Desensillada la noria De sus historias No queda ya en la marea Ms que tierra salada Que nada espera Sube Su inexpresable canto

La bandada de los pjaros bobos Extinguida la sed de continuar En las masivas muertes de la vida mente Al fin slo se quiere descansar De los meandros de los pensamientos Corazn del amor en holograma Vasto y variado Igual a un piano de doscientos teclados Ven a jugar como un nio Aunque los miembros parezcan quebrados Y los odos cerrados Una revolucin de fondo que produce La purificacin de vidas agotadas Del insaciable asesino interno Parido entre las sombras de la matriz horaria Desentrampado del supremo riesgo De la guerra ancestral de la memoria Consumacin total es ser silencio: Mutando en perfecta luz su obscuro plexo Ya no habr regresar Para explorar los pliegues Del humano misterio Del doloroso ro de los sufrimientos Desde el santo escaln Allende el pensamiento Controlar es separar Desnucarse en la cada Y en un salto mortal Siendo vida la vida conduciendo El tiempo slo es eternidad transida En el portal del ahora La atencin es interfaz A terminar con la ilusin En el final de su agona