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Hoy voy a dedicarme al canon de la figura humana.

Usted recordar cuando, hace algunos CUADERNOS ya, hablamos sobre el canon de la cabeza humana, cmo se ubicaban todas las partes en lugares prefijados y con proporciones establecidas. Exactamente lo mismo se puede hacer con toda la figura; es decir, fijamos un mdulo cualquiera, lo dibujamos ocho veces hacia arriba, dos a lo ancho y tendremos la proporcin perfecta de la figura humana. Dentro de estos mdulos si mira con atencin los dibujos con que ilustro este artculo ver cmo se ubican todas las referencias necesarias para armar la figura. Note Usted que el mdulo tiene justo el alto de la cabeza, por lo tanto, la figura humana tiene un alto de ocho cabezas. De dnde sale esto? Pues ver, es una discusin que viene de muy lejos, pues en el siglo V antes de Jesucristo -hace ya 2.500 aos- Policleto escribi un Tratado que titul El Canon, estableciendo en el mismo la siguiente regla: Para obtener la perfecta proporcin de unas partes del cuerpo respecto a otras, la figura deber medir siete cabezas y media la altura. No haban transcurrido 100 aos cuando un nuevo genio, Praxteles, estableca un canon de ocho cabezas y, casi al mismo tiempo, otro famoso escultor, Lecares, modelaba el clebre Apolo de Belvedere, basando sus proporciones en un canon de ocho cabezas y media. Quin de los tres tena razn? Recin a principios de siglo XX, un cientfico, Stratz, afirm que para hallar la representacin de un tipo ideal, debe partirse de un grupo de individuos previamente seleccionados y sobre stos hacer el promedio. De ah result que la figura verdaderamente ideal responde a un hombre cuyas proporciones encajan en el canon de ocho cabezas. Miremos ahora los dibujos, no nos hagamos ms problemas y cuando dibujemos una figura recordemos, ocho de alto y dos de ancho.

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