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CANDIDIASIS INTESTINAL I

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Ver también artículo sobre Tratamiento natural de la candidiasis vaginal


CANDIDIASIS VAGINAL pinchando este enlace.

Artículo publicado por Vicente Saavedra, terapeuta especializado en el


tratamiento de la candidiasis intestinal y/o vaginal crónica. Para más
información visite su web: http://www.medicinaintegral.es/

INTRODUCCIÓN

El principal objetivo de este artículo, es el de crear un marco orientativo


para el diagnóstico y enfoque terapéutico de la candidiasis intestinal dentro
del ámbito de la medicina biológica. Facilitando información genérica y
accesible al paciente y, como digo, un marco orientativo al profesional de la
salud a la hora del diagnóstico y tratamiento.
Especialmente, mi interés se centra en el paciente, dado que el tratamiento
requerido precisa de un esfuerzo importante por parte de este y de una
responsabilización en su proceso curativo. Y esto difícilmente se puede
conseguir sin comprender las razones e importancia de aquello que se
hace.
Es responsabilidad del terapeuta explicar y aclarar al paciente, todos los
conceptos pertinentes que puedan quedar fuera de la comprensión de
este, y es responsabilidad del paciente su propia salud, en la manera en que
somos todos responsables frente a las elecciones que realizamos y el
esfuerzo y empeño que ponemos para superar las propias dificultades. El
terapeuta debe ser un instrumento cuya misión es la de comprender,
orientar y proponer un camino a través del cual alcanzar el propósito que
debe perseguir toda medicina, la restauración de LA SALUD. Para ello es
indispensable el dialogo y trabajo en equipo (paciente/terapeuta), así como
el compromiso y responsabilidad de ambas partes dentro de la parcela que a
cada cual le compete. El enfermo no es un actor pasivo dentro de su proceso
de curación, la salud es una de las cosas más importantes dentro de la vida,
¿cómo es posible que deleguemos y abandonemos totalmente nuestra
responsabilidad sobre ella? El simple hecho de elegir un determinado tipo
de terapias, un determinado tipo de terapeutas (pertenezcan estos a la
medicina que sea) y el grado en que vamos a delegar nuestra confianza, son
ya (seamos conscientes o no de ello) decisiones que tomamos.
Es muy habitual encontrar en personas que vienen buscando ayuda para
resolver un problema de salud que mantienen por años, después de haber
pasado por muchos intentos aquí y allá. Es el dramático caso de las personas
que padecen una enfermedad como la candidiasis intestinal, absolutamente
ignorada, por lo que habitualmente estas personas son tachadas de
hipocondríacas, ya que esta postura siempre es más fácil que reconocer las
propias limitaciones o incapacidad.
Por otro lado, sin lugar a la menor duda, toda enfermedad es una
experiencia a partir de la cual descubrimos una nueva dimensión del mundo y
de nosotros mismos. Es algo que nos empuja a buscar. La experiencia, a
veces, puede ser francamente destructiva y desintegradora, pero si se
consigue asimilar y soportar puede aportar un gran autoconocimiento, una
mayor conciencia, y por tanto una mayor capacidad de decisión, lo que a su
vez implica un mayor grado de responsabilidad personal con todos sus pros y
sus contras. Desde esta perspectiva deben ser aceptables los errores y
retrocesos que en dicho desarrollo puedan darse, tal y como sucede en
todas las facetas de la vida que, al menos yo, conozco. E igualmente, desde
esta perspectiva profundamente humana, quisiera que esta aportación fuera
valida a la hora de desvelar un problema de graves consecuencias en la
calidad de vida de las personas que la padecen, y que aquellos que han
asumido un papel de responsabilidad como profesionales en el campo de la
salud, deben conocer.

CONSIDERACIONES FUNDAMENTALES:
Se denomina candidiasis a una infección originada por una levadura de la
familia de las Cándidas, de las cuales se conocen unas 150 especies, siendo
la Cándida albicans la más habitual y frecuente, seguida por C. glabatra y C.
tropicalis. Puede afectar a la piel, mucosas (orofaringea, vaginal, intestinal)
y tejidos profundos, órganos internos y en casos de gran inmunodepresión
provocar sepsis.
En lo concerniente a las candidiasis de las mucosas, es muy importante
destacar, que esta infección no responde a un fenómeno de “contagio”, tal
como puede ocurrir con los virus, como explicaremos posteriormente. Es
necesario hacer esta aclaración dado que muchas mujeres que manifiestan
candidiasis vaginal, piensan que han adquirido la infección por utilizar baños
públicos u otras razones de carácter externo. En todo caso, el contagio
podría darse mediante el contacto sexual, siempre y cuando existiera una
infección en curso y no se utilizara preservativo.

Los hongos pueden ser unicelulares o pluricelulares. Las levaduras son


hongos unicelulares con forma oval (5-30 µm), inmóviles y que se dividen por
mecanismos diversos, especialmente por gemación. Deben considerarse
como hongos que han perdido su forma filamentosa y se han convertido en
organismos unicelulares. Cándida albicans es un hongo levaduriforme
saprofito y de carácter dimórfico (o difásico). Esto quiere decir que es un
organismo propio de la microbiota intestinal (también se encuentran en la
piel y en el aparato genitourinario aunque en menor medida) en su forma de
levadura y se alimenta de los restos mal degradados durante el proceso de
la digestión, en concreto de los hidratos de carbono, (con predilección por la
sacarosa, el “azúcar”) descomponiéndolos. Es dimórfico porque bajo
determinadas circunstancias puede formar pseudohifas convirtiéndose
entonces en patógeno.
Si bien existen diversos tipos de candidiasis clasificados principalmente por
su localización (oral, vaginal, pie de atleta....), nos referimos en particular a
la candidiasis intestinal, pues es de considerar que una infección micótica
focal y visible, puede ser indicio de una importante alteración del terreno
referido (como es común que ocurra) y sea de algún modo la punta del
iceberg. Normalmente la microbiota (conocida en modo genérico como
“flora intestinal”, si bien este término es incorrecto, en el sentido en que se
le dio este nombre cuando todavía se pensaba que las bacterias pertenecían
al reino vegetal) está formada por un conjunto de bacterias de distinto
carácter que gira en torno a 1014 de bacterias, lo que equivale más o menos
a diez veces el número total de células de nuestro organismo. La adquirimos
del medio externo a partir del nacimiento, a través del aire y los alimentos,
y cumple muy importantes funciones, a destacar:

- Diferenciación y desarrollo intestinal (especialmente las estructuras


linfáticas)
- Favorece la digestión de las fibras vegetales permitiéndonos la
utilización de las pequeñas cantidades de amidas contenidas en la celulosa.
- Promueve la síntesis de algunas enzimas como las proteasas y las
mucopolisacaridasas.
- Promueve la síntesis de vitaminas K, B2, B6, B12, folato y de la
biotina.
- Ejercita un efecto defensivo y de barrera, controlando la
proliferación de los agentes patógenos externos.
- Ejercita una acción protectora sobre la mucosa intestinal.
- Desarrolla una acción preventiva sobre la formación del cáncer de
colon.
- Sintetiza sustancias con acción antibiótica que controlan la misma
microflora.
- Controla la motilidad y la forma del canal intestinal.
- Mantiene un adecuado Ph intestinal.
- Estimula el metabolismo de los ácidos biliares y hormonas
esteroideas.
- Facilita la digestión de la lactosa evitando o reduciendo reacciones
de intolerancia a la misma.
- Estimulación de ciertos factores inmunológicos.
- Circulación enterohepática de hormonas esteroideas sexuales
(desconjugación de los estrógenos, permitiendo su absorción intestinal).
- Metabolismo de fármacos (degradación a metabolismos inactivos).

En la composición de la flora intestinal, influyen varios factores a través de


los cuales podemos modularla:
1. La acidez gástrica (hipercloridia o hipocloridia)
2. El peristaltismo
3. Las interacciones entre las bacterias (algunas especies inhiben o facilitan
el desarrollo de otras especies)
4. La alimentación (determina el tipo dominante de bacterias).
5. Los anticuerpos secretados por los plasmocitos de la pared intestinal.
6. La mucosidad
7. La capacidad de algunas células de adherirse a los receptores específicos
de las células epiteliales (de la mucosa).
Cuando por diversas razones el equilibrio del “ecosistema” microbiano
intestinal se ve alterado, puede verse favorecido el desarrollo de especies
patógenas. Este es un estado patológico que se denomina DISBIOSIS. Es el
caso de Cándida Albicans. No se sabe con certeza cuales son los mecanismos
específicos que disparan la mutación de este organismo, pero si se sabe que
está directamente relacionado con el estado inmunológico, el perfecto
estado eubiótico de la flora, el tipo de alimentación y la integridad física y
funcional de la propia mucosa intestinal. (1)

Imagen de colonias de cándidas en el interior del intestino delgado.

Algunas causas destacables que pueden favorecer este desequilibrio en


favor de las cándidas son:

- Tratamientos prolongados con antibióticos de amplio espectro.


- Tratamientos farmacológicos diversos. Terapias hormonales
(anticonceptivos), inmunodepresoras (corticosteroides), AINES... Entre
otros.
- Hábitos alimenticios inapropiados, exceso de azucares, carbohidratos
(especialmente refinados), comida basura, refrescos carbonatados.......

- Estrés.
- Intoxicación por metales pesados (principalmente mercurio y plomo).
- Estados inmunodeprimidos secundarios a patologías (cáncer, SIDA,
hepatitis......etc.).
- Disminución de las secreciones gástricas.
- Factores carenciales.

- Otros de menor importancia pero que participan de forma decisiva como


cofactores pueden ser toma de agua muy clorada, alimentos irritantes,
estrés oxidativo........
Por otro lado es necesario destacar que pueden existir diversos factores de
carácter constitucional y genéticos que crean una predisposición del
terreno. Es por lo que determinadas personas desarrollan esta enfermedad
bajo unas condiciones X, mientras que otras bajo idénticas condiciones no lo
hacen. De lo expuesto se deduce que la cándida es un organismo
OPORTUNISTA que precisa de unas condiciones específicas de carácter
sistémico y local para su desarrollo. Una vez que la cándida muta y se
extiende, perfora la membrana mucosa fijándose a ella por medio de las
hifas (a modo de raíz). Esta perforación de la membrana mucosa y la
variación de la composición cualitativa y cuantitativa de la microflora, es el
inicio de una cascada de acontecimientos que terminan por formar una
especie de retroalimentación (Feedback) patológica.

Es sabido que la acción metabólica de los hongos, genera gran cantidad de


residuos (metabolitos altamente tóxicos), de los que se conocen unas
ochenta sustancias diferentes. De estos es destacable el ácido tartárico, el
acetaldehído y la arabinosa. Cualquier manual de toxicología indica que el
ácido tartárico es una sustancia altamente tóxica. Una cantidad pequeña
como 12 gramos causa la muerte en humanos, sobreviniendo ésta desde 12
horas hasta 9 días después de su ingestión. Los síntomas gastrointestinales
son muy marcados (vómito violento y diarrea, dolor abdominal y sed),
seguidos de colapso cardiovascular y/o daño renal. Este compuesto daña
especialmente a los músculos y los riñones y pueden causar una nefropatía
de carácter fatal). El ácido tartárico es un análogo (una sustancia química
muy parecida) del ácido málico. El ácido málico es un compuesto intermedio
del ciclo de Krebs, un proceso bioquímico por el cual obtenemos energía de
los alimentos. Presumiblemente el ácido tartárico inhibe la producción
bioquímica del ácido málico, ya que el ácido tartárico es conocido como
inhibidor de una enzima del ciclo de Krebs llamada fumarasa que produce
ácido málico a partir del ácido fumárico.La arabinosa puede interferir con la
glucogénesis y puede provocar la formación de pentosidinas alterando
significativamente la estructura proteica, el transporte, solubilidad y
actividad enzimática así como desencadenar reacciones autoinmunes a las
proteínas modificadas.
El acetaldehido interfiere con los receptores del neurotransmisor
acetilcolina, produce histamina, bloquea enzimas metabólicas, destruye la
vitamina B6, deprime el sistema inmunitario, destruye el glutatión y la
cisteína, favorece la formación de sustancias vasoactivas (como la
adrenalina) y reacciona con la dopamina. Otro compuesto resultante de los
hongos, son determinadas fosfolipasas, que actúan debilitando la membrana
de las células de la mucosa (ya que como es sabido, los fosfolípidos son
parte integrante y fundamental de estas). Además, la Cándida puede
interferir seriamente dentro del sistema endocrino, ya que puede encajar
en determinados receptores hormonales de las células, compitiendo con las
propias hormonas, también pueden generar sustancias que encajan en dichos
receptores e igualmente pueden llegar a desarrollar receptores
hormonales.
Finalmente comentar otro metabolito de origen fúngico, el indol, de gran
importancia no solo por su toxicidad, ya que el indol es uno de los productos
de degradación metabólica del aminoácido triptofano, aminoácido precursor
de la serotonina, cuya función es fundamentalmente inhibitoria. Ejerce
influencia sobre el sueño y se relaciona también con los estados de ánimo,
las emociones y los estados depresivos. Afecta al funcionamiento vascular y
la frecuencia del latido cardiaco, regula la secreción de hormonas como la
del crecimiento. Cambios en el nivel de esta sustancia se asocian con
desequilibrios mentales como la esquizofrenia o el autismo infantil, así como
el trastorno obsesivo compulsivo y la depresión. Téngase en cuenta además,
que el triptófano es uno de los aminoácidos considerados esenciales. El
indol, es similar estructuralmente a muchas aminas biógenas, como por
ejemplo la citada serotonina, o sea, que químicamente y estructuralmente es
muy activo, por lo que tiene acciones muy importantes sobre sistema
nervioso y sobre muchos de los receptores nerviosos. Su acumulación juega
un papel importante en enfermedades dengenerativas como Parkinson,
psicosis, eszquizofrenia, alucinaciones, demencia y confusión mental entre
otras.
En general, se puede afirmar que los diversos metabolitos fúngicos actúan
de forma crítica sobre los procesos bioquímicos y enzimáticos orgánicos;
producen irritación, inflamación, y por diversos mecanismos, respuestas
inmunitarias también de diversa consideración. Por todo ello, se comprende
que pueden afectar muy seriamente a la salud.
Algunos de los trastornos asociados directa o indirectamente a la
candidiasis y/o que pueden estar en relación con esta son:
• Autismo.
• Trastornos por déficit de atención/hiperactividad .
• Síndrome de Rett.
• Convulciones.
• Depresión.
• Ansiedad.
• Psicosis infantil.
• Cistitis intersticial.
• Prostatitis.
• Fibromialgia.
• Síndrome de Fatiga Crónica.
• Trastorno generalizado del desarrollo.
• Colitis.
• Parasitosis.
• Esquizofrenia.
• Migrañas.
• Enfermedad de Alzheimer.
• Trastorno obsesivo compulsivo.
• Síndrome de Down.
• Síndrome de Tourette´s.
• Inflamación intestinal crónica.
• Enfermedad de Crohn.
• Colitis ulcerosa.
• Colon irritable.
• Hipoglucemias.
• Patologías alérgicas.
• Patologías de carácter autoinmune.
• Ulcera gastroduodenal
• Atopía

CANDIDIASIS INTESTINAL (2ª parte),CANDIDIASIS CRÓNICA


CANDIDIASIS CRÓNICA

Fig. 1 CIRCULO VICIOSO CREADO POR LA INGESTA FRECUENTE DE


ANTIBIÓTICOS

Los síntomas de la candidiasis crónica pueden ser muy diversos y variados,


realmente produce un cuadro muy florido y confuso del cual citamos los más
generales o comunes (no todos se dan simultáneamente, por supuesto, cada
persona desarrolla un determinado conjunto de síntomas):

- Cansancio
- Malestar general
- Dolor muscular y de articulaciones.
- Hinchazón abdominal.
- Diarrea y o estreñimiento.
- Depresión anímica
- Irritabilidad y o inquietud
- Incapacidad para concentrarse.
- Molestias vaginales o prostáticas
- Dolores de cabeza.
- Dolores abdominales
- Digestiones pesadas
- Disminución de la capacidad de concentración.
- Reacciones alérgicas de diversa incidencia.
- Picor anal.
- Aparición de aftas bucales.
- Inflamación y sangrado de encías.
- laringitis y faringitis recurrentes o crónicas.
- Gases intestinales.
- Desorientación o sensación de borrachera.
- Pérdida de memoria.

Debido tanto a la agresión mecánica como química por parte de las cándidas,
se produce una inflamación de la mucosa intestinal, que a su vez aumenta la
permeabilidad de esta, originando así el síndrome de hiperpermeabilidad
intestinal, a partir del cual surgen gran diversidad de patologías de
carácter inmunitario e inflamatorio (principalmente). De forma consecuente
se da una disminución de la capacidad enzimática del intestino; aunque
también se ven afectadas otras secreciones como las hormonales
(secretinas Pej.), las mucinas, los tripéptidos y factores inmunitarios (como
las lisozimas); con la consiguiente disminución y empobrecimiento de la
capacidad digestiva y defensiva de esta importantísima estructura, y por
ende, del conjunto orgánico.
Como se ve, recapitulando, se produce una cascada de acontecimientos (de
los cuales solo se citan tal vez los más importantes) que generan un círculo
vicioso de incalculable impacto en la salud, y que presenta importantes
dificultades en el diagnóstico dado el extraordinario desconocimiento que
existe, en general, sobre la importancia crítica y sistémica que posee la
estructura intestinal y el correcto equilibrio de su microflora. A esto hemos
de sumarle, que las infecciones por cándida son difíciles de detectar por
medio de biopsias o coprocultivo de heces, dada su localización por colonias
y su extremada adherencia al epitelio. Los métodos serológicos resultan un
tanto imprecisos (aunque pueden ser buenos indicadores orientativos). Por
inducción, se deduce de todo los expuesto, que las pruebas más fiables son
las efectuadas a través de la medición de los metabolitos micóticos (ácidos
orgánicos) en orina, existiendo muy pocos laboratorios capacitados para
realizar dichas pruebas, o también, la determinación de la composición de
microorganismos de las heces realizado igualmente mediante técnicas
avanzadas con la tecnologías apropiadas (laboratorios Great Plains y Great
Smokies en USA). Nótese hasta que punto es difícil el diagnóstico por los
procedimientos habituales y pretendidamente válidos, que incluso en las
vulvovaginitis micóticas, que cursan con síntomas tales como picor,
inflamación, secreciones blancas o amarillentas y dolor, muchas veces los
cultivos realizados a partir del exudado vaginal dan un negativo. También es
válido el ejemplo para comprender los efectos de este organismo en la
mucosa intestinal, donde no tenemos una apreciación directa (inflamación,
dolor, secreción de sustancias irritantes, etc..)

Diseminación de Cándida a través de la circulación venosa después de


penetrar en las células del epitelio intestinal.
Se podría hacer una clasificación valorando la magnitud de la infección, no
solo en lo referente a la localización y extensión, sino especialmente a su
gravedad originada a partir de los factores ambientales y endógenos
(principalmente) incidentes, pero en virtud a lo expuesto, y dada su
condición multifactorial baste decir que puede ser tanto de carácter muy
grave (tal como los casos originados por estados de inmunodepresión
importantes, como el SIDA), leves (tal como cierto picor anal tras un breve
tratamiento antibiótico) o de grado intermedio (como puede ser una
candidiasis dentro de un cuadro de síndrome de fatiga crónica, donde la
vida de la persona no corre riesgo pero su calidad de vida está
completamente deteriorada). En cualquier caso entiéndase que la principal
dificultad en su tratamiento es la consideración de que una vez adquirida la
condición de candidiasis, aunque aparentemente superada, el sujeto debe
considerarse como un crónico asintomático, dada la gran tenacidad del
hongo en cuestión y su extraordinaria capacidad de adaptación a los
distintos agentes antimicóticos. Pero principalmente porque los
antimicóticos rompen la membrana celular del hongo, pero este no muere,
sino que queda temporalmente inactivado en estado latente, en espera de
que se produzcan nuevamente condiciones favorables para su desarrollo. Es
una dificultad añadida el hecho de que puede igualmente quedar fijado en
pliegues inaccesibles y profundos de las mucosas (por citar algunas de las
razones).
Desde el punto de vista inmunológico, podemos articular dos razones
fundamentales que explican la tenacidad y recurrencia de estas infecciones
en algunos casos:“Se define el complemento como un sistema funcional de
unas 30 proteínas del suero, que interaccionan entre sí de modo regulado
formando una cascada enzimática, permitiendo una amplificación de la
respuesta humoral. La activación y fijación del complemento a
microorganismos constituye un importantísimo mecanismo efector del
sistema inmune, facilitando la eliminación del antígeno y generando una
respuesta inflamatoria.”
Es sabido que algunos microorganismos expresan moléculas que inhiben la
acción del complemento, C. albicans es uno de ellos. En concreto y a título de
curiosidad, moléculas parecidas a CR2 y CR3; está última presenta
homología antigénica con el CR3 humano. Todas estas moléculas pueden
proteger a los microorganismos frente a consecuencias habituales de la
fijación de anticuerpos y factor de complemento. Por Ej. impiden que
ciertos receptores de las células fagociticas del huesped (persona
infectada) reconozcan las IgG o C3 (sustancias que marcan a los antígenos
para ser atacados por las células inmunológicas).
Otra consideración de gran importancia relacionada con la inmunidad y la
candidiasis crónica, es que se ha reconocido una hipersensibilidad de tipo
retardado (tipo IV) frente a los antígenos fúngicos, y la ausencia de estas
reacciones se asocia con infecciones crónicas. Por lo tanto, hablamos de un
factor celular presente en aquellas personas que manifiestan candidiasis
recurrentes o crónicas.
El tratamiento sintomático y directo con antifúngicos no es efectivo de cara
a la erradicación del problema, dado que debe ser abordado desde una
perspectiva etiológica. Son especialmente desaconsejables los tratamientos
antimicóticos sistémicos de síntesis farmacéutica, tales como el fluconazol,
itraconazol, etc., por dos razones principales:
1.- Son altamente hepatotóxicos y lesionan la mucosa
gastrointestinal(agravando el problema de hiperpermeabilidad).
2.- Junto con los hongos, erradican al resto de la flora, por lo que a la
tenacidad de la cándida se le suma la ausencia de organismos que puedan
competir con ella para la colonización del espacio vital y alimento. Por lo que
es muy usual que se produzcan rebotes de la infección, reapareciendo esta
con más fuerza si cabe. Otra consideración importante es que al existir
una permeabilidad aumentada y encontrarse la barrera mucosa perforada
por las hifas, pueden penetrar en la sangre nuevas levaduras (también
bacterias y residuos de la digestión) adquiriendo una distribución sistémica
capaz de infectar otros órganos y estructuras.A todo esto, (incido de forma
especial en este concepto) es importante exponer que la
hiperpermeabilidad intestinal es una seria condición que muchas veces (la
mayoría) no da una clínica precisa y clara. Pero es un factor raíz y
subyacente, tal como se ha mencionado anteriormente, a muchas patologías
de carácter alérgico o inmunológico (principalmente) en su más amplio
sentido. Esto es debido al paso de macromoléculas al torrente sanguíneo (y
otras sustancias y organismos como ya se indicó) que dan lugar a respuestas
inmunitarias no anafilácticas (intolerancias alimentarias), sino moduladas por
las IGG, respuesta más lenta que puede dar manifestaciones visibles a
partir de las 24 o 48 horas subsiguientes a la ingesta de las mismas.
Estas reacciones pueden provocar síndromes dolorosos de todo tipo, puede
producir sensibilizaciones a distintas sustancias, dolor de los ganglios
linfáticos, alteraciones cutáneas y en general un abanico de disfunciones
inespecíficas que cubren un amplio espectro de terrenos. Obsérvese a este
respecto la incidencia de los péptidos de la leche y el trigo (caseomorfina y
gliadinorfina) en los procesos autistas (existe abundante bibliografía al
respecto, recomiendo los estudios realizados por el Dr. Willian Shaw y col).
A modo indicativo digamos que la digestión es el proceso mediante el cual se
reducen los principios inmediatos en sustancias más sencillas para ser
absorbidas y utilizadas (los carbohidratos en glucosa, las proteínas en
aminoácidos y las grasas en ácidos grasos). Cuando nos referimos a
macromoléculas, compréndase que predominantemente nos referimos a
elementos de esta naturaleza que no han sido debidamente digeridos. En
este proceso las enzimas juegan un papel no fundamental, sino
imprescindible.
Existe una prueba de laboratorio muy efectiva para valorar la permeabilidad
del intestino, pero igual que en los casos anteriores, lamentablemente, son
muy pocos los laboratorios que la realizan y menos aún los profesionales que
la piden (por desconocimiento como hemos señalado). En España, uno de los
laboratorios que la realiza (el único del que tengo conocimiento) es el grupo
Sabater cito en Barcelona.Dada la conexión directa que tiene el hígado vía
porta (la vena porta recoge el contenido de la absorción intestinal y lo lleva
directamente al hígado), considerando que este órgano es la gran planta
bioquímica del organismo, responsable (entre otras cosas) de la
desintoxicación del mismo, es fácil deducir el tremendo impacto que posee
sobre este la hiperpermeabilidad del intestino y las consecuencias derivadas
de este hecho. Es decir, la absorción e introducción de sustancias mal
degradadas y tóxicas, consecuencia de una deficiente capacidad de
digestión, absorción y filtrado, provocando un estado congestivo por estrés
tóxico en el hígado. Como consecuencia, todo el metabolismo se ve afectado.
A esto, sumémosle la carga de tóxicos generada por la infección micótica.El
resultado final de esta sumatoria es una autointoxicación de carácter
crónico, de donde resultan diversos bloqueos metabólicos (de similar
naturaleza a los descritos en el apartado referente a los metabolitos
fúngicos, donde vimos como algunos de estos, bloquean la conversión de unas
sustancias en otras, inhibiendo una determinada enzima y en consecuencia
bloqueando una ruta metabólica determinada). En base a lo expuesto, y dado
que en la actualidad los factores de riesgo son en gran medida muy
abundantes, y muchas de tales circunstancias son un denominador común en
la vida actual de la gran mayoría de las personas (especialmente en las
urbes), las candidiasis son cada vez más frecuentes.
La terapéutica más apropiada desde mi experiencia personal e investigación,
es un tratamiento biológico e integral que comprenda y module todos los
parámetros susceptibles de modificación. Esta terapia debe ser efectuada
protocolariamente mediante distintas etapas (adaptadas a las condiciones
particulares del enfermo), encaminadas y dirigidas hacia la
reestructuración de todos los factores implicados (mencionados algunos de
ellos).
Esta pauta requiere según la gravedad de los casos de varios meses
(dependiendo del tiempo de evolución y gravedad que se presente), en los
que el organismo afectado debe ir recuperando sus ritmos biológicos y
regenerando sus tejidos y funciones a un ritmo que le es natural y no
impuesto mediante estimulación farmacológica, y donde las pautas
dietéticas son el pilar fundamental. A partir del tratamiento y recuperación,
el paciente debe observar en lo sucesivo una serie de condiciones higiénico-
dietéticas a lo largo de su vida, condiciones que no necesariamente tienen
que ser inflexibles y rigurosas pero que sí deben representar la norma
general. Esto será así, hasta que se descubra la forma de erradicar
(efectivamente) a estas levaduras que de cándidas solo poseen su nombre
(aunque existe un fármaco de uso hospitalario, que según parece, si
presenta esta capacidad).
Concluyendo, queda claramente expuesta la importancia extraordinaria que
tiene esta patología incomprensible y negligentemente soslayada por los
profesionales de la salud, y se comprenden las razones por las que puede
relacionarse con tantas enfermedades (consideradas de carácter idiopático
muchas de ellas). A su vez, queda dicho entre líneas, que a la hora de
abordar su tratamiento es necesario hacer un estudio global del paciente
(nunca sintomático), en donde la alimentación (la supresión de determinados
carbohidratos) es sin duda la piedra angular del mismo.
(1) Se ha descrito que la transición levadura hifa en C. albicans está
inhibida por la 1,4 diamino-2-butanuna (DAB), un inhibidor competitivo de la
Ornitina Descarboxilasa (ODC), la primera enzima implicada en la síntesis
de poliaminas. Cuestión está que abre un prometedor campo de investigación
hacia la prevención y tratamiento de esta enfermedad.
(2) Los laboratorios de los que tengo constancia que realizan las pruebas
analíticas comentadas pueden encontrarse en la web a través de los
siguientes links:

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