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Michel de Certeau y los debates de la historia econémica francesa = Isabel Avella Alaminos* octorado en Historia /El Colegio de México Facultad de Economia / UNAM En este articulo se analiza el dislogo entablado por Michel de Certeau ‘con la historia econémica francesa de la década ds releyada.en virtud detaugede y-el desplazamiento de la historia economica a un problema epistemologico no se ha resuelto satisfac: contrario, sigue abierto y los historiadores actuales deben tomarlo en cuenta. \ll AND THE DEBATES OF FRENCH ECONOMIC HISTORY ral history an temological problem has not been maaan open and must be considered by current INTRODUCCION — Michel de Certeau apunta en “La operacién historiogrdfica” que todo texto histérico se inscribe en un lugar de produccién, aun cuando la esritura borre lashuellas de este timo y no nos refie- ‘Agate Carn Zoro cna specs dr a lak ecu vial : Historia y grafa, UIA, rm. 18,2002 192 / Isabel Avella Alaminos raa6éldirectamente.' El trabajo de de Certeauino escapa a este se- fualamiento. Cuando, en 1974, redacto la primera version de su escrito para la obra Hace ria, dirigida por Jacques Le Goff y Pierre Nora, la histor francesa era un caldo de cul- tivo cuyo tel6n de fondo era la transformacién de la historia como lina El trabajo realizado desde tiempo atrds por la escuel as corrientes como el estructuralismo, sociales y la revolucidn en el medios masivos de comunicacién y jas computadoras, propiciaron la aparicién de nuevas teméticas, herramientas y enfoques metodolégicos y tebricos. De esta suer- te, para ubicar en su contexto original los planteamient quietudes expuestos por de Certeau en “La operacion {grafica” y profundizar en su comprensidn es preciso remontarse Tos autores y las ideas que influyeron en la formacién de su bagaj como historiador. jetivo del presente ensayo es reconstruir y examinar parte de! panorama historiografico en el que abrevé de Certeau, concretamente la relacién del autor con la historia econ6mica fran- ‘cesa de los afios sesenta y principios de la década de los setenta. La historia econémica cobré especial importancia a raiz. de ‘del 29, que sirvié como detonante para poner nuevamen- teen evidencia la necesidad de estudiar la economia y su historia. Ladiscusién entablada en el campo de la historia econémica fran- cosa de los afos sesenta y setenta, relativa a qué hacer con locuan- titativo, ilustra algunos de los retos epistemoldgicos que se le plan tearon a la historia como disciplina en la segunda mitad del siglo mo, tal como se comprueba en "La operaci "en especial en la parte referente a la practica. Co- mo intentaremos demostrar en el curso de este ensayo, de Cer- teau recapitulé algunas probleméticas ventiladas en dicha discu- Lépen Moctezuma, México, 10, "Historia, cienciay fic- Michel de Certeau y los debates dela historia econdic francesa /188 sién y les dio una respuesta diferente a la proporcionada por las dos grandes excuelas rancesns de hstria econmien de Io aos sesenta; perfil6 asi el comienzo de una nueva propuesta episte- ‘molégica que, en la actualidad, ha desembocado en el rescate de la narrativa en la historia. En ese sentido, creemos pertinente re- mitimos a los origenes contempordneos de esta titima tenden- cia para comprender las implicaciones de la ruptura epistemol6- sgica que enfrentamos. Para realizar nuestro andlisis partimos del texto ya mencio- nado de “La operacién historiogritica”, nos remitimos a las obras citadas en él, relacionadas con el tema en cuestin y comparamos sus respectivas posturas en tomo a los elementos basicos consti- tutivos de la operacicn histérica, de acuerdo con de Certeau, a sa- la préctica y la escritura.? A fin de insertar en ‘con la historia econémica francesa, prime- 10 nos referiremos al lugar de produccién desde el que escribi6 este historiador, es decir, a los debates que se realizaban en ese ‘momento en Francia. A continuacién nos dedicaremos al didlogo propiamente dicho entre el autor y la historia econémica, el cual examinaremos a partir de tres temas: 1) la construccién del obje- to histérico, 2) la escritura y 3) el espacio de la historia en el cono- cimiento. ANTECEDENTES Desde el siglo XVI la filosofia cartesiana senté las bases del para- digma cientifico moderno, fundamentado en las mateméticas.4 A partir deese momento, comenz6 a gestarse la especializacién del conocimiento y, durante el siglo XIX, sobrevino la diferenciacién entre las ciencias concentradas en el estudio de la naturaleza y las dedicadas al andlisis del hombre. A principios del XIX tuvo lugar una reformulacién en la historia cuando Ranke, a la par que des- vinculé a la historia de la fllosofia y la politica, asent6 que el obje- tivo tiltimo de la disciplina era informar de “lo que realmente su- | Hemos utiizado la versin acabada del texto que aparecié en L'Eriture de ie, Par, Calmard, 1978 ascomoelarul cad de" Histor cer Certen, “Historia, cerca y cin”, art. cit, pp. 38, 44. 194 / Isabel Avella Alaminos cedié”. Hacia finales de este siglo, con la aparicién en escena de las primeras ciencias sociales, el positivismo intent6 hacer de la his toria una ciencia mediante la aplicacién de un método riguroso exhaustivo, el apego irrestricto al documento y el desprendimien- to del historiacior, de la subjetividad. Asi se completé una visién. de la historia que, de manera general, perduré hasta bien entrado el siglo x | Eiperodalihaiedel pacadotoonncidedeexo Wi pie dail cien afios, a rafz de las dos guerras mundiales, el vertiginoso de- sarrollo de la ciencia y las comunicaciones de la época llevaron al replanteamiento de diferentes disciplinas, la historia entre ellas.® Desde los afios veinte surgié en Francia la escuela de los Annales, cuya propuesta histérica abrevé en el modelo de historia de Lan- glois y Seignobos, ala’ se opuso a dl sha corriente encabez6 una época de expe- rimentacién de nuevas tematicasy enfoques en la historia que pre- dominé por cerca de cincuenta afios, no sélo en Francia sino en ‘buena parte del mundo occidental. Una de las lineas de trabajo reivindicadas por esta propuesta de historia integral y total fue la de la historia econémica” encabezada por Gustav Schmoller, en cuyo seno se llevé a cabo una discusién entre Schmoller y Carl Menger acerca del método para realizar estudios econdmicos. Mientras que el primero sos- tuvo la primacia de la historia, la descripcién y lo concreto, el se- ‘gundo privilegié la teoria, los modelos y lo abstracto. A partir de centonces, la economia se centré en el examen de procesos atem- porales y emul6 a las ciencias naturales. Un proceso similar acon- 5 Emest Bresach, Historigrapty. Ancient, Madienal & Modern, Chicago, The Chicago. ity Press, 1989, p. 323, Michael Bentley, Componion to Historiography, Lome 1997, p. 4B. © Breisach, Historigraph. Ancient, Medieval &. ‘Michel de Certeau y ls debates dela historia econémica francesa /195 6 en Estados Unidos. Por otro lado, el positivismo impulsé el -amiento hacia lo cuantitativo, ya no slo como modo de ex- presi6n, sino como fuente para obtener nuevos enfoques.* Sin embargo, la ya mencionada crisis de 1929 y la inestabili- dad derivada de las guerras mundiales pusieron a prueba los co- ‘ocimientos de teorfa econémica acumulados hasta entonces y arona fijar la atencién en la relevancia del estudio de las eco- su evoluci6n. Los economistas fueron los primeros espe- sias que abordaron esta problemética y emprendieron la ta- rea de recuperar la historia econémica, auxiliados en la creciente respetabilidad de su disciplina y siempre partiendo de la teoria.? ara ese momento la divisién entre ciencias humanasy cien- (on que implicaba la intervencién de la subjetividad; en tanto ie hubo quienes insistieron en Popper y Carl Hempel pusieron en evidencia la “miseria del his- {oricismo”. El primero segufa el espiritu de la distincion entre la historia y-las cieneias constituidas hecha por Langlois y Seigno- Senalé la fragilidad del conocimiento hist6rico frente al pa~ 'igma cientifico de corte experimental. En resumidas cuentas, ra él la historia era una ciencia de segunda categoria, tinica- nnte capaz de apuntar tendencias.!? Asimismo, desde sti punto Ja economia era la ciencia social més exitosa en cuanto a los métodos cientficos al estudio del hombre y posefa la Breisach, Historiography. Ancient, Medical 6. “Historia, cienciay ficeién’, art ct, p. Companion L, pp: 299-900, 338.9, y de strap op cp 89; Antonio Tara, “Historia les V. Langlois y Charles Seignobos, Intrxtuecion alos estuioshistrics, aca, Buenos Aires, La Pkéyade, 1972, pp. 107, 158-61, 163-4, 129-3, 208, er, La miseria del historic, op. cit, pp. 16-7, 1X4, 136, 15, 165.

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