Eva Tan alegre, tan especial que dibujaba una gran sonrisa en el rostro de todos, tan tenaz que

el soplo en su corazn no era ningn problema para ella. Tan llena de ternura, que incluso se preocupaba por la salud de Max, nuestro perro. Una maana igual que siempre la llam para darle su medicamento, pero estaba extraa, me deca que no quera tomarlo ms porque tena un sabor horrible, insist, jams me haba dicho tal cosa, lo tom como una rebelda de ese momento. No import cuanto se negara, finalmente logr que lo tomara, era necesario para su salud. Pasados 2 das, Eva desfalleca, corrimos al hospital, los doctores hacan todo lo posible para que viviera, cuando pude verla, me dijo: Mam, sabes si Max est mejor?, le cambi la medicina porque la suya saba muy mal, la ma es de cereza, le va a gustar mucho . Comprend todo, trat de contener mis lagrimas, pero no pude, la abrac, me miraba con una pequea sonrisa y me dijo: Estar bien. Ayer en su funeral todos hablaban de lo maravillosa que fue a sus 8 aos. Yo slo pude pensar en cmo la mat inconscientemente.

Leticia Gaytn Rodrguez Saltillo, Coahuila, Mxico littlesheep_1@hotmail.com twitter: @bonnewelle

Esta historia est basada en hechos reales sobre una tragedia ocurrida a una pequea nia (mi sobrina) por llevar a cabo un cambio de medicamentos, pues ella deca que no era justo que a las mascotas no les hicieran medicinas de sabores para que se las tomaran con gusto, as que sin darse cuenta la magnitud de las consecuencias que traeran consigo sus actos, encontr la forma de conseguir los frascos de medicamentos, tanto el suyo como el de su mascota (que en esa ocasin tomaba un tratamiento por enfermedad,) vaco su medicina en un vasito, despus la de su perro en su frasco y la del vasito en el frasco del medicamento del perro. Los jarabes eran muy similares en color y textura, as que nadie se dio cuenta de lo ocurrido, y esta nia no le dijo a nadie lo que haba hecho, hasta que estaba a punto de morir. Sus paps se culpan por todo esto an despus de 15 aos.