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Capitulo 2 Integrales multiples § 2.4. Introduccién Supongamos que en el espacio tridimensional en ol cual esté definido el sistema rectangular de coordenadas (x, y, z) se da la superficie continua z=/{@Q =/(e, y) = (, yw EQ), donde Q es un conjunto acotade (bidimensional) para el cual es posible definir el concepto de su drea (medida bidimensional, véase a continuacién el § 2.2). Como 2 podemos tomar un circulo, un rectangulo, una elipse, etc. Supongamos que la funcién f (x, y) es positiva y planteomos el probloma siguiente: es necesario determinar el volumen de un cuerpo acotado superiormente por nuestra super- ficie, inferiormente por el plano z = 0, y a la izquierda y a la derecha por una superficie cilindrica que pasa por la frontera y del conjunto plano Q y cuya generatriz es paralela al eje z. Es natural que el volumen buscado se determina del modo siguien- te. Dividamos Q en un numero finito de partes %,--4 Qn, a) que no se recubren entre si a no ser por sus fronteras, Sin embargo, estas partes deben ser tales que se puedan determinar sus dreas (medi- das bidimensionales) que designemos por mQ,,. . ., MQ y, respectiva~ mente. Introduzcamos el concepto de didmeiro del conjunto A: es la superior exacta d(d) = Soh: |P? —P* |. M PEA Escojamos en cada parte 2; un punto arbitratio Qs=— (Ej, 73) j=i,..., N) y compongamos la suma N Vor = Bi #(Qs) mQ, (2) que es natural considerar como expresiém aproximada del volumen buscado VY. Conviene suponer que la aproximacién V = Vy sera tanto més exacta cuanto menores sean los didmetros d (Q;} de jas partes 2,. Por eso es natural determinar el velumen de nuestro cuerpo como el limite de la suma (2) x V= adisae it 2 F(Q)) mQy 7 cuando el didmetro maximo de Jos conjuntos parciales de particion (1) tiende hacia cero, si, desde luego, eslo limite existe y es igual a un 423 Cap. 2. Inlegrales méltiples mismo nimero, cualquiera que sea el método de particién sucesiva de Q, Es posible abstraerse del problema de determinacién del volumen del cuerpo y considerar la expresién (3) como cierta operacién que se realiza sobre la funcién f definida sobre Q. Esta operacién se llama operacién de tntegracién doble, segiin Riemann, de la fyuncién { sobre el conjunto Q y sus resultados, integral dobie definida (de Riemann de f sobre Q la cual se designa asi: N = If = MS dao 2 FQN ma, =JJ te vax dy= | 1) 40= f fa9. a Supongamos ahora que en un espacio tridimensional donde esté definido el sistema rectangular de coordenadas (x, y, 2) se da un cuerpo ® (conjunte} con una masa no uniformemente distribuida en ste siendo la densidad de distribucién p (x, y, 2) =» (Q) (@ = = (z, y, 2) € Q). Es necesario determinar la masa total del cuerpo Q. Para resolver este problema es natural dividir Q on partes Q,,... +++, Qy cuyos voliimenes (medidas tridimensionales) (partiendo de Ja hipétesis de que existen) soan mQ,,. . ., mQy, escoger arbitraria- mente en cada parte un punto (@y = (zy), yy, 2j) € 2) y considerar que la masa buscada es igual a M= lim 3) n(Q,) mQ. @ max €(Q))+0 fad Al igual que antes, la exprosién (4) so puede considerar como una operacién determinada sobre la funcién asignada ahora en el conjunto tridimensional Q. Esta vez la aporacién se llama eperacién de integracién triple (segiin Riemann) y su resultado, integral triple definida (de Riemann) la cual se designa asi: N M= lim 3 H(n may= | w (Q)aQ= max d{Q 5) 0 dent at fff ne, uy, 2) dx dy dz, a De un modo an&logo se define el concepto de integral de Riemann multiple de n. 1) B. Riemann (1826—1866), gran matemdtico alemdn. § 24. Introduccién 129 Veremos que una parte de la teoria de integracién miltiple que contiene los teoremas de existencia y los de propiedades aditivas de una integral puedo ser expuesta de un modo absolutamente andlogo tanto en el caso unidimensional como en el n-dimensional. No obstan- te en la teoria de integrales multiples surgen dificultades que no existian cuando exponiamos la teoria de integrales simples. £1 hecho consiste en que hemos definido la integral simple de Riemann para un conjunto muy simple, o sea, para el segmento {a, b] que volvia a partirse en otros segmentos. No surgian ningu- nas dificultades para determinar la longitud (medida unidimensional) de los segmentos. Sin embargo, en el caso de las integrales dobles y, en general, en el caso de las integrales miltiples de m, la re- gidén de integracién Q ha de dividirse en partes con fronteras curvili- neas y entonces surge la cuestién acerca de la definicién general del concepto de grea o, en general, de medida de nm dimensiones de estas partes. En el caso bidimensional tenemos que vernos con regiones acotadas que poseen una frontera suave (fig. 25) o bien una frentera Fig. 25. Fig. 26. suave a trozos (fig. 26), o sea, que se compone de un nimero finito de trozes (l{neas) suaves. Asu vez, tenemos qué dividir estas regiones en partes que poseen una frontera suave a trozos. A cada una de las regiones w y a algunos otros conjuntos puede hacérseles corresponder un nimero positivo mw llamado érea o medida bidimensional de Jordan (la definicién general de la medida bidimensional de Jordan se da en el § 2.2). Con ello se cumplen las propiedades siguientes: 4) Si Aes un tridngulo con la base a y la altura 5, entonces mA = = [A] = ab. 2) Si w, Ca, y @,, ©, tienen las medidas mo,, mo,, entonces MO, < Mw. 4) C. Jordan (4838—1922), matemético francés, 9180, 430 Gap, 2, Integrales miltiples 3) Si la regién estd cortada con ayuda de una curva suave a trozos en dos partes @, ¥ @, (@ = @, + @,), entonces mo = mo, + me; Existen conjuntos de medida bidimensional cero tales como el punto, segmento, curva suave o Suave & trozos. En ol caso tridimensional nos interesardn Jas regiones que tienen on calidad de frontera de ésta superficies suaves a trozos. Kn cuanto a tales regiones diremos que ellas tienen una frontera suave a trozos, La esfera, elipsoide y evbo pueden servir de ejemplos de tales regio- nes. Una superficie se llama suave si en todo punto suyo se puede trazar a ella un plano tangente que varia continuamente junto con este punto. Una superficie se llama suave a trozos si puede ser cor- tada en un numero finito de trozos suaves. En las lneas de corte los planos tangontes pueden no existir. Para las regiones acotadas tridimensionales @ con fronteras suaves a trozos puede ser doterminado su volumen (medida tridi- mensional), o sea, el nimero positive mw que satistace las propie- dades siguientes: 1) Si A es un paralelepipedo rectangular con aristas a, b, c, entonces mA = |A| = abe. 2) Si ©, Cm, Y w, @, tienen las medidas ma,, mw, entonces No, SMe. 3) Si la regién m esta cortada por una superficie suave a trozos en partes @ Y @, (@ = @, + ©), entonces Mo = wo, + MO Bxisten conjuntos de medida tridimensional cero. Tales conjun- tos son el punto, segmento, recténgulo (plano), superficie suave o suave a trozos. Por analogia, se pueden examinar las regiones n-dimensionales a@(@cR,) con fronteras suaves a trozos y para ellas definir la medida de x dimensiones, 0 sea, mw > 0, que posee propiedades semejantes a 1), 2), 3}. El recténgulo A en R, se define como ¢l conjunto de puntos 2 = (%, ...; %) cuyas coordenadas satisfacen las desigualdades Oy ty< by G1, ee Mi ay Ky). La medida (n-dimensional) de A so define como el producto: mA = | A | = (by — a) (by — dg) + +» (bn an) La superficie suave S — R, 8¢ define como et conjunto de puntos xz = (q, .--, tn) que satisfacen Ja ecuacién ay =F (eyy oe ny Spay Eytar ve oe Tn)s (ys oo Spay Stay ee PER § 2.4, Introduccién 131 donde j puede tener uno de los valores j = 1, 2, ..., m. Con ello f es una funcién continuamente derivable en la clausura de cierta regién acotada (n — 4)-dimensional g de puntos (xq, ..., Zp, Ty4y) + +1 In). 5 Por definicién, la superficie suave a trazos en R, so compono de un numero finito de trozos suaves (superficies) qua no se intersecan a no ser en sus hordes. ‘Vamos a repetir la definicidn de una integral miltiple sin reeu- rrir a los problemas del contenido geométrico o fisico. Supongamos que en el espacio A, de m dimensiones se-da una regién acotada Q con una frontera suave a trozos T (@Q = Q +.T) y sobre 2 (o Q) se da la funcién F@) =F (ty oe ta) Cortemos © en partes Q, que no se intersequen, a no ser por sus bordes, que consideraremos como suaves a trozos. Para abreviar, diremos que hemos realizado la particién p del conjunto Q. Escojamos en cada parte Q; um punto arbitrario §’ = (Bj, .. . +s &4) (@ €Q)) y hagamos la suma N Spf) =2, FR) mQ;, ala cual lamaremos suma integral de Riemann de la funcién f co- trespondiente a la particién p. El limite de la suma N lim Sp(f)= lim 3D) F(R) mQy= mix d{Q,)=0 mdz dO = S f)ae= j sa Site. cosy Eq) dt, ..,dt, (5) 2 cuando e] didmetro méximo de los conjuntos parciales Q; tiende a cero se llama integral mutltiple de la funcién f sobre Q (o segtin 2). Cabo sefialar que el limite (5) se llama integral miltiple de la funcién f si no depende de la eleccién de los puntos &/ en Q; ni de los métodos de particién p de Ja regién Q. Hagamos algunas observaciones. Observacién I. No tieno importancia el hecho de que calculemos e] limite (5) para la regién Q o para su clausura &. Esto se debe a que Q=Q+T, donde T es la frontera de Q supuesta suave a trozos. Hay que decir que una frontera suave a trozos tiene la medida n-di- mensional cero (mI = 0, véase a continuacién el § 2.2). Observacién 2, Si el limite (5), 0 sea, la integral multiple 5 fag 132 Cap. 2. Jntegrales multiples existe, Ja Suncién f (a) est& limitada sobre & {| f (w) |< M). Esto sé demuestra al igual que en el caso de una integral definida wnidi- mensional. Observacién 3. Si m4x d (Qs) > 0, Ja suma de las medidas de las partes Q, que se adhieren directamente a ja frontera suave a trozos T tiende asimismo a cero * mQ;— 0. 3 Aqui el trazo doble de > significa que la suma concierne a las partes {, que se adhieren aT’. Por ejemplo, si Ja regién & es cortada en partes por una cuadricula, como lo muestra la fig. 27, entonces la particién respectiva se puede escribir en la forma Q= Dy! A+ DQ, donde la suma })' concierne a los cuadrados completos (que han entrado en 2) y la suma st concierne a los cuadrados incompletos. Es importante quo la medida de la segunda suma tienda a cero al tender indefinidamente a cero el diémetro de la diagonal de la cua- dricula: 2 mQ, apaapae” Observacién 4. De las observaciones precedentes se deduce que [31 ) mo, |< DM ma, = MD ms eh Esto muestra que la integral (5) se puede definir al igual que el limite de la suma lim 21) mdy= | fleyae max da dO que concierne sélo a las partes Q; de particién que nose adhieren a P. Formalmente no vamos a argumentar las observaciones 4, 2,3 y 4. Ademéa, éstas se deducen facilmente del § 2.2 que sigue a con- tinuacién. § 22. Medida de Jordan 133 § 2.2. Algunas nociones de la teorla de la medida de Jordan Limitémonos a examinar conjuntos bidimensionales. Asignemos en un plano el sistema rectangular de coordenadas (z, y). ‘Asignemos un numero natural N y dos sistemas de rectas zakh (k= 0, +4, 12, -0)) yoth (=O, ft, 2,0.) 2 = O¥ que definen en el plano una cuadricula cuyos cuadrados tienen el lado hk. Lia: maremos a tal cuadrictla A-cuadricula (fig. 28). Claro esté que al pasar de ¥ ¥ Fig. 27. Fig. 28. a N + 4 cada cuadrado de la h-cundricula (h = 27¥) se corta en cuatro cuadra- ditos iguales. Estos Gltimos forman yah = 2~%~* — cuadrfeula, . Asignemos en el plano un conjunto acotado arbitrario & y para el numero dado M introduzeamos dos conjuntos: Qy y Gy. El primero de ellos Qy v3 Ja suma (en la teoria de los conjuntos) de los cuadraditos de la A-cuadricula (h = = 2°) cada uno de los cuales pertenece por completo a 9 (en Ja fig. 28 es la parte rayada). Llamaremos a Qy figura interior det conjunto Q (delinida por la 4-cusdricula dada). Puede ocurrir que 24, sea un conjunto vacio, 0 sea, no haya ningim cuadradito que pertenezca por completo a Q. Esto tiene lugar, por ejem- plo, si 2 es un conjunto compuesto de un Damero finito de puntos o bien si esto es el trozo de una curva suave, Llamaremos al segundo conjunto Qy figura ertertor del conjunto Q (definida por la h-cuadricula dada). Es la suma de los enadraditos de Ia A-cuadricula cada uno de Jos cuales contiene al menos un solo punto de 2. Es evidente que Qyo Waly y las Areas de las figuras @5y y Gy, las cuales vamos a designar por | Qy | y | @yh satisfacen Ia desigualdad 1Qy1<18yl WH 4,2) 134 Cap, 2, Integrales multiples Si Qy cs un conjunto vacio, se supone que | Qy| = 0. Noes diffeil ver que ~ QMeoWeWie...cAe...c%ioWch, de donde IM SIMISIWl K.-S MIB 1 <1 Al. Abora bien, 1Qv1<1 Bx cualesquiera que sean los nfimeros naturales Ny M. Si se fija Af, los mimeros j Q,y |, al crecer WV indefinidamente, no decrecen pashtcnibidose no mayores que el niimero | Ty, |- Esto muestra que existe el imite lim | Qy 1<| Sar |. Newco Se Jlama medida tntertor del conjunto Q y se designa ast: im 1 Qw 1=m9, £s un aimero Gofal ctniacts determinado que no depende de N. Hemos obte- nido la desigualda o mA Oye | (M = Ay 2 ds donde los niimeros |Q4,] no crecen mondétonamente al crecer indefinidamente M. Pero entonces existe’ el limite Him | Gy t= m0 Nove que se Nama medida extertor de Jordan del conjunto Q y se designa por m,Q. Asi, pues, un conjunto acotado arbitrarto @ del plano tiene las medidas intertor y esterior, mA y mA. Son nameras no negatives que satisfacen la desigualdad my = mM. $i de hecho tiene lugar la igualdad, entonces el conjunto @ se Hama medido segiin Jordan en el sentido bidimensional y el nimero MQ = mQ= mQ se denomina medida bidimenstonal Q segiin Jordan. Llamaremos a la medida de Jordan también simplemente medida 4). Asf, pues, el conjunto st es medible (segdm Jordan) si para él lim | Qy |= lim | @y I. ay Neo = Newco , Designemos por U la frontera del conjunto 2 (f = d&). Para obtener el conjuato de cugdraditos de la cuadricula que eubren I’, o bien, para obtener la figura que cubre I’ (véase la fig. 28) es necesario restar, en el sentido de la teo- ria de los conjuntos, dela figura My la figura Q, y cerrar el conjunto obteuido Ty=GyN Qn. 1) Ep las mateméticas modernas tiene gran importancia también otra medida, Hamada medida de Lebesgue. H. Lebesgue (1875-1941), matemético francés. § 2.2. Medida de Jordan 435 Es evidente que el drea (medida bidimensional) Fy es igual a 1Tyl=18y1—1Qyh De (1) se deduce: lim [Ty |= lim | @y |— lim | @y | =O. Sn Fey Lem SiO bie Oy | @ Viceversa, de la igualdad pa Tw 1=0, @) teniendo en cuenta que existon los limites lim 1Qy ly Jim 1 Qpy |, 80 deduce 0 seca la igualdad (4), 0 sea, que ea medible Q. Notemos que el limite (3) es la medida exterior de I’, o sea mT = Os Pero O< mI. < mT, por eso mY = mT = 0 Hemos demostrado uba afirmacién importante: para que el conjunto Q de un plano sea medible segtin Jordan, es necesarto y suficiente que la medida de su frontera sea igual a cero (mI = 0). A continuacién mostratemos que uta curva suave a trozos tiene la medida bidimensional cero. Pero entonces la regidn & gue tiene fa frontera suave a trotos es medible segtin Jordan, en cl sentido bidtmenstonat. Examinemos los ejemplos. BIEMPLO i. El conjunto @ compuesto por un solo punto tiene la medida bidimensional cero (m2 = 0). El punto puede pertenecer, como mAximo, a cua- tro euadradites de la h-cuadricula, su 4rea total tiendea cero cuando N -— oo y, por consiguiente, mQ=0, pero O< mQ 0 existe 6 > 0 tal que | f (2) — # (#') | <8 para todos z’, z" Ea, b) que satisfa- gan la desigualdad | 2’ — z* | < 6. E! ntimero hallado & > 0 se puede disminuir como queramos. Supondremos que 6 8,54,>...>2, de donde se deduce: IBIS WISI AI Say ISI aIBieia1 >... ¥ 1Qyt <1 Qu cualesquiera que sean los nimeros naturales V y M. De aqui se deduce la existen- cia de los limites lim | Qw | < lim |My |. Neo — No Ea esta desigualdad el primer I{mite se denomina medida interior (tridimensio- nal) de Q: mQ= lim {Q, eS ee ae y el segundo, medida exterior de 1: mQ= lim | Gy |. N--0 Ahora bien, mQ << m,Q. Si m2 = m,Q = mQ, el] conjunto QO se Hama medible en el sentido tridimensional segdn Jordan y el numéro mf se llama medida tridimensional de éste. Por medio de los razonamientos semejantes a los que han sido efectuados respecto a las igualdades (1), (2) y (3) se demuestra que el conjunto ea medible Beal sentido tridimensional si y sélo si su frontera tiene la medida tridimensio- Dal cere. No vamos a enunciar Jas propiedades ulteriores de los conjuntos medibles en el sentido tridimensional. Son andlogas a las propiedades indicadas de los conjuntes medibles en el sentido bidimensional. § 2.3, Propiedades de las integrales miltiples 439 Nos detenemos sélo para explicar el hecho de que una superficie suave a-tro- zos tiene la medida tridimensional cero. Tal superficle comprende un nimero finito de trozos S que no se intersecan a no ser en sus. bordee cada uno de los cuales, al realizar nueva designacién respectiva de las coordenadas se define por la ecuacién z= F(t, v) (es WER: donde @ ¢s ta clausura de cierta regién limitada en el plano {z, y). Asignemos e > 0 y escojamos 6 > 0 de modo que Wey) —-fe Vwi) mQ,=mo. mnéx dO, 0 Ret Con ayuda de la férmula (4) en el caso bidimensional se calcula el 4rea de @ y en el caso tridimensional, el yolumen de Q. En el Fig. 33. caso n-dimensional la férmula (1) ofrece la medida n-dimensional de Q. En adelante veremos que el cdloulo de la integral (1) y de una integral ms general 5 jdx puede ser reducido al céleulo sucesivo a de ciertas integrales unidimensionales (véase el § 2.4). A continuacién suponemos que para las funciones f (x), @ (a) y |f (@) |, de las cuales se tratard, las integrales en cuestidn existen. No vamos a mencionar especialmente esta circunstancia. Es valida la igualdad { tare) +89 @)de=A | f(@)do+B\ glade, — 2) a a2 ao donde A y B son las constantes. Si la regién Q con una frontera suave a trozos esté cortada en partes medibles 2, 2, (Q = @, + Q,), enconces J tev= | paz+ | sac. (3) a Qy Ra Si f@2*. La funcién F(t) safle (=F (9, Oy os On O) 3) El conjunto £ se llama conero si se puede wnir dos de sus puntos con una curva continua perteneciente a E. § 24. Integral como funcién del parimetro 143 es continua sobre el segmento [t,, f.] (como superposicién de las funciones continuas) y toma en sus extremos los valores Fh) =/') F (te) =f @). Pero entonces segin el teorema del valor intermedio para la fun- cién F (t) de una variable existe tal t, €{t,, #,] que en el punto a =r (t,) tiene Juger Ja igualdad F (to) = f Ir (to)) = f @") = C y hemos demostrado (40). Observacién. E} nimero f (v°) que figura en (10) se Nama valor medio de la funcién continua f sobre la regién Q. § 2.4. Integral como funcién del pardmetro. Reduccién de una integral multiple a las reiteradas Examinemos la integral d P= | re, vay, i) e donde Ja funcién / (z, y) estd dada sobre el rectangulo 4 = [a, 4] X [e, dl], (2) o sea, sobre el conjunto de puntos (z, y}, donde agrcaibh, ey O existe 6 > 0 tal que ath Wie Ml 0). Liamamos elipse a un conjunto de puntos (x, y) pare los cuales S+E0. Para esto resolvamos la ecuacién a +45 “ += 1. De ello obtenemos dos funciones continuas ree ia Estas funciones est4n definidas sobre el conjunto w de los puntos (z, y) que satisfacen la inecuacién a S44 He. El volumen o la medida tridimensional Q es igual a la integral multiple V=mQ= dda dy de. a Para calcularlo es necesario para cualquier punto (z, y) € w integrar la funcién unidad (igual a 1) respecto a z entre 7 = yr re eV me El resultado, dependiente de (zx, y), debe ser integrado luego respecto a todos los puntos (z, y) € @; Veet v= Shh dz dy dz = i) dady =2 | dz -. yaar § 24, Integral come funcién dol_pardmetro 149 La iltima igualdad en esta cadena se deduce de Ja formula (6). Los céleulos ulteriores exigen solamente el dominio de la técnica de integracién: vatla [ YS@-a raya ° a ae = (y= 2 Ya —Fsont) = J dz | fr athe ttm Be a "e 2 =4 | (222) de: [saaies Luego v= Bate [ate— =] f= $n abe. RJEMPLO 4, Hallar 6] volumen de una parte del paraboloide de ravolucién 9: x? 4+ y°< z< a? (fig. 36). Al igual que en el ejemplo 3 tenemos a mQ= Sf J cay dz= | dzdy \ dz, a o atyt donde @ es e] conjunto de los puntos (z, y) que satisfacen Ja in- ecuacién "+ y*< a*, o sea, es un circulo de radio a. Luego tenemos ma= |) (@@—2t—ypdedy= J az 5 (@t@—2t—yydy= e fo yao « Yaus a =A a { @ae—ypydy=$ [tat de = (e@=asent) = o o nj2 Riz -| cost dtm Set ( Acbeme at 2 o nye =ty ee j Cos? 2t dt = 2 = +s J 1+cos4t) at— 0 450 Cap. 2. Integralos maltiples EJEMPLO 5. Hallar el volumen del cuerpo © limitado por las superficies de los paraboloides de revolucién 2? + y? = 2, 2 = = 2(z?+y%) y por las superficies cilindricas y= Vx, y = a* (fig. 37). Nuestro cuerpo es un «zapatillo parabélicos que cortan las super- ficies cilindricas y = Vz 0 y = +? entre los paraboloides de revolu- cién. El zapatillo esté limitade inferiormente por un trozo de la Fig. 36. Fig. 37. superficie z = x* + y? y superiormente por un trozo de la superficie del paraboloide de revolucién « = 2 (z* + y*). La proyecci6n de este cuerpo S sobre el plano (z, y) proporciona 9] conjunto compuesto de los puntos (z, y) cuyas coordenadas satisfacen las desigualdades: OSedi, MS ycVa Por eso maa | { [de dy daa jacay ("acm 8 © x eyt 1 We =f fertvndedy= {ae | oredr = a xa 1 =) [(VE—2) 44 29] dem 0 alo ‘ ay at 2 4 2 i @ | (ene Fee F tga e- § 24. Integral como funcién dol pardmetro 154 Volvamos de nuevo a la integral (1) que depende del pardmetro. THOREMA 4. Si la functén f (2, y) es continua y tiene una derivada continua fi, sobre el rectingulo A =TIa, b) x fe, dl, entonces la functén 4 r@= | te, nay e tiene una dertvada sobre el segmento [a, b], ademds a F'@= | ht, vay. M DEMOSTRACION. Debemos demostrar que a AF(e) _ Fy 3 iim — J fet, y)dy. (8) Aplicando la igualdad (formula de Newton — Leibniz) ab @(2-+h)— 9 (z)= | 9 (e-+u) du, tenemos =| [06 wp ay|=| je ay fee w)ay| = Ae =|F( iz \ fete, ide lte~ | te way |= =| fay fetes, yf @, yu dy]|. c o Puesto que f (e, y) es continua sobre A, ella seré también unifor- memente continua sobre A, por eso lf (ev) — fe @ + y) lL ) y bajo ol signo integral esta la funcién continua del punto («, u) perteneciente al rectdngulo [a, b] x (0, 1]. Por eso la misma inte- gral ea la funcién continua sobre el segmento [a, b] segin el teore- ma-4. La funcién F(z) serd continua sobre el segmento (2, &] come producto de dos funciones continuas. vEOREMA 5. St la funeién f (x, y) es continua con su derivada paretal f, sobre la regién Q= (arab, Pp @ 0. Realicemos dos patticiones p y p* de la regién # en partes medibles que nunca se intersequen, en cada caso, & 10 ser en sus fronteras: N Mo, Q= U Qe A= YU a A=t i=1 154 Cap, 2 Integrales muiltiplos ¥ determinemos las sumas integrales correspondientes N So= Ts ma, RHEE «.., BER), a= aM Sp = 2s Fontan (nf= (nt, ME OD. Designemos la interseccién de Q, y Qf por 2, = 2,0}. Es evidente que N M N i Sp= D] FUG) F} mOnr— D) Dy LRM, aol tet hs M N N M Sy= 3) fn) 3} m= SD) fn meas. tod het hed Coed Por eso N M 1S)—Sy1< 3) IPQ) —F(n) [Qu << NEY —F !) | man kel [ont donde la suma > concierne a los conjuntos no vacios Qq) puesto que la racdida de un conjunto vacio es también igual a cero, Por cuanto le funci6n f (z) es continua sobre el conjunto acotade cerrado 9, ella es uniformemente continua sobre éste, por eso para cualquier ¢ > 0 se puede indicar tal 6 >0 que Nt a cele Ie )—-1@1 <2 para todos los x", 2” € 0 que satisfagan las desigualdades fo eeti) pomn=ag MO ae mA=e Jo cual, como se puede demostrar, Meva la existencia de la integral de f respecto a Q. Si m& = 0, la integral de / sobre existe, evidentemente, y es igual a cero. § 2.6. Cambio de variables. Caso elemental 155 § 2.6. Cambio de variables. Caso elemental Mostremos c6mo se modifica la integral Jf reat. ap axt any () h! si en ella se efectiia la sustitucién de las variables T= ax, + ba, ab 2=ct,+dz, a= ed #0). () Suponemos que (' es ja regién con una frontera continua suave a trozos I” (fig. 38). x *2 Fig. 38. Fig. 39. La transformacién inversa a (2) aplica Q’ sobre cierta rogién Q del plano {x,, x,) con la frontera suave a trozos I’ (fig. 39). De esta manera sobre % queda definida la funcién FP (xy, 24) = f (aay + bay, cx, + dry), (2), %) EQ. Introduzcamos on ol plano (x4, z,) una cuadricula cuyos cuadrados A tienen lados de longitud &. Ella se aplica con ayuda de las ecua- ciones (2), hablando en general, en una red oblicudngula que divide el plano (z;, x,) en paralelogramos iguales A’ {im4genes de A) que tienen el drea (las explicaciones siguen a continuacién) igual a a a 2 (8) De este modo quedan definidas las particiones p y p’ de las re- giones 2 y Q', respsctivamente. Expliquemos la igualdad (3) con m4s detalles. Um cuadrado arbi- trario A se define por los vectores (hk, 0) y (0, hk) que, como supon- dremos, salen del vértice inferior izquierdo de A. El primer vector (segmento dirigide) coincide con la base de A y el segundo, con el lado vertical de A. La transformacién (2) aplica estos vectores en los 456. Cap, 2. Integrales multiples vectores (ah, ch) y (bh, dh), respectivamente, que son los lados del paralelogramo A‘. E] 4rea de A‘, como sabemos'), es igual a ah I4'T=|lon an lfoee lb ‘Tenemos So(Qh= Diep a) 16s 2 Fem) | DiLAl=S,(1D IF), (@n AEA, (a, EAI cc) Consideramos que la segunda suma de esta cadena concierne solamente a los cuadrades complotos A 0 se puede indicar tal 6 > 0 que fea | )’ significa que la suma concierne a los cuadrados completos A (A <2). Luego Ira l=[ Xi f1p (@), (@)] eat? |< Me DWM vem (MBIflolz), v@ID. de donde se ve que r,—>0, hao De esta manera Ja formula (2) queda demostrada. 160 Cap, 2. Integrales multiples § 2.8, Sistema polar de coordenadas en el plano El rayo que sale del punto dado O se lama eje polar y el punto O se llama polo del sistema polar de coordenadas (fig. 44). El punto arbitrario A del plano tiene las coordenadas polares (p, 0), donde Fig, 44, Fig. 45. p 9s la distancia desde 4 hasta O y @ e3 el Angulo entre ol yector — (segmento dirigido) GA y el eje polar, Angulo que se leo a partir de este ultimo en el sentido contrario al de las agujas dol reloj. Introduzcamos 0] sistema de coordenadas rectangulares x, y cuyo éje positive z coincide con el eje polar (fig. 45). El sistema de ecuacionas z=peos0, y =p sen 6 (1) realiza la transformacién de Jas coordenadas polares en cartesianas {rectangulares). Los segundos miembros de las igualdades (1) son das funciones continuamente derivables con el jacobiano Diz, y __|c038 —psend Der 8)" |sen@ —peos® “tay ® La ecuacién p=) <6< 6), donde + (0) es la funcién continua sobre el segmento [0,, 64], deter- mina en las coordenadas polares la curva I’, 0 sea, el lugar geométrico de puntos cuyas coordenadas polaras satisfacen esta ecuacién. Supongamos qua. 0.<6, ~6,< 2n, Entonces la curva T es ‘tal que todo rayo que sale det polo 0 bajo ol Angulo @ al eja x, donde 6, <8 <@,, corta I on un solo punto (fig. 48). Asignemios en el plano (2, y) fa regién Q limitada por los rayos 6 = 6,, @= 6, y por la curva I’. En Jas condiciones mencionadas todo punto (z, y) € Q corresponde, con ayuda de las ecuaciones (1), s6lo & un par (p, 8), donde 6, <8 <@,. Supongamos ahora que en Ja clausura & do nuestra regién @ viene dada Ja funcién continua f(z, y) de (z, y) o bien ella puede estar acotada sobre 9 y ser conti- § 28, Sistema polar de coordenadas on el plano 464 nua por doquier, salyo algunos puntos y algunas lineas suaves. Entonces tiene lugar la igualdad & ee) Sf f(z, y)dzdy= j dé { {{pcos 8, pson 0) p dp. {8) o a 9 Con arreglo a la formula (2) del § 2.7 hemos sustituido x, y. por pf: © mediante las igualdades (1) y homos introducide como factor el Fig. 46, Fig. 47. valor absoluto del jacobiano |p| =p. Para la regién &’ de pares (p, 9), correspondiente a la regién inicial Q, se han determinado ya los Ifmites: primero integramos respecto ap entre 0 y tp (6) y luego respecto a 0 entre 6, y 0. EJEMPLO 4. an R 5 § exp (2? ++ y*) de dy = { a0 | expp?p dp= sty cet o 4 e*du=n (ei —4]. R =n | expptd (= (u= 0 Hemos seguido Ja formula (3). Hay que tener en cuenta que la regién que se define on las coordenadas cartesianas por la desigualdad 2? + y* < R*, en las coordenadas polares se define por la desigualdad p< R. La férmula (3) se puede obtener partiendo de las consideraciones naturales sin recurrir a la formula general (2) del § 2.7. Vamos a partir el plano z, y en figuras elementales por unas cir- cunferencias concéntricas cercanas y por unos rayos qué salen del polo de] sistema polar (fig. 47). El area de una figura elemental arbitraria (cerca del punto (p, 6)} 0, como se dice, el elemento del area en las coordenadas polares vale con una exactitud hasta infi- nitésimos de orden superior As~ p dp dO (la figura rayada on la fig. 47 se puede tomar aproximadamente por rectangulo de lados dp rer 162 Cap. 2. Integrales multiples y 9 d0). Por eso, si sumamos estos elementos, obtenemos lim Finsn,A9,= 0 F(p, 0) pp ao, Ap, A0-0 donde F (p, 8) = f (p cos 8, p sen 8). Fig. 48. EJEMPLO 2, Calcular la integral Ties sf sen 2? + dz dy. Atex"ytsint Pasando a las coordenadas polares (fig. 48), obtenomos an ln an re J sen p-pdp d0 = 27 S psenpdp=(p=u, senpdp=dv)= ox R = 22 [ —pooso| mF cos p dp} = —6n?-++ 27 sen p Ps —6n?, By § 2.9. Sistema polar de coordenadas en el espacio E] sistema de ecuaciones z=pcos@cosp, y=pcosO@seng, «=p sen8 (i) realiza el paso a partir de las coordenadas polares (esféricas) en el espa- cio a las cartesianas (fig. 49). Aqui p es la distancia entre el punto P (z, y, 2) y al origen de coordenadas (polo del sistema polar), © es § 2.9. Sistema polar de coordenadas en el espacio 463 6] 4ngulo entre el radio vector p del punto P y su proyeccién sobre el plano (z, y) y 9 es el dngulo entre la proyeccién mencionada ‘y el sentido positivo del eje x. Se lee en e] sentido en que es necesatio girar alrededor de] eje z e] eje z para llegar al eje y por la via més corta. Sa puede considerar que 0< 9 < 2ny —n/2< b= 2/2. Las funciones del segundo miembro en (1) son continuamente derivables con el jacobiano wt cos @ cos p—pcos 6 sen p—psen6cosg =Pt 7) _jcosdseng pcosO cos p—psond sen | = Bee sen@ 0 pcos 6 s=ptcos@. (2) Sea o una superficie que se describe en las coordenadas polares por la funcién p = p (8, 9) ((8, 9) € @) continua en la clausura Fig. 49. Fig. 50. de Ja regién w y sea 9 una regi6n tridimensional del espacio (x, y, 2) que esta acotada por la superficie o y por la superficie cénica cuyos rayos salen del punto nulo y se apoyan en el berde de o (fig. 50). En- tonces para la funcién f(z, y, 2), continua sobre 9, tiene lugar la igualdad §{5 i(#, y, 2) dedydz= J faa at "Fe ®, 9) ptcosOdp, (3) a o a donde F (p, 8, ¢) =f (p cos 8 cos g, pcos® seng, p sen 8). He- mos hecho uso de la férmula general (3) del § 2.7, teniendo en cuenta Jas desigualdades (1) y (2). En el caso dado —n/2< 0< x/2, por eso p* cos 8 > 0. Para obtener de un modo evidente un elemento del volumen en las coordenadas polares debemos dividir el espacio en pequeiias partes mediante las superficies esféricas concéntricas que tienen como centro el polo polar (punto p = 0), mediante los planos que ur 1B4 Cap. 2. Integrales multiples pasan por el eje z y mediante las superficies cénicas que se definen por los &ngulos 8 y 6 + d@ (fig. 51) y tienen como eje el eje 2. Es facil ver que las pequefias células obtenidas en este caso pueden considerarse, aproximadamente, como paralelepipedes rectangulares Pig. 54. con aristas p d8, dp, p cos @ dp, por eso su volumen, con una exac- titud hasta infinitésimos de orden superior, es Av = p? cos @ dp dé dg, donde (p, 8, ¢) es uno de los puntos de la célula. EJEMPLO. Caleular la integral triple i= Pe) xyz dz dy dz, donde Q es la regién de puntos con coordenadas positivas, limitada por las superficies c = 0, y=0,2=0, 2+ yi +22 = 1. Introduzeamos las coordenadas polares (esféricas) por medio de las férmulas (1), entonces para la regién 2: 0< pi, OS O< n/2, 0< p< x/2. Con arreglo a la formula (3) tenemos a2 oafd l= \ dg \ do { e*cos* @ sen 8 cos p sen pdp= o a 2 m2 a2 1 = \ —cospdcos@ 5 —cos? 0 deos 8 J p'dp= 0 a a mon ft costo ypue pet 4 4 A TT lo (- I i & lo § 2.10. Coordenadas cilfndricas 465. § 2.40. Coordenadas cilindricas Asignomos on el espacio tridimensional el sistema rectanguiar de coordenadas x, y, z. Un punto arbitrario A = (x, y, 2) del espacio se define asimismo por una tripleta de niimeros (p, 6, 2), donde z es su z-coordenada y (p, 6) som las coordenadas polares del punto Fig. 52. (z, y) del plano 20y, suponiendo que el eje polar coincide con el sentido positivo del eje x (fig. 52). Es evidente que z=pcos@, psen 8, | (4) r=, E] jacobiano de esta transformacién cos@ —psen6 0 sen® peos® O 0 0 1 En este caso la formula de cambio de las variables se escribird asf: Sfh re. y, 2) dx dydz= § ff f{peos6, psend, 2)pdp dO dz. a a pa Bint) Bes, 3) p20. () Para obtener, de un modo evidente, un elemento del volumen en las coordenadas cilindricas tendremos que partir el espacio mediante jas guperficies circulares cilindricas concéntricas que tienen como eje el eje z, mediante los planos que pasan por el eje z y mediante otros que son paralelos al plano xy (fig. 53). El elemento del espacio, limi- 166 Cap. 2. Integrales miltiples tade por estas superficies con una exactitud hasta infinitésimos de orden superior, no es m4s que un paralelepipedo rectangular con aris- tas dp, dz, p dB. Su volumen es igual a p dp dé dz. Fig. 54. eremPco. Hallar el yolumen del cuerpo Q limitado por las superficies (SHE yates, 2-0, a eso (fig. 54), Como sabemos, V=mQ= §§5 dz dy dz. Introduciendo las coordenadas cilindricas (1), obtenemos ain eft--2] v= Jf Seay a6 az = | Vpdede {dem oo a a = ane § 2.11. Area de una superficie Asignemos en gl espacio tridimensional R = Fs, donde esté definido el sistema de coordenadas rectangulares (z, y, 2), la superficie S descrita por la ecuacién z=/ (zy) ((e, y) €G). (4) § 241. Area de una supariicie 167 Supongamos que G es una regién limitada abierta del plano z, y con una frontera suave a trozos y la funcién f tiene las derivadas parciales continuas 9 a, ngs Hee @) sobre G. Cortemos G en partes que no se intersequen dos a dos, a no ser en sus fronteras (suaves a trozos), ne N G=)) G,. j= Sea (x), yy) un punto arbitrario de G; (j = 1, ..., N). Le corres- ponde el punto Py € S con las coordenadas (x;, y;, fj), donde: fy =f (zj, yj). Tracemos por el punto P; un plano L; tangente a 8. Construyamos en la frontera de G,, como en la directriz, la superficie cilindrica Ty con una generatriz paralela al eje z. Esta superficie cortard en el plano tangente ZL, un trozo ¢j. Designemos el area de este trozo por | 2; |. Por definicién se llama drea de la superficie S'el limite e N [S|= lim Sigh. mx d (G00 fmt El coseno del dngulo agudo de la normal w; a S on el punto Py con él eje z es igual a cog (ny, 2)=1/V 14 p+ ah donde Ja raiz cuadrada se ha tomado con el signo -+ y py, qj designan los resultados de la sustitucién de los valores x), yz en p, g. Pues, Ja ecuacién del plano tangente tiene la forma’) (2 — 2) — py (X — 2) — 9, — 9) =0 Y, por consiguiante, la normal a éste se define por el vector (—py, —gq;, 1). Es evidente que G; es la proyeccién 1; sobre el plano zx, y y, por lo tanto, el drea (medida bidimensional) de G, es igual a 1G; |= | 1, |cos (ay, 2), 141=1G, (VIF RFF y N N [S[—= Mm Dy t= Mim VIF PT FIG | = mix d (G)+0 jmt max d (Gp-0 Jet =) VIR Facay, ¢ 3) Véase_nuestro libro ¢Matematicas superiores. Célculo diferencial e in tegrals, §§ 8.7, 8.8. 168 Cap. 2. Inlegrales miltiples puesto que la funcion YT + p? + q? es continua sobre G y, por consiguiente, es integrable. Heamos demostrado que el area do Ja superficie S descrita por la ecuacién (1) sé expresa por la formula ist=) | V TROD FHF ecdy. 3) G Desde luego, si la superficie 5 esta dada por Ja funcién e=Fy 2) (y EM), a’) que expresa explicitamente la dependencia de x respecto a y, 2, entonces 191= SI VTEOSEE Cay ae 3’) u y si § se asigna por la funeidn y=@(z, 2) ((, 2A), a") entonces 1S1= J | VTE DET OP de ae. 3) 8 EJEMPLO | Calcular ol area de una parte de la esfera x? + y® + +22 = a7, encerrada dentro del cilindro circular 2? + y? = = B(b< a). En el caso dado z= Ve — 2 — ¥. Sea G, una cuarta parte del circulo de radio & que tiene por centro el origen de coordenadas (fig. 55). Conferme a (3), teniendo en cuenta la simetria, encontramos iso1=8f f VitG aed _ pap ao -3\\ 3399 Vay ~t0| "foie “Yao (J = 2na | —2 (a? pty? |) = 4a (a -YV FB) = + (pate aoa 7) de dy = Cuando b = a, las integrales de esta cadena deben entenderse en el sentide impropio (véase a continuacion el § 2.13). Transformemos la integral (3), haciendo en ella la sustitucién z= o(u,», y= plu ((u, YE Q) (4) § 244. Area de una superficie 168 Fig. 55. que pone en correspondencia biunivoce las regiones Qy G, al suponer quo @ y p son continuamente derivables sobre Q y ol jacobiano D(z, y) Par ay %0 sobre. (5) Sustituyendo en Ja formula (1) las expresiones 2 e y de (4), obtense- mos 2=flp, »), p&, =x, »). Entonces a Oe af mY aur «Ou ay ou! x af 09, AF ag ov az Ov dy av" * . of of Resolviendo estas ecuaciones respecto a p= 3>, 9 =a ¥ te niendo en cucata (5), obtenemos _ Ply | Blea — _ Dt 2) | Di, v) P=—Du, yf Du, oy? = —Diu, vf Du, 0)" Por eso, aplicando a la integral (3) 1a formula sobre el cambio de las variables (2) del § 2.7, obtenemos 1Si= [I VIF REE de dy = G D(z, #) x| FES | awao. (6) 170 Cap. 2. Integralos miiltiptes Ahora bien, el drea de la superficie § so expresa asimismo por la formula 18 I=Jf VY (S@eyy (ee P+ (Ze VF aude. (7) Du, v) Diu, v) Du, vp La superficie suave ‘§ se puede asignar paramétricamente, por tres ecuaciones t= tv, y=y (uy, 2=2u, ), & EQ &) donde lag funciones 2%, y, @ tienen las derivadas parciales continuas on la clausura @ de la regién Q de jos valores (u, v) llamados pard- metros de S, Con ello se supone que el rango de la matriz (9%) Ty Yu =| Ty Vp Be es igual a 2 para todos log puntos (u, v) € Q. Esto muestra que tiene lugar la inecuacién 4 ( Diz, y) y+(4e2 By Diz, z) \2 oak Sut FE)’ > 0, van vy ea. (10) Diu, v) En efecto, esta inecuacién expresa el hecho de que para todo (u, v) € 2 al menos uno de los términos de la suma del primer miem- bro de (10) no es igual a cero lo que equivale a que uno de los deter minantes de segundo orden, engendrados por la matriz (9), no es igual a cero. Notemos que tres ecuaciones (8) de la superficie S pueden. ser escritas en la forma vectorial: ri =z, vity, YF +2, ok, (it) donde, por lo tanto, el vector r = r (u, v) (radio vector del punto de Ja superficie S) depende de dos pardmotros escalaras u yo, Derivando ta ignaldad. (41) respecte a w y respecto a», obtenomos ze (42) r= gz, oy . ox ae lt ari + ae he | 3: at 2 oe rom op it grit ay he § 241. Area do una superficie 171 El producto vectorial de estos dos vectores es it gj-k © | ae ae oe ruXlo=| Gu Ou Ou dz dy ae av dv bv os: Oe Os Bee (Oe oe Ae Oe, +(e a a ar )it( 3 ov ee) ee _; Diy, 2) » D{z, 2) D(z, y) =i sth tl pay +4 pare! (43) 0 sea, el cuadrado de la longitud de) vector ry Xr, resulta igual al primer miembro de (10)I Ira xtelt= (Fess) + (pea) + (seat): Las ecuaciones x =ecosOcosg, y=cosOseng, z= send definen la suporficie esférica de radio 1 que tiene por centro el punto nulo (2? + y* + 2 = 1). De aqui vemos que toda la superficie esfé- rica puede ser asignada en forma paramétrica por ecuaciones dnicas. En forma explicita, o sea, en una de las formas (4), (1’), (1°) la super- ficie esférica en conjunto, como es evidente, no puede ser representa- da. Sélo algunos trozos de la superficie esférica, si ésta se proyecta univocamente sobre uno u otro plano de coordenadas, pueden ser descritos en la forma explicita. Por otro lado, la superficie $ representada paramétricamente por las ecuaciones (8) siempre puede exprosarse explicitamente, pero solo de un modo local. En efecto, asignemos un punto cual- quiera A € S que corresponda a los patdmetros (up, ¥p). En virtud de la condicién (10) uno de los sumandos del primer miembro de (10) en este punto es mayor de cero, supongamos que tal es el primer sumando. Entonces en el entorno (uo, Uv») se pueden resolver las dos primeras ecuaciones de (8) respecto a u y v ¥ obtenor w= A(x, yh v= we (ey). Sustituyendo estas funciones en Ja tercera ecuaci6n de (8), obtenemos que cierto trozo o de Ja superficie S, que contiene e] punto A, se describe explicitamente por la ecuacién z= f(z, y). Do aqui vemos que la representacién paramétrica de la superficie es mas general que la explicita. 172 Cap. 2. Integrales nvdltiples Si la superficie S est4 representada paramétricamente por las ecuaciones (8), entonces, por definicién, so llama drea de la misma el nimero igual a 1S1= 9) Pax rol dude, (44 a Notemos que a cada vegién w perteneciente a & le corresponde, con ayuda de les ecuaciones (8), cierta superficie oC 3. Esta es un trozo de la superficie S, Conforme a la definicién (14) el area de o es igual a tol= JV pra xr] du dv. (15) Claro esta que si a se corta en dos trozos o,, 0, por las regiones Tespectivas @,, @_ (w = @, + Wa), entonces i= fj Ire xrefdudv= Jf yr, x75] du dv + ‘a wr - § § Ir, x r,| du dv= [o,| + lo, |- oa Esto muestra que la definicién (14) posee una propiedad natural: el drea del trozo o de Ja superficie 5 es igual a la suma de Jas areas de log trozos 0, y o, en les cuales este trozo ha sido partido. Notemos asimismo que si la definicién (44) del drea | ¢ | so aplica al trozo o que se proyecta univocamente sobre uno u otro plano de coordenadas, ella es equivalente a la definicién inicial del drea de tal trozo ((3), (3’) 6 (3")). Esto ha sido demostrado anteriormente (véase (6)). Elempvo |. - Hallar el drea de la superficie representada para- métricamente: z=reesg, y=rseng, = dg, O 0, homogéneo (p == 1); de la semicircunferencia a+ yt = RY, y > 0. Es sabido que el volomen de una esfera de radio A es igual a + tR® y-el dteade su superficie os igual a 4nR*, Por la formula (1) obtenemos (fig. 59) nr? 4 4R Any Ag =, te Fy donde yi. ¢s la ordenada del centro de gravedad del semicircule. Por la férmula (2) para la ordenada ys del centro de gravedad de la semicircunferencia tenemos 7 Qnyip R= 40R*, yee =f 2 § 2.13. Integrales impropias 477, MomENTOS. Se llama momento de g-ésimo orden (g = 2, 3, ...) del punto material P de masa 47, respecto al plano z, = 0 el producto TE) = M24. Si las masas estén distribuidas sobre un conjunto. medible G de- densidad p (P), entonces = | agp (P) ag (i=, 2, 3). a Si g = 2, el momento respectivo de segundo orden se denomina momento de inercia. Ademés, pueden examinarse los momentos de g-ésimo orden del cuerpo G respecto al origen do coordenadas re= | p(P) (3 at)? aa; G i=t respecto al eje x, (i = 1, 2, 3). Por ejemplo, el momento de ¢g-ésimo orden respecto al eje x, se escribird asi: 1S.,= ) (Py aha”? ac. G § 2.13. Infegrales impropias " Supongamos que la funcién u = f (z) esta dada sobre la regién ce- rradaG GG =GU 0G). El punto z° € G se llama punto singular de la Fig, 59. funcién, si en todo e-entorno del punto 2° la funcién f (z) no esta acotada. Sea (fig. 60) G, = GS U (2°, 2), donde U (x*, e) es la 1) En el § 2.43 designamos los puntos z, y del espacio utilizando caracteres claros (ao semigruesos). 12-180 178 Cap, 2, Intograies miltiples esfera abierta de radio ¢ que tiene por centro el punto 2° (p (x, 2°) = =|z—a il 0, entonces se llama integral impropia de la Suncién j (z) sobre G el limite (si éste existe) lim ff (2) ae= { f(x)az, (4) cog 3 Si el limite finito (1) existe, la integral impropia converge y si el limite (1) no existe o es igual al infinito, la integral impropia diverge. La integral (1) se denomina absolutamente convergenie, si converge la integral | V@lar< oe @ @ del valor absoluto | f {z) |. Una integral absolutamente convergente converge. En efecto, de la convergencia absoluta de la integral {2) se deduce qué el limite Lm j | f (z) | dz existe y es finito. Entonces, aplicando a este limite end J a el criterio de Gauchy (respecto a la funcién de una variable e), obte- nemes que para todo valor dey > 0 existe ¢, > 0 tal que n> (ifide—find|= | are 6, é, Ger >| § taz|>|fraz—f rae], G,\Ge" é, dy Vere’ ce De suerte, para todo valor de 1 > 0 existe un valor de ,, tal que para todos los nimeros positivos e, e’ que satisfagan las desigualda- des 0 0, x = (a, 22, 25), | z P = x} + 23 + 23, Q es la esfera unidad Jz |3. Hemos demostrado que la integral (3) converge cuando a <3. Si a > 3, la integral (3) diverge. Para a = 3 la integral (3) asimismo ae (al calcular Ja integral respecto a r la primitiva es igual a nr). Observacién 1, En un espacio de n dimensiones, o sea, cuando n | 2 P = 3) 2} lo integral (3) converge para @ 3 y diverge cuando a < 3. Realizando los cAlculos, al igual que en el ejemplo 1, obtenemos j2{"*da=lim | {xj %dr= ‘a R a m2 =lim 2x ( r-e+2ar | cos 620 =1im HR (AP-*—4) = cea de ‘gt Te 0, a<3, | Axa 3), ar 3. ue 180 Cap. 2, Integrales multiples Cuando a=3 R § |2[~* dx = lim 4x | r-¥ dra: lim dt In R= 00. & Roe 1 R00 Observacién 2. En el espacio de n dimensiones la integral ‘ jal"¢dz, G=E"NU(O, 1) & converge para a > y diverge para « 0, <> 0} es una cuarta parte del circulo de radio A (fig. 62). Pasando a Jas coordenadas polares f Z, =r cos p, % =F sen ge (o+, Roo. Ahora bien, exp (~= 2} — 24) dey day =>, omen g j Eero . . . . j fet Pasii ( | e*taz,) ({ et dz,) = ( J ete)’, donde la integral impropia de una variable del segundo miembro (integral de Poisson) converge. Pér eso obtenemos jar(—naa3z ve EvemPLo 4, Caleular ‘ integral ( exp(—a0!) (ast 4 tyeds (a>0). Integrando ii veces por partes, tenemos t ef az de feo (2ast4 1)?dr= (u=t = =e) = e Ce 1 gst (—2ar4—1} ~ ex ae [i+ | sasnee on mee de ape ie z ax 22 faz (Gaz 1) |e fast — ena? = Faz east 1) 182 Cop, 2. Integrates nviltiples Pasando al limite cuando e--0 y Noo, tendremos 5 7a? (Zagat 4 t)-% dra yp \ enon? de = (Yar = 2) = a o wtfew dt. +) = a 2ya § 2.14. Integral impropia con particularidades alo largo de Ja linea Supongamos que la ae F (x, y) es continua sobre el eirculo abierto =G'+ ), pero no esté acotada sire’ éste. Ademas, jsupenemcs gue al aproximarse a cuales- quiera puntos de Ja circunterencia 2* + y¥ = o* la foucion # tiende hacia el infinito. Entonces para todo nimero positivo b 0, para esta integral se cumplen las propiedades conocidas, a saber: _ 1) F, (x) es una funcién continua de x € G. 2) Es legitimo cambiar de lugar el orden de integracion (ar {rte nay= fav] re, wae. @) G a a, G 3) Es legitimo derivar bajo el signo de la integral % J f(z, y) dom J aagtls way (6) a la condicién adicional do que Ia derivada paroial go / (x, y)sea continua sobre G x Q, De aqui surge la pregunta ese conservan o no tas propiedades 1)—3) para ¢ = 0, o sea, se conservan 0 no estas propiedades para Ja integral impropia (1)? Hablando en general, esto no es asi. No obstan- te, si sobre la convergencia de F, (x) hacia F (x) y deg F, hacia ZF 50 tmpone In condicién adicionol de convergencia wniforme, enionces las prapiedades 1)—3) se mantienen. Por esta razén es Gtil el concepte de convergencia uniforme de una integral impropia. Por definicién, la integral (1) converge uniformemente sobre G (o respecto a x € G) si Fy (x) F (xc) (e > 0), @ sea, Vi, nays J ite, Wey (+0) a, a uniformemente sobre G. - Con otras palabras, la integral (1) converge wniformemente sobre G si se cumple la condicién siguiente: para todo valor de 1 > 0 existe & > 0 tal que IF) —#. =| f PCe¥) auf fe, nav|= a a, =| J fle wdy[ 0, y de la convergencia uniforme F, (xz) > F (z), e— 0, sobre G se deduce que F (r) es con- tinua sobre G. Luego, {ae | #(c, ydy= J P()dr=lim | F,(a)dz= G oR & ae ~ tin J de ire sddrmiin | ay | y)de= # {vf f(x, yd. CG 186 Cap, 2 Integrates maltiptes En esta cadena hemos hecho uso (en la segunda igualdad) de la férmula | Feayae— { F(ayaz, (e+0), a G que eg justa, porque F, y F son continuas sobre G y F, > F unifor- memente sobre G, y (en la cuarta igualdad) de Ja férmula (4). TEOREMA 2. Si, ademds de cumplirse las condiciones del teorema 1, se conoce que la derivada parcial aa (x, y) es continua sobre G x Q, a excepcién de los puntos (x, y°), y la integral Sere, way Q converge uniformemente sobre G, entonces tiene lugar la igualdad a a a; [1 wau= {aH y) dy, (7) o sea, es legitimo derivar bajo el signo de ia integral. En efecto, a a cane ta Site y}dy = ay F (@)= lim is Fy (z= ra 3 é é Hinge; | fe dy tim faze tte, vndvm | ee fees vida. En la segunda igualdad de esta cadena se ha aplicado la propie- dad que reza: si las funciones F (z) y wayPe (z) son continuas sabre G y ambas convergen uniformemente sobre @ hacia F (2) y » (z), respectivamente, entonces a {z) =p (x) sobre G. En la cuarta igualdad se ha aplicado la propiedad (5) que es justa para todo valor de e>0. El teorema siguiente ofrece un criterio suficiente de convergencia uniforme de la integral impropia (1), TEOREMA 8 (CRITERIO DE WEIERSTRASS). Si la funcidn f (x, y) es continua sobre G XQ a excepcién de los puntos (x, y°) (y° EQ), y Satisface sobre G X Q la desigualdad f@vi 0. En virtud de la convergencia de la integral (8) existe 2, > 0 tal que | § edy[=| § eeray[| 5 ely) dy— § ewig |=| 5 ety) dy BNO, axa, OM Ve, & <2. Pero entonces, en virtud de (8) a=| J ome |>| fo te may|=1Fe—Fe 2e\Qer QNQer para todos los valores de £, e’ < eq y para todo valor de x € G. Hemos obtenido la condicién de Cauchy para la convergencia uniforme de F, (z) cuando e+ 0 sobre G, Esto muestra que tiene lugar la convergencia uniforme lim F; (2) = Mita fre, ydy= f f(z, way. e-0 e+g a, a eyeMPLO t. La integral i vay | dz (a> 0) e o existe para todo valor de a >Q. Para 0 1 sobre el segmento [0, 4] Ja funcién subinte- gral es continua y le integra) no tiene particularidades. Para aclarar la cuestién acerca de la convergencia uniforme de la integral impropia, tenemos que apreciar la integral [| orale 4188 Cap. 2 Integrales miltiples que suéle Iamarse resto de la integral correspondiente al punto singular z = 0. Para un nimero arbitrario 1 > 0 es imposible escoger @) > 0 de modo que el resto sea menor que y, Va>0, Ve <2, porque para cualquier e fijo lim e/a = co (2 >0). aod Por eso la integral (9) converge no uniformemente respecto a a>0. De suerte, la funcién <*-! = @ (x, a) 63 continua sobre (0, 1} x X [0, 1], a excepeién de los puntos con z = 0. La misma integral tp (a) = 1/a es una funcién discontinua sobre [0, 1]. Esto muestra que la exigencia de que la integral converja uniformemente es esencial para la continuidad de la misma, Luego, es evidente que para 0 0, la integral (9) se puede derivar bajo el signo de la integral, © sea; 1 a yp’ (ap= 5 2 tdee 5 x"! Ind, (10) o o En efecto, puesto que Nae Inz =0 (> 0), la funcién = wlInz, 2>0 B(z)= 0, eee es continua sobre [0, 1] y, por consiguiente, est4 acotada sobre (0, 1}. Por eso para oo, uniformemente respecto a 2 € G. | igual que en el caso de un punto singular finito, se demuestra que para una funcién / (z, y) continua sobre G X & la integral (11), si converge uniformemente sobre G, es una funcién continua de z € G. Luego, si G es una regién acotada con frontera suave a troz0s, tiene lugar la igualdad ae f(z, wav J dy | He, y) de, . oF + - Of Si ay es continua sobre 2 y la _ integral de bd 190 Cap. 2. Integrales miiltiples respecto a Q converge uniformemente respecto a x € G, entonces (14) puede derivarse bajo el signo de la integral sey J 1 du=J Beste, nay. a a EJEMPLO 2, Investigar la integral T(a)— J zehdy (220), o Es evidente que I (0) = Oy para x 70 R I(x) =lim j ze*Y dy = lim —e¥[* = 4, Rae Roo Ahora bien, la funcién J (z) es discontinua sobre [0, 90). Esto se debe a que nuestra integral converge no uniformemente; el resto de la integral j we *Y dy = e- Rx no tiende a cero pata cualquier R fijo y cuando x 0 (este resto tiende hacia 1). EJEMPLO 3, FUNCION GAMMA. La integral T(a)= | ate de (42) 0 80 Hama funcién gamma a integral de Euler de segundo género. Cuando. a> 1, ella tiena el punto singular z = co y cuando 0 a, > 0, cualquiera que sea el némero a, > 0. La segunda integral converge, evidentemente, para todo nimero real a. § 2,45. Integral impropia dependiente de un parametro 491 Si ay es un nitmero cualquiera, entonces para a a arte tcau-le® (Lz1iy R>1 60 j x le* dz Rt 5 e* dz RU e-R-+ 09 R R para a—+ +co y cualquiera R fijo. Cuando a>1 me = { o™e* delim {— atte 4) { atte de) = Tr(a) 5 Jim atienfl +(e rf eae} mla~4) Pea), Por eso para a=n natural PT (n+ 1) = nP (x) =n (n— iT (n—th=...=alT (t)= =nl 5 etdrant, 0 de donde se ve que ps natural considerar la funcién gamma como generalizacion del factorial. Capitulo 3 Anilisis vectorial § 3.4. Curva orientada suave a trozos La curva rQ=—WitveOst+xMk @ 0), esenlar, es In diferencial dol arco de Ty la mag- nitud (at) es la funcién definida sobre I. El cdleulo de Ja integral (3) de segundo género se reduce al cal- culo de la integral de primer género: j (ads)= § (er) ds. (4 ; p El primer miembre de (4) es Ja integral de segundo género y el se- gundo miembro es Ja integral de primer género igual a aquélla. Ahora bien, las denominaciones integral de primero o segundo género no se relacionan con la esencia de la cuestién sino con las designaciones. La expresién [Pact ody+nan) se llama asimisme integral de segundo género. Sabemos que la integral de primer género sobre T' no depende de Ja orientacin de.’ Sin embargo, la integral de segundo género sobre I depende de la orientacién de 1. A saber, ella cambia de signo al cambiar la orientacién | (ads)=— § (as). Tt. £ En efecto, (ede) = { (at) doe j (av_)ds=— { (at) ds= -j (ads). e EF Be r § 3.3. Integral del vector a lo largo de una curva 199 Aqui t eg e) vector unidad de Ja tangente a la curva orientada I’ y t~ 93 el vector unidad de la tangente a ['_. El segundo término de esta cadena es Ja integral de primer género de la funcién (at_) (definida sobre T). No depende de la orientacién de T que os lo que explica la segunda igualdad de la cadena. La tercera igualdad se deduce del hecho de que (at..) = —(at). La Ultima igualdad se deduce do la definici6n de la integral de segundo género del véctor @ sobre Ja curva orientada [’. Si Ja curva orientada IT’ es la sumia de dos diferentes curvas orien- tadas T, y T, (P= T, +T1,), entonces j (ada) = [natin r Ty La fig. 69 muestra la curva orientada [ partida en dos curvas respectivamente orientadas Tl, y [,. & i he rate Fig. 69. Fig, 70, Fig. 71. En la fig. 70 estén represontados dos contornos cerrados orion- tados T, y I',. Por f = Tl, +Ty se entiende el contorno orientado compuesto, o sea, la unién de I, y T. Por definicién se supone que =\+\. J-i*4 BwEMPLO i. Galcular la integral de segundo género (fig. 71) n=) (z?.da+ ay dy) AB a lo largo del segmonto rectilineo que va det punto (0, 0) al punto {1, 1) y respecto al arco de la parabola y = z4 que une estos mis- mos puntos, 200 Cap. 3. Andlisis vectorial En el primer caso tenemos (y == 2) 1 t = \ (x? dx-+ xy dy) = 5 (tatyde=2f Bdrm se, AB o 9 En el segundo caso (y= 2?) i L Taw j (2 dz-+29 2x dz) = | (@+d)draty2ot, o BJEMPLO 2, Caleular Ja integral de segundo género . - I= | (x'yde4—> dy) AB tomada a lo largo de Jas mismas curvas que en el ejemplo 4. Tenemos (y = x) eal (2d2+ Sdz)-t +44. Oo Luego, para y= 2? oblenemos heh {shae += 2x de) = j (42a) deed f edna. a 4 3 Estos ejemplos muestran que, en geneval, la integral de segundo género depende de la curva sobre la cual se calcula 0, dicho de otro modo, depende de la ruta de integracién. En el segundo ejemplo hemos recibido wn mismo valor siguiends diferentes rutas de integracién. Resulta que esto no es casual. A con- tinuacién vamos a aclarar la causa de la Gltima propiedad. § 3.4. Campo de un poftencial Un caso importante del campo del vector a@=P(y 2it+@GyDIt+Rey Dk es el que consists en que sobre la regién 2, donde esta dado el campo existe la funcién U (x, y, 2) con derivadas parciales continuas para las cuales se cumplen las igualdades (sobre 2) vip @_p Be _ ae TP HHO GHP § 3.4. Campo de wn potencial 204 Tal funcién se llama funcién potencial o simplemente potencial del vector @ sobre 2. Dicho también de otro modo, el vector @ es el gradiente de la funcién U y se escribe!) grad Y= Se 2 hme, on BYEMPLO!. La funcién Ul, 4 d=—4, est4 definida sobre todo el espacio, a excepcién del punto nulo (0, 0, 0). Su gradiente es igual a grad U= Sith j+pkaa. En la igualdad entre paréntesis se encuentra 6] vector unidad dirigido en el sentido del radio vector del punto (zx, y, 2). Pero entonces 4 lal=z. Estos hechos se pueden interpretar del modo siguiente. En el punto nulo est4 la carga unidad eléctrica; en el punto (x, y, 2) también esta la carga unidad del mismo signo. La fuerza de interac- cién (de repulsién) entre estas cargas es el vector, aplicade al punto (z, y, 2), que esta orientado como radio vector del punto (x, y, 2): su magnitud es igual a 4/r7. Como vemos, el vector a tiene el potencial UV = —1/r. Pasemos a las propiedades generales del campo de vector con un potencial. TEOREMA {. Para que el campo del vector a, dado en la regién Q del espacio, tenga un. potencial es necesario y suficiente que cumpla una de las dos condiciones siguientes: 4) La integral del vector a tomada sobre cualquier contorno cerrado (suave a trozos) I’, perteneciente a Q, es igual a cero. 2) La integral tomada por cualquier ruta (suave a trozos) [ <2 que une dos puntos cualquiera de Q no depende de la ruta de integracién. By Vase nuestro Hibro eMatematicas superiores. Célculo diferencial e in- tegrala, § 8.8. 202 Cap, 3, Anélisis vactorial Si U (a, y, 2) es la funcién potencial del vector a, entonces la integral de a tomada a Io largo de cualquier ruta T 45 CQ que une los puntos A = (to, Yor 7) y B= (x, ¥, 2) 8 tguala 5 (ada) =U (x, y, 2)—U (2p, Yo, %)- (4) Par DEMOSTRACION. Demostremos, ante todo, la equivalencia de las propiedades {) y 2). Fig, 72. Fig. 73. Supongamos que es justa la propiedad 1). Asignemos en Q dos puntos A y B (fig. 72), Undmoslos por medio de dos curvas diferen- tes I’ y T” orientadas do A a B. En virtud de 1) "or por eso jf y queda demostrada la propiedad 2). Inversamente, supongamos que es justa la propiedad 2). Asig- nemos un contorno: cerrado orientado I (fig. 73). Cortemos este contorno én los puntos A y B de modo quo so obtengan respectivamente dos curves orientadas Ts" +r’, En virtud de la propiedad 2) s-) re § 3.4, Campo de un potencial fa[+J-J-[-0 ror it de donde y queda demostrada 1). Supongamos ahora que se sabe que el campo del vector a tiene an Ja regién Q la funcién potencial J (z, y, 2). Asignemos sobre Q 6] punto Ay = (z», Yo, Zo) y el punto variable A=(, y, 2). Umamos 4, con A por medio de la curva suave a trozos continua T=TPy,4, orientada de A,aA y definida por las ecuaciones z=, y= (t}, z=4(t) ( 4, +) es igual a 2/45. Surge la pregunta gcémo determinar si tiene o no 6l vector @ una funcién potencial sobre la regién dada ? Para esto introduzcamos algunos conceptos nuevos. Introduzcamos oe] vector simbélico v=(g es }. Se Oy? Oe Mama operador de Hamilton). Se denomina rotor del vector a e] vector ij ok a a a rota=V xa es Gy s|= P Q@ R Bin EB) (BE Ahora bien, se puede decir que el rotor del vector @ es igual al producto vectorial del vector simbélico (operador de Hamilton) por al vector a. Los dos teoremas siguientes dan respuesta ala pregunta planteada - anteriormente. TEOREMA 2. Si el vector @ tiene sobre & ia funcién potencial U que poses segundas derivadas parciales continuas, enionces Tota = 0. En efecto, segin la condicién del teorema 1) W. R, Hamilton (1805—1885), mecinico y matemético inglés, § 34 Campo de un potencial 207 Por esa ar ag ou ay on ae ay de — ray => oP OR aU _9 “G02 ~ G0z” Orde? 20 _6P ou ow ig ox Gy Oz Oy By Oz sobre Q que es lo que se necasitaba demostrar. La afirmaci6n inversa asimismo es justa, pero, hablando. en general, para regiones simplemente conexas. La regién Q se Hama simplemente coneza si cualquier curva “y Suave a trozos cerrada que le pertenece puede ser contrafda en ur punto pertenecionte a &. Ademds, en el proceso de contraccién ¥ debe pertenecer siempre a . En esta dofinicién es, suficiente suponer que las curvas y son auto- disjuntas. Tales curvas son fronteras de las regiones simplemente conexas respectivas @ Cw OQ. Como ejemplo de las regiones simplemente conexas puede servir todo el espacio o la esfera sin su frontera (superficie esférica). Por otro lado, todo el espacio (itridimensionall) del cual esté sacada la recta es el ejemplo de una regién no simplemente conexa. TEOREMA 3. Si da regidn Q es simplemente conexa y sobre ella esté dado ei vector a, con componentes continuamente derivables, para el cual rota =o, entonces el vector a@ tiene sobre Q una funcién potencial (el potencial). En el caso tridimensional el teorema 3 se deduce de la férmula de Stokes" que ser demostrada en el § 3.15; on el caso bidimensio- nal (plano) éste se deduce de Ia formula de Green® que demostrare- mos en el § 3.7. En el caso plano examinamos el campo del vector a=P(x, yitQ yi (& ¥) EQ), donde P {z, y) y @ (z, y) son las funciones continuas sobre la regién Q del plano. La funcién U (z, y) se llama potencial para el vector a sobre Q si =P, y, Lage, y, (yew Los hechos expuestos anteriormente son justos asimismo para un plano. Sélo es necesario omitir por doquier z y suponer R = 0. 4) G. Stokes (18191903), fisico y matemitico inglés, 2) G. Green (1793—1841}, matemético inglés. 208 p._3. Analisis vectorial En e] caso plano la definicién de la regién simplemente conexa 86 conserva. Prestemos atencién a que un plano (espacio bidimensio- nal) del cual esté sacado un punto no es una regién simplemente conexa, EJEMPLO 3, §] vector a con las componentes Pin W=—pwiw Oe N=pip tiene las derivadas parciales continuas sobre la regién G qué no es mas que un plano con ei punto nulo sacado. Si el vector @ se escribe en la forma a= Pi+Qj+0-k, entonces se deduce que — {20 aP rova= (32-37) he Es fActl comprobar que en el caso dado rota@=e (sobre G). La regién G (jde un plano!) no es simplemente conexa. No satis- face la condicién del teoroma 3 y el mismo teorema, como veremos, para ella no es justa. En efecto, la curva y (circunferencia) z=cos0, y=sen0, (0<0< 2x), evidentemente, esta cerrada y perteneco a G. La integral curvilinea del vector a tomada a lo largo de 7 es igual a Mae (sepia + aig tv) = an an =| (sen? 6+ cos? 6) d= \ dO= 2n. a a Vemos que existe la curva cerrada y 0, y > 0). Aqui M (a, y) = 2% yPt!, N(x, y) = (B44) zy, OM aN Moen, Wagsenys, © sea, aM an ae sobre 2, donde & es la regién simplemente conexa. Por eso an aM rota (SY 2") k=o y, por consiguiente, segin el teorema 3 del § 3.4 existe Ja funcién U (z, y) cuya diferencial total es el primer miembro de (7). Se puede obtener esta funcién por la férmula (5): x Oe, w= \ (up yh!) dat \ (B+-4) v0 dv xo to ahh hd = Sar ett auth pry — att as gott = ttpc et). Ahora bien, la solucién general de la ecuacién (7) en Q es la funcién y (z) que satisface Ja ecuacién ath ee t+tayhtt=Cc, donde C es la constante arbitraria. Cuando ¢ = —1, la solucién general se halla de la ecuacién In fx | + yb = Cc, “4 242 Cap. 3, Analisis vectorial § 3.6, Orientacién de una regién plana En el plano hay dos tipos de sistemas rectangulares de coordenadas representados en las figs. 77 y 78. Su diferencia consiste en que es imposible, trasladando estos sistemas en el plano, hacerlos coincidir de modo que coincidan sus ejes positivos zo y. La fig. 77 muestra la regién simplemente conexa 2 con una frontera orientada suave a trozos [’. Para el sistema de coordenadas = ¥ r - 9] xo 0 y Fig. 77. Fig. 78. representado el recorrido en el sentido contrario al de las agujas del reloj se considera positive. Al moverse por I’ en el sentido antihorario la regién Q queda a ia izquierda. Isn la fig. 78 esté representada la misma regidn 2, pero en ol otro sistema rectangular de coordenadas. Aqui el recorrido por LF Fig, 80. Fig. 79. en el sentido de jas agujas del reloj se considera positive y entonces al moverse por I’ en el sentido horario la regién Q queda a la derecha, Por definicién, en el caso del sistema mostrado en la fig. 79, la frontera (contorno) I’ de una regién plana miltiplemente (no simple- mente) conexa 2 se considera orientada positiva 0 negativamente en dependencia del hecho de que quede Q a la izquierda o a la derecha al moyerse por I‘ en el sentido indicado por la flecha. § 3.7, Formula do Green 23 En las figs. 79 y 80 estén represen- tadas las regiones doblemente conexas §2 en diferentes sistemas de coordenadas. Las flechas indicadas en sus fronteras corresponden al sentido positivo deT. La fig. 81 muestra una regidn trip- Jemente conexa cuya frontera esta orien- tada negativamente. Se dice, ademds, que la regién Q estdé ortentada positiva o negativamente si su frontera T estd orientada, respectivamen- Fig. 81. te, en el sentido positive o negativo. Si Q esta orientada positivamonte, entonces 9 _ designa la misma regié6n orientada negativamente. Es util el acuerdo siguiente. Sean Q Ja regién en el plano x, y, 2+ Ja regién Q orientada positivamente y Q. la regién 2 orientada nega- tivamente. Entonces, por definicidn, {J rte wdedy— J.) fle, wdeay, ‘2s 2 SJ fe waedy=—J J} rt, nazdy, Qo Q donde los segundes miembros son las integrales dobles corrientes sobre Q cde 7 (z, y). § 3.7. Formula de Green Para regiones planas suficientemente generales Q provistas de una frontera T positivamente orientada es valida la férmula oP Sf (48-2) acay= { (Paz+Qay) (1) 2 Tr 1 . ag ar jamada jérmula de Green. En ella se supone que Q, Prat Py, og son continuas en la clausura QO de la regién Q. Examinemos primeramente la regién plana $2 representada en la fig. 82 que denominaremos H,-regién elemental. Inferior y superior- mente @ estd limitada por las curvas suaves a trozos expresadas por las ecuaciones siguientes: y=), y=), P@avpe), @} Q;, donde-R, son H,-regiones olementales = con frontera y; que vamos a considerar orientadas positivamente (fig. 83). Entonces \ aP si , aP e t {\ fara => {\Paray= 3 —JPar=— {Pe u)dz. (3) a d=1 Qs demi Vy Pr La tercera igualdad necesita explicaciones. Aqui es importante notar que si dos contornos y; y yy (i * f) tienen un trozo comin y’, ontonces éste, como parte de y; y de yy, est orientado en direccién contraria y por eso lag integrales arvinee Yi So af Fig. 83. 246 Cap. 3. Andlisis vectorial neas de P sobre +‘ no se diferencian en ambos casos sino por el signo: N Su suma es igual a cero. Si lo ultimo se tiene en cuenta la suma 2 en la cadena (3) se reducird a la suma de las integrales curvilineas sobre log trozos y;, pertenecientes a I’, a la suma que es igual a la integral sobre el contorno I. Por analogia, se puede introducir el concepto de H-regidn ele- mentai. En este caso 2 estA limitada a la izquierda y a Ja derecha por las curvas suaves a trozos (fig. 84) t=hty), c=p(y)s AWM), (1) donde Q es una regién acotada provista de frontera suave a trozos Y¥ % , % Son las funciones continuamente derivables sobre Q. EL simbolo % = S designa la correspondencia biunfvoca entre los pun- tos (u, v) €2 y Jos de S. Supongamos luego que sobre So en el entorno de 5 esté dada la funcién continua F (2, y, 2). Efectuemos la divisién de Q en partes con fronteras suaves a trozos que no se intersequen dos a dos a no § 3.8. Integral sobre una superficie de primer género 219 ser por sus fronteras. A cada parte 2, le corresponde cierta parte Sy de la superficie S. Sea Ay = (zy, y,, 2)) un punto arbitrario sobre Sy. Hagamos la suma n My= 2) F(A) [Sy], donde [| Sy | es el drea Sy (véase el § 2.11). Su limite 3 lim FD Ss f= | Fle, vy 2) a8 2) max c()+0 J 3 se llama integral sobre la superficie S (de primer género) de la funcién F (© bien integral de superficie de primer género), Por ejemplo, si sobre S est& distribuida una masa con una densi- dad de distribucién F, entonces la integral de F sobre S expresard la masa total S. La integral (2) se calcula por la formula siguiente: | Fe y2)dS=) Fle, tad [Pax Fylde de, @) a donde en el segundo miembro se encuentra una integral multiple corriente respecto a (u, v) € Q. En particular, si la superficie suave S esté definida por la ecua- cién 2 = f(z, y) ((z, y) EG), donde f es continua junto con sus derivadas parciales de primer género sobre G, entonces se puede considerar quo esté dada paramétricamente por z, y; tT=a voy, 2=F{z, y) Entonces Pe X y= —hi— fui ee, = op Th 2 a Irexry(=Vise +e (e-# ' a=) Y, por consiguiente, [Pew aas— | P(e fe VIER ER aedy, (4) G Demostremos la formula (3). Sea Ay = (xj, yy, zy) ¥ =P Un MD), Wr =PUH Mh B= XC YY, en MDEQ? G=4, 4). 220 Cap. 3. Anélisis vectorial Entonces N N Ty = FAD | aXe [dudes F(A xr EIQ 1= jel Ry jimi nv . . =F PA re xr. by (Ql ten> j=i > j Fie, vs Wirux Pe ldudy (max d(Q,)-), a donde el signo | |, significa que entre | | esta puesto el] punto Ay y | 3, que entre | |esté puesto un punto tal que se cumpla el teorema del valor medio para la integral fir ex re fdudue [rex re IF1 2) 1 ef (véase el § 2.3, teorema 3). Es evidente que (K > | F (A) [) para todo valor pequefio de N . . . . Jew l=) EP (ADI Fax FoF} Fax Fo Ll 11S N n (Aq) (¢ (c) + 0), donde @ (a)-es 61 didmetro de a, sin importar el hecho de cémo se ha escogido el punto A €o para cada o. Es natural que el elemento diferencial de una superficie orientada S en el punto A €S se constdere como vector dS =n (A) dS el cual, por lo tanto, sera igual al producto del elemento diferencial del érea 226 Cap. 3, Analisis vectorial de S enel punto A por el vector de Ja normal unitaria (A) que de- termina la orientacién de S. Si S se define por la ecnacién _ r=r(u,v =i +7 + xe ((u, vy) EG), entonces 2 (A) se define por una de las siguientes igualdades n(A) = eA Te (1) . IruXrel y dS=|r,xr,{dudv, De aqui dS = + (r, x r,) du dv. (2) A continuacién suponemos que en (1) y (2) se ha escogide el signo «+». Siempre sc puede aleanzar esto al cambiar, en caso de necesidad, de lugar los parametros uy v. De este modo si tenemos dade cierta superficie suave orientada S, siempre se puede suponer que ésta se des- cribe por tal juncién vectorial r =r (u, v) que la normal unided n (A) (A ES), que determina la orientacién de S, se exprese por la igualdad n{A)=—eXto_ (3) ; [ruxrel y, respectivamente, dS a(r, Xr) dudv. (4) Si queremos que, al transformar los pardmetros {z, v) en pard- metros (u’, v’), no aparezca el signo «—» en estas expresiones, es 7 ‘i _ : 2 Dw, v) necesario que e) jacobiano de Ja transformacién Duroy S88 positive. En efecto, n(A)= ruXTo iryXred _ TERED eRe Ben) toe) + Des) Beit mei ae = pe V (aes) + (res) ERY [rear ate ty + sign BO) us vi) w ar Bla DraeX Pe | (us 0) a Véase nuestro libro «Mateméticas superiores. Caloulo diferencial e jn- tegrale, § 8.18. § 341. Integral sobre una regi6m plana orientada 227 Ahora bien, la férmula (3) (jcon el signo «-+-»}) para la normal unidad n (A) (y junto con ella también la férmula (4) es inveriante sélo respecto @ las transformactones de ios pardémetros con un jacoblano positivo. Por eso al transformar los parémetros conviene recomondar las transfermaciones con jacobianos positivos. No obstante, hay casos cuando tenemos que examinar las trans- formaciones con jacobiano negativo. Entonces hay que controlar especialmente la aplicacién correcta de los signos. En lo que se refiere a una superficie arbitraria orientada en: ‘el espacio z, y, 2 no hay ninguna razén para decir que est orlentada positive o negativamente. Otra cosa es si la superficie es plana, perteneciente a uno de los planos de coordenadas. La regién orientada G. perteneciente al plano 2O0y, se llama positiva (negativa) y se designa por el simbolo G1 (G_) si la normal unidad n (A), correspondiente a la regién G, es igual a &, donde & es el versor del eje z. Esta definicién concuerda con Ja dada en el § 3.6, Hace falta sélo suponer alli que miramos el plano 2Oy a partir de z positivos, Si en esta definicién sustituimos x, y por y, Z 0 por 2, x, respéc- tivamente, asi como & por el versor i del eje 2 o por el versor j del eje y, respectivamente, obtenemos la definicién de G, para las regiones pertenecientes a Jos planos yOz, 20x. Para las regiones G_ pertenecientes a azOy, yOz o 20x es necesario sustituir k, i, 7 por —k, —i, —J, respectivamente. § 3.14. integral sobre una regién plana orientada En el § 3.6 hemos introducido el concepto de integral de f sobre una regién orientada. A saber, {feray= fazay= = f fda dy. Gs G é& Lo titil de estas definiciones se puede ver del hecho siguiente. Represeatemos dos planos donde se dan los sistemas rectangulares de coordenadas z, y y z’, y’ igualmente orientados. Supongamos que G designa una regién orientada del plano 2, y con frontera suave a trozos {orientada) [ y supongamos que Ja transformacién continua- mente derivable Z=e@y, yv=vey) (lz EO) (4) 228 Cap. 3. Andlisis vectorial aplica Ja regién biunivoca G sobre la tegién G’ del plano 2’, y’ y T sobre la frontera [’ de la regién G’. Supongamos que el jacobiano _ Dee's y') D=Fey *9 (sobre @). Con esta transformacién el recorrido do I induce sobre I’ un recorrido bien determinado y G’ puede considerarse como region orfentada. Si D > 0, al pasar de [a I’ Ja orientacion de I’ no cambia. Sin embargo, si D <0, los recorridos de T y I’ son contrarios. De Jo dicho se deduce que para toda funcién f (z, y) continua en la clausura G de una regién orientada medible G Vf fazdy= ff foo de ay’, G Gr donde G’ designa la regién orientada’ correspondiente a G. En esta formula de sustitucién de las variables el jacobiano no se escribe bajo el signo del valor absoluto. Fig. 94. Fig. 95. Aclaremos lo dicho respecto a la relacién de la orientacién de T’ ton él signo D. Asignemos en el sistema rectangular de coordenadas x, y dos vectores no colineales a’ = {a’, a4) y @” = (a%, a’). Si el determinante ®8 positivo’), esto significa que el sistema de a’ y a” esta orientado al igual que los ejes x e y (fig. 94). No obstante, si A <0, el sistema de @’ y a” estd orientado opuestamente (fig. 95). La transformacién (1) aplica’ Ja red angular del plane 2, y en curvilinea (figs. 96—98) con la particularidad de que pueden tener lugar dos casos caracteristicos diferentes de las aplicaciones repre- sentadas en las fisg. 97 y 98. § 3.44. Integral sobre una regién plana orientada 229 af Fig. 96. Fig. 97. Fig. 98. El cuadrado ABCD se convierte on el paralelogrameo curvilineo —~ A'B’C'D’, el vector AB se convierte, con una precisién hasta infini- — tésimos de orden superior on la tangente a) arco A‘B’ en el punto ee az! ay" > A’ definido por el vector (>, e) yel vector AD, en la tangente al arco AD’ en el] punto A‘definido por el vector (€. or). Sil Fie" 5, 0, 1a situacién de estos vectores sera tal como la muestra la fig. 97 y esto conduce a que Jas direcciones de los recorridos en ABCD y A'B'C'D' coincidan y, por consiguiente, coincidan los sentidos de los recorridos de I’ y I. Sin embargo, si D' <0 (DD' = 1), la situacién de los vectoreg determinante D’ = —, = tangentes a A’B’ y A’D’ uno respecto al otro cambia por la contra- ria lo cual conlleva (fig. 98) a que los recorridos de [ y I’ sean con- trarios. +) Véase nuestro libro «Matemticas superiores. Elementos de algebra lineal y de geometria analiticas, § 12, 230 Cap. 3. Anélisis vectorial Andlogamente se determinan las integrales para las regiones G.. y G_ definidas sobre otros planos de coordenadas yz y 22. § 3.12. Flujo de un vector a través de una superficie orientada En el espacio tridimensional Z = £, con el sistema rectangular de coordenadas z, y, z esté dada la regi6n H y sobre ella se define el campo del vector continuo a(x, y, 2) = Pi + Qf + Rk. En la regién H se da la superficie suave orientada S* r= ru, v) = pi + pf + yk (4s ED Ira X Fy | > 0), it) donde Q es la regidn provista de frontera suave a trozos en el plano de los pardmotros (u, 2) y @, p, % son las funciones continuamente derivables sobre &. Suponemos que la normal unidad a S* se define por la igualdad vectorial (conforme a lo dicho, véase el § 3.10, (1) y @) n(A) = —peXte 2) IruXre | Entonces los cosenos de los Angulos de la normal n =n (A) con los ejes x, y, z sa expresan por las igualdades Dus Diy 008 (1, 2) x pe, cos(n, oe a cos (nm, 2z)=% re 2 7 x= Al | Py X ry le Designemos, ademas, por S una misma superficie igual, pero no orientada: la orientacién esté excluida de ella. Se Uama fiujo del vector.a a través de la superficie orientada S* la magnitud designada del modo siguiente: fe aS*) & y definida por ia igualdad § (aas)= { (any as (4) o 5 § 3.12. Flujo de un voclor 231 cuyo segundo miembro es la integral de superficie de primer género del producto escalar (an) = P cos (n, x) + Q cos (nm, y) + R cos (nr, 2) del vector a y de la normal unidad que define la orientacién de S* Por cuanto (an) es una funcién continua del punto A € S, enton- ces on el segundo miembro de (4) existe la integral de primer género sobre S lo cual ha sido demostrado en el § 3.8. La expresién dada en el primer miembro de (4) se llama integral de superficie de segundo género'), Supongamos, por ejemplo, que en.el campo A tiene lugar la, co- qriente estacionaria de un liquido de tal modo que su velocidad:-a en un punto cualquiera A € # dependa de A y no dependa del tiem- po. El flujo de la velocidad del liquide a través de la superficie orientada S* es su cantidad que pasa, en unidad de tiempo, por 5 en e] sentido en que esta orientada S. Es valida la igualdad J (an) as— 5 (Peos(n, 2) -+Qeos(n, y)-+Reos(n, 2)) dS = & s - Diy). p Diss), p Died 5 = i (Poy + Ome they) eae 8) donde en el segundo miembro esta una integral multiple (doble) ha- bitual sobre la regién; en esta integral en P, Q, A es necesario susti- tuir z, y, 2 por las correspondientes funciones 9, p, x de u, v. Esta igualdad se deduce de (3) y de Ja formula (3) del § 3.8. A veces es comodo calcular la integral (5) en las coordenadas car- tesianas. Mostremos a qué cadlculos lleva esto, suponiendo que un trozo suave 5 de 1a superficie 30 proyecta biunivocamente sobro las partes medibles de los tres planos de coordenadas. Muchas superficies planas se pueden partir en un numero finito de tales trozos. Supongamos, pues, que el trozo suave S sé describe por cualquiera de las tres funciones t=h v2) (uy 2) € 5), y=fe(e 2) (@ 2) € Sy) z=fs(z, y) Ue vy €S2) que son continuas en Jas proyecciones de S sobre los planos z = 0, y = 0, z = 0, respectivamente, y tienen las derivadas parciales con- tinuas, hablando en general, sélo dentro de estas proyeceiones S;, Sy, 5; (conjuntos medibles). 1) La otra desighacién de la integral de segundo género véase a coutinua- eién: el segundo miembro de (6) y (7). 232 Cap. 3. Analisis vectorial Designemos, ademas, por S2, S$, SZ las proyecciones orienta- das respectivas de la superficie orientada S* sobre los planos z = 0, y = 0,2 = 0. El recorrido del contorno de’ S* determina al proyec- z eee” Fig. 99. tar el recorrido correspondiente de S,, Sy, S, (fig. 99). La normal x a S$ forma con el eje z un angulo cuyo coseno es igual a et, Ale. 2a eos (m, 2) == Vie (2 ol a donde es necesario tomar «+» 6 «—» segin la orientacién de S*, Tenemos (véase el § 3.8, (4) y el § 3.10) 5 Reos(n, z)dS= = =| R(x, y, ae VIS Pe dedy= j (hh he Ws VIF + @ da dy = * J Re, vy fae, y)) de dy = = 5 Rez, ys fa (2 9) aedy ee | Ris y, #)dxdy, (8) a donde la pemiltima integral esta tomada sobre S? orientada (véase el § 3.8). En lo que se refiere a la Ultima integral de esta cadena, ésta se debe considerar como designacién de la penultima.Es la asi Nlamada integral de segundo género. Para calcularla es necesario sustituir z por f, (z, y) e integrar sobre la proyeceién orientable St. Del § 3.8 sabemos que 5 =o fi donde debe tomarse «+» 6 «—> oP Sz en dependencia del hecho de cémo ser4 orientada SI: positiva o nega- tivamente (véase también el § 3.6). Los razonamientos andlogos § 842. Flujo de un vector 233 pueden ser llevados a cabo también respecto a las demas dos integra- les (fig. 99): { Poos (a, 2) dS—= J P (1. (u.2). 4.2) dude m | Pe, yy 2)dy de, 8 sr =. J Qeos (r, y) dS — JO tela 2), a)dsdz= | Q(x, y, 2)dzde. 5 st s+ Hemos demostrado que el flujo del. vector a a través de la super- ficie orientada S*, definida por la normal 7”, se puede calcular por Ja formule j (an) dS = { (P @, vy 2) dy dz +Q (2, y, 2) dada +R (x, y, 2)dzdyy 5 be @ Si la superficie S* puede ser cortada en un nimero finito de partes, S* = S'Sf, cada una de las cuales se proyecta sobre los tres planos de coordenadas, entonces, para calcular el flujo de a a través de S*, se puede calcular los flujos de @ a través de cada uno de los trozos de Sf, haciéndose uso del procedimiento indicado, y sumarlos. Una superficie esférica que tiene por centro el punto nulo del sistema de coordenadas se corta, naturalmente, por los planos de coordenadas en ocho trozos que poseen la propiedad indicada. Como ya hemos notado mds arriba, la expresién del segundo miembro de (7) se Hama integral de segundo género sobre una super- ficie. Observacién 1. Si la superficie orientable S — G en el espacio (x1, %, @) eS um trozo del plano de coordenadas (su ecuacién es az; = 0 para cierto f == 1, 2, 3), entonces el flujo del vector @ a través de Gs es simplemente una integral doble de la proyeccién respectiva del vector @ sobre el eje respectivo. En particular, si Gy es una parte del plano x, = 0 con Ja normal n (A) = +k, entonces. (cos (r, 2) = 4) { (en) asm | Fe (Sy, ty, 0) do day =: | Rey, a, 0) dr, dz = 8 oe = | Rx ty 0) dx, de,, @ Inversamente, si se da, por ejemplo, una integral doble que tiene Ja forma | 1, de dy, oO 234 Cap, 3, Anilisis vectorial se puede interpretarla como flujo del vector a a través de Gy cuya proyeccién sobre e] eje z es igual a R (x, y, 2) =f (a, y). Observacién 2, La integral de segundo género del vector a sobre la superficie orjentada S* varia al cambiarse la oriontaci6n de la superficie (a saber, cambia el signo). En efecto, supongamos que S* designa la misma superficie que S*, pero orientada contrariamente. Entonces | as) = § (an) as ae § ass) = S (@, —a) asa — \ (any as = — { (ads). st 3 8 se § 3.13. Divergencia. Teorema de Gauss—Ostrogradski ” Sean £ el espacio tridimensional donde so da el sistema rectangular de coordenadas 2, y, zy GCE a regién provista de frontera suave a trozos S$ sobre la cual esta definido el campo del vector a(z, y, 2)= Pi+Q@j+ Rk (x, y, 2) EG) (1) = 3, aE son continuas so- Supongamos que P, Q, R, bre G, do donde se deduce que para @l vector a tiene el significado Ja funcién continua divas E4048, le, y, 2) 6G), 2) Namada divergencta del vector a. Es f&cil ver que 7 a a a diva=Va (V=(sp: we *)) . o sea, la divergencia es igual al producto escalar del vector simbélico V (operador de Hamilton) {véase el § 3.4) y del vector a. Vamos a considerar que la superficie S est4 orientada con ayuda de la normal unidad n dirigida al exterior de G. 3) K, F, Gauss (1777 1855), célebre matemdtico alemau. M. V. Ostrograd- ski (14801—1881), célebre matemitico ruso, § 343. Teorema do Gauss—Ostrogradski 235 Nuestro objetivo consistira en domostrar la igualdad 5 divadG= | (ands (3) Gc & para ciertas condiciones adicionales que s¢ imponen sobre G. Esta igualdad se llama férmula de Gauss— Ostrogradski, en honor de los mate- =) maticos que la demostraron. e- > Zeytzy) La formula de Gauss—Ostrogradski reza que la integral de volumen (triple) de la divergencia del vector sobre la regién 224,(%,4) —" ie RS Y Fig. 100. 7 Ges igual al flujo del vector a través de la frontera de esta regién, orientada en el sentido de su normal exterior. Examinemos primero la regién A representada en Ja fig. 100 a la cual Damaremos H,-regidn elemental. La regidn A esta limitada inferior y su- periormente por las superficies Oy ¥ Op, con bordes suaves a trozos, que se definen, respectivamente, por las ecuaciones z= hy (ty), = Aa yD a, (ev) ha (my) Ute, v) € AD), donde A, es la regién plana con frontera suave a trozos y y 44, 4, son continuas sobre A, y tienen las derivadas parciales continuas sobre el conjunto abierto A,. A la izquierda y la derecha la regién A esta limitada por la superficie cilindrica o* con la directriz p y Ja gene- ratriz paralela al eje z. Sea S* la frontera de A orientada con ayuda do la normal exte- rior a A (Jas explicaciones se dan a continuacion). De este modo los trozos inferior y superior of y of, al igual que la superficie late- ral o* de la regién A, estan orientados correspondientemente. Para la regién A tienen lugar las igualdades (las explicaciones se dan @ continuacién) fthane (fac { Marm A Ar ance =[J Rem ee MRE, vile, yes dy= A = J Rey tls mdr dy+ |) Rey MC weedy 3 s OR Me =JJ Rey adedy. (4) ‘st 236 Cap. 3. Anélisis vectorial La normal x a of y of forma con el eje z los Angulos obtuse y agudo, respectivamente, por eso las proyecciones oj,, y o%,, de los trozos of y o3 sobre el plano z = O estAn orientadas: la primera en direc- cién negativa y la segunda en direccién positiva, Esto argumenta el paso del tercer término de la cadena (4) al cuarto. A la suma que forma e] cuarto término se le pucde agregar formalmente Ja integral §§ R(z, y, 2)dzdy=0 igual a cero, porque cos (2, z) = 0 a Jo Jarge de o*. Pero entonces la suma de tres integrales obtenida es igual a la integral que ocupa el dltimo término de la cadena (4) (al flujo del vector (0, 0, R) a través de S*). Hemos demostrado e] teorema de Gauss—Ostrogradski para la #f,-regi6n elemental y el vector (0, 0, FR). Llamemos ahora a la regién G H,-regidn sisu clausure G puede ser partida en un nimero finito de H,-regiones elementales = Lad = G= 3G, de modo que los trozos inferiores y superiores do la frontera de G, sean partes de la frontera orientada S* de la regi6n G y demostremos que para G y el vector (0, 0, A) es vélido también el teorema de Gauss—Ostrogradski. En efecto, designemos por S,,, y S,, los trozos inferiores y su- periores de las fronteres de Gy, respectivamente, y por S§;, los trozog laterales de Gy. Entonces (las explicaciones se dan a continuacién) N N ian > {#ac= X( | Re, », azay+ 6 wet Oy act st’, + j R(x, y, 2) dz dy+ J R(z,y,2)dzdy) = j Rez, y, 2) drdy, 53, aR a. porque las integrales sobre Sj, evidentemente, son ‘iguales a cero y los trozos S},, y 5%,, bien sea forman en conjunto la superficie S*, bien sea, si no 6s asi, el conjunto Nv N o=S*— 2 Stand Str es una parte de S*, la normal en todo punto de la cual es perpendi- cular al eje z. Pero entonces la integral sobre o es igual a cero. Por analogfa, se pueden introducir los conceptos de H.-regién y de H,-regién. Por ejemplo, #,-regién posee la propiedad consis- § 3.13. Teorema do Gauss—Ostrogradski 237 tente en que se puede partir su clausura en un ntimero finito de clausuras de H,-regiones elementales. En este caso la H,-regién elemental se define al igual que la H,-region elemental solo que ahora es x que desempefta el papel de 2. Por analogia, se demuestra que para H,-regién de G tiene lugar la igualdad { Zac | { Pw, wy ddyde, se G o sea, la férmula de Gauss—Ostrogradski para 6] vector (P, 0, 0) y para la H,-region de G tiene lugar la formula i 2 ae = (fee, y, 2) de dz. Si G es simulta4neamente kis , H,- y H-vegién, para ella, eviden- temente, serd justo el teorema de Gauss—Ostrogradski para un, vector arbitrario a = (P, Q, R) continnamento derivable sobre G, o sea, para ella es — Ja igualdad SS](E +4 aE) coarae =f) Pe w daydet+ Ole v, adede+A(e, y, 2) dzdy), (6) ist donde la integral en el segundo miembro es la integral sobre Ja superficie S$* orientada por la normal exterior a G. Si en la formula de Gauss—Ostrogradski se pone P = x, Q = y, FR = z, so obtiene la expresién para el volumen de la regién G Gia 3 | | (edydetydeda+zdedy) "68 a través de la integral tomada sobre su frontera 5* oriontada (por la normal exterior). Las regiones de las cuales generalmente se trata son simultdnea- mente H,-, H,- y A,-regiones. EJEMPLAO t. La esfera 2* + y* + 2*< 4 es una H,-rogién, in- cluso una H,-regién elemental, porque todo su interior esté limi- tado por dos superficies suaves sobre el circulo 2? + y? <1 que estén una por encima de la otra z=VI-2v—y¥, 2—-—-~i—#—-¥ y son continuas sobre el circulo cerrado 2? + y*<< 4 que tiene una frontera suave. Es evidente que la esfera es asimismo una H,- y Hypregion, 238 Cap. 3, Anélisis vectorial EJEMPLO 2- Toro. Asignemos en el plano (x, y) uma circunfe- rencia de radio a que tenga por centro el punto (b, 0) (0 0. Sea Sisu frontera (superficie esférica) orientada por medio de la normal exterior. Entonces en virtud de la férmula de Gauss— Ostrogradski, Sf (aasy=J ff divadeay ae. ay ve El primer miembro de esta igualdad expresa la cantidad del liquido que sale de V, (fuera de S,) por unidad de tiompo. Aplicanda a su segundo miembro el teorema del medio, obtenemos J J (eas) =1 V2 | aiva,, (6) § 3.13. Teorema de Gauss-Ostrogradski 239 donde } V, | es el volumen V, y a, la velocidad del liquido en cierto punto de V,. Dividiendo ambos miembros de la igualdad obtenida por | V, [ y pasando al limite para «~» 0, en virtud de la continuidad de diva, hallaremos que existe el limite igual a la divergencia de a diva=lim-ry7 | J (ads) (7) Se en el punto (x, y, 4). Ahora bien, div @ no es mas que Ja productivi- dad de los manantiales distribuidos continuamente sobre G en el punto A = (z, y, 2). Sienel punte A (a por doquier sobre G) div @ — == 0, esto quiere decir que en A (0 por doquier sobre G) la productivi- dad de los manantiales es igual a cero. Si diva <0, esto significa que de hecho tiene lugar e] desagiie. De las consideraciones fisicas es evidente que div @ os invariante respecto a cualesquiera transformaciones de las coordenadas rectan- gulares. Sin embargo, esta conclusién se puede sacar también sobre ja base de consideraciones matematicas, Como sabemos (véase nuestro libro «Matemdticas superiores. Elementos de dlgebra lineal y de geometria analiticas, § 18), el producto escalar de los vectores es invariante al transformar Jas coordenadas, por eso ja divergencia (igual al producto escalar de] vector simbélico V y el vector a) es invariante respecto a Jas trans- formaciones de las coordenadas rectangulares. Desde luego, consi- deramos (por definicién) que las coordenadas del vector simbdlico vo (2 a 3) se transforman por las mismas formulas que las coordenadas de los vectores corrientes. M4s oxactamente, si las férmulas de transformacién de las coordenadas (2,, 2, 2)del punto (vector) en el primer sistema de coordenadas a las coordenadas (%,, Yor Ys) en el segundo sistema tiene la forma a n= Bane, (b= 4, 2, 3), (8) Fs donde a = (a,;) es la matriz ortogonal correspondiente, entonces 3 a a Baa (bat 2, 3. co) eat El operador de Hamilton se aplica a la funcién derivable f. Como resultado obtenemos el vector vie (ies he Adi (de ee HE) Ga! Gag? Oey Gay? de,’ “Oty 240 Cap. 3, Analisis yocterial llamado, como sabemos, gradiente de ia funcién f. En este caleulo la funcién f se considera escalar. Ahora bien, Wf = grad / es el pro- ducto del vector V por el escalar /: el resultado es ef vector. En el sistema de coordenadas (y,, ys, ¥. af of oo OF Vim ema = (Siro Gee Ba) int Be ht ae he donde i,, J,, 4, Son los versores del sistema (y,, yg, ¥4). En este caso en virtud de (9) aj a a tr = (eng + ere Gort aise) i= 3 = Sa, Zh wat, 2, 3). (40) st Las formulas (10) concuerdan con las reglas de derivacién de la funciédn compuesta f (z,, tz, Zs) en la cual a= Sas (s=1, 2, 3). (14) Las férmulas (11) son inversas a Jas de {8) (2-1 = a*, o sea, las coor- denadas x, se expresan por las coordenadas y, con ayuda de la s-ésima columna de la matriz a). Aqui hemes obtenide las férmulas (10) valiéndonos sélo del calculo simbélico. Pues, si un mismo campo del vector esta definido en dos sistemas de coordenadas (x, x, Zs) € (¥;, ¥e. Ys) por las funciones respec- livas a =a, (%, pe a4 Et ag (Gy Zo, ts) F + as (i, ta, 2s) k= = by (YisVor Ya) tp + bg Way Yor Yad tr + ba Wis Yar Ya) Ay, donde las coordenadas (5,, in bs) estén relacionadas con las (a, a,, ay) por-las férmulas (8) y ({4), entonces en un mismo punto 3 3 3 a dke= 2 a 3(3 ie) eB gaz (DB Gubs) =D HE. amt =A feat feat oat Ahora bien, hemos demostrado una vez més la invariacién de la divergencia durante las transformaciones de las coordenadas rectan- gulares, utilizando sélo el caélculo simbélico. La formula de Gauss—Ostrogradski puede ser escrita en el caso plano cuando G es la regi6n en el plano (z, y) y a, =P, yi+@@ wi § 3.44, Campo solenoidal 244 es un campo definido sobre ella. Si m (A) os la normal exterior al contorno suave a trozos T de la regién G (A €T), entonces tendra lugar Ia igualdad oP a Sf us 2) da dy = { (an) ds, é r donde ds-es Ja diferencial del arco I’. Si se supone que el sentido de la tangento en el punto I coincide con el sentido positive de recorrida sobre T a lo largo del cual: se # r £ y nm x oO x Fig. 102 calcula también la longitud de] arco del contorno I’, entonces (fig. 102). cos (#, x)= cos (ZT, y) =, cos (a, y) = cos [n — (Z, z)] = —cos (7, 2) = — =, Por eso (an) ds= P dy—@Q dz, i) (E+ 2) az ay = | (Pay—Oan). fr Si en esta formula sustituimos P y Q por Q y —P, respectiva- mente, llegamos a Ja formula de Green que ha sido obtenida en el § 3.7. § 3.14. Campo solenoidal El campo (regién) Q del vector a = Pi + Qf + Rk se llama sole- noidal (tubular) si la divergoncia de @ sobre 2 es igual a cero: diva=0, (x,y, DEQ. 16-180 242 Cap, 3. Anilisis vectorial En virtud del teorema de Gauss—Ostrogradski para un campo solenoidal tiene lugar la igualdad fj @nes= Jf jdivadsdyds—0 para toda superficie S suave a trozos cerrada orientada (fuera de w) Ja cual es ta frontera de la regién o Cw C®, o sea, se encuentra estrictamente dentro de 2. En particular, si S=5,4+ 8, como en la fig. 103, entonces if (an) d5-+ | { (an) as—0 Ss Ch i (an) dS = j f (an) a8, 8 n 5S o bien donde Sz es una superficie igual a 53, pero orientada contrariamente {dentro de ©). Q Sq Jp : % &) GD Fig. 103. Fig. 104. Examinemos en @ la regién w do la forma especial (fig. 104), o sea, el tubo con la frontera 5 que se compone de tres trozos suaves: S=S, 45,453 de este modo, segin la condicién, en todo punto de S$, el vector a es tangente a S,. Entonces {J (an) dS =0 Sj (an) dS + {J (an) dS =0 § 3.45, Férmula do Stokes 243 o bien j 5 (an) as = \ { (an) as. ‘Ss 33 De aqui vemos que el flujo del vector a através de Sz es igual a este mismo flujo a través de S,, 0 sea, si, por ejemplo, a (z, y, 2) es la velocidad de un lfquido que fluye en &. entonces la cantidad de liquido que entra en el tubo por unidad de tiempo seré igual a la cantidad que sale del misme. § 3.45. Formula de Stokes Admitamos que en cierta regién del espacio Z, esta dado el campo del vector continuamente derivable =P@yw DEFOR YAIR y Dae En el § 3.4 hemos definido el concepto de rotor del vector a: aR oP. OR\ oP a rota=Vxan( 2); +(+ —E)i+(G-E)* Del Algebra vectorial se sabe (véase nuestro libro «MatemAticas superiores, Elementos de algebra lineal y de geometria analitica», § 18) que el producto vectorial de dos vectores es invariante respecto a las transformaciones de los sistemas rectangulares con una misma orientacién, o sea, tales que el sistema dextrorso se convierte en dextrorso y e] sinistrorso en sinistrorso. Por eso rota = A X @ es invariante respecto a las transformaciones de los sistemas rec- tangulares de coordenadas que no cambian su orientacién, Por con- siguiente, podemos, sin calcular, decir que si nuestro vector a tiene en el nuevo (asimismo orientado) sistema rectangular de coorde- nadas los componentes a= Py TE +TAG YW PPAR ys RS entonces tendré lugar la igualdad aR 4g\. oP aR ma (SE-B) (SE —FE) 4 (B e = (SB Bh) 4 (Be) (Sa) donde i’, 7’, &' son los versores unitarios en el sistema (z’, y’, 2°). Si el contorno orientado I est4 cerrado, ontonces a la integral curvilinea de a tomada a lo largo de este contorno Ja llamaremos circulacién del vector a por T y la designaremos por él simbalo j (adi) = 5 (P dz+Qdy+R dz). ep Tr 244 Cap. 3. Analisis vectorial Aqui di es el vector dirigido en el sentido positive de la tangente aJ, vector cuya longitud es igual a la diferencial del arco I. Nuestro objetivo consiste en argumentar la férmula de Stokes \5 (rot a dS*) = jj (nrota)dS = 5 (adly (1) que expresa el hecho de que el flujo del vector rota a travésde la super- ficie orientade S* es igual a la circulacién de a por el contorno T de esta superficie, orientado correspondientemente a la orientacién de S*. Notemos que por S* hemos designado la superficie S oriontada de cierto modo. Comencemos con la demostracién del teorema de Sto- kes (o sea, de la formula (t)) para un trozo suave que se proyecta biunivocamente sobre los tres planos de coordenadas. Asignemos el trozo suave orientado S* de una superficie pro- vista do un borde suave a trozos [ que so puede escribir por tres procedimientos: zs=fj@y) @wESy w= fa (yy 2) Ys 2E Ser y=fs(% 2) (, z)€ Sy. De este modo se supone que cada una de estas ecuaciones se resuelve respecto a cada unade las variables y las funciones f,, fy, f, Son conti- nuamente derivables en las proyecciones respectivas de 8 sobre los planos de coordenadas. Tenemos Sj (nrota)ds = i) {{ 2-2) cos (n, + + (#-) tos(n, y) + (4-4) cos (7, apas. (2) Escojamos en él segundo miembro de (2) los términos que contie- nen P. Entonces (Jas explicaciones se dan a continuacién) Pa i) {F008 (n, 2)— cos (a, wv} dS = mom} (FE 4 EB) cos (a, 2) d5—= § =-ff iy P(e, y, fle, y)) dedy= s! = J Pte w file wide | PG ys ade 0) Uz § 3.45. Formula de Stokes 245 Puesto que grad (f, (x, y} — 2) es ortogonal a la superficie z = = f, (, y), los cosenos directores de la normal en el punto (, y, fi (@ y)) son proporcionales a las coordenadas del gradiente: 4 a EB (t= 008 (a, z):cos (nm, y) : cos(n, 2), de donde cos(n, y)= —F-cos (n, 2) lo que origina Ja primera igualdad en la cadena (3). La segunda igualdad se deduce del § 3,42, formula (6), y de Ja rogla de.derivacién de una funci6n compuesta. La tercera igualdad resulta de la férmula de Green y, por fin, la Gltima se deriva del hecho de que las ecuacio- nes del contorno © tienen la forma T= 9), Y= Pl), =X =A WO, HO), © sea, en ambas tltimas integrales curvilineas de (3) dx = 9’ (s) ds y sobre el contorno [, PRYAGM=P PbO VO)= = P@6), PO), x) Jo que que es igual a P (z, y, z) sobre I Por analogia se demuestra que Sf (eos, J —Beostn, )ds— SOs, uy yay, & s r if (FE cos tn, 2) — 4 eos (a, ») dS = { Riz, y, z)dz. (5) s De (8), (4) y (5) se deduce la férmula de Stokes (4). emos demostrado la férmula de Stokes para un trozo de la superficie orientable e] cual se proyecta simultineamente sobre los tres planos de coordenadas. Existe, ademés, un caso sencilla impor- tante que directamente no esté incluido en nuestro examen. Se trata del caso cuando o* es un trozo porteneciente a cierto plano paralelo a uno de los ejes de coordenadas. Para tal trozo e] teorema de Stokes es asimismo juste. De esto puede cerciorarse, efectuando cdlculos directos semejantes a los de (3). Sin embargo, se puede razonar asi. Las integrales que forman parte de Ja férmula de Stokes son inva- riantes respecto a las transformaciones de las coordenadas rectangu- lares que no cambian las orientaciones de estas Gltimas. Siempre so puede seleccionar este tipo de transformaciones de modo que o* se proyecte sobre cualquiera de los planos de coordenadas del nuevo AG Cap. 3. Analisis vectorial sistema (por ejemplo, hagamos- coincidir nuestro plano con ol que pasa por los puntos (1, 0, 0}, (0, 1, 0), (0, 0, 1). Em este caso el teorema también quedard demostrado. La formula de Stokes es justa para toda superficie orientada S*, con un borde suave a trozos T, que se puede partir con ayuda de las lineas suaves a trozos en un nitmero finito de trozos suaves que se proyectan sobre Jos tres planos de coordenadas. En efecto, sea S* = of +...-+ oh una particidn de este tipo y sean T,, ..., Ty los contornos respectivamente orientados de of, .-., o”- Entonces, de acuerdo con lo demostrado anterior- mente, N N if (rota do) = >) 5 5 (rot ado) = >} | {a di)= 5 (a db) s dete; d1Ty fr porque las partes de las integrales \ G=1, ..., N) que se toman rT a lo largo de los trozos interiores de IT, (no pertenecientes a I’) se pasan dos veces en e] sentido opuesto y proporcionan un efecto igual a cero. La superficie orientada que se puede partir en un numero finito de tridngulos (planos) se llama superficie poliedral y es un ejemplo da superficie elemental a la cual es aplicable la formula de Stokes. Hagamos una observacién mds. Sea of una superficie circular orientada de radio e que tiene por centro el punto A = (2, y, 2) y el vector unidad # que la orienta y sea y, el contorno orientado de esta superficie. Con arreglo a la formula de Stokes Ja di) = 5 (nm rota) do, = J rot, ado,=]o, | + rot,a,, Ye % Te donde rot,@ es la funcién escalar igual a la proyeccién de rot a sobre el sentido de m y rot,@, es el valor de esta funcién on cierto punto medio c,. De aqui resulta que el valor de la funcién rotga en el punto A es igual a a 4 rotna=lim 755 fe al), 6) Ye donde, pasando al limite para s—-0, se supone que el vector n es invariable. Cualguiera que sea el sistema dextrorso (sinistrorso) de coordenadas, el segundo miembro de (6) es un mismo nimero. Sin embargo, al sustituir el sistema dextrorso por el sinistrorso manteniendo invariable n, el sentido del recorride de o, cambia por al opuesto lo que produce el cambio del signo on el segundo miembro § 3.45. Férmula de Stokes 247 de (6). Ahora bien, hemos vuelto a convencernos, por otra via, de que rot a es invariante respecte a las transformaciones de las coorde- nadas rectangulares que conservan la orientacién de estas ultimas. Observacién. Vamos a citar varias férmulas con la participacién del operador de Hamilton Y que son utiles en ol andlisis vectorial. Tenemos diva=(V, a), rota=Vxa, gradf = Vf, donde f es la funcién escalar y a, el vector. 4) rot [grad f] es V X Vf =o, ya que Jos vectores simbélicos V y Vf no se distinguen sino por el factor escalar. Este hecho lo hemos demostrado en el § 3.4, teo- rema 2. 2) divrotasa(V, Vx a) =0, puesto que el vector V es ortogonal al vecter V x a. 3) div (fa) = (V, fa) = (Vf, a) + f (V, 2). En efecto, (V, fa)=e IP} + $1) +E UR = =P +HQ+HREL(PL+G+R) = (VF, a)+4(V, a). 4) Es f4cil comprobar que grad fg =f grad g +gegradf o bien en la forma simbélica Vig = f¥g -+- gV}. Asi, pues, ol opera- dor ¥ actia sobre el producto de dos funciones como operador de derivacién habitual. 5) rot (fa) = frota + grad f X ao bien¥ X fa = f (YX a}+ Vi x 4. 6) div (2 x &) = (6, rot a) — (a, rot &) o bien (¥,a@x b) = (b,V x a)—(@,V x 8). 1) divgred/= Fh + Fh +h ees, donde A se llama operador de Laplace. Es evidente que (V,Wi) = Ap.

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