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Argumentos a favor y en contra de la resocializacin

La idea de resocializar a los delincuentes ha recibido muchas crticas. Contra las teoras retribucionistas o absolutas para las que la pena es un fin en s misma, para las teoras preventivas especiales, la pena es un instrumento para combatir el crimen. En este caso desde la resocializacin del individuo. El punto de partida es racional: evitar la reincidencia del autor y la estructuracin de la pena, segn las caractersticas del autor: intimidar al delincuente ocasional que no necesita correccin, correccin para el que la necesita, puede y quiere ser resocializado y apartar de las calles a aquel que no tiene remedio. De esta manera, que la idea aun siendo tan criticada no se sale de los bordes de la lgica. Adems, pensando en la pena prctica, esta no debe tener otro sentido que el facilitar la integracin en la sociedad al delincuente una vez cumplido el castigo, hacer sencilla la convivencia y as apartarlo ms contundentemente del delito. No obstante, como deca, se han criticado mucho esta idea de la resocializacin. No todo delincuente necesita ser resocializado, ni puede o quiere serlo. Qu modelos de conducta les haremos seguir durante ese tratamiento resocializador? Qu resultados exactamente estamos buscando? Qu medios usaremos? En respuesta a la primera, es ambigua su respuesta, existen diferentes modelos sociales, en los que se propugnan conductas diferentes. A la segunda, podemos referirnos con programas de mximos o de mnimos. En los primeros peligra la libertad del reo y en los segundos peligra la efectividad y estabilidad del tratamiento. Sin embargo, la respuesta sigue siendo poco consistente. Cul es el mnimo y cual el mximo? La pena es una castigo, un mal impuesto al delincuente por llevar a cabo una conducta nociva para la paz y convivencia sociales. Aplicarla para el bien del delincuente, sera contradictorio. Adems es imposible resocializar a un individuo apartndolo de la sociedad y de su libertad. En la crcel no hay posibilidades de ello y si muchas de estigmatizacin. Por otro lado, no solo el penado debe resocializarse, la sociedad tambin debe tomar parte en el asunto, disminuir su influencia crimingena. El debate sobre la resocializacin debe renovarse con argumentos empricos.

Jesus Cabrera Alvarez

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