POEMA XIX

Almita Hacemos las paces Vos te queds Con el vuelto del presente Yo Con los sin embargos

(almita: las horas estiran bajo la superficie de las cosas un pan caliente sobre las ruinas de invierno)

(y los pechos donde dormimos Y tiritamos?)

Almita: La culpa nunca nos sirvi Siempre fuimos veraneantes bblicos De nuestros cuerpos desnudos

Almita: Dejate de embromar Hagamos las paces

Ambos vivimos del equvoco Como un alimento rapaz Ambos Comimos bruma de la noche Juntitos A nueve dcimas bajo cero

Caminaste calles oscuras Con un planetita quemndote en los bolsillos Y el ruido de los botines con lazos (como los de Van Gogh, te acords?) Grabados en el relieve balbuceante De las nubes

Almita de verdades florecidas Al borde del arroyo de carne que olvidaste

Almita rezadora: Mentime otra vez Ahora Que crear pjaros se parece Al concepto kantiano de la verdad

(almita voz graznido piel puente

y lengua toda papila)

Dijiste: escribir es pensar en esa mano adherida al muro de la ltima esperanza Y qu va Y qu carajo aprendiste: Los aos se anudan a la multiplicacin De la tierrita sobre los muebles del tiempo Y te cre para colmo (en tanto el secreto acto de creer es un facsmil de sobrevida)

Y ac estamos Despidiendo olores En los bordes del sentido

Almita Dios fotografa Nuestros rastros En el agua De los gozos y las laceraciones

Mejor no hablemos Lo cierto son esquirlas de lo decible

Esperame No me dejs ahora: Las luces de tus prpados Amenazan Otra vez Con quemarme desnudo Y no tengo una nueva doctrina al cuello

Ambos fuimos a la escuela A modelar frases felices Y a sumar Polinomios en la mirada

Saber es desear cambiar El orden de las cosas

Almita Somos La hora de las contradicciones conocidas La noche en una cama La proliferacin

Qu haremos Entre estos restos de nubes mordidas Y espejos muertos

Ser Es no dar ms De lo que dimos.

Jorge Crdoba - 2012