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Juez y democracia

Carlos Peña González

¿Qué pudo ocurrir para que, de pronto, desconfiáramos de los jueces demasiado fieles a la
ley y empezáramos a demandar jueces más activos, dispuestos, incluso, a apartarse de ella
en nombre de ideales más evocadores?. ¿Por qué a veces incluso, en vez de preocuparnos,
nos alegramos cuando algunos jueces desafían la ley?.

El papel de los jueces en la de quicio, es verdad, una frase estoica,


democracia. los jueces deben ser esclavos de la ley.
¿Qué pudo ocurrir para que ahora, a
veces, creamos más bien lo opuesto y
veamos virtudes allí donde la mayoría de
quienes contribuyeron a forjar la idea
democrática, en cambio, advirtieron

L a relación de los jueces con la vicios?. ¿Qué pudo ocurrir para que, de
democracia ha sido casi siempre pronto, desconfiáramos de los jueces
problemática y, en general, los demasiado fieles a la ley y empezáramos
autores que pudiéramos denominar a demandar jueces más activos,
clásicos, solieron llamar la atención dispuestos, incluso, a apartarse de ella
acerca de los peligros que reviste para la en nombre de ideales más evocadores?.
democracia contar con jueces demasiado ¿Por qué a veces incluso, en vez de
activos. Montesquieu sugirió que ese preocuparnos, nos alegramos cuando
tipo de jueces, que a veces se ven algunos jueces desafían la ley?.
tentados, por muy buenas razones, a
juzgar por sí mismos, son propios del Hay varias razones, sin duda, para que
gobierno despótico y Locke, por su una transformación semejante se haya
parte, recordó que en un Estado bien producido.
ordenado la única voluntad a la que
todos debemos obediencia es la A veces los defectos del proceso político
voluntad pública expresada en la ley. y la insatisfacción que eso nos causa,
Sobra decir que Rousseau, quien nos mueve a demandar de los jueces
practicamente no menciona a los jueces decisiones que la política fue incapaz de
en el Contrato Social –él prefiere, como proveer. Inspirados en ciertos ideales de
Locke, hablar de los legisladores- justicia material, para los que el proceso
considera, también, que los jueces político parece tosco o demasiado lento,
deben ser una parte subordinada, como las mayorías alientan a veces a los
gusta decir este autor, de la ciudad. Ni el jueces a que resuelvan por sí mismos lo
republicano, ni el liberal, ni el demócrata que las reglas procedimentales de la
-ni Montesquieu, ni Locke, ni Rousseau- democracia impiden alcanzar. En otras
creyeron, en otras palabras, que los ocasiones, las minorías que se sienten
jueces tuvieran mucho que decir cuando amenazadas por los procesos de
se trata de la democracia, ellos más bien modernización y la inevitable diversidad
parecieron pensar que mientras menos que ella produce y conlleva, buscan en
dijeran y más se subordinaran a la ley, los jueces el refugio para sus creencias.
su contribución sería mayor. Como En otras palabras, las mayorías
sugirió Andrés Bello, sacando un tanto insatisfechas buscan superar en el foro
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judicial lo que, por motivos diversos, no estúpidas o malignas, y recurriríamos a
logran obtener mediante el proceso los jueces, quienes, al decidir en base a
político, y las minorías, por su parte, la justicia, nos darían así un momento
intentan a veces sujetar, mediante la de respiro. Este punto de vista –que
decisión judicial, procesos sociales o como es obvio, he exagerado un tanto-
decisiones que amenazan su forma de reposa sobre una desconfianza
vida o sus creencias. Por supuesto, en epistemológica en la democracia.
todos esos casos la presión para que los Quienes así piensan, sugieren que del
jueces se aparten o relativicen su lealtad hecho que una decisión sea adoptada
a la ley, es presentada como una por la mayoría de los involucrados, no se
consecuencia que se sigue de la sigue ninguna razón para estimarla
particular índole de la función judicial. moralmente correcta o inevitablemente
Las peculiares características que justa. El viejo argumento de Condorcet a
presentaría el papel de los jueces, favor de la democracia –la democracia,
permitirían fundamentar ese conjunto de dijo Condorcet, es preferible porque hay
peticiones y de demandas que, como menos probabilidades de error cuando
sabemos, son cada vez más frecuentes, son muchos los que adoptan una
sobretodo, en materia constitucional. decisión- es rechazada por este punto de
vista que piensa que del hecho que la
Revisar algunos de los puntos de vista mayoría crea algo, no se sigue que
que suelen esgrimirse cuando se nosotros debamos creer en ello también.
demanda esa actitud de parte de los
jueces puede ayudarnos, eso espero al Junto a esa tesis epistemológicamente
menos, a elucidar mejor cuál es el papel desconfiada en la democracia, hay otra
de los jueces en una democracia. tesis que sugiere que la propia índole de
la ley deja abiertos inevitables
Hay quienes creen que el papel de los intersticios por los que se cuela, por
jueces, sobretodo en una democracia, decirlo así, la discreción de los jueces,
consiste en satisfacer nuestro insaciable de manera que, incluso en una
deseo de justicia y creen, entonces, que democracia, habrá ocasiones en que los
la lealtad irrestricta a ese deber los jueces debieran decidir por sí mismos, y
obliga, en ocasiones, incluso a ser con prescindencia de la voluntad
infieles a la ley. Los jueces, por razones ciudadana, los casos que ante ellos
que a primera vista se nos escapan, comparecen. Quienes así piensan no
estarían en mejores condiciones que desconfían de la democracia, sino del
usted o yo para decidir lo que es, en lenguaje y de la capacidad de previsión
cada caso, justo, y debieran esforzarse del legislador. Piensan que el lenguaje
entonces en declararlo en los casos que que empleamos es inevitablemente
ante ellos comparecen. Los jueces, tosco y abierto, lo que, sumado a la
según este punto de vista, en vez de incapacidad humana de preverlo todo,
interpretar las reglas, deben decir o genera vacíos o vaguedades que,
declarar el derecho, leer, por así decirlo, llenados o superados por el juez, ayudan
la arquitectura moral del universo a la voluntad ciudadana a superar sus
buscando la solución del caso y inevitables insuficiencias. Una versión
esmerarse luego, mediante la más aguda y más extrema de este punto
interpretación, en que la ley acoja esa de vista que examino, es la que sugiere
respuesta. Los ciudadanos estaríamos, a que la precedente situación no es
veces, agobiados por leyes toscas, excepcional, sino consustancial al

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lenguaje que empleamos y mediante el incómodos frente a ese hecho, pensando
cual la ley llega hasta nosotros, y que, que en vez de mejorar la calidad de la
por lo mismo, el texto no sería a fin de democracia la deteriora?.
cuentas más que un pretexto, por
decirlo así, para alcanzar decisiones y La respuesta a esas preguntas depende,
justificarlas. por supuesto, de lo que entendamos por
democracia y es este el asunto que
Ese par de tesis que, en sus rasgos más deseo considerar ahora con miras, como
gruesos, acabo recién de dibujar, digo, a evaluar las tesis que acabo
proveen de razones a esa actitud –cada recién de presentar.
vez más extendida- conforme a la cual
solicitamos a los jueces que mejoren lo Como ha sido dicho infinidad de veces,
que nos parecen torpezas, vacíos o la democracia es extraordinariamente
insuficiencias del derecho legislado, en el prestigiosa y popular; aunque las
que, conforme a un viejo ideal, subyace personas que se dicen demócratas no
la voluntad común de los ciudadanos. siempre parecen estar del todo de
Todas esas tesis estimulan el deseo de acuerdo acerca de en qué ella consiste.
promover los intereses y puntos de vista Si descontamos los casos algo grotescos
que mantienen los diversos grupos de quienes se llaman a sí mismos
sociales no mediante el proceso político, demócratas, pero, al mismo tiempo, no
sino, en una medida relevante, mediante admiten la disidencia o la competencia
el proceso jurisdiccional. Una de esas entre partidos, y si descartamos también
tesis –la que está animada por los el extremo, que hasta hace poco tiempo
defectos epistemológicos de la sostenían en Chile, sin rubor alguno,
democracia- alientan a los jueces a personas serias, conforme al cual la
corregir los resultados de la voluntad democracia debía ser protegida –una
popular mostrándole lo que ella no fue manera algo elusiva de decir que no
capaz de ver; la otra tesis, por su parte debía ser plenamente abierta- si
–la que acentúa los defectos linguísticos descartamos, como digo, esos extremos,
de la ley- le enseña a los jueces que en las discrepancias acerca de las
algún momento se quedan solos, sin características de la democracia siguen
ningún auxilio. Ambas tesis enseñan a en pie. En la democracia de los Estados
los jueces que, en algunos momentos, la Unidos de América, por ejemplo, hay
democracia los deja entregados nada quienes creen que el control judicial de
más que a su conciencia y que pueden la ley por parte de los jueces, socava y
entonces decidir en base a sus deteriora el ideal democrático, mientras
preferencias o en base a los principios otros sostienen que ese mismo control lo
en los que creen y que orientan su vida fortalece. En el derecho continental, por
individual. su parte, parece haber serias
discrepancias acerca de los tipos de
¿Cómo debemos evaluar ese conjunto representación, las formas de estado o
de puntos de vista a la luz del ideal los mejores mecanismos para agregar
democrático?. ¿Debemos resignarnos a las preferencias ciudadanas. Todas esas
que los jueces –que son, como sabemos, discrepancias, sin embargo, están
funcionarios no electos- posean, no inspiradas a veces en una misma
obstante, una incidencia decisiva en la concepción de democracia que aspiran
calidad de las reglas que nos rigen, o, en realizar. Por lo mismo, en vez de revisar
cambio, debemos sentirnos más bien cada una de esas discordias o

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desacuerdos, parece más útil, con miras agrega o suma preferencias,
a precisar el papel de los jueces, darse a confiriéndole la razón al punto de vista
la tarea de elucidar las concepciones de que concite para sí el mayor número de
democracia que inspiran ese debate. ellas. Si cada ciudadano cuenta como
uno con prescindencia de cuáles son sus
¿Cuáles son esas concepciones de dotaciones naturales, su cuna, o su
democracia que, como digo, subyacen a riqueza, entonces esta concepción de la
esos debates y en base a las cuales democracia realiza, al mismo tiempo, un
debemos, como veíamos denantes, cierto ideal de igualdad. Cuando se trata
evaluar el papel de los jueces?. En lo de agregar preferencias la riqueza o la
que sigue, deseo distinguir dos cultura de su vecino no importan
concepciones gruesas de democracia demasiado puesto que, al margen de
que, según creo, inspiran el debate y esas dotaciones, cada uno estará
que, por lo mismo, una vez explícitas, provisto de un voto que le permite
permiten dilucidar los problemas que manifestarlas. Es verdad que el dinero
plantea. Una de esas concepciones, la con que usted cuenta puede permitirle
primera que voy a examinar, sugiere que manifestar, por ejemplo durante el
la democracia es, por sobretodo, un proceso electoral, la intensidad o la
procedimiento para agregar o sumar las importancia que usted atribuye a esas
preferencias ciudadanas; la otra preferencias; pero a la hora de contarlas
concepción, en cambio, plantea que la y averiguar cuáles son mayoritarias, el
democracia es, por sobretodo, un dinero simplemente no tiene ninguna
procedimiento que favorece la importancia, puesto que las preferencias
deliberación o el diálogo de los son, a fin de cuentas, anónimas.
ciudadanos bajo condiciones de
igualdad. Cada una de estas Esta concepción de la democracia ha
concepciones, como sugeriré hacia el suscitado, por supuesto, y como era de
final, están acompañadas de una forma esperar, múltiples críticas que, si bien no
de concebir el gobierno de la ley, la tenemos tiempo de analizar aquí, vale la
primera lo concibe como el gobierno de pena mencionar porque, como veremos,
un texto, la segunda, como el gobierno se relacionan con el papel de los jueces.
de un conjunto de estándares.
Hay quienes sugieren que la democracia
Según la primera concepción que así concebida es imperfecta y conduce a
denantes distinguí, la democracia errores porque los mecanismos para
constituye un mecanismo que permite agregar preferencias no son capaces de
sumar o agregar las preferencias de los distinguir entre lo que usted prefiere
ciudadanos. El hombre o la mujer que es para usted y lo que usted prefiere para
miembro de una sociedad democrática, otros. Este argumento enseña que es
posee puntos de vista propios acerca de correcto que al tiempo de decidir cada
los asuntos comunes, cuenta con uno decida para sí mismo y que esas
preferencias acerca de cómo han de decisiones de autogobierno podamos,
decidirse los asuntos públicos, o acerca luego, sumarlas; pero no parece
de cómo debemos organizar nuestra correcto que si usted y su grupo de
vida en común. Como esas preferencias amigos piensa que una minoría indígena
suelen no coincidir, la democracia no deba ser tenida en cuenta,
permitiría resolver esas discrepancias contabilicemos también esa preferencia.
por la vía de instituir un mecanismo que Mientras la agregación de preferencias

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personales constituye un homenaje a la Pero nada de lo anterior conduce a
autonomía de las personas, la pensar que los jueces puedan aspirar a
agregación de preferencias externas remediar las decisiones de la
podría socavar esa misma autonomía. Lo democracia, con prescindencia de las
que este argumento sugiere, es que la convicciones de la comunidad política,
democracia concebida como agregación porque los derechos fundamentales
de preferencias está expuesta al error y forman parte de esas convicciones.
puede conducir a resultados que en Quienes sostienen este punto de vista –
condiciones de imparcialidad no quienes afirman, por ejemplo, que los
admitiríamos. Esta es una manera, por jueces pueden eliminar en el debate
supuesto, de desconfiar de las constitucional preferencias externas- no
capacidades epistémicas de la piensan que ello se deba a que exista
democracia, un argumento para una suerte de arquitectura moral que los
descreer de la calidad de las decisiones jueces, a diferencia del resto de los
adoptadas por la agregación mayoritaria mortales, pudiesen inteligir para corregir
de preferencias. Si la mayoría – los defectos morales de la democracia.
concebida como preferencias agregadas- Ellos piensan más bien que la tarea de
puede cometer errores, entonces es los jueces es la de reconstruir las
natural que debamos desconfiar de ella mejores concepciones existentes en la
y recurrir a algún mecanismo comunidad política y a la luz de ellas
independiente de la propia democracia corregir las decisiones mayoritarias.
para controlar sus resultados. Ese Lejos de enajenar a los jueces de la
mecanismo debe ser, como digo, comunidad, esta opinión desea
independiente del proceso de agregación acercarlos a ella por la vía de sugerir
de preferencias y se ha sugerido, que los jueces deben estar
entonces, que aquí encuentran todo su comprometidos con las reglas del debate
sentido los derechos constitucionales. democrático, fieles a sus resultados
Por recurso a estos derechos, los jueces (aunque a veces ellos contradigan su
podrían distinguir qué cuenta como propia conciencia) y atentos a
decisión común y que, en cambio, debe emplearlos para resolver las vaguedades
ser descartado por tratarse de una mera e imprecisiones, a veces inevitables, de
preferencia externa. Los jueces la ley.
constitucionales poseerían así un papel
imprescindible en una democracia; pero Pero, como sugerí al inicio, la que
no, en rigor, porque formen parte de acabamos de examinar no es la única
ella, sino que justamente porque son concepción posible, y popular, de la
ajenos a ella, independientes del democracia. Hay quienes piensan que la
proceso de acumulación de preferencias democracia no es, en rigor, un
que la democracia realiza. Los jueces, mecanismo para agregar preferencias,
según este punto de vista, no forman sino un método para deliberar o discurrir
parte del valor de la democracia, son un mejor qué preferencias debemos tener.
remedio para los defectos que la El procedimiento de la democracia no
democracia, como mecanismo de consistiría tanto en agregar las
agregación de preferencias, posee. El preferencias de los ciudadanos, sino en
papel de los jueces, para decirlo en una crear las condiciones para que los
palabra, consistiría en remediar, con ciudadanos deliberen o reflexionen, bajo
arreglo a los derechos fundamentales, estrictas condiciones de igualdad, acerca
los defectos y errores de la democracia. de las mejores preferencias que han de

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mantener para sí y para sus hijos. Es en vez de desconfiar de las capacidades
verdad que la democracia permite, más epistemológicas de la democracia, tiende
que otros sistemas de gobierno, que los a subrayar su calidad y su competencia
individuos vean reflejadas sus epistémica. Si no hay un orden moral
preferencias en la adopción de previo e independiente a nuestra propia
decisiones públicas, y es cierto que existencia al que podamos recurrir,
permite superar, mediante el entonces la democracia nos permite
consentimiento de los individuos, construir un conjunto de principios que
algunos dilemas de acción colectiva; guíe nuestra vida en común. Este punto
pero no es esa, sin duda, la única razón de vista, a diferencia del anterior, no es
a favor de la democracia. Si así fuera, la escéptico en cuestiones morales, no dice
democracia sería siempre un remedo que estemos ciegos cuando se trata de
imperfecto del mercado, una forma de averiguar qué es mejor para nosotros,
concurrencia entre individuos cuya única sostiene, en cambio de todo eso, que no
diferencia con una feria, consistiría en hay nada que ver, que no hay nada allá
que en ella no hay dinero, sino votos afuera del diálogo democrático que
igualitariamente distribuídos. merezca la pena inteligir. No se trata
Insatisfechos con esa justificación, que estemos ciegos, se trata, más bien,
debiéramos preferir, entonces, la que estamos solos, entregados a lo que
democracia porque ella nos provee de seamos capaces de imaginar en medio
condiciones que favorecen la de una deliberación imparcial. Los
deliberación colectiva en torno a bienes miembros de una sociedad democrática
comunes. Los hombres y las mujeres no nos parecemos a un entomólogo
sospechamos que hay bienes que sólo moral ocupado de saber qué insectos
pueden ser configurados mediante el hay para, luego, clasificarlos; somos
diálogo, mediante la institución de un más parecidos a un novelista sometido
foro público en el que todas las voces al desafío de llenar la página que
puedan ser pronunciadas y donde las tenemos ante nuestros ojos sin otro
decisiones puedan ser sometidas al material que nuestra experiencia,
escrutinio de quienes se verán afectadas nuestros sueños y nuestra imaginación.
por ellas. Quienes así piensan, sugieren
que no contamos con ningún Existen, por supuesto, varias versiones
antecedente anterior o distinto al diálogo de esa concepción deliberativa; pero una
democrático para decidir nuestros de las más conocidas es la que afirma
dilemas morales o políticos de carácter que en este tipo de democracia la
colectivo. No existiría, por decirlo así, política tiene dos momentos distintos:
ninguna arquitectura moral que de una parte, los momentos meramente
pudiésemos inteligir y por referencia a la políticos y, de otra parte, los momentos
cual pudiéramos resolver los dilemas de constitucionales. En estos últimos, el
nuestra vida en común, y el diálogo pueblo y el conjunto de los ciudadanos,
democrático tendría por objeto, mediante un conjunto de movilizaciones
justamente, construir los principios en y diálogos persuasivos, han establecido,
base a los cuales debemos conducir por decirlo así, lo que estiman son los
nuestra vida colectiva. principios finales del sistema político.
Esos principios se plasmarían en el
A diferencia de la primera concepción de orden constitucional. Luego de esos
la democracia, esta concepción momentos constitucionales, los sistemas
deliberativa, como suele denominársela, políticos transitarían por momentos

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puramente electorales o legislativos en base a los principios y valores que han
los que no se discute en qué consisten surgido de la deliberación democrática,
los principios finales, sino que se discute más que en pretender que, por la
más bien si acaso las decisiones profesión que ejercen, sean capaces de
legislativas o electorales se ajustan a corregirlos.
ellos. El papel de los jueces, conforme a
esta concepción, consiste en defender Con todo, se dirá –retomando uno de los
los momentos constitucionales de la puntos de vista con que comencé este
política democrática, frente a los análisis- los jueces no pueden ser
momentos puramente electorales. Como siempre fieles a los resultados del
sugirió Spinoza, la existencia de los proceso democrático por la sencilla
jueces sería una de las formas en que el razón que esos resultados suelen ser
gobierno, como Ulises, se ataría a sí vagos, ambiguos o imprecisos de
mismo para no oír los cantos de sirena manera que, inevitablemente, los jueces
del poder. deben recurrir a sus propias preferencias
para resolver los asuntos que ante ellos
Este punto de vista no descuida, por comparecen. Las teorías que hemos
supuesto, el papel de los jueces; pero en revisado acerca de la democracia,
vez de conferirles la función de corregir parecen dar respuesta a la desconfianza
los resultados de la democracia, espera epistemológica en la democracia; pero
que los jueces sean capaces de ser fieles ¿qué ocurre con la desconfianza en el
a esos mismos resultados. Una sociedad lenguaje en que la ley se expresa?.
democrática no espera de sus jueces, ¿Acaso la vaguedad y amplitud
conforme a este punto de vista, que inevitable de ese lenguaje no traslada a
sean moralmente lúcidos o capaces de los jueces parte importante del
inteligir un mundo de principios o una contenido de la ley?.
arquitectura moral que el resto de las
gentes, por ofuscación, engaño o Por supuesto el lenguaje es impreciso y
ignorancia, no somos capaces de ver, la voluntad ciudadana expresada en la
sino que demanda de sus jueces que ley a menudo parece vaga; pero de esta
sean fieles al resultado de la constatación sencilla y obvia –que en
deliberación que, en una democracia, cualquier caso, a veces se exagera- no
llevan a cabo los ciudadanos. Este punto se sigue, como ustedes comprenden,
de vista confía más en la lealtad de los que los jueces estén entonces
jueces hacia los resultados del proceso desprovistos de todo estándar o de toda
democrático, que en su capacidad de regla al tiempo de decidir. Lo que parece
corregirlos, y prefiere, por decirlo así, a ocurrir es que ese argumento suele
los jueces que saben que su valor confundir dos cosas, de una parte, el
reposa en su disposición a ser leales a deber de obediencia a la ley, con el
los resultados del proceso democrático, problema distinto de cómo interpretarla.
y por sobretodo a los principios que lo Parece obvio que los jueces deben
inspiran, más que en su capacidad obediencia a la ley o, si ustedes
creativa para apartarse de ellos. Es prefieren, a las reglas generales
cierto que la voluntad popular a veces se emanadas de la deliberación ciudadana.
expresa de manera equívoca o Que la regla sea vaga, como a veces se
demasiado vaga, y es cierto que a veces cree, o demasiado imprecisa, no es un
peca de falta de previsión; pero, en tal motivo o un argumento para
caso, la tarea de los jueces es decidir en abandonarla, sino una ocasión para

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inteligir su sentido. Una regla aun vaga, pública”, al conjunto de principios y de
sigue siendo una regla a la que usted, si valores que orientan la vida de la
es juez, debe lealtad, y su deber, comunidad y en los que convergen
entonces, no es concebir esa vaguedad formas de vida diversas entre las que es
como una ocasión para sustituir el punto posible advertir, a veces, profundas
de vista ciudadano por el suyo, sino que divergencias. Los defectos de la ley, en
debe ser una ocasión para procurar otras palabras, no deben ser pretextos
inteligir mejor ese punto de vista al que para apartarse de los valores de la
usted, si es juez, debe obediencia. La comunidad democrática, sino ocasiones
debilidad de la voz del mandante, no es para persistir en esos mismos valores.
una excusa para que el mandatario haga Se trata, en otras palabras, que los
lo que le place o lo que él simplemente jueces deben ser capaces de
estima mejor, sino una ocasión para que experimentar no como una pérdida, sino
procure escuchar más atentamente. A como una virtud sacrificar sus
fin de cuentas hay dos formas de convicciones por respeto a los resultados
concebir el gobierno de la ley. Una de de la democracia. “Ha sido un gran
esas formas consiste en concebirlo como placer para mí, dijo alguna vez el juez
el gobierno de un libro o de un texto, a Holmes, sostener la constitucionalidad
veces incompleto; la otra consistiría en de leyes que considero malas por
concebirlo como el gobierno de completo, porque de esa manera he
estándares. Parece obvio que la ayudado a marcar la diferencia entre lo
desconfianza en el lenguaje desquicia la que yo prohibiría y lo que permite la
lealtad de los jueces a la voluntad Constitución”.
ciudadana, si y sólo si usted concibe al
gobierno de la ley como el gobierno de Es verdad, como hemos visto, que la ley
un texto; pero no ocurre así si usted lo suele ser defectuosa y que la falta de
concibe como el gobierno de un conjunto imaginación de los legisladores puede, a
de estándares. veces, dejar vacíos que es
imprescindible llenar y es cierto,
Como ustedes ven, este segundo punto entonces, como sugiere una amplia
de vista no reclama la lealtad de los literatura, que los jueces tienen
jueces hacia el resultado de la discreción al tiempo de decidir. Pero esa
deliberación democrática pretendiendo discreción puede ser defendida en
que esos resultados se expresan oposición o, en cambio, con pleno
siempre bien, de manera inequívoca o acuerdo a la voluntad común de los
con implacable claridad. Lo que pretende ciudadanos que se expresa en el
más bien es recordar a los jueces el conjunto de la ley, puesto que la relación
viejo adagio florentino conforme al cual de los jueces con la democracia no
la virtud ciudadana consiste en estar depende, como a veces se sugiere, de
dispuesto a amar la comunidad a la que las características intrínsecas de la ley
se pertenece más que la propia alma o, donde se expresa la voluntad común de
como a veces se prefiere, pretende los ciudadanos, sino de la manera en
recordarle a los jueces que cuando se que se la conciba. Si usted cree que la
trata de decidir litigios -por ejemplo, deliberación democrática es
litigios constitucionales- los jueces no epistémicamente defectuosa y que
deben echar mano a su razón privada, a puede ser corregida conforme a sus
las preferencias que iluminan sus vidas, preferencias o los valores en los que
sino a eso que se ha llamado “razón usted cree –si usted en suma ama más

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su alma que su comunidad- o si usted los valores de la comunidad
piensa que estamos ciegos y que democrática, y hace eso no porque
entonces cuando tiene discreción está usted crea que coinciden con los que, en
entregado a esa ceguera y si, por lo su opinión, existen en el universo, sino
mismo, decide en base a aquello en lo porque usted piensa que son los que la
que usted confía, sin detenerse a hacer comunidad puso en sus manos, aunque
el esfuerzo de echar mano a los valores con ello pierda la eternidad a la que
de la comunidad democrática –el aspira, entonces usted habrá cumplido
pluralismo, la diversidad de con su deber y los ciudadanos que le
concepciones del bien que están a su confiaron la tarea tendrán motivos para
base- entonces usted simplemente no agradecerle. Porque lo que quisieron
está siendo fiel a la democracia y está poner de manifiesto quienes soñaron por
incumpliendo su deber y podrá ganar la vez primera en el ideal democrático, es
eternidad en la que cree, pero no habrá que, como recordaba el juez Holmes, la
cumplido la labor que los ciudadanos mejor virtud de los jueces, consiste en la
esperaban de usted. Pero si usted, en capacidad de amar los principios de la
cambio, a la hora de contar con comunidad política más que su propia
discreción, hace el esfuerzo de ser leal a alma.

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