Manuscrito hallado en un naufragio

Querida y remota muchacha, nos delata el silencio. Un golpe de mudez socava nuestras sombras. A cada asalto del reloj se esconde uno ms de los que fuimos temeroso de que niegues su existencia. La distancia es un abismo al que nos acercamos alejndonos y esa grieta se nos asoma por los ojos de tanto dar la espalda al horizonte. Las luces y el ruido all afuera se empean en no dejarnos ver lo que siempre tuvimos en las manos, pero nos fue dejando un rastro de mar entre los dedos. Los seres que nos pueblan da a da ignoran que alguna vez fuimos dueos de las calles donde ahora solo hay sombras aferrndose a cuerpos sin destino. No quiero este acallarnos por decreto este salir al sol sin un lugar donde poner las alegras dejando que sea el tiempo el que dispute nuestros nombres y la ausencia el nico lugar donde nos encontremos.

John Alejandro Benito G.