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Una pequea conversacin En una noche fra, silenciosa y con una suave brisa fuera de la habitacin, se escuch un ruido

muy tierno. Era un ratoncito gritando a travs de una ventana que dejaba se filtrase la claridad de la luna por todo el cuarto; l gritaba que le abriera y con sus deditos tocaba desesperado. Dej que entrar; y lo primero que pregunt el pequeo roedor fue: -Por qu existe esta divisin que no me deja entrar libremente a tu cuarto, si ni siquiera la puedo ver? Confundido por la pregunta incoherente y absurda le respond: -Pero si existe, t la puedes tocar, acaso no la sentiste con tus manos cuando golpeaban para que te abriera? -Para qu?, de que sirve que la sienta?, claro que la siento, por supuesto, siempre que estoy afuera con fro, hambre y sed la toc a golpes con mis pequeas manos esperando que alguien como t me deje entrar y me ofrezca abrigo, tambin lo hago con una segunda intencin, pero sabes qu eres como el dimetro de esa ventana para entender porque lo hago. -Disculpa, le respond, totalmente confundido, entonces corr al refrigerador y le busqu una pizca de comida, le lleve la mitad de un emparedado que com a las 6 de la tarde. -Toma pequeo ratoncito, come esto te quitar el hambre que dices tener. -Gracias, respondi y con una voz de grandeza mientras coma, me dijo: -quin te crees para decirme que soy pequeo?, Sabes una cosa, no me importa si me sigues llamando pequeo, al menos estoy seguro que nunca creer que eres ms grande. -Oye, le dije, sin querer ofenderlo; mira esto es un espejo aqu el reflejo de los dos dicta lo contrario a lo que dices, ves eres pequeo y yo soy grande, es naturaleza, no nos contradigamos esto es as y es lo que vemos. -Tienes razn contigo es imposible sostener una buena conversacin siempre me ganas con tus argumentos, entonces agach la cabeza, camino hacia la ventana, la atraves y se fue. Quede sorprendido, y pens: ese ratoncito no es tan pequeo como lo vi, tiene algo grande, inmenso y ms poderoso de lo que crea. Quede asombrado de ver y comprobar una vez ms, con mis propios ojos, como atraves la ventana y se fue. Adriana A. V.

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