Viajes urbanos

Vivimos en una poca en la que todo o casi todo lo que suene a urbano se camufla o se esconde. Hganse la siguiente pregunta: Cuntas veces en el ltimo mes han escuchado, hablado o ledo sobre viajes urbanos y cuantas veces, en ese mismo mes, han escuchado, hablado o ledo sobre turismo rural o sobe el mal llamado turismo de playa? Si usted no trabaja en una agencia de viajes el resultado seguro que es apabullante a favor de las otras dos opciones planteadas. Qu nos pasa con los viajes urbanos? Resulta que los hacemos, y mucho, pero nos resistimos a llamarlos as. Cuando nos vamos a pasar unos das al campo, a la sierra, a la montaa, aunque lo nico que vayamos a hacer es acercarnos con el coche a un balcn que da a un cerro sobre una colina que est a tan slo cinco minutos de la ciudad, a la vuelta cuando nos pregunten qu tal nos fue el fin de semana diremos que estuvimos haciendo turismo rural. Si al fin de semana siguiente nos vamos a, por ejemplo, Roma o Nueva York y pasamos all dos das visitando sus museos, calles, tiendas, iglesias, disfrutando de la gastronoma, conociendo a sus gentes y admirando el encanto de la ciudad con su iluminacin nocturna, al volver nunca se nos ocurre decir que hemos estado en un viaje urbano en Nueva York o en Roma. Slo diremos el nombre de la ciudad en la que www.viajes-urbanos.com hemos pasado esos das. Rechazamos hablar de viajes urbanos, es como si al utilizar esas dos palabras desprestigisemos nuestra escapada cuando en realidad esas dos simples palabras son las que mejor definen lo que podemos hacer en nuestras vacaciones en Nueva York o Roma. No tengamos miedo a utilizar viajes urbanos, el solo hecho de usarla ya nos indica lo que hemos podido hacer pues en una urbe slo se puede visitar lo que es propio de toda urbe. Cada ciudad tiene su encanto y algo especfico que la distingue de las dems, sus iglesias sern mejores o peores artsticamente hablando, sus avenidas sern ms grandes o ms pequeas, sus museos tendrn colecciones mayores o menores pero en todas ellas hacemos lo mismo, turismo gracias a los viajes urbanos. Con estas dos palabras todos entendemos al escucharlas lo que hemos podido ver, visitar y hacer en nuestra visita a Nueva York o Roma. Qu paradoja, nacemos en ciudades, remos en ellas, lloramos en ellas, nos enamoramos en ellas, disfrutamos en ellas y sin embargo cuando salimos de una para irnos a conocer otras hemos hecho de todo menos un viaje urbano.