Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
Dado que los bienes ambientales pertenecen a esta categoría, el problema derivado de la
ausencia de incentivos para revelar la disposición a pagar, imposibilita conocer el valor que
los mismos tienen. Pero no identificarlo rápidamente, no implica que su valor no exista. Para
estimarlo, se debe hacer uso de alguna metodología que permita “descubrir” las preferencias
que los consumidores estratégicamente ocultan.
http://www.imd.uncu.edu.ar/contenido/skins/www_imd/download/49.doc.pdf
Los bienes ambientales carecen de precio, puesto que no existe un mercado donde
puedan ser intercambiados. No obstante, ello no quiere decir que carezcan de valor.
Por tanto, es necesario contar con algún método que nos permita estimar dicho valor y ello
por varias razones:
(1) porque esta información puede ser utilizada como fundamento de las decisiones políticas
que afectan al medio ambiente (análisis coste-beneficio);
(2) también puede resultar útil para las organizaciones de defensa de la naturaleza que
desean conocer con mayor rigor el valor del patrimonio natural que defienden;
(3) desde la perspectiva de los tribunales de justicia, estos métodos son de gran ayuda a la
hora de calcular las indemnizaciones que se han de pagar por los daños infligidos al medio
ambiente y
(4) para los países en vías de desarrollo la información proporcionada por estos métodos les
permitirá aprovechar el potencial económico de sus recursos naturales desde una base de
sostenibilidad.
O sea cuando las personas compran algo por menos de lo que la valoran, reciben un
excedente del consumidor. El excedente del consumidor es el valor de un bien menos el
precio pagado por él.
• Sesgos instrumentales.
o Sesgo en el punto de partida o del vehículo. Se condiciona la respuesta del
encuestado. Ej. Ofrecer cifra inicial o un modo de pago.
o Sesgo de la información: la respuesta puede ser muy distinta dependiendo
de si el entrevistado percibe que el proyecto se va a llevar a cabo o no.
o Sesgo del entrevistador: si la entrevista es directa o no, el entrevistado
puede adoptar posición solidaria y responsable.
o Sesgo del orden: cuando al mismo tiempo se valoran diversos bienes, es
cierto que las valoraciones más elevadas se dan en los primeros de la lista,
de modo que si se cambia el orden de valoración, cambiará también el valor
que se le otorga a cada
• Sesgos no instrumentales.
o Sesgo de la hipótesis. Como la situación que se presenta es hipotética no
existen incentivos para ofrecer una respuesta cierta.
o Sesgo estratégico. Si la persona manifiesta interés por el tema, su respuesta
no será cierta sino estratégica. Responderá en función de su interés.
• Este método valora las áreas naturales a partir de la construcción de una función de
utilidad familiar. P.e. Aunque la visita a los parques naturales no se cobra, es un
acceso gratuito, también es verdad que la gente que los visita incurre en unos gastos
para ello, y esos gastos son los costes de viaje.
• Se trata de estudiar cómo cambia su demanda por ese bien natural cuando cambian
esos costes en los que se incurre, con lo que obtendríamos una curva de demanda de
un bien y podríamos conocer los cambios en el excedente del consumidor.
4.2. Valoración monetaria de los bienes ambientales
4.2.2. Método del coste de viaje
• En las funciones de demanda aparece como una variable importante le Coste, el cual
incluiría:
o costes de desplazamiento, en los que se incluye el gasto de combustible,
amortización y mantenimiento del vehículo ( o en su caso el billete del
transporte público empleado).
o costes de acceso: aparcamiento y entrada al recinto del parque.
o costes discrecionales o accesorios, como pueden ser los gastos de comida o
de alojamiento.
o valor económico del tiempo que se dedica al viaje y la visita, en términos
de actividades de ocio alternativas.
4.2. Valoración monetaria de los bienes ambientales
• Este método pretende descubrir los atributos del bien que nos ayudan a explicar su
precio y discriminarlos según su importancia cuantitativa, de forma que a cada
característica de un bien le atribuimos un precio implícito, la disposición marginal a
pagar de la persona por una unidad adicional de esa característica.
• Ejemplo: Precio de la vivienda.
• Esta función nos va a permitir obtener los precios implícitos de cada una de las
características.
• Las funciones más utilizadas son:
o Funciones lineales; dónde los precios implícitos de las características
permanecen constantes.
o Funciones no lineales: el precio implícito de cada característica cambia.
• A partir de esa función podemos obtener el deseo de pagar por una reducción
marginal de un daño ambiental o por un incremento marginal de un beneficio
marginal. Ese deseo de pagar W es igual a la derivada parcial del precio con respecto
a la variable ambiental que consideremos
• Problemas:
o Problemas de información, ya que al hablar del precio de la vivienda y del
suelo, este puede variar si se toma el precio de mercado o el valor del
catastro.
o Problemas econométricos, al no incluir alguna variable relevante, o por la
complejidad de los métodos y las numerosas variables con las que se llegan a
trabajar.
o Falta de realismo de los supuestos, ya que se supone información perfecta de
los potenciales compradores y falta de costes de transacción
• Ejemplos
o Supongamos que en determinado lugar se da un nivel de contaminación
importante en el aire. Si se reduce esa contaminación, aumentará el
rendimiento agrícola de la zona. Lo que se ha de hacer es evaluar en
términos monetarios ese impacto físico
o Supongamos que se plantea la posibilidad de llevar a cabo unos
determinados gastos para mejorar la calidad ambiental. Si se llevan a cabo
esas medidas de mejora de la calidad ambiental, se va a reducir el efecto
negativo sobre la producción agrícola, de forma que el agente productor
evita incurrir en esos costes
• Limitación. Supone que el agente productor es precio-aceptante. La actuación del
sector público no se incluye en la función de costes. Determinados costes indirectos
no se podrán medir.
Bibliografía
http://www.uclm.es/profesorado/fabiomonsalve/site/EMA06_T04_Valoracion.ppt.
Para comprender lo que dicen, hay que tener claro dos conceptos. Primero,
entenderemos por “depredador”, aquel ser vivo que caza y da muerte a otro animal y,
por “presa”, al animal que es cazado.
Esto se explica, porque en un mismo hábitat, si los depredadores son muy eficientes
cazando y comiendo presas, en un corto plazo las presas podrían desaparecer. Una
población o cantidad de depredadores bien alimentados, traería como consecuencia
una mayor reproducción y por tanto un aumento rápido en el número de depredadores.
Evidencias científicas
Para comprobar estas constantes alzas y bajas que caracterizan el ciclo depredador-
presa en la naturaleza, un grupo de científicos iniciaron en el año 1850 un estudio:
contaron el número de linces (depredador) y liebres (presas) en un parque nacional de
Canadá. El registro se mantuvo por más de 100 años.
¿Cuáles fueron los resultados? La interacción de estas dos especies era activa y
cíclica. Cuando el número de linces subía, la población de liebres rápidamente
disminuía (ver gráfico). Pero al poco tiempo la cantidad de linces volvía a caer.