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El aborto genera opiniones contradictorias; dentro de su contexto intervienen principios ticos, morales, jurdicos, religiosos, mdicos, prcticos, y de salud

pblica. No es fcil establecer prioridades entre valores ticos conflictivos, pero si es necesario reflexionar sobre principios moralistas y filosficos de derecho que legitiman la necesidad de proteger los derechos humanos de las mujeres y su autonoma como seres individuales. En el mundo existen culturas, ideologas y religiones con distintas actitudes con respecto al instante exacto en que el embrin se transforma en un ser humano con alma. Hay tradiciones que creen en la hominizacin -que es el momento en que el vulo fecundados se convierte en persona- ocurre en algn instante despus de la concepcin; otros opinan que la vida no comienza sino cuando el feto es viable. Algunas religiones no se oponen al aborto: estiman que debe permitirse bajo ciertas condiciones. Otras lo dejan a la discrecin de la persona de acuerdo a lo que dicte su conciencia y unas terceras lo condenan totalmente. El trato que se le ha dado al aborto no slo difiere entre las distintas comunidades religiosas, sino que ha suscitado numerosas polmicas en el interior de las mismas. Dichas discusiones han cambiado a lo largo de la historia y continan siendo objeto de un constante debate en el cual no hay unanimidad de opiniones. Pensamiento religioso: algunos ejemplos En el caso de la jurisprudencia islmica, por ejemplo, existe desacuerdo en cuanto al momento exacto de la instalacin del alma en el cuerpo y el desarrollo del feto, -un grupo permite el aborto hasta los 120 das, otros los prohben en etapas ms tempranas-. Dentro del judasmo, si bien se exige el aborto cuando peligra la vida de la madre, existe una gran divergencia entre los distintos movimientos en cuanto a permitir el aborto por razones teraputicas. En Judaism and Abortion seseala: hay divergencia en la tradicin juda en cuanto a permitir el aborto en caso de malformaciones fetales. En estos casos el aborto no se justifica por las dificultades que deber enfrentar la criatura, sino por el sufrimiento mental o emocional para la madre que resulta de continuar el embarazo. El factor determinante es, pues, la mujer y no la condicin o futuro del feto.

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