MICRO POTICA DEL SPOT 1

Los spots son las nicas pelculas bien hechas Jean-Luc Godard. Microrelatos Narrativa de alta resolucin a velocidad del pestaeo, el spot se prestaba para resolver en segundos problemticas de narrativa audiovisual que quebraban cabezas en las salas de arte y ensayo o en las galeras experimentales. Con la gracia de lo hbrido y las sutilezas de lo polticamente incorrecto, el spot instauraba sin conciencia las posibilidades del artificio post conflicto central en el relato audiovisual contemporneo. Antes que el clip, la publicidad se integraba a esa cadena de flujo en donde imgenes, sonidos, msica y voces en off devenan sin cesar en un grado cero de narratividad. La publicidad nos captura como un ejercicio de corta fascinacin. Gnero sin gnero, el spot integraba todo aquello que muchos filmes dejaban fuera: la comedia con el drama, el pastiche con la monserga moralizante, el mal gusto con el diseo, el sexo con una caja de leche. La cancioncita pegajosa se nos quedaba por das, y luego la olvidbamos, nunca comprbamos el producto, pero jugbamos con la combinacin de sus colores. Nunca un automvil fue tan futurista como en un sport televisivo, el sueo de Marinetti se encuentra en la publicidad, en el imaginario del automvil, no en el producto real. El gusto opiceo del spot enajen nuestra mirada, sensualiz el encuentro con los objetos, nos ofreci el sex appeal de lo inorgnico. En una entrevista con Frdric Strauss, Almodvar comenta lo siguiente: El gnero publicitario a m me interesa como gnero cinematogrfico, por eso lo hago exclusivamente en mis pelculas. Yo entiendo que los nios vean la publicidad no como publicidad, sino como historias que se les cuentan. A m lo que me divierte de los anuncios es lo que cuentan, las historias que cuentan, no la motivacin de vender un producto. La publicidad es un gnero muy abierto al disparate y al humor, al surrealismo, eso es lo que me interesa de los anuncios. Yo los veo como pequeas pelculas. Microrelatos a velocidad de mercadeo. La necesidad de tener que contemplar un aburrido filme para poder apreciar los spots. Los filmes interrumpen la narrativa de la fragmentacin. Su pesadez novelada obstaculiza nuestra posibilidad de disipacin entrpica. El spot no tiene alma, su carne es pura superficie, es el hijo predilecto del look y el diseo, el mutante consentido de la sociedad posmoralista, promotor fascinante de los lindes genricos y la caducidad del contenido.