CONCLUSION En la justificacin por la fe en Cristo recibimos los beneficios del sacrificio perfecto, adecuado, suficiente de Cristo, como la expiacin

n de nuestros pecados, la liberacin del dominio del pecado y el regalo de la obediencia perfecta de Cristo a la ley. El sumo sacerdote Jess satisfizo la necesidad de quitar para siempre la culpa del pecado a travs de la ofrecerse como nico sacrificio de expiacin y de propiciacin, para abolir la ley del sacrificio contino de toros y machos cabros, que a fin de cuentas no eran suficientes para lograr el perdn de los pecados, ni para aplacar la ira de Dios demandada sobre el transgresor de la ley. Cristo es un ser divino que vino y posey un cuerpo humano, y en esa condicin participo en las miserias y sufrimientos de la vida, adems sufri las debilidades inherentes de la humanidad, vivi en esta vida sometido a su propia ley. Sufri la pobreza econmica, la interaccin con pecadores exigentes y egostas, los insultos y la oposicin de muchos, los golpes, las torturas, la degradacin y las agonas de la crucifixin (filipenses 2: 5-11).