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Sucedi una noche en el Hotel Carrasco.

Fu repentino. La niebla cubri el hotel por completo y no se vea nada a dos pasos. Algunos salieron a explorar pero inexplicablemente, no podan alejarse del edificio y desorientados volvan sobre sus pasos hasta chocar con la pared exterior. Cunto tiempo pas? Horas? Meses? Aos? Imposible decirlo. La niebla era uniforme y la claridad blanco griscea no variaba. Hablaban entre ellos sobre el extrao fenmeno con una curiosa apata. No envejecan. No sentan hambre, calor ni fro pero tampoco tenan miedo. Ni miedo, ni ninguna otra emocin. Era como si la niebla los hubiera transportado a otro plano de la existencia. Algunos afirmaban que todos estaban muertos y que aquello era el cielo, o tal vez el infierno. Todo es relativo, deca Einstein y no se equivocaba. Quienes pasaban por la rambla nunca vieron nada, apenas notaron una sbita brisa. Para los huspedes, el regreso fue igualmente repentino y muy pocos fueron conscientes de aquella confusin momentnea.

El Buen Doctor

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