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Tema 3: El nacimiento de España como estado y su expansión por el mundo

1. Los Reyes Católicos


1.1. BIOGRAFÍA DE DOS REYES

Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos.

Fernando Isabel
Fernando V de Castilla y II de Aragón Isabel I reina de Castilla, fue una mujer
nació el 10 de mayo de 1452 en Sos, de gran temperamento y determinación,
(Zaragoza), hijo de Juan II de Aragón lo cual le ayudó a llevar a cabo sus
y de Juana Enriquez. Prototipo del proyectos políticos. Hija del rey Enrique
gobernante maquiavélico, casó con III y sobrina del hermano de éste
Isabel la Católica, participando Enrique IV, de la dinastía de los
activamente junto a ella en la política Trastámara, nació en el año 1451. Para
centralizadora del gobierno y en la acceder al poder se autoproclamó reina
unificación territorial. De la misma y propietaria de Castilla en Segovia en
manera, se preocupó por la expansión el año 1474, aunque antes había hecho
territorial de su reino, incorporando jurar la abdicación a Enrique IV en su
para la Corona de Aragón el Sur de persona, deshonrando a la hija de éste,
Italia, el Rosellón y Cerdeña, así como Juana la Beltraneja. Tras la guerra civil
Navarra, que se incorporó al reino de que enfrenta a las dos aspirantes y la
Castilla. Junto a Isabel, participó en la victoria de Isabel, ésta queda
toma de Granada y sus tropas le instaurada definitivamente en el trono.
ayudaron en la guerra civil que ésta En el año 1469 se había casado con
mantuvo contra Juana la Beltraneja Fernando de Aragón, llegando ambos a
en el año 1479. Con motivo de la un acuerdo de competencias sobre sus
muerte de Isabel (1504), la muerte respectivas jurisdicciones. Junto a él,
de su yerno Felipe (1507) y la protagonizó el mayor cambio habido en
"supuesta" locura de su hija Juana, la historia social española, centralizando
Fernando tomó la Regencia del reino el sistema, imperializando la política
que ya había tenido, a la muerte de exterior e introduciendo elementos tales
Isabel, durante un año, siendo en como la Inquisición. La reina Isabel
esta ocasión desde 1507 hasta 1516. murió en el año 1504 dejando una
Como rey será considerado por herencia que no se vería concluida
muchos como Rey de reyes por su hasta la llegada de su nieto el
astucia y determinación, así como emperador Carlos V.
monarca frío y calculador. Murió en
1516 en la provincia de Cáceres.

1.2. HISTORIA DE UNA AMBICIÓN


1.2.1. L A C E N T R A L I Z A C I Ó N D E L E S TA D O

Juana la loca, oleo de F. Pradilla Ortiz (1848-1921), museo del Prado, Madrid.

La ambición más grande de los Reyes Católicos consistía en lograr la centralización del
poder mediante un amplio aparato burocrático, en el que los monarcas fueran las
cabezas del estado acompañados de una amplia red de nuevos gerifaltes que debían su
puesto de trabajo al nuevo sistema, por lo que su lealtad estaba asegurada.
• Reyes Católicos: su poder no era absolutista, pues reconocía el poder de las
cortes, aunque sí autoritario, en cuanto a que éstas le servían para jerarquizar
el poder y poner la Corona por encima del cuerpo administrativo.
• Cortes: de clara herencia medieval, vieron limitados sus movimientos al ser
ocupadas por una nueva clase burócrata dependiente de la monarquía. A pesar
de todo mantenían el poder legislador y judicial.
• Chancillerías: estaban dedicadas a la administración de la justicia que, sin
embargo, legalmente, dependía de las Cortes.
• Reales Consejos: sin duda, fueron los que sufrieron un mayor recorte en sus
atribuciones, quedando relegados al poder de los órganos superiores.
• Consejo de la Santa Hermandad: fue creado para ofrecer mayor seguridad
en los campos y, sobre todo, a lo largo de los caminos. Es el precedente
histórico del alguacil.
• Consejo supremo de la Inquisición: creado con el fin de unificar
religiosamente España en torno al cristianismo. De esta manera y a través de
la justificación religiosa, los monarcas se armaban de una espada a la que
recurrir siempre que las tendencias políticas aconsejaran que no se viera el
brazo real, cerrando también la sociedad en torno a una fuerte vigilancia.
• Consejo de las órdenes militares: controlaba y jerarquizabauna serie de
organismos que, por su origen, eran futuros disidentes en potencia.

• Ayuntamientos: eran las administraciones de los pueblos y se hallaban en el


último escalón del gobierno;debidamente jerarquizadas a través del alcalde y
el corregidor de las ciudades, dependían, en última instancia, de los reyes.

1.2.2. L A E S PA N S I Ó N

Si los Reyes Católicos presentaron un frente unido en la cuestión interior, no fue así en
la exterior. Las conquistas exteriores se llevaron a cabo de una manera independiente y
según las necesidades de Aragón o Castilla. Así, Aragón se lanzó sobre la campaña
militar del Mediterráneo, enfrentándose sobre todo al reino de Francia por el control del
sur de Italia, en las llamadas guerras del Gran Capitán. Por parte de Castilla, la
expansión tomó dos direcciones: en primer lugar hacia África, donde se ocuparon plazas
como la de Melilla, en segundo lugar hacía el Occidente, buscando nuevas rutas de
navegación comercial que evitara el control que el Imperio Otomano ejercía sobre el
lado oriental del Mediterráneo. Esta carrera se desarrolló entre dos protagonistas,
Castilla y Portugal, lo que daría lugar al inicio de la era de los grandes descubrimientos y
los grandes viajes oceánicos. Sin embargo, la gran ambición de los Reyes Católicos será
el expandir su poder por Europa, dejando un germen que dará lugar a la monarquía
imperial de Carlos I.

Para conseguir sus objetivos, los monarcas se valieron de una sutil política matrimonial
con sus vástagos, tendente a crear un entramado de poder y alianzas sobre el
continente.

A continuación vamos a ver el esquema de dicha política matrimonial.


1.2.3. ANEXI O N E S P E N I N S U L A R E S

Toma de Granada, Francisco Padilla y Ortiz, Museo del Prado, Madrid.

Sin duda, la guerra más costosa en cuanto a tiempo y esfuerzo para los Reyes Católicos
fue la conquista de Granada. Este rico reino de la dinastía Nazarí, era el último territorio
peninsular todavía ocupado por los árabes. La razón por la que, desde los tiempos de
Fernando III, se tardara tanto tiempo en atacar al reino nazarí hay que buscarla en que
Granada pagaba anualmente un impuesto muy lucrativo a Castilla, por lo que sólo al
llegar la idea de la reunificación territorial, se llevó a cabo la conquista, terminando de
esta manera la Reconquista española. La segunda conquista fue la terminación de la
conquista canaria, que se desarrolló durante el reinado de Isabel, y por último, la toma
de Navarra por Fernando en el año 1512, que lo incorporó al reino de Castilla.

1.2.4. E L N A C I M I E N T O D E L A INQUI S I C I Ó N
La enorme cantidad de nuevos convertidos al catolicismo, supuso la necesidad de crear
una institución que controlara a estos neo convertidos, en pro de la ortodoxia y contra
cualquier tipo de herejías. Antes de terminar el año 1478, empezaron las negociaciones
con Roma, y el 1 de noviembre el papa Sixto IV firmaba la bula Exigit sincerae
devotionis, por la que otorgaba el poder a los Reyes Católicos para nombrar
inquisidores. De esta manera entraría en España una cruel máquina de represión, no
solo religiosa, si no de cualquier actividad social y que sería al mismo tiempo el más
importante órgano de control de los reyes de España, al abanderar en sus actuaciones
la cuestión religiosa y estar por encima de los diversos reinos y municipios.

Sin embargo ya hablaremos más en delante de la Inquisición, a la que dedicaremos un


apartado.

1.2.5. L A E X P U L S I Ó N D E L O S J U D Í O S Y L A A S I M I L A C I Ó N D E L A S M I N O R Í A S

La comunidad judía había sido muy importante en toda la península, debido a su


influencia comercial y a su vida, casi siempre cerca de las plazas más importantes de las
ciudades. La persecución de la que fueron objeto los judíos por el Tribunal de la
Inquisición provocó enormes movimientos migratorios de una ciudad a otra, hasta que
esta política culminó con el edicto de expulsión de 1492, que les obligaba a escoger
entre la conversión o la expulsión, en un plazo máximo de 4 meses. La gran mayoría
optó por el exilio, diseminándose por el Mediterráneo. La toma de Granada conllevó el
necesario reconocimiento a una realidad social y política difícil de encajar en la
mentalidad política de los Reyes Católicos. El cardenal Cisneros optaría por la línea dura
con respecto a esta nueva minoría, que sufriría los efectos de la Inquisición en los años
posteriores.

1.3. ECONOMÍA Y SOCIEDAD


Caminos de la mesta y distribución de las dehesas.
Martínez Ruíz, Enrique y Consuelo Maqueda, 2000 (coords.), Atlas histórico de España I,
Madrid, Istmo.

Los Reyes Católicos impulsaron una economía que aupándose en las burguesías de las
ciudades y en una aristocracia ávida de compartir el poder, crecía como un todo
gobernado por los soberanos. Se benefició a la aristocracia, pero también a la
burguesía, al tiempo que se le otorgaba al campesinado libertad de movimientos y de
trabajo. A través del comercio interior se desarrollaron importantes rutas comerciales
con el exterior, lo cual provocó el crecimiento de algunas ciudades y movimientos
humanos en busca de las urbes más ricas.
V. A, (1990), Geografía e historia de España y de los Países Hispánicos, Madid, Santillana.

Ballestero y arcabuceros del ejército fernandino.


Datos Interesantes

I G U A L D A D D E L O S D E R E C H O S

Ha pasado a la historia el emblema, "tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando".
Dicho emblema venía a significar la igualdad de derechos de los dos monarcas, al
tiempo que delimitaba las incursiones de dichos cónyuges en el reino del otro.
A L G A R A B Í A

La palabra algarabía, que actualmente significa hacer mucho ruido y no entender nada
de lo que se dice, proviene de la antigua lengua hablada por los musulmanes o
recientemente convertidos al cristianismo (sobre todo provenientes de Granada)
llamada "arabiyyah", que al ser ininteligible para el resto de cristianos, pasó a
denominar su significado actual.

C O M U N I D A D E S S E FA R D I TA S

En la actualidad existen comunidades judías (sefarditas) que todavía hoy hablan la


antigua lengua (sefardí) que hablaban en la península antes de la expulsión.

2. El descubrimiento
2.1. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA DE UN ALMIRANTE

Vamos a describir la historia conocida de uno de los


personajes más ignotos y misteriosos de la historia
europea. En primer lugar, citaremos la biografía oficial del
descubridor de América para, más tarde, ahondar en los
misterios de su pasado. Cristóbal Colón nació en Génova
en el año 1451 y desde muy joven se dedicó a la
marinería. Respecto a su profesión, podemos decir que fue
marinero y comerciante. En el año 1476, el barco en el que
navegaba sufrió un naufragio frente a las cosas
portuguesas, lo que provocó que entrara en contacto con el
rey de Portugal, Juan II, al que propondrá su proyecto de
llegar a Catay (China) por Occidente. Su idea, sin
embargo, no satisfizo a la comisión de expertos, por lo que
poco tiempo después le encontramos buscando apoyos en
Castilla para lograr sus objetivos. La primera entrevista la
tendrá con los Reyes Católicos en el año 1486; un año
antes había fallecido su esposa y había encontrado apoyos
en el monasterio de la Rábida.

En 1492, con la conquista de Granada ya terminada


convence a los Reyes de su proyecto y, además, logra
pactar con ellos un contrato que le otorgaba el título de almirante, el virreinato de las
futuras tierras conquistadas, un 10 por ciento del comercio que se realizara por la ruta,
etc., El 12 de octubre de ese mismo año, los barcos de Colón: la Pinta, la Niña y la
Santa María, veían tierra. Después de dejar tras de sí a 39 hombres en un fortín, volvió
a la península, donde se entrevistó con los reyes en Barcelona en el año 1493. En un
segundo viaje, Colón exploró las islas de Cuba y la Española (hoy, República
Dominicana).

En su tercer viaje, Colón tuvo serios problemas con la gobernabilidad de las nuevas
tierras por lo que fue sustituido y mandado de vuelta a casa. Su cuarto viaje fue un
desastre, perdiendo gran cantidad de naves, por lo que hubo de volver a España en
condiciones lamentables. El resto de su vida la pasó intentando que se respetaran todos
los apartados firmados por los Reyes Católicos y dentro de un relativo olvido por parte
de sus contemporáneos.

2.2. EL ENIGMA COLÓN

Por algún motivo que aún permanece desconocido, Cristóbal Colón mantuvo un halo de
misterio en torno a numerosos aspectos de su vida. Este propósito del navegante se ha
visto ayudado por el hecho de ser un personaje mítico e intocable para la investigación
histórica, que le ha cubierto de un velo, tras el cual y 500 años de historia después, se
nos abre un enigma aún más interesante que la propia gesta del descubridor: ¿quién
era Cristóbal Colón?

¿Dónde nació?

Todas las teorías señalan que debió ser de Génova, debido a una carta que escribió en
la cual se declaraba oriundo de aquel lugar; lo que no se explica, sin embargo, es que
jamás escribiera en italiano, siempre lo hacía en castellano, aún a sus amigos italianos.

¿A qué se dedicaba?

La teoría del comerciante deja mucho que desear en cuanto a que no deja suficiente
testimonio de actividades comerciales. Nos dejo escrito, sin embargo, la siguiente
declaración, “de muy pequeña edad entré en la mar navegando, e lo he continuado
fasta hoy ….Ya pasan de 40 años que voy en este uso. Todo lo que fasta hoy se navega,
todo lo he andado”. Su dedicación marina resulta pues, evidente, aunque no tanto la
que se refiere a sus labores en la mar. Bartolomé de las Casas, su primer biógrafo, dejó
escrito que Cristóbal Colón se encontraba a bordo de una nave corsaria comandada por
un tal Colombo Júnior; dicha nave entabló batalla con otras venecianas y al hundirse,
consiguió llegar a nado hasta Portugal, que estaba cerca. Podía tratarse de un error del
fraile y Colón encontrarse entre los marinos venecianos, pero a pesar de haber con ellos
varios genoveses, en el registro no se ha encontrado su nombre. Cierto es que mucho
habría tenido que comerciar D. Cristóbal para pasar esos 40 años sólo comerciando. Por
otra parte, su vasto saber geográfico y marino excedía al de las rutas tradicionales de
su tiempo, y en contra del uso mercantil de la época, el nombre de Cristóbal Colón es
como una sombra, sin firma ni documento.

¿Cuál era realmente su nombre?

Si aceptamos la tesis del corsario Colombo, Cristóbal podía haber adoptado el nombre
del mismo capitán, sin embargo la historiografía apunta a que fuera hijo de Doménico
Colombo, tejedor de oficio y afincado en Génova. Esto se basa en algunas declaraciones
de él mismo y cartas de supuestos parientes. Sin embargo el nunca dejó constancia de
esta relación y sí de otra en un ataque de orgullo “No soy el primer almirante de mi
familia”. O intentaba inventarse una historia familiar lejos de los telares de su padre o
se refería a otra familia, pero lo que más extraña es la manía colombina de cambiarse
en nombre y una cantidad increíble de acepciones de Cristófono Colombo que desarrolló
durante su vida, ¿Un intento de ocultarse de algo?

¿De qué vivía Colón en Castilla?

He aquí una difícil cuestión. Se menciona que, mientras consigue entrevistas con los
Reyes, (cosa bastante difícil en la época y que, a pesar de sus amistades, no es lógico
que alguien como él consiguiera muy a menudo), se dedicó a vender libros y mapas
náuticos que él mismo realizaba. Esto coincidiría con el hecho de que Isabel tuviera que
mandarle dineros para que se presentara ante ellos decentemente, aunque nos
sorprenda la generosidad de la reina con un extraño. Por otro lado, esto no casa tan
fácilmente con el hecho de que el mismo Colón financiara una parte de la expedición —
unos 600000 maravedíes, según calculan algunos historiadores— esto indica que, o bien
el trabajo de vendedor de libros daba bastante más que para vivir, o el futuro almirante
tenía, o había tenido, otra fuente de ingresos.

¿Realmente Colón vió por primera vez América en


1492?
Uno de los misterios que más quebraderos de cabeza ha dado es el encabezado de la
capitulaciones de Santa Fe, que reza así: “las cosas suplicadas que vuestras altezas dan
y otorgan a D. Cristóbal Colón en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en los
mares océanos y del viaje que agora... son las que siguen”. ¿Qué había descubierto
Colón con anterioridad? ¿Tiene que ver ese supuesto descubrimiento con el hecho de
que los reyes firmaran concederle el título de almirante, el 10 % del comercio y el título
de virrey? Por otra parte, este fragmento siempre se ha interpretado como una
referencia a la idea de Colón de la ruta más corta hacia China, a pesar de lo cual
Bartolomé de las Casas dejó escrito “ya el tenía certidumbre que había de descubrir
tierras y gentes en ella, como si en ellas personalmente hubiera estado (de lo cual
cierto yo no dudo)". Bartolomé de las Casas fue la última persona que pudo ver el diario
de a bordo de Colón de su primer viaje, antes de que éste desapareciera.

El sospechoso viaje

Para terminar con los misterios colombinos, he aquí el último elemento. Se trata de un
seguro fechado en Avís el 20 de mayo de 1488 y concedido por el rey de Portugal, Juan
II. En dicho seguro se le ofrece inmunidad a Colón para realizar un viaje de ida y vuelta
a Portugal y en el mismo seguro el rey escribe: “Tenéis algún recelo de nuestras
justicias, por razón de algunas cosas a que estáis obligado”. La nota no puede ser más
intrigante y parece escrita a drede para volver locos a los historiadores. ¿A qué cosas se
refería el rey? ¿Qué había hecho Cristóbal por lo que necesitara un seguro firmado por
el rey?

En "buena" compañía

Un elemento que no se entiende cómo ha dejado indiferente a generaciones de


historiadores es la compañía que se llevó el navegante al descubrir el nuevo mundo. De
sobra es conocido que la reina Isabel encontró en el proyecto de Colón la solución para
vaciar unas cuantas celdas de las cárceles y embarcar hacia lo desconocido a un grupo
de asesinos, ladrones y gentes de mala calaña. Lo que no nos parece tan claro es que
un simple comerciante se atreviera a tal viaje con semejante compañía.

2.3. LA PREPARACIÓN DEL VIAJE

Réplicas de las carabelas la Pinta, la NIña y la Santa María

Como ya dijimos antes, la preparación del viaje corrió a cargo, no solo de los Reyes
Católicos sino también del propio Colón. Al parecer, los Reyes Católicos dieron
1.140.000 maravedíes (aunque las cuentas no están en absoluto claras, caso extraño
dado el extremo control que se tenía de las finanzas). Por su parte, la ciudad de Palos
entregó 2 embarcaciones (valorados en unos 400.000 maraveríes) saldando así una
vieja deuda pendiente con la realeza. A pesar de ese gasto y de los supuestos 600.000
maravedíes que el mismo Cristóbal Colón tuvo que aportar, aún queda pendiente una
cantidad de dinero nunca justificada. Otro de los misterios es si hubo o no otro
financiador. Colón dejó escrito en su testamento “Sus altezas no gastaron ni quisieron
gastar para ello, salvo un cuento de maravedises, e a mí me fue necesario de gastar el
resto”.

Con todo ello, la expedición quedó preparada con 2 carabelas y una nao, embarcación
esta última, la Santa María, de mayor envergadura que el resto y que habría de
convertirse en el modelo futuro de las embarcaciones transoceánicas. Las carabelas
Pinta y la Niña combinaban los atributos de los barcos del norte con los del
mediterráneo; Colón comprendió enseguida que cuanto menores fueran más provecho
podría sacarles en el Atlántico.

La tripulación se componía de gentes curtidas en los usos marinos; la participación de


los hermanos Pinzón —de gran fama entre la marinería— hizo que otros se apuntaran.
Así mismo, una buena parte de la tripulación estaba compuesta por marineros con
cuentas pendientes con la justicia. El tercer barco, la nao, era propiedad de Juan de la
Cosa, armador de barcos que no quiso perderse el viaje, a pesar de las dificultades que
éste entrañaba. Aún así la expedición colombina ha sido magnificada por la mitificación
de la que ha sido objeto, especialmente si comparamos los 150 barcos que emplearon
los Reyes Católicos para llevar a la infanta Juana a encontrarse con su futuro esposo
Felipe, con los tres barcos de Colón que, entre otras cosas, no estaban en las mejores
condiciones.

2.4. LOS VIAJES

Del primer viaje, sin duda el más importante , conocemos la transcripción que hiciera
del diario de a bordo el fraile Bartomé de las Casas; en él se nos narra la salida del
puerto de Palos el tres de agosto de 1492, la llegada a las Canarias el 9 de agosto y,
tras diversas reparaciones, la marcha hacia lo desconocido un mes después. También se
nos narra cómo el almirante llevaba 2 cálculos, uno —el verdadero— y otro, para
engañar a la tripulación donde escribía unas distancias más cortas de las que realmente
se habían recorrido. También se nos narra como hubo dos intentos de motines; en el
primero de ellos, los Pinzones resolvieron el asunto amenazando con matar al primero
que no obedeciera. En el segundo, con los Pinzones en desacuerdo con Colón, éste no
tuvo más remedio que pedir a la tripulación 3 días más antes de volver a Castilla,
viendo tierra al segundo de éstos, la noche del 11 de octubre de 1492. Se había
descubierto el nuevo mundo y más concretamente la isla de Guanahaní, bautizada como
San Salvador. Tras los primeros encuentros con los sorprendidos taínos, el día de
Navidad, en Haití, uno de los barcos encalló y hubieron de sacarlo todo, construyendo el
fuerte de Navidad con los restos de la nave encallada. Tras una breve estancia, Colón
dejó allí a 39 hombres y regresó a la península, llegando hasta Lisboa y después —por
mar—a Barcelona, donde le esperaban los reyes.

En el segundo viaje, Colón exploró las costas del Salvador y de Cuba, continuando la
exploración de la zona en su tercer viaje. No sería, sin embargo, hasta el cuarto viaje
cuando pisara el continente; este cuarto viaje fue también el más desastroso de todos,
volviendo más tarde a la península en un estado lamentable, tanto física como
psíquicamente.

2.5. UN DÍA EN ALTA MAR

He aquí un texto correspondiente al diario de a bordo de unos de los tripulantes de la


Santa María. "Al son de cantinelas de este estilo comienza nuestra rutina diaria en la
nave capitana a la que llamamos "La Gallega". Después de las primeras oraciones, antes
del alba, las cubiertas ya están bien fregadas con agua salada y duras escobas.
Comienza el ajetreo de maniobrar las velas para aprovechar del mejor modo los vientos,
que a veces son esquivos. Nuestras conversaciones se hacen en una jerga náutica que
se aplica a todo, y es para iniciados. Con "saca la cebadera" se pide una caja de
conservas, "pon la mesana" es la orden para comer que da un oficial; "daca el pañol"
para pedir una servilleta.

La gran fuente de diversión son los "jardines". Sentados en los asientos perforados
colocados a proa y a popa, los simples marineros, los oficiales y el mismísimo Almirante,
rendimos a diario nuestro homenaje a los cielos y a los vientos, recibiendo muchas
veces el frío azote de una ola en partes muy sensibles de nuestra anatomía. En los
"jardines" toda majestad se pierde. Allí somos todos iguales.

A las once de la mañana, se sirve la única comida caliente del día: un plato de anchoas
o sardinas o un guiso de garbanzos o lentejas y a veces carne salada y galleta marinera.
Con buen tiempo, después de haber limpiado y pulido todo, quien no está de guardia,
conversa con sus compañeros, pesca, o trata de lavar su ropa con agua salada. Al caer
la noche somos llamados para las oraciones. Allí entonamos, mal que bien, el "Salve
Regina". Se apaga el fogón y comienzan las guardias de la noche. El silencio se apodera
de la nave. De tanto en tanto, se quiebra con los llamados del grumete de guardia:
"...Ah de proa, alerta, buena guardia!". Mañana será lo mismo."

Tomado de La Expansión Europea siglos XIV y XV.


Fray Bartolomé de las Casas
fue el primer sacerdote
ordenado en América, a donde
pasó en 1502. Biógrafo de
Cristóbal Colón, compañero de
viaje de su padre en la
segunda travesía; pasó a la
historia por criticar sin tapujos
los medios utilizados en la
explotación del continente y los
abusos que se cometían contra
los indígenas.

Datos Interesantes

L A S J O YA S D E L A R E I N A I S A B E L

Uno de los momentos "históricos" más repetidos y creídos por generaciones enteras es
el de la entrega de las joyas reales por parte de Isabel la Católica para financiar su
empresa. Esta visión, no exenta de cierto machismo, da una imagen de increíblemente
patética de la reina Isabel al decir que solo disponía de sus joyas para ayudar al
navegante. En cualquier caso, es difícil imaginarnos a la reina de Castilla —con todo su
poder autoritario y con el carácter que mantuvo durante toda su vida— regalando sus
joyas a Cristóbal Colón. Lo cierto es que Isabel no necesitaba hacer grandes esfuerzos
para ayudar a nadie en sus propósitos y, como veremos más adelante, la inversión
isabelina no fue hecha "a ciegas" sino que estaba perfectamente calculada, incluso, en
caso de fracaso.

3. Carlos V. Proyecto imperial


3.1. UNA HERENCIA DESCOMUNAL

Carlos I de España y V de
Alemania, nacido en Gante
(Bélgica) en el año 1500, provenía
de una familia propietaria, en
conjunto, de una buena parte del
continente europeo y de América.
Era hijo de Juana de Castilla y de
Felipe de Habsburgo. Sus abuelos
eran, nada más y nada menos,
que la reina Isabel de Castilla, el
rey Fernando de Aragón, y por el
lado paterno, el emperador del
sacro imperio romano germánico
y su esposa: Maximiliano I y Doña
María de Borgoña. De esta manera, los proyectos imperiales de Isabel y de Fernando,
programados tanto en lo militar como en lo familiar, tomaban forma en la figura de un
chico de 17 años llamado Carlos.

La muerte de Fernando en 1517 le dejaba como único heredero de Aragón y, dado que
su madre Juana se encontraba recluida en Tordesillas por considerarla una enajenada
mental, Carlos pasaba a ser regente de Castilla, puesto que, hasta ese momento,
ocupaba el anciano cardenal Cisneros. Por otra parte, la muerte de su padre Felipe le
dejaba como único heredero de la herencia borgoñesa y con la posibilidad de ser
declarado emperador del imperio central. La única oposición la representaba su
hermano Fernando, nacido en Alcalá de Henares, y, por lo tanto, buen conocedor de la
España donde se había criado.

Cuando fue llamado por el regente Cisneros el heredero Carlos, que ni siguiera hablaba
castellano, vino acompañado de toda una corte de consejeros flamencos que vieron las
tierras de Castilla y Aragón como un botín personal. Tras la solución del conflicto en la
guerra de las comunidades, Carlos se involucró en una tarea ardua que pondría en pie a
uno de los mayores ejércitos de la historia: conseguir la unión europea bajo el mandato
de los Habsburgo. El precio que pagó la península por esta empresa fue formidable. A
pesar de todo sería el gérmen de la identidad nacional española, al encontrarse
aragoneses, castellanos y navarros, unidos bajo un mismo emblema imperial.

3.2. SICOLOGÍA DE UN EMPERADOR

Carlos I de España y V de Alemania recibió un imperio universal. Nada parecía presagiar


que este muchacho de 17 años, que había recibido una esmerada educación
renacentista, mezclara en sí mismo el genio de su abuela Isabel con la inteligencia
maquiavélica de Fernando. Aquellos dos elementos se daban en él y se unían a ese
apasionado carácter guerrero que le hacía creer en que debía estar junto a sus hombres
en el campo de batalla y que le ha otorgado el título del último rey medieval de la
Historia. Su concepción del poder era personal y las tierras que dominaba, las dominaba
en nombre de sí mismo y de sus familiares.

Por otra parte sorprende su supuesta "devoción" religiosa, la misma


que le obligó a enfrentarse a los príncipes alemanes, y que se
contrapone a sus verdaderos hábitos, donde el buen yantar, el buen
beber y las numerosas relaciones amorosas que tuvo fuera del
matrimonio, eran una constante que crispaba los nervios de sus
consejeros espirituales y de su propio hijo Felipe. Su idea de crear
una unión europea bajo el mandato de los Habsburgo recuerda a un
Carlo Magno o a un Julio César, y a este propósito dedicó casi toda
su vida. Carlos mezclaba, por lo tanto, las aptitudes del hombre
renacentista (hablaba 5 lenguas y se inmiscuía en las cuestiones del
arte) con las del rey medieval. Fue el hombre que hizo de puente
entre dos épocas y dos maneras de entender el poder y el gobierno.

3.3. LA GUERRA DE LAS COMUNIDADES . LOS MOTIVOS

La llegada de Carlos con sus consejeros flamencos provocó el recelo de las cortes de
Castilla, máxime cuando éstos se dedicaron a realizar auténticos robos a las arcas del
reino. La marcha a Alemania de Carlos I en busca de su título imperial, hizo temer que
la ausencia del rey se prolongara dejando como único gobernante al virrey Adriano de
Utrech y haciendo que las necesidades de Castilla fueran supeditadas a las del imperio.
Por otra parte, al marchar hacia Alemania, Carlos no hacia caso de las peticiones que se
le hacían de que aprendiera castellano, formara una corte castellana y reforzara el
poder de las cortes y los concejos de las ciudades. Así mismo, existía un profundo
malestar por la cuestión social, no solo entre la burguesía sino también en el campo,
donde se exigían mejoras sociales.
El sistema que los Reyes Católicos habían puesto en marcha estaba haciendo aguas y,
tras votar en Santiago el no a la financiación imperial, las cortes fueron extorsionadas
en La Coruña, consiguiendo el emperador el dinero al tiempo que abandonaba España
en busca del sueño imperial, con las arcas de Castilla como moneda de cambio. La
sensación era, por lo tanto, de caos y humillación.

3.3. LA GUERRA DE LAS COMUNIDADES . LA CONTIENDA

A las ciudades de Toledo y Segovia se unieron otras como Zamora, Toro, Madrid,
Guadalajara, Salamanca, Burgos... En julio de 1520 quedaba formada en Ávila la Junta
Santa, que pronto exigiría mayores libertades y gobierno para las ciudades. La
destrucción de la Ciudad de Medina del Campo llenó de enojo a los castellanos,
incorporándose nuevas villas a la revuelta y escribiéndose misivas de guerra como la del
Concejo de Segovia. Uno de los momentos más significativos del movimiento comunero
fue cuando éstos acudieron a hablar con la reina Juana, pidiéndole que tomara ella las
riendas del poder y negando los derechos de su hijo, a lo que ésta se negó. A pesar de
todo, parece que la hija de los Reyes Católicos simpatizaba con el movimiento en cuanto
a su ideario político y aún hoy, su figura está unida en la mente castellana con el
movimiento de los comuneros.

Los capitanes del movimiento fueron Juan Bravo, Juan Padilla y Francisco de Maldonado,
quienes, a pesar de todo, se vieron incapaces de parar el descontrol que se avecinaba al
incluirse en el movimiento las reivindicaciones de los campesinos, los cuales, muy a
menudo, quemaban u ocupaban las tierras de la aristocracia. Esta situación provocó que
el regente Adriano de Utrech acercara a éstos a su causa que, hasta ese momento,
habían simpatizado con la causa comunera. Esta vuelta de tuerca y las cada vez más
persistentes exigencias sociales, ya de talante abiertamente revolucionario, hicieron que
el 15 de abril de 1521 las tropas reales destrozaran a las comuneras en Villalar, siendo
ejecutados allí mismo sus capitanes. De esta manera se perdían las esperanzas de una
mayor libertad política articulada a través de los concejos de las ciudades; al mismo
tiempo, con la unión de aristocracia y realeza, Castilla se introducía de lleno en la nueva
época del absolutismo. Sin embargo, el emperador Carlos aprendió algo de todo esto:
comprendió que, si realmente quería tener un imperio, debía contar con Castilla,
basando en ella el poder político y militar, ya que sería Castilla la pagadora de tales
empresas. Tras ofrecer el mismo reconocimiento a Aragón, nació el imperio español.

3.4. LAS GERMANÍAS

El movimiento de las germanías valencianas se desarrolló de una manera paralela a la


de las comunidades y el resultado fue el mismo. Un elemento característico de esta
revuelta fue el enfrentamiento existente entre la pequeña burguesía y la gran burguesía
y la aristocracia comerciante; el movimiento fue, en un primer momento, un
movimiento de artesanos y de pequeños comerciantes. Sin embargo, todo se complicó
cuando entraron activamente los campesinos que, como en el caso de las comunidades,
volvieron a ocupar las tierras,desatando una terrible matanza entre los moriscos, a los
que acusaban de ser aliados de la aristocracia terrateniente. En un principio los gremios
de artesanos y comerciantes armados vencieron a la aristocracia, pasando después de
una cierta moderación al radicalismo y a la guerra abierta. En 1520, en Valencia, un
gobierno formado por 13 miembros se hizo fuerte en la ciudad, a pesar de lo cual, las
tropas reales, tras varias derrotas, aniquilarían a las agermanadas en Almansa en 1521.
Aún la resistencia se propagaría hasta la rendición de Játiva en 1522; esta revuelta se
propagó a Palma de Mallorca desde 1521 hasta 1523, momento en el cual se rinde ante
el asedio real. Carlos tardó casi 6 años en perdonar la revuelta, tras lo cual nombró
virrey a Germana de Foix y estableció unos duros castigos económicos.

3.5. LAS GUERRAS DEL EMPERADOR


A continuación, vamos a repasar la política exterior de
Carlos V a través de los conflictos originados durante su
reinado y los motivos de éstos. En primer lugar tenemos
las guerras contra Francia cuyo rey, Francisco I, puede
considerarse, junto a Carlos V, el último rey medieval;
este rey sufrió la humillación de ser hecho prisionero por
los tercios de Carlos V, junto a dos de sus hijos en la
batalla de Pavía. Entre 1521 y 1544 hubo 4 guerras
contra Francia, de las cuales el emperador salió
victorioso. Muerto Francisco I subió al trono francés
Enrique II, con el que prosiguieron las guerras. El
motivo de dichas disputas era el temor francés ante el
encierro tácito que le quería imponer el emperador en su
idea de una europa unida bajo su cetro.

Pero sin duda las guerras que más marcaron ese periodo
fueron las provocadas por el luteranismo, que hizo que
un número importante de flamencos y alemanes se declararan luteranos, por lo que
pasaban a no formar parte de las tierras del emperador. Hay que recordar que si uno
dejaba de ser cristiano y papista, dejaba de ser también siervo del emperador del sacro
imperio romano germánico. Así el mapa de centro Europa se pobló de principados que
abanderaban el fin de la creencia en la iglesia, para librarse del poder imperial. El
intento conciliador del emperador, manifestado en el concilio de Trento en el año 1542,
no surtió el efecto esperado a pesar de que Carlos hubiera aceptado llegar a un acuerdo
en el que se habría cedido a algunos postulados protestantes, con tal de mantener en
paz los territorios que ahora se sublevaban. Recordemos que ya su abuelo Fernando
estuvo a punto de protagonizar un cisma religioso con motivo del intento papal de
controlar la Inquisición, extremo que se evitó al ceder la iglesia pontificia. La batalla
más decisiva de estas guerras de religión fue la batalla de Mülhlberg en el año 1547,
donde las tropas imperiales derrotaron a las protestantes.

El otro gran enemigo de Carlos V era el imperio otomano que en aquellos momentos
había llegado hasta las puertas de Viena y amenazaba con ocuparla. Este frente no solo
se desarrollaba en el este de Europa, sino también en el mediterráneo, donde se
luchaba por cada milla de control marítimo. Dentro de las operaciones contra el dominio
turco podemos destacar la victoria sobre las tropas que asediaban Viena en 1529 y la
conquista de Túnez en 1535. La historia de este enfrentamiento es la historia de la
rivalidad, no solo entre dos imperios, sino también entre los gobernantes de dos
imperios igualmente multiculturales: Carlos V y Solimán I, tan heterogéneos en su
formación como absolutistas en su concepción del poder.

3.6. EL FINAL DE UN SUEÑO IMPERIAL

Tras la victoria sobre los protestantes, quedó claro que la resistencia no había hecho
sino empezar, al aliarse los protestantes con el reino francés —a pesar de ser éste
católico— en el año 1552. Esto provocó que, en plena bancarrota española, Carlos V
delegara el patrimonio austriaco y la dignidad imperial en su hermano Fernando, quien
había firmado la paz de Ausburgo con los protestantes en el año 1555. En el año 1556
Carlos V abdicó en su hijo Felipe que pasó a gobernar los reinos españoles y los
dominios italianos, así como los Países Bajos y el Franco Condado.

DATOS INTERESANTES

D O C U M E N T O S O F I C I A L E S

Aunque Carlos llegara a ser emperador y rey, el hecho de que la legítima reina de
Castilla y de Aragón, Juana, estuviera viva, hizo que en los documentos oficiales el
nombre de Juana estuviera en primer lugar, seguido del de Carlos.
L A C AT E D R A L D E SEGOVI A

Un episodio curioso de la guerra de las comunidades sucedió en Segovia cuando un


destacamento realista se parapetó en el Alcázar, el castillo de la ciudad, mientras que
los comuneros lo hacían en la catedral románica, que entonces estaba enfrente del
castillo. Durante meses se dispararon a una corta distancia, resultando mucho más
efectiva la artillería del Alcázar y más fuertes sus muros, por lo que la catedral quedó
totalmente destruida. Para minar asperezas y una vez terminada la contienda, Carlos V
mandó construir la actual catedral gótica, pero esta vez a una distancia prudencial del
castillo.

SACCO D I R O M A

Uno de los episodios más singulares de las guerras de Carlos fue el llamado Sacco di
Roma. Con el motivo de conseguir la alianza papal, reticente por el excesivo poder de
Carlos, éste rodeó Roma con sus tropas y sabiendo que él nunca podría dar la orden de
atacar la residencia papal, simplemente hizo que el suministro de comida para los
soldados se interrumpiera. El ejército, hambriento y no con demasiados pudores
religiosos, se abalanzó sobre la ciudad,o más concretamente sobre sus despensas y
cocinas. Esta "ocupación culinaria" amedrentó al papa, quien hizo lo que Carlos le pedía.

L A M U E R T E D E CARLOS V

Carlos V se retiró al monasterio de Yuste para descansar y pasar sus últimos años; su
muerte ejemplificó muy bien su carácter. Gran amante de la comida, la bebida (solía
tomar unos 2 litros de cerveza al día) y de las mujeres, el emperador de los dos mundos
murió en mitad de una bacanal por una indigestión de melón con jamón. Una despedida
digna de quien vivió como un guerrero medieval toda su vida.

4. Las Américas españolas


4.1. EL REPARTO

El reparto de ultramar se realizó, en su forma


definitiva, en el año 1494 debido a las presiones
de la corona portuguesa y a las del mismo papado,
que prefería un reparto en las nuevas tierras
descubiertas, evitando así el monopolio castellano.
Uno de los motivos por lo que los Reyes Católicos
aceptaron el tratado era porque esperaban que
algún día Castilla se anexionara Portugal, y con él,
todas sus futuras conquistas. En cualquer caso, el
tratado de Tordesillas venía a sustituir al de
Alcaçovas de 1479, que hubiera dejado a Portugal
mayores territorios y que, al producirse el
descubrimiento, debía ser eliminado lo antes
posible si se querían mantener los intereses
castellanos. El tratado de Tordesillas abría así el
camino portugués para la conquista de lo que más tarde sería Brasil.
4.2. LA AMÉRICA PRECOLOMBINA

Las culturas que se encontraron los


conquistadores españoles resultaron ser
muy variadas. Las culturas azteca, inca o
maya, poseían una jerarquía tan rica y
antigua como diversas eran sus
organizaciones religiosas y políticas.

Desgraciadamente no contamos con tiempo


suficiente para hablar de estas culturas,
para las que se necesitaría un máster
aparte. En estos momentos se está
haciendo un interesante intento, de parte
de algunos gobiernos latinoamericanos, por
recuperar tanto la memoria como las
tradiciones de estos pueblos, con el
objetivo de configurar una nueva identidad
nacional. De esta manera, por un lado,
grupos indígenas reivindican una mayor
atención por parte de sus gobiernos,
mientras se da la paradoja de que los
descendientes de europeos —de tez blanca
y que bien podían haber nacido en Madrid
—, abanderan las tradiciones indigenistas
como propias.

4.3. Los motivos de la conquista

Debemos recordar que la motivación inicial del viaje de Colón era económica y que, de
hecho, el principal motivo para la realización del viaje era encontrar una ruta factible
por la que se pudiera comercial con China evitando las aguas del mediterráneo por
donde campaba el peligro otomano. Por este motivo, cuando los españoles vieron las
posibilidades que ofrecía la nueva tierra (sobre todo en cuanto a la extracción del oro y
la plata), sintieron que esa nueva e inesperada riqueza valía, cuando menos, tanto o
más que el ansiado comercio con China. Este interés por las riquezas del continente era
compartido, junto con la Corona, por particulares que subvencionaban las expediciones,
previo pago de permiso a la Corona. El otro gran elemento motivador fue la misión que
se implantó una parte del clero hispánico de llevar la religión católica al nuevo
continente. Las nuevas ciudades se llenaron de misioneros y un fervor por cristianizar se
apoderó de una parte de la sociedad, llegando incluso a la propia monarquía.

4.4. CONQUISTADORES Y CONQUISTAS


El extremeño Hernán Cortés
protagonizó con sus 300 hombres Francisco Pizarro fue el
uno de los capítulos más conocidos conquistador del imperio inca, que
de la conquista. comprendía los actuales territorios
de Perú y Chile.
En su travesía fundó la ciudad de
Veracruz, se alió con indígenas En una empresa subvencionada por
contrarios a los aztecas y derrotó a el sacerdote Hernando de Luque y
su emperador Moctezuma junto a Diego de Almagro, Pizarro
conquistando la capital, llegó a la ciudad de Cajamarca en
Tenochtitlan. El gobernador de 1532 donde apresó al emperador
Cuba, Diego de Velásquez, mandó inca Atahualpa y, tras prometerle
una tropa contra él, por lo que se éste que si le dejaba libre le llenaría
ausentó para enfrentarse a éstos. una habitación de oro, Pizarro, tras
Al volver, había habido una ser satisfecho, no cumplió su
sublevación y había muerto el promesa y le asesinó. Muerto el
emperador, por lo que tuvo que emperador, Pizarro continuó hasta
huir en la llamada "noche triste". el corazón mismo del imperio inca y
Sin embargo, Cortés consiguió tomó su capital, Cuzco. Poco
reaccionar y volvió al ataque, después, Pizarro fundaría la ciudad
conquistando de nuevo la capital y de Lima, en 1535, que se
derrotando definitivamente a los convertiría en la capital del
aztecas en la batalla de Otumba, virreinato de Perú. Se cuenta que
tras lo cual quedó dominado el Pizarro, al entrar en territorio inca,
territorio. Desde México proseguiría dijo a sus soldados: "por aquí se va
hasta Guatemala y Honduras. a la fama".

4.5. OTROS CONQUISTADORES

Aquí tenéis algunas de las expediciones más importantes de la conquista donde


podemos destacar las de Ponce de León o Francisco de Orellana. Un dato que hay que
tener en cuenta cuando se estudia la conquista del continente americano es cual era el
tipo de español que se embarcaba en una aventura así. Solía ser gente muy joven, no
faltaban los que tenían problemas con la justicia española y generalmente iban
motivados por las ansias de enriquecimiento rápido. Testigo del éxito que consiguieron
algunos son ciertas construcciones, generalmente en Extremadura, que solían mandar
hacer los que habían vuelto con los bolsillos llenos de dinero. Generalmente los
conquistadores solían ser extremeños y castellanos, habiendo también muchos
andaluces y vascos.

4.6. COMERCIO AMÉRICA - ESPAÑA

El comercio de los materiales más preciados, tales como el oro y la plata era la gran
prioridad, aunque también se trabajaba con productos comestibles como el chocolate, el
tabaco o la patata, que entraron por primera vez en el continente europeo. El puerto
más importante por donde entraban las mercancías era el puerto de Sevilla, donde se
centró la burocracia del nuevo comercio ultramarino. Para extraer estos metales se
utilizaban métodos de minería, donde la mano de obra era la proporcionada por los
propios indígenas. Estos trabajos, unidos a las enfermedades europeas contra las que
ellos no tenían ninguna inmunidad, terminó por diezmar la población. Durante el siglo
XVI y XVII esta riqueza serviría para mantener las guerras en Europa y —
paradójicamente—, iría a las manos de los banqueros que habían prestado el dinero a
los reyes españoles para la continuación de dichas guerras. Banqueros éstos que solían
ser extranjeros y en muchos casos provenientes de ciudades hostiles a la monarquía
española, por lo que se podía dar el caso de que un banquero diera el dinero con el que
se fuera a destruir su propia ciudad en el futuro, mientras recibía los intereses del
préstamo proveniente del oro de América. Al mismo tiempo, ese tránsito entre América
y España hizo que países como Inglaterra o Francia utilizaran continuamente la figura
del corsario para atacar los barcos españoles.

4.7. EXPLOTACIÓN E INTENTOS DE CONTROL POR PARTE DE LA METRÓPOLI

Cuando llegaron los españoles, a América se contaban unos 12 millones de habitantes,


pero esta cifra bajó debido a las enfermedades europeas y al maltrato que los
particulares daban a estos pueblos. Así se podían ver dos actitudes muy diferentes, la
del estado, que consideraba a los indígenas como súbditos de la corona, y por lo tanto
con iguales derechos y leyes que cualquier español y el del maltrato por parte de quien
no respetaba dichas normas, hechas por una metrópoli que a menudo no podía llegar a
algunos territorios. Sobre todo esto, lee y comenta en el chat sobre los textos que te
proponemos.

4.8. LA NUEVA SOCIEDAD

La administración de las indias podemos sintetizarla de esta manera:

• Consejo de Indias
Asesoraba a los reyes sobre las leyes que se debían aplicar en América y elaboraba la
historia del continente.

• Virrey
Representante del rey en las tierras americanas y jefe mayor del virreinato. El
continente estaba dividido en varios de éstos.

• Audiencias
Demarcaciones provinciales.

• Ayuntamientos
Se ocupaban, como en España, del gobierno de las ciudades y estaban formados por
regidores o concejales (del antiguo concejo).
La parte más alta del escalafón social lo ocupaban los encomenderos, o poseedores de
la encomienda o derecho a poseer tierras. Ellos eran los que tantas veces se saltaran las
leyes y esclavizaran a los indios. Seguidos de los funcionarios del gobierno, estos
últimos no solían estar mucho tiempo. El criollo, surgió de la mezcla de blanco e india (a
América apenas viajaron mujeres), pero lo que la diferencia del mestizo (de igual
mezcla) es que el criollo intentó siempre mezclarse con el europeo, perdiéndose el gen
indígena inicial y soliendo coincidir con las clases altas de la sociedad. Ellos y el español
solían copar las clases alta y media, por lo general la media era muy escasa, y los
mestizos, indios y esclavos negros pasaban a ser la mano de obra. El mulato era la
combinación de blanco y negra y por último el zambo, lo era de indio y negra o de negro
e india. Así pues, la sociedad americana nació con un fuerte componente racial y racista
y esa estratificación social llamada " de castas".

DATOS INTERESANTES

H E R N Á N C O R T É S

La empresa de Hernán Cortés es una ejemplo de aplomo e ímpetu pero también de


ambición desmesurada. El conquistador de México no habría pasado de ser un
desobediente soldado merecedor de la horca si no llega a tener éxito en su viaje. Para
empezar, marchó de Cuba con 300 hombres contrariando así las órdenes de su superior,
y lo hizo por afán de riquezas. Hasta tal punto llegó su audacia que, al parecer, hizo
destruir los barcos para que los soldados no pudieran escapar. De esta manera el
extremeño se lo jugaba a todo o nada, y dejaba claro que él estaba allí, en vez de
guerrear en lides europeas, para hacerse rico. Llegó incluso a derrotar a los soldados
mandados para apresarle. Todo un ejemplo de desobediencia jerárquica y de
menosprecio a la autoridad.

C O N Q U I S TA D O R E S E X T R E M E Ñ O S

Algo debe tener Extremadura para haber dado a luz tantos conquistadores del nuevo
continente. Por poner un ejemplo, tanto Cortés como Pizarro eran de Cáceres y de
Trujillo, y de hecho la impronta extremeña ha perdurado en muchos nombres de
América así como en la arquitectura.

D E F A M I L I A S C R I O L L A S
Estudios recientes han demostrado que en muchos países
latinoamericanos la jerarquía se ha seguido a través de los siglos, de tal
manera que si se hace un árbol genealógico de la mayoría de los políticos
latinoamericanos actuales, en muchos casos nos llevará hasta familias
criollas, poseedoras de encomiendas hace siglos. Esto repite la misma
falta de posibilidad de movimiento en casi toda la población que antaño,
lo que provoca cosas como una gran diferencia social y una enorme falta
de clase media.

L A U N I V E R S I D A D D E ALCAL Á

La universidad de Alcalá de Henares, fundada en el año 1499 por el


cardenal Cisneros, tiene el honor de ser la madre institucional y de
referencia de las primeras universidades americanas, dado que se usó el
modelo alcalaino para la creación de los estudios universitarios en el
nuevo mundo.

5. Felipe II
5.1. PSICOLOGÍA DE UN REY IMPERIAL

Felipe II era muy diferente de su padre Carlos. Heredero del mayor imperio visto nunca
en la tierra, en cuanto a su extensión. El príncipe Felipe fue durante su juventud el
prototipo del príncipe renacentista. Culto y educado en la corte de Castilla, el príncipe
Felipe no contó nunca con la figura paterna como guía cercano. Esta distancia entre
padre e hijo marcaría una diferencia considerable entre ambos. Al contrario que su
padre, Felipe se mostró más propenso a la moralidad católica y a la idea de "espada de
la cristiandad". Pero si algo marcó la personalidad del rey, será su extremada
austeridad, tanto en las formas como en su vida cotidiana. Baste recordar la simpleza
de formas que encierra la que fuera su morada última, el monasterio de el Escorial. Su
pasión religiosa quedó ejemplificada no solo en este monumento, sino también en el
encierro al que sometió a los españoles en un intento de que la religión protestante no
se extendiera por el territorio hispánico; esta declaración de principios adelantaba los
sacrificios que tendrían que hacer los españoles en años venideros, en pos de mantener
la doctrina de la contrarreforma en el continente europeo. Felipe II había tomado el
poder de su padre en el año 1556 pero el imperio austriaco había ido a parar a las
manos de su tío Fernando. La figura de Felipe II era la del rey prudente: trabajador,
moralista, reservado y dedicado a la burocracia de sus posesiones. Esto no evitaría que
una leyenda negra, que veremos a continuación, manchara su nombre durante siglos,
tachándole de ignorante, salvaje y fanático. La imagen que se nos ha legado de sus
últimos años es la del monarca deprimido, acuciado por las bancarrotas constantes del
imperio y en perpetua soledad perpetua por al alejamiento de su familia. A pesar de
todo, podemos decir que fue él quien encarnó realmente los sueños de los Reyes
Católicos, concluyendo así una parte de la historia de la península nacida de una
ambición.

5.2. ¿EL NACIMIENTO DE ESPAÑA?

Una de las cuestiones que más tinta ha hecho correr es si podemos llamar España a los
territorios peninsulares —con la excepción de Portugal—. Podemos decir que, si bien
Aragón y Castilla todavía se consideraban reinos separados y unidos por la figura del
rey, ya empezaba a crearse una cierta identidad de pueblo, sustentada, sobre todo, en
la soldadesca que luchaba hombro con hombro en los mismos frentes. Así, Miguel de
Cervantes declara tener un sentimiento de nostalgia respecto de la madre patria, pero
dudamos mucho de que estos sentimientos fueran los mismos en el campesino que
nunca había abandonado sus cuatro palmos de tierra. De todas maneras, aunque
muchos teóricos del nacionalismo pongan el caso español como ejemplo de identidad
nacional temprana —algunos, incluso, haciendo única referencia a los casos de Castilla
(con Andalucía incluida), Galicia, Asturias, Extremadura, Rioja, Navarra y País Vasco—,
también es cierto que no podemos hablar de nacionalismo tal y como lo conocemos a
partir del siglo XIX, pues, como ya ha sido demostrado, nuestra actual concepción del
nacionalismo —unionista y enriquecedor o separatista y de empobrecimiento—, nace en
la segunda mitad del siglo XIX, por lo que no podemos hablar de nacionalismo, sino de
identidad.

5.3. EL IMPERIO UNIVERSAL

"En mis dominios nunca se pone el sol", es quizás la frase más famosa y representativa
del poder de Felipe II, una vez conquistado Portugal con su ingente imperio y tras
conocer la toma definitiva de las islas Filipinas. La extensión de tan desmesurado
territorio cubría todos los continentes y necesitaba para regularla de una potente flota y
cantidades de dinero nunca vistas hasta ese momento. Veamos el mapa y vayamos por
partes.

5.3.1. L A C O N Q U I S TA D E PORTUGAL

Utilizando una de las


conexiones familiares de los
Reyes Católicos con la Corona
de Portugal, Felipe II se casó
con una nieta de éstos. A la
muerte de Enrique, en 1580,
Felipe II decidió reclamar su
derecho dinástico, usando tanto
la diplomacia como la guerra.
Para ello utilizó al duque de
Alba, uno de sus más famosos
generales, quien entró en
Lisboa permitiendo que se
proclamara rey de Portugal a
Felipe II. Inglaterra mandó un
ejército para evitar la anexión pero no encontraron el apoyo portugués esperado, por lo
que tras algunos enfrentamientos, y temiendo una guerra demasiado larga, desistieron
y regresaron a Inglaterra. El principal motivo de esta falta de interés por parte de los
portugueses era que Felipe II había incorporado el reino como uno más, con los mismos
derechos que Castilla. La unión de la península tendrá algunos momentos de gloria,
como la guerra de las islas Azores. Sin embargo, la crisis de los Austrias hará que dicha
unión se pierda, volviendo Portugal a ser independiente en 1668, gobernando por aquel
entonces un desolado Felipe IV.

5.3.2. L A S B ATA L L A S D E FELI P E II

Muchas fueron las batallas en las que se vio envuelto Felipe II, vamos a destacar tres de
ellas:
• La batalla de San Quintín

En el año 1557, el Duque de Guisa, al mando de un ejército francés invade Nápoles,


como respuesta, Felipe II ordena al general Manuel Filiberto de Saboya que entre en
territorio francés. Llegado a San Quintín, se enfrentó con el ejército francés el 11 de
agosto de 1557 derrotando a los galos. La consecuencia inmediata fue que el Papa Paulo
IV, decidió desde entonces separarse del rey francés, junto con el que conspiraba para
la posesión del reino de Nápoles.

• La batalla de Lepanto
Representación de la batalla de Lepanto.

La batalla de Lepanto fue, sin duda alguna, una de las batallas más famosas de todos
los tiempos, más que por su repercusión posterior, por la duración en el tiempo y por la
demostración de fuerza de la que hicieron gala los contendientes.

El enfrentamiento entre el imperio turco y el español era constante en el Mediterráneo,


de tal manera que el comercio en la zona se había hecho poco menos que imposible,
sobre todo por los ataques de los piratas turcos. Para terminar con esta situación y
poner fin al, cada vez más preocupante, dominio turco, Felipe II decidió formar una liga
entre España, la república de Venecia y el pontificado. Al frente de esta coalición se
nombró a D. Juan de Austria. Las naves se movieron en dirección al golfo de Lepanto,
cerca de la costa griega, para enfrentarse allí con la escuadra turca. Podemos decir que
a bordo de aquellas naves estaba lo mejor de la infantería en aquellos años: los tercios
españoles, por un lado, y los jenízaros, del lado turco. La escuadra aliada llamada "liga
santa" estaba formada por 208 galeras de guerra (90 españolas, 106 venecianas, 12
pontificias, apoyadas por 6 galeazas venecianas y unos 80 navíos de servicio españoles.
En cuanto al elemento humano, había 500000 marineros (incluidos los galeotes) y
310000 soldados (20000 españoles, 8000 venecianos, 2000 pontificios y 1000
voluntarios. Por parte turca había aún más barcos de guerra; el sultán Selim II decidió
agrupar a casi todas sus fuerzas, unos 275 navíos, aunque llevaban algo menos de
artillería que los de la "liga santa". Los efectivos humanos eran muy similares y como ya
dijimos antes, la incorporación de los tercios por parte española y de los jenízaros por
parte turca implicaba la búsqueda del combate cuerpo a cuerpo, lo cual dio lugar a una
enorme batalla de abordaje en la que participaron unos 569 barcos y 170000 soldados.
La victoria aliada se saldó con la casi completa destrucción de la escuadra turca; esto
supuso un periodo de paz en el mediterráneo que, sin embargo, no fue aprovechado
dada la discordia entre los antiguos compañeros de batalla.

• El desastre de la armada invencible


La historiografía británica ha impuesto el nombre de “armada invencible” —en clave
irónica— a la armada que preparó Felipe II para la invasión inglesa en 1589. Los
motivos para llevar a cabo dicha invasión fueron el apoyo de la reina Isabel de inglaterra
a la causa de los rebeldes de Flandes y el financiamiento que ésta hacía de las
actividades corsarias que atacaban a los barcos mercantes españoles.

La expedición debía contar con unos 600 barcos y embarcar a los tercios españoles que
se encontraban en Flandes. Felipe II nombró al Duque de Medina Sidonia encargado de
la operación, un hombre poco habituado a la lucha marina. Esto, unido a la precipitación
con la que se realizaron los preparativos debido al retraso que supuso el ataque y
saqueo corsario inglés de la ciudad de Cádiz, hizo que los navíos se dispersaran al llegar
al canal de la Mancha, lo que provocó que fueran atacados más fácilmente por los
barcos ingleses. Los navíos españoles, faltos de la coordinación esperada se dispersaron
por la costa, yendo a parar muchos a las costas de Irlanda, víctimas, además, del mal
tiempo general de la zona. Esta aventura provocó el inicio del fin del poder marítimo
español en el Atlántico, que, si bien no resultó tal "desastre" —pues la flota española
seguiría funcionando durante muchos años más— sí dejo a España en una seria
desventaja numérica en lo que se refiere a poderío naval para defender sus costas y sus
posesiones en América.

5.4. POLÍTICA INTERIOR

5.4.1. ECONOMÍ A Y B A N C A R R O TA S
Una de las cuestiones que más llama la atención de los estudiosos de esta época de
España es la increíble disparidad entre el crecimiento económico de las ciudades (podía
ser hasta del 25 % anual, como en el caso de Sevilla) y la enorme cantidad de
bancarrotas que sufrieron las arcas del estado. El motivo de esto fue el excesivo coste
de las sucesivas guerras, sobre todo las de centro Europa, que diezmaron las reservas
de oro que llegaban de América; el oro americano salía directo hacia las manos de los
banqueros, por lo general extranjeros, que prestaban dinero al rey. Sin embargo, el
comercio por un lado, la actividad militar y la ganadería trashumante por otro, provocó
que muchas regiones tuvieran una elevada población, especialemente las regiones
castellanas y aquellas con facilidad comercial.

López-Davalillo Larrea, Julio, 2000, Atlas histórico de España y Portugal, desde el


paleolítico hasta el siglo XX, Madrid. Síntesis.

5.4.2. L A I N Q U I S I C I Ó N

La institución creada por los Reyes Católicos acentuó sus actividades debido a la
extensión del protestantismo, el erasmismo y los alumbrados. Así mismo estaba el
problema de los moriscos y el de los descendientes de aquellos que decidieron aceptar
la fe católica y renunciar a su fe judía, con tal de no abandonar la península. Se trataba,
por lo tanto, de aplicar los principios de la pureza de sangre, en un país, por otra parte,
harto mezclado de todo tipo de sangres a lo largo de los siglos.
Representación de un auto de fe en la plaza mayor de Madrid.

La Inquisición quedaba organizada a partir de un


inquisidor general, unos inquisidores regionales, unos
consejeros y en la escala más baja, los familiares, que
podía ser cualquiera y cuya función era la de denunciar
al tribunal la más mínima desviación con respecto al
dogma por parte de sus vecinos. En los autos de fe se
realizaban los juicios a los inculpados de una manera
pública y para el escarmiento general. Por supuesto, no
todos los acusados encontrados culpables eran
quemados en la hoguera, sino que también existía el
castigo del "San Benito" (especie de traje con escenas
del infierno que los acusados tenían que llevar consigo el
tiempo que el tribunal considerara oportuno), de manera
que quedaban aislados y condenados por la sociedad. En
los interrogatorios se intentaba averiguar la culpabilidad
o no de la persona, a menudo, valiéndose de torturas de
diverso tipo. La Inquisición española, traspasada también
a América, sería el gran elemento del que se valdría el
rey para sus políticas interiores más sucias así como el
elemento fanático con el que se cerraría España al
progreso exterior.

Tribunal de la Inquisición.

5.4.3. L A L E Y E N D A N E G R A

La guerra que no supo ganar Felipe II fue la causante de la mala fama que se le
atribuyó en muchos países donde se le tildaba de fanático, ignorante, imperialista y
asesino. Un elemento clave para entender la leyenda negra nos la ofrece el que fuera
secretario de Felipe II, Antonio Pérez que tras ser acusado por el rey de conspiración se
refugió tras los fueros de la ciudad de Zaragoza. Al intentar prenderlo a través de la
Inquisición, la ciudad protagonizó una revuelta para propiciar su huida. Felipe II, como
castigo, redujo los fueros y Antonio Pérez se dedicó a vilipendiar la figura del rey
español por media Europa. Otro elemento importante fue el del infante Carlos, el cual,
según las crónicas oficiales, sufría serios problemas mentales, por lo que fue encerrado,
muriendo tiempo después en prisión. Los promotores de la leyenda negra tildaron a
Felipe II de asesino, y justificaron el encierro de su hijo, por los recelos de que algún día
le arrebatara el poder.
Grabado del Escorial, siglo XIX
López-Davalillo Larrea, Julio,(2000), Atlas histórico de España y Portugal, desde el paleolítico
hasta el siglo XX. Síntesis, Madrid.
López-Davalillo Larrea, Julio, (2000). Atlas histórico de España y Portugal,
desde el paleolítico hasta el siglo XX. Síntesis, Madrid.
Juan de Austria (1545–1578) era hijo
del emperador Carlos V y de una de sus
amantes, Bárbara Blomberg.
Reconocido por el emperador y dejado
a la tutela de su hermanastro Felipe II,
recibió educación universitaria junto al
hijo de Felipe II, el príncipe Carlos, y el
que sería su compañero de armas,
Alejandro Farnesio, en la Universidad
de Alcalá de Henares. Juan de Austria
prefirió la carrera militar a la de las
letras y tras repeler una rebelión
morisca en la Alpujarra y luchar contra
los piratas turcos, le fue encomendado,
a la edad de 26 años, el liderazgo
aliado en la batalla de Lepanto. Tras su
victoria le fue ordenado acudir a la
gobernación de los Países Bajos que,
como casi siempre, estaban en plena
revuelta. Mezcló en esta labor las artes
militares con las de la diplomacia, pero
una epidemia de peste le impidió seguir
con su trabajo muriendo en 1578. Sus
restos descansan en el monasterio del
Escorial. D. Juan de Austria sigue
levantando cierta pasión entre los
historiadores, no solo por sus logros
sino también por su figura arquetípica
de caballero galán, emprendedor y
aventurero. De hecho, la figura literaria
del D. Juan, no se haya muy alejada de
este D. Juan de Austria.

Don Juan de Austria.


Datos Interesantes

E L M A N C O D E L E PA N T O

A pesar de la gran cantidad de soldados que participaron en la batalla de Lepanto, hubo


uno destinado a ser recordado en siglos venideros, no solo por su participación en ella
sino también por su genio literario, que le llevó a ser conocido y admirado en el mundo
entero. En efecto, don Miguel de Cervantes Saavedra fue, con veinticuatro años, uno de
los soldados que combatió en la que el propio escritor consideraba, "la mayor ocasión
que vieron los siglos"; Cervantes destacó por su valor y arrojo en la contienda y
continuó luchando aún a pesar de haber sido herido en el pecho y en el brazo izquierdo,
que le quedaría inutilizado de por vida; esta herida, que él exhibía con orgullo, fue la
que le hizo merecer el sobrenombre de "el manco de Lepanto".

L A R E A L Y L A S U LTA N O

Era normal en aquella época que las dos naves capitanas se enzarzaran en un duelo
para decidir la batalla. En este caso, la "Real" de D. Juan de Austria y la "Sultana" de Alí
Pachá se involucraron en un combate cuerpo a cuerpo en el que podía encontrarse a los
mejores entre los veteranos de las dos armadas. Vencieron los soldados de los tercios,
dejando, como mencionó algún narrador de la contienda, el mar lleno de sangre, tanto
de españoles como de turcos.

N A R A N J A S Y L I M O N E S

Un hecho cómico sucedió en una de las embarcaciones otomanas; al terminárseles las


flechas a sus arqueros, éstos empezaron a arrojar naranjas y limones a sus adversarios,
fruta que volvían a lanzar los aliados como broma y no sin cierto recochineo. En mitad
de la batalla hubo incluso espacio para una pequeña y particular versión de la tomatina.

MERCENARIOS
Tanto el imperio turco como el español debían estar pendientes de no perder sus
territorios mientras se enzarzaban en una batalla naval, por lo que una parte de los
contendientes que luchaban bajo estandarte español o turco no eran ni turcos ni
españoles, sino mercenarios venidos de Alemania, Italia, Flandes, Grecia, Albania,
Bosnia O la costa d álmata. Un verdadero enfrentamiento internacional. Aparte
quedaban, por supuesto, los venecianos y los italianos del papa.

L U C H A R C O N T R A T O R M E N TA S

Es de sobra conocida la frase de Felipe II cuando supo del desastre de la armada,


“mandé mis barcos a luchar contra los hombres, no contra los elementos” en relación a
las tormentas que habían sufrido las embarcaciones. Sin embargo, si bien es verdad que
hubo tormentas, no es menos cierto que una coordinación adecuada hubiera evitado un
despliegue tan desafortunado de los barcos.

L L E VA R E L S A N B E N I T O

La expresión "llevar el san benito", que se utiliza cuando se quiere señalar que se lleva
un "peso" encima, proviene del traje y el gorro que debían llevar los acusados por el
tribunal.

6. La decadencia de los Austrias


6.1. CAUSAS Y MOTIVOS DE LA CRISIS

Son muchos los motivos que se aplican para tratar de explicar la crisis que terminó con
el poder español en Europa, entre ellos podemos destacar:

• Una situación de bancarrotas crónicas heredadas del reino de Felipe II.


• Una población menos numerosa que la de Inglaterra o Francia.
• Un retraso cultural, que cada año era más considerable, debido a la cerrazón
española frente al mundo protestante.
• El abandono del gobierno por parte de los reyes y el poder creciente de los
validos.
• La casi nula actividad económica de la aristocracia.
• La escasa presencia de una clase media potente en las principales ciudades.
• El cansancio, tanto económico como moral, de una población diezmada por las
continuas levas y epidemias, y harta del pago de impuestos cada vez más
elevados.

• La mentalidad general de que el trabajo era para la gente más vil, por lo que
ser distinguido significaba vivir de las rentas.

FELIPE III – EL PACIFICADOR

"Dios me ha dado tantas tierras que gobernar, y no un hijo capaz de gobernarlas". Estas
fueron las funestas palabras que Felipe II dedicó a las capacidades de su hijo para el
gobierno, y que por otra parte resultarían ser ciertas. Felipe III (1578–1621), inició, al
tomar de su padre el gobierno en el año 1598, uno de los peores vicios de la monarquía
española, el validamiento. De esta manera, a los pocos meses de iniciar su reinado, su
amigo personal, el Duque de Lerma (segunda imagen, a caballo), obtenía el poder
suficiente para mover todas las cuestiones del Estado, puesto que ni siquiera necesitaba
la firma del rey para ello. Mientras tanto, el rey se dedicaba durante jornadas enteras a
la caza, las fiestas palaciegas, la religión y, en general, a todo el ocio que no se había
permitido su padre Felipe II. En su reinado cabe destacar la firma de la paz con
Inglaterra, con Francia y con los Países Bajos, reconociendo, de hecho, la existencia de
Holanda, como país independiente, aunque conservando la católica Bélgica. En los
últimos años de su reinado, Felipe III se involucró en la guerra de los 30 años (1618–
1648), en defensa del rey austriaco contra los protestantes alemanes. En materia
interior, la decisión más trascendental del Duque fue la expulsión de los moriscos, que él
defendió por motivos de seguridad.

Retrato ecuestre de Felipe II por Retrato ecuestre del duque de


Velázquez. Lerma, por Rubens

6.3. FELIPE IV, EL CAZADOR

Felipe IV, por Velázquez El Conde Duque de Olivares, por Velázquez

Felipe IV (1606–1665) fue llamado el cazador debido a su gran afición a la caza; de


hecho, abandonó el gobierno de sus posesiones por completo y las dejó en manos de su
valido el Conde Duque de Olivares, hasta el punto de desconocer el gobierno de España
casi en su totalidad. El Conde Duque fue, sin duda, uno de los personajes más
polémicos y ambiciosos de la historia de España. Intentó llevar a cabo un plan de
reformas que significaba la centralización del estado y el saneamiento de las finanzas.
Sin embargo estos propósitos se vieron truncados por el gran error de Olivares: la
incorporación de las fuerzas españolas a la guerra de los treinta años. La cuestión se
complicó cuando Francia se unió a los protestantes en guerra contra la católica Austria,
hecho que demostraba que, para el rey francés Luis XIV, la cuestión religiosa de la
guerra era completamente secundaria. Mientras los españoles se batían por la cruz,
Francia lo haría por los beneficios territoriales, que sabía que podía obtener de la
extenuada España. Muy pronto se vio como Castilla no podía resistir el enfrentamiento
debido a su cansancio y a su diezmada población, por lo que se apretaron los resortes
de los fueros de Aragón y Portugal, obligándoles a pagar más impuestos y usar sus
soldadas. Esta acción provocó que, tras los repetidos fracasos en el campo de batalla,
llegaran los problemas internos que, entre otras consecuencias, costarían a la
monarquía la independencia de Portugal, e incluso, a punto estuvo de costar la
vinculación de Cataluña al reino francés.

Felipe IV y el conde Duque encarnan la


decadencia en su lado más trágico; no se
valoraron debidamente las dificultades que
enfrentaba el país al tiempo que se dió una
importancia extrema a la política exterior,
precisamente en el momento que más necesitaba
España recogerse sobre si misma y atender a sus
necesidades internas.

A pesar de todo, si algo nos ha legado este


periodo ha sido la edad de oro de nuestras letras,
iniciada ya en la etapa de Felipe II y Felipe III
con Miguel de Cervantes y otros autores. La
época de Felipe IV vio nacer figuras de la talla de
Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Luis de
Góngora, Calderón de la Barca, Velázquez,
Murillo, Rivera y toda una serie de literatos,
dramaturgos y pintores que dieron a España la
importancia internacional que sus armas
empezaban a perder.

6.3.1. L U C H A A L A D E S E S P E R A D A Y P É R D I D A
D E L P O D E R

Los tercios españoles que formara el emperador


Carlos V tuvieron que batirse, durante el reinado
de Felipe IV, en "desigual batalla2 dadas las
dificultades financieras que había en la metrópoli.
La política del Conde Duque de Olivares de volver
a la expansión de los tiempos de Carlos V y
Felipe II, hizo que España se involucrara en
guerras innecesarias en un momento de serias
dificultades económicas. Algunas de estas
contiendas serán:

• La guerra con Francia por


la disputa sucesoria de
Mantua (1628–1631).
• Rotura de las buenas
relaciones con Inglaterra
al no aceptar el
matrimonio de la infanta
María con el príncipe de
Gales.
• Guerra contra Holanda, Inglaterra, Francia y
Dinamarca al romper el Conde Duque de
Olivares la tregua de 12 años firmada con
Holanda;

• Guerra de los treinta, a consecuencia del


conflicto anterior y que nos llevó a
enfrentarnos incluso a alemanes y suecos, al
intervenir España en apoyo de la monarquía
austriaca.

Tras algunos éxitos iniciales como la toma de Breda, llegó la bancarrota en 1627 y
desde entonces las derrotas se sucedieron, con los tercios españoles luchando a la
desesperada y cada vez con menos apoyo desde España.

Arturo Pérez Reverte hace una recreación genial de estos momentos en su obra "el
capitán Alatriste", poniendo las frases en boca de un soldado de la época.

"Y así fue pardiez. Tras largas décadas de reñir con medio mundo, sin sacar de todo
aquello más que los pies fríos y la cabeza caliente, muy pronto a España no le quedaría
si no ver morir a sus tercios en campos de batalla como el de Rocroi, fieles a su
reputación a falta de otra cosa, taciturnos e impasibles......Pero eso sí, hasta el final los
jodimos a todos bien, incluso aunque nuestros hombres y sus generales distaban de ser
los mismos que cuando el Duque de Alba y Alejandro de Farnesio, los soldados
españoles continuaron siendo por algún tiempo la pesadilla de Europa; los mismos que
habían capturado a un rey francés en Pavía, vencido en San Quintín, saqueado Roma y
Amberes, tomado Amiens y Ostende, matado diez mil enemigos en el asalto de
Jemmigen, ocho mil en Maastrich y nueve mil en la esclusa peleando al arma blanca con
el agua hasta la cintura. Éramos la ira de Dios. Y bastaba echarnos un vistazo para
entender porqué: hueste hosca y ruda venida de las resecas tierras del sur, peleando
ahora en tierras extranjeras, hostiles, donde no había retirada posible y derrota
equivalía a aniquilamiento. Hombres empujados unos por la miseria y el hambre que
pretendían dejar atrás, y otros por la ambición de hacienda, fortuna y gloria, y a
quienes bien podía aplicarse la canción del gentil mancebo de D. Quijote:

A la guerra me lleva mi necesidad;

Si tuviera dineros no iría en verdad.

O aquellos otros antiguos y elocuentes versos:

Por necesidad batallo; y una vez puesta en la silla

se va ensanchando Castilla delante de mi caballo"

El capitán Alatriste

6.3.2. L A S P É R D I D A S E S PA Ñ O L A S

Aparte del desprestigio de las armas hispánicas, España perdió Holanda durante la
guerra de los treinta años —reconociendo así una realidad que existía desde hace años
— además de varias plazas de Flandes y otras en Alemania, Alsacia y Lorena. El mapa,
después de la paz de Westfalia (1648), quedó formado con la incorporación de dos
nuevos territorios independientes: Holanda y Suiza. España seguiría manteniendo la
católica Bélgica y el sur de Italia, aunque la presencia austriaca se haría patente desde
entonces en Italia. Felipe IV tuvo que acatar el entregar a su hija al rey francés que, de
esta manera, intentaba encontrar la manera de apoderarse, en un futuro, del imperio
español.

Al no poder aceptar España la paz que imponía Francia, el conflicto con ésta continuó
once años más hasta llegar a la paz de los Pirineos (1659), en la que España perdió el
Rosellón y la Cerdeña.

6.3.3. L O S P R O B L E M A S E N E L I N T E R I O R

López-Davalillo Larrea, Julio, (2000), Atlas histórico de España y Portugal, desde el paleolítico hasta
el siglo XX, Síntesis, Madrid .
La toma de Breda o "cuadro de las lanzas", por Diego de Silva y Velázquez
La independencia de Portugal

La secesión de Portugal estalló en Lisboa cuando una junta de nobles depuso a la


virreina Margarita de Saboya y proclama rey de Portugal al Duque de Braganza, quien
tomará el nombre de Juan IV.

La corte de Madrid, con sus recursos militares implicados en la guerra de los treinta
años, apenas reacciona, solo tras el fin de la contienda y lograda la paz con Francia en
1659, pudo el ejército español intentar recuperar el territorio. Sin embargo ya era
demasiado tarde, pues los portugueses habían conseguido el apoyo de Inglaterra y
Francia, pudiendo rechazar a los españoles. Felipe IV nunca daría por perdido Portugal,
cosa que tendría que hacer Carlos II en 1668.

La política del Conde Duque, tendente a lograr que todos los territorios de la península
compartieran con la agotada Castilla los costes de la guerra, provocó una serie de
revueltas que terminaron en el año 1640 con la pérdida de Portugal y la revuelta
independentista de Cataluña, alentada por Francia.

López-Davalillo Larrea, Julio, 2000, Atlas histórico de España y Portugal, desde el paleolítico hasta
el siglo XX, Madrid. Síntesis.

Otras revueltas Otros movimientos secesionistas dirigidos por la nobleza fueron:

• el movimiento independentista del Marqués de Ayamonte,


• el movimiento independentista del Duque de Medina Sidonia en Andalucía,
• el movimiento de Miguel de Iturbide en Navarra,
• el movimiento del Duque de Híjar en Aragón. Aunque menos importantes, provocaron
que España no pudiera dedicar todas sus fuerzas en la guerra europea, lo que hizo que
pasara a ser una potencia de segundo rango.

La revuelta de Cataluña

Durante la fiesta del Corpus de 1640, las tropas estacionadas en Cataluña cometieron
una serie de atropellos que provocaron el llamado "Corpus de sangre" el siete de agosto
de 1640, siendo asesinado el virrey Dalmau de Queralt. Lo que empezó como un
tumulto degeneró en una revuelta que se extendió por muchas partes de Cataluña y en
una guerra abierta al entrar el ejército francés en Cataluña. El rey de Francia sería así
nombrado Conde de Barcelona. En 1644 el ejército español pasó a la ofensiva tomando
Lérida y posteriormente Barcelona, expulsando también a las fuerzas francesas.
Cataluña volvería de nuevo a identificarse con los Austrias cuando llegue el momento de
la guerra de sucesión, cuando apoyarán, a cambio de las exenciones de impuestos
prometidos por los Habsburgo de Viena, a los Austrias frente a los Borbones.

Ya dijimos en el capítulo anterior que la leyenda negra tenía su origen en los tiempos y
la persona de Felipe II. Sin embargo podemos decir que ésta continuó hasta que se
hubo acallado definitivamente el último bramido de los tercios, allá por el 1700. A partir
de ese momento otra leyenda negra se cernirá sobre España, pero esta vez, no en la
figura de un monstruo devorador, sino con la imagen de España como una potencia de
segundo rango, y ya en el siglo XIX, como un país pobre y atrasado y que solo llamaba
la atención de aquellos románticos que venían a España imaginando increíbles
aventuras entre bandoleros y pases de baile flamenco. Podemos decir que todo empezó
con aquella medida de 1559 en la que Felipe II cerraba las puertas hispánicas, de donde
solo se saldría para hacer la guerra:

"....que de aquí en adelante ninguno de los nuestros súbditos y naturales no puedan ir


ni salir de estos reinos a estudiar, ni enseñar, ni a aprender ni a estar ni a recibir en
universidades, estudios ni colegios, fuera de estos reinos, y que los que hasta agora y al
presente estuvieran y residieran en tales universidades, estudios y colegios, se salgan y
no estén, más en ellos dentro de 4 meses.

Veamos ahora la opinión de algunos extranjeros

"No abandonan sus espadas ni para confesarse ni para comulgar. Dicen que la llevan
para defender la religión y por la mañana antes de ponérsela la besan y hacen el signo
de la cruz con ella... Son orgullosos y presuntuosos, coléricos, vengativos, su mayor
defecto en mi opinión es la pasión de vengarse y los medios que en ello emplean..."

Mrme. d´Aulnoy

"...Tampoco aumenten los hombres sus dominios escudando su avaricia con el pretexto
de propagar la religión ni se persuadan que les está permitido extender la piedad con
las armas, invadiendo regiones extrañas..."

Arias Montano (Crítico español con respecto a la invasión de los Países Bajos).

"Son los menos previsores del mundo y, como la mayor parte, apenas si saben lo que
ha pasado entre ellos, por que no leen casi nunca, tampoco se preocupan del porvenir y
no viven sino al día..."
Bertaut

"Nuestro verdadero enemigo es el español. Es él. Es el enemigo natural. Lo es hasta la


médula, por razón de esa enemistad que hay en él contra todo lo que viene de Dios".

Cromwell

"insaciable avaricia (de los españoles), su crueldad mayor que la del tigre, su
repugnante, monstruoso y abominable lujo; su incendio de casas, su detestable saqueo
y pillaje de aquellos grandes tesoros que de todas partes de Europa se había reunido en
suntuosos palacios".

Arnauld (de su folleto titulado "antiespañol")

"Que la nobleza en España se adquiera en la ociosidad de una silla, es un contradicción


de la historia, no solo de España, sino de Roma, de Francia, de Alemania... Todas las
cosas de consideración en España se han formado sobre un terreno de que fueron
echados a lanzadas los moros durante ocho siglos de guerras continuas y sangrientas,
aunque con la disparidad de tener los moros toda África en su socorro, y no tener
nuestros abuelos más amparo que el que les daba el amor a su religión y patria. Me
parece muy apreciable este origen, y no creo que haya nación en el orbe cuyos nobles
puedan jactarse de más digno".

Montesquieu.

"Que la nobleza en España se adquiera en la ociosidad de una silla, es un contradicción


de la historia, no solo de España, sino de Roma, de Francia, de Alemania ...Todas las
cosas de consideración en España se han formado sobre un terreno de que fueron
echados a lanzadas los moros durante ocho siglos de guerras continuas y sangrientas,
aunque con la disparidad de tener los moros toda África en su socorro, y no tener
nuestros abuelos más amparo que el que les daba el amor a su religión y patria. Me
parece muy apreciable este origen, y no creo que haya nación en el orbe cuyos nobles
puedan jactarse de más digno".

Montesquieu.

6.3.4. L A C R Í T I C A S O C I A L

Las artes brillaron en España más que nunca, y al mismo tiempo, los avisos sobre el
mal endémico que padecía España. Ya hemos visto la visión de Velázquez, veamos
ahora la del poeta barroco Francisco de Quevedo.
Retrato de Francisco de Quevedo, por Velázquez

Miré los muros de la patria mía,


Si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
Por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo; vi que el sol bebía


los arroyos del yelo desatados,
Y del monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó su luz un día.

Entré en mi casa; vi que, amancillada,


de anciana habitación era despojos;
Mi báculo, más corvo y menos fuerte;

vencida de la edad sentí mi espada.


Y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte

Francisco de Quevedo

El mismo autor refleja la ociosidad de los españoles y la manera de vivir del hidalgo
venido a menos, lo que solía ser no trabajar y llevarse a la boca todo lo que se pudiera
con la excusa de que provenía de una "alta estirpe de cristianos verdaderos".

"Lo primero has de saber que en la corte (Madrid) hay siempre el más necio y el más
sabio, más rico y más pobre... que disimula los malos y esconde los buenos, y que en
ella hay unos géneros de gentes —como yo— que no se les conoce raíz ni mueble ni
otra cosa de la que desciendan los tales... Es nuestra abogada la industria; pasamos las
más veces los estómagos de vacío, que es gran trabajo traer la comida en manos
ajenas. Somos susto de banquetes, polilla de los bodegones y convidados por fuerza;...
Quién ve estas botas mías, ¿Cómo pensará que anden caballeras de las piernas en pelo,
sin media ni otra cosa? y quien viere este cuello, ¿Porqué ha de pensar que no tengo
camisa? Pues todo esto le puede faltar a un caballero, señor licenciado; pero cuello
abierto y almidonado, no...Y al fin, señor licenciado, un caballero de nosotros ha de
tener más faltas que una preñada de nueve meses...pero , en fin, se vive, y el que se
sabe bandear es rey con poco que tenga."
Quevedo, El buscón, Cátedra, Madrid, (1989).

6.4. CARLOS II, EL HECHIZADO

Carlos II "El hechizado", por Juan Carreño de Miranda

"El rey es más bien bajo que alto, flaco, no mal formado, feo de rostro, tiene el cuello
largo, la cara larga, la barbilla larga y como encorvada hacia arriba; el labio inferior
típico de los Austrias; ojos no muy grandes, de color azul turquesa y cutis fino y
delicado. Mira con expresión melancólica y un poco asombrada. El cabello es rubio y
largo, y lo lleva peinado hacia atrás, de modo que las orejas quedan al descubierto. No
puede enderezar su cuerpo sino cuando camina, a menos de arrimarse a una pared, una
mesa u otra cosa. Su cuerpo es tan débil como su mente. De vez en cuando da señales
de inteligencia, de memoria y de cierta vivacidad, pero no ahora; por lo común tiene un
aspecto lento e indiferente, pareciendo estupefacto. Se puede hacer con él lo que se
desee, pues carece de voluntad propia."

(Pfandl, Ludwig, Carlos II, Afrodisio Aguado ed., Madrid, (1947).

La descripción de arriba es la que el nuncio Millini nos legó de Carlos II (1665 – 1700),
el último de los Austrias, que representaba en su deterioro físico y mental el de la
propia España.

Descendiente de una línea familiar viciada por la creencia de que engendrar dentro de la
misma familia mejoraba la raza, Carlos II vivió una vida de pesadilla debido a esta
locura genética. Por supuesto, murió sin descendencia lo que provocaría la llegada de
los Borbones. Como bien apuntó el nuncio, carecía totalmente de voluntad por lo que la
corte se convirtió en una rapiña sin precedentes. Internacionalmente, España perdió el
Franco Condado y numerosas plazas en Flandes mientras la situación económica y social
se hacía cada vez más insostenible. España cayó en una depresión económica que mató
de hambre o de epidemias a una parte de la población. Así fenecía una etapa de España
que había marcado con oro su firma; el imperio español terminó absolutamente
relegado, y de la misma manera que su último rey Austria: yermo y "hechizado".
6.5. SOCIEDAD Y ECONOMÍA

La sociedad de la última época de los Austrias era una sociedad terriblemente


jerarquizada y, como ya apuntamos con anterioridad, cada vez más empobrecida.

La población española sufrió un descenso de casi un millón de habitantes debido a las


guerras y a las epidemias que las continuas carestías provocaban.

La España del siglo XVII

En lo relativo a la agricultura, la expulsión de los moriscos primero y el hecho de que


muchos jornaleros murieran en las guerras después, provocó que muchos cultivos
tuvieran que abandonarse por lo que comenzó a crecer el hambre en el campo. La
ganadería también se resintió debido en parte a la subida de los precios. La industria
desapareció de algunos lugares y el comercio interior se veía continuamente
obstaculizado por la existencia de aduanas interiores. No es preciso decir que la falta de
naves suficientes provocó que, en materia de comercio exterior, se dependiera de países
como Holanda o Inglaterra.

En cuanto a los grupos sociales podemos dividirlos según el siguiente esquema:

• Aristocracia: abandona su función militar y acude a la corte en busca de


favores, menospreciando el trabajo.
• El clero: De 90.000 en el siglo XVI pasó a 200.000 en el siglo siguiente con
una población nacional menor. Esto era debido a que ante la escasez, el clero
ofrecía, al menos, un par de comidas calientes al día, sin contar con que no se
pagaban impuestos ni había obligación de acudir a las guerras.
• Las clases urbanas perdieron su identidad de burguesía anterior y las más
altas buscaron acoplarse a la aristocracia mediante la compra de títulos, con la
excepción de Cataluña donde existía cierta burguesía y otras zonas del país
muy concretas como Madrid o Sevilla. Los llamados oficios viles empezaron a
hacerlos inmigrantes extranjeros mientras el resto de la población nutría las
filas del clero o del ejército o, simplemente, de la mendicidad.

• Los campesinos: fueron los más castigados, tanto por las epidemias como por
las levas del ejército. En este situación se produjo lo que a la larga acabaría
por ser el gran "cáncer" que castigará a la sociedad española hasta la segunda
mitad del siglo XX; algunos agricultores se enriquecieron debido al abandono
de los campos (se aprovecharon, principalmente, la aristocracia, la Iglesia y
los labradores más ricos), lo cual dio lugar a lo que, en adelante, se conocería
como el latifundismo, que dejaría a la inmensa mayoría de la población
española sin tierras y dependiente de una pequeña élite. Este problema será
necesario tenerlo en cuenta cuando hablemos de la influencia que tuvo el
comunismo sobre el campo en el siglo XX.

Atlas histórico Universal, (1995), El país / Aguilar, Madrid.


Detalle de Madrid en el siglo XVII, La España del siglo XVII.

Datos Interesantes

"EL H E C H I Z A D O "

A Carlos II le llamaron "el hechizado", debido a sus defectos síquicos y mentales. Pero
tratándose de un país supersticioso como España y no dando con el remedio justo para
sus males, se le aplicaron al desdichado monarca todo tipo de potingues, bebendas
extrañas y otros elementos de superchería, para ver si así se le pasaban lo efectos del
supuesto encantamiento. No resulta cómico pensar que un siglo antes Cervantes se
riera de dichas supersticiones, más típicas de los libros de caballerías que del siglo de
Oro, y es que, sin embargo, cegados por la luz de dicho siglo, España había cerrado las
persianas por lo que se quedó, en parte, a oscuras.

S A N G R E A Z U L

De los reyes españoles se ha dicho en muchas ocasiones que tenían la sangre azul.
Estudios hechos a través de las representaciones artísticas sobre familias reales unido a
investigaciones sobre sus costumbres están sacando a la luz que, tal vez, así fuera. La
vida de sedentarismo que las familias reales llevaban (moverse mucho era de pobres),
unido al tipo de dieta que componía su día a día, casi
siempre basada en carnes y alguna legumbre suelta pues
la verdura y otros productos de la agricultura eran
considerados comida de plebeyos, les habría provocado
problemas circulatorios; la famosa sangre azul podía ser,
en realidad, varices; eso sí, varices reales. Recordemos
que, tanto Carlos V como Felipe II sufrieron de gota y
que, sin embargo, el emperador murió de una indigestión
de melón con jamón.

7. Los Borbones: de Felipe V a Carlos IV


7.1. LA GUERRA DE SUCESIÓN

La muerte sin descendencia de Carlos II dejaba la puerta


abierta para que las potencias europeas se disputaran la
Corona Española. En su lecho de muerte, el moribundo
rey había nombrado sucesor al nieto de Luis XIV de
Francia, Felipe de Anjou. Por otra parte, José Fernando de
Baviera y Carlos de Habsburgo también tenían
pretensiones al trono debido a su relación con la familia
Real española. Finalmente, se produjo una guerra entre
Felipe V y Carlos de Habsburgo. Dado que Inglaterra y el
imperio austriaco no podían permitir que la misma familia
gobernara Francia y España, se creó una alianza anti-
borbónica entre Inglaterra, Austria, Saboya, Holanda y
Portugal. Los territorios de Aragón y Cataluña
defendieron los intereses de la familia Habsburgo
mientras que Castilla lo hacía de los Borbones. Aparte de
provocar una guerra civil dentro de la Península, la
contienda se prolongó por el territorio europeo. Para
España el enfrentamiento tuvo el desastroso efecto de
perder definitivamente su poder en el continente,
perdiendo territorios que pasarían a formar parte del
imperio austriaco así como la pérdida de Menorca y
Gibraltar frente a Inglaterra. Felipe V había entrado en
Madrid como nuevo rey en el año 1700; el
enfrentamiento se prolongaría hasta 1714, cuando una
serie de coyunturas hicieron caer la Corona imperial
germánica sobre el archiduque Carlos, el enemigo de
Felipe V; por ello, Carlos se quedó sin el apoyo inglés, al
no querer estos que el emperador fuera —como en los tiempos de Carlos V— también
rey de España. Felipe V firmará, por su parte, la renuncia a cualquier futura pretensión
al trono francés. De esta manera, en la paz de Utrech, el 11 de abril de 1713, se
restablece la paz aunque la guerra continuará un año más en Cataluña.

7.2. LLEGA LA ILUSTRACIÓN

La ilustración defendía un modelo de Estado basado en la razón, en la organización y en


la centralización del poder. Este modelo implicaba la anulación de las diferencias
gubernamentales y de pagos de impuestos entre los distintos reinos, así como la
estructuración de un auténtico mosaico burocrático capaz de hacer funcionar la política
del reino que seguía siendo dirigido por el rey, el cual mantenía todo el poder dentro de
este nuevo orden de cosas. Se eliminaba así la influencia de los consejos y demás
órganos representativos y el rey se rodeaba de ministros competentes, formados en las
mejores universidades. "Todo para el pueblo pero sin el pueblo" había dicho en una
ocasión Luis XIV de Francia.
Éste era el modelo ilustrado que llegó a España con los Borbones. A pesar de todo, se
fracasó en la idea de vencer la resistencia de las viejas clases dirigentes, convertidas
ahora en grandes terratenientes que controlaban la mayor parte de la tierra; de la
misma forma resultaron nulos los intentos por crear actividad empresarial entre dichas
élites económicas, actividad que, por otra parte, hubiera sacado al país de la crisis en la
que se encontraba. Los ilustrados fueron un pequeño grupo de personas que luchaban a
la desesperada contra los vicios de la aristocracia y la Iglesia, en un país donde el mero
nombre de la Inquisición causaba terror y en el que apenas existía una clase media
urbana lo suficientemente amplia como para llevar a buen término las propuestas. Aún
así, se consiguieron algunos logros, mas casi nunca relativos a la modernización del
campo ni a la propiedad de la tierra. Vamos a ver dichos logros (por lo general
administrativos) tras conocer los pormenores de los reinados borbónicos del siglo XVIII.

7.3. FELIPE V

Los tratados de Utrech y de Rastdt (1713–1714) supusieron


para España el reconocimiento de Felipe V como rey y su
desmembración territorial, pues Austria se apoderaba de los
Países Bajos, Nápoles, Milán y Luxemburgo; el duque de
Saboya de Sicilia, mientras Inglaterra lo hacía con Gibraltar y
Menorca.

La nueva situación dejaba a España abocada al Atlántico, donde


se encontraba su ya único elemento de poder. Sobre la cuestión
de las alianzas europeas, Felipe V optó por la solución más fácil,
unirse en sucesivos pactos de familia con la Francia Borbónica,
lo que provocó que España se viera envuelta en algunos
conflictos como el de la Guerra de Sucesión de Polonia (1733) y
la Guerra de Sucesión de Austria (1743).

Felipe V reinó durante dos temporadas, de 1700 hasta 1724,


año en el que abdicará en su hijo Luis I quien morirá a los
pocos meses; de nuevo con las riendas del poder en las manos,
Felipe V reinará hasta su muerte en el año 1746. Retrato de Felipe V.
7.4. FERNANDO VI

Fernando VI (1746–1759) sería llamado “el prudente” debido al


periodo de paz que implantaría en España, de tal manera que pudo
volcarse en la renovación interior y en la propia economía. Supo
escoger como ministros a los mejores de su tiempo (Carvajal y
Ensenada) y aunque sea uno de los reyes de España de los que
menos se ha escrito, su legado reformador quedó patente para la
posterioridad. En materia de pactos destaca el pacto con Portugal,
tras tanto tiempo de rencores y de enfrentamientos.

Retratos de Fernando
VI
7.5. CARLOS III

Carlos III (1759–1788), llamado "el buen alcalde", era hijo de


Felipe V; al morir su hermano Fernando, tuvo que sustituirle
dejando para ello el reinado de Nápoles, del que se ocupaba por
medio de los pactos habidos con anterioridad con la casa de
Habsburgo. Carlos III dejó constancia de su reformismo como
ningún otro rey español. Prototipo del rey ilustrado, mejoró las
infraestructuras, se enfrentó con la nobleza y el alto clero por el
tema de las tierras, comprendió la necesidad de la mejora
económica, el cambio de mentalidad con respecto al comercio y
la urgencia de estimular la educación entre las clases más
pobres. En cuanto a política exterior, España encontró su puesto
en el tablero internacional a través de los pactos de familia con
Francia. Tras el tercero de éstos en 1761, España se involucró en
la guerra de los 7 años contra Inglaterra, perdiendo la Florida; la
Carlos III, por Francisco
revancha llegó con la Guerra de la Independencia americana, a de
la que España y Francia apoyaron con tropas, recuperando Goya y Lucientes.
Florida y la anteriormente perdida isla de Menorca.
7.6. CARLOS IV

Carlos IV (1788–1808) protagonizó, quizás, el episodio más


patético de la historia española. Rey de escaso carácter y
de poca disposición al trabajo, encontró en la figura de
Manuel Godoy al ministro plenipotenciario y cortesano en el
que descargar todo el peso del gobierno español. Con la
Revolución Francesa y el encierro de Luis XVI de Francia,
comenzó una serie de inútiles guerras para librar al rey
francés del cadalso, después de lo cual y tras ceder la parte
española de República Dominicana a Francia, España se
convertirá en una marioneta en las manos de Francia, ya
bajo el gobierno de Napoleón. A continuación se sucederán
las guerras contra Inglaterra, hasta terminar en la terrible
derrota de Trafalgar en 1805. En 1807, Godoy pacta con
Napoleón la entrada de tropas francesas en España para
ocupar Portugal y ser él mismo, rey de Portugal. Una
conjura del príncipe Fernando VII es descubierta a tiempo y
en 1808 las tropas francesas entran en territorio español.
Pronto se descubre que éstas no están de paso, sino que
pretenden conquistar España, empezando así la Guerra de
La familia de Carlos IV la Independencia. Carlos IV fue obligado a abdicar en su
(detalle), hijo y éste a devolverle la Corona; Carlos IV firmaba un
por Francisco de Goya y documento en el que cedía el reino a Napoleón a cambio de
Lucientes.
algunas residencias y pensiones en Francia. Poco después,
Carlos IV marchará a Italia donde morirá. Su hijo quedará
recluido hasta su vuelta al trono.

7.7. LOS PROBLEMAS DE ESPAÑA

Varios eran los problemas que acuciaban a España, vamos a nombrar varios de ellos:

• La inexistencia de un mercado interior organizado.


• Las pésimas comunicaciones entre las ciudades, debido a los pocos y defectuosos
caminos.
• La escasa población, en comparación con otros países europeos debido a las continuas
guerras y epidemias.
• La sequedad de buena parte del territorio hispánico unido a un menosprecio generalizado
por la modernización del campo.
• Una distribución de la propiedad que hacía recaer la mayor parte de las tierras en manos
de terratenientes o de la Iglesia, generando una gran masa de campesinos pobres sin
tierra.
• Un número de clérigos y monjas excesivo para la población española.
• Una escasa clase media urbana.
• Desorganización en las cuestiones administrativas.
• Divisiones políticas territoriales que complicaban llegar a acuerdos tales como el
comercio interpeninsular.
• Una precaria industria que, sin el estímulo comercial, no conseguía arrancar.

• Una deficiente marina, incapaz de defender debidamente los territorios comerciales y


crear entre éstos y la metrópolis un contacto continuo.

En definitiva, parecía como si España hubiera estado tan enfrascada en sus guerras que
se hubiera olvidado de sí misma.

7.8. LAS REFORMAS ILUSTRADAS

Mil pueblos que del seno enmarañados


De los marianos montes, patria un tiempo
De fieras alimañas, de repente
Nacieron cultivados; do, a despecho
De la rabiosa envidia, la esperanza
De mil generaciones se alimenta:
Lugares algún día venturosos,
Del gozo y la inocencia frecuentados,
Y que honró con sus plantas galatea;
Mas hoy de filis con la tumba fría,
Y con la triste y vacilante sombra
Del sinventura Elpino (Olavide) ya infamados
Y a su primer horror restituidos.

Jovellanos

Estos versos fueron dedicados por el ilustrado Jovellanos al ministro Olavide, impulsor,
en 1778, de una serie de colonizaciones agrarias en Sierra Morena que tenían como
objetivo la cultivación de las tierras no labradas.

Este poema nos muestra la preocupación que sentían los ilustrados por cualquier
iniciativa que pudiera incentivar la paupérrima economía del país. La política reformista
del ministro provocó que sufriera persecución por parte de la Inquisición.

Vamos a dividir las diferentes reformas en varios puntos:

• Centralización del estado


• Reformas de la hacienda
• Una administración más eficaz y organizada
• Crecimiento del sector agrario
• Crecimiento del sector industrial
• Crecimiento del sector comercial
• Búsqueda de una cierta reforma social
• Búsqueda de un mayor desarrollo científico y cultural
• La reforma del Ejército

7.9. POLÍTICA EXTERIOR DE LOS BORBONES

La debilidad política en la que se encontraba la España de Felipe V unido a sus intereses


coloniales en América, hizo que se
pensara en la necesidad de
reestructurar la flota colonial. Además,
la cercanía familiar de los Borbones con
la casa de Francia, provocó que la
política exterior española estuviera
dominada por los llamados pactos de
familia. Estos eran convenios bilaterales
que unían a los dos países en aventuras
militares, por lo general, orientadas
según la política francesa. La expansión
territorial del resto de los países
provocó que España se vinculara a
guerras coloniales —como su apoyo a
los independentistas americanos contra
Inglaterra— recuperando territorios
americanos y la isla de Menorca. Uno
de los elementos que más preocupaban
a los Borbones era la seguridad de los puertos españoles en América, atacados de
continuo por corsarios y escuadras inglesas y holandesas, aunque tampoco faltaron
ataques de franceses.

Tras los reinados de Felipe V, Fernando VI y Carlos III y las victorias que culminaron con
la reconquista de Menorca, así como la recuperación de algunos territorios americanos,
España parecía haber encontrado su camino exterior y haber ajustado su política a un
marco real de necesidades; a pesar de todo, la época de Carlos IV traerá nuevas
dificultades. La Revolución francesa del año siguiente a la coronación de Carlos IV, trajo
como consecuencia la difícil elección entre la alianza con la Francia de la Revolución o el
enfrentamiento con ésta. La ejecución de Luis XVI de Francia, primo de Carlos IV,
provoca la guerra contra Francia. España atacó Francia por el Rosellón, lo que hará que
al año siguiente Francia ocupe zonas del País Vasco y Cataluña en un rápido
contraataque. España se verá obligada a firmar la paz de Basilea en 1795. A partir de
ese momento, el destino español quedará ligado dramáticamente a los designios de
Francia. Junto a dicho aliado empezarán a sucederse los enfrentamientos con los
ingleses, (como la derrota naval del Cabo de San Vicente o la ocupación de Menorca por
las tropas británicas). Portugal se negó a cerrar sus puertos a los navíos ingleses, por lo
que Francia y España decidieron declararle la guerra en 1801 (la llamada "guerra de las
naranjas"), con lo que España consiguió la ciudad de Olivienza recuperando al año
siguiente la isla de Menorca. Pero el gran fracaso llegó con el enfrentamiento entre las
naves francesas, españolas y británicas en la batalla de Trafalgar, donde la escuadra
española quedó literalmente destrozada en la contienda. Los últimos momentos de la
triste historia de nuestra política exterior en la edad moderna vendrán marcados por las
ambiciones del valido del rey —el plenipotenciario Godoy— que intentará preparar la
invasión de Portugal dando el paso franco por territorio español a las tropas
napoleónicas, a cambio de ser coronado rey de Portugal por Napoleón. La aventura
terminará con la ocupación por parte de los franceses del territorio español, iniciándose
así la guerra de la independencia.

7.10. ILUSTRADOS E INQUISICIÓN


Como podemos imaginar, las relaciones entre inquisidores e ilustrados nunca fueron
buenas. La Inquisición intentó, y logró, parar las reformas en España, sobre todo las
que atañian a la jurisdicción de la Iglesia.

Durante el siglo XVIII, la Inquisición —y


en general, toda la Iglesia— tuvo un gran
poder sobre el pueblo español. Para
muchos españoles analfabetos, era la
única comunicación con las cuestiones
políticas, por lo que su influencia
resultaba enorme. Por supuesto, la
Iglesia mantenía también el poder de
censurar, hecho que encerraba a España
entera frente a las ideas humanistas de
la época. No es de extrañar que se
abriera un auténtico enfrentamiento
entre inquisidores e ilustrados. Veámos a
continuación un texto del ilustrado
Campomanes contra la Inquisición:

"Es bien notorio que el desmesurado


poder de la inquisición se ha elevado
sobre la ignorancia de la mayor parte de
las gentes, atribuladas del pavor de sus
procedimientos, de las afrentas
impresionadas, del ningún recurso de los
vasallos de esta corona tienen a su
Escudo de la Inquisición.
soberano, y de las fuertes y dilatadas
presiones que se ven padecer como
dolorosos y largos tormentos que se
saben..."

Cárcel R.G. y L.M. Bretos, La leyenda


negra.

7.11. LA AMÉRICA BORBÓNICA

La administración colonial anterior se había quedado desfasada con respecto a las


nuevas ideas centralistas y reformadoras. La administración estaba corrompida y
resultaba poco práctica. En primer lugar, se crearon dos nuevos virreinatos, el de Nueva
Granada y Plata. Se desarrollaron las visitas y los juicios de residencia. Por otra parte se
desarrollaró una red de intendencias que ayudaron a centralizar la Administración. Dicho
intento reformador provocó algunos altercados con las autoridades locales. Al mismo
tiempo se incrementaron los estudios sobre las zonas y las valoraciones, en términos
económicos y científicos. En términos económicos, España no fue capaz de crear una
demanda para las necesidades exportadoras e importadoras del Nuevo Mundo, lo que
dio pie al contrabando. Así mismo, se vio un claro despegue económico de América
durante el siglo XVIII. Gran Bretaña consiguió la licencia, en 1713, del "navío de
permiso" y la posibilidad de traficar con esclavos en la América española; así mismo,
fueron abiertos al comercio con las colonias diversos puertos españoles. En cuanto a la
sociedad, ésta creció hasta los 18 millones, con una población muy heterogénea y con la
ya típica estructura social basada en una división de clases que perduraría hasta la
actualidad. Es interesante notar la lucha de poder entre la clase criolla —descendiente
de los primeros europeos— contra los peninsulares por el control del poder. Dicha
disputa se alargaría hasta ser causa de la independencia. Esta clase privilegiada tuvo
una educación de base humanista a través del modelo universitario que siglos antes se
había creado siguiendo el modelo de la universidad humanista española por excelencia,
la Universidad de Alcalá de Henares. Poco a poco, en las aulas de estos centros
educativos se fue creando, entre la clase criolla, el germen de una identidad americana
que se plasmaría en los primeros movimientos por la independencia.

En la primera parte del conflicto (mapa


de arriba), el pretendiente Carlos
desembarca en Portugal y desde allí
comienza a atacar en dirección a Madrid.
Felipe V huye en dirección a Burgos,
ocupando poco Barcelona poco después y
siendo proclamado allí mismo rey de
España, mientras algunos nobles
castellanos se pasaban a la causa
habsbúrgica. Todo parece perdido para el
Borbón, pero su victoria en Almansa
consolida de nuevo su posición,
regresando a Madrid. En la segunda fase
del conflicto (mapa de abajo), la liga anti
borbónica consigue reponerse e inflige
varias derrotas a Felipe V volviendo a
entrar en Madrid en agosto de 1710. Sin
embargo, no duraría mucho tiempo en la
capital, ya que enseguida se suceden
nuevas victorias borbónicas. Tras el pacto
europeo que comentábamos
anteriormente, la guerra se prolongará
un año más en Cataluña debido a la
resistencia de ésta por el temor a un
recorte de privilegios en los fueros en
caso de que vencieran los Borbones. Hay
que tener en cuenta que el abuelo de
Felipe V, el llamado rey sol, que tantos
quebraderos de cabeza diera al Conde
Duque de Olivares, fue quien impuso el
sistema de estado centralizado, de tal
forma que el sistema de los fueros
españoles difícilmente podía cuadrar con
la teoría política de su nieto si éste, como
se suponía, mantenía la misma politica.
Manuel Godoy fue el tipo de valido a lo conde duque de Olivares,
ambicioso y hábil cortesano. Un personaje muy diferente de los
ilustrados que trabajaron junto a Carlos III. Su ambición
desmesurada resaltó especialmente cuando pactó con Napoleón
la conquista de Portugal, ofreciendo el paso franco a través de la
península a cambio del reino portugués. Sin duda alguna, el
valido veía "las orejas al lobo" al percatarse de que el pueblo ya
no le apreciaba y buscaba el futuro más glorioso posible. De
hecho, a punto estuvieron de lincharle en el motín de Aranjuez,
cuano los partidarios del príncipe Fernando le tacharon de
traidor, pudiendo salvar la vida por poco.

Manuel Godoy, por


Francisco
de Goya y Lucientes.
Gaspar Melchor de Jovellanos (1744–1811) fue el
prototipo del ilustrado español. Perteneciente a una
familia noble, curso estudios en la Universidad de Alcalá
de Henares. Su mayor aportación a la Ilustración la
realizará durante el reinado de Carlos III. Escritor de
gran fama, se involucrará en todas las cuestiones
referentes al desarrollo de las ciencias y las artes, así
como en la centralización y modernización de los
sistemas productivos españoles. Fue alcalde de casa y
corte de Madrid durante el tiempo de las grandes
reformas en la capital; tras la muerte del rey Carlos III,
sufrirá persecución al cambiar de tono la política
española, debido a que la revolución francesa planteó a
la monarquía de Carlos IV la necesidad de cortar de raíz
cualquier reformismo en España. De hecho, ese será uno
de los males que, a partir de ese momento, azotará a
España. La política Real volverá a "cerrarse" por miedo a
la revolución, resumiendo éste en la fórmula
"razonamiento = traición a la patria". Esta forma de
Gaspar Melchor de Jovellanos, actuar se transformará en el mal endémico que tanto
(1798) por Francisco de Goya y
Lucientes. daño hará a España en años sucesivos y que culminará
en la sangrienta guerra civil de 136 años después.
La agricultura fue uno de los temas
prioritarios para los ilustrados al
tratarse España de un país
básicamente agrario. Se incentivaron
las colonizaciones de tierras para su
cultivo, lo que generó que se
incrementara algo la producción y
que incluso se llegara a exportar
parte de estos productos. Sin
embargo, la oposición de muchos
terratenientes y de la Iglesia, que
dejaban las tierras abandonadas sin
que fuera posible poder cultivarlas,
provocó que este desarrollo no
pudiera darse con consistencia ni
pudiera incentivarse la evolución de
la industria. Podemos decir que la
agricultura, base de las reformas
ilustradas, fue la gran batalla -por
otra parte, perdida- que justificaría la
falta de una mentalidad moderada y
la inexistencia de una clase media de
pequeños propietarios, dos aspectos
de la "enfermedad" con la que
España se adentraría en el siglo XX.
Los ilustrados no lograron vencer los
intereses de las clases más
poderosas, ocasionando con ello la
división de la sociedad española en
una clase privilegiada -por lo general
adepta al conservadurismo- y una
gran masa sin posesiones y
desprovista de la cultura necesaria,
presa fácil de los extremismos
políticos que se vislumbraban en el
futuro.

Datos Interesantes

M Á S T I E M P O E N E L P O D E R

El rey Felipe V es, hoy por hoy, el monarca que más tiempo ha gobernado España, lo
hizo durante 46 años, todo un record de longevidad en el poder.

F E L I P E "EL A N I M O S O "

A Felipe V le llamaban el animoso, todo un apodo irónico si tenemos en cuenta que el


rey sufría de hipocondría y que tenía episodios de depresión que le obligaban a estar, en
ocasiones, apartado de todos. De hecho, resulta ilógico que delegara el poder en manos
de su hijo Luis, que solo contaba con 17 años y ninguna experiencia, para irse al palacio
de la Granja a crear jardines. Resulta increíble que alguien que tanto había luchado por
el trono hispánico lo intentara abandonar de esa manera.

C A R L O S IV
La ingenuidad de Carlos IV está más que probada históricamente por dejarse llevar por
Godoy, (al que apoyaba de una manera intensa la Reina) y por ver invadido su país sin
apenas haberse enterado. Cuentan que, estando un día hablando sobre las costumbres
libertinas de las damas de la corte, él y su padre Carlos III, el entonces joven príncipe
dijo:

"-Los únicos maridos que pueden tener certeza de que sus mujeres no les engañan son
los príncipes, porque ¿dónde van a encontrar sus esposas hombre de mayor
excelencia?."

A lo que su padre Carlos III contestó:

"-¡Qué tonto eres , hijo mío!"

L A "SOPA E C O N Ó M I C A "

Para combatir el hambre de la población indigente se generalizó en Castilla, a finales del


siglo XVIII, la llamada "sopa económica". Para hacernos una idea de lo débil que
resultaba su composición, da idea este prototipo de sopa para 50 personas.

Patatas, patacas, nabos, chirivías o zanahorias 16 libras


Guisantes secos, judías, muelas, lentejas o algarrobas 4 libras
Harina de cebada 4 libras
Pan duro 4 libras
Carne de puerco muy picada o manteca 1 libra
Sal 1 libra
Vinagre 3 libras
Agua 75 libras

LA SITUACI Ó N PORTUGUESA

El historiador luso J. H. Saraiva dice acerca de la situación portuguesa de aquellos años:

"Las alternativas portuguesas eran dos: la órbita francesa o la alianza inglesa. La


solución francesa significaba la guerra marítima con Inglaterra. La conservación de la
antigua alianza (con Inglaterra) tenía como consecuencia la hostilidad del bloque
francés y la invasión de los territorios por los españoles, que veían en la crisis de Europa
una buena oportunidad para eliminar la independencia portuguesa. El dilema era el de
la muerte por asfixia o por invasión."

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