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de renta y sobre las ventas del período fiscal 1999, período en que la señora
SEÑORA XXX fungía en calidad de socia y miembro de la Junta Directiva
(representante legal y presidente), por tanto no cabe que eluda esa responsabilidad
para ese período, ni siquiera si dejó de ser accionista a partir del 30 de julio del
2002, tampoco si la sociedad terminó su plazo social. Por otra parte, en relación a la
modificación de la estructura de una sociedad, en cuanto a la participación del
capital social, para que tuviera efectos ante terceros, ésta debía cumplir con ciertos
requisitos, entre ellos, publicarse primero en un extracto en el periódico oficial y
además, inscribirse ante el Registro Mercantil del Registro Público de conformidad
con lo que establece el artículo 19 y 235 del Código de Comercio y el artículo 22 del
Reglamento de la Ley Sobre Inscripción de Documentos en el Registro Público, lo
cual no consta en los autos. Asimismo, aquella Administración también le indicó que
el acto no presenta ninguna falta de requisitos como acto administrativo, debido a
que los traslados de cargos fueron motivados al indicarle que fungía como
responsable solidaria sobre los ajustes practicados a la sociedad de cita; la señora
xxx fungió en el período fiscal 1999, como accionista y miembro de la junta
Directiva, aspecto que se le indicó en los traslados mencionados. Además, como
parte de la motivación de los traslados de cargos, se le citó el artículo 22 inciso b)
del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, de lo cual se concluyó que los
socios y/o accionistas son responsables solidarios ante el fisco por las deudas
tributarias determinadas a empresas ya liquidadas. Por último, la Administración
Tributaria le indicó, que la certificación pública sobre la naturaleza y propiedad de
las acciones, y certificación pública del plazo social de NEGOCITO DE LA
SEÑORA XXX S.A. ., no constituyen pruebas idóneas para desvirtuar la solidaridad
que se le imputa a la interesada, máxime que la supuesta condición de no accionaria
a partir del 30 de julio de 2002, no se encuentra debidamente demostrada. (Folios
105 al 109).- ****
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observa en el folio 93 del expediente No. 8647. Octavo- Que debido a lo anterior, la
Administración Tributaria Zona Sur, notificó a la señora SEÑORA XXX , el 08 de
noviembre del 2004, en calidad de responsable solidario, los traslados de cargos Nos.
2752000003557 y 2752000003532, correspondientes a las determinaciones de los
impuestos sobre la renta del período fiscal 1999 y general sobre las ventas de octubre
de 1998 a setiembre de 1999, que se confeccionaron a NEGOCITO DE LA SEÑORA
XXX S.A. . (ver folios 57 a 85 del expediente 8647 de SEÑORA XXX ). Expuestos los
antecedentes anteriores, esta Sala concluye, que sin lugar a dudas, durante el período
fiscal 1999, según consta en los diferentes documentos y actuaciones de la
fiscalización, la señora SEÑORA XXX , fungió como “socia” y “Presidente”,
teniendo a su cargo la representación legal de la sociedad NEGOCITO DE LA
SEÑORA XXX S.A. ., hecho que es el fundamento base del presente caso, pues en el
período auditado a la sociedad, ella tenía las calidades mencionadas. Es importante
agregar, que el principio de contabilidad denominado “Período Contable”, determina
que las operaciones de los negocios deben ser medidas en períodos, siendo éste el
mecanismo mediante el cual una empresa registra sus operaciones en un tiempo
determinado, para así medir su grado de eficiencia, el cual se reflejará en los Estados
Financieros, donde mostrarán, para un período dado, que en el presente caso
corresponde desde el 1° de octubre de 1998 al 30 de setiembre de 1999, los ingresos
realizados y gastos incurridos para generar dichos ingresos; aspecto que se vería
modificado en una eventual fiscalización, cuyas diferencias con el Fisco, se le
comunicarían al representante legal de esa sociedad en ese período específico, a saber,
en el caso presente se le notificó a SEÑORA XXX , en calidad de representante legal
de la sociedad supra citada. Debido a lo anterior, este Tribunal señala que lo sucedido
en un determinado período contable (1999), se le debe hacer del conocimiento del
representante legal de la sociedad que los genera, o en su defecto, acorde con lo que en
derecho procede, a los socios de dicha sociedad, acto que es el que nos ocupa en el
presente expediente. De conformidad con el principio de legalidad establecido en el
artículo 11 de la Constitución Política y su similar de la Ley General de la
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Administración Pública, los funcionarios públicos sólo pueden realizar aquellos actos
que estén expresamente autorizados por el Ordenamiento Jurídico. En ese sentido, y
atendiendo a que la Administración Tributaria Zona Sur determinó que SEÑORA XXX
, fungía como responsable solidaria de la sociedad citada, es criterio de ésta Sala
revisar el fundamento jurídico que utilizó la Administración Tributaria, que concluyó
con el instituto de la responsabilidad solidaria a cargo de la apelante. El artículo 22,
inciso b) del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, dispone: “(…) b) (…)
para estos efectos, los socios o los accionistas de las sociedades liquidadas también
deben considerarse sucesores. (…)” (el subrayado no es del original). De dicha norma,
este Tribunal determina lo siguiente: Primero- Que atendiendo a la escritura No. 186-
27, celebrada el 06 de agosto del 2002 (Ver folio 93 del expediente 8647, de SEÑORA
XXX ), la sociedad NEGOCITO DE LA SEÑORA XXX S.A. ., redujo el plazo social a
cinco años, es decir, que la sociedad finalizaría a la vida jurídica el 13 de noviembre
del 2003; dicho acto es regulado por el legislador, a saber- el artículo 201 inciso a) del
Código de Comercio, establece que- “(…) Las sociedades se disuelven por cualquiera
de las siguientes causas: a) El vencimiento del plazo señalado en la escritura social;
(…)”; por su parte, el artículo 209 de ese mismo cuerpo normativo dice- “(…)
Disuelta la sociedad, entrará en liquidación conservando su personalidad jurídica
para los efectos de ésta. (…)” (el subrayado es propio). De una interpretación
armoniosa y jurídica de los artículos citados, se concluye que la sociedad NEGOCITO
DE LA SEÑORA XXX S.A. ., había iniciado el proceso de liquidación. Segundo- Es
necesario profundizar en la legislación que regula el término de socio. En esa
dirección, del Código de Comercio, se extracta lo siguiente: “(…) Artículo 137: Las
sociedades anónimas que emitieren acciones nominativas llevarán los registros
necesarios en que anotarán: (…) a) El nombre, la nacionalidad y el domicilio del
accionista; la cantidad de acciones que le pertenezcan, expresando los números,
series, clases y demás particularidades; (…). Artículo 140: La sociedad considerará
como socio al inscrito como tal en los registros de accionistas, si las acciones son
nominativas; y al tenedor de éstas, si son al portador. (…) Artículo 687: Son títulos
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con el fin de continuar las gestiones de cobro de la deuda tributaria. En éste sentido, la
jurisprudencia ha señalado- “(…) Tratándose de acciones de simple declaración de
obligaciones, nunca puede ser necesario el litis consorcio, aunque sí pueda
producirse voluntariamente, porque la obligación es por su naturaleza
individualizada por la persona del obligado, y, como tal susceptible de una
declaración judicial también individual. Consecuentemente en virtud de una
obligación de esta naturaleza, surge una litis consorcio facultativa, como lo establece
el artículo 107 del Código Procesal Civil, en cuyo caso el acreedor puede reclamar la
obligación contra todos los deudores solidarios o bien solo contra uno de ellos.
Doctrina del artículo 640 del Código Civil (…)”. (Sentencia del Tribunal Superior
Segundo Civil No. 550 de las 10 hrs. del 31 de octubre de 1990, publicada en la
Revista Judicial No. 59). Igualmente la Sala Constitucional ha establecido: “De
conformidad con el conjunto de normas que se han transcrito, la obligación tributaria
en este caso es solidaria. Esto significa que de conformidad con la ley y la doctrina
de las obligaciones solidarias, es facultad legal de la Administración Tributaria,
escoger a un sujeto pasivo cuando ocurra el fenómeno de la solidaridad. (…)”
(Resolución No. 2626-96 de 14 horas 57 minutos del 31 de mayo de 1996). Este
Tribunal considera que la interpretación anterior en el subexámine, es la que más se
ajusta a la doctrina y legislación imperante sobre la materia, pues tratándose de la
solidaridad en materia tributaria, aplicando el principio de discrecionalidad
administrativa, que regula los actos discrecionales de los órganos administrativos, es lo
más lógico y razonable que siempre quede a juicio de la Administración Tributaria
determinar en estos casos, contra quién o quiénes se inicia el proceso de determinación
con el objeto de garantizar un procedimiento efectivo y eficaz que conlleve a una
recaudación pronta y segura, máxime que la sociedad está en proceso de disolución,
por lo que la Administración Tributaria, acude a los socios como solidarios
responsables. Por otra parte, se indica, que por el principio de legalidad establecido en
los numerales 11 de la Constitución Política y su similar de la Ley General de la
Administración Pública, al aplicar al caso que nos ocupa, lo normado en el artículo 22
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inciso b), citado, no implica que se han llevado a cabo actos extemporáneos, debido a
que la responsabilidad solidaria a la que la oficina actora hace mención, respecto de los
ajustes al impuesto sobre la renta y general sobre las ventas del período fiscal 1999, la
apelante tenía la condición de socia y además era miembro de la Junta Directiva, y por
tanto no le cabe el eludir una responsabilidad que la normativa legal establece como
socia. Además, en cuanto a la prescripción del período fiscal 1999, de previo, esta Sala
ha señalado que para el período fiscal 1999 el término de la prescripción es de cuatro
años, pues de conformidad con los principios de irretroactividad de las normas y el de
seguridad jurídica, no se puede aplicar a períodos fiscales anteriores la Ley No. 7900,
que entró en vigencia a partir del 1° de octubre de 1999, en la cual modificó el plazo de
la prescripción al acortar el término de cuatro a tres años. Al respecto, este Tribunal ha
manifestado- “(…) Es criterio de este Tribunal, que en el caso de autos, tratándose de
disposiciones legales, que extinguen obligaciones tributarias, las mismas son de
carácter sustantivo y no normas de procedimiento, para pretender su aplicación
inmediata, tal y como igualmente lo ha resuelto la Sala Constitucional en sentencia
S.C.V. 3740/99 de l6 horas 18 minutos del l9 de mayo de l999. Con el criterio citado,
la Procuraduría, vía analógica e integrativa, contraviene el principio de legalidad y
reserva de ley establecidos en los artículos 11 y 121 inciso 13) de la Constitución
Política y de la Ley General de Administración Pública, y 6 del Código de Normas y
Procedimientos Tributarios, al establecer una nueva causa de extinción de las
obligaciones tributarias, al acortar retroactivamente el plazo de prescripción de
cuatro a tres años a periodos fiscales ya concluidos y sobre los cuales se habían
establecido las reglas de juego claras y precisas, sobre todo que no existió transitorio
alguno que de manera expresa estableciera dicho plazo para periodos anteriores. Con
el criterio citado, se causan funestas consecuencias económicas a la Hacienda
Pública, violándose flagrantemente el principio de legalidad citado. Precisamente,
por el principio de seguridad jurídica, indicado por aquella Procuraduría, debió
respetarse la disposición sobre prescripción vigente para aquellos períodos, que ya
tenían un plazo establecido expresamente por la Ley 7535, sea de cuatro años.
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