DEBATE
CRITICA
ERIC VAN YOUNG, THE OTHER REBELLION
Y LA HISTORIOGRAFIA MEXICANA
Alan Knight
University of Oxford
‘na vez asisti en Inglaterra a una conferencia que ofte-
con su caracteristica elegancia, sir John Elliot,
tedritico de historia de la Universidad de Oxford, sobre his-
toria comparada del continente americano. En respuesta, sir
Geoffrey Elton, profesor de historia en la Universidad de
Cambridge, comenté con su tipica aspereza, pero con buen
humor: “Eso estuvo excelente. Muy persuasivo, pero no
«erco ni una sola palabra”. No pretendo ser un Elton ante un,
Elliot interpretado por Van Young, pero si recordé el
dente al preparar esta extensa réplica, pues aunque el libro
me parece excelente y a menudo convincente, también me
4quedan varias dudas. En este trabajo exploro algunas de ellas,
ysdado el tenor de la réplicas, dedico bastante més tiempo a
las dudas que a los muchos puntos de coincidencia, Antes,
hharé una evaluacién muy general del libro, no necesariamen-
te desde el punto de vista de un experto.!
VAN YOUNG, The Other Rebellion. Popular Violence, Ideology, and
the Struggle for Mexican Independence, 1810-1821, Stanford, Stanford
University Press, 2001; traduccién al espanol en prensa
HMex, ive}, 2004 4546 ALAN KNIGHT
No me cabe duda de que este libro es muy importante, e
frato de aiios de investigacién asidua y un hito en la historio-
sgrafia mexicana. Coloca a Van Young —si es que no estaba
yaahi— en el grupo sclecto de investigadores estadouniden-
ses que integran aproximadamente la dkima generaci6n y
cuyo trabajo ha ayudado a transformar la historiografia me-
xicana, Mi lista personal incluye a John Womack, Friedrich
Katz, Nancy Farriss, James Lockhart y William Taylor.
Aparte de su masa de datos archivi nales, el libro
asume un compromiso asombroso y poco frecuente con la
frescura de pensamiento: el autor se planted algunos proble-
mas formidables, luché con ellos valerosamente, los redacts
con talento e inspiracién y produjo algunas respuestas origi-
nales y convincentes (otras no tanto). Incluso los puntos en
Jos que no estoy de acuerdo me resultan estimulantes y
siempre preferiré leer un libro con el que estoy parcialmen-
te en desacuerdo que un tomo tedioso que, con tal de no
arriesgar nada, se mantiene correcto, pero irrelevante. Asi
que fue un placer leer el fibro —un placer, claro, ubicado en
clextremo cerebral del espectro de la felicidad, mas parecido
al gozo de la poesia que a la diversién de un juego de mesa,
segiin lo plante6 Jeremy Bentham. Y es también un placer
comentar el libro, en compaiiia de su autor, en las paginas de
Historia Mexicana.
Primero quiero aclarar mis (tres) criterios de evaluacién.
Como dije, prefiero leer un libro audaz y original, aunque
sea parcialmente incorreeto, que un refrito de opiniones ya
aceptadas y correctas. Aun asi, el historiador no puede
arriesgarse a estar equivocado la mayoria de las veces; hay
un criterio de “aproximacidn a la verdad” que sigue siendo
crucial, incluso en esta época de relativismo casual (y aun-LA HISTORIOGRATIA MINICANA “7
que Van Young tienda mas hacia lo posmoderno que yo, es
evidente que también cree en este criterio: pp. 23 y 112).
Por lo tanto, no creo que nuestro dislogo quede invalida-
do por una oposicién filosslica radical. Sin embargo, la
“verdad” historiea no sucle ser cuestion de datos empiri-
cos dircetos, mucho menos euanclo estamos ante las gran-
des preguntas planteadas en este libro, Silo detecté un
puiiado de datos errdneos menores. Quizas los expertos
cen el tema, cosa que yo no soy,’ encontrarian mas. Desde
2 Recientemente publiqué un trabajo de sintesis sobre el period colo
nial Alan KNIGHT, Mexico: The Colonial Fra, Cambridge, Cambridge
University Press, 2002, el segundo volumen de una propuesta de tril
sg sobee Is historia mexicana “desde sus inicios” hasta el presente. EL
Ultimo capitulo de este tomo trata acerca del mismo periodo y proble
smas que The Other Rebellion de Van Young, pera de manera general y
cesquemtica, Fste trabajo no me convierte en un colonialista, pero si me
dd, ereo, una idea de emo se mueve el agua en la historia colonial, para
poder ubicar el trabajo de Van Young en sin contesto historiogritico
‘mis amplio. Aprovecho para hacer una aclaracin relacionadas en esta
resefa tienda a comparae ly interpretacién de Van Young von la de
otros historiadores estadounidenses. Esto no implica que desprecie la
Investigacion mexicana sobre el pertodo, que considera invaluable, co
:mo subrayo en mi libro. Aungue podria estar cayendo en un sesgo ae
plocéntrico (y me encantaria que me desminticran al respecto), me
parece que miuchos de fos principales debates acerea de los origenes
caracterstias dela insurgencia se estin realizando de manera mis ¥igo~
rosa, ya sea implicit o explicitamente, en Estados Unidos (o, por ate
cig al profesor Christon Archer, deberia decir en América del Norte),
See ocurre que esto se debe tres razones principales) Estados Uni
dlos genera una gran cantidad de historia de México, y una historia de
tran alcance, ambiciosa e intorpretativa; i) ef ambiente competitive
de Ia academia estadounidense Jomenta mis el debate eserito, no tanto
‘oral, lo cual implica apuestas signiicativas (en términos de resehas,
prestigio, publicaciones, carreras, becas, ete, y i) Estados Unidos
ha sido la sede principal de las luchas recientes sobre la “nueva histo
ceulural”, que resultan relevantes para este trabajo y en ls euales cosa