Depresin, el mal que nos est acabando Son muchas las veces en las que la angustia nos hace

ver el panorama de otro modo, son a veces extraas e increbles circunstancias las que conforman un estilo de pensar que en ms de una oportunidad nos equivocan ante el encuentro con la realidad. Pensamos que nuestro interior est en lo correcto y por ello vemos a otros con un error focal. Si nos sentimos mal, si nos encontramos deprimidos, si no es nuestro mejor da y permitimos que esto nos opaque la realidad, de seguro cometeremos equivocaciones con los dems. No podemos por recibir la imagen y actitud del prjimo basados en nuestro estado personal, hacer juicio que adelanten lo que an no hemos tratado. La rabia es un sentimiento que se genera tras la necesidad de algo que no podemos alcanzar. Qu culpa tienen los dems de esto, ninguna. A veces nos hacemos planes carentes de lgica, otras, esperamos tan slo milagros y las que menos, queremos de un modo tan especfico y tan exacto, que si recibimos una parte importante de nuestras aspiraciones, no quedamos satisfechos. Si mirsemos todo lo que tenemos, si valorramos todo lo que somos, si reconocisemos lo poco que nos falta, entonces de seguro apreciaramos en su justa dimensin lo que somos. La mitad de algo siempre es mucho ms que el todo de la nada. Sin poder ver estas notables diferencias, de seguro que nos sentiremos mal. Nos sentimos mal y damos comienzo a una caza de brujas en la que echamos culpa ajena a nuestro estado. Nos sentimos mal y opacamos nuestra visin sin poder apreciar lo que en realidad tenemos, vemos, sabemos o queremos. Nos sentimos mal y creemos que echando la culpa de todos los males a los dems podemos salir del laberinto oscuro e interminable en el que solemos vivir. Nos sentimos mal y nos cuesta desacostumbrarnos a ello. Samuel Akinin Levy