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¿DE QUÉ ENCUENTRAS CULPABLE A JESÚS?

I.E.E. A.C.yM.
¿Quién o quienes son los culpables de los accidentes de:…?

La Biblia enseña que:

«Absolver al culpable y condenar al inocente


son dos cosas que el Señor aborrece.»
Pr.17.15 NVI

Tengo otras preguntas para ustedes, estas nos ayudarán a encontrar a algunos infractores. Con sinceridad
contestemos:

 ¿Quién es el culpable de mis malas calificaciones?


 ¿Quién es el culpable de mis muchas deudas?
 ¿Quién es el culpable de mi sobrepeso?
 ¿Quién es el culpable de mis angustias?
 ¿Quién es el culpable de mis ansiedades?
 ¿Quién es el culpable de mis aflicciones?
 ¿ ?
 ¿ ?
 ¿ ?

De lo que hemos contestado, siempre encontramos a un culpable. Podemos ser nosotros mismos o alguien
cercano a nosotros. Pero, ¿podemos culpar a Jesús, al Señor Jesús, de alguna de estas cosas que nos han
sucedido o están sucediendo?

Pensemos en nuestra vida, en la vida diaria, hay alguna cosa que nos pase de la que podamos decir _Jesucristo es
el culpable de esto que me ha pasado1_

¿De qué encontramos culpable a Jesús?

Quizás solo podamos acusar a Jesús de una sola cosa, escuche lo que dice la Biblia

Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este
mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Juan 3.1 RV60

Jesús es culpable de amor, de amor hasta la última gota de sangre derramada.

Si usted cree que Jesús no es culpable de nada, entonces usted se parece a un famoso personaje de la Biblia.
¿Quién será?

Será a Noé por su obediencia, o a Abraham por su fe, o quizás a José por su santidad, o a lo mejor es a Moisés
por su cercanía con Dios a quien usted se parece, o tal vez es usted como Samuel que escucha la voz de Dios, o
será como David y tendrá un corazón como el de Dios, o es usted sabio como Salomón, o un hombre de
oración como Daniel, o un misionero y teólogo como Pablo.
Leamos Juan 18. 37-38
37
—¡Así que eres rey! —le dijo Pilato.
—Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la
verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.
38
—¿Y qué es la verdad? —preguntó Pilato.

1
Ver el ensayo “Cinco verdades sobre la existencia del mal”
Dicho esto, salió otra vez a ver a los judíos.
—Yo no encuentro que éste sea culpable de nada —declaró—.
Juan 18.37-38 NVI

Y no solo en esta ocasión, leamos 19.4 y 19.6; son tres veces que Pilatos afirma no encontrar delito alguno digno
de condenación en la persona de Jesús.

“Jesús no es culpable” dijo usted hace unos minutos. “Jesús no es culpable” leímos que dijo Pilatos. Usted y
Pilatos se parecen en que ambos reconocen la inocencia de Jesús.

Pilatos hizo algo más que reconocer que Jesús no es culpable. Pilatos, sabiendo que Jesús era inocente, lo
condenó como a un criminal.

Usted ha reconocido la inocencia de Jesús, y aunque no puede condenarlo como un criminal, lo ha condenado
como a un mentiroso. Pues no le ha creído, no ha creído a sus palabras.

Jesús a dicho «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con
mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.
Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.»
Mateo 11.28-30 NVI

El ha dicho que les dará descanso. Y usted no le cree porque no se acerca a él. No va a él. No lo busca a él.
Usted no cree que Jesús le dará descanso. Usted no cree que él pueda rescatarlo de las garras del pecado que lo
aprisionan.

Si usted creyera, se acercaría a él. Usted no cree que su yugo es fácil y su carga ligera. Si usted creyera se acercaría
a él.

¿DE QUÉ ENCUENTRA CULPABLE A JESÚS?

Si no lo encuentra culpable de nada, no haga como Pilatos. Usted crea lo que Jesús a dicho y hecho. Acérquese a
él, confiésele a Cristo su pecado de “…inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio,
discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas
parecidas.”

Usted que está cansado de esta clase de vida, usted que quiere un descanso espiritual, crea lo que Jesús le a
dicho. Arrepiéntase de sus pecados y acepte a Jesús en su corazón como el Señor y Salvador de su vida.

oscar p. mendoza
Templo Metropolitano Alianza

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