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VISITA A LOS MUSEOS

Esto nos lleva de la mano a hablar de las visitas a los Museos. Estas visitas son temibles cuando el maestro desconoce el contenido del Museo o el genio de sus alumnos y lo que pueden soportar. Una visita a un Museo, improvisada, confiando que algo saldr, equivale a afrontar un gran riesgo: si la cosa resulta mal puede ser que ni al maestro ni a los chicos les entren nunca ms ganas de repetir la experiencia. La visita a un Museo debe ser preparada primero por el profesor: debe saber lo que hay y lo que no hay esooger lo que vale la pena comentar.

Porque antes de llevarles al Museo es preciso que el maestro les recuerde o les explique las cosas principales relacionadas con lo que van a ver. As se ahorra el hacer explicaciones inacabables, que los chicos no aguantan, y consigue slo con

toques de atencin ayudar a los alumnos a relacionar lo que ven con lo que antes
explic. Es mejor que tenga que decir de vez en cuando: "Os acordis de lo que dije ayer? Por qu eso es as? Ayer lo dije, quin se acuerda?", a que agote a sus alumnos con largas lecciones aguantadas de pie delante de un cuadro o una escultura. Adems es preciso que lo visto sea objeto ms tarde de comentarios en clase. Hay que acotar terrenos. Por ejemplo, hacer que unos se fijen en una cosa, otros en otra, y luego, ya en la clase, hacer que recuerden, que expliquen sus

impresiones, que hagan, si estn bastante adelantados, una redaccin sobre algo
de lo que vieron.

Ayudado con un material grfico imprescindible, el maestro puede lograr interesar as a sus alumnos por este mundo impresionante, constituido por los restos del pasado y, adems, ensearles a apreciar

la inmensa variedad y riqueza de formas y concepciones de los


distintos estilos artsticos, apreciar la belleza donde realmente se encuentre: tanto en una pintura de Miguel ngel como en un fresco romnico, tanto en un retrato romano como en una escultura abstracta del momento actual

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