Está en la página 1de 1

"Notas al margen"

Al margen del bullicio exterior, Ella se ha quitado los huaraches y el vestido antes de abandonarse, cansada pero satisfecha, entre los brazos amorosos de su cama. Al margen de su propio cansancio, Ella cierra los ojos para ver. Olvidando las horas en el camin, la asoleada en el parque, la mala comida, su mirada interna se concentra en la evocacin de un momento cualquiera del da las clases vespertinas, por ejemplo. Al margen de la vigilia, Ella se desliza al sueo: al aula donde pas la tarde, rodeada por sus amigos, frente a un profesor que murmulla y gesticula, preocupado por las relaciones entre los hombres y dios, la libertad y la necesidad, el azar y el albedro. Al margen de su propia consciencia, Ella escribe, dibuja, escucha, imagina. La nuca de su compaera, los aforismos del profe, las ganas de estar en otra parte tirada sobre el pasto, por ejemplo, o en su cama soando con las quimeras de la fe, las madejas del tiempo, los alebrijes del yo, los demonios del inconsciente. Al margen de su identidad, Ella se disuelve, olvida su nombre, deja de ser ella misma para que su sueo se vuelva recinto y nos contenga a nosotros, sus personajes, sus espectadores, sus notas al margen.

Gonzalo Lizardo

También podría gustarte