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En una encantada torre, por lo que s, vivo preso. Qu me harn por lo que ignoro si por lo que s me han muerto?

Que un hombre con tanta hambre viniese a morir viviendo! Lstima tengo de m. Todos dirn: "bien lo creo;" y bien se puede creer, pues para m este silencio no conforma con el nombre Clarn, y callar no puedo. Quien me hace compaa aqu, si a decirlo acierto, son araas y ratones. Miren qu dulces jilgueros! De los sueos de esta noche la triste cabeza tengo llena de mil chirimas, de trompetas y embelecos, de procesiones, de cruces, de disciplinantes; y stos unos suben, otros bajan, otros se desmayan, viendo la sangre que llevan otros; mas yo, la verdad diciendo, de no comer me desmayo; que en esta prisin me veo, donde ya todos los das, en el filsofo leo Nicomedes, y las noches en el concilio Niceno. Si llaman santo al callar, como en calendario nuevo San Secreto es para m, pues le ayuno y no le huelgo; aunque est bien merecido el castigo que padezco, pues call, siendo crado, que es el mayor sacrilegio.

Cuando uno lee este monlogo dicho por el acompaante de Rosaura, se encuentra con un relato que muestra todo lo que siente el personaje por haber sido encarcelado en la torre, luego de haber prometido callar, en contra de su propia naturaleza de Clarn, como se muestra en este parlamento anterior: -Y a qu fin me encierran? -Eres Clarn. -Pues ya digo que ser corneta, y que callar, que es instrumento ruin Pero ms all de la importancia teatral que esto conlleva, hay un asunto que a m me parece ms pertinente, el monlogo habla de todo el sufrimiento y desgracia que sufre Clarn, sin embargo, el acepta al final del texto su condicin, declarando lo siguiente: aunque est bien merecido el castigo que padezco, pues call, siendo crado, que es el mayor sacrilegio Aqu el texto se dirige hacia otro terreno, el de los valores, donde una persona arrepentida por haber transgredido sus propias creencias se juzga a si mismo y se condena. Acaso nosotros haramos algo as? Cuan fieles somos a nosotros mismos? La reflexin a la que nos invita este monlogo es a la de ser consecuentes, la de tener la valenta de seguir el camino que nosotros escogimos, por que si no lo hacemos, perdemos algo bsico de cualquier persona, la percepcin que tiene de si misma, de esto habla un gran escritor colombiano, al que me permito citar; No hay ideal que merezca tanta abyeccin de si mismo. Es decir, nada vale la pena, si uno deja de lado por completo sus verdades.

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