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CARTA LA MAESTRO, Pablo Latap Ser maestro tiene su cara luminosa y su cara oscura.

En el lado oscuro se puede anotar el bajo sueldo y, ms a fondo, lo que ese sueldo significa: el poco reconocimiento social hacia el maestro. Son tambin los escasos recursos con que cuentas para realizar tu tarea y la poca atencin que les mereces a las autoridades. Tambien se puede agregar la corrupcin en el medio magisterial; reglas del juego poco edificantes que tienes que aceptar; a veces manipulacin, abusos y un doble lenguaje que molesta. Hay tambin rivalidades, murmuraciones, envidias y zancadillas de algunos compaeros. A todo lo anterior se le pude sumar la pobreza de los alumnos que les dificulta tanto aprender; la testarudez, indisciplina y rebelda de algunos muchachos en el aula; la ignorancia, a veces, de los padres de familia que no saben estimularlos ni corregirlos, y la maledicencia, que nunca falta, en la comunidad. Competir con la "tele", los videos y los cantantes de moda.

Dentro del lado luminoso podemos anotar el ver aprender, presenciarlo, ms como testigo que
como actor, es la satisfaccin fundamental de quien ensea. Ver aprender es ver crecer y madurar a los nios y jvenes, comprobar que adquieren capacidades que no tenan, que hablan mejor, que juzgan por s mismos y que van saliendo adelante. Otro punto a anotarse en el lado luminoso es el poder entrar al alma de un chico o una chica y ayudarle a encontrarse, a afirmar paulatinamente su carcter, a descubrir sus emociones, quizs a superar sus temores y angustias. Si tienes vocacin de maestro, concluirs que el lado luminoso siempre ser ms fuerte que el lado oscuro.

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