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Cámara de Apelaciones en lo Criminal

- con Competencia Provincial -

NEUQUEN, 18 de Febrero de 2009.-

VISTOS:  Los   presentes  autos   caratulados  “L.,  A.  M.   S/ 

TURBACION DE LA POSESION EN CONCURSO IDEAL CON DAÑO”, Expte. 

Nº 887, Año  2008, del registro de esta Cámara de Apelaciones 

en   lo   Criminal,   a   los   fines   de   resolver   el  recurso   de 

apelación  interpuesto   por   el   Dr.   M.L.,   en   su   carácter   de 


Defensor   de   la   imputada   A.M.L.,   en   contra   de   la   Resolución 
Interlocutoria Nº 928 del 22 de Octubre de 2008, obrante en 
autos a fs. 111/115, dictada por el Juzgado de Instrucción de 
la Ciudad de Junín de los Andes, de esta Provincia.
Efectuado   sorteo   por   Secretaría   para   determinar   el 
orden de emisión de votos, resultó que en primer término debe 

expedirse el Dr. Héctor Guillermo Rimaro, luego el Dr. Daniel 

Gustavo   Varessio  y,   finalmente,   el  Dr.   Walter   Richard 

Trincheri. Dijo el Dr. Rimaro:

Y CONSIDERANDO: I. Por auto interlocutorio Nº 928/08 el 
Juzgado   de   Instrucción   de   la   ciudad   de   Junín   de   los   Andes 

resolvió, en lo que aquí interesa: “I. RECHAZAR el planteo de 
nulidad   articulado   por   el   Sr.   defensor   particular,   a   fs.  
101/103 (art. 149 y sgtes. Del C.P.P.)” (fs. 111/115).
II.  Contra   la   resolución   mencionada   interpone   recurso 
de apelación el Dr. M. L. a favor de la imputada A.M.L. (fs. 
120/124). Su planteo gira en torno a la participación
otorgada al Dr. Fernando Guillermo Rubio en su carácter de
Fiscal de Cámara de conformidad con lo normado por el art.
313 del ordenamiento ritual pues entiende que el nombrado
sólo se encuentra legitimado para ejercer funciones
administrativas y no las derivadas del proceso.
Tal punto de vista fue expuesto por el recurrente a
través de un planteo de nulidad que fue desechado por el A
quo por entender que no se verificaba vulneración a norma
sustancial o formal que amerite la sanción procesal
pretendida.
Alega el letrado que mientras la Cámara de la IV
Circunscripción Judicial no se ponga en funcionamiento es la
Cámara de Juicio de la III Circunscripción la que continúa
ejerciendo su competencia en aquel ámbito, a excepción de las
funciones de superintendencia que son puestas en cabeza del
Fiscal de Cámara, Dr. Rubio. El Fiscal de juicio es el de la
Cámara de la ciudad de Zapala. En definitiva, plantea que el
aludido Representante del Ministerio Fiscal no se encuentra
en condiciones de producir un acto procesal como el ya
tratado y la consecuente afectación del debido proceso.
Finalmente, cita jurisprudencia que considera aplicable al
caso.
Cabe aclarar que el planteo del Sr. letrado recurrente
fue realizado cuando no se encontraba en el ejercicio de
funciones la Cámara de todos los fueros de San Martín de los
Andes, circunstancia que se concretó en el segmento temporal
trascurrido desde entonces a la fecha.
Se hace reserva en la apelación del caso federal.
III.  Que   el   recurso   de   apelación   interpuesto   resulta 
formalmente  admisible por haber sido presentado en tiempo y 
forma,   por   quien   se   encuentra   legitimado   para   ello,   con 
especificación   de   los   motivos   fundantes   y   contra   una 
resolución   susceptible   de   causar   gravamen   irreparable   (cfr. 
arts.392, 397, 408 y ccds. del CPPyC).
IV.  Que   el   núcleo   de   la   cuestión   traída   a   examen 
consiste en determinar si en el caso de marras el Sr. Fiscal 
de Cámara de la IV circunscripción judicial está investido de 
facultades relacionadas con actividad jurisdiccional y, en su 
caso,   qué   pronunciamiento   ajustado   a   derecho   corresponde 
dictar.  
V.  Ingresando al análisis de la delicada cuestión debe 
destacarse,   en   primer   lugar,   lo   espinoso   de   la   misma, 
circunstancia   claramente   reflejada   en   las   constancias   que 
preceden a esta resolución.
El   abordaje   será   efectuado   con   la   mayor   prudencia 
posible sobre, justamente, tales constancias, conformadas por 
la   normativa   ampliamente   citada   hasta   aquí   y   las   serias 
opiniones recabadas (Fiscalía del Excmo. Tribunal Superior de 
Justicia, Asesoría Legal y Técnica del Alto Cuerpo, Cámara en 
lo Criminal de la III circunscripción judicial).
Sin lugar a dudas el entuerto a desentrañar no tendría 
cabida   en   condiciones   normales   o,   dicho   en   otros   términos, 
cuando la situación no está jalonada por circunstancias sui 
generis o, al menos ­habrá que admitir­, nada frecuentes.
Dando por sentada en honor a la brevedad la plataforma 
teórica sobre nulidades ­claramente desarrollada por el A­quo 
en   la   resolución   impugnada­   y   cuáles   son   las   posturas 
encontradas sintetizadas en esa misma pieza procesal, el
tratamiento de la cuestión partirá teniendo presente una
básica premisa; ella consiste en que cuando se jura por el
fiel cumplimiento de un cargo se asume desde ese momento el
conjunto de atribuciones y deberes que el mismo implica, a no
ser que medie acto expreso por el cual se difiera el
cumplimiento de las atribuciones y/o deberes (o alguno de
ellos en particular) por un lapso determinado o hasta el
registro de alguna circunstancia o, aún cuando no mediando
acto expreso de autoridad en tal sentido, las circunstancias
de hecho impidan que se tornen operativas tales atribuciones
o se hagan exigibles los deberes que dimanan del cargo.
Huelga decir que se conoce el contenido del art. 61 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Provincia de Neuquén
(nº 1436) que establece el plexo de atribuciones y deberes
que corresponden a los Sres. Fiscales de Cámara. Tanto como
tampoco puede desconocerse lo atípico (por infrecuente o
inusual) del nombramiento y posterior asunción del Dr. Rubio
como Fiscal de la Cámara de todos los fueros de la IV
circunscripción judicial.
Aludo, concretamente, a la designación y asunción en el
cargo del representante del Ministerio Público Fiscal ante la
Cámara de Todos los Fueros de San Martín de los Andes, una
Cámara que recién mucho tiempo después se conformó en su
integración y empezó a funcionar como tal.
Entonces, en este intento de ser claro y simple en el
desarrollo expositivo, cabe decir que se evidencia entre la
prescripción legal y el acto administrativo de asunción del
cargo un ligero desacople. En efecto, si ante la Cámara
actuará un Fiscal con ese rango (cfr. art. 38 in fine de la
ley nº 1436) y la Cámara no estaba en funciones, no puede
menos que concluirse que existía un impedimento de ejercicio
de actividad relacionada con tareas jurisdiccionales. Al
menos, incontrastablemente de hecho. Respecto al otro plano,
el de derecho, la situación resulta más opinable, tanto que
queda reflejado en el tiempo y la actividad insumida para
precisarlo, como queda evidenciado con las constancias
remitidas en contestación al oficio nº 297/08 de esta Alzada
(fs. 133/vta. y ss.).
En tal sentido, a fin de procurar esclarecer el punto
neurálgico de la cuestión base del planteo de nulidad, por
decreto de Presidencia de este Cuerpo se solicitó informe al
Excmo. Tribunal Superior de Justicia si por acto emanado de
la Presidencia o del Excmo. Tribunal se limitó la actuación
del Sr. Fiscal de Cámara de la IV circunscripción judicial a
funciones de superintendencia y, en su caso, por qué segmento
temporal (oficio nº 297/08). La contestación ilustra sobre el
ejercicio de amplia actividad desplegada en relación al punto
a despejar, aunque iniciada por propio pedido del Sr. Fiscal
de Cámara para intervenir en expedientes de trámite por ante
la justicia correccional de la IV circunscripción judicial.
Solicitud que fue denegada (Acuerdo nº 4132/07).
Se agrega a continuación una nueva presentación del Dr.
Rubio (datada el 08 de febrero de 2008), esta vez dirigida a
su superior jerárquico, para solicitar "…quiera tener a bien
autorizar al suscripto a asumir formalmente las atribuciones
y responsabilidades a mi cargo, conforme a las disposiciones
de los incisos a), b), c) y d) del artículo 61 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, con relación a los expedientes
correspondientes a la IV Circunscripción Judicial…".
Por lo menos sugestiva resulta esa petición, toda vez
que un razonamiento lógico deductivo conduce a la afirmación
que no se tiene o se considera no tener las referidas
atribuciones y responsabilidades, sino por qué pedir
autorización para ejercerlas (o de asumirlas formalmente, en
los términos de la presentación)?.
La respuesta del Sr. Fiscal ante el Tribunal Superior de
Justicia resultó clara. Si fue dicho Cuerpo el que otorgó al
momento de asumir el cargo el Dr. Rubio el pleno ejercicio de
la superintendencia delegada (cfr. Acuerdo nº 4034, punto XV,
inc. 3º) es el mismo Tribunal Superior el competente para
decidir sobre la autorización en punto a la asunción de las
atribuciones y responsabilidades según el art. 61 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
Previo expedirse al respecto el Alto Cuerpo, por
disposición de Presidencia se solicitó opinión a la Asesoría
Legal y Técnica existente en ese ámbito. Esta dependencia,
tras efectuar una reseña, expresó entre otras
consideraciones, en punto 8., último párrafo, que el Excmo.
Tribunal "…En ejercicio de aquella facultad (la de distribuir
causas en las que entenderán juzgados, fiscalías y
defensorías), por Acuerdo Nº 3989, punto XXII (08/06/05)…
dispuso en el resolutivo 1º) que la Cámara en lo Criminal de
la III circunscripción judicial 'tendrá competencia, además
de las fijadas por la normativa mencionada, en la II y IV 
Circunscripción   Judicial,   hasta   la   puesta   en   funcionamiento 
de las Cámaras creadas por los artículos 18 y 31 de la misma 
normativa…', con lo que, explícitamente, se hizo referencia a
la Cámara de Todos los Fueros de la IV circunscripción
judicial, con sede en la ciudad de San Martín de los Andes".
Cabe colegir entonces de este párrafo consignado en el
informe de la Asesoría Legal y Técnica que si la Cámara en lo
Criminal de la III circunscripción judicial tenía competencia
también en la IV circunscripción judicial hasta la asunción
de jurisdicción de la Cámara de Todos los Fueros con asiento
en San Martín de los Andes (hecho que recién se registró el
1º de enero del año en curso) y, si por imperio del art. 38
de la ley nº 1436 cada Cámara tiene un Fiscal designado para
actuar ante ella, era el Fiscal de Cámara de la III
circunscripción judicial quien estaba habilitado para ejercer
las atribuciones y responsabilidades de su cargo en la IV
circunscripción judicial hasta el cumplimiento de la
condición resolutoria (puesta en funcionamiento de la Cámara
de Todos los Fueros de dicha circunscripción, obviamente con
su Fiscal respectivo).
Coadyuva a tal interpretación (que la Cámara en lo
Criminal de la III circunscripción judicial, junto con su
Fiscal, conservaba sus competencias hasta el cumplimiento de
aquella condición, excepto en el caso del Sr. Fiscal de
Cámara las de superintendencia, adjudicadas expresamente por
Acuerdo nº 4034/06 al Sr. fiscal de Cámara de la IV
circunscripción), no sólo la circunstancia que media un
pedido expreso del Dr. Rubio para ejercer las atribuciones y
responsabilidades del art. 61 de la ley nº 1436 en esa misma
circunscripción sino que no luce haberse registrado acto
expreso de autorización al respecto (sea de su superior
jerárquico o del Excmo. Tribunal).
Por otra parte merece hacerse mención que la idea que
correspondía la actuación del Sr. Fiscal de Cámara de la III
circunscripción en actividades relacionadas con lo
jurisdiccional de la IV circunscripción judicial, hasta la
asunción de funciones de la Cámara de Todos los Fueros de San
Martín de los Andes, fue respetada en la práctica, sin
registrarse objeción alguna (al menos que se conozca) en
varias actuaciones de trámite por ante el Juzgado de
Instrucción de Junín de los Andes (vbgr. autos "B., H. R.
s/Denuncia", expte. nº 21.683/4, en los que la intervención
por imperio del art. 313 del CPPyC fue otorgada al Sr. Fiscal
por ante la Cámara en lo Criminal de Zapala).
Cierto es que en el informe de la Asesoría Legal y
Técnica se alude a la unidad de actuación del Ministerio
Público Fiscal, más cabe aclarar -al menos en lo que hace al
alcance de estas actuaciones- que no se trata de establecer
si por efecto de esa idea de unidad el Sr. Fiscal de Cámara
de la IV circunscripción judicial podía extender sus
atribuciones y responsabilidades más allá de la aludida
circunscripción sino, antes bien, determinar si en ese ámbito
territorial tenía las que le otorga la Ley Orgánica del Poder
Judicial a los Fiscales de Cámara.
Porque estaba vigente el Acuerdo nº 3989/05 (punto XXII)
que le asignaba competencia en la IV circunscripción judicial
a la Cámara en lo Criminal de la III circunscripción (y no
había asumido aún funciones la Cámara de Todos los Fueros con
asiento en San Martín de los Andes), por Presidencia del
Cimero Tribunal se requirió a aquella informe sobre la
viabilidad de lo solicitado por el Dr. Rubio, consistente,
reitérase, en la autorización para asumir formalmente las
atribuciones y responsabilidades de su cargo (cfr. art. 61 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial). La contestación, aunque
no satisface el requerimiento en lo que atañe a la actuación
del funcionario público en la IV circunscripción judicial,
resulta terminante en cuanto se opina -con fundamentación
legal- que no corresponde la intervención del Dr. Rubio como
Fiscal ante la Cámara de Juicio en lo Criminal de la III
circunscripción judicial.
Más allá de otros pasos ordenados por el Tribunal
Superior de Justicia que ilustran las actuaciones referidas y
que no guardan directa relación con el objeto de autos,
merece aludirse ahora, por su trascendencia, al Acuerdo nº
4312 del 15 de octubre del año 2008, glosado en copia a fs.
174 de estas actuaciones. Se dice en él, en prieta síntesis,
que visto y considerando el pedido efectuado por el Sr.
Fiscal titular de la Fiscalía de Cámara de la IV
circunscripción judicial para que se lo autorice a asumir las
atribuciones y responsabilidades que surgen de los incisos a,
b, c y d del art. 61 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
se resuelve "Facultar al Fiscal del Tribunal Superior de
Justicia, a asignar funciones relacionadas con la actividad
jurisdiccional, al Sr. Fiscal de Cámara de la IV
circunscripción judicial".
Estando expresamente facultado por el Excmo. Tribunal
Superior de Justicia el Fiscal ante el Cuerpo actuó. Dictó,
el día 24 de octubre de 2008, la resolución nº 18/08, que
luce agregada en copia a fs. 179vta. Se expresa en ella que
se otorga al referido funcionario del Ministerio Público
Fiscal como única facultad, hasta tanto asuma sus funciones
la Cámara de Todos los Fueros de la IV circunscripción
judicial, la de intervenir en los supuestos previstos por el
art. 313, segundo párrafo, del código de rito vigente.
Si esto es así (que el propio funcionario pide
autorización para ejercer atribuciones y responsabilidades
fijadas en el art. 61 de la ley nº 1436; que en la
presentación obrante a fs. 140/vta. la solicitud es en
relación "a los expedientes correspondientes a la IVº
Circunscripción Judicial" -no acotada, como en la anterior
directa petición de fs. 134/vta. a los expedientes radicados
en los "Juzgados Correccionales" de su circunscripción-; si
el Excmo. Tribunal Superior faculta al Sr. Fiscal ante el
Cuerpo para otorgar aquella autorización y éste con fecha 24
de octubre de 2008 autoriza sólo el ejercicio de una sola
actividad hasta que asuma sus funciones la Cámara ante la
cual el Dr. Rubio debe actuar), otro razonamiento lógico
deductivo proyecta a sostener que antes de esa última fecha
citada el Dr. Rubio no estaba facultado para efectuar un
requerimiento de elevación a juicio en los términos del art.
313 del CPPyC que es, concretamente, lo que constituye en
esta causa el reclamo de invalidación del acto mediante la
declaración de nulidad del mismo.
Debe necesariamente recalarse en las fechas de
materialización de los actos que se registran en un extremo y
otro de la relación. Por un lado, el requerimiento de
elevación a juicio efectuado por el Sr. Fiscal de Cámara data
del 10 de septiembre del año 2008 (con cargo de recepción el
12 de ese mes y año). Por otro, el otorgamiento de la
facultad para actuar conforme al art. 313, segundo párrafo
del CPPyC, es concretado a través de acto del Fiscal por ante
el Tribunal Superior de Justicia el día 24 de octubre de ese
año, es decir, con fecha de registro muy posterior al
ejercicio de la actividad que la Defensa tacha de nula.
Cabe colegir entonces que, al momento de producción del
acto jurídico impugnado, no existía autorización para
intervenir en los supuestos previstos por el art. 313,
segundo párrafo, del CPPyC. Tampoco se desprende de la
contestación al oficio nº 19/09 de esta Cámara (fs. 134 a fs.
175) que el Sr. Fiscal del Tribunal Superior de Justicia
avalara actuaciones realizadas relacionadas con actividad
jurisdiccional (incluida, obviamente, la que se desprende del
art. 313 del CPPyC, aún cuando se comulgara con el criterio
de que ese acto participa de naturaleza mixta, tal como lo
expresa el Dr. Rubio en su escrito de fs. 105/109).
El análisis armónico de las constancias de autos permite
sostener que la postura enarbolada por el Sr. representante
del Ministerio Público Fiscal de Cámara, identificada con el
sostenimiento de la idea de posesión de plena "competencia
funcional" (exteriorizada el 15 de octubre de 2008), queda
neutralizada. Mostrándose, por otra parte, contradictorio el
énfasis con que se la formula con la expresa solicitud de
autorización que formulara para asumir las atribuciones y
responsabilidades consagradas en el art. 61 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de fs. 140/vta. (presentación
efectuada casi ocho meses antes, el 18 de febrero del mismo
año).
En consecuencia, si el Sr. Fiscal de Cámara de la IV
circunscripción judicial de la provincia no se encontraba
jurídicamente habilitado para ejercer, al 12 de septiembre de
2008, la función revisora de la opinión del Sr. Fiscal de
grado prevista por el art. 313 del Código Adjetivo, esa
actuación afecta el debido proceso legal y, específicamente,
provoca afectación, por un lado, a la intervención del
Ministerio Fiscal en el proceso y, por otro, al derecho de
defensa en juicio. En este último caso, porque un acto
impulsor de la acción penal -como es el requerimiento de
elevación a juicio- debe ser efectuado, como básica exigencia
en salvaguarda de los derechos de la persona imputada, por
quien por ley y normas reglamentarias se encuentre facultado
para llevarlo a cabo (art. 150 incs. 2 y 3 del CPPyC).
Comprobado el vicio en la formulación del acto jurídico
impugnado y el perjuicio que sus efectos provoca, debe
hacerse lugar a la declaración de invalidación del acto
procesal penal reclamada por la Defensa, toda vez que fue
cumplido sin observarse una exigencia básica impuesta por la
ley para su realización y como condición de validez del mismo
(ar. 151, segundo párrafo, ibidem). Fecho, devolverse las
actuaciones al Juzgado de origen a fin de reencauzarse el
trámite por la senda del debido proceso. Es mi voto.-
VI. A su turno, el Dr. Daniel Gustavo Varessio, dijo:
Llega a voto del suscripto un recurso de apelación ante un
rechazo a un planteo de nulidad articulado por el Dr. M. L.
en el que cuestiona la falta de legitimación procesal del Sr.
Fiscal de Cámara de la IV Circunscripción Judicial.
Ingresando al tratamiento del agravio del quejoso, en
busca de antecedentes claro está en pos de coadyuvar a la
solución del caso y que la misma no sea contradictoria con
resoluciones anteriores dictadas por esta misma alzada,
advierto que el tema en cuestión ya fue puesto en crisis en
los autos Expte Nº 509 del registro de esta Alzada y en dicha
causa se le otorgó plena validez y legitimación procesal para
actuar en actos de la etapa instructoria al Dr. Fernando
Rubio, Fiscal de la IV circunscripción judicial de la
Provincia de Neuquen .
Si bien esta alzada se pronunció sobre el rechazo del
mismo por estar mal interpuesto, no es menos cierto que de
haberse cuestionado la validez de su actuación, el fallo
hubiera tenido otro cariz pues estamos en presencia de una
cuestión que causaría nulidad de carácter absoluto.
Huelga decirlo, fue el Excmo. Tribunal Superior de
Justicia cuya presidencia ejercía en ese momento el Dr.
Felipe Cia el que resolvió en fecha 23 de mayo de 2006 por
acuerdo 4034, Punto XV facultar a su presidente a tomar
juramento al Dr. Rubio, en dicho acuerdo se fundamentaba la
asunción en “las necesidades de servicio existentes, disponer
la inmediata asunción de funciones de los nombrados, de
conformidad Fiscal”.
Ahora bien ¿me pregunto cuales eran las necesidades de
servicio si solo se lo facultaba para ejercer
superintendencia, como afirma el quejoso? La respuesta es
obvia asistir a la primera instancia de Junín y la Villa
Angostura; si bien fácticamente resultaba imposible
desempeñar funciones en la etapa plenaria por no estar
constituida la Cámara de Todos los Fueros con sede en San
Martín de los Andes, las facultades correspondientes a su
cargo para el que juró y que le resultaban posible ejercerlas
además de las de superintendencia delegada son las que se
desarrollan en la etapa instructoria y no plenaria como por
ejemplo las del Art 313 del C.P.P.yC., resultando su
intervención válida.
Por todo lo expuesto entiendo que corresponde rechazar la
intentona quejosa al no verificarse a mi juicio la violación
denunciada. Es mi voto.
VII. Por   su   parte,   el  Dr.   Walter   Richard   Trincheri, 
manifestó:  comparto la relación de causa y solución dada al 
caso   por   el   Dr.   Rimaro.   Y   no   considero   que   exista 
contradicción   con   lo   resuelto   por   esta   alzada   en   el 
precedente traído a colación por el colega preopinante. Ello 
por cuanto en esa ocasión no hubo pronunciamiento sobre las 
facultades del Fiscal de Cámara. Mas aún, aunque se hubiera 
respondido   positivamente   respecto   a   ello,   en   esta   ocasión, 
por   la   información   obrante   a   fs.   174   y   178,   producida   con 
posterioridad a aquella resolución de la Cámara, se impondría 
cambiar el criterio, debido a la fecha en que se produjo la 
asignación   de   funciones   relacionada   con   la   actividad 
jurisdiccional (24/10/08). Solo cabe colegir, analizando todo 
lo   actuado,   que   antes   de   aquella   fecha   el   Dr.   Rubio   no 
contaba con tales facultades. 
Es mi voto
VIII.  Por todo lo expuesto, esta Cámara de Apelaciones 
en lo Criminal,
RESUELVE:  I.  DECLARAR  la  NULIDAD  del  acto procesal de 
requerimiento   de   elevación   a   juicio   formulado   por   el   Sr. 
Fiscal de Cámara de la IV circunscripción judicial, obrante a 
fs. 95/97 (arts. 18 de la Constitución Nacional, 58 de la
Constitución Provincial, 150 2- y 3-, 151 segundo párrafo y
ccds. del CPPyC).
II. Tener   por   efectuadas   sendas   reservas   del   caso 
federal Cfr. fs. 109 y 124). 

III.  Regístrese,   notifíquese   y,   cumplido   que   sea, 


vuelvan las presentes actuaciones al Juzgado de origen.

RESOLUCION INTERLOCUTORIA Nº 44/09.­

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