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LA VERDAD DESNUDA

"De aquí a la Eternidad" es el título de una vieja


película que protagonizó el ya legendario Frank
Sinatra. A pesar de que tiene una inspiración
profana, lo vamos a pedir prestado para este
artículo, pues, como título, interpreta
perfectamente el destino del hombre.

La explicación es muy simple. El hombre tiene


sólo dos posibilidades en su vida: o cree en Dios
(creyente) o no (ateo). Todo lo demás son
variaciones de lo mismo.

Si es ateo, todo es más fácil, pues su visión y sus


expectativas de vida llegan sólo hasta la tumba
donde su cuerpo, vía gusano, se reintegrará al
suelo, en una suerte de reciclaje orgánico. Es
decir, su mayor trascendencia es la de servir de
abono a alguna planta o arbolito. Para esto, lo único que tiene que hacer es no
creer en Dios.

Si es creyente, en cambio, su vida adquiere un sentido trascendente que se


proyecta hacia la eternidad.

Pero, cuidado: ¡Creer en Dios no basta!

Todos nosotros creemos en muchas personas. Yo creo que Carlos Marx existió y
fue una persona de bastante trascendencia intelectual y política, pero yo no soy
marxista (aunque mi suegro lo cree). También creo que existió Adolf Hitler, pero no
apruebo en nada su doctrina y todo lo que hizo.

Otra vez, cuidado: Si creemos en Dios, es importante definir bien quién es Dios
para nosotros. Existen muchas personas actualmente que definen a Dios como
una "energía positiva", "una fuerza cósmica". Pensar así es reducir a Dios al nivel
de una cosa. Casi comparable a una central hidroeléctrica o a una planta nuclear.

Otros, un poco más inteligentes creen que Dios es un ser superior. Esa
concepción también es insuficiente, pues pueden existir muchos seres superiores
a nosotros. Albert Einstein fue un ser ser superior a mí pues tuvo un CI mucho
más alto que el mío. Físicamente, un fisicoculturista es un ser superior a mí pues
tiene muchísma más fuerza que yo, etc.
Dios es el único ser superior a todos los otros seres superiores, pues ninguno
puede igualar sus atributos divinos: omniciencia (todo lo sabe),
omnipotencia(todo lo puede) y omnipresencia (está en todas partes). Por esta
razón, además, es el único que puede ser llamado Dios.

Así pues, si decidimos creer en Dios (porque es algo voluntario), debemos creer
no sólo aceptando su existencia, sino, además, suscribiendo toda su doctrina y
enseñanzas impresas en las Escrituras y adoptándolas como nuestra única y
definitiva forma de vida.

Debes saber que, así decidas ser ateo o creyente, la eternidad existe y hay sólo
dos puertas para entrar en ella. Una conduce a Dios y su reino eternal, la otra no.

Si has decidido ser creyente y vivir de acuerdo al plan que Dios tiene para tu vida,
¡Felicitaciones! Acabas de iniciar un viaje "De aquí a la eternidad" (en el Reino de
los Cielos, por cierto).

Rodolfo Jorquera D.

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Si te interesa saber más acerca de Dios y el plan que tiene para tu vida, no dudes
en escribirme a rodojorquera@hotmail.com

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