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Amigo bosque. Ciudad natal de gigantes verdes, cmo he de extraarte cuando me halla ido.

Ver la luz atravesar tus ramas y el viento melodioso tocar tu piel. Or a lo lejos el majestuoso de agua rugir junto al canto de las aves al despertar. El aroma a leos en la fresca maana da comienzo a un grueso desayuno, con la mezcla de mil sabores de mil flores y una libra de pan. Habr muchos bosques ms en mi camino, pero ninguno me recibir como t, arrojndome florcillas en el sendero y saciando mi sed con las gotas del roco. Aqu crec y aqu so. Aqu jugu a ser tu caballero sin saber que el tiempo me demostrara que en mi juventud guerrera te protegera. Siempre impregnaras mi alma con tu espritu, aun sin saber cuando podr sentirte otra vez. Pero te prometo que en el paso de unos aos, trayendo gloria y riquezas, a ti volver

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