San Mateo c18, v3), porque
los niños poseen la pequeñez y el don de la humildad
309
sincera. Pero la humildad rebuscada también es altanería
y falsedad: «No exaltes tu nadería / que entre verdad y
falsía / apenas hay una tilde / y el ufanarse de humilde /
modo es también de ufanía» Pemán.

También creo que soportar humillaciones sin


volverlas en odio es la mejor virtud de la vida espiritual.
El abajamiento que nos propinan los soberbios es el taller
de la santidad. Si nos faltaran los enemigos se quedarían
los altares sin santos. Por eso Dios permite que hayan
sufrido tantas injusticias los canonizados. San Pío X
exhortaba a sus fieles diciendo: «Desconfía siempre de
tí mismo, ama la virtud de la humildad y tendrás contigo
las bendiciones del cielo».

Las lágrimas son el efluvio de las ventanas del


alma, las que aparecen con la humildad que aflora de un
dolor lacerante. Son la expresión de la sinceridad. Por
eso nadie pasa de largo si alguien llora con fundado
motivo. El hombre siempre está atento cuando un
semejante le transmite verdades que salen de su corazón,
porque la verdad germina en el dolor. El placer ilícito y
el carcajeo llevan implícita la mentira. ¿Quién sabe si
Dios le ha puesto a María el dolor pavoroso como auxilio
para mantener límpida e impecable la humildad innata y
ser corredentora con Él?.

Y Jesucristo aceptó el sadismo humillante y el


abucheo vejatorio para terminar con la muerte lancinante
y redimirnos del pecado. Por eso decía el santo de Oviedo
y el mayor místico del siglo XX -el Beato Fray María
Rafael-: «Benditas lágrimas, penas y enfermedades, que
son nuestro tesoro. ¡Qué bueno es tener qué sufrir!».
310
Sigue Cervantes:

«Y yo soy del parecer


y la experiencia lo enseña
que ablandarán una peña
lágrimas de una mujer».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 5-Enero-1997

311
116.- EL NACIMIENTO DE JESÚS

El Antiguo Testamento nada nos dice de Nazaret.


Sabemos que era una aldea de Galilea sin ninguna
importancia. Y como Dios vive más atento a la humildad
y la modestia, le ha dispensado el alto honor de abrigar
en su seno al Verbo encarnado. María -su Madre-, sin
haber sido sancionada con el pecado original, no siente
la menor elación -como la sentían tantas otras- de ser la
madre del Mesías profetizado.

Así, después de haber consagrado perpetuamente


su virginidad al Altísimo, el Señor se fija en su pequeñez
y la convierte en madre del Salvador. Y Jesús, siguiendo
el itinerario de su Madre, quiere nacer en un pesebre,
donde hemos visto incrustada una estrella de catorce
puntas, la que intenta iluminar al mundo con mayor
luminosidad que todos los cuerpos celestes.

Pero aunque la luz luce en las tinieblas, la


obscuridad continua ensombreciendo a los hombres
responsables y contumaces que sólo un bledo les importa
el hecho de que 800 millones de seres humanos vivan
esperando la muerte desfallecidos de hambre, y la lucha
que van orquestando desde sus poltronas para sostenerse
en el poder, nos muestra la desolación de poblaciones y
el sembrado de mutilados y cadáveres que van dejando
tantos mandatarios políticos sin conciencia y sin Dios.

Y Jesús continúa ofreciéndonos la remuneración


fija o sobresueldo por los servicios prestados a nuestras
empresas, para que podamos celebrar la fiesta de su
Natividad y compartir con los que nada tienen, y algunas
312
veces consigue que hasta los más guerreros reflexionen
un poco y tengamos una tregua de paz. Esa paz que tantos
deseamos y Él nos promete si nos mostramos solícitos a
sus preceptos.

Pero como el número de insurrectos y herejes es


mayor que el conjunto de fieles, el resultado también
tiene su lógica. Y por si todo esto fuese poco, hasta el
0,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) les
negamos a los desheredados.

Y abundando en lo mismo, nadie ignora que el Hijo


del hombre ha sido víctima por la solidaridad con los
más pobres, por la justicia, por la mansedumbre, por la
concordia, por la sabiduría que humillaba a los reyes,
por pasar haciendo el bien a manos llenas y por la paz.

Y ahora les impiden a los alumnos estudiar la


biografía más monumental y sublime de todas las que
se han escrito en la Historia de la Humanidad, no sea
que se conviertan, sanen y les digan a muchos repúblicos
y mandatarios: ¡Basta de injusticias!. Dios quiera que la
Natividad del Señor no se circunscriba a la glotonería y
los manjares solamente, y sí nos haga recordar con
mucha alegría que todos pereceríamos igualmente sin
este glorioso Nacimiento.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 8-Enero-1997

313
117.- GLOSA A LOS EVANGELIOS

La glosa está definida como la explicación de un


texto obscuro y difícil de entender. Y para conocer los
comentos que se han hecho a los Evangelios, se
necesitaría un mínimo de mil lectores leyendo dos mil
años. Pues no ha habido ningún escritor que no haya
tocado en estos textos para bien o para mal.

A los poetas les han servido siempre para hacer


poesía. A los dramaturgos para hacer obras devotas y
profanas. A los novelistas para hacer tratados preceptivos
y laicistas. A los escritores para afianzar sus ideas
sublimes y también para disuadir a los creyentes de la
devoción que practican. A los cineastas para hacer
películas piadosas o sarcásticas.

Y a los buenos cristianos para encontrar la verdad


y conocer cuál es el camino que les conduce a la vida
fraterna y gloriosa. Lo que nadie ha dudado con
conocimiento de causa es que la doctrina de Jesús puesta
en práctica conduce a todos los hombres a la igualdad
social que buscan los buenos comunistas, y cada día se
distancian más de sus loables pretensiones porque las
dictaduras estalinistas opugnan la libertad que Dios nos
concede y terminan con la tiranía y crueldad como
castigo providencial y merecido.

También los socialistas tienen un punto parigual


con los Evangelios, si tenemos en cuenta la doctrina
económica que pretenden imponer en el mundo, pero
como el crimen abominable del aborto y el menosprecio
que sienten por la Iglesia se contrapone frontalmente al
314
amor sublime y fraterno que Jesús nos exige, los
resultados terminan siendo corruptos y algunas veces
siniestros.

Y la derecha capitalista muy proclive al progreso


económico, también tiene un lugar analógico con el
Evangelio, sabiendo que Dios admite gustosamente las
riquezas cuando el titular está totalmente desprendido
de las mismas y las pone al servicio de la comunidad.

Pero el capitalismo es otro sistema condenado al


fracaso, porque los egoístas son el plantel de los hombres
malvados. Y el único egoísmo aceptable es el de
sacrificar nuestras pingües ganancias para que todos
estén bien y nosotros mejor.

Y como no hay un sistema o doctrina política buena


en todo el mundo, sólo pasa y está pasando lo que es
lógico y todos conocemos, hasta que los políticos
preponderantes se quiten la viga del ojo, se despojen de
la hipocresía y acepten la doctrina de Jesús como panacea
para todos los ámbitos y a Él como líder de la
Humanidad.

Y mientras esto no se ponga en práctica, habrá pisos


de mil metros cuadrados y piscinas colgantes con la
democracia brasileña, y millones de seres humanos
muriéndose de hambre en las «favelas» que los
circundan. Hablé de Brasil porque lo conozco muy bien.
Pero tú, alma buena que lees mis escritos, puedes hacer
extensible y válido este comentario para los cinco
continentes.

315
Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 11-Enero-1997

316
118.- LA PENA CAPITAL

Han asesinado a don Jesús Agustín Cuesta Abril.


Un militar honrado, pacífico y valiente, como lo había
demostrado en Bosnia defendiendo los derechos
humanos. Un caballero más ha sido sacrificado, y una
familia más ha sido víctima de la injusticia.

Y como los etarras no respetan a nadie y tienen un


partido legitimado que les apoya y les orienta para que
puedan perpetrar el chantaje y la muerte, lo menos que
un pueblo noble y católico como España le puede pedir
al Gobierno es que todos igualmente se pudran en las
prisiones y dejen vivir al pueblo vasco y a todos los
españoles en paz.

Pienso y creo que el día que fue abolida la pena de


muerte para los criminales convictos y confesos, se
condenó a la pena capital a miles de inocentes que
perecieron a manos de delincuentes comunes y de
terroristas.

Y como católica me tengo a las Leyes de Dios y a


las disposiciones de su Vicario en la Tierra: «Hay que
aplicar las penas proporcionadas a la gravedad del delito,
sin excluir, en casos de extrema gravedad, el recurso a
la pena de muerte» (Juan Pablo II. Nuevo Catecismo.
Canon 2266).

Oigamos la Palabra de Dios: Éxodo c21, v14: «Si


de propósito mata un hombre a su prójimo, de mi altar
lo arrancarás para darle muerte». Pero desgraciadamente
los mandatarios políticos quieren ser más generosos que
317
Dios y, muy a pesar nuestro, también algunos reverendos,
extractando una sola frase evangélica («no matarás»),
sin tener en cuenta que Jesucristo reiteradamente en sus
parábolas condena a los hombres malvados a la muerte
de cuerpo y de alma.

Y no matarás, claro, no matarás al niño en el seno


materno, y no matarás con un tiro en la nuca o con un
coche bomba a cuantos lo rodean. Y si es que los
políticos son tan generosos y sienten tanta aversión a la
pena de muerte, ¿por qué han instituido y costeado al
GAL para matar a 28 supuestos etarras sin juicio y sin
defensa?.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 16-Enero-1997

318
119.- EXCOMULGADO

H a s i d o e x c o m u l g a d o e l r e v e r e n d o Ti s s a
Balasuriya. Un teólogo católico de Sri-Lanka, muy
famoso por los tratados de teología que lleva publicados.
Pero al negar la divinidad de Jesucristo y otros dogmas
de fe, como el pecado original con que todos nacemos
por herencia de nuestros primeros padres, Juan Pablo II
lo ha sancionado con la excomunión, la pena eclesiástica
más grave, que impide la recepción de los sacramentos
y el ejercicio de ciertos actos eclesiásticos.

El teólogo ilustre entiende que una migaja de pan


no puede convertirse en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Tal vez nunca se le haya ocurrido pensar que si Dios le ha
dado poder a nuestra pobre naturaleza para transubstanciar
el caldo y las patatas, y un sinnúmero de alimentos en
cuerpo y sangre de nuestro organismo, también le ha
dado al sacerdote ese mismo poder para transubstanciar
el pan de la Eucaristía en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.

Y que todos hemos sido malparados con el pecado


original, lo estoy viendo todos los días con mis nietos,
pues el que ha cumplido 40 meses, ya se guarda de forma
sumisa cuando hace una diablura con su hermana menor
o con los ornamentos del hogar, es decir, se oculta donde
no le veamos como Adán y Eva se ocultaron entre los
árboles del jardín para no darle cara a Dios por la
desobediencia pecaminosa que habían cometido.

Cierto es que con el sacramento del bautismo


recibimos la absolución del primer pecado. Pero esto no
impide el sesgo o inclinación que todos llevamos dentro
319
para hacer el mal, y que sólo una conciencia limpia -(la
Ley de Dios escrita en nuestros corazones)- o el temor
d e Ya v h é , n o s l l e v a n a r e p r i m i r e s a i n s t i g a c i ó n
tendenciosa al pecado.

Entiendo a los ateos por haber sido increyente hace


37 años. También comprendo a los disidentes de la
Iglesia. Pero me cuesta mucho penetrar en el concepto
que tienen de la Iglesia algunos hombres ilustres como
el reverendo Tissa Balasuriya, queriendo pertenecer a
la Congregación de los fieles cristianos en desacuerdo
con la misma.

Y por si esto fuese poco, se disponen a recibir la


Sagrada Comunión negando la divinidad de Cristo,
sabiendo lo que nos dice San Pablo: «Pues el que come
el pan y bebe el cáliz del Señor indignamente, come y
bebe su propia condenación» (1ª Cor. c11, vv23-29).

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 16-Enero-1997

320
120.- ANÉCDOTA RAZONABLE

Se dice que cuando dos viandantes se encararon


en la vereda de un bosque, el hombre sencillo fue
sorprendido por el señor que llevaba una túnica sin
costura, con mucha distinción y talla soberana,
semblante majestuoso y espesa barba, cubierta por
luengo cabello ensortijado. El transeúnte humilde se
quedó arrobado y le preguntó: Señor, ¿quién eres?. Soy
Jesús Nazareno -le dijo-. Entonces puedes prometerme
un favor. Puedo -le profirió Jesús-, dime:

Cuando llegue la hora postrimera de mi existencia


terrena, quiero ser advertido para prevenirme santamente
y escabullirme del rechinar de dientes que nos anuncias,
¿puede ser?. Reiteradamente serás advertido -le dijo
Jesús al despedirse. El hombre recatado siguió su camino
pacientemente y prosiguió su vida mundana esperando
el aviso del Señor.

Los años fueron transcurriendo y la ancianidad y


los placeres ilícitos iban lacerando su cuerpo y su cabeza,
y entre los achaques que le aquejaban, arreció la gripe
en su carne y se fue sin el aviso que esperaba. Su alma
subió a las alturas con la misma prontitud del pensamiento,
y al ver a Jesús en cuerpo glorioso, le dijo: Vengo
empecatado porque no has cumplido tu promesa. No me
has avisado, Señor.

- ¿No has visto que los latidos de tu corazón


perdían la energía? ¿No has observado que tu espeso
cabello te había dejado la piel al descubierto? ¿No has
reparado en la substitución artificial de tus dientes y
321
muelas? ¿No te has fijado en el bastón que te di para
hacerte sostenible en la calle y aceras? ¿Qué has hecho
con los talentos recibidos para prevenir el remedio que
ahora no tienes?.

- Rabí -intercedió la Virgen-, él amaba a tu Madre,


¿lo puedes dispensar?. Sí -aseveró Jesús en favor de
María-, absuelto te lo dejo.

Publicado en «EL COMERCIO» 17-Enero-1997

322
121.- EL PAPA Y SU AMIGA

A los dieciocho años Karol Vojtyla había elegido


el teatro como profesión. La actriz polaca, Halina
Klwatkowska, fue su compañera de estudios desde la
más tierna infancia. Actualmente Halina cuenta 73 años,
es esposa, madre y abuela; pero recuerda muy bien
cuando el actual Pontífice creó la compañía de actores
llamada Teatro Rapsodyczny. Karol Vojtyla y Halina
siempre interpretaban los papeles más importantes; y los
quince actores que sobreviven se reunieron hace poco
en Castelgandolfo con el Santo Padre.

Juan Pablo II simultaneaba los estudios de Teología


y Teatro con los trabajos forzados en una cantera, so pena
de ser deportado a los campos de concentración por los
alemanes. Poco después su hermano Edmond -médico-
es víctima de la escarlatina y Karol Vojtyla se queda
como hijo único en compañía de su padre, el que fallece
tres años después, y así, solo en el mundo, sus
compañeros de teatro lo idolatraban por el dolor que
padecía y por ser el mejor actor de la compañía.

Pero todos recelaban al ver que siempre les hacía


esperar horas interminables postrado de rodillas centrado
en la oración y la penitencia. Sus compañeros intentaron
persuadirle para continuar su carrera de actor. Pero ya
era tarde. Su elección ya estaba hecha. Karol Vojtyla
ingresa en un seminario clandestino sabiendo que esa
decisión puede costarle la vida. No le importa nada.
Quiere ser sacerdote y consagrarse a Dios. El sabe que
la vida pasa y todo lo espera en la eternidad.

323
Su amiga Halina nos dice que Karol Vojtyla
siempre ha sido el número uno en el teatro, en el
seminario, en el deporte que practicaba con sus
compañeros, y también admirado como obrero en la
cantera donde trabajaba. Y cuando de imprevisto se dio
de baja un actor que dejaba trastocada toda la obra, Karol
Vojtyla se ofreció para interpretarlo. «Para nuestro gran
asombro -nos dice su amiga y compañera- lo hizo sin
siquiera ensayarlo. Se sabía el texto de memoria. Era un
hombre realmente excepcional».

Cuando Karol Vojtyla fue consagrado obispo con


38 años, Halina y algunos de sus compañeros ya le
auguraban como futuro Papa. «Y cuando recibimos la
noticia -nos dice Halina- fue un día muy especial, pero
también para todos los polacos. Yo me enteré de la
noticia por la televisión, al principio fue todo un ‘shock’,
después alegría y, finalmente, todos lloramos de
emoción».

Tengo para mí que Juan Pablo II ha sido y sigue


siendo un Papa insuperable. Un prohombre que tal vez
haya llegado a la raya que marca la talla que Cristo le
exige a su Vicario en la Tierra. Es decir, el cargo de
mayor responsabilidad que hay en este mundo. Y para
llegar a este punto hay que nacer, agradecer a Dios todos
los sacrificios y tribulaciones que les envía e inmolar
sus vidas siguiendo siempre las huellas de Jesús, y esto
lo hace Juan Pablo II aunque el mundo enemigo se
desgañite.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 23-Enero-1997

324
122.- EL ESCRITOR

Pienso que el escritor es alguien que quiere


compartir sus ideas con el mayor número posible de
gentes. Estimo que tiene vocación de profesor a gran
escala. Pero son muy contadas las personas versadas en
literatura y muchos los que escribimos.

Cuando yo actuaba como agente de la Propiedad


en Brasil, administraba y vendía bienes de un famoso
escritor -Paulo Benedito Duarte-, y admirando su talento
y los libros que publicaba, le pregunté cuáles eran los
requisitos indispensables para hacerse escritor, y después
de un minuto de silencio me contestó: «Lea usted mil
libros. Analice el significado de todas las palabras que
no conozca. Pasada esta experiencia siga leyendo como
seis, reflexione como cinco, escriba como tres; las
enmiendas reducirán lo anterior a dos partes, y de éstas,
una es la que debe salir a la publicidad».

La lección me pareció magistral. Pero algo muy


importante le faltaba: si no hay una predisposición
innata, el hombre envejece y muere escribiendo sin
salvar la raya del escribidor. Desde hace unos veinte años
me relaciono amistosamente con un profesor de
Literatura que también es licenciado en Románicas y
teólogo. Hace sesenta años que escribe en los periódicos.
Me ha dedicado nueve libros de su autoría, en poesía y
prosa.

Ahora está impedido de salir por los achaques de


la decrepitud, y lo visito con alguna frecuencia. Tiene
una cultura vastísima y admirable. Pero nunca ha tenido
325
lectores. No tiene garra, no ha nacido con él. Es muy
erudito y se comprende fácilmente en todos sus escritos.
Pero yo nunca he podido leer más de veinte páginas de
sus libros. Y sus dilatados artículos casi nunca llegué a
terminarlos; sorprendido conmigo mismo por la torpeza
que me imputaba, hablé con varios periodistas y con
buenos lectores, y todos me respondieron lo mismo: «No
lo leo».

José Martínez Ruíz (Azorín), nos ha dicho que


escribir es inteligencia, y Camilo José Cela ha definido
al escritor como el hombre de un equilibrio mental
preponderante. Pienso que son dos conceptos brillantes
y parigualados. Pero necesitan complementarse. Pues si
falta el equilibrio mental, la inteligencia se tambalea y
los lectores cada día saben menos, y si la inteligencia se
encuentra sumida en la mediocridad, el equilibrio mental
sólo sirve para el acrobatismo en los circos.

Tengo para mi que los dos conceptos expuestos se


pueden acrecentar considerablemente siguiendo los
preceptos del Hombre que ha sido considerado por los
mejores psiquiatras del mundo como el más equilibrado
y armónico de todas las generaciones. El que ha
conseguido mantener la plenitud de su consciencia hasta
el último aliento de su vida, e impregnado de amor al
hombre, terminó su vida pidiendo al Padre el perdón para
sus verdugos. Así fue Cristo en la Tierra.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 23-Enero-1997

326
123.- FRANCO

Sabiendo que don Alfredo Villamil Iraola es bien


acogido en LA NUEVA ESPAÑA, me dispongo a perder
el tiempo intentando replicar la carta del pasado día 13
en este mismo Diario, retrucando a don Manuel
Ballesteros Álvarez con prudencia y mesura deturpadas
por la astucia, al servirse de historiadores agnósticos y
adversos a Franco, implicando a Juan Pablo II y
rampándole fragmentos que muy poco dicen por sí solos,
sin tener en cuenta que hasta la pena de muerte está
legitimada por él en el canon 2266 del nuevo Catecismo,
es decir, lo que Franco hacía con los criminales convictos
y confesos para evitar los males mayores que ahora todos
conocemos.

Nunca podré entender que don Alfredo se declare


católico y socialista como lo viene haciendo en sus
malaventurados escritos. Pues si le parece poco el aborto
libre que propugna la izquierda española y que don Alfredo
apoya con su voto y la defensa de su predilecto partido,
mientras por otro lado aparece la más opugnante
contradicción: «Todos somos hijos de Dios. Si verdaderamente
somos todos creados por Dios, ¿por qué no hemos de
respetar las vidas por Él creadas?». Respete, don Alfredo,
respete las vidas por Él creadas y como experto en la
política, defienda el partido o Gobierno que menos niños
atocine en el seno materno. Pues edad tiene usted para
empezar a ser consecuente con lo que dice. ¡Ah!, sí, le
aseguro que también se equivoca al decir que todos
somos hijos de Dios (San Juan c1, vs.11 y 12).

327
Y aunque el aborto es la mayor tragedia que
tenemos en España y en el mundo, le recuerdo una ínfima
lista de socialistas corruptos, y digo ínfima comparada
con lo que todos ignoramos exceptuando los usurpadores:
Vea que aún no han devuelto un solo duro de los cientos
de miles de millones obtenidos gracias a los delitos que
tipificaron los casos de Juan Guerra, Ballester, Viajes
Ceres, Expo 92, Sellberg, Renfe, Ibercorp, Cruz Roja,
Fedes, Enatcar, MsDonnell, Ave, Focoex, Siemens, Aida
Álvarez, Filesa, José Marco, Fondos Reservados,
licencias de transporte, Fundescoop, Palomino, Piluca
Navarro, Intelhorce, Hytasa, Urralburu, Roldán,
Financiación ilegal del PSOE, Otano, Medellín y
Marbella.

¿Cómo podemos olvidar estas estafas, malversaciones


y cohechos tan escandalosos como los de Francosur,
Intermun, Marconi, Rumasa, El Viso, Arco Iris, Ceselsa,
Transcomin, Time Export, Telettra España, Tahis, Prensa
Sur, Omega, Management y Macosa. Y tenga en cuenta
que el Partido Socialista avaló los nombres de Alcaide
de la Rosa, Emilio Alonso, Carmen Arredonda, Antonio
Arroyo, Guido Brunner, Antonio Calleja, Javier de la
Rosa, Jesús Espelosín, Julián García Valverde, Mariano
Rubio, Florencio Orina, Guillermo B. Juárez, Carlos
Navarro, Jorge Olleros, Jacinto Pellón, César Ramírez,
José Miguel Salinas, Jaime Montaner, Fernando Feijó,
Enrique Sarasola, Eduardo Santos...?.

Y si estos políticos socialistas son más generosos


que Dios (Éxodo c21, v14) y sienten aversión por la pena
de muerte, ¿por qué han instituido y costeado al GAL
para matar 28 supuestos etarras sin juicio y sin defensa
328
jurídica?. No comprende don Alfredo que con Franco el
máximo de parados no llegaba a los 300.000, y ahora
sobrepasan los dos millones, no comprende que con
Franco sólo estaban privados de libertad 3.000 reclusos
y ahora nos dice la prensa que tenemos encarcelados
50.000, sin tener en cuenta que gozan de libertad más
de un millón que necesariamente tendrían que estar
presos para dejarnos vivir en paz.

No comprende, don Alfredo, que ahora tenemos


cientos de miles de matrimonios rotos y jóvenes
drogadictos a causa de una libertad malparada y
malentendida. No entiende, don Alfredo -el que se dice
católico-, que el País Vasco y un sinnúmero de españoles
viven el amilanamiento que les propinan los terroristas
y el partido legitimado de los batasunos que les orientan
y les apoyan para el chantaje y el crimen, adicionados a
ellos los delincuentes comunes que asaltan diariamente
a miles de personas y establecimientos matando y
robando.

No se da cuenta que después de morir el hombre


que envainaba la espada más limpia del mundo (esto lo
ha dicho Torcuato Luca de Tena en ABC), Franco, ha
llegado a España la corrupción, el hedonismo, la pérdida
de la verdadera libertad para los hombres de bien, la
droga, la ruina económica y la pobreza para unos ocho
millones de familias. Por eso nos ha profetizado don
Alfonso Guerra que si ellos gobernaban a España no la
conocería ni la madre que la parió.

No se da cuenta mi buen amigo, don Alfredo, que


mientras no se ponga en práctica la doctrina de Jesucristo
329
y a Él como líder de toda la Humanidad seguirán
muriéndose de hambre 800 millones de seres humanos
y cada día más, porque la pobreza sólo Cristo sabe
defenderla; todo lo demás es hipocresía y egoísmo, es
decir, el plantel de los hombres malvados.

Terminaré diciéndole que no existe un santo vivo


que no sea franquista, empezando por monseñor
Lahiguera que lo admiraba y se encuentra en proceso de
beatificación, y terminando por la que subirá a los altares
tan pronto como pase a la gloria merecida, sor Lucía, la
vidente de Fátima, la misma que ahora se lamenta por
todo lo que sucede en España después de la muerte de
nuestro querido Caudillo, quien estuvo con ella más de
una hora en el convento de Coimbra. Puedo asegurarle
que esa Virgen a quien usted dice venerar con gran
unción, es la misma que derrotó al materialismo ateo y
comunista de Rusia. Así lo profetizó y así fue.

Viva Jesucristo y abajo todos cuantos le rechazan


o desdeñan.

Reciba un cordial saludo de un pecador que ama a


Cristo, su verdad y su justicia.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 27-Enero-1997

330
124.- LAS APARICIONES

Pienso que las apariciones de la Virgen han hecho


mucho bien a la humanidad. Y España ha sido la nación
más privilegiada de todo el universo. Es de notar que
poco después de la muerte y resurrección de Jesucristo,
María se presentó en Zaragoza -cuando aún vivía en la
Tierra- al apóstol Santiago y sus secuaces para pedirles
que construyeran una capilla en su nombre, al mismo
tiempo que les decía: «Permaneceré en este sitio hasta
el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre
portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos
que en sus necesidades imploren mi protección».

Esta primera aparición en toda la historia mariana,


ha tenido lugar sobre un pilar de mármol en las riberas
del Ebro. Por eso al terminar la construcción de la
primera iglesia en honor de María, el apóstol Santiago
la consagró con el nombre de Santa María del Pilar.

Desde aquella fecha hasta el día de hoy, han sido


tan numerosas las apariciones reconocidas por la Iglesia
en todo el mundo y tantos miles de templos los que se
han levantado en honor de María, que sólo un número
muy exiguo de católicos desconfían de lo que a nosotros
nos parece una auténtica realidad.

Ya sabemos que las apariciones no constituyen un


dogma de fe. Y algunos católicos nos dicen que la Virgen
siempre se aparece a niños y pastores analfabetos, como
Bernardeta en Lourdes, como Lucía, Jacinta y Francisco
en Fátima, como Juan Diego en México y un largo
etcétera de inocentes.
331
«Si se presentara -nos dicen- a personajes ilustres,
creeríamos». Contrariamente a lo que estos señores nos
dicen, nosotros creemos que ninguno de los videntes
citados era más ingenuo y candoroso que la misma
Virgen, y fue precisamente a esta niña de Nazaret a quien
Dios eligió para ser su propia Madre y recibir la
salutación del arcángel San Gabriel.

Y es que donde hay inocencia el pecado no existe,


y como el desorden moral es lo que más le ofende al
Señor, los que en mayor o menor medida vivimos
empecatados, no somos aptos para recibir los mensajes
del Cielo, porque «si no fuerais niños como éstos no
entraréis en el reino de Dios» (San Mateo c18, v3).

Los santos nos dicen que la omnipotencia del Señor


se hace más evidente sirviéndose de los más pequeñuelos
para llevar a buen fin la magnificencia de sus obras. Y
así lo estamos viendo, ¿qué sentido tiene para los
hombres racionalistas el hecho de que la Virgen les
hablara a los niños de Fátima sobre la conversión
de Rusia?.

Pues como bien ha dicho sor Lucía: «Nosotros


rezábamos el rosario pidiendo por la conversión de una
mujer mala que se llamaba Rusia, hasta que nos hicieron
saber que se trataba de una nación». Y ahora todos
sabemos que después de hacer Juan Pablo II la
consagración que la Virgen les había pedido, seguidamente
llegó la libertad de religión en Rusia.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 28-Enero-1997

332
125.- A DON PRIMITIVO PÉREZ

Con mucho gusto correspondo a los sentimientos


que nos unen los asesinatos de ETA; expuestos y
compartidos en la carta que me envía (22-1-97) a través
de LA VOZ DE AVILÉS. Pero es necesario objetar
parcialmente lo que no corresponde al bien común que
todos deseamos y que se encuentra únicamente en las
verdades reveladas por Dios.

Es verdad que Jesucristo perdona todo a los


hombres arrepentidos y también a los que no saben lo
que hacen. Pero ningún sacerdote puede absolver los
pecados en nombre de Cristo si el penitente no se declara
contrito, y a los etarras sólo les duele el no haber causado
más dolor.

Juan Pablo II no puede contradecirse nunca cuando


habla «ex catedra» en materias de fe y de moral. Y la
encíclica «Evangelium Vitae» la he leido y comentado
en el periódico. Y no hay en ella un sólo fragmento donde
se diga que la pena de muerte debe de ser abolida.

Es claro que el que no haya leido el nuevo


Catecismo donde claramente se pronuncia a favor de la
pena capital, viendo la defensa que hace de la vida en la
encíclica susodicha, encontrará obstáculos o le parecerá
que deja en entredicho la pena de muerte.

Y esto es lo que creo que le ha ocurrido a usted


con la mejor intención, máxime si tenemos en cuenta
los comentarios que se han hecho en este sentido para

333
ridiculizar al Santo Padre y situarlo como a un
contradictor.

Intentando demostrarle que las leyes de Dios son


perfectas y que nos conducen a todos los bienes, le diré
que después del expurgo sangriento y brutal que fue
perpetrado al finalizar la Guerra Civil en España, en un
período de 36 años, fueron ejecutados 73 criminales
convictos y confesos, y al ser abolida la pena de muerte,
en un lapso de 15 años fueron asesinados más de 70
delincuentes y terroristas en enfrentamientos con la
policía, en accidentes con manipulación de artefactos
explosivos. Y a todo esto hay que sumar los 28 que
fueron ejecutados por el GAL.

Está claro que los mismos criminales salieron


perdiendo con la supresión de la pena de muerte. Y ahora
viene lo que a usted y a mi nos angustia y apena, es decir,
los mil asesinatos cometidos por ETA, y tal vez más los
que han sido ejecutados en atracos a mano armada por
delincuentes comunes.

¿Comprende, don Primitivo, cómo es muy


conveniente cumplir las leyes de Dios para sufrir todos
el menor de los males? ¿Comprende el porqué la madre
Teresa de Calcuta nunca se ha pronunciado en contra de
la pena de muerte, a pesar de habérselo preguntado tantas
veces los periodistas? ¿Comprende el porqué ningún
santo se ha manifestado en contra de la pena capital y sí
muchos a favor de la misma? Pues estos son los
verdaderos intérpretes del Evangelio.

334
Las Naciones Unidas que congregan a unos 182
países miembros, omiten los derechos humanos porque
no aceptan las leyes de Dios. Por eso el Santo Padre las
conminó para que distribuyeran las riquezas y
suprimieran el aborto que todas tienen legitimado. Pero
ni lo uno ni lo otro. Así es la famosa ONU.

Es cierto que la pena de muerte en los EE.UU. no


ha conseguido erradicar la violencia. Pero quién le dice
a usted que no se multiplicaría por diez si esa pena
desgraciada no existiera.

Acerca de lo que menciona con respecto a la TV,


sólo tengo que elogiar su pensamiento y saludarle
fraternalmente por todo lo bueno que nos une.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 29-Enero-1997

335
126.- LA BUENA LECTURA Y LA TV

Si consagrásemos a la lectura todas las horas que


malgastamos, ningún hombre se iría de este mundo sin
ser apto para un doctorado. Y si la lección procediera de
autores cristianos, serían necesarios muchos pontífices
para canonizar diariamente legiones de santos, y si la
televisión perniciosa desapareciera, el 80 por ciento de
las familias disgregadas estarían conviviendo felizmente
con los hijos que ahora están asaltando al prójimo o
sufriendo en las prisiones los daños cometidos.

Es demasiado tarde para que los mandatarios


políticos busquen el remedio moralizador incrementando
las penas y la policía, cuando en verdad son almas
enfermas contagiadas por el desgobierno. Pienso y creo
que la medicación para atajar los males tiene que ser
preventiva. Y lo cierto es que la mayoría de los gobiernos
permiten y autorizan que se propague e inyecte el germen
de la inmoralidad, el desorden y la violencia.

Y cuanto todo está consumado, nos dicen que la


delincuencia está muy bien organizada y que las Fuerzas
de Seguridad tienen que organizarse mejor, es decir, que
necesitan medios más sofisticados para reducir a los
combatientes del desorden que el mismo Gobierno fue
promocionando y adiestrando desde la pequeña pantalla
y otros medios de difusión.

De Madrid me han enviado las últimas estadísticas


del problema que se agudiza día a día en todo el mundo
con la televisión, y nuestro país no es una excepción.
Cada año, un niño o un adolescente español observa a
336
través de la pequeña pantalla unos 12.000 actos
violentos, 14.000 referencias al sexo y unos 2.000
anuncios de bebidas alcohólicas.

Está claro que esta cultura de inmoralidad y


violencia que emana de la programación televisiva,
contribuye muy positivamente a las altas tasas de
impetuosidad e incremento de crueldades y delitos
sexuales. Y si los gobiernos esperan controlar a los
malhechores después de incubarles el maquiavelismo,
es algo así como inyectarle el sida a un hombre sano
para después revolver Roma con Santiago en busca de
la medicación que no existe.

Si se fomentara la moral que Cristo y los santos


nos enseñan. Si se privara de libertad a los hombres
libertinos para conseguir el liberalismo del pueblo
trabajador y pacífico. Si se fomentase la cultura
magnánima y piadosa para consolidar la democracia,
todos seríamos independientes y libres, porque la
libertad procede de Dios y es muy buena: «Cuando se
ha cumplido con el deber de respetar la libertad todo lo
posible, hay el derecho de privar de ella todo lo
necesario» -Concepción Arenal.

Publicado en «LA VOZ DE ASTURIAS» 2-Febrero-1997

337
127.- EL PADRE RIVAS

Cuando un hombre importante se muere, los


adversarios guardan silencio, los envidiosos se arrepienten
y ensalzan las virtudes del que ya no les entristece más
con sus éxitos, y los amigos fieles sienten el vacío
aflictivo y profieren panegíricos que pueden exceder a
la verdad. Pero las faltas o pecados cometidos por el
finado nadie los menciona porque ya no las repite jamás.

Dicho esto, quisiera ser sincero con el padre


Victoriano Rivas Andrés como él lo ha sido conmigo.
Le conocí hace veinte años cuando viajamos juntos a
Tierra Santa, y los dos anotábamos en un cuadernillo
los episodios más importantes que nos refería el
cicerone. Eran referencias que nos interesaban para
después glosarlas; él con once artículos en EL
COMERCIO, y este humilde escribidor con diez en La
Hoja del Lunes de Gijón.

Y mientras el autobús nos trasladaba de un lugar a


otro en Galilea, escribí unos versos rimados acerca de
lo que iba sintiendo en mi alma conforme al impacto
espiritual que me inspiraban los Santos Lugares donde
Jesús predicaba la Buena Nueva.

Nuestro queridísimo hijo (d.e.p.) los leyó en voz


alta para los 32 peregrinos que nos congregábamos en
el autobús, y como el padre Rivas era un gran poeta, se
acercó a mi para ofrecerme -cuando llegáramos a Gijón-
los versos rútilos que llevan por título Canciones del
silencio. A partir de aquella fecha no perdimos más el
contacto y me fue dedicando ocho libros de su autoría.
338
Tengo que admirar siempre la sensibilidad y buen
juicio del padre Rivas. La prudencia y buen obrar en
todos sus quehaceres. La pulcritud. La cortesía y la
mesura. La claridad con que enjuiciaba la política y que
jamás expuso en sus artículos. Pues como buen sacerdote
y fiel a las disposiciones del Santo Padre, no dejaba
fisuras para la controversia del politiqueo.

E r a u n g r a n d e v o t o d e l a Virg e n y s i e m p r e
encontraba tiempo para predicarnos un tríduo en honor
de María. Nunca le llamé por teléfono que no me
agradeciera la llamada, y cuando él lo hacía para darme
aliento e incentivarme a seguir escribiendo los escritos
que asiduamente me leía, invariablemente entraba con
la preocupación de haber sido importuno en aquel
momento.

Por todo lo dicho, me siento apenado con su muerte


y diariamente elevo mis humildes plegarias al Altísimo
para su eterna felicidad.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 4-Febrero-1997

339
128.- FAMILIA Y TV

Las familias siempre se han distinguido entre sus


contertulios y amigos por la intimidad y el amor fraterno.
La depreciación o demérito que pudiera surgir de parte
del mejor compañero contra los deudos de nuestro hogar,
era suficiente motivación para discordar con el camarada
y unirnos más vivamente con nuestro linaje.

Por ley natural, nadie nos ha querido más en este


mundo que nuestros padres, y nadie querría a sus padres
tanto como los hijos. Giuseppe Mazzini ya nos decía que
«los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza que le
han sido dados sobre la tierra al hombre, son los goces
de la familia». Por eso nos ha dicho el eminente
psiquiatra don Enrique Rojas -después de llevarle Dios
un hijo- que «el mayor dolor moral al que podía ser
sometido un ser humano, era la pérdida de un hijo». Esto
también yo lo se por experiencia.

Y este amor desmedido que ha reinado siempre en


los hogares normales, era el mejor guardián de una
sociedad ordenada y respetuosa con todos los derechos
humanos de la comunidad, porque el celo y estima de
nuestros seres queridos, nos despierta el impulso íntimo
que nos lleva a promover las buenas obras para llegar a
nuestros lares incólumes y disfrutar plenamente del gozo
que nos ofrece una familia unida.

Pero esta monomanía casi invariable por parte de


las cadenas televisivas, llevando a nuestros hogares
escenas pornográficas y hedonistas, violentas y

340
maquiavélicas, van destruyendo a las familias e incitando
a las almas buenas a conductas aberrantes.

Y este comportamiento que le ofrece placeres


fugitivos -y depresiones-, también les lleva a la búsqueda
de sus compinches para -todos juntos- abandonar el
hogar y terminar consumiendo droga en las calles y
discotecas hasta sumarse a la multitud de reclusos que
albergan las prisiones de España.

Porque la televisión quiere promocionarse


incitando las pasiones de la carne que todos llevamos
dentro después del pecado original, y el mejor medio
para conseguirlo son los programas antirreligiosos y
obscenos. Es decir, los que absorben nuestra imaginación
y nos privan del diálogo afectivo y fraterno que tanto
nos armoniza y nos une.

Pienso que nuestros gobernantes deben de saber


muy bien que las familias están siendo atacadas, algunas
corrompidas y todas minadas por la pequeña pantalla, y
aunque algunos mandatarios políticos vulneren las leyes
de Dios y los casen los alcaldes, también sabrán que,
aunque imposible, si Dios no existiera, tendrían que
propagar sus preceptos en la televisión y en la radio para
prevenir la enfermedad moral que se va contagiando y
extendiendo en nuestra queridísima España como un
chorro de agua sobre el pavimento.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 4-Febrero-1997

341
129.- LA VIDA

Vivir es tener vida. Vivir también es pensar casi


siempre en lo que no conviene. Es decir, permitir que
un cerebro que forzosamente tiene que funcionar 16
horas diarias, dedique buena parte del día a trabajar en
contra del que lo posee y lo gobierna, sabiendo que un
poco se vive como se piensa, y como se piensa en vivir
lo mejor posible, casi todos vivimos mal. Si pensáramos
mucho en las dificultades que tienen otros para vivir,
todos viviríamos mejor, porque el secreto de vivir bien
es depurar la conciencia y robustecerla con todos los
bienes que nos pide.

En medio del maquiavelismo televisivo aparecen


algunos personajes en fase terminal de su existencia, y
como siempre han vivido a la greña con Dios, nos dicen
que mueren con la conciencia tranquila, es decir, quieren
hacer las paces con Dios como si fuese un cicatero por
la conciencia deleznable que les dio, luego -cuando brille
la luz de la verdad- podrán ver que con Dios siempre
sobran muchos cestos de pan.

Los hombres somos tan injustos con la conciencia,


que cuando la traicionamos con lo que detesta nuestra
alma, nunca le damos el beneplácito a la conciencia. Por
eso los teólogos buenos nos dicen que Cristo será el Juez
justo en el juicio que a todos nos espera, y la conciencia
el testigo de cargo dando cuenta de las injusticias que le
hicimos sufrir.

Y al decir esto apelo a la misericordia de Dios, pues


al contrario de algunos personajes que dicen morir con
342
el deber cumplido, yo siento que nunca he cumplido
d i l i g e n t e m e n t e c o n m i c o n c i e n z u d o d e b e r. Y n o
comprendo que pueda haber sinceridad en las personas
(ateas o católicas) que manifiestan su satisfacción por
todo lo que han hecho.

José María Pemán (un gran católico en apariencia), nos


ha dejado escrito que «quiero pensar y decir: Viví como viviría
/ si ahora volviera a vivir». Esto quiere decir que nunca ha
sentido la necesidad de confesarse. Pues el sacramento de la
penitencia está reservado para los pecadores arrepentidos, y
nadie se ha postrado de hinojos en los confesonarios con más
frecuencia que los mismos santos.

Pienso que para una conciencia digna y pura, la


mayor tormenta es el pecado, y como la culpa de omisión
todos la llevamos encima, por ahí comienza el
embotamiento del alma, y si dejamos de escuchar la voz
sincera de la conciencia, puede llegar a desaparecer y
convertirnos en monstruos perversos. Esto es lo que está
sucediendo continuamente con el terrorismo, con el
aborto y con el sadismo criminal.

Por eso Pío Baroja manifiesta: «El hombre está un


milímetro por encima del mono y un centímetro por
debajo del cerdo». Cicerón ya nos decía que «vivir bien
y felizmente no es otra cosa que vivir honestamente y
con rectitud de conciencia». Y Víctor Hugo nos ha dejado
escrito que «la conciencia es la presencia de Dios en el
hombre», es decir, el Dios-Conciencia que nos acusa de
los males que hacemos.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 6-Febrero-1997

343
130.- DISLATE SOCIALISTA

La contumaz petulancia que vemos ostentada en la


carta (16-1-97) de don José Clavero Orcal, produce
repugnancia por la desfachatez que ningún ser humano
con un ápice de conciencia puede recibir de buen grado.

El señor Orcal nos habla de la despenalización del


aborto y de las relaciones del PSOE con la Iglesia, es
decir, de los cientos de miles de infanticidios y de la
complicidad de los prelados y de la Curia Romana,
sabiendo que no ha quedado un solo obispo en España
que no haya condenado esta legislación criminal. Del
Santo Padre no digo nada, supongo que el señor Clavero
lo conoce bien.

También nos dice que el PSOE ha sido un Gobierno


muy sólido y bien estructurado y reconocido por todos.
Tan deleznable será su retentiva que ya no recuerda cómo
la mayoría de los españoles -sirviéndose de las urnas-
despojaron de las poltronas la mayor corrupción que se
ha comprobado desde hace más de un siglo.

Acerca del mapa autonómico que profiere y


pondera, sólo le pondré dos ejemplos: el País Vasco que
no quiere saber de los españoles y no existen calles ni
plazas que no estén manchadas de sangre con las
víctimas de los etarras y el partido legitimado que los
apoya, y la comunidad de Cataluña donde tantos
españoles están marginados porque les impiden estudiar
el idioma de nuestra querida patria.

344
Y como bien ha dicho el nuncio de Su Santidad,
monseñor Lajos Kada, después de pedir a los clérigos
que no sigan marginando a los castellano-hablantes con
las misas en catalán: «Yo pienso un poquito en la España
anterior y posterior a la Guerra Civil: enormes
seminarios, muchísimas vocaciones. Entonces veía todas
las iglesias llenas de varones, elegantemente vestidos,
en días durante la semana. Si yo miro ahora a las iglesias,
veo mujeres, pocos jóvenes y pocos hombres. Sobre las
relaciones Iglesia-Estado, la Iglesia ha depositado mucha
esperanza en el nuevo Gobierno para que las tensiones
existentes creadas con el anterior Gobierno puedan ser
finalmente resueltas».

Es cierto que los socialistas han incrementado las


pensiones. Pero no creo que si los pensionistas
restituyeran todo el aumento de las subvenciones
obtenidas a las arcas del Estado, la importancia fuese
suficiente para saldar la deuda pública de los 50 billones
de pesetas. Y si usted se sirve de empréstitos bancarios
con los intereses correspondientes para agasajar a sus
hijos, es claro que viene la misma ruina que ha venido
en España.

Recuerde el señor Clavero que estamos rayando los


dos millones y medio de parados, sin tener en cuenta las
jubilaciones con más de diez años de antelación. Y estos
señores también son hombres relativamente jóvenes y
en paro; todo esto y los cientos de miles de empresas
que cerraron en la bancarrota, lo esperábamos muchos
millones de españoles al subir al poder los socialistas,
porque, donde se quita más que se pone, pronto viene la
ruina.
345
Es cierto que tenemos muchos médicos en
ejercicio. Pero, desgraciadamente no son pocos los que
actúan como verdaderos verdugos. Tengo buenas
relaciones con algunos psicólogos y psiquiatras, y me
cuentan escenas escalofriantes. Padres que llegan a la
consulta estresados porque sus esposas quieren abortar
y les intiman con el divorcio si no lo aceptan, y se
encuentran sin ningún derecho para defender la vida del
hijo querido.

Hace unos días me decía una buena psicóloga cómo


vertía lágrimas una joven después de juntarse con otras
20 en una clínica abortista y ser todas muy bien tratadas
por los facultativos para abrirles el vientre y matarles el
hijo, y ahora, decía: «Me doy cuenta de que no soy más
que una criminal que ha puesto fin a la vida de un hijo.
Y este drama que llevo en mi cabeza jamás lo podré
ahuyentar. Malditos médicos abortistas, malditos
socialistas».

Y así, señor Clavero, cientos de miles de pobres


jóvenes que han sido seducidas por la política que usted
defiende y propugna. Y es muy posible que usted no haya
sido abortado gracias a las leyes del franquismo. ¿Qué
le parece si usted está debiéndole la vida a Franco y
odiándolo mortalmente?. Ya que Dios perdona setenta
veces siete, haga un examen de conciencia y pídale
perdón a Dios. Quién sabe le perdone y encuentre la
salvación de su alma y la de otras muchas que
solapadamente estará condenando con su desgraciada
pluma.

346
Ya se habrá enterado que don Felipe también
adicionó a todos sus desmanes el gesto de perdonar unos
doscientos mil millones de pesetas en sanciones fiscales
a seiscientas firmas y familias millonarias, es decir, lo
que Aznar considera suficiente para no tener que
congelar los salarios de los funcionarios públicos, como
ha tenido que hacerlo por falta de recursos económicos.

Comprendo el desorden de su mentalidad. Me


invita a la caridad. Haré muchas plegarias a Dios para
que se convierta, sane y cambie el mal que hace por el
bien que puede hacer su pluma y yo con la mía. Y como
estamos en democracia, quién sabe me publiquen esta
carta que busca y desea el bien de toda la Humanidad.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 8-Febrero-1997 y en «LA VOZ


DE AVILÉS» 12-Febrero-1997

347
131.- LA INCONSECUENCIA DE UN
NOBEL

Alguna vez he pensado que los más inconsecuentes


somos los cristianos, y si algún colega lo duda, le sugiero
que parifique su vida con el dictamen o disposición que
Jesucristo ha dejado escrito para sus fieles o secuaces.
Es cierto que tenemos muchas excepciones y no se puede
hacer tabla rasa. Pero la informalidad en este sentido
parece agudizarse más cada día. Con esto del progresismo,
los hombres contumaces están empecinados en que Dios
progrese también, y como la talla del Señor -en todas
las direcciones- no tiene término, nos encontramos con
que el ser humano está retrocediendo día a día.

Como ejemplo de lo que antecede nos encontramos


con uno de los literatos y estilistas más famosos del
mundo. Me refiero a don Camilo José Cela. Pues al irse
aproximando a la raya de los 80 años, comenzó a hablar
de Dios, de los ángeles, de la Santísima Trinidad y de
los santos. Y en el último artículo que tengo sobre la
mesa, nos dice que mandó decir una misa por el eterno
descanso de las almas de tres amigos; y después de
mencionar los nombres, nos dice que estaban ateridos
de frío los únicos presentes en el santo sacrificio.

El ejemplo del Nobel me parece ejemplarizante.


Pero donde guardamos la casquilucia que le acompaña
desde hace unos años. Y quién se conduele del dolor
moral y vejatorio que viene soportando su legítima
esposa, mientras don Camilo disfruta de una jovenzuela
y de los premios literarios a los que tanto ha contribuido
la que fue su abnegada secretaria y solícita esposa.
348
Es verdad que todos pecamos y no somos
consecuentes con los preceptos de Jesús. Pero involucrarse
en lo cenagoso de un pecado mortal hasta llegar a la
tumba sin pensar en la inmortalidad del alma, nos parece
un despropósito desmedido, y el desbarro se agiganta
viendo el contenido del artículo susodicho y el título:
«Sobre la inmortalidad del alma».

Si se tratara de un hombre increyente, nada tendría


que decir. Pues el que cree que todo termina cuando el
corazón deja de moverse, es claro que su razonamiento
siempre es el mismo: Sálvese quien pueda, comamos y
bebamos que mañana moriremos.

Pero don Camilo nos viene demostrando su


creencia y, consecuentemente, también tiene que creer
en el juicio final que se le viene encima. Tampoco puede
ignorar que el que mira a una mujer deseándola ya
adulteró en su corazón, y don Camilo la miró deseándola
y vive consumando el adulterio. Que Dios le perdone, a
él, a la casquivana que le acompaña, y que le conceda la
gloria supuestamente merecida a la que fue su esclava y
sigue siendo su legítima esposa. Eso es lo que les deseo
a los tres de todo corazón.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 10-Febrero-1997

349
132.- PIENSO QUE EL ATEO NO EXISTE

La palabra «ateo» está definida como el hombre


que niega la existencia de Dios. En este contexto se
encuentran un sinnúmero de personas, buenas y malas.
Pero el concepto más generalizado que nos ofrece la
palabra «ateo» es el que se refiere al hombre que no cree
en Dios, y éste -en mi modesta opinión- no existe, porque
negar lo que no se sabe es una falta de sinceridad. El
poder que tiene el ser humano para ahuyentar de su
imaginación lo que no le conviene, es casi inefable.

Y cuando alguien quiere llevar una vida desordenada


y vivir tranquilamente, necesita trastocar su conciencia
y buscar la razón de la sin razón para justificar su ficticia
postura, y así consigue que la evidencia subyazca en el
consciente, mientras la negación de Dios aflora
constantemente en el cerebro y la va disipando con la
lengua, como un acto de defensa propia, para justificar
lo que realmente no puede saber ni creer.

El gran filósofo asturiano y honrado profesor, don


Gustavo Bueno, se desgañita en la televisión y en los
periódicos para demostrarnos que Dios no existe, y uno
se pregunta: ¿cómo lo sabe? ¿Quién se lo ha dicho?
¿Cuál es el interés que le mueve para descristianizar a
esa multitud de señoras y hombres ancianos que tienen
puesta su ilusión en un Dios misericordioso que
supuestamente les espera con los brazos abiertos en la
fase terminal de sus vidas?.

¿Cómo se puede vilipendiar a esas almas piadosas


que se congregan en un templo postradas de rodillas
350
elevando plegarias al Altísimo para que les conceda el
bien de sus hijos y nietos, y a ellas les acoja benigno
cuando terminen de sufrir el purgatorio que normalmente
lleva consigo la decrepitud?. Y, ¿por qué se intenta
deturpar ese ideal sublime que tienen tantos jóvenes y
se les induce a llevar una vida digna que todos deseamos
para nuestros hijos?.

¿No parece una ignorancia supina la falta de


discernimiento entre el bien y el mal que nos pueden
hacer los hombres dotados de talento y con vasta cultura?
¿No podrá ser esta actitud algo que les promueve la
soberbia y les impide doblegarse y renunciar al «yo sé»,
al «yo soy» y al «yo valgo»?.

Termino con unas palabras de LA BRUYÈRE:


«Quisiera que quien niega a Dios, fuese un hombre
sobrio, moderado, casto, justo; al menos éste hablaría
desinteresadamente. Pero ese ateo no existe».

Publicado en «EL COMERCIO» 12-Febrero-1997

351
133.- VENIMOS DE LA TRAPA

Hace más de 20 años leí el libro más predilecto de


todos los que he descifrado en mi vida. Está escrito por un
trapense que pasó su infancia y juventud en Oviedo. El que
ha sido beatificado por Juan Pablo II hace dos años. Vida y
escritos de Fray Mª Rafael es un volumen con 576 páginas.
Es el diario íntimo de un joven que pertenecía a la nobleza
de los duques de Maqueda. Y con sólo tres años de grave
enfermedad, en la enfermería de la Trapa de Palencia, fue
manuscribiendo el verdadero sentir de su alma en los
momentos más ardientes de su perseverante contemplación.
Allí terminó su vida con 27 años.

Al ver que se trataba del mayor místico del siglo XX


-esto dicen los ascetas expertos-, nos fuimos a la cartuja de
Valencia para conocer a su hermano -padre Fernando Arnáiz
Barón-. Nos recibió con mucho agrado y nos dio una carta
para su tía -la duquesa de Maqueda-, que también nos recibió
en el convento de La Encarnación de Ávila. Y como la
temperatura era de cero grados en el Convento y la religiosa
estaba rayando los 70 años, le ofrecimos una estufa eléctrica
para que no continuara temblando.

Rehusó la oferta que le hicimos para ofrecerle a Dios


el sacrificio que conlleva el frío congelante. Pero nunca más
dejó de agradecernos el obsequio caritativo que no recibió,
y así entablamos una correspondencia que terminó con su
muerte en olor de santidad 15 años después. Más de 50 cartas
manuscritas por la santa religiosa conservo en mi archivo.

En el transcurso del tiempo referido también han


sido frecuentes las visitas que les hicimos al padre
352
Fernando y a su tía. Y en uno de los recibimientos por el
cartujo susodicho, me pasé tres días y tres noches en la
cartuja para conocer «in situ» la mayor austeridad de
todos los religiosos. Al mismo tiempo hice un reportaje
que don Juan Manuel Wes López me publicó en su Diario
avilesino.

Y como ahora se encuentra en la Trapa de Palencia


el padre Fernando, fuimos a verle el pasado domingo.
Tiene 85 años, 34 enfermedades y dolencia, le han
operado 14 veces, come una comida cada 24 horas sin
agua y sin pan, duerme cinco horas y se pasa los días
haciendo oración y lectura religiosa. Es hipertenso, ha
llegado a tener 19 de mínima y 24 de máxima, tiene una
bala en el cuerpo, ocho huesos rotos y un parche de 10
milímetros en el corazón. Y después de celebrarnos una
misa, nos sentamos en una salita y no cesó de contarnos
chistes piadosos.

Es el hombre más optimista que yo he conocido en


mi vida. «Sería del género idiota -nos dijo- llevar todo
esto mal, sabiendo que Dios no me lo envía para
fastidiarme, y sí por mi bien para disminuir las penas
del purgatorio, lo único que me atemoriza en la vida. Es
falta de fe no aceptar con alegría lo que Dios nos manda.
El milagro está en no pedir el milagro. Y si no hay alegría
no hay Dios. Hice la carrera de ingeniero en la
Universidad de Lovaina. Fui capitán en la guerra civil y
no aprendí nada. Ahora llevo 55 años de religioso y soy
un experto en el cuidado de mi alma. El cuerpo que se
fastidie, que bastante guerra nos da».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 13-Febrero-1997

353
134.- ESCRIBIR

Escribir es una profesión muy codiciada. Es una


forma de viajar continuamente sin desembolso y sin
vehículo. El Nobel de Literatura -García Márquez- ha
declarado públicamente que «era el mayor placer que el
hombre había inventado». También ha dicho que «para
aprender a escribir son necesarios 40 años de práctica».
Y como ya no me queda tiempo de terminar esa carrera
sin término, me consuela el no encontrarme entre los
escritores que se resisten a morir al encontrarse con las
manos vacías, «sabiendo -nos lo dice M.G. Sphir- que el
hombre no lleva al cielo más bagaje que sus buenas obras».

Uno de los novelistas que más me confortan es


Palacio Valdés: «El escritor -nos dice- debe tomar la
pluma como un instrumento sagrado que Dios puso en
sus manos para ennoblecer la vida con la efusión de su
espíritu cristiano». Pero actualmente son muy contados
los rotativos que nos permiten hacer el bien a los que
militamos en movimientos cristianos. Los tiempos han
cambiado mucho. El hombre que me honra con su
amistad -don Julio González García-, y ha sido director
de La Hoja del Lunes de Oviedo y del diario Región,
con alguna frecuencia me pedía que le enviara artículos.

Y el que ha dirigido La Hoja del Lunes de Gijón -


don Enrique Prendes Díaz-, me decía silenciosamente:
«Mándeme sus artículos y los leeré con mucha atención».
Asimismo hacía el que fue director de La Nueva España
-don Pedro Pascual-, y en dos años me publicó más de
trescientos.

354
Ahora sólo un alma buena me los pide, y guardo el
sigilo para no importunarlo con los detractores de la
religión. Es una pena que Jesucristo resulte molesto a
determinados lectores.

Pero también me alientan algunas cartas y llamadas


telefónicas que recibo congratulándose conmigo, y me
conforta saber que una señora avilesina ha hecho mil
fotocopias de un escrito mío para distribuirlas en las
puertas de las iglesias. Asimismo ha vivificado mi
entusiasmo la rectora del Colegio Dominicano -madre
Dolores Freito Pinto- al venir a conocerme desde
Sotrondio, acompañada de una religiosa para regalarme
un hermoso Evangelio y agradecerme mucho un artículo
mío que habían leído en La Nueva España.

Tengamos en cuenta que existen 13 millones de


católicos que asisten a misa en España, y que el 92 por
ciento se declaran creyentes. Pero ese 8 por ciento
restantes son más astutos que nosotros y muy capaces
de abuchear a los directores que permiten escritos de
moral y religión.

Tengo para mi que hay una gran multitud de


lectores sedientos de leer las glosas que hacemos a los
Evangelios y los buenos ejemplos que nos dan los
hombres piadosos. También es verdad que un alma en
pena me ha despertado a las doce de la noche para
llamarme fariseo y ladrón, al mismo tiempo que me
decía: «Esa familia lo va a pasar muy mal». ¿Y qué más?
-le pregunté- Y así colgó.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 15-Febrero-1997

355
135.- AL SEÑOR MUNIAÍN Y GIL

Señor director: Permítame felicitarle por conceder


la publicación de algunas cartas que propenden a la
buena moral y a la religión. Me refiero a la de don
Francisco Sánchez de Muniaín y Gil. Un coronel de
Caballería que no ceja en hacer el bien. Aprovechando
su jubilación para incentivar a Acción Familiar de Gijón,
intentando siempre unificar las familias que, por
circunstancias adversas, se encuentran desoladas y
tristes.

Del contenido de sus escritos, publicados en EL


COMERCIO, se destila la humildad y dilección que lleva
dentro el militar castrense.

También apreciamos en sus cartas la comprensiva


intelección con que rechaza los desmanes que todos
conocemos, sin incurrir en la agresividad de los que no
perdonan nada, ignorando que «con la medida que midas
te medirán» (San Mateo 7, 2).

Asimismo queremos felicitar al ilustre jesuita y


profesor de Literatura Francesa, padre Luis Outeiriño,
por la lección espiritual que nos transmite en lo poco
que escribe, pues a las decenas de miles de católicos
que vivimos en Gijón y leemos EL COMERCIO, nos
sirven de aliento los escritores que pudiéramos llamar
apóstoles de la pluma.

Y si tenemos en cuenta el bien que hacen los


escritos de moral y religión a tantos lectores, es justo
ensalzar el bien que nos deparan estos señores y
356
agradecerle a usted, señor director, la libertad de
expresión que nos concede, porque:

La buena lectura
hace al hombre piadoso,
le acrecienta la mesura
y es, finalmente, dichoso.

Le saluda cordialmente.

Publicado en “EL COMERCIO” 11-Diciembre-1995

357
136.- CRISTIANO DE VERDAD

Intentando incrementar mi fe, frecuento los retiros


espirituales que nos viene dando un joven misionero de
Avilés, padre Javier Mahía. Con el beneplácito y
generosidad de don Ángel Garralda, el clérigo nos
congrega en el piso que tiene la iglesia de San Nicolás
en la calle San Francisco nº 12. Allí nos agrupamos los
segundos domingos de cada mes a las 10 de la mañana.
Y entre las pláticas -siempre muy evangélicas y piadosas-
que venimos oyendo, nos impactó profundamente la
que sigue:

Allá por el año 1930, cuando la persecución


religiosa en Méjico, el seminarista de 17 años, Tomás
de la Mora, fue detenido por pertenecer a la Defensora
de Libertad Religiosa. Y al presentarlo al general Flores,
éste le hizo un interrogatorio vándalo: -Tu eres un niño
incapaz para todo. Dime, ¿quién te aconseja?.- No soy
tan niño. Sé muy bien lo que hago y nadie me aconseja.
-Mira, dime todo lo que sabes sobre los cristeros, y te
daré la libertad.

-Es inútil, mi General. No diré nada. -¡Mocoso!.


No sabes lo que es la muerte... di lo que te pregunto.-
Pues en eso estamos iguales porque usted nunca ha
muerto tampoco.- El general, acalorado y entigrecido
profirió la espantosa sentencia: «ahorcar a este joven esta
misma noche». Está bien, mi General. Sólo le pido una
hora para prepararme a la muerte y escoger el lugar de
mi ejecución.

358
Así se hizo: Tomás se arrodilló para orar. Los
soldados, tristes y pesarosos, le dieron orden de ir con
ellos al lugar que el religioso deseaba. Custodiando al
joven seminarista, vestido con sotana, salieron con él
los soldados. Y al llegar al pie de unos árboles, el
religioso les señaló el lugar donde deseaba ser ahorcado.

Se trataba de un árbol histórico, si tenemos en


cuenta que bajo él, en una piedra que todavía se
conserva, se sentó a descansar, en cierta ocasión, Benito
Juárez; el hombre más encarnizado y perseguidor de la
Iglesia. Y al llegar allí, Tomás dijo a los soldados: «Este
es el lugar de ignominia. Aquí pueden colgarme para
que se cambie en lugar de bendición con el martirio de
un cristiano».

¿Tienes que pedir alguna gracia? -le dijo el


sargento-. Sí: primero que Dios les quite la venda de los
ojos a los criminales, segundo, por mis afligidos padres,
y tercero pedir por la Iglesia y por mi patria. Terminadas
las rogativas, y cuando un soldado le estaba poniendo la
soga al cuello, Tomás de la Mora, con voz varonil y
estentórea exclamó: «¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la
Santísima Virgen de Guadalupe!».

Actualmente se está elaborando un film sobre este


cristiano de verdad.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 22-Febrero-1997

359
137.- LA ENVIDIA

La envidia está definida como la tristeza o pesar


del bien ajeno. Pienso que se trata de una dolencia
psíquica que aún no ha sido descubierta, porque la
envidia y el odio infundados están muy bien relacionados
entre sí. El rigor de la envidia se opone a toda clase de
amistades o familiares. Son muchos los hombres que
nunca han intentado elevar sus criterios y esperan
ensalzarse sobre la desolación de los demás. Especialmente
de los que tienen en su entorno.

Cuando partí para Brasil como emigrante, conocí


a un joven portugués que trabajaba en su patria como
camarero o mozo de café. Era un chico recatado con gran
prudencia y sensatez. Y unos días después de llegar a
São Paulo encontró trabajo como servidor en un
restaurante muy valioso; todas las horas de ocio que tenía
las iba consumiendo en prepararse para opositar al
empleo de administrativo en un banco. Un año después
consiguió el empleo que deseaba, y así, escalando
puestos, llegó a ser presidente del famoso Bradesco.
También tenía una agencia particular donde compraba y
nos vendía acciones.

Y cuando fui a venderle las escasas participaciones


que tenía en una fábrica de alpargatas y decirle que
regresaba a España con toda mi familia definitivamente,
y sabiendo que estaba tratando con un hombre acaudalado,
le pregunté: ¿no piensas volver a Portugal?: «No. Estuve
algunas veces como turista y he visto que la envidia es
la polilla del talento. Allí no me recibe nadie. Los amigos
que tenía no me dan la cara al verme a la puerta de los
360
hoteles con el Mercedes aparcado. Y la elite que siempre
me conoció como camarero no me perdonan el triunfo.
Me trataban muy bien cuando les servía en el restaurante.
Pero ahora no me conocen de nada».

Por eso creo que la envidia es una pasión maligna


y vergonzosa. Tal vez sea la que más contamina el
corazón del hombre. Si el envidioso se diera cuenta de
su torpeza y mezquindad, conseguiría la mejor de las
virtudes: la humildad. Y así disfrutaría del consuelo que
pierde con los hombres talentosos que han llegado a la
meta deseada por sus propios méritos.

«¡Oh envidia -nos dice Cervantes-, raíz de infinitos


males y carcoma de las virtudes!. Todos los vicios,
Sancho, traen un no sé qué de deleite consigo; pero el
de la envidia no tal sino disgustos, rencores y rabias».
También creo que la envidia es antirreligiosa. Pues el
que ama y venera a la Virgen, sólo puede anidar en él la
santa envidia de la humildad. Y el que se acerca a la
amistad de Cristo, sólo siente envidia del amor. Y aquí
nos habla San Agustín: «Ama y haz lo que quieras».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 23-Febrero-1997

361
138.- EL PAPA HACE EJERCICIOS

Uno de los personajes más completos de los que


conozco su historia literaria, su ternura, sus obras
caritativas y su extraordinario talento, es Concepción
Arenal. Y en una carta que escribe a sus predilectos -los
pobres delincuentes-, les exhorta para hacer ejercicios
espirituales con estas palabras: «La virtud aumenta con
el ejercicio, y por desgracia la maldad también. Cuantas
más veces se ha hecho una cosa buena o mala, más
fácilmente se hace».

Y como Juan Pablo II no se pierde nada de todo


cuanto sea para incrementar su fuerza espiritual, nos ha
comunicado a todos los creyentes cristianos que perderá
el contacto con los cinco continentes para enclaustrarse
ocho días y hacer unos ejercicios espirituales, llevando
consigo a los más íntimos colaboradores de la Curia
romana.

La práctica espiritual tendrá como predicador al


cardenal francés Roger Etchegaray. Y al despedirse de
los 150 mil fieles que se agolpaban en la Plaza de San
Pedro, matizó: «Os estaré agradecido, queridos hermanos
y hermanas, si durante estos ejercicios nos recordáis de
una forma especial en vuestra oración».

Y aunque los católicos no ignoran que la cuaresma


que tenemos encima es el tiempo de cuarenta y seis días
que, desde el miércoles de ceniza inclusive, precede a
la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, y en el cual
la Iglesia preceptúa que se ayune ciertos días en memoria
de los cuarenta que ayunó el Señor en el desierto,
362
nosotros queremos recordar el bien que esperamos
recibir de los ejercicios espirituales que nos dará el
sacerdote avilesino padre Javier Mahía (ordenado hace
años por monseñor Gabino Díaz Merchán), y que tendrán
lugar en el convento de las Esclavas de Latores (Oviedo),
a partir del viernes, 21 de marzo a las ocho de la tarde
hasta el domingo 23 a las 17 horas. Y les podremos
informar en el teléfono 5 54 31 51.

Ya sabemos que no todos pueden sufragar las 6.000


pesetas que cuesta la pensión completa en el Convento. Pero
nosotros ofrecemos 6 becas para los más necesitados, y
esperamos que nadie deje de hacerlos por falta de medios
económicos. Sabemos por experiencia que donde Dios entra
Dios aumenta. También podremos facilitarles el transporte
gratuitamente a los que no tengan medios para viajar.

Los ejercicios son inspirados en San Ignacio de


Loyola. Puramente evangélicos y en silencio, con habitación
individual perfectamente aseada, con régimen alimenticio
para los enfermos, desayuno, comida, merienda y cena.
Eucaristía diaria y cuatro conferencias, recreo en la
biblioteca de autores cristianos, salida a los jardines y campo
arbolado que circunda y ornamenta al Convento, y mucha
paz y gracia de Dios para todos los ejercitantes.

Y como don Juan Manuel Wes López siempre ha


sido un hombre desinteresado, benévolo y pluralista cien
por cien, quien sabe nos conceda un espacio periodístico
para que todos seamos un poco mejores cada día. Que
Dios se lo pague a él y a su ilustre diario.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 27-Febrero-1997

363
139.- ME VOY A SUICIDAR

Hoy me dio cara una señora con buen porte para


decirme: «Soy la esposa de José Luis». Llevaba de la
mano a una hija de cuatro años floridamente vestida con
la belleza natural correspondiente. Y para mí ha sido una
gran satisfacción: Hace seis años me llamó por teléfono
un joven desconocido para decirme: «Me voy a suicidar».
¿Quién eres? -le pregunté-. «No me conoces. Ha llegado
a mis manos un opúsculo con el título ‘El mensaje de
Fátima (Habla Lucía)’, y en él aparece tu nombre y tu
teléfono».

No cometas esa barbaridad -le dije-. Antes de


hacerlo tenemos que conocernos. Le di algunos detalles
fisonómicos de mi persona y convenimos el encuentro
en una iglesia. Era un joven pragmatista, inteligente y
flemático. Pero la muerte de su queridísima madre, las
controversias en el trabajo con sus superiores, el cuidado
especial que le exigía su abuelo en una silla de ruedas,
la tristeza continua de su padre; todo en suma, le habían
causado una depresión exógena sin ver otra salida que
no fuera el suicidio.

Salimos de la iglesia y estuvimos dos horas


dialogando. Le expuse la muerte de mi madre y el dolor
lacerante cuando nuestro hijo tan queridísimo dejó de
existir, y cómo Dios me había impedido totalmente llegar
al suicidio. Le proferí las tragedias de mi vida pensando
en Santa Teresa de Jesús: «Llora con los que lloran y ríe
con los que ríen».

364
El chico, atento a las tribulaciones de mi vida, se
veía vislumbrar en su rostro y mirada un parvo consuelo
que le cortaba el hilo conductor de las obsesiones
suicidas. Sé valiente -le volví a decir-. Hay que enfrentar
la vida. El suicidio es una inmoralidad. Nadie puede
abandonar su puesto sin que así lo quiera nuestro
Creador. Dios nos ha creado para la gloria eterna, y el
peor de los males es el suicidio.

El que no ha sufrido no sabe nada. No conoce el


bien ni el mal. Tampoco tiene conocimiento de sí mismo.
Si tú sabes sufrir sufrirás menos. Todo lo que hace sufrir
al cuerpo es provechoso para el alma.

Dentro de una hora tenemos misa. Ven conmigo.


Haz una buena confesión, rezaremos un rosario, oiremos
misa y comulgaremos en gracia de Dios. Y a partir de
aquella fecha no ha dejado de rezar un rosario con su
padre y abuelo. No pierde una misa los domingos y
fiestas de guardar.

Encontró una chica buena y comprensiva, se


casaron, tiene la hija susodicha y están enamorados de
Dios; con alguna frecuencia me escribe exponiéndome
sus problemas; le voy dejando biografías de los santos,
y han formado un hogar feliz. Dios todo lo puede,
querido lector, no lo olvides nunca. Las lágrimas a los
pies de Cristo son perlas preciosas que vamos guardando
en las arcas de la eternidad.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 28-Febrero-1997

365
140.- LA MUERTE

Estar pensando continuamente en la muerte es una


actitud mórbida. Pero vivir como si la muerte no existiera
me parece una insensatez. Es verdad que nadie se siente
tan viejo que no encuentre la posibilidad de vivir unos
años más. Y si axiomático nos parece que a los viejos
les espera la muerte en cualquier momento, también es
cierto que a los jóvenes les aguarda desde el acecho. La
muerte va llamando, uno a uno, a todos los seres
humanos, y siempre nos parece que nada tiene que ver
con nosotros. El fin de nuestra vida es lo más evidente y
lo que más se olvida.

Más doloroso me parece el trance que nos aproxima


al final de nuestra existencia que el momento de la
partida. El instinto de conservación vital es tan fuerte
que sólo los que han vivido muy santamente lo esperan
con alegría. Nadie ignora que tiene que morir, pero las
ilusiones mundanas no terminan nunca, sobre todo
cuando se trata de hombres acaudalados y avaros.

Esto me recuerda a un joven italiano que llegó a


Sao Paulo como emigrante. Era un genio para los
negocios. Un Aristóteles Onassis, un Ruíz Mateos; y así
consiguió amalgamar un imperio de empresas; todos
conocíamos al conde de Matarazzo como el más
archimillonario de Brasil, pero nunca se preocupó de los
pobres. Y cuando estaba en su lecho de muerte
acompañado de su esposa, mostrándole la mano cerrada
le dijo:

366
«Ábreme el puño y verás lo que llevo dentro». La
señora entendió que estaba delirando, pero al reiterar el
pedido, le abrió el puño. Y en ese momento le preguntó
el moribundo: «¿Qué tengo en la mano?». «Nada» -
respondió su mujer-. «Eso es lo que llevo para el otro
mundo» -profirió el mortecino-. «Espero que a tí no te
ocurra lo mismo».

Este ejemplo de un hombre desengañado de la vida


cuando ya era tarde, convenció a la señora para fundar
una institución benéfica e invertir en la misma una
fortuna considerable. Por eso nos decía San Ambrosio
que «para los buenos la muerte es un puerto de descanso;
para los malos un naufragio». Y Jorge Santayana entendía
que «la muerte para un hombre que ha cumplido con sus
deberes cristianos, es tan natural y bienvenida como un
sueño gozoso».

Séneca nos ha dejado escrito que «el día ese, que


tenemos como último de nuestra vida, es el del
nacimiento de la eterna felicidad». Robert Browning
también pone su granito de arena diciendo: «La muerte,
con sus poderosos resplandores, toca la carne y despierta
el alma, pero la ilusión de morir sólo está reservada a
los hombres que santamente han vivido su vida». Y sigue
Campoamor: «La muerte, por nosotros tan temida / es
un cambio de frente de la vida».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 1-Febrero-1997

367
141.- DESPRECIO DE LA VIDA

Creo que la culpa de los innumerables crímenes


que se cometen en España, no es únicamente de los
ejecutores. Dejando de lado los batasunos que forman
una guerra casi continua en el País Vasco, la empecinada
decisión del PNV de negociar con los asesinos de ETA,
es un paralelismo entre los hombres que representan los
derechos humanos y los que desprecian la vida de
cuantos desean la paz y la defienden. Concepción Arenal
dice que: «El que escucha sin horror al criminal, sépalo
o no, ha dado el primer paso en la carrera del crimen».

Si ahora tenemos en cuenta que el Parlamento


Vasco quiere negociar cara a cara con uno de los más
sanguinarios terroristas de ETA, «Txiquierdi», sabiendo
que ha sido autor de numerosos asesinatos y que cumple
en prisión una condena de 200 años, ya sabemos la
connivencia que existe entre los que también quieren
reagrupar a los asesinos y los ejecutores del crimen;
todos convergentes en un mismo ideal: el odio a los
españoles y la independencia o división de España.

Y si atroz nos parece lo que venimos comentando,


a mí me resulta más lamentable la impunidad con que
se vienen cometiendo más de cien mil abortos en España
cada doce meses. No solamente en los hospitales
estatales amparándose en la ley de los tres supuestos,
sino en las clínicas privadas donde sólo cuenta el
desembolso que han de hacer conforme a los meses que
ha vivido en el seno materno el «nasciturus», es decir,
que no existe fecha de embarazo que no pueda tener su
aborto costeado con las pesetas.
368
Visto lo que antecede en España, bien merece un
aplauso la Asociación de Ginecólogos de Suecia, al
exigir llamar «niño» al feto humano aún en el supuesto
de que sea abortado legalmente. También reivindican que
tenga derecho a nombre propio, a ser inscrito en el
Registro Civil y a ser enterrado en campo sagrado. Lo
que no sabemos es si al faltarle el sacramento del
bautismo podrá llegar al cielo prometido que todos los
creyentes esperamos.

Uno de los ministros del anterior Gobierno nos dijo


públicamente que ellos gobernarían como si Dios no
existiera. Y así fue. Ahora estamos viendo el resultado
de una Constitución sin Dios (yo la voté, pobre de mí),
y de unos gobiernos que ni sin Dios la cumplen, porque
la Carta Magna nos dice que «todos tienen derecho a la
vida». Y el que no haya sido un embrión con vida y con
derecho a seguir viviendo, que levante la mano. «¡Oh,
raza de víboras!. Ya está puesta el hacha en la raíz del
árbol que no de buen fruto» (San Mateo c3, v10, San
Lucas c3, v9).

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 5-Marzo-1997

369
142.- PROGRESO Y RETROCESO

La lucha del ser humano siempre ha sido la misma:


conseguir su propia felicidad. Por eso cuando mi nieto
que cumplirá cuatro años el próximo mes de mayo me
pregunta incesantemente «¿por qué han hecho esto,
abuelito?». Siempre tengo tres respuestas invariables
para darle: Por dinero, por la fama y por la felicidad que
en el cielo esperan y en la tierra comienza. La primera
respuesta corresponde a la fabricación de los muñecos,
la segunda a las acrobacias con riesgo de muerte, y la
tercera a la caridad que practican los misioneros en el
Tercer Mundo.

Pero todas las actitudes susodichas tienen un punto


convergente: la dicha que todos buscamos; y el retroceso
consiste en perseguirla rompiendo las barreras de la ética
y la moral. Y el progreso reside en buscarla amando al
prójimo y sirviéndole. Los científicos han conseguido
suscitar un interés universal con la oveja Dolly. Pero el
Santo Padre les ha comunicado a todas las naciones la
Suprema Ley que prohibe la clonación humana.

La Iglesia siente una gran preocupación por los


supuestos hombres clónicos, los que posiblemente serían
aprovechados para extraerles órganos sirviendo a los
originales decadentes. No hay que asustarse, la ciencia
seguirá avanzando con menosprecio de todas las vallas
cristianas y morales. Los hombres contumaces no
renunciarán al dinero y la fama. La vida en el anonimato
no les interesa. Cuando se prescinde de lo transcendente
todo es posible.

370
Tiempo ha que se ha puesto en práctica el comercio
de órganos. Son muchos los niños secuestrados que
venden a buen precio para extraerles las vísceras y hacer
el trasplante a los adinerados. También existen fábricas
de productos destinados a embellecer la fisionomía de
las damas ilustres. Y estos negociantes compran los niños
abortados al peso para convertirlos en substancia de
maquillaje.

Cuando una madre decide atocinar al hijo en sus


entrañas para evitar las molestias que pueda ocasionarle,
y cuando los facultativos se prestan a la ejecución del
niño incipiente por unas pesetas, y cuando una parcela
considerable de la sociedad consideran estos homicidios
como derechos humanos, y cuando una ministra de los
socialistas se jacta públicamente de haber puesto fin a
la vida de su hijo en Londres, el retroceso ha llegado a
los tiempos de Herodes.

Cicerón ya nos decía que «la ciencia que se aparta


de la justicia, más que ciencia debe llamarse astucia». Y
C. Dossi nos ha dejado escrito que «nada vale la ciencia
si no se convierte en conciencia». Como ves, querido
lector, nos ha tocado vivir en un mundo caótico y
criminal. Y hasta que la vida humana no se haga
imposible en la Tierra, el hombre no tomará conciencia
de que sin seguir la sapientísima pedagogía de Dios,
todos terminaremos en el despeñadero y, desde allí, al
infierno.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 6-Marzo-1997

371
143.- MEDITACIONES SOBRE LA
FELICIDAD

Pienso que sólo se consigue un poco de felicidad


persiguiéndola por el buen camino. La dicha que Dios le ha
concedido al hombre en la Tierra es muy limitada. Es de
notar que todos somos hermanos de un crucificado, y la
progenitora que nos dio por Madre ya le fue profetizado
por Simeón que una espada atravesaría su alma.

Es cierto que la vida tiene buenos momentos y


muchas ilusiones. Pero las que llegan a realizarse son
muy contadas y distan poco de la decepción. El creador
de la Novela Realista francesa -Gustave Flaubert-, hace
una descripción del hombre feliz que puede parecer muy
despectiva y casi procaz a los lectores que ahora
disfruten un periodo de bonanza. Dice Flaubert: «Tres
condiciones se requieren para llegar a ser feliz: ser
imbécil, ser egoísta y gozar de buena salud. Pero (¡bien
entendido!) si os falta la primera condición todo está
perdido».

Pienso que no debemos confiar nunca en la


felicidad momentánea, y no sólo porque puede turbarnos
el sueño, sino por el desencanto que la persigue y la
destroza. Tengo para mí que la más segura es aquélla
que vamos cosechando día a día con las buenas obras;
la misma que se hace paralela con los preceptos del
Señor, y cuando la turbulencia ensombrece nuestro cerebro,
el mejor lenitivo es pensar en Aquel que nos unce a su yugo
suave y nos impone una carga ligera. Me parece absurdo
presagiar que alguien es feliz hasta no verlo yacente en la
tumba.
372
Alguna vez he pensado que nadie tiene derecho a
ser feliz sin antes esforzarse para llevar la dicha a los
que nos rodean. También creo que nadie tiene derecho
al bienestar social sin haber creado los bienes necesarios
para disfrutarlos. Los momentos más consoladores que
he sentido en mi vida son los que me llegaron en el
descanso de las tribulaciones y el dolor, porque después
de la tormenta siempre viene la calma.

El sentimiento del pasado y del futuro pueden


deturpar nuestra felicidad transitoria, y el remedio que
puede erradicar estos pensamientos perturbadores es un
trabajo que absorbe o cautiva nuestra imaginación, tantas
veces desconcertada.

Pienso que la felicidad rehuye al hombre que tiende


a complacer todos los deseos corporales, y se adhiere al
que siente amor por lo que hace. Los hombres más felices
que voy conociendo a través de las biografías que leo,
son los santos. Pese a las injusticias y tribulaciones que
todos han sufrido, siempre disfrutaron del gozo de la
paz y del placer de llegar a esa meta que a tantos
atormenta: la muerte.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 8-Marzo-1997

373
144.- PREDICAR

El triunfo en las campañas electorales -con alguna


frecuencia- está reservado a los mejores artistas del
engaño, es decir, a los que más habilidad tienen para
enmascarar su pensamiento y más astucia psicológica
poseen para decir lo que el público espera y desea. Por
eso decía L. Dumur que «la política es el arte de servirse
de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a
ellos».

En la vida espiritual es todo lo contrario. El éxito


consiste en la pureza y la humildad, porque a Dios nadie
lo puede engañar. Y el que ha llegado a conocer bien sus
miserias después de abrir su alma a Jesús y a María, le
suena a música profana todo lo que no huele a santidad.
Hay clérigos que poseen el don de la oratoria y disfrutan
mucho del auditorio que pacientemente les escucha.

Este tipo de religiosos engreídos no reservan tiempo para


la vida ascética. Se mueven de un lado para otro buscándose a
sí mismos y esperando el aplauso de los creyentes, y no digo
de los fieles, porque el fiel sabe distinguir muy bien el largo
alcance de las palabras y la falta de obras. Y esto me recuerda
lo que me decía un santo jesuita y doctor en Teología -Pedro
Sánchez Céspedes-: «Cuando un sacerdote predica lo que no
vive, con el mismo hilo que conduce las almas al cielo, puede
estar llevando la suya al infierno».

Entrado en el convento de Agustinos de Valladolid Carlos


V para oír predicar a Santo Tomás de Villanueva, le avisaron
que bajase a ponerse en el púlpito, que estaba allí su majestad.
El santo respondió: «Decid al señor que si bajo luego, no puedo
374
predicar; y si he de predicar, no he de bajar luego, porque estoy
estudiando la palabra de Dios, con la que he de adoctrinar,
como ministro suyo, al pueblo». Oída esta respuesta les pareció
insolente a las personas que acompañaban al Rey. Pero la
prudencia cristiana del monarca, les corrigió diciendo: «Eso
que a vosotros os escandaliza, a mi me edifica; baje cuando
quisiere Fray Tomás, que yo aguardaré gustoso».

El hombre del que más admiro su talento, es San


Agustín. No solamente como santo y doctor de la Iglesia,
sino como pensador, filósofo y escritor. Es de notar que
ya fueron editados por la BAC 24 volúmenes manuscritos
en piel. Y lo que más increíble me parece es que sobre
la Santísima Trinidad nos dejó tres libros voluminosos.
Y hay una frase que sólo se puede comprender a la luz
del Evangelio: «El cristiano que no es apóstol es
apóstata».

Pero no hay que asustarse. Dios nunca nos pide más


de lo que nos dio. Él se conforma con las buenas obras que
cada uno puede hacer conforme a los talentos recibidos. Y
a todos los cristianos nos invita a ser luz y sal de la tierra,
porque si gratis nos ha sido dada la gracia espiritual, gratis
la tenemos que difundir en las almas que no la tienen. Y la
forma de conseguirlo es tan numerosa que cien ejemplos
serían muy pocos para demostrarlo.

El que contribuye con sus ganancias para saciar el hambre


de los pobres, el que no tiene dinero y visita a los enfermos, el
que está en una silla de ruedas haciendo oración por el bien de
su prójimo, el que vive muy ocupado en sus quehaceres y lo
hace todo con el amor y la honradez que requiere una
conciencia limpia; todo en suma, es apostolado.
375
Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 13-Marzo-1997

376
145.- ¿ES DURO EL EVANGELIO?

Desde hace unos veinte años nos reunimos en un


piso todas las semanas para comentar el Evangelio que
corresponde a cada domingo. Y si sumamos los dos
grupos que venimos orientando en las horas de la tarde,
el número de fieles viene rondando los 35. El estudio y
meditación de la Buena Nueva se viene haciendo con
una semana de antelación, y cada devoto lo descifra en
voz alta conforme al criterio o inspiración obtenida.

En estos grupos abigarrados toman asiento gentes


sencillas y humildes. También nos encontramos con
abogados, ingenieros, profesores, pintores tan famosos
como lo fue Antonio Rodríguez Sampedro, y algunos
catedráticos. Y lo más curioso es que no pocas veces
son los más modestos los que consiguen revelar lo que
se oculta a los sabios y entendidos.

En lo que sí coinciden casi todos es en la dureza o


rigurosidad de los Evangelios. Y esto es algo que nadie lo
sabe en aquella congregación; todos lo ignoramos porque
nadie lo vive literalmente como Cristo nos manda. ¿Quién
ama al prójimo como a sí mismo?. ¿Quién si le piden la
túnica entrega también el manto?. ¿Quién si le pegan en
una mejilla le vuelve la otra?. ¿Quién da a todo el que le
pide?. ¿Quién consigue evitar todo vocablo ocioso, aún
sabiendo que por nuestras palabras seremos juzgados justos
o condenados? (Mateo c12, v36). ¿Quién consigue erradicar
el «yo» y negarse totalmente a sí mismo? (Mateo c16, v24,
Marcos c8, v34, Lucas c9, v23).

377
Pues todo esto lo han llevado a la práctica muchos
santos, místicos y taumaturgos. Y todos estos señores que
han sido hombres como nosotros, han convenido en que el
Evangelio no es duro ni rigorista. Y éstos son los únicos
que tienen facultad experimental para saberlo. ¿Cómo
podemos saber nosotros la sensación que siente nuestro
cuerpo sumergido en el agua si nunca nos hemos bañado?.

Y si Jesús nos dice: «Venid a mí todos los que estáis


cansados y afligidos que Yo os aliviaré, porque mi yugo
es suave y mi carga ligera» (Mateo c11, vv28-30), no
podemos poner en tela de juicio sus palabras, so pena
de desmoronar todo el contenido del Evangelio.

Pues si siendo Dios ha faltado una vez a la verdad,


no encontraremos impedimento para saber que todos los
creyentes estamos siendo engañados. Acerca del
Evangelio sólo existen dos opciones: postrarse de
rodillas, bajar la cabeza, creerlo todo, o erguir el cuerpo
y la cholla, unir el egocentrismo y el «yo», y negarlo
todo, ¿y después...?.

Hablando con una persona que vive literalmente


el Evangelio -sor Lucía (la vidente de Fátima)-, se me
ocurrió decirle que la Buena Nueva era muy dura, y
después de reflexionar unos segundos me dijo: «No me
gusta oír esa frase, Antonio, el Evangelio no es duro, la
dureza está en el corazón del hombre que no se determina
a vivirlo como Dios nos manda, porque está pegado
como la lapa a los placeres mundanos y no piensa en la
eterna felicidad que nos espera si cumplimos sus
preceptos».

378
Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 13-Marzo-1997

379
146.- GADAFFI Y EL PAPA

Nadie ignora que el dictador libio -Muamar el


Gadaffi-, es el patrocinador del terrorismo internacional.
Y todos sabemos que Juan Pablo II es el defensor paladín
de los derechos humanos y de la libertad. Esta disparidad
desmedida entre dos personajes tan desemejantes, no ha
sido suficiente para que la Santa Sede estableciera
relaciones diplomáticas con Libia.

Pero las decisiones del Vaticano siempre han tenido


detractores destituidos del sentido evangélico que
ilumina al Santo Padre en todas sus actuaciones, y como
Jesucristo no ha venido a curar a los sanos y sí a restituir
la salud a los enfermos, Muamar el Gadaffi necesita ser
tratado de una dolencia psíquica que ha causado un
sinnúmero de víctimas inocentes.

Y este diagnóstico diplomático se lo irá recetando


paulatinamente Karol Vojtyla a través del nuncio español
monseñor José Sebastián Laboa. Pero las críticas de
Washington no se dejaron esperar: «No estamos de
acuerdo con quien establece relaciones con un país que
subvenciona el terrorismo», declaró el portavoz de la
Casa Blanca.

El presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton,


está bueno para callar, si tenemos en cuenta que continúa
vetando la ley que impide el aborto por decapitación.
Pues se trata de un infanticidio supersalvaje para los
niños que abortan con más de seis meses de gestación,
porque consiste en atrapar con una tenaza los pies del
niño y sacar a continuación las piernas, el tronco y los
380
brazos. Y cuando sólo queda la cabeza en el canal del
nacimiento, el abortista le agujerea la nuca con unas
tijeras curvas que retuerce para agrandar el agujero e
introducir un tubo de succión que aspira su cerebro.

Por eso nos ha dicho el nuncio referido que «si sólo


se tiene en cuenta los atentados a la vida, tampoco
tendríamos relaciones con Estados Unidos». De todo lo
que venimos comentando se deduce algo que nos parece
muy importante: En el papado de Pablo VI, (al que
admiro como futuro santo), el número de representantes
diplomáticos acreditados en el Vaticano era de 74, y
actualmente ya cuenta con 165.

También nos dicen que Juan Pablo II viajará a Cuba


el próximo mes de enero. Fidel Castro parece estar seguro
de que abriéndole una puerta a la Iglesia encontrará pingües
beneficios. Pero los precedentes históricos nos dicen que
el férreo dictador cubano puede entrar en el grupo de los
derrotados. Es de notar que donde el Papa ha ido, los tiranos
han tenido los meses contados. Chile, Paraguay y Polonia
son buenos ejemplos.

Y como el actual Pontífice es un hombre ingente y


un santo gigante, bien zarandeado por los nazis y los
dictadores comunistas, sabe muy bien lo que tiene que
hacer para llevar la libertad donde reina la tiranía, y
substituir a Lucifer con la presencia de Cristo. Cuando
tengas un adversario, inclina tu busto hasta el suelo,
déjalo cabalgar sobre tí, levántate con él encima y lo
llevarás donde quieras.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 19-Marzo-1997

381
147.- DON Y MISTERIO

Así se titula la autobiografía de Juan Pablo II. Sólo


cuatro horas de lectura selecta y florida con garra
cautivante del ánimo y de la voluntad. El forcejeo de las
desventuras que siempre han circundado a este hombre,
sólo le han servido para ejercitarse en la santidad y saber
que con Dios todo es posible.

Cuanto más arreciaba la tragedia de las guerras y


la orfandad en que se encontraba después de haber
perdido a sus padres y hermano, más encendida se
encontraba su alma para hacer el bien y consagrarse
a Dios.

Por eso nos dice que en su conciencia se manifestaba


cada vez más una luz: «El Señor quiere que yo sea
sacerdote. Un día lo percibí con mucha claridad: era
como una iluminación interior que traía consigo la
alegría y la seguridad de una nueva vocación. Y esta
conciencia me llenó de gran paz interior».

Con frecuencia se preguntaba el porqué no había


perdido la vida como tantos coetáneos. Pero siempre se
encontraba seguro de que no existe la casualidad fortuita,
exceptuando el pecado, todo viene de Dios. -Nos dice.

Juan Pablo II se dio cuenta de que en el contexto


de los grandes males que le acechaban existía el bien
que se iba incubando en su alma para combatir la maldad
de tantos hombres.

382
Este libro sencillo y piadoso nos da cuatro ejemplos
fundamentales: la llamada acuciante a los presbíteros
para que busquen y encuentren el camino de la santidad
a la que han sido llamados, el temor de Dios, el don
excelente del sacerdote y el misterio de la vocación.

Karol Vojtyla está convencido de que el sacerdote


realiza una parte esencial de su misión en el
confesonario, y entiende que las absoluciones colectivas
están destituidas de sentido y taxativamente prohibidas
por la Iglesia, por más carencia que haya de sacerdotes.

Es verdad que existen rarísimas excepciones: un barco


que se encuentra naufragando con sus pasajeros, pueden
ser absueltos de sus pecados sin la confesión individual,
pero han de hacer la confesión normal si salvan la vida.

También cita como ejemplo para todos los sacerdotes


la figura de San Juan María Vianney, más conocido como
el Santo cura de Ars. El que se pasaba más de diez horas
diarias en el confesonario ayunando continuamente. El
mismo que le enseñó a besar la tierra, después de leer su
biografía.

Asimismo nos habla de la especial conveniencia


del celibato para que todos los sacerdotes sientan la
necesidad de entregarse fervientemente a la oración, al
servicio de los fieles y a la meditación. El Papa entiende
que la oración hace al sacerdote y el sacerdote se hace a
través de la oración. Y termina diciendo: «Los frutos
duraderos de los esfuerzos pastorales nacen de la
santidad del sacerdote. ¡Este es su fundamento!».

383
Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 20-Marzo-1997

384
148.- LA IGLESIA

Tenemos un diario regional que constantemente


permite vilipendiar a la Iglesia con cartas que aluden al
inquisidor Torquemada y a otros personajes siniestros,
mientras nos consta que la mayor parte de las réplicas
las echan a la papelera. También la TV acoge cariñosamente
a los disidentes del cristianismo para difamar a los
católicos.

Son contadas las entidades que han tenido más


detractores que la Iglesia católica, y me atrevería a decir
que no existe una asociación en el mundo que haya hecho
tanto bien a la Humanidad como esta Congregación. No
se trata de tintar de blanco a las ovejas negras que dan
acceso a los maldicientes que la abominan. Nosotros
también conocemos a Torquemada, el inquisidor y
confesor de los Reyes Católicos. Pero es de notar que
han pasado 577 años después de los desmanes cometidos
por el que apenas llegó a ser prior del convento de Santa
Cruz, en Segovia.

Y es de tener en cuenta que el contenido angelical


y sublime del Evangelio, el amor y la perfección
justiciera que en él se condensa, me temo que todavía
no haya sido dilucidada en toda su plenitud hasta hoy.
Siendo así, ¿qué podríamos decir de la interpretación
que se hacía en los primeros siglos del cristianismo y en
el año 1420, cuando Torquemada condenaba a los
detractores de la Iglesia y expulsaba a los judíos de
España, sirviéndose de los Reyes Católicos?.

385
Parangonemos el Estado del Vaticano con los
gobiernos de todas las naciones y veremos dónde está la
paz, la justicia, el perdón, los derechos humanos, la
caridad, la mansedumbre, la idoneidad gratuita, la
obediencia, el entendimiento de hombres inermes, la
libertad que cada fiel o clérigo puede tomar por su cuenta
sin otra punición que no sea la que del cielo viene.
Hagamos una recopilación de los cientos de miles de
santos y mártires y de su labor caritativa y apostólica.

Veamos también la calma, el sosiego y la tranquilidad


con que se vienen sucediendo los máximos gobernantes
de la Iglesia (los Papas), y parifiquemos la sucesión de
la madre Teresa de Calcuta, entregando las llaves de las
448 fundaciones en ciento tres países, el gobierno de
cinco mil monjas, el poder sobre 400.000 seglares que
colaboran con la obra, y un sinnúmero de hospitales y
colegios que han pasado a las manos de la hermana india
llamada Nirmala, mientras las dos santas sonríen,
prometiéndose mutuamente elevar rogativas a Dios la
una por la otra. ¿Sucede algo parecido con las
autonomías exacerbadas y las transiciones de gobiernos?.

También nos parece ejemplar que entre los cuatro


mil obispos que tiene la Iglesia Católica, nunca se haya
oído decir que un prelado usurpara riquezas, pese a los
cientos de millones que todas las diócesis reciben
anualmente, ¿se puede decir algo parecido de los
políticos que nos impiden las clases de religión?.

Por todo esto y por lo que no encontraría espacio


suficiente en cien mil folios, se dice que la Iglesia es
Santa, Católica y Apostólica. Y esas nimiedades con
386
apariencia escandalosa que nos meten en los hogares
sirviéndose de la TV, y aprovechando la estolidez de
algunas ovejitas negras, no es más que picaresca y
sadismo, es decir, envidia que sienten por el bien que
otros hacen.

Y estoy bien seguro de que quien vilipendia a la


Iglesia y no quiere ver tanto bueno como siempre ha
hecho -y se dice católico-, está destruyendo su propia fe
y pasando al grupo de los pseudo cristianos. Pues nadie
con buen sentido puede ensuciar el único plato que tiene
para comer y salvar su alma.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 22-Marzo-1997

387
149.- RÉPLICA A DON DIEGO TEJEDO

«Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron.


Mas a cuantos le recibieron dioles poder de venir a ser
hijos de Dios, a aquellos que creen en su nombre» (Juan
1, 11 y 12). Esto es lo que dice el Mesías a través de su
discípulo predilecto y del evangelista más profundo.
Dicho esto, si cree el señor Valdés que se puede recibir
a Cristo con un caldero en la mano cargado de despojos
humanos después de atocinar a un niño en el seno
materno, es claro que Jesús ha faltado a la verdad, y los
que la poseen son los ateos y los criminales.

Y no me refiero únicamente a los ejecutores de las


víctimas, no. También son copartícipes los que
conscientemente han dado su voto a los que previamente nos
pr o m e t i e r o n e l a b o r t o c u a n d o l l e g a r a n a l p o d e r.
Igualmente los que hacen apología del infanticidio, como
lo estamos viendo en su malaventurada carta (7-2-97).
Siento dejarle en el nefasto lugar que le corresponde.
Pero mi conciencia cristiana me incita a llamar a las
cosas por su nombre.

No tiemble, señor Valdés, no tiemble. No tenga


miedo a los que pueden quitarnos la vida del cuerpo.
Vivir unos años más no tiene tanta importancia. Mas bien
debemos de temer a los que pueden matar nuestras almas.
A Juan el Bautista -el más grande de los nacidos de
mujer-, le cortaron la cabeza por decir que no le era lícito
al Rey Herodes adulterar, y ya quisiéramos, usted y yo,
salir de la tierra con la cabeza cortada y llegar
inmediatamente a la gloria prometida. No soy valiente,

388
no. Pero mientras haya un periódico democrático que
acepte las verdades de Cristo, las iré diciendo.
Bien sé que sólo Jesucristo está en posesión de la
verdad, y también todos cuantos fielmente le siguen y
reproducen sus palabras, las que han salido de la boca
del Señor. Yo no desprecio ni juzgo a nadie, pero le hago
saber, nuevamente, que los que desdeñan o rechazan a
Cristo, son hombres endemoniados y peligrosos para la
sociedad, porque Jesucristo es el Rey de la verdad, de la
mansedumbre, de la pedagogía, de la psicología, de la
caridad, del perdón, de la solidaridad, el defensor de los
pobres, de la justicia y de la paz. Y el que todo esto
opugna es indigno de vivir en la sociedad humana, sea
de izquierdas o sea de derechas.

No le devolveré la ignorancia que me imputa. Y


teniendo en cuenta su juventud y el ambiente antirreligioso
que lo habrá circundado, comprendo su estolidez e
insolencia. Soy el cuarto de 13 hermanos y, considerando
el ambiente corrupto, hedonista y pernicioso que se vive
en España, después de la muerte de nuestro Caudillo,
pienso que si a mi buena madre la hubieran educado
como a usted, y las leyes franquistas no existieran,
también yo y mis hermanos hubieramos podido ser
abortados.

Dicho esto, es bien posible que a ese hombre


honrado y poco distanciado de los justos, le deba mi vida
(¿no le estará usted debiendo la suya también?); y como
dice que es de bien nacidos ser agradecidos, tengo que
agradecerle siempre el no haber permitido que los
verdugos sin conciencia y sin Dios terminaran con mi
existencia antes de nacer.
389
¿No le duele esa gran parcela de juventud que se
encuentran involucrados en la droga que nunca existió
en España en vida de Franco? ¿No le conmueven los
miles de matrimonios rotos que hacen víctimas a sus
hijos por faltar las leyes del franquismo? ¿No se lamenta
por las miles de empresas que los socialistas llevaron a
la bancarrota dejando dos millones y medio de parados
que ahora están mendigando en las puertas de los templos
de la Iglesia católica que usted vilipendia en su carta?.

¿No le da lástima esas jóvenes que llegan a las


clínicas privadas con gran tormento para poner fin al
‘nasciturus’ con seis meses de vida? ¿No le parece
execrable que esos facultativos les digan que con tres
meses de embarazo tienen que pagar 50.000 pesetas, y
con seis meses de gestación les pasan la cuenta de
80.000?. ¿No le arguye la conciencia al ver las riquezas
multimillonarias que han sido usurpadas por muchos
socialistas sabiendo que sólo uno -o tres- se encuentra
en la prisión y nadie devuelve un duro? ¿No le parece
injusto que el partido que dice defender a los pobres haya
permitido que 600 firmas y familias millonarias se
guardaran 200.000 millones en el bolsillo
impunemente?. ¿No le apena que no podamos andar por
las calles libremente a causa del latrocinio y los miles
de atracos que diariamente se cometen en España
después de la muerte de Franco?.

¿No se le arruga el corazón al saber que gentes de


otra izquierda, como la que usted defiende, sacaron las
espadas teñidas de sangre después de asesinar vilmente
a más de 200 santos que ya están beatificados, sin otro
390
motivo que no fuera el de creer en Jesucristo y seguir
sus huellas?. ¿No se enternece al ver las calles y plazas
del País Vasco y tantas otras regadas con sangre de
caballeros que han dejado a sus queridos hijos y esposas
enlutados para toda la vida por falta de la justicia de
Franco?. ¿No tiene usted conciencia?. ¿No la escucha?.
¿O es que se la han embotado los que nunca la tuvieron?.
Imaginemos, usted y yo, a nuestros hijos, hermanos o
padres tumbados en la calle por la explosión de un coche
bomba o con un tiro en la nuca, y ya verá como decimos:
¡Viva Franco y su justicia!.

ABC de Madrid es quien nos ha dicho que Franco


llevaba la espada más limpia del mundo. Yo no sé si
llegaría a tanto. Pero lo cierto es que Franco no tenía
cuentas en Suiza, ni construía chalets millonarios para
él, tampoco tenía concubinas. También sé que nunca dio
un cargo de responsabilidad a nadie que viviera separado
de su esposa o fuese adúltero conocido, porque esos
desmanes no tienen cabida en la religión cristiana. Y para
los ateos, con todos mis respetos, y sabiendo que algunos
son mejores que tantos pseudo cristianos, les reproduzco
lo que dice un hombre del mayor prestigio histórico
que tenemos:

Dice LA BRUYÈRE: «Quisiera que quien niega a


Dios, fuese un hombre sobrio, moderado, casto, justo;
al menos este hablaría desinteresadamente. Pero ese ateo
no existe». Terminaré diciéndole que no soy del Opus
Dei ni tengo nada en contra de esa Obra. Le saluda
fraternalmente.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 25-Marzo-1997

391
150.- UN SACERDOTE ME INFORMÓ

Es un misionero que viene de Santo Domingo. Su


caridad filantrópica le impele constantemente a visitar
las prisiones de la isla. «Son almas en pecado -nos dice-,
y hay más alegría en el cielo por pecador arrepentido que
por cien justos». Amado Sebastián es un hombre de Dios
y sólo mira el lado bueno de cada persona. Entra en una
cárcel y encuentra a dos delincuentes en una misma
celda. Les lleva algunos obsequios y les habla de un
Evangelio que les favorece. Uno de los reclusos recibe
alegremente la palabra de Dios.

El otro la rechaza. Se pasa las horas mirando desde


aquella ventana. Sólo mira al suelo y se fija en el camino
surcado por las ruedas de un camión embarrado. Lodo
glutinoso. Se le entristece el alma y se aparta displicente
de la ventana, exclamando: «¡Qué asco! ¡Cuánto barro!».
Quiere mirar sin ver; todo es tristeza. Él no siente culpa
de nada. Es la sociedad responsable de todo. Un mundo
injusto. Dios no puede existir. Por unos atracos
cometidos no puede estar allí tres años. Reniega de la
vida y de Dios.

Su compinche recibe las palabras evangélicas que


el buen sacerdote le profiere. Se postra de rodillas y reza
el rosario que va desgranando el clérigo piadoso.
Después se pega a los barrotes de la ventana. Contempla
el silencio de los campos y bosques. Levanta los ojos al
cielo tachonado de estrellas y se siente arrobado: «¡Qué
bonito atardecer! ¡Cuánta estrella! ¡Bendito sea Dios y
su creación! ¿Por qué habré robado?. Este mes de julio

392
quiero vivirlo enamorado del Corazón de Jesús, el que
¡tanto nos ama!».

Al misionero ya no le preocupa el confeso. Es un


prosélito más que Dios ha llamado a su Reino. Pero le
obsesiona el delincuente ateo y renegado. Prosigue sus
visitas a la celda. Ahora ya tiene un apóstol conviviendo
con el apóstata. Es una gran ayuda. Entre los dos lo
convertirán. El misionero continua frecuentando la celda
y agasajando a los malhechores. También rezan el rosario
mientras el desalentado sigue mirando el barro. Ha
pasado un mes más y todo sigue igual.

El sacerdote hace rogativas en cada misa que


celebra por el pecador impenitente. Y vuelve a la celda,
vuelve a obsequiar al delincuente ateo. Le pide atención
un momento. Le expone con todo detalle la pasión de
Jesús. Le expresa la actitud de los dos ladrones que
fueron crucificados con Él. Al malhechor se le llenan
los ojos de lágrimas y se dispone a rezar el rosario con
ellos. Ya no mira al barro, se confiesa y se siente culpado
de todo. Once meses después -gracias a la buena
conducta que adquirieron y al esfuerzo testimonial del
sacerdote- consiguen la libertad y se adhieren a las
misiones como hermanos legos.

Si todos los seglares y sacerdotes hiciésemos una


labor tan caritativa como este misionero, cambiaría el
mundo y el infierno cerraría sus puertas.

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 25-Marzo-1997

393
151.- SER CRISTIANO

Como el autor del libro escribe con varios


pseudónimos, uno de sus artículos que fue publicado con
el nombre de su esposa, Julia García García, recibió una
réplica de don Alfredo Villamil, y Antonio Colao Granda
entra en defensa de su esposa y del artículo que él mismo
había escrito, lo que se puede ver a continuación:

Con este mismo título encontró lectores la carta


(4-3-97) de don Alfredo Villamil. También fue publicado
(27-1-97) y controvertido el escrito de doña Julia García
García, con numerosas verdades bien documentadas y
bien elaboradas con su pluma rútila.

Desde hace muchos años vengo leyendo con


verdadera fruición los escritos de doña Julia en los cuatro
periódicos regionales, y más de una vez he visto
distribuir fotocopias de sus cartas y artículos, pero nunca
con tanta afluencia como ha promovido el escrito que
ahora le replica don Alfredo, sin que este buen señor
haya encontrado respuesta para los interrogantes que más
nos interesan a los cristianos.

Es de notar que una señora importante en la


Adoración Nocturna de Gijón, ha tenido a bien el hacer
mil fotocopias de un escrito que doña Julia publicó en
LA NUEVA ESPAÑA, en defensa de las Dominicanas
de Sotrondio. Y es que la verdad y la buena moral se
imponen y nos embelesan a todos los que conocemos
los frutos del bien.

Me consuela un poco la carta de don Alfredo porque


lo encuentro más acatante a las contundentes verdades
394
que le expuso doña Julia, y me permito decirle que nadie
tiene derecho a defender a los pobres si antes no viene
desembolsando un mínimo del diez por ciento de sus
ingresos en favor de los mismos. Tampoco tiene facultad
razonable para entrar en una iglesia el que no colabora
con el gastamiento que todos los templos tienen encima
diariamente.

Yo soy partidario de la doctrina económica


comunista, don Alfredo, y en segundo lugar del sistema
económico socialista. Pero jamás podré posponer la
salvación de mi alma a los intereses económicos, y
menos aún, sabiendo que comunistas y socialistas -
conforme al dictamen de Pablo VI- son de la misma
sangre con distintos matices.

Y esa pléyade de intelectuales altruistas y


humanitarios que usted menciona, no puede desjuntarla
de los diputados, senadores y ministros con sus
presidentes a la cabeza que, todos juntos, pidieron con
gritos estentóreos que fuese aprobada una ley que
permitiera el aborto libre. Pero si usted se empecina en
votarlos para que el infanticidio se lleve a la práctica,
cuentas le pedirá Dios dentro de poco.

Cierto es que aumentaron las pensiones a los más


desvalidos, pero ya se ha dicho que la deuda pública
asciende a 50 billones de pesetas, y el débito de las
Autonomías y Ayuntamientos supera los 8 billones. Esto
quiere decir que si los socialistas continuaran en el poder,
las pensiones terminarían siendo suprimidas por falta
de recursos.

395
Entretanto, la derecha que nos gobierna y no quiero
ni verla por consentir los tres supuestos del aborto, les
ha propinado a los pensionistas más desvalidos una
pensión más segura que en los años de sus predilectos
felipistas y con mayor poder adquisitivo para todos los
españoles, si tenemos en cuenta que ha sido domeñada
la inflación.

El joven rico que menciona usted en el Evangelio


de San Marcos, estaba poseído de ser un buen cristiano,
y el que se enfrenta con Jesús termina contrito y
humillado con el engreimiento por los suelos. Pero es
de notar que se trataba de un chico soltero. Pues el que
tiene una familia a su cargo no puede darlo todo y ser
un fardo pesado para los demás. También reproduce
usted las palabras de San Marcos diciendo que es más
fácil entrar un camello por el ojo de una aguja, que entre
un rico en el Reino de Dios.

Pero ignora que este Evangelio está siendo


interpretado peyorativamente por muchos clérigos y por
otros muchos que envidian la riqueza porque no han sido
bendecidos con los bienes que Dios concedió a tantos
fieles predilectos suyos.

Es de notar que en aquellos tiempos había en


Jerusalén grandes apriscos para guardar los camellos al
anochecer, y en estos rediles, llamados agujas, había un
portón con gran abertura para entrar y salir los
artiodáctilos, y una portezuela, llamada ojo, para entrar
y salir los pastores, y por este «ojo de la aguja»
conseguían algunos rumiantes abajar la giba y evadirse,
lo que difícil resultaba.
396
Pero el Evangelio sigue diciendo que para Dios
todo es posible, es decir, la salvación del rico. Pero este
párrafo último del Evangelio no lo menciona don
Alfredo, por eso doña Julia le dice que es un hombre
astuto. Y astuto quiere decir -y dice el Diccionario de la
Lengua Española- agudo, hábil para engañar o evitar el
engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin.

Pero eso de pillería y zorrería que usted le atribuye


a la palabra «astuto» no existe en mis diccionarios.

Espero que don Alfredo conozca el Evangelio del


administrador infiel (San Lucas 16, 1-9). Aquel que para
granjearse el voto y el aprecio de los deudores, les
cambiaba los documentos legales que tenían con las
deudas correspondientes y les hacía otros usurpando las
riquezas de su Señor. ¿No habrá ocurrido algo parecido
con los socialistas administradores de nuestros ahorros
y con las riquezas que tantos usurparon?.

Le saluda fraternalmente el que siempre será un


auténtico comunista, cuando estos hermanos cumplan
con todos los preceptos de Jesús. Esto es ser cristiano.

Publicado en «LA NUEVA ESPAÑA» 27-Marzo-1997

397
152.- LUCÍA CUMPLIÓ 90 AÑOS

La vidente de Fátima ha cumplido 90 años el


pasado día 22 de marzo. Actualmente disfruta de buena
salud. Un poco aquejada de artrosis le viene
estupendamente para adicionar las molestias a las
penitencias que fueron convenidas cuando la Virgen les
preguntó a los tres pastores si estaban dispuestos a
sacrificarse por la conversión de los pobres pecadores.
Lucía, Jacinta y Francisco las aceptaron buenamente y
dormían con cuerdas ceñidas a las piernas y a la cintura.

Treinta días después, la Virgen les volvió a visitar


diciéndoles que Nuestro Señor estaba satisfecho con las
mortificaciones y ayunos que practicaban durante el día, y
que no turbaran el sueño con las disciplinas de la noche. Lo
que sí les reiteró la Virgen ha sido el rezo del santo rosario.

Esa oración maravillosa en su sencillez y profundidad;


en la que tanto se repiten las palabras que la Virgen María
oyó del Arcángel y de su prima Isabel. Pues en la
profundidad de la palabra «Ave María» pasan ante los
ojos del alma los episodios principales de la vida de
Jesús. Por eso toda la Iglesia está asociada al rosario y
Juan Pablo II reza las tres partes todos los días.

La devoción a María es una gracia especialísima.


Para mí la Virgen es la secretaria de Dios. Dejando de
lado las múltiples apariciones que están reconocidas por
la Iglesia, quiero hacer hincapié en los seis viajes que
María hizo a la tierra de Fátima, y no solamente por el
progreso económico que se extendió sobre una montaña
yerma y agostada, convertida actualmente en una nueva
población cosmopolita y millonaria con las divisas que
llegan de todas partes del mundo en los bolsillos de los
398
seis millones de peregrinos que visitan uno de los
santuarios más famosos del mundo.

Lo más importante son los millones de almas que


se habrán salvado y continuarán salvándose hasta el fin
de los tiempos; gracias a los mensajes de la Virgen y a
las Memorias de Lucía. Sí, querido lector, donde la
Virgen pisa la Tierra, sus huellas imborrables son
perpetuas, porque los hijos de María -de generación en
generación- jamás se olvidan de su Santa Madre, y allí,
en el lugar designado por Dios para recibirla en la Tierra,
llegan las almas buenas gimiendo y llorando en busca
del consuelo que sabe dar María y los hombres no damos.

Retornando al aniversario de Lucía, sabemos que


no ha sido festejado por deseo expreso de la vidente,
pues todo se ha circunscrito a una misa concelebrada
por sus cuatro sobrinos sacerdotes y una audiencia que
les concedió a los sobrinos directos, mientras un
sinnúmero de parientes que asistieron a la ceremonia
religiosa no han tenido acceso al locutorio donde tras
las rejas dialogó con los sacerdotes referidos.

Terminaré diciendo que Lucía viene escribiendo su


diario desde hace muchos años. Esta orden le fue dada
por la Santa Sede. Y los que sobrevivan a la vidente,
tendrán el placer de leer todos los volúmenes que deja
escritos con múltiples mensajes de la Virgen y numerosas
apariciones de María y revelaciones divinas que no puede
divulgar mientras viva. Y ante la insistencia de conocerla
personalmente numerosos parientes, les contestó: «No
tengo tiempo para perder. Necesito hacer mucha oración
y tengo mucho trabajo de que ocuparme».

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 27-Marzo-1997

399
400
APÉNDICE

401
402
SUMARIO

1.- SEGUNDA ENTREVISTA EN RADIO SALUD DE BARCE-


LONA, EL 4 DE FEBRERO DE 1.996

2.- ¡QUIEN FUERA HUMILDE!

3.- PARA SOR LUCÍA EN SU 89 ANIVERSARIO

4.- PARA SOR LUCÍA, EN SU NOVENTA ANIVERSARIO

5.- PARA MARÍA DE FÁTIMA BLANCO COLAO

6.- PARA MARÍA DE FÁTIMA BLANCO COLAO (en el día de


su Bautismo)

7.- PARA LA HERMANA LUCÍA CON MOTIVO DE LA


NAVIDAD

8.- LECTURA PIADOSA

9.- PARA EL RVDO. P. RODRIGO MOLINA, L.D.

10.- EL DOLOR

11.- BENDITA GRIPE

12.- PARA NUESTRA DOCTORA, CONCEPCIÓN LÓPEZ


FERNÁNDEZ

13.- AMOR Y RELIGIÓN

403
404
1.- SEGUNDA ENTREVISTA EN RADIO
SALUD DE BARCELONA, EL 4 DE
FEBRERO DE 1.996

1ª.- ANTONIO COLAO: ¿Por qué después de


regresar de Brasil, donde sabemos que estuvo once
años como emigrante, ha decidido escribir cuatro
libros sobre temas de religión, ética y moral?

- He venido a España para divulgar el bien y vivir


más pobre, porque estoy convencido de que la opulencia
y el bienestar social en que vivía son totalmente
incompatibles con la santidad a la que todos somos
llamados por Jesucristo, y todo lo que no está permitido
en los Evangelios nos conduce al pecado y a la desazón,
es decir, que nosotros mismos vamos elaborando el
camino espinoso por donde luego tenemos que pasar.
Tenemos una hija psicóloga y siempre nos dice que más
del 90% de los pacientes que recibe con problemas
psíquicos, sólo necesitan liberarse del pecado. Y esto
mismo ocurre con tantos males como nos acechan a nivel
nacional.

Tengamos en cuenta que la descristianización que


se propugna en España desde que nos gobiernan los
socialistas ateos, es el fruto de la droga, del hedonismo,
del divorcio, de la corrupción y, lo que es peor, del
crimen abominable que los abortistas llaman
interrupción del embarazo.

405
2ª.- Y ,¿qué haría usted para evitar que las
mujeres no abortaran?

- Después de penalizar lo que el Concilio Vaticano


II ha calificado como crimen abominable, construir
residencias de maternidad en lugares recónditos,
asistidas por religiosas, médicos y enfermeras, donde
pudieran ingresar de forma encubierta y gratuita, con
unos meses de antelación si así lo desearan, todas las
futuras madres que rehusan el hijo.

Y todos estos niños a los que un gobierno digno


podría salvarles la vida, podrían ser adoptados por tantos
matrimonios como los desean, haciendo anuncios en la
TV y presentándolos en pantalla. Pienso y creo que vale
más gastar el dinero en salvaguardar la vida de los
inocentes que dispendiarlo para sufragar los gastos que
originan los 45.000 abortos que se practican en España
cada doce meses. Más de 2.000 millones de ptas. Me
gustaría que alguien me respondiera si es mejor pagar
para matar o para salvar vidas humanas e inocentes.
¿Comprende ahora por qué estamos tan mal y cada día
estaremos peor si esto continúa?.

3ª.- En el último libro que acaba de publicar


-PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS-, y
que nosotros pondremos a la venta el próximo día
X, ¿qué destacaría más?.

- En primer lugar, la sinceridad y la convicción


absoluta con que lo escribí, y después las pruebas
científicas y teológicas, donde se demuestra que Dios
existe.
406
Nosotros, los católicos, tenemos una fe racional
con bases fundamentales, mientras los ateos, con el
mayor respeto para ellos, no tienen prueba ni fundamento
ninguno para decirnos que Dios no existe. ¿Cómo lo
saben? ¿Quién se lo ha dicho?. Sabemos que la ciencia
está muy avanzada, y el hombre se jacta y presume de
haber llegado a la luna, es decir, que ha conseguido
distanciarse de la tierra un segundo y cuarto a la
velocidad de la luz, mientras el astro más lejano
detectado hasta hoy -Quasar PKS-, se encuentra a 15.000
millones de años-luz.

Y uno se pregunta: ¿Dónde termina el universo y


quién conduce esas bolas gigantes a velocidades que
alcanzan los 276.000 kilómetros por segundo, como
ocurre con algunas estrellas. ¿Es que no se convertiría
el cosmos en una hecatombe si faltara el Chófer que lo
conduce?. Y, ¿quién es ese chófer, sino Dios?. Por eso
el premio Nobel de Física, Alfredo Kastler, declaraba
en agosto de 1.968: «La idea de que el mundo, el
universo material, se ha creado él mismo, me parece
absurda. Yo no concibo un mundo sino con un Creador,
por consiguiente, Dios. Y Newton, hablando del cosmos
dijo: «Hay que reconocer la voluntad y el dominio de un
Ser inteligente y poderoso».

4ª.- En su libro nos pone como ejemplo a un


matrimonio que tiene apadrinados cien niños en
el Tercer mundo. ¿Cree usted que no se pueden
hacer obras mejores con ese dinero?.

407
- Creo que no. Dios nos dice que la más importante
de todas las virtudes cristianas es la caridad, y sabiendo
que con cinco mil pesetas por mes se consigue alimentar
un niño, vestirle, alfabetizarle hasta conseguir el grado
de EGB, catequizarle para que pueda conocer a Dios y
conducirse en la vida como un verdadero cristiano, amén
de enseñarle un oficio, es una obra de caridad que nadie
puede hacer mejor con menos trabajo y menos dinero
para el padrino. Y esto nos lo ponen al alcance todos los
misioneros y seglares que trabajan con mucho sacrificio
y abnegación en el Tercer Mundo. Piense que todos estos
niños están sentenciados a morir de hambre, y los que
consigan sobrevivir, serán delincuentes forzosos y ateos,
no tienen otra solución. Y el Evangelio que a esto se
refiere, condena taxativamente a los que pudiendo
cumplirlo no lo hacen: «Apartaos de Mi, malditos, al
fuego eterno, porque tuve hambre y no me disteis de
comer...». Etc.

Y acerca de lo mismo nadie puede excusarse de no


tener. Recordemos a la viuda que sólo tenía dos monedas
y las entregó, y esa fue la que más dio de todos. Es
necesario tomar conciencia de nuestra responsabilidad
cristiana, pues cinco mil pesetas se pueden ahorrar todos
los meses, dejando de fumar unos pitillos, absteniéndose
de unos cafés en los bares, economizando un poco en
las llamadas telefónicas, teniendo un vestido menos en
el armario, comiendo con un poco más de sobriedad,
dejando de ir al restaurante una vez por mes, y un largo
etcétera de gastos superfluos que, lejos de beneficiarnos,
pueden ser nocivos para la buena salud del cuerpo y
condenatorios para el alma.

408
5ª.- ¿Tiene usted apadrinado algún niño?.

- Sí, claro, los tenemos mi esposa, mi hija, mi yerno


y yo. Y cuando llegan las Navidades y les hacemos un
obsequio, enseguida nos mandan cartas que nos
conmueven, pues como ya les conocemos a través de la
fotografía que nos mandan las misioneras y también una
síntesis biográfica que nos envían de cada uno, las cartas
nos impactan sensiblemente y nos incitan a buscar más
recursos para apadrinar más. Si me permite le leeré el
contenido de dos cartas que nos escriben desde los Andes
de Perú, que dicen así: «Queridos padrinos: Estudio 4º
grado de primaria. La hermana religiosa dice que me
darán un oficio si ustedes siguen pagando las cinco mil
pesetas por mes. Quiero ser mecánico. No me abandonéis,
rezo todos los días por vosotros, rezad por mis papás;
los dos murieron leprosos. Muchos besos.»

Hay otra que también me quedó grabada para


siempre.

«Queridos padrinos: Os envío una fotocopia de la


Virgen de Fátima, y a Ella le pido todos los días por
vosotros. Tengo miedo de que me olvidéis. Con las
misioneras estoy muy bien. Me enseñan a rezar y a
escribir y leer. No tengo más familia que las misioneras.
Ellas me dicen que tengo una madre muy buena que es
l a Vi rg e n d e F á t i m a , p e r o m i s p a p á s m u r i e r o n
tuberculosos de hambre. Muchos besos y abrazos,
padrinos».

409
6ª.- Antonio, ¿qué concepto le merece Juan
Pablo II?.

- Desde hace unos 500 años, todos los Papas han


sido un ejemplo para toda la Humanidad, pero, Juan
Pablo II, nadando siempre contra todas las corrientes
universales que propugnan el hedonismo, el divorcio, la
corrupción, el aborto y la descristianización, ha
conseguido aumentar el número de católicos en unos cien
millones, y no solamente por la virtud de la fortaleza,
por la genialidad de su cerebro, por el carisma personal
que le caracterizan como un líder gigante, sino más bien
y, sobre todo, por las siete horas diarias que dedica a la
oración y a la penitencia, y esto lo sé de fuentes muy
fidedignas, y «como todo lo puedo en Aquél que me
conforta», Juan Pablo II todo lo puede con Cristo Jesús.

Pienso que la historia lo registrará como el Papa


máximo y como un santo gigante. Y esto es causa de
que tantos le odien y quieran enterrarle vivo. La dignidad
con que representa a Cristo en la Tierra, le va llevando
día a día por el mismo camino de Jesús: «Si no fuerais
del mundo, el mundo os odiará como me odiaron a Mí,
y no quiera ser más el discípulo que su Maestro». El
Evangelio nunca falla, y aquí aparece también su
evidencia.

7ª.- Antonio, ¿pertenece usted a algún partido


político?. ¿A quién va a votar?.

- No pertenezco a ningún partido político porque


todos se distancian mucho de los preceptos de Jesús.
Pero todos los católicos tenemos el deber de votar al
410
menos malo, y como los comunistas y socialistas están
unidos para conseguir el aborto libre y terminar con la
enseñanza religiosa y con la religión, no tenemos más
opciones que el Partido Popular. Y esto lo ha dicho
claramente Juan Pablo II con palabras que cito de
memoria: “Cuando existen dos partidos abortistas y el
católico, no tengo otra opción, tiene el ineludible deber
de votar al más restrictivo”, y como este es el Partido
Popular, obedeciendo al Papa y a mi propia conciencia,
estoy comprometido a darle el voto al señor Aznar y a
sus colaboradores.

Bien sé que gobernarán desoyendo al Papa y con


el Evangelio cerrado, pero confío en que mejorará la
libertad de enseñanza religiosa, no tratarán de
descristianizarnos porque hay gente en ese partido muy
cristiana, tendremos menos corrupción, y en el supuesto
de continuar con el aborto legislado hasta hoy, dejará de
ser un coladero infame donde los tres supuestos se
vulneran todos los días. Los terroristas tendrán menos
posibilidades de matar, crecerá un poco el empleo,
mantendrán las pensiones, como lo tienen prometido, y
e s p e r o q u e n o p o n g a n l a d r o n e s e n l o s c a rg o s
preponderantes del Gobierno, lo que viene sucediendo
hasta ahora y todos lo sabemos, así, pues, con poca
ilusión y más bien con tristeza, ya sabe a quien pienso
votar.

8ª.- Antonio, como católico, ¿se siente


conservador o progresista?.

- Siempre creí que el verdadero progreso es el


crecimiento espiritual y material, es decir, el bienestar
411
de todos los seres humanos, el respeto a la vida, la unión
indisoluble de los matrimonios juntos con sus hijos, el
trabajo para todos, la punición de los transgresores de
las leyes, la solidaridad con los hambrientos del Tercer
Mundo, el diálogo que debiera de sustituir a las armas y
las guerras, la paz y la justicia que todos anhelamos,
etcétera, etcétera.

Y ahora resulta que el progreso es la riqueza


usurpada por los gobernantes, el aborto libre, el divorcio,
la separación de las familias, la carrera armamentista de
los países más desarrollados, la permisividad de las leyes
para que puedan seguir matando impunemente, los cien
mil niños que mueren carnisecos de hambre todos los
días, la droga, el hedonismo o amor libre que nos lo
meten por los ojos todos los días, y resulta que con este
progresismo que propugnan los repúblicos, el mundo está
perdiendo la ilusión de vivir y en las cárceles ya no caben
más presos.

Y si todo esto es el progreso, yo, gracias a Dios,


todavía no estoy loco y sigo siendo de los llamados
conservadores. Y viviré siempre subordinado y obediente
a mi Salvador, porque, «pasarán el cielo y la tierra, y
Mis Palabras no pasarán». Y como voy a morirme, «¿de
qué me sirve ganar todo el mundo si pierdo mi alma?».
Concretando: Si cien mil actos eran pecado cuando
Cristo resucitó y subió a los cielos, esos mismos cien
mil actos siguen siendo pecado hoy, por más vueltas que
les quieran dar.

Siendo así, cómo quiere usted que me sume a los


progresistas, católicos o ateos, cuando Jesús Dios nos
412
dice: «Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la
puerta que lleva a la perdición, y son muchos los que
por ella entran. ¡Qué estrecha es la puerta que lleva a la
vida, y cuán pocos los que dan con ella». «Muchos serán
llamados y pocos los escogidos».

Persuadido por estas terminantes palabras de Dios,


me suena a música celestial los sermones que predican
los sacerdotes progresistas, mostrándose benévolos con
los fieles para animarles a seguir viviendo la vida
mundana. Pues el gran Doctor de la Iglesia universal y
de la Mística, pensador, poeta, y una de los mayores
gigantes de la santidad, San Juan de la Cruz, nos dice
de forma taxativa y convincente lo que viene al unísono
con los preceptos de Jesús: «Si en algún tiempo, hermano
mío, le persuadiere alguno, sea o no prelado, doctrina
de anchura y más alivio, no la crea ni la abrace aunque
se lo confirmen con milagros, sino penitencia y más
penitencia y desprendimiento de todas las cosas. Y
jamás, si quiere llegar a poseer a Cristo, le busque sin la
cruz».

Y termino preguntando a los señores radioyentes:


«¿Quién tiene razón, los llamados progresistas o Dios y
los verdaderos intérpretes del Evangelio como San Juan
de la Cruz?.

* * * * *

413
2.- ¡QUIEN FUERA HUMILDE!

Nunca serás mayor en tu grandeza,


que al confesar tu poco valimiento,
si lo haces compungido y con pureza,
sin darle vanagloria al desaliento.

La vida nos enseña la humildad,


cuando más dolorosa frustración,
y nos llena de magnanimidad;
de una fuerza sublime, y de razón.

Cuando Dios nos concede gallardía,


ese don sólo a Él le pertenece,
y no puede servirnos de ufanía,
porque el más pequeñuelo la merece.

El orgullo nos aisla y divide,


es soberbia que merece condena,
para que tu conciencia no se olvide,
que le haces a Dios una faena.

Practica la humildad y mansedumbre,


y glorioso será tu desenlace,
porque pronto llegarás a la cumbre,
siendo Dios quien contigo se complace.

Vive con desconfianza de ti mismo,


y da por merecido el desconsuelo,
cultiva la alegría y optimismo,
pensando así en la gloria y en el cielo.

414
La experiencia nos dice que el humilde,
le da gracias a Dios por todo trance,
y conoce muy bien que no hay un tilde
que no sirva de gloria y más avance.

Con la humildad se quiebra la dureza,


el ánimo se encuentra en su medida,
se normaliza en Dios nuestra cabeza
y el Espíritu Santo nos da vida.

La grandeza está siempre en la humildad,


el orgullo repugna y no es cristiano,
es el fuego que quema la piedad,
y le convierte al fiel en un pagano.

Pero si es humildad con ufanía,


rebuscada queriendo aparentar,
se le está adicionando hipocresía,
a la altivez que se quiere ocultar.

El humilde se conforma con todo,


y cree tener más que se merece,
le da gracias a Dios por su acomodo
y nada de nadie le apetece.

Publicado en “LA VOZ DE ASTURIAS” 9-Septiembre-1996

415
3.- PARA SOR LUCÍA EN SU 89
ANIVERSARIO

Cómo han pasado los años,


cómo se esfuma la vida,
y con tantos desengaños
el alma está conmovida.
Ochenta y nueve veranos,
más de cuarenta entre rejas,
exhortando a sus hermanos,
con postales y tarjetas.
Siempre sencilla y prudente,
siempre fiel a su labor,
siempre amable y sonriente,
siempre ocultando el dolor.
Siempre adorando a Jesús,
siempre pidiendo a María,
siempre a cuestas con la cruz,
y, después, Santa Lucía.
Cuán gigante es su labor,
¡qué inmenso su apostolado!
con un corazón de amor
para que Dios sea loado.
Si el mundo pudiera ver,
las almas que han ido al cielo,
y supiera comprender
de dónde viene el consuelo,
con la llegada amorosa
de María sobre la encina,
y la mirada piadosa
llena de gracia divina;

416
siendo tres los receptores,
con pureza y humildad,
piadosísimos pastores
con excelsa integridad.
Dos volaron pronto al cielo,
la Virgen dejó a Lucía,
para vivir con desvelo
y servir siempre a María.
Lucía era imprescindible
para dar a conocer
lo que sería imposible
si llegase a fenecer.
¿Quién hubiera publicado
las Memorias de Lucía
y el excelso resultado
que ha visto en Cova de Iría?
¿Quién llevaría al mundo entero
los mensajes de María,
si no leyeran primero
las Memorias de Lucía?.
¿Cuántos serán los millones
que se han podido salvar,
contritos sus corazones
después de tanto pecar?.
Compungidos al leer
los escritos de Lucía,
y con ellos conocer
lo que nos pide María.
Los Papas la obedecieron
a la pastora vidente,
y todos reconocieron
aquel mensaje evidente.

417
Se derrumbó el comunismo,
Rusia tiene religión,
se practica el altruismo
y llegó la salvación.
Lucía fue el instrumento,
de un bien inconmensurable,
y la Virgen el portento
de lo divino inefable.
Admiro y quiero a Lucía,
como un ser santo y sagrado,
y le venero a María
como Virgen sin pecado.
Ella es la Madre del cielo,
en quien pongo mi esperanza,
quien me llena de consuelo,
de certeza y de confianza.
Un cumpleaños radiante
le deseo a la Vidente,
para que siga adelante
con lucidez en su mente.

Gijón, 22 de marzo de 1.996

418
4.- PARA SOR LUCÍA, EN SU NOVENTA
ANIVERSARIO

Con amor y contento su tarjeta,


el portero nos la entregó en su día,
tan florida, recatada y perfecta,
que a todos nos inunda de alegría.

Noventa años cumplirá la Vidente,


este mes de marzo, y el día veintidós,
y es gracia del Cielo, como es evidente,
que lleva ochenta consagrada a Dios.

Su cuerpo cansado de tanto quehacer,


su mente estresada de tanto escribir,
siempre arrodillada desde el amanecer,
ya estará saciada de tanto vivir.

¡Cuánta alegría le espera en el cielo!,


con ángeles, santos, Jesús y María,
y todos sus deudos llenos de consuelo,
pudiendo abrazarse a la hermana Lucía.

Después de una vida llena de humildad,


con gracia y pureza rezando rosarios,
mandando misivas a la humanidad,
que piden consuelo por tantos calvarios.

Son muchos millones las almas salvadas,


que al Cielo llegaron, gracias a Lucía,
y más las que faltan de su Madre amadas,
leyendo mensajes de Santa María.

419
Y este es el fermento que baja del cielo,
a los fieles santos que hacen oración,
que inmolan su vida con tanto desvelo
y entregan su alma y su corazón.

Así fue Lucía en su larga historia,


honrando a la Iglesia y a la Humanidad,
sufriendo en su vida y dándonos gloria,
acreciendo el mundo de la cristiandad.

Más pura y más casta que es esta Vidente,


no hay otra en el mundo que gane a Lucía,
porque era pastora, niña e inocente,
cuando con sus primos les habló María.

Y es con la pureza, candor y humildad,


que Dios nos abraza con gracia y amor,
y es con la soberbia, pecado y maldad,
que al hombre condena con fuego y terror.

Estos pensamientos que escribo sinceros,


bien sé que Lucía los comprenderá,
y aunque sean muy vanos y un poco fuleros,
como ella es tan santa me perdonará.

No puedo terminar sin desearle,


que cumpla los noventa y muchos más,
para volver a verla y siempre amarla,
por las cien cartas que guardo en un cabás.

El gozo y alegrías que me han dado,


es una deuda que nunca pagaré,
y le tengo un rosario dedicado,
El que siempre y cada día le rezaré.
420
Con estos pensamientos me despido,
con mucho amor y grande dilección,
y le hago conocer que yo no olvido,
a la Santa que fue mi bendición.

Gijón, 16 de marzo de 1.997

421
5.- PARA MARÍA DE FÁTIMA BLANCO
COLAO

COMO RECUERDO DEL BAUTIZO

María fue bautizada


por don Juan Blanco Oliver,
y en los padres Carmelitas,
hoy ha vuelto a renacer.

Y en esta celebración,
tan solemne y familiar,
siente nuestro corazón
la cohesión de un hogar.

Abuelos, tíos y hermanos,


amigos de bienquerencia,
todos fervientes cristianos,
de Asturias y de Valencia.

Rafael Blanco Oliver,


es padrino de María
y pronto la podrá ver
mocita y con alegría.

Los años pasan volando,


y este recuerdo entrañable,
aunque se va distanciando,
siempre será memorable.

Julia García García,


abuela, madrina y chacha,
vive hoy con más alegría
por su amor a la muchacha.
422
Y aunque a veces algo inquieta,
agobiada en su trabajo,
la quiere y cuida a la nieta,
y persevera a destajo.

Esperamos que su madre,


nunca agradezca bastante,
-lo mismo que su buen padre-
este Don tan importante.

Pues son dos hijos del cielo,


robustos y vigorosos,
que nos llenan de consuelo
como dones primorosos.

Hay que saber comprender,


lo poco que merecemos,
cómo Dios nos viene a ver,
y apenas le agradecemos.

No esperar la adversidad,
para apreciar lo obtenido,
pues ser grato es humildad,
y esto nos cae en olvido.

Nunca se aprecia el valor


de lo mucho que tenemos,
hasta que llega el clamor
cuando lo mejor perdemos.

Hoy es tarde de alegría,


de gozo, dicha y placer,
por ser cristiana María
y todos juntos comer.

423
Es el Club de las Regatas,
nuestro anfitrión verdadero,
con carne, vino y patatas,
nos sirven con mucho esmero.

Y después de este convite,


cada uno a su lugar,
veréis cómo Dios permite
nuestro tributo pagar.

Porque en la vida terrena,


tras el placer, desazón,
un poco de angustia y pena,
que sirven de corrección.

Aquí la dicha no existe,


y menos con lo pomposo,
porque Dios se pone triste
con todo lo que es gravoso.

Él quiere la austeridad,
la pobreza y sacrificio,
vida santa de piedad
y castiga todo vicio.

La alegría permanente,
se encuentra dentro del alma,
desdeñando lo opulento
y adorando a Dios con calma.

Y después de esta faena,


el gozo baja del cielo,
porque al ver un alma buena,
Dios la llena de consuelo.

424
Él nos da el ciento por uno,
siguiendo su itinerario,
y no perdona a ninguno
mientras le ofenden a diario.

Aprendamos de Jesús,
camino de salvación;
agradezcamos la cruz,
y abajo nuestra razón.

8-Diciembre-1995

425
6.- PARA MARÍA DE FÁTIMA BLANCO
COLAO (en el día de su Bautismo)

Es día ocho de diciembre


del año noventa y cinco,
cuando Fátima María
se incorpora al cristianismo.

Entra en la vida de gracia


con su regeneración,
y recibe el sacramento
de la llamada adopción.

Hija adoptiva de Dios,


con su iniciación cristiana,
lo seguirá siempre en pos
a partir de esta mañana.

Y es de nuestra fe cristiana
que Cristo lo ha instituido,
abriendo así la ventana
para el cielo prometido.

Es su principal efecto
lavarla bien de pecado,
erradicarle el defecto
sin que haya nada manchado.

Y así, la gracia infundida,


en su significación,
la incorporan a la vida
con esta santa ablución.
426
Las tres Divinas Personas,
le dan participación,
de sus sagradas coronas
y entran en su corazón.

Ahora ya es templo vivo


de la misma Trinidad,
y con fundado motivo
le exigen la santidad.

Gracia regenerativa,
virtud sobrenatural,
santimonia positiva,
sin pecado capital.

Heredera de la gloria
miembro vivo de Jesús,
fuerte para la victoria,
siempre adherida a la cruz.

Y es el deber de su padre
que viva muerta al pecado
y obligación de su madre
vigilarla con cuidado.

Ha de vivir para Cristo,


porque hoy ha muerto al pecado,
y Él mismo le ha dado el visto
para no ser defraudado.

La elemental exigencia
de este santo sacramento,
es sentir en la conciencia
la gracia de tal portento.
427
Y a los padres pertenece
el deber educativo,
haciendo que siempre rece
sin excusar un motivo.

Enseñar bien a María,


buscar las cosas del cielo,
y a vivir con alegría,
siendo Cristo su consuelo.

Hacerle saber a diario


el bien de la castidad,
la eficacia del rosario
y la vida de piedad.

Presentarle los caminos


de los pobres pecadores,
donde se van los malignos,
y el valor de los honores.

Hacerle ver que el placer,


cuando ilícito y morboso
presenta un atardecer
de suplicio tenebroso.

Esto en la vida presente,


¡qué será en la eternidad!,
cuando Cristo, frente a frente,
nos juzgue nuestra maldad.

Los males del mundo entero,


de toda generación,
son el fruto de un pecado
que fue nuestra perdición.
428
Aprendamos a vivir
en justicia y santidad,
si no queremos morir
condenados sin piedad.

Pues este mundo hedonista,


corrompido y depravado,
el demonio lo conquista
y el infiel es condenado.

8-Diciembre-1995
(L A I NMACULADA C ONCEPCIÓN )

- Gijón -

429
7.- PARA LA HERMANA LUCÍA CON
MOTIVO DE LA NAVIDAD

Silenciosa y meditando,
con su paciencia impecable,
siempre escribiendo y rezando,
nos da un ejemplo inefable.

Impregnada de humildad,
casta y símil de María,
con esa misma bondad,
nos inunda de alegría.

Por eso la felicito


al nacer Nuestro Señor,
que siendo un niño chiquito
colmó al mundo de esplendor.

Esto fue el día más grande


de toda generación,
cuando Dios mandó adelante
su Vida y Resurrección.

También infundió la paz,


el amor y la paciencia,
a todo el que sea capaz
de seguirle en obediencia.

Pues su Evangelio es camino,


es vida, y es santidad,
ahuyenta el morbo mohíno
y nos llena de piedad.
430
Y esto lo sabe Lucía,
siempre lo ha vivido a diario,
refugiándose en María,
con penitencia y rosario.

Más de cinco mil millones


poblaban los continentes,
y entre tantos corazones
se fijó en tres inocentes:

Jacinta, Paco y Lucía,


los tres niños candorosos,
jugando en la serranía
los hizo a los tres dichosos.

Cada uno con su cruz,


unido a la redención,
siempre serán gloria y luz,
y un medio de salvación.

Nada creo más evidente


que la historia de María,
y es mi Fe tan consistente
que por ella moriría.

No entiendo que alguien no crea


en estas apariciones,
y que haya un fiel que no vea
más de un millar de razones.

Sólo ignorando la historia


y faltando a la oración,
no se lleva en la memoria
tan frecuente aparición.
431
Por eso le amo a María,
en Ella está mi confianza,
admiro y quiero a Lucía,
y en Dios pongo mi esperanza.

La vida no me interesa,
morir es liberación,
y es la Fe quien me profesa
la eterna consolación.

Pero no quiero morir,


tampoco seguir viviendo,
quiero que Dios me haga ir
o me tenga padeciendo.

Yo quiero lo que Dios quiera,


Él nos da lo conveniente;
quien piensa de otra manera,
banaliza lo evidente.

Todos quieren tener fe.


La fe vive consumiendo,
y para que Dios la dé,
hay que vivir padeciendo.

Se necesita oración,
penitencia y humildad,
misa diaria y comunión,
limosnas y caridad.

Morir antes que pecar,


sentir siempre contrición,
si hemos podido faltar
a nuestra santa misión.
432
Distraído el pensamiento,
pido perdón a Lucía,
por ser el mayor portento
que vio, en la tierra, María.

Que Dios guarde su existencia,


para el bien que sigue haciendo,
llevando al mundo conciencia
de que hay un cielo e infierno.

Navidad 1.995

433
8.- LECTURA PIADOSA

Hermosa es la lectura de provecho.


En el cerebro ejerce su función,
y el corazón se siente satisfecho
si tiene el contenido devoción.

Con Dios hablamos siempre al implorarle.


Y con lectura pía y mesurada,
Él nos habla a nosotros para amarle
y fija en nuestra alma su mirada.

La lectura le hace al hombre afable,


cuando es lección piadosa de un cristiano
y también puede hacerlo indeseable
si el que escribe es mambis o es pagano.

Los años y experiencia me hacen ver


que la lección de libros piadosos,
con frecuencia nos hacen remover
los dones de misterios religiosos.

Leamos lo que escribe Muniaín,


el coronel ilustre y soberano,
que a todos nos conduce a muy buen fin,
con el mejor ejemplo de un cristiano.

Publicada en «EL COMERCIO» 1-Febrero-1977

434
9.- PARA EL RVDO. P. RODRIGO
MOLINA, L.D.
Su carta en mi poder hace unos días,
tan llena de valor y de confianza,
inunda nuestra casa de alegrías,
poniendo sólo en Dios nuestra esperanza.

Nos pone a Job como modelo y Santo,


el que siempre ha confiado en el Señor,
sin miedo y sin temor al desencanto,
porque su fe fue siempre un resplandor.

Él sabía que Dios siempre es muy bueno,


y que prueba las almas que más quiere,
y siendo Job su siervo más ameno,
la gracia dolorosa a él se adhiere.

Y acepta las desgracias con consuelo,


como tesoros que luego encontrará,
sabiendo que el Señor le lleva al cielo,
y sólo con la cruz nos salvará.

También nos habla usted del buen Jesús,


¡cómo aceptó la cruz el Redentor!,
colmando el universo con Su luz,
y valorando el peso del dolor.

Cuando el dolor penetra en nuestra alma,


es dignidad del mal tan merecido,
si lo hemos aceptado con la calma,
después de meditarlo con sentido.

Pero nunca debemos permitir


que el dolor oscurezca el pensamiento,
porque nada hay más triste que sufrir,
si mostramos a Dios el descontento.
435
También tiene poder educativo,
sabiendo enaltecerlo a lo sublime,
y echando todo el mal en el olvido,
devasta la soberbia y nos redime.

No es el dolor que el hombre a sí se impone,


el que más pesadilla nos despierta,
sino el que Dios nos manda y lo dispone,
para abrirle al espíritu la puerta.

El fruto y alimento del amor,


está impregnado en el dolor que viene,
y nadie le conoce al Redentor,
sin la cruz que al creyente le sostiene.

La experiencia y los años me hacen ver,


que el dolor trae un bien tan inefable,
que a los cristianos nos hace comprender,
la falta del dolor inquebrantable.

Sólo en el cuerpo enfermo y doloroso,


encontramos la perla de valor,
la que lleva la concha en lo morboso,
y muere sin gemido y de dolor.

Es un hombre de Dios con Su verdad,


al que ahora le escribo este poema,
envidiando su esfuerzo y santidad,
por esa alma que Dios hizo tan buena.

Con estos pensamientos le saludo.


Le agradezco su carta atentamente,
y por gracia de Dios yo nunca dudo
que es el padre Molina un hombre ingente.

Gijón, 1 de Marzo de 1997

436
10.- EL DOLOR

Cuando el dolor te aceche fuertemente,


sabiduría divina te está entrando,
porque el sufrir es siempre conveniente,
si quieres ir tu alma cultivando.

La mayor dignidad de la desgracia,


es siempre el sufrimiento palpitante,
que crea la humildad, y ésta, la gracia,
quien te hace ser tu mismo, y no pedante.

No es dolor que de nosotros viene,


el que más martiriza el corazón,
es el que Dios nos manda y lo sostiene,
y lo ve el increyente sin razón.

Dos reyes tiene el mundo silenciosos,


Yahvé que es invisible, y el dolor,
los dos son excelentes primorosos,
porque a todos nos citan con amor.

Nada nos llega al alma tan profundo,


como el dolor que viene de lo alto,
y casi lo rechaza todo el mundo,
porque a nadie le gusta el sobresalto.

Pero el alma no se puede extender,


si le falta el dolor que la engrandece,
y todo esto no se puede entender,
si el gozo y el pecado la adormece.

437
El dolor nos despierta sentimientos,
que son insospechados para el hombre,
y que viven palpitando y atentos,
pareando la pena de Aquel Hombre:

el que llevó la cruz hasta el Calvario,


mostrando a sus hermanos el dolor,
dejando su presencia en el sagrario
para ser triturado por amor.

El dolor nos infunde educación,


y tiene un gran poder caballeroso,
nos sirve de acicate y de razón,
y nos prepara un fin siempre dichoso.

Pero Dios lo permite mitigar,


desjuntando el dolor del pensamiento,
buscando en Jesucristo nuestro hogar,
y ofreciéndole a Él el sufrimiento.

Gijón - 1.996

Publicado en «LA VOZ DE AVILÉS» 7-Mayo-1997

438
11.- BENDITA GRIPE

Enteco, abatido y muy doliente,


la noche viene encima con tristeza,
y si Dios no despeja mi cabeza
el soneto saldrá por la tangente.

Es la gripe maligna y bien patente


que hace días me abruma con pereza
y nada puedo hacer con la presteza
que me infunde la actitud de mi mente.

Pero afirmo que Dios es mi consuelo


y llevo el sacrificio con amor,
pues el pesar también baja del cielo,

y sólo se comprende con fervor,


el bien que proporciona el desconsuelo
si el alma lo recibe con ardor.

Gijón - 1996

439
12.- PARA NUESTRA DOCTORA,
CONCEPCIÓN LÓPEZ FERNÁNDEZ

Con donaire y agudeza natural,


con compasivo amor hacia el paciente,
notable en medicina general,
tu despacho se te llena de gente.

Es Concepción así de bien nacida,


con distinción y talla soberana,
que a todos los pacientes nos da vida,
observando hasta el fin cada membrana.

Tu gracejo nos sirve de consuelo,


nos incentiva a viejos y achacosos,
y esta gracia que te viene del cielo,
cuando creas, te postrarás de hinojos.

Son los dones que Dios te ha concecido,


para aliviar al sabio e indigente,
y no debes dejarlo en el olvido
y ser ante el Señor indiferente.

A Él lo estás sirviendo cada día,


en los caídos que tanto Cristo amó,
y al hacerlo con sabia gallardía,
el mismo Creador te reclamó.

Los años y dolencias te harán ver,


que Dios te acarició con Su mirada,
y en ese refulgente amanecer,
te sentirás dichosa y de Él amada.
440
Si tú sabes lo bueno que es Jesús,
y que ha muerto por darte salvación,
nunca puedes dejarle en el transluz
y tienes que llevarle al corazón.

Nada existe más grande que la fe,


es el don que más llena la esperanza,
y aunque el Dios que la expone no se ve,
nos llena de alegría y de confianza.

Tu grandeza, elegancia y humildad,


tu talento vibrante y chispeado,
te llaman a la gloria y santidad
y a renunciar al mundo y al pecado.

Dios te ha dado aptitud sobresaliente,


para hacer ese bien tan honrable,
el que han hecho los santos tan ingente,
adorando a ese Dios tan inefable.

Visita las iglesias día a día,


confiesa los pecados a un buen padre,
dialoga un rato grande con María,
y ya verás lo buena que es tu Madre.

A Dios le pido siempre por tu bien,


por hallarte en los templos del cristiano,
por la fe de tu consorte también,
para hacer que sea santo y nuestro hermano.

Gijón, 8 de Mayo de 1.996

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13.- AMOR Y RELIGIÓN
Sediento del amor es el vivir,
y es deseo del hombre siempre amar.
Pues el alma se tiene que nutrir,
amando y siendo amada al despertar.
Para ahuyentar el miedo de morir
y el gozo de poder resucitar.

Efusiones que del cielo han bajado,


imposible resulta enumerar,
y pensando yo ahora aquí sentado,
con impericia intento elucubrar,
y el que no ha sido de talento dotado
igualmente las pueda comprobar:

Si una piedra desciende en la laguna,


nos salpica y forma ondulaciones,
y más amplias si cae de la luna,
con fundadas y probables razones,
y no encuentra el increyente ninguna,
para rogarle a Dios con oraciones.

No medita que ha bajado del cielo,


el «pedrejón» sublime y piadoso,
y sus ondas abarcan todo el suelo
con la amplitud de un Dios maravilloso,
que al creyente le sirve de consuelo,
y le hace consagrarse al religioso.

Pero esto no lo entiende la arrogancia,


porque el demonio es pura altanería,
y el que le abre la puerta se distancia,
del Espíritu Santo y de María,
por falta de oración y de constancia.

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Por eso la soberbia no conviene,
es un pecado grave y desmedido,
que ensombrece la luz del que la tiene,
echando a sus hermanos al olvido,
y condenando a aquel que la sostiene,
mientras no la confiese arrepentido.

El increyente es siempre un orgulloso,


el que mantiene el «yo» que no le han dado,
y se muestra con todos riguroso
ignorando que es un hombre malvado,
y oprimiendo al hermano piadoso,
hasta verle indefenso y humillado.

Porque mirando a Cristo se comprende,


el deber que tenemos de humildad,
y esto sólo el humilde es quien lo entiende
y sabe practicar la caridad
con la gracia que se palpa y se siente.

Es la gracia que viene de la altura,


con la fuerza de un Dios tan poderoso,
que puede hacer sublime la basura
y convertir al acre en piadoso
dejándole su alma limpia y pura.

Y todo esto se puede conseguir,


mirándole a Jesús en el sagrario,
sabiendo que tenemos que morir,
meditando Su vida en el Calvario,
y ayudando a los pobres a vivir.

Gijón 15 Febrero 1997

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