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Penumbras

T me recuerdas al verte la luna quieta de invierno, esa que siempre est inerte en el cielo y el infierno esa que se va tarde aunque amanezca temprano, que te deja un fro que arde como el calor de verano. Y es que t siempre tan quieto, con los ojos tan volados, con el cuerpo tan helado me recuerdas a los muertos. Siempre t tan elegante con ese silencio pesado, que pareces muerto andante y yo que te estoy velando. Siempre rodeado de negro siempre tan encerrado, como voz constante de un eco eternamente paralizado a veces como si t mismo completo te hubieras tragado, y como dolo del budismo me pareces hasta sagrado. Me gustara robarte el misterio y estar donde t has estado, en terrenos de tu imperio
Poemas de Cinco pases

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