1 kg de recuerdos infantiles 2 tazas de sonrisas 2.

5 kgs de esperanza 100 gramos de ternura 5 latas de cario 40 paquetes de alegra 1 pizca de locura 8 kgs de amor 5 kilogramos de paciencia

Limpia los recuerdos, quitndoles las partes que estn echadas a perder o que no sirvan, Agrgale una a una las sonrisas, hasta formar una pasta suave y dulce. Ahora, aade las esperanza y permite que repose,hasta que doble su tamao

Lava con agua cada uno de los paquetes de alegra, prtelos en pequeos pedacitos y mezcla con todo el cario que encuentres.

Aparte, incorpora la paciencia, la pizca de locura y la ternura cernida. Reserva. Divide en porciones iguales todo el amor y cbrelos con la mezcla anterior.

Hornalas durante toda tu vida en el horno de tu corazn. Disfrtalas siempre con toda tu familia con el sabor de lo nuestro.

Puedes agregar a la mezcla anterior dos cucharadas de comprensin y 300 gramos de comunicacin para que esta receta te dure para siempre.

En un cacerola derrita la inercia, la amargura y el tedio. Unte bien con mucha risa, especialmente sobre las propias tragedias

En bol aparte, pele y corte en tiras la ansiedad, pique fino el egosmo. Ponga en remojo el yo hasta que se macere, pero cuide de no derretirlo enteramente.

El rencor (que es furia rancia) aplstelo contra una tabla, troce el reproche y la envidia. Tire a la basura el pellejo, la pereza para pensar, la vanidad de no cometer errores y la cobarda de no admitirlos

Deje largo rato bajo la canilla, hasta que se vayan por el sumidero, el remordimiento por el pasado, la culpabilidad por el presente y el miedo por el futuro. Amase todo con ternura, sin ahorrar algn gramo de locura

No se preocupe si tarda en ablandarse: la impaciencia no es compatible con la ternura. Sazone con la defensa de algn derecho, propio, y sobre todo ajeno

Cocine al fuego lento de la pasin, pero vigile que no se queme. Para decorar, use armona con la existencia y distribuya en la fuente combinando imaginacin y lucidez.

Deje reposar dos horas (o veinte aos) y sirvalo con mucho amor.
BESOS SERGE MARCEL