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Guardemos silencio
Bienvenidos
Oh Dios, t eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta.
Mi alma quedar satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabar mi boca.
No permitas que mi corazn se incline a la maldad, ni que sea yo cmplice de iniquidades; no me dejes participar de banquetes en compaa de malhechores.
Que la justicia me golpee, que el amor me reprenda; pero que el ungento de los malvados no perfume mi cabeza, pues mi oracin est siempre en contra de sus malas obras. Salmo 141.3-5 (NVI)
28 Acaso no lo sabes? Acaso no te has enterado? El Seor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable.
31 pero los que confan en el Seor renovarn sus fuerzas; volarn como las guilas: corrern y no se fatigarn, caminarn y no se cansarn. Isaas 40.28-31 (NVI)
Leamos Su Palabra
Deuteronomio 6.1012
10 El Seor tu Dios te har entrar en la tierra que les jur a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Es una tierra con ciudades grandes y prsperas que t no edificaste,
11 con casas llenas de toda clase de bienes que t no acumulaste, con cisternas que no cavaste, y con vias y olivares que no plantaste. Cuando comas de ellas y te sacies,
12 cudate de no olvidarte del Seor, que te sac de Egipto, la tierra donde viviste en esclavitud. Deuteronomio 6.10-12 (NVI)
Disfrutemos la
Santa Cena